Construcción Discursiva De Memorias Del Pasado Reciente En Medios Argentinos

ANICETO, P.D. Construcción discursiva de memorias del pasado reciente en medios argentinos

CUADERNOS.INFO Nº 36 ISSN 0719-3661 Versión electrónica: ISSN 0719-367x http://www.cuadernos.info doi: 10.7764/cdi.36.554

Recibido: 10-03-2014 / Aceptado: 21-01-2015

Construcción discursiva de memorias del pasado reciente en medios argentinos Discursive construction of memories of the recent past in Argentine media

PAULO DAMIÁN ANICETO, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina ([email protected])

RESUMEN ABSTRACT Desde el 24 de marzo de 2004, cuando el entonces Since March 24, 2004 –when the Argentinean presidente argentino Néstor Kirchner anunció el President Néstor Kirchner announced the project to proyecto que transformaría al ex centro clandestino transform the Escuela Superior de Mecánica de la de detención de la Escuela Superior de Mecánica Armada (ESMA – Navy Institute of Mechanics) into de la Armada (ESMA) en un Museo de la Memoria, a Museum of Memory– until March 24, 2008, when hasta la finalización de ese proceso, el 24 de marzo de the process ended, the universe of media discourses in 2008, el universo de discursos mediáticos en Argen- Argentina showed different performances about the tina puso en circulación distintas representaciones relationship between present memory and the recent sobre la relación entre el presente de la memoria past. Memory, in this approach, is configured as a set y el pasado reciente. La memoria, en esta línea de of effects of sense stemming from the reconstructions planteo, se configura como un conjunto de efectos of a tragic past. We share the conclusive points of this de sentidos a partir de reconstrucciones del pasado work, which comparatively analyzes the discourses trágico. Compartimos los puntos concluyentes de of the Argentinean national distribution newspaper este trabajo, que analiza comparativamente los dis- Página 12 and La Nación, which builds the ESMA cursos de los periódicos argentinos de distribución event, Center for memory and, from that, produces nacional Página 12 y La Nación, que construyen el senses concerning the past of the military. acontecimiento ESMA, centro para la memoria y, a partir de ello, producen sentidos sobre el pasado de la dictadura militar.

Palabras clave: Memoria mítica e histórica, compo- Keywords: Mythical and historical memory, program componente programático de los discursos, dictadura militar nent of the discourses, the Argentinean military dictatorship, argentina, ESMA, construcción discursiva. ESMA; discursive construction.

•Forma de citar: Aniceto,CUADERNOS.INFO P.D. (2015). Nº 36 Construcción / JUNIO 2015 /discursiva ISSN 0719-3661 de memorias / VERSIÓN del ELECTRÓNICA: pasado reciente WWW.CUADERNOS.INFO en medios argentinos. / ISSN 0719-367X Cuadernos.info, (36), 219-237. doi: 10.7764/cdi.36.554

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La violencia como tropos universal en los discursos permite que la clausura de la relación programática entre el pasado y memoria de las dictaduras militares se aplique a situaciones actuales el presente. No se trata del olvido por supresión, sino concretas, lejanas en términos históricos y diferentes en términos de reserva, que reitera u omite denominaciones del políticos respecto del acontecimiento original. acontecimiento con pretensión de verdad. En el contexto argentino actual, en que las políticas Huyssen (2002, p. 18) de Derechos Humanos (en adelante, DDHH) constituyen uno de los ejes de la agenda mediática, estas pro- INTRODUCCIÓN ducciones de sentido sugieren que el pasado trágico no Luego de 1960, surgieron nuevos movimientos es un objeto de conocimiento consumado, sino que, sociales en el mundo en búsqueda de representaciones por el contrario, continúa sujeto a las representaciones revisionistas del pasado. La Segunda Guerra Mundial, que de él se construyen. Con ese espíritu, proponemos como hecho traumático, comenzaba a reconstruirse y un análisis comparativo de los discursos de los perió- recodificarse en el espacio mediático, institucional y dicos argentinos de distribución nacional, Página 12 político. Las construcciones discursivas de memoria y La Nación, que construyen el acontecimiento ESMA fueron activadas, en este caso, por el pasado de repre- (Escuela Superior de Mecánica de la Armada), centro sión y clandestinidad del Holocausto. para la memoria, y, a partir de ello, producen sentidos De la misma forma, los acontecimientos traumáticos diferenciales sobre el pasado reciente trágico. del Cono Sur, específicamente los ocurridos durante Es necesario introducir una reseña del perfil ins- la década de los setenta en Argentina, se reconstruyen titucional y de la historia de ambos periódicos, que en múltiples discursos que retoman o borran las hue- nos permita una interpretación, por lo pronto aproxi- llas de ese pasado. mativa, de la dimensión ideológica asignable a ambos Con frecuencia se opone a la memoria el término dispositivos mediáticos. Dos periódicos, dos condicio- olvido. Este, de uso cotidiano, también está presente nes institucionales-ideológicas de producción, asumen en las construcciones discursivas de los medios, como posicionamientos con estrategias discursivas singula- omisiones e “intentos de borrar las huellas de las expe- res y, por lo tanto, entran en competencia en un campo riencias y acontecimientos pasados” (Ricoeur, 1999, p. enunciativo dinámico. 53). No obstante, las construcciones discursivas res- El periódico Página 12 es editado desde 1987. El pecto de la memoria y el olvido pueden definirse como mapa político de entonces se encontraba en proceso inversiones de sentido que se oponen en sus signifi- de reconfiguración. Entre el arribo del nuevo gobierno cados y, al mismo tiempo, se integran. El olvido actúa democrático y el período del Proceso ilegal militar inherentemente en los relatos porque la modalidad habían transcurrido solo tres años. Para ese momento, narrativa es fruto de una actividad selectiva que inte- el sector castrense conservaba buena parte del poder gra el olvido en el trabajo del recuerdo. político aún vacante en Argentina y el presidente Raúl Partiendo de este punto, el análisis de la cons- Alfonsín representaba uno de los últimos bastiones trucción discursiva de la memoria debió mantener el de la Unión Cívica Radical, partido demócrata que supuesto de que el conglomerado de materia signifi- sufriría numerosas transformaciones en los progra- cante aloja huellas de una construcción que recuerda mas de aplicación de su plataforma ideológica hacia ciertos hechos pasados al mismo tiempo que olvida la actualidad. En este contexto, el periodista Jorge otros. Lanata logró el apoyo de Fernando Sokolowicz, inte- En esta oportunidad, comparto los puntos conclu- grante del Movimiento Judío por los Derechos Huma- yentes de este trabajo, relativos a las estrategias discur- nos, para la financiación del proyecto del periódico. sivas en competencia por un lugar privilegiado en la Desde sus comienzos, Página 12 orientó su cuerpo de democracia de las inversiones de sentido sobre el pasado noticias, columnas de opinión y editoriales a un lector reciente. Asimismo, propongo líneas de reflexión que modelo con una visión que podríamos calificar como abonan a la discusión sobre el carácter performativo predominantemente progresista y, durante el gobierno del discurso, lugar de construcción del tiempo y de de Carlos Saúl Menem, se mostró crítico al programa la distancia que separa el pasado de la instancia de general de privatizaciones de servicios públicos y hacia enunciación. el impulso al endeudamiento. Las estrategias discursivas de los medios se orien- El periódico La Nación fue fundado en el año 1870. tan a la construcción de memoria desde la simple repe- Es, por más de un siglo, anterior a Página 12. Presenta, tición ritual, cuyos efectos de sentido consisten en la en relación con este último, una orientación y condi-

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ciones institucionales disonantes en varios puntos. El un sistema social” (Verón, 1998, p. 149). primero de ellos versa sobre el posicionamiento cons- Las producciones periodísticas que giran alrede- truido durante su trayecto en relación con temas vin- dor del tema ESMA, centro para la memoria, se hallan culados con los DDHH y las organizaciones sociales. determinadas, en términos de Verón, por un contexto La Nación no nació en un período democrático tran- que guarda con ellos una relación necesaria. La gra- sicional, como Página 12, sino durante uno dominado mática de producción obedece, de esta forma, a una por una tradición política orientada a la discreción y compleja trama institucional con una determinada al desplazamiento violento de los pueblos originarios. economía discursiva que el análisis debe cristalizar Su fundador, el entonces presidente Bartolomé Mitre, en el tejido del discurso. Cada medio produce discur- gobernó la Argentina durante años en los que la pobla- sos que construyen de manera singular memorias de ción nacional veía restringido su acceso a la participa- la última dictadura militar. Elizabeth Jelin, en Memo- ción civil y no había conquistado derechos ciudadanos. ria de la represión (2001), al referirse a las disímiles for- La Nación construyó una posición enunciativa identi- mas de construcción discursiva de la memoria, ubica ficada con la de sectores relacionados con las Fuerzas el pasado del Proceso militar como aquellos “momen- Armadas y empresarios agroexportadores, dos actores tos que se hacen presentes en rituales públicos, en los a los que, generalmente, se les asigna fusiones opera- que diferentes actores eligen expresar y confrontar, en tivas para todos los asaltos al régimen democrático a el escenario nacional, los sentidos que otorgan a los lo largo de la historia argentina. El 7 de septiembre de quiebres institucionales” (p. 1). 1930, refiriéndose al manifiesto emitido por el presi- La discursividad mediática fue estudiada también dente de facto, José Uriburu, titulaba en su portada: por Verón, quien en su obra Efectos de agenda (1999), “Jubilosamente celebra todo el país el triunfo rotundo al referirse a los aniversarios, registra dos formas de de la revolución”. El 24 de marzo de 1976, cuando fue construcción de memoria. Por un lado, designa memo- oficialmente puesto en función el sistema represivo de ria mítica las producciones discursivas que constru- la ESMA, el gobierno militar anunció a través de sus yen memoria desde la repetición ritual del pasado. En páginas: “Disolvióse el Parlamento; remoción de la estos casos, los diarios categorizan el acontecimiento Corte Suprema; prohíbese la acción política y gremial; sin relacionarlo con el presente, no recuerdan hechos oportunamente se nombrará Presidente”. pasados, sino que favorecen el retorno constante de El objetivo general de nuestra investigación con- una historia ya anunciada, definida. Según el autor, sistía en analizar e interpretar comparativamente la se pone en escena, en esta gramática de producción construcción de memorias en los discursos de ambos de discursos, un sentido preconstruido puesto en medios, en un contexto de régimen de luz1 hegemoni- circulación por sujetos pasivos del discurso. Esta zado por las políticas oficiales de DDHH. Esto, a tra- lógica es la que Verón denomina “de hecho consu- vés de la identificación de las operaciones regulares de mado” (p. 130). sentido y la asignación de subjetivemas y paradigmas A la memoria mítica, Verón opone aquellas construc- designacionales. ciones discursivas que categorizan el pasado a partir del recuerdo como acto positivo, como un trabajo: los discursos que construyen sentidos en relación produc- REVISIÓN DE LITERATURA tiva con el presente. La memoria histórica no se limita Partimos de entender los discursos que se pronun- a una posición de agente pasivo que repite sentidos ya cian sobre el pasado reciente como construcciones dis- definidos, sino que pone en circulación construcciones cursivas de memoria(s). El abordaje de estos múltiples de un pasado cargado de un sentido por construirse. Al sentidos encuentra su marco teórico en el enfoque de recordar y no simplemente evocar, los medios recons- la semiótica de la construcción del acontecimiento. truyen el pasado de la dictadura como aquel que exige Los aportes de esta corriente identifican a los medios justicia política. Desde el recuerdo del pasado se pro- de comunicación como productores de realidad social. graman acciones a futuro (Verón, 1999, p.130). “Los medios generan hechos sociales de distintas mane- Es posible diferenciar actores sociales en disputa ras, por lo que existen modelos de actualidad” (Verón, (Catela, 2005, p. 11)2 que intervienen en este conjunto 1983, p. 5). Desde esta perspectiva, es posible identificar discursivo, proponiendo diferentes sentidos sobre el en el discurso relaciones presentes en forma de huellas pasado. Entre ellos, los medios de comunicación par- de un proceso. Hay “relaciones entre el enunciado y su ticipan invistiendo de sentido, aportando representa- exterioridad, lo que se dice se encuentra atravesado por ciones sobre el pasado.

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Los sentidos atribuidos a la ESMA por el Gobierno Con la sanción de las leyes denominadas de Obe- nacional desde 2003 la resignifican como un símbolo diencia Debida y Punto Final, y la firma de los decretos del horror de los años de la dictadura, en el marco de que indultaron a los militares juzgados en los juicios una nueva política sobre DDHH. En los años del Pro- a las Juntas, se abrieron nuevos horizontes de debate ceso militar, la ESMA funcionaba como el eje operativo sobre la producción de memoria y los procedimientos de de una compleja organización clandestina. El convenio exclusión y control ejercidos sobre los discursos que se ESMA, firmado por el Gobierno nacional y la Ciudad de pronuncian sobre el pasado de la dictadura y la expec- Buenos Aires el 24 de marzo de 2004, se expresa sobre tativa de justicia. Entre los autores que indagaron en las el centro de detención como el lugar donde “sufrió el relaciones entre el pasado de la dictadura y los sentidos calvario previo a su muerte un número estimado de atribuidos a la justicia en este contexto, se encuentran cinco mil hombres y mujeres de toda edad, constitu- los que analizaron las construcciones discursivas no yendo un trágico símbolo del asiento del horror” (Bole- institucionales. Ubicamos, en este orden, los estudios tín Oficial, Buenos Aires, 2004). de Jelin (2003) y Vezzetti (2011). Asimismo, a partir Al margen de la retórica oficialista, sin embargo, de una serie de declaraciones de represores ligados a la tienen lugar otras posiciones, otros discursos y acto- dictadura, realizadas durante el año 1995, los estudios res que le asignan diferentes sentidos a los años del de Ferrero (1999) y Feld (2001), entre otros, subrayan Proceso militar. Los periódicos Página 12 y La Nación la relevancia que adquirieron las confesiones para las representan dos construcciones de sentido disonantes causas que se encontraban cerradas. Los denominados en relación con la política y la historia, disonancias que “arrepentimientos”, asegura Ferrero, aportaron cierto tuvieron un especial acento durante el período que sentido de legitimidad al emisor de las declaraciones, abarcan las publicaciones analizadas en este trabajo. que construía un proyecto individual y argumentativo Entre las representaciones del pasado de la dictadura sobre la realidad pasada. militar en los discursos mediáticos, es posible identi- A dieciséis años de la sanción de las leyes de Obe- ficar regularidades que constituyen nítidas oposicio- diencia Debida y Punto Final, la adhesión argentina a nes. Este estudio representa una nueva perspectiva la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crí- acerca de la relación que existe entre las construccio- menes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, nes discursivas del acontecimiento ESMA, centro para en agosto de 2003, impulsó la reapertura de los juicios la memoria, los efectos de sentido de memoria de la contra represores de la última dictadura militar. Enri- dictadura y las acciones políticas que dichos discur- que Andriotti Romanin (2011) desarrolla su estudio sos programan. acerca de las condiciones de su realización y sus efectos políticos, y Smulovitz y Acuña (1995) introducen POSICIONAMIENTO FRENTE A OTROS ESTUDIOS la categoría “retórica de la ley” para designar el nuevo Es posible organizar los antecedentes de nuestra lugar de garante de derechos para la ciudadanía que investigación en tres momentos/ejes, que dan cuenta adquiere la institución judicial luego de la década de de las discusiones y los aportes realizados en torno a los noventa. González Leegstra (2009, 2011) y Vezzetti la relación de sentido entre el pasado de la última dic- (2011) analizan la producción de memorias que circu- tadura, los procedimientos de veridicción de la justi- lan en el contexto de los juicios, observando la espe- cia y la producción de memoria, desde el retorno de la cificidad del régimen de verdad jurídico y, en sintonía democracia, en 1983, hasta la actualidad. con los estudios de Fabiana Rousseaux (2009), Carlos En un primer momento, ubicamos los estudios Gutiérrez y otros (2011), abordan las condiciones de de Jelin (1995), Franco (2011), Crenzel (2011) y Feld producción de testimonios de testigos. (2008), que abordan los procesos de transición demo- Desde una perspectiva cuyo planteo teórico meto- crática y de la sumisión de los efectivos militares al sis- dológico entiende los juicios como ritos que ponen la tema constitucional como condición de producción de normatividad en escena, se destacan dos estudios. Por memorias en torno al pasado reciente en los medios un lado, el elaborado por Ester Kaufman (1990), que y los organismos de DDHH. Asimismo, reconocemos analiza la distribución de la palabra en el rito judicial los aportes de Tabachnik (2005), y Crenzel (2007), en relación con las disposiciones de la doctrina jurí- que consideran la producción de discursos en los jui- dica y las estrategias discursivas de los distintos acto- cios a las Juntas de 1985 y las estrategias discursivas res en el juicio a las Juntas; y, por el otro, el de Julieta desplegadas durante las audiencias en relación con el Mira (2011). Este último aborda, desde una perspec- reconocimiento del Informe “Nunca Más”3. tiva etnográfica, los juicios realizados desde 2006 como

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puestas rituales en escena vinculadas a la emergencia El proceso de construcción discursiva que denomi- de una denominada “memoria jurídica”. Asimismo, se namos ESMA, centro para la memoria, es identificado en destacan los aportes de los estudios de Borrelli y Gon- enunciados que, en un lapso de cuatro años, categori- zález (2012), que indagan sobre la construcción del zan ese acontecimiento (la transformación de edificio acontecimiento de la reapertura de las causas judicia- de la administración castrense en un centro de memo- les por los crímenes de la dictadura en publicaciones ria) y lo relacionan, de formas determinadas, con los del diario La Nación hechos del pasado de la dictadura militar argentina.

METODOLOGÍA RESULTADOS INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN Y CORPUS Del análisis de discurso de las notas se desprenden La carga de sentidos invertida por los enunciadores conclusiones sobre las representaciones de los diarios de La Nación y Página 12 es cristalizada en esta investi- sobre la última la dictadura militar argentina. Dichas gación a la luz de las categorías de análisis definidas: (i) representaciones se hacen visibles en las categorizacio- la selección y jerarquización de acontecimientos rela- nes de actores y hechos del presente y las relaciones que cionados a este pasado trágico y (ii) el sistema deno- se establecen entre estos y el pasado trágico. minativo de objetos como la culpa, la justicia y el rol de víctima y victimario. Tales son las dos operaciones UN PASADO QUE PERSISTE discursivas que remiten a la construcción de memo- Los enunciados de Página 12 reconstruyen la dicta- ria en los diarios. Ambos medios producen sus discur- dura militar con una estrategia discursiva que le atri- sos centrando la mirada en distintos acontecimientos, buye a los acontecimientos del pasado un sentido de descartando unos encuadres y privilegiando otros, de vigencia y construyen sentido en torno al pasado trá- formas distintas. Este estudio hace visible la distancia gico, valorando como persistente su rol en el contexto. que separa los sistemas de representaciones de dos for- Lo grafican los siguientes ejemplos: maciones discursivas opuestas. “La Cámpora”, con mayoría del GEN [Generación por la Se desplegaron técnicas de relevamientos de datos Emancipación Nacional] del legislador e hijo recuperado mediante el análisis discursivo de tapas, noticias y Juan Cabandié, vivió su primer 24 de marzo con una ban- editoriales de los diarios Página 12 y La Nación de las dera gigante, máscaras con el rostro de Julio López y reme- siguientes fechas: ras para dejar constancia de su lugar en el mundo. (Martí- • 25 marzo del 2004: En esta ocasión, el entonces nez, 2008, “Un 24 con dos plazas llenas para no olvidar”) presidente Néstor Kirchner celebró un acto en la ESMA, anunciando la creación de un museo de la Fueron torturados, golpeados y sometidos a vejámenes in- memoria. verosímiles. (Abrevaya, 2007, “Para que los argentinos podamos volver a mirarnos a la cara”) • 4 de octubre del 2007: Los periódicos publican sobre el acto presidido por la entonces ministra La exhaustividad en la utilización de sustantivos pro- de Defensa, quien anunció que la transferencia del pios y la identificación de lugares específicos operan cate- edificio de la ESMA para su conversión a “Espacio gorizando a la justicia como una instancia que no puede Memoria y Derechos Humanos”. soslayar lo descubierto. La estrategia argumentativa se • 21 de noviembre del 2007: Acto en la ESMA, en que desarrolla revinculando los acontecimientos a la identi- fue firmada la creación del ente interjurisdiccional dad de los actores. Así, el pasado represivo está signado que se haría cargo del museo de la memoria. por la presencia de represores y secuestrados. • 20 de marzo de 2008: Notas en ambos periódicos Detrás de la cabecera, una larga tela con las fotos de los sobre la continuidad del proceso de investigación desaparecidos fue la principal bandera del acto. María Julia de la muerte del prefecto Febres4. Daroqui caminó junto a ella. Llevaba un cartel con las fo- • 25 de marzo de 2008: Las publicaciones reconstru- tos de sus tres hermanos, Juan Carlos, Daniel y Alberto, se- yen los actos conmemorativos del día anterior. Una cuestrados en 1977. (Anón., 2007, “Profundizar el rescate semana antes, comenzaron a mudarse funcionarios de la memoria de los años terribles”) y empleados del Archivo Nacional de la Memoria a Recordó a su compañera del colegio secundario, Franca las oficinas de la ESMA. Jarach, que también estuvo secuestrada en la ESMA. (Ginzberg, 2004, “La verdad es la libertad absoluta”)

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Todos los hoy jóvenes que fueron apropiados por vos elementos al análisis de los sentidos con los que la última dictadura. (Ginzberg, 2004, “La verdad es la Página 12 inviste a la justicia. La fórmula enunciativa libertad absoluta”) Los verbos en participio (“apropia- “los muertos que usted mató, más vivos que nunca” dos”, “secuestrados”, “torturados”) se conforman en (Fuentes Walsh, 2004, “¿Quién mató a mi abuelo?”) denominaciones que suponen un actor al que es atri- dirige una densa carga axiológica negativa hacia el buido el cargo de los hechos. El énfasis en la identifi- actor militares, que, entonces, es identificado como el cación del quién de los acontecimientos contribuye a agente de los crímenes del Proceso. Se manifiesta la asignar responsabilidades que, en forma de denuncias, estrategia argumentativa de Página 12 en relación con interpelan a la actuación de la justicia. Por otro lado, los actores y los acontecimientos. La última dictadura los subjetivemas axiológicos extraídos de las notas militar, las muertes y los asesinos, los centros clandes- seleccionadas, como “secuestrada”, “torturados”, “fue tinos de detención y los represores son reconstruidos robado”, “fueron apropiados por la última dictadura” en el enunciado como objetos que se sobreponen en y “asesino, un gigantesco asesino”, valoran negativa- la asociación agencia-agente. mente la actuación del agente de los crímenes. El aparato denominativo de las notas reconstruye el Las políticas de DDHH impulsadas por el Gobierno pasado de la dictadura como persistente y coloca a la nacional ponen en circulación un conjunto de sentidos justicia como el fin último de esa persistencia. Así, en el que, en el contexto de las publicaciones, actúan como plano de lo penal y administrativo, la justicia es desig- hegemónicos en la reconstrucción del pasado nacional. nada como el futuro más razonable, pues un pasado que Los discursos de Página 12 categorizan positivamente vive en el presente deja a la vista los crímenes y a los cri- estos sentidos en construcciones discursivas con efec- minales como todavía pasibles de justicia. La reconstruc- tos de sentido hacia la memoria histórica. ción de la relación entre hechos e individuos pertenece Las políticas de DDHH mencionadas son valo- a una estrategia de sentido basada en lo programático. radas en los discursos del periódico como una Los nombres y apellidos y las fechas exactas se consti- experiencia socialmente compartida, en la cual un tuyen en un conjunto de elementos probatorios de un colectivo nacional –identificado en las bases de los pasado trágico que debe ser esclarecido. organismos de DDHH– representa a actores a los El sujeto enunciador de este diario incluye los hechos que el Gobierno concede la facultad de establecer de la dictadura, el presente de las políticas de DDHH y el una agenda del recuerdo: futuro de justicia, en un “único capítulo de la historia”. Antes de la llegada del Presidente y su gabinete, Mabel Gutié- Esta no podría ser interpretada como constituida por rrez, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razo- etapas, sino como un conjunto de sucesos causales que, nes Políticas, leyó un documento firmado por doce agrupa- en este caso, comienzan con el golpe de Estado de 1976 ciones. (Ginzberg, 2004, “La verdad es la libertad absoluta”) y continúan, naturalmente, con la acción de la justicia.

El Instituto Espacio para la Memoria –ente autónomo crea- VÍCTIMA- VICTIMARIO do por la Ciudad de Buenos Aires y compuesto por organis- La estructura argumentativa de Página 12 opera mos de derechos humanos– definirá el uso de varios edifi- asignando roles específicos a actores definidos. Las cios. (Vales, 2004, “A 28 años del golpe con la Plaza llena”) autoridades de facto son categorizadas como “represores asesinos”, estableciendo para ellos una cualidad Así, los edificios señalados en la noticia resultan, intrínseca e inalterable, perdurable en el tiempo. además de valorados positivamente por el sujeto de Los subjetivemas axiológicos de las notas valoran discurso, elementos que axiologizan el contexto dis- negativamente al agente de los hechos de la dictadura cursivo donde se encuentran. y lo categorizan en relación con sus víctimas: Asimismo, la inversión de sentido sobre el papel de Carlos Alberto Rizzo Molina era un civil de la ESMA y recor- la justicia en relación con el pasado se desarrolla en los daba en voz alta cómo durante la dictadura había entrado a discursos de forma tal que los acontecimientos trági- ese mismo sitio para hablar con el director de la escuela, Ru- cos de la dictadura son denominados como crímenes bén “Delfín” Chamorro, y preguntarle qué había pasado con que no prescriben, cuya resolución tiene su origen en Carlos. (Ginzberg, 2004, “La verdad es la libertad absoluta”) las denuncias públicas y los pedidos de justicia. Ante la presencia reveladora del pasado, la justicia es cate- El viernes pasado la Cámara de Casación rechazó el pedido gorizada como una instancia impostergable. La nota del represor Raúl Scheller. (Abrevaya, 2007, “Para que los ar- de opinión “¿Quién mató a mi abuelo?” aporta nue- gentinos podamos volver a mirarnos a la cara”)

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El Casino de Oficiales, donde estuvieron cautivos los desa- El edificio de la ESMA dejó de pertenecer a la Armada para parecidos, quedará intacto y señalizado. (Abrevaya, 2007, pasar a convertirse en un espacio para la Memoria y los De- “Para que los argentinos podamos volver a mirarnos a la cara”) rechos Humanos. (Anón., 2007, “Profundizar el rescate de la memoria de los años terribles”) Las víctimas son representadas por su vinculación directa a los actores categorizados como los victimarios. En consonancia, el discurso valora positivamente Así, la denominación desaparecidos, designada común- las políticas de DDHH del oficialismo como el cumpli- mente en forma de sustantivo, es enunciada como una miento de un deber histórico. característica de las víctimas que fueron desaparecidas y, por esto, convertida en un subjetivema que atribuye UN PASADO RECURRENTE la participación de un agente: se categoriza axiológica- La construcción discursiva de memoria en los enun- mente a quien hace desaparecer. ciados de La Nación vierte sobre los acontecimientos de la dictadura militar un sentido que los transforma VALORACIÓN DE LA ESCUELA DE LA ARMADA en hechos consumados, cuyas revisiones provocan en El edificio de la ESMA y los acontecimientos de la el presente múltiples inconvenientes, como enfrenta- última dictadura militar son construidos discursiva- mientos políticos y manifestaciones violentas. mente en las notas como dos elementos que vuelven Un grupo de gobernadores justicialistas que, indig- a relacionarse directamente por la intervención de las nados por las críticas de algunas organizaciones de dere- políticas de DDHH atribuidas al Gobierno. chos humanos y por el silencio presidencial al respecto, El predio de la ESMA fue cedido a La Nación para conver- decidieron no asistir al acto conmemorativo realizado tirse en Museo de la Memoria. El Presidente recordó a los ayer en la ESMA. (Serra, 2004, “Es imperioso cerrar ausentes y pidió perdón en nombre del Estado. (Ginzberg, ese capítulo de la historia”) 2004, “La verdad es la libertad absoluta”) Es imperioso cerrar ese capítulo de la historia. (Serra, 2004, “Es imperioso cerrar ese capítulo de la historia”) Con la llegada del Presidente se abrieron las rejas de en- Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini, dos mujeres trada de la ESMA. (Ginzberg, 2004, “La verdad es la liber- enfrentadas históricamente. (Verón, 2007, “Gesto de tad absoluta”) Cristina Kirchner en la ESMA”) Asimismo, las apariciones recurrentes del “capítulo En este contexto argumentativo, el Gobierno y las de la dictadura militar” en los discursos de las notas no organizaciones de DDHH son categorizados como los valoran el pasado como un elemento que permanece, productores de estos nuevos sentidos, y el espacio físico sino como una entidad de existencia alternada entre de la ESMA como el escenario donde estos se hacen apariciones y desapariciones de los enunciados. Se visibles a la vista de un colectivo nacional. trata de un juicio de valor que podría identificarse con En otro orden, las denominaciones sobre la ESMA la siguiente afirmación: el recuerdo de la dictadura y realizan una operación de sentido que conecta los acon- los pedidos de resarcimiento mediante la Justicia gene- tecimientos y actores del presente, a los acontecimien- ran una atmósfera de división y conflicto que se vería tos y actores del pasado. Podríamos identificar, en este resuelto cerrando las revisiones históricas. sentido, la convocación implícita de un tópico: la trans- La Nación representa las iniciativas del Estado como formación de un ex centro de detención clandestina en un estrategias políticas de un matrimonio apropiado del poder espacio promotor de los Derechos Humanos. Esta transi- público. La memoria, abordada desde este ángulo de lo ción es representada en los enunciados como una evo- privado y lo conflictivo, se constituye en algo inconve- lución originada en el campo de las políticas oficiales. niente, en un instrumento utilizado por diferentes sec- Sin embargo, este rol es asignado específicamente a la tores políticos en pos de sus propios objetivos. gestión kirchnerista. Los discursos de las notas de este diario invierten Los juicios de valor de las notas atribuyen el acto de con- un sentido de trivialidad en el conjunto de acciones versión a una tercera persona: la transformación de la ESMA que el Gobierno pone en marcha en este contexto. Las se debería, así, al transcurrir natural de los hechos, que por políticas de derechos humanos del Estado son repre- sí mismos exigían una intervención que la efectivizara: sentadas como dramatizaciones de actores y aconte- La ESMA ha sido recuperada. Está en manos de quienes tie- cimientos superficiales, sin significatividad política y ne que estar. (Abrevaya, 2007, “Para que los argentinos po- con el acento trasladado de lo público y lo social a lo damos volver a mirarnos a la cara”) privado y lo emocional.

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’Presidente, quiero decirle que no tengo que tomar nin- De cabo a rabo, la década del 70 fue pésima para la Argenti- guna bandera porque siempre la he tenido en mis manos na (…) marcada por la conversión de la sociedad en de ban- como usted’, aclaró, volviendo a su costumbre de no tu- dos armados, enfrentados sin medidas y sin ley. (Morales tearlo en público. (Verón, 2007, “Gesto de Cristina Kirch- Solá, 2004, “Retorno a los setenta”) ner en la ESMA”) Los discursos de este diario representan los acon- La actitud de Cristina Kirchner, que pasó el día en su resi- tecimientos trágicos de la dictadura con la maniobra dencia de El Calafate, despertó críticas en la marcha orga- sintáctica de la voz pasiva, suprimiendo el agente de los nizada por sectores opositores. (Sued, 2008, “Piden acele- hechos y, por esta razón, la posibilidad de un discurso rar los juicios a represores”) con expectativa de futuro de justicia. Las omisiones a la agencia de la violencia son reforzadas, en el caso de este Un ejercicio superficial de memoria en un con- último ejemplo, por la mención de “la década”, trayecto texto de euforia generalizada, solo provoca enfren- temporal de enfrentamientos bilaterales. Tal operación tamientos y confrontación política. En relación con se realiza acabadamente en una de las notas seleccio- este sentido, la revisión del pasado impulsada por el nadas para nuestro corpus: “El terrorismo de Estado Gobierno es valorada como una acción melancólica destruye la última frontera entre la civilización y la que promueve la construcción de una memoria que no barbarie” (Morales Solá, 2004, “Retorno a los setenta”). supera los acontecimientos. La última dictadura militar, así, es valorada como un acontecimiento irremediablemente antiguo que LA JUSTICIA impregna el presente. El rol de la justicia durante el desarrollo de las El pasado siempre impregna por completo el presente e ig- políticas oficiales de DDHH es representado por los nora el futuro. (Morales Solá, 2004, “Retorno a los setenta”) enunciados de las notas presumiendo tácitamente la dependencia del sistema judicial al Gobierno. El ex presidente declaró el día feriado inamovible, hace dos Reclamo de la presidenta Cristina Kirchner, que en su último años, y generó una fuerte polémica. (Verón, 2008, “La Pre- discurso ante el Congreso hizo responsable a la Corte. (Anón., sidenta no fue a ningún acto y se quedó en El Calafate”) 2008, “De las 800 causas, solo 22 llegaron a juicio oral”) Cuando Kirchner se retiró, hubo destrozos, robo de mate- Reafirmó [Cristina Fernández] el reclamo oficial para acele- riales y pintadas en las paredes. (Rodríguez Yebra, 2004, rar los juicios a los represores. (Verón, 2007, “Gesto de Cris- “El Presidente pidió perdón en la ESMA”) tina Kirchner en la ESMA)”. Estas denominaciones proponen abandonar el Así, el discurso de La Nación, al denominar axioló- proceso de revisión del pasado dictatorial, que en la gicamente las acciones de la justicia, lo hace también estructura argumentativa del Gobierno representa sobre la estructura gubernamental, entendida desde un elemento central, por considerarlo un tema pres- el sistema de ideas y creencias de la línea editorial, crito, inconveniente para la construcción conciliada como un poder que viola las potestades exclusivas de del futuro. otro poder. El sentido, en este caso, opera como un reenvío al siguiente principio de congruencia: Presi- “DOS BANDOS, SIN MEDIDA Y SIN LEY” dente autoritario-magistrados a la orden, con lo cual, Por otro lado, el aparato denominativo de La Nación Gobierno y justicia cuestionables. opera asignando responsabilidades morales por el desenlace de la dictadura, pero categoriza las respon- LOS HECHOS DE LA DICTADURA MILITAR sabilidades penales como un elemento cuya investi- En las notas de La Nación, predominantemente, el gación produce múltiples dificultades administrativas tema de la dictadura militar no cobra dimensión de en la justicia y un estado de enfrentamientos sociales. actualidad. Por el contrario, es incluido y suprimido Así, los enunciados de las notas invisten al tema de las sucesivamente por un sujeto de discurso que basa la responsabilidades de la dictadura militar de un sen- construcción discursiva de memoria en la sola evoca- tido bien definido, que consiste en construir el pasado ción del pasado. Los enunciados de las notas valoran de la última dictadura argentina como signado por un los crímenes del Proceso como hechos propios de una ambiente de anarquía: “los manifestantes entraron en “década pésima” para la Argentina. el predio y hubo destrozos” (Rodríguez Yebra, 2004,

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“El Presidente pidió perdón en la ESMA”). La ilegalidad bilidad del reconocimiento del carácter histórico tanto de las fuerzas apropiadas del Estado es identificada a del fenómeno como de sus actores” (p. 3). El rol primi- la de actores designados contrincantes, que interpelan genio de causa y origen de la violencia otorgado a las su capacidad de respuesta: organizaciones armadas, asegura Franco (2014), es un Bandos armados, enfrentados sin medidas y sin ley. (Mora- factor explicativo del “estigma actual hacia la militan- les Solá, 2004, “Retorno a los setenta”) cia revolucionaria en general” (p. 25). Para la autora, la teoría de los dos demonios es un objeto de carácter En una prolongación de esta estrategia enunciativa, flotante, con efectos de sentido diferenciales en cada “insurgencia del pasado” resulta un valor negativo iden- época de la democracia posdictatorial. La atribución tificable con la insurgencia del presente: actual de una carga axiológica negativa a tal teoría es El escenario había sido montado en la calle Comodoro Riva- una muestra clara del impacto político de los sectores davia, pero cientos de manifestantes siguieron el acto desligados al movimiento por los derechos humanos en de adentro, trepados a los edificios o apelotonados contra la Argentina. Por último, Jelin (2013), luego de señalar las rejas. No había allí un solo militar y la Policía Federal se que los actores que reivindican la acción dictatorial del desplegó por fuera del predio. (Rodríguez Yebra, 2004, “El pasado están ganando voz en la esfera pública, intro- Presidente pidió perdón en la ESMA”) duce una salvedad. La autora advierte del riesgo de que la utilización irreflexiva de la teoría de los dos demo- El Presidente parece por momentos llevado a tientas por nios obture la complejidad con que deben abordarse los la impronta de las organizaciones de derechos humanos fenómenos de la dictadura. “Parecería que hay temas más sectarias. (Morales Solá, 2004, “Retorno a los setenta”) definidos como inconvenientes, molestos, incorrec- tos”, señala (p. 95). En consonancia con Claudia Hilb Los enunciados de La Nación, los discursos de la (2013), plantea la imposibilidad de una narrativa uni- memoria mítica, reconstruyen los acontecimientos ficada y la necesidad de establecer algunos principios del pasado nacional como desligados de los actores. básicos –la dignidad humana, la igualdad, la justicia– en la actualidad, cuando “se están abriendo múltiples LA “TEORÍA DE LOS DOS DEMONIOS” conflictos interpretativos” (Jelin, 2013, p. 96). Con todo, es posible hallar una relación de conso- En los discursos de La Nación, la representación de nancia entre las elecciones estratégicas del sujeto de la teoría de los dos demonios es solo la operación previa discurso de La Nación (para el corpus seleccionado) y que da asiento a la designación de un único culpable, la denominada “teoría de los dos demonios”. La misma reconocido en los responsables del desencadenamiento emergió, sin ser enunciada nunca como tal, a partir de de la década de los setenta. la confluencia de organizaciones sociales y núcleos aca- No para igualar responsabilidades, porque sencillamente no démicos para debatir en torno al tema de las responsa- son iguales las de los grupos insurgentes que se alzaron con- bilidades asignadas por crímenes de lesa humanidad en tra el Estado que las de las instituciones armadas que expre- el contexto de la transición democrática. La teoría de los saban al Estado. (Morales Solá, 2004, “Retorno a los setenta”) dos demonios se constituye en una categoría polémica acuñada por un emisor crítico (Franco, 2014). Designa, La mejor manera de homenajear a los muertos es no utili- como un valor negativo, la operación de distribución zarlos –enfatizó el diputado Humberto Roggero (P[artido] equitativa de culpas entre el Estado militar de facto y J[usticialista]-Córdoba)–.(Serra, 2004, “Es imperioso cerrar las organizaciones sociales militantes existentes para ese capítulo de la historia”) (el énfasis es mío) entonces. La oposición entre memorias rivales, como afirma Jelin (2002), se desenvuelve en un espacio de Esta estructura argumentativa (“retorno”, “década luchas políticas. de los setenta”, “bandos armados”), atribuye las res- En el ámbito académico, es posible diferenciar, a ponsabilidades de los acontecimientos de la dicta- grandes rasgos, tres aproximaciones reflexivas. La pri- dura de una forma distinta a la de los discursos que mera corresponde al grupo conformado por Eliza- circulaban durante la década de los noventa. En este beth Jelin (2002 y 2013), Lucas Bietti (2008) y Marina período, la teoría de los dos demonios adquirió un Franco (2008 y 2014), entre otros. Bietti (2008), por notable impulso mediante el conjunto discursivo de su parte, asegura que la teoría de los dos demonios “es, medios de comunicación y la promulgación de la Ley sin duda, el tópico de la transición democrática que de Indulto. Los enunciados que componen el corpus atraviesa toda la formulación discursiva y la imposi- de esta investigación, con otras operaciones de sen-

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tido, asignan las responsabilidades de las acciones cio. De esta manera, La Nación construye la Escuela represivas castrenses al colectivo difuso “los bandos como una instalación, un espacio físico, sin marcas armados de la década de los setenta”. Se construyen del pasado trágico: responsables simétricas, pero “la culpa” de los delitos El Museo de la Memoria aún no fue inaugurado, y todavía cometidos durante el período de la dictadura es atri- no está determinado el destino de los edificios que eran ocu- buida a los movimientos civiles que “precipitaron lo pados por los institutos de formación de la Armada. (Anón., inevitable de la represión institucional”. 2007, “Entregaron la ESMA para el Museo de la Memoria”)

VALORACIONES SOBRE LA ESMA Se firmó finalmente ayer el último acuerdo para que ese lu- El sujeto de discurso de La Nación no construye sen- gar pase a manos de la Secretaría de Derechos Humanos y tidos que vinculen la ESMA con el pasado de la dicta- de la ciudad de Buenos Aires. (Anón., 2007, “Entregaron la dura militar. Se categoriza al edificio como el centro de ESMA para el Museo de la Memoria”) operaciones del Presidente, una plataforma utilizada para la reivindicación de su papel de juez de la histo- Los enunciados de Página 12 seleccionados para el ria. El espacio es denominado como propiedad de la corpus reconstruyen el pasado relacionándolo con el Armada que el Gobierno utiliza a manera de instru- presente, de forma que, por un lado, el primero es reve- mento útil a sus objetivos. lado afectando al segundo y, por el otro, este último es Cientos de manifestantes siguieron el acto desde adentro, tre- designado como un presente carente de un futuro de pados a los edificios o apelotonados contra las rejas. (Rodrí- reparación: la razón para la reconstrucción del pasado guez Yebra, 2004, “El Presidente pidió perdón en la ESMA”) está en la precariedad de justicia del presente. La estrategia de sentido predominante de este periódico se Ya había ordenado abrir las rejas de la ESMA, ante la ova- identifica, por esto, con la construcción discursiva de ción de una multitud con banderas y pancartas. (Rodrí- memoria histórica, en la que los hechos del Proceso son guez Yebra, 2004, “El Presidente pidió perdón en la ESMA”) representados como el elemento que, a priori, crea un componente programático de los discursos. Es decir, La estructura argumentativa que categoriza la ESMA se ponen en circulación construcciones de un pasado en los discursos produce un efecto de sentido que la valora nunca consumado, cargado de un sentido por cons- como un predio sin funcionalidad, “antiguo”. truir. El pasado de violencia cobra, por sí mismo, un Cuando Kirchner dispuso transformar la ESMA en Mu- sentido de vigencia, por el cual los juicios que lo valo- seo de la Memoria y encabezó un acto en el Colegio Mili- ran en el presente no resultan anacrónicos. tar, de donde retiró los retratos de los ex presidentes de facto La memoria mítica construida en las notas del dia- Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone… (Verón, 2008, “La rio La Nación, en cambio, produce un efecto de sen- Presidenta no fue a ningún acto y se quedó en El Calafate”) tido denominado por Paul Ricoeur (2000) como de un nivel profundo del olvido. Con esta categoría, Ricoeur La nostalgia setentista no es ni buena ni mala; es irremediable- intenta explicar las estrategias discursivas en las que mente antigua. (Morales Solá, 2004, “Retorno a los setenta”) el pasado no se reconstruye como una inscripción de algo que permanece, sino como lo que se evoca repi- Ese símbolo de la violación de los derechos humanos debía tiéndolo ritualmente. tener otra vida. (Morales Solá, 2004, “Retorno a los setenta”) Uno de los periódicos analizados construye, de manera predominante, la memoria del pasado trágico Los enunciados de las notas valoran negativa- de la dictadura militar como un registro espontáneo mente las políticas de DDHH escenificadas en la del pasado. El otro se asienta en las construcciones de ESMA. Los discursos de la memoria que circulan al memoria histórica, estableciendo un marco de recu- momento de la emergencia de los enunciados ana- peración del acontecimiento en el presente y un hori- lizados mantienen con ellos una relación agónica. zonte de expectativa. Las denominaciones que prevalecen en el contexto discursivo le asignan a la ESMA “una vida que no debería haber tenido”. DISCUSIÓN Mediante la argumentación sobre “la otra vida” que La construcción de sentidos sobre la dictadura mili- debería tener el espacio se excluye el valor testimonial tar argentina es condicionada por un complejo con- atribuido por otros discursos del Gobierno al edifi- texto social que actúa como gramática de producción

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y se imprime en los textos de las notas analizadas a Justicia conforman operadores de segregación y con- modo de marcas. El trabajo de investigación reseñado flicto, el valor programático de la justicia consistiría aquí toma a cargo la tarea de identificar regularidades en cerrar el “capítulo” abierto por otros discursos. de un proceso de sentido a partir de paradigmas de La construcción de la correspondencia lógica entre designaciones o subjetivemas, toda vez que reconoce la memoria pública y la justicia (institución imputa- que el sujeto de discurso se inscribe en el nivel de la dora), de esta forma, es clausurada por una opera- designación y de la relación entre la designación y el ción que asimila “la división social” y “el conflicto” contexto de su producción. (memoria-división y conflicto-enjuiciamientos-di- El posicionamiento subjetivo de los discursos de visión y conflicto-nuevos enjuiciamientos, etcétera) ambos periódicos se erige, en palabras de Kerbrat Orec- como únicos efectos posibles del discurso popular de chioni (1993), en “un representante y portavoz de un memoria. La economía de ambos paradigmas sobre la grupo social, de una instancia ideológico-institucio- justicia se organiza en torno a un eje común y delimi- nal” (p. 235). Ya hemos descrito brevemente, en rela- tador: la (in)validez de la referencia popular de la acción ción con esto, las condiciones institucionales, la zona judicial. El límite que se impone para los discursos de cobertura y el lector modelo propios de Página 12 y de la formación discursiva en la que se inscribe La La Nación; tales condiciones forman parte de un más Nación es aquel trazado por los enunciados de Página amplio sistema de determinación (Verón, 1985) que 12. Como nos señala Maingueneau (en Charaudeau & establece con el producto discursivo una relación de Maingueneau, 2005), el conjunto de formaciones dis- necesidad y no solo de posibilidad. cursivas coexistentes e interactuantes entran en rela- A propósito de las condiciones, Kerbrat-Orecchioni ción de competencia, delimitándose recíprocamente. otorga relieve5 a la categoría formación discursiva, que Sobre la complejidad del tema de la memoria, se resulta central para comprender las gramáticas de pro- pronuncia Héctor Schmucler (2009), al asegurar que ducción. Tal noción es utilizada por Pecheux (2003) y “deberíamos aceptar, tal vez con alborozo, que la memo- Foucault (2011) para referirse a los fenómenos por los ria no es otra cosa que un interrogante sin fin” (p. 37). que formaciones ideológicas tienen lugar en campos El programa de investigación se asentó sobre la asun- enunciativos en los que se suceden y compiten, limi- ción de la disputa entre representaciones discursivas tándose mutuamente en ese espacio semiótico común. del pasado como disputa entre memorias. El presente El análisis de la construcción discursiva del aconte- de las formaciones discursivas interactuantes en los cimiento ESMA, centro para la memoria resulta, con medios argentinos es el escenario desde el cual el pasado todo, un conjunto significante que cristaliza huellas trágico argentino se reconfigura, adquiriendo nuevos de un espacio competitivo y agónico entre dos forma- significados, re construyéndose. ciones discursivas. MEMORIAS EN DISPUTA EL TÓPICO CONVOCADO Y CONVOCANTE. LA Los juicios interpretativos que pueden identificarse ‘JUSTICIA’ en los discursos conllevan diferentes praxemas; es decir, Los paradigmas de designación de la Justicia cons- connotan, en diverso grado, “las diferentes praxis carac- tituyen uno de los lugares donde es posible reconocer terísticas de la sociedad que las maneja” (Gabilondo, la disputa por el sentido. 1999, p. 10). Los modos de interpretación del pasado Los discursos de Página 12 que construyen la validez en los medios argentinos desempeñan un papel deci- de la función presidencial de memoria (la memoria ofi- sivo en el curso de sus praxis. Declaramos la necesi- cial) como una deriva natural de la delegación popular, dad de asumir que las estrategias discursivas en este y consideran la justicia (institución imputadora) como espacio semiótico agónico se constituyen en prácticas un valor impostergable. La urgencia del juzgamiento es que objetivan el pasado y entablan relaciones de diso- explicada, entonces, por el origen popular del mandato nancia y consonancia con el contexto de prácticas dis- de reparación. Con todo, la justicia sobre los hechos del cursivas en el que tienen lugar. pasado trágico es representada como un acto demo- En este punto, es válido afirmar, como lo hace Jelin crático asambleario y el discurso de Página 12, como (2002), que el espacio de la memoria “es un espacio de un sujeto sublimado a la razón popular democrática lucha política. La memoria contra el olvido o contra el de la que es promotor. silencio esconde lo que en realidad es una oposición En el espacio discursivo de las notas de La Nación, entre distintas memorias rivales”6 (p. 6). La jerarqui- donde el recuerdo popular y las interpelaciones a la zación, en Página 12, de la crónica del 25 de marzo de

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2004 sobre el acto de reapertura de la ESMA encuen- un recorrido pathémico, en términos de Escudero, en tra, en este aspecto específico, una relación análoga con el contexto de los discursos de Página 12 y La Nación. la otorgada por La Nación: ubicada en la portada. En El 15 de junio de 1998, una publicidad del medio grá- el espacio semiótico, se configura un tema cuyo sen- fico Perfil suprimió, en un dibujo que evoca la esquina tido es disputado por dos sujetos discursivos con una de avenida del Libertador y avenida General Paz de la estrategia de jerarquización común. Ahora bien, como ciudad de Buenos Aires, toda referencia pictográfica a lo señalamos, sobre esta superficie de emergencia se las instalaciones de la ESMA. El 7 de enero del mismo forman relaciones de competencia y sustitución que año, el entonces presidente, Carlos Menem, presentó presentan las características propias de la noción ange- un proyecto de ley que proponía demoler el edificio y notiana (2010) de discurso agónico7. La Nación inviste construir, en su lugar, “el parque de la reconciliación en el objeto ESMA un sentido que lo representa como nacional”. Claudio Martyniuk (2004), en su difun- entidad del presente, sin lazos simbólicos con el pasado. dido libro Fenomenología de la desaparición, asevera Por otro lado, la categorización del edificio como esce- que “ESMA, requerida a ocultar, imponer, aniquilar, nario del acto de un Presidente instrumentalista se desaparecer vidas. Oculta la ocultación de vidas” (p. articula con la identificación de las Fuerzas Armadas 42). Veinte años antes, el Informe “Nunca Más”, elabo- como sujeto propietario. El jefe del Gobierno argentino rado por la Comisión Nacional Sobre la Desaparición es representado, en el contradiscurso de La Nación, por de Personas (CONADEP, 1984), pronunciaba su vere- la figura de un actor que se hace de un recurso que le dicto: “La ESMA no sólo era un centro clandestino de es ajeno y pone en marcha un discurso que propone la detención, (…) sino el eje operativo de una compleja memoria de un espacio que no guarda ninguna rela- organización que incluso, posiblemente pretendió ocul- ción seria con el pasado. Paradójicamente, la fórmula tar con el exterminio de sus víctimas, los delitos que discursiva “predio antiguo” se constituye en esa direc- cometía” (p. 91). El convenio N° 08/04, firmado por el ción. La atribución al predio del carácter “antiguo” se Gobierno nacional y la Ciudad de Buenos Aires para la inscribe en la estrategia más amplia de actualización creación del Espacio para la Memoria, se expresa sobre de la necesidad de volver a otorgarlo funcionalidad y el centro de detención, como el lugar donde “sufrió el modernizarlo. El presente del edificio de la ESMA es calvario previo a su muerte un número estimado de proyectado al futuro de su descarte, en disonancia con cinco mil hombres y mujeres de toda edad, consti- Página 12, que le atribuye un pasado probatorio y un tuyendo un trágico símbolo del asiento del horror”. presente con función de resguardo. En sus notas, las Vezzetti (2004), el mismo año en que la ESMA fue denominaciones “celdas y salas de torturas”, “hectáreas abierta al público, hizo parte del espectro académico del predio de Núñez”, “fachada del edificio” y “Casino que categorizaba la iniciativa: “una iniciativa como de Oficiales”, designan espacios físicos cuya relación la del Museo de la Memoria en el predio de la ESMA con su funcionalidad pasada no ha perdido vigencia, enfrenta un problema mayor: surgen nuevas formas sino que se ha constituido en la condición de posibi- de plantear y discutir los criterios y lineamientos de lidad de justicia. la construcción de la memoria” (p. 3). La manifestación de una incompatibilidad entre Es de esta manera que el proceso de sentido se con- posicionamientos en competencia replica las tensio- forma, funcionando con un conjunto complejo de prác- nes de la más amplia constelación discursiva social. ticas discursivas, a partir del sistema social e ideológico De aquí que se vuelva necesario concebir la práctica de determinación. Es simple dar de suyas las implican- discursiva como juego estratégico y polémico en un cias de este enunciado. Sin embargo, debemos advertir campo de disputas. que su observación forma parte de los objetivos de una Lucrecia Escudero Chauvel (2002) aporta a esto investigación preocupada en las relaciones posibles cuando atribuye la tematización de la cuestión de los entre la memoria y los discursos sociales. desaparecidos a la acción de un “conjunto de estrate- Supongamos que pudiéramos abordar las notas de gias discursivas complejas y conflictuales que ponen Página 12 y La Nación empleando un análisis de tipo a prueba no sólo una teoría de la recepción de los dis- representacionista. Entonces, sostendríamos la hipó- cursos mediáticos sino también una teoría semiótica tesis de que la materialidad de los discursos reproduce de las pasiones intra y extradiscursivas” (p. 188). Vale la realidad que representa. Sin embargo, se arribó a los detenernos en este punto. Es posible reconocer, en resultados del trabajo que presentamos aquí por un la historia de las construcciones de sentido sobre la análisis abocado a reconocer las marcas lingüísticas de ESMA (donde ubicamos nuestro materia analizado) los textos como huellas (Verón, 1985) de fenómenos de

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sentido. Eliseo Verón (1985, 2004), recobrando la sus- más general, o como modelo para comprender situa- tancia de la categoría peirceana de sinequismo, enfatiza ciones nuevas, con agentes diferentes” (p. 31). en la materialidad del sentido como un punto reen- En el extremo opuesto, Todorov (2000) ubica el vío a condiciones sociales, económicas e ideológicas. acto de utilizar el pasado, en lugar de recuperarlo de Un complejo sistema de determinaciones se crista- forma productiva. Al hablar de olvido, estamos pro- liza en las notas de Página 12 y La Nación. La inversión nunciando el olvido (político) de lo singular y único de sentido sobre las publicaciones referidas a la trans- de una experiencia, que torna menos productiva a la formación de la ESMA en Centro de Memoria perma- memoria. Tal utilización del pasado consiste en “pre- nece accesible en fragmentos del tejido discursivo, en servar una memoria literal, donde las víctimas y los paradigmas designacionales. El proceso de sentido crímenes son vistos como únicos e irrepetibles” (p. sobre ESMA centro de memoria, por esto, se emplaza en 32). En estas construcciones de memoria, el pasado se fronteras difusas que impedirían asignar un signo a un representa como una experiencia intransitiva, no con- objeto. Sugiere, en cambio, la inclusión de este puñado duce más allá de sí misma, no vincula los hechos del de discursos mediáticos en un complejo y discontinuo pasado a nuevos acontecimientos para comprenderlos. proceso de semiosis infinita. En este sentido, se hace “La memoria literal –señala el autor– queda encerrada necesario introducir dos aclaraciones. en sí misma. Se entenderán causas y consecuencias del En primer lugar, la elección misma de los materia- hecho para profundizar en él, pero no para guiar con- les que componen nuestro corpus siguió un criterio ductas futuras” (p. 31). asentado en el siguiente principio: las publicaciones La razón de la memoria mítica, reconocida como de Página 12 y de La Nación del 25 de mayo de 2008 operación estratégica de La Nación, se vincula a los cierran el conjunto formal de enunciados selecciona- beneficios de la buena conciencia. La memoria mítica dos, pero compone solo una manifestación material de las violaciones de los DDHH otorga predominan- de sentido en un proceso más amplio, en cuyo desen- cia a la dimensión intransitiva de las representaciones. volvimiento es posible reconocer las restantes publi- Siempre que clausura las relaciones posibles entre el caciones del corpus. En segundo lugar, por exigencias pasado y los hechos relevados del presente, el sujeto de método y coherencia conceptual, se vuelve requisito de memoria mítica suprime el valor transitivo que el asumir que la puesta en discurso del proceso de sen- pasado posee potencialmente. Se redunda en el nivel tido sobre la ESMA se produce sobre condiciones cuyo de la expresión, del conjunto acumulado de signifi- carácter también es discursivo. Las notas de ambos cantes: “La memoria no solo estaría amenazada por la periódicos referidas a la muerte misteriosa de Febres supresión de información, sino también por su sobrea- durante su reclusión, desde su puesta en circulación, bundancia” (Todorov, 2000, p. 32). producen efectos (denominados por Verón efectos de Los acontecimientos traumáticos ocurridos durante poder) que constituyen, en relación con un contexto de las dictaduras militares del Cono Sur son categorizados prácticas significantes, las condiciones de producción por algunos medios, en consonancia con La Nación, de la nota sobre los actos realizados el 24 de marzo de como lapsos dolorosos sufridos en países en desarro- 2008 (posterior, por cinco días, a la publicación sobre llo. Sin embargo, también se construyen sentidos que el fallecimiento del prefecto). recuperan el pasado como modelo de comprensión de situaciones nuevas, como principio de acción; en LO TRANSITIVO Y LO INTRANSITIVO EN LOS términos de Todorov, como memoria potencialmente DISCURSOS liberadora. Los discursos de Página 12, como vimos, Lo anterior convoca a una reflexión ya inaugurada emplean descripciones que designan con un alto grado en el ámbito de estudios sobre la memoria. El conjunto de especificidad los roles de actores y la topografía de de regularidades y discontinuidades aportadas por este espacios físicos. En la misma dirección, reconstruyen trabajo nos dirige la mirada sobre una categoría pro- la cronología tanto de los hechos del pasado como del puesta por Todorov (2000) en su conocida obra Abu- presente, con los que los primeros adquieren conexio- sos de la memoria: “la transitividad”. El autor cuestiona nes exhaustivamente descriptas. en qué medida la memoria sirve para ampliar el hori- Las coordenadas témporo-espaciales de la circula- zonte de experiencias y expectativas, o se restringe a la ción masiva de los discursos de la memoria actúan a descripción del hecho histórico. En este sentido, pro- modo de gramáticas de los textos mediáticos. Allí es pone “un uso ejemplar, donde la memoria de un hecho puesta en función y actualizada la experiencia pasada pasado es vista como una instancia de una categoría y son proyectadas las expectativas futuras.

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Elizabeth Jelin (2002) aporta a esta cuestión al vin- relativizar el asunto referido a la responsabilidad ante cular el pasado del Proceso militar con el presente ins- las maniobras discursivas estratégicas. titucional. La autora define los años de la dictadura Al análisis de los discursos mediáticos sobre hechos como aquellos “momentos que se hacen presentes en trágicos del pasado, como el expuesto en este trabajo, rituales públicos, en los que diferentes actores eligen se le presenta un interrogante: ¿Cómo denominar –y, expresar y confrontar, en el escenario nacional, los sen- por lo tanto, cómo valorar– las construcciones dis- tidos que otorgan a los quiebres institucionales” (p. 1). cursivas de memoria vehiculizadas por la tecnología Es necesario, a los fines de nuestro trabajo, intro- de medios cuya difusión es masiva? Ángel Gabilondo ducir una advertencia. No solo la memoria histórica (1999), en su prólogo a la edición de las conferencias construye un discurso con componentes programáti- de Ricoeur, afirma que “se precisa una nueva repre- cos. Si entendemos la memoria como un trabajo, puede sentación, incluso una recreación de la realidad” pero afirmarse que las construcciones míticas predominan, agrega que “la fragilidad de la memoria reclama res- en los discursos de La Nación, sobre las históricas. ponsabilidad” (p. 9). Consideramos preciso transferir el Debemos evitar asignar los caracteres de lo mítico y relieve asignado por Gabilondo a la cuestión de la res- lo histórico como tipos excluyentes y exclusivos en los ponsabilidad del acto de memoria, a las tareas del pro- discursos de una misma formación discursiva. Antes cedimiento analítico de toda investigación éticamente bien, aquí concluimos sobre las regularidades en la pre- responsable. La calidad de implicancia del sujeto de dominancia de una dimensión de la memoria sobre la memoria es transferible, o así lo proponemos aquí, a la otra en ciertos discursos. Así, el componente progra- implicancia requerida al sujeto de análisis semiótico. El mático no confesado pero presente en los discursos abordaje de la construcción de memorias debe confesar de La Nación confina el pasado al futuro de la repeti- la posición enunciativa que el mismo discurso acadé- ción ritual e irreflexiva. Sobre esto se expresa Adriana mico de la investigación consagra en sus reflexiones. Bergero (1997) al decir que la memoria mítica es una Tal posición se instaura en relación con los discursos “práctica de desdramatización, lejanía y pasividad, una que el sujeto selecciona para analizar y con aquellos elaboración que legitima el discurso mismo que pro- con los que comparte el campo enunciativo académico. duce, al mismo tiempo que opaca cualquier posibilidad La segunda definición es la de imaginación. Los dis- de contrato social o compromiso con el futuro” (p. 71). cursos de la memoria histórica, como el de Página 12, al construir sentido sobre los acontecimientos pasados, los EL SUJETO IMPLICADO- LA IMAGINACIÓN Y LA problematizan. De esta forma, los medios se atribuyen MEMORIA la tarea de rescatar aspectos del acontecimiento que se En 1996, Paul Ricoeur presentó un programa de lec- encontraban ausentes. En este sentido, imaginan, dan turas al que denominó Decir y no decir: el sujeto impli- lugar a nuevas nociones del pasado, lo recrean. Ricoeur cado. En los textos, el autor invita a descubrir que el los denomina inventos. Quizá sería válido designarlos sujeto que reconstruye sentidos sobre el pasado supues- reinventos. Estos consisten en la configuración de nue- tamente consumado no solo recuerda. Rememora cele- vas relaciones entre el pasado y el presente. “Inventar brando, imaginando lo que hasta la instancia de la es asistir a nuevas uniones entre el pasado, que recae construcción se encontraba ausente (Ricoeur, 2000). como una carga, y el porvenir” (Gabilondo, 1999, p. 9). En este sentido, es necesario traer al centro dos La asignación, en los discursos de Página 12, de carac- fenómenos. El primero es el de sujeto implicado. Los terísticas específicas y singulares a objetos del pasado, medios de comunicación, como Página 12 y La Nación, se inscribe en esta operación de sentido. están entre las voces privilegiadas en la construcción Los medios de comunicación, al denominar y cate- social de memorias. Los acontecimientos del pasado gorizar políticas oficiales de Derechos Humanos del son categorizados axiológicamente mediante juicios de presente, construyen memoria sobre el pasado trágico valor sobre hechos que involucran actores y aconteci- nacional. Esta investigación recupera las categorías de mientos puestos en relación en los discursos. El sujeto memoria histórica y mítica, pero no pretende atribuir implicado es aquel que se construye en el discurso a efectos de sentido uniformes, ni mucho menos, a los partir de elecciones estratégicas diferenciales. Página discursos de los medios analizados. Por el contrario, 12 y La Nación, entonces, producen actores y aconte- reconoce la complejidad del campo enunciativo en el cimientos y hacen emerger un sujeto (posición enun- que juegan las construcciones discursivas mediatiza- ciativa) que les otorga conexiones distintas en cada das del pasado. Como dijimos, un análisis coherente caso. Sin embargo, es preciso no ceder al impulso de de la construcción discursiva de memoria debe evitar

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una descripción de sus diferencias como distancias y la intransitiva o mítica. Se trata aquí, entonces de fijas e irreductibles entre tipospuros de discursos de efectos de sentido predominantes hacia una u otra la memoria. El conjunto discursivo que conforma modalidad de construcción de memoria. Un debate nuestro corpus se debate, así, en la relación dialéc- que permanece en la escena de nuestras democra- tica y compleja entre la memoria transitiva o histórica cias posmodernas.

NOTAS

1. Graciela Ferrero, en su texto Pentimento. Los arrepentidos argentinos del 95, denomina “régimen de luz” a la predominancia de un conjunto discursivo con componentes programáticos de justicia. Este, según Ferrero, tuvo vigencia desde los años posteriores al regreso del orden democrático hasta la sanción de las leyes de punto final y obediencia debida, en 1987, y se reanimaría en el año 2003, con nuevas prácticas significantes que reconstruyeron nuevamente el pasado de la dictadura militar. 2. Luzmila da Silva Catela agrega que “el plural del término memorias no solo apunta a una disputa de representaciones de hechos del pasado para imponerse en la esfera pública, sino a una serie de construcciones que, al competir, se redefinen y complementan”. 3. El Informe “Nunca Más”, también conocido como “Informe Sábato”, publicado en septiembre de 1984, fue realizado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), creada por el Gobierno argentino en 1983 con el objetivo de aclarar e investigar la desaparición forzada de personas producidas durante la dictadura militar en Argentina. Véase http://www.derechoshumanos.net/lesahumanidad/informes/argentina/informe-de-la-CONADEP-Nunca-mas.htm 4. Represor detenido en diciembre de 1998 en la causa sobre la apropiación sistemática de menores nacidos en cautiverio, por su actuación de enlace entre la Prefectura y la Armada durante la dictadura. En diciembre de 2007 estaba terminando el juicio que lo tuvo como único represor sentado en el banquillo de los acusados. El 10 de ese mes apareció su cadáver en la celda y luego de la autopsia los peritos informaron a la jueza el hallazgo de altas dosis de cianuro. Luego de varios meses de investigación, la jueza dio por probado que la muerte se produjo por la ingesta de ese veneno a la que habría sido forzado. Véase, por ejemplo, “Juicio a Héctor Febres (represor de la ESMA)”, en http://casapueblos- juicio-febres-esma.blogspot.com/ 5. Las formaciones discursivas, según Kerbrat-Orecchioni (1993), “determinan lo que puede y debe decirse a partir de un conjunto de actitudes, representaciones, etc., referidas a posiciones de clase confrontadas a otras en la conjunción ideológica que caracteriza una formación social en un momento dado” (p. 235). 6. Sin embargo, la noción de memorias en disputa no aísla el hecho al que apunta Michael Pollak (2006) cuando formula que “la referencia al pasado sirve para mantener la cohesión de los grupos y las instituciones que componen una sociedad, para definir su lugar respectivo, su complementariedad” (p. 25). Así, según Pollak, la construcción de un pasado se encuentra íntimamente ligada a la identidad social, institucional. 7. Eliseo Verón (1987) propone la categoría cercana palabra adversativa, para designar la disputa engendrada en el mismo trabajo de investidura de sentido; el otro oponente, en el discurso político, forma parte esencial de las condiciones de producción del discurso propio.

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SOBRE EL AUTOR:

Paulo Damián Aniceto,Licenciado en Comunicación Social y Doctorando en el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Invierte su investigación en el campo de los estudios sobre la construcción discursiva de memorias en el contexto de los juicios por crímenes de lesa humanidad en Argentina. Integra el equipo de investigación “Estudios sociolingüísticos interaccionales de base etnográfica. Lenguaje, gestualidad y performance”, dirigido por la Dra. Isolda E. Carranza. Ha publicado artículos que indagan en las relaciones asignables entre el tiempo, la memoria y el discurso, como “El factor histórico de la lengua y el tiempo de los discursos” (Forma y Función, 26[2], 2013) y “La memoria como un signo de deudas impagas” (Questión, 1[38], 2013).

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