Baracoa, La Primera Villa
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Baracoa, la primera villa Ibis María Menéndez-Cuesta - González Mildre García - Chávez Instituto de Planificación Física Introducción Ascender al Yunque de Baracoa, una montaña aplanada de 575 m de altura sobre el nivel del mar (foto 1) remontar los ríos Miel, Duaba, Yumurí y el Toa, este último el más caudaloso del país, en una cayuca, embarcación típica de la zona bañarse en las playas Maguana, Saratoga, Duaba o Barigua, y conocer las fincas productoras de cacao y coco existentes en toda la región resultan actividades de un marcado interés para todos aquellos que visitan este territorio. Para conocerlo hay que caminar por las áreas del Parque Nacional “Alejandro de Humboldt” (insertado dentro de la reserva de la biosfera de Cuchillas del Toa) y moverse hacia el este en dirección a la Punta de Maisí, para cruzar el Paso de los Alemanes; admirar el abra del río Yumurí, las bahías de Boma y de Mata, y disfrutar del paisaje desde lo alto de las terrazas de la localidad de La Máquina. Pero lo más relevante de todo es precisamente la excepcionalidad de la ciudad de Baracoa, la primera villa construida en Cuba. Foto 1. Vista del Yunque de Baracoa. La ciudad de Baracoa se encuentra situada en el extremo noreste de la provincia de Guantánamo, a una distancia de 154 km de la capital provincial, enclavada en las terrazas marinas de Baracoa y rodeada por una zona montañosa (macizo montañoso Nipe-Sagua- Baracoa), con fuertes limitantes físicos para el crecimiento, como los escarpes del Paraíso y las extensas zonas inundables producidas por los ríos Miel, Macaguaní y Duaba. Limita al noreste con el Océano Atlántico, al suroeste con el macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, al oeste con el río Duaba y al este con el asentamiento humano de Guamá (foto 2). Foto 2. Ciudad de Baracoa. Se desarrolla en una estrecha franja costera de 1 a 1,5 km de ancho, de forma lineal, extendida a lo largo de las calles Martí y Maceo, y las carreteras Baracoa-Guantánamo y Baracoa-Moa, condicionada por los umbrales físicos anteriormente mencionados (foto 3). Foto 3. Vista panorámica de la ciudad. La ciudad invita a emprender recorridos en todas direcciones al ser centro de la región turística de Baracoa. Dentro de la propia localidad hay que visitar su Centro Histórico, declarado Monumento Nacional, con su sistema de fortificaciones militares y la Iglesia Parroquial (foto 4). Muy cerca de ella se encuentra el Yunque, también Monumento Nacional por su valor histórico y natural, localizado aproximadamente a unos 6 km del centro de la ciudad. Foto 4. Iglesia Parroquial de Baracoa. Posee una amplia gama de ofertas culturales y recreativas que se pueden implementar a partir de la calidad de sus propios recursos naturales y culturales, lo que permite entrar en contacto con el ámbito caribeño y las realidades cubanas de hoy. El grado de aprovechamiento de sus recursos es bajo, sin embargo, la escasa infraestructura existente no satisface la demanda actual y futura que tiene y tendrá la ciudad. Los establecimientos hoteleros tienen atractivas ofertas gastronómicas y recreativas (foto 5). El visitante puede conocer el Museo de Historia Municipal, disfrutar de un almuerzo típico en la finca Duaba y degustar los numerosos dulces caseros que se elaboran a partir del coco, la miel y la piña. Gozan también de reconocida calidad los productos elaborados a partir del cacao en la única procesadora que existe en Latinoamérica, la cual se encuentra en la zona industrial de la ciudad de Baracoa. Foto 5. Hotel La Punta. Con sus costas, ríos y montañas constituye uno de los mejores lugares conservados del país. Además de su hermosa naturaleza, en Baracoa el turista se siente un poco más cerca de Cuba. La aventura de la llegada Desde los accesos a la ciudad de Baracoa comienza la aventura y el disfrute de lo diferente y excepcional que posee este territorio. Se puede acceder a él por varias vías. A través del viaducto La Farola, una carretera que avanza entre montañas, maravilla de la ingeniería civil cubana, con 11 puentes volados al vacío y su punto más interesante marcado en el Alto de Costilla, situado a 600 m sobre el nivel del mar (foto 6). Foto 6. Vista panorámica del viaducto La Farola. Por la Vía Azul, carretera que enlaza el municipio de Baracoa con la cabecera provincial, que posee paisajes únicos en el territorio nacional, al ser la zona más seca del país con características semidesérticas. A través de Maisí, carretera construida entre pendientes, va bordeando la costa y desde ella se observan pequeñas caletas arenosas, costas abrasivas y grandes bloques desprendidos de las alturas. Un punto de relevancia e interés es el paso de Los Alemanes, formado por un gran bloque que forma un túnel natural por donde pasa la vía. Llegar a Baracoa desde la provincia de Holguín, atravesando Moa, bordeando todo el litoral oeste desde donde se pueden observar los ríos Duaba, Toa, Báez y Navas, y las bahías de Maraví, Aguacate, Maguana, Cayo Guaneque, Taco y otras. La Vía Mulata, por su parte, atraviesa todo el macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, pasando por diferentes núcleos de reservas naturales; desde ella pueden apreciarse formaciones vegetales de excepcional belleza. Otras vías de acceso, aunque no tan atractivas, son el aeropuerto de la ciudad, cuya pista tiene una longitud de 1 850 m y un ancho de 40 m, y la ruta marítima procedente de Santiago de Cuba, haciendo escala en el puerto de Boquerón, continuando su recorrido bordeando el litoral sur e incorporándose a la costa norte hasta llegar al puerto de Baracoa como puerto terminal. Atractivos en la región La región presenta un gran número de miradores naturales, atendiendo a lo abrupto de su relieve, entre los que encuentran el Alto de Nibujón, las alturas de Seboruco, El Yunque, entre otros. Se cuenta, además, con un gran número de áreas protegidas, que en su mayoría forman parte de la reserva de la biosfera de Cuchillas del Toa, declarada Patrimonio de la Humanidad en el 2000, con el Parque Nacional “Alejandro de Humboldt”. Las playas están situadas fundamentalmente cerca de las desembocaduras de los ríos, con pendientes fuertes y sedimentos gruesos y oscuros de origen predominantemente fluvial; sin embargo, también existen algunas playas de arena clara fina y mediana granulometría y pendiente suave de origen abrasivo acumulativo (foto 7). Foto 7. Una de las bellas playas de Baracoa. En la zona existen algunas bahías de regular tamaño, en las que se pueden realizar diversas actividades náuticas, paseos en lancha e incluso actividades de alojamiento, así como una serie de bahías pequeñas y poco profundas; las principales son Taco, Baracoa y Mata (foto 8). Foto 8. Vista panorámica de la zona costera. Se conoce la existencia de fondos submarinos muy atractivos a lo largo de todo el litoral, en los que se pueden desarrollar actividades como el buceo autónomo (Aqualung), buceo ligero (Snorkeling), pesca a cordel y pesca submarina. Entre ellos se encuentran Maguana y Quibongo en la bahía de Mata. Los ríos constituyen un atractivo natural relevante, se destacan el Toa, Duaba, Yumurí, Mata, Miel, Báez, Navas, Nibujón y otros. A pesar de las diferencias que presentan estos en cuanto a longitud, caudal y grado de transformación antrópica, tienen semejanzas por la presencia de tibaracones, lo que hace difícil penetrar a ellos desde el mar; la vegetación natural en sus orillas, conservada en buen estado; la diversidad y abundancia de aves y peces; la presencia de paisajes fluvio-lacustres en sus desembocaduras, y en sus fondos aparecen cantos rodados que en ocasiones afloran formando islas. Las zonas de caza constituyen otro de los atractivos, entre las que sobresalen las elevaciones entre los ríos Santa María, Báez y Jiguaní; Santa Rosa, en los estribos del Yunque, y la Sierra de Capiro, desde el río Yumurí hasta el sitio de la Gotera. Las especies que más se cazan son la Paloma Rabiche, la Torcaza Aliblanca y Cuellimorada, y los patos migratorios. Por otra parte, están declarados por ley los monumentos nacionales siguientes: 1. El Centro Histórico de la ciudad de Baracoa, con todo su sistema de edificaciones religiosas y defensivas. 2. La playa de Duaba. 3. El Yunque. Un poco de historia La historia de Baracoa comienza desde su análisis geológico, siendo un territorio rico y complejo cronológica y geológicamente, pues es uno de los más antiguos de Cuba. Los recursos geológicos de cualquier región natural constituyen el basamento donde se desarrollan o evolucionan los demás recursos, son además determinantes para la asistencia de diferentes tipos de paisajes, comunidades bióticas e incluso para la subsistencia del hombre, claro está que otros factores actúan conjuntamente con los geológicos. Baracoa, primera villa fundada en Cuba y segunda en América, primera capital de la Isla y sede episcopal de la conquista de los españoles desde el 15 de agosto de 1511, fue bautizada por Diego Velázquez con el nombre de “Nuestra Señora de Asunción de Baracoa”, llamada por los indios con el vocablo aborigen Baracoa dado su significado, existencia de mar. Su liderazgo fue de corta duración, pues el aislamiento geográfico de la primera villa imposibilitaba dirigir eficientemente desde allí el proceso de colonización. Esta localidad, custodiada por montañas, fue la primera de la Isla en tener Iglesia Parroquial, en el interior de la cual se conserva la Cruz de Parra, colocada en tierra cubana por el Almirante Cristóbal Colón en 1492, lo que constituye el vestigio más antiguo que existe de la llegada del cristianismo a América. Luego de su descubrimiento y tras sus riquezas y la excepcional belleza que ofrece el marco natural donde está enclavada, fue atacada y quemada en varias ocasiones por corsarios y piratas, lo que provocó la huida hacia las montañas y campos de sus moradores.