Militarismo Desde El Golpe De Estado Del 18 De Octubre De 1945
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Militarismo desde el golpe de Estado del 18 de octubre de 1945 Ramón ESCOVAR LEÓN* RVLJ, N.º 15, 2020, pp. 397-427. SUMARIO Introducción 1. El 18 de octubre de 1945 2. El 24 de noviembre de 1948 3. Razones que llevaron a las Fuerzas Armadas a dar el golpe del 24 de noviembre de 1948 4. La dictadura de Marcos Pérez Jiménez y el 23 de enero de 1958 5. Breve referencia a las Constituciones de 1947 y de 1953 6. El Pacto de Puntofijo7. La política militar de Rómulo Be- tancourt 8. El control civil sobre el militar a partir de 1958 9. La pérdida del control civil sobre el militar. Conclusiones Introducción En 1958, se inicia la era de los gobiernos civiles que recibieron apoyo del poder militar para derrotar las amenazas externas e internas y sostener la democracia. ¿Cómo pudo lograrse y mantenerse en el tiempo esa relación?, ¿por qué se quebró en favor del dominio militar sobre el civil? Es sobre lo que pretendo reflexionar en este ensayo. Las reflexiones que presento comprenden tres etapas. La primera es la com- prendida entre el 18 de octubre de 1945 y el 23 de enero de 1958. La segunda * Universidad Católica Andrés Bello, Abogado Summa Cum Laude; Magister en Administración de Empresas; Profesor Titular. Universidad Central de Venezuela, Doctor en Derecho; Licenciado en Letras Magna Cum Laude; Profesor Titular. Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales. 398 Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia • N.o 15 • 2020 va desde esta última fecha hasta la llegada de Hugo Chávez al poder. La tercera abarca la etapa chavista, a partir de 1999. En la primera etapa y en la tercera hay un dominio del poder militar sobre el civil; mientras que en la segunda, la denominada época de la república civil, la ecuación se invierte, y se vivió un control civil de las Fuerzas Armadas. Este control se fue debilitando en la medida en que el sistema de partidos fue perdiendo fuerza y prestigio. Vale la pena aclarar que la doctrina suele considerar como «década militar» el período que va desde el golpe de Estado contra Rómulo Gallegos, el 24 de noviembre de 1948, hasta el 23 de enero de 1958. Sin embargo, a los fines de este trabajo voy a añadir los tres años del denominado «trienio adeco» que va del 18 de octubre de 1945 hasta la entrega del poder a Rómulo Gallegos, el día 15 de febrero de 1948. Ello porque en esa etapa, si bien se gobernó por medio de una junta cívico-militar encabezada por Rómulo Betancourt, el verdadero sostén del gobierno fueron las Fuerzas Armadas, como quedó evidenciado con el porrazo militar contra Gallegos. Interesa examinar las razones por las cuales, durante la era de los gobiernos civiles, se pudo lograr el deseado predominio de los civiles sobre los mi- litares, hasta que esa relación se rompió de manera clara con la llegada de Hugo Chávez al poder. Me referiré a las razones por las cuales la extrema izquierda, aquella que se acogió tarde a la política de pacificación, penetró políticamente ciertos sectores militares, hasta tomar el poder por la vía elec- toral, sirviéndose del portaviones chavista. Finalmente, presentaré un elenco de propuestas con el único propósito de que sirvan de materia para la discu- sión de un asunto tan delicado como las relaciones entre civiles y militares. 1. El 18 de octubre de 1945 Rómulo Betancourt fue uno de los estadistas más relevantes del siglo XX venezolano. Su contribución a los cuarenta años de democracia es rotunda. Su liderazgo fue decisivo para derrotar el acoso castrista de la época; mientras Militarismo desde el golpe de Estado del 18 de octubre de 1945 399 que su vigorosa personalidad fue determinante en el proceso iniciado a partir del año 1958. Su calidad intelectual está respaldada por su obra escrita, es- pecialmente por Venezuela, política y petróleo, un texto fundamental en la bibliografía venezolana1. Este es el Betancourt que más admiro; en cambio, el que se alió con una logia militar para alzarse el 18 de octubre de 1945 me- rece algunas críticas, que pretendo presentar en este trabajo, sin menoscabo de su figura señera y su talante de estadista. Hay dos interpretaciones en relación con lo sucedido el 18 de octubre: unos dicen que fue un «movimiento cívico-militar», justificado porque el Gobierno no avanzaba en la consagración del voto universal, directo y se- creto; otros, que fue un alzamiento militar clásico, como lo afirma la autori- zada voz de CABALLERO2. Para los primeros, estaba justificado el golpe porque debía acelerarse la democratización del sufragio; para los segundos, se trata de un cuartelazo que coloca a los militares como los verdaderos árbitros del juego político, tal como se evidenció el 24 de noviembre de 1948 con el golpe que derrocó al gran novelista Rómulo Gallegos. En todo caso, el mismo CABALLERO señala que tanto «revolución» como cuar- telazo son un falso dilema porque «una cosa es el suceso del 18 de octubre, y otra el proceso, el trienio, que arrancó en esa fecha»3. Es decir, el Gobierno del trienio nace de un golpe y luego desarrolla unas políticas que, si bien pre- tendieron echar las bases de la futura democracia, se mantuvieron mientras los militares apoyaron a los civiles. Betancourt había predicado la tesis de un gobierno civil producto del voto universal, directo y secreto; pero no se ajustó a este postulado porque cuando tuvo la oportunidad de precipitar su llegada al poder por medio de un golpe militar, la aprovechó sin vacilar. 1 BETANCOURT, Rómulo: Venezuela, política y petróleo. 2.ª, Editorial Senderos. Caracas, 1967. Este libro es al siglo XX, lo que la Autobiografía del general José Antonio Páez al siglo XIX. Véase: PÁEZ, José Antonio: Autobiografía del general José Antonio Páez. T. I y II. 2.ª, Academia Nacional de la Historia. Caracas, 1987. 2 CABALLERO, Manuel: Las crisis de la Venezuela contemporánea (1903-1992). Alfadil. Caracas, 2007, p. 103. 3 CABALLERO, Manuel: Rómulo Betancourt, político de nación. Alfadil. Caracas, 2004, p. 225. 400 Revista Venezolana de Legislación y Jurisprudencia • N.o 15 • 2020 El antecedente remoto del 18 de octubre de 1945 fue el 24 de enero de 1848 cuando el general José Tadeo Monagas asalta al Congreso, y de esa manera se establece la regla de que la fuerza de las bayonetas está por encima de la lega- lidad, lo que queda plasmado en su frase: «La Constitución sirve para todo». Una de las primeras y más cuestionadas medidas de la junta «revolucio- naria», presidida por Betancourt, fue la creación de un Jurado de Respon- sabilidad Civil y Administrativa, supuestamente diseñado para combatir la corrupción, aunque sirvió, más bien, para perseguir a los generales Eleazar López Contreras e Isaías Medina, y demás rivales políticos, como Arturo Uslar Pietri, por ejemplo. Este periodo quedó signado por el sectarismo e intolerancia de AD. La figura del «cabillero» ilustra la violencia de la época. López Contreras aflojó las amarras del gomecismo, permitió progresiva- mente la discrepancia política y luego de la multitudinaria marcha del 14 de febrero de 1936, encabezada por el rector de la Universidad Central de Vene- zuela, Francisco Antonio Rísquez y por Jóvito Villaba, dio muestras de am- plitud. El general de «tres soles» atendió a los manifestantes, sustituyó a los gomecistas e inicio un inapelable proceso de apertura política, al amparo de su lema «calma y cordura». Esta fecha marca el inicio del recorrido hacia la democracia. En efecto, López Contreras sucedió a Gómez, de acuerdo con la Constitución gomecista de 1931, que fue reformada en 1936, la cual rebajó el periodo presidencial de 7 a 5 años, y López se sometió al periodo más corto. A lo anterior se añade su gesto histórico y moral de haber recibido en el año 1939 a los 251 judíos que llegaron a Venezuela, huyendo del nazismo, en los buques Caribia y Königstein. Aquí cabe preguntar: ¿cómo se puede justi- ficar que un hombre con ese reconocimiento histórico pueda haber sido per- seguido y expulsado de su país? Esto queda como una acusación indeleble, nunca explicada satisfactoriamente, contra el llamado «trienio». Tal vez por esto, y a título de desagravio, luego de aprobada la Constitución de 1961, que consagró la figura del senador vitalicio, se incorporó al general de «tres soles» al senado con la señalada condición. Militarismo desde el golpe de Estado del 18 de octubre de 1945 401 Los militares alzados contra el presidente Isaías Medina encontraban su jus- tificación en el conflicto que mantenían con los viejos generales gomecistas, sin formación académica sino curtidos en el fragor de las montoneras y en el sometimiento de los caudillos. Habían luchado en «la Restauradora» y en «la Libertadora». Se les conocía como los «chopo e’ piedra» por no ceder sus beneficios adquiridos a través de las batallas y por la lealtad a Gómez. Había otro grupo de militares, los jóvenes formados en reconocidas acade- mias militares, como Chorrillos en Perú y West Point en los Estados Unidos. Este grupo de militares estaba integrado por los llamados «plumarios», entre ellos: Marcos Pérez Jiménez, Luis Felipe Llovera Páez, los hermanos Julio César y Mario Vargas y Carlos Delgado Chalbaud, este último educado en Francia y protegido por el prestigio de su padre, Román Delgado Chalbaud. El objetivo de este grupo de militares era arrebatarle a los «chopos e’ piedra» el control del ejército y obtener mejores condiciones económicas. Los conspiradores de Acción Democrática son Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Gonzalo Barrios y Luis Beltrán Prieto Figueroa. La dirigencia del par- tido había mantenido en secreto sus contactos con el grupo militar.