Existen Especies Barrenadoras De La Madera Y/O Del Floema Y Del Tallo
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Existen especies barrenadoras de la madera y/o del floema y del tallo, pero en general los lepidópteros barrenadores del floema se consideran como de menor importancia en los bosques (Coulson et al., 1990). Las orugas de algunas especies de polillas, taladran el interior de los troncos de los eucaliptos, donde las larvas de otras especies de barrenadores se alimentan de la zona externa de las raíces. Es el caso de Chilecomadia valdiviana en Chile, conocida como gusano del tebo y que se ha observado dañando a Eucalyptus nitens y ocasionalmente a Eucalyptus camaldulensis (Cerda y Lewis, 1993). Dentro de las más importantes se encuentran las siguientes: • Aenetus spp (Hepialidae). Se destacan A. lignivorus, A. virescens yA. paradiseus. Estas larvas construyen túneles verticales en el tronco, los cuales se conectan con el exterior por medio de un túnel horizontal. La entrada, generalmente, se ubica cerca de las bifurcaciones de las ramas. Las larvas se alimentan de los rebrotes que circundan esta área, donde forman una cavidad recubierta con una membrana sedosa. El daño causado por Aenetus spp aumenta cuando además aparecen sus depredadores, los que excavan para encontrarlos (Elliott y deLittle, 1985). Los adultos de Anaetus virescens causan la degradación y pudrición secundaria de la madera madura de algunos árboles, principalmente del género Nothofagus y produce gomosis en eucaliptos, especialmente E. delegatensis, el cual es resistente a la plaga sólo en forma parcial. • Abantiades latipennis T. Vive en túneles dentro del suelo. Se alimentan de las raíces de los eucaliptos adyacentes a los túneles, masticando alrededor de la raíz en forma de circunferencia, lo que provoca un anillamiento de las raíces y desarrollo de tumores o agallas. Su ataque también incrementa la susceptibilidad hacia ciertos hongos como Armillaria spp (Elliott y deLittle, 1985). 5.3.4 Termitas ( Is6pteros ) Estos insectos se alimentan de la madera y son capaces de causar severos daños sobre árboles vivos, leños y estructuras de madera. Viven en colonias organizadas con complejas jerarquías. 70 Las termitas dañan el sistema radicular y las plántulas (Canty, 1991). Las más dañinas corresponden a las cultivadoras de hongos de la familia Macrotermitinae. Un ejemplo está dado por Odontotermes obesus y Microtermes micophagus, que han provocado pérdidas superiores a 40 % en plantaciones de eucalipto de 2 años en áreas montañosas al este de los Himalayas. Los eucaliptos más resistentes a este tipo de termitas pertenecen al subgénero Symphyomyrtus, mientras que los más susceptibles son mayoritariamente del subgénero Monocalyptus (Atkinson et al., 1990). El contenido de humedad, dureza, densidad y extraíbles son factores determinantes de la resistencia de los árboles hacia el ataque de termitas (MacRae, 1991). A nivel de vivero o plantaciones jóvenes, actúan Macro termes, Odontotermes, y Pseudocanthotermes que anillan los tallos a nivel del suelo y Microtermes spp y Ancistrotermes spp que dañan el sistema radicular provocando una pérdida total de plantas. En Zimbabwe las termitas de la familia Macrotermitinae afectan severamente a las plantaciones de E. camaldulensis y E. grandis. Otros ejemplos de termitas de importancia corresponden a Porotermes adamsoni, que se alimenta de la parte central del tronco, provocando una importante pérdida de volumen de la madera y Stolotermes brunneicomis y Kalotermes convexus que son otras dos especies de bastante importancia en Tasmania (Elliott y deLittle, 1985). 5.4 Insectos que producen agallas o tumores. o se conoce muy bien la causa exacta de la formación de agallas, pero se cree que el estimulo está relacionado con un compuesto químico regulador del crecimiento. Este estímulo, por lo general, lo proporciona la etapa del insecto en que se alimenta, pero en algunos casos la hembra lo proporciona al ovipositar la planta (Coulson et al., 1990). Los tumores o agallas pueden ser formados en raíces, tallos, ramas y yemas florales de los eucaliptos, sin embargo, la presencia de agallas parece no afectar en mayor medida el vigor de los eucaliptos hospederos. Los insectos que más causan este tipo de daño son los PsyIlidos, Coccidos, Hymenópteros y Dípteros. 71 Dentro de este grupo se encuentran los insectos de género Fergusonina spp, que en asociación con nemátodos, son responsables de formar agallas en la floración, provocando una reducción de la producción de semillas. Fergusonina y otros insectos, como algunos Cecidómidos, causan algunas de las agallas foliares. En otros casos, estas agallas foliares y abultamientos en las ramas pueden ser ocasionados por larvas de avispas. Las agallas provocadas por PsyIlidos son muy comunes en las hojas de Eucalyptus spp, algunas especies de este grupo corresponden a Schedotrioza spp, que causa agallas redondeadas, leñosas o carnosas y Glycaspis spp, que produce agallas foliares de aproximádamente 8 mm de diámetro. Las agallas provocadas por Cóccidos pueden tomar muchas formas como las estructuras ovaladas y tubulares formadas por las hembras y los machos de Apiomorpha spp, respectivamente (Elliott y deLittle, 1985). Fig. 21: Agallas formadas por Schedotrioza. (Foto: Elliott y deLittle, 1985). 5.5 Insectos que se alimentan de las semillas. Existen insectos que pueden atacar las semillas de los eucaliptos antes que sean liberadas de su cápsula o después de que ésta haya caído al suelo. Dos especies de 72 pequeños escarabajos que pertenecen al género Dryophilodes, y una pequeña avispa, Megastigmus spp, depositan sus huevos dentro de las flores de los eucaliptos. Antes de que éstos eclosen, las diminutas larvas perforan las semillas en desarrollo, alimentándose de su material nutritivo. Los adultos, normalmente emergen a través de los costados o en el extremo superior de la cápsula, antes de que ésta se abra para liberar a las semillas. La semilla sana que ha caído al suelo puede ser consumida por Euander lacertosus, o almacenadas por diversas especies de hormigas (Formicidos) (Elliott y deLittle, 1985). Estas últimas no son consideradas como plaga específica de los eucaliptos, ya que sus habitos alimenticios son ampliamente polífagos. Sin embargo, pueden causar diversos daños como descortezar algunas secciones del tallo, del cuello o raíz del árbol además de consumir sus semillas (Ramírez et al., 1992). 73 6 PLAGAS DE ANIMALES SUPERIORES La diversa palatabilidad de los diferentes eucaliptos hace que estos árboles sean atacados en distinta medida por algunos animales. Por ejemplo, en Tasmania E. regnans es más apetecible que E. obliqua en sus fases más jóvenes, tanto por los marsupiales nativos como por el ganado vacuno y ovino europeo. E. globulus es mucho menos apetecido que las dos especies anteriores mientras produce sus hojas juveniles muy glaucas. En los bosques naturales en Tasmania se prefiere E. globulus en una regeneración mixta, en mezcla con las especies más vigorosas (E. regnans y E. obliqua), porque los animales rechazan sus hojas jóvenes. En países como Etiopía, E. globulus puede ser cultivado sin cercos porque al ganado ovino, bovino e incluso caprino no le gusta el follaje juvenil glauco, lo cual es una gran ventaja en comparación con las otras especies y es también, probablemente, la razón que esta especie llegara a ser tan popular en los países mediterráneos a principios del siglo XIX. También está el caso de varios marsupiales australianos que se alimentan de las hojas de las copas de eucaliptos y aunque no producen graves daños en Australia, donde su número parece ser controlado por parásitos internos, existen situaciones distintas, como la de el Trichosorus vulpecula, que fue introducido a Nueva Zelanda, donde ha producido graves daños a los bosques naturales pluviales y a las plantaciones de eucaliptos introducidos (FAO, 1981). En Chile, hay dos tipos de mamíferos que atacan en alguna medida a las especies del género Eucalyptus, estos son lagomorfos, donde las especies más importantes son Orictolagus cuniculus y Lepus capensis y roedores, donde aún no se ha identificado a la especie que causa el daño, que consiste en el anillado o roedura de la corteza de ramas y fuste. El efecto producido por el daño de estos animales da como resultado un debilitamiento, pérdida de crecimiento y muerte de las plantas, el cual se incrementa en las épocas del año de mayor déficit hídrico (Ramírez et al., 1992). 74 7 MALEZAS Y PLANTAS PARÁSITAS Más de 2500 especies de plantas superiores son conocidas por vivir parasíticamente en otras plantas. Estas plantas producen semillas y flores similares a las que producen las plantas a las que parasitan, existiendo amplias variaciones respecto a la dependencia del hospedante (Agrios, 1988). Ha sido ampliamente demostrado que uno de los factores fundamentales en el establecimiento y desarrollo de las plantaciones de Eucalyptus es el efectivo control de la vegetación competidora. Las especies del género son especialmente susceptibles a la competencia por agua, luz y nutrientes, por esta razón la principal causa de fracaso en el establecimiento de estas plantaciones es la falta de control de pastos y malezas competidoras (ClREN-INFüR, 1994). Se considera muy importante la eliminación de las malezas de las plantaciones de eucaliptos, sobre todo las más jóvenes. Mantener las plantas limpias de malezas y bien fertilizadas es esencial para asegurar un rápido desarrollo del dosel, posteriormente las malezas competidoras no constituyen un problema grave (FAü, 1976). Las plantas de Eucalyptus son muy sensibles al efecto de la competencia con malezas, la cual