Extrañas Presencias.Pdf
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Rector Dr. Enrique Luis Graue Wiechers Secretario General Dr. Leonardo Lomelí Vanegas Secretario de Desarrollo Institucional Dr. Alberto Ken Oyama Nakagawa Coordinador de Humanidades Dr. Alberto Vital Díaz CENTRO DE INVESTIGACIONES SOBRE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Director Mtro. Rubén Ruiz Guerra Secretario Académico Dr. Mario Vázquez Olivera Secretario Técnico Mtro. Felipe Flores González Departamento de Publicaciones Gerardo López Luna EXTRAÑAS PRESENCIAS EN NUESTRA AMÉRICA COLECCIÓN HISTORIA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE 20 CENTRO DE INVESTIGACIONES SOBRE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE EXTRAÑAS PRESENCIAS EN NUESTRA AMÉRICA Hernán G. H. Taboada UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MÉXICO 2017 Taboada, Hernán, autor. Extrañas presencias en nuestra América / Hernán G.H. Taboada. -- Primera edición. 229 páginas. -- (Colección historia de América Latina y el Caribe ; 20). ISBN 970-32-3580-8 (colección). ISBN 978-607-02-9590-4 (obra). 1. Musulmanes -- América Latina -- Historia. 2. Islam -- América Latina -- Historia. 3. América Latina -- Civilización -- Influencias islámicas. I. Título, II. Serie. F1419.M87.T32 2017 Ilustración de portada: Camello en América (2017), de Teresa Irene Barrera Figueroa Diseño de la cubierta: Marie-Nicole Brutus Higuita Primera edición: septiembre de 2017 Fecha de edición: 11 de septiembre de 2017 D.R. © 2017 Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, Ciudad de México. Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe Torre II de Humanidades, 8o piso, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, Ciudad de México. www.cialc.unam.mx ISBN (colección) 970-32-3580-8 ISBN (obra) 978-607-02-9590-4 Queda prohibida su reproducción total o parcial, impresa o por cual- quier medio, sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. Impreso y hecho en México ÍNDICE PREFACIO . 11 1. Mapas precolombinos, viajes islámicos y descu- brimiento del mundo . 15 2. Para el estudio del Islam en el mundo virreinal (lo que tuve que saber antes) . 49 3. Odiseos y Tersites: griegos en las Indias . 89 4. Cautivos de los moros y rescates americanos . 133 5. Algunas aventuras del camello en las Américas . 185 ÍNDICE ANALÍTICO . 215 A Liliana y Natalia Yo tuve mi covacha siempre abierta para cualquier afán, falaz o cierto, y tan franco, tan libre, tan abierto, mi hermoso corazón como una puerta. Almafuerte PREFACIO Hemos recorrido el libro majestuoso y percibimos su calor y su fragancia mas su sentido nos es dificultoso: somos hombres de mucha ignorancia. Hace pocos años (2012) me decidí a publicar una colección de escritos que llamé, y lo hice reciclando un nombre previa- mente inventado, Un orientalismo periférico: Nuestra América y el Islam. Dije que me decidí porque podría haber seguido alargando indefinidamente sus diversas partes, que giraban en torno a las visiones orientalistas originadas en América Latina, ya que en el interminable descubrimiento de nuevos testimo- nios iba descubriendo también que tales temas no se acaban nunca. Verdad que ningún tema lo hace, pero las posibilidades de la imaginación humana conocen pocos obstáculos para dejar sobre el papel sus huellas. Por ello parece haber dicho Tulio Halperin Donghi que lo bueno de la historia de las ideas es que uno siempre encuentra lo que busca; con ello, sólo la mentada decisión de confiar dicha producción a la imprenta dio fin, por el momento, al llenado de aquel tonel de las Danaides. Aquí es distinto. Retoma también este título un nombre in- ventado previamente pero se verá, si se avanza en la lectura o simplemente se ojea el índice, que el volumen que le sigue se compone de algunos capítulos, son menos que los del otro, de- dicados a las relaciones que históricamente vincularon nuestra 12 Hernán G.H. Taboada región con otras del Viejo Mundo, las cuales no se limitan al Islam aunque tienen en él una referencia privilegiada. Es decir que ha- blo aquí de realidades y no de imaginarios, aprovechando, entre otras cosas, que ya no es cosa mal mirada o ridícula hablar de realidades, pero también aprovechando de la lenta acumulación, incremento y maduración a través de los años de los escritos aquí reunidos, los cuales poca o ninguna difusión tuvieron en sus su- cesivas redacciones. Es ésta otra diferencia con el libro anterior, el cual recogía material ya publicado, aunque fuera objeto de agregados y revisión para su envío a la imprenta. Aclaro lo de la poca o ninguna difusión, y ello encuentra sus elementos de prueba en las notas iniciales de cada capítulo: en algunos casos éstos tuvieron una aparición previa en forma de acta de algún congreso, pero fue en forma más breve, más sencilla y sin referencia a las fuentes, o también informa la nota en el capítulo sobre los griegos que algo del material allí estante hizo parte de un artículo más general, que abarcaba a otros personajes del Mediterráneo, que se apoyaba sobre un material mucho más escaso y que si dejó una herencia es en el título que aquí retoma el libro en conjunto. La falta de publicación no siempre se debió a retraimiento mío, sino que al parecer los temas que iba desarrollando no encontraban fá- cilmente cabida en las revistas académicas, por lo que debían esperar largamente en sus redacciones que algún dictaminador les hiciera caso, y como dicho dictaminador nunca se hacía presente, me hacía al fin optar por retirar mi trabajo. Para algo fueron útiles las demoras. En esos años de escribir y esperar leí otras cosas, dicté clases y conferencias, caminé por muchas calles, oí la radio, tomé autobuses, escuché tan- gos, compré en el mercado, vi la televisión, hablé con gente. Las ideas y el punto de partida fueron cambiando: este último, que había originado un par de libros previos, era el de las relaciones entre América y los países del Islam. En los años de marras se fueron lentamente agregando nuevas preguntas, que crecientemente complicaban el panorama. Y eso no sólo Prefacio 13 fue por la natural acumulación de otro material, por la mayor familiaridad con el que en principio tenía juntado y por una más madura comprensión de lo que en esta América sucedió en el pasado. Fue también porque todo a la postre me hizo caer en cuenta de un problema más amplio y más interesante que el de las relaciones con el Islam, al cual, sinceramente, ha- bía llegado por una sucesión de coyunturas. ¿Qué otra cosa habría podido hacer entonces? Sólo con la mayor calma que una de las vueltas de mi vida aportó pudieron los apuntes y las noticias relacionarse con una empresa de más amplio calado. Era nada menos que una reescritura de la historia eurocrio- lla de América, en la cual ya no serían factor privilegiado los contactos con la Europa occidental, sino que sobre todo se entendería por sus dinámicas internas pero también por sus peculiares relaciones a través de los siglos y hasta los milenios con el conjunto de la ecumene euroafroasiática. Personajes singulares, corrientes subterráneas desde el Medio Oriente, China y Japón, desde la India, de África, Europa oriental y Rusia tuvieron su lugar en este caldero de América, aportando elementos culturales y material genético, estableciendo víncu- los y dejando intrigantes huellas, antes que la europeización del Nuevo Mundo en el siglo XIX cubriera aquello y sobre todo instilara en las élites criollas, como en las de todo el mundo, la interpretación eurocéntrica del pasado, el presente y el futuro ¿Para qué hablo más? Todo eso está desarrollado liminalmente en un artículo llamado “Para ‘reorientar’ la historia de América: en busca de sus relaciones con la ecúmene euroafroasiática”, en Astrolabio, núm. 9, Córdoba, Argentina, 2012. En http://re- vistas.unc.edu.ar/index.php/astrolabio/article/view/2814/3014. Hoy escribiría dicho artículo de forma ligeramente distinta pero por ahora voy a dejarlo en paz y sólo evocarlo para in- formar que sus ideas básicas todavía se hallan en la base de los capítulos que siguen a esta introducción. La presentación podía haber sido distinta, más amplia, pero me retiene aún la clemencia hacia los posibles lectores y la autoridad de quien 14 Hernán G.H. Taboada consideraba, a la zaga de algún ensayista inglés, que “desvarío laborioso y empobrecedor es el de componer vastos libros; el de componer en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposi- ción oral cabe en pocos minutos”. Por ello me mantengo todavía alejado de recapitular una vez más toda la historia de todos los pueblos, una sirena que hizo caer a muchos al abismo, y el de- sarrollo de pequeños temas aún me parece que va a ser a la larga más fructífero. Son de las enseñanzas paralelas que he ido cosechando. Hubo otras que los años depositaron, visibles en palabras, frases, versos que aunque sea como epígrafes ha- cen aquí su obra y dejan su rastro. Algunas sin que lo note el de afuera: una autora se preguntaba sabiamente por la mejora que su trabajo había producido en su persona. Me lo estoy preguntando yo también en este momento. Termino agradeciendo a la institución que me está dando asi- lo desde hace algunos años, el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC), de la Universidad Nacional Autónoma de México. A mi esposa, a mi hija y a mis hermanos. Y a nadie más expresamente: sigo considerando válido lo que escribí en el prólogo de Un orientalismo periférico sobre esas extravagantes sartas de agradecimientos que presiden muchos libros. Agrego que tampoco comparto, y hasta me parece suma- mente extraño, el caso de los que dicen al final de su amplio prólogo que muchos y muchas les hicieron sugerencias, críticas y correcciones pero que las ideas expresadas son sólo respon- sabilidad propia.