LA GUERRA DEL MIXTON EL ORIGEN DE LA GUERRA DEL SIGLO XVI

Mario Arturo Palacios Díaz La conquista de México-, en manos del extremeño Hernán Cortés y sus numero- sos aliados tlaxcaltecas (los cuales se encontraban en conflicto con los mexicas), dio paso para emprender una nueva aventura hacia el septentrión mesoamericano. Esta aventura hacia el norte y occidente de México fue estimulada por la búsqueda de más riquezas. Una vez que esta zona fue descubierta y, posteriormente, explota- da, la expansión colonial inició de manera uniforme; con esto, los indígenas de aquellos territorios rápidamente se vieron amenazados. El vasto territorio era para el siglo XVI conocido generalmente como la “Gran Chichime- ca”; esta región norteña albergaba una gran cantidad de grupos o “naciones” indígenas con ciertas semejanzas culturales, pero cada una contaba con una cultura local. Para 1529, Nuño Beltrán de Guzmán emprendió una ambiciosa expedición hacia la región occidental y no- roccidental con una fuerza de alrededor de 10,000 hom- bres, lógicamente en su mayoría indígenas aliados. Los estados actuales que forman parte de esta gran región cultural son: , , Durango, Sinaloa, Zaca- tecas, , Querétaro y . La in- vasión de Guzmán y sus hombres fue devastadora para el occidente y la Gran Chichimeca. Los sobrevivientes fueron inmediatamente esclavizados. El terror realizado por Nuño de Guzmán dejó evidentemente repercusio- nes por parte de los que lograron huir de sus feroces garras. Sin embargo, pese a la empresa de Guzmán, Beatriz Rojas nos comenta que: 49 50

Cuando en el año de 1531 el capitán Pedro Al- méndez Chirinos se adentró en la región cen- tro-norte de la aún llamada Nueva España, pero que no tardaría en convertirse en el reino de la , no imaginó que el control de esta región costaría más vidas a los conquis- tadores que las que les había costado doblegar al imperio mexica. Se creía que por estar casi deshabitadas, éstas eran tierras de nadie”.1

Lo que venía para el virreinato español era inevitable, una vez que comenzaron la em- presa colonizadora, el movimiento destructor de Nuño de Guzmán y las medidas tomadas por dicho organismo dependiente de la Coro- na de España, esto dejó serias heridas entre los , a tal grado que ya para la década de los años cuarenta del siglo XVI, la población indígena decidirá levantarse en Nuño de Guzmán. contra de las autoridades españolas, hecho que trajo consigo una guerra que surgiría a formando más conciencia y los involucrados raíz de los pésimos tratos por parte de los pe- se dieron cuenta de los maltratos e injusti- ninsulares. La primera gran rebelión llevada cias; entonces, los caxcanes (uno de los gru- a cabo por parte de los indígenas norocciden- pos chichimecas más extensos de la región, tales es la conocida como guerra del Mixtón. asentados en , en el sur La guerra del Mixtón, acaecida durante de y en la parte occidental de 1541 y 1542, representa la primera respues- Aguascalientes) comenzaron a tomar mayor ta a los maltratos y vejaciones sufridos por importancia en la rebelión. Phil Weigand los naturales, fue apenas un indicio de lo que menciona un dato importante al respecto de serían los siguientes cincuenta años de resis- la guerra del Mixtón: tencia al sojuzgamiento español.2 Este con- flicto fue cobrando más fuerza a medida que Los Caxcanes han sido tratados en la historia los protagonistas de este movimiento fueron de Nueva España y de Nueva Galicia como los principales y más dramáticos actores de 1 Rojas, “De la Conquista”, pp. 14-15. 2 Ibidem, p. 15. la Rebelión de la Nueva Galicia y de la últi- 51

ma fase de la guerra del Mixtón. De hecho, la no de la Nueva España fue la mismísima mencionada rebelión se confunde con la gue- aparición de Pedro de Alvarado, uno de los rra del Mixtón, o bien, ambos eventos se com- principales combatientes de Hernán Cortés, primen a uno, enfocado en la zona caxcana. quien había sido el conquistador de Guate- La segunda y última batalla del Mixtón fre- mala, entre otras “hazañas”. El resultado de cuentemente es tratada como si hubiera sido su intervención en la guerra lo tenemos en la guerra o rebelión.3 el trabajo de Miguel León Portilla, quien al respecto comenta: Entonces la guerra movió gran cantidad de indígenas, miles y miles se situaron en pos- Alvarado y sus hombres llegaron a Guada- tura de guerra con la única y más justa razón lajara el 12 de junio de 1541. Se reunió con que cualquier ser humano amenazado haría: Cristóbal de Oñate, quien considero necesa- defender lo que es suyo. Estos miles de indí- rio esperar por más refuerzos, pero Alvarado genas chichimecas que en su mayoría fueron le dijo “A mí me parece que no se dilate el caxcanes, pero que también venían de luga- castigo de estos traidores enemigos, que es res más lejanos, finalmente se congregaron vergüenza que cuatro indios gatillos hayan en un alto cerro llamado Mixtón. dado tanto tronido; que con menos gente de Sin embargo, se maneja que la causa prin- la que conmigo traigo bastará a sujetarlos, cipal de la guerra fue la muerte de un enco- porque yo he arruinado muchas maquinacio- mendero español de nombre Juan de Arze, a nes de enemigos y es mengua que para esto quien incluso se lo comieron. Este hecho es sea menester más socorro, no hay que espe- el argumento que se maneja como la causa rar más”. Realizó su avance hacia el peñol de de la guerra. La guerra era inevitable, frailes Mixtón, donde se encontraban más de quince buscaron de muchas formas calmar los áni- mil caxcanes y zacatecos dirigidos por Fran- mos de los indígenas, pero éstos ya estaban cisco Tenamaxtle.4 completamente decididos a levantarse en ar- mas. Los escenarios principales de la guerra El resultado de la empresa de Alvarado fueron Nochistlán, Teocaltiche, Jalpa, Ju- tuvo como resultado la muerte del mismo, chipila, entre otros. De este conflicto apare- dejando entrever que la rebelión se encontra- cieron aguerridos líderes indígenas, pero el ba en su mejor momento por parte de los in- más destacado fue Francisco de Tenamaxtle. dígenas chichimecas. Rápidamente, los indí- Los resultados fueron favorables para los in- genas, comandados por sus valientes líderes, dígenas, por lo que la respuesta del gobier- comenzaron a sitiar lugares dependientes de

3 Weigand, “Los orígenes”, p. 11. 4 León-Portilla, “Francisco”, p. 72. 52

la Nueva España, llegando hasta Guadalaja- fender lo que por siglos fue de ellos. Aho- ra, capital de la Audiencia de la Nueva Gali- ra sabemos que el exterminio de la pobla- cia. La respuesta por parte de los españoles ción indígena en la región verdaderamente fue la participación del virrey, Don Antonio existió, los documentos y hasta los mismos de Mendoza, quien se dio cuenta que la gue- vestigios arqueológicos lo manifiestan así. rra se había salido de todo control. La guerra Con ellos, muy probablemente también mu- poco a poco fue favorable para los peninsu- rieron tantas manifestaciones, su cultura fue lares. Finalmente, la artillería más poderosa exterminada; ahora de aquellos grupos sólo de ese entonces, en manos de España, fue nos quedan sus testimonios cargados de una capaz de sofocar la guerra de los chichime- cosmovisión que es muy factible que nun- cas; la guerra había terminado, las muertes ca comprendamos. También nos quedan las indígenas fueron catastróficas; incluso con- construcciones, las manifestaciones gráficas tando las de los indígenas aliados a las hues- rupestres y los documentos que demuestran tes españolas, fue un hecho lamentable para la férrea resistencia de los últimos indígenas la historia indígena. en ser conquistados por los “occidentales”. Finalmente, Tenamaxtle se entregó por voluntad a un obispo español, y fue traslada- do a Valladolid, donde conoció a Bartolomé Bibliografía de las Casas, quien se convirtió en su defen- De la Mota Padilla, Matías, Historia de la conquista sor una vez que el líder caxcán fue llevado de la Nueva Galicia, Instituto Jalisciense de An- hasta Sevilla para rendir su declaración en el tropología e Historia/Universidad de Guadalajara, Consejo de Indias. Por desgracia, no se sabe México, 1973. nada del veredicto del caso, por lo que queda León-Portilla, Miguel, Francisco Tenamaxtle, Editorial la duda de lo que ocurrió después. Diana, México, 2005. Como resultado de la guerra del Mixtón Powell, Philip W., La guerra Chichimeca (1550-1600), vino la guerra chichimeca, la cual duró casi Fondo de Cultura Económica, México, 1977. sesenta años, a tal grado que las modalida- Rojas, Beatriz, “De la Conquista a la Independencia”, des de colonización española cambiaron en Beatriz Rojas et al., Breve Historia de Aguas- notablemente; aparecieron presidios con calientes, El Colegio de México/Fideicomiso Histo- el único fin de defender los caminos de la ria de las Américas/Fondo de Cultura Económica, Nueva España y pueblos de carácter defen- México, 1994. sivo, esto con el fin de tener la colonización Weigand, Phil y Acelia Weigand de García, “Los oríge- de la Gran Chichimeca. Entonces queda el nes de los Caxcanes y su relación con la guerra de testimonio escrito de la feroz resistencia de los nayaritas. Una hipótesis”, en Ensayos jaliscien- los indígenas que buscaron la forma de de- ses, El Colegio de Jalisco, México, 1995.