De La Guerra Restauradora a La Dictadura De Ulises Heureaux
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Historia y Geografía Dominicana; Siglos XIX-XX. La Guerra Restauradora fue la confrontación armada que marcó el comienzo del período histórico de la Segunda República, motivada por la pérdida de la soberanía que supuso la anexión a España, los abusos y vejámenes a la población dominicana por parte de la administración española y el agudizamiento de la crisis económica. Jugó un papel importante en esta gesta el pensamiento liberal que proliferaba sobre todo en la región del Cibao, entre intelectuales y políticos como Gregorio Luperón, Pedro Francisco Bonó, Ulises Francisco Espaillat, Santiago Rodríguez, entre otros. En términos políticos, esta gesta restauradora: . Supuso una prolongación de los ideales trinitarios y del liberalismo. Constituyó una resistencia colectiva de los dominicanos bajo la iniciativa y participación de varios de los independentistas del 1844. Tuvo un triple carácter de guerra civil, anticolonial y nacionalista. Comienza a organizarse como movimiento de oposición con las protestas aisladas que se produjeron en los días anteriores a la proclamación anexionista, y entre las que sobresalen las de Matías Ramón Mella, Fernando Arturo de Meriño, Tomás Bobadilla hijo y otros. Otras protestas, como las de Santiago y San Francisco de Macorís, sirvieron de alimento al movimiento restaurador prácticamente desde los inicios de la anexión a España. «Y si pudo inconsulto caudillo de esas glorias el brillo empañar de la guerra se vio en Capotillo la bandera de fuego hondear». 1. La confrontación armada inició en la frontera, cuando en el 1863 el patriota Santiago Rodríguez organizó el levantamiento de Guayubín, donde un grupo de dominicanos sorprendió a la guarnición española, convirtiéndose la región noroeste en un bastión importante de resistencia. 2. En Santiago, miembros del Ayuntamiento y personas prominentes intentaron en vano lanzarse a la acción contra los rebeldes, mientras el gobierno español perseguía a los revolucionarios. 3. El 16 de agosto de 1863, un grupo de hombres encabezado por Santiago Rodríguez enarboló la bandera dominicana en el cerro de Capotillo. Ese acto marcó la formalización del inicio de la guerra restauradora, ya que obtuvo la más abierta adhesión popular. Destacaron entre otros: Santiago Rodríguez, Benito Monción, Lucas Evangelista de Peña, José Cabrera, Pedro Antonio Pimentel, Gaspar Polanco, José Antonio Salcedo, Belisario y Ricardo Curiel, Máximo Grullón, Federico de Jesús García, Benigno Filomeno de Rojas y Gregorio Luperón. La integración a la causa restauradora de estas personalidades hizo posible que las comunidades de La Vega, Moca, Puerto Plata, Cotuí, San Francisco de Macorís, entre otras. 4. El movimiento restaurador tuvo particularidades desde el punto de vista social y político. Desde la arista social, la participación de la clase media y el papel de primacía en la lucha que jugaron los caudillos regionales. Desde lo político, las pugnas y acuerdos entre grupos dentro del movimiento. 5. Desde lo militar, fue importante la orden para que los hombres de 15 a 45 años de edad sirvieran a la causa armada, y el decreto de que todo dominicano debía cooperar no sólo con sus bienes, sino con su persona, considerándose que de no hacerlo se estaba traicionando la Patria. 6. Para finales de agosto de 1863 la causa restauradora se extendía por todo el Cibao bajo la consigna de «Libertad o muerte y guerra a muerte contra todos los españoles y los de su sangre». La táctica militar utilizada para enfrentar a las tropas españolas fue el de la guerra de guerrillas, que por su naturaleza demostró ser bastante efectiva. 7. El 6 de septiembre de 1863, los restauradores atacaron el fuerte de San Luis en la ciudad de Santiago. 8. Santiago fue convertido en el centro de operaciones de los restauradores, por lo que en esa ciudad se estableció la sede del Gobierno Provisional Restaurador. El 14 de septiembre se instaló ese gobierno, presidido por José Antonio Salcedo. Dentro de ese gabinete destacaban personalidades como Benigno Filomeno de Rojas, Ulises Francisco Espaillat, Máximo Grullón, Pablo Pujol, Pedro Francisco Bonó, entre otros. 9. El gobierno restaurador redactó un acta que fue enviada a la reina de España, donde exponía las razones del pueblo dominicano para reconquistar con las armas su autonomía. Los restauradores declararon a Pedro Santana traidor a la Patria. 10. Los restauradores cuando tuvieron el control de la región del Cibao se ocuparon de conquistar otras localidades del país que continuaban bajo el control español. 11. Por igual se concibió una estrategia para contener la entrada de las tropas españolas a la región del Cibao. Para esos fines, se dispuso a Gregorio Luperón fue responsabilizado de ubicarse con sus hombres en el Sillón de la Viuda, entre Cevicos y Yamasá; en cambio, Pedro Florentino fue ubicado en Piedra Blanca con propósito similar. 12. La guerra provocó un gran revuelo en el seno del gobierno español, razón por la cual el gobernador Vargas fue reemplazado por José De La Gándara en 1864. Éste trató de lograr la paz pero no fue posible. Los restauradores ocuparon Monte Plata, Boyá y Bayagüana. Gregorio Luperón y sus hombres avanzaron hacia Santo Domingo, una de las pocas plazas que aún permanecía bajo el control español. Santana fue derrotado por Luperón en Guanuma y entró en contradicciones con De La Gándara. Santana murió el 14 de junio de 1864. 13. La contribución de los haitianos a favor de los restauradores fue determinante para su triunfo. Los dominicanos revolucionarios siempre encontraron en Haití, y en su por entonces presidente Fabré Geffrard un refugio en los casos en que eran perseguidos por las autoridades españolas. 14. Algunos enfrentamientos entre la facción de los restauradores empezaron a suscitarse cuando Gaspar Polanco derrocó a Salcedo, acusándolo de planear el regreso de Báez, y de poca capacidad militar. Una vez en el poder, Polanco ordenó atacar Montecristi, siendo derrotado y precipitando ésta derrota su propio derrocamiento en 1865, acusado además de fusilar de manera arbitraria a Salcedo. 15. Polanco fue sustituido por un gobierno provisional encabezado por Benigno Filomeno de Rojas y Gregorio Luperón, que convocó a una Convención Nacional para redactar una nueva constitución y elegir un presidente. Fue electo Pedro Antonio Pimentel. La constitución fue de carácter liberal y democrático. El 3 de marzo de 1865, el gobierno español autorizó la salida de sus tropas del territorio dominicano. La Guerra Restauradora le costó a España la pérdida de 10 mil hombres y 33 mil millones de pesos. Para los dominicanos significó la muerte de miles de hombres. La economía estaba en ruina total. Producto de que los campesinos dejaron los campos para ir a la guerra, la producción se redujo al autoconsumo. El ganado se redujo a su mínima expresión, pues era utilizado como alimento y transporte durante la guerra. El tabaco se mantuvo como producto de exportación, ya que la región del Cibao no se dejó de producir. Los hateros y cortadores de madera se debilitaron económicamente. Se produjo un ascenso político de la pequeña burguesía nacionalista. Se produjo una toma de conciencia en el pueblo dominicano. Se mantuvo el esquema de la producción pre-capitalista. La crisis financiera del gobierno se mantuvo. Se mantuvo la fragmentación política. Aumentó el caudillismo local y se multiplicaron los enfrentamientos entre éstos. Se produjeron varios golpes de estado. La clase dominante se dividió entre nacionalistas y anexionistas. Fortalecimiento de un grupo de la burguesía nacional, inspirados en el liberalismo. Acentuación de las diferencias regionales. El Cibao adquirió hegemonía política después de la Guerra Restauradora. Inmediatamente se produjo el triunfo sobre los españoles, afloraron los conflictos, pues los caudillos sureños no reconocieron el gobierno de Santiago y a su presidente Pedro Antonio Pimentel. Los generales José María Cabral y Eusebio Manzueta derrocaron a Pimentel. Cabral llegó a la presidencia el 4 de agosto de 1865 y fue proclamado Protector de la República. Poco después, Cabral renuncia, por las presiones de los baecistas y del general Pedro Guillermo. Tras la salida de Cabral, Guillermo asumió la presidencia de manera provisional y luego fue puesto Báez. La llegada de Báez al poder a pocos meses de concluida la lucha restauradora es una muestra de cuan frágil era la influencia de los líderes restauradores en la vida política nacional. El período de la Segunda República, desde el punto de vista político, se caracterizó fundamentalmente por los enfrentamientos entre las dos facciones políticas más importantes en el país: el Partido Nacional Liberal o Partido Azul, encabezado por Gregorio Luperón, en el que se alinearon los líderes restauradores cibaeños, los antiguos simpatizantes de Santana, enemigos de Báez; y el Partido Rojo, agrupación en la que se alinearon los baecistas, conservadores y partidarios de la anexión, teniendo a Buenaventura Báez como su más importante líder. El 28 de mayo de 1866, se organiza un movimiento armado encabezado por Gregorio Luperón que derrocó a Buenaventura Báez. Se formó de inmediato un Triunvirato integrado por Federico De Jesús García, Pedro Antonio Pimentel y Luperón. Se convocó una Convención Nacional para realizar elecciones y elegir un nuevo presidente. Disputas y enfrentamientos entre José María Cabral y Pedro Antonio Pimentel, obligaron a buscar una salida negociada y nombrar a Cabral presidente, con el compromiso de que no repusiera a Báez. Su equipo de gobierno estuvo conformado por miembros de los diferentes grupos políticos, para lograr cierto equilibrio. Realizó gestiones secretas para arrendar la península de Samaná a los Estados Unidos a cambio de recibir ayuda militar y financiera para combatir a la oposición. Sus colaboradores se opusieron a esta acción de Cabral. El presidente de Haití, Silvain Salnave, se opuso también, pues en el 1867 había firmado un acuerdo de paz, donde ambas repúblicas se comprometían a no entregar parte del territorio de la isla a ninguna potencia extranjera. Tuvo mucha presión de los baecistas, a tal punto que en el 1868 lo derrocaron.