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Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 129

Sedimentología y paleontología de la Formación Santa Rosita (Miembros Tilcara y Casa Colorada, Cámbrico Tardío) en la región de Iruya, provincia de Salta

Esteban, Susana B.1 y M. Franco Tortello2

1 INSUGEO, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, Miguel Lillo 205, (4000) San Miguel de Tucumán, Argentina. [email protected] 2 CONICET – División Paleozoología Invertebrados, Museo de La Plata, Paseo del Bosque s/nº, (1900) La Plata, Argentina. [email protected]

 R e s u m e n — En las proximidades de Iruya, sobre el río San Isidro (provincia de Salta, Ar- gentina) aflora una secuencia de 45 m de espesor caracterizada por depósitos pelíticos con niveles arenosos delgadamente interestratificados asignables a la Formación Santa Rosita (Miembros Tilcara y Casa Colorada). Cinco facies sedimentarias han sido reconocidas a lo largo del perfil, la mayoría de las cuales corresponden a sedimentos finos, laminados, con estructu- ras generadas dominantemente por corrientes y olas. Estas facies registran el pasaje vertical de ambientes restringidos estuarinos dominados por acción de mareas a ambientes marinos abiertos con predominio de oleaje. A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de este tipo de ambientes, la secuencia aquí estudiada muestra una buena preservación de las estructuras primarias ante la ausencia de bioturbación. La falta de infauna se adjudica tanto a la escasez de oxígeno en el sustrato (Facies A y B) como a una alta tasa de sedimentación (Facies C a D). Condiciones de poca energía, baja tasa de sedimentación y escaso oxígeno (Facies A) favorecie- ron el desarrollo de una particular fauna de especialmente adaptada a vivir en ambien- tes disóxicos. Los agnóstidos Lotagnostus (Semagnostus) cf. zuninoi (Harrington y Leanza), Trilobagnostus sp., Micragnostus cf. vilonii Harrington y Leanza, y los olénidos Parabolina (Neoparabolina) frequens argentina (Kayser), hyeronimi (Kayser), Parabolinella cf. coelatifrons Harrington y Leanza y Plicatolina scalpta Harrington y Leanza indican una edad Cámbrica tardía alta (Furongiano tardío, Biozona de Parabolina frequens argentina) y permiten establecer correlaciones con otras localidades de la Cordillera Oriental. Palabras clave: Sedimentología, paleontología, Cámbrico Tardío, Formación Santa Rosita, Iruya, Salta.

 A b s t r a c t — Sedimentology and Paleontology of the Santa Rosita Formation (Tilcara and Casa Colorada Members, Late ) in the Iruya region, Salta province. A 45 m thick section of shales and subordinated sandstones of the Santa Rosita Formation (Tilcara and Casa Colorada Members) crops out in the San Isidro river at Iruya, Salta Province, Argenti- na. The succession is represented by five sedimentary facies, which are dominated by lami- nated, fine-grained sediments, as well as current- and wave-generated structures. These facies reflect the vertical passage of restricted tide-domined estuarine environments to open- marine settings affected by waves. Although such environments usually show high levels of bio- turbation, the section studied herein contains well-preserved primary structures. The lack of infaunal activity is attributed to low-oxygen conditions in the substrate (Facies A and B) and a high sedimentation rate (Facies C to D). The presence of quiet, low-oxygen conditions and low-rate sedimentation processes (Facies A) facilitated the development of a particular fauna, which was especially adapted to live in disoxic environments. The agnostoids Lotagnos- tus (Semagnostus) cf. zuninoi (Harrington and Leanza), Trilobagnostus sp., Micragnostus cf. vilonii Harrington and Leanza, and the olenids Parabolina (Neoparabolina) frequens argentina (Kayser), Angelina hyeronimi (Kayser), Parabolinella cf. coelatifrons Harrington and Leanza, and Plicatolina scalpta Harrington and Leanza indicate a latest Cambrian age (latest Furongian, Parabolina frequens argentina Biozone) and permit correlation with other localities of the Cordillera Oriental. Keywords: Sedimentology, paleontology, Late Cambrian, Santa Rosita Formation, Iruya, Salta.

Recibido: 10/12/09 – Aceptado: 31/05/10 130 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta)

INTRODUCCIÓN El objetivo del presente trabajo es apor- tar información sedimentológica y paleonto- La Formación Santa Rosita representa lógica de la parte inferior de la Formación una de las unidades clásicas del Paleozoico Santa Rosita para el sector oriental de la Inferior de la Cordillera Oriental de Argenti- Cordillera Oriental, en las proximidades de na. Desde su descripción original (Turner, la localidad de Iruya (provincia de Salta). 1960), sus afloramientos han sido objeto de La secuencia, asignada a los Miembros Til- numerosos estudios geológicos y bioestrati- cara y Casa Colorada, está dominada por gráficos (e.g., Harrington y Leanza, 1957; facies pelíticas de color gris a negro, con Turner, 1964; entre otros). No obstante, aún delgadas capas de areniscas de grano fino a se carece de información precisa sobre va- muy fino intercaladas. El estudio facial lleva- rios aspectos sedimentológicos y estratigráfi- do a cabo demuestra un pasaje vertical de cos, lo que motivó que distintos investigado- ambientes restringidos estuarinos dominados res elaboraran estudios de detalle en aque- por acción de mareas (Miembro Tilcara) a llas secciones ubicadas a ambos lados de la ambientes marinos abiertos con predominio quebrada de Humahuaca (provincia de Ju- del oleaje (Miembro Casa Colorada). juy) y redefinieran algunos de sus miembros En general, existen dos grupos de facies (e.g., López y Nullo, 1969; Moya, 1988; Ace- sedimentarias predominantes en los ambien- ñolaza, 1996; Astini, 2003; Buatois y Mán- tes de plataforma: facies fangosas y facies gano, 2003). arenosas. Aunque las lutitas y fangolitas cons- Dentro del Departamento de Iruya (pro- tituyen más del 70% de las rocas sedimenta- vincia de Salta), la Formación Santa Rosita rias (Potter et al., 1980), los modelos de fa- fue estudiada con mayor detalle en la zona cies arenosos están mucho más desarrollados de Rodeo Colorado, donde Figueroa Caprini y suelen definir más concluyentemente los (1955) describió un perfil estratigráfico con paleoambientes. No obstante, algunos investi- trilobites de la Zona de Kainella meridiona- gadores han destacado la importancia de las lis (Tremadociano inferior alto) (véase tam- facies pelíticas en el reconocimiento de am- bién Vilela, 1960). De las quebradas de los bientes depositacionales, ya que brindan la ríos Nazareno y San Juan proceden faunas posibilidad de observar gran número de deta- similares, asignables al Tremadociano (Ha- lles texturales y sus variaciones en pequeños rrington, 1938; Figueroa Caprini, 1955; Ha- tramos de afloramiento o muestras de mano rrington y Leanza, 1957). Otros estudios pa- (Pedersen, 1985; Kuehl et al., 1988; O´Brien, leontológicos están basados en hallazgos 1996). Las estructuras físicas que normal- más puntuales. Kayser (1897), Harrington mente se observan dentro de los sedimentos (1938) y Harrington y Leanza (1957) descri- pelíticos corresponden a láminas de distinto bieron trilobites de la Biozona de Parabolina tipo, las cuales pueden haberse originado por frequens argentina (Cámbrico Tardío) colec- procesos sedimentarios similares a los que cionados en las localidades de “Iruya”, San actúan en los sedimentos arenosos (O´Brien, Isidro y cerro Colorado. Por su parte, Figue- 1996). Sin embargo, estas estructuras, a dife- roa Caprini (1955) citó la presencia de trilo- rencia de lo que ocurre en las facies arenosas, bites de la “fauna de Parabolinella” sobre la quedan generalmente poco preservadas debi- quebrada del río Iruya. Este autor asignó el do a la bioturbación que oblitera su registro. material a los tramos basales de la Forma- El perfil descripto en este trabajo contiene es- ción Santa Rosita, destacando el carácter tructuras primarias muy bien preservadas y dislocado y aislado de estos últimos. Otros una particular fauna de trilobites, hecho que antecedentes de esta comarca son estudios le confiere importancia para el análisis y en- geológicos de carácter regional (ej. Turner, tendimiento de los procesos sedimentarios y 1964; Turner y Mon, 1979; Rubiolo, 1999; paleoecológicos que actuaron sobre este sec- informes inéditos de YPF) y estratigráficos tor del margen del Gondwana en el Cámbrico (Spagnuolo et al., 2005). Tardío. Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 131

MARCO GEOLÓGICO de bajo ángulo (Facies D) y areniscas finas con estratificación entrecruzada “hummoc- La región de Iruya fue afectada por una ky” (Facies E) (Esteban y Tortello, 2008). tectónica de alta intensidad, que dio lugar a grandes dislocaciones de alcance regional, Facies A: Fangolitas masivas.— Esta facies sobrecorrimientos, movimientos diferenciales está representada por fangolitas gris oscuras y fallas de acomodación (Vilela, 1960). De- a negras, sin estructura interna (Figuras 2, bido a esto, los depósitos correspondientes a 3.C, 5.A, B, 6.A, B). En afloramiento desa- la Formación Santa Rosita afloran en forma rrollan una marcada fisilidad, que le confie- de escamas angostas, dislocadas, orientadas re partición laminar. Generalmente se en- de norte a sur e inclinadas preferentemente cuentran asociadas a las pelitas laminadas hacia el oeste (Vilela, 1960). Dicha unidad, en el tramo medio a superior del perfil. Tex- representada esencialmente por lutitas, se turalmente son arcillo-limosas. Dentro de la apoya en forma discordante sobre las cuarci- fracción arcilla (60-70% de la roca) el mine- tas del Grupo Mesón (Cámbrico Medio-Cám- ral cuantitativamente mayoritario es la illita. brico Superior) y se dispone, en contacto De acuerdo al análisis de difractogramas le tectónico, por debajo de las areniscas rojizas siguen caolinita, cuarzo, muscovita, feldes- del Grupo Salta (Cretácico-Terciario). pato. Microscópicamente, se observa que los La sección estudiada se localiza en la minerales planares (arcillas y micas) presen- quebrada de Los Caballos, sobre el río San tan una orientación preferencial, paralela a Isidro, próximo a su confluencia con el río la estratificación, dando lugar al desarrollo Iruya, a unos 3 km al noroeste del pueblo de de una fábrica compactada característica. El Iruya (Figuras 1, 3.A). La misma correspon- cuarzo es dominantemente tamaño limo de a una secuencia dominantemente pelítica, medio, aunque también pueden observarse de aproximadamente 45 m de espesor, con granos limo grueso y fino. Es fundamental- techo y base desconocida, asignable a los mente monocristalino debido al tamaño del Miembros Tilcara y Casa Colorada de la For- grano y subanguloso. También se han obser- mación Santa Rosita (Figura 2). vado pequeños granos de minerales opacos (sulfuros), mayormente redondeados a sub- FACIES SEDIMENTARIAS redondeados, tamaño limo fino (10µm) que por sectores se vuelven muy abundantes. En La sección de la quebrada de los Caba- algunos casos los granos oscuros se encuen- llos presenta tramos principalmente fangosos tran aglutinados. Pequeñas láminas negras y otros heterolíticos, con niveles arenosos de materia orgánica, de 0,05 a 0,2 mm de delgados de forma tabular o lenticular. El longitud, dispuestas paralelamente a la su- rasgo sobresaliente de los depósitos fangosos perficie de estratificación han sido halladas es una marcada laminación, a escala macro en esta facies. y microscópica, representada por la alter- Una asociación de trilobites correspon- nancia, a veces rítmica, de capas compues- diente a la Biozona de Parabolina frequens tas por arcilla y limo, con pequeñas cantida- argentina ha sido hallada entre las fangoli- des de arena muy fina. tas masivas. La misma está compuesta por Dentro de la secuencia se han reconocido restos articulados y bien preservados de tri- cinco facies sedimentarias (Figura 2; Cua- lobites coleccionados en tres niveles dentro dro 1) sobre la base de las litologías, con- de la secuencia, ubicados a 33, 35,5 y 36,5 tactos, geometría, estructuras sedimentarias m de la base del perfil (Figuras 2, 3.B, 8- y contenido fósil de los estratos: fangolitas 11). masivas (Facies A); lutitas finamente lami- La Facies A representa la sedimentación nadas (Facies B); areniscas y fangolitas rít- de “background” por decantación de mate- micamente laminadas (Facies C); areniscas rial fino en suspensión. Esta facies corres- muy finas con estratificación entrecruzada ponde a la depositación de fango en un am- 132 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta) biente tranquilo y ante la ausencia de olas y ha comprobado que las comunidades de ag- corrientes. El color oscuro de estos sedimen- nóstidos-olénidos, como las aquí presentes, tos y la ausencia de bioturbación, sugieren estaban especialmente adaptadas a vivir en condiciones de baja oxigenación en el fondo ambientes pobres en oxígeno (Tortello y Es- marino durante el momento de su deposita- teban, 2003). De acuerdo a los modelos clá- ción. Esta condición ambiental es apoyada sicos que reconstruyen el paleoambiente de por la megafauna de trilobites, dado que se estratos depositados en ambientes marinos

Figura 1. Mapa geológico de la región de Iruya (provincia de Salta) mostrando la ubicación del área de estudio. Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 133

Figura 2. Columna estratigráfica de la Formación Santa Rosita en la quebrada de Los Caba- llos, indicando la distribución de las facies y ubicación de los niveles fosilíferos. 134 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta) deficientes en oxígeno, la facies A se habría son planas, paralelas y generalmente conti- acumulado en un ambiente disaeróbico defi- nuas a escala de lámina delgada, aunque en nido en base al registro de una fauna bentó- algunos casos puede mostrar una leve dis- nica de baja diversidad, en ambientes con continuidad. Las láminas oscuras presentan un contenido de oxígeno variable entre 1.0 espesores generalmente inferiores a 5 mm y a 0.1 ml/l O2 (Rhoads y Morse, 1971; Byers, tienen la misma composición que las fango- 1977; Wignall, 1990). litas masivas de la facies A. Mineralógica- mente están compuestas dominantemente Facies B: Lutitas finamente laminadas.— por illita y caolinita, y en manera subordina- Esta facies está constituida por lutitas gris da por cuarzo y muscovita. En estas láminas, oscuras a negras, con laminación paralela la fracción detrítica está acompañada por muy fina (Figuras 2, 3.C, 5.A, B, E, 6.A). Se material orgánico y agregados, generalmen- encuentra asociada a las fangolitas masivas te redondeados de 5 a 10µm de diámetro, de la Facies A y está presente en el tramo que pueden ser asignados a sulfuros minera- medio a superior de la secuencia. La lami- les. Las láminas claras son muy delgadas, nación está definida por una alternancia de menor a 1 mm de espesor, aunque microscó- capas claras y oscuras debida a una varia- picamente se observan espesores inferiores a ción en el tamaño del grano. Las láminas 0,1 mm. Son continuas a nivel de sección

Ambiente Facies Descripción Proceso depositacional de sedimentación

Fangolitas masivas (A) Fangolitas gris oscuras a Decantación “Offshore” inferior negras masivas, con fisilidad. Frecuentes restos de trilobites

Lutitas finamente Cuplas de limolitas y Corrientes de turbidez “Offshore” inferior laminadas (B) fangolitas diluidas limo-fangosas, decantación

Areniscas y Cuplas de areniscas y Alternancia de episodios Planicie de marea fangolitas rítmicamente fangolitas laminadas tractivos y decantación laminadas (C) paralelamente y (ritmitas tidales) areniscas ripple laminadas.Estratificación lenticular. Tapetes de fango. Laminación convoluta. Trazas fósiles escasas.

Areniscas muy Areniscas muy finas en Acción de Tormentas “Offshore” superior finas con estratificación bancos tabulares, entrecruzada de bajo delgadamente ángulo (D) estratificados.Bases netas y techos ondulosos. Estratificación entrecruzada de bajo ángulo. Pantallas de fango.

Areniscas finas Areniscas finas, en Acción de olas de “Offshore” superior con estratificación bancos tabulares. Bases tormenta entrecruzada hummocky netas y topes ondulados. (HCS) (E) Microhummocky

Cuadro 1. Descripción e interpretación de las facies sedimentarias de los Miembros Tilcara y Casa Colorada (Formación Santa Rosita) en la región de Iruya. Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 135

Figura 3. A, Vista general de la quebrada de Los Caballos; B, Vista del tramo superior de la secuencia donde se encuentran los niveles con trilobites; C, Tramo pelítico en la parte superior del perfil correspondiente a la zona de “offshore” inferior; D, Niveles arenosos con pelitas intercaladas correspondientes a la zona de “offshore” superior. 136 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta) delgada y presentan contactos netos y pla- nosas son las de mayor espesor y muestran nos. Están compuestas mayormente por localmente un adelgazamiento bien marca- cuarzo y en menor proporción por feldespa- do. Donde las capas delgadas de areniscas to, muscovita y biotita. La materia orgánica no tienen continuidad lateral, ellas forman y los agregados opacos son escasos en estas una estratificación lenticular. Los tapetes de láminas. El tamaño del grano, en las lámi- fango (“mud drapes”) son comunes dentro nas claras, es predominantemente limo fino de las capas con laminación cruzada de ri- con escasa participación de limo medio. pples. La carga de arena dentro de la fango- La presencia en la Facies B de láminas lita infrayacente es localmente intensa y pro- muy finas, recuerdan la típica laminación de duce rasgos de deformación del sedimento black shale de acuerdo a la definición de blando tales como la laminación convoluta Spears (1980). Las capas oscuras, correspon- (Figura 5.F). Las trazas fósiles son relativa- dientes a la fracción más fina, representan mente raras en esta facies. Hacia el tramo la sedimentación normal de la cuenca, inferior del perfil, la Facies C es portadora mientras que las láminas claras, ricas en de una escasa icnofauna distribuida en dos cuarzo, podrían representar aportes esporá- niveles ubicados dentro de los 7 m inferiores dicos de material más grueso (fracción limo) (Figuras 2, 4.C, D), consistente en trazas de al área de depositación. Las bases planas, locomoción de artrópodos asignadas a los sin muestras de erosión, y la ausencia de icnogéneros Diplichnites, Asaphoidichnus? y granoclasificación en las capas limosas, per- Allocotichnus (Aceñolaza et al., 2001). miten sugerir para las mismas una génesis A nivel microscópico, la Facies C está posiblemente relacionada a nubes turbias constituida principalmente por limo grueso que se desplazan en suspensión a una cierta y arena muy fina a fina. Mineralógicamente profundidad en la columna de agua. Este predomina el cuarzo, con muscovita, arci- mecanismo de transporte de material limoso llas y opacos subordinados. La biotita ha fue propuesto por O´Brien (1989) para ex- sido observada en muy pocas cantidades. plicar la fina laminación presente en las Los minerales laminares muestran una orien- black shales devónicas de los Apalaches. De tación paralela a la estratificación y los opa- acuerdo a dicho autor, las láminas limosas cos se disponen constituyendo agregados observadas en estos depósitos se formaron minerales o pequeños granos individuales por decantación de material transportado redondeados a subredondeados. Los minera- por flujos de baja densidad (“detached turbid les de arcillas corresponden principalmente a layer”) que entran esporádicamente en la illita, aunque cierto grado de cloritización cuenca y fluyen sobre la picnóclina. puede ser observada en la muestra. Las lá- minas oscuras están formadas por arcillas Facies C: Areniscas y fangolitas rítmicamente minerales y materia orgánica indetermina- laminadas.— La Facies C consiste en fango- da, aunque también se identifican escasos litas gris claras, de pocos centímetros de es- granos pequeños de cuarzo, muscovita y opa- pesor, con laminación (Figuras 2, 3.C, 4.A, cos. Las mismas tapizan las láminas claras 5.C, D, F, 6.C) y capas de areniscas limosas limosas y en ocasiones son discontinuas o de grano fino a muy fino. Las capas de fan- presentan una bioturbación a nivel microscó- golita son comúnmente ricas en limo, aun- pico. La materia orgánica, de color negro, que los intervalos ricos en arcilla ocurren no traslúcida, se dispone en finas laminillas localmente. Dos subfacies principales pue- de micrómetros de espesor, generalmente den ser reconocidas: cuplas de areniscas y discontinuas (hasta 2 mm de largo). fangolitas con laminación paralela y arenis- El análisis de esta facies indica un origen cas y fangolitas ripple-laminadas. La lami- depositacional ligado fundamentalmente a nación puede ser continua o discontinua, procesos de decantación pelítica pura, alter- pero siempre con espesores variables inferio- nante con procesos de tracción suave en un res a 10 mm (Figura 6.C). Las láminas are- ambiente de condiciones energéticas, en ge- Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 137 neral restringidas. La ritmicidad entre capas te estratificados, con un espesor inferior a de areniscas y fangolitas y la presencia de 10 cm (Figuras 2, 3.D, 7.C, D). Presentan tapetes de fango sugieren influencia tidal bases netas y techos ondulosos. Internamente durante la depositación. La Facies D es in- los bancos arenosos presentan laminación terpretada aquí como una ritmita tidal. Es- entrecruzada tabular a cóncava débilmente tos tipos de depósitos representan la sedi- marcada, en donde se puede observar que mentación en planos intertidales como los las láminas entrecruzadas se disponen cons- reconocidos por Buatois y Mángano (2003) tituyendo sets y cosets. Los sets tienen un es- para la zona media del “estuario Tilcara”. pesor de aproximadamente 1 cm y muestran La icnofauna presente en la Facies C, ca- superficies onduladas que recuerdan una racterizada por su baja diversidad y abun- morfología “hummocky”. Los cosets se en- dancia, podría estar indicando medios esca- cuentran separados por láminas fangosas samente oxigenados que impidieron un desa- oscuras continuas, de 1 a 3 mm de espesor, rrollo más importante de la icnofauna, si- que han adquirido la forma ondulante de los tuación que se ve refrendada por la ausencia niveles arenosos. Las superficies de reactiva- del registro de trazas verticales, comúnmen- ción (plano de interrupción del set) a veces te asociadas a organismos suspensívoros. están cubiertas por una capa arcillosa muy delgada, inferior a 1 mm. Microscópicamen- Facies D: Areniscas muy finas con estratifica- te se ha podido observar que corresponde a ción cruzada de bajo ángulo.— Esta facies una arenisca muy fina, pobremente seleccio- está representada por areniscas muy finas nada texturalmente, constituida por cuarzo dispuestas en bancos tabulares, delgadamen- con feldespato subordinado. Las bandas pelí-

Figura 4. A, Niveles lenticulares de areniscas intercalados entre fangolitas; B, banco areno- so con base y techo suavemente ondulado y estratificación entrecruzada “hummocky” de bajo ángulo; C, Traza indeterminada sobre un plano de estratificación de la Facies C; D, Traza de locomoción correspondiente a Diplichnites sp. 138 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta) ticas, de coloración más oscura, están for- tamaño se disponen constituyendo delgadas madas principalmente por caolinita y serici- láminas del “foreset” (Figuras 7.C, D). ta, con presencia de delgadas laminillas de Estas facies de areniscas muy finas tabu- muscovita y biotita (de tamaño principal- lares interestratificadas con sedimentos pelí- mente limo). Minerales opacos de pequeño ticos, reflejan un ambiente marino fangoso

Figura 5. Fotografías de secciones delgadas de las facies pelíticas. A y B, Fangolita masiva (Facies A) que pasan hacia arriba a las lutitas finamente laminadas; C y D, Alternancia de pelitas y areniscas mostrando las estructuras de origen tidal (Facies C); E, Lente de limolita de grano grueso en fangolitas oscuras; F, Laminación convoluta. Nótese la presencia de la laminación paralela, no contorneada en la parte inferior de la fotografía, que se vuelve contor- neada hacia arriba. Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 139 en el cual se producía una depositación pe- avalanchas sucesivas, mientras que las lámi- riódica de capas de tormenta. Durante la nas continuas de arcilla que separan los sets depositación de la Facies D, el fondo del indican una acumulación en períodos de mar estuvo afectado por procesos de tracción buen tiempo o intertormentas. y de decantación. Las corrientes que trans- portaron la arena crearon estructuras trac- Facies E: Areniscas finas con estratificación cionales por migración de “ripples” (óndu- entrecruzada hummocky.— Esta facies con- las) las cuales fueron cubiertas en parte por siste en areniscas de grano fino a muy fino, arcilla. La granulometría dominante y las coherentes, con estratificación delgada (3 a estructuras indican, en general, depositación 10 cm de espesor) (Figuras 2, 4.D, 7.A, B). por tracción en condiciones de bajo régimen Presentan bases netas, planas y a veces on- de flujo alternantes con condiciones de muy duladas. El techo muestra una ligera ondula- baja energía durante las cuales decantaron ción. Internamente presentan laminación los recubrimientos pelíticos. Los “drapes” de entrecruzada “microhummocky” de bajo án- arcilla corresponden a depositación desde gulo, con láminas de fango que cubren y se- suspensión en el tiempo que media entre dos paran los distintos sets. Microscópicamente se ha podido observar que el corte corres- ponde a una arenisca fina, pobremente se- leccionada texturalmente. El entramado está constituido por cuarzo con feldespato subor- dinado. La matriz está formada principal- mente por cuarzo, con feldespato potásico y hornblenda subordinado, y el cemento es argilláceo. En el corte se aprecian bandas de coloración más oscura, que separan las ca- pas arenosas, y que contienen principalmente caolinita y sericita, con presencia de granos tamaño limo de cuarzo y delgadas lamini- llas de muscovita y biotita. Escasos opacos como agregados se han podido observar en el corte. Niveles de arena fina, delgadamente es- tratificados y de geometría tabular como los aquí descriptos han sido registrados en la literatura geológica como tempestitas dista- les (Brenchley et al., 1986, 1993). Con una progresiva distalidad, los bancos arenosos tienden a volverse más delgados, sin grada- miento ni laminación paralela y separados por paquetes más potentes de sedimentos de Figura 6. Sección vertical pulida en tamaño grano fino (limo-arcilla). De acuerdo a natural de las facies de planicies intertidales. Brenchley et al. (1979), las facies distales de A, Lente claro de arenisca con laminación tormenta se caracterizan por presentar inter- entrecruzada en fangolitas masivas oscuras; B, Láminas arenosas con laminación entre- namente laminación entrecruzada a pequeña cruzada (parte superior del pulido) y lamina- escala o unidades fango/limo finamente la- ción entrecruzada de “ripples” entre capas minados. Este tipo de depósito ha sido halla- de fangolitas masivas. Nótense los “drapes” do dentro de la plataforma pero en una po- de arcilla en las láminas del “forset” y en los sición más alejada de la costa, donde los flu- senos de los “ripples”; C, Láminas ondulosas jos unidireccionales juegan un rol principal y lenticulares en las ritmitas tidales. con respecto a la componente oscilatoria 140 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta)

(Brenchley et al., 1993). La alternancia del tratigráficamente, el cambio entre ambos material fino (arcilla) y material más grueso ambientes es coincidente con el contacto en- (arena muy fina) en las láminas entrecruza- tre los Miembros Tilcara y Casa Colorada y das, indica una fluctuación en el aporte del fue mencionado con anterioridad por Buatois sedimento y en la fuerza del flujo. y Mángano (2003) en la región de la que- brada de Humahuaca. Una serie de ciclos PALEOAMBIENTE transgresivos-regresivos fueron registrados en los estratos marinos someros del NW argen- La presencia de estructuras combinadas tino durante el Paleozoico temprano (Moya de oleaje y marea, preservadas tanto en los 1998, 1999). El primer ciclo transgresivo, depósitos de la fracción fina como en las que comenzó con el establecimiento de un capas arenosas intercaladas (Facies C a E), sistema de estuario, culminó con la deposi- permite inferir que la sedimentación tuvo tación de las fangolitas del “offshore” inferior lugar en ambientes marinos mayormente y de la plataforma que estarían representan- someros. Las facies identificadas en la se- do el intervalo de máxima inundación (Bua- cuencia determinan en conjunto un ambiente tois y Mángano, 2003). restringido estuarino dominado por mareas Los niveles arenosos con estratificación para la parte inferior y un ambiente marino entrecruzada “hummocky” (Facies E) indican abierto bajo la influencia de las olas para el depositación por encima del nivel de base de tramo medio a superior (Figura 2). Litoes- olas de tormenta. Esto es confirmado tam-

Figura 7. Fotografías de secciones delgadas de las facies arenosas. A y B, Areniscas de grano fino mostrando la estructura interna de las capas; C y D, Areniscas de grano muy fino con laminación entrecruzada. Nótese la disposición de los minerales opacos formando delgadas láminas del “forset”. Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 141 bién por algunas de las facies pelíticas des- más que composicionales alternando irregu- criptas para la parte media y superior del larmente. Otra diferencia importante es la perfil estudiado (Facies B). Capas de arcilla presencia de estructuras de corrientes en el y limo de las Kimmeridge Clay del Jurásico perfil estudiado (Facies B y C). Esto indica de Inglaterra han sido interpretadas como una mayor energía del medio con respecto a depósitos distales de tormenta (Aigner, los ambientes de “black shale”, tal como lo 1980). Asimismo, catorce tipos diferentes de evidencia también la textura dominante den- láminas, de menos de 10 mm de espesor, tro de las facies pelíticas de la secuencia, la mayormente gradadas, han sido descriptas cual corresponde normalmente a un tamaño en una asociación de plataforma de la For- de grano limo medio a grueso con pequeñas mación Fjerritslev del Jurásico inferior de cantidades de la fracción arena muy fina y Dinamarca e interpretadas como capas de fina. tormenta de grano fino (Pedersen, 1985). Factores ambientales tales como energía A diferencia de la mayoría de los depósi- y oxigenación, son dos parámetros importan- tos marinos someros en los cuales la fábrica tes dentro de las plataformas de tipo fango- primaria está prácticamente obliterada por sas ya que ellos controlan el grado de preser- la bioturbación, los depósitos aquí estudia- vación de las estructuras sedimentarias en dos muestran estructuras físicas bien preser- las mismas. Normalmente, la presencia de vadas especialmente dentro de las facies pe- laminación en este tipo de plataformas tiene líticas (Facies B y C), en donde se pueden lugar en casos excepcionales, como ocurre observar distintos tipos de láminas tanto a ante la presencia de muy bajos contenidos simple vista como a escala micrométrica. El de oxígeno en el fondo marino que inhibe la registro de láminas limosas en fangolitas ha actividad biológica (Pedersen, 1985). Se ha sido usado generalmente como indicador de indicado que cuando el porcentaje de oxíge- condiciones anóxicas ante la ausencia de no en la interfase sedimento-agua es inferior bioturbación (Byers, 1977). Sin embargo, a 0.2 ml O2/l, los organismos bentónicos observaciones realizadas por Kuehl et al. están ausentes (Wetzel, 1991). Si bien es (1988) en los depósitos del Delta del Amazo- poco probable el registro de bajos niveles de nas demuestran que dichas láminas también oxígeno en un ambiente influenciado por pueden ser preservadas cuando existe una corrientes y olas, un medio aeróbico no im- buena oxigenación acompañada de una re- plica necesariamente un sustrato bien oxige- lación tasa de bioturbación/sedimentación nado, ya que el porcentaje de oxígeno di- más bien baja. La laminación de los depósi- suelto en los poros del sedimento está condi- tos terrígenos de grano fino ha sido mayor- cionado por la composición litológica y la mente estudiada en facies de “black shale”, tasa de bioturbación (Wetzel y Uchmann, en donde las láminas son muy delgadas, con 1998). La ausencia casi total de bioturba- menos de 1 mm de espesor y están determi- ción en la quebrada de Los Caballos puede nadas por una variación en la composición adjudicarse tanto a una falta de oxígeno en antes que por diferencias en el tamaño del el sustrato (Facies A y B) como a una alta grano. Esta variación composicional mues- tasa de sedimentación (Facies C y E), lo que tra una alternancia más o menos regular y explica la inexistencia de infauna a lo largo la razón de acumulación de cada lámina es de la columna. El desarrollo de condiciones excesivamente lenta (Wignall, 1994). Si bien de poca energía, baja tasa de sedimentación en la sección de la quebrada de Los Caballos y escaso oxígeno en ciertos sectores del per- se han podido observar láminas limosas con fil, favoreció el desarrollo de una particular espesores similares a los descriptos para las fauna de trilobites epifaunales (e.g., Parabo- facies de “black shale” (Facies B: Lutitas fi- linella, Plicatolina) especialmente adaptados namente laminadas), normalmente las mis- a vivir en tales condiciones (Facies A). mas tienen espesores mayores a 1 mm (Fa- cies C y D) y muestran cambios texturales 142 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta)

BIOESTRATIGRAFÍA suelen encontrarse asociadas a Parabolina frequens argentina. La asociación de trilobites del tramo su- Finalmente, otros taxones proveen infor- perior del perfil está constituida en su totali- mación menos precisa sobre la edad de la dad por agnóstidos y olénidos, los cuales son sección de la quebrada de Los Caballos. An- componentes habituales de las faunas del gelina hyeronimi está bien representada en el Cámbrico Superior -Ordovícico Inferior de Cámbrico Tardío alto del noroeste argentino ambientes de plataforma de la “Provincia (véase Harrington y Leanza, 1957; Pribyl y Báltica” (altas latitudes). El olénido Parabo- Vanek, 1980; Tortello y Esteban, 2003; Este- lina frequens argentina (Kayser) domina ban y Tortello, 2007) y México (Robison y ampliamente la asociación, hecho que per- Pantoja-Alor, 1968; Landing et al., 2007), mite asignar la sección a la biozona homó- pero también se ha documentado en niveles nima (Cámbrico Tardío alto) (e.g., Harring- del Ordovícico basal de Jujuy, asociado al ton y Leanza, 1957; Benedetto, 1977; Aceño- trilobite Jujuyaspis keideli Kobayashi (Ha- laza, 1983; Tortello y Esteban, 2003, 2007; rrington y Leanza, 1957), y en el ?Ordovíci- Esteban y Tortello, 2007, y referencias cita- co inferior de Canadá (Pratt, 1988). De ma- das allí). nera similar, Trilobagnostus es un género de Entre los componentes minoritarios de la amplia distribución geográfica que ha sido fauna estudiada, el registro de Lotagnostus descripto en el Cámbrico cuspidal - Trema- (Semagnostus) posee interesantes implica- dociano temprano (e.g., Shergold et al., ciones bioestratigráficas. Lotagnostus White- 1990; Nielsen, 1997), incluyendo algunas house es un género cosmopolita que incluye localidades de Jujuy y Salta (véase Tortello, varias especies guía del Cámbrico Tardío. 2003). Los subgéneros L. (Lotagnostus), L. (Eolotag- nostus) y L. (Distagnostus) están acotados, PALEONTOLOGÍA SISTEMÁTICA precisamente, a la parte superior del sistema Cámbrico (Shergold et al., 1990), mientras El material se encuentra depositado en la que L. (Semagnostus) Nielsen se encuentra Colección Paleoinvertebrados de la Facultad tanto en el Cámbrico tardío alto de la Cordi- de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo llera Oriental argentina (Biozona de Parabo- de la Universidad Nacional de Tucumán lina frequens argentina) y el sudeste de Chi- (PIL), Argentina. na, como en el Tremadociano basal de esta última región (Harrington y Leanza, 1957; Orden AGNOSTIDA Salter, 1864 Lu y Lin, 1983, 1984; Nielsen, 1997). Entre Familia AGNOSTIDAE M’Coy, 1849 estos últimos registros se destaca el de Lotag- Subfamilia AGNOSTINAE M’Coy, 1849 nostus (S.) orientalis para la parte superior Género Lotagnostus Whitehouse, 1936 de la Biozona de Hysterolenus de la región Subgénero Lotagnostus (Semagnostus) de Zhejiang (SE China), apenas unos metros Nielsen, 1997 por encima del límite Cámbrico-Ordovícico (Lu y Lin, 1983, 1984). Especie tipo.— Pseudoperonopsis zuninoi Por su parte, debe remarcarse que Micrag- Harrington y Leanza, 1957, por designación nostus vilonii Harrington y Leanza y Plicato- original. lina scalpta Harrington y Leanza constituyen especies características de la Biozona de Pa- Lotagnostus (Semagnostus) cf. zuninoi rabolina frequens argentina (Cámbrico Tar- (Harrington y Leanza) dío alto) en diversas localidades de la Cordi- Figuras 8.D, G, I, M llera Oriental (Harrington y Leanza, 1957; Tortello, 2003; Tortello y Esteban, 2003; Es- Material.— Cuatro céfalos y dos pigidios teban y Tortello, 2007) y la sierra de Fama- (PIL 15004-15006, 15069). tina (Tortello y Esteban, 1999, 2007), que Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 143

Figura 8. Trilobites de la Formación Santa Rosita en la quebrada de Los Caballos. A, B, E, F, J, Micragnostus cf. vilonii Harrington y Leanza; A, ejemplar completo, holáspido temprano, molde de látex, PIL 15639, x11; B, céfalo, PIL 15002, x8,6; E, ejemplar completo, PIL 15019, x10,5; F, céfalo, PIL 15004, x10; J, ejemplar completo, molde de látex, PIL 15001, x7,7. C, Trilobagnostus sp., ejemplar completo, PIL 14999, x9,3. D, G, I, M, Lotagnostus (Semagnostus) sp.; D, céfalo, PIL 15004, x9,6; G, céfalo, molde de látex, PIL 15004, x9.3; I, pigidio, molde de látex, PIL 15005, x8,8; M, céfalo, PIL 15069, x9,3. H, K, L, N–Q, Parabolina (Neoparabolina) frequens argentina (Kayser); H, cranidio juvenil, PIL 15672, x9,5; K, cranidio juvenil, PIL 15678, x7,8; L, cranidio juvenil, PIL 15655, x8; N, ejemplar completo, holáspido temprano, PIL15677, x7,6; O, escudo axial, holáspido tempra- no, PIL 15046, x8,4; P, ejemplar completo, holáspido temprano, molde de látex, PIL 15645, x6,5; Q, cranidio-tórax (incompleto), PIL 15675, x8. 144 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta)

Observaciones.— El material posee el exoes- Género Trilobagnostus Harrington, 1938 queleto parcialmente liso (“effaced”), aunque los contornos de la glabela y el pigaxis están Especie tipo.— Agnostus innocens Clark, claramente delineados. La glabela ocupa 1923, por designación original. unos dos tercios de la longitud cefálica (sag.), está enangostada suavemente hacia adelante Trilobagnostus sp. y posee un lóbulo anterior de contorno sub- Figura 8.C pentagonal, un F3 muy somero de disposición transversa, y un nodo axial delicado dispues- Material.— Un ejemplar completo con el to próximo al centro glabelar. El pigaxis es céfalo desarticulado del tórax-pigidio (PIL muy largo (sag.), enangostado (tr.) al nivel de 14999). M2, provisto de F1 y F2 lisos, un nodo axial circular (el cual es pequeño aunque bien visi- Observaciones.— El ejemplar presenta el cé- ble), un M3 que ocupa más de la mitad de la falo y el pigidio de contorno subcircular, longitud (sag.) pigaxial, y un margen poste- con una convexidad marcada. El céfalo po- rior punteagudo. Los bordes del exoesqueleto see la glabela enangostada hacia adelante, son delgados, desprovistos de espinas. Este un F3 transverso suavemente curvado hacia conjunto de caracteres define a Lotagnostus atrás, un nodo axial delicado localizado (Semagnostus) Nielsen (1997). Las especies apenas por detrás del centro glabelar, lóbu- de este subgénero constituyen un grupo muy los basales pequeños, pleuras lisas y un sur- homogéneo (Zhou, 1987) conformado por L. co preglabelar suavemente esbozado. A su (S.) zuninoi (Harrington y Leanza, 1957), del vez, el pigidio se caracteriza por su pigaxis Cámbrico Tardío alto del noroeste de Argenti- ancho, largo y fuertemente convexo, con M1 na, L. (S.) orientalis (Lu y Lin, 1983) y L. (S.) dividido claramente en tres lóbulos, M2 oblongus (Lu y Lin, 1984), del Ordovícico enangostado (tr.) provisto de un tubérculo basal de China, y “L. (Trilobagnostus) lanceo- axial conspicuo, y M3 de buen desarrollo, latus” Ju, del Cámbrico Tardío de China (véa- algo ensanchado transversalmente, con su se Nielsen, 1997). margen posterior redondeado; los campos El material estudiado muestra mayores pleurales son lisos, enangostados (sag.) por similitudes con la especie tipo L. (S.) zuninoi detrás del pigaxis, y el borde pigidial exhibe (Harrington y Leanza, 1957: figs. 19, 21.6a- un par de espinas posterolaterales pequeñas. c; Nielsen, 1997: fig. 7a), del Cámbrico Tar- Sobre la base de las recientes diagnosis de dío alto (Biozona de Parabolina frequens Shergold et al. (1990) y Nielsen (1997), el argentina) de las regiones de Santa Victoria, material es asignable a Trilobagnostus Ha- sierra de Cajas y cerro Colorado (Iruya) (Ha- rrington. rrington y Leanza, 1957; Aceñolaza, 1968). La especie de este género más difundida Aunque el material de L. (S.) zuninoi ilustra- en el noroeste argentino es T. chiushuensis do por Harrington y Leanza (1957) muestra Kobayashi sensu Westrop (1995 y referencias un pigaxis menos constricto al nivel de M2, citadas allí). La misma posee una amplia este contraste podría carecer de valor especí- distribución geográfica (China, Norteaméri- fico. Lotagnostus (Semagnostus) sp. se dife- ca, Méjico, Argentina) y un rango estratigrá- rencia de L. (S.) orientalis (Lu y Lin, 1983: fico que abarca el Cámbrico Tardío y el Or- lám. 1, figs. 1, 2; Lu y Lin, 1984: lám. 5, dovícico Temprano (ej. Palmer, 1968; Robi- figs. 1-8; Zhou, 1987: fig. 11) y L. (S.) son y Pantoja-Alor, 1968; Pratt, 1988; Sun, oblongus (Lu y Lin, 1984: lám. 5, figs. 9-10) 1989; Ludvigsen et al., 1989; Peng, 1992; porque el primero posee una anteroglabela Westrop, 1995 y referencias citadas allí; Rao proporcionalmente más pequeña (Lu y Lin, y Tortello, 1998; Tortello et al., 1999; Torte- 1984). De L. (S.) oblongus se distingue, ade- llo y Rao, 2000). El ejemplar descripto aquí más, por tener un contorno menos elongado es similar a T. chiushuensis, pero difiere por- en sentido sagital. que presenta la anteroglabela algo más acu- Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 145

Figura 9. Trilobites de la Formación Santa Rosita en la quebrada de Los Caballos. A–I, Parabo- lina (Neoparabolina) frequens argentina (Kayser); A, librígena e hipostoma, PIL 15053, x3,3; B, cranidio fragmentario, PIL 15671, x4,5; C, ejemplar completo fuertemente comprimido en sentido dorsoventral, PIL 15008, x5,2; D, cranidio y fragmento torácico, PIL 15018, x6,2; E, ejemplar completo, molde de látex, PIL 15056, x7; F, cranidio y tórax fragmentario, molde de látex, PIL 15656, x5,1; G, cranidio, PIL 15067, x3,4; H, cranidio y parte anterior del tórax, PIL 15047, x3,3; I, céfalo y tórax fragmentario, PIL 15019, x2,2. 146 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta) minada, el surco pigaxial F1 con su porción Subgénero P. (Neoparabolina) Nikolaisen y central visible, y los tramos laterales de F2 Henningsmoen, 1985 suavemente curvados hacia atrás. Especie tipo.— Parabolina frequens (Barran- Género Micragnostus Howell, 1935 de, 1868), por designación original.

Especie tipo.— Agnostus calvus Lake, 1906, Parabolina (Neoparabolina) frequens por designación original. argentina (Kayser, 1876) Figuras 8.H, K, L, N-Q; 9.A-I; 10.A-M Micragnostus cf. vilonii Harrington y Leanza, 1957 1876. Olenus argentinus sp. nov. Kayser: 6, Figuras 8.A, B, E, F, J lám. 1, figs. 1-3. 1957. Parabolina argentina (Kayser). Ha- Material.— Cinco ejemplares completos y 2 rrington y Leanza: 81-85, figs. 25, 26. céfalos (PIL 15001, 15002, 15004, 15019, 2008. Parabolina (Neoparabolina) frequens 15639, 15642, 15667). argentina (Kayser). Tortello y Clarkson: 16-30, figs. 3-11 (véase sinonimia com- Observaciones.— Los ejemplares están ca- pleta). racterizados por su glabela de contorno sub- cilíndrico, con un lóbulo anterior conspicuo, Material.— 44 ejemplares completos, 13 es- y un pigaxis trilobulado de convexidad mo- cudos axiales, 5 céfalo-tórax, 3 céfalos, 67 derada, con un nodo axial de buen desarro- cranidios, 3 librígenas, 5 hipostomas, 4 tó- llo y un posteroaxis suavemente expandido rax, 30 fragmentos torácicos, 16 tórax-pigi- transversalmente, con su margen posterior dios y 8 pigidios (PIL 15004-15006, 15008, redondeado. El material es muy similar a 15010, 15013, 15017-15068, 15070-15072, Micragnostus vilonii Harrington y Leanza, 15637-15640, 15642-15648, 15651-15657, del Cámbrico Tardío alto y ?Ordovícico Tem- 15659, 15660, 15662-15669, 15671-15684, prano de la Cordillera Oriental y Famatina 15687, 15688). (Harrington y Leanza, 1957: fig. 13.7-8; Tortello y Esteban, 1999: figs. 5.E-F; Tortello Observaciones.— Harrington y Leanza y Esteban, 2003: figs. 4.E-J; Tortello, 2003: (1957) revisaron con detalle este taxón y 67; Esteban y Tortello, 2007: 448). No obs- destacaron su importancia bioestratigráfica. tante, el primero se diferencia porque pre- A su vez, Tortello y Clarkson (2008) realiza- senta una anteroglabela que se enangosta ron un estudio ontogenético y aportaron nue- sutilmente hacia adelante inmediatamente vos datos sobre sus afinidades sistemáticas, por delante del surco transglabelar. Como es la variabilidad intraespecífica, mecanismos común en este género, el surco glabelar F3 de muda y posibles hábitos de vida. Los exhibe cierta variabilidad, presentándose ejemplares de la quebrada de Los Caballos recto (Figura 8.E) o suavemente curvado muestran un amplio rango de tamaños, re- hacia atrás (Figura 8.B). Asimismo, el poste- presentando diferentes estadios de la ontoge- roaxis de los ejemplares holáspidos tempra- nia (e.g., figura 10.M; véase también Torte- nos (Figura 8.A) es más reducido y más an- llo y Clarkson, 2008). Entre los ejemplares gosto que el de los holáspidos tardíos. más pequeños, se destacan tres cranidios con una espina occipital de buen desarrollo (Fi- Orden Swinnerton, 1915 guras 8.H, K, L), carácter que no es aprecia- Suborden OLENINA Burmeister, 1843 ble en los holáspidos tardíos. La Figura 9.A Familia Burmeister, 1843 exhibe el hipostoma de un especímen adul- Subfamilia OLENINAE Burmeister, 1843 to, con sus reducidas alas anteriores y su Género Parabolina Salter, 1849 margen anterior en contacto con el doblez cefálico ventral. Por su parte, otros ejempla- Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 147

Figura 10. Trilobites de la Formación Santa Rosita en la quebrada de Los Caballos. A–M, Parabolina (Neoparabolina) frequens argentina (Kayser); A, cranidio, PIL 15004, x2,8; B, cranidio, molde de látex, PIL 15031, x4,6; C, cranidio, molde de látex, PIL 15674, x5,5; D, tórax-pigidio, molde de látex, PIL 15673, x7,5; E, parte anterior del tórax y un pigidio (desarticulado, arriba, perteneciente a otro ejemplar), PIL 15678, x7,4; F, pigidio, PIL 15045, x4,8; G, pigidio, molde de látex, PIL 15045, x4; H, fragmento torácico, molde de látex, PIL 15654, x4,4; I, parte anterior del tórax, PIL 15668, x5,5; J, parte posterior del tórax y pigidio, molde de látex, PIL 15656, x6; K, fragmento torácico, molde de látex, PIL 15005, x3,2; L, porción caudal del tórax y pigidio, PIL 15684, x4; M, ejemplares re- presentando diferentes estadios ontogenéticos, molde de látex, PIL 15653, x5. 148 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta) res muestran caracteres que son típicamente bison y Pantoja-Alor, 1968) y el ?Ordovícico variables en P. frequens argentina (véase Temprano de Canadá (Pratt, 1988). La espe- Harrington y Leanza, 1957; Tortello y Clar- cie es particularmente abundante en las for- kson, 2008), relacionados particularmente maciones Lampazar y Santa Rosita (parte con la anchura (sag.) del borde cefálico an- inferior) y suele estar asociada a Parabolina terior (e.g., figuras 10.A, B, C) y el campo (Neoparabolina) frequens argentina, en dife- preglabelar (e.g., figuras 9.E, F, G), el diseño rentes facies (Esteban y Tortello, 2007). de los surcos glabelares (e.g., figuras 8.L, P; 9.E, F) y el grado de expresión y la forma de Género Parabolinella Brögger, 1882 los nodos axiales del tórax (e.g., figuras 8.P, Q; 9.C, H; 10.I, H, K). Especie tipo.— Parabolinella limitis Brögger, 1882. Género Angelina Salter, 1859 Parabolinella cf. coelatifrons Especie tipo.— Angelina sedgwickii Salter, Harrington y Leanza, 1957 1859 (Vogdes, 1890). Figuras 11.C, D, H, J

Angelina hyeronimi (Kayser, 1876) Material.— Un cranidio aislado y 3 crani- Figuras 11.A, B, F, ?M dios asociados a los segmentos anteriores del tórax, PIL 15011, 15014, 15636, 15650. 1876. Arionellus hyeronimi sp. nov. Kayser: 7, lám. 1, fig. 5. Observaciones.— Los cranidios examinados 1957. Angelina hyeronimi (Kayser). Harring- poseen un campo preglabelar surcado por ton y Leanza: 99-101, fig. 35,1-11 (véase aristas muy débiles y una glabela subrectan- sinonimia). gular con un diseño de surcos laterales ca- 1988. Angelina hyeronimi (Kayser). Pratt: racterístico del género Parabolinella Brög- 1605, fig. 8,I-K (véase sinonimia). ger. El material muestra una mayor afinidad 2003. Angelina hyeronimi (Kayser). Tortello con Parabolinella coelatifrons Harrington y y Esteban: 340, figs. 6.A-D, ?E, ?F, G Leanza, taxón de amplia representación en (véase sinonimia). el Cámbrico Tardío alto (Biozona de Para- 2007. Angelina hyeronimi (Kayser). Esteban bolina frequens argentina) de la Cordillera y Tortello: 449-451, figs. 10.F-K (véase Oriental argentina (Harrington y Leanza, sinonimia). 1957: figs. 3.a, b, d-f; Tortello y Esteban, 2003: figs. 5.A, B; Esteban y Tortello, 2007: Material.— Tres ejemplares completos, 1 figs. 11.B-D, L). No obstante, los cranidios céfalo, 2 cranidios y 1 céfalo-tórax (PIL de Iruya presentan el extremo anterior de la 15012, 15015, 15016, 15641, 15649). glabela algo más redondeado, razón por la cual se utiliza nomenclatura abierta. Observaciones.— La morfología de los ejem- plares examinados coincide con la descrip- Subfamilia PLICATOLININAE Robison y ción de Angelina hyeronimi (Kayser, 1876). Pantoja-Alor, 1968 Harrington y Leanza (1957), Robison y Pan- Género Plicatolina Shaw, 1951 toja-Alor (1968) y Pratt (1988) discutieron los caracteres diagnósticos de la especie y Especie tipo.— Plicatolina kindlei Shaw, ampliaron su lista sinonímica. Angelina hye- 1951, por designación original. ronimi está muy bien representado en el Cámbrico Tardío alto-Ordovícico basal de la Plicatolina scalpta Harrington y Leanza, Cordillera Oriental (e.g. véase Harrington y 1957 Leanza, 1957; Esteban y Tortello, 2007), así Figuras 11.G, I, K, L como en el Cámbrico Tardío de Méjico (Ro- Acta geológica lilloana 21 (2): 129–153, 2009 149

Figura 11. Trilobites de la Formación Santa Rosita en la quebrada de Los Caballos. A, B, F, ?M, Angelina hyeronimi (Kayser); A, ejemplar completo, molde de látex, PIL 15015, x3,8; B, ejemplar completo, PIL 15016, x2,7; F, céfalo fragmentario, PIL 15649, x7; M, crani- dio, molde de látex, PIL 15641, x4,3. C, D, H, J, Parabolinella cf. coelatifrons Harrington y Leanza; C, cranidio y primer segmento torácico, PIL 15011, x8,5; D, cranidio, PIL 15014, x3,5; H, cranidio, molde de látex, PIL 15650, x2,5; J, cranidio y primeros seg- mentos del tórax, molde de látex, PIL 15636, x4,6. E, Olenidae indet., céfalo y tórax, PIL 15013, x5; G, I, K, L, Plicatolina scalpta Harrington y Leanza; G, cranidio fuertemente comprimido en sentido dorsoventral, molde de látex, PIL 15009, x4,1; I, cranidio, PIL 15658, x5,6; K, cranidio, molde de látex, PIL 15670, x6,3; L, cranidio (asociado a ejem- plares de Parabolina frequens argentina), PIL 15647, x6,4. 150 S. B. Esteban & M. F. Tortello: Sedimentología y paleontología en la región de Iruya (Salta)

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