LOS HALFFTER

CICLO DE MIÉRCOLES DEL 25 DE NOVIEMBRE AL 9 DE DICIEMBRE DE 2020

1 LOS HALFFTER

CICLO DE MIÉRCOLES DEL 25 DE NOVIEMBRE AL 9 DE DICIEMBRE DE 2020 lo largo del último siglo, los Halffter (los hermanos Ernesto y Rodolfo, y su sobrino Cristóbal) han sido una de las sagas más destacadas de la creación musical española. En este 2020, cuando Cristóbal cumple 90 años y se celebran el 120 aniversario del nacimiento de Rodolfo y el 115 de Ernesto, la FundaciónA Juan March les dedica este ciclo que aglutina sus obras más significativas en tres formatos camerísticos: la canción, el piano solista y el cuarteto de cuerda. El ciclo Marinero en tierra Op. 27 de Rodolfo (comenzado en 1925) y la Sonata para piano de Ernesto (comenzada en 1926) inician un recorrido centenario que incluye el estreno absoluto del Cuarteto nº 11 de Cristóbal, finalizado en 2019 y compuesto expresamente para esta conmemoración.

Fundación Juan March ÍNDICE

7 UNA ATALAYA MUSICAL CENTENARIA Germán Gan Quesada Los Halffter, notas biográficas (aproximadamente) paralelas Coda (y algunos homenajes) 23 Miércoles, 25 de noviembre Marta Mathéu, soprano Albert Guinovart, piano 44 Miércoles, 2 de diciembre Juan Carlos Garvayo, piano 60 Miércoles, 9 de diciembre Cuarteto Quiroga 76 Apéndice fotográfico Legado 90 Bibliografía Autor de las notas al programa Una atalaya musical centenaria

Germán Gan Quesada

Jamás un paisaje podrá ser idéntico a través de varios temperamentos de músico, de pintor, de poeta. Cada paisaje se compone de una multitud de elementos esenciales −montañas, árboles, ríos, prados, caminos− sin contar con los detalles más insignificantes, que, a veces, suelen ser los más significativos. A cada individuo le impresionará un conjunto de determinados elementos evocativos −uno de los varios paisajes que, como una tricromía, hay superpuestos en el paisaje− y las interpretaciones, siendo de una misma cosa, a una misma luz, desde un sitio mismo, serán completamente distintas. Esto en cuanto a lo físico, que en la interpretación espiritual, los valores son infinitos… [Juan Ramón Jiménez, “Aforismo nº 75”, en Ideolojía (1897-1957)]. Metamórfosis IV, ed. de Antonio Sánchez Romeralo, Barcelona, Anthropos, 1990, p. 32

Como indicaba Juan Ramón Jiménez en tan afrontarlo con suficiente coherencia y uno de sus más conocidos aforismos, en diversidad. El ciclo Los Halffter se ahínca la visión panorámica de un paisaje son de- en esa necesidad de variedad y cohesión terminantes la perspectiva desde la que se simultáneas. Cronológicamente, la distan- contempla, el modo en que se articula la cia que separa las fechas de estreno de las infinitud de elementos que lo constituyen obras extremas del repertorio de sus pro- y el juicio que su observación suscita en el gramas –de 1923 a este mismo 2020– cubre espectador. Mutatis mutandis, la propuesta un siglo de adaptaciones, innovaciones, de un panorama de la música española de pervivencias y cambios de paradigmas téc- los últimos cien años, circunscrito a una nicos y estéticos de estimulante pluralidad. serie de tres conciertos, también ha de de- Y lo hace tomando como elemento de liga- limitar a la fuerza perspectivas que permi- zón la notoriedad creativa de un apellido común en todo ese periodo: Halffter, en las Cristóbal Halffter en el ciclo figuras de los hermanos Rodolfo y Ernesto Música española contemporánea, Halffter Escriche (1900-1987 y 1905-1989, 12 de febrero de 1975. Archivo respectivamente) y de su sobrino Cristóbal Fundación Juan March, . Halffter Jiménez-Encina (1930), miembros

6 7 Izquierda, Ernesto Halffter [años de una saga musical familiar cuya evalua- veinte]. Legado Ernesto Halffter. ción, en un futuro próximo, habrá de con- Biblioteca / Centro de Apoyo a la tar con su continuidad natural en el hijo Investigación. Fundación Juan menor de este, el director de orquesta y March, Madrid. Arriba, Rodolfo compositor –hace apenas cuatro meses se Halffter. Biblioteca / Centro daba a conocer su Quinteto con piano en el de Ayuda a la Investigación. Arp Museum del enclave renano-palatino Fundación Juan March, Madrid. de Rolandseck– Pedro Halffter Caro. No escasean las fuentes documentales sobre las que respaldar una posible apro- ximación, en clave halffteriana, a la músi- ca española del último siglo: el legado de Ernesto Halffter, recientemente deposita- do en la Fundación Juan March, el archivo de , cedido a la madrileña Residencia de Estudiantes en octubre de 2002, y la colección Cristóbal Halffter de la Paul Sacher Stiftung de Basilea son el punto de partida obligado para un exa- men pormenorizado de sus respectivas trayectorias, y su consulta quizá permita

8 9 29

25 32

18 26 27 30 24 28 31 20

15 8 9 17 11 21 13 19 12 23 10 14 16 22

6

7 2 3 4 5

1

Banquete de homenaje a Ernesto Halffter 1. Oscar Esplá 12. Fernando Valero Kotovich 23. Gustavo Durán con amigos y compañeros, con motivo del 2. Dr. Cristóbal Jiménez-Encina 13. Antonio Ribera i Maneja 24. Luis Marquina Premio Nacional de Música por su obra 3. Criso Galatti 14. Emilio Halffter 25. Antonio Matamala Sinfonietta en un restaurante en [Pintor] 4. Ernesto Halffter 15. Fernando Vela 26. José Antonio Álvarez Cantos Rosales, Parque del Oeste. Madrid, 1925. 5. Ernesto Halffter Hein 16. Joaquín Turina 27. Rodolfo Halffter Legado Ernesto Halffter. Biblioteca / Centro 6. [sin identificar] 17. Conrado del Campo 28. José Ortega y Gasset de Apoyo a la Investigación. Fundación Juan 7. Enrique Sánchez García 18. Juan José Mantecón 29. [Ismael] Roso de Luna March, Madrid. 8. Carlos Bosch 19. Julio Gómez 30. ¿ Gabriel Abreu ? 9. José Ramón Blanco Recio 20. Regino Sainz de la Maza 31. ¿ Ramón Cantos ? 10. Daniel Vázquez Díaz 21. [sin identificar] 31. Adolfo Salazar 11. Eva Preetsman Aggerholm 22. Luis Jiménez-Encina Quesada 10 11 a sus numerosas aportaciones al mundo Ernesto Halffter (Sinfonietta en la edición del ballet, o trabajos que reconozcan y eva- de Oxford-Londres de 1931; Sonatina (sui- lúen sus contribuciones en el ámbito de la te) en Barcelona en 1936; Canticum in P. P. música fílmica, especialmente fecundas Johannem XXIII en 1965), Rodolfo Halffter en los casos de Ernesto–de la aún muda (Don Lindo de Almería (suite) Op. 7b en Carmen (1926) a Los gallos de la madruga- Barcelona en 1936; Obertura concertante da (1970)– y de Rodolfo, tanto antes de la Op. 5 en Nueva York en 1941) y, finalmen- Guerra Civil (La traviesa molinera, 1934; La te, Cristóbal Halffter, presente en cuatro señorita de Trevélez, 1936), como durante ediciones entre 1962 y 1980. ella −en formatos documentales− y ya en Con el “menor” de los Halffter, este ci- tierras mexicanas (y no solo las buñue- clo se adentrará tanto en el terreno de la lescas Los olvidados, 1950, y Nazarín, 1959). “nueva música” de posguerra –en tanto Tampoco es menospreciable la labor para que personalidad influyente en la renova- la gran pantalla de su sobrino Cristóbal, ción de la música española desde media- en títulos como El beso de Judas (1953), A dos del pasado siglo– como en la creación las cinco de la tarde (1960) o El extraño viaje presente, gracias a su aún abierta activi- (1964). dad compositiva, de la que da fe la primera A pesar de estos ángulos opacos, el in- audición de una de sus últimas obras. Por terés intrínseco de la producción de los su parte, la generosa selección de los ca- tres protagonistas del ciclo, y su capacidad tálogos de sus tíos Rodolfo y Ernesto abre metonímica de las situaciones musicales una ventana a tres dimensiones inexcusa- y culturales en las que se desenvolvieron, bles de la música española del siglo xx. En avala también la viabilidad del enfoque primer lugar, su ilimitada vitalidad duran- propuesto en esta ocasión. Por más que el te el periodo de entreguerras –esa “Edad significado efectivo de los reconocimien- de Plata” indiscutible, por más que el tér- tos oficiales pueda rebatirse, no deja de mino sí lo sea–, de la que ambos hermanos Adolfo Salazar, ser testimonio de la visibilidad pública del fueron partícipes determinantes antes y Foto dedicada a apellido Halffter su constancia en la nómi- después de la constitución, en noviembre Ernesto Halffter, na de los Concursos Nacionales de Música de 1930, de ese efímero Grupo de los Ocho 1925. Legado Ernesto (Ernesto Halffter con su Sinfonietta en la al que la Fundación Juan March dedica- Halffter. Biblioteca / edición de 1924-1925; Cristóbal Halffter ra amplio espacio en marzo de 2010. En Centro de Apoyo por el Concierto para piano y orquesta segundo término, la compleja situación a la Investigación. [nº 0] en 1953) y, aún más, la concesión de los protagonistas de la vida musical Fundación Juan del Premio Nacional de Música a “los tres española durante el franquismo, pobla- March, Madrid. Halffter” ya en pleno periodo democrático da de silencios y olvidos y necesitada de (1984, 1986 y 1989). O, de modo igualmente un serio y desprejuiciado examen. Y, last paliar la relativa carencia de estudios mo- la contemporánea, pero quedan anchos revelador, la proyección internacional que but not least, la difícil, parcial y estratégica nográficos actuales sobre su papel en la campos inexplorados o insuficientemente supuso para su obra –en representación de reintegración del transtierro republica- dinámica cultural de la pasada centuria en abordados, cuyo análisis conjunto contri- la música española– su programación en no en la escena cultural del país, atendida nuestro país. Muchas de sus composicio- buiría sin duda a matizar la significación un foro de la relevancia del festival anual por la Fundación Juan March en noviem- nes son, es cierto, referencia inexcusable halffteriana durante ese largo periodo. de la Sociedad Internacional de Música bre de 2017 en su ciclo Bacarisse y el exilio –y en buena medida tópica– en cualquier Son precisos, por ejemplo, acercamien- Contemporánea, donde en repetidas oca- y cifrada, en esta ocasión, en el nombre de recorrido histórico por la música españo- tos analíticos, escénicos y coreográficos siones se incluyeron composiciones de Rodolfo Halffter.

12 13 LOS HALFFTER. con ballets como El cojo enamorado (1955) NOTAS BIOGRÁFICAS o la Fantasía galaica (1956). Ambas par- (APROXIMADAMENTE) tituras fueron preludio de dos postreras PARALELAS revivificaciones creativas: la tardía de la década de 1980 –representada por pági- Pese a su mayor juventud, fue Ernesto el nas pianísticas como las programadas primero de los Halffter en cobrar premi- en el segundo concierto del ciclo– y la nencia pública: su condición de “discípulo más temprana de los años sesenta, en predilecto” de –ese abru- obras sinfónico-corales (Canticum in P. mador “magisterio permanente” falliano P. Johannem XXIII, 1963; Dominus pastor que reivindicara en su discurso de ingre- meus (Salmos XXII y CXVI), 1965) y concer- so en la Real Academia de Bellas Artes de tantes (Concierto para guitarra y orquesta, San Fernando en 1973–, la decidida pro- 1969). moción de su incipiente catálogo por par- A inicios de ese mismo decenio co- te de voces críticas tan poderosas como la menzaba a recuperar Rodolfo Halffter de Adolfo Salazar, y el ofrecimiento como los paisajes españoles que se había visto modelo para la moderna música española obligado a abandonar en 1939. Saludado de obras como la Sinfonietta (1923-1927) por Roberto Gerhard desde la revista y el ballet Sonatina (1927-1928) –por ci- Mirador en febrero de 1931 como “[…] tar al propio Salazar, el paso del “soleado tal vez el compositor del grupo que ha mar […] de nuestro litoral mediterráneo” llegado a un estilo más depurado y sos- a la “primera época romántica españo- tenido” –en comparación con el resto de la, impregnada también del perfume de los integrantes del Grupo de los Ocho–, el tabaco de los clavecinistas” (!)– hicieron Halffter “mayor” ya había dado muestra de Ernesto Halffter la cabeza de cartel de de esa precoz madurez, por ejemplo, en esa nueva promoción musical, un lugar las Dos sonatas de El Escorial Op. 2 (1928), pronto refrendado institucionalmente y en años posteriores acrecentaría su desde la Orquesta Bética de Sevilla (1924) catálogo con composiciones tan estima- y la dirección del conservatorio sevillano bles como los ya mencionados Obertura diez años más tarde. Su discutido “exilio” concertante Op. 5 (1932) y Don Lindo de portugués entre 1936 e inicios de la déca- Almería Op. 7 (1935), ballet con argumen- da de 1950 no le supuso un alejamiento to de José Bergamín. Figura destacada en real de la escena musical española, que la política cultural y musical republica- durante años, y hasta noviembre de 1961, na durante la Guerra Civil –inevitable la hubo de esperar la ansiada conclusión de referencia a su edición, junto a Gustavo la Atlántida de su maestro, mientras el Pittaluga, de las Canciones de la Guerra catálogo propio avanzaba, a duras penas, Civil de España (1937)–, el exilio mexicano al que hubo de acogerse no interrumpió su labor creativa, continuada desde bien Adolfo Salazar, “Ernesto Halffter et la temprano en obras como el Concierto para jeune génération musicale en Espagne”, violín y orquesta Op. 11 o el ballet La madru- Cahiers d’Art, 4 (1929), p. 34. Gallica. gada del panadero Op. 12, ambas fechadas Bibliothèque Nationale de France, París. en 1940. Y, de hecho, se integró pronto,

14 15 como ha estudiado Consuelo Carredano, cadas de creación sonora han prolongado en los círculos intelectuales de su país y enriquecido en el catálogo de Cristóbal de adopción, donde ocupó puestos do- Halffter las multiformes resonancias de centes, de gestión cultural y promoción su apellido en la música española. editorial que le granjearon un muy desta- cado aprecio en México. Tanto esta etapa CODA americana inicial como su producción (Y ALGUNOS HOMENAJES) más tardía, con un pie en ambas orillas atlánticas y una extraordinaria capacidad Aun glosadas de manera independien- de síntesis estilística, se hallan también te, las trayectorias biográficas de los tres sobradamente representadas en estos Halffter presentan ya, no solo lógicas conciertos. intersecciones espaciales y tempora- Y, finalmente, Cristóbal Halffter. Salvo les, sino también relaciones comunes, por la inclusión en el ciclo de la pianística colaboraciones compartidas y circuns- Ecos de un antiguo órgano [Solo XII] (2000) tancias coincidentes de encargo y opor- y de dos de sus más recientes cuartetos de tunidades de difusión para sus músicas, cuerda −datados en 2016 y 2019−, la tem- que se suceden a lo largo de las décadas prana cronología de casi todas sus piezas y que irán aflorando en los comentarios vocales y la relativa parquedad de su pro- particulares de cada concierto. Un ejem- ducción para piano solista son motivos plo palmario de ello sería el protagonis- convincentes para decidir iluminar en mo halffteriano en los encargos de la estas tres sesiones un aspecto del compo- Semana de Música Religiosa de Cuenca sitor menos frecuentado que su lenguaje en el decenio de 1960, que recayeron su- vanguardista y su reconocido magisterio cesivamente en Cristóbal Halffter (In en la gran forma y el sonido orquestal: esa exspectatione resurrectionis Domini, 1963), “música de recia armadura rítmica […] Ernesto Halffter (Dominus pastor meus ironía y gracia ingenua” que Fernando (Salmos XXII y CXVI), 1965) y, finalmente, Ruiz Coca ensalzaba en la revista Ateneo Rodolfo Halffter (Pregón para una Pascua en fecha tan temprana como 1953 y que, pobre Op. 32, 1968). en años posteriores, iría incorporando la Las conexiones, sin embargo, son más huella asumida de la música de sus tíos a estrechas en el ámbito puramente musi- sus referentes modernistas internaciona- cal: así, en el segundo concierto de este les más destacados (Bartók, Stravinsky, ciclo se interpretará el Homenaje a Rodolfo Schönberg y, más tarde, Webern). Entre Halffter que le dedicó su hermano Ernesto la precoz Sonata para piano (1951), que en 1988. Y en su faceta como director de tendremos oportunidad de escuchar en orquesta, Cristóbal Halffter ha afronta- este ciclo –y cuya naturaleza “muy hal- do a menudo composiciones de sus dos ffteriana” reconocía Rodolfo Halffter en tíos (Sinfonietta, Rapsodia portuguesa o octubre de 1958, en la primera muestra del intercambio epistolar con su sobri- no–, hasta el estreno de su Quinteto para Reportaje de F. Alejandro “Sonata para instrumentos de metal, a inicios de este tres Halffter y un piano” en la revista mismo mes de noviembre, otras siete dé- Mundo Hispánico, 184 (1963), p. 39.

16 17 Arriba: Tomás Marco, Rodolfo Halffter y Tripartita Op. 25) y estableció, desde fines de conciertos se hayan conformado des- sado siglo, el madrileño Festival de Otoño Perfecto García Chornet en el Concierto de los años 1950, una estrecha relación de una perspectiva sustancial o exclu- tampoco supo resistir la tentación, al au- homenaje a Rodolfo Halffter con motivo de con el Halffter mexicano, lo que deparó sivamente halffteriana. Así, la primera nar a los tres compositores −de nuevo con su 80 cumpleaños, 6 de febrero de 1980. las dedicatorias cruzadas entre tío y so- interpretación de una obra de Cristóbal la Orquesta y Coro Nacionales de España Archivo Fundación Juan March, Madrid. brino de la Tripartita Op. 25 (1959) y de la Halffter por la Orquesta Nacional de y bajo la dirección de Antoni Ros-Marbà− Sinfonía para tres grupos instrumentales, es- España (Madrid, 1 de abril de 1954) per- para la interpretación del Concierto para Derecha: Ernesto Halffter con Antonio trenada en 1963. Con el tiempo, Cristóbal mitió asistir, a un tiempo, a la reposición violín y orquesta Op. 11, de Rodolfo Halffter, Fernández-Cid en el Homenaje a Ernesto Halffter –quien en 1982 reflexionaba so- de su Concierto para piano y orquesta [nº 0] Dominus Pastor meus…, de su herma- Halffter, 14 de diciembre de 1983. bre la discontinua “ausencia y presencia” –con el propio compositor en el podio– y no Ernesto, y sendas páginas orquesta- Archivo Fundación Juan March, Madrid. de su tío Rodolfo en la música española a la interpretación de la Rapsodia portugue- les de Cristóbal Halffter: las Variaciones desde las páginas de la revista mexicana sa de su tío Ernesto. Años más tarde, era Dortmund y el Tiento del primer tono y bata- Heterofonías– prologaría la biografía hal- Odón Alonso quien proponía en los atriles lla imperial (Madrid, 4-6 de marzo de 1994). ffteriana de Antonio Iglesias citada en la de la Orquesta y Coro de Radiotelevisión Con motivo de la concesión de la Gran sucinta bibliografía de este texto y le de- Española un “todo Halffter” sinfóni- Cruz de Alfonso X el Sabio a Ernesto dicaría, in memoriam, su Concierto a cuatro co-coral: la versión revisada de Anillos, Halffter tuvo lugar otro de estos concier- (1989-1990), para cuarteto de saxofones y de Cristóbal Halffter, y Diferencias Op. 33 tos: el 18 de mayo de 1963, la Orquesta orquesta. y Los gozos de Nuestra Señora, de sus tíos Filarmónica de Madrid, bajo la batuta de No es, pues, de extrañar que, en va- Rodolfo y Ernesto (Madrid, 11 de octubre Odón Alonso, interpretó composiciones rias ocasiones, significativos programas de 1970). Y, ya en la última década del pa- ya mencionadas (In exspectatione resu-

18 19 Recepción en la embajada de Argentina en Madrid con motivo de la entrega por Alberto Ginastera a Ernesto Halffter del diploma de miembro correspondiente de la Academia de Bellas Artes de Argentina, 5 de marzo de 1971. Legado Ernesto Halffter. Biblioteca / Centro de Apoyo a la Investigación. Fundación Juan March, Madrid.

De izquierda a derecha: [sin identificar], Joaquín Calvo Sotelo, Alberto Ginastera, Enrique Franco, Cristóbal Halffter, César Ignacio Urien (embajador de Argentina), Ernesto Halffter, Mariano Zumel, Joaquín Rodrigo, Luis de Urquijo (II Marqués de Bolarque), [sin identificar].

rrectionis Domini, la Rapsodia portuguesa y Tripartita Op. 25), junto a los Dos bocetos sinfónicos, de Ernesto Halffter. En aquella ocasión, la revista Mundo Hispánico con- vocó en distendida conversación a los tres Halffter en torno a un piano. Y, aunque no es la primera vez que la Fundación Juan March les dedica una atención específi- ca −por mencionar solo iniciativas ya en este siglo, sendos homenajes a Rodolfo Halffter (diciembre de 2000) y Ernesto Halffter (enero de 2005) y un Aula de (Re) estrenos completa con obras de su sobrino Cristóbal (noviembre de 2009)-, ahora los presenta reunidos, añadiendo a ese pia- no de hace más de medio siglo la voz y el cuarteto de cuerda, y en páginas en mu- chos casos inusuales o inéditas, para in- vitarnos a contemplar la creación musical española de los últimos cien años desde la privilegiada atalaya de las partituras halffterianas.

20 21 MIÉRCOLES 25 DE NOVIEMBRE DE 2020, 18:30 Canciones

Marta Mathéu, soprano Albert Guinovart, piano

El concierto puede seguirse en directo en march.es, Radio Clásica (RNE) y YouTube.

22 23 Rodolfo Halffter (1900-1987) Ernesto Halffter I Marinero en tierra Op. 27 II Seis canciones portuguesas Qué altos los balcones... Gerinaldo Casadita Agua do rio que la vai Siempre que sueño las playas... Ai que linda moça Verano Minha mãe me deu um lenço Gimiendo por el mar... Don Solidon Escolher noivo Ernesto Halffter (1905-1989) Dos canciones de Rafael Alberti Rodolfo Halffter La corza blanca Dos sonetos Op. 15 La niña que se va al mar Miró Celia una rosa Feliciano me adora Cristóbal Halffter (1930) Dos canciones tristes de primavera Cristóbal Halffter En la frente clara Cuatro canciones leonesas La mudez, la soledad El carbonero Panxoliña De campo De cuna Rodolfo Halffter La carbonerita de Salamanca Desterro Op. 31 Ernesto Halffter Ernesto Halffter Habanera, de Dos piezas cubanas para piano Llanto por Ricardo Viñes, para piano Señora L’hiver de l’enfance (Canciones de Denise Cools) Le lit laqué blanc Cristóbal Halffter La Chanteuse Sevillanas Le Chat en étoffe Ronde Ernesto Halffter Seguidilla calesera La mujer de otro (Banda sonora de la película de Rafael Gil) El recuerdo perdido (bolero) Ya se acerca la noche, amor (slow) Este Madrid (canción)

24 25 Pocos géneros pueden ofrecer mejor compositores coetáneos prestaron, reflejo del imaginario estético de un desde un primer momento, al tono compositor que el de la canción para neopopularista de su poesía inicial voz y piano. La elección de sus textos −en especial a los textos incluidos en no se rige solo por la sustancia argu- Marinero en tierra, editado en 1925−. Si mental y la capacidad de sugerencia bien el escritor gaditano subrayaba la semántica de la palabra poética, o por aportación en el libro del menor de los el interés de las estructuras métricas hermanos Halffter, no dejaba de indi- y formales, sino que revela relacio- car también la presencia en el volumen nes personales entre compositores y del mayor de ellos. En efecto, en la pri- poetas, sintonías intelectuales y con- mera edición del poemario figuraba, ciencias de pertenencia o buscadas bajo el título de “Del cinema al aire li- afinidades con determinados ámbitos bre”, la canción que, rebautizada como culturales y lingüísticos. El primer “Verano”, se convertiría en cuarta de concierto del ciclo halffteriano nos las cinco piezas que acabaron con- acerca a este territorio de la música formando el ciclo Marinero en tierra vocal y dibuja en él múltiples trayec- Op. 27, de Rodolfo Halffter, concluido torias que lo transitan desde la lírica en 1960 y estrenado en México el 26 novohispana a la poesía simbolista de junio de 1961 por Irma González y tardía, y de la tradición popular caste- Salvador Ochoa. llana o portuguesa a su recreación en En este ciclo, Rodolfo Halffter re- la poesía española y gallega del pasado gresa –cuando, de hecho, se hallaba en siglo, con la inclusión de dos interlu- plena reflexión sobre las posibilidades dios puramente pianísticos tomados del serialismo dodecafónico– a aquella del catálogo de Ernesto Halffter. efervescente atmósfera del Madrid de la década de 1920. Para ello, recupera Tres jóvenes compositores –Gustavo distintivos perfiles nacionalistas y fa- Durán, Rodolfo y Ernesto Halffter– en- llianos: los números impares partici- tusiasmados con el corte rítmico, meló- pan de un mayor toque “español” en su dico de mis canciones pusieron música uso de una tonalidad transida de re- a tres de ellas. De ese trío, la de Ernesto cursos modales –así, en el empleo del Halffter, maravillosa –“La corza blanca”–, tetracordo frigio– y de frecuentes figu- consiguió además resonancia mundial ras rítmicas de tresillo en las cadencias [...] Pero es que Ernesto Halffter, enton- melódicas, mientras que “Siempre que ces verdadero muchacho prodigio, había sueño las playas…” o “Gimiendo por logrado algo maestro, sencillo, melancó- ver el mar...” ostentan el característico lico, muy en consonancia con el estilo an- intercambio hemiólico de acentos bi- tiguo y nuevo de mi letra, cuyo lema ha- narios y ternarios propio, por ejemplo, bía tomado yo del Cancionero de Barbieri. de la petenera. A su vez, las canciones pares incorporan nuevos elementos de Autógrafo (versión para piano) de La niña que se va al mar, de Ernesto Halffter Desde la distancia del exilio argenti- interés, como el aire de habanera pre- con texto de Rafael Alberti [primera página]. Legado Ernesto Halffer. no, Rafael Alberti evocaba así en La ar- sente en “Casadita”, especialmente en Biblioteca / Centro de Apoyo a la Investigación. Fundación Juan March, Madrid. boleda perdida la atención que varios su coda pianística, o el tono despreo-

26 27 Ernesto y Cristóbal Halffter en Manuela Caro y estrenadas por Blanca Madrid, 21 de mayo de 1953. Legado María Seoane y Carmen Díez Martín el Ernesto Halffer. Biblioteca / Centro de 20 de marzo de dicho año en el Ateneo Apoyo a la Investigación. Fundación madrileño. En estas canciones, Halffter Juan March, Madrid. parece detenerse un momento en el camino que hacia la práctica dodeca- uso de recursos sonoros actuales y la fónica comenzaba a recorrer por esos mirada hacia una tradición popular e años, sin prescindir de tortuosos di- histórica española en pleno proceso de bujos cromáticos (como en el inicio de “reinvención”. La sutileza de cambios “En la frente clara”, cohesionada por el métricos, la simplicidad de la línea acompañamiento pianístico), de mar- vocal –escorada hacia el recitado– y la cos tonales expandidos –en este caso, concisión expresiva predominan en “La con una centralidad de Do sostenido corza blanca” (un “Allegretto tranqui- para ambas canciones– y de la explo- llo” que oscila entre los centros tonales ración de la combinatoria de patrones de Re bemol y Si bemol), en tanto “La rítmicos, como el que articula el largo niña que se va al mar”, de vocalidad más melisma con que concluye “La mudez, expansiva, sazona de punzantes armo- la soledad”, antes de su clímax en un nías bitonales la escritura clavecinística La agudo marcado fff y tras un inicio del piano, de gran vigor rítmico, y res- de fluidas semicorcheas en su prime- peta la estructura cerrada que aconseja ra sección, indicada como “Andante la forma estrófica con estribillo del poe- tranquilo”. ma de Alberti. De julio de 1958, aunque revisada en Tampoco fue ajeno Cristóbal 1961, data la breve Panxoliña, quizá la cupado de “Verano”, con su preferencia dedica al otorrinolaringólogo, de des- Halffter a la musicalidad de los versos obra vocal de Cristóbal Halffter que ha por los acordes de séptima. tacada presencia cultural en el Madrid del escritor andaluz, como atestiguan gozado de una mayor difusión tras su Aunque “La corza blanca”, fecha- de su época, Cristóbal Jiménez Encina los textos empleados en sus Dos can- grabación por Victoria de los Ángeles da el 16 de septiembre de 1925, sí se (abuelo materno de Cristóbal Halffter, ciones corales [Op. 5] (1949-1952) o en y Gerald Moore para EMI en 1969. Con incluyó en esa edición prínceps de quien recurriría a textos suyos en sus sus Dos canciones para Navidad (1959). texto de Vicente Risco, este sencillo Marinero en tierra, las Dos canciones juveniles Dos canciones (¿1947?), para Sin embargo, la primera presencia del villancico opta por una absoluta sim- de Rafael Alberti, de Ernesto Halffter, canto y piano), “La niña que se va al menor de los Halffter en este progra- plicidad de la línea vocal, acorde con no se completaron como tales hasta la mar” ostenta una dedicatoria a Sigrid ma acude a otro poeta, José Hierro, con el carácter del texto, sobre un desplie- composición de “La niña que se va al Alvar Harding, hija de la soprano Louise quien el compositor madrileño coin- gue arpegiado del piano que se acoge a mar”, datada el 17 de octubre de 1927, Alvar, a su vez dedicataria de la Psyché cidiría probablemente en la órbita del estáticas armonías en que se suceden y no se editaron sino un año más tar- (1924), de Manuel de Falla. Ateneo en el decenio de 1950 y en las la- aspectos modales y tonales del mismo de –en 1948 sufrirían una sustancial Como han discutido, entre otros, bores de su revista, La Estafeta literaria, centro tonal, Re. Su concepción está revisión–, con traducción francesa de Yolanda Acker y Aurelio Viribay, estas en cuya redacción participaba el poeta vinculada al proyecto de “canciones ga- los textos de Alberti a cargo del ilustre Dos canciones albertianas se sitúan, por cántabro desde noviembre de 1957. Solo llegas” impulsado por el crítico Antonio hispanista Henri Collet. Sus respectivas cronología e intención estilística, a me- unos meses después –concretamente, Fernández-Cid, cuyo legado, por cierto, dedicatorias son patente testimonio de dio camino entre las dos obras mayores entre febrero y marzo de 1958– afron- custodia la Fundación Juan March, y a esas relaciones personales que se des- de la producción de Ernesto Halffter tó Cristóbal Halffter la escritura de las quien Halffter dedica la canción. Como cubren en los catálogos compositivos en la década de 1920, la Sinfonietta y el Dos canciones tristes de primavera, de- tal encargo, Panxoliña fue estrenada en de los Halffter: si “La corza blanca” se ballet Sonatina, en equilibrio entre el dicadas a su esposa, la pianista María Orense el 27 de septiembre de 1958 por

28 29 Isabel Garcisanz y, de nuevo, Carmen Parecida impresión de austeridad Díez Martín, antes de editarse, tres sonora a la de Desterro transmite el años más tarde, en el volumen antoló- Llanto por Ricardo Viñes, concebido gico Veintidós canciones sobre textos de por Ernesto Halffter en 1943 a la muerte poetas orensanos, con prólogo del pro- del gran pianista leridano como parte pio Risco. de una Suite lírica que quedó reducida La siguiente obra del programa, a este único número. Su estreno, pro- Desterro Op. 31 (1967), de Rodolfo tagonizado por Elena Costa el 20 de Halffter, se vincula a una etapa poste- diciembre de ese año ante los micró- rior del proyecto de Fernández-Cid (en fonos radiofónicos, descubrió al públi- este caso, las ediciones del “Festival de co una obra honda –de entre las más Canción Gallega” de Pontevedra cele- logradas del catálogo pianístico de su bradas entre 1960 y 1967), a quien está autor–, que prolongaba la severidad de dedicada. Sin duda, el texto de Xosé algunas páginas fallianas (vienen a la María Álvarez Blázquez, por su temáti- memoria el segundo movimiento del ca nostálgica y transterrada –plasmada, Concerto para clave y cinco instrumentos, por ejemplo, en el tempo preferente- 1926, y, sobre todo, Pour le tombeau de mente “Andantino” de la canción y en Paul Dukas, 1935) en una página bre- su suspendida conclusión “Lento”–, se ve, con indicación de tempo “Andante correspondía bien con la peripecia vi- moderato assai, nobilmente espressi- tal del mayor de los Halffter. Este había vo” y tonalidad de Do sostenido menor. mostrado ya su interés por la música La expresiva conducción de voces en tradicional gallega antes de la Guerra una textura de coral, su inopinada in- Civil, en obras como la Muñeira das ve- terrupción por arpegios en fortissimo llas (1938) y la ambientación sonora del subito, que rememoran el style brisé del documental Galicia (Saudade) (1936), repertorio francés para clave y laúd del dirigido por Carlos Velo y exhibido en el siglo xvii, y el empleo de un vocabulario pabellón republicano de la Exposición modal contribuyen a crear un ambiente Internacional de París en 1937. Algo arcaizante que culmina en la sonoridad, de popular preside, a nuestro juicio, la tan típica de la música francesa de ini- escritura de la línea vocal silábica de cios del siglo xx, del acorde con sexta Desterro, cuyo comportamiento dia- añadida final. tónico inicial se ve progresivamente También hacia paisajes galos, en la cromatizado, en tanto el piano juega selección literaria y en su adscripción con las posibilidades de apertura del al género de la mélodie –como, entre registro central del instrumento y con los compositores de su generación, complejas armonías por superposición hicieran Frederic Mompou o Julián tonal. Bautista–, mira L’hiver de l’enfance. Este importante ciclo vocal de Ernesto Halffter está constituido por cuatro Rodolfo Halffter, Desterro Op. 31, canciones compuestas entre 1928 y no- dedicada a Antonio Fernández-Cid. viembre de 1934 sobre textos del volu- México D. F., Arion, 1969, p. 1 men La Palette (1926), de Denise Cools,

30 31 hija del director de la casa Max Eschig, Eugène Cools, con quien Halffter había comenzado su promoción editorial en junio de 1926. Poemas nostálgicos de los felices años de la niñez, los textos de Cools propician una de las obras de Halffter de armonías más arriesgadas y eclécticas, ricas en cromatismos (“Le lit laqué blanc”), aunque respetuo- sas de marcos tonales básicos –así, la oscilación La bemol/Re bemol de “La Chanteuse”, con su cita final del Alceste gluckiano al que alude al texto–, sin eludir las insinuaciones rítmicas alla Scarlatti de otras obras de ese periodo (“Le Chat en étoffe”) ni un cierto espíri- tu scherzante, bien que con inflexiones circunspectas, incluso en la conclusiva canción de corro, “Ronde”, dedicada a la hermana del compositor, Margarita Halffter. Es difícil concebir mayor distancia estilística y de propósito que la que separa L’hiver de l’enfance de las tres si- guientes obras en programa, apenas (o nada) prodigadas en los auditorios: nos referimos al trío de canciones recupe- radas por Ernesto Halffter de su banda sonora para el drama adulterino La mu- jer de otro, película dirigida por Rafael Gil en 1967, con un reparto encabezado por Martha Hyer y argumento basado en la novela homónima de Torcuato Luca de Tena, que se alzó con el Premio Planeta en 1961. En una estrategia si- milar a la adoptada por el compositor Fotografía de final de rodaje de Don Quijote de la Mancha, para la “Canción de Dorotea” y el bolero dirgida por Rafael Gil. En el centro, Rafael Rivelles, Sara “Alhambra y tú” −procedentes, respec- Montiel, Rafael Gil y Ernesto Halffter, 1947. Legado Ernesto tivamente, de las bandas sonoras de Halffer. Biblioteca / Centro de Apoyo a la Investigación. Don Quijote de la Mancha (1947) y Todo Fundación Juan March, Madrid. es posible en (1954)–, Halffter propone para las salas de concierto tres momentos del filme, vivifica por

32 33 medio de síncopas patrones rítmicos Inauguró Ernesto Halffter la déca- populares urbanos como el bolero o el da de composición de las Dos piezas slow e introduce elementos jazzísticos cubanas con una de las obras princi- (“Ya se acerca la noche, amor”), lucien- pales de su “periodo portugués” (junto do invención melódica –como en el con la Rapsodia portuguesa y la música bolero in tempo moderato “El recuerdo incidental para la Dulcinea, de Carlos perdido”, interpretado originalmente Selvagem, estrenadas en 1940 y 1944): por Nati Mistral– y respondiendo, en la las Seis canciones portuguesas (1940- más sofisticada canción “Este Madrid”, 1941), editadas en 1943. De ellas preparó a la añoranza por la capital de antaño versiones orquestales el propio com- con inteligentes guiños al fandango y positor –salvo en el caso de “Agua do al vals, y con la inclusión de una clara rio que la vai”–, y hubieran alcanzado referencia al coro de niñeras de Agua, el número setenario (las Siete cancio- azucarillos y aguardiente. nes populares españolas, de Falla, muy Comienza la segunda parte del con- presentes) si no se hubiera descartado cierto con otro testimonio del reapro- finalmente para la colección la “Canção vechamiento de músicas fílmicas en el do berço”. Con esquemas rítmicos de catálogo de Ernesto Halffter. Extraídas acompañamiento firmes –así, la barca- de la banda sonora de Bambú (1945), rola de “Ai que linda moça”, la canción las Dos piezas cubanas para piano solo más famosa del ciclo, o el incesante incluyen esta “Habanera”, muy difun- flujo de semicorcheas de “Agua do rio dida tanto en su versión original como que la vai”– y rica variedad en el trata- en varios arreglos instrumentales. miento de la estructura estrófica de los Halffter, que había visitado Cuba en textos, Halffter acude en su mayor par- 1932, se inscribe en la larga tradición te como fuente a la colección Cantigas de músicas “cubanas” (de Albéniz a de Portugal (1922), de Alexandre Rey Esplá, de Falla a Montsalvatge) con una Colaço, y concibe el ciclo disponiendo página plena de nostalgia y lánguidos las cuatro canciones centrales, de tem- cromatismos, de gran claridad tonal y po más vivo y carácter danzante, entre formal (según un esquema tripartito la ya mencionada “Ai que linda moça” con coda y el itinerario Sol mayor −Do y una versión en “Andante sostenuto” mayor −Sol mayor) y, cela va sans dire, del romance “Gerinaldo” (el Gerineldo la previsible omnipresencia del ritmo del Romancero viejo hispano) de toques sincopado de la habanera, en tempo modales arcaizantes, sazonados con el “Moderato assai”. uso de la cadencia frigia y un sorpresi- vo final sobre Sol bemol mayor, relati- vo mayor de la tonalidad principal de la canción. Autógrafo de Agua do rio que la vai En el parco catálogo vocal de Rodolfo [primera página]. Legado Ernesto Halffter descuellan los subsiguientes Halffter. Biblioteca / Centro de Apoyo a Dos sonetos Op. 15, sobre textos de la la Investigación. Fundación Juan March, autora novohispana sor Juana Inés de Madrid la Cruz (a la que, por cierto, también se

34 35 36 37 Págs. 36-37: Autógrafo de Habanera Si Ernesto Halffter recurrió al fol- para piano. Legado Ernesto Halffer. clore luso en sus Seis canciones portu- Biblioteca / Centro de Apoyo a la guesas, su sobrino Cristóbal lo haría Investigación. Fundación Juan en 1957, y de modo excepcional en su March, Madrid carrera, al leonés en las Cuatro can- ciones leonesas, formato definitivo acercaría años más tarde otra integran- de un proyecto más amplio (de hasta te del exilio republicano en México, la ocho canciones) que se pergeñó rápi- compositora María Teresa Prieto, en damente en febrero de ese año y que la primera de sus Canciones modales, responde a la íntima relación del com- publicadas en 1963). Testimonio del in- positor con el paisaje berciano, a raíz terés de su generación –y no solo en su de su establecimiento en Villafranca vertiente estrictamente literaria– por la del Bierzo, lugar de nacimiento de su poesía del Barroco hispano, los Dos so- esposa. Al igual que en las mencionadas netos de Halffter comenzaron su gesta- canciones lusas de su tío, la estructura ción en 1940 (año de composición y edi- de las Canciones leonesas de Cristóbal ción, en la revista España peregrina, de Halffter –estrenadas en el Ateneo de “Miró Celia una rosa”) y la completaron Madrid el 22 de abril de 1957 por Blanca con la escritura de “Feliciano me adora” María Seoane y el propio compositor en 1946. En abril de este último año fue- como pianista– es también simétrica: ron estrenadas en la capital mexicana dos canciones relacionadas por su sus- por su dedicataria, Oralia Domínguez, tancia temática (“El carbonero” y “La y el compositor Carlos Chávez al piano. carbonerita de Salamanca”) ocupan los Pese a la distancia temporal entre am- lugares extremos del ciclo y se acercan, bos sonetos, el compositor logra unifi- en estilo, a sus Dos canciones (1952), so- car el díptico mediante la adopción de bre poemas de Gil Vicente, y a la voca- una tonalidad común (Mi bemol ma- lidad de Joaquín Rodrigo. Las centrales yor) y el carácter muy tendido y lírico (“De campo” y “De cuna”) apaciguan de la línea vocal, en contraposición a un la expresión y son las que revelan una piano colorista, variado y de armonías mayor intervención –modificaciones expandidas, como las del segundo tra- melódicas, ampliaciones de melismas, mo del primer soneto. Por otra parte, introducción de ritmos y metros he- es notable la clara distinción musical miólicos– sobre el dato folclórico ori- que Halffter establece entre los cuarte- ginal, recogido, entre otras fuentes, en tos y los tercetos de cada soneto (en el el conocido Cancionero [de la Sección primero, mediante el cambio de tempo Femenina], de 1943. a “Poco meno mosso”; en el segundo, Del Cristóbal Halffter más popula- por medio de una inflexión tonal a rizante y atípico viramos a un Ernesto La menor) y la frescura, que respon- Halffter también menor, aunque no de a figuraciones rítmicas típicas del exento de interés, y del paisaje leonés compositor en sus años de preguerra, viajamos al españolismo exotista y a “Las Caleseras”, Colección de canciones populares (Madrid, 1847). que se desprende de la concepción de la hibridación de tradiciones folclóri- Centro Andaluz de Documentación del Flamenco. Biblioteca. “Feliciano me adora”. cas: la acostumbrada fluidez de la es-

38 39 critura vocal del Halffter intermedio minó “siete canciones para un cente- refleja con un toque de habanera el tó- nario”, que fueron estrenadas en dicho pico amoroso del texto francés de Juan festival por Ainhoa Arteta y Rubén Marietti en Señora (1938), al acudir a un Fernández-Aguirre el 29 de junio de estilo pleno de tics españoles en los ras- 2014. Seis meses antes, Halffter había gos melódico-rítmicos y en la elección respondido al encargo del festival gra- tonal (La mayor para un estribillo muy nadino con estas Sevillanas, que toman desarrollado y variado armónicamente por modelo estructural, textual y meló- y su homónimo menor para las coplas), dico las conocidísimas “Sevillanas del mientras que la Seguidilla calesera siglo xviii” incluidas en las lorquianas (1945) –parte de una nonata colección Canciones populares antiguas. El propio de Cuatro canciones españolas– adop- Halffter ya había empleado esta colec- ta, lógicamente, el ritmo rápido de la ción en varios momentos de su banda seguidilla en una estructura binaria, sonora para La pícara molinera (1954), aunado con las características de la ca- de León Klimovsky (de hecho, estas se- lesera andaluza, sobre una variante de villanas aparecen orquestadas en sus un texto ya presente en algunos plie- títulos de crédito). El respeto a la melo- gos de cordel de mediados del siglo xix día original, transportada una tercera y con tan destacados precedentes como mayor ascendente, es absoluto –salvo la calesera del tercer acto de El barberi- por el añadido de un melisma final y llo de Lavapiés (1874), de Barbieri, o la de una larga altura sostenida por la voz primera de las Cuatro piezas para piano sobre el posludio pianístico–, como lo (1938), de Joaquín Rodrigo. es el mantenimiento de la métrica Entre estas dos canciones de Ernesto ternaria propia de las sevillanas. Sin escucharemos Sevillanas, la última embargo, su proyección hacia el siglo página para voz y piano del catálogo xxi se deja ver en la sofisticación de los de Cristóbal Halffter tras su mucho patrones rítmicos a contratiempo del más ambiciosa Ceremonia. Elegía de acompañamiento y en el sustrato ar- Jenófanes (1999). Con motivo del cen- mónico de la composición, mucho más tenario de las Siete canciones populares escorado hacia una modernidad tonal españolas de Falla, en 2014, el Festival expandida. Y, si su tío Ernesto no logró Internacional de Música y Danza de completar su serie de cuatro “canciones Granada encargó a varios compositores españolas”, Cristóbal Halffter sí lo hará, −entre ellos, Antón García Abril, Tomás con el estreno de sus propias Cuatro pie- Marco o Elena Mendoza− lo que deno- zas españolas (2018), para orquesta de cuerda, previsto el próximo 12 de abril de 2021 a cargo de la Orquesta Sinfónica Ernesto Halffter con Imperio de Madrid. En ellas, estas “Sevillanas Argentina en el Teatro São Carlos de del siglo xviii” habrán de ocupar lugar Lisboa, 18 de abril de 1944. Legado de privilegio como inicio de la obra… Ernesto Halffer. Biblioteca / Centro de Apoyo a la Investigación. Fundación Germán Gan Quesada Juan March, Madrid.

40 41 Marta Mathéu, Albert Guinovart, soprano piano

Dotada de un rotundo sentido de en el campo sinfónico y del oratorio, La actividad de Albert Guinovart Ha realizado incursiones en televi- la musicalidad y un incuestiona- en los que ha interpretado, entre se divide entre su dedicación como sión y cine. Es profesor de compo- ble dominio de su instrumento, la muchas otras partituras, la Sinfonía pianista, compositor y docente. sición y orquestación en la ESMUC soprano Marta Mathéu ha cosechado nº 9 de Beethoven y la Sinfonía nº 2 de Formado en Barcelona, estudió en y académico de la Reial Acadèmia en los últimos años los frutos de Mahler bajo la dirección de Gustavo Londres con Maria Curcio. Ha tocado de Belles Arts i de Sant Jordi. Tiene una sólida carrera. Son celebradas Dudamel y Victor Pablo Pérez, res- por toda Europa, América, Japón, tres Premios Butaca, dos Max, el sus interpretaciones de J. S. Bach pectivamente. Ha actuado también Oriente Medio, Australia y Nueva Premi Ciutat de Barcelona y es artista bajo la dirección de Jordi Savall en dirigida por Rinaldo Alessandrini, Zelanda en recitales y con diferentes Steinway. Con más de treinta discos diferentes escenarios europeos (entre Antoni Ros Marbà, Sir Neville orquestas dirigidas por Ch. Hogwood, (Harmonia Mundi, EMI, Decca), sus ellos, la Philharmonie de París). En Marriner y Fabio Biondi. Marta V. Petrenko, E. Colomer, J. Pons y grabaciones para Sony con sus dos el concurso Tenor Viñas del fue Mathéu es profesora de Canto en el S. Mas, entre otros, y ha colabora- primeros conciertos para piano, gra- galardonada por sus interpretaciones Conservatorio del Liceu de Barcelona. do con artistas como Victoria de bados en San Petersburgo, así como de Mozart. Como intérprete de músi- los Ángeles, Barbara Hendricks, Nocturn con sus obras para piano ca española, su grabación en el papel Frederica von Stade o Juan Diego solo, han sido un éxito. protagonista (Francina) de Cançó Flórez. Es conocido por sus musicales d’amor i de guerra de Rafael Martínez Mar i Cel, Flor de Nit, Gaudí, Paradís, Valls, la primera completa desde que La Vampira del Raval y Scaramouche la protagonizara Montserrat Caballé, y ha compuesto las óperas Azar y ha sido premiada. Además, mantiene Alba eterna y el ballet Terra Baixa. una constante actividad liederística y Como artista residente del Palau de la Música, estrenó en 2018 su Réquiem, que añade a su catálogo con obras como Te Deum, Missa Brevis o Gloria.

42 43 MIÉRCOLES 2 DE DICIEMBRE DE 2020, 18:30 Ernesto Halffter (1905-1989) I Suite de las doncellas, del ballet Sonatina (selección) Danza de la gitana Obras para piano Danza de la pastora Juan Carlos Garvayo, piano Sonata per pianoforte Cristóbal Halffter (1930) Sonata

Rodolfo Halffter (1900-1987) Secuencia Op. 39 Preludio Interludio Postludio

Cristóbal Halffter Ecos de un antiguo órgano [Solo XII]

Ernesto Halffter II Sérénade à Dulcinée L’Espagnolade, de Parc d’attractions Sonata Homenaje a Homenaje a Rodolfo Halffter

Rodolfo Halffter Dos sonatas de El Escorial Op. 2 Nº 1 Nº 2 Homenaje a Antonio Machado Op. 13 Allegro Allegretto tranquilo Lento Allegro

El concierto puede seguirse en directo en march.es, Radio Clásica (RNE) y YouTube.

44 45 “Los hermanos Halffter lograron, en del piano, y que dos de ellos, Ernesto y obras de valor lírico, poco a propósi- Cristóbal Halffter, se casarían con sen- to para despertar el entusiasmo de das pianistas, Alice Câmara Santos y auditorios numerosos, un afectuoso María Manuela Caro Carvajal. sufragio”. De manera tan parca como precavida juzgaba Víctor Espinós des- ... sin duda, uno de los músicos más de las páginas de La Época el concierto completamente dotados del grupo, el en que se presentaron por vez primera más maduro, indiscutiblemente, y de al público, el 27 de marzo de 1922, com- perfil personal más claramente defini- posiciones de Ernesto y Rodolfo: la do. Su música tiene una elegancia cons- suite de tres piezas líricas Crepúsculos, ciente y meditada, y en la mera ejecu- del primero, y la “Naturaleza muerta” ción es casi irreprochable. La preocupa- −incluida como “Naturaleza muerta ción por el “estilo” parece en él prepon- (con piano)” en los Dos ensayos, edita- derante, esto es, que el pensamiento, a dos en 1979–, del segundo. Al teclado, veces, parece preocuparlo menos que el pianista húngaro Fernando Ember, la manera de expresarlo. Pero es aquí cuyo hijo, del mismo nombre y tam- donde se nos revela el artífice de gusto bién pianista, pertenecería fugazmen- impecable: usando viejas fórmulas que te al grupo Nueva Música, establecido el gusto actual favorece, acusa siempre en 1958 y en cuya nómina figuraba en ellas una sensibilidad muy moderna también Cristóbal Halffter. y sabe jugar con ellas en todo caso con Poco podía sospechar nuestro crí- la brillantez propia del talento original. tico la fortuna posterior de la obra de los hermanos Halffter y el peso que Así se manifestaba Roberto Gerhard, en ella cobraría el piano, del que este en el artículo ya mencionado en la segundo concierto del ciclo, incluyen- introducción general de este ciclo, a do obviamente a Cristóbal Halffter, propósito de la audición de tres de las brinda una generosa selección. Y ello danzas del ballet Sonatina, de Ernesto aunque hayan quedado fuera de él, por Halffter. Entre ellas figuran, precisa- ineludibles razones de limitación tem- mente, la “Danza de la pastora” y la poral, páginas que no harían sino sub- “Danza de la gitana” con las que se rayar esa importancia: así, la Marche abre este concierto. Dedicadas a Alice joyeuse (1923), de Ernesto Halffter, cualquiera de las tres sonatas para piano de su hermano Rodolfo (fecha- Ensayo de la “Danza de la pastora” en das entre 1947 y 1967) o, del catálogo el Estudio Ember. Ernesto Halffter al de Cristóbal Halffter, composiciones piano con Cristóbal Halffter (de pie), como la Introducción, fuga y final (1957) el actor Rafael Rivelles y la bailaora o la Cadencia (1983). Y, desde una pers- Marianela de Montijo. Madrid, enero pectiva más íntima, tampoco debería de 1955. Legado Ernesto Halffter. olvidarse que los tres compositores, Biblioteca / Centro de Apoyo a la de manera autodidacta o reglada, se Investigación. Fundación Juan March, formaron en la técnica instrumental Madrid.

46 47 Câmara, fueron concebidas para el danza cierra la sexta escena del ballet. teclado con anterioridad a su versión Su baile, en “Allegro moderato”, pre- orquestal –y así fueron estrenadas senta un ritmo inicial afandangado por José Cubiles el 16 de noviembre de que alterna con episodios de carácter 1927–, e incorporadas en 1929 a la Suite “goyesco” –lo que da pie a una paralela de las doncellas extraída del ballet, cu- sucesión entre las tonalidades de Sol yos sucesivos estrenos orquestal y es- menor frigio al inicio y otros centros cénico a lo largo de 1928 confirmaron tonales (Do mayor, Do menor, Mi ma- al compositor como cabeza visible de yor, modo de Mi)–, antes de concluir, la joven música española. a modo de zapateado, en una intensi- Tras la suite de danzas (rigodón, ficación stringendo del patrón rítmico sarabande y giga) interpretada por las inaugural. doncellas en su vano intento de resca- Mayor empeño –incluso en térmi- tar del tedio a la princesa protagonista nos temporales, puesto que su escri- del ballet −cuyo argumento se toma de tura se extendió entre 1926 y 1932– la famosa “Sonatina” de Rubén Darío−, supuso para Ernesto Halffter la com- su cuarta escena se cierra con la posición de su Sonata per pianoforte. “Danza de la pastora”. El “clave sonoro” Concebida en un único movimiento y del poema parece transmutarse en un en la tonalidad de Re mayor, fue dedi- piano dieciochesco, entre semitrinos cada a la pianista (e hija de su editor) y semicorcheas de las que aflora una Janine Cools y su primera audición melodía cantabile en ritmo ternario de tuvo lugar el 11 de mayo de 1934 en la corrente (Allegretto vivace, en compás Asociación de Cultura Musical madri- de 3/8), con quiebres hemiólicos en la leña a cargo de Leopoldo Querol. No le segunda sección de una sonata bite- faltaba razón a Gerardo Diego cuando, mática scarlattiana de ortodoxa arqui- con ocasión de su estreno, afirmó en tectura tonal en torno a Re menor. La Libertad: “Mi impresión es que no A diferencia de la pastora, el perso- es una ‘Sonata’ propiamente dicha, naje de “la gitana” tiene mayor fortuna sino más bien una ‘suite’, de gran efi- en su propósito, según reza la sinopsis ciencia pianística y concentración de argumental del ballet: ideas; pero incongruente, no por falta de correspondencia temática, sino por Ante el asombro de las doncellas, la gi- sobra de estilos e intenciones”. Y ello tana aparece. Mira en torno suyo y con porque, en realidad, la obra responde magnífica arrogancia comienza a bailar. solo a grandes trazos a su adscripción Sus ritmos llenan el ambiente, trémulo genérica y acusa un marcado eclecti- de castañuelas. La danza de la gitana es cismo: tras una exposición de carác- como un sortilegio a cuyo conjuro apa- ter bitemático, que se combina con rece, radiante, el príncipe deseado. la estructura episódica de un rondó (“Allegro giusto ed energico”), se asiste Manuscrito de Sonata per pianoforte, de Ernesto Halffter. Digitaciones manuscritas de Y es que, tras un estilizado fandango a un desarrollo fugado (“In tempo, ma Leopoldo Querol para su estreno. Legado Leopoldo Querol. LQ-327. Real Academia de Bellas danzado por las doncellas, irrumpe poco più lento”), de coloración armó- Artes de San Fernando (Madrid). Biblioteca en la sexta escena esta “gitana” cuya nica modal, que enlaza mediante un

48 49 puente andalucista (“Come recitativo”) trínseco, tal que su poderoso impulso Programa de mano. Carmen con un episodio cantabile con claras rítmico, las incursiones bitonales de Ledesma, piano. Monográfico reminiscencias de Granados, antes de su desarrollo y el variado itinerario Halffter con el estreno de la Sonata la abrupta reexposición abreviada, que tonal de sus diversas reexposiciones para piano de Cristóbal Halffter. casi cumple solo la función de coda. Y temáticas. Madrid, 1 de noviembre de 1951 todo ello en apenas siete minutos... Cuanto de incipiente estilo revela la [portada y página de programa]. Aún más breve es, por su par- antecedente Sonata para piano lo tiene Legado Ernesto Halffter. te, la Sonata para piano (1951), de de plena conciencia estética la siguien- Biblioteca / Centro de Apoyo a la Cristóbal Halffter, dada a conocer en te obra en el programa: Secuencia Investigación. Fundación Juan el Conservatorio madrileño el 1 de Op. 39 (1977). Se trata de la penúltima March, Madrid. noviembre de ese mismo año por su composición de peso en el catálogo profesora de piano −Carmen (Carmita) pianístico de Rodolfo Halffter y es Ledesma, alumna a su vez de Querol−, ejemplo, en palabras de Tomás Marco, en un concierto “todo Halffter” que de un “claro trabajo estructural y ex- incluía obras de sus tíos Ernesto (la presivo”, cuya filiación dodecafónica Sonata per pianoforte y las Dos piezas depara ricas sonoridades politonales cubanas) y Rodolfo (las Once bagatelas y no oculta abundantes elementos Op. 19, de 1949, y la Sonata para piano “españoles” en su vocabulario (alter- nº 1 Op. 16, dos años anterior). Difícil nancias métricas, figuraciones de reprochar, pues, que la crítica madri- tresillo, patrones rítmicos marcados, leña se apresurara a situar uno de los énfasis semitonales). Estrenada en primeros estrenos públicos del vein- México por Jorge Suárez el 20 de junio teañero Cristóbal Halffter en la órbi- de 1978, Secuencia se estructura en tres ta de las “influencias obsesionantes” breves movimientos: un “Preludio” –Domenico Scarlatti al fondo– de su (“Allegro ma non troppo”) quasi so- tradición familiar, como escribiera la nata, fundado en la repetición variada pianista y compositora Elena Romero de motivos concisos y contrastantes, en la revista Ritmo. un “Interludio” ternario (“Allegretto” Probablemente el propio Rodolfo – “Allegro vivace” – “Tempo I”), que Halffter reconocería en esta obra ecos ofrece la imagen de una serenata dis- muy audibles de la última de sus Once torsionada con su constante juego de bagatelas o del movimiento inicial de acentos, y un “Postludio” –asimismo su primera sonata para piano. Aunque ternario, si bien con muy frecuentes a ello sumáramos la más que plausible cambios internos de tempo– de mar- impronta de la Sonata en Re mayor de cada angulosidad rítmica y sonoridad Mateo Albéniz −con la que presenta más moderna. numerosas concomitancias métricas, En Ecos de un antiguo órgano [Solo rítmicas, armónicas y de lenguaje ins- XII], de Cristóbal Halffter –obra fe- trumental–, la Sonata para piano de chada en agosto de 2001 y dada a co- Cristóbal Halffter se nos manifiesta nocer en Essen por Rainer M. Klaas sin embargo, en su único movimiento el 10 de noviembre de ese año–, esta “Allegro” en La mayor, como una obra actualidad sonora es, lógicamente, con ciertos elementos de interés in- mucho más notoria. Nacida con vo-

50 51 luntad de reconocimiento a la labor ejemplo del ingenio del compositor del organista, organero y director de la en el tratamiento de las formas bre- Real Academia de Bellas Artes de San ves. Una sencilla estructura ternaria Fernando Ramón González de Amezúa con coda, encabezada por la indicación (a quien Halffter dedicara décadas “leggiero e staccato come pizzicato”, atrás su concierto Pinturas negras, presenta un primer material sonoro 1972), Ecos de un antiguo órgano es una en acordes paralelos de regusto mo- composición de pujante expresividad, dal en un tempo “Allegro moderato”, y en ella son reconocibles muchas de mientras que la sección contrastante las señas de identidad de la escritura (“Moderato assai”) brinda una melodía halffteriana madura: súbitas erupcio- con cierto aire de sarabande −en cuya nes sonoras en fff seguidas de largos coda se observa un tratamiento arpe- espacios de reverberación, pasajes de giado del piano que semeja imitar el coartada intención melódica –en este rasgueo de la guitarra−, que provee de caso, a partir de las alturas Re y La– y variedad a la iteración, en diversos ejes extremo cuidado temporal de las reso- tonales, del tema inicial. nancias, sostenidas mediante el tercer De modo aún más estricto, pedal y surgidas desde el registro gra- L’Espagnolade (1937) responde a ese ve del teclado, a partir de un Do soste- mismo espíritu de simplicidad formal, nido inicial que prolifera a medida que casi de “hoja de álbum” pianística. Y, avanza la obra y que alude claramente de hecho, nació con esa intención: su- a la sonoridad profunda del órgano. marse a la colección, impulsada por Prosigue el concierto, ya en su se- Max Eschig en reconocimiento a la gundo tramo, con una breve pieza pianista Marguerite Long, que, bajo el de Ernesto Halffter, la Sérenade à título de Parc d’attractions-Expo 1937, Dulcinée (1944), editada en 1951 y de apareció en dicha editorial en 1938 la cual existen varias versiones ca- como “postal sonora” de la Exposición merísticas habituales en las salas de Internacional de París del año ante- concierto, en especial su transcrip- rior. Nicole Henriot ofreció la prime- ción para violonchelo y piano, debida ra audición de las distintas piezas del a Maurice Gendron. Inicialmente, esta álbum en la parisina Salle Gaveau el serenata era uno de los números de la 28 de noviembre de 1938, en un con- música incidental escrita por Halffter cierto en que también se estrenaron para la “farsa heroica” Dulcinéa ou las aportaciones al volumen de auto- a última aventura de Dom Quixote, res como Honegger, Martinů, Mompou de Carlos Selvagem, y es un buen (Souvenirs de l’Exposition) o Alexandre Tansman, quien, con el tiempo, sería profesor de Cristóbal Halffter en los Autógrafo del Homenaje a Rodolfo cursos de composición de Música en Halffter [primera página]. Legado Compostela en 1959. Mirando con res- Ernesto Halffter. Biblioteca / Centro peto los ilustres ejemplos de tantas de Apoyo a la Investigación. Fundación piezas de Albéniz o de la “Andaluza”, Juan March, Madrid. de las Cuatro piezas españolas de Falla,

52 53 54 55 Pág. 54: Autógrafo de Sonata Ernesto Halffter contribuyó al pro- Javier Alfonso y Ángel Martín Pompey. nº 84 del catálogo de Samuel Rubio para piano: Homenaje a Domenico yecto común con una, sin duda, “es- Estrenada por Genoveva Gálvez, en su con la elección de su tío–, y mediante Scarlatti [primera página]. Legado pañolada” –dos secciones extremas versión para clave, el 14 de octubre de sucesivas aproximaciones al Fandango Ernesto Halffter. Biblioteca / idénticas, “Con fretta”, sobre un ritmo 1985, la sonata sigue el modelo de las soleriano en el lapso comprendido en- Centro de Apoyo a la Investigación. de seguidilla, que enmarcan una copla del músico napolitano, en una desusa- tre 1988 y 2002. Fundación Juan March, Madrid. de jota–, de cuyos alicientes rítmicos da tonalidad de Fa sostenido mayor y Pese a su alejamiento estético de la supo sacar provecho Pilar López en su adoptando una forma bitemática en postura “neoclasicizante” que repre- Pág. 55: Copia de Sonata para piano: versión coreográfica de la obra, estre- que prevalece el vivaz desarrollo del sentaban, Roberto Gerhard no vaci- Homenaje a Domenico Scarlatti nada en marzo de 1955. primer material sonoro –un ritmo de laba en encomiar −en la reseña de la con anotaciones de registración Junto al Nocturno otoñal (1987) y seguidilla “Allegramente mosso”– y edición de su partitura aparecida en la manuscritas [primera página]. sendos homenajes a Turina y Mompou, en cuya coda (“Più lento e molto sos- revista Mirador en agosto de 1931− las Anotación manuscrita en portada: fechados un año más tarde, las dos si- tenuto”) comparece el sujeto cromáti- “cualidades dinámicas” de las Dos so- “Esta obra fue compuesta guientes composiciones de Ernesto co, con su característico intervalo de natas de El Escorial y su eficacia retóri- originalmente para clavicembalo Halffter en programa forman parte de segunda aumentada, de la Sonata K 30 ca y formal, deudora (según recordaba con teclado doble y la siguiente un conjunto de obras tardías para pia- (conocida como “Fuga del gato”) del Rodolfo Halffter en 1976) del ejemplo distribución de registros / I no, alentadas por su colaboración con propio Domenico Scarlatti. falliano y de “un amor [y] vivo inte- manual = 16’ - 8’ - 4’ / II manual = Guillermo González. Fue precisamen- Un vertiginoso salto de seis décadas rés por las pequeñas formas cerradas, 8’ - nasal”. Legado Ernesto Halffter. te el pianista canario quien estrenó nos retrotrae a la penúltima propuesta exentas de cualquier posible asomo Biblioteca / Centro de Apoyo a la de manera póstuma, en diciembre de del concierto y a una de las obras más de divagación”. Escaso margen para la Investigación. Fundación Juan 1992, el Homenaje a Rodolfo Halffter difundidas del repertorio neoclasicista digresión ofrecen, en efecto, estas dos March, Madrid. (1988) –opus ultimum del catálogo de español: las Dos sonatas de El Escorial breves sonatas, un díptico marcado su hermano menor–. Este sentido re- Op. 2 (1928), de Rodolfo Halffter, estre- por una nítida escritura a dos voces y cuerdo fraterno, en tempo “Moderato nadas por su hermana Margarita el 27 por una común estructura de sonata con dolcezza e legatissimo”, presenta de febrero del año siguiente en el es- bitemática con trayectorias tonales armonías que en ocasiones recuerdan tudio de la estación radiofónica EAJ7 y ortodoxas (respectivamente, Re me- las sonoridades del primer Messiaen dedicadas, respectivamente, a Rafael nor y su relativo mayor y La mayor y su y recurre a estilemas propios de la Alberti y al escritor y crítico literario dominante menor) que en la primera, música de Rodolfo Halffter –así, la Esteban Salazar Chapela. Su título de carácter más austero, sistematiza apariencia bitonal del ritmo de sici- alude, de modo anecdótico, al lugar de el empleo de alternancias hemiólicas, liana central– e incluso a citas apenas residencia estival de la familia Halffter mientras que reduce su uso en la se- enmascaradas de su música, como la en esos años, pero (sobre todo) delata gunda, vital, expansiva y perfilada con inicial de la primera de las Dos sonatas la “mirada vigilante de la sombra de disonancias más ásperas, por momen- de El Escorial. Fray Antonio Soler” que, “en nombre tos bitonales. Similar voluntad reverencial revis- de la claridad y condensación de ideas”, Clausura este concierto la interpre- te la poco anterior Sonata Homenaje a invocaba para su composición el pro- tación de otra muestra del pianismo de Domenico Scarlatti (1985), escrita a so- pio Rodolfo Halffter. La profunda hue- Rodolfo Halffter, en este caso ya desde licitud del Festival de Otoño de Madrid lla de Soler en el catálogo del Halffter su primer exilio mexicano. Nos referi- en conmemoración del tricentenario mayor daría lugar a la orquestación de mos al Homenaje a Antonio Machado del nacimiento de Domenico Scarlatti, tres sonatas del monje escurialense en Op. 13 (1944), un encargo de la Junta de ocasión en la que también se comisio- 1951, y se prolonga en el de Cristóbal Cultura Española del país norteameri- naron nuevas obras scarlattianas a Halffter a través del arreglo para flau- cano (que en 1940 había patrocinado la autores que compartían generación ta y piano (o clave), fechado en 1978, publicación, en la Editorial Séneca, de creativa con Ernesto Halffter, como de otras tres sonatas –coincidente la unas Obras completas del escritor sevi-

56 57 llano), cuyo estreno asumió el pianista y Soler), como reconocimiento explí- Juan Carlos Garvayo, Miguel García Mora el 29 de noviem- cito de que ambas se expresaban, al bre de ese año en la capital mexicana. igual que la asunción machadiana de la piano Tomando como epígrafe general del lírica popular, en “el idioma más acen- ciclo la cuarta de las “Parábolas” de dradamente español dentro del suyo Campos de Castilla −poemario a cuyo y con más profundo resonar en la tra- “España en paz” se recurre como ins- dición culto-popular de nuestro arte”. cripción de la primera pieza– y estro- Abundan en esta obra, ciertamente, fas de sendos poemas de las Soledades resabios del estilo híbrido del Halffter en el resto de números de la obra, de las décadas de preguerra, aplicados Halffter “comenta” musicalmente los a una estructura de “sonata condensa- versos machadianos (en sus propias da” en cuatro movimientos, todos con palabras) como “reflejo del sentir poé- forma binaria, que se vinculan entre Premio Nacional de Música 2013 y Ensems de Valencia, los festiva- tico” y testimonio de una “cierta afini- sí mediante relaciones interválicas de como miembro del Trío Arbós, Juan les de Singapur, Spoleto y Shangái dad espiritual” con el poeta andaluz, tercera a partir de la tonalidad funda- Carlos Garvayo es uno de los más además de los españoles Quincena de modo similar a como afrontará, al mental de Re bemol mayor: entre un activos y versátiles pianistas españo- Musical de San Sebastián, Santander final de sus días, el romanticismo bec- “Allegro” inicial, técnicamente arduo y les de la actualidad. Como solista y e Internacional de Música y Danza de queriano en su dúo para flauta y piano de sabia conjunción rítmico-lírica, y las como miembro del Trío Arbós, actúa Granada. Ha grabado más de treinta …huésped de las nieblas… (Rima sin pa- incesantes semicorcheas del danzan- con regularidad en las principales discos para diversos sellos, desta- labras) Op. 44, de 1981. te “Allegro” conclusivo, el “Allegretto salas y festivales internacionales cando sus numerosas grabaciones En un ensayo redactado en no- tranquillo” se presenta casi como una en más de treinta países, entre de referencia de música española viembre de 1946 para la Revista mu- cándida invención a dos veces, con for- ellas, la Konzerthaus de Viena, el contemporánea para piano. Es cate- sical chilena (“Machado en Halffter. ma lied, mientras que el “Lento” logra Conservatorio Chaikovski de Moscú, drático de Música de Cámara del Real Glosa a unas sonatas”), el musicólogo transmitir con despojada elocuencia, la Academia Sibelius de Helsinki, la Conservatorio Superior de Música de y escritor exiliado Vicente Salas Viu, sobre todo en su cromática e intensa Bienal de Venecia, el Teatro Colón Madrid. Estudió en las universidades cuñado del compositor, reivindicaba sección central, las “caravanas de tris- de Buenos Aires, el Carnegie Hall de de Rutgers y Nueva York y es doctor para el Homenaje… un renovado en- teza” de los versos machadianos que le Nueva York y el Auditorio Nacional de en Educación por la Universidad tronque con el lenguaje de las Dos so- sirven de inspiración. Madrid y en los festivales de música Autónoma de Madrid. natas de El Escorial (y, por ende, con de cámara de Kuhmo y Time of Music las sonatas dieciochescas de Scarlatti Germán Gan Quesada de Viitasaari en Finlandia y Wittener Tage für neue Kammermusik, los festivales de música contemporánea ULTIMA de Oslo, Nuova Consonanza de Roma, MUSICA de Estrasburgo

58 59 MIÉRCOLES 9 DE DICIEMBRE DE 2020, 18:30 Ernesto Halffter (1905-1989) I Cuarteto de cuerda Allegro tranquilo e semplice Cuartetos Andante nobilmente espressivo In tempo di menuetto Cuarteto Quiroga Allegremente, con vivacità Aitor Hevia, violín Cibrán Sierra, violín Cristóbal Halffter (1930) Josep Puchades, viola Cuarteto nº 9, “ in memoriam” Helena Poggio, violonchelo Cristóbal Halffter II Cuarteto nº 11 * Vivo [blanca = 70] Adagio Allegro vivace Lento Allegro [blanca = 75]

Rodolfo Halffter (1900-1987) Ocho tientos Op. 35 I II III IV V VI VII VIII

* Estreno absoluto

El concierto puede seguirse en directo en march.es, Cristóbal Halffter conversa con Pedro Antonio de Tomás en el Radio Clásica (RNE) y YouTube. intermedio previo al estreno de su Cuarteto nº 11.

60 61 Un recorrido por las músicas halffte- Como “primer triunfo del nuevo rianas escritas para cuarteto de cuerda clasicismo” saludó Adolfo Salazar el nos permite contemplar la trayectoria Cuarteto de cuerda, de Ernesto Halffter. de sus autores desde una perspectiva Dedicado a la madre del compositor, original, puesto que “sorprende” a cada Rosario Escriche Erradón, la primera uno de ellos en momentos disímiles versión de la pieza –que sufrió una no- de sus carreras. En el caso de Ernesto table revisión en 1933– fue estrenada Halffter –perdida la partitura de la en Madrid el 7 de junio de 1923 por los Sonatina-Fantasía (1923)– su Cuarteto instrumentistas de cuerda del Quinteto de cuerda, del mismo año, es su única Hispania. Propiciada quizá por la pre- contribución al género por excelencia sencia del cuarteto de cuerda entre de la música de cámara, y supuso la las propuestas de composición del confirmación de las esperanzas que su Concurso Nacional de Música de 1922- producción juvenil comenzaba a des- 1923, la escritura de esta obra reviste pertar. Muy al contrario, las tres obras numerosos rasgos de ese nuevo clasi- para cuarteto de cuerda de Rodolfo cismo: el empleo de moldes formales Halffter −con los Ocho tientos Op. 35 históricos fundados más en la variación (1973) como fin de una línea que cuen- de motivos que en su desarrollo –así, ta, asimismo, con el Cuarteto de cuerda la conjunción entre rondó y sonata de Op. 24 (1958) y los Tres movimientos para los movimientos extremos–, el trabajo cuarteto de cuerda Op. 28 (1962)−, lo si- de patrones rítmicos por medio de os- túan en un momento diametralmen- tinati superpuestos y la preferencia por te opuesto al de su hermano, en plena armonías diatónicas en contextos poli- posesión de un variado utillaje técni- tonales, sin renunciar al establecimien- co y de conceptos estéticos maduros. to de centros de referencias firmes (en En Cristóbal Halffter, sin embargo, su este caso, La-Re-Re-Fa para cada mo- obra para cuarteto de cuerda teje un vimiento, si bien se suele considerar el Manuscrito del Quartour à cordes hilo transversal que atraviesa todo su cuarteto “en La menor”, afirmación que [portada]. Compuesto en 1923 y catálogo: obviando un juvenil e inédito solo rige para su inicio). revisado en 1933. Legado Ernesto cuarteto, fechado en 1946, entre las Tres Halffter reinterpreta así precedentes Halffter. Biblioteca / Centro de piezas para cuarteto de cuerda (1955) y el bien establecidos, ya sean el Stravinsky Apoyo a la Investigación. Fundación undécimo cuarteto que hoy se estrena de las Tres piezas para cuarteto (1914) o Juan March, Madrid. transcurren seis décadas y media de re- del Concertino (1920), ya las primeras flexión sobre el género y de evolución contribuciones al género de Darius Págs. 64-65: Manuscrito del estilística que, desde los incipientes Milhaud. Y los asume, de modo más Quartour à cordes [primera página]. atisbos dodecafónicos y los audibles evidente, tanto en el “Allegro tranquilo Compuesto en 1923 y revisado en ecos de Stravinsky y Bartók presentes e semplice”, de estructura taxativamen- 1933. Legado Ernesto Halffter. en esas Tres piezas, lo han llevado a la te episódica y con un interesante pasaje Biblioteca / Centro de Apoyo a la consolidación de un reconocible “estilo de trémolos sul ponticello, como en el Investigación. Fundación Juan tardío”, cimentado sobre prácticas in- movimiento final, “Allegremente, con March, Madrid. tertextuales, del que sus dos cuartetos vivacità”, cuya coda “Moderato” resuel- incluidos en este último concierto del ve la dinámica armónica del cuarteto ciclo son acabada muestra. hacia Fa mayor. El “In tempo di me-

62 63 64 65 nuetto”, con trío tripartito, resulta, por el contrario, mucho menos llamativo, sobre todo en contraste con un movi- miento lento de protagonismo meló- dico alternante (“Andante nobilmente espressivo”), cuyas armonías hexáto- nas y variantes tímbricas (trémolos sul tasto, glissandi, sordinas) remiten con inmediatez al entorno sonoro de los cuartetos de Debussy y Ravel. En las notas al programa de su estre- no, Cristóbal Halffter describía la inten- ción creativa definitoria en la ideación del Cuarteto de cuerda nº 9, “Miguel de Cervantes in memoriam ” como “un intento de ofrecer al oyente una mues- tra de sonidos y silencios en una estruc- tura sonora que está en el tiempo, en la que la terrible realidad material de la muerte se va transformando en la emoción de una comunicación estética, que se expresa por sí misma y está más allá de cualquier explicación”. La obra había sido compuesta entre noviembre de 2015 y febrero de 2016 a petición de Patrimonio Nacional, y fue estrenada por el Cuarteto Quiroga en el Palacio Real de Madrid el 28 de septiembre de 2016, en el marco de la conmemoración del cuarto centenario de la muerte del autor del Quijote. Más allá de su circunstancial “cone- xión cervantina” –recordemos, de paso, que Cervantes es uno de los protagonis- tas de la primera ópera de Halffter, Don Programa de mano. Cuarteto Flonzaley. Interpretación del Quijote, estrenada en febrero de 2000–, Cuarteto [versión de 1923] de Ernesto Halffter. Bilbao, 14 y 15 de las circunstancias de encargo y compo- mayo de 1928. Las notas al programa dicen: “Después de Falla, sición se erigen en premisas sustancia- su maestro, Ernesto Halffter, es el músico español que más vivo les para la concepción del cuarteto, ya interés suscita en el extranjero, en el instante actual”. Biblioteca que lo abren a una dimensión intertex- / Centro de Apoyo a la Investigación. Fundación Juan March, tual decisiva en su discurso temporal. Madrid. En cuartetos anteriores (por ejemplo, el II Streichquartett (Mémoires 1970), de

66 67 1970, o Ausencias. Streichquartett nº 8, sionada mediante su elaboración con- Cuarteto Real decorado de Antonio de 2012), Halffter ya había recurrido a trapuntística y preludio de una exten- Stradivari. Palacio Real de Madrid, citas de obras de Beethoven o Bartók en sa sección central que reexpone y desa- Patrimonio Nacional, 10076030, 10076031, diálogo con su propia música. Son aho- rrolla materiales sonoros del inicio del 10076032 y 10076033 . ra Antonio de Cabezón y Cristóbal de cuarteto. Tras ella irrumpe el segundo Morales –presentes también ambos en préstamo musical, tomado de la secun- el octeto de metales Sones del prebarroco da pars del motete mariano Exaltata español (2013)– las figuras estratégica- est Sancta Dei Genitrix de Morales, cuya mente convocadas a una conversación primera parte ya había sido empleada intersecular que construye una especie intertextualmente por Halffter en el de arquitectura sonora imaginaria para segundo movimiento de su Concierto el universo cervantino, expandido en la para viola y orquesta (2014). Mediante reelaboración orquestal de este nove- la combinación de las seis voces de la no cuarteto bajo el título de Contrastes polifonía original −sobre todo de las (2017). superiores−, su entrecruzamiento y el Comienza la obra con una enérgica añadido de glosas melódicas propias, interjección de la viola –respondida por Halffter introduce su voz propia en el el violín primero y finalmente prolife- motete renacentista y su progresivo rante en todo el cuarteto–, que se in- sfumato prepara el fin del cuarteto –de terpola luego en extremo contraste con la fragilidad al silencio y, finalmente, una textura dispersa, dominada por los al mero gesto–, tras una prolongada pasajes más vivos, y un “Lento” hacia sayo”, ya en sus acepciones musicales glis-sandi y las gradaciones de presión coda, protagonizada por los ataques el que se escora el centro de grave- (cante grande flamenco o género imi- de los arcos. Trémolos, escalas y glis- con presiones mínimas de arco y por dad de toda la composición). En este tativo propio del repertorio hispánico sandi conducen al cuarteto a su esta- súbitas erupciones de pasajes fff y en- movimiento se establece un punto de para teclado de los siglos xvi y xvii), bilización rítmica, a modo de coral, en fáticos acordes. contacto evidente con el noveno cuar- “tiento” –y su correlato casi natural, torno de las alturas La y Do, un pasaje Se abre la segunda parte del concier- teto, ya que, dentro de una estructu- “diferencias”– es término, concepto que augura, polarizando el registro en to con la primera audición absoluta del ra quinaria (ABABA), las secciones y alusión muy halffterianos: pense- la oposición Re / Mi bemol, la aparición último cuarteto de cuerda de Cristóbal pares trabajan de nuevo un material mos en las Diferencias Op. 33 (1970), de la primera cita: la conclusión de la Halffter, concluido a mediados de intertextual. Si en Espacio de silencio. de Rodolfo Halffter, en varias páginas tercera de las Diferencias sobre el canto agosto del pasado año. A diferencia Streichquartett nº 7 (2007) se optaba del catálogo de su sobrino Cristóbal – del caballero, de Cabezón. Un referen- del noveno, el Cuarteto de cuerda nº 11 por el motete Ecce iam venit plenitudo, Tiento (1981), Tiento del primer tono y ba- te, por cierto, común en la producción no se concibe en un único trazo, sino de Gioseffo Zarlino, es otro composi- talla imperial (1986) o la primera pieza de Halffter en las dos últimas décadas, en cinco movimientos diferenciados tor véneto quien visita esta composi- de los ya citados Sones del prebarroco es- en obras como el ya mencionado Don que –en la común exploración de las ción halffteriana, que en dos episo- pañol– y en el organístico Tiento (1973), Quijote –donde subyace a la primera in- posibilidades de independencia de dios “Andante” acude a la Missa brevis de Ernesto Halffter. tervención del personaje de Cervantes– comportamientos instrumentales– se IAG 67 (c. 1565), de Andrea Gabrieli; de Estrenados en el Festival Internacio- y, de modo más directo, en el trío con interrelacionan por la coincidencia de ella, se citan su primer “Kyrie eleison” nal de Música y Danza de Granada el 2 piano Canto del caballero (2007). caracteres expresivos y de tempo entre y el inicio del segundo, al que se arriba de julio de 1973, los Ocho tientos se pre- Son viola y violonchelo, en arpe- números impares (rápidos, inquietos por la intervención cromática del final sentan como un “caleidoscopio tímbri- giados arcaizantes y en pugna con la y de notable contundencia rítmica) y del “Christe eleison” original. co” (Rodolfo Halffter scripsit) fundado insistente contradicción de ambos vio- pares (un “Adagio” fundado en la cons- Y, por último, los Ocho tientos Op. 35 en el espíritu de contraste entre cada lines, los encargados de presentar esta trucción y desintegración de una tex- de Rodolfo Halffter. Ya en un sentido número y en un intento de coexistencia primera cita, pronto diluida y distor- tura melódica, interrumpida por dos recto, como “intento”, “tentativa” o “en- de elementos estilísticos de cronología

68 69 Arriba: Autógrafo del Cuarteto nº 11 de Cristóbal Halffter, 2019 [primera página]. Fundación Paul Sacher, Basilea (Suiza): Colección Cristóbal Halffter.

Izquierda: Primera página de Ocho tientos Op. 35, de Rodolfo Halffter. México D. F., Arion, 1975, p. 3.

70 71 diversa en el catálogo de su autor. En- la intensidad armónica –así, en la coda Cuarteto Quiroga tre ellos, la recuperación de conceptos “Meno mosso-Più lento” del primer politonales, que, en palabras del propio tiento– y el frecuente espíritu scher- compositor, recogían “[…] el entusias- zante de los movimientos rápidos, con mo que me alentó cuando […] solía ex- connotaciones agresivas y, por mo- presarme en un lenguaje politonal, en mentos, casi bartokianas (así, el sexto el que las superposiciones de tonalida- número). Sin olvidar, por supuesto, su des producen, a menudo, sonoridades convivencia con dejos “españoles”, e ásperas y agresivas, las cuales, para mí, igualmente halffterianos, preponde- no carecen de encanto”. rantes en el singular penúltimo tiento Por otra parte, y según comenta (caso del empleo de la cadencia anda- Christiane Heine en su detallado aná- luza y del tetracordo melódico frigio, lisis de la obra para cuarteto de cuerda tanto en la viola como en el violonche- Descrito como “exquisito” por el New Estocolmo, Roma, Praga, Varsovia, de Rodolfo Halffter, estas ocho piezas lo) y en los acentos rítmicos del tiento York Times y “de sonido hermoso y Bogotá, Buenos Aires, Ottawa, Los son también ejemplo de la “econo- conclusivo, que traen a la memoria técnica impecable” por The Strad, el Ángeles, Washington D. C., etc. mía de medios” definitoria del estilo –salvando distancias cronológicas y Cuarteto Quiroga —cuyo nombre Entre sus colaboradores habituales del compositor y de la diversidad de latitudinales– las danzas inicial y final rinde tributo a la figura del gran se cuentan músicos de la talla de apariencias que puede adoptar, pese del ballet Don Lindo de Almería (1935)... violinista gallego Manuel Quiroga— Martha Argerich, Javier Perianes, a rasgos ciertamente comunes, como es Premio Nacional de Música 2018, Veronika Hagen, Jörg Widmann, las frecuentes alternancias métricas, Germán Gan Quesada cuarteto residente en la Fundación Valentin Erben o Jonathan Brown. Museo Cerralbo y, durante años, Su creciente discografía para Cobra y lo fue de la Colección Palatina de Harmonia Mundi ha sido aplaudida Stradivarius del Palacio Real de y premiada por la crítica internacio- Madrid. Considerado una de las nal y sus conciertos son grabados y agrupaciones más destacadas de la retransmitidos por las emisoras de nueva generación europea, es inter- radio más importantes de Europa nacionalmente reconocido por crítica y América. Fuertemente implica- y público por sus interpretaciones dos con la docencia, sus miembros audaces y renovadoras. Galardonado imparten clase en el Conservatorio en los concursos internacionales para Superior de Música de Aragón, el Real cuarteto de cuerda más prestigiosos Conservatorio Superior de Música de (Burdeos, Paolo Borciani, Ginebra, Madrid, Musikene y la Universidad Pekín, París, etc.), premio Ojo Crítico Mozarteum de Salzburgo. de RNE y Medalla de Oro del Palau de Barcelona. Habitual de los escena- rios más importantes del mundo, desde Berlín a Nueva York, pasando por Ámsterdam, París, Londres,

72 73 74 75 Apéndice fotográfico Legado Ernesto Halffter Biblioteca / Centro de Apoyo a la Investigación. Fundación Juan March

Carta de presentación de Ernesto Halffter, de Manuel de Falla a . Granada, 7 de julio de 1924.

Granada, le 7 juillet 924 Granada, 7 de julio 924 Cher ami, Querido amigo, Ernesto Halffter me demande une lettre Ernesto Halffter me pide una carta de de présentation pour vous, et je la lui envoie presentación para usted y se la envío con un avec un vif plaisir. vivo placer. Il s’agit, comme vous le savez, d’un garçon Se trata, como usted sabe, de un joven doué pour la musique d’une façon bien peu dotado para la música de una forma muy poco commune. común. Il a pour vous la plus grande admiration – Él tiene por usted la mayor admiración —lo ce qui, d’ailleurs est tout naturel ; mais cela que, por otra parte, es completamente natural; est encore une raison de ma sympathie pour pero esto es una razón de más de mi simpatía lui. por él. Faites-lui bon accueil. Il a besoin de vos si Dele una buena acogida. Necesita de sus tan précieux conseils. preciados consejos. J’ai grand espoir dans l’avenir de Halffter, Tengo grandes esperanzas en el futuro de car indépendamment de ses dons naturels, Halffter, pues, independientemente de sus il a la ferme volonté d’en profiter autant que dones naturales, tiene la firme voluntad de possible, les développant par des études aprovecharlos lo más posible, desarrollándolos sérieuses. con estudios serios. Il est aussi le chef du nouvel Orquesta También es el director de la nueva Orquesta Bética de Cámara que nous avons organisé à Bética de Cámara que acabamos de organizar Sevilla. Je vous en ai déjà parlé. Ils travaillent en Sevilla. Ya os he hablado de ella. Por cierto, d’ailleurs votre admirable Mère l’oye avec ellos están trabajando, su admirable Mère enthousiasme. l’oye [sic] con entusiasmo. Combien vivement j’ai regretté ne pas Cuán vivamente he sentido no haberle visto vous voir pendant votre séjour en Espagne, durante su estancia en España y, también, et combien aussi j’ai été ému par la grande cuánto me he emocionado por la enorme bonté que nous avez eue pour moi à cette bondad que ha tenido usted conmigo en esta occasion. ocasión. Merci de cœur, cher ami, avec mes très Gracias de corazón, querido amigo, con mi affectueuses amitiés. muy afectuosa amistad. Votre Suyo Manuel de Falla Manuel de Falla Ernesto Halffter al piano [¿1932?]. Enmarcado, en la pared, fotografía de Manuel de Falla dedicada y copia de la carta de presentación de Manuel de Falla a Maurice Ravel.

76 77 Nota manuscrita de Maurice Ravel a Ernesto Halffter [sin datar]. Manuel de Falla dirige la Orquesta Bética de Cámara de Sevilla. A su derecha, Ernesto Halffter observa.

Maurice Ravel en la Cervecería La Alicantina, Sevilla, el 14 de septiembre de 1935. De izquierda a derecha, Ernesto Halffter dirige la Orquesta Bética de Cámara de Sevilla. Juan Lafita, Norberto Almandoz, Vicente Fariña Serantes, Maurice Ravel, Ernesto Halffter y León Layritz. A su derecha, Manuel de Falla observa.

78 79 “À Ernesto Halffter / souvenir / I. Stravinsky / Madrid 26-iii-24”. Fotografía dedicada de Igor Stravinsky a Ernesto Halffter.

“A Ernesto y Alicia Halffter, muy cordialmente, Manuel de Falla”, 1931. Fotografía dedicada de Manuel de Falla a Ernesto Halffter y su esposa. Es la fotografía que aparece “À Ernesto Halffter / souvenir cordial enmarcada en la pared en el retrato de Ernesto Halffter de la p. 77. / Maurice Ravel / 23-7-24”. Fotografía dedicada de Maurice Ravel a Ernesto Halffter, enviada después de la recepción de la carta de presentación escrita por Manuel de Falla.

80 81 Autógrafo de Rapsodia portuguesa [portada y primera página], 1937. “Rapsodia portuguesa / para piano y orquesta / Obra compuesta en homenaje a la memoria de Maurice Ravel / Ernesto Halffter”.

82 83 Ernesto Halffter dirigiendo la Orquesta [Filarmónica] de Múnich, mayo de 1938.

Ernesto Halffter recibiendo a la Orquesta Nacional de España en Lisboa, junto a la presidenta del Círculo de Cultura Musical, Elisa de Sousa Pedroso. Lisboa, 1943.

Dibujo a lápiz de Ernesto Halffter dirigiendo la Orquesta Bética de Cámara de Sevilla en el Homenaje a Manuel de Falla, por Juan Lafita, Sevilla, 1947.

Ernesto Halffter en Oporto junto a artistas españoles [1943]. De izquierda a derecha: [sin identificar], Leopoldo Querol, Regino Sainz de la Maza, Lola Rodríguez de Aragón, Isabel Franco, Elisa de Sousa Pedroso, [sin identificar], Ernesto Halffter, José Cubiles, [sin identificar].

84 85 Ernesto Halffter junto a Teresa Berganza y Jesús López Cobos en un descanso del ensayo general de Atlántida con motivo de la inauguración del Auditorio Nacional de Música en Madrid, 21 de octubre de 1988.

Estreno de Atlántida en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, 24 de noviembre de 1961. Arriba, Ernesto Halffter junto a Victoria de los Ángeles y Eduard Toldrà. Abajo, Ernesto Halffter junto a Gratiniano Nieto, director general de Bellas Artes, y Salvador Dalí.

86 87 De izquierda a derecha, Antón García Abril, Ernesto Halffter, Guillermo González, Luis de Pablo y Claudio Prieto, 21 de marzo de 1988.

Ernesto Halffter leyendo La técnica de la orquesta contemporánea, de Alfredo Casella y Virgilio Mortari (Milán, Ricordi, 1950) [sin datar].

88 89 Selección bibliográfica Germán Gan Quesada, musicólogo

Aurelio Viribay, La canción de concierto Yolanda Acker y Javier Suárez-Pajares Doctor en Historia del arte-Musico- dedicado a las vanguardias musicales en el Grupo de los Ocho de Madrid, (eds.), Ernesto Halffter (1905-1989). logía por la Universidad de Granada, de posguerra en el séptimo volu- Sevilla, Editorial Doble J, 2014. Músico en dos tiempos, Madrid, con una tesis sobre la estética men de la Historia de la Música en Fundación Banco Exterior, 1991. musical del compositor Cristóbal España e Hispanoamérica (Fondo de María Nagore Ferrer, Leticia Sánchez Halffter. Entre sus publicaciones más Cultura Económica) y coeditor, junto de Andrés y Elena Torres Clemente Germán Gan Quesada, Cristóbal relevantes se cuentan estudios sobre a Gemma Pérez Zalduondo y Jordi (coords.), Música y cultura en la Edad Halffter: obra musical y fundamentos la recepción en España de la obra de Ballester, de los volúmenes Music and de Plata, 1915-1939, Madrid, Instituto estético, Granada, Universidad de Messiaen, Stravinsky, Hindemith y Francoism y Music Criticism 1900-1950 Complutense de Ciencias Musicales, Granada, 2005. Gerhard –para las editoriales Ashgate (Brepols). En la actualidad, es profe- 2009. y Brepols y la Revista catalana de sor titular en el Departament d’Art musicología, respectivamente–, el i de Musicologia de la Universitat Antonio Iglesias, Rodolfo Halffter cuarteto de cuerda español contem- Autònoma de Barcelona y vicepre- (Tema, nueve décadas y final), Madrid, poráneo (Peter Lang) y las relaciones sidente de la Sociedad Española de Fundación Banco Exterior, 1991. entre vanguardia musical y abstrac- Musicología (SEdeM). ción pictórica durante el franquismo (Brepols). Ha elaborado aproxima- ciones musicológicas a compositores como Benet Casablancas, Ramon Lazkano, Elena Mendoza, José María Sánchez-Verdú o Mauricio Sotelo. Es, además, responsable del capítulo

90 91 CRÉDITOS Desde 1975, la Fundación Juan March organiza en su sede de Madrid una temporada de conciertos que actualmente está formada por unos 160 recitales (disponibles también en march.es, en directo y en diferido). En su mayoría, estos conciertos se presentan en ciclos en torno a un tema, perspectiva o enfoque y aspiran a ofrecer itinerarios de escucha innovadores Los textos contenidos en este programa TEMPORADA DE MÚSICA y experiencias estéticas distintivas. Esta concepción curatorial de la programación estimula pueden reproducirse libremente citando la DE LA FUNDACIÓN JUAN MARCH la inclusión de plantillas y repertorios muy variados, desde la época medieval hasta la procedencia. contemporánea, tanto de música clásica como de otras culturas. En los últimos años, además, Director se promueve un intensa actividad en el ámbito del teatro musical de cámara con la puesta en Los conciertos de este ciclo se transmiten Miguel Ángel Marín escena de óperas, melodramas, ballets y otros géneros de teatro musical. en directo por Radio Clásica, de RNE, march.es y YouTube. Si desea volver a Coordinadores BIBLIOTECA DE MÚSICA PROGRAMA DIDÁCTICO escuchar estos conciertos, los audios estarán Sonia Gonzalo Delgado La Biblioteca y centro de apoyo a la La Fundación organiza, desde 1975, los disponibles en march.es/musica/audios Alberto Hernández Mateos investigación de la Fundación Juan March “Recitales para jóvenes”: 18 conciertos Josep Martínez Reinoso está especializada en el estudio de las didácticos al año para centros educativos de © Germán Gan Quesada humanidades, y actúa además como secundaria. Los conciertos se complementan © Fundación Juan March, Producción escénica y audiovisual centro de apoyo a la investigación para las con guías didácticas, de libre acceso en march. Departamento de Música Scope Producciones, S. L. actividades desarrolladas por la Fundación. es. Más información en march.es/musica/ Su fondo especializado de música lo forman ISSN: 1989-6549, noviembre 2020 Agradecimientos miles de partituras, muchas manuscritas RECURSOS EN MARCH.ES DL: M-30498-2009 Real Academia de Bellas Artes de San e inéditas, grabaciones, documentación Los audios de los conciertos están disponibles Fernando (Madrid) biográfica y profesional de compositores, en march.es/musica durante los 30 días Diseño: Guillermo Nagore Patrimonio Nacional (Madrid) programas de concierto, correspondencia, posteriores a su celebración. En la sección Impresión: Improitalia, S. L. Madrid Fundación Paul Sacher (Basilea, Suiza) archivo sonoro de la música interpretada “Conciertos desde 1975” se pueden consultar en la Fundación Juan March, bibliografía y las notas al programa de casi 4.000 estudios académicos, así como por revistas conciertos. Más de 400 están disponibles y bases de datos bibliográficas. Además ha permanentemente en audio y existe vídeo de recibido la donación de los siguentes legados: casi 700 (estos también en YouTube).

Román Alís CANALES DE DIFUSIÓN Siga la actividad de la Fundación por las Agustín Bertomeu redes sociales: Pedro Blanco Delfín Colomé Antonio Fernández-Cid Julio Gómez Ciclo de miércoles: “Los Halffter”, noviembre-diciembre de 2020 [notas al programa de Ernesto Halffter Suscríbase a nuestros boletines electrónicos Fundación Juan March]. - Madrid: Fundación Juan March, 2020. Ángel Martín Pompey para recibir información sobre nuestra Juan José Mantecón actividad musical en march.es/boletines 94 pp.; 20,5 cm. (Ciclo de miércoles, noviembre-diciembre 2020) Antonia Mercé “La Argentina”* Gonzalo de Olavide Programas de los conciertos: [I] “Obras de R. E. y C. Halffter”, por Marta Mathéu y Albert Elena Romero Guinovart; [II] “Obras de R. E. y C. Halffter”, por Juan Carlos Garvayo; y [III] “Obras de R. E. y Joaquín Turina* C. Halffter”, por Cuarteto Quiroga; celebrados en la Fundación Juan March los miércoles 25 Dúo Uriarte-Mrongovius de noviembre y 2 y 9 de noviembre de 2020. Joaquín Villatoro Medina También disponible en internet: march.es/musica * Colección digital especial

1. Canciones (Soprano) con piano - Programas de mano - S. XX.- 2. Canciones (Soprano) con piano - Programas de mano - S. XXI.- 3. Música para piano - Programas de mano - S. XX.- 4. Música para piano - Programas de mano - S. XXI.- 5. Cuartetos de cuerda - Programas de mano - S. XX.- 6. Cuartetos de cuerda - Programas de mano - S. XXI.- 7. Sonatas (Piano) -- Programas de mano - S. XX.- 8. Suites (Piano) - Programas de mano - S. XX.- 9. Fundación Juan March - Conciertos

92 93 La Fundación Juan March es una institución familiar y patrimonial creada en 1955 por el financiero Juan March Ordinas con la misión de fomentar la cultura en España sin otro compromiso que la calidad de su oferta y el be- neficio de la comunidad a la que sirve. A lo largo de los años, las cambiantes necesidades sociales han inspirado, dentro de una misma identidad insti- tucional, dos diferentes modelos de actuación. Fue durante dos décadas una fundación de becas. En la actualidad, es una fundación operativa con progra- mas propios, mayoritariamente a largo plazo y siempre de acceso gratuito, diseñados para difundir confianza en los principios del humanismo en un tiempo de incertidumbre y oportunidades incrementadas por la aceleración del progreso tecnológico. La Fundación organiza exposiciones y ciclos de conciertos y de conferen- cias. Su sede en Madrid alberga una Biblioteca de música y teatro español contemporáneos. Es titular del Museo de Arte Abstracto Español, de Cuenca, y del Museu Fundación Juan March, de Palma de Mallorca. Promueve la in- vestigación científica a través del Instituto mixto Carlos III/Juan March de Ciencias Sociales, de la Universidad Carlos III de Madrid.

94

PRÓXIMOS CONCIERTOS DE MIÉRCOLES EL PIANO ESPAÑOL DEL SIGLO XIX: UNA PROPUESTA CANÓNICA

13 DE ENERO Josep Colom, piano SANTIAGO DE MASARNAU Obras de S. Masarnau, F. Chopin, R. Schumann y F. Mendelssohn

20 DE ENERO Miguel Ituarte, piano SONATAS Obras de L. van Beethoven, I. Albéniz, T. Power y M. del Adalid

27 DE ENERO Noelia Rodiles, piano MARTÍN SÁNCHEZ ALLÚ Obras de M. Sánchez Allú, W. A. Mozart y F. Mendelssohn

3 DE FEBRERO Alberto Urroz, piano FANTASÍAS Obras de M. Sánchez Allú, F. Chopin, J. B. Pujol y F. Liszt

CUARTETOS Y RETRATOS BOCCHERINI Y GOYA

10 DE FEBRERO Cuarteto Quiroga Obras de L. Boccherini y G. Brunetti

Castelló 77. 28006 Madrid

Boletín de música y vídeos en march.es/musica Contáctenos en [email protected]