TS-164-2014 TRIBUNAL DE SENTENCIA, SAN FRANCISCO GOTERA, DEPARTAMENTO DE MORAZAN, a las ocho horas con veinte minutos del día veintiséis de febrero del año dos mil quince.- A partir de las nueve horas del día doce de febrero del presente año, se celebró la Vista Pública, ante este Tribunal de Sentencia, integrado por los señores Jueces MARIO ALEJANDRO HERNANDEZ ROBLES, OSCAR RENE ARGUETA ALVARADO y JUAN CARLOS FLORES ESPINAL , la cual fue presidida por el señor Juez MARIO ALEJANDRO HERNANDEZ ROBLES , a fin de conocer la causa penal clasificada bajo el número TS164/2014, instruida contra los imputados detenidos: 1) LUIS ALONSO R. H., conocido por “LUIS” , de treinta y un años de edad, acompañado con […], agricultor, originario y residente en Caserío […], Cantón Loma El […] Jurisdicción de Yamabal, de este departamento, hijo de […]; 2) SANTOS JAIME C., conocido por C. A., de cuarenta años de edad, agricultor y comerciante, casado con […], originario de , y residente en Barrio […], Jurisdicción de Chilanga, de este departamento, hijo de […]; 3) JULIO CESAR D. H., conocido por JULIO , de veinticuatro años de edad, soltero, agricultor, originario y residente en Cantón […], Jurisdicción de Yamabal, de este departamento, hijo de […]; y 4) LUCIO V. C., conocido por LUCIO C. V., de treinta y seis años de edad, agricultor, acompañado con […], originario y residente en el Cantón […], Jurisdicción de , de este departamento, hijo de […]; por atribuírseles el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , tipificado en el Art. 128 en relación con el Art. 129 N° 2 y 3 del Código Penal , en perjuicio del ahora occiso JOSE ANTONIO A. A.; quien según autopsia era de setenta años de edad; hecho ocurrido el día dos de abril del año dos mil doce, a eso de las once de la noche con treinta minutos, en el Cantón Maiguera, Jurisdicción de Guatajiagua, de este departamento; actuando como representante de la Fiscalía General de la República el Licenciado JAIME OMAR ORTEZ ALVAREZ ; y como Defensor Público de los imputados, el Licenciado MARIO SERGIO CRESPIN CARTAGENA.- Y CONSIDERANDO: I.- Que el día quince de agosto del año dos mil catorce, el Licenciado JAIME OMAR ORTEZ ALVAREZ , en su calidad de Agente Auxiliar del Fiscal General de la República, presentó escrito de Acusación ante el señor Juez Primero de Primera Instancia de esta Ciudad, contra los imputados: 1) SANTOS JAIME C.; 2) JULIO CESAR D. H.; 3) LUCIO V. C., conocido por LUCIO C. V.; y 4) LUIS ALONSO R., por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , tipificado en el Art. 128 en relación con el Art. 129 N° 2 y 3 del Código Penal , en perjuicio del ahora occiso JOSE ANTONIO A. A.; estableciendo en la relación circunstanciada de los hechos lo siguiente: “Que en los primeros días del mes de marzo del año dos mil doce, en horas de la tarde, en el parque la Concordia, ubicado en la Ciudad de San Francisco Gotera, departamento de Morazán, el testigo quien goza con régimen de protección identificado con clave “TIRSO-14”, se reunió con JOSE LUCAS P. y SANTOS JAIME C., conocido por C. A., mientras conversaban C. A., les propuso que fueran a robar dinero y pistolas para después matar a un señor de nombre JOSE A., refiriéndose éste a JOSE ANTONIO A. A., quien reside en el Cantón […] del Municipio de Guatajiagua, y que para llevar a cabo ese hecho delictivo LUCIO C. V., les daría armas, propuesta a la que el testigo y JOSE LUCAS aceptaron a cambio de una recompensa monetaria; por lo que C. A. en ese mismo momento le llamó vía celular a LUCIO C. V., quien reside en Cantón […], de la Jurisdicción de Guatajiagua, diciéndole “Hey Lucio ya tengo a los otros dos para hacer aquel trabajo”, preguntándole también que si ya estaban los fierros listos, refiriéndose a las armas; por lo que en ese momento acordaron que el hecho lo llevarían a cabo el día dos de abril del año dos mil doce, quedando de acuerdo desde ese día, que se reunirían nuevamente en ese parque de la Concordia, a eso de las cuatro y treinta de la tarde del día dos de abril de dos mil doce, para irse juntos hasta Maiguera.- Llegado el día dos de abril del año dos mil doce en horas de la mañana, el testigo con clave “TIRSO-14” le dijo a JOSE FRANCIS P. G., conocido por HERNAN P. G., R. o RENATO ALIAS […], que lo acompañara a hacer “un alivian y que pagarían cien dólares” aceptando Renán la propuesta, por lo que el testigo junto con Renán llegaron a la hora acordada al Parque de la Concordia de San Francisco Gotera en donde también llegó C. A., y JOSE LUCAS P.. Todos los antes mencionados se trasladaron en un bus del Trasporte Colectivo que conduce de la Ciudad de San Francisco Gotera hacia el Municipio de Guatajiagua, observando el testigo clave “TIRSO-14”, que mientras iban en el bus, C. A., se arreglaba entre su zapato y calcetín un arma de fuego corta, después de un corto tiempo llegaron hasta la Ciudad de Yamabal, Lucas les dijo que se bajaran ahí del bus, por un puente, ya que él conocía el camino hasta Maiguera, como a eso de las seis y media o siete de la noche aproximadamente, recuerda el testigo con clave “TIRSO-14” que iban caminando entre veredas y cruzaron un río al que conocen como Gualabo, hasta llegar a una loma llamada Loma el Chile, ahí los estaba esperando LUCIO C. V., este andaba una pistola corta y un fusil, y andaba acompañado de otros dos sujetos quienes en ese momento andaban tapados sus rostros con gorros navarones y portaban cada uno de ellos corvos, Lucio les dijo que ellos eran sus familiares y gente de confianza, que todos irían a matar a JOSE A., ya que éste les debía a él y a su padre varias desde hace tiempo, llevaba también varios uniformes de policía y soldados, y empezó a repartírselos a todos, pero a Lucas no le dio porque no alcanzaron y éste dijo también que no lo necesitaba, Lucio se quedó con una de las armas de fuego que portaba siendo ésta una pistola corta, y el otro fusil se lo proporcionó a uno de los otros que no andaba arma en ese momento, los que andaban gorro navarone se quedaron con los corvos.- Comenzaron a caminar todos juntos hacia la casa de José A., ya con los uniformes de policía puestos, llegaron hasta esa casa aproximadamente a las once horas con treinta minutos de la noche; conforme al plan de lucio tocaron la puerta de la casa de don José A., diciendo que eran policías y que iban a realizar un registro en la vivienda, y después de unos cinco minutos, una voz de mujer preguntó que si andaban la orden del Juez, manifestándole que sí, por lo que dicha joven abrió la puerta, ingresó primero JOSE LUCAS P., y cuatro más de los que andaban, dentro de estos Lucio y con éste ingresaron los dos sujetos que andaban gorros navarone, quienes portaban corvos, el resto C. A. y HERNAN P. G., se quedaron fuera de la casa dando seguridad.- Cuando LUCAS ingresó a la vivienda, el señor JOSE A., gritó: “estos no son policías” y JOSE A. con un corvo en la mano comenzó a tirarle de machetazos a Lucas en la cabeza y en la mano derecha, luego ingresa otro de los sujetos apuntando con un fusil a todos los que se encontraban en dicha casa incluyendo niños, cuando todo estaba bajo control ingresó LUCIO C. V., con los otros dos que andaban con gorros navarones y que portaban corvos, Lucio con el arma de fuego le dispara al señor JOSE A., y como José Lucas estaba bien herido y todo sangrado, éste decidió salirse de dicha casa, quedando dentro de la misma LUCIO C. V., el testigo con clave TIRSO-14, y los dos sujetos que portaban gorros navarones, acto seguido Lucio y los otros dos sujetos que portaban los gorros comenzaron a desarmar a José A., cuando éste ya no pudo defenderse, los dos sujetos que andaban gorros navarones comenzaron a tirarle machetazos a José A., de tal forma que éstos al estar luchando con José A., y sentirse emocionados por lo que estaban haciendo, se quitaron los gorros navarones y quedaron al descubierto sus rostros, después de matar a José A., estuvieron en el interior de dicha vivienda aproximadamente una hora, luego LUCIO C. V., en compañía de los otros dos sujetos que portaban los gorros aprovecharon a registrar la vivienda buscando objetos de valor, llamándole Lucio a uno de ellos por JULIO, siendo su nombre JULIO CESAR D. H., y el otro lo llamaba por LUIS, siendo su nombre LUIS ALONSO R. H., se llevaron de la vivienda unas cadenas y anillos de oro, un teléfono celular y un DVD, también tomaron una hamaca para subir a José Lucas ya que éste iba bien lesionado, Lucio C. V., Luis y Julio se dirigieron por otro camino, y los demás se fueron sobre un camino que conduciría hacia Loma El Chile de Yamabal, y en un crucero del Caserío Piedra Luna, bajaron a Lucas de la hamaca en la que lo trasportaban, dejándola tirada en ese lugar; que en fecha tres de abril de dos mil doce se practicó autopsia al occiso señor José Antonio A. A., por parte del médico forense Doctor E. A. R. T., quien determinó como causa de la muerte: A- traumatismo Cráneo Encefálico Severo, producido por proyectil disparado por arma de fuego; B.- Heridas de tórax, abdomen y miembros superiores e inferiores producidas por objeto contuso cortante;”.- Fundamentando la imputación con la prueba ofrecida para incorporarse a la vista pública y admitida por el Juez Instructor, consistente en: A) PRUEBA PERICIAL: 1) Reconocimiento médico forense de levantamiento de cadáver; 2) Necropsia practicada en el cuerpo de la víctima José Antonio A. A.; ofreciendo además al perito que lo practicó, Doctor E. A. R. T.; 3) Oficio número setecientos sesenta y tres; B) PRUEBA DOCUMENTAL : 1) Acta de inspección de cadáver; 2) Álbum fotográfico; 3) Croquis de Ubicación del lugar del hecho; 4) Álbum fotográfico y croquis de ubicación de la carretera que de Yamabal conduce a Cantón Piedra Luna; 5) Acta policial suscrita por los investigadores […]; 6) Acta policial suscrita por la agente investigadora […], y otros; 7) Certificación de partida de nacimiento del imputado Julio César D.; 8) Resolución fiscal de fecha treinta de abril de 2014; 9) Oficios números 235, 236, 237 y 238 de fecha treinta de abril del año 2014; 10) Certificación de resolución del Criterio de Oportunidad; 11) Confesión extrajudicial del testigo con Clave TIRSO- 14; 12) Diligencia de autorización de registro con prevención de allanamiento, y el correspondiente oficio número ciento cinco; 13) Acta de registro con prevención de allanamiento en la casa de habitación del imputado Luis Alonso R. H.; 14) Acta de registro con prevención de allanamiento en la casa de habitación del imputado Santos Jaime C.; 15) Acta de registro con prevención de allanamiento en la casa de habitación del imputado Lucio V. C.; 16) Oficio sin número de fecha uno de mayo del año dos mil catorce; 17) Acta de intimación del imputado Julio César D. H.; 18) Acta de intimación del imputado Santos Jaime C.; 19) Actas de asistencia de defensa técnica; 20) Actas de ubicación, álbum fotográfico y croquis de ubicación de las viviendas; 21) Direccionamiento funcional, en la cual se solicita autorización de registro con prevención de allanamiento de la vivienda del imputado Lucio V. C.; 22) Diligencia judicial de reconocimiento en fila de personas, de fecha seis de mayo del año 2014; 23) Diligencia judicial de reconocimiento en fila de personas, de fecha seis de mayo del 2014; 24) Diligencia de individualización, consistentes en actas de individualización y recorridos fotográficos policiales; 25) Copia certificada de oficio Número 105; 26) Actas de reconocimiento fotográfico en sede policial; 27) Oficio número doscientos nueve pleca catorce; 28) Resolución fiscal por medio del cual se adoptan las Medidas de Protección ordinarias a favor del testigo TIRSO-14; 29) Resolución de medidas de Protección a favor de la testigo con clave “AMELIA”; y C) PRUEBA TESTIMONIAL consistente en la declaración de los testigos con Régimen de Protección de Víctimas y Testigos con las claves “TIRSO-14 ” y “ AMELIA ”, y del señor VICTOR ERNESTO G. G..- II.- Que en la Audiencia Preliminar celebrada a partir de las nueve horas del día nueve de diciembre del año dos mil catorce, el señor Juez Primero de Primera Instancia de esta Ciudad, resolvió admitir totalmente la Acusación presentada por el Agente Auxiliar del Fiscal General de la República, Licenciado JAIME OMAR ORTEZ ALVAREZ , así como la prueba pericial, documental y testimonial a la que se ha hecho referencia en el considerando anterior; ordenando en consecuencia la apertura a juicio en contra de los imputados: 1) LUIS ALONSO R. H., conocido por LUIS , 2) SANTOS JAIME COCA, conocido por C. A.; 3) JULIO CESAR D. H., conocido por JULIO ; 4) LUCIO V. C., conocido por LUCIO C. V., por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , tipificado en el Art. 128 en relación con el Art. 129 N° 2 y 3 del Código Penal , en perjuicio del ahora occiso JOSE ANTONIO A. A.; admitiendo asimismo la prueba ofrecida por el imputado Luis Alonso R. H., consistente en el señor MARIO NEFTALY R.; la prueba testimonial ofrecida por el imputado Santos Jaime C., consistente en la declaración de los señores MARIA MARINA A. y ROSA D. C., y la prueba testimonial ofrecida por el imputado Julio César D. H., consistente en la declaración del señor JOSE SABINO D.- III.- Que por auto de las catorce horas con treinta minutos del día doce de diciembre del año dos mil catorce, este Tribunal tuvo por recibidas las actuaciones anteriormente relacionadas, contenidas en dos piezas y constando de cuatrocientos folios útiles , relacionándose en dicho auto que el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , según el Art. 53 Inciso último Pr. Pn., por regla general le corresponde su juzgamiento en Vista Pública al Tribunal de Sentencia en Forma Unipersonal, sin embargo en el presente caso este Tribunal consideró, que por la forma en que se produjeron los hechos, por el número de sujetos activos que participaron en los mismos, (según se desprende de la entrevista del Testigo Protegido “TIRSO-14”), aunque en este expediente se procese únicamente a cuatro de ellos, y por la multiplicidad de detalles fácticos que deberían ser objeto de corroboración al momento del juicio, resultaron ser circunstancias objetivas que dotaban al hecho acusado de especial complejidad (de investigación compleja), pero al no ser tampoco considerado de competencia de los Tribunales Especializados, se tomó a bien atribuirle el conocimiento de los mismos al Tribunal de Sentencia en Pleno, por lo que de conformidad con los Arts. 53 Inc. 2° lit “b”, parte final Pr. Pn., 366 Inc. lº y 53 Inc. último Pr. Pn., se señalaron las nueve horas del día quince de enero del presente año , para la realización de la Vista Pública en forma colegiada; fecha que se dejó sin efecto por no haber comparecido los testigos ofrecidos por la Representación Fiscal, reprogramándose la misma para las nueve horas del día veintinueve de enero del presente año ; fecha que también se dejó sin efecto en atención a oficio remitido por la sección de traslado de reos, en el que se expresaba no poder trasladar a los imputados por caso no previsto, respecto de tres de dichos imputados, y por no haberse autorizado la salida, respecto del último imputado del centro penal donde se encuentra, reprogramándose la referida audiencia para las nueve horas del día doce de febrero del presente año.- IV.- COMPETENCIA Y PROCEDENCIA DE LA ACCION PENAL : El delito de HOMICIDIO AGRAVADO , según el Art. 53 Inciso último Pr. Pn., por regla general le corresponde su juzgamiento en Vista Pública al Tribunal de Sentencia en Forma Unipersonal, sin embargo en el presente caso se consideró conocerlo en forma colegiada en atención a la forma en que según dicha Acusación Fiscal se produjeron los hechos imputados, por el número de personas involucradas como sujetos activos del mismo, y por la multiplicidad de detalles fácticos que deberían ser objeto de corroboración al momento del juicio, las cuales eran circunstancias objetivas que dotaban al hecho acusado de especial complejidad (de investigación compleja), aunque sin llegar a ser tampoco de competencia de los Tribunales Especializados, por lo que de conformidad con el Art. 53 Inc. 2° lit “b”, parte final Pr. Pn., se asignó al Tribunal Colegiado su juzgamiento, y en el que la Representación Fiscal ejerció en su oportunidad la acción penal, de conformidad con los Artículos 17 Nº 1, 74, 75, 268, 270, 294, 295 Nº 1 ; 355 Nº 1, y 356 Pr. Pn.- V.- DECLARACION EN EL JUICIO DEL IMPUTADO LUCIO V. C..- Que en el desarrollo de la Vista Pública y en el momento procesal oportuno fue intimado, el imputado LUCIO V. C., haciéndole saber a éste las advertencias preliminares a las que hace referencia el Art. 90 Pr. Pn., comunicándole de un modo comprensible el hecho que se le atribuye, la prueba que se ha ofrecido en su contra y que podría declarar sobre los hechos o abstenerse de hacerlo, y que su negativa a declarar no sería utilizada en su perjuicio, habiendo manifestado que deseaba hacerlo, por lo que se procedió a realizarle el interrogatorio de identificación y a tomarle su declaración, ésto de conformidad a los Arts. 91, 92 y 381 Pr. Pn. , habiendo manifestado en síntesis: “Que desea declarar bien las cosas para que no le quede duda a nadie; que en este hecho que se les está acusando hay personas que no las conocía ni afuera y se las han puesto que andaban con él en algo que no ha tenido nada que ver, pero confesará quiénes fueron las personas que lo hicieron, cuántos eran, a qué hora fue y el tipo de armas que andaban, porque no puede pagar por un delito que no ha hecho con sus manos; que el primer detalle es que lo llaman a las cuatro de la tarde por teléfono diciéndole que se hiciera presente a un tanque a las ocho de la noche, por lo que llegó a dicho lugar y ya estaban todos reunidos, diciéndole al dicente que iban a caer a tal casa y a tal casa, pero él les dijo que no podía ir ahí, pero le dijeron que él no iba a ir, si no que se iba a quedar vigilando una calle en un lugar que se llama la cuesta del pito; luego ellos a las propias once y media de la noche se desplegaron a dos casas porque andaban como dieciocho personas, un grupo se fue para una casa y el otro a la otra casa donde el maitro murió; que el dicente estando en el lugar donde lo mandaron a cuidar, a las dos de la mañana le llamaron y le dijeron que se fuera al campo de Maiguera, cuando llegó ahí le dijeron que había muerto Toño A., y que habían macheteado a Lucas P., y que a éste lo traían cargado en una hamaca; que todo esto fue camino a salir a Yamabal, por eso está más que seguro que ellos refiriéndose a los otros imputados no han participado; que el dicente sí pero solo porque fue a vigilar una calle, pero aquí andan unos que ni siquiera se daban cuenta de lo que iba a pasar, eso significa que el testigo que habló no está seguro de lo que estaba diciendo; quien dirigía el primer grupo era el cabecilla Mariano C., quien se fue a la casa del señor Toño A., y Cristóbal V. A. se dirigió a la casa del señor Toño V.; cada quien llevaba un grupo de gente, en el caso de Mariano C., lo acompañaba Lucas, un sujeto que solo lo conoce por el apodo, que le decían el “Comando” que es de , el otro se llamaba Manuel que es de Tortolico, del lado de Torola, Conce A., Celso A., y Bartolo D., todos éstos se fueron a la casa de Toño A.; en el grupo de Cristóbal V., iba Chano C., Santos S. C., Ever Antonio V., Neres C., Godo V., y Felipe V., todos iban a la casa del señor Toño Vásquez; el grupo de arriba llevaba tres uniformes de policía y tres escopetas, y el grupo de abajo que llevaba Mariano, llevaba dos uniformes de policía y dos de soldados, también llevaban dos M16, una carabina y como cinco pistolas; pero en realidad quien asesinó a ese señor fue Conce A., con Wil A., ya que fueron los delanteros que atacaron la casa; y ahí iba Lucas P., el que aguantó los machetazos en la cabeza y la mano, el que se escapó de las bartolinas; éstos fueron los que cometieron el delito en esa casa y cuando al dicente le llamaron a las dos de la mañana y llegó al lugar le contaron lo que había sucedido y a Lucas lo sacaron en hamaca, hasta un lugar que le dicen el crucero de la puertona saliendo a la calle de Yamabal, pero el dicente no salió a la calle solo los encaminó hasta el rio, después los fue a recoger un carro de la zona de Perquín y una moto; que la persona que llevaba el carro no lo conoce, porque solo le llamaron de que fuera a hacer el viaje; que al señor lo mataron con un revólver treinta y ocho y le dieron machetazos; que ese grupo ha hecho muchas cosas en diferentes lugares y lo sabe muy bien; que no se siente culpable porque solo fue a vigilar una calle y si investigan van a comprobar la verdad, pero el testigo que los está acusando a ellos no sabe nada ya que estos señores que andan ahí ni cuenta se daban de lo que iba a pasar, no andaban ni sabían nada; que es todo lo que tiene que decir”.- VI.- DESFILE DE LA PRUEBA SOBRE LA EXISTENCIA DEL DELITO Y LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS IMPUTADOS: Para acreditar los extremos procesales de la existencia del delito acusado y la Responsabilidad Penal de los imputados, desfilaron en la vista pública los medios probatorios siguientes: A) PRUEBA PERICIAL : 1) Reconocimiento Medico Forense de levantamiento del cadáver practicado al ahora occiso José Antonio A. A., por el médico forense Doctor F. M. Z. R., a las cinco horas con veinte minutos del día tres de abril del año dos mil doce, agregado a folios 101, en el que entre otras cosas se relaciona que ha reconocido el cadáver de: JOSE ANTONIO A. A., de setenta años de edad, quien fue localizado en el Cantón Maiguera, Caserío El Centro, Guatajiagua, Morazán; SIENDO LA DESCRIPCION DE LA ESCENA: Cerrada dentro de la casa, puerta no violentada. En esquina de cuarto, en decúbito dorsal, con cabeza al norte y pies al sur. EL CUAL VESTIA DE LA SIGUIENTE MANERA: Sin camisa, pantalón azul de vestir, cincho negro de cuerina, hebilla plateada, sin zapatos. EVIDENCIA EXTERNA DEL TRAUMA: Dos heridas profundas con lesión vascular y seis en cuello anterior izquierdo y nuca. Dos heridas profundas en miembro superior derecho y miembro superior izquierdo con lesión ósea. Dos heridas profundas en tórax anterior y abdomen con evisceración. Dos heridas en ambas piernas. CAUSA DE LA MUERTE: Múltiples heridas por arma corto contundente a determinar en autopsia; 2) Certificación del protocolo de autopsia practicada al occiso José Antonio A. A., por el médico forense Doctor E. A. R. T., a las ocho horas con veinte minutos del día tres de abril del año dos mil doce, en el Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de San Miguel, agregado de folios 144 al 148, en la que entre otras cosas se relaciona como Evidencia de Trauma Reciente : Presente. Distribución anatomotopográfica: La descripción de las lesiones se hace en base a la posición anatómica normal y no indica necesariamente que fueron producidas en ese orden: Se contabilizaron dos heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego, distribuido de la siguiente manera: 1- Región Temporal Izquierda : Ubicado a nueve centímetros de la coronilla. Presentó un anillo contuso erosivo de cero punto un centímetro en su mayor espesor, ubicado a las tres y cinco en comparación de la carátula del reloj y un orificio propiamente dicho de un centímetro de diámetro. Además presentó ahumamiento de pólvora en su periferia de dos centímetros de diámetro en su mayor espesor. Este proyectil al seguir una trayectoria de izquierda a derecha, y levemente de arriba hacia abajo lesionó el cuero cabelludo con una fractura ovalada de un centímetro de diámetro en el hueso temporal izquierdo con fragmentos óseos hacia adentro, y destrucción de las membranas meníngeas y de masa encefálica en dicha región, acompañada de hematoma intraparenquimatoso de tipo difuso en ambos hemisferios cerebrales, con destrucción y sección de la arteria cerebral media izquierda y sus ramas, arterias del polígono de Wilis y sus ramas, en el trayecto intracorpóreo produjo destrucción del hemisferio cerebral derecho a nivel de la región temporal derecha , acompañado de una fractura de forma ovalada de uno punto dos centímetros de diámetro con fragmentos óseos hacia afuera y produjo un orificio de salida en el cuero cabelludo a nivel de la Región Temporal Derecha ubicada a diez centímetros de la coronilla. 2- Labio Superior : lado izquierdo, ubicado a veintidós centímetros de la coronilla y a dos centímetros de la línea media. Presentó un anillo contuso erosivo de cero punto dos centímetros en su mayor espesor ubicado a las una y cuatro en comparación con la carátula del reloj y un orificio propiamente dicho de un centímetro de diámetro. Este proyectil al seguir una trayectoria de izquierda a derecha lesiono la piel, y el Músculo Orbicular del Labio acompañado de fractura de piezas dentales con hematomas perilesionales y con orificio de salida en el labio superior del lado derecho de uno punto cinco centímetros de diámetro, ubicado a veintitrés centímetros de la coronilla y a cuatro centímetros de la línea media. Además presentó múltiples heridas producidas por objeto Contuso Cortante, distribuidos de la siguiente manera: A- Hemicuello izquierdo : Presentó una herida lineal, de veinticinco centímetros de largo por siete centímetros de ancho en su mayor espesor y que se continuo hasta la nuca. Y la hoja lesionó la piel, con sección de los siguientes músculos: Platisma Derecho e Izquierdo, Esteroohioideo Derecho e Izquierdo, Omohioideo Derecho e Izquierdo, Esternocleidomastoideo Izquierdo, Espleno Capitis Izquierdo y fibras del Trapecio Izquierdo, Escaleno Izquierdo, Cartílago Tiroioideo, Cricotiroideo, con sección de la Arteria Carótida Común Izquierda, Vena Yugular Externa e Interna Izquierda con hematomas en dicha región y se palpó crepitación de Vértebras Cervicales. B- Región Infra Clavicular Derecha : Presentó una herida lineal de cinco centímetros de largo por dos centímetros de ancho y la hoja lesionó la piel y el Músculo Pectoral Mayor Derecho con hematomas perilesionales. C- Tórax Anterior : Tercio medio, presentó una herida lineal de cuarenta y cinco centímetros de largo por siete centímetros de ancho en su mayor espesor y seccionó las siguientes estructuras: Pectoral Mayor y Menor Derecho e Izquierdo, Intercostales Derechos e Izquierdos, Fracturas costales de la Quinta y Sexta Costilla Derecha y Quinta y Cuarta Costilla Izquierda, se observó sección completa del corazón a nivel del tercio inferior y herida lineal en Lóbulo Izquierdo del Hígado, Estómago y Pulmón Izquierdo. D- Región Abdominal : Presentó heridas lineales, que inician en el cuadrante superior derecho y finalizan en el cuadrante inferior izquierdo y la hoja lesionó las siguientes estructuras: Recto Abdominal Derecho e Izquierdo, Oblicuo Externo e Interno Derecho e Izquierdo, Epiplón, además presento heridas lineales a irregulares de Asas Intestinales, Colon Ascendente y Descendente, con hematomas en dicha región, dichos hallazgos se acompañan de evisceración. E- Brazo Derecho : Tercio medio, presentó una herida en forma de ojal de doce centímetros de largo por cinco centímetros de ancho en su mayor espesor y la hoja lesionó la piel, Biceps Braquial Derecho, con sección completa de Arteria y Vena Braquial Derecha, Paquete nervioso, y se palpó fractura lineal del Hueso Húmero Derecho, con hematomas perilesionales. F- Antebrazo Derecho : Presentó sección completa del Tercio medio de dicha extremidad la cual estaba sujeta por puente dérmico y la hoja seccionó: Músculo Braquio Radial Derecho, Extensores Braquioradial largo de los dedos, Fractura completa de bordes irregulares con fragmentos de Radio y Cubito Derecho, con sección de Flexores Superficiales de los dedos, Flexores Digital Profundos de los dedos, Arteria de Nervio Ulnar Derecho, Arteria Radial Superficial Derecha, Arterias Interóseas Derechas, Abductor Derecho, Extensores Digitales Mínimos de los dedos, Extensores Carpoulnar Derecho, con hematomas perilesionales. G- Mano Derecha : Presentó heridas lineales e irregulares en la región palmar de cinco centímetros de largo y la hoja lesionó la piel y fibras de los músculos de la Región Tenar. H- Brazo Izquierdo : Presentó herida en forma de ojal, de doce centímetros de largo por seis centímetros de ancho en su mayor espesor y la hoja lesionó la piel y Biceps Braquial Izquierdo, con sección completa de Arteria y Vena Braquial Izquierda, Paquete Nervioso acompañado de una fractura irregular del Húmero Izquierdo. I- Antebrazo Izquierdo : Presentó herida en forma de ojal de trece centímetros de largo por nueve centímetros de ancho en su mayor espesor y la hoja lesionó la piel, Flexores Digitales Superficiales y Profundos Izquierdos y Arteria y Nervio Ulnar Izquierdo con hematomas perilesinales. J- Muslo Izquierdo : Presentó dos heridas en forma de ojal, siendo la primera de siete centímetros de largo por cuatro centímetros de ancho y la segunda de doce centímetros de largo por seis de ancho y la hoja lesionó la piel y el Músculo Recto Femoral izquierdo. K- Pierna Derecha : Presentó una herida en forma de ojal de tres centímetros de largo por dos centímetros de ancho en su mayor espesor y la hoja lesionó la piel, el Músculo Extensor Largo Derecho de los dedos, con una fractura lineal de la Tibia. L- Pierna Izquierda : Tercio inferior, presentó herida lineal de cinco centímetros de largo con fractura de Tibia Izquierda y lesión de Músculo Extensor Largo Izquierdo. Estableciéndose en resumen: Que al momento de la autopsia el señor José Antonio A. A., tenía aproximadamente entre ocho a diez horas de fallecido, (tanatocronodiagnostico); revelando el examen corporal externo e interno: El impacto de dos proyectiles disparados por arma de fuego. El Orificio de Entrada identificado como el número uno; presentó ahumamiento de pólvora en su periferia lo que hace suponer que fue disparado a corta distancia. El orificio identificado como número dos no presentó tatuaje ni ahumamiento de pólvora en su periferia lo que nos hace suponer que fue disparado a larga distancia. Cuyas trayectorias fueron: El número uno: de izquierda a derecha, y levemente de arriba hacia abajo. El número dos: de izquierda a derecha. Siendo el proyectil identificado como el número uno el que produjo las lesiones más importantes ubicadas en: Cráneo acompañado de Fractura Craneales y Destrucción de la Masa Encefálica con hematomas Intraparenquimatoso de tipo Difuso. Además se observó múltiples heridas producidas por objeto Contuso Cortante, (Arma Blanca), ubicados en: Cuello, Tórax, Abdomen y Miembros Superiores e Inferiores, las que produjeron: sección de Vasos Sanguíneos importantes del cuello, Tráquea, Cartílago Tiroideo y Crinoideo, Sección completa del tercio inferior del Corazón, Heridas de Pulmón Izquierdo, Herida de Hígado, Heridas de Estómago, Evisceración con heridas de: Intestino Delgado, Intestino Grueso, Epiplón. Acompañados de Sección completa del Antebrazo Izquierdo, con fracturas de Radio y Cúbito Derecho, fractura de Húmero Derecho e Izquierdo, Heridas de Miembros Superiores Izquierdo, Heridas de Muslo Izquierdo y Fractura de Tibia Derecha e Izquierda, las que en su conjunto le ocasionaron la muerte. Siendo la causa directa de su muerte: 1- “TRAUMATISMO CRANEO ENECEFALICO SEVERO PRODUCIDO POR PROYECTIL DISPARADO POR ARMA DE FUEGO. 2- HERIDAS DE TORAX, ABDOMEN Y MIEMBROS SUPERIORES E INFERIORES PRODUCIDAS POR OBJETO CORTANTE”; 3) Reporte de análisis de Toxicología forense, de fecha diecinueve de abril del año dos mil doce, efectuado por la Licenciada Rogelina Cárdenas, profesional de Laboratorio Forense del Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de San Miguel, agregado a folios 190, realizado en muestras de: Sangre y Orina correspondientes a José Antonio A. A., para investigación de Alcohol, Metabolitos de Cocaína, Cannabinoides, y Benzodiacepinas; el cual dio el siguiente resultado: Alcohol Etílico en Orina: No se detecta; Metabolitos de marihuana: No se detecta; Metabolitos de cocaína: No se detecta; Metabolitos de Benzodiacepinas: No se detecta; B) PRUEBA DOCUMENTAL: 1) Acta de inspección de cadáver , agregada de folios 10 al 12, practicada en la casa del señor José Antonio A. A., ubicada en el Cantón Maiguera del municipio de Guatajiagua, de este departamento, a las tres horas con veinte minutos del día tres de abril del año dos mil doce, por los agentes investigadores […], juntamente con los técnicos Carlos H. R. L. y P. A. A. G., bajo la dirección funcional de la Fiscal Licenciada Gladis Argentina Contreras de Mejía; en la que se tiene a la vista un escenario mixto, dentro de una vivienda construida de la siguiente forma: Paredes de adobe repelladas con cemento, techo de artesón de hierro y teja de tierra, piso de ladrillo color rojo, verde y blanco como estampado y fraguado, puertas de balcón de hierro color negro y hueso, constando de una sala dormitorio, un dormitorio ubicado al costado norte, una cocina al costado poniente, constando además de tres puertas, la principal al costado oriente, la segunda al costado poniente y la tercera al costado norte y contiguo a ésta una cocina artesanal, paredes de madera y techo de teja; según su fachada principal, la vivienda está ubicada de oriente a poniente, con un patio enfrente, a treinta metros al costado poniente de la vivienda se encuentra la calle principal del Cantón Maiguera; haciéndose constar que al ingresar al inmueble y procesar el escenario se observa el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino, el cual yace sobre el piso contiguo a la pared del costado oriente y a un metro con trece centímetros de distancia de la puerta principal del costado oriente de la vivienda, quien se encuentra en una posición decúbito dorsal, cabeza inclinada sobre la derecha al costado norte, miembros superiores semiflexionados, pies al costado sur, el cual viste un pantalón de tela color azul, sin camisa, presentando múltiples heridas en el cuerpo, quien en vida respondía al nombre de José Antonio A. A., de setenta años de edad aproximadamente; haciéndose constar también en dicha acta que en la vivienda se observa un solo desorden y muchas evidencias, vivienda iluminada con focos del tendido eléctrico; según los moradores de la vivienda el hecho sucedió a las veintitrés horas con treinta minutos del día dos de abril del año dos mil doce, mientras se encontraban durmiendo, cuando ingresaron cinco sujetos, unos vestidos de uniformes similares a los de los policías y otros uniformes de soldados y uno de civil, los cuales simularon un allanamiento, identificándose como policías y se dirigieron hacia la víctima, pero la víctima se defendió, utilizando un corvo y un arma de fuego que tenía en su poder legalizada, encontrándose como evidencia número uno, un casquillo nueve milímetros ocho y s en la cocina al costado poniente; como evidencia número dos, muestra de tela de una mancha al parecer sangre en la cocina al costado poniente; como evidencia número tres, muestra de tela al parecer sangre en la cocina al costado poniente; como evidencia número cuatro, un proyectil deformado en la entrada que de la cocina conduce a la sala; como evidencia número cinco, un proyectil deformado en sala al costado sur de la puerta principal; como evidencia número seis, muestra en tela al parecer sangre al costado poniente de la cabeza del cadáver; como evidencia número siete, un proyectil al costado sur del cadáver; como evidencia número ocho, muestra en tela al parecer sangre al costado sur del cadáver en una cortina; como evidencia número nueve muestra en tela al parecer sangre en el cuarto de la vivienda al costado norte; como evidencia número diez, muestra en tela al parecer sangre salida de la vivienda a la calle principal como a unos veinticinco metros a la calle que conduce al Cantón Maiguera; como evidencia número once, muestra en tela al parecer sangre salida de la vivienda a la calle principal del Cantón Maiguera; como evidencia número doce, muestra en tela al parecer sangre salida de la vivienda a la calle principal, Cantón Maiguera; como a unos veinticinco metros. Al realizar una inspección física sobre los indicios que se pueden recolectar, se fijan mediante toma de fotografías y croquis por el técnico del Laboratorio los siguientes: Literal “A” un impacto al parecer de un proyectil de arma de fuego, como de unos setenta y cinco centímetros del piso a un poste de concreto que está ubicado en la sala de la casa; literal “B”, un proyectil al parecer con arma de fuego a unos ciento veintidós centímetros del piso a la pared, contiguo a la puerta principal; literal “C” un impacto de proyectil disparado con arma de fuego en un ropero de madera, como de uno punto cuarenta y siete del piso al ropero de altura; como literal “C1” orificio de salida del proyectil en el ropero a la misma altura; literal “D”, una perforación de arma de fuego en un gavetero de plástico, ubicado al costado sur de la casa sobre el piso; como literal “D2” una perforación de salida del proyectil en el mismo gavetero; literal “F” impacto y perforación en una de las tejas del techo. A las cero cinco horas con veinte minutos procede el médico forense Doctor F. Z. con su respectivo auxiliar a realizar una inspección corporal de las lesiones que presentaba el cadáver, éste las describe de la siguiente manera: Como lesión número uno, herida profunda con lesión vascular ósea en cuello y nuca izquierdo; como lesión número dos, en el miembro superior derecho dos heridas profundas y el miembro superior izquierdo con lesión ósea, como lesión número tres, dos heridas profundas en tórax anterior y abdomen; como lesión número cuatro, dos heridas en ambas piernas; como lesión número cinco, abdomen con evisceración; como lesión número seis, múltiples heridas con arma corto punzante; haciéndose constar que dicho cadáver fue trasladado hacia el Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de San Miguel, a efecto de realizarle la respectiva autopsia y determinar la causa de la muerte; haciéndose constar también en dicha acta que según lo dicho por una hija del ahora occiso la cual responde al nombre de Iris Yanira A. A., que los que cometieron el hecho ingresaron por la parte del costado norte y que ella les abrió la puerta por que los delincuentes se identificaron como policías y por eso accedió a abrir la puerta, y que salieron por la misma puerta con los heridos; que a uno de ellos lo llevaron en una hamaca que la sustrajeron de dicha vivienda y que llevaba la mano derecha casi cortada, y otro con una herida en la cabeza, y un tercero con disparos de arma de fuego; así mismo sustrajeron un arma de fuego de la vivienda, con la cual pudo haberse defendido el ahora occiso; que los sujetos se fueron caminando y cargando los heridos; que la escena es custodiada por los señores agentes de seguridad pública, agente […] quienes están destacados en el puesto de la Policía Nacional Civil del Municipio de Guatajiagua, de este departamento; 2) Álbum fotográfico, agregado de folios 121 al 142, elaborado por el técnico fotógrafo P. A. A., el día dos de abril del año dos mil doce, conteniendo cuarenta y un fotografías tomadas desde diferentes ángulos, las cuales (entre otras cosas) muestran: la primera, el aspecto general de la calle principal, donde da acceso a la vivienda del señor José Antonio A. A.; la segunda muestra el aspecto general de la Calle Principal del Caserío Maiguera, que conduce a Guatajiagua; la tercera muestra el aspecto general de la vivienda donde se cometió el delito de Homicidio y Robo, en perjuicio del señor José Antonio A. A.; la cuarta muestra el aspecto general de la vivienda propiedad del señor José Antonio A. A.; la quinta muestra el aspecto general de la entrada por la parte de atrás de la vivienda que da acceso a la sala; la sexta muestra el aspecto general del lugar donde se encuentra el cadáver del señor José Antonio A. A.; la séptima muestra las evidencias 1, 2, y 3, las que están ubicadas en el pasillo de la cocina; la octava muestra el acercamiento de la evidencia número uno, la que consiste en un casquillo percutido; la novena muestra el acercamiento de la evidencia número dos, que consiste en una mancha al parecer sangre; la décima muestra el acercamiento de la evidencia número tres, que consiste en una mancha al parecer sangre; la décima primera muestra las evidencias 4, 5, y 7, las que están ubicadas en la sala y la número siete al fondo del cuarto; la décima segunda muestra el acercamiento de la evidencia número cuatro, consistente en un proyectil deformado; la décima tercera muestra el acercamiento de la evidencia número cinco, consistente en un proyectil deformado; la décima cuarta, muestra el aspecto general de la evidencia número seis consistente en un charco al parecer sangre; la décima quinta muestra el acercamiento de la evidencia número siete, consistente en un proyectil deteriorado; la décima sexta muestra la evidencia número ocho que consiste en una mancha al parecer sangre, en la superficie de una cortina, que está en el cuarto de la sala; la décima séptima muestra la evidencia número nueve, que está ubicada en el pasillo del cuarto; la décima octava muestra el acercamiento de la evidencia número nueve, que consiste en manchas al parecer sangre; la décima novena muestra las evidencias 10, 11 y 12; la vigésima muestra el acercamiento de la evidencia número diez, que consiste en una mancha al parecer sangre, la que está ubicada sobre las piedras de la calle; la vigésima primera muestra el acercamiento de la evidencia número once, que consiste en una mancha al parecer sangre, ubicada sobre las piedras de la calle; la vigésima segunda muestra el acercamiento de la evidencia número doce, que consiste en una mancha al parecer sangre, ubicada sobre las piedras de la calle; la vigésima tercera muestra el aspecto general mostrando los literales A, y B; la vigésima cuarta muestra el acercamiento del literal A, mostrando un impacto en el poste que se encuentra en el centro de la sala; la vigésima quinta muestra el acercamiento del literal B, mostrando un impacto en la pared; la vigésima sexta muestra el aspecto general mostrando el literal C; la vigésima séptima muestra el acercamiento del literal C, mostrando una perforación; la vigésima octava muestra al acercamiento del literal C1, mostrando una perforación de salida del literal C; la vigésima novena muestra el acercamiento del literal D, mostrando una perforación; la trigésima muestra el acercamiento del literal D1, mostrando la salida de perforación del literal D; de la trigésima primera a la cuadragésima se muestran las lesiones que presentaba el cadáver del señor José Antonio A. A.; y la cuadragésima primera muestra la foto identificativa del cadáver del señor José Antonio A. A.; de setenta años de edad, relacionándose que el rostro del cadáver no se ve bien por causa de las lesiones en cuello ya que lo tiene en un hilo de piel; 3) Croquis de ubicación de la vivienda de la víctima, agregado a folios 143, en el que se grafica el referido inmueble, y su posición geográfica; mostrándose las evidencias encontradas en dicha escena, y su respectiva referencia; ubicado en el Caserío y Cantón Maiguera, Jurisdicción de Guatajiagua; 4) Álbum fotográfico, agregado de folios 241 al 245 y croquis de ubicación, agregado a folios 246, elaborado el primero por el técnico fotógrafo P. A. A., el día veinticinco de abril del año dos mil doce, conteniendo siete fotografías tomadas desde diferentes ángulos, las cuales (entre otras cosas) muestran, la primera, el aspecto general de un tramo de la calle principal del Caserío Loma El Chile,, Cantón Piedra Luna, Yamabal, departamento de Morazán, donde se realizó ubicación Técnica Ocular Policial por el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio de José Antonio A. A.; la segunda muestra el aspecto general de otro tramo de la calle del Caserío Loma El Chile, la cual da acceso a la vivienda del señor Luis Alonso R.; la tercera muestra el aspecto general de la vivienda del señor Luis Alonso R.; la cuarta muestra el aspecto general de la calle principal del Barrio El Calvario, la cual conduce al Caserío El Cute Chilanga, departamento de Morazán; la cual da acceso a la vivienda de Santos Jaime C.; la quinta muestra el aspecto general de la calle del Caserío El Cute, la cual da acceso a la casa de Santos Jaime C.; la sexta muestra el aspecto general de la entrada a la vivienda de Santos C.; y la séptima muestra el aspecto general de las casas al fondo, señalando con flecha sobre puesta la casa de Santos Jaime C.; y el croquis de ubicación, ilustra la ubicación de las viviendas de los procesados Luis Alonso R. y Santos Jaime C., ubicada la primera en el Caserío Loma del Chile, Cantón Piedra Luna, Yamabal, y la segunda en el Barrio El Calvario, Caserío El Cute de Chilanga, departamento de Morazán; b) Album fotográfico, agregado a folios 89 y 90, elaborado por el técnico fotógrafo J. A. R. A., el día veintiocho de abril del año dos mil catorce, conteniendo dos fotografías tomadas desde diferentes ángulos, las cuales (entre otras cosas) muestran, la primera el aspecto general de un tramo de la calle principal del Caserío Los […], Cantón […], Perquín, Morazán, donde se ubica el lugar de residencia de José Francis G. P., y el croquis de ubicación agregado a folios 91, ilustra la ubicación de la vivienda de José Francis G. P., ubicada en la calle principal del Caserío Los […], Cantón […], Jurisdicción de Perquín, departamento de Morazán; 5) Acta policial, agregada a folios 13, levantada en un trayecto de la calle polvosa, ubicada de norte a sur formando una pendiente, en el lugar conocido como Caserío Los Llanos, del municipio de Yamabal, a las seis horas con veinte minutos del día tres de abril del año dos mil doce, por los agentes investigadores […], con la presencia de la Licenciada Gladis Argentina Contreras de Mejía, juntamente con los técnicos de inspecciones oculares C. H. L., y P. A. A., en la que consta que se han constituido al lugar en mención con el propósito de realizar inspección ocular policial de búsqueda de evidencias que podrían relacionarse y asociarse con el homicidio del señor José Antonio A. A., por lo que se constituyeron al lugar en comento y en horas de la madrugada aproximadamente, a las cinco horas con treinta minutos del día tres de abril del año dos mil doce, sobre la cuneta de la calle polvosa al costado oriente de la calle se encuentra una hamaca de pita de nylon, color celeste, amarilla y rojo, la cual tiene un trozo de madera en sus manguillos, que usando el sentido común está denotando que probablemente han trasladado a una persona herida, a pie cargada por personas; la cual se toma como evidencia número uno; como evidencia número dos, una camisa manga larga cuadriculada, color rosado y de otros colores; como evidencia número tres, una pañoleta color rojo; como evidencia número cuatro, una camisa como de las que usan los miembros de la fuerza armada, camuflajada; evidencia número cinco, un pantalón de lona color azul desteñido, tipo jeans, talla 32; haciéndose constar que todas las evidencias tienen una sustancia pardo rojiza impregnada, de las cuales se recolectan muestras, se embalan y se toman fotografías; relacionándose que podría notarse en el lugar que es un escenario abierto, clima del día del hecho es un día nublado, con luz natural; y que aproximadamente del primer escenario donde sucedió el primer hecho hay ocho kilómetros al costado oriente, por lo que es un escenario de liberación el segundo, y tiene algunas coincidencias que por sus indicios podría determinarse o descartase en el transcurso de la investigación que se trataría de los mismos hechores; haciéndose constar también en esta acta que todas las evidencias encontradas en el segundo escenario se enviaran al área de serología del Laboratorio de Investigación Científica del delito; 6) Acta policial, agregada a folios 14 y 15, levantada en el Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional Civil de esta Ciudad, a las diecinueve horas del día tres de abril del año dos mil doce, por los agentes investigadores […], cabo […], agentes […], en la que dejan constancia que continuando con la investigación bajo la dirección funcional de la Licenciada Elvia Lourdes Alvarenga de Gómez, de la Fiscalía de esta Ciudad y en relación al esclarecimiento del delito de Homicidio Agravado, en perjuicio del ahora occiso José Antonio A. A., de setenta años de edad, originario y residente en Cantón Maiguera, Caserío Maiguera abajo, hecho cometido a las once horas con treinta minutos del día dos de los corrientes. Lugar en donde se cometió el ilícito en mención al cual se constituyeron ese día a las once horas, con el objeto de ampliar la inspección en el lugar, debido a que la inspección de cadáver que antecede a la presente se realizó en horas nocturnas. Estando en el lugar fueron atendidos por familiares del occiso, quienes por seguridad no se identifican en la presente pero estos señalaron el lugar específico en donde quedó tendida la víctima siendo la sala de la casa; lugar en donde a su vez este luchó contra los delincuentes y donde según los mismos familiares tres de los asaltantes resultaron lesionados con una arma blanca con la cual el occiso se defendía. Por lo que precedieron a realizar una búsqueda minuciosa de nuevas evidencias en toda la casa y sus alrededores y al pasar la puerta que divide la sala y la cocina debajo de una cocina tipo plancha donde se observan se encontró un trozo de cuero cabelludo con cabello, el cual se recolectó en una bolsa de papel y clasifica como evidencia número uno, seguidamente en un cuarto de dormitorio ubicado al costado sur de la casa y al pasar hacia este se observan unos pedazos de lazos de los cuales según el mismo familiar en este se encontraba una hamaca la cual los sujetos cortaron para darle traslado a uno de los lesionados, frente al cuarto en mención el que no tiene puerta únicamente una cortina la cual se observa con manchas color rojizas aparecer sangre y según familiares de la víctima esta (sangre ) es de uno de los delincuentes ya que de esta se sujetó luego de correrse de la sala donde lo había lesionado el occiso por lo que se toma una muestra de tela manchada de aparecer sangre de dicha cortina clasificándola como evidencia número dos. Seguidamente al dirigirse a los alrededores de la casa para poder determinar la ruta de escape de los delincuentes. Encontrando sobre la calle que del Cantón en referencia conduce a la cancha del mismo una piedra de regular tamaño conteniendo una mancha de color rojiza al parecer sangre, la cual por su tamaño únicamente se fija mediante fotografía; continuando con el recorrido de búsqueda de evidencia se información sobre el hecho se entrevistaron vecinos los cuales se negaron a identificarse pero manifestaron que escucharon tropeles y ladrazón de perros por unos caminos que conducen al Cantón La Loma del Chile, de Yamabal, por lo que se introdujeron a pie en un camino vecinal que del Cantón Maiguera, Jurisdicción de Guatajiagua, conduce al Cantón Loma del Chile, de la jurisdicción de Yamabal, atravesando diferentes propiedades de las cuales no lograron conocer nombres de sus propietarios debido a que esta es una zona desolada pero en este trayecto encontraron rastros trillados en la maleza y manchas secas en forma de gotas color rojiza al parecer sangre las cuales fueron fotografiadas algunas de estas y se recolectaron una hoja de maleza verde clasificándola como evidencia número tres, una piedra de regular tamaño se clasificó como evidencia número cuatro, y las dos hojas secas se clasifican como evidencia número cinco, todas las descritas conteniendo manchas ya descritas. Cruzando la quebrada de nombre el Varal de Tuza la cual divide el Cantón Maiguera de Guatajiagua y el Cantón Loma del Chile de Yamabal, se fotografió una mancha de regular tamaño al parecer Sangre. La quebrada en mención desemboca en el Río Gualabo, el cual divide el Cantón Loma del Chile Centro, el Caserío Piedra Luna, del mismo Cantón Loma El Chile; en este lugar también se encontró manchas similares a las ya descritas todas las que fueron fijadas mediante fotografías; y al pasar bajo un árbol de mango ubicado como a un kilómetro y medio antes de salir a la calle polvosa que de Yamabal, conduce al Caserío Piedra Parada, se encontró y recolectó una bolsa plástica de color blanco con letras color anaranjado y varias páginas de papel bon color blanco, conteniendo lecturas del aparato digestivo tanto la bolsa plástica como las páginas de papel presentan manchas de aparecer sangre clasificándose como evidencia número seis. Finalmente a eso de las dieciséis horas con diez minutos salieron a la calle principal que de Yamabal, conduce al Caserío Piedra Parada, del Cantón Loma del Chile, a la altura del lugar conocido como El Crucero, en donde este día fueron recolectadas una hamaca y otras evidencias al parecer relacionadas al mismo caso; 7) Certificación de partida de nacimiento del imputado Julio César D., agregada a folios 349, extendida en la Alcaldía Municipal de Yamabal, en la que consta que este nació el día doce de agosto de mil novecientos noventa y ocho, en el Cantón Loma El Chile de esa Jurisdicción, siendo hijo de […]; 8) Resolución fiscal de fecha treinta de abril del año dos mil catorce, agregada de folios 254 al 260, pronunciada en el Ministerio Público, Fiscalía General de la República, División de los Intereses de la Sociedad, Unidad de Delitos Contra la Vida e Integridad Física, Morazán, a las ocho horas del día treinta del abril del año dos mil catorce por el Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, Fiscal de la Unidad antes referida, en la que consta que dicho fiscal después de realizar las respectivas argumentaciones, y al amparo de las facultades que le confieren los Artículos 193 numerales 2 y 3 Cn., 324 y 329 Pr. Pn., resuelve decretar la detención administrativa en contra de los imputados Santos Jaime C., conocido por C. A.; Luis Alonso R. E., conocido por Luis; Julio César D. H., conocido por Julio; y José Francis P. G., alias […], conocido por Hernán P. G., Renán o Renato, alias […], por el delito de Homicidio Agravado, previsto y sancionado en el Art. 128 en relación con el Art. 129 N° 2 y 3 Pn., en perjuicio de la vida de José Antonio A. A.; 9) Oficios números 235, 236, 237, y 238, dirigidos al Inspector M. F. C., jefe de la Unidad de Investigaciones de la Policía Nacional Civil de esta Ciudad, agregados de folios 262 al 265, respectivamente, en los que consta que el Licenciado Jaime Omar Omar Ortez Alvarez, solicita a dicho inspector designar a la agente investigadora […], a efecto de hacer efectiva la orden de detención administrativa decretada en contra de los imputados: Santos Jaime C., Luis Alonso R. E., Julio César D. H., y José Francis P. G., alias […], conocido por Hernán P., por el delito de Homicidio Agravado, previsto y sancionado en el Art. 128 en relación con el Art. 129 N° 2 y 3 Pn., en perjuicio del señor José Antonio A. A., orden de detención que estaría vigente por diez días; solicitando además que una vez hecha efectiva, poner a disposición de esa unidad a los mencionados imputados, para formular el respectivo requerimiento; 10) Certificación de acta que contiene Resolución de criterio de oportunidad, (agregada en sobre cerrado), levantada en el Ministerio Público, División de los Intereses de la Sociedad, Oficina Fiscal Morazán, Unidad de Delitos Relativos a la Vida e Integridad Física, a las nueve horas con catorce minutos del día cuatro de febrero del año dos mil catorce, en la que consta que están presentes las Licenciada Elvia Lourdes Alvarenga de Gómez, el imputado xx, y el Defensor Público Licenciado Milton Evelio Amaya Díaz, relacionándose que al platicar con el imputado xx y el defensor sobre los puntos a considerar a cambio de información en el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio del occiso José Antonio A. A., se relataron de forma clara y coherente en la confesión extrajudicial de dicho imputado, la forma como se dieron los hechos al igual que las personas que intervinieron en el mismo siendo éstas: C. A., Lucio C. V., José Lucas P., Hernán P. G., conocido por Renán o Renato, alias […]; Julio, y Luis; hecho ocurrido el día dos de abril del año dos mil doce, en el Cantón Maiguera, Municipio de Guatajiagua, departamento de Morazán, manifestando sobre los hechos lo siguiente: Que en los primeros días de mes de marzo del año dos mil doce, como a eso de las cuatro de la tarde, se encontraba reunido en el parque la Concordia ubicado en la Ciudad de San Francisco Gotera, con José Lucas Pérez de aproximadamente cuarenta años de edad, de estatura baja, fornido, cabello negro liso, que sabe que es originario de Perquín, también se encontraba en esa reunión el señor a quien el dicente conoce como C. A., de cuarenta y cinco años de edad aproximadamente, alto, fornido, moreno claro, cabello negro, residente en Chilanga y en el Rodeo de la Ciudad de Sensembra, sabe también que este sujeto se encontraba condenado por un delito desconociendo específicamente cual delito; mientras conversaban C. A., les dijo a él y a Lucas que fueran a robarle dinero y pistolas para después matarlo a un señor de nombre José A., quien vivía en el Cantón Maiguera de Municipio de Guatajiagua, para llevar a cabo ese “alivian” Lucio C. V., les daría las armas para realizar el hecho, propuesta a la que él y José Lucas aceptaron porque también les pagarían cien dólares; después del acuerdo C. A., le llamó al sujeto llamado Lucio C. V., desconociendo él, los números celulares entre los que se hicieron las llamadas, C. A., dijo que Lucio vivía en Cantón Maiguera Arriba, del Municipio de Guatajiagua, y también en Caserío Piedra Luna, Cantón Loma El Chile, Yamabal; cuando C. A., comenzó a hablar por teléfono escuchó que éste decía “Hey Lucio ya tengo a los otros dos para hacer aquel trabajo”, preguntándole también que si ya estaban los fierros listos, entendiendo él que se referían a las armas.- Ese día C. A., les dijo a José Lucas y a él que el hecho lo llevarían a cabo el día dos de abril del año dos mil doce, quedando de acuerdo desde ese día, diciendo también que se reunirían nuevamente en ese parque la Concordia, a eso de las cuatro y treinta de la tarde del día dos de abril, para irse juntos hasta Maiguera.- Llegado el día dos de abril del año dos mil doce, en horas de la mañana, él le dijo a Hernán P. G., conocido como Renán o Renato alias […], quien es de aproximadamente veintiún años de edad, hijo de […], residente por la escuela de la ciudad de , que lo acompañara a hacer “un alivian y que pagarían cien dólares”; aceptando Renán la propuesta; él junto con Renán llegaron a la hora acordada al parque de la Concordia y ahí también llegó C. A., y José Lucas P.; cuando llegaron Hernán con Lucas se saludaron, y se enteró que éstos eran familiares.- Todos se trasladaron en un Bus del transporte colectivo que conduce de la Ciudad de San Francisco Gotera hacia la Ciudad de Guatajiagua, observó que mientras iban en el bus C. A., se arreglaba entre sus zapatos y calcetín un arma de fuego corta; después de un corto tiempo llegaron hasta la ciudad de Yamabal; Lucas les dijo que se bajaran ahí del bus en un puente, ya que él conocía el camino hasta Maiguera; como a eso de las seis y media o siete de la noche aproximadamente, recuerda que iban caminando entre veredas y cruzaron un río al que conoce como Gualabo, hasta llegar a una loma llamada Loma el Chile, ahí los estaba esperando Lucio C. V., éste andaba una pistola corta y un fusil, y andaba acompañado de otros dos sujetos quienes en ese momento andaban tapados sus rostros con gorros navarones y portaban cada uno de ellos corvos; Lucio les dijo que ellos eran sus familiares y gente de confianza, que todos irían a matar a José A., ya que éste les debía a él y a su padre varias desde hace tiempo, llevaba también varios uniformes de la policía y soldados, y empezó a repartírselos a todos, pero a Lucas no le dio porque no alcanzaron y éste dijo también que no lo necesitaba; Lucio le dio a él un fusil, y éste (Lucio) se quedó con la pistola corta; los que andaban gorro navarones se quedaron con los corvos.- Comenzaron a caminar todos juntos hacia la casa de José A. ya con los uniformes de policía puestos, llegaron hasta esa casa aproximadamente a las once horas con treinta minutos de la noche; Lucio le dijo a él que tocara la puerta de la casa de don José A., y que dijera que era Policía y que iban a realizar un Registro en la vivienda; él hizo lo que Lucio le dijo y después de unos cinco minutos una voz de mujer preguntó que si andaba la orden del Juez, manifestándole que sí, por lo que dicha joven abrió la puerta; ingresó primero José Lucas P., después él, por último Lucio y con éste ingresaron los dos sujetos que andaban gorro navarones quienes portaban corvos; C. A. y Hernán P. G., se quedaron fuera de la casa dando seguridad.- Cuando Lucas ingresó a la vivienda, el señor José A., grito: “éstos no son policías” y José A., con un corvo en la mano comenzó a tirarle de machetazos a Lucas en la cabeza y en la mano derecha, en ese momento ingreso él y empezó a apuntar con el fusil a todos los que se encontraban en dicha casa incluyendo niños, ya que se escuchaba que varios lloraban; cuando todo estaba bajo control ingresó Lucio C. V. con los otros dos que andaban con gorros navarones y que portaban corvos; Lucio con el arma de fuego le dispara al señor José A., observa que José Lucas estaba bien herido y todo sangrado y decidió salirse de dicha casa, quedando dentro de la misma Lucio C. V., él y los dos sujetos que portaban gorro navarone; todas las personas que se encontraban en la vivienda estaban siendo amenazados y apuntados con un arma de fuego por él, y en ese momento Lucio y los otros dos sujetos comenzaron a desarmar a José A.; cuando éste ya no pudo defenderse, los dos sujetos que andaban gorros navarones comenzaron a tirarle machetazos a José A.; él no recuerda con exactitud cuántos machetazos le tiraron al ahora occiso, pero si recuerda que fueron muchísimos, de tal forma que éstos al estar luchando con José A., y sentirse emocionados por lo que estaban haciendo se quitaron los gorros navarones y quedaron al descubierto sus rostros; después de matar a José A. estuvieron en el interior de dicha vivienda aproximadamente una hora; mientras él apuntaba a los miembros de la familia, Lucio C. V., en compañía de los otros dos aprovecharon de registrar la vivienda buscando objetos de valor; a uno de ellos Lucio lo llamaba Julio, éste era de piel morena, cabello negro, de contextura física delgada, de aproximadamente cuarenta años de edad, y al otro lo llamaba como Luis, de aproximadamente treinta y cinco años de edad, éste era de piel morena, cabello negro, de contextura física robusta, alto; se llevaron de la vivienda unas cadenas y anillos de oro, un teléfono celular y un DVD, también tomaron una hamaca para subir a José Lucas ya que éste iba bien lesionado; que Lucio C. V., Luis y Julio se dirigieron por otro camino, y él con José Lucas, C. A. y H. P., se dirigieron sobre un camino que conduciría hacia Loma El Chile de Yamabal, ya que él conocía ese camino; en un crucero del Caserío Piedra Luna, bajaron a Lucas de la hamaca, dejándola tirada; él, C. A., y Hernán P., le amarraron camisas y trapos fuertes en las heridas a Lucas, en ese momento ven un caballo que estaba por ahí, por lo que Lucas les dice que lo suban en él para que lo lleve a la Ciudad de San Francisco Gotera; él decide irse por un camino diferente para que no los pudieran seguir; así mismo manifiesta que podría reconocer a los otros imputados al serle presentados por fotografías o en persona. Con respecto a lo anterior, quiere concretizar su disposición de declarar en las causas que se le requieran, y en caso de la estructura, comprometiéndose a asistir a los actos procesales en donde se le necesite materialmente, de igual forma declarar en juicio sobre el ilícito anunciado, en contra de las personas mencionadas; ante tal postura, la suscrita fiscal ofrece a cambio de tal información se le tramite criterio de oportunidad en forma total a su favor, en el sentido que una vez que el Ministerio Público Fiscal haya corroborado la información proporcionada por el imputado en forma eficaz, con la advertencia de que si se retracta de colaborar en la investigación o de declarar, no podrá otorgársele el criterio de oportunidad de forma total, y el acuerdo no será considerado, continuándose con el proceso común; debe de entenderse que el criterio de oportunidad total será otorgado por el caso antes mencionado; el indiciado como el defensor al escuchar el acuerdo planteado por esta representación fiscal manifiesta estar de acuerdo y en especial el imputado quien afirma cumplirá con todos los requerimientos que se le hagan; 11) Confesión extrajudicial del testigo con la clave “TIRSO-14”, (agregada en sobre cerrado), en la que constan datos generales e identificación de dicho testigo, y como Relación de los Hechos la siguiente: Que en los primeros días de mes de marzo del año dos mil doce, como a eso de las cuatro de la tarde, el dicente se encontraba reunido en el parque la Concordia ubicado en la Ciudad de San Francisco Gotera, con José Lucas P., de aproximadamente cuarenta años de edad, de estatura baja, fornido, cabello negro liso, que sabe que es originario de Perquín, también se encontraba en esa reunión el señor a quien el dicente conoce como C. A., de cuarenta y cinco años de edad aproximadamente, alto, fornido, moreno claro, cabello negro, residente en Chilanga y en el Rodeo de la Ciudad de Sensembra, sabe también que este sujeto se encontraba condenado por un delito desconociendo específicamente cual delito; mientras conversaban C. A. les dijo al dicente y a Lucas que fueran a robarle dinero y pistolas para después matarlo a un señor de nombre José A., quien vivía en el Cantón Maiguera de Municipio de Guatajiagua, para llevar a cabo ese “alivian” Lucio C. V. les daría las armas para realizar el hecho, propuesta a la que el dicente y José Lucas aceptaron porque también les pagarían cien dólares; después del acuerdo C. A., le llamó al sujeto llamado Lucio C. V., desconociendo el dicente los números celulares entre los que se hicieron las llamadas, C. A. dijo que Lucio vivía en Cantón Maiguera Arriba, del Municipio de Guatajiagua, y también en Caserío Piedra Luna, Cantón Loma El Chile, Yamabal; cuando C. A., comenzó a hablar por teléfono escuchó que éste decía “Hey Lucio ya tengo a los otros dos para hacer aquel trabajo”; preguntándole también que si ya estaban los fierros listos, entendiendo el dicente que se referían a las armas.- Ese día C. A., les dijo a José Lucas y al dicente que el hecho lo llevarían a cabo el día dos de abril del año dos mil doce, quedando de acuerdo desde ese día, diciendo también que se reunirían nuevamente en ese parque la Concordia, a eso de las cuatro y treinta de la tarde del día dos de abril, para irse juntos hasta Maiguera.- Llegado el día dos de abril del año dos mil doce, en horas de la mañana, el dicente le dijo a Hernán P. G., conocido como Renán o Renato, alias “[…]”, quien es de aproximadamente veintiún años de edad, hijo de […]., residente por la escuela de la Ciudad de Jocoaitique, que lo acompañara a hacer “un alivian y que pagarían cien dólares”, aceptando Renán la propuesta; el dicente junto con Renán llegaron a la hora acordada al parque de la Concordia y ahí también llegó C. A., y José Lucas P.; cuando llegaron Hernán con Lucas se saludaron, y se enteró que éstos eran familiares.- Todos se trasladaron en un Bus del Transporte Colectivo que conduce de la Ciudad de San Francisco Gotera hacia la Ciudad de Guatajiagua; observó que mientras iban en el bus C. A. se arreglaba entre su zapato y calcetín un arma de fuego corta; después de un corto tiempo llegaron hasta la Ciudad de Yamabal; Lucas les dijo que se bajaran ahí del Bus en un puente, ya que él conocía el camino hasta Maiguera; como a eso de las seis y media a siete de la noche aproximadamente, recuerda que iban caminando entre veredas y cruzaron un rio al que conoce como Gualabo, hasta llegar a una loma llamada Loma el Chile, ahí los estaba esperando Lucio C. V.; éste andaba una pistola corta y un fusil, y andaba acompañado de otros dos sujetos quienes en ese momento andaban tapados sus rostros con gorros navarones y portaban cada uno de ellos corvos; Lucio les dijo que ellos eran sus familiares y gente de confianza, que todos irían a matar a José A., ya que éste les debía a él y a su padre varias desde hace tiempo; llevaba también varios uniformes de la policía y soldados, y empezó a repartírselos a todos, pero a Lucas no le dio porque no alcanzaron y éste dijo también que no lo necesitaba; Lucio le dio el fusil al dicente y él se quedó con la pistola corta, los que andaban gorro navarone se quedaron con los corvos.- Comenzaron a caminar todos juntos hacia la casa de José A., ya con los uniformes de policía puestos, llegaron hasta esa casa aproximadamente a las once horas con treinta minutos de la noche; Lucio le dijo al dicente que tocara la puerta de la casa de don José A., y que dijera que era Policía y que iban a realizar un Registro en la vivienda; el dicente hizo lo que Lucio le dijo y después de unos cinco minutos una voz de mujer preguntó que si andaba la Orden del Juez, el dicente contestó que si, por lo que dicha joven abrió la puerta; ingresó primero José Lucas P., después el dicente, por último Lucio y con éste ingresaron los dos sujetos que andaban gorro navarone, quienes portaban corvos; C. A., y Hernán P. G., se quedaron fuera de la casa dando seguridad.- Cuando Lucas ingresó a la vivienda, el señor José A,, gritó: “estos no son policías”, y José A. con un corvo en la mano comenzó a tirarle de machetazos a Lucas en la cabeza y en la mano derecha, en ese momento ingresó el dicente y empezó a apuntar con el fusil a todos los que se encontraban en dicha casa incluyendo niños, ya que se escuchaba que varios lloraban; cuando todo estaba bajo control ingresó Lucio C. V., con los otros dos que andaban con gorros navarones y que portaban corvos; Lucio con el arma de fuego le dispara al señor José A,; observa que José Lucas estaba bien herido y todo sangrado y decidió salirse de dicha casa, quedando dentro de la misma Lucio C. V., el dicente y los dos sujetos que portaban gorro navarone; todas las personas que se encontraban en la vivienda estaban siendo amenazados y apuntados con un arma de fuego por el dicente, y en ese momento Lucio y los otros dos sujeto comenzaron a desarmar a José A.; cuando éste ya no pudo defenderse, los dos sujetos que andaban gorros navarones comenzaron a tirarle machetazos a José A.; el dicente no recuerda con exactitud cuántos machetazos le tiraron al ahora occiso pero si recuerda que fueron muchísimos, de tal forma que éstos al estar luchando con José A., y sentirse emocionados por lo que estaban haciendo se quitaron los gorros navarones y quedaron al descubierto sus rostros; después de matar a José A., estuvieron en el interior de dicha vivienda aproximadamente una hora; mientras el dicente apuntaba a los miembros de la familia, Lucio C. V. en compañía de los otros dos aprovecharon de registrar la vivienda buscando objetos de valor, a uno de ellos Lucio lo llamaba Julio, éste era piel morena, cabello negro, de contextura física delgada, aproximadamente de cuarenta años de edad, y al otro lo llamaba como Luis, de aproximadamente treinta y cinco años de edad, éste era piel morena, cabello negro, de contextura física robusta, alto, todos se llevaron de la vivienda unas cadenas y anillos de oro, un teléfono celular y un DVD, también tomaron una hamaca para subir a José Lucas ya que éste iba bien lesionado; que Lucio C. V., Luis y Julio se dirigieron por otro camino, y el dicente con José Lucas, C. A., y Hernán . se dirigieron sobre un camino que conduciría hacia Loma El Chile de Yamabal, ya que el dicente conocía ese camino; en un crucero del Caserío Piedra Luna, bajaron a Lucas de la hamaca, dejándola tirada; el dicente, C. A., y Hernán P., le amarraron camisas y trapos fuertes en las heridas a Lucas, en ese momento ven un caballo que estaba por ahí, por lo que Lucas les dice que lo suban en él para que lo lleve a la Ciudad de San Francisco Gotera; el dicente decide irse por un camino diferente para que no los pudieran seguir; así mismo manifiesta que podría reconocer a los otros imputados al serle presentados por fotografías o en persona. Se hace constar que la presente declaración, reúne las características de una Confesión Extrajudicial, y que ha sido tomada bajo los parámetros que establece el artículo doscientos cincuenta y nueve del Código Procesal Penal, la cual ha sido clara, espontánea y terminante en cuanto a su participación en el hecho investigado; previo a ello, se le hizo saber el contenido del artículo ochenta y dos del Código Procesal Penal, haciéndole ver que podía o no rendir su declaración; estando presente en este acto el Licenciado Milton Evelio Amaya en su calidad de Defensor Público de la Procuraduría General de la República de la Ciudad de San Francisco Gotera, y garante de los derechos del indiciado; de igual forma estuvo presente en calidad de testigo de asistencia al señor Víctor Ernesto G. G., quien es mayor de edad, empleado, quien se identifica mediante su Documento Único de Identidad número: […], quien da fe que el indiciado al rendir la presente declaración, no ha sido objeto de violencia física ni moral; 12) Oficio N° 105, de fecha treinta de abril del año dos mil catorce, agregado a folios 266 y 267, en el que consta que el funcionario titular del Juzgado de Paz de Guatajiagua, de este departamento, Licenciado José Rodolfo Castillo Morales, autoriza al Sub Inspector J. J. D. S., para que proceda (entre otras) al Registro con Prevención de Allanamiento de las siguientes viviendas: Número diez , propiedad de Luis Alonso R. H., construida de techo de teja y madera, paredes de adobe de tierra sin repello, piso de tierra, con su entrada principal al costado poniente, siendo ésta de una puerta de madera, también posee un corredor al mismo costado, estando ubicada topográficamente de poniente a oriente, ubicada en el Caserío […], Cantón […], Municipio de Yamabal, departamento de Morazán. Vivienda número once , propiedad de Santos Jaime C., construida de techo de teja y madera, paredes de lámina y madera, con su entrada principal al costado sur, siendo ésta de una puerta de lámina, orientada topográficamente de sur a norte, ubicada en el Caserío […], Barrio […], Municipio de Chilanga, departamento de Morazán. Vivienda número doce, propiedad del señor José Lucas P., en la cual se tiene conocimiento habita el señor José Francis G. P., sospechosos de haber participado en el homicidio, antes descrito por lo que se ubica dicha vivienda, la cual se encuentra de oriente a poniente, construida de paredes de bahareque, techo de teja, lámina y madera, puertas de madera, piso de tierra, ubicada en Caserío [..], Cantón […], Jurisdicción de Perquín. Vivienda número quince , propiedad de la señora María C., ubicada en Caserío […], Cantón […], Jurisdicción de Guatajiagua, en la que se tiene conocimiento habita Lucio V. C.; vivienda construida de paredes de adobe repellada y pintada de color celeste y blanco, con puertas y ventanas de madera, techo de teja y madera, con piso de tierra; consignándose además que dicha orden estará vigente de las veintitrés horas con treinta minutos de ese día hasta las veintitrés horas con treinta minutos del día uno de mayo del año dos mil catorce; 13) Acta de registro con prevención de allanamiento, agregada a folios 277 y 278, levantada en la casa sin número, propiedad del señor Luis Alonso R. H., ubicada en Cantón […], Caserío […], Municipio de Yamabal, Morazán, a las veintitrés horas con cuarenta minutos del día treinta de abril del año dos mil catorce, por los agentes Investigadores Jorge Arturo Ch. A., Johan P., y Melvin Arturo C. R., bajo la dirección funcional del fiscal Licenciado Jaime Omar Ortez A., en la que consta que se tiene a la vista una vivienda construida de techo de teja, madera y lámina, paredes de bahareque, orientada topográficamente de sur a norte, procediendo dichos agentes a tocar la puerta identificándose como miembros de la Policía Nacional Civil, por lo que al hacerlo en varias ocasiones les abrieron la puerta, y fueron atendidos por la señora Teresa M. D., quien de forma voluntaria los invita a pasar y se identifica mediante su documento único de identidad personal, por lo que estando ya dentro se observa una sala, ubicada de sur a norte, piso de tierra; al costado poniente se observa un compartimiento que funciona como dormitorio, el cual es dividido por un cancel de nylon de color negro y madera; al costado norte otro compartimento que funciona como cocina y contiguo a éste otro compartimiento que funciona como cocina y dormitorio; acto seguido y con el consentimiento del propietario se procede a leer la orden de registro con prevención de allanamiento al joven Luis Alonso R. H., quien manifiesta llamarse de ese manera a quien no se identificó mediante ningún documento de identidad personal debido a que se le ha extraviado, pero manifiesta llamarse como queda escrito, y ser el propietario de la vivienda, por lo que se le hace del conocimiento que quedaría detenido, y a las veintitrés horas con cincuenta y cinco minutos del día y mes en curso, se hace efectiva dicha captura en base a orden administrativa girada por el Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, según consta en oficio número doscientos treinta y seis, de fecha treinta de abril del año en curso; haciéndole saber al detenido los derechos y garantías que la ley le confiere; 14) Acta de registro con prevención de allanamiento, agregada a folios 269, levantada en la casa sin número, propiedad del señor Juan Evangelista A., ubicada en Caserío […], Barrio El […] del Municipio de Chilanga, de este departamento, a las veintitrés horas con cincuenta minutos del día treinta de abril del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], bajo la dirección funcional del Fiscal Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, en la que dejan constancia que se tiene a la vista una vivienda paredes de madera y lámina, techo de madera, teja y plástico, piso de tierra, orientada topográficamente de sur a norte, con dos puertas construidas de lámina y madera, al costado sur y norte; con entrada principal al costado sur, con una sala dormitorio al interior; haciendo constar que fueron atendidos por la señora María Marina A. de C., a quien al comentarle el motivo de su presencia, mostrándosele la orden de registro con prevención de allanamiento, la cual le fue leída, les manifestó que entiende y comprende su presencia y amablemente los invita a ingresar a dicha vivienda; identificando en ese momento al joven Melvin Geovani A. R., de veinte años de edad, con documento único de identidad número […], manifestando ser hijo de la persona que los atiende. Luego se procede a efectuar el registro en dicha vivienda en busca de arma de fuego o de algún objeto ilícito, no encontrando nada al final de dicho registro. Manifestándole también a la persona que los atiende que andaban en busca del señor Santos Jaime C., quien es su esposo, por tener una orden de detención de carácter administrativa, firmada y sellada por el Licenciado Jaime Omar Ortez, según oficio N° 235/2014, con fecha treinta de abril del presente año, por el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio de la vida del señor José Antonio A. A., manifestando esta señora que su esposo ya se encuentra recluido en el Centro Penal del Municipio de Jucuapa departamento de Usulután y que la última vez que lo visitó fue el día veintiséis de abril del presente año, además agrega que no recuerda la fecha exacta en que fue detenido, pero mencionó que fue en el mes de junio o julio del año dos mil doce; 15) Acta de registro con prevención de allanamiento, agregada a folios 270, levantada en la casa sin número, propiedad del señor Agustín C. A., ubicada en Caserío el […] Cantón […], Jurisdicción de Guatajiagua, Morazán, a las veintitrés horas con cuarenta y cinco minutos, del día treinta de abril del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], bajo la dirección funcional del fiscal Licenciado Jaime Ortez, en la que dejan constancia que se obtuvo el resultado siguiente: Al presentarse tocaron la puerta y fueron atendidos por el señor Agustín C. A., quien se identificó con su Documento Único de Identidad […], de sesenta y seis años de edad, casado, originario de Sensembra y residente en este lugar, a quien se le explicó el motivo de su presencia quien manifestó que no tiene ningún inconveniente y que autoriza el registro, por lo que iniciaron el registro en la referida vivienda, la cual consta de una sala, cuatro cuartos de dormitorios, cocina, todos construidos con paredes de adobe, piso de tierra, techo de tejas y madera, sin puertas, únicamente con cortinas de tela; iniciando el registro en la sala, luego los cuartos, posteriormente en la cocina, pero en ninguno de los referidos se encontró ningún tipo de arma relacionada al delito investigado, ni objetos procedentes de ilícitos o ilegales; haciéndose constar que en todo el registro fueron acompañados por el señor Agustín C. A., propietario de la vivienda y padre del señor Lucio V. C., quien no se encontraba en la vivienda, en la cual se encontraban únicamente las jóvenes Carolina V. C., Reina Antonia V. C.,, y Liliana del Carmen V. C., por lo que habiendo registrado minuciosamente toda la vivienda y no encontrando ilícitos, finalizaron el procedimiento y la presente acta; 16) Oficio sin número, de fecha uno de mayo del año dos mil catorce, agregado a folios 271, firmado por el agente […], y dirigido al Director del Centro Penal de Jucuapa, en el que le solicita colaboración para que pueda autorizar el ingreso a ese Centro Penal para leer y hacer efectivas las órdenes de captura contra los internos Julio César D. H., conocido por Julio, y Santos Jaime C., conocido por C. A., por el delito de Homicidio Agravado, según consta en los oficios números 237 y 235, respectivamente, de fecha treinta de abril de los corrientes, emitidos por el Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, fiscal del caso y de la Oficina Fiscal de San Francisco Gotera; 17) Acta de intimación del imputado Julio César D. H., agregada a folios 272, levantada en el Interior del Centro Penal de la Ciudad de Jucuapa, departamento de Usulután, a las diez horas con cuarenta minutos del día uno de mayo del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], en la que dejan constancia de la intimación del señor Julio César D., conocido por Julio, ya que a dicho imputado se le atribuye el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio de la vida del señor José Antonio A. A.; dicha intimación se realiza en base a orden de captura administrativa girada por el Fiscal Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, perteneciente a la Oficina Fiscal de San Francisco Gotera, según oficio número doscientos treinta y siete dos mil catorce, con fecha treinta de abril del año dos mil catorce; 18) Acta de intimación del imputado Santos Jaime C., agregada a folios 273, levantada en el Interior del Centro Penal de la Ciudad de Jucuapa, departamento de Usulután, a las diez horas con cincuenta y cinco minutos del día uno de mayo del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], en la que dejan constancia de la intimación del señor Santos Jaime C., conocido por C. A., ya que a dicho imputado se le atribuye el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio de la vida del señor José Antonio A. A., dicha intimación se realiza en base a orden de captura administrativa girada por el Fiscal Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, perteneciente a la Oficina Fiscal de San Francisco Gotera, según oficio número doscientos treinta y cinco dos mil catorce, con fecha treinta de abril de ese mismo año; 19) Actas de asistencia de defensa técnica, agregadas de folios 274 al 276, levantadas el día uno de mayo del año dos mil catorce, en el departamento de Investigaciones de la Policía Nacional Civil de esta Ciudad, en las que consta que a los imputados Luis Alonso R., Julio César D. H., y Santos Jaime C., se les hicieron saber los derechos que la ley les confiere y se les nombró como su defensor público a la Licenciada Ana Feliciana Fuentes Santos 20) Acta de ubicación, álbum fotográfico y croquis de ubicación, agregadas de folios 234 al 239, levantada la primera en la Unidad de Investigaciones de la Delegación de la Policía Nacional Civil de esta Ciudad, a las diez horas con cuarenta y cinco minutos del día veinticuatro de abril del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], juntamente con el técnico del laboratorio técnico y científico del delito, agente […], y bajo la dirección funcional del Licenciado Jaime Ortez, en la que dejan constancia de la diligencia realizada ese día con el objeto de ubicar la vivienda donde habita el sujeto de nombre Lucio V. C., quien es mencionado como delincuente de la zona, del cual a la fecha se sabe se encuentra imposibilitado para caminar, pero sigue coordinando una banda de delincuentes y que en su vivienda guarda armas de fuego, las cuales son utilizadas para el cometimiento de ilícitos, además este sujeto fue mencionado mediante la investigación como partícipe en el homicidio del señor José Antonio A. A., hecho ocurrido el día dos de abril del año dos mil doce, en el Cantón Maiguera, por lo que se constituyeron al Caserío El Zapote, del Cantón Maiguera, Jurisdicción de Guatajiagua, teniéndose conocimiento que Lucio V. C., habita una vivienda construida de paredes de adobe repellada y pintada de color celeste y blanco, con puertas y ventanas de madera, techo de teja y madera con piso de tierra; el segundo (El álbum fotográfico), elaborado por el agente […], el día veinticuatro de abril del año dos mil catorce, constando de cuatro fotografías, que muestran las primeras tres el aspecto general de un tramo de la calle principal del Caserío […], del Cantón […], Guatajiagua, Morazán, donde reside el señor Lucio V. C.; y la cuarta muestra el acercamiento de la vivienda donde reside el señor Lucio V. C.; y el tercero (el croquis de ubicación), ilustra gráficamente la Calle Principal del Caserío El […], Cantón […], del Municipio de Guatajiagua, departamento de Morazán, lugar donde se ubica la vivienda donde reside el señor Lucio C. V., a quien se le atribuye el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio de José Antonio A. A.; 21) Direccionamiento funcional, dirigido a la agente […], agregado a folios 265, en el que consta que el Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, gira el presente direccionamiento funcional en la causa contra los imputados Santos Jaime C., Luis Alonso R. H., Julio César D. H., José Francis P. G., y Lucio V. C., o Lucio C. V., por el delito de Homicidio Agravado, en perjuicio de José Antonio A. A., a efecto que realice las siguientes diligencias: Solicitar ante el señor Juez de Paz correspondiente Orden de registro con prevención de allanamiento en la vivienda propiedad de Lucio V. C. o Lucio C. V., ubicada en Cantón Maiguera, Jurisdicción de Guatajiagua, de este departamento, con la finalidad de encontrar objetos, especialmente armas de fuego relacionadas al delito de Homicidio Agravado, en perjuicio del señor José Antonio A. A., y una vez realizada la misma se remita informe a esa oficina sobre su resultado; 22) Diligencia judicial de reconocimiento en fila de personas, de fecha seis de mayo del año 2014, agregada a folios 284, practicada al imputado Luis Alonso R. H., por el testigo con la clave “TIRSO-14”, levantada en la Delegación de la Policía Nacional Civil de esta Ciudad, a las once horas con veinte minutos del día seis de mayo del año dos mil catorce, ante el señor Juez de Paz de la Población de Guatajiagua, Licenciado José Rodolfo Castillo Morales, en la que consta que el testigo antes mencionado en una rueda de cinco personas reconoció al imputado Luis Alonso R. H., como una de las personas que participaron en la comisión del delito objeto de este juicio; 23) Diligencia judicial de reconocimiento en fila de persona, de fecha seis de mayo del año 2014, agregada a folios 285, practicada al imputado Santos Jaime C., por el testigo con la clave “TIRSO-14”, levantada en el Centro Penal de Jucuapa, departamento de Usulután, a las diez horas con quince minutos del día seis de mayo del año dos mil catorce, ante el señor Juez de Paz de la Población de Guatajiagua, Licenciado José Rodolfo Castillo Morales, en la que consta que el testigo antes mencionado en una rueda de cinco personas reconoció al imputado Santos Jaime C., como una de las personas que participaron en la comisión del delito objeto de este juicio; 24) Actas de individualización, agregadas de folios 223 al 225, levantadas en el Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional Civil de esta Ciudad, la primera a las once horas con treinta minutos del día catorce de abril del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], bajo la dirección funcional del Fiscal Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, en la que dejan constancia que continuando con la investigación del delito de Homicidio Agravado, en perjuicio del occiso José Antonio A. A., con el objeto de indagar los nombres completos de los implicados en el presente caso y los cuales han sido mencionados por el testigo protegido identificado con la clave Tirso-14, que son partícipes en el delito investigado, se constituyeron al Cantón Maiguera, Jurisdicción de Guatajiagua, departamento de Morazán, en donde entrevistaron fuentes de información, manifestándoles que conoce al sujeto conocido como Lucio V. C., quien es como de treinta y cinco años de edad, originario de Guatajiagua, con residencia en el Cantón […], hijo de […], y que sabe que dicho sujeto está invalido, que reside en casa de su madre. Dicha fuente también manifestó que este sujeto antes pertenecía a una banda delincuencial y que se hacía acompañar de varios sujetos a los que también conoció, entre otros a Jaime C., quien es como de cuarenta años de edad, originario de Sensembra, residente en Cantón […], Jurisdicción de Sensembra, hijo de […]; que también conoció a un sujeto de nombre Luis Alonso R., de treinta años de edad, originario de Yamabal, hijo de […].; que a éstos también los solía acompañar un sujeto de nombre Julio D., quien es como de veinticinco años de edad, originario de Yamabal, residente del Cantón […], Jurisdicción de Yamabal, hijo de […], y que dicho sujeto es cuñado de Lucio V.; manifestándoles además dicha fuente de información que dichos sujetos están presos desde hace como un año, desconociendo por que se encuentran detenidos; y la segunda levantada a las catorce horas del día dieciséis de abril del año dos mil catorce, en la que consta que con el objeto de individualizar al sujeto conocido como Hernán P. G., Renán o Renato, alias “[…]”, de quien se tiene conocimiento reside en la Ciudad de Jocoaitique, constituyéndose dichos agentes a la referida Ciudad, debidamente uniformados para ubicar e individualizar al mencionado, y de quien ya se tenían algunas generales proporcionadas por el testigo identificado con la clave Tirso-14; persona que fue ubicada en el parque de Jocoaitique, donde se le efectuó un registro corporal, quien no portaba ningún documento de identidad, pero manifestó llamarse José Francis P. G., alias […], y que también es conocido como Hernán P. G., Renán o Renato, alias […], de veintiún años de edad, originario de Perquín, hijo de […] residente en Barrio […], Jurisdicción de Jocoaitique, departamento de Morazán, cerca del Centro Escolar de esa Jurisdicción; posteriormente los referidos investigadores al indagarse con vecinos cercanos al lugar de residencia del imputado, quienes no se identificaron por temor a represalias, corroboran que éste responde al nombre de José Francis P. G., y que es conocido por Hernán P. G., Renán o Renato, alias […]; 25) Actas de reconocimiento por medio de fotografías, en relación al delito de Homicidio Agravado, en perjuicio del señor José Antonio A. A., agregadas de folios 226 al 233, levantadas en la Unidad de Delitos Contra la Vida del Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional Civil, de esta Ciudad, la primera a las diez horas con quince minutos del día veintiuno de abril del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], en la que consta: Que al testigo “TIRSO- 14”, se le mostró UN juego de fotografías, conteniendo cinco fotografías, con personas con características semejantes a las de los imputados, y según el detalle siguiente: 1- José Manuel A. S., 2- Francisco Antonio A., 3- José Pedro A. U., 4- Luis Alonso R. H., 5- Vicente Balmore N., observando el testigo el juego fotográfico ya descrito y manifestando espontáneamente que reconoce al número cuatro que corresponde a Luis Alonso R. H., conocido por Luis; la segunda levantada a las diez horas con treinta minutos del día veintiuno de abril del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], en la que consta: Que al testigo “TIRSO-14”, se le mostró UN juego de fotografías, conteniendo cinco fotografías, con personas con características semejantes a las de los imputados, y según el detalle siguiente: 1- José David G. V., 2- Julio César D. H., 3- Ismael de Jesús C. O., 4- Santos Alirio M. H., 5- José Eligio Darse R., observando el testigo el juego fotográfico ya descrito y manifestando espontáneamente que reconoce al número dos que corresponde a Julio César D. H., conocido por Julio; la tercera levantada a las diez horas con cuarenta minutos del día veintiuno de abril del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], en la que consta: Que al testigo “TIRSO-14”, se le mostró UN juego de fotografías, conteniendo cinco fotografías, con personas con características semejantes a las de los imputados, y según el detalle siguiente: 1- Elmer Nicolás A., 2- Mario Joel P. R., 3- Santos Jaime C., 4- José Samuel M. M., 5- Manuel Alexander E.; observando el testigo el juego fotográfico ya descrito y manifestando espontáneamente que reconoce al número tres que corresponde a Santos Jaime C., conocido por C. A.; y la cuarta levantada a las diez horas del día veintiuno de abril del año dos mil catorce, por los agentes investigadores […], en la que consta: Que al testigo “TIRSO-14”, se le mostró UN juego de fotografías, conteniendo cinco fotografías, con personas con características semejantes a las de los imputados, y según el detalle siguiente: 1- Víctor Manuel F. T., 2- Neftalí V. H., 3- Pedro U. G., 4- José M. G., 5- Lucio V. C., observando el testigo el juego fotográfico ya descrito y manifestando espontáneamente que reconoce al número cinco que corresponde a Lucio V. C., conocido por Lucio C. V.; 25) Certificación de la Resolución dictada por la Dirección del Área de Protección de Víctimas y Testigos, de la Unidad Técnica Ejecutiva del sector Justicia, de la Ciudad de San Salvador, agregada de folios 336 al 339, en la que consta que dicha institución, por resolución pronunciada a las nueve horas del día siete de mayo del año dos mil catorce, confirmó las medidas de protección ordinarias, de carácter urgente, aplicadas por el Licenciado Jaime Omar Ortez Alvarez, en su calidad de Auxiliar del Fiscal General de la República, Oficina Fiscal de Morazán, contenidas en el Art. 10 literales “a, c, d, e, f, h, i, y j”; de la Ley Especial Para la Protección de Víctimas y Testigos, en el sentido siguiente: - Confirmase la clave “TIRSO-14”, asignada por la Fiscalía General de la República en diligencias iniciales, debiéndose únicamente referirse con dicha clave en todo lo consecuente a la persona protegida, Art. 10 “a”; -Otórgase las Medidas de Protección ordinarias reguladas en los literales “a, c, d, e, f, h, i, y j” del Art. 10 LEPVT. En la aplicación de dichos mecanismos de protección se deberá tomar en cuenta las siguientes especificaciones: -Se fija la sede de la Unidad de Delitos Relativos a la Vida e Integridad Física, Oficina Fiscal de Morazán, Fiscalía General de la República para efectos de citas y notificaciones de la persona protegida; -La conducción de las personas protegidas para la práctica de diligencias fiscales, policiales y judiciales, estará a cargo de la Fiscal acreditada al presente caso; - Se autoriza el uso de aparato electrónico que tenga como fin distorsionar la voz, al momento que las personas protegidas rindan su declaración judicial; Habiéndose solicitado por parte del Ministerio Público las Medidas de Protección Ordinarias, a favor de la persona identificada con clave “TIRSO-14”, bajo referencia fiscal número 250-UDVOFM-6-12, regístrase así la misma, debiéndose emitir certificación de las presentes diligencias, con el fin de ser presentada e incorporada a las diligencias de investigación arriba identificadas. En lo sucesivo cuando se solicite certificación de las presentes diligencias se deberá cumplir lo establecido en el Art. 54 RLEPVT; 26) Resolución dictada por la Dirección del Área de Protección de Víctimas y Testigos, de la Unidad Técnica Ejecutiva del sector Justicia, de la Ciudad de San Salvador, agregada a folios 340 y 341, en la que consta que dicha institución, por resolución pronunciada a las diez horas del día veintiocho de julio del año dos mil doce, modificó las medidas de protección ordinarias, de carácter urgente, aplicadas por la Licenciada Elvia Lourdes Alvarenga de Gómez, Fiscal de la Unidad de Delitos relativos a la Vida e Integridad Física, Oficina Fiscal de San Francisco Gotera, otorgando las contenidas en el Art. 10 literales “a, d, e, f, h, i, y j”; de la Ley Especial Para la Protección de Víctimas y Testigos, en el sentido siguiente: -Que en las diligencias de investigación administrativas o de carácter judicial, no consten los datos generales de la persona protegida, ni cualquier otra que pueda servir para su identificación, para efectos de identificación se le ha denominado al testigo con la clave “AMELIA”, Art. 10 “a”; -Que durante el tiempo que la persona protegida permanezca en los lugares en que se lleven a cabo las diligencias se le facilite un sitio reservado y custodiado, Art. 10 “d”; -Que la persona protegida comparezca para la práctica de cualquier diligencia, utilizando los formas o medios necesarios para imposibilitar su identificación visual, Art. 10 “e”, - Que la persona protegida rinda su testimonio en ambientes no formales ni hostiles y que se grabe su testimonio por medios audiovisuales para facilitar su reproducción en la vista pública, siempre que sea necesario o la persona no pudiese comparecer, Art. 10 “f”; -Que se impida que la persona protegida sea fotografiada o se capte su imagen por cualquier otro medio, Art. 10 “h”; -Que se prohíba que cualquier persona revele datos que permitan identificar al protegido, Art. 10 “i”; -Colocar a los testigos en una sala aparte a la de los imputados al momento de rendir su declaración en el momento procesal oportuno, además podrá declarar utilizando distorsionador de voz, el cual deberá ser proporcionado por el Ministerio Público Fiscal, Art. 10 “j”; medidas que estarían en vigencia de acuerdo a la duración del proceso judicial; y C) PRUEBA TESTIMONIAL, consistente en la declaración del testigo con régimen de protección de víctimas y testigos con la clave “TIRSO-14” , quien en síntesis manifestó: “Que el día dos de abril del año dos mil doce, en horas de la mañana, se encontraba en San Francisco Gotera, por la terminal y le estaba diciendo a Renán o “Panchi” si iban hacer un alivian, es decir, que si iban a robar y matar al señor José A., quien vivía en Cantón […] de Guatajiagua, a cambio de cien dólares que le iba a dar Lucio C. V., por lo que Renán o “[…]”, dijo que sí; que ese mismo día en horas de la tarde se reunió con C. A., y José Lucas en el Parque de la Concordia de San Francisco Gotera, para esperar el bus para Guatajiagua, por lo que tomaron el bus y se bajaron en el puente de Yamabal, porque Lucas conocía un camino que los dirigía para la Loma del Chile de Yamabal, ya que ahí los estaba esperando Lucio C. V.; que cuando llegaron a ese lugar ya los estaba esperando Lucio C. V., y dos personas más; que Lucio, tenía tres uniformes, dos de policía y uno de soldado, también tenía una escopeta y una pistola, luego los uniformes los repartió, la escopeta se la entregó al dicente y la pistola se la quedó Lucio; que en dicho lugar se estuvieron media hora y después se desplazaron para la casa de José A., llegando como a las once y media de la noche, que llegaron con José Lucas, C. A., Renán, Luis, Julio y Lucio C. V.; luego José Lucas, tocó la puerta de la casa de José A., y dijo “habrán la puerta somos la policía”, en eso escucharon la voz de una mujer que preguntó si traían la orden del Juez, contestando que si la llevaban, por lo que al abrir la puerta José Lucas, se dirigió hacia donde estaba José A., pero este agarró con un machete a José Lucas, y lo lesionó en la mano y la cabeza y cayó al suelo, en eso el dicente entró a la casa apuntando con la escopeta, junto con Julio, Luis y Lucio C. V., haciéndole éste dos disparos, después Julio y Luis agarraron a machetazos a José A., pero no sabe cuántos machetazos le pegaron; que Renán o “[…]”, y C. A., se quedaron afuera de la casa cuidando ya que C., andaba una pistola y Renán un machete; después comenzaron a registrar la casa encontrando cadenas, anillos y teléfonos celulares los cuales se llevaron; que en dicha casa estuvieron como media hora, luego se fueron en dos grupos, en uno iban Renán, C. A., Lucas y el dicente, en el otro grupo iba Luis, Julio y Lucio; que José Lucas, como estaba lesionado lo llevaron en una hamaca que agarraron de la casa de José A., después botaron la hamaca a la orilla de la calle lo mismo que los uniformes que andaban; que en la casa de José A., había iluminación ya que tenía luz eléctrica; que sobre los sujetos que se llaman Luis y Julio, los conoció ya que les pudo ver la cara cuando se quitaron los gorros en el momento que estaban macheteando a José A.; que antes del día dos de abril del año dos mil doce, ya se habían reunido en el parque la Concordia, para planificar este hecho, eso fue como a las cuatro y media de la tarde, ahí estaba José Lucas y C. A., y la propuesta de ir a robar y matar a José A., la hizo C. A., y les ofreció que les iba a dar cien dólares; que la persona que identifica como Luis, tiene unos treinta y cinco años de edad, es moreno, cabello negro, algo robusto, Santos Jaime C., tiene unos cuarenta años, es chele, gordo y alto; Julio, es de unos treinta y cinco años de edad, moreno, delgado; que menciona a Julio y Luis, porque de esa forma los llamaba Lucio C. V.,, y este último tiene unos treinta años de edad, es algo chele, alto y delgado, y vive en Yamabal, en la Loma […]; que después de esa fecha volvió a ver a C. A., en el Penal de Gotera, y lo reconoció; también reconoció Luis, en las bartolinas de Gotera; que reconoció a los dos como los responsables de este hecho; que no sabe los nombres completos de Luis, Jaime y Julio, pero el día de los hechos fue la primera vez que los miraba; que a Lucas, lo sacaron a la orilla de la carretera y ahí lo dejaron ”.- No declarando el testigo con régimen de protección con la clave “ AMELIA ”, ni el señor VICTOR ERNESTO G. G., por no haber comparecido a la Vista Pública, no obstante haber sido citados legalmente.- PRUEBA DE DESCARGO: El imputado LUIS ALONSO R. H., ofreció y presentó como prueba de descargo la declaración del señor MARIO NEFTALY R., quien en síntesis manifestó: “Que conoce al señor Luis Alonso, desde pequeño, este vive en el Caserío […]; que el día dos de abril del dos mil doce, el dicente se encontraba en el Caserío […], y pudo ver a Luís Alonso, ya que vivía cerca de su casa, es decir, como a unas cinco cuadras de distancia; que sobre lo que se le acusa a Luis Alonso, no sabe nada, pero toda la gente del lugar lo conoce porque ahí ha vivido desde pequeño; que Luis Alonso, a veces lo ayuda a trabajar, en realidad lo mira todos los días, ya que llega a la casa, pero no recuerda las fechas en las cuales lo ha visto”.- El imputado SANTOS JAIME C., ofreció y presentó como prueba de descargo la declaración de la señora […]. , quien en síntesis manifestó: “Que conoce a Jaime Antonio C., desde hace seis años ya que están casados; que el día dos de abril del dos mil doce, la dicente se encontraba en su casa de habitación ubicada en el Barrio el […] de Chilanga, junto con su esposo Santos Jaime C.; que los dos estaban viendo el noticiero del canal noventa y nueve, el cual sale entre las siete y media a ocho de la noche; que ese día solo los dos se encontraban en la casa”.- Por su parte, el imputado JULIO CESAR D. H., ofreció y presentó como prueba de descargo la declaración del señor JOSE SABINO D., quien en síntesis manifestó: “Que es hermano de Julio César D.; que el día dos de abril del año dos mil doce, el dicente se encontraba en la casa de Julio César trabajando; que ese día empezaron a trabajar desde las seis de la mañana y terminaron hasta las cinco de la tarde, después estuvieron descansando en la misma casa y ese día no salieron a ningún lugar, hasta el siguiente día que fueron a regar la milpa de invierno”.- VII.- VALORACION DE LA PRUEBA SOBRE LA EXISTENCIA DEL DELITO Y LA RESPONSABILIDAD PENAL: En el caso que nos ocupa, la Representación Fiscal ha acusado a los imputados: 1) LUIS ALONSO R. H., conocido por LUIS; 2) SANTOS JAIME C., conocido por C. A.; 3) JULIO CESAR D. H., conocido por JULIO; y 4) LUCIO V. C., conocido por LUCIO C. V., por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , tipificado en el Art. 128 en relación con el Art. 129 Nº 2 y 3 Pn ., en perjuicio del señor JOSE ANTONIO A. A.; por lo que previo a entrar a valorar el material probatorio desfilado durante el desarrollo de la Vista Pública, respecto de los extremos de la imputación delictiva formulada, considera oportuno este Tribunal, comenzar estableciendo el marco jurídico conceptual en relación a los hechos acusados, por lo que iniciará diciendo: Que en el Código Penal Salvadoreño el delito tipo de HOMICIDIO se encuentra regulado en el Art. 128, el cual literalmente establece: "El que matare a otro será sancionado con prisión de diez a veinte años".- De la lectura del artículo transcrito, se infiere que el bien jurídico protegido por dicha norma es: "LA VIDA HUMANA", la cual es sin lugar a dudas el más importante de los bienes de una persona, pues se constituye en la base física y el presupuesto del resto de bienes jurídicos.- La conducta típica en el delito de Homicidio está expresada en el verbo "matar", y consiste en "privar de la vida a una persona"; resultando obvio, que si la acción de matar priva de la vida a una persona, el delito de Homicidio produce un resultado material consistente en la muerte efectiva de un ser humano; debiendo entre la acción de matar y el resultado muerte existir una relación que permita imputar objetivamente ese resultado.- Por otra parte es de traer a consideración que el delito de HOMICIDIO presenta según el Art. 129 Pn., circunstancias por las cuales su penalidad puede agravarse, dentro de las que encontramos el supuesto que el mismo constituyere el medio para la comisión del delito de ROBO; así mismo que se realice con ALEVOSIA, PREMEDITACION O CON ABUSO DE SUPERIORIDAD, tal como lo señala el numeral 2 y 3 de la disposición mencionada, caso en el cual el HOMICIDIO se convertiría en AGRAVADO.- Este delito es a los que la doctrina penal nomina como “calificados”, pues además de requerir un supuesto de hecho básico, se necesita de la concurrencia de una circunstancia especial que integra la materia de prohibición, resultando como consecuencia una conducta con un mayor desvalor. El supuesto típico común tal como se ha señalado es causar la muerte de una persona, contenido en el Art. 128 Pn., y en este caso las circunstancias que lo cualifican son que el Homicidio constituyere el medio para cometer el delito de ROBO, y además que se cometiere con ALEVOSIA, PREMEDITACION O ABUSO DE SUPERIORIDAD.- De ahí que, los elementos típicos que constituyen el delito de Homicidio Agravado del que conocemos son: 1. Se requiere de una acción; es decir, de un acto humano que tiene que ser dependiente de la voluntad, pudiendo los actos comisivos ser diversos, que para el caso que nos ocupa se trató de lesiones producidas por armas blancas (corvos) y con un arma de fuego; 2. Para su consumación no basta la exteriorización del acto humano, sino que debe producirse un resultado, concretamente que la persona fallezca, pues no debe olvidarse que la doctrina más informada califica al Homicidio como un delito de “resultado o lesión” 3. Que la causación de ese resultado sea imputable objetivamente a la actividad desplegada por el autor; lo que significa que la consecuencia será imputable a la acción si ésta ocasionó un daño jurídicamente desaprobado; si ello es así, el resultado será imputable a la acción; 4. Que a la acción de matar deban conexarse las circunstancias previstas en los numerales 2 y 3 del Art. 129 Pn.; es decir, el sujeto activo debe iniciar actos de ejecución tendientes a sustraer un bien mueble ajeno ejerciendo violencia física o moral; y además obrar con Alevosía, Premeditación o Abuso de Superioridad.- La tipicidad del delito de HOMICIDIO AGRAVADO con ocasión de ROBO , debe colmarse en un ámbito subjetivo, es decir, debe el sujeto activo del mismo haber obrado dolosamente; dolo natural que debe abarcar el conocimiento de que se realizaran actos de causación de muerte, como consecuencia de un ROBO y la voluntad debe ir encaminada hacia esa finalidad, debiendo señalarse que como el dolo es un elemento subjetivo, la prueba del mismo radicará en las circunstancias objetivas que la conducta del sujeto activo haya marcado en la realidad, bajo un juicio razonable, es decir, que dicho elemento subjetivo del tipo penal (dolo) se deberá demostrar por circunstancias objetivas, que obviamente deberán derivarse del material probatorio con el que se cuente.- Asimismo, para tipificar el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , en virtud de haber obrado el sujeto activo con ALEVOSIA, PREMEDITACION O CON ABUSO DE SUPERIORIDAD , deberá establecerse para el caso de la ALEVOSIA , que el hechor ha provocado o se ha aprovechado de la situación de indefensión de la víctima para prevenir el ataque o defenderse de la agresión, sin riesgo de su persona; para el caso de la PREMEDITACION , que ha planeado con la anticipación necesaria, reflexiva y persistente la realización del delito; y finalmente, para el caso del ABUSO DE SUPERIORIDAD , deberá acreditarse que efectivamente se ha obrado abusando de la superioridad en el ataque por parte del sujeto activo, o que éste se haya aprovechado de la debilidad de la víctima por su edad u otra causa similar o que se hayan empleado medios que debiliten la defensa del ofendido.- En el caso que nos ocupa, la Representación Fiscal ha acusado precisamente a los imputados LUIS ALONSO R. H., conocido por LUIS; SANTOS JAIME C., conocido por C. A.; JULIO CESAR D. H., conocido por JULIO; y LUCIO V. C., conocido por LUCIO C. V. por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , tipificado en el Art. 129 Nº 2 y 3 Pn. , calificación jurídica que fue mantenida por el Juez Instructor en el auto de apertura a juicio, quien al respecto se limitó a sostener que era procedente mantener la calificación jurídica de los hechos acusados como HOMICIDIO AGRAVADO , estipulado en el Art. 129 Nº 2 y 3 del Código Penal .- Ahora bien, partiendo de que en el caso que nos ocupa se ha acusado a los imputados ya relacionados como COAUTORES del delito de HOMICIDIO AGRAVADO , debemos de traer a consideración que la coautoría es una forma de autoría que se manifiesta cuando varias personas, previa celebración de un acuerdo común, realizan un hecho mancomunadamente; mediante una contribución objetiva a su cumplimiento; por lo que se sostiene que es coautor aquella persona que tiene el dominio sobre la realización del hecho conjuntamente con otro u otros autores, con los cuales hay un plan común y una distribución de funciones en la realización del mutuo acuerdo. De ahí que, para que concurra la participación en grado de coautoría se requiere de los siguientes requisitos: a) Un acuerdo previo en el que se determina la decisión conjunta de cometer el delito; b) Distribución de roles para la ejecución del hecho; c) Contribución esencial objetiva en la realización del hecho mediante aportes esenciales en la fase de ejecución del mismo; d) Una misma resolución común para cometer el delito; es decir, unidad de dolo; lo cual permite considerar que las situaciones de exceso de un coautor no le son imputables a los demás, pues la responsabilidad coautoral alcanza hasta los límites de la resolución delictiva comunitaria; dicho de otro modo, cada uno de los coautores responde solo hasta donde alcanza el acuerdo recíproco, por consiguiente no se puede atribuir responsabilidad por el exceso del otro; y e) Concurrencia del criterio de imputación reciproca.- Expuesto lo anterior, a efecto de acreditar el extremo procesal de LA EXISTENCIA DEL DELITO DE HOMICIDIO AGRAVADO , atribuido a los imputados antes mencionados, en perjuicio del señor JOSÉ ANTONIO A. A., este Tribunal procedió a valorar la prueba pertinente en los siguientes términos: a) Que con el acta de inspección de cadáver, agregada de folios 10 al 12, levantada en la casa del señor José Antonio A. A., ubicada en el Cantón […], Jurisdicción de Guatajiagua, de este departamento, a las tres horas con veinte minutos del día tres de abril del año dos mil doce, se estableció que en dicho lugar fue reconocido el cadáver de una persona del sexo masculino, identificado como JOSE ANTONIO A. A., de quien se describe su posición y vestimenta; persona que según el Doctor F. Z., médico forense que practicó dicho reconocimiento, presentaba las siguientes lesiones: 1) Herida profunda con lesión vascular y ósea en cuello y nuca izquierdo; 2) Dos heridas profundas en el miembro superior derecho, y el miembro superior izquierdo con lesión ósea; 3) Dos heridas profundas en tórax anterior y abdomen; 4) Dos heridas en ambas piernas; 5) Lesión en abdomen con evisceración; y 6) Múltiples heridas con arma cortupunzante.- Información ésta que se confirma con el acta que contiene el reconocimiento médico forense de levantamiento de cadáver, levantada por separado por el médico forense Doctor F. M. Z. R., en la que dicho profesional además de relacionar las generales del ahora occiso José Antonio A. A., y el lugar en que éste fue localizado, describe la posición en que se encontraba dicho cadáver y las evidencias de trauma que presentaba, relacionando que éste presentaba las siguientes lesiones: Dos heridas profundas en miembro superior derecho y miembro superior izquierdo, con lesión ósea; dos heridas profundas en tórax anterior y abdomen con evisceración; y dos heridas en ambas piernas; señalándose como causa de la muerte: “Múltiples heridas por arma cortocontundente a determinar en autopsia” ; b) Que con el álbum fotográfico del lugar del hecho, agregado de folios 121 al 142, (compuesto de cuarenta y un exposiciones fotográficas), se nos ilustra la escena donde fue encontrado el cadáver del señor José Antonio A. A.; la posición en que dicho cadáver fue encontrado; las lesiones que presentaba y las evidencias encontradas en dicha escena; presentándose además una foto identificativa del cadáver del ahora occiso; escena ésta que también se ilustra gráficamente con el croquis de ubicación elaborado al efecto, y que corre agregado a folios 143, en el que específicamente se gráfica la vivienda del ahora occiso y su posición geográfica, con sus respectivas referencias; y c) Con la certificación del protocolo de autopsia practicada al ahora occiso José Antonio A. A., en el Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de San Miguel, a las ocho horas con veinte minutos del día tres de abril del año dos mil doce, por el médico forense Doctor E. A. R. T., agregado de folios 144 al 146, se determinó como tiempo probable de la muerte de éste, entre ocho a diez horas de fallecido; estableciendo en resumen dicho perito que el cadáver, al examen corporal externo revelaba el impacto de dos proyectiles disparados por arma de fuego; presentando uno de ellos el orificio de entrada con ahumamiento de pólvora en su periferia, lo que hace suponer que fue disparado a corta distancia, no así el segundo orificio identificado como numero dos; siendo el proyectil identificado como número uno el que produjo las lesiones más importantes, ubicadas en cráneo, con destrucción de la masa encefálica, observándose además múltiples heridas producidas por objeto contuso cortante (arma blanca), en: cuello, tórax, abdomen, y miembros superiores e inferiores, las que produjeron: sección de vasos sanguíneos importantes del cuello, tráquea, cartílago, tiroideo y crinoideo; sección completa del tercio inferior del corazón, heridas de pulmón izquierdo, herida de hígado; herida de estómago, evisceración con heridas de intestino delgado, grueso, y epiplón; acompañados de sección completa de antebrazo izquierdo, con fracturas de radio y cúbito derecho, y húmero derecho e izquierdo; heridas de miembro superior izquierdo; heridas de muslo izquierdo y fractura de tibia derecha e izquierda, las que en su conjunto le ocasionaron la muerte; determinándose como causa directa de su muerte: “1.- TRAUMATISMO CRANEO ENCEFALICO SEVERO PRODUCIDO POR PROYECTIL DISPARADO POR ARMA DE FUEGO ; y 2.- HERIDAS DE TORAX, ABDOMEN Y MIEMBROS SUPERIORES E INFERIORES PRODUCIDAS POR OBJETO CONTUSO CORTANTE”.- Todos estos elementos probatorios reseñados, permiten a juicio de este Tribunal, tener por acreditada de manera inequívoca la muerte violenta del señor JOSE ANTONIO A. A., acaecida aproximadamente a las once de la noche con treinta minutos del día dos de abril del año dos mil doce, en la casa de habitación del ahora occiso, ubicada en el Cantón […] Jurisdicción de Guatajiagua, departamento de Morazán, lo cual se adecua en principio al delito de HOMICIDIO SIMPLE , tipificado en el Art. 128 Pn., pues de ha privado de la vida a dicha persona.- Ahora bien, respecto de las agravantes acusadas por la Representación Fiscal, (contenidas en el Art. 129 N° 2 y 3 Pn. ) en cuanto a que este delito se cometió con ocasión de ROBO y con ALEVOSÍA, PREMEDITACIÓN Y ABUSO DE SUPERIORIDAD , y que por lo tanto lo convierten en un HOMICIDIO AGRAVADO , se analizaran más adelante una vez que se valore la prueba testimonial de cargo, en relación con la respectiva prueba documental y pericial.- En cuanto a LA RESPONSABILIDAD PENAL de los imputados en la comisión del delito cometido en perjuicio de la vida del señor JOSE ANTONIO A. A., este Tribunal, al proceder a valorar la prueba pertinente estima: a) Que al declarar en Vista Pública el testigo con la clave “TIRSO-14”, de quien se ha acreditado goza de régimen de protección, tal como consta en la certificación de la resolución de fecha siete de mayo del año dos mil catorce, dictada por la Dirección del Área de Protección de Víctimas y Testigos, de la U.T.E., San Salvador, agregada de folios 336 al 339; de manera clara, precisa y coherente, estableció: 1°) Que en la mañana del día dos de abril del año dos mil doce, el dicente le propuso a Renán o “[…]”, que fueran a hacer un alivian, al Cantón Maiguera de Guatajiagua, consistente en ir a robar y a matar al señor José A., y que por ello Lucio C. V., les daría cien dólares, propuesta que aceptó Renán o “[…]”; 2°) Que en horas de la tarde de ese mismo día se reunieron en el parque “La Concordia” de esta Ciudad, el dicente junto con C. A., y José Lucas, y posteriormente abordaron el bus que los conduciría a Guatajiagua, pero en el puente de Yamabal, se bajaron porque José Lucas conocía un camino que conduce hacia La Loma del Chile de Yamabal, lugar donde al llegar los estaba esperando Lucio C. V., y dos personas más, observando que Lucio tenía dos uniformes de policía y uno de soldado, así como una escopeta y una pistola, los cuales repartió, dándole al dicente la escopeta, quedándose él con la pistola; 3°) Que luego se desplazaron hacia la casa del señor José Alvarado, llegando a eso de las once y media de la noche, procediendo José Lucas a tocar la puerta de dicha casa diciendo “abran la puerta somos la Policía”, preguntando desde adentro una voz de mujer si traían orden de Juez, contestando José Lucas que sí, pero al ingresar a la vivienda el señor José A., recibió a José Lucas con un machete y lo lesionó en la mano y en la cabeza; ante eso el dicente entró a la casa apuntando con la escopeta, junto con Julio, Luis, y Lucio C. V., procediendo este último a realizarle dos disparos a José A., luego Julio y Luis agarraron a machetazos al señor José A.; y mientras eso sucedía, Renán o “[…]” y C. A. se encontraba cuidando a fuera de la vivienda, portando C. A. una pistola y Renán un machete; 4°) Seguidamente comenzaron a registrar la casa del señor José A., llevándose cadenas, anillos y teléfonos celulares; que al retirarse de ese lugar lo hicieron en dos grupos, en uno de ellos iban Renán, C. A., José Lucas y el dicente; y en el otro iban Luis, Julio, y Lucio C. V.; que a José Lucas como estaba lesionado lo llevaron en una hamaca que sustrajeron de la casa del señor José A., la cual después botaron a la orilla de la calle junto con los uniformes que andaban; 5°) Que a los sujetos a los que menciona como Luis y Julio, los llama así, pues con ese nombre los llamaba Lucio C. V.; sujetos a quienes conoció al momento que macheteaban al señor José A., cuando se quitaron los gorros que portaban; y 6°) Que para planificar este hecho se reunieron con anterioridad en el parque “La Concordia” de esta ciudad, junto con José Lucas y C. A., siendo este último quien les propuso ir a robar y matar al señor José A., ofreciéndoles para ello cien dólares; que con posterioridad a estos hechos reconoció a C. A. y a Luis como dos de las personas responsables de los mismos; b) Aunado a este testimonio, se contó también en la Vista Pública con dos actas de reconocimiento en rueda de personas, practicadas por el testigo “TIRSO-14” , agregadas a folios 284 y 285, con las que se acreditó que el referido testigo, reconoció (por su orden) a los imputados LUIS ALONSO R. H. y SANTOS JAIME C., como dos de las personas responsables de la muerte del ahora occiso José Antonio A. A.; reconocimientos judiciales que el referido testigo practicó el día seis de mayo del año dos mil catorce; el primero, en la delegación de la Policía Nacional Civil de esta Ciudad, y el segundo en el Centro Penal de Jucuapa, ambos bajo el control del Juez de Paz del municipio de Guatajiagua; c) Se acreditó además que previo a los reconocimientos judiciales antes aludidos, el testigo “TIRSO-14” , había participado en sendos reconocimientos por fotografías, (como actos de investigación), tal como consta en las actas agregadas a folios 226, 228, 230, y 232, en las que consta que reconoció dentro de un juego de cinco fotografías que se le mostraron, las que corresponde por su orden a: 1) LUIS ALONSO R. H., (a quien dijo conocía como Luis); 2) JULIO CESAR D. H., (a quien dijo conocer como Julio); 3) SANTOS JAIME C., (a quien dijo conocer como C. A.); y 4) LUCIO V. C., (a quien dijo conocer como Lucio C. V.), que son precisamente cuatro de las personas que dicho testigo refirió como los responsables de la muerte del ahora occiso José Antonio A. A.; d) Asimismo se contó con la confesión extrajudicial que el testigo protegido “TIRSO-14” , rindió en sede fiscal, el día cuatro de febrero del año dos mil catorce, agregada en sobre cerrado, la cual fue recibida por la Fiscal acreditada en ese momento al presente caso, Licenciada Elvia Lourdes Alvarenga de Gómez, previo acuerdo de que dicho testigo, quien tenía también calidad de imputado, se sometiera a un criterio de oportunidad, tal como consta en acta agregada en sobre cerrado; apareciendo en dicha confesión judicial, la cual fue rendida ante la presencia de la Fiscal antes mencionada, un defensor público, y un testigo de asistencia, que dicho testigo “TIRSO-14” , relata en orden cronológico, y de manera clara, precisa y coherente, cada una de las acciones que realizaron las personas que participaron en la comisión de la muerte del señor José Antonio A. A.; confesión ésta que no solo es concordante con la declaración que dicho testigo rindió al momento de la Vista Pública, sino que amplifica alguna información que de manera escueta fue extraída por el interrogatorio fiscal en Vista Pública; así tenemos que en esta confesión, dicho testigo explica la forma en que se planificaron los hechos objeto de este juicio, al señalar que en los primeros días del mes de marzo del año dos mil doce, se encontraba reunido en el parque “La Concordia” de esta Ciudad, junto con José Lucas P., y C. A.; que mientras conversaban C. A., les propuso que fueran a robarle para luego matar al señor José A., y que para llevar a cabo tal hecho Lucio C. V., les daría las armas y también les pagaría cien dólares; informando luego C. A., vía teléfono celular a Lucio C. V., que ya tenía los otros dos para hacer el trabajo; que en esa oportunidad C. A. les dijo que el hecho lo llevarían a cabo el día dos de abril del año dos mil doce, y que se reunirían nuevamente en ese parque “La Concordia”, a eso de las cuatro y treinta de la tarde de dicho día, para irse juntos hasta Maiguera, Guatajiagua; sucediendo que llegado el día dos de abril del año dos mil doce, en horas de la mañana, el dicente le propuso a HERNAN P. G., conocido como RENAN o RENATO ALIAS […], que lo acompañara a hacer un alivián, y que pagarían cien dólares, aceptando éste la propuesta, por lo que el dicente junto con Renán, llegaron a la hora acordada al parque “La Concordia” de esta ciudad, llegando también C. A. y José L. P.; luego se trasladaron en un bus del trasporte colectivo hacia la ciudad de Guatajiagua; seguidamente dicho testigo explica paso a paso y detalladamente cada una de las acciones que fueron realizadas y que culminaron con el ingreso a la vivienda de señor José A., y con el acto de privar de la vida a dicha persona; explicando además los actos que realizaron al retirase de dicha escena; información ésta que es coincidente con el contenido de la declaración rendida en Vista Pública por dicho testigo; reuniendo tal declaración extrajudicial los requisitos que señala el Art. 259 Pr. Pn.- Expuesto lo anterior puede advertirse, que en el caso que nos ocupa existe prueba testimonial que de manera directa señala a las personas responsables de la muerte del ahora occiso José Antonio A. A., y en la que se utilizaron armas blancas (corvos), y armas de fuego; siendo dicha prueba el testimonio del testigo protegido y criteriado “TIRSO-14” , quien presenció directamente los hechos, pues intervino en la comisión de los mismos, desde la fase de planificación hasta su ejecución; testigo éste que explica las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que se lleva a cabo este ilícito, relacionando a las personas que intervienen en el mismo y el rol que cada una de éstas desempeñó; refiriendo dicho testigo que participaron de estos hechos un total de siete personas (incluyendo a dicho testigo); señalando entre éstos y para el caso que nos ocupa a C. A., LUCIO C. V., JULIO y LUIS.- Ahora bien, al proceder este Tribunal a cotejar el contenido de la información emanada de la declaración rendida en Vista Pública por el testigo “TIRSO-14” , con la emanada de su confesión extra judicial y éstas en relación a la prueba documental relacionada en este apartado, advierte que dicha prueba vincula de manera inequívoca a los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C., y LUCIO V. C., como tres de las personas responsables de la muerte del ahora occiso José Antonio A. A., pues resulta que dicha información emana de un testigo presencial de los hechos, quien no solo ubica a dichos imputados en la escena del delito, sino que además lo confirma reconociéndolos tanto por medio de fotografías, y a dos de ellos ( LUIS ALONSO R. H., y SANTOS JAIME C.), en rueda de personas; señalando “TIRSO-14” , de manera muy puntual y convincente, las acciones realizadas por cada uno de los referidos imputados en la planificación y ejecución de este hecho: 1°) Que los hechos objeto de este Juicio fueron planificados en los primeros días del mes de marzo del año dos mil doce, en el parque “La Concordia” de esta ciudad, ocasión en la que se encontraban reunidos, el dicente junto con José Lucas P., y C. A., (identificado posteriormente como SANTOS JAIME C.), siendo este último quien les propuso que fueran a robarle para luego matar al señor José A., y que para ello Lucio C. V., les daría las armas, y además les pagarían cien dólares; acordando en esa oportunidad que tal hecho lo llevarían a cabo el día dos de abril del año dos mil doce, para lo cual se reunirían en el referido parque a las cuatro y treinta de la tarde de dicho día, para desde ahí trasladarse hacia Guatajiagua; 2°) Que llegado el día dos de abril del dos mil doce, el dicente y Hernán P. G., conocido por Renán o Renato alias […], llegaron a la hora acordada al parque “La Concordia” de esta ciudad, lugar al que también llegaron C. A. y José Lucas P., y luego se dirigieron a bordo de un bus hacia Guatajiagua; 3°) Que se bajaron en el puente de Yamabal, y se dirigieron a pie hacia el lugar conocido como La Loma El Chile de Yamabal, ahí los estaba esperando Lucio C. V., y dos personas más; lugar desde donde se desplazaron hacia la vivienda del señor José A., ubicada en el Cantón Maiguera de Guatajiagua; 4°) Que al ingresar a dicha vivienda, José Lucas se dirigió hacia donde estaba el señor José A., quien utilizando un machee lesionó a José Lucas en la mano y en la cabeza; procediendo Lucio C. V. a realizarle dos disparos a José A., y luego Julio y Luis agarraron a machetazos al señor José A.; y mientras eso sucedía Renán y C. A., se encontraban cuidando afuera de la vivienda; 5°) Que posteriormente registraron la vivienda, llevándose cadenas, anillos y teléfonos celulares; y al retirarse lo hicieron en dos grupos, llevándose en una hamaca a José Lucas pues estaba lesionado, botando posteriormente dicha hamaca a la orilla de la calle junto con los uniformes que andaban; y 6°) Que a los sujetos que menciona como Julio y Luis (identificado posteriormente este último como LUIS ALONSO R. H.), los llama así, pues con ese nombre los llamaba Lucio C. V.; sujetos que al momento en que macheteaban al señor José A. se quitaron los gorros que portaban.- Así las cosas, a juicio de este Tribunal debe considerarse que no obstante el testimonio brindado por el testigo protegido “TIRSO-14” , tiene la condición de ser prueba única respecto de la autoría de los procesados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., resulta que dicho testimonio aparte de ser claro, preciso y coherente, se vio corroborado por información periférica de carácter objetiva contenida en la prueba pericial y documental inmediada lo cual lo vuelve totalmente convincente (respecto de dichos imputados). Así tenemos que la escena del delito se ilustra básicamente con el acta de inspección de cadáver, y el álbum fotográfico respectivo; igualmente las lesiones producidas por armas blancas y por arma de fuego que presentaba el ahora occiso y a las que se refiere el testigo, se corroboran tanto con el acta de inspección de cadáver; el reconocimiento médico forense de levantamiento de cadáver; la certificación del protocolo de autopsia, y con el álbum fotográfico respectivo; y lo relativo a la hamaca que refiere este testigo en que trasladaron lesionado a José Lucas . y que luego botaron por una calle ubicada por la zona donde se cometió el ilícito objeto de este juicio, se corrobora con el contenido del acta agregada a folios 13, donde se deja constancia del hallazgo de dicha hamaca.- Por otra parte, es de aclarar que no obstante ser “TIRSO-14” , un testigo criteriado, este tribunal no advirtió móviles tendenciosos o espurios de parte de éste para declarar en contra de los procesados, pues no se encuentra en el proceso dato o elemento alguno de donde pueda inferirse válidamente lo contrario.- De ahí que, en atención a lo manifestado (de manera convincente) por el testigo “TIRSO- 14” , los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., tienen sin ninguna duda, la calidad de coautores del homicidio en perjuicio del señor José Antonio A. A., pues fueron éstos quienes materialmente (en compañía de cuatro sujetos más), ejecutaron el hecho de privar de la vida a dicha persona, teniendo sus acciones la calidad de aportes esenciales para la consecución del resultado muerte en la referida víctima, convirtiéndose éstos en consecuencia en coautores de tal hecho, pues lo llevaron a cabo de manera conjunta.- Ahora bien, respecto del imputado JULIO CESAR D. H., a quien el testigo “TIRSO-14” ha mencionado únicamente como JULIO , este Tribunal estima pertinente hacer las siguientes consideraciones: 1°) Que a este imputado el testigo “TIRSO-14” llama únicamente como JULIO , pues dice que ese era el nombre con el que lo llamaba el día de los hechos el imputado LUCIO C. V.; 2°) Que a este sujeto el testigo “TIRSO-14” , dijo que no lo conocía con anterioridad a la comisión del hecho objeto de este juicio, pero que le vió la cara cuando éste se quitó el gorro navarone que traía puesto al momento que macheteaba al ahora occiso José Antonio A. A.; y 3°) Que al imputado JULIO CESAR D. H., el testigo “TIRSO-14” , lo individualizo a través de un reconocimiento por fotografías practicado en sede policial.- Dicho lo anterior y partiendo del medio a través del cual fue individualizado el imputado Julio César D. H., este Tribunal estima que si bien es cierto el reconocimiento por medio de fotografías practicado en sede policial (sin control judicial y de partes), constituye un procedimiento investigativo válido, cierto es también que dicho mecanismo es válido tan solo para individualizar al autor del hecho en los primeros estadios de la investigación, pero de ningún modo puede constituir un auténtico reconocimiento, suficiente por sí mismo para desvirtuar la presunción de inocencia, a la que hace referencia el Art. 12 de la Constitución de la República . Al respecto, sabemos que las fotografías nunca contienen la plenitud de elementos que caracterizan a una persona, como son: El color de la piel, complexión física, estatura real, tipo y color de cabello, etc., razón por la cual dicho reconocimiento es subsidiario al reconocimiento en vivo del sujeto, y por eso es que según el Art. 257 Pr. Pn. , procede cuando la persona a reconocer no esté presente ni pueda ser encontrada, de tal suerte que al estar presente la persona a reconocer, el reconocimiento fotográfico debe complementarse con el Reconocimiento en Rueda de Personas.- En el presente caso, la Representación Fiscal, por razones que ignora este Tribunal, no ofertó como prueba para la Vista Pública el Reconocimiento en Rueda de Personas practicado en el procesado Julio César D. H., no obstante que en el expediente aparece que si fue realizado (dando un resultado negativo), tal como consta en el acta agregada a folios 286; por lo que dicha diligencia no será objeto de valoración.- Así las cosas, y al ser valoradas las circunstancias en que según el testigo “TIRSO-14” , percibió el día de los hechos al procesado Julio César D. H., (a quien mencionó únicamente como JULIO ), y de quien a efecto de individualizarlo practicó un reconocimiento por medio de fotografías en sede policial, sin control judicial ni de partes, considera este Tribunal en aplicación de las reglas del correcto entendimiento humano, que el solo reconocimiento fotográfico resulta ser insuficiente para considerar sin lugar a dudas que la imagen que dicho testigo percibió el día de los hechos del sujeto que menciona como JULIO , corresponda efectivamente a la del procesado JULIO CESAR D. H.; dicho de otro modo, tal reconocimiento no es suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia de la que goza dicho imputado, conforme lo establece el Art. 12 Cn., y 6 Pr. Pn., por lo que sobre la base de una de las categorías esenciales del Principio de Presunción de Inocencia, cual es “El Indubio Pro Reo” , contenido en el Art. 7 Pr. Pn., se procederá a absolver al procesado JULIO CESAR D. H., de la imputación de la que ha venido siendo objeto.- Expuesto lo anterior, pasemos ahora a analizar si en el caso del homicidio que nos ocupa, acreditado a los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., se lograron acreditar las agravantes acusadas por la Representación Fiscal, (y por las cuales se ordenó la Apertura a Juicio) como son: Que dicho homicidio se cometió con ocasión de ROBO, y con ALEVOSIA, PREMEDITACION Y ABUSO DE SUPERIORIDAD , contenidas en el Art. 129 N° 2 y 3 Pn. , y que permitirían calificar el delito cometido en perjuicio del señor José Antonio A. A., como HOMICIDIO AGRAVADO.- Al respecto se tiene que con la declaración del testigo “TIRSO-14” , se probó un cuadro fáctico, dentro del cual no se puede advertir inequívocamente que dicho homicidio se haya cometido con ocasión de Robo; ni que se haya cometido con Alevosía; y esto es así, por lo siguiente: a) No se logró acreditar que en realidad el objetivo principal de los procesados era el de cometer el delito ROBO , y que el matar a la víctima se volvió un medio necesario para llevar a feliz término ese plan delictivo; es decir, no se pudo establecer que se privó de la vida al señor José Antonio A. A., por un motivo precedente, cuál era el consumar el delito de ROBO, pues en relación a este ilícito (el robo), más allá de lo declarado por “TIRSO-14” , no se contó con ningún tipo de prueba que viniese a corroborar que efectivamente los procesados se hayan apoderado (con violencia y con ánimo de lucro), de bienes muebles del interior de la vivienda del ahora occiso; es decir, no desfiló en Vista Pública, ningún medio probatorio que permitiese a este Tribunal corroborar la información brindada por “TIRSO-14” , respecto a la comisión del delito de Robo al que hizo referencia, resultándole insuficiente a este Tribunal la información brindada por “TIRSO-14” , para tener por acreditada la agravante contenida en el Art. 129 N° 2 Pn. ; y b) respecto de la Alevosía , no se acreditó fehacientemente que los sujetos activos se hayan aprovechado de la situación de indefensión de la víctima para prevenir el ataque o defenderse de la agresión, o que hayan provocado indefensión en él previo a la comisión del Homicidio; es decir, de los hechos probados no se infiere inequívocamente que haya existido una eliminación de toda posibilidad de defensa de la víctima, sin el mínimo riesgo de sus agresores. Nótese que el testigo “TIRSO-14” , afirmó que la víctima el día de los hechos, al percatarse que no eran policías los que habían ingresado a su vivienda, empuñando un corvo comenzó a tirarle machetazos a uno de sus victimarios (José Lucas P.), en la cabeza y en las manos, al grado de dejarlo bien herido, lo cual significa que en este caso la víctima no se encontraba en completa indefensión sin el mínimo riesgo de sus agresores.- Ahora bien, las que si quedaron acreditadas fueron las agravantes de “LA PREMEDITACIÓN” y “EL ABUSO DE SUPERIORIDAD” , pues respecto de la premeditación , la realidad probada nos indica que los autores del homicidio en perjuicio del señor José Antonio A. A., planificaron con suficiente antelación privar de la vida a dicho señor, surgiendo la propuesta criminal en los primeros días del mes de marzo del año dos mil doce, en la que se determinaron aspectos de cuándo, quiénes y cómo se iba a llevar a cabo tal ilícito, el que fue consumado en horas de la noche del día dos de abril del año dos mil doce, de acuerdo a lo planificado; y en relación al Abuso de Superioridad , la realidad probada ha demostrado que los sujetos activos que concurrieron o participaron en la ejecución de este hecho, fueron siete sujetos jóvenes, (incluidos los imputados Luis Alonso R. H., Santos Jaime C., y Lucio V. C.), quienes portando armas blancas y armas de fuego, sometieron a una víctima de setenta años de edad, a quien después de desarmarla, le asestaron múltiples lesiones en su cuerpo, que en su conjunto le ocasionaron la muerte; quedando así demostrado el abuso de superioridad con que obraron los imputados referidos, quienes se aprovecharon de tal superioridad numérica y de la edad de la víctima. Dicho todo lo anterior, en resumen tenemos, que en el caso que nos ocupa, la prueba testimonial de cargo inmediada, junto a la prueba pericial y documental reseñada, valorada en su conjunto de conformidad con las reglas de la sana crítica, tal como lo disponen los Art. 179 y 394 Pr. Pn. , le ha merecido todo crédito a este Tribunal, pues los datos objetivos derivados de la misma han sido claros, precisos y coherentes, y poseen la suficiente eficacia conviccional que permiten concluir y tener por acreditados los hechos siguientes: “Que efectivamente a eso de las once de la noche con treinta minutos del día dos de abril del año dos mil doce, en el Cantón Maiguera, jurisdicción de Guatajiagua de este departamento, los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C., y LUCIO V. C., junto a otros cuatro sujetos, privaron de la vida al señor JOSE ANTONIO A. A., utilizando para ello armas blancas y armas de fuego, con las cuales le provocaron lesiones en el cráneo, cuello, tórax, abdomen, y miembros superiores e inferiores, las que en su conjunto le ocasionaron la muerte; quedando definida médicamente la causa de su muerte como : “1.- TRAUMATISMO CRANEO ENCEFALICO SEVERO PRODUCIDO POR PROYECTIL DISPARADO POR ARMA DE FUEGO; y 2.- HERIDAS DE TORAX, ABDOMEN Y MIEMBROS SUPERIORES E INFERIORES PRODUCIDAS POR OBJETO CONTUSO CORTANTE”; muerte ésta que le fue provocada al ahora occiso JOSE ANTONIO A. A., al interior de su vivienda, ubicada en el lugar al principio mencionado, y que fue planificada con suficiente antelación y llevada a cabo de manera conjunta por los procesados antes relacionados.- Estos hechos a juicio de este Tribunal, deberán calificarse definitivamente como HOMICIDIO AGRAVADO, de conformidad con el Art. 128 , en relación con el Art. 129 N° 3 del Código Penal , específicamente por las agravantes de PREMEDITACIÓN Y ABUSO DE SUPERIORIDAD, pues como se dijo en párrafos precedentes, la realidad probada ha demostrado que los autores del homicidio en perjuicio del señor José Antonio A. A., planificaron con suficiente antelación privar de la vida a dicho señor, además concurrieron o participaron en la ejecución de este hecho siete sujetos jóvenes, quienes portando armas blancas y armas de fuego, sometieron a esta víctima de setenta años, y le asestaron múltiples lesiones en su cuerpo, que en su conjunto le provocaron la muerte; debiendo en consecuencia los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., responder penalmente como COAUTORES del delito de HOMICIDIO AGRAVADO , en perjuicio del señor JOSÉ ANTONIO A. A., de conformidad con el Art. 33 Pn.- Considérese además que la responsabilidad coautoral acreditada a los imputados antes mencionados, ha derivado precisamente de la prueba inmediada, la cual ha permitido determinar inequívocamente que éstos realizaron tal hecho de manera conjunta, manejando un plan común, y con una distribución de funciones en la ejecución del mismo, teniendo sus acciones la calidad de aportes esenciales, con la misma finalidad delictiva.- Consecuentemente, siendo típicos los hechos acreditados a los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C., y LUCIO V. C., y no existiendo ninguna causa de justificación para que obraran de la manera en que lo hicieron, se estima que su conducta es antijurídica, pues han violentado la prohibición contenida en el Art. 128 en relación con el Art. 129 N° 3 Pn. ; por otra parte y apareciendo que los imputados al instante de realizar el delito de HOMICIDIO AGRAVADO, en perjuicio del señor JOSE ANTONIO A. A., eran capaces de comprender la antijuricidad de tal hecho y de actuar conforme lo exige el ordenamiento jurídico, pues éstos no adolecen de enajenación mental, grave perturbación de la conciencia, ni desarrollo psíquico retardado o incompleto, se concluye que tenían conciencia de que su actuar es prohibido y reprimido por la ley, pudiendo perfectamente haberse abstenido de obrar como lo hicieron; en consecuencia, este Tribunal considera que los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., son sin lugar a dudas culpables y por ende responsables penalmente del delito de HOMICIDIO AGRAVADO , en perjuicio del señor JOSE ANTONIO A. A., por lo que se procederá a la determinación de la pena que deberá imponérseles por dicha conducta.- Ha sido de consideración además de este Tribunal, que si bien es cierto durante el desarrollo de la Vista Pública el imputado LUCIO V. C., rindió su declaración indagatoria, pretendiendo reducir su grado de participación en los hechos acreditados, y que los imputados LUIS ALONSO R. H., y SANTOS JAIME C., presentaron como prueba de descargo (el primero) la declaración del testigo Mario Neftalí R. H.; (y el segundo), la declaración de la testigo María Marina A., resulta que tales testimonios en ningún momento a juicio de este Tribunal, le restaron valor y eficacia probatoria al contenido de la prueba de cargo, especialmente a lo dicho por el testigo “TIRSO-14” , quien ha sido claro, preciso y coherente y ha explicado circunstanciadamente los hechos sobre los que ha declarado, en virtud de haberlos percibido por sus sentidos, y que por tal razón le ha merecido entera fe a este Tribunal; dicho de otro modo, la declaración indagatoria rendida por uno de los imputados y la declaración de los testigos de descargo antes relacionados, en ningún momento desvanecen el contenido de la prueba de cargo, que de manera convincente ha demostrado que los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., son responsables del delito de HOMICIDIO AGRAVADO, en perjuicio del señor JOSÉ ANTONIO A. A., no poseyendo por tanto la declaración indagatoria rendida por uno de los imputados, y los testimonios de descargo antes relacionados, la aptitud acreditante de los hechos a los que aluden. Las razones por las cuales este Tribunal no les ha otorgado el suficiente valor probatorio a lo dicho en su indagatoria por el imputado LUCIO V. C., y a lo expresado por los testigos de descargo antes relacionados, están amparadas en la facultad de los Jueces de valorar los testimonios de acuerdo a las reglas de la sana crítica, siendo en el presente caso tales razones (respecto de los testigos de descargo) las siguientes: a) “La sinceridad de dichos testimonios deducida del interés de los deponentes” ; pues no debemos olvidar que dichos testigos según dijeron, el primero (Mario Neftalí R. H.), es vecino del imputado Luis Alonso R. H., a quien conoce desde pequeño, y quien a veces le ayuda a trabajar; y la segunda (María Marina A. de C.), es la esposa del imputado Santos Jaime C.; resultando en consecuencia natural y obvio que quieren beneficiarlos, pretendiendo excluirlos de la escena del delito, lo cual no han logrado, pues la robustez probatoria del testigo de cargo, le permite a este Tribunal, tener por cierta la versión incriminatoria a la que se ha hecho referencia; aparte de esto, tómese en cuenta en relación al testigo Mario Neftalí R. H., que si bien es cierto éste dijo que el día dos de abril del año dos mil doce vió a Luis Alonso, (quien vive a cinco cuadras de distancia), ello no lo sustrae de la escena del delito, el cual fue cometido a eso de las once y media de la noche de ese día; y b) “La ausencia de información periférica corroborante (objetiva e imparcial), respecto del testimonio de dichos testigos”; pues la versión proporcionada en Vista Pública por los referidos testigos de descargo, no pudo ser constatada por ningún medio legal de prueba, objetivo e imparcial, que viniera a confirmar (sin lugar a dudas), que al momento de ocurridos los hechos objeto de este juicio, los imputados relacionados, se encontraban en un lugar diferente del que los ubica el testigo de cargo.- Ahora bien, respecto de la declaración indagatoria rendida por el imputado Lucio V. C., (que no es por su naturaleza un medio de prueba, sino un medio de defensa), resulta objetivamente falta de credibilidad de acuerdo a las pautas de la experiencia común, pues éste no fue categórico ni convincente, sino más bien falto de credibilidad e impreciso; además su dicho no pudo ser corroborado inequívocamente por una fuente de prueba imparcial e independiente a este proceso. Nótese que este imputado al rendir su declaración indagatoria admitió su participación en el hecho que se le viene atribuyendo, pero formuló una tesis de que tal participación se limitó a dar vigilancia por una calle aledaña al lugar de los hechos, tratando con ello ver reducida su responsabilidad a la de un cómplice y no la que le corresponde como autor; pero como ya se dijo, no lo logró, pues su dicho resultó falto de credibilidad e impreciso, y no pudo ser corroborado por ningún otro medio legal de prueba.- Todas estas circunstancias apreciadas prudencialmente por este Tribunal, no permiten asignarle a dichos testigos de descargo y a la declaración indagatoria aludida, mayor eficacia probatoria que al contenido de la prueba de cargo, que tal como ya se dijo, de manera convincente ha logrado demostrar la responsabilidad penal de los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., en el hecho acreditado en perjuicio del ahora occiso JOSE ANTONIO A. A.- VIII.- DETERMINACION DE LA PENA: Con el fin de graduar la pena a imponer a los imputados: LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., por haberse decretado su responsabilidad penal en el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , en perjuicio de la vida del señor JOSE ANTONIO A. A., en calidad de autores directos, (coautores), debe este Tribunal establecer la misma atendiendo en primer lugar al Principio de Necesidad , que sugiere la imposición de penas solo cuando sean necesarias y como consecuencia de un hecho punible, y en segundo lugar al Principio de Proporcionalidad , que prevé graduar la pena en proporción al hecho y la culpabilidad de su autor, dentro de los parámetros mínimo y máximo de pena que prescribe el Artículo 129 N° 3 Pn. , sin perder de vista los criterios objetivos y subjetivos que señala el Art. 63 Pn., así: a) LA EXTENSION DEL DAÑO Y DEL PELIGRO EFECTIVO PROVOCADO : Con la conducta antijurídica de los imputados, se lesionó de manera efectiva el bien jurídico “vida” de la víctima, al privársele de la misma, como consecuencia de haberle provocado múltiples lesiones con armas blancas y de fuego, que le produjeron la muerte; daño que se extendió a todo su grupo familiar, pues ya no van a contar con ese miembro de la familia.- b) LA CALIDAD DE LOS MOTIVOS QUE LOS IMPULSARON AL HECHO : Durante el desarrollo de la vista pública, no se acreditó puntualmente el móvil que pudo haber dado origen a la planeación y realización de este delito.- c) LA MAYOR O MENOR COMPRENSION DEL CARÁCTER ILICITO DEL HECHO : En relación a la capacidad de los imputados de distinguir entre lo lícito y lo ilícito, no se ha acreditado durante ninguna de las etapas del proceso que éstos adolezcan de alguna perturbación psíquica que les impida comprender el carácter ilícito de su conducta, concluyéndose que éstos actuaron con conocimiento y voluntad de querer el resultado propuesto al realizar su acción, siendo en consecuencia responsables de sus actos.- d) LAS CIRCUNSTANCIAS QUE RODEARON AL HECHO Y EN ESPECIAL, LAS ECONOMICAS, SOCIALES Y CULTURALES DE LOS PROCESADOS: En relación a estas circunstancias, se desconocen con precisión por no contarse con un estudio sobre ello, sin embargo puede sostenerse que si bien es cierto el medio social en que los imputados se desenvuelven y el bajo nivel cultural que reflejan los pueden volver proclives a delinquir, tales circunstancias a juicio de este Tribunal no constituyen factores determinantes para estimar como válido su comportamiento, al haber irrespetado el ordenamiento jurídico vigente, privando de la vida a un ser humano.- e) LA CONCURRENCIA DE CIRCUNSTANCIAS ATENUANTES Y AGRAVANTES : En el caso que nos ocupa, además de haberse acreditado dos de las agravantes especiales contenidas en el Art. 129 N° 3 Pn., como son: “La Premeditación” y “El Abuso de Superioridad”, también se acreditaron las agravantes generales contenidas en el Art. 30 N° 7 y 10 Pn., como son: “El aprovechamiento de facilidades de orden natural”, y “El irrespeto del lugar”, pues para el cometimiento del delito se buscó de propósito la noche, y se efectuó en la morada del ofendido.- En consecuencia, en atención a los criterios expuestos, este Tribunal considera que la pena a imponer a los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., como coautores del delito de HOMICIDIO AGRAVADO , en perjuicio del ahora occiso JOSE ANTONIO A. A., es la de VEINTICINCO AÑOS DE PRISION.- Ahora bien, a efecto de asegurar el cumplimiento de la pena de prisión impuesta a los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., deberán continuar éstos en la detención provisional en que se encuentran por este delito, mientras la sentencia deviene en firme, pues de no mantenerse la referida medida cautelar, los procesados en referencia, en atención a la entidad de la pena dictada en su contra pueden sustraerse del cumplimiento de la misma, impidiendo de esta forma que el presente proceso concluya eficazmente.- IX.- PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA RESPONSABILIDAD CIVIL: Respecto a la Responsabilidad Civil a que se refieren los Artículos 114 y 115 del Código Penal, el artículo 399 Incisos 2 y 3 del Código Procesal Penal , señala: “Cuando la acción civil ha sido ejercida, la sentencia condenatoria fijará, conforme a la prueba producida, la reparación de los daños materiales, perjuicios causados, y costas procesales, así como las personas obligadas a satisfacerlos y quién deberá percibirlos. Cuando los elementos de prueba referidos a La Responsabilidad Civil no permitan establecer con certeza los montos de las cuestiones reclamadas como consecuencias del delito, el Tribunal podrá declarar la responsabilidad civil en abstracto, para que la liquidación de la cuantía se ejecute en los juzgados con competencia civil”. Ahora bien, en el caso que nos ocupa se tiene, que no obstante la Representación Fiscal ejerció tanto en su Requerimiento como en su Dictamen de Acusación lo relativo a la Responsabilidad Civil de conformidad con los Artículos 42 y 43 Pr. Pn., ocurre que dicha Representación no aportó pruebas concretas para deducir los daños y perjuicios generados por el fallecimiento del ahora occiso JOSE ANTONIO A. A., por lo que este Tribunal al no contar con los elementos de prueba necesarios que le permitan establecer con certeza la cuantía que por concepto de responsabilidad civil deben pagar los imputados, se limitará en la presente sentencia a declarar responsables civiles en abstracto a los imputados: 1) LUIS ALONSO R. H., 2) SANTOS JAIME C. y 3) LUCIO V. C., para que la liquidación de la cuantía se ejecute por quien corresponda en el correspondiente juzgado con competencia civil, tal como lo señala el Art. 399 Inc. 3º Pr. Pn.- POR TANTO: De conformidad a los razonamientos hechos, disposiciones legales citadas y a los Artículos 1, 11 Inc. 1°, 12, 13, 14, 15, 19, 27 Inc. 3º, 65, 72, 74 Ord. 1º y 75 Ord. 2º de la Constitución de la República ; 1, 2, 4, 5, 6, 32, 33, 44, 45 N° 1, 46 Nº 1, 47, 58 Nº 1 y 3; 62 al 65, y 129 N° 2 y 3 del Código Penal; 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 16, 17 Nº 1, 42, 43, 53 Inc. 1, 143 Inc. 2º, 144, 176, 394, 395, 396, 397 y 399 del Código Procesal Penal ; este Tribunal EN NOMBRE DE LA REPUBLICA DE FALLA: A) CONDENASE a los imputados: LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., de las generales antes expresadas, a cumplir la pena principal de VEINTICINCO AÑOS DE PRISION , como autores directos del delito de HOMICIDIO AGRAVADO , tipificado en el Art. 129 N° 3 Pn., en perjuicio del señor JOSE ANTONIO A. A.; sanción que deberán cumplir conforme a la Ley Penitenciaria, debiéndose tomar en consideración para efectos del cómputo respectivo que los imputados Luis Alonso R. H., y Santos Jaime C., se encuentran en Detención Provisional por este delito desde el día uno de mayo del año dos mil catorce , y el imputado Lucio C. V., desde el día siete de mayo del año dos mil catorce ; asimismo se les condena a las penas accesorias siguientes: 1) Pérdida de los derechos de ciudadano; y 2) Incapacidad para obtener toda clase de Cargos o Empleos Públicos durante el tiempo de duración de la pena principal; C) ABSUELVESE al imputado JULIO CESAR D. H., de toda Responsabilidad Penal y Civil por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO , tipificado en el Art. 129 N° 3 Pn., en perjuicio del señor JOSE ANTONIO A. A.; D) RESPONSABILIDAD CIVIL: Decláranse Responsables Civiles en abstracto a los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., por el delito cometido en perjuicio del señor José Antonio A. A., debiendo ejercitarse lo relativo a la liquidación de la cuantía por quien corresponda, en el respectivo juzgado con competencia civil, tal como lo señala el Art. 399 Inc. 3º Pr. Pn.; D) En atención a las razones expuestas en el párrafo último del considerando VIII de la presente resolución, continúen los imputados LUIS ALONSO R. H., SANTOS JAIME C. y LUCIO V. C., en la detención provisional en que se encuentran, mientras esta Sentencia deviene en firme; E) Las costas procesales corren a cargo del Estado; y, F) Háganse las comunicaciones correspondientes de la presente sentencia a las instituciones a que hace referencia el Art. 43 de la Ley Penitenciaria.- N O T I F Í Q U E S E.