José Raúl Capablanca

Nacido en la Habana, Cuba, el día 19 de Noviembre de 1888, José Raúl Capablanca fue el segundo hijo de un Oficial del Ejército. A los 4 años de edad aprendió los movimientos del Ajedrez observando a su Padre jugar. Una vez se sonrió durante un juego en que su Padre jugaba con un amigo. Cuando se le preguntó porque sonreía, el niño respondió: "Porque moviste tu Caballo a una casilla incorrecta." Muy pronto, su Padre lo llevó al Club Central de Ajedrez de Cuba en la Habana donde tuvieron que apilar libros en una silla para poder alcanzar la mesa y el tablero de Ajedrez.

A la edad de 11, se convirtió en el Campeón de Ajedrez de Cuba en 1900 derrotando a Juan Corzo. Capablanca rehusó estudiar Ajedrez y nunca leyó ningún libro de Ajedrez o estudió aperturas de Ajedrez. Y aún así, ganó el Campeonato Mundial a pesar de todo. El fue posiblemente el más grande jugador natural de Ajedrez que jamás haya existido. En 1905, a la edad de 17 años, entró a la Universidad de Columbia y jugó Ajedrez en el Manhattan Chess Club, derrotando al Campeón del Club. En 1906, el Campeón Mundial de Ajedrez, el Dr. , dió una exibición simultánea en el Club y Capablanca lo venció en un juego individual relámpago. En 1908, Capablanca inició un recorrido por los Estados Unidos por vez primera rompiendo todos los records de ambos: por resultados y rapidez de su juego simultaneo. Capablanca jugó 168 partidas en 10 sesiones consecutivas antes de perder su primer juego. En resúmen, su anotación fue de 703 victorias, 19 empates y 12 derrotas. En 1909, Capablanca conmocionó a toda la Comunidad Mundial de Ajedrez: se enfrentó al Campeón Norteamericano Frank Marshall y lo venció por 8-1 con 14 empates. Capablanca aprovechó algunas buenas oportunidades en su temprana carrera de Ajedrez que reforzaron su posición en el mundo del Ajedrez. Su victoria en contra de Frank Marshall, el cual derrotó de manera contundente, fue un escalón en su futuro como Ajedrecista.

Capablanca fue invitado a jugar en el Torneo de San Sebastian de 1911. Esto fue histórico por dos razones: 1.)- Sólo a última hora se invitó a Capablanca al Torneo, -este fue su primer Torneo Internacional de Ajedrez. 2.)- Nimzovich se quejó de que un jugador tan débil como Capablanca no debió ser incluido. Capablanca no solamente derrotó a Nimzovich en la primer ronda, ¡sino que ganó el Torneo! Esto convirtió a Capablanca en el más serio contendiente para retar a Lasker por el título Mundial. En Noviembre de 1911, Capablanca desafió al Campeon del Mundo Emanuel Lasker. Lasker respondió con 17 condiciones. Algunas de esas condiciones indicaban de que el encuentro sería para el primero que ganara seis partidas sin contar juegos empatados y con un total de 30 encuentros. Si después de 30 juegos, cualquier jugada debería conducir a 3 puntos (ej. 3:2, 2:1 o 1:0,) de otra manera se consideraría un empate y Lasker retendría el título. Lasker proporcionaría la fecha del Torneo con 4 semanas de anticipación y 2 semanas de aviso en caso de un cambio del lugar del Torneo. El Tiempo límite sería de 12 movimientos por hora y las sesiones de juegos de no más de 2 horas y media de duración. A Capablanca no le agradó algunas de las condiciones propuestas y Lasker no quiso saber más y rehusó reentablar las negociaciones.

En 1913, Capablanca obruvo un puesto en la Oficina Cubana del Exterior y de esa manera aliviando la presión de tener que ganarse la vida a través del Ajedrez. Capablanca era una figura muy importante para su país y ese trabajo vino a complementar su vida pública de una manera excelente. En un viaje de Capablanca al Consulado de Petersburg, hizo un recorrido por Europa. Visitó Londres, París, Berlin, Varsovia, Riga, Leningrado, Moscú, Kiev y Viena demostrando una espectacular destréza en Ajedrez simultáneo usualmente con una multitud récord de espectadores. Entre otros juegos, 24 partidas las jugó en contra de los mejores Maestros de Europa: Alekhine, Bernstein, Bogoljubow, Bogatirchuk, Salwe, Levenfish, Duz Hotimir- sky, Mieses, Nimzovich, Reti, Tartakower, Teichmann y otros más.

En el Torneo de St. Petersburg de 1914, el Dr. Lasker ganó el primer lugar, Capablanca el segundo lugar y por lo tanto uno de los 5 iniciales Gran Maestros de Ajedrez nombrados por el Zar Nicholas. En los 8 años siguientes entre 1916 a 1924, el primer juego que Capablanca perdió fue frente a Richard Reti en el Gran Torneo Internacional de Nueva York de 1924. Su derrota en contra de Reti fue un juego que dió la vuelta al mundo.

En 1920, Capablanca reta al Dr. Lasker de nueva cuenta por el título Mundial. Lasker no deseando jugar, "concede" su título a Capablanca, pero el público exige una contienda. Finalmente, en 1921, el Campeonato del Mundo se celebra en la Habana, Cuba. El evento es programado a 30 partidas pero después de 14 juegos, Lasker renuncia al título por motivos de salud. José Raúl Capablanca se corona Campeón Mundial.

En el Gran Torneo de Moscú de 1925, en una exibición simultánea, Capablanca ganó todos los juegos con excepción de un empate en contra de un muchacho de 12 años a quién le vaticinó después del juego: "Un día, tu vas a ser un Campeon." Ese joven se llamaba Mikhail Botvinnik. Botvinnik no solamente venció a Capablanca en AVRO 13 años más tarde, sino que eventualmente se convirtió en el Campeón Mundial.

En 1927, el grande no-estudioso genio del Ajedrez, Capablanca, perdió su título Mundial en contra del siempre-estudioso genio del Ajedrez Dr. Alekhine. Con récord nuevo de 25 empates, Alekhine ganó por 6-4. Fue el Torneo Mundial más largo en la historia del Ajedrez. Aunque José Capablanca era obviamente el retador titular al el Campeonato Mundial, Alekhine se rehusó a darle la revancha y en su lugar le jugó a Bogoljubov y a Euwe por el título.

José R. Capablanca perdió solamente 36 partidas de un total de 567 en toda su carrera como jugador de Ajedrez. No perdió un solo juego entre 1916 y 1924 y ganó 7, empató 35 y perdio 6 partidas de Campeonato Mundial con un resultado de 24½ puntos de un total de 48 juegos jugados. Capablanca nunca tuvo un tablero de Ajedrez en su casa. En Marzo 7 de 1942, sufre una embolia cerebral al estar analizando un juego de Ajedrez en el Club de Ajedrez de Manhattan. Muere al día siguiente en el hospital Monte Sinaí el mismo hospital en el que Emanuel Lasker falleciera un año antes.

José Capablanca fue sepultado con grandes honores en La Habana, Cuba. El General Batista, Presidente de Cuba, se hizo cargo personalmente de los trámites funerarios. Capablanca fue el Campeón mundial de menos duración en vida muriendo a la edad de 53 años y 109 días. Fue Campeón Mundial por 6 años y nunca se le dio la oportunidad por una revancha. Su clasificación de ELO histórica ha sido calculada en 2725. En el año de 1951, Cuba editó una estampilla de 25 centavos con el retrato de Capablanca en ella. Fue la primer estampilla emitida con la figura de un Maestro de Ajedrez. Frases de Capablanca:

"En ajedrez cuando juegas con un fuerte jugador las dos armas disponibles para vencerlo deben ser lógica y imaginación"

"Se puede sacar más provecho de una partida perdida que de cien ganadas"

"El Ajedrez es algo más que un juego; es una diversión intelectual que tiene algo de Arte y mucho de Ciencia. Es además, un medio de acercamiento social e intelectual"

"El Ajedrez sirve, como pocas cosas en este mundo, para distraer y olvidar momentáneamente las preocupaciones de la vida diaria."

"El Ajedrez, como todas las demás cosas, puede aprenderse hasta un punto y no más allá. Lo demás depende de la naturaleza de la persona."

"De pocas partidas he aprendido tanto como de la mayoría de mis derrotas."

"El buen jugador siempre tiene suerte."

"Si ha pensado en un plan correcto, debe llevarlo a cabo rigurosamente"

"Hablando de mí mismo, puedo decir que el estilo de mi juego no se corresponde totalmente a mi temperamento sureño. Siempre juego con cautela y evito los riesgos, porque me gusta la sencillez... Tengo por principio no arriesgarme en las partidas decisivas."

"Hubo períodos en mi vida en los que pensaba que no podía perder ni una partida. Más tarde sufría una derrota, y eso hacía que despertase de mis sueños y volviese a la tierra".

"Puedo adivinar en un momento lo que se oculta detrás de las posiciones y que es lo que puede ocurrir o lo que va a ocurrir. Otros maestros tienen que hacer análisis para obtener algunos resultados, mientras a mí me bastan unos instantes".

"Es necesesario proteger al Rey con el mínimo de piezas y atacar al Rey adversario con el máximo de piezas."

"Hay que eliminar la hojarasca del tablero".

"Cuando ustedes ven una posición, se preguntan qué puede suceder, qué sucederá. Yo lo sé".

"Jamás he estudiado ajedrez. Sólo estudio ajedrez cuando juego una partida".

"Aprendí a jugar al ajedrez antes que a leer".

"Yo sé a simple vista cómo ha de tratarse una posición, lo que puede ocurrir, lo que va a suceder; otros hacen ensayos, pero yo sé, yo sé".

"Yo todavía no había cumplido los cinco años cuando entré un día en el despacho de mi padre y le vi jugando con un hombre. Nunca antes había visto una partida de ajedrez y las piezas llamaron mi atención. Al día siguiente volví a observar jugar a mi padre. El tercer día, mi padre, que era un principiante en el ajedrez, movió su caballo de una casilla blanca a otra del mismo color. Su adversario, no mejor jugador que él, no se dio cuenta de ello. Mi padre ganó la partida y yo le dije que había engañado a su rival. Por poco me echa de la habitación, pero yo le indiqué que era lo que había hecho. Me preguntó qué sabía sobre el ajedrez y le dije que podía ganarle. Me respondió: "Eso es imposible poque tú no sabes ni colocar las piezas". Jugamos una partida y gané. Ese fue mi comienzo".

Una genial partida:

Moscú 1914 Bernstein-Capablanca

1. d4 d5 2.Cf3 Cf6 3.c4 e6 4.Cc3 Ae7 5.Ag5 0-0 6.e3 Cbd7 7.Tc1 c6 8.cxd5 exd5 9.Da4 Ab7 10.Aa6 Axa6 11.Dxa6 c5 12.Axf6 Cxf6 13.dxc5 bxc5 14.0-0 Db6 15.De2 c4 16.Tfd1 Tfd8 17.Cd4 Ab4 18.b3 Tac8 19.bxc4 dxc4 20.Tc2 Axc3 21.Txc3 Cd5 22. Tc2 c3 23.Td8 c1 Tc5 24.Cb3 Tc6 25.Cd4 Tc7 26.Cb5 Tc5 27.Cxc3 Cxc3 28.Txc3 Txc3 29. Txc3 Db2!! (ventaja negra decisiva).

Opiniones de otros Ajedrecistas:

"A Capablanca no le gustan ni las posiciones complicadas, ni las aventuras. Quiere saber de antemano hacia dónde va y su estilo tiene su propia lógica. La profundidad de su juego es la de un matemático, no la de un poeta. Tiene el alma de romano, no de griego"(Emanuel Lasker)

"He conocido a muchos jugadores de ajedrez, pero entre ellos sólo un genio, ¡Capablanca! Su ideal era ganar mediante maniobras. El genio de Capablanca se revela en su capacidad de poner a prueba los puntos débiles del oponente. La menor debilidad no puede escapar a su certera mirada" (Emanuel Lasker)

"El más grande jugador de ajedrez de todos los tiempos" ()

"Es imposible comprender el mundo del Ajedrez sin mirarlo con los ojos de Capablanca" (Botvinnik)

"Sin la técnica es imposible alcanzar la cumbre en ajedrez y, por consiguiente, todos hemos tratado de asimilar la maravillosa y sutil técnica de Capablanca" (Tahl)

"Capablanca fue el mejor porque no necesitó molestarse" (Najdorf)

"Fui educado en las partidas de Capablanca y Nimzovich, quienes pasaron a formar parte de mi carne y de mi sangre ajedrecística" (Petrosian)

"Capablanca era uno de los mejores jugadores de la historia. Un ajedrecista extraordinario. No trabajaba mucho en el ajedrez. Trabajaba, pero no excesivamente". (Fischer)

"Capablanca no conocía apenas la teoría y vivía -al menos la existencia cotidiana- fuera del ajedrez. Casi no hacía nada y trabajaba mucho menos que otros jugadores, lo que no le impidió ganar los torneos y encuentros más importantes, manteniéndose invicto durante años (de todos los campeones fue el que menos partidas perdió). ¿No es ésta una indicación de talento ilimitado, de indudable genio ajedrecístico?" (Kasparov)

José Raúl Capablanca

José Raúl Capablanca y Graupera (La Habana, 19 de noviembre de 1888 - Nueva York, 8 de marzo de 1942) fue un ajedrecista cubano, campeón mundial de ajedrez de 1921 a 1927. Por su genio precoz, fue apodado "el Mozart del ajedrez"; por el aura de invencibilidad en su época dorada se le llamó "la máquina del ajedrez". Carrera ajedrecística

Primeros años

Nació en el Castillo del Príncipe, instalación militar de La Habana colonial (provincia de Cuba, España), el 19 de noviembre de 1888. José Raúl fue el segundo hijo de José María Capablanca Fernández, natural de Bayamo, Oriente, oficial del ejército español —Cuba no había aún conseguido su independencia— y la matancera María Graupera Marín.

Según su propio relato, Capablanca aprendió las reglas del juego a los cuatro años de edad, observando a su padre jugar con amigos. En el transcurso de una de las partidas, que éste jugaba habitualmente por las tardes con el General Loño, de quien era asistente, observó que don José María, movía el caballo de una manera no permitida; ante la sorpresa de todos, lo acusó de hacer trampas y pasó a demostrarle lo que había hecho.

Cuando el niño cumplió los cinco años su padre comenzó a llevarlo al Club de Ajedrez de La Habana. A los mejores jugadores del club les fue imposible derrotarlo dándole ventaja de dama. En diciembre de 1901, a la edad de trece años, derrotó al campeón nacional cubano Juan Corzo con el resultado de 4 victorias, 3 derrotas, y 6 tablas.

Hacia la cima

Terminó sus estudios en el Instituto de Bachillerato de Matanzas. Su familia no disponía de recursos como para permitirle estudiar en el extranjero, pero en vista de sus buenos resultados académicos, su mecenas Ramón San Pelayo se dispuso a financiar su formación en los Estados Unidos. Cursó la secundaria en la Escuela Woodycliff de Nueva Jersey aspirando a entrar en la Universidad de Columbia para seguir la carrera de ingeniería química. Sin embargo, permanentemente distraído por su pasión en el juego ciencia, sólo cursó los dos primeros años.

En 1905 comenzó a frecuentar el Club de Ajedrez de Manhattan: En la noche del 6 de abril de 1906 participó en un torneo relámpago en el que, tras sucesivas partidas eliminatorias, venció al gran Emanuel Lasker, ante el asombro de todos, adjudicándose el torneo. Lasker estrechó la mano de su vencedor diciéndole: "Es notable joven, usted no ha cometido errores".

En su primer encuentro internacional, enfrentó al maestro norteamericano Eugene Delmar, a quien le ganó todas las partidas, a pesar de haberle otorgado ventaja de peón y salida.

Entre fines de 1908 y 1909 participó en una prolongada gira estadounidense; de un total de 734 partidas, ganó 703, entabló 19 y sólo sufrió 12 derrotas.

En 1909, a la edad de 20 años, Capablanca ganó un encuentro al campeón estadounidense Frank Marshall (+8 -1 =14). Fue la insistencia de Marshall lo que permitió que se le dejara participar al joven Capablanca en el torneo de San Sebastián, España en 1911. Ésta era una de las competiciones más importantes de la época; todos los grandes jugadores del planeta estarían presentes excepto el entonces campeón mundial Emmanuel Lasker. Al inicio del torneo Ossip Bernstein y Aaron Nimzowitsch objetaron la presencia del invitado pues éste no había ganado todavía ninguno de los grandes torneos. Sin embargo, después de que Capablanca ganara su primer juego contra Bernstein (en una partida que le otorgaría el premio a la brillantez), [1] éste reconoció su talento y dijo que no se sorprendería si su vencedor terminaba ganando la presa mayor.

Tras una movida durante un juego en la variedad de ajedrez rápido, Nimzowitsch se ofendió a raíz de un comentario de Capablanca, a quien respondió: "Los jugadores sin trayectoria deberían mantener la boca cerrada en presencia de sus superiores". En el acto, Capablanca retó a Nimzowitsch a enfrentarlo en una serie de juegos rápidos, los cuales ganó fácilmente. Los maestros presentes en el lugar concluyeron que el joven cubano era insuperable en la variante rápida, distinción que le correspondería hasta el final de su vida. Capablanca efectivamente terminó ganando el campeonato (nuevamente frente a Nimzowitsch), usando una apertura muy admirada por Mikhail Botvinnik, [2] y asombrando el mundo del ajedrez al ganar con balance de +6 -1 =7, delante de , y .

En 1911 retó a Lasker por el campeonato del mundo. El alemán aceptó el desafío pero propuso 17 condiciones para el cruce. Capablanca no estuvo de acuerdo con algunas y no llegaron a un acuerdo.

En 1913 jugó en La Habana y terminó segundo detrás de Frank Marshall, habiendo perdido una de las partidas contra el norteamericano después de tener una posición ventajosa. [3] Reuben Fine afirmó que Capablanca había exigido al alcalde el desalojar a todos los espectadores para que no lo vieran en el mal estado de ánimo mientras perdía. Esta historia ha circulado en libros y en la Red; sin embargo, el libro de Edward G. Winter (véase aquí) documenta que la historia de Fine no tiene ningún fundamento. Demuestra en cambio que los 600 espectadores presentes, que naturalmente apoyaban a su compatriota, le dieron a Marshall una fuerte ovación. Las notas del mismo Marshall corroboran esta versión: Cuando escuchó el griterío de la multitud creyó que lo iban a linchar, por lo que pidió una escolta de seguridad para que lo llevara rápidamente a su hotel. Después le contaron lo que había sucedido en realidad.

Inmediatamente después de esto Capablanca obtuvo un resultado de +13 -0 =0 en un torneo en Nueva York, aunque Oldrich Duras era el único Gran Maestro Internacional entre sus rivales.

En septiembre de 1913 consiguió un trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. El sueldo mediano le permitió seguir disfrutando de su pasión ajedrecística y realizar algunos viajes al exterior en busca de nuevos desafíos. Durante muchos años fue el cubano más famoso.

Luego jugó una serie de partidas en Europa contra los mejores jugadores de la época: en Berlín derrotó a Jacques Mieses y a Richard Teichmann; en San Petersburgo jugó una serie de seis partidas, dos contra Alexander Alekhine, dos contra Yevgeni Znosko- Borovski y dos contra Fiodor Dus-Khotimirsky, perdiendo una vez contra Znosko- Borovski y ganando el resto. Estos fueron sus primeros encuentros con Alekhine, quien fue superado ampliamente. [4], [5] Luego en Riga batió a Nimzowitsch en un elegante final de alfiles de color opuesto.[6] En Moscú venció a Bernstein en una partida que aparece en muchas antologías como una joya por la jugada ganadora 29... - Db2!!, y por la nueva estrategia de peones colgantes, [7]. En Kiev superó a Bogatyrchuk entre otros. Ya en Viena derrotó a Richard Réti en una partida y a Savielly Tartakower 1,5-0,5. Capablanca dio también un gran número de partidas simultáneas destacadas por su rapidez y gran cantidad de victorias.

En el gran torneo de 1914 en San Petersburgo, con la participación de la mayoría de los mejores jugadores del mundo (con la excepción de los del Imperio austrohúngaro), Capablanca se encontró con el gran Lasker por primera vez en un torneo normal (el cubano había ya ganado la final del mencionado torneo de ajedrez relámpago de 1906, en el que innovó con una ahora famosa composición final). Capablanca tomó ventaja de un punto y medio en las rondas preliminares, y obligó a Lasker a luchar por el empate. [8], [9] Ganó nuevamente el premio por brillantez contra Bernstein [10] y tuvo algunas victorias importantes contra David Janowsky, [11] Nimzowitsch [12] y Alekhine. [13]

Sin embargo fue víctima de una notoria mejoría de Lasker en la segunda parte del torneo, que incluyó una famosa victoria del alemán. [14] Terminó segundo, detrás de Lasker con 13 puntos contra 13,5 del alemán, pero adelante de Alekhine, quien finalizó en tercer puesto. Al concluir el torneo, el Zar Nicolás II proclamó a los cinco ganadores de premios (Lasker, Capablanca, Alekhine, Tarrasch y Marshall) como "Grandes Maestros del Ajedrez".

Campeón Mundial

En 1920, Lasker se dio cuenta de que Capablanca se estaba haciendo demasiado fuerte y, decidió renunciar al título en favor de éste, añadiendo: "Usted ha ganado el título no por la formalidad de un desafío, sino por su brillante maestría". El cubano prefería ganarlo en una partida, pero Lasker insistió en que era él ahora el retador. En 1921 jugaron el campeonato en La Habana donde Capablanca venció al alemán sin perder una sola partida: +4 -0 =10. No sería sino hasta ocho décadas más tarde que esto se repetiría, cuando en el año 2000 Vladímir Krámnik le ganó a Garry Kasparov +2 -0 =13.

El nuevo campeón del mundo, Capablanca, dominó en Londres en 1922. Hubo un número interesante de jugadores fuertes y se creía que el campeón no debería poder evadir retos a su título como había sucedido en el pasado. En este torneo, algunos de los mejores jugadores de la época (Alexander Alekhine, Efim Bogoljubov, Géza Maróczy, Richard Réti, Akiba Rubinstein, Tartakower y Milan Vidmar), se reunieron para discutir reglas para los campeonatos mundiales por venir. Entre otras cosas, una de las condiciones propuestas por el campeón fue que el aspirante al título tendría que reunir al menos diez mil dólares para el premio.

En los años siguientes, Rubinstein y Nimzowitsch desafiaron a Capablanca pero no lograron reunir el dinero.

Resultó segundo en Nueva York en 1924, otra vez por delante de Alekhine. En 1925 fue tercero en Moscú detrás de Efim Bogoljubov y Lasker. Pero en 1927 dominó el torneo en Nueva York contra seis jugadores sin perder una partida y con 2,5 puntos más que Alekhine. En este periodo también hubo varios cambios en la vida personal del maestro. En diciembre de 1921 se casó con Gloria Simoni Betancourt. Tuvieron un hijo, José Raúl, en 1923 y una hija, Gloria, en 1925, pero el matrimonio terminó en divorcio. También perdió a su padre y a su madre.

Pérdida del título

El éxito en Nueva York en 1927 fue excepcional: terminó invicto en una vuelta cuádruple con seis de los mejores jugadores del mundo y con 2,5 puntos por encima del segundo lugar (Alekhine). Capablanca también superó al moscovita en su primer enfrentamiento, [15] ganó el premio de la partida más brillante contra Rudolf Spielmann [16] y ganó dos juegos interesantes contra Nimzowitsch. [17], [18]

Esto le dejó como el gran favorito para el campeonato contra Alekhine —que hasta entonces no había podido ganar nunca a Capablanca—. El desafío fue respaldado por un grupo de hombres de negocios argentinos y el presidente de este país, que garantizó los fondos.

La proximidad del partido llevó a una serie de pronósticos sobre su resultado: El gran maestro austríaco Rudolf Spielmann sentenció: "Alekhine no va a ganar ninguna partida"; según Vidmar: "Alekhine no tiene ni la sombra de una posibilidad"; Bogoljubov coincidió: "El resultado final va a ser 6 x 3 a favor de Capablanca"; Nimzowitch y Maroczy se pronunciaron también en favor de la victoria del cubano.

El propio Capablanca se sentía seguro de su triunfo, por lo que —fiel a su estilo— no se preparó para el encuentro, confiando en su capacidad única para resolver los problemas directamente frente al tablero; en cambio, llevado por sus responsabilidades laborales como representante del ajedrez de Cuba, participó en una gira de partidas de exhibición por el Brasil.

En una estrategia diametralmente opuesta, su contrincante se dedicó a la compleja tarea de estudiar con inédita profundidad los patrones subyacentes en el estilo de juego de Capablanca, sus movimientos recurrentes y respuestas ante problemas complicados, etc., inaugurando una forma de trabajo que es norma hoy en día entre los máximos exponentes del ajedrez mundial.

El encuentro se jugó en septiembre en Buenos Aires. Ganaría el primero en obtener seis victorias. Alekhine jugó con paciencia y solidez, llevó a Capablanca a perder la primera partida de manera mediocre, [19] para luego tomar ventaja ganando las partidas número 3 [20] y 7 [21] —juegos de ataque más al estilo de Alekhine— luego perdió las partidas 11 [22] y 12. [23] Capablanca intentó convencer a Alekhine para anular la cita después de una larga serie de tablas. El ruso rehusó, y acabó venciendo +6 -3 =25, en el encuentro más largo de la historia del campeonato del mundo exceptuando el campeonato en 1985 entre Karpov y Kasparov.

Alekhine no aceptó jugar la revancha, contraviniendo una de las condiciones del enfrentamiento. A pesar del colapso de los mercados financieros en 1929, Alekhine siguió insistiendo en las condiciones acordadas en Londres, es decir, Capablanca estaba obligado a recaudar u$s 10,000. El aspirante no logró satisfacer esta condición. En cambio, Alekhine jugó dos campeonatos mundiales contra Efim Bogoljubov, que era un