CHASQUI EL CORREO DEL PERÚ

Año 12, número 24 Boletín Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores Diciembre de 2014 137 cm. Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, Ministerio de Cultura del Perú, Lima. de Cultura del Perú, Ministerio del Perú, e Historia Antropología de Arqueología, cm. Museo Nacional 137  . Lima, 20 de marzo de 1828. Óleo sobre tela. 204 tela. Óleo sobre . Lima, 20 de marzo de 1828. José Olaya GIL DE CASTRO / LA REBELIÓN DE PUMACAHUA / JULIO RAMÓN RIBEYRO NATURALEZA DE LA NATURALEZA / EVOCACIÓN DE IQUITOS Foto arriba: Musuk Nolte. MEDITACIÓN SOBRE EL PAISAJE PERUANO Abajo: Leslie Searles. NATURALEZA DE LA NATURALEZA El encuentro internacional sobre el cambio climático en Lima es también ocasión propicia para buscar, en diversas expresiones artísticas, nuevas aproximaciones a la relación que mantenemos con nuestro entorno natural. Una impactante muestra fotográfica sobre algunos paisajes del Perú se inscribe en esa perspectiva.

ALMA DEL PAISAJE INVENTARIO NATURAL as imágenes del paisaje resplandecen inaccesibles y a riqueza natural del Perú sorprende e invita a su puras como una visión de fantasía, son la fantasía de la decidida conservación. Se han contabilizado, por materia y se despliegan en un escenario de donde nos ejemplo, 2.000 especies de peces, 395 de reptiles Foto: Roberto Huarcaya. Roberto Foto: L L separa un velo sutil pero infrangible. y 403 de anfibios. Existen 182 especies de plantas nativas Y sin embargo, lejanas como las estrellas, las imágenes domésticas, unas 3.000 variedades de papas, 36 ecotipos de a Conferencia de las Par- desarrollo sostenible a escala del paisaje están en nosotros. Son nuestra propia lejanía, y maíz, 623 especies de frutas, 15 de tomates y 5 especies do- tes del Convenio Marco global. por eso nos suscitan, junto con el sentimiento melancólico mesticadas de ají; además de decenas de variedades de estos Lde las Naciones Unidas Como presidente de la de la distancia, la inexplicable impresión metafísica de que frutos picantes. Se ha registrado 1.200 plantas alimenticias, sobre el Cambio Climático, COP20 y anfitrión de la con- en la zona encantada de la contemplación, las distancias a la 1.048 plantas medicinales y 1.600 plantas ornamentales. conocida como COP20, se ha ferencia, el Perú ha desplegado vez que se mantienen, se borran, y de que al propio tiempo Se cuenta con 462 especies de mamíferos, 1.815 de aves, realizado en Lima los primeros una serie de esfuerzos a fin de que se alejan, se tocan los extremos en que se polariza la vida 4.000 de mariposas, 3.000 de orquídeas. La superficie de días de diciembre de 2014 con garantizar el éxito de la cita. del espacio y del alma. los bosques tropicales, una de las más importantes a escala la presencia de unas doce mil Dos factores han facilitado el Mariano Iberico Rodríguez global, mantiene 15 mil millones de toneladas de carbono. personas. La cita marca un rol mediador que en este caso El hipocampo, símbolo de la resiliencia, pasea aún su esbelta hito en el largo proceso de ne- también le correspondía asu- Notas sobre el paisaje de la sierra, 1973. figura bajo las aguas de nuestro litoral. gociación que deberá concluir mir: su reconocida condición en París el próximo año con la de país megadiverso y el carác- aprobación final de un acuer- ter emergente de su economía, do climático vinculante, cuyo que lo ubica en una situación propósito central sea limitar intermedia de creciente expec- el calentamiento, incrementar tativa y lo compromete a inci- la resiliencia y asegurar el dir en su agenda interna en los Foto: Leslie Searles. Foto:

temas vinculados a la sostenibilidad del medio ambiente. En este contexto, y en medio de una serie de actividades alusivas, la exposición Naturaleza de la naturale- za, organizada por el Centro Cultu- ral Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores, propone una vuelta simbólica al origen, a una sucesión de paisajes emblemáticos de nuestro país, donde la presencia de lo humano está apenas conte- nida en la mirada que los registra. El registro, en su tregua, incita sin embargo a evocar la gestación de la milenaria aventura cultural de la especie y sus diversos pueblos. Natura y cultura, habitante y pai- saje, confluencia e interferencia, vuelven entonces a interpelarnos. Los desafíos del presente reaparecen ante las tentaciones que acechan a los distintos paraísos y paisajes, cuya continuidad es requerida para seguir el curso solidario de la vida. La ex- posición reúne obras de destacados fotógrafos peruanos, de distintas generaciones: Roberto Huarcaya, Nora Chiozza, Leslie Searles, Musk

Foto: Nora Chiozza. Nora Foto: Nolte, Hans Stoll y Francisco Vigo.

CHASQUI 2 CHASQUI 3 sus sentidos y ofrezcan otras es para mí sólo una coartada de posibilidades de interpretación. la que me valgo para librarme del PRESENCIA Y PERMANENCIA En todo caso, el panorama actual proceso de la vida. Lo que yo lla- resulta alentador. Un síntoma mo mis sacrificios (no ser aboga- inequívoco de buena salud es la do, ni profesor de la universidad, aparición, en la última década, de ni político, ni agregado cultural) DE JULIO RAMÓN RIBEYRO numerosas lecturas que renuevan son tal vez fracasos simulados, la mirada sobre Ribeyro. Justo imposibilidades. Mi excusa: soy tributo al autor de una obra que escritor. Mi relativo éxito en este Alonso Rabí do Carmo* no oculta el asombro ni el dolor terreno excusa mis torpezas en los del creador, una obra que en otros. Siempre he huido de toda conjunto se nos ofrece como una prueba, de toda confrontación, Hace veinte años Julio Ramón Ribeyro murió en Lima, ciudad donde había nacido en 1929. Su afilada, las más intensas aventuras vitales de toda responsabilidad. Menos y literarias de nuestra tradición, de la de escribir». inconfundible, figura, que sumó largos años de residencia en París, parece difuminarse en la leyenda. Su obra aunque en apariencia sean estas * Estudió Literatura en la Universidad narrativa, en la que sobresalen cuentos y diarios magistrales, crece en el fervor de quienes lo leen y descubren. fuerzas contrarias, como anota en Nacional Mayor de San Marcos y en la su diario el 11 de marzo de 1965: University of Colorado (Boulder, Estados «A veces pienso que la literatura Unidos). Con los escritores Alfredo Bryce Echenique, Manuel Escorza, Juan Rulfo y dos amigas en París a mediados de la no de los mensajes fun- margen que ocupa una literatura década de 1970. damentales que deja en menor, excéntrica y carente de Ulas mentes de muchos grandes ambiciones formales lectores la obra narrativa de Julio como la que puso en práctica Ri- Ramón Ribeyro es que la insig- beyro en Prosas apátridas (1975), PALABRAS PARA UN PREMIO nificancia, el fracaso y la derrota Dichos de Luder (1989), su ahora EL OFICIO DE ESCRIBIR constituyen formas de heroísmo. monumental diario La tentación uisiera recordarles algunas reflexiones elaboradas a lo largo de mi scribir, más que transmitir un conocimiento, es acceder a un conocimien- Qvida en torno a mi actividad literaria. Cada cuento que he escrito Muchos de sus personajes confor- del fracaso (1992-1995) y Cartas to. El acto de escribir nos permite aprehender una realidad que hasta ha sido el fruto de un accidente espiritual, ideas o experiencias que me man una legión de seres peque- a Juan Antonio (1996-1998), la el momento se nos presentaba en forma incompleta, velada, fugitiva o divirtieron, me sobrecogieron o me marcaron. Su dispersión y variedad ños y olvidados, habitantes de un correspondencia con su herma- E caótica. Muchas cosas las conocemos o las comprendemos solo cuando las es- provienen justamente de que cada cuento jalona y a veces simboliza las mundo que les es hostil, de un no. Cuatro textos unidos por un cribimos. Porque escribir es escrutar en nosotros mismos y en el mundo con un alternativas de mi propia vida, el rumbo elíptico de una existencia más universo cuyas reglas de vida los sentido de la fragmentariedad instrumento mucho más riguroso que el pensamiento invisible: el pensamiento bien morosa, dispar y vagabunda. Escritos en bares, hoteles, barcos, mantienen en un estado de enaje- que domina su escritura y en más gráfico, visual, reversible, implacable de los signos alfabéticos. pensiones u oficinas, cada cual tiene su propia historia y su propio nación y marginación perpetuas. de un caso alimenta la imposibi- Prosas apátridas 55 destino, y agruparlos en serie es una tarea arbitraria. Yo siempre he Al subvertir el sentido de lidad de encontrar para al menos pensado en el cuento y rara vez en el libro. estas trayectorias vitales y tomar dos de ellos, Prosas apátridas y El arte del relato: sensibilidad para percibir las significaciones de las cosas. Si yo Como el cuento es una especie que se transforma, los míos repre- partido por ellas, Ribeyro las Dichos de Luder, un lugar estable digo: «El hombre del bar era un tipo calvo», hago una observación pueril. Pero sentan quizá una alternativa de un escritor que aún creía en los géneros dignifica. Esos personajes no son en el más cómodo y convencional puedo también decir: «Todas las calvicies son desgraciadas, pero hay calvicies literarios y en las historias por contar. Al escribirlos en la pobreza o en precisamente antihéroes: no son estanco clasificador de géneros que inspiran una profunda lástima». Son las calvicies obtenidas sin gloria, fruto bonanza, en mi país o fuera de él, en unas horas o en años de correc- sus contradicciones o ambigüeda- literarios. de la rutina y no del placer, como la del hombre que bebía ayer cerveza en el ciones, solo he querido que ellos entretengan, enseñen o conmuevan. des morales las que ocupan el pri- Esta decantación por la «escri- Violín Gitano. Al verlo, yo me decía: «¡En qué dependencia pública habrá perdi- Y he querido también proporcionarme un placer a mí mismo, pues mer plano, sino su indefensión tura menor» establece un puente do este cristiano sus cabellos!». Sin embargo, quizá en la primera fórmula reside escribir, después de todo, no es otra cosa que inventar un autor a la y la réplica que pone en marcha con una actitud personal en la el arte del relato. (7 de mayo de 1959. En: La tentación del fracaso, 1993). medida de nuestro gusto. (Fragmento del discurso de recepción del el narrador de los cuentos de La que la autocrítica feroz, la falta Premio de Literatura Latinoamérica y del Caribe Juan Rulfo, 1994.) palabra del mudo, una réplica car- absoluta de complacencia y un gada de sutil empatía, de silencio- peculiar sentido del autoflagelo sa solidaridad. Se trata, en todo son asunto cotidiano. Así, por Julio Ramón Ribeyro. París, 1986, Fotografía de Carlos Domínguez. caso, de un heroísmo alterno: ejemplo, en una de las primeras sus héroes podrían incluso haber entradas de su diario, el 17 de capitulado, pero eso no les niega agosto de 1950, se lee: «Estoy DECÁLOGO DEL CUENTO la compasión. inferiormente dotado para la (Barranco, 1994) La presencia de esas vidas lucha por la existencia». De esta menores, que irrumpieron en manera Ribeyro irá configurando 1. El cuento debe contar una historia. No hay cuento sin historia. El la escena literaria peruana en un espacio propicio a la autocrí- cuento se ha hecho para que el lector a su vez pueda contarlo. 1955 con la publicación de Los tica, al juicio implacable sobre el gallinazos sin plumas no pasó in- proceso de su propia escritura. 2. La historia del cuento puede ser real o inventada. Si es real, debe advertida. Y aunque estos relatos En parte este acto de radical parecer inventada y si es inventada, real. inaugurales podían leerse en Julio Ramón Ribeyro. París, Fotografía de Baldomero Pestana. sinceridad se lo debemos sobre clave de un depurado realismo todo a La tentación del fracaso, en 3. El cuento debe ser de preferencia breve, de modo que pueda leerse social (no en vano se habla siem- muchas de cuyas páginas pone a de un tirón. pre del aliento clásico que habita la (1963), de Julio Cortázar; Cien alcanza momentos de perfección prueba su escritura y su vocación. la prosa de Ribeyro), la mirada se años de soledad (1967), de Gabriel difícilmente superables. Pero, Por otra parte la cuentística 4. La historia contada por el cuento debe entretener, conmover, in- dirigió también a esos individuos García Márquez, o Conversación además, habría que decir que el ribeyriana también pareció darle trigar o sorprender, si todo ello junto mejor. Si no logra ninguno marcados por el infortunio y la en La Catedral (1969), de Mario boom también dejó de lado otras la espalda a las «novedades» del de estos efectos, no existe como cuento. indiferencia quienes a lo largo de Vargas Llosa, por mencionar cua- escrituras, que llevarían a Julio boom. Durante muchos años, tro ejemplos. Ramón Ribeyro por un camino 5. El estilo del cuento debe ser directo, sencillo, sin ornamentos ni los cuatro volúmenes de relatos sus cuentos han sido falsamente digresiones. Dejemos eso para la poesía o la novela. configuran la comedia humana Por otro lado, las novelas de de decantación formal e intelec- protegidos por el epíteto de ribeyriana. Ribeyro no tuvieron una recep- tual. El boom no admitió en su «clásicos», lo que originó aquella 6. El cuento debe ser solo mostrar, no enseñar. De otro modo sería Uno no deja de preguntarse ción fervorosa. Aunque no se las seno eso que podría llamarse un equívoca frase que colocaba a una moraleja. por qué la obra de Ribeyro, que pueda condenar a la categoría de conjunto de «escrituras meno- Ribeyro como el «mejor escritor comenzó a ser escrita muy cerca «fallidas», no deja de ser cierto que res», como el carnet camusiano, peruano del siglo XIX». Lo cierto 7. El cuento admite todas las técnicas: diálogo, monólogo, narración de los años que vieron surgir el el entusiasmo que provocaron no el aforismo, el fragmento, el texto es que, vistos hoy, muchos de sus pura y simple, epístola, informe, collage de textos ajenos, etc.; siem- llamado boom de la literatura fue del todo trascendente. De las a medio camino entre el ensayo, cuentos realistas, como el célebre pre y cuando la historia no se diluya y pueda el lector reducirla a latinoamericana, no alcanzó tres novelas que escribió —Crónica la divagación autobiográfica y el «Los gallinazos sin plumas», lo si- su expresión oral. una cuota de difusión mayor. de San Gabriel (1960), Los genieci- registro de la cotidianidad desde tuaban en realidad en la cima de Hay varias entradas que podrían llos dominicales (1965) y Cambio de perspectivas radicalmente ínti- un discurso más bien moderno, 8. El cuento debe partir de situaciones en las que él o los personajes explicar esta paradoja. En primer guardia (1976)—, acaso la primera mas. por sus profundas formulaciones viven un conflicto que los obliga a tomar una decisión que pone lugar, no se puede poner en duda sea la más notable: una de las Al ritmo de este rechazo, Julio críticas. en juego su destino. que el boom fue, ante todo, un pocas bildungsroman de nuestra na- Ramón Ribeyro construyó, junto Ciertamente, los futuros movimiento novelesco y que en él rrativa, junto con Los ríos profundos al gran edificio de sus relatos, un estudios literarios tendrán que 9. En el cuento no debe haber tiempos muertos ni sobrar nada. Cada el cuento y otros géneros tuvieron (1956), de José María Arguedas, y vecindario pequeño, formado prescindir de muchos presupues- palabra es absolutamente imprescindible. un impacto menor, comparado al País de Jauja (1993), de Edgardo por textos que apuestan por la tos inamovibles al momento 10. El cuento debe conducir necesaria, inexorable a un solo desenlace, causado por el ciclo de la llamada Rivera Martínez. hibridez y la reflexión, por unos de abordar la obra de Ribeyro, por sorpresivo que sea. Si el lector no acepta el desenlace es que el «novela total», entre las que se En comparación con este libros que además de avivar la in- una obra que a pesar de haber cuento ha fallado. cuentan La región más transparente conjunto novelístico, el corpus certidumbre de algunos críticos, traspasado un siglo, sigue a la (1958), de Carlos Fuentes; Rayue- conformado por sus cuentos se situaron sin problemas en ese espera de lecturas que renueven

CHASQUI 4 CHASQUI 5 CÉSAR VALLEJO POR STEPHEN M. HART EL PRIMER PINTOR DE LA REPÚBLICA UNA BIOGRAFÍA INDISPENSABLE Marco Martos* JOSÉ GIL DE CASTRO

Aparece, al fin, un estudio completo sobre la vida de uno de los poetas más importantes del siglo XX. Una exposición itinerante inaugurada en el Museo de Arte de Lima* reúne la obra del artista dispersa en colecciones del Perú, Argentina y Chile. Este gran esfuerzo permite comprender los alcances decisivos de su pintura en la definición del a biografía es un género dernidad. En todo caso, para no imaginario cultural de la región. El catálogo es el primer volumen de la Biblioteca del Perú/Colección Bicentenario. literario que tiene variada parecer excesivos, podemos decir Lfortuna. Así, en el pasado, que la calidad de su poesía no cede algunos escritores como Emil ante la de Eliot o la de Apollinaire. Ludwig o Stefan Zweig basaron Flaubert solía decir que la vida sus escritos principalmente en el de cualquier persona es interesan- poder de los personajes. Napoleón te, que basta mirarla con cuidado o Catalina de Rusia o Bismarck o para encontrar hechos que llaman Lincoln siempre han llamado la la atención; y si se trata de un atención de cualquier lector, cual- poeta excepcional, creemos, que quiera que fuere su grado de infor- hay más razón. Hace décadas que mación previa. Sin embargo, ha Huidobro o Neruda o Borges tie- habido periodos y no tan lejanos, nen biografías; pero Vallejo, hasta en el campo de la literatura, en el el día de hoy, no tenía ninguna. que las referencias biográficas a los Stephen M. Hart se ha convertido escritores han sido anatematizadas en el primer biógrafo literario y juzgadas como propias solamen- de César Vallejo y ese mérito lo te de la etapa escolar. Se ha cen- tendrá toda su vida. Antes de él surado a los maestros que cuentan teníamos información parcial y a detalles de la vida de los creadores veces contradictoria de numerosos como personas que recurren a estudiosos. Así, en primer lugar, ese ardid para soslayar el análisis están los de sus amigos como Juan adecuado y el comentario de los Espejo, Ernesto More, Domingo propios textos. En el esquema de Córdova o Juan Larrea, que han la comunicación, durante mucho dejado páginas memorables. Co- tiempo se nos ha dicho que lo nocemos también las páginas de único importante es el texto en Georgette de Vallejo, apasionadas sí mismo y que del resto se puede y polémicas, pero llenas de amor prescindir, lección que no es sino al vate y de un manejo privilegiado una distorsión de lo que sostenían de las fuentes. Aparece después los llamados formalistas rusos. un segundo grupo de estudiosos Debemos a Georg Lukács, espe- como Luis Monguió, André Coy- cialmente, el llamado de atención né, Américo Ferrari, David Sobre- sobre los hechos sociales en la pro- villa, Ricardo Silva-Santisteban, ducción de la obra literaria. Y no Julio Ortega, Ricardo González olvidemos que Walter Benjamin Vigil, Max Silva o Jesús Cabel, que estudió la poesía de Baudelaire a haciendo crítica literaria también través del pulso de la vida de París. presentan algunos aspectos biográ- Y desde esa perspectiva nos intro- ficos. Y luego, o al mismo tiempo, ducimos de nuevo en el individuo, se desata lo que podemos llamar la en la suma de individuos con sus pasión por Vallejo, en todo el Perú vivencias, sus pasiones, sus intere- y en muchos lugares alejados de la ses, sus conflictos, que tienen sin patria del vate. Y se suceden las 83,5 cm. Museo Historia Natural, Ministerio de Cultura, República Argentina, Buenos Aires. Argentina, de Cultura, República Ministerio Natural, 83,5 cm. Museo Historia duda repercusión en los textos de preguntas: ¿Quién es Rita? ¿Quién  los escritores. es Otilia? ¿Qué pensaba Vallejo En tiempos más recientes, des- Vallejo con su esposa, Georget Philippart, en París. de Trotski, de Stalin? ¿Borró el de Borges, orgulloso más de lo leí- marxismo el cristianismo inicial do que de lo escrito por él mismo, del poeta? Hart ha escrito un libro hasta las teorías de la recepción, se re o sobre Mallarmé. Y después Poltinari en la vida del poeta— po- riguroso y magnífico. Cada uno está privilegiando el encuentro en- siguieron Kristeva, Lacan, Dolto, dremos encontrar algunas claves de los datos que proporciona está tre el lector y el texto literario. Sin Bachelard. Entonces, de manera para la lectura de su Comedia. Se- corroborado por fuentes confia- embargo, el autor, vilipendiado categórica, podemos decir que en guramente estamos equivocados, bles; pero su texto no es un relato como algo superfluo, un señuelo terreno de los estudiosos ya no se pero no totalmente. El gran núme- lineal de la vida de Vallejo, pues 107 tela. Óleo sobre . Lima, 1822. que desvía la atención sobre lo puede desdeñar la biografía de ro de florentinos que están en los se detiene en los aspectos más con- secundario, vuelve a ser materia los autores, y si alguien lo hiciera círculos del infierno solo puede troversiales como la prisión del de interés desde varios ángulos; corre el peligro de dejar en la os- explicarse por la animadversión vate por 112 días en una cárcel de uno, sin duda, el psicológico, que curidad pasajes muy interesantes, del poeta por quienes, siendo sus Trujillo, su coincidente amor por Freud trabajó con denuedo en sus sobre todo en poesía. paisanos, lo habían expulsado de dos muchachas llamadas Otilia, textos teóricos y en sus propios Pero una cosa es lo que ocurre su ciudad natal. su militancia política marxista, su análisis literarios y psicoanalíticos. en los predios universitarios y otra Con César Vallejo ocurre algo ambular por las calles de París du- Al discurso del paciente, a su libre afuera. Los lectores comunes y co- singular que no pasa con ningún rante algún tiempo sin domicilio asociación de ideas o al texto del rrientes, a lo largo de los siglos, no otro poeta hispanoamericano: des- conocido, todo para ilustrar mejor autor, el analista o el lector se han dejado de creer nunca que la pués de su muerte su fama no deja algunos pasajes de su poesía o de enfrentan con una atención libre biografía de un autor importante de crecer. Hace cuarenta años, el su teatro o de su prosa. El libro se flotante que es la que permite des- es de interés. Sabemos detalles de crítico Saúl Yurkievich lo colocaba lee como las buenas novelas, de cubrir y precisar las alteraciones a la vida de Cervantes o de San Juan entre los poetas fundadores de la un tirón, y como los buenos libros la normalidad del discurso, para de la Cruz, a veces más que de poesía hispanoamericana, al lado de poemas, a los que, una vez con- aislar o un síntoma o un recurso nuestras propias vidas. Creemos, de Borges, Huidobro, Neruda y cluida la lectura, uno vuelve sobre literario valioso, que no es más seguramente equivocándonos, Paz. Desde entonces, la devoción muchas de sus páginas, para pala- que la esencia de lo diferente y que sabiendo la vida de Dante en por Vallejo en todo el mundo no dearlas con lentitud, como quien y de Trujillo de Torre-Tagle marqués y Portocarrero, de Tagle José Bernardo finalmente bello, incluyendo lo sus mínimos detalles —aquello de ha cesado de multiplicarse a tal toma un vaso de cerveza en el café monstruoso o lo excesivo de un los güelfos y los gibelinos, de los punto que un crítico griego, que de La Régence con el propio Valle- as revoluciones por la inde- siempre el destino del Imperio en un proceso que integró fugaz- retrato, imbuido tanto de viejas Rabelais o de un Sade. Y de una blancos y los negros en el partido por lo demás ha vertido toda la jo hablando del Perú. pendencia sudamericana español en América. Las guerras mente los territorios de las futuras nociones de prestigio social costilla de Freud nació la psicocrí- güelfo, del dilema de Dante de poesía de César Vallejo a su idio- definen un momento de iniciadas tras la vacancia del tro- naciones latinoamericanas en como de nuevas ideas en torno * Expresidente de la Academia Peruana de la L tica de Charles Mauron, que dio concurrir o no al llamado del ma, Rigas Kappatos, lo considera grandes transformaciones sociales no español en 1808 supusieron el una causa común, sellada con la al heroísmo individual, llegaría a brillantes análisis sobre Baudelai- Papa, de la presencia de Beatriz el poeta más importante de la mo- Lengua. y políticas que cambiaron para movimiento de ejércitos enteros batalla de en 1824. El ser el género clave de la cultura

CHASQUI 6 CHASQUI 7 Mariano Alejo Álvarez y su hijo Mariano. Lima, ca. 1834. Óleo sobre tela. 221  151 cm. Museo de Bernardo O’Higgins. Santiago, 1820. Óleo sobre tela. 205  136,6 cm. Museo Histórico Nacional, Simón Bolívar. Lima, ca. 1826-1830. Óleo sobre tela. 203  133 cm. Museo Nacional de Mariana Micaela de Echevarría Santiago y Ulloa, marquesa de Torre-Tagle. Lima, 1822. Óleo Ramón Martínez de Luco y Caldera y su hijo José Fabián. Santiago, 1816. Óleo sobre tela. 106  81 cm. Museo Arte de Lima. Santiago. Arqueología, Antropología e Historia del Perú. Ministerio de Cultura del Perú, Lima. sobre tela. 203.8  127,5 cm. Ministerio de Relaciones Exteriores, Palacio de Torre Tagle, Nacional de Bellas Artes, Santiago. Lima. visual del periodo. En ese con- pie a una Primera Junta Nacional Así, el mismo año en que firmaba texto, José Gil de Castro Morales de Gobierno en 1810, que gober- su último retrato de Fernando (Lima, 1785-1837), pintor peruano naría en nombre del rey, aunque VII, Gil de Castro empezaba la radicado entre Santiago y Lima, se las circunstancias luego condu- gran serie de lienzos dedicados a convertiría en el principal retratis- cirían a la abierta búsqueda de San Martín, a su círculo de ofi- ta de las figuras que lideraron esa autonomía y a la independencia ciales y a las figuras prominentes transición fundacional. del territorio chileno. Si bien es del nuevo Estado independiente Se sabe poco acerca de este posible que el viaje del pintor de Chile. Gracias a su cercanía «retratista sin rostro». La partida haya respondido a expectativas con la nueva clase política, y en de matrimonio de sus padres con- acerca de las oportunidades que reconocimiento a los servicios signa a Mariano Carbajal Castro el régimen republicano pudiera prestados a la causa, el pintor fue como pardo libre y a María Leoca- abrirle, esas posibilidades se incorporado como capitán de fu- dia Morales como negra y esclava. cancelarían al poco tiempo de su sileros del batallón de Infantes de Aunque su madre obtendría su arribo a Santiago con el fin de la la Patria, compañía que convocó a libertad poco antes del nacimien- «Patria Vieja», tras la batalla de los afrodescendientes de Santiago. to de Gil, su hermano mayor pasó Rancagua en octubre de 1814, Este sería un cargo esencialmente su infancia y adolescencia como cuando las tropas realistas reto- honorífico, pues se sabe que Gil esclavo. Así, aunque nacido libre, maron el poder en Chile. Como de Castro permaneció en Santia- la esclavitud sería un estigma fa- uno de los pocos pintores activos go y no participó en las campañas miliar del que el pintor no podría en Santiago, Gil se ganó un lugar bélicas de los años siguientes. escapar del todo. Todavía niño como el retratista de elección de Hacia julio de 1822, siguiendo debió ingresar como aprendiz las familias identificadas con la el camino abierto por la Expedi- a algún taller limeño, con toda monarquía española. Sus imá- ción Libertadora, el pintor regresa probabilidad al de Pedro Díaz genes del rey, de la aristocracia a Lima. Sus estrechos vínculos (act. 1770-1815), destacado pin- chilena y de algunos de los más con San Martín, entonces pro- tor y retratista cercano a la corte destacados funcionarios de la tector del Perú, le permitieron virreinal, a quien debió asistir por administración colonial, no debe acceder rápidamente a los círculos varios años siguiendo el régimen sin embargo comprenderse como patriotas de la capital que había regular de enseñanza de los ofi- una toma de posición política. El declarado la independencia un José de San Martín. Santiago, 1818. Óleo sobre tela, 111  83,5 cm. Museo Carlota Caspe y Rodríguez. Santiago, 1816. Óleo sobre tela. 82,5  61,5 cm. Tucson Dolores Díaz Durán de Gómez. Santiago, 1814. Óleo sobre tela. 102,5  78,5 cm. Lorenzo del Valle y García. Lima, 2 de octubre de 1835. Óleo sobre tela. 106,5  cios. Como era usual en el mun- pintor tendría escasas opciones, año antes. Pinta entonces lo que Histórico Nacional, Ministerio de Cultura, República Argentina, Buenos Aires. Museum of Art, Arizona. Colección particular, Santiago. 82,6 cm. Banco Central de Reserva del Perú, Lima. do hispánico, probablemente se dado que el retrato fue, antes podría considerarse el primer inició en el género religioso, antes y después de la revolución, un retrato de Estado del Perú repu- de pasar a apoyar a su maestro en género necesariamente asociado blicano, el de José Bernardo de un escenario político enteramente En medio del accidentado lo largo de la década de 1830 su plebeya. Esto permitiría explicar independencia quizá no lograron la ejecución de retratos. Sabemos a las más altas esferas del poder. Tagle como supremo delegado, distinto. Para quien alcanzó fama ambiente político de la tem- producción fue disminuyendo el olvido en que cayó su nombre. realizar, pero que sin duda permi- que hacia 1807 recibió algunos en- El 12 de febrero de 1817, tras el cargo que ocupaba por ausencia como retratista bajo la protección prana república, Gil de Castro mientras intentaba adecuar su El pintor no logró trascender las tieron primero imaginar. cargos importantes en Lima, pero arriesgado cruce de los Andes, las temporal de San Martín. La es- del círculo de San Martín, el ascen- continuó su labor de retratista, pintura a las nuevas tendencias limitaciones impuestas por las se pierde su rastro poco después. tropas de exilados chilenos y sol- tancia en Lima de Gil de Castro so de Bolívar implicaba un tablero alternando imágenes oficiales y estéticas. Todo indica que en los rígidas jerarquías que, contra el * La exposición permanecerá en Lima del 22 de octubre de 2014 al 22 de febrero de 2015. Más adelante declara haber sido dados de las Provincias Unidas del se vería interrumpida por la toma de juego completamente nuevo. El privadas. Pinta por entonces su últimos años habría empezado discurso igualitario que voceaba, Irá luego al Museo Nacional de Bellas Artes «Capitán de Milicias disciplinadas Río de la Plata lideradas por José realista de la ciudad a inicios de pintor, sin embargo, logró pronto gran cuadro imaginario de José a quedar relegado frente a la la sociedad republicana heredó de Santiago de Chile, de abril a junio, y al de la Ciudad de Trujillo, y agrega- de San Martín vencieron a los rea- 1824, lo que lo obliga a trasladarse establecerse como el retratista de Olaya, uno de los pocos retratos aparición de una nueva sensi- del antiguo régimen. Los títulos Museo Histórico Nacional de Buenos Aires, de julio a octubre. El catálogo José Gil de Cas- do al Cuerpo de Yngenieros». listas en la batalla de Chacabuco, a Santiago hasta que la victoria elección del Libertador, llegando de un personaje indígena que se bilidad, surgida con la llegada y cargos que colocó junto a sus tro, pintor de libertadores (Lima, MALI, 2014, Cuando Gil de Castro pasó a sellando así el fin definitivo del patriota en Ayacucho sellara el fin a crear las imágenes emblemáticas conserva de este periodo, en que de artistas y obras europeas. El firmas han permitido asegurar 560 páginas) ha sido editado bajo la direc- Chile hacia 1813, el territorio se viejo orden. Santiago sería, en los de la guerra. El retorno definitivo del héroe venezolano, entre ellas Gil convierte al mártir peruano modelo cosmopolita se instaló la memoria de su nombre en el ción de Natalia Majluf. La muestra cuenta encontraba en guerra. La crisis años siguientes, el centro a donde a Lima en los primeros meses de con los auspicios de los ministerios de los grandes retratos de cuerpo en una suerte de «santo secular», en las esferas más altas de la so- plano hipotético de una sociedad Relaciones Exteriores del Perú, Argentina y política surgida con la caída de confluirían las principales fuerzas 1825 ubicaría a Gil de Castro en entero que hoy se encuentran en vestido todo de blanco frente al ciedad criolla y la pintura dejó sin diferencias, ese ideal demo- Chile; y con el apoyo de diversas empresas e Fernando VII en España daría de la causa de la independencia. una situación compleja frente a Caracas, Lima y Sucre. paisaje de su Chorrillos natal. A de ser entonces una profesión crático que las revoluciones de la instituciones.

CHASQUI 8 CHASQUI 9 RETROSPECTIVA DE PIERO QUIJANO LA REPÚBLICA DE LOS POETAS CIUDAD EN MARCHA Cuerpo multiplicado sin título excavo en mi dorado Perú Nicolás Tarnawiecki Chávez* No tengo límites Mi piel es una puerta abierta Un reino puro y encuentro Veinte años de pintura del artista son reunidos en una muestra antológica que permite apreciar su singular Y mi cerebro una casa vacía Una cuchara. Excavo más La punta de mis dedos toca fácilmente Y sale el rey con toda su joyería exploración en la urbe limeña. El firmamento y el piso de madera Y la reina mía enterrada

Bodegón con cafetera. 2009, óleo. Balconcillo. 1989. acrílico. No tengo pies ni cabeza Cuya mirada me estremece Mis brazos y mis piernas Excavo y excavo todavía Son los brazos y las piernas Y es mi osamenta que hallo ahora De un animal que estornuda Y el trono ensangrentado Y que no tiene límites Que allí me espera Si gozo somos todos que gozamos Aunque no todos gocen Si lloro somos todos que lloramos Aunque no todos lloren guardo de Lima una botella Si me siento en una silla Son millares que se sientan Llena de lluvia En su silla Y un puñado de arena Y si fumo un cigarrillo En el pañuelo. A veces recuerdo El humo llega a las estrellas La luz de su nublado cielo La misma película en colores Y la acaricio En la misma sala oscura Como se acaricia una perla Me reúne y me separa de todos En el bolsillo Soy uno solo como todos y como todos Soy uno sólo

Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924-Milán, 2006) no solo ocupa un lugar excepcional entre los poetas ibe- roamericanos, sino que es considerado un artista plástico especialmente innovador. Al conmemorarse los 90 años de su nacimiento, han aparecido reediciones de algunas de sus obras, como Primera muerte de María y El cuerpo de Giulia-no (Lustra Editores); se han realizado en Lima los congresos «Palabra, color y materia en la n la pintura de Piero Quijano obra de Jorge Eduardo Eielson» y el «Congreso de las artes-Homenaje a Jorge Eduardo Eielson», organizados (Lima, 1959) está muy pre- por la Casa de la Literatura Peruana y la Universidad Científica del Sur, respectivamente; y se ha expuesto la Esente el recuerdo de los años muestra antológica «El lenguaje mágico del nudo» en la galería Enlace, con el apoyo del Centro Studi Jorge setenta o inicios de los ochenta, Eielson que dirige Martha Canfield y cuya sede está en Florencia. Ver también: www.centroeielson.com pero no de una manera nostálgica sino más bien desde un reconoci- recuerdo y por cierto regreso a un por mostrarnos un lugar desde el a reparar en temas como la convi- miento de aspectos positivos de esa pasado que no todos vivimos cual repensar nuestra identidad y vencia, la participación con el otro época que desaparecen a inicios de En esta antología de Piero Qui- los cambios sociales. Alguna vez le y el vivir en una ciudad con un nivel los noventa, momento en que el ar- jano, se puede ver una selección dijeron al artista que su obra era de transformación acelerado. tista empieza a exponer su obra. La de su obra realizada entre los años una «pintura ciudadana» y seguro ciudad que ha pintado Quijano es 1989 y 2009 que reflejan 20 años lo decían porque representaba mu- * Curador y crítico de arte. una ciudad que parecía habitable, de producción dedicados a explorar chas imágenes de la ciudad, pero La exposición de Piero Quijano estuvo en SONIDOS DEL PERÚ donde los carros circulaban, había las imágenes de la ciudad, de per- se puede pensar que también es la galería Luis Miró Quesada Garland de Miraflores. Octubre de 2014. industria, etc.: simplemente era una sonajes de la música y un intento ciudadana en tanto que nos obliga Música afro y de la costa / Susana cantantes ecuatorianos. La prolija inte- mentos, armonías y fórmulas de la Lima diferente, no necesariamente Baca y Papá Roncón racción instrumental no oculta las dos música criolla y afroperuana. Son el mejor. Parecía, además, una ciudad Caras, 1995, acrílico. DE LA MISMA SANGRE, vertientes que constata el disco: por un cajón y la guitarra las columnas de accesible para todos. La arquitec- ECUADOR / PERÚ lado, los arreglos para Susana Baca, soporte instrumental básico de esta tura estaba cerca a todos, no res- con una estilización marcadamente producción y los que articulan en guardada detrás de una seguridad (Embajada de Ecuador en el Perú, 2011, http://peru.embajada.gob.ec) moderna, empleando armonías de jazz gran medida unos temas con otros. excesiva o en lugares privados. y esquemas formales occidentales, tal El repertorio del disco incluye música Cuando vemos la pintura de Publicado por la Ilustre Embajada como se ha hecho común entre los tradicional española y peruana, temas Quijano la podemos conectar con el de Ecuador en el Perú, este disco es cultores peruanos de la música afro de Chabuca Granda y algunos del pro- extrañar las grandes construcciones el tercero de una serie que incluye de fusión; y, por otro, los temas tradi- pio González. Los arreglos se orientan arquitectónicas en espacio público música criolla (CD 1. «Romance de cionales ecuatorianos, con la impronta claramente hacia el concepto de del pasado. Las pinturas dedicadas a nuestro destino»), música andina de Papá Roncón, que tienen una fusión, de mezcla, de yuxtaposición. la ciudad se suman de manera frag- (CD 2. «Cerquita del corazón») y una sonoridad parecida a un trabajo de En esta indagación y su consecuente mentaria a nuestro recuerdo e ima- selección parcial de música afro y de la campo musicológico, evidenciando las experimentación formal y sonora, gen de Lima, y nos permiten pensar costa de ambos países (CD 3). Toda la formas cíclicas, el timbre de las voces el artista reta al oyente a realizar un en las transformaciones y cambios serie ha sido realizada en conjunto por ancestrales y los instrumentos autóc- esfuerzo de integración de elementos drásticos que se han dado en muy músicos peruanos y ecuatorianos, de tonos, así como texturas y matices, a veces muy dispares y se arriesga sin pocos años. Entre otras imágenes de amplia trayectoria en la música popu- que enlazan indubitablemente con complejos a crear piezas musicales la ciudad, encontramos carros y ca- lar y tradicional. En este caso partici- sus orígenes africanos, exceptuando cuya unidad pende a ratos de un hilo CHASQUI miones antiguos, rockolas, edificios, el Amorfino de la última canción. pan Susana Baca, del Perú (voz) y Papá muy delgado, el de la costumbre y las Boletín Cultural etc. cuyos diseños son de especial Roncón, de Ecuador (marimba). Ellos Aun cuando no pretende mostrar un expectativas del público. Casi todos interés para el artista. Estos objetos están acompañados mayoritariamente estudio académico al respecto, el folle- los temas, sin embargo, llevan un MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES parecen tener una vida dentro y que por miembros de la banda de Baca, a to incluye datos y comentarios sobre fuerte acento andaluz, dado que el manifiesta el paso del tiempo. los que se suman destacados músicos y cada pista, lo que sin duda ayudará a uso del cante, los jaleos y las palmas Dirección General para Asuntos Culturales Por otro lado, el artista pinta poner en perspectiva la audición de están omnipresentes en el disco. Las Jr. Ucayali 337, Lima 1, Perú otra de sus pasiones: la música. Y, esta importante publicación. interpretaciones están a cargo de una Telefono: (511) 204-2638 en sus varias pinturas o retratos serie de destacados cantaores y músi- dedicados a músicos y orquestas, cos españoles y peruanos, entre los E-mail: [email protected] Miki González vemos la intención de reflejar otro que se encuentran Bandolero, Amalia Web: www.rree.gob.pe/politicaexterior mundo o la escena musical. Al igual LANDÓ POR BULERÍAS Barbero, Tomasito, Ernesto Hermosa, que en las pinturas de la ciudad, en (Play Music and Video, 2009, Marco Campos, Noel Marambio y Los artículos son responsabilidad de sus autores. las imágenes de músicos, Quijano www.playmusicvideo.com.pe) otros, logrando proyectar esa energía nos lleva a un momento de la histo- vibrante y expansiva que ha sido una Este boletín es distribuido gratuitamente por ria distinto al actual y una vez más Reconectándose con una parte fun- característica constante del cantautor las misiones del Perú en el exterior. no con ánimo de nostalgia sino en damental del alma andalusí, Miki peruano-español. Esta producción que reparemos en que era una épo- González, músico español radicado recibió Disco de Oro el año 2011. Impresión: ca distinta. A modo de metáfora, en el Perú, entrega 14 tracks cargados Los temas fueron grabados en Lima Gráfica Esbelia Quijano S. R. L. los cuadros sobre músicos también del ritmo incisivo y desbordante del y Madrid durante ocho meses. están cargados de esa pasión por el flamenco, combinándolo con instru- (Abraham Padilla)

CHASQUI 10 CHASQUI 11 preocupaba el papel (limitado sin MATEO PUMACAHUA, CACIQUE DE CHINCHERO duda) que iban a desempeñar los caciques si dejaban de existir tribu- tos y mitas. Es posible que intuyera que con estas medidas liberales el ENTRE LA GRAN REBELIÓN liderazgo de los caciques y el peso de sus cacicazgos estaba llegando a su fin. De allí quizá su afirmación de que se había unido al movi- Y LA JUNTA DEL DE 1814 miento de los hermanos Angulo para «defender sus derechos». La propuesta de desestructurar la Scarlett O'Phelan* propiedad colectiva de las tierras de comunidad a favor de la propie- dad individual, no parece haber Se conmemoran doscientos años del levantamiento en la antigua capital de los incas de un movimiento libertario encabezado sido discutida durante su gestión por los hermanos Angulo, y en el que tuvo especial protagonismo el brigadier general Mateo Pumacahua. como presidente de la Audiencia del Cusco, pero no es extremo pensar que de haberse planteado Pumacahua la hubiera rechazado por considerarla igualmente per- judicial. Así, Mateo Pumacahua irradia la imagen de una persona conservadora, más próximo a ese Fernando VII, quien no bien recu- peró el trono de España, en 1814, dio marcha atrás en relación con las medidas tomadas en las Cortes de Cádiz, anulando la Constitu- ción y, con ello, poniendo nueva- mente en vigencia tributos y mitas. La primavera liberal había durado escasamente seis años.

* Profesora principal de la Pontificia Univer- sidad Católica del Perú y catedrática de la Academia Diplomática del Perú. 1 David Garrett. Shadows of Empire. The Indian Nobility of Cusco, 1750-1825. Cambridge University Press, 2005, p. 80. Qorikancha e Iglesia de Santo Domingo, Cusco. : Incidents of travel and exploration in the land of the Incas. Squier, E. George. New York, 1877 2 Luz Peralta y Miguel Pinto. Matheo Pumaca- hua, cacique de Chinchero. Seminario de His- toria Rural Andina. Universidad Nacional tro de la historia colonial hispanoa- perdían su razón de ser. Además, luego el cacique decidirá enrumbar Mayor de San Marcos. Lima, 2003, p. 179. mericana: es el primer y único caso la Constitución de Cádiz también hacia , lo cual le costaría la 3 Ibíd. p. 184. en que un mestizo presidió una derogaba los señoríos, y no hay vida; siendo ajusticiado en Sicuani, 4 David Garrett. Shadows of Empire, p. 240. audiencia en tiempos coloniales. que olvidar que los caciques, eran el 17 de marzo de 1815. Con la eje- 5 Luz Peralta y Miguel Pinto. Matheo Pumaca- No obstante, como se ha indi- ‘señores naturales’. Se entiende en- hua, pp. 185-187. Batalla de Guaqui. Vista panorámica del lienzo que representa la batalla de Guaqui (detalle). cución del cacique de Chinchero cado, la actuación de Pumacahua tonces que el marco de referencia se cerraba un ciclo en que la élite 6 Scarlett O’Phelan Godoy. «El mito de la como presidente interino de la en el que Pumacahua se manejaba, indígena había jugado un papel ‘independencia concedida.’ Los programas políticos del siglo XVIII y del temprano XIX a rebelión que encabezó el pudiera agregar la palabra ‘inga’, al gran rebelión. Da la impresión que medalla de oro en reconocimiento Audiencia cusqueña será efímera. estaba sufriendo modificaciones relevante en el liderazgo de los en el Perú y el Alto Perú (1730-1814)» Inge 1 cacique de Tinta, José Ga- final de su nombre . Pero tampoco si no hubiera sido por su exitosa a su lealtad y constancia en el con- Siguiendo con sus gestos de des- sustanciales. Debe haber sentido movimientos insurgentes, aunque, Buisson y otros. Problemas de la Formación briel Condorcanqui o Túpac es que los Pumacahua estuvieran actuación militar en sofocar la texto de la gran rebelión. En 1802, prendimiento, no bien asumió el que combatir por la restitución hay que reconocer, que mientras del Estado y de la Nación en Hispanoamérica. L Inter Nationes. Bonn, 1984, p. 69. Amaru II, fue un movimiento de tan desprovistos de pergaminos y rebelión de Túpac Amaru, proba- el cacique de Chinchero no duda cargo, don Mateo declinó su suel- de Fernando VII era la garantía en 1780 Túpac Amaru fue el diri- masas sin precedentes que asoló abolengo. Así, Mateo Pumacahua blemente no habría alcanzado los en ofrecer un generoso donativo do a favor de la lucha contra los in- de volver al periodo previo a las gente absoluto de la gran rebelión, 7 Scarlett O’Phelan Godoy. «El mito de la el virreinato del Perú, incluyendo iniciaba su expediente de nobleza honores y privilegios que logró, de 200 pesos a la Corona, para surgentes, y en diciembre de 1812 Cortes y la Constitución. De allí, en 1814 Pumacahua compartió independencia concedida», p. 87. el Alto Perú, en 1780 y 1781, po- con la real cédula de 1544, por al convertirse en una pieza clave apoyar la guerra de España contra envió un donativo a favor del rey. probablemente, que aceptara unir- figuración junto a los hermanos 8 Luz Peralta y Miguel Pinto. Matheo Pumaca- niendo en jaque la estabilidad de medio de la cual se legitimaba a del ejército realista que doblegó Inglaterra. En 1808, como resulta- Pero, por otro lado, y acorde a la se a la revolución que encabezaron Angulo, y además en este último hua, p. 188. la América del Sur. Contó con una los hijos naturales de Cristóbal al cacique rebelde. Sin perder el do de la invasión napoleónica a la postura de Abascal, fue retrasando en 1814 en el Cusco los hermanos caso no hubo una presencia signi- fuerte oposición de parte de los Topa Inga, conocido también tiempo, en mayo de 1782, Pumaca- península, Pumacahua solicita 500 sistemáticamente la aplicación de Angulo, quienes intencionalmente ficativa de caciques en cargos de linajes incaicos que habían sido fa- como Paullo Inca. Ese mismo año hua presentó los documentos que pesos a favor de la ceremonia para la Constitución de Cádiz, en una persuadieron al cacique que Fer- decisión política y/o militar, como vorecidos por la Corona a lo largo se otorgaba el blasón de armas a acreditan su nobleza y filiación, levantar el estandarte real y jurar intendencia como la del Cusco, nando VII había muerto, «razón sí sucedió en 1780. Para los criollos del siglo XVIII y que, por lo tanto, Paullo Inca, como hijo de Huayna y al mes siguiente se expidió una lealtad a Fernando VII, el rey cauti- donde la abolición del tributo y la por la cual [Pumacahua] se había estaba claro que en la lucha por la mantuvieron una posición clara- Cápac, del cual reclamaban des- certificación otorgada por Isidoro vo; cantidad que eventualmente se mita, promulgada por las Cortes decidido a defender sus derechos»6. independencia, ellos asumirían el mente realista. Dentro de ellos cender los Pumacahua. En 1557 Paz, en la cual se le reconoce como verá reducida a 200 pesos. En 1809 gaditanas, tenían un peso gravitan- Si para velar por sus intereses de- liderazgo central, contando con el destacaron los linajes Tito Atauchi Juan Pumacahua solicitó se abriera gobernador y cacique principal de Mateo Pumacahua ya es alférez real te. Es más, Pumacahua llegará a bía secundar un movimiento que apoyo y colaboración de los caci- y Sahuaraura, que eran parte del el expediente de su filiación de la doctrina de Chinchero3. y se le promueve al grado de coro- elevar un oficio donde deja enten- contaba con el apoyo de los cons- ques, no a la inversa. selecto grupo de indígenas nobles nobleza y, en 1564, se daba la real David Garrett ha observado nel de milicias. Había logrado, por der que se ha visto forzado a acep- titucionalistas cusqueños, esta era Pumacahua luchó a favor del vinculado a los 24 electores del provisión para exonerarlo a él y sus cómo, luego de la gran rebelión, lo tanto, por sus manejos políticos tar el pedido de los indígenas de —en su criterio— una mejor opción rey en la gran rebelión, y participó Cusco, formando la crema de la descendientes del pago de tributo, Mateo Pumacahua expandió y económicos ingresar en el círcu- continuar con el pago de tributos5. que la inacción o el alejamiento. de la junta de los Angulo porque élite indígena cusqueña. Pero la privilegio que sería ratificado por notablemente su presencia en la lo de los 24 electores del Cusco. En este sentido, los intereses de los Además, existe la posibilidad que creyó que el rey había muerto y intervención contra la gran re- el virrey Toledo. Ya en el siglo producción agraria regional, al En 1811 se le otorga el título de caciques cusqueños —como era el el cacique de Chinchero estuviera que, en ese contexto, le correspon- belión también favoreció a otros XVII, concretamente en 1660, se arrendar haciendas, por un lado, brigadier general, por su exitosa caso del cacique de Chinchero— proclive a confrontar a la autori- día defender sus derechos. Es de- indígenas nobles de menor rango, autorizaba a los antepasados de y adquirir otras, como es el caso actuación militar en la batalla de coincidieron, por razones diferen- dad colonial, en la medida que sin cir, la ubicación política, econó- permitiéndoles escalar acelerada- Pumacahua para poder usar la in- de las haciendas Guaypu y Guay- Guaqui, y el 24 de setiembre de tes, con la resistencia interpuesta demasiadas contemplaciones había mica y social que había logrado mente posiciones militares y políti- signia real de la mascapaicha2. llabamba, colindantes y ubicadas 1812, llega a la cúspide de su carre- por el virrey Abascal a derogar los sido removido de la presidencia de ganar durante su vertiginosa cas dentro del sistema colonial. En Mateo Pumacahua había na- ambas en Chinchero. Pero ¿cuál ra —dentro de los parámetros co- tributos. Y esta resistencia no se la Audiencia del Cusco, para colo- carrera militar, y los puestos este último grupo se encontraba el cido en Chinchero, en 1740, dos era su interés en incrementar sus loniales— al asumir interinamente explica únicamente por el jugoso car en su lugar al brigadier criollo de importancia que había cacique de Chinchero, don Mateo años después del nacimiento de ingresos y en qué los pensaba in- la Presidencia de la Audiencia del ingreso que de hecho representaba don Martín Concha y Xara7. Ya en conseguido adjudicarse García Pumacahua. José Gabriel Túpac Amaru. El vertir? Su objetivo fue afianzar su Cusco. Nunca será ratificado en el la recaudación de tributos para la abril de 1813, a solo seis meses de dentro de los paráme- El linaje de los Pumacahua no 12 de octubre de 1770 recibió el posición en la sociedad colonial cargo. Luego de corresponderle el Real Hacienda. haber asumido el cargo de presi- tros coloniales. formaba parte de la élite de los nombramiento de cacique y go- del Cusco, demostrando categóri- espinoso papel de tener que aplicar ¿Por qué entonces inquietaba a dente interino, Pumacahua había A Pumacahua no ‘cápac’, es decir, no pertenecía a la bernador interino de Chinchero, camente su lealtad al rey, para lo la polémica Constitución liberal de Pumacahua el tema de la abolición detectado el aborrecimiento que pareció desvelarlo nobleza inca del Cercado del Cus- cuando contaba aproximadamente cual debió financiar costosas festi- Cádiz de 1812, se le removerá de la de los tributos? Hay que reconocer muchos le tenían, por ser, entre el tema de la suer- co, que remontaba su ascendencia con 30 años de edad. Al cabo de vidades —como la subida al trono presidencia, nombrándose para el que, en su calidad de cacique, otras cosas, «de naturaleza índica»8. te que correrían a Manco Cápac. No obstante, casi tres años, el 13 de agosto de de Carlos IV en 1792— y apoyar cargo a Martín de Concha y Xara, una de las principales funciones La participación de Mateo Puma- los curas doctri- en 1677 Francisco Pumacahua, 1773, Pumacahua sería designado las obras públicas locales, como la miembro de la aristocracia cus- que realizaba era la recolección cahua como aliado de los Angulo neros al remover- cacique de Chinchero y padre de capitán de la Compañía de Indios construcción de carreteras y acue- queña. Vale destacar que el cargo del tributo de sus indígenas de lo llevó a formar parte de la colum- se los tributos, le Mateo, contrajo matrimonio con Nobles de la doctrina de Chinche- ductos, a expensas del trabajo de alcanzado por Pumacahua, con el comunidad. Si el cobro del tributo na militar que se envió a , Agustina Chihuantito, descen- ro, siendo más adelante promovido los indígenas de su comunidad4. nombramiento de presidente de la se removía, las relaciones con la para ganar a esta provincia para diente de Huayna Cápac, lo cual al rango de coronel de regimiento, Su carrera seguirá en ascenso. recientemente instalada Audiencia comunidad debían redefinirse y, la junta cusqueña. Si bien en un Mateo Pumacahua cacique de Chinchero y su esposa en calidad de donantes. Detalle. permitió que Mateo Pumacahua a consecuencia del estallido de la En agosto de 1784 se le otorga una cusqueña, no tiene parangón den- de alguna manera, los caciques principio la incursión fue exitosa, Anónimo, fines del siglo XVIII.

CHASQUI 12 CHASQUI 13 LA PICANTERÍA AREQUIPEÑA Miguel Barreda* El Ministerio de Cultura declara Patrimonio Cultural de la Nación a una de las instituciones más representativas de la cocina peruana.

a reciente decisión del Ministe- rio de Cultura del Perú de de- Lclarar a la picantería arequipeña Patrimonio Cultural de la Nación ha sido motivo de especial algarabía en la llamada «Blanca Ciudad» y conlle- va también para quienes la alientan y promueven un nueva responsabi- lidad. La declaratoria significa, por una parte, un reconocimiento a todas esas mujeres imaginativas, laboriosas y generosas que son las picanteras de Arequipa, las actuales y las de ante- riores generaciones, quienes desde mediados del siglo XVI iniciaron un proceso de simbiosis entre la tradición culinaria andina —con la chicha de guiñapo a la cabeza— y la tradición hispana, para dar como resultado al cabo de los siglos la tan variada y sabrosa cocina mestiza de Arequipa, que tiene en las picanterías su lugar emblemático de preparación y consumo. La declaratoria honra a estas mujeres y a sus colaboradores, quienes supieron y saben desplegar La chicha, de Víctor Martínez Málaga. Óleo, 1927. su talento y voluntad para ofrecer al pueblo de Arequipa y a sus visitantes un sustento grato y saludable. Asimismo, la declaratoria com- promete a todos los sectores invo- TESTIMONIOS DE ALGUNOS COMENSALES lucrados a velar por la protección y el desarrollo de este patrimonio, l pensador y diplomático are- Arequipa, jinetes en bien aderezadas luego a las tinajas […]. En las tinajas comienzan a balancearse y a temblar, cuidando tanto los productos que quipeño Víctor Andrés Beláun- caballerías. La chichería fue la expre- se mantiene el líquido de maíz varias hasta que las desprenden unas manos la sustentan como su elaboración y de testimonia así su experiencia sión de la sociabilidad popular en horas, hasta que, conseguidos el sabor nerviosas. Se oye una voz, al princi- Picanteria, de Teodoro Núñez Ureta. Dibujo, hacia 1960. E formas de consumo. La picantería picantera entre fines del siglo XIX y Arequipa. Tuvo influencia decisiva y el aroma de la chicha […]. En tanto, pio serena, pero que luego estalla en arequipeña es un espacio singular en principios del siglo XX: «Había chi- en los amoríos y aún en la política. en la cocina se han ido preparando, un lamento. Otra voz le responde, la cultura culinaria peruana, en que chochoca, jueves: chuño, viernes: chu- y capacidad para cientos de cherías y picanterías en todos los ba- Esperamos de algún historiador al mismo tiempo, fuentes variadas y y entonces, entre el silencio de los se conjugan las mencionadas raíces pe de viernes, sábado: rachi o caldo comensales al mismo tiempo. rrios de la ciudad y principalmente en vernáculo una reconstrucción deta- sabrosas. Típicos platos, en que pare- circunstantes, se van desenvolviendo andinas e hispanas y donde se entre- blanco, domingo: puchero), con sus Lo importantes es que, en am- las aldeas de la campiña. Eran centros llada y artística de esta institución cen reunirse todos los productos del las palabras de lamento, de queja, de lazan los antiguos saberes y productos respectivas variaciones, sus picantes bos casos, la tradición subsiste de conversación y de buen yantar; se arequipeña». lugar, condimentados por todas las amor y pasión, del yaraví. Se diría de la costa, de los valles interandinos, vespertinos y otra serie de potajes em- y vuelve a potenciarse, enri- realizaban en ellas meriendas y comi- especias y presididos por una imagen que, por el conjuro de las cuerdas, de las alturas y de la puna altiplánica, blemáticos. La picantería arequipeña quecida desde 2013 con una lonas con platos criollos preparados l escritor limeño Aurelio Miró brillante, verde, roja o dorada del ‘ro- ha entrado a acompañarnos el espí- para producir una comida original es, por excelencia, un espacio hori- cita anual que se celebra en la con ají o con el elemento decorativo y Quesada recorre Arequipa a coto’, el ají violento y tentador. No se ritu mismo de Melgar. Casi nadie le y propia. Proteger el litoral especial- zontal y democrático, donde confluye Plaza de Armas de la ciudad el más exultante del rocoto, el cardenal inicios de la década de 1930 y concibe la chicha sin los ‘picantes’, ni nombra, pero todos sienten la pre- mente rico de la región, los campos todo el abanico social, rural y urbano, primer viernes de agosto y que E de los excitantes […]. La sociabilidad deja también, en La ceremonia de las los ‘picantes’ sin la vieja bebida, tanto sencia del poeta romántico y gallardo, de cultivo, sus olivares, los ríos que que comparte en sus largas mesas el renueva el fervor picantero de surten del maravilloso camarón, los sabroso condumio y socializa cultivan- la ciudad en la llamada Fiesta en las comidas se manifestaba por el chicherías, este testimonio: «Acompa- que a los establecimientos de esta cla- amante de su patria y de su dama, y valles altoandinos y los lagos y tierras do una serie de prácticas culturales de de la Chicha, celebración cambio de bocados con que se obliga- ñado por algunos amigos he recorri- se se les conoce indistintamente con a quien nos parece ver surgir, en estas altiplánicas, de donde provienen en especial significación. de la bebida ancestral y sus ban recíprocamente los amigos y com- do algunas chicherías, tanto en di- los nombres de chichería o picante- horas turbias de la noche, con su alta conjunto los insumos de esta culina- En la picantería, junto a los chu- potajes emblemáticos en un padres o las libaciones en un solo vaso versos barrios de rías […] Poco a corbata, su frente amplia y el corazón ria resulta ahora, por lo mismo, una pes y los picantes, viven la música y marco de afirmación de los gigante y, continuamente renovado, Arequipa como poco, el ambien- iluminado». tarea ineludible. la poesía popular, fluyen las conversa- valores de la cultura regional. inagotable. Es cierto que los locales en la siempre te se anima. Van Ciertamente, la picantería are- ciones y las conspiraciones y se tejen eran a veces estrechos, oscuros y sin atrayente Yana- llegando nuevos l ensayista cusqueño Uriel Gar- * Cineasta y coordinador general de la quipeña no es solo un espacio de también los amores, las amistades y Sociedad Picantera de Arequipa. Para ventilación; mesas blancas, primitivas huara. En todas comensales y, cía señalaba, por su parte: «Con preparación y consumo de una cocina las fraternidades. En la Arequipa del mayor información, ver también: y banquetas rústicas, siendo raras las ellas, el mismo mientras las li- más eficacia que la escolástica www.sociedadpicanteradearequipa.pe E vigorosa, de considerable variedad e siglo XIX había, entre picanterías sillas. Tenían algunas picanterías, ambiente cálido, baciones se suce- universitaria, la picantería forja al inconfundibles características, como y chicherías, unos dos mil estable- pintorescas enramadas y glorietas en igual sensación den, las fuentes pueblo y le infunde vigor nacional. la presencia fundamental de la chicha cimientos. En la Arequipa actual Galería de picanteras ilustres. A la derecha, los pequeños jardines o huertas y en de algo profun- surgen y desfilan Es el estrado para su poesía y para la hay al menos un centenar, algunas Juana Palomino e hijas, La Palomino. Abajo, de guiñapo (tipo de maíz negro germi- de izquierda a derecha, Lucila Salas de ellas podían realizarse los bailes crio- do, la misma ale- en una propor- expresión de su pensamiento, hasta nado y fermentado), la sucesión regu- todavía abigarradas y con las pinto- Ballón, La Lucila; Elisa Barbachán Chávez, llos o los indígenas, alternando los gría pagana que ción ceremo- para la ciencia práctica del curandero lar de almuerzos según los días (lunes: rescas características de la vida rural La Capitana; Laura Salas Rojas, La Cau-cau; Josefa Cano, La Josefa. yaravíes con los huainitos. Muchas se encierra entre niosa. Allí están y del agricultor, del artesano y del chaque, martes: chairo, miércoles: y otras con servicios más confortables chicherías eran frecuentadas no solo los muros bajos el ‘ahogado’ de alarife. En sus entrañas se fortaleció por el pueblo; pequeños propietarios, y el piso rústico Rocotos, de Ricardo Córdova, 1990, Acuarela. camarones, los siempre la protesta del pueblo expo- empleados y profesionales eran parro- de las salas estre- cuyes chactados, liado. De aquel, que en 1780 se levan- quianos de las más reputadas, para chas […]. Ante la sonrisa de sapiencia las torrejas de lacayote, el pescado tó contra el corregidor, poco antes de gustar del ambiente campechano, los de una ‘comadre’ o ‘hacedora’, se me fresco con salsa picante (el ‘llatan’), Túpac Amaru. De aquel, que siguió a platos criollos y dar pábulo a su afi- explica una tarde el difícil proceso de la ‘matasca’, la ‘ocopa’, el arroz ama- Pumacahua y a Melgar, en 1814; del ción a la chicha y luego, en la ocasión la chicha. Se me habla primero del rillo de lomo, el hígado de cordero, mismo, leal a todos los caudillos […]. oportuna, el eficaz bajamar del pisco, ‘huiñapo’, maíz germinado en los ‘po- el ‘timpu’, el queso ‘liga liga’ […]. El De sus fecundas entrañas populares, que era para nosotros el espléndido yos’, que son unas pozas de poco fon- repertorio es tan extenso y los pican- además, salió el arriero o trotamun- aguardiente de cabeza traído de do, labradas al lado de una acequia tes son tan ‘bravos’, que es necesario dos arequipeño, para quien todos los Majes o de Vítor o elaborado en la para poderlas surtir de agua. Después acudir al ‘bajamar’ o ‘resacado’, licor caminos de América le eran conoci- misma Arequipa. que se saca de allí el maíz, se le tiende de anís, del que generalmente solo se dos […]. Su yaraví conmovía aldeas y En las excursiones al campo, a pie al Sol para que seque, y luego se le toma una copa, para pasar después caminos y su singular fabla mestiza se o a caballo, eran las picanterías el úni- lleva al molino a fin de convertirlo en en una breve escala al aguardiente, y incrustaba en el lenguaje popular de co recurso para tomar una refección harina. Es en esta forma (en verdad, volver luego a la chicha triunfante. todas las comarcas. Y como hombre o hacer una pascana. Las había en más que molido, triturado) como lle- De pronto, en el ambiente ya cal- trashumante, tenía el espíritu más mi época famosísimas como las del ga a las chicherías, para atravesar una deado, se empieza a sentir un rumor libre y dócil para asimilar otras cos- Alto del Río de Paucarpata o algunas nueva etapa, la de las anchas pailas, extraño. Ha llegado la noche, y a la tumbres. Nuevas costumbres que, al de Tiabaya. Estas chicherías eran en donde hierve unas ocho o diez horas. luz vacilante de las salas se van agru- volver el arriero a la peña entrañable cierto modo centros democráticos Al cabo de ese tiempo se le saca en pando y como estilizando las figuras. de la picantería de su barrio nativo, pues se juntaban en ellas modestos baldes, y se le cierne en la ‘seisuna’ En las paredes blancas, las guitarras, renovaban la atmósfera rutinaria del aldeanos con visitantes que venían de (lienzo rústico y grueso), pasándosele hasta hace un instante inmóviles, ambiente social».

CHASQUI 14 CHASQUI 15 IQUITOS, REALIDAD Y SUEÑO Jorge Nájar* Constituida en 1864, la principal ciudad de la Amazonía peruana conmemora 150 años de creciente actividad. Evocación y memoria de un visitante asiduo.

Puerto de Iquitos, de Otto Michael. 1898. Acuarela sobre papel. Colección Museo Naval del Perú.

ecorriendo las calles de Iquitos, este cambio de estatuto se inscribía dentro de los productos que iban a ser puestos a de múltiples culturas e infinitos saberes uno comprende que los centros de un movimiento mucho más amplio. la venta en unas mesas largas. Por el ba- ancestrales. Muchos de los documentos Rhistóricos de las ciudades son en- En el tiempo de bonanza se construyó la rranco que subía a la ciudad, avanzaban de esta biblioteca provienen de donacio- gendrados por la geografía y la historia. mayoría de los actuales patrimonios y se los vendedores con sus cargas de colores nes de sacerdotes, historiadores, etnólo- Y, por supuesto, por quienes los conci- dotó a la ciudad de los servicios básicos variados. Unas veces se trataba de pro- gos nacionales y extranjeros, periodistas bieron y quienes los habitan. El centro y públicos: alumbrado eléctrico y el ferro- ductos del campo, frutos sabrosos de los y cronistas. Joaquín García es al mismo histórico de Iquitos es único dentro la carril urbano en 1905; la instalación de árboles; otras veces eran pescados del río, tiempo editor de Monumenta Amazó- arquitectura del Perú, muy diferente, por la Corte Superior en 1907 y de la Iglesia cogidos entre las redes que luego secaban nica, proyecto editorial que comprende ejemplo, a los de Lima, Cusco, Arequi- Matriz en 1919, entre otros. La transfor- en el barranco sobre estacas. En el interior las series: conquistadores, misioneros, pa, Trujillo o Ayacucho. En Iquitos los mación gracias a la inversión pública y del mercado el mismo observador asistió agentes gubernamentales, científicos y edificios históricos han conseguido crear privada engendró un auge sin preceden- al despliegue de toda esa carga. En unas viajeros, extractores y testimonios indíge- un diseño curioso, mezcla de lejanías y tes. Se desarrollaron las principales casas mesas lucían trozos de «carne del monte» nas, toda la historia amazónica desde el añoranzas con la materia del lugar. Un exportadoras como las de Julio C. Arana, aún sangrante. En otras el paiche fresco siglo XVI hasta el siglo XX. Y allí radica gran exponente es la Casa Cohen, situa- Luis Felipe Morey y Cecilio Hernández, junto a las gamitanas y tortugas. Entre los también el antropólogo Alberto Chirif, da en la esquina de la cuarta cuadra del así como las redes comerciales de otros platos típicos ponía de relieve a una «sopa cuya obra es merecidamente reconocida. jirón Próspero y primera de Morona. O caucheros no menos importantes. vibrante y tentadora de maní en caldo de La ciudad solo tiene conexión aérea y la Casa Morey del Malecón Tarapacá. No La fiebre del caucho duró unos gallina»5. Miró Quesada tiene una visión fluvial con el resto del país. La Vía Inter- solo en ellas, también en otros edificios, 40 años en total. En ese corto periodo global y no habla solo de un sector de la provincial Iquitos-Nauta la conecta con suntuosos azulejos revisten las fachadas también llegaron algunas familias de co- población porque, precisamente, Iquitos dicha localidad, establecida en 1830 por de las casonas de antaño. merciantes de origen europeo, asiáticos, es más que la oposición entre los patrones orden del subprefecto de Moyobamba, Si bien la ciudad no fue precisamente árabes y judíos. Muchas de esas familias del caucho y sus trabajadores. Iquitos es Damián Nájar. Esta ciudad se ubica cerca fundada durante el periodo virreinal, en se enraizaron en la localidad y estuvieron mucho más que la herencia de unas cuan- de la confluencia de los ríos Marañón y sus cercanías se instalaron los misioneros presentes, tiempo después, cuando se tas fortunas que se ha ido diluyendo con Ucayali. Se puede recorrer la vía hacia jesuitas para establecer sus reducciones. produjo el renacimiento de la explotación el transcurso de los años. Nauta y desde ahí trasladarse en canoa En 1831, cuando el científico alemán cauchera. En 1942, cuando Hank Kelly, En una de mis escapadas a Iquitos a la confluencia de los ríos que forman Eduard Poeppig descendió al Amazonas cónsul estadounidense en Iquitos, co- conocí a Mario Vargas Llosa y a Carmen el Amazonas. Y de noche, de regreso, por la vía del Huallaga y el Marañón, menzó a preparar su viaje para instalarse Balcells. Si la memoria no me falla eso coronar la experiencia con un sustan- escribió: «En la tarde del 13 de agosto, en dicha ciudad. Según su testimonio, no ocurrió hacia 1970. Nos presentó el cioso inchicapi de motelo. A lo largo de llegamos a Iquitos, el pueblo más peque- fueron pocos los «expertos en cuestiones poeta Javier Dávila Durand en la Casa de esa ruta son muchas las comunidades ño de esta región. Una angosta abertura selváticas que se reunían a la hora del Hierro de la Plaza de Armas, saboreando involucradas actualmente en proyectos en las tupidas selvas de la ribera apenas té en el Salón Bolívar», en Lima, que le unos helados de aguaje. Con Vargas de desarrollo sostenible. Y están creando permite distinguir su ubicación»1. Treinta recomendaron llevar «comida enlatada Llosa y Carmen Balcells también habían centros de atracción turística basados en años más tarde, Antonio Raimondi seña- para un año»3; traducción evidente de la llegado desde Barcelona una pareja joven los productos naturales y en el respeto ló que el pueblo de Iquitos tenía unas 400 opinión que no pocos «expertos» tenían motivada por adentrarse en la experiencia del paisaje, otra forma de entender y almas, la mayoría indígenas de la etnia en la metrópoli sobre la comida amazó- del ayahuasca. Alquilamos los servicios practicar la ruralidad, una manera más de Iquito. En realidad, «la ciudad nunca fue nica. Sin embargo, la experiencia del de un peke-peke y nos fuimos al oratorio reconocer el aporte de las antiguas tullpas oficialmente fundada, pero se considera funcionario estadounidense en Iquitos es de un curandero ribereño. Aunque han en medio de la complejidad de nuestros que 1864 fue el año de su constitución, bastante esclarecedora sobre la vida coti- pasado varias décadas, sigo marcado por días. Para muchos amazónicos peruanos cuando llegaron los cuatro barcos que el diana. Se alojó en el Gran Hotel Malecón esa aventura, sobre todo por el regreso del nacidos al promediar el siglo XX, Iquitos presidente Castilla mandó construir en Palace, propiedad de un judío maltés que tambo del curandero hacia los primeros era nuestra capital administrativa, cultu- Inglaterra»2. era, a su vez, cónsul de China. «El Gran auxilios para la viajera alucinada. ral, financiera. Era y sigue siéndolo, con El despliegue de la ciudad comenzó Hotel Malecón Palace alguna vez tuvo un En Iquitos también están muchos todos sus encantos y sus sueños acodados con la construcción del apostadero y la comedor. Cuando llegué aún estaba ahí, cuadros de César Calvo de Araujo. En en el malecón o en el bullicioso y colori- factoría naval, y la organización de las ex- pero desierto… Afortunadamente estaba la sede del Ministerio de Cultura, en el do barrio de Belén, frente al mítico río ploraciones para impulsar la navegación ahí don Martín, propietario del restau- malecón Tarapacá, se encuentra ese im- Amazonas. fluvial. Por esos mismos años, la juventud rante Unión, que era considerado como presionante lienzo de unos cuerpos nati- de los antiguos pueblos de la selva alta se un benefactor público. Si no fuera por él, vos prácticamente desnudos al lado de un * Poeta, narrador y traductor. Nació en Pucallpa y reside en París. Pasó parte de su infancia en Iqui- volcó hacia Iquitos en busca de la soñada muchos solteros sin hogar, incluyéndome misionero. Calvo de Araujo (Yurimaguas, tos, ciudad a la que vuelve regularmente. En 2013 fortuna rápida que, al parecer, procuraba a mí, hubiésemos muerto de hambre… 1914-Lima, en 1979) fue el primer pintor apareció su Poesía reunida. la explotación del caucho. Venían de Mo- Don Martín no preparaba mucha comida amazónico que llegó con una propuesta 1 Poeppig, Eduard. Viaje al Perú y al río amazonas yobamba, Rioja, Tarapoto, Lamas y otros y cuando se acababa no había más… Sin nítida para captar lo tropical y lo exótico 1827-1832. CETA (Centro de Estudios Teológicos pueblos amazónicos. En esa ola llegaron embargo, a pesar de estar vendido todo, y combinarlo con la pintura misma. En de la Amazonía), Iquitos, 2003. mis abuelos. Asimismo, desde la capital uno podía conseguir una porción de Iquitos trabaja el agustino Joaquín García, 2 Chirif, Alberto. Julio C. Arana: cauchero del Pu- del país, el interés de los gobernantes se chancho con yuca fritos (la papa de la el hombre que tal vez más ha hecho por la tumayo, http://elcomercio.pe/edicionimpresa/ había concentrado en Iquitos. selva), arroz y fréjoles»4. recuperación de la memoria amazónica. html/2007-09-14. 3 Kelly, Hank y Dot. Memorias de un cónsul americano El 9 de noviembre de 1897, por dis- Sin embargo, por aquellos mismos Erigió en el centro de Iquitos una de las en Iquitos 1943-1944. CETA. Iquitos, 2012. posición de Nicolás de Piérola, la ciudad años, cuando Aurelio Miró Quesada visi- bibliotecas especializadas más grandes de 4 Kelly, Hank y Dot. Memorias de un cónsul americano de Iquitos se convirtió en la capital del de- tó la ciudad, no pudo dejar de ver desde América Latina. Alberga alrededor de 30 en Iquitos 1943-1944. CETA. Iquitos, 2012. partamento de Loreto. Por supuesto que el malecón la llegada de las canoas llenas mil volúmenes, donde se recoge el legado 5 Miró Quesada, Aurelio. Ob. cit.

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