El Sueño De Un Dios: La Estructura Narrativa En Niebla De Unamuno Y “Las Ruinas Circulares” De Borges
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El sueño de un dios: la estructura narrativa en Niebla de Unamuno y “Las ruinas circulares” de Borges Natalia GONZÁLEZ DE LA LLANA FERNÁNDEZ Universidad de Aquisgrán (Alemania) RESUMEN Este trabajo analiza comparativamente la novela Niebla de Unamuno y el cuento “Las ruinas circulares” de Jorge Luis Borges. En ambos textos, se encuentra una mise en abyme que sustenta la imagen de la vida como sueño de un ser superior. La estructura narrativa refleja, entonces, una cosmovisión, que, en nuestra opinión, se opone, además, en este caso, a la ofrecida por el relato de creación del Génesis. Palabras clave: Borges, Unamuno, Génesis, sueño, dios, estructura narrativa A God´s Dream: the Narrative Structure of Niebla by Unamuno and “Las ruinas circulares” by Borges ABSTRACT This article analyzes comparatively the novel Niebla by Unamuno and the short story “Las ruinas circulares” by Jorge Luis Borges. In both texts we can find a mise en abyme which supports an image of life as the dream of a superior being. The narrative structure therefore represents a view of the world that is here, in our opi- nion, consciously opposed to the one presented in Genesis´ creation myth. Key words: Borges, Unamuno, Genesis, dream, god, narrative structure. Cuando analizamos la estructura narrativa de un relato, lo que estamos hacien- do muy habitualmente es estudiar una cosmovisión, una construcción particular del mundo o de los mundos posibles que se gestan en el universo ficcional. Como todos sabemos, ningún discurso es inocente, y la elección de un determinado tipo de narra- dor, de un espacio y un tiempo narrativos concretos, de un desarrollo específico de los acontecimientos, etc., suponen siempre un posicionamiento, marcando, además, las leyes que rigen cada una de las realidades literarias como mímesis o como opo- sición consciente a la realidad que vivimos. En este pequeño trabajo, nos queremos ocupar justamente de la concepción del mundo que revelan Niebla y “Las ruinas circulares”, dos ejemplos modernos de la ruptura de los límites entre realidad y ficción, que, a través de la imagen de la vida como sueño de un ser superior, nos ofrecen una visión de la existencia como som- bra, como incertidumbre. Anales de Literatura Hispanoamericana 263 ISSN: 0210-4547 2008, vol 37 263-274 Natalia González de la Llana Fernández El sueño de un dios: la estructura narrativa... Nos parece, además, relevante, no sólo comparar los modos en que estos dos tex- tos se asemejan y se diferencian, sino ponerlos a ambos en contraposición al relato bíblico del Génesis como fuente cultural viva que subyace de forma consciente (en el caso tanto de Unamuno como de Borges) o inconsciente a cualquier narración occidental que trate del proceso de creación del universo o de la relación entre crea- dor y criatura. Tanto desde el punto de vista estructural como desde la perspectiva del contenido, estas dos obras dialogan con y se oponen al Génesis como modelo mítico de la concepción del mundo. Empecemos, pues, este análisis acercándonos al cuento de Borges y comentan- do algunas de las que han sido consideradas como sus fuentes filosóficas o ideoló- gicas, así como los temas y motivos principales que se esconden en sus páginas. Posteriormente, intentaremos establecer un paralelismo de este relato con la novela de Unamuno para acabar, por último, señalando las relaciones existentes entre estas dos obras y el texto bíblico. En cuanto a sus fuentes, podemos decir que es posible entender “Las ruinas cir- culares” como una reelaboración literaria de la doctrina budista del mundo como sueño de Alguien o de Nadie, doctrina que ya trató Borges en su ensayo “Formas de una leyenda” (Alazraki, 1983: 65-73), aunque también existen otras posibles fuen- tes, como la noción idealista que postula el carácter alucinatorio de toda realidad o ciertas teorías de la Cábala, que también aparecen en su poema “El Golem” (Alazraki, 1988: 19-24). Cuento y poema son variaciones del mismo tema: un hom- bre sueña a otro hombre para darse cuenta después de que él también es sólo un sueño. En ambos casos, afirma Jaime Alazraki, los poderes creadores del hombre pare- cen estar compitiendo con los poderes creadores de Dios. Al reconstruir la leyenda del golem, Borges hace uso de una larga tradición cabalística de la que se origina la leyenda y que tiene su origen en una antigua creencia según la cual el cosmos fue creado principalmente a partir de las veinte letras del alfabeto hebreo tal como están presentadas en el libro de la Creación. Si el hombre consigue saber cómo acometió Dios la tarea de la creación, también él podrá crear seres humanos. El secreto está, por tanto, en la Torá (el Pentateuco), que, no solamente está hecha de nombres de Dios, sino que es, en conjunto, el gran nombre de Dios. Y, sin embargo, nadie sabe su orden correcto, aunque los cabalistas han intentado hallarlo, porque las secciones de la Torá no están en la disposición adecuada, que sólo Dios conoce. Esto no quiere decir que “Las ruinas circulares” sea estrictamente una nueva ver- sión de la leyenda, sino, más bien, que la familiaridad de Borges con la historia del golem ha impregnado el relato, según demuestran los ejemplos que nos ofrece Alazraki en su comentario. La alusión al tema principal que se va a desarrollar a continuación aparece ya en la cita con la que se introduce el relato, que pertenece a un capítulo de Through the Looking-Glass de Lewis Carroll en el que explican a Alicia que los ronquidos que oye son del King Red, que duerme y la está soñando, y que, si él dejara de soñarla, ella se apagaría como una vela. 264 Anales de Literatura Hispanoamericana 2008, vol 37 263-274 Natalia González de la Llana Fernández El sueño de un dios: la estructura narrativa... El intento de un mago de soñar un hombre y la comprensión final de que, al igual que su hijo soñado, también él no es más que el sueño de otro mago, invita a pensar en una serie infinita de soñadores, posibilidad que queda reforzada, “por la forma circular del templo (el tiempo circular según el cual todas las cosas se repiten cícli- camente es otro tópico borgeano muy frecuente), por el número de noches que el mago emplea en procrear su sueño: 1001 (recuérdese la noche DCII de Las mil y una noches: “esa noche el rey oye de boca de Shahrazad su propia historia, con lo cual queda planteada la vasta posibilidad de una repetición infinita y circular” (O.I.68)) y por las meditaciones del mago que imagina a su hijo irreal ejecutando idénticos ritos, en otras ruinas circulares, como él ahora.” (Alazraki, 1983: 67) Nos encontramos aquí ante un texto “irreal”, no sólo por su marcado carácter fantástico, sino también porque es un relato absolutamente alejado de lo concreto, sin diálogos ni acción, sin nombres de lugares ni de gente, sin acontecimientos que permitan situar la narración de algún modo. Al mantener esta vaguedad, los personajes aparecen imprecisos y misteriosos. El soñador es un hombre gris, el más impreciso de los colores. Su hijo y los hombres que le traen comida no están descritos en absoluto. Al mismo tiempo, “Las ruinas circulares” ofrece muchas pistas que dejan entre- ver el resultado final de la historia (Bell-Villada, 1981: 86). El relato se inicia en una “unánime noche”, llamando así la atención sobre la unidad del contexto con la suge- rencia de que el Universo puede no ser más que una sola alma inmensa. Cuando sube por la ribera del río, se dice que el hombre puede no sentir las plantas desgarrándo- le la carne, lo que implica la ausencia de dolor que anticipa su invulnerabilidad fren- te al fuego. Al educar a su hijo, el mago tiene la impresión de que todo eso ya ha ocurrido anteriormente, y, antes de enviar al chico al templo más cercano, el soña- dor le hace olvidar cualquier recuerdo de la juventud, en un evidente paralelo con su propia situación, pues él tampoco recuerda nada de los años anteriores a su lle- gada al templo. Del mismo modo, también las ruinas presentan conexiones estruc- turales similares, pues son templos abandonados. En su estudio sobre la función del sueño en “Las ruinas circulares”, Guillermo Arango (Arango, 1973: 249-254) nos señala la importancia que tiene éste como manera de sobrepasar los límites de la experiencia humana y crear niveles que correspondan a un orden distinto de la realidad. El sueño aparece en este cuento, según nos dice el autor, como la facultad creativa del hombre y está presentado como su única posibilidad fundamental, el propósito de su vida. Se ha señalado con razón que el relato puede ser interpretado como una alegoría de la creación estética. De acuerdo con esta concepción, soñar es crear, y, quien sueña está, por tanto, partici- pando del acto de la creación. Si un sueño es, generalmente, la manifestación de abstracciones o representación en la fantasía de diversos sucesos del mundo real, el sacerdote en esta historia está efectuando lo contrario, es decir, está haciendo tangible la materia evasiva del sueño. Borges aplica, pues, este principio onírico, pero a la inversa: materializa el sueño. Hay que admitir, en rigor, continúa Arango, que el mago vive una existencia basada exclusivamente en el mundo espectacular de su mente. El universo que posee no puede ser otro que su destino y utiliza para ello, dentro de líneas fantásticas, el poder Anales de Literatura Hispanoamericana 265 2008, vol 37 263-274 Natalia González de la Llana Fernández El sueño de un dios: la estructura narrativa..