Andrés Bello: La Pasión Por El Orden
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Fundación Ignacio Larramendi Andrés Bello: La pasión por el orden IMAGEN DE CHILE Fundación Ignacio Larramendi © 2001, IVÁN JAKSIC´ ANDRADE. Inscripción Nº 119.537, Santiago de Chile. Derechos reservados para los territorios de habla castellana por © EDITORIAL UNIVERSITARIA, S.A. María Luisa Santander 0447. Fax 56-2-2099455 Santiago de Chile. www.universitaria.cl Ninguna parte de este libro, incluido el diseño de la portada, puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por procedimientos mecánicos, ópticos, químicos o electrónicos, incluidas las fotocopias, sin permiso escrito del editor. ISBN 956–11–1577-8 Texto compuesto en tipografía Bembo 11/13 Se terminó de imprimir esta PRIMERA EDICIÓN de 1.000 ejemplares, en los talleres de Imprenta Salesianos, General Bulnes 19, Santiago de Chile, en octubre de 2001. DISEÑO Jorge Flores P. IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE Fundación Ignacio Larramendi A la memoria de William Lewers, C.S.C. Fundación Ignacio Larramendi Grabado en acero realizado por J. M. Macrae, 1846. Fundación Ignacio Larramendi Iván Jaksic´ A. Andrés Bello: La pasión por el orden Universidad de Chile EDITORIAL UNIVERSITARIA Fundación Ignacio Larramendi Ya dos generaciones de mortales habían perecido mientras que él estaba aún con vida, los cuales juntos a él, anteriormente se habían criado y nacieran en Pilo muy divina, y él era el rey de los de la tercera HOMERO, La Ilíada, I, 250 Fundación Ignacio Larramendi ÍNDICE Prefacio 13 Prólogo 17 Nota sobre las Obras completas de Andrés Bello 27 I. LA FORMACIÓN DE UN INTELECTUAL EN LA COLONIA, 1781-1810 29 La educación de Bello 33 Bolívar y Humboldt 35 Funcionario de gobierno 38 La Junta Central de Vacuna 39 La Gazeta de Caracas 41 Los eventos de 1810 45 El perfil intelectual y político de Bello 48 II. EL EXILIO Y LOS ESTUDIOS EN LONDRES 59 Los años duros 64 Actividades políticas e intelectuales 71 La opción monárquica 74 La investigación filológica 77 Poesía 84 III. LA DIPLOMACIA DE LA INDEPENDENCIA, 1820-1829 93 La ofensiva cultural 95 Nuevos problemas 104 El papel de Bello en la diplomacia 107 La legación chilena 110 9 Fundación Ignacio Larramendi Gran Colombia 116 La decisión de trasladarse a Chile 122 IV. EN EL PAÍS DE LA ANARQUÍA, 1829-1840 125 La crísis política chilena 126 La llegada de Bello y sus primeras actividades 128 Bello y Diego Portales 132 Bello y las relaciones internacionales 135 La restructuración de los estudios jurídicos 142 El estudio del idioma castellano 146 La situación personal y familiar de Bello 149 V. LA DÉCADA TRIUNFAL, 1840-1850 155 La Universidad de Chile 156 Bello y José Victorino Lastarria 163 La polémica historiográfica 165 Bello y Domingo Faustino Sarmiento 174 La Grámatica de la Lengua Castellana 181 Gramática, filosofía y leyes 184 VI. EL IMPERIO DE LA LEY 189 Los primeros intentos chilenos de codificación 190 Bello codificador 196 Las fuentes romanas del Código Civil 204 La difusión del Código en América Latina 207 Ley y ciudadanía 210 VII. EL RETORNO DE MIO CID 217 Memorias de Venezuela 217 La madre de Bello, Ana Antonia López 221 La familia chilena de Bello 223 La salud de Bello 231 Actividades múltiples 233 El castellano medieval 238 La Crónica de Turpin 242 La historia de Mio Cid 247 10 Fundación Ignacio Larramendi VIII. CONCLUSIÓN: ADIÓS A NÉSTOR 257 Homenaje 259 Síntesis 262 Anexos 269 1. Los hijos de Andrés Bello 271 2. Nombramiento de Bello como Comisario de Guerra, 1807 273 3. Informe de Bello sobre la vacuna en Caracas, 1813 275 4. Cartas inéditas 278 5. Manuscritos de Bello en la Fundación La Casa de Bello en Caracas, Venezuela 290 Bibliografía 295 Índice Analítico 311 11 Fundación Ignacio Larramendi Fundación Ignacio Larramendi PREFACIO Tal como casi todos los que hemos nacido en Hispanoamérica, he sabido de Andrés Bello sin conocerlo realmente desde mis épocas en la escuela primaria, cuando aprendía gramática de acuerdo a sus métodos. Este vago conocimiento empezó a cambiar cuando estudié en la Universidad de Chile, la institución que él creó, a principios de la década de 1970. Años más tarde escribí algo sobre el primer Rector en el contexto de mi estudio sobre la filosofía chilena, y, con Sol Serrano, sobre la fundación de la Universidad. Si bien es cierto que para ese entonces estaba mucho más familiarizado con la obra de Bello, no sabía mucho sobre su persona. Esto a su vez cambió cuando me di cuenta que el pensador venezolano había vivido en Inglaterra por dos décadas, una cantidad de años que yo mismo había pasado resi- diendo en otro país, respirando otros aires y hablando cotidianamente otro idioma. Fue entonces cuando me sentí particularmente cercano a su persona y a su expe- riencia, especialmente en lo que se refiere a la preocupación por la lengua, la sensa- ción de carencia vital del expatriado, y el consuelo que otorga el vivir intensamente otras culturas, tanto pasadas como presentes, cuando ellas enseñan que la humani- dad es un tesoro compartido. Sin embargo, la idea de recorrer los caminos ya expertamente transitados por Miguel Luis Amunátegui, en su Vida de don Andrés Bello (1882), o Rafael Caldera con su Andrés Bello (1935), me hacían pensar que no había lugar para otra biografía. Fue solamente cuando conversé largamente con Simon Collier, a quien le debo muchísimo en este libro, que comprendí que había espacio, e incluso necesidad, para un nuevo estudio sobre Bello. No podía, sin em- bargo, repetir lo ya dicho, y esto significó una investigación de varios años en dife- rentes países y en más de una docena de archivos y bibliotecas. Pero tenía otro incentivo importante, puesto que Jean Franco, a cargo del comité editorial de la Oxford University Press, me pidió participar en la empresa editorial de publicar a los grandes autores del siglo XIX latinoamericano en inglés. Yo me encargué de Bello, y esto me hizo recorrer los 26 tomos de sus obras completas, algunos de los cuales leí varias veces. Con esta familiaridad, me sentí finalmente en condiciones de hacerme cargo de una interpretación de la obra del pensador venezolano, pero agregando nueva investigación, y las técnicas del campo de la historia. 13 Fundación Ignacio Larramendi Durante este largo proceso, adquirí una serie de deudas impagables, puesto que fueron muchas las personas e instituciones que hicieron posible esta investigación. Debo agradecer en primer lugar al personal del Archivo Central Andrés Bello de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, quienes con gran paciencia me sumi- nistraron, por años, los materiales que necesitaba, y por lo general en visitas con poco aviso. Quiero agradecer en particular a Darío Oses, Director, Antonia Rebolledo Hernández, investigadora, y a Gladys Sanhueza, la encargada de colecciones especia- les, por la generosidad con la que siempre acogieron mis estadías y pedidos. La señora Gladys no sólo me esperaba con los materiales listos cuando le decía que iba en camino, sino que me ayudó en un momento particularmente importante, que puede ser la peor pesadilla de un investigador: el cambio del sistema de clasificación de los manuscritos, cosa que por lo demás era muy necesaria, luego de años de tomar notas de acuerdo al sistema anterior. En Chile, también tuve la oportunidad de consultar los materiales sobre Bello en la Sala Medina de la Biblioteca Nacional, como también la información pertinente en el Archivo Nacional. Los libreros Erasmo Pizarro y Luis Rivano me ayudaron a localizar materiales que necesitaba tener conmigo para estu- diar con detenimiento, sobre todo primeras ediciones de las obras de Bello, y no en las cortas visitas que me permitían mis obligaciones. En Venezuela, tuve el privilegio de conocer y contar con el apoyo de Pedro Grases, quien me proporcionó una ayuda muy valiosa tanto por la generosidad con que la entregó, como por su conocimiento extraordinario de la biografía y la obra de Bello. Oscar Sambrano Urdaneta y Rafael Di Prisco, directores sucesivos de La Casa de Bello, y Edgar Páez, bibliotecario e investigador, facilitaron mi acceso a los manus- critos e impresos de esa excelente colección. No olvidaré nunca el apoyo del Dr. Rafael Caldera, quien compartió conmigo su amplio conocimiento sobre Bello, y manifestó un interés por esta investigación desde sus comienzos. Fue el Dr. Gonzalo Palacios, en esa época Agregado Cultural de la Embajada de Venezuela en Estados Unidos, quien me presentó al Dr. Caldera, y quien me ayudó con muchos otros contactos en Venezuela y además leyó este trabajo con gran cuidado. Una satisfacción inesperada durante el curso de esta investigación fue la localiza- ción de una serie de manuscritos y colecciones disponibles en otros países. Me refiero al Archivo Central del Museo Británico, la Biblioteca Guildhall de Londres, y el British and Foreign Bible Society, de Cambridge. También, la Biblioteca Sidney Jones de la Universidad de Liverpool, y la Biblioteca del Manchester College de Oxford, que tienen colecciones importantes de materiales de José María Blanco White, una de las figuras cruciales en la vida de Bello en Inglaterra. En España, el Archivo Histó- rico Nacional me suministró materiales importantes sobre el papel de Bello durante el período de la Independencia, sobre todo en los aspectos diplomáticos. En los Esta- dos Unidos, encontré con sorpresa y satisfacción materiales de Bello en el Archivo Nacional de los Estados Unidos, en Washington, en la Biblioteca Lilly, de Bloomington, 14 Fundación Ignacio Larramendi y en el Boston Public Library. En todos estos lugares, y en varias bibliotecas universi- tarias, encontré por lo general un personal especializado y amistoso a quien agradez- co enormemente la ayuda prestada. La mayor parte de la redacción del libro, primero en su versión inglesa, se realizó durante los años 1997 y 1998 en tres instituciones que me proporcionaron tanto afiliación como apoyo administrativo: el David Rockefeller Center for Latin American Studies de la Universidad de Harvard, en donde disfruté de la hospitalidad de John Coatsworth, Steve Reifenberg, Dan Hazen, Doris Sommer, y en donde pude com- partir con otros investigadores que estaban en ese momento en la universidad: Juan Enríquez Cabot, Juan Carlos Moreno, y Francisco Valdés-Ugalde.