Rubén Darío: Escritos Dedicados Al Ecuador1
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Rubén Darío: escritos dedicados al Ecuador1 Carlos Rodríguez Andrade2 món Bolívar. Al respecto, Jorge Ca- rrera Andrade, en Rubén Darío y el Ecuador, escribe: Con entusiasmo caudalo- so, Rubén Darío señaló desde los primeros momentos de su vida literaria las excelencias del poema épico escrito por el «vate altísimo del Guayas» – como él llamaba a Olmedo– en loor de Bolívar. ‘Los mismos colores –dice Darío– con que Homero pinta a sus seres so- brenaturales son los que emplea Olmedo para describir al Inca, La relación que existe entre de cuya boca se desata un rau- Rubén Darío y el Ecuador es no- dal de palabras inspiradas que table. Desde su adolescencia sin- conmueven y dominan a quie- tió fascinación por la obra de Juan nes las escuchan. Cuando calla Montalvo, convirtiéndolo en uno de el Inca, los cielos aplauden. ¡Oh sus maestros artísticos e ideológicos, grandeza…! El poeta encendido para luego rendirle altos honores en el fuego de esta América jo- con la extensa, como profunda epís- ven y vigorosa deja el molde an- tola «A Juan Montalvo». De igual tiguo en que ha vaciado su obra manera, elogia la excelsa cumbre para darle a ésta toques exqui- del poema épico de José Joaquín de sitos… He ahí el primer cantor Olmedo ofrecido a El Libertador Si- de Bolívar’. 1 Tomado de Carlos Rodríguez Andrade, Ecuador y Nicaragua: Vínculos Histórico-Culturales. Managua: Edito- rial Decenio, 2002. 2 Ministro del Servicio Exterior Ecuatoriano. AFESE 63 197 Carlos Rodríguez Andrade Añade Carrera Andrade: la Literatura Hispanoamericana». El actual estudio se enfoca espe- No le bastó a Darío exal- cíficamente en las obras de Darío tar el canto olmediano en su dedicadas al Ecuador, que merecen interpretación crítica, sino que un sitial preponderante como esla- lo escogió como pauta para bones históricos de fraternidad. cincelar sus liras dedicadas ‘Al Libertador Bolívar’ en donde Ê1 Ê" /6" hace alusión a los símbolos del Ecuador: Es uno de los poemas más ex- tensos de Rubén Darío (ver anexo I), ‘¡Salve al cóndor andino claro reflejo de su sapiencia castiza y que al Chimborazo arrebató su llama!’. de la voracidad intelectual puesta en [...] los clásicos durante la adolescencia. ‘ofrecedle coronas «A Juan Montalvo» fue creado en de mirto y de laurel, que ya ha vencido: plena efervescencia de su juventud que ruede el Amazonas, (17 años de edad) e incluido por él y al compás de su ruido mismo en su primigenia obra Epísto- cantad al vencedor que ha redimido’3. las y Poemas, impresa en Managua en 1885, año en que tuvo la oportu- El recordado embajador de nidad de entrevistar al general Eloy Nicaragua en Quito, Julio Cé- Alfaro Delgado. sar Alegría, en Rubén Darío y el Ecuador4, recopila, entre otros, los Alejandro Carrión en «Rubén y textos de J.A. Falconí Villagómez, Montalvo» relata los orígenes de la «Influencia de Rubén Darío en la epístola: poesía ecuatoriana»; Jorge Cha- cón, S.J., «Rubén Darío y Numa El largo poema ‘A Juan Pompilio Llona»; Abel Romeo Montalvo’ fue publicado por Castillo, «Los amigos ecuatoria- Rubén en ‘El Ferrocarril’, de nos de Rubén Darío: Montalvo, Managua, en el mes de junio Proaño, Alfaro y otros», que cons- de 1884, según lo afirma, un tituyen el testimonio veraz de una poco indeciso, el doctor Mén- vinculación imperecedera entre las dez Plancarte en su bibliografía culturas del Ecuador y de la «tierra de las ‘Poesías Completas’. Con de lagos y volcanes», a través de la seguridad, solamente afirma a figura inmortal del «Libertador de continuación que el mismo poe- 3 Alegría, Julio César. «Rubén Darío y Ecuador». Editorial Decenio. Managua – Nicaragua. pp. 105, 106. «Rubén Darío y el Ecuador» de Jorge Carrera Andrade se encuentra en la recopilación de obras «Rubén Darío y Ecuador» realizada por el recordado embajador de Nicaragua en Quito, Julio César Alegría. 4 Ibíd. 198 Rubén Darío: escritos dedicados al Ecuador ma vio la luz en ‘La Enseñan- dad del Estado, situada enton- za’, de San José de Costa Rica, ces en la calle de Zavala No. 61, en el número correspondiente en Managua. Cuando Rubén a noviembre de 1884, ‘con un viajó a Chile en junio 1886, fue elogio de su director don Juan llevando un ejemplar ya cosi- F. Farraz’, dato debido al doc- do, al que solamente le faltaba tor Diego Manuel Sequeira, la portada, el mismo que obse- que tanto ha hecho para escla- quió a algún amigo. Posterior- recer la cronología de la obra mente, don Pedro Ortiz salió de rubendariana. Ernesto Mejía su secretaría y en su reemplazo Sánchez, otro benemérito de la fue nombrado don Fabio Car- misma empresa, estableció que nevalini, quien ‘sepultó la obra el poema fue fechado original- sin coser’. Allí habría muerto mente en León el 1.° de junio de el libro, si Ortiz no rescata los 1884, si bien al republicarse en pliegos y los cose y emportada. ‘La Epoca’ de Santiago de Chi- El libro circuló, al fin, en 18886. le, el 18 de diciembre de 1887, se fechó, sin duda por el propio El análisis que hace Alejandro Rubén, en 1883. Esta precisión Carrión de la gran epístola deja ver se debe a Raúl Silva Castro, que con precisión diáfana la apreciación ha seguido el rastro a la crono- de Darío sobre la obra del «Cervan- logía rubeniana en Chile5. tes de América», la cual, más allá de recibir bondades absolutas es, ade- Acerca del destino que hubie- más, objeto de aguda crítica litera- ra sufrido el libro Epístolas y Poe- ria. Así, Carrión, paso a paso, exa- mas, en el que fue incluido «A Juan mina: «LA LUZ DE LA PALABRA» Montalvo», Alejandro Carrión es- que es para Rubén cribe: […] la razón de su en- La historia del libro es in- tusiasmo […] no había en el teresante. Rubén era entonces mundo más luz que la palabra, funcionario de la Secretaría Pri- y es esa luz que ilumina todo el vada del Presidente Cárdenas mundo de Montalvo. Por eso es de Nicaragua, cuyo secretario que logra caminar por la selva era don Pedro Ortiz, y obtuvo montalvina con tanta seguridad que se le hiciera la edición en la y placer, porque esa selva está Tipografía Nacional, de propie- iluminada por la misma luz que 5 Ibíd., p. 54. «Rubén y Montalvo» de Alejandro Carrión, se encuentra en la recopilación de obras de «Rubén Darío y Ecuador» editada por el embajador Julio César Alegría. 6 Ibíd. AFESE 63 199 Carlos Rodríguez Andrade ilumina su mundo, su única luz tados como en las diatribas, fue […]”; “EL DIAPASON DE LA el que maduró en ‘Los capítulos ARMONIA: Lo que Enrique que se le olvidaron a Cervantes’ Anderson Imbert descubrió y y está oportunamente mencio- probó, con admirables y escru- nado en el poema, tras ‘la luz pulosos cuanto hábiles esque- de la palabra’ y ‘el diapasón mas: el que Montalvo compo- de la armonía’, como el tercer nía sus diatribas y sus tratados elemento de la obra montalvina tal cual un músico, maestro del […]”; “LA POMPOSA FRASE: contrapunto, compone una sin- Montalvo, todos lo sabemos, es fonía: cuidando del ritmo y de un voluptuoso. la resonancia, vigilando el eco, Como tal, gusta de la elo- repitiendo los temas, llenándo- cuencia, de la retórica y la pa- los de variaciones, enriquecién- labra henchida y retumbante, dolos en ellas, retorciéndolos y matriz de la frase suntuosa, convirtiéndolos en el rumor de opulenta, pomposa. Esto lo sabe una selva que vibra y que palpita Rubén más que nadie: eso, que o en el sordo fragor de un oleaje es la debilidad de Montalvo, es que se alza y abomba empujado también su fuerza. Si Montalvo por la tempestad de la pasión no hubiese tratado voluptuosa, y que se rompe luego en hórri- sensualmente a la palabra, no do fracaso de espumas: eso, lo lo habría amado tanto.”; “EL que el crítico estilístico descu- INGENIO DESLUMBRAN- brió tras laborioso, ingenioso TE […] así Montalvo, ingenio estudio en una obra erudita, lo deslumbrante’, bregando en su descubre y fija para siempre el modo de rebeldía e inconfor- poeta en un solo verso de pre- midad, recreando su idioma cisión, hondura y claridad ma- a la luz de la palabra, fiel a la ravillosas […]”; “LA PAUTA enseñanza cervantina, tratando DEL IDIOMA […] Montalvo de cambiar el mundo según un ansiaba que ese castellano cer- modelo por él imaginado bajo vantino, que logra su propósito las normas más elevadas de la como ninguna fabla lo ha logra- moral humana, que él alcanza- do, fuera de uso universal en el ba claramente a comprender, mundo hispánico: por eso bre- pero que, imperfecto como todo gaba por darlo al idioma como ser humano, naturalmente no pauta. Y ese propósito, uno de alcanzaba a practicar. Rubén lo los esenciales de don Juan, que sabe […]”; “LA NOBLE HER- transcurre por toda su obra y MOSURA: He ahí el ideal esté- saca la cabeza tanto en los tra- tico, que marcha junto al ideal 200 Rubén Darío: escritos dedicados al Ecuador ético: la noble hermosura, con- diciendo luego verdades porten- cebida en ‘majestad completa’: tosas, estremeciendo al mundo para don Juan lo bello solamen- que lo rodeaba y dejando para te vale como realización total siempre grabado al fuego lo de lo noble”; “LA RAZÓN DE que sus ojos vieron […]”; “LA LA JUSTICIA: esa es la razón de PLÁSTICA FORMA: Solamen- Montalvo. Él, que es con tanta te Rubén podía haber captado frecuencia injusto, arrastrado tan asombrosamente las con- por la fuerza de la pasión, lo es diciones fundamentales de lo paradojalmente, porque comete montalvino: ahí por ejemplo, injusticia mientras persigue con está, en el verso 54, enumera- encendida pasión la realización da ‘la plástica forma’, esa cua- de la justicia.