Justicia Social en el Norte. Injusticia Social en el Sur. Causas, Realidades y Desafíos

Nicolás Santo

Universidad de Montevideo

2007

1 Justicia Social en el Norte. Injusticia Social en el Sur. Causas, Realidades y Desafíos Introducción “…Si el Norte fuera el Sur, serían los Sioux los marginados. Ser moreno y chaparrito sería el look más cotizado. Marcos sería el Rambo mexicano y Cindy Crawford la Menchú de mis paisanos. Reagan sería Somoza. Fidel sería un atleta corriendo bolsas por Wall Street. Y el Ché haría hamburguesas al estilo Double Meat. Los yankees de Mojados a Tijuana. Y las balsas de Miami a La Habana. Si el Norte fuera el Sur…”. Lo anterior, es un fragmento de la canción de Ricardo Arjona llamada “Si el Norte Fuera el Sur” , que define con ironía fantástica las implicancias de la brecha entre Estados Unidos y América Latina. Sin duda alguna, los niveles de desarrollo y prosperidad que han sido alcanzados en el norte de América, no tienen parangón alguno en la historia de la humanidad. Mientras tanto, en el sur seguimos sin poder despegar, y con las mismas dificultades de siempre. ¿Cuál es la razón? Con una enorme extensión de más de 20 millones de Km². y ubicada en una situación privilegiada, América Latina tiene costas sobre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico. Su diversidad de paisajes abarca desde la Cordillera de los Andes hasta el Río Amazonas. Coexisten selvas con montañas, zonas desérticas y llanuras fértiles, grandes ciudades con espacios vacíos, riqueza inminente con pobreza total y tecnologías avanzadas con prácticas indígenas. Sin embargo, hemos vivido la mayor parte de nuestra historia estancados y hasta el día de hoy no hemos conseguido insertarnos en el camino del desarrollo ni alcanzar sociedades imbuidas de justicia social. Este trabajo estará dividido en tres grandes partes: en la primera, analizaremos la herencia que nos dejaron los grandes pensadores americanos, intentado demostrar cómo sus ideas repercutieron en la situación actual de sus sociedades; en la segunda, analizaremos algunos de los principales problemas que tenemos los países sureños hoy, y cómo ellos influirán en la vida de las generaciones venideras; en la tercera, arribaremos a las conclusiones generales, en las que se buscará sintetizar los puntos principales del

2 trabajo ¿Dónde encontramos las causas profundas de la brecha? ¿Cuáles son los grandes problemas de América Latina hoy? ¿Cuáles son los desafíos para el siglo XXI? Todas estas, son preguntas que intentaré responder en esta monografía. Seguramente, el futuro traerá consigo tiempos de importantes adversidades para nuestro continente, para las cuales debemos estar preparados. Nuestra tarea como futuros profesionales, será buscar, con nuestra labor, colaborar en la mayor medida posible con nuestros conciudadanos para lograr así revertir la penosa situación en la que la mayoría de los latinoamericanos ha vivido desde hace doscientos años. “¿Por qué nuestra América entró en una prematura decadencia en la misma medida en que aquélla América floreció?” Esta pregunta que se autoformula Enrique Krauze 1, es la misma que no deja de dar vueltas en mi cabeza, y la que me motivó a realizar este trabajo. Espero que el mismo, le sirva a todo aquél que se formule esta misma interrogante, para seguir avanzando en el camino hacia una respuesta…

Índice

1- La Herencia de los grandes pensadores

1.1- Alexander Hamilton y los Estados Unidos en el Siglo XXI 1.2- Simón Bolívar y sus sueños frustrados

2- Las consecuencias de nuestros errores

2.1-Los daños al computador humano 2.2- El pan y la calidad de la harina

3-Conclusiones Generales

3.1-Reflexiones Finales

1 Krauze, Enrique, Luces Sobre la Brecha, en La Brecha entre América Latina y Estados Unidos, Fukuyama, Francis, Primera Edición, Fondo de Cultura Económica Argentina, Buenos Aires, 2006, Pág. 16

3 1- La Herencia de los grandes pensadores “Somos el gigante del mundo económico. Nos guste o no, el modelo futuro de las relaciones económicas depende de nosotros. El mundo observa para ver lo que haremos. La elección es nuestra”. FRANKLIN D. ROOSEVELT, 19452 "Estados Unidos parece destinado por la Providencia a plagar América con tormentos en el nombre de la libertad” SIMÓN BOLÍVAR, 1827 3 1.1-Alexander Hamilton y los Estados Unidos en el Siglo XXI Los Estados Unidos de Norteamérica, constituyen hoy un verdadero imperio político, económico y militar. Nunca antes un país fue capaz de lograr niveles de riqueza de la magnitud de los estadounidenses en la actualidad. En consecuencia, debemos preguntarnos qué fue lo que llevó a este país a consolidarse como la mayor potencia mundial de todos los tiempos. Y para responder esta pregunta no podemos dejar de nombrar al hombre que sentó las bases del modelo económico norteamericano: Alexander Hamilton. Fueron sus ideas las que determinaron que Estados Unidos se inclinara por un modelo industrialista y no por el modelo agroexportador que proponía Thomas Jefferson. Hamilton era consciente de que para que sus ideas políticas fueran aplicables en la práctica y para que su país se convirtiera en una verdadera democracia, era necesaria la riqueza. Consecuentemente, explicaba que todo gobierno debía buscar aumentarla permanentemente, extendiendo la propiedad y diversificando sus tipos. Lo dicho en las líneas de arriba no debe ser tomado como algo menor, ya que si el gigante del norte se hubiera inclinado por el modelo que proponía Jefferson, hoy no sería lo que es. Para observar de mejor modo el tremendo impacto que tuvo el modelo industrializador de materias primas en la economía de Estados Unidos, resulta interesante citar algunos datos brindados por Francis Fukuyama: “(…) En 1700, tras dos siglos de colonización, el ingreso per cápita en América Continental era de 521 dólares, y en lo que luego sería Estados Unidos, algo superior, de 527 dólares.

2 Niall Ferguson, Coloso, Primera Edición, Londres, Editorial Debate, 2004, Pág. 145 3 3 http://www.airpower.maxwell.af.mil/apjinternational/apj-s/2007/2tri07/bushnell.html

4 Durante el siglo XVIII, la isla de Cuba, con su producción azucarera, era mucho más rica que las colonias británicas en el norte del continente. Sin embargo, en los tres siglos siguientes, Estados Unidos superó permanentemente a América Latina en su crecimiento económico, de modo tal que a principios del siglo XXI, el ingreso per cápita allí es cinco veces superior al promedio latinoamericano (…)” 4. Como vemos, pueden los norteamericanos sentirse satisfechos por haberse inclinado por el modelo hamiltoniano… 1.2-Simón Bolívar y sus sueños frustrados Simón Bolívar fue un hombre muy particular. De todos los libertadores americanos, fue el único que tuvo la posibilidad de acceder a todos los libros de los pensadores de la Ilustración, y el hecho no es menor, más aún si tomamos en cuenta que formuló una verdadera obra de ingeniería política. Considero que la principal idea que debemos rescatar del pensamiento bolivariano, es la de la creación de una gran nación latinoamericana. Hay un viejo principio que dice que “la unión hace la fuerza”, y creo que a todas luces es notorio que si los latinoamericanos hubiésemos sido capaces de crear una unión política de dimensiones continentales, la situación actual no sería tan catastrófica como lo es. ¿O acaso que son los Estados Unidos? En cuanto a la frase de Bolívar citada al comienzo de este capítulo, debe señalarse que la misma es una de las preferidas por los anticuados políticos izquierdistas de la actualidad. Es cierto que el libertador tenía sospechas varias acerca de los Estados Unidos, pero también es cierto que se refería a ese país como una “tierra de libertad y hogar de la virtud cívica" . América es un continente con una inmensidad de recursos naturales que, si fueran aprovechados de modo correcto, nos podrían catapultar al club de los países poderosos. Y aprovecharlos de modo correcto significa industrializarlos, industrializarlos significa generar puestos de trabajo, y generar puestos de trabajo significa inyectarle dosis de vitalidad a la economía que nos conduzcan hacia el progreso. Estos temas serán tratados más ampliamente en las conclusiones generales.

4 Fukuyama, Francis, La Brecha entre América Latina y Estados Unidos, Primera Edición, Fondo de Cultura Económica Argentina, Buenos Aires, 2006, Pág. 23.

5 Lo último que debemos decir con relación a Bolívar, es que murió desilusionado, aunque con conclusiones que pueden perfectamente tildarse de proféticas : “(…) América es ingobernable por nosotros; el que sirve a la causa de la Revolución ara en el mar; el camino más recomendable en América es emigrar; este país caerá indefectiblemente en las manos de un bando desenfrenado de tiranos mezquinos de todas las razas y colores que no merecen consideración; devorados por los crímenes y aniquilados por la ferocidad seremos siempre despreciados por los europeos; si fuese posible que una parte del mundo volviese al caos primitivo, esa sería América(…)” 5. Sorprendente premonición de lo que vendría después… 2-Las Consecuencias de nuestros errores “Tu mejor maestro es tu último error” RALPH NADER 6

2.1- Los daños al computador humano Es muy común que a los latinoamericanos el árbol no nos deje ver el bosque. Y creo que esto es lo que está sucediendo con de la desnutrición, al cual no estamos valorando en su justa medida. En ese sentido, debe señalarse que durante los primeros meses de crecimiento, el cerebro debe crear una cantidad inconmensurable de neuronas para desarrollarse normalmente, tarea para la que son fundamentales las nutrientes que reciba. Más aún, durante los primeros meses de gestación, el feto debe recibir suficientes proteínas para poder seguir su curso normal de desarrollo. Si ese feto tiene suerte y su madre no tiene problemas nutritivos, no tendrá mayores inconvenientes en el resto de su vida. ¿Pero qué pasaría en caso de que su madre sí padeciera dificultades nutritivas? El feto empezaría perdiendo el partido por goleada. Cuando una mujer embarazada tiene problemas de nutrición, el desarrollo del cerebro de su futuro hijo se ve profundamente afectado y, lo que es peor, todo lo que no pueda desarrollarse en esa etapa de su vida y hasta los dos años de edad, no lo podrá recuperar jamás. Consecuentemente, esos niños tendrán limitaciones intelectuales terribles a lo largo de toda su vida. ¿Cómo algunos no se dan cuenta de lo que esto significa? Latinoamérica está perdiendo su fuerza

5 Boccia Romañach, Alfredo, La Masonería y la Independencia Americana, Segunda Edición, Editorial Servilibro, Asunción, 2003, pág. 176. 6 Activista y político estadounidense

6 de trabajo. Latinoamérica está condenándose a vivir en el subdesarrollo y en la pobreza intelectual generalizada. Vamos camino a vivir en una generación de apáticos, los cuales, no por culpa suya sino por carencias biológicas y mentales, no podrán jamás aportar algo al desarrollo de su país, no tendrán capacidad de iniciativa alguna ni podrán acceder a puestos de trabajo de calidad. Aunque suene extremadamente duro, es como si nuestros países estuvieran creando y criando “hijos bobos”, que con suerte podrán trabajar como obreros en una fábrica. ¿O acaso creen que un sujeto que sufrió desnutriciones crónicas a lo largo de su niñez podrá acudir a la Universidad tan campante como lo hacemos nosotros? Si a veces a nosotros, que tenemos la suerte y el privilegio de no haber nacido en ambientes de pobreza extrema, nos cuesta entender ciertos conceptos técnicos, el sólo hecho de imaginarme lo que les costaría a los otros, me eriza la piel. Y eso en el caso excepcionalísimo que lograsen llegar a la Universidad, porque la mayoría de las veces, lamentablemente, no logran ni terminar primaria. Las consecuencias de esta realidad son mayores índices de pobreza, inseguridad y delincuencia. Porque no vayamos a cometer el tonto error de pensar que estos problemas se encuentran a años luz de nuestros hogares. Por el contrario, no están más que a cinco de donde vivimos. Y si el tema se pudiera solucionar, no daría para preocuparse tanto. Pero cuando el cerebro no se desarrolla con normalidad, ya no hay vuelta atrás. A esas personas ya no las podemos recuperar más. Hoy, en el Uruguay, el 55% de los niños nacen por debajo de la línea de pobreza. ¡Debemos abrir los ojos! Yo no soy partidario de planes excesivamente asistencialistas como el PANES en Uruguay o el FOME ZERO en Brasil, pero estoy convencido de que urgentemente tenemos que diseñar un plan eficaz para combatir la desnutrición infantil y para integrar a estas personas a la sociedad, porque sino la realidad nos llevará por delante como un tsunami. 2.2- El pan y la calidad de la harina. Es muy frecuente escuchar personas comentar que uno de los principales problemas de América Latina, son justamente los latinoamericanos y su mentalidad. Ahora bien, ¿cuán veraz es esta afirmación? Sin lugar a dudas, nuestra idiosincrasia tiene rasgos muy particulares, que difieren de los de las demás culturas. Pero, ¿es posible que esos rasgos culturales sean una de las causas del subdesarrollo que sufre nuestro continente? Mi respuesta es un rotundo sí. Lamentablemente, en nuestros países es

7 común que ciertas conductas inmorales, a veces hasta ilegales, sean tomadas como normales por la mayoría de los ciudadanos. El sentido de la honestidad se ha ido deteriorando con el correr de los años, y creo que hemos llegado a un límite en el que muchos ya han perdido noción de los límites del bien y del mal. Tan así es, que ninguno de nosotros se sorprendería si le dijéremos que en nuestros países, sobornar a un inspector de tránsito para no recibir una multa es tan normal como almorzar diariamente y, peor aún, es tomado como una gracia. En el mismo sentido, hace algunos meses fue noticia en todos los medios, el fraude llevado a cabo por varios restaurantes de Punta del Este, quienes mediante el doble juego de facturas dejaron de aportar millones de dólares al fisco. El fin de semana posterior a que el caso tomara trascendencia pública, recorrí algunos de esos restaurantes, que mediante la habilidad de un abogado constitucionalista continuaron abiertos, y todos estaban abarrotados de gente, incluso con filas que vaticinaban largas esperas. Entonces recordé que una persona cercana a mi familia, nos había contado que hace años tenía como superior a un norteamericano, el cual le comentó lo que sucedía, ante un caso similar, en su país. Le contaba que allí, la justicia era más rápida, las penas mayores y las multas enormes. Sin embargo, el punto crucial, era el rechazo social que generaban este tipo de delitos: nadie más iba a estos lugares y este rechazo era al que en realidad temían los comerciantes estadounidenses. Todos sabemos que en nuestros países, esa condena social suele brillar por su ausencia. Pero, ¿cuál es el porqué de esa diferencia de criterios para juzgar estas conductas? Creo que son dos los factores que hacen que las cosas sean vistas del modo que lo son en América: la necesidad económica y la formación cultural. Y es este último elemento el gran problema del latinoamericano medio. Aquí el que contrabandea cuando el tipo de cambio nos favorece, es visto como el “vivo” del barrio. Aquí en este país 40.000 jóvenes se inscriben en un concurso para obtener un empleo público, y poder así adquirir todos los beneficios que ello conlleva, como ser la inamovilidad y vacaciones de hasta seis meses de duración, sin importarles el hecho de que así se convierten en una simple pieza de la burocracia estatal y que se condenan a pasar por el mundo sin pena ni gloria. ¡Y todo eso no es otra cosa que endiosar la corrupción y la mediocridad! En el norte las cosas no son así, el espíritu de empresa es valorado. Y si bien es cierto que en los Estados

8 Unidos y en el resto del mundo desarrollado existen casos de corrupción a nivel político, la corrupción a nivel social es casi inexistente. Para refrendar esta afirmación, nada mejor que una anécdota. Hace un par de años, mientras visitaba a mi tía que vive en Carolina del Norte, fuimos, a la medianoche, a un supermercado que funcionaba las 24 horas. Elegimos los productos que íbamos a comprar, y cuando llegamos a la zona de las cajas registradoras, noté que no había ninguna persona cobrando, lo que me llamó poderosamente la atención. Entonces le pregunté a mi tía dónde estaban las cajeras. Me explicó que en ese supermercado no había cajeras en la noche, y que cada cliente pasaba él mismo el código de barra de los productos que compraba por la caja registradora y que, después de haberlos chequeado todos, abonaba con su tarjeta de crédito el importe de lo consumido. Naturalmente, le pregunté cómo hacían para controlar que la gente no robara. Y me contestó que mirara para los costados: los demás consumidores no robaban ni un caramelo, y la inocencia de sus rostros demostraba que tampoco tenían la intención de hacerlo. Sin embargo, al mirar para una de las cajas, pude ver como un sujeto con rasgos mexicanos, no pasaba por la caja todos los productos que consumía. Y la actitud de ese mexicano, refleja el pensamiento de la mayoría de los latinoamericanos, o lo que ellos hubieran hecho en una situación similar. Creo que debemos dejar de hacernos el autoengaño: no somos honestos, y por ello nos rechazan los estadounidenses. Como dije antes, aunque los norteamericanos no tienen necesidades económicas que los lleven a ser deshonestos, creo que hay algo más que hace que no lo sean, y ese algo más es su historia y su formación cultural. Para finalizar este punto, citaré un fragmento de una obra escrita en 1830 por Lorenzo de Zavala, que ilustra de modo diáfano las diferencias entre la cultura norteamericana y la mexicana, aunque por extensión también la latinoamericana: “(…) El de Estados Unidos es un pueblo laborioso, activo, reflexivo, circunspecto, religioso en medio de la multiplicidad de sectas, tolerante, avaro, libre, orgulloso y perseverante. El mexicano es ligero, perezoso, intolerante, generoso y casi pródigo, vano, guerrero, supersticioso, ignorante y enemigo de todo yugo. El norteamericano trabaja, el mexicano se divierte; el primero gasta lo menos que puede, el segundo hasta lo que no tiene; aquél lleva a efecto las empresas más arduas hasta su conclusión, éste las abandona a los primeros pasos; el uno vive en su casa, la adorna, la amuebla, la preserva de las

9 inclemencias; el otro pasa su tiempo en la calle, huye la habitación, y en un suelo donde no hay estaciones poco cuida del lugar de su descanso. En los Estados Unidos del Norte todos son propietarios y tienden a aumentar su fortuna; en México los pocos que hay la descuidan y algunos la dilapidan (…)” 7 Si a todos estos obstáculos culturales le sumamos los biológicos ocasionados por la desnutrición, generamos un cocktail letal. Hace unos domingos un informe del diario El País titulaba que en Uruguay escaseaban talentos, y que las empresas tenían dificultades para conseguir personal capacitado. La situación en el resto del continente es igual o peor. Los países son lo que somos sus personas, y mientras no cambiemos nuestra mentalidad no lograremos insertarnos en el camino del desarrollo, y mucho menos alcanzar la justicia social. No podemos pedirles a nuestros países más de lo que sus habitantes le pueden dar. Mi abuelo me enseñó que no se puede hacer mejor pan que el que permite la calidad de la harina. ¿Es aplicable esa regla a la realidad latinoamericana? Esta vez, dejo la respuesta a criterio del lector…

3-Conclusiones Generales “El modelo fracasado es el modelo capitalista. ¡El Socialismo ha resurgido! Podemos decir con Carlos Marx: ¡el fantasma vuelve a recorrer el mundo! Juntos, ¡construiremos el socialismo del siglo XXI!” HUGO CHÁVEZ 3.1-Reflexiones Finales Dicen que el escritor brasileño Millor Fernandes decía que cuando las ideologías se ponían viejitas, venían a vivir a Sudamérica. Quien haya leído la frase de arriba o quien haya mirado algún noticiero estas últimas semanas, no puede más que darle la razón. Mientras tanto, parafraseando al presidente Vázquez, los trenes siguen pasando, y las diferencias entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado continúan acrecentándose. Las interpretaciones sobre las causas de la brecha deben tener en cuenta la historia, la cultura, las condiciones y los contextos específicos de cada sociedad. Pero sin

7 De Zavala, Lorenzo, Viaje a los Estados Unidos del Norte de América, Primera Edición, Editorial Porrúa, México, 1976, págs. 7 y 8.

10 lugar a dudas, el factor económico y los modelos elegidos han sido determinantes fundamentales de estas realidades tan divergentes. Por ello he sostenido que los Estados Unidos le deben gran parte de su desarrollo actual a Alexander Hamilton. Para demostrar la veracidad de esta afirmación, que mejor que recurrir nuevamente a algunos datos estadísticos que nos brinda Francis Fukuyama: “(…)El lapso que va desde 1820 a 1870 fue particularmente catastrófico para América Latina: mientras en Estados Unidos el Producto Bruto Interno per cápita aumentaba a una tasa anual del 1,39%, en América Latina disminuyó cada año el 0,05% (…)” 8. En consecuencia, podemos afirmar sin titubeos que la expansión económica lograda en ese período está directamente ligada al modelo industrializador propuesto por Hamilton, ya que éste vivió entre los años 1755 y 1804. Por el contrario, en América Latina seguimos con los mismos problemas de siempre. Somos la prueba fehaciente del enorme error que hubiesen cometido los norteamericanos si elegían el modelo agrominero exportador que propugnaba Jefferson. Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de las Naciones Unidas, Sudamérica depende de materias primas no procesadas para casi el 50 por ciento de sus exportaciones , mientras que los productos de alta tecnología representan menos del 5 por ciento de sus exportaciones 9. ¡Esa dependencia sudamericana de las materias primas, es la mejor receta para el atraso! La raíz profunda de este problema la encontramos en la división internacional del trabajo que generó la Revolución Industrial, por la que los países ricos se convirtieron en países industrializados, mientras que nosotros nos convertimos en meros proveedores de materias primas. Pero la Revolución Industrial fue hace más de doscientos años, y sin embargo nosotros no hemos podido cambiar la situación en nada. ¿Cómo es posible que aún no hayamos tomado conciencia del significado del valor agregado? ¿Cómo es posible que sigamos importando de otros continentes productos que pueden ser perfectamente producidos en el nuestro? ¿Cómo es posible que sigamos comprándole a países desarrollados productos fabricados con nuestras propias materias primas? Si nuestros países tienen pretensiones de desarrollo, tendrán que abandonar esta economía de las materias primas. Es fundamental generar una industria fuerte para poder así generar más y mejores puestos de trabajo, porque esta es la

8 Ob.cit. pág.26 9 Andrés Oppenheimer, Viva la Desaceleración, El Nuevo Herald Online.

11 única forma real, efectiva y probada de solucionar los grandes problemas de nuestro diario vivir. Martín Diamond, analizando “El Federalista”, expresa que “(…) son sobre todos los humildes, de quien tanto hay que temer, quienes deben sentirse menos relegados de las oportunidades y más esperanzados en su suerte. Además, para su solución es indispensable un país que tenga éxito comercial, un país rico (…)” 10 Para ser honestos, debemos reconocer que hay en juego intereses de grupos muy poderosos, los cuales dificultan la reconversión económica de América Latina. Pero yo estoy convencido de que mientras en nuestros países se siga ganando más dinero exportando materias primas que agregándoles valor y trabajo, jamás lograremos salir adelante. En otro orden, una de las cosas que más admiro de los norteamericanos es como partiendo de ser trece colonias de poca importancia territorial, lograron convertirse en una potencia que influyó en todo acontecimiento bélico o económico relevante desde 1914 en adelante. Pero, ¿qué es Estados Unidos hoy? La descripción que hace Krauze, es contundente: “(…) Estados Unidos contribuye con la quinta parte del Producto Mundial Bruto, genera el 25% de la producción industrial y es el principal productor de alimentos; cinco de las doce primeras empresas industriales del mundo son estadounidenses; la capacidad de refinación de petróleo del país es de 15 millones de barriles diarios y sus reservas de carbón son prácticamente inagotables. Dispone de multitud de grandes puertos, una activa red ferroviaria de más de 278 mil kilómetros y una red de carreteras de más de seis millones de kilómetros. Sus 14 mil bancos comerciales constituyen el sistema financiero más extenso y complejo del mundo. Debido a su amplísimo mercado interno, las exportaciones representan el 7% de su PBI. Allí prosperan las universidades y los centros de investigación más influyentes del planeta. Es la potencia militar hegemónica. En términos políticos, es una antigua y admirable república federal con una división de poderes efectiva y las más plenas y arraigadas libertades cívicas. En sus más de doscientos años de vida independiente, ha sufrido, es verdad, una cruenta guerra civil, pero a raíz de ella ha mantenido una concordia básica. No ha experimentado ningún cambio violento en su régimen jurídico y su organización

10 Martín Diamond, El Federalista, en Historia de la Filosofía Política, compilado por Leo Strauss y Joseph Cropsey, pág. 637.

12 institucional (…)” 11 . Y mientras tanto, nosotros seguimos siendo el hermano pobre y envidioso. Ya llegando al final del trabajo, cabe resaltar cuan acertado estuvo Bolívar al afirmar que la única forma de evitar las dificultades en América sería emigrar. Los hechos parecen darle la razón. La fuga de cerebros es una realidad inocultable. Y este fenómeno contribuye a que nuestros países se sigan desangrando, y sigan educando a sus habitantes para que después terminen emigrando al mundo desarrollado, intentado encontrar las oportunidades que sus países no les supieron brindar. ¡Cuan acertado estaba Bolívar al afirmar que nuestro continente caería en manos de tiranos! Lo que Bolívar nunca se imaginó, fue que esos tiranos que hoy vulneran la libertad de expresión, entre otras, fueran a utilizar su nombre para justificarse. Sin embargo, no culpo a esos pueblos de los gobiernos que tienen, porque creo que no podemos pretender que la gente, teniendo necesidades tan concretas como saber si va a comer el día en que vive, pueda preocuparse por temas tan abstractos como el relativo a la forma de gobierno que quieren para su país. Mientras no logremos generar condiciones para un desarrollo sustentable, el matrimonio entre la pobreza y el autoritarismo seguirá siendo indisoluble. Por último, en 1829, en una carta enviada a un amigo, Bolívar se asombraba de que Bolivia tuvo tres presidentes en cinco días. En el 2001, cuando la debacle total, Argentina tuvo cinco presidentes en una semana. Realmente, es vergonzoso… ¿Qué será de nuestros países dentro de 20 años? ¿Cuáles serán los efectos de la desnutrición generalizada? ¿Cuál será el papel de América Latina en el contexto mundial del siglo XXI? Todas estas son interrogantes que quedan abiertas. Tenemos que comenzar a trabajar desde hoy para poder “sanear” a la nueva generación, y alcanzar la tan anhelada justicia social. Si las cosas no cambian, seguiremos camino hacia la “africanización”. Pero si cambiamos nuestra mentalidad, si generamos industrias genuinas y logramos dejar de ser meros proveedores de materias primas, si valoramos al trabajo en su justa medida y si tenemos fe, podremos transitar por caminos de prosperidad. Tengo esperanza, y confío en que las cosas así sean. El tiempo dirá…

11 Ob. Cit. Pág. 17

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Bibliografía

La Brecha entre Estados Unidos y América Latina , Fukuyama, Francis, Primera Edición, Fondo de Cultura Económica Argentina, Buenos Aires, 2006.

Coloso: Auge y Decadencia del Imperio Americano , Niall Ferguson, Primera Edición, Londres, Editorial Debate, 2004.

El Federalista , Martín Diamond, en Historia de la Filosofía Política, compilado por Leo Strauss y Joseph Cropsey.

La Masonería y la Independencia Americana , Boccia Romañach, Alfredo, Segunda Edición, Editorial Servilibro, Asunción, 2003

Viaje a los Estados Unidos del Norte de América , De Zavala, Lorenzo Primera Edición, Editorial Porrúa, México, 1976

Viva la Desaceleración , Andrés Oppenheimer, El Nuevo Herald Online

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