Acercamientos a La Segregación Urbana En Montevideo
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UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA Doctorado en Sociología Acercamientos a la segregación urbana en Montevideo Sebastián Aguiar Tutora: Verónica Filardo Co-Tutor: Nicolás Guigou 20 16 1 ÍNDICE PRESENTACIÓN 4 MARCO TEÓRICO 14 De la experiencia urbana a la perspectiva de la población 16 La Escuela de Chicago 19 El barrio como locus del debate de las “áreas naturales” 23 La mirada estructural 26 La vida de barrio 30 Derivas recientes 35 El paso adelante. Habitar y pluralismo 39 El paso atrás. Simmel: fronteras y conflicto 45 OBJETIVOS Y ESTRUCTURA 51 Objetivos específicos 54 SEGREGACIÓN RESIDENCIAL 56 La estructura urbana de Montevideo 58 Dimensiones de la segregación residencial 59 Segregación de grupos poblacionales en Montevideo 62 Segregación residencial, desigualdad y pobreza 65 La ciudad en los últimos 15 años 70 Configuración urbana de Montevideo 73 Efectos de la segregación. 77 Síntesis del apartado 80 LA PERSPECTIVA DEL HABITANTE 83 El camino 85 Desde las referencias hacia los juegos de lenguaje 89 Cartografías sociales 96 Hostilidad y malestar urbano 103 Síntesis del apartado 110 MOVILIDAD URBANA 113 Movilidad cotidiana en Montevideo 116 Medios de transporte 120 2 Fines y objetivos de la movilidad cotidiana 123 Circuitos y recorridos. Mapas cognitivos 126 El miedo como freno al movimiento. Cronotopos: la invasión y el cerco 130 Síntesis del apartado 134 EL LÍMITE 137 Establecidos y marginales 139 Configuraciones y mecanismos 147 El modelo 157 Justicia y víctimas 159 Síntesis del apartado 167 IDENTIFICACIÓN HOSTIL 169 Segregación residencial y grupos de edad en Montevideo 172 Relaciones geográficas, económicas y de edad en la segregación residencial 174 La perspectiva del habitante: los jóvenes como problema 177 Establecidos y marginales 181 Ellos y nosotros I. Extranjeros 184 Ellos y nosotros II. Bárbaros 187 Victimarios y víctimas 193 Síntesis del apartado: hostilidad y víctimas de la segregación 196 CONCLUSIONES 201 Segregación residencial 204 Perspectiva del habitante 208 Movilidad urbana 212 Mecanismos de limitación 215 Identificación hostil 218 La segregación urbana 222 Epílogo. La hospitalidad 227 ANEXO 1. SEGREGACIÓN RESIDENCIAL, 25 CIUDADES DE URUGUAY 235 Algunas explicaciones iniciales 238 Índices y dimensiones de la segregación 241 Segregación residencial “espacial” y “social”. 249 Análisis específicos 256 BIBLIOGRAFÍA 264 3 0. PRESENTACIÓN La noción de segregación es de uso frecuente; como es usual en ciencias sociales cabe dar un paso atrás, detenerse antes de comenzar, en una definición que permitirá situar también este trabajo. En cuanto verbo segregar es la acción de dividir en partes, que deriva de la existencia de una diferencia y la hace operativa, e implica la constatación de desigualdades en un conjunto y la distinción entre sus elementos. Hay también otro ingrediente en la palabra, otra acepción que la ocupa y connota: segregación, como secreción, apunta a que se expulsa, se pone fuera, un elemento (antes) interior. Es una maniobra entonces a la vez de distinción y destierro, emparentada con el proceso analítico de “separar para ordenar” y asociada con cierta violencia, con una acción de limpieza, de depuración mediante la exclusión. Es un concepto además relevante en la reflexión social, como indica la procedencia del griego grex (rebaño, grupo, conjunto de elementos, o propiamente “juntos”), con a su vez otros dos polos significantes. De una parte, la segregación como gesto activo de dominación y rechazo de unos sobre otros, con las dimensiones racial, religiosa, sexual o económica como elementos de distinción más frecuentes y el apartheid, el genocidio o el gueto como radicalizaciones. Segregar implicaría entonces actuar con hostilidad. De otra parte, a diferencia de nociones parecidas como “discriminación”, presenta un 4 componente espacial, geográfico. Así, en las revistas especializadas en ciencias sociales, la mayoría de los artículos que se refieren a la segregación la entienden como la tendencia de algunos grupos a separarse en el territorio; se habla de este modo más específicamente de “segregación espacial”. La segregación “urbana” sería una modalidad específica de segregación espacial, en la que las fronteras que separan a las personas y grupos entre los que se establece una cierta hostilidad se plasman en su localización en las ciudades. Éstas últimas, por su lado, han dado lugar a formas de habitar complejas y a socialidades específicas y a su vez han mutado rápidamente, por lo que las diferencias y separaciones valorativamente orientadas en los colectivos han fructificado. Esta es una tesis sobre segregación urbana. Las implicancias sugeridas con los procedimientos de división y de expulsión serán ejes rectores a través de las nociones de “frontera” y “hostilidad”. Entenderemos la segregación urbana como el establecimiento de fronteras en el habitar en la ciudad, en torno a diferencias connotadas de hostilidad. La investigación se concentra en la ciudad de Montevideo en Uruguay, la mayor del país, con casi 1,4 millones de habitantes. Es la segunda capital más austral del mundo y varios elementos la vuelven particular, pero se aspira a trascender el estudio de caso proporcionando herramientas de análisis novedosas en el campo y aportando algunos elementos de carácter “paradigmático” en el sentido de Elías (2000), válidos para varios contextos. En este marco general, un problema más concreto anima este trabajo. Recorriendo las investigaciones sociológicas sobre la segregación urbana aparece con frecuencia una dificultad para hacer visibles cambios y tendencias que, sin embargo, son innegables desde la experiencia. Como veremos, el predominio de la visión residencial y de la perspectiva de la población parece haber llevado a la disciplina a un punto de cierto estancamiento. Es una situación evidente en el caso de Montevideo; cabe desarrollar este extremo brevemente, que además permitirá sentar algunas premisas generales respecto a la configuración de la ciudad. 5 Los datos oficiales muestran que la cantidad de personas viviendo bajo la línea de pobreza en la capital se redujo entre 1984 y 1994 y a partir de ese año comenzó a aumentar, superando los niveles previos a 1984 a partir de 2002. Del mismo modo, la desigualdad del ingreso permaneció estable hasta 1997 y a partir de allí empezó a incrementarse, con lo que no solamente hubo más hogares pobres sino que éstos se volvieron relativamente más pobres. El año 2005 permitió observar una inflexión en estas tendencias: tras llegar en 2004 al 38,4% de la población, el máximo valor desde que se llevan en el país registros sobre el tema, el descenso del porcentaje de la población en situación de pobreza económica y de la desigualdad en la ciudad fue continuo hasta 2015, cuando alcanza a 13,1% de las personas. El índice de Gini cayó de 0,45 en 2006 a 0,38 en 2015 según el Instituto Nacional de Estadística (INE, 2015). En este período, un importante número de antecedentes se dedica a estudiar la distribución de las desigualdades sociales en Montevideo, tanto en términos de pobreza de ingresos como más estructurales, como por ejemplo las Necesidades Básicas Insatisfechas (Calvo 1999 y Calvo et. al. 2013) o considerando asuntos específicos como el mercado laboral (Macadar et. al. 2002, Katzman y Retamoso 2005), resultados educativos (Katzman y Retamoso 2006) o acercamientos multidimensionales (Veiga y Rivoir 2003, Arim 2008, Aguiar 2008). Todos ellos coinciden en señalar una Mapa 1. Porcentaje de la población con al menos una NBI por barrio en Montevideo Fuente. Calvo et. al. (INE 2013), página 34 6 configuración similar en la ciudad: los barrios recostados en la costa este, desde Barrio Sur hasta Carrasco, conjuntamente con un brazo que se extiende desde el Centro hasta el barrio El Prado, son relativamente prósperos. Un amplio anillo periférico compuesto por barrios con niveles altos y muy altos de población con carencias, especialmente agudas al oeste y el noreste de la ciudad, "acorrala" a los mencionados. En tercer lugar, se distingue con claridad un anillo intermedio entre ambos grupos de barrios, como se muestra arriba en un mapa oficial (Mapa 1). Así, se puede constatar como conclusión fundamental de estos trabajos una distribución geográfica fuertemente polar, y que ésta se mantiene casi intacta durante los últimos 30 años: “Se reiteran en gran medida las diferencias barriales que se habían encontrado en trabajos previos de cálculo de las NBI con la información censal de 1985 (DGEC, 1990) y de 1996 (Calvo y Giráldez, 2000). Mientras que un conjunto de barrios, ubicados en su mayoría en la periferia montevideana presentan altos valores de población con carencias críticas, todos los barrios de la costa este del departamento presentan valores muy bajos, lo cual evidencia una distribución territorial polarizada de las NBI” (Calvo et. al. 2013: 34). Parecería haber pasado poco entonces en Montevideo. Numerosos estudios se concentran en la distribución espacial de la pobreza y otras desigualdades sociales que asocian con la segregación urbana en el período y detectan fenómenos relevantes, pero da la sensación de que algo se les escapa bajo la configuración que ratifican si las enormes mutaciones que cualquier montevideano ha experimentado en la vida en la ciudad parecen detalles en los esquemas analíticos de los expertos, porque estas han sido décadas llenas de acontecimientos y transformaciones. Los cambios culturales, técnicos, globales y locales en los últimos 30 años han sido por supuesto gigantescos. Si hubo algo así como un temblor en la economía, la cultura y la sociedad urbana en el período, ¿qué sucede que al abordarse desde la -claramente valiosa- investigación en sociología, las cosas parecen permanecer casi igual? La respuesta a este problema concreto que anima el trabajo debe buscarse más que en el objeto en sí mismo, la propia urbe, en la forma predominante de estudiarla desde la 7 sociología. No es que la ciudad no haya cambiado; deben agregarse nuevas teorías y metodologías para comprenderla. Se delinean entonces tres preguntas subyacentes, una descriptiva, otra teórica y una tercera metodológica.