Mujeres De Luz Y Sombra, Una Canción De Agustín Lara
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Mujeres de luz y el burdel, las madres y las caba- sombra reteras, las que sufren y las de las miradas lascivas y ojos vengado- En recuerdo de Matilde Landeta res que se pasean por el antro mientras la orquesta arremete con i hay mujeres de luz y sombra, una canción de Agustín Lara . es decir de día y de noche, yo Además de la teorización siste- Ssería un eclipse ¿Por qué? Porque mática de la autora, se propone lle- de manera entrañable me sucedió varnos como Orfeo a los infiernos como a muchos de mi generación más profundos, porque hay más que, antes de la influencia televi- del Averno que de cielo en ese uni- siva, aprendimos que el cine era verso definido por la presencia casi como la vida, o que la vida ineludible de mujeres títulos-mu- tomaba mucho del cine . jeres-con-nombre-de-película : Las madres sufridas y compla- Doña Diabla, Hipócrita, Aventurera, cientes ¿fueron primero en el cine Apasionada, Callejera, Cortesana, o éste solamente expresó el acon- Devoradora, Divorciada, Insaciable, tecer de la sociedad? Las aventu- La otra, Trotacalles y Usurpadora . reras, esas mujeres que habitan el Mujeres que encuentran en el México nocturno, ¿existían antes amor no lo más glorioso, sino la de que el cine las inventara? Por culpa que viene del Amor de la más que intento no logro entrar en calle, de Amor y Pecado, de La casa ese universo espeso del cabaret con chica, de Una mujer sin destino, de lamparitas sobre las mesas, donde no poder explicarse ¿Por qué pecan Antonio Badú le cantaba en la cara las mujeres? Y por qué hay Mujeres a Leticia Palma : Hipócrita. sin mañana. Julia Tuñón en su libro Mujeres Las mujeres quieren divertirse, de luz y sombra (Colegio de México pasarla bien para evitar caer en ese y Cineteca nacional, México, 1998) otro infierno que comienza con el puede ser la clave, las señales en Anillo de compromiso, sigue con Cá- el camino para transitar por ese sate y verás, que ni Cinco minutos de universo sugerente, inteligente por amor porque viene El dolor de los bien explicado por alguien que ha hijos, Madrecita querida y el alto pensado con seriedad el problema ; honor de transformarse en La ga- es decir, la construcción arquetípi- llina Clueca para llegar a Ya tengo a ca de las mujeres creadas por el mi hijo; y Cuando los hijos se van hay cine mexicano . Allí están las cabe- el riesgo volverse La loca o de en- citas blancas y las que terminan en frentar Un divorcio y que los hom- 352 Carlos Martinez Assad bres vayan por ahí hablando de ponde con su persona . Usted de- La mujer que engañamos, para que bería tener otra clase de vida . los Hijos de María Morales puedan -Dicen que cada quien tiene la leer el Diario de una mujer o el que merece . Diario de mi madre cuando ya seas -Usted merece algo mejor. como Doña Perfecta o estés con- -¿Qué? vertida en La abuelita . -Pues, como un hombre que la Y en medio de los extremos, el quiera buenamente, que la ponga aunque no tan neutral México pro- en el hogar en que debe estar. vinciano en Allá en el Rancho Gran- En Que Dios me perdone, María de, ¡Ay Jalisco no te rajes¡, lesusita en Félix, replicaría : Chihuahua, Los tres huastecos, o el de Eres un hombre acostumbrado a pretensiones históricas como Mexi- comprar todo . Ahora quieres com- canos al grito de guerra, El globo de prar una mujer. Es muy legítimo Can tolla, ¡Ay, qué tiempos, señor don deseo: visitarla, satisfacer sus capri- Simón¡, México de mis recuerdos, Los chos, ostentarla orgullosamente cristeros, El Escuadrón 201 que ante los amigos, tanto más si es deambulan entre la exaltación del atractiva. ¡Qué vale la idea de una patriotismo estrecho y el conserva- mujer ante tus millones! ¿Pueden durismo de la mujer, en torno a la ellos saber si tengo un espíritu que cual se organiza la familia . vibra? Acepto, pero guárdate de Quizás lo que sí atraviesa toda decirme que te quiera. esa nomenclatura que va creando Marga López en Dueña y señora, los arquetipos de las mujeres sea el reacciona aparentemente de otra melodrama, como el terreno para forma, porque ella no se cree lo que explicarse la contradictoria rea- tiene que decirle al hombre : lidad; en él el cine mexicano en- -Te quise, me quisiste, fue un contró una veta profunda del amor maravilloso . Lo acepto . Aho- imaginario colectivo, ese que según ra hay que volver a la realidad . Julia plantea los lugares comunes -Después de lo que ha pasado de la construcción fílmica del géne- entre nosotros, soy el único hom- ro en los años cuarenta. Encontrar bre que puede, que debe casarse las expresiones del amor, de la ma- contigo. ternidad, de la sumisión femenina, -¿Me estás ofreciendo una re- aquello que expresa bien Juan Orol paración? en un diálogo de La diosa de Tahití: -Te ofrezco lo que cualquier -Paula, hay algo que me pre- hombre que se considera digno te ocupa: su modo de vivir no corres- ofrecer. 353 lecturas -¡Sí, daro¡, me ofreces tu nom- el que estaban Marga López, Li- bre . ¡Eres un quijote¡ bertad Lamarque y Esther Fer- -¿Un quijote porque creo en la nández, hasta llegar a Sara García dignidad que tú niegas? y Prudencia Griffel; por ello el ar- Con Julia Tuñón podemos acce- quetipo masculino no podía ser der con una metodología sólida a tan variado y no había más que ese universo tan disperso y poco los Pedros: Infante o Armendáriz, organizado de la mujer en el cine si acaso Arturo de Córdova o Julián mexicano . La trivia para ella se Soler para enfrentarse a esa hidra vuelve un instrumento auxiliar, un de múltiples cabezas con un solo cuerpo que está allí pero sin arma- cuerpo como es la mujer en el cine dura y ella decide construirla ar- mexicano: abuela, madre, hija, ca- mando ese rompecabezas del sada, seducida, abandonada, aman- doble discurso en Doña Perfecta, de te, prostituta, virgen y mártir. la falsedad enfrentada a la verdad Mujeres de luz y sombra nos obli- más apabullante de La Malquerida, ga a reflexionar sobre México, so- de las palabras equívocas en Dos bre la mujer y los valores que han tipos de cuidado (aunque también pesado sobre ella . Quizás un aná- prevalece ahí la moral convencio- lisis que rebasara el tiempo tan nal), de las soluciones esperadas fundamental de la llamada Epoca en Acá las tortas, de llorar porque de oro, que se propuso la autora, sí en Nosotros los pobres . De las tra- daría más tesitura a su objetivo mas confusas que cambian en el porque hasta recientemente han último momento : la mala era la aparecido mujeres que a duras pe- buena y la buena era la mala como nas se sobreponen, al peso de los en Trotacalles de la querida Matilde arquetipos estructurados a lo lar- Landeta . En fin, como nos recuer- go de los años del cine mexicano : da Julia, prevalece aquello de la La mujer de Benjamín, Lola o todas cuerda se revienta por lo más del- las mujeres vistas por directoras gado, porque la mujer es una sola mujeres como Marcela Fernández desdoblada en muchos mitos o, Violante, María Novaro, Busi Cor- arquetipos, como ellas les llama . tés y un afortunado etcétera . Si soy eclipse soy parte de esa Mujeres de luz y sobra es un buen constelación, crecí pensando que conducto para entender la visión las mujeres eran una combinación sobre la mujer que expresa las de María Félix, Ninón Sevilla, Ma- concepciones ideológicas o ideolo- ría Antonieta Pons, Leticia Palma, gizadas que lamentablemente si- Rosa Carmina, con un tránsito en guen cargando sobre sus espaldas 354 Carlos Martínez Assad la mayoría de las mujeres mexica- do en el cual han prevalecido los nas. Eso que es ejemplificado con valores de una sociedad machista, el espejismo promisorio que ve paternalista y autoritaria . Julia Blanca Estela Pavón en La mujer Tuñón quiere desacralizar esa ima- que yo perdí, cuando Pedro Infante gen amañada para entender el ar- le canta La casita . Se trata de lo in- quetipo de la mujer y ubicarlo en asible como los hombres hemos su justa dimensión . Lo mejor que visto a las mujeres de carne y hue- se puede hacer con libro este es so en una combinación de la ter- leerlo para gozar con las imágenes nura de La Chorreada, el carácter que ha seleccionado, que apoyan de Doña Bárbara, divertida como lo que el texto dice, para que cada Silvia Pinal, sufridora como Liber- quien llegue a sus propias conclu- tad, maternal como Sara García, siones, para que cada quien exor- elegante como Dolores, cariñosa cise a sus fantasmas y piense con como Ninón, educada como Rebe- seriedad en el retrato de la mujer ca Iturbide, altiva como Elsa mexicana que el cine ha transmi- Aguirre, egresada de la UNAM tido . como Andrea Palma en Distinto amanecer o delicada como Crucita Carlos Martínez Assad en Allá en el rancho grande . Se trata pues de un bagaje cul- tural que ha contribuido a distor- Julia Tuñón, Mujeres de Luz y som- sionar la percepción de la mujer bra (Colegio de México y Cineteca mexicana, sumergida en un mun- nacional, México, 1998) . 355.