Puerto Rico, Las Antillas, Nuestra América Toda Y Otros Textos Filiberto Ojeda Ríos
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Puerto Rico, las Antillas, Nuestra América toda y otros textos Filiberto Ojeda Ríos © Filiberto Ojeda Ríos © 2.a edición Fundación Editorial El perro y la rana, 2017. (Digital). © 1.a edición Fundación Editorial El perro y la rana, 2008. Centro Simón Bolívar Torre Norte, piso 21, El Silencio, Caracas - Venezuela / 1010 Teléfonos: 0212-7688300 / 7688399 Correos electrónicos [email protected] [email protected] Páginas web www.elperroylarana.gob.ve www.mincultura.gob.ve Redes sociales Twitter: @perroyranalibro Facebook: Editorial perro rana Diseño de la colección Kevin Vargas Dileny Jiménez Edición Dannybal Reyes Corrección Germán Ramírez Diagramación David Dávila Hecho el Depósito de Ley Depósito legal DC2017000227 ISBN 978-980-14-3672-0 Este libro fue coeditado con Ediciones Emancipación La colección Alfredo Maneiro. Política y sociedad publica obras necesarias, capaces de desentrañar el significado de los procesos sociales, políticos y económicos que dictaminan el curso del mundo actual. Venezuela tiene un papel activo y determinante en la escena global contemporánea, de allí la importancia del pensamiento, la investigación, la crítica, surgidos del análisis y la comprensión de nuestra realidad. Firmes propósitos animan esta colección: por una parte, rendir homenaje a la figura de Alfredo Maneiro, uno de los principales protagonistas de los movimientos sociales y políticos que tuvieron lugar en Venezuela durante los duros y conflictivos años sesenta y ochenta del siglo pasado; y por la otra, publicar libros que permitan difundir temas e ideas medulares de nuestro tiempo. Está conformada por cuatro series: Pensamiento social, Cuestiones geopolíticas, Identidades y Comunicación y sociedad. Pensamiento social es un espacio para el debate teórico en torno al ideario económico, político y social que ha perfilado el devenir histórico latinoamericano y caribeño. Igualmente, sirve para problematizar y profundizar el espíritu emancipador de nuestro continente. Cuestiones geopolíticas sirve de foro para la creación de una nueva cartografía contrahegemónica del poder mundial, a través de la exploración en los ámbitos económicos, sociales, políticos y culturales de las relaciones Norte-Sur y Sur-Sur, sus estrategias e implicaciones para la humanidad. Identidades indaga en la diversa gama de culturas ancestrales y populares latinoamericanas, en la búsqueda de los aspectos que nos definen como pueblos. Comunicación y sociedad aborda los diferentes temas de la comunicación, a partir de sus dimensiones políticas y sociales, en relación con los problemas del mundo contemporáneo. A don José Ferrer Canales, con el mayor de los agradecimientos y aún mayor admiración y afecto. Prólogo Filiberto Ojeda y la lucha independentista de Puerto Rico El legendario independentista puertorriqueño Filiberto Ojeda Ríos, responsable del Ejército Popular Boricua-Macheteros, fue asesinado el 23 de septiembre de 2005 por agentes del FBI. El disparo de un francotirador impactó en su cuerpo y con alevosía los sicarios colonialistas lo dejaron desangrar hasta morir. Este acto criminal fue cometido al tiempo que se celebraba en Puerto Rico una fecha patria de honda significación. El 23 de septiembre, día del Grito de Lares, el último mensaje de Filiberto (que se incluye en esta edición) se oyó en los actos conmemorativos, llamando a la unidad de los independentistas. Un hombre sensible, un artista, músico de la Sonora Ponceña, Filiberto dejó su exitosa carrera musical para dedicarse a la lucha revolucionaria. Fue mayor su amor a la justicia, su sensibilidad al dolor de los más humildes, su dedicación a la lucha por la dignidad de la Patria. Su ejemplo ha entrado en la conciencia y el alma borin- cana, tal como se ha revelado en la conmoción popular por su vil asesinato, en el masivo y sentido adiós a sus restos. Filiberto Ojeda Ríos se nos presenta como uno de esos gran- des hombres de Nuestra América que retrataba José Martí cuando decía: 9 Puerto Rico...///Filiberto Ojeda Ríos En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de ha- ber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que le ro- ban a los pueblos sus libertades, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados. Los textos que conforman esta edición son la manifestación de un profundo y lúcido pensador latinoamericanista, de un revolucio- nario consustanciado con el pasado, presente y futuro de su pueblo. Un pasado arraigado en la gesta emancipadora latinoamericana, que recorre a través de figuras arquetípicas de la lucha indepen- dentista como el general Valero, quien combatió junto a Bolívar, Betances, Hostos, Albizu y Corretjer. Un presente que clama por la unidad. Y un futuro de independencia, expresado en ideas consti- tucionales destinadas a garantizar el nacimiento de la República de Puerto Rico, libre y soberana. La lucha por la segunda y definitiva independencia de Nuestra América que se expresa hoy con nuevos bríos, al paso del renaci- miento bolivariano, solo podrá concluir realmente cuando elimi- nemos todos los enclaves coloniales de nuestro territorio, de los cuales Puerto Rico es determinante, tanto por su historia como por su importancia política, geográfica y simbólica. La condición colonial de Puerto Rico es una herida en el corazón de la Patria Grande. Así como Bolívar proyectaba liberar a Puerto Rico, es vital que los bolivarianos de hoy asumamos el mismo sueño, la misma causa, el mismo horizonte. Con ese espíritu, invitamos a leer este libro, que nos permite conocer la histórica gesta indepen- dentista puertorriqueña y sus proyecciones. El 23 de septiembre ha quedado doblemente grabado a fuego en la historia de Nuestra América. Cada Grito de Lares, todo patriota latinoamericano será boricua, todo boricua Filiberto. Fernando Bossi 10 Primera parte Todos somos independentistas y nos corresponde a todos luchar por la independencia Transcripción del mensaje grabado de Filiberto Ojeda Ríos, responsable general del Ejército Popular Boricua-Macheteros, que se escuchó en los actos del Grito de Lares, el sábado 23 de septiembre de 2005, poco antes de que fuera cercado y asesinado por efectivos del FBI, en su residencia en Hormigueros. (Del semanario Claridad). Puerto Rico...///Filiberto Ojeda Ríos Han pasado ciento cuarenta años desde que la hermandad anti- llana a través de la Junta Republicana de Cuba y Puerto Rico, esta- blecida en la ciudad de Nueva York, conspiraba para fraguar no solo este grito nuestro, sino también el Grito de Yara, que en Cuba se desataría unas semanas más tarde. Nuestro Grito de Lares constituyó un sólido avance a lo que ya se había convertido en tradición de lucha libertaria que desde muchas décadas antes había tomado cuerpo en nuestro general Antonio Valero de Bernabé al lado de Simón Bolívar con la eterna cons- piradora desde la clandestinidad que fue María de las Mercedes Barbudo, con los patrióticos hermanos Vizcarrondo, con Segundo Ruiz Belvis, Eugenio María de Hostos, con tantos otros puertorri- queños cuyos nombres no son tan conocidos, cuyo compromiso libertario fue forjando el camino de la patria. Ya desde poco antes del Grito de Lares, Ramón Emeterio Betan- ces tuvo que hacerles frente a unas tendencias de carácter refor- mista que hacían mucho más difícil la lucha gestadora de la revo- lución libertaria. Lo hacía con firmeza, pero con la caballerosidad y respeto que imponía su condición revolucionaria y en la cual la ofensa personal y el insulto no tenían cabida. En otras palabras, en nuestra tradición de lucha también se forjaron unos estilos de conducta para los revolucionarios y patriotas, estilos que abrían puertas a la comunicación entre aquellos que promovían tenden- cias contrarias a las ideas betancinas, siempre manteniendo con firmeza la fidelidad a las concepciones libertarias revolucionarias. El Grito de Lares, cuya victoria fue la profundización de nuestra tradición de lucha, fue ejemplo de ello. Esa tradición de lucha patriótica fue tomada por Pedro Albizu Campos y elevada a niveles de grandes sacrificios, de seria comba- tividad, de esperanzas y de fe en la victoria. Esa es la esperanza y fe en la victoria que quedó consolidada en la consciencia de todos los puertorriqueños, incluyendo a aquellos que por temores o intereses confundidos, aún se mantienen como observadores. La realidad que enmarcaba la lucha cuando Betances lanzaba su grito en Lares, era una de esclavitud, de libreta de jornaleros, de componte, de miseria 12 Primera parte y hambre, de indigencia, de educación inexistente, de insalubridad y sobre todo de falta de libertad, de falta de soberanía nacional para resolver todas esas necesidades. Se trataba de hacerle frente a un colonialismo aplicado, con toda su brutal magnitud y criminalidad y para el cual la independencia, como en la actualidad, era la única alternativa. La realidad que enmarcó la lucha de don Pedro Albizu Campos era muy similar a la que sufría nuestro pueblo durante la época de Betances, pero de aplicación de mecanismos coloniales, de explotación y deformativos diferentes. Don Pedro le hizo frente a posiciones de vida infrahumana para la mayor parte de la población puertorriqueña. Le hizo frente a los abusos contra los obreros de la caña y obreros en general, a la institucionalización del mantengo; a la utilización de nuestra nación para experimentación, tanto de uso militar como de medicamentos, que iban inventando y probando en nuestro pueblo; a la esterilización engañosa y forzosa de la mujer puertorriqueña; a los ensayos con las políticas de mantengo, con fines enajenantes; a la conversión de nuestro territorio nacional en una gran base militar; a la imposición del servicio militar obligato- rio que conducía a nuestros jóvenes a guerras inmorales y sujetos a ser muertos, heridos o sencillamente mutilados, tanto física como mentalmente. Todo ello en guerras que han desatado en el mundo, para consolidar sus intereses capitalistas y políticas hegemónicas.