SERIE RECURSOS HIDROBIOLÓGICOS Y PESQUEROS CONTINENTALES DE COLOMBIA II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA: cuencas del Magdalena-Cauca, Sinú, Canalete, Atrato, Orinoco, Amazonas y vertiente del Pacífico

Carlos A. Lasso, Francisco de Paula Gutiérrez, Mónica A. Morales-Betancourt, Edwin Agudelo Córdoba, Hernando Ramírez-Gil y Rosa E. Ajiaco-Martínez (Editores) L. F. Jiménez-Segura

© Instituto de Investigación de los Recursos Biológicos CITACIÓN SUGERIDA Alexander von Humboldt. 2011 Obra completa: Lasso, C. A., F. de Paula Gutiérrez, M. Los textos puedes ser citados total o parcialmente ci- A. Morales-Betancourt, E. Agudelo, H. Ramírez -Gil y R. tando la fuente. E. Ajiaco-Martínez (Editores). 2011. II. Pesquerías con- tinentales de Colombia: cuencas del Magdalena-Cauca, Contribución IAvH # 464 Sinú, Canalete, Atrato, Orinoco, Amazonas y vertiente del Pacífico. Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos y SERIE EDITORIAL RECURSOS HIDROBIOLÓGICOS Pesqueros Continentales de Colombia. Instituto de In- Y PESQUEROS CONTINENTALES DE COLOMBIA vestigación de los Recursos Biológicos Alexander von Coordinación editorial Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia, 304 pp. COMITÉ CIENTÍFICO EDITORIAL Carlos A. Lasso Capítulos: Ramírez-Gil, H. y R. E. Ajiaco-Martínez. Corrección y revisión de textos 2011. Diagnóstico de la pesquería en la cuenca del Ori- Carlos A. Lasso y Mónica A. Morales-Betancourt noco. Capítulo 6. Pp. 168-198. En: Lasso, C. A., F. de Pau- la Gutiérrez, M. A. Morales-Betancourt, E. Agudelo, H. Revisión científica: Mauricio Valderrama Barco Ramírez-Gil y R. E. Ajiaco-Martínez (Editores). II. Pes- querías continentales de Colombia: cuencas del Magda- Fotografías lena-Cauca, Sinú, Canalete, Atrato, Orinoco, Amazonas • Anabel Rial Bouzas (Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Venezuela) Alejandro Bastidas, Antonio Castro, Armando Ortega- y vertiente del Pacífico. Serie Editorial Recursos Hidro- • Aniello Barbarino (Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias -INIA, Lara, Banco de Imágenes Ambientales Instituto Hum- biológicos y Pesqueros Continentales de Colombia. Insti- boldt, Camilo Escallon, Camilo Rincón-López, Carlos tuto de Investigación de los Recursos Biológicos Alexan- Venezuela) A. Lasso, Carlos A. Rodríguez, Charles Brewer-Carías, der von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia. Claudia Sánchez, Corporación Colombia Internacional, • Antonio Machado-Allison (Universidad Central de Venezuela) Edwin Agudelo, Egor Merik Sánchez, Fernando Trujillo, • Carlos Barreto-Reyes (Instituto Colombiano de Desarrollo Rural-Incoder) Francisco Castro, Francisco Gómez, Francisco Nieto, II. Pesquerías continentales de Colombia: cuencas del Francisco Rojas, Fundación Chelonia, Fundación Tro- Magdalena-Cauca, Sinú, Canalete, Atrato, Orinoco, • Carlos A. Rodríguez Fernández (Fundación Tropenbos Colombia) Amazonas y vertiente del Pacífico / Carlos A. Lasso et( penbos Internacional Colombia, Fundación Omacha, • Célio Magalhães (Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia INPA/CPBA, Brasil) Gian Carlo Sánchez-Garcés, Javier Maldonado, Joe al.). 304 pp. 16.5 x 24 cm. Pérez, Juliana Agudelo, Juliana Delgado, Giovanni Ra- • Donald Taphorn (Universidad Experimental de los Llanos-Unellez, Venezuela) mírez, Gonzalo Urrea, Instituto de Investigaciones Am- I. Autor (Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas- bientales del Pacífico, Instituto Sinchi, Lina Mesa, Luz II. Título • Edwin Agudelo-Córdoba Fernanda Jiménez-Segura, Luz Slendy Pimiento, Ma- 1. Conservación Sinchi, Colombia) nuel Merchán, Martha Gualdron, Nestor Reyes, Mauri- 2. Sostenibilidad • Fernando Trujillo (Fundación Omacha, Colombia) cio Valderrama, Mónica A. Morales-Betancourt, Patricia 3. Cuencas hidrográficas A. Obando, Patricia Tellez, Pedro René Eslava, Rafael 4. Gestión • Francisco de Paula Gutiérrez (Universidad Jorge Tadeo Lozano, Colombia) Antelo, Rocío Polanco, Rosa Elena Ajiaco, Santuario de 5. Ecosistemas Flora y Fauna Ciénaga Grande de Santa Marta-SFFCGSM • Germán Galvis Vergara (Universidad Nacional de Colombia) 6. Recursos pesqueros Parque Nacional Natural, Unillanos, Yesid López. 7. Pesca comercial • Hernando Ramírez-Gil (Universidad de los Llanos-Unillanos, Colombia) Fotos portada • Hernán Ortega (Universidad Nacional Mayor de San Marcos- UNMSM, Perú) 639.21 861 -- CDD 21 Carlos A. Lasso, Carlos A. Rodríguez, Manuel Merchán y • John Valbo Jørgensen (Departamento de Pesca y Acuicultura, FAO) Egor Merik Sánchez Registro del Catálogo Humboldt: 14903 • Josefa C. Señaris (Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Venezuela) Fotos contraportada: Fernando Trujillo • Luz F. Jiménez-Segura (Universidad de Antioquia, Colombia) Responsabilidad. Las denominaciones empleadas y Foto portada interior: Yesid López la presentación del material en esta publicación no im- • Mauricio Valderrama Barco (Fundación Humedales, Colombia) plican la expresión de opinión o juicio alguno por parte • Mario Barletta (Universidade Federal de Pernambuco, Brasil) Elaboración de mapas: Juliana Agudelo Torres - IAvH del Instituto de Investigación de los Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Así mismo, las opiniones ex- • Myriam Lugo Rugeles (Universidad Nacional de Colombia) Diseño y diagramación: Luisa Fernanda Cuervo G. presadas no representan necesariamente las decisiones • Ramiro Barriga (Instituto Politécnico de Quito, Ecuador) o políticas del Instituto, ni la citación de nombres, es- Impresión: Unión Gráfica Ltda. tadísticas pesqueras o procesos comerciales. Todos los • Ricardo Rosa (Universidade Federal de Paraiba, Brasil)

aportes y opiniones expresadas son de la entera respon- Bogotá, D. C., Colombia • Ricardo Restrepo M. (Universidad Santo Tomas de Aquino - USTA , Colombia) sabilidad de los autores correspondientes. 1.000 ejemplares • Rosa E. Ajiaco-Martínez (Corporación Colombia Internacional) ISBN: 978-958-8343-62-4 C. A. Rodríguez

TABLA DE CONTENIDO

Presentaciones 7

Prólogo 13

Autores 17

Agradecimientos 19

Resumen ejecutivo 21

Executive summary 25

Introducción 29

1. Diagnóstico de la pesquería en la cuenca del Magdalena-Cauca 35

2. Diagnóstico de la pesquería en la cuenca del Sinú y Canalete 75

3. Diagnóstico de la pesquería en la cuenca del Atrato 103

4. Diagnóstico de la pesquería en la vertiente del Pacífico 121

5. Diagnóstico de la pesquería en la cuenca del Amazonas 143

6. Diagnóstico de la pesquería en la cuenca del Orinoco 169

Niño del Morro, ciénaga Grande de Santa Marta. Foto: A. Bastidas 7. Casos de estudio 199 G. Sánchez-Garces

7.1. Especies introducidas y trasplantadas en las pesquerías, con énfasis en las tilapias (Oreochromis niloticus y Oreochromis spp ) y las cachamas (Colossoma macropomum y Piaractus brachypomum) 201

7.2. La pesca y los recursos pesqueros en los embalses colombianos 233

7.3. Algunos aspectos relacionados con la pesca de juveniles de góbidos (Perciformes: Gobiidae) diádromos en ríos costeros de la vertiente Pacífico de PRESENTACIONES Colombia 283

Colombia no solamente es uno de los paí- tencia, de enorme relevancia en términos ses con mayor diversidad biológica del de la seguridad alimentaria de poblacio- mundo sino también una potencia hídrica, nes ribereñas. Además, son base también con una excepcional alta disponibilidad de para el desarrollo de una importante ac- agua dulce. tividad de pesca comercial de pequeñas y medianas empresas, pesca deportiva y Nuestro territorio continental está irri- recreativa. gado por algunas de las más grandes y ex- tensas cuencas hidrográficas de América Sin embargo, como nos lo confirma con da- Latina. Están la cuenca amazónica, orino- tos y cifras esta publicación, la producción quense y la del Magdalena - Cauca, la cuen- pesquera continental es objeto de sobreex- ca del Caribe y la vertiente Pacífica con sus plotación y de una suma de problemas cortos, pero caudalosos cursos fluviales. ambientales. La pesquería en la cuenca del Magdalena está en crisis, lo cual es un Esta compleja hidrogeografía explica la ri- reflejo del mal manejo de esta importante queza de recursos hidrobiológicos y la bio- cuenca. diversidad acuática continental de Colom- bia, que es la base de nuestras pesquerías Para afrontar esta problemática, al mo- continentales. mento de publicarse este trabajo, en el gobierno nacional nos encontramos rea- Las pesquerías continentales son princi- lizando un juicioso trabajo intersectorial palmente fuente para la pesca de subsis- que apunta a la consolidación de una ins-

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PRESENTACIONES

M. Morales-Betancourt

titucionalidad pesquera con el ánimo de En esta perspectiva, la investigación y la articular competencias y fortalecer capa- divulgación de información básica sobre cidades. Esta tarea es liderada por la Alta los recursos hidrobiológicos y pesqueros es Consejería Presidencial para la Gestión fundamental. Este es sin duda uno de los Ambiental, Biodiversidad, Agua y Cam- aportes más relevantes de los institutos bio Climático, e involucra al Ministerio de de investigación del SINA y del Sistema de Agricultura y Desarrollo Rural, al Ministe- Información Ambiental. Necesitamos sóli- rio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y das bases técnicas y científicas para orien- al Departamento Nacional de Planeación, tar la toma de decisiones y la construcción Con un aporte continuado entre los 10 y América Latina y en el 2005 la Comisión entre otras entidades. de políticas públicas. 11 millones de toneladas anuales, la pes- de Pesca Continental para América Lati- ca continental contribuye con el 8% del na (Copescal) recomendó “…que debiera Por otro lado, estamos formulando una Por eso, en buena hora llega esta publi- pescado capturado a nivel mundial. Sin mejorarse la recolección y análisis de ese tipo Política de Pesca y Acuicultura que ha de cación y esta serie que edita el Instituto embargo, en casi todos los países hay más de información, la que debería divulgarse en incorporar sólidos criterios de sostenibili- de Investigación de Recursos Biológicos personas trabajando en este sector que en forma oportuna y eficaz para facilitar una dad. Y al mismo tiempo, trabajamos con el Alexander von Humboldt. En concordan- la pesca marítima y la acuicultura. En tér- mejor toma de decisiones, tanto de la admi- Congreso de la República para lograr una cia con la política de biodiversidad, me minos de seguridad alimentaria la pesca nistración pesquera como de las otras partes Ley de Pesca y Acuicultura consistente con complace constatar que el diagnóstico que las necesidades de un sector fundamental continental también juega un papel im- interesadas en el sector...” hace esta publicación de las pesquerías portantísimo, puesto que prácticamente para el desarrollo sostenible del país. continentales fue realizado con el enfoque toda la producción sirve de alimento para Aunque los desembarcos continentales en socio-ecosistémico. Naturalmente, el nuevo esquema insti- los seres humanos, mientras que un ter- América Latina han experimentado un in- cio de la producción marítima se usa para cremento continuo a partir de 1950, año tucional y de política en pesca y acuicul- La calidad y el rigor científico de su con- aceites y harina. En zonas rurales, en es- donde la FAO empezó la recolección de da- tura contará con todo el compromiso del tenido, con aportes de connotados inves- pecial en países en vía de desarrollo cuya tos, ha habido cambios en la composición Sistema Nacional Ambiental (SINA). En tigadores e importantes centros de in- de las capturas y estas han disminuido en el Ministerio de Ambiente y Desarrollo vestigación del país, nos garantizan una infraestructura es deficiente, el pescado algunas pesquerías, entre ellas las de Co- Sostenible, el tema será objeto de aten- aproximación objetiva y confiable sobre el proveniente de ríos, lagos y embalses ofre- lombia. Con una captura de 83.000 tone- ción especial desde la Dirección de Ges- estado actual de las pesquerías continen- ce una fuente de proteína insustituible. En ladas de pescado en 1972, Colombia era el tión Integral de la Biodiversidad, la cual tales. estas zonas, el nivel de consumo de pesca- tiene la responsabilidad de promover la do puede llegar a ser de los más elevados país que contribuyó más a los desembar- preservación, manejo y uso sostenible de Que esta información nos sirva para enfo- en el mundo. Otras fuentes importantes cos continentales en las Américas, pero en la diversidad biológica acuática continen- car de mejor manera la gestión del recurso de empleo e ingresos para las comunida- cambio a finales de la primera década del tal. Igualmente, la Dirección de Gestión y nuestras acciones tanto desde el ámbito des rurales que también dependen del re- segundo milenio, el país solamente produ- Integral del Recurso Hídrico y la Direc- gubernamental como del sector privado y curso pesquero, son la pesca recreativa o jo un 25% de esta cantidad. Poco sabemos ción Sectorial y de Políticas de Desarrollo las comunidades pesqueras. deportiva y la pesca ornamental. en la actualidad sobre las causas de este Sostenible, aportarán decididamente a la descenso, pero este libro no solamente implementación de las políticas y apoya- Es un momento crítico para las pesquerías A pesar de la importancia primordial que actualiza la información disponible, sino rán la institucionalidad responsable de las continentales de nuestro país. Trabajemos tiene la pesca continental para millones de que a través de sus análisis nos lleva un pesquerías. juntos. Al fin de cuentas se trata de una personas, hay una escasez de datos e in- gran paso adelante en nuestro entendi- responsabilidad de todos. formación sobre el estado de explotación miento de la situación actual de la pesca, el de los recursos y de los aspectos económi- estado de los “stocks” y nos permite perci- cos y sociales de la pesca continental, lo bir el papel que juega la pesca continental Sandra Bessudo cual dificulta una adecuada valoración de en la sociedad colombiana. Alta Consejera Presidencial para la la importancia del sector y la formulación Gestión Ambiental, Biodiversidad, de medidas para su desarrollo sostenible. El libro revela claramente la relación di- Agua y Cambio Climático Esta situación también es una realidad en recta entre el medio ambiente y la produc-

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PRESENTACIONES

M. Morales-Betancourt

tividad pesquera, destacando así, la nece- No podemos olvidar que Colombia com- sidad de aplicar un enfoque ecosistémico parte las cuencas del Amazonas y Orinoco de cuenca para llegar a un desarrollo sos- y muchas de sus sub-cuencas, con los paí- tenible, que pueda sustentar los beneficios ses vecinos. Así mismo, también comparte socioeconómicos que genera la pesca. Pero los “stocks” que se aprovechan en la pesca, a pesar de los desafíos que enfrentan los por lo que hay que darle énfasis a la impor- ecosistemas acuáticos y las poblaciones íc- tancia de fortalecer la cooperación entre ticas, la pesca continental sigue ofrecien- los países para asegurar un manejo y uso do grandes potencialidades en relación al sostenible de esas cuencas. Con esta nueva publicación, el Instituto la población o colapsan? la respuesta sen- desarrollo económico y social, pero dicha de Investigación de Recursos Biológicos cilla: la pesca se constituye en la mayoría potencialidad sólo se puede lograr si se le Mi esperanza es que este libro sirva para Alexander von Humboldt quiere darle con- de los casos como la única alternativa via- asigna la prioridad adecuada al sector en llamar la atención a los políticos y los ofi- tinuidad a la línea de investigación sobre ble de subsistencia. las políticas, estrategias y los planes de de- ciales responsables por la planificación y la la biodiversidad acuática continental de sarrollo. gestión de los recursos naturales, para que Colombia, vista desde la perspectiva no Desde el Instituto Humboldt hemos que- tomen en cuenta la pesca continental. solo de su conocimiento básico y conserva- rido realzar este importante componente ción, sino de la importancia que tiene esta de la biodiversidad y es por ello que en el enorme diversidad de peces en el contexto marco de la Serie Editorial “Recursos Hi- John Valbo Jørgensen del uso de los recursos hidrobiológicos y drobiológicos y Pesqueros Continentales Departamento de Pesca y Acuicultura pesqueros, y de su importancia en la segu- de Colombia”, presentamos el segundo FAO ridad alimentaria e incluso en la economía volumen. En primera instancia publica- del país. mos entre el 2010 y principios de 2011 el primer volumen titulado “Catálogo de los Mucho se ha discutido sobre la paradoja de Recursos Pesqueros Continentales de Co- que teniendo esta enorme riqueza de peces lombia”, que era el punto de partida lógico. de agua dulce -Colombia es el segundo país Conociendo la taxonomía, historia natural más diverso en Latinoamérica y está entre y los aspectos biológicos-pesqueros de las los cinco con mayor riqueza ictiológica a 173 especies incluidas bajo la categoría de nivel mundial- y una enorme extensión recurso pesquero, el siguiente paso fue ha- territorial, el potencial pesquero conti- cer el diagnóstico de las pesquerías a nivel nental sea bajo y el aporte de la pesca se de las grandes cuencas de Colombia, pero diluya dentro de las cifras macroeconómi- con un enfoque socioecosistémico. Es por cas nacionales. Esta aseveración, que no ello que incluimos no solo el tema estricta- hace justicia a la realidad, se ha manejado mente pesquero, sino otras variables como muchas veces sin considerar el contexto el impacto antrópico, expresado como la biogeográfico y la heterogeneidad ambien- intervención física, química y biológica tal de Colombia. Nos hemos preguntado (especies introducidas) en los ecosistemas alguna vez ¿cuál es el aporte de la pesca fluvio-terrestres y sus humedales asocia- a la población de las grandes ciudades en dos, aunado a la sobrepesca. los ríos o cuencas colombianas?; ¿cuántas familias dependen de esta actividad, espe- Adicional al diagnóstico del aporte de las cialmente las de bajos recursos y menores pesquerías de los ambientes naturales ingresos económicos?; ¿qué pasa cuando con especies autóctonas en las cuencas los productos y bienes derivados de otras del Orinoco, Amazonas, Magdalena- actividades como la agricultura, ganadería Cauca, Sinú, Canalete, San Jorge, Atrato e incluso la caza, no son asequibles a toda y la vertiente del Pacífico, hemos incluido

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PRESENTACIONES

también un análisis del papel indudable le queda más que una posibilidad: tomar M. Morales-Betancourt que hoy en día juegan los embalses como medidas para asegurar la conservación de ecosistemas emergentes y las especies in- los ecosistemas acuáticos y proteger los troducidas, sean exóticas o trasplantadas, recursos en los que se basa la pesca conti- a la productividad y diversidad de la bio- nental. Ante esta encrucijada, el Instituto ta colombiana. Un tema de discusión con Humboldt, como parte de sus responsabi- muchas opiniones encontradas, pero que lidades frente al país y con el objeto de que es una realidad nacional. la conservación de la biodiversidad se real- mente efectiva, apuesta por tener el cono- Finalmente, se puede decir casi de manera cimiento adecuado que llegue de manera PRÓLOGO categórica que a Colombia, frente a la si- oportuna a los tomadores de decisiones en tuación actual de los recursos pesqueros los sectores ambientales y pesquero. continentales -y también los marinos-, no

Brigitte L. G. Baptiste ¿Porqué la pesca artesanal es una activi- respuesta a la pregunta inicial que se ha Directora Instituto de Investigación dad casi invisible para los tomadores de de- hecho: la invisibilidad del sector ocurre de Recursos Biológicos Alexander von cisión y los planificadores?...Los niveles de en parte porque los planificadores y toma- Humboldt inversión en este sector lo evidencian. Por dores de decisiones no cuentan con una tanto, no es de extrañar que no se conozca información pertinente, oportuna y con- la importancia que conlleva el uso de los fiable sobre el sector. Y este libro la trata Carlos Andrés Lasso recursos pesqueros que son fuente de acti- de proveer, reflejando el esfuerzo de una Coordinador Programa Biología de la vidad productiva y primordialmente segu- comunidad científica que con presupues- Conservación y Uso de la Biodiversidad- ridad alimentaria para posiblemente más tos bajos logra ofrecer una información IAvH de un millón de colombianos. valiosísima para el país.

Sin temor a equivocarme, pienso que la Cuando se habla de pesca continental o de emergencia ambiental que soportó el país aguas interiores o aguas dulces, no se pue- el año pasado no fue más grave porque en de olvidar que se debe contemplar como un la mayoría de los casos los afectados pu- sistema. A partir de un ambiente acuático dieron continuar obteniendo recursos con los servicios ecosistémicos que ofrece, alimenticios e ingresos económicos. Si no se vinculan las poblaciones de peces y ellas hubiese sido así, la crisis social y económi- ca hubiese sido de tamaño colosal. No obs- con el hombre, que las usa y aprovecha, ge- tante esta evidencia, los pescadores aún nerando un producto que consume, proce- siguen siendo invisibles en términos de sa y comercializa. De ahí que los capítulos inversión y la problemática de sostenibili- de este libro se han planteado a nivel de dad de los recursos que los proveen no es cuenca y contienen información estraté- diferente en cuanto a sus consecuencias. gica de todos los componentes del sistema Los pescadores viven en la marginalidad, de la pesca artesanal de consumo de aguas con altos índices de necesidades insatisfe- dulces en Colombia. chas y lo que es más grave, ad portas de un colapso de los recursos pesqueros sujetos Se evidencia en este diagnóstico el esta- de uso. do de sobrepesca de los principales re- cursos pesqueros y su grado de amenaza. De ahí la importancia de este libro. Por- Este es el caso del bocachico (Prochilodus que entre sus objetivos busca ofrecer una magdalenae) en el Magdalena-Cauca y en

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M. Morales-Betancourt

el Sinú; el bagre rayado (Pseudoplatysto- antes que a los meramente económicos y comerciante hasta la sociedad civil) y a el río Inírida. Un caso a imitar es la expe- ma magdaleniatum) en el Magdalena; los particulares (como es el caso de desecación las otras autoridades relacionadas (am- riencia realizada en el embalse de Betania, grandes bagres como los valentones o le- de ciénagas). Considerar el uso asociado a bientales y demás). Pero tenemos que ser donde apoyada por la autoridad de pesca cheros (Brachyplatystoma filamentosum) y una estrategia de conservación es el enfo- cautelosos, y la misma FAO (Documento y por representantes de la sociedad civil, dorados (Brachyplatystoma rosseauxii) en que moderno de aproximación a una solu- Técnico de Pesca 424 del 2005, página iv) la comunidad de pescadores protegió una la Orinoquia y Amazonia; y finalmente las ción llamada sostenibilidad. mencionaba que: “la ordenación pesquera zona de reserva de forma exitosa, mos- emblemáticas cachamas y morocotos de es una disciplina compleja y en evolución, trando que más fueron los instrumentos la Orinoquia (Colossoma macropomun, Pia- Quizá la única herramienta que ha dado y todavía se está aprendiendo mucho so- educativos que los represivos lo que contri- ractus brachypomum), que presentan una resultados para el mejoramiento de pobla- bre lo que implica, lo que funciona y lo que buyeron a ello. Y para los casos de recursos marcada disminución de sus desembarcos ciones en sistemas artificiales o regulados no. El problema es agravado por el hecho compartidos (en la Amazonia, Orinoquia en el Alto Meta. La protección de estos y ha sido el repoblamiento. Las acciones en que la ordenación pesquera, como discipli- y Catatumbo) la ordenación debe utilizar otros recursos es una acción imperiosa que el embalse de Urrá (único ambiente ar- na coherente no ha sido bien definida to- los instrumentos internacionales como es se debe realizar a través del establecimien- tificial de esa magnitud a salvo de espe- davía, y frecuentemente es también poco el caso del Tratado de Cooperación Ama- to de puntos biológicos de referencia para cies exóticas) muestran también al único entendida”. No sorprende por ello que la zónica TCA o las Comisiones Binacionales sus pesquerías (PBR) y sobre todo, es ur- ambiente en el país donde la población Ley de Pesca colombiana no menciona el existentes con Perú, Venezuela y Brasil. gente ejecutar acciones para el seguimien- de bocachico ha aumentado. El repobla- término ordenación y más aún si sabemos Los avances del proceso de ordenación to de su estado y respuesta (monitoreo) miento debe cumplir con objetivos claros que las pesquerías de acceso abierto son pesquera del sector binacional del río Pu- que sustenten de forma oportuna la adop- (restauración o compensación, ocupación biológica, económica y socialmente com- tumayo con Perú, fue un ejemplo de cómo ción de acciones dinámicas de ordenación. de nichos vacantes o reforzamiento de re- plejas de manejar. Además, la ordenación actuar (aunque las limitantes encontradas En el país hay dos casos concretos con el clutamiento para pesquerías, por ejemplo) pesquera deberá contar con un enfoques fueron más bien en el cómo operar, y aún bocachico para las cuencas Magdalena y y se debe surtir de semilla o de ejemplares de ecosistemas y por lo tanto es exige una hoy no están del todo resueltas). Pero esta Sinú que ameritan la implementación de tanto producidos bajo protocolos estrictos apropiada coordinación entre las autori- experiencia binacional ha concitado bases acciones de monitoreo porque ya se han que minimicen los efectos genéticos, como dades ambientales y la autoridad de pesca. de procedimiento apropiadas para el ma- recomendado PBR, y para que éstos sean provenientes del medio natural (levante nejo pesquero de recursos compartidos. funcionales, se requiere que sean adopta- de larvas o traslado manual). Un ejemplo Pero hay esperanzas. Existen experiencias dos formalmente por la autoridad de pesca exitoso ocurre en la cuenca del Sinú, don- de ordenación pesquera en el país que han Como se concluye, la situación actual es y dar así continuidad a los programas de de se tiene como meta para el 2011 que gestado procesos muy prometedores. En difícil pero aún así, debe ser motivadora. seguimiento. el 10% de la semilla provenga del medio algunos casos desde la propia autoridad de El mensaje final podría ser que es priori- natural. En cambio, el repoblamiento en pesca como es el caso de el Plan de Orde- tario fortalecer la institucionalidad y la Pero existen otras amenazas del recurso sistemas abiertos no es recomendable. namiento Pesquero y Acuícola para los em- participación comunitaria y ciudadana, pesquero. Estas son diversas pero pode- Primero porque es imposible evaluar su bales de Betania y Urrá I, hasta otros que encauzando al mismo tiempo esfuerzos mos destacar tres: alteración y trans- efecto (a menos que sea restauración de han involucrado grupos locales de gestión orientados a valorar los servicios que formación del hábitat (degradación de poblaciones) y segundo porque la relación que acompañados de la autoridad de pes- ofrecen los ecosistemas acuáticos (so- costo beneficio no es la adecuada (existen ca han establecido medidas que van desde la calidad, modificación hidrológica y porte y regulación) y a definir una línea transformación de las planicies inunda- otras estrategias menos onerosas y más la obtención de información estadística metodológica moderna y funcional de bles), introducción de especies exóticas y eficaces). como es el bajo Caquetá colombiano, hasta intervención en materia de evaluación y represamiento de ríos. Con excepción de la obtención de acuerdos de manejo como la introducción de especies que no acepta Pero el futuro exige resolver la problemá- ha sucedido en el Bajo Magdalena-Depre- ordenación de los recursos pesqueros de ninguna otra alternativa diferente a su tica que el diagnóstico presenta, y el enfo- sión Momposina. Otros casos ejemplares aguas interiores (servicios de provisión). prohibición estricta, las otras deben ser que para su tratamiento es fortalecer y/o se ubican en el Medio magdalena-Bajo río Creo que estamos en buena hora. consideradas como impactos asociados al iniciar procesos de ordenación de la pesca. La Miel, en el Bajo Sinú, en la Amazonia co- desarrollo, pero que en la mayoría de los Hay que aplicar el Código de Conducta de lombiana, como actualmente ocurre en el casos no han tenido en cuenta el concepto la Pesca Responsable y así propender por Bajo río Caquetá (La Pedrera), río Amazo- de intervención incorporado a una valora- el proceso que involucra a la autoridad pes- nas (Lagos de Tarapoto en Puerto Nariño Mauricio Valderrama Barco ción de beneficios sociales y ambientales quera, a los actores (desde el pescador al y Lagunas de Yahuarcaca en Leticia) y en Fundación Humedales

14 15 Y. López

AUTORES

Instituto de Investigación de Fundación Tropenbos Colombia Recursos Biológicos Alexander von Humboldt-IAvH Carlos Alberto Rodríguez Fernández [email protected] Carlos A. Lasso [email protected] Fundaciones Maguaré - Verdes Hori- zontes - Universidad de Manizales Mónica A. Morales-Betancourt [email protected] Ricardo Álvarez-León [email protected] Corporación Colombia Internacional Instituto Amazónico de Ginna González-Cañón Investigaciones Científicas- Sinchi [email protected] Edwin Agudelo Córdoba Rosa Elena Ajiaco-Martínez [email protected] [email protected] César Augusto Bonilla-Castillo Fundación Humedales [email protected]

Mauricio Valderrama Barco Guber Alfonso Gómez Hurtado [email protected] [email protected]

Sandra Hernández Barrero Instituto Colombiano de Desarrollo [email protected] Rural-Incoder

Fundación para la Investigación y el Carlos Barreto-Reyes Desarrollo Sostenible-Funindes [email protected]

Armando Ortega-Lara Claudia Liliana Sánchez Páez [email protected] [email protected]

Ciénaga El Llanito, sur del Cesar. Foto: Y. López 17 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

AUTORES

C. Rincon-López

Independiente Universidad del Tolima G. Sánchez-Gárces Beatriz Mancilla Páramo Facultad de Ciencias, Grupo de [email protected] Investigación en Zoología

Parques Nacionales Naturales Francisco Antonio Villa-Navarro Dirección Territorial Suroccidente [email protected].

Beatriz Susana Beltrán-León Universidad Jorge Tadeo Lozano [email protected] Francisco de Paula Gutiérrez AGRADECIMIENTOS Universidad de Antioquia [email protected] Grupo de Ictiología Universidad Tecnológica de Chocó, Luz F. Jiménez-Segura Diego Luis Córdoba [email protected] Agradecemos a la Dirección General del Los autores del caso de estudio 7.2 agrade- Camilo Ernesto Rincón-López Instituto de Investigación de Recursos cen a la Central Hidroeléctrica de Caldas Universidad de los Llanos-Unillanos [email protected] Biológicos Alexander von Humboldt, Dra. Chec S.A. “E.S.P.”, a Empresas Públicas Grupo de Evaluación, Manejo y Eugenia Ponce de León Chaux (período de Medellín S.A. “E.S.P.”, a Emgesa S.A. Conservación de Recursos Tulia Sofía Rivas-Lara 2008-2010) y Dra. Brigitte L.G. Baptiste “E.S.P.” y a Urrá S.A. “E.S.P.”. Pesqueros-Unillanos [email protected] (2011 a la fecha), por haber respaldado la realización de este diagnóstico. Al Dr. Reconocimiento especial al Dr. Donald Ta- Hernando Ramírez-Gil WWF. La Organización Mundial de Carlos Castaño-Uribe, Viceministro de phorn que elaboró el resumen ejecutivo en [email protected] Conservación Ambiente, y a la Dirección de Ecosistemas inglés y revisó algunos conceptos de este del Ministerio de Ambiente, Vivienda y documento. A Paula Sánchez-Duarte por Universidad Nacional Experimental Gian Carlo Sánchez-Garcés Desarrollo Territorial, en especial a la Dra. su ayuda en temas taxonómicos. A Jeróni- de los Llanos - Unellez [email protected] Xiomara Sanclemente. El Instituto Colom- mo Rodríguez por los comentarios intro- ductorios. A los investigadores y amigos biano de Desarrollo Rural, el Ministerio de que nos permitieron usar sus fotografías: Donald Taphorn Gustavo A. Castellanos-Galindo Agricultura y Desarrollo Rural a través de Alejandro Bastidas (Santuario de Flora y [email protected] [email protected] la Dirección de Pesca y Acuicultura, la Cor- Fauna Ciénaga Grande de Santa Marta- poración Colombia Internacional, Institu- SFFCGSM), Antonio Castro (Fundación Luis Alonso Zapata-Padilla to Sinchi y Fundación Tropenbos-Colom- [email protected] Chelonia), Camilo Escallon, Egor Merik bia, facilitaron la información sobre las Sánchez, Fernando Trujillo, Francisco Cas- estadísticas pesqueras. A Johanna Galvis, tro, Francisco Nieto (Banco de imágenes Ricardo Carrillo, Claudia Villa, Diana A. IAvH), Francisco Rojas, Francisco Gómez Moreno y Miguel Olaya (IAvH). (Fundación Chelonia), Javier Maldonado, Joe Pérez, Juliana Agudelo, Juliana Del- A los equipos de trabajo de Parques Nacio- gado, Giovanni Ramírez (IIAP), Gonzalo nales Naturales, el Consejo Comunitario Urrea, Lina Mesa, Luz Slendy Pimiento, “El Cedro”, la asociación de pescadores Manuel Merchan (Fundación Chelonia), “Los Piqueros” y WWF Colombia. A las re- Martha Gualdron, Nestor Reyes, Patricia colectoras y recolectores de “viuda” de El A. Obando, Patricia Tellez, Pedro René Es- Valle, quienes apoyaron la investigación lava, Rafael Antelo, Rocío Polanco (Funda- (caso de estudio 7.3). ción Tropenbos), Yesid López.

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A. Castro

RESUMEN EJECUTIVO

Mónica A. Morales-Betancourt y Carlos A. Lasso

En marco del Plan Operativo Anual (2011) o las que son objeto de aprovechamiento del Programa de Biología de la Conserva- para la pesca de subsistencia; las artes y ción y Uso de la Biodiversidad del Institu- métodos pesqueros utilizados; la pobla- to de Investigación de los Recursos Bioló- ción de pescadores; el historial sobre el gicos Alexander von Humboldt, se llevó aprovechamiento pesquero y finalmente, adelante la iniciativa “Diagnóstico de las las rutas y formas de comercialización . pesquerías continentales de Colombia”, proyecto que forma parte de una línea de Se incluyen adicionalmente tres casos de trabajo a largo plazo sobre los recursos hi- estudio que tienen relación con temas drobiológicos y pesqueros continentales claves en Colombia por sus aportes a las del país. Este proyecto involucró a 25 in- pesquerías y a la seguridad alimentaria. vestigadores vinculados a 15 instituciones En primer lugar se consideran los recur- entre universidades, Organizaciones no sos pesqueros en los embalses colombia- Gubernamentales e institutos adscritos al nos; en segundo lugar las pesquerías de Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desa- las especies introducidas y trasplantadas rrollo Territorial (MAVDT). en aguas continentales, con énfasis en las tilapias (Oreochromis niloticus, Oreochro- El documento se concentra fundamental- mis mossambicus y Oreochromis spp) y las mente en el diagnóstico de las pesquerías cachamas (Colossoma macropomum y Pia- de las grandes cuencas de Colombia distri- ractus brachypomum), que en muchos casos buidas así: Magdalena-Cauca, Sinú, Cana- han pasado a sustituir a las poblaciones lete, Atrato, vertiente del Pacífico, Orino- nativas o se han convertido en la solución quia y Amazonia. También considera las económica ante el descenso de estas. Por principales características y los impactos último, se describe por primera vez la pes- ambientales negativos que tienen lugar en quería de juveniles de góbidos (Percifor- cada una de ellas. La información pesque- mes: Gobiidae), peces diádromos en ríos ra incluye las especies a la fecha descritas, costeros de la vertiente Pacífica de Colom- las que poseen un alto valor económico bia.

Faena de pesca en el río Magdalena. Foto: A. Ortega-Lara 21 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

RESUMEN EJECUTIVO

L. F. Jiménez-Segura

Respecto a la cuenca Magdalena-Cauca, La cuenca del río Atrato, no es ajena a los cilitar el establecimiento de mecanismos cas en la región, considerando la pérdida que es el centro económico de desarrollo impactos ambientales y a fenómenos na- de control y protección. de la cobertura boscosa, reemplazada por de Colombia e involucra cerca del 80% de turales, y está afectada principalmente cultivos para la ampliación de la frontera la población, se detallan sus problemas en la parte alta por la explotación de oro, En la Amazonia, se utilizan aproximada- agrícola, como la de mayor impacto nega- ambientales históricos no resueltos, que plata y platino. El vertimiento de desechos mente 88 especies para el consumo local, tivo sobre las poblaciones de peces bajo afectan y hacen incompatible la relación: municipales es común en toda la cuenca, al mientras que en la pesca comercial menos aprovechamiento. medio ambiente-recursos hidrobiológicos igual que la sedimentación, la desecación de 30 especies son las responsables por la y pesqueros. En 1976, se estableció para la de ciénagas y la deforestación. La produc- dinámica socioeconómica que incorpora En cuanto a los casos de estudio y respec- cuenca el potencial pesquero entre 80.000 ción pesquera es de carácter marcadamen- zonas pesqueras colombianas y de países to a los embalses en Colombia, que alma- 3 y 120.000 t.año-1, representado por 26 es- te estacional, siendo más productiva en los vecinos, sustentada en bagres pimelódi- cenan un poco más de 15 Mm y generan pecies comerciales de un total de 167 co- primeros meses del año y durante las mi- dos y algunos carácidos. Buena parte de cerca de 8.987 MW, en su mayoría se han nocidas para la red hidrográfica. La dismi- graciones de algunas especies. En 2001, la los peces utilizados son recursos compar- construido sobre los cauces de ríos de la nución de la producción desembarcada y cuenca media registró una producción de tidos con otros países, por lo que se gene- cuenca Magdalena-Cauca y entre los 9 y registrada entre 1974 y 2009 fue del orden casi 5.000 t.año-1. En ciénagas (65.000 ha) ran conflictos por su uso, manejo y regu- los 2.000 m s.n.m. Albergan 77 especies de del 85%, siendo reconocidas 30 especies la producción es de 1.600 t.año-1 (30,8 kg/ lación. Por tanto, es necesario posibilitar peces, de estas nueve exóticas y tres tras- con algún grado de amenaza. En la década ha.año-1) con origen en las migraciones del la estandarización de algunas normas pes- plantadas, que afectan las comunidades de los setenta la cuenca aportaba entre el bajo Atrato. Las especies aprovechadas son queras entre países, que permitan un pro- de las especies nativas, a lo que también 77% y el 95% de la pesca continental y res- 40, siendo diez las comercialmente impor- vecho y manejo razonable de los recursos. se suman la altitud y la edad del embalse Proceso que también requiere promover al como factores reguladores. El rendimien- pecto a toda la pesca nacional registrada, tantes. De estas, 27 son exclusivamente menos otras estrategias como: a) una zona to pesquero de los embalses colombianos ha pasado del 69,0% al 18,63% en 2009. dulceacuícolas y 13 marino-estuarinas. Al trinacional entre Colombia, Perú y Brasil está en el rango de las capturas reportadas Así, se puede decir que los recursos pes- igual que en otras cuencas continentales, para el manejo y aprovechamiento de pi- en Suramérica para ecosistemas similares. queros están en franca crisis y se pueden las aproximaciones al estado de los recur- melódidos migratorios, carácidos y osteo- Lo que sí ha ocurrido de manera consue- considerar algunos de ellos en vías extin- sos pesqueros denota que las poblaciones glósidos; b) acuerdos comunitarios locales tudinaria, en la construcción y diseño de ción desde el punto de vista pesquero. parecen haber llegado a su rendimiento de pesca para manejo de peces de subsis- los embalses, es que se ha bloqueado la máximo sostenible. tencia y otras especies comerciales, aplica- migración de las especies, reduciendo las La cuenca del Sinú posee ecosistemas dos en los ejes longitudinales de los ríos de poblaciones de quienes tienen tal caracte- fragmentados por los desarrollos urbanos, La vertiente Pacífica, tiene una superficie origen andino que cruzan la Amazonia. rística bien sea trófica o reproductiva. En 2 agrícolas, industriales, mientras que la de 76.500 km formada por más de 200 general, la actividad pesquera desarrolla- del Canalete muestra buenas condiciones ríos cortos y caudalosos debido a las pre- Para la Orinoquia se presenta información da, es pesca de subsistencia y la produc- -1 y pocos impactos antrópicos. En 1989, el cipitaciones (9000 mm.año ). Las áreas sobre la pesquería de especies de consumo, ción está asociada a los cambios de nivel -1 Sinú aportó 2.000 t.año , mientras que el costeras y continentales presentan alto discriminando los principales cuerpos de de las aguas, que se vuelven característi- río Canalete nunca ha hecho aportes signi- grado de contaminación. Los registros íc- agua donde se llevan a cabo las faenas de cos de los embalses. Las especies captu- ficativos a las pesquerías nacionales. Has- ticos alcanzan 38 especies, 21 de agua dul- pesca y sus condiciones físico-químicas. radas son de pequeño porte y bajo valor ta cuando se hizo seguimiento a la pesque- ce y 17 de origen marino, que remontan En la zona aproximadamente 2.458 per- económico. Cerca del 64% de los embalses ría del Sinú (1997-2002), desembarcaba en los cauces de los ríos o desarrollan gran sonas ejercen la actividad pesquera, con construidos afectaron el sistema acuático promedio 1.130 t.año-1, siendo el 13% pes- parte de su ciclo de vida en agua dulce. En estimaciones de captura por unidad de es- y provocaron afectaciones a la población ca de subsistencia y el 87% pesca comer- términos de producción no hay registros fuerzo que varían entre los diferentes ríos, humana que hacía uso de éstos ríos y no cial; para el 2009 las cifras oficiales regis- disponibles de captura y la información con cifras entre 60 kg/UEP/día y 5,66 kg/ es fácil cuantificar el cambio, al no contar traron 242 t.año-1. Todas las poblaciones que pueda existir está tan dispersa como UEP/día. En el período de 1995 a 2009, con investigaciones previas y seguimien- ícticas del Sinú están sobreaprovechadas las comunidades mismas. Es por esto que los registros indican que los desembar- tos posteriores en no menos del 98% de debido a prácticas como el uso indiscrimi- se hace necesario desarrollar mecanismos cos anuales variaron entre 7.742 t.año-1 y los embalses en operación. nado e ilegal de artes y aparejos de pesca y de recopilación de información de la pesca 1.024 t.año-1. Se comercializan 68 espe- capturas por debajo de las tallas mínimas de subsistencia, para así evaluar el estado cies. Se destacan las amenazas a la biodi- Respecto a los aportes que hacen las es- legales. poblacional de las diferentes especies y fa- versidad, debido a las actividades antrópi- pecies introducidas y trasplantadas en

22 23 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

RESUMEN EJECUTIVO

aguas continentales, se muestra un pa- do esta actividad variable según la región C. A. Rodríguez norama del estado actual de los procesos donde se desarrolla. Es una actividad muy de introducción de las especies de las fa- poco documentada en Colombia a pesar milias Centrarchidae (lobinas), Cichlidae de la importancia e intensidad con que se (tilapias), Cyprinidae (carpas), Osphro- realiza en algunas regiones. En el norte, nemidae (gouramis), Pangasiidae (bagres la pesca se realiza en las desembocaduras pangasios) y Salmonidae (truchas, sal- de los principales ríos costeros (p. e. Valle, mones) y de las especies transplantadas Juradó y Jurubirá) concentrándose la cap- de las familias Arapaimidae (pirarucus), tura en los juveniles de Sicydium. Hacia Prochilodontidae (bocachicos), Characi- el sur, las capturas se realizan no solo en EXECUTIVE SUMMARY dae (yamús), Cichlidae (mojarras amari- las partes bajas, sino también en lugares llas, tucunares, pavones) y alejados de las desembocaduras, como en (cachamas, pacus). Así mismo, a través San Isidro en el río Calima, San Antonio Mónica A. Morales-Betancourt, Carlos A. Lasso & Donald Taphorn de la información existente se pudo com- en Yurumanguí y San Isidro en Cajambre, probar que tanto las tilapias (plateada y donde comunidades indígenas y afrodes- roja) como las cachamas (blanca y negra) cendientes aprovechan las migraciones de ya hacen parte de las pesquerías en aguas los góbidos junto a las de camarones del naturales, en ecosistemas en los que nun- género Macrobrachium. Actualmente, no As part of the Annual Operations Plan fishery harvest and routes and means of ca habían estado. Se analizó la situación se cuenta con registros de los ríos donde (2011) of the Program for Conservation commercialization. de su distribución, la contribución en las se realiza la actividad, número de perso- Biology and Biodiversity Use of the Insti- estadísticas pesqueras, el manejo y los im- nas dedicadas a la extracción, volúmenes tute for the Investigation of Biological Re- Also included are three case histories re- pactos. aproximados, esfuerzos de captura, así sources Alexander von Humboldt, we ini- lated to key topics in Colombian fisheries como la variabilidad en el tiempo. Infor- tiated a project to produce a “Diagnostic and food security. The first case considers El último caso de estudio que hace refe- mación que es determinante para estable- Analysis of the Freshwater Fisheries of Co- fishery resources of Colombian reservoirs; rencia a las pesquerías de los góbidos en cer la sostenibilidad de la actividad y el lombia” which is part of our on-going long the second, fisheries based on introduced el Pacífico colombiano, muestra como las establecimiento de medidas orientadas al term monitoring of the hydrobiological or translocated , with emphasis on post-larvas del género Sicydium soportan ordenamiento pesquero en las diferentes resources of the country. This project in- tilapias (Oreochromis niloticus, Oreochromis una explotación pesquera importante al cuencas. volved 25 scientists from 15 institutions, mossambicus y Oreochromis spp) and pacus ser consideradas fuente de alimento, sien- including universities, non-governmental (Colossoma macropomum and Piaractus bra- agencies, and institutes of the Ministry of chypomum), that in many cases have now the Environment, Housing and Territorial supplanted native species and become a Development of Colombia (MAVDT). profitable alternative to declining native species harvests. Lastly, the juvenile goby The report focuses on a diagnostic analy- (Perciformes: Gobiidae), fishery is descri- sis of the freshwater fisheries of the major bed for the first time, reporting some as- drainage basins in Colombia: Magdale- pects of these diadromous fishes found in na-Cauca, Sinú, Canalete, Atrato, Pacific coastal rivers of Pacific Colombia. Coast, Orinoco and Amazon. It also con- siders the principal characteristics and For the Magdalena-Cauca Basin, which negative environmental impacts present is the center of economic development of in each basin. Fishery information inclu- Colombia, and home to 80% of its people, des described species of high commercial we describe unresolved historical envi- value; those harvested by subsistence fis- ronmental problems that severely affect hermen; fishing gear and methods used; the aquatic ecosystem with its hydrobiolo- population of fishermen; history of the gical resources and undermine attempts

24 25 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

EXECUTIVE SUMMARY

M. Valderrama

to manage a sustainable fishery harvest. directly into the rivers. Sedimentation, lombian fishing communities but also tho- are exotic, and three are translocated. The In 1976 it was estimated that the fishery wetland drainage projects and deforesta- se of neighboring countries. Since most presence of the non indigenous species, potential of the basin is somewhere bet- tion are widespread. Fishery production harvested fish stocks are shared by several together with the altitude and age of the ween 80.000 and 120.000 t.year-1, inclu- is markedly seasonal, with most harvests countries, international standards gover- reservoir seem to determine the quality ding 26 commercial species of a total of occurring during the first months of the ning these fisheries are needed to avoid and quantity of existing fish stocks pre- 167 species recorded there. The reduction year, when several commercial species conflicts and foment reasonable resource sent. The fishery production for Colom- in documented fishery harvests between make their annual migration. In 2001, management. Among necessary strategies bian reservoirs falls within the range of 1974 and 2009 is around 85%, with some the middle sector of the basin produ- we suggest: i) a trinational fishing zone values available for other similar South 30 species now classified with some de- ced nearly 5.000 t.year-1. From wetland among Colombia, Peru and Brasil to ma- American reservoirs. However, in almost gree of threat. In the seventies, the basin swamps (65.000 ha) the production is nage the harvest of migratory pimelodid every case, the construction of Colombian produced between 77% and 95% of the around 1.600 t.year-1 (30.8 kg/ha year-1) , characiforms and osteoglossids; dams and resultant reservoirs has caused freshwater fish harvest, and fell from 69% that come primarily from migrations that ii) agreements among local communities a total blockage of fish migrations, redu- to 19% in 2009 of the entire national har- start in the lower Atrato. About 40 species to establish rules for management of the cing the populations of fishes that migrate vest. Without a doubt, we can say that our are caught, but only ten are commercially subsistence fishing as well as other com- between lowlands and highlands to repro- fishery resources are in alarming crisis, important. Of the total, 27 are strictly mercial species, to be applied along the duce or feed. In general, the fishing acti- and many species will completely disap- freshwater species and 13 are estuarine or rivers of Andean origin that flow into the vities in reservoirs are mostly subsistence pear from the national harvest. marine. As in other freshwater drainages, Amazon. fishing; production is affected by changes the condition of the Atrato fishery indica- in water levels that characterize this sort The ecosystems of the Sinú River draina- tes that fish stocks are at or beyond maxi- For the Orinoco Basin we present infor- of ecosystem. Species captured are usually ge are fragmented by urban, agricultural mum sustainable yields. mation on the fishery for human con- small and of low economic value. About and industrial development as opposed to sumption, discriminating the principal 64% of the reservoirs constructed have the Canalete River system which is still The Pacific slope region has an area of water bodies where fishing occurs, as well affected their drainage system and as a in good condition and has few human im- 76.500 km2 and includes more than 200 as a characterization of their physical and consequence, the human communities pacts. In 1989, the Sinú River drainage short rivers with high flow caused by chemical properties. In this region, about that exploited river fishes. Although the produced about 2.000 t.year-1. The Canale- very high precipitation (9000 mm.year-1). 2.458 people participate in fishing and impact is difficult to quantify these chan- te River system had however never regis- These coastal areas and river drainages are catch per unit effort values estimated for ges because studies of conditions prior tered significant fishery harvests. For as highly polluted. Fish species recorded the- different rivers range from 60 kg/UFE/day to dam construction and of the new con- long as fishery statistics are available for re now total 38, 21 freshwater and 17 of to 6 kg/UFE/day. From 1995 to 2009, re- ditions after construction are lacking for the Sinú fishery (1997-2002), the average marine origin but that occupy freshwaters cords indicate that annual harvests varied almost all (98%) of reservoirs currently in annual catch remained near 1.130 t.year-1, for significant parts of their life cycles. No between 7.742 t.year-1 and 1.024 t.year-1. A operation. which included 13% subsistence fishing fishery records have been kept for this re- total of 68 species were recorded. Serious and 87% commercial. However, in 2009 gion, and the little information available threats to the local biodiversity and espe- With repect to the exotic species intro- the official statistics recorded a drop to is as disperse as the local communities cially the commercial fish species were de- duced or native species translocated a only 242 t.year-1. All fish stocks of the Sinú of the region. A data collection system tected, due to human activity in the region panorama of current conditions is shown are now being overharvested because of should be installed to gather data on the the most serious of which is the signifi- for the following exotic families: Centrar- the indiscriminant use of illegal fishing diverse subsistence fisheries, to be able cant deforestation of natural vegetation chidae (bass and sunfish), Cichlidae (tila- methods that capture fish below legal size to assess local fish stocks and implement that has been replaced by crops. pias), Cyprinidae (carp), Osphronemidae limits. measures to ensure their protection. (gouramies), Pangasiidae (pangasid cat- Reservoirs in Colombia store a little more fishes) and Salmonidae (trout and salmon) The Atrato River Basin has not escaped In the about 88 species are than 15 Mm3 of wáter and generate about and the translocated species of the fami- environmental impacts, adverse natural eaten locally, but the commercial fishery 8987 MW of electrical energy. These have lies Arapaimidae (arapaima), Prochilodon- phenomena but is principally affected exploits fewer than 30 species. These spe- in the majority been constructed in drai- tidae (bocachicos), (yamus), by the impacts of mining for gold, silver cies however (mostly pimelodid catfishes nages of the Magdalena-Cauca Basin, at Cichlidae (peacock bass, yellow perch) and and platinum. Throughout the watershed and a few characiforms) determine the altitudes from 9 to 2000 m a.s.l. They are Serrasalmidae (pacus). In this way, using municipal waste is discharged untreated socio-economic dynamics not only of Co- home to 77 species of fishes, of which nine existing information available, it was pos-

26 27 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

EXECUTIVE SUMMARY

sible to show that both the tilapias (silver occurs at the mouths of the principal coas- R. Antelo and red) and the pacus (white and black) tal rivers (Valle, Juradó and Jurubirá) and now are harvested by local fisheries from concentrates on the capture of juvenile Si- natural waters where they had never been cydium. Towards the south, harvests occur previously established. The current condi- not only near the mouths, but also in hig- tions of these species was considered, in- her portions of the drainages such as San cluding their distribution, inclusion in fis- Isidro in the Calima River, San Antonio hery statistics, management and impacts. in the Yurumanguí River and San Isidro in the Cajambre River, where indigenous The last case study refers to the goby fis- communities of African origin exploit the INTRODUCCIÓN hery established on the Pacific coast of Co- migrations of the gobies as well as Macro- lombia. This study shows how post-larvae brachium shrimps. At this time, no records of species of the Sicydium sustain of the rivers, number of people participa- Francisco de Paula Gutiérrez, Carlos A. Lasso y Mónica A. Morales-Betancourt a fishery harvest of varying importance ting, volumes harvested, fishing effort, or throughout the region. This activity is very seasonality of this fishery are available. poorly documented in Colombia in spite of Such information is critically required to it importance and intensity in some com- make sustainable management possible. munities. In the north, this type of fishing Tal como lo manifiesta la FAO (2010), la aproximadamente los 5 millones de tone- pesca se originó en las aguas continenta- ladas y, tras un aumento continuado entre les. Mucho antes de comenzar a cultivar un 2 y 3% anual, llegó a los 10 millones de alimentos o criar ganado el ser humano ya toneladas en 2008 (FAO 2010). Este incre- pescaba, inicialmente en ríos, estanques, mento se produjo principalmente en Asia humedales y lagunas. Pasaron décadas y África, con una pequeña contribución de antes de que se aventurara a navegar en América Latina, pues habitualmente, Asia las aguas abiertas de los grandes lagos o y África efectúan alrededor del 90% de los en el mar, con embarcaciones construi- desembarques declarados (el 10% restan- das específicamente para ello. Y eso es te corresponde a América del Norte y del aplicable a Colombia, donde la pesca con- Sur y Europa). La mayor parte (aproxima- tinental aportó las mayores producciones damente un 90%) del pescado continental pesqueras hasta cuando emergieron las se captura en países en desarrollo y el 65% pesquerías marinas, soportadas funda- en países de bajos ingresos y con déficit de mentalmente en sus inicios en camarones alimentos (Países de Bajos Ingresos y con y posteriormente en atunes, que son hoy Déficit de Alimentos –PBIDA- que inclu- el grupo que más aporta a la producción ye 70 países). En la mayoría de las zonas nacional. En la actualidad, la pesquería rurales de muchos países en desarrollo, continental es superada por la producción en especial en los que no tienen litoral, la acuícola. Eso debe llamar a la reflexión y pesca continental es más importante que aún más, a la acción. la marina en lo referente a la seguridad ali- mentaria y la generación de ingresos. En todo el mundo los lagos, embalses y humedales importantes para la pesca La FAO en 2010 estimó que aproximada- continental cubren aproximadamente 7,8 mente un millón de personas trabajaban millones de km2. Para 1950, la pesca con- en la pesca continental comercial en gran tinental produjo alrededor de 2 millones escala y 60 millones en la pesca continen- de toneladas. En 1980, la cifra alcanzó tal en pequeña escala, donde la mayoría de

28 29 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

INTRODUCCIÓN

J. Agudelo

ellas (41 millones) viven en Asia. Así pues, la formulación de leyes y medidas técnicas procedentes de la agricultura, como por ciones ambientales, es decir, la tempera- estos datos parecen indicar que unos 61 para proteger los medios acuáticos. Por ejemplo productos químicos agrícolas y re- tura, las precipitaciones y los patrones del millones de personas (más del 50% de las otro lado, los países en desarrollo poseen siduos nocivos, que también contaminan y viento. Además, el incremento del nivel cuales son mujeres), participan en activi- menos recursos para dicha tarea o tienen generan eutrofización de las aguas conti- del mar y de las temperaturas modifica- dades de pesca y actividades conexas pos- otras prioridades de inversión. Colombia nentales. Estos afectan el crecimiento y la rá la distribución y la composición de los teriores a la captura, como la elaboración cae en esa categoría de país que no atien- mortalidad de las especies acuáticas, bien recursos de la pesca continental como lo y el comercio de pescado en el sector de la de integralmente el subsector de este produciendo acumulación de toxinas en el pronostica la FAO (2010). pesca continental en los países en desarro- tipo de pesca, aunque hay unos intentos pescado o bioacumulando metales pesa- llo. Esta cifra es superior a los 55 millones recientes en marcha, como la nueva Ley dos, insecticidas y fungicidas. Aunque en Los recursos pesqueros son el soporte de de personas que participan en el sector de de Pesca y Acuicultura, que bien podrían menor medida, los efluentes procedentes una población que puede involucrar a ni- la pesca marina en estos países. Colombia aportar a solucionar esta problemática si de las prácticas acuícolas irresponsables vel nacional a más de 150.000 pescadores, aporta a esta cifra, según las estadísticas se construye de manera consensuada en- también pueden provocar algunas de las que en particular la última década apor- oficiales, 150.000 pescadores artesana- tre el sector productivo, ambiental, los repercusiones anteriormente menciona- taron en promedio el 17,3% de la produc- les continentales (AMPAC 1985, Robles investigadores y en general, los usuarios. das en las aguas continentales como ocu- ción nacional (pesca continental), siendo 2008). Esto constituye una gran oportunidad y rrió en el embalse de Betania. La introduc- fuente de ingresos económicos (40% de un gran reto al mismo tiempo. Son preci- ción de patógenos y especies exóticas son un salario mínimo mensual -$ 535.600-) El mundo se ha planteado que una cues- samente estos países los que más necesi- dos posibles amenazas de la acuicultura y soporte alimentario muy variable según tión fundamental frente a los recursos tan de la pesca continental, en especial las irresponsable que pueden afectar a la pes- la región. Ingresos y soporte que son cada pesqueros continentales es cómo man- poblaciones rurales, y ahora mismo, en el ca continental y para el caso colombiano la día menores debido a la declinación de la tener la integridad de los ecosistemas y caso colombiano, se puede decir que “hay situación está ilustrada estadísticamente, oferta pesquera, que en aguas continenta- mitigar las repercusiones en los ecosiste- libre acceso” a los recursos y la presión de y en este documento tratado mediante un les se ha reducido en promedio en un 60%. mas acuáticos, que se ven afectados debi- la pesca comercial ante la demanda mayor caso de estudio. Ante esto, desconocer la importancia de do a que con frecuencia se otorga mayor de recursos puede tener fuerte injerencia la pesca artesanal y no plantear medidas prioridad a la producción de energía hi- en mayor sobreaprovechamiento. Ninguna de las amenazas citadas es nueva, de manejo y ordenación, ocasionará ne- droeléctrica y a la extracción de recursos se conocen y se han diagnosticado de vieja cesariamente el colapso de las pesquerías de agua dulce para la agricultura y otros En un mundo cambiante como el actual, data y sobre ello siempre se ha llamado a la artesanales que había comenzado desde la fines. Otros factores de deterioro son el in- mantener las diversas funciones de la pes- acción. Dos ejemplos son la Conferencia de década de los ochenta. cremento de las poblaciones y la facilidad ca continental, pero básicamente las de se- Naciones Unidas sobre el Medio Humano de desplazamiento y comercio, que están guridad alimentaria y la mitigación de la (Conferencia de Estocolmo 1972) y la Con- Para lograr una pesca sostenible es necesa- ejerciendo presión sobre los recursos de pobreza, así como otros servicios ecosisté- ferencia de las Naciones Unidas sobre el rio proteger los hábitats clave. Para las es- la pesca continental. Pero el propio sector micos, constituirá un desafío fundamen- Medio Ambiente y el Desarrollo (Cumbre pecies que presentan necesidades ecológi- de la pesca, también afecta el desarrollo, tal a escala global y Colombia no se escapa de Rio 1992). La combinación de todos los cas estrictas, los lugares de desove y de cría debido al aumento de la presión pesquera de esta prioridad internamente aun no factores citados ha ocasionado cambios en son especialmente delicados. Sin embargo, y la pesca ilegal. Sin embargo, y para ha- planteada, y para ello basta con revisar la los patrones del flujo natural de las aguas lo más importante es mantener o restau- cer justicia en cualquier planteamiento, “Política Nacional para la Gestión Integral continentales, generando modificación rar las funciones y los procesos ecosisté- la mayoría de las repercusiones proceden del Recurso Hídrico” (MAVDT 2010), en en la composición de las especies, donde micos allí donde se han perdido, asegurar de otros sectores, tal como se describe en donde no se menciona como parte funda- estas no se pueden adaptar, simplemente la conectividad de los ecosistemas en toda este documento respecto a cada una de las mental, el componente de recursos hidro- desaparecen. Valga como ejemplo decir la cuenca y evitar la fragmentación de los cuencas continentales analizadas. biológicos y pesqueros, sino que se delega que globalmente solo el 44% de las cuen- hábitats, es una urgencia. Al mantener la y acogen a políticas conexas. cas internacionales están sujetas a uno o biodiversidad, el ecosistema tiene gran- La FAO (2010), planteando las perspecti- más acuerdos para su manejo y regulación. des posibilidades de adaptarse por sí solo vas de la pesca continental, ha llegado a la Mención especial merece la calidad de los a los cambios que se están produciendo. conclusión de que las economías más prós- productos pesqueros que se consumen, Las repercusiones del cambio climático La conservación de la biodiversidad y los peras pueden mitigar los efectos sobre los pues está diagnosticado -este documen- son difíciles de predecir, pero se prevé un hábitats equivale a mantener los servicios recursos de la pesca continental mediante to lo hace-, que hay exceso de efluentes aumento de la variabilidad de las condi- ecosistémicos y, por tanto, el bienestar del

30 31 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

INTRODUCCIÓN

ser humano, necesitándose una compren- hidrográficas en particular, a excepción sión política que haga viable la aplicación de la del Caribe que está subdividida en de los resultados de las investigaciones dos (Sinú-Canalete, Atrato), dado que se que el mismo Estado ha adelantado. dispone de estudios puntuales para las mismas. En estos se hace una descripción El Instituto de Investigación de los Recur- del medio físico y biótico con énfasis en los sos Biológicos Alexander von Humboldt factores ambientales y por supuesto todo continúa trabajando en el marco de su lo referente a la actividad pesquera (po- línea de investigación sobre la biodiversi- blación, artes de pesca, volúmenes de cap- dad acuática continental, todo el tema de tura, comercialización, etc.). Se incluyen los recursos hidrobiológicos y en particu- adicionalmente tres casos de estudio que lar los pesqueros, con el objeto de contri- tienen relación con temas claves en Co- buir al conocimiento básico de los mismos, lombia por sus aportes a las pesquerías y a pero al mismo tiempo tratando de mostrar la seguridad alimentaria. En primer lugar y aportar soluciones prácticas. se abordan los recursos pesqueros en los embalses; en segundo lugar las pesquerías Este documento está dirigido a los toma- de las especies introducidas y trasplanta- dores de decisiones del sector pesquero e das y por último, se describe por primera instituciones adcritas y vinculadas al Sina, vez la pesquería de juveniles de los góbidos así como al público en general. Su objetivo en ríos costeros de la vertiente Pacífica de principalmente fue compilar y analizar la Colombia. información ambiental y pesquera para cada una de las cuencas, incluyendo las Esperamos que este diagnóstico, donde recomendaciones pertinentes para lograr hemos querido sintetizar los elementos un manejo y aprovechamiento adecuado más importantes para las grandes cuencas al recurso. del país, sea de utilidad.

Un insumo fundamental para este libro, a Bibliografía pesar de las limitaciones conocidas, fue- ron las estadísticas pesqueras que se han • Asociación Nacional de Pescadores Ar- recogido históricamente por las diferentes tesanales de Colombia-ANPAC. 1985. entidades nacionales, Instituto Nacional Manual de inducción para la pesca arte- de Pesca y Acuicultura-Inpa; Instituto sanal. ANPAC. Bogotá, D. C. 171 pp. Colombiano Agropecuario-ICA, Institu- • FAO. 2010. Estado mundial de la pesca y acuicultura 2010. FAO. Roma. 219 pp. to Colombiano para el Desarrollo Rural- • Ministerio de Ambiente, Vivienda y De- Incoder; Sistema de Información de Pesca sarrollo Territorial-MAVDT. 2010. Po- y Acuicultura, Ministerio de Agricultura y lítica Nacional para la Gestión Integral Desarrollo Rural- Corporación Colombia del Recurso Hídrico. MAVDT. Bogota, D. Internacional-SIPA-MADR-CCI e Institu- C. 120 pp. to Sinchi, entre otros. • Robles, C. 2008. Nueva institucionali- dad para el sector de la pesca y acuicul- El documento incluye seis capítulos co- tura en Colombia. Revista Colombiana de rrespondientes a cada una de las cuencas Ciencias Agropecuarias 21 (3): 455-552.

32 Río Guarino, límite Tolima-Caldas. Foto: N. Reyes A. Ortega-Lara

Diagnóstico de la pesquería en la cuenca 1. MAGDALENA-CAUCA Francisco de P. Gutiérrez Bonilla, Carlos Barreto Reyes y Beatriz Mancilla Páramo

Resumen son 45.930. La disminución de la produc- ción desembarcada y registrada entre 1974 La cuenca Magdalena es el centro eco- y 2009 se ha reducido en un 85%, estando nómico de desarrollo de Colombia e in- identificadas 30 especies con algún grado volucra cerca del 80% de la población, de amenaza. En la década de los setenta la influenciando a 18 departamentos y cuenca aportaba entre el 77% y el 95% de la 728 municipios, lo que significa el 24% pesca continental y respecto a toda la pesca del territorio. La cuenca es drenada por nacional registrada ha pasado del 69,0% al tres tributarios principales, el Cauca, el 18,63% en 2009. San Jorge y el Sogamoso, para un área de 2 257.438 km . La cuencas y sus riberas, pre- Palabras clave. Biota Magdalénica. sentan problemas ambientales históricos, Potencial pesquero. Recursos pesqueros. no resueltos, derivados de la deforestación, Pesca. Producción pesquera. la erosión, la contaminación por residuos sólidos, líquidos (industriales, domésticos, lixiviados), desecación de humedales, que Introducción afectan y hacen incompatibles la relación: medio ambiente-recursos hidrobiológicos Así como Egipto le debe su desarrollo al río y pesqueros. En 1976, el potencial pesque- Nilo; Alemania, Austria, Hungría y Ruma- ro se estableció entre 80.000 y 120.000 nia al Danubio y la India al Ganges, Colom- t.año-1, representado por 26 especies co- bia es hoy Colombia, gracias al Río Grande merciales de un total registrado de 167. A de la Magdalena como lo denominó el con- la fecha las especies predominantes en los quistador español, Rodrigo de Bastidas, desembarcos son: Prochilodus magdalenae cuando él y sus hombres desembarcaron (37,8%), Pseudoplatystoma magdaleniatum en Bocas de Ceniza el 1 de abril de 1501. (26,11%), Pimelodus “blochii” (Caribe-Mag- Como era costumbre en aquel tiempo, lo dalena) (9%), Plagioscion magdalenae (5%) llamó en honor a un santo, en esa ocasión, y Pimelodus grosskopfii (2%). Los pescadores María Magdalena.

Ciénaga Grande de Santa Marta. Foto: A. Bastidas 35 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

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El río desde su nacimiento hasta un poco de la población del país, de los cuales el 14% veces el río Níger; respecto al área tribu- 194 tienen ubicado su casco urbano en más allá, al norte de Neiva, en donde se ini- habitan sus riberas. Concentra la mayor taria, el río es 2,7 veces el río Ródano, 1,6 esa misma cuenca. Por consecuencia, 39 cia el valle de la Tristeza, sus pobladores lo parte de la actividad socioeconómica (90% veces la cuenca del río Rhin, considerado municipios disponen solamente de un llamaban en lengua Quechua Guacahayo del sector industrial) generando el 85% del el río más navegable del mundo. sector rural en la cuenca. “río de las tumbas”, por cubrir en su primer PIB. Todas estas contradicciones, han ge- trayecto las ruinas de la cultura agustinia- nerado riqueza y miseria, y contribuido a El río Magdalena tiene como su principal Generalidades de la cuenca na. En el trayecto comprendido entre el To- la desregulación del régimen hídrico, al de- afluente al río Cauca. La cuenca en toda su Magdalena-Cauca lima y Cundinamarca, los muiscas lo llama- terioro ambiental de la cuenca y de sus re- extensión representa el 22,5% de la super- ron Yuma o “río de los amigos”. En la época cursos biológicos, que están en franca crisis ficie del país, de los cuales 64.800 km2, co- prehispánica, Tora era el puerto más impor- (Gutiérrez 1997a). rresponden a la cuenca del Cauca, 24.165 La cuenca Magdalena-Cauca tiene una 2 tante del Yuma. Era el sitio de encuentro km2 a la del río Chicamocha o Sogamoso, superficie de 273.459 km , equivalente entre las tribus de la ribera y las tribus de Esta cuenca es de suma importancia debido 20.220 km2 a la del río Cesar, 17.280 km2 a al 24% del territorio colombiano, sobre las zonas altas. Era el punto terminal de los a que soporta mas del 50% de la pesca con- la del río San Jorge, 9.225 km2a la del río la cual se establece el 77% de la pobla- caminos que bajaban de la cordillera y de las tinental del país, sin embargo, entre 1970 Saldaña y 5.760 km2a la del río Bogotá o ción colombiana (32,5 millones de habi- embarcaciones que remontaban el río desde al 2000 se perdió el 90% de las capturas Funza (Dahl 1971, Gutiérrez 1997 a, b). tantes). Alberga 728 municipios ubica- el mar. Pero el Yuma no terminaba en Tora. causando un fuerte impacto sobre recur- dos en los departamentos de Antioquia, En la zona media, por Antioquia y Santan- sos importantes como el bocachico, bagre De manera específica, la cuenca del Mag- Atlántico, Bolívar, Boyacá, Cauca, Cesar, der, era conocido con el nombre de Arli, que y nicuro, problemática agravada por los dalena influye en 17 departamentos, Córdoba, Cundinamarca, Guajira, Huila, quiere decir “río de los peces”. Luego, en el conflictos ambientales. 557 municipios, de los cuales 528 tienen Magdalena, Norte de Santander, Quin- sitio donde se angosta su cauce, aparecen ubicado su casco urbano en esa misma dío, Risaralda, Santander, Sucre, Tolima los raudales y sus aguas se introducen en un La cuenca del Magdalena cuenca. Por sustracción, 29 municipios y Valle del Cauca (FFEM-Cormagdalena corredor separado por las cordilleras, los in- disponen solamente de un sector rural 2007, Cormagdalena 2008). dígenas lo llamaron Karacalí. En su última La superficie de la cuenca Magdalena sin en la cuenca. etapa se le conocía en lengua Caribe como el río Cauca es 199.294 km2, lo que repre- La cuenca se encuentra circunscrita geo- Caripuaña o Kariguaño, que significa “río o senta 17% del territorio colombiano. La La cuenca del Cauca gráficamente entre los ejes montañosos agua grande”. longitud del río Magdalena es 1.540 km oriental, central y occidental de la cordi- con nacimiento en el Macizo colombiano La cuenca del Cauca tiene una superficie llera de los Andes. Se configura a partir del Entre los 3.500 y los 4.000 m s.n.m. en el a 3.685 m s.n.m. La longitud navegable de 74.165 km2, lo que representa 7% del agregado de valles del río Magdalena como páramo de las Papas, que algunos llaman del río es estimada en 886 km. Esta ca- territorio nacional. La longitud del río eje principal, del río Cauca (1.350 km) y del “el Letrero” por los restos de antiguas ins- racterística hace del Magdalena un eje Cauca es 1.180 km y nace en el páramo río San Jorge (368 km), como sus principa- cripciones, nace el río Grande de la Magda- económico primordial para Colombia. La de Sotará en el Macizo Central a 4.000 les tributarios y otros sistemas importan- lena, o Magdalena, en la laguna que lleva altitud máxima de la cuenca es 5.617 m m s.n.m. Es navegable únicamente sobre tes como son el valle del río Cesar (29.220 km2) y el sistema del río Sogamoso (24.165 su nombre (01° 56’ N; 76° 35’ O). En ese s.n.m. (Pico Colombia). Alberga una po- unos de sus tramos. Este afluente aporta 2 punto empieza una historia de 1.540 km, blación de un poco más de 20,8 millones en promedio 2.275 m3/s, o sea, 32% del km ) (Figura 1). aportando el 10,6% de la oferta hídrica del de habitantes o sea el 49% de la pobla- caudal del Magdalena en su desemboca- país, con un rendimiento promedio de 27 ción colombiana, y dependen de la cuen- dura en el Caribe. La cuenca comprende seis provincias fi- l/s/km2, y valores máximos promedios en ca cerca de 32,5 millones de personas siográficas, a saber: su parte media de 45 l/s/km2 y mínimos en (Montoya et al. 2010). La población que se encuentra en esta su parte baja de 14 l/s/km2 en la cuenca del cuenca es de 11,7 millones de habitantes, 1. Planicie del Caribe San Jorge y de 30 l/s/km2 en la del río Cesar. A nivel mundial el río Magdalena es com- es decir el 28% de los colombianos según 2. Depresión del Magdalena El 68% de las ciénagas del país se encuen- parativamente en longitud, la tercera par- el censo de 2006 (Cormagdalena 2008). 3. Depresión del Cauca tran en su cuenca, con aproximadamente te del río Columbia (USA), la cuarta parte 4. Cordillera Central 326.000 hectáreas en verano y 2 millones del río Amazonas, 0,6 veces la cuenca del En la cuenca se encuentran diez depar- 5. Vertiente Occidental de la Cordillera de hectáreas en invierno. Soporta el 80% río Senegal, 0,27 veces el río Indo y 0,12 tamentos, 233 municipios, de los cuales Oriental

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6. Vertiente Oriental de la Cordillera Oc- (1,28%) y están representadas principal- cidental mente por lagunas costeras y estanques para acuicultura (Cormagdalena 2008). Los diferentes cuerpos de agua de origen continental y marino identificados en la En Colombia, la precipitación media anual cuenca cubren el 2,57% del total del área es de 3.000 mm.año-1 con evapotranspira- de la cuenca. De esta área, el 98,72% está ción real de 1.180 mm.año-1 y una esco- representado por la cobertura de aguas rrentía medial anual de 1.830 mm.año-1. continentales, principalmente representa- Teniendo en cuenta lo anterior, del vo- da en terrenos cubiertos por ciénagas, la- lumen de precipitación anual, el 61% se gos y lagunas, y en menor proporción por convierte en escorrentía superficial gene- los cauces de los ríos, embalses, cuerpos de rando un caudal medio de 67.000 m3/s, agua artificiales y canales (Tabla 1) (Cor- equivalente a un volumen anual de 2.084 magdalena 2008). km3 que escurren por las cinco grandes regiones hidrológicas que caracterizan Las coberturas de aguas marinas, com- el territorio nacional continental, de la prenden una muy baja proporción de las siguiente forma: 11% en la región Mag- superficies cubiertas por agua en la cuenca dalena-Cauca, 5% en la región del Caribe,

Tabla 1. Distribución de la cobertura de superficie de agua en la cuenca Magdalena-Cauca. Fuente: Mapa de cobertura de la tierra cuenca Magdalena-Cauca (Cormagdalena 2008).

Respecto al nivel Respecto al total Descripción Área (ha) (%) (%) Aguas continentales 688.848 98,72 2,5401

Río (50 m) 182.062 26,43 0,6713

Lagunas, lagos y ciénagas 474.803 68,93 1,7508

Canal 1.462 0,21 0,0054 Embalse y cuerpos de agua 30.521 4,43 0,1125 artificiales Aguas marítimas 8.951 1,28 0,0330

Lagunas costeras 4.764 53,22 0,0176

Estuario 0 0,00 0,0000

Mar y océano 1.477 16,50 0,0054

Estanques para acuicultura 2.711 30,28 0,0100

Total superficie de agua 697.800 100,00 2,5731 Figura 1. La cuenca del Río Grande de La Magdalena.

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18% para la región del Pacífico, 34% en la La región Magdalena-Cauca, se caracte- aguas constituido por el sistema de ciéna- Mompox, hasta la desembocadura y el Ca- región de la Amazonia y 32% en la región riza por presentar valores de escorrentía gas que son de vital importancia para la nal del Dique. Con un área de 257.440 km2 de la Orinoquia (Ideam 2004 a, b 2008, media de 1.000 mm, donde se destaca hi- actividad pesquera, pues son ecosistemas que incluye a 728 municipios. Las caracte- MAVDT 2010). drográficamente la Sabana de Bogotá con altamente productivos. rísticas importantes de este tramo son la una baja oferta hídrica entre 400 y 700 recepción de los tributarios más grandes La cuenca a su vez se ha dividido en tres mm.año-1, siendo respecto a la cuenca la El alto Magdalena, desde su nacimiento en y la configuración del mayor plano inun- partes: alta, media y baja. El recorrido de zona con mayor presión antrópica. De otro el Huila, hasta la población de Honda, tie- dable. Entre los principales tributarios se la parte alta se toma desde el nacimiento lado, el medio y bajo Magdalena alcanzan ne aproximadamente 300 km; el Magda- encuentran: el río Cesar, que aporta aguas del río, en la laguna o estrecho de su mis- valores medios de escorrentía de 1.100 lena medio hasta el sur del departamento provenientes de la Sierra Nevada de Santa mo nombre (Magdalena) en el Huila, hasta mm.año-1 y 450 mm.año-1 respectivamen- del Cesar tiene 551 km, y allí se amplía a la Marta y de la Serranía de Perijá, igual que el Salto de Honda (Tolima); presenta pen- te y el alto Cauca valores medios de 1.000 zona de los valles inundables hasta su des- la escorrentía pluviométrica de las saba- dientes pronunciadas, con un recorrido mm.año-1, el medio Cauca 1.500 mm.año-1 embocadura denominándose bajo Magda- nas de los departamentos del Magdalena rápido debido a la presencia de raudales y y el bajo Cauca en su desembocadura en el lena con longitud de 379 km. y Cesar; el río Cauca que transporta los -1 pocas ciénagas (aproximadamente 2.000 río Magdalena llega a los 1.700 mm.año . caudales de la vertiente interandina de las ha); los tributarios más importantes de la Los rendimientos hídricos en la cuenca va- El recorrido en la parte media, está com- Cordilleras Central y Occidental, recoge en 2 vertiente occidental (Cordillera Central) rían entre 10 y 92 l/s/km , comparativa- prendido entre la Dorada (Caldas) hasta su parte baja, entre otros, al río Nechí (ori- provienen del sistema montañoso de los mente bajos frente a los estimados en las Arenal -río Viejo y Regidor (Bolívar)-. Cu- ginado en la Serranía de San Lucas) y las nevados del Huila, Tolima, Santa Isabel y demás regiones del país (MAVDT 2010). bre 19 departamentos, con una longitud 3 aguas de la zona de La Mojana (500.000 Ruiz e integran a la cuenca los valles del El caudal promedio es de 7.018 m /s y su navegable de 845 km que incluyen 115 km ha en el sur del departamento de Sucre) y, 2 Tolima, pertenecientes al plano inundable superficie (273.459 Km ) y teniendo en del Canal del Dique hasta Puerto Berrío por último, el río San Jorge, que transpor- del río Saldaña (Figura 2) (Cormagdalena cuenta las cifras de inundación citadas, (Cormagdalena 2000). En esta zona el río ta aguas originadas en la parte septentrio- 2000). conforman un plano de permanente de alcanza territorios de pendientes menos nal de la Cordillera Occidental, Serranías pronunciadas y comienza a presentar en- de San Jerónimo y Ayapel, lo mismo que la sanchamientos y estrangulamientos. Se descarga pluvial de los valles lluviosos del caracteriza por presentar un cauce defi- sur del departamento de Córdoba y Sucre. nido, profundidad media de ocho metros En este sector se presentan grandes con- y cadenas irregulares de ciénagas de poca juntos de ciénagas y planos bajos inunda- profundidad que se disponen transversal- bles (Cormagdalena 2000). mente al curso y se conectan por pequeños caños. Esta configuración aparece a partir de los valles de los ríos la Miel (Caldas) y El impacto ambiental sobre la Cocorná (Antioquia) los tributarios más cuenca importantes de la vertiente oriental (Cor- dillera Oriental) y el río Bogotá, en la La cuencas y sus riberas, presentan proble- cuenca del río Sumapaz. El río Sogamoso, mas ambientales históricos, no resueltos, recoge las cuencas santandereanas del derivados de la deforestación, la erosión, Chicamocha, Fonce y Suárez. También son la contaminación por residuos sólidos, lí- importantes en este tramo los aportes del quidos (industriales - domésticos - lixivia- Nare en la banda occidental y del Opón en dos) desecación de humedales, lo que está la oriental (Dahl 1971, Larrahondo 1996, haciendo incompatible la relación: medio Cormagdalena 2000, MAVDT 2010). ambiente -recursos hidrobiológicos y pes- queros. La parte baja del río se inicia en Tamalame- Figura 2. Perfil del río Grande de La Magdalena. Fuente: Cormagdalena-Ideam (2002) y datos de perfil que, a la altura de la ciénaga de Zapatosa y La deforestación del bosque de galería para longitudinal suministrados por Cormagdalena. la bifurcación de los brazos de Loba y de ser convertido en pastizales, es una de las

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causas que más ha contribuido a la inesta- t.año-1 , que generan demanda bioquímica mentación en la depresión Momposina treos, permitieron mediante variables 5 -1 bilidad de los suelos y diques ribereños, es- de oxígeno (DBO5) de 2,8 x 10 t.año . hasta la desembocadura en el mar Ca- básicas dar cuenta de diferentes orígenes pecialmente en el alto y medio Magdalena, ribe, el aporte de SST provenientes de la de contaminación como son: porcentaje donde predomina la topografía con pen- Las cifras anteriores quedan evidentes cuenca media es el factor que más influye de saturación de OD, SST, DBO, conduc- dientes altas susceptibles de deslizamien- cuando EAFIT (2006) establece que alre- en la mala calidad del índice, seguido por tividad eléctrica y pH, en 140 corrientes, tos, ocasionando alteraciones en las orillas dedor del 68% de la cuenca está experi- aportes de DQO, influenciando por la mis- 90 de las cuales pertenecen a la red básica e induciendo cambios en la hidrodinámica mentando altas tasas de erosión desde la ma razón el estado de los brazos de Loba del Ideam y cuyas cifras a continuación se del río. La Escuela de Administración, Fi- década de 1990, lo que ha generado a su y Mompox y el Canal del Dique, así como presentarán (MAVDT 2010). nanzas y Tecnología -EAFIT (2006) deter- vez, el incremento en el transporte de se- antes de recibir la desembocadura del río minó que cerca del 42% de los bosques dimentos, y en consecuencia el ascenso en Cauca con su propio arrastre de sólidos Los resultados indican que en la cuenca en la cuenca han sido talados durante las los valores netos de erosión, que han sido (MAVDT 2010). alta del río Magdalena los sitios que mues- últimas tres décadas, a una tasa de 1,9% altos y continuos en ríos como el Páez y tran mayor afectación son los tramos del anual, una de las más altas de Latinoamé- el Yaguará en el alto Magdalena; Carare, En relación con las concentraciones de río Bogotá en el Distrito Capital, en los rica y del mundo. Opón y Sogamoso en el Magdalena medio, contaminantes identificados en las fuen- municipios de Apulo, Tocaima y Girardot, y de carácter intenso, en el río Cauca. tes superficiales urbanas, específicamente así como los afluentes entre Girardot y El transporte de sedimentos del río a la al- en el río Bogotá, la cuenca media presenta Nariño por la presencia del relleno sanita- tura de Calamar es de 133 millones t.año-1. El río Cauca, en su nacimiento presenta va- a la entrada de Bogotá concentraciones de rio y, el río Páez por su ubicación en una Se estima para la cuenca una tasa de ero- lores de oxígeno disuelto (OD) de 6,5 mg/l, DBO (11 mg/l), en DQO de 41 mg/l y en zona muy vulnerable a los movimientos sión de 330 t.ha-1.año-1. El bajo Magdalena, a la altura del kilómetro 180 de su recorrido SST de 24 mg/l; a la salida de Bogotá, las de remoción en masa. En el peor escena- con una deforestación del 75% (180.000 baja a 1,5 mg/l, para ascender a 3,5 mg/l en concentraciones son de 97 mg/l de DBO, rio el ICA presenta mala calidad del agua km) aportaba entre 200 y 300 millones el kilómetro 450, por efecto principalmente en DQO de 291 mg/l y en SST de 124 mg/l. también en el río Yaguará a su paso por el t.año-1 de sedimentos a nivel de Bocas de de las descargas de líquidos y el aporte se- En cuanto a las cargas contaminantes en municipio del mismo nombre como conse- Ceniza (Corpamag 1995). Así mismo, se ha dimentario que recibe y entrega a la cuenca toneladas/día, a la entrada de Bogotá se cuencia de procesos erosivos, y el río Com- calculado que las remociones en masa equi- (MAVDT 2010). registraron cargas de 12,62 t/día de DBO, beima cuando circunda la ciudad de Iba- valen a 1.812 millones de t.año-1 de suelo, 52,07 t/día de DQO y 31,35 t/día de SST gué. Es importante anotar que el índice no lo cual afecta la navegabilidad en algunos En el medio Magdalena la calidad físico- y a la salida de Bogotá de 232,31 t/día de necesariamente refleja la contaminación tramos del río y contribuye a la degradación química de las aguas es mala a su paso por DBO, 710 t/día de DQO y 389,86 t/día de relacionada con los vertimientos difusos de ecosistemas naturales de importancia Barrancabermeja, Puerto Triunfo y Puerto SST (MAVDT 2010). agrícolas por cuanto no incluye paráme- biológica, como las ciénagas, áreas de man- Salgar donde las actividades socioeconó- tros como el nitrógeno y el fósforo. glar y arrecifes coralinos (Corpamag 1995, micas aportan niveles significativos de El río Bogotá, denominado el “mayor ene- Cormagdalena 2000, MAVDT 2010). DQO, sólidos en suspensión (SS) y algunas migo del Magdalena” - en su nacimiento A 2010, las variaciones de OD son en el alto veces de conductividad eléctrica, además presenta un OD de 6 mg/l, y a los 200 km de Magdalena de 5,9 mg/l, a 6,9 mg/l, en el A su vez, el Programa de las Naciones Uni- de lo aportado por otros ríos tributarios recorrido presenta 0,0 mg/l y a los 320 km Magdalena medio de 6,3 mg/l, 5,3 mg/l y das para el Desarrollo –PNUD- a través de como el Carare (en Cimitarra), el Opón (en se recupera alcanzando valores de 5 mg/l de 5,2 mg/l, 5 mg/l en el bajo Magdalena, la Comisión Oceanográfica Interguberna- Simacota) el Minero (en Borbur) y el Ne- (DNP 1995). El caudal de aguas residuales cifras congruentes con las descargas conta- mental -IOC- y la Subcomisión Regional gro (en Guaduas y Puerto Boyacá). Igual de Santafé de Bogotá (14 m3/s) produce minantes descritas. El río debido a la cons- para el Caribe y Regiones Adyacentes- ocurre con los ríos Villeta y Gualí a su paso cargas contaminantes de entre 83 t/día y tancia en las descargas, denota una baja IOCARIBE (1994) sobre la base del área por los municipios de Villeta y Honda, lo 260 t/día de DBO que resultan afectando al capacidad de acción depuradora (MAVDT de drenaje de la cuenca del río Grande de que obedece a la influencia de actividades Magdalena (Sánchez y Uribe 1994). 2010). la Magdalena y una tasa de erosión de la mineras, explotación maderera, defores- cuenca de 200 t/km2/año, calcula que esta tación y arrastre de sedimentos por la es- Seguimientos realizados entre el 2005 al Un problema asociado a la contaminación le aporta al Caribe en sedimentos 235 x correntía (MAVDT 2010). 2008, a la calidad del recurso hídrico -ICA- hídrica de los cuerpos de agua lénticos y ló- 106 t.año-1, en sólidos suspendidos totales superficial del Magdalena y del índice de ticos, que sirven como abastecimientos de (SST) 3,2 x 108 t.año-1 , en nitrógeno total En el bajo Magdalena, desde la población calidad del agua para corrientes superfi- agua potable a los pueblos ribereños, es la 3,4 x 108 t.año-1 , en fósforo total 6,9 x 104 de El Banco pasando por la zona de sedi- ciales -ICACOSU- a través de 1.880 mues- descarga de compuestos tóxicos y patóge-

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nos. La carga con patógenos provenientes Uribe 1994, DNP 1995, Gómez et al. 1995, de los residuos líquidos domésticos, clíni- Ruiz et al. 1996, Giraldo et al. 1996, 1999, cas, hospitales, mataderos municipales, y Olivero et al. 1997, Olivero y Solano 1998, actividades pecuarias, alcanzaba en 1994 Díaz-Granados 1998, Herrera-Piñeros cifras del orden de 24 x 108 NMP/100 ml 1998, Olivero et al. 1998, Paz 2000, Cala (Sánchez y Uribe 1994). En 44 municipios 2001, Olivero y Johnson 2002 a, b, Man- de 11 departamentos, existe alta conta- cera-Rodríguez y Álvarez-León 2006 ). La minación fecal, que supera los 2.000 mi- minería en Caucasia (Antioquia) hacía para croorganismos/100 ml (NMP) (MAVDT 1998 aportes en mercurio metálico de 270 2010). kg/día y de 9.553 t/día en sedimentos (Pu- lido 1985, Universidad de Antioquia 1988). El ecosistema cenagoso ha sido modificado a. b. debido a los asentamientos humanos ubica- A la altura de Girardot hay registros en cro- dos en zonas inundables o en las rondas del mo de 220 mg/kg, en plomo de 140 mg/kg, río, a la construcción de diques, drenajes, valores por encima de los límites permisi- distritos de riego y vías. Las altas cargas de bles (CAR 1992). Para el 2004, la cuenca sedimentos y algunos focos de contamina- media del río Bogotá, a la salida de Bo- ción puntual como la ciénaga de Chucurí gotá, tenía una carga de cerca de 900 kg/ presenta rangos de alcalinidad 18-20 ppm día, en donde el cromo aportaba 430 kg y

(CaCo3), mil veces por encima del límite el zinc 410 kg, a los que deben sumarse la normal, muestra de lo que ocurre en el resto presencia de níquel y cobre (Ideam 2004 a del ecosistema. b). Elevadas concentraciones de cromo han sido registradas en el Valle del Cauca, en los Las descargas de metales pesados como ríos el Cerrito y Bugalagrande en los mu- cadmio, cromo, mercurio, plomo, compues- nicipios del mismo nombre. Sin embargo, c. d. tos orgánicos volátiles, las grasas y aceites, es necesario tener en cuenta que la cuenca están afectando las cadenas tróficas, produ- del río Cauca tiene características geológi- ciendo bioacumulación, colocando en ries- cas de materiales nativos con concentra- go la salud de los habitantes que directa o ciones relativamente altas de los diferen- indirectamente tienen acceso a los recursos tes metales (MAVDT 2010). hídricos e hidrobiológicos. Cadmio, hierro, mercurio, plomo y zinc, presentan en algu- En cuanto al zinc en sedimentos, las co- nas áreas, valores por encima de los límites rrientes más afectadas son el río Risaral- permisibles. El mercurio, que posee elevada da en el municipio de La Virginia y el río toxicidad, se está bioacumulando y magni- Negro en Puerto Salgar (Cundinamarca) ficando en la cadena trófica, y sí se consi- (MAVDT 2010). dera, que la fracción adherida al sedimen- e. f. to fino es la más biodisponible, denota una El medio Magdalena, soporta a través del elevada peligrosidad, reflejada en el hecho complejo industrial de Barrancaberme- de los altos registros en peces 0,5 ppm/ ja, disposición inadecuada de residuos a. Mompox (Magdalena). Foto: J. Agudelo gr (Pulido 1985, Universidad de Antioquia en cuerpos de aguas superficiales y sub- b. Cauce principal del río Magdalena. Foto: P. Tellez 1988). Los aportes han aumento debido al terráneas. Durante años, residuos acei- c. Río Cauca, sector San Francisco. Vda. La Esmeralda, Chinchina Caldas. Foto: N. Reyes d. Quebrada afluente río Magdalena. Foto: P. Tellez auge de la minería legal e ilegal (Cardeño- tosos y compuestos orgánicos tóxicos se e. Zona industrial adyacente al cauce principal del río Magdalena. Foto: F. Nieto sa et al. 1973, Galiano-Sedano 1976, 1977, han vertido sin ningún control. A su vez, f. Transporte fluvial en el río Magdalena. Foto: F. Nieto 1979, Gómez y Martínez 1993, Sánchez y los derrames del oleoducto Caño Limón -

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Coveñas (Santander - Cesar - Sucre) han nicos tóxicos, metales pesados, sedimen- efectos prácticos solo vamos a referenciar y como se manifestaba hasta mediados de comprometido más de 1.000 ha de ciéna- tos, microorganismos y nutrientes, entre las más recientes que incluyen a Villa et al. los noventa. La situación a 2011 nunca llegó gas, 400 km de río, 150 km de arroyos y otros. Y así está evidenciado y demostrado (2006), Mojica et al. (2006) y Ortega et al. a presentarse debido a los niveles hidrológi- caños secundarios y 2.500 ha de terrenos para la cuenca del Caribe. (2006). En estas investigaciones para el alto cos de la cuenca. aledaños (Sánchez y Uribe 1994). El cau- Magdalena se reportan 133 especies agru- dal vertido por las industrias asentadas en En el país las ciudades más densamente padas en 8 órdenes y 28 familias; para la Históricamente fueron 26 las especies im- la zona son 439.300 m3/día. Los impactos pobladas se encuentran en áreas monta- cuenca media 129 especies, pertenecientes portantes en términos de desembarcos y en sobre las ciénagas del Llanito y San Silves- ñosas del interior aledañas a ríos afluen- a 8 órdenes y 34 familias. Diversas investi- consecuencia de alto valor comercial, siendo tre, son muestras del efecto contaminante tes del Magdalena y el Cauca. En el Caribe gaciones en el alto Cauca registran 85 espe- destacables 15: Prochilodus magdalenae (bo- producido por el mal manejo de los resi- desemboca el río Magdalena, que recoge cies (69 nativas y 16 introducidas, agrupa- cachico), Pseudoplatystoma magdalenatum duos de hidrocarburos (Gutiérrez 1994). desechos y sedimentos de las principales das en 54 géneros, 23 familias y 7 órdenes). (bagre), Pimelodus “blochii” (Caribe-Mag- ciudades y centros de producción económi- Montoya et al. (2010) reportan que son 167 dalena) (barbul), Plagioscion magdalenae Los agroquímicos, son problema generali- ca de la zona andina, donde se concentran las especies registradas para la cuenca. (pacora), Ageneiosus pardalis (doncella), So- zado de la cuenca y según Inderena (citado la mayor parte de las actividades produc- rubim lima (cucharo), Pimelodus grosskopfii por Colciencias 1989) se vertían 3,6 millo- tivas. Por esta razón la carga de contami- El aprovechamiento de la riqueza ictioló- (capaz), Curimata mivartii (vizcaina), Lepo- nes de gal.año-1 de plaguicidas líquidos y nantes que entra al Caribe es mayor que en gica a través de la actividad pesquera en el rinus muyscorum (comelón), Brycon moorei 15.750 t.año-1 de formulaciones sólidas. el Pacífico (Invemar 2009). plano inundable de la cuenca radica en el (dorada), Tryportheus magdalenae (arenca), La zona bananera del Magdalena en 1990, ciclo hidrológico, y en la dependencia que Hoplias malabaricus (moncholo), Caquetaia aportaba 198.000 gal.año-1 y 340 t.año-1 Este panorama de riqueza, pobreza y con- de este tienen las poblaciones de peces y kraussi (mojarra amarilla), Pterogoplicthys de plaguicidas al delta (MMA 1996 a, b, c). taminación, ha persistido, está escrito, ha corresponde a cambios bien definidos del undecimalis (coroncoro), Panaque cochilodon El algodón, el arroz, la papa, las flores, y el sido en innumerables foros y documentos nivel de las aguas, en la temperatura, en la (coroncoro-corroncho). Lasso et al. (2011) sorgo, utilizan el 85% de los insecticidas oficiales rediagnosticados, pero sin mayo- oferta alimenticia y en la necesidad algunas reconocen 40 especies de interés pesquero aplicados. El arroz, los pastos, el algodón res efectos prácticos. Pero existe un ele- especies de migrar reproducirse. Histórica- para la cuenca, en donde se incluyen las y la caña de azúcar el 78% de los herbici- mento bioindicador, como los recursos hi- mente, estos comportamientos han estado especies de consumo local y las marino- das, y la papa, el arroz, el banano, las flores drobiológicos y pesqueros que se quedaron circunscritos a cuatro períodos: la “subien- estuarinas que son aprovechadas en aguas y las hortalizas el 87% de los fungicidas, sin capacidad de respuesta, ante la carga da” (diciembre a marzo); la “bajanza” (de continentales (Tabla 2). y por escorrentía pasan a los cuerpos de contaminante y la presión económica que abril a junio); la “mitaca” (de julio a agosto) agua (ICA 1990, MMA 1996b, Escobar sobre ellos se ejerce y, que demuestra no y la “bajanza de mitaca” (de septiembre a A este listado deben agregarse las especies 2004). en la teoría, sino en la práctica, la fragili- noviembre). Períodos que con los cambios foráneas y trasplantadas, que por los ma- dad conceptual y relación entre economía y climáticos y la reducción de las poblaciones los manejos derivados de la acuicultura En materia de calidad de las aguas ma- medioambiente. ícticas se han modificado, al punto que hoy han pasado al pasado al medio natural: las rinas y estuarinas, cada vez se ha hecho es casi imposible hablar de “la subienda” tal cachamas (Piaractus brachypomum, Colos- más claro que las actividades realizadas Riqueza íctica y recursos en tierra son las principales fuentes de pesqueros contaminación en los mares y costas. Así, Tabla 2. Lista de especies pesqueras continentales en la cuenca del Magdalena-Cauca. Hábitos: D (dul- gran parte de los contaminantes que lle- Las referencias ictiológicas sobre la cuenca ceacuícola), M-E (marino-estuarino). Fuente: Lasso et al. (2011). gan a las costas son generados a gran dis- del Magdalena se remontan a 1800 (Hum- tancia de éstas, en las partes altas de las boldt 1806, 1811, Humboldt y Valencien- Taxa Nombre común Hábito cuencas, siendo el aire y los ríos los que las nes 1833, Steindachner 1878, 1879, 1880, Rajifomes reciben y luego las transportan al mar. De Boulenger 1895) y 1900 (Steindachner esta forma, el mar resulta siendo la fuente 1902, Regan 1904, Posada 1909, Eigen- Dasyatidae final receptora de los vertimientos de ríos mann 1912, Regan 1912, Brind 1943, Dasyatis guttata (Bloch y Schneider 1801) Raya látigo, hocicona M-E y ciudades, donde convergen la presión Fowler 1943, Miles 1945, Miles 1947, Dahl Pristiformes poblacional, el turismo, la industria y el 1941, 1942, 1971, Dahl et al. 1963, Dahl comercio, entrando al mar residuos orgá- y Medem 1964, Miles 1971) pero para Pristidae

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Taxa Nombre común Hábito Taxa Nombre común Hábito Pristis pristis (Linnaeus 1758) Pez sierra M-E Loricariidae Myliobatiformes Chaetostoma fischeri Steindachner 1879 Guacuco, corroncho, cucha D Potamotrygonidae Chaetostoma marginatum Regan 1904 Guacuco, corroncho, cucha D Raya del Magdalena, raya barranqui- Potamotrygon magdalenae (Duméril 1865) D Chaetostoma thomsoni Regan 1904 Guacuco, corroncho, cucha D lla Chaetostoma milesi Fowler 1941 Guacuco, coroncoro amarillo D Elopiformes Hypostomus hondae (Regan 1912) Coroncoro, cucho, cucha D Megalopidae Pterygoplichthys undecimalis (Steindachner 1878) Coroncoro negro, cucho, cucha D Megalops atlanticus Valenciennes 1847 Sábalo, tarpón M-E Pimelodidae Pimelodus “blochii” Magdalena Anostomidae Nicuro, barbul, barbule D Valenciennes 1840 Leporinus muyscorum (Steindachner 1900) Dentón, dientón, quatrojo D Leporinus striatus Kner 1858 Rayado, torpedo, tusa D Pimelodus grosskopfii Steindachner 1879 Capaz, barbudo D Pseudoplatystoma magdaleniatum Characidae Bagre rayado, bagre pintado D Buitrago-Suárez y Burr 2007 Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) Sardina colirroja, cola amarilla D Brycon henni Eigenmann 1913 Sabaleta, sardina, toá D Sorubim cuspicaudus Littmann, Burr y Nass 2000 Blanquillo, bagre blanco D Brycon moorei Dahl 1955 Dorada, mueluda, sardinata D Pseudopimelodidae Cynopotamus magdalenae (Steindachner 1879) Chango, mueluda D Batrochoglanis transmontanus (Regan 1913) Capitán, bagre sapo, photphot D Salminus affinis Steindachner 1880 Picuda, rayada, rubia D Pseudopimelodus cf. bufonius (Valenciennes 1840) Bagre sapo, peje sapo, siete cueros D Triportheus magdalenae (Steindachner 1878) Arenca, arenga, sardina D Pseudopimelodus schultzi (Dahl 1955) Bagre sapo, bagre pintado D Curimatidae Trichomycteridae Curimata mivartii (Steindachner 1878) Vizcaina, cachaca D Capitán, capitán de la sabana, Eremophilus mutisii Humboldt 1805 D Cyphocharax magdalenae (Steindachner 1878) Yalua, campaniz, campaniza D chimbe Erythrinidae Trichomycterus spilosoma (Regan 1913) Salí, baloso D Hoplias malabaricus (Bloch 1794) Mocholo, dentón, dormilon D Trichomycterus taenia Kner 1863 Salí, baloso D Prochilodontidae Gymnotiformes Ichthyoelephas longirostris (Steindachner 1879) Besote, jetudo D Sternopygidae Prochilodus magdalenae Steindachner 1879 Bocachico D Sternopygus aequilabiatus (Humboldt 1805) Viringo, veringo, mayupa D Siluriformes Perciformes Ariidae Cichlidae Notarius bonillai (Miles 1945) Bagre de río, chivo cabezón D Caquetaia kraussii (Steindachner 1878) Mojarra amarilla, mojarra anzuelera D Auchenipteridae Caquetaia umbrifera (Meek y Hildebrand 1913) Mojarra negra, mojarra anzuelera D Ageneiosus pardalis Lutken 1874 Doncella, señorita, niña D Sciaenidae Heptapteridae Plagioscion magdalenae (Steindachner 1878) Pácora, corvina D Rhamdia quelen (Quoy y Gaimard 1824) Liso, barbudo, barbilla D

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soma macropomum), las tilapias o mojarras Kapetsky y Escobar (1976) después de eva- (1986) estableció la cifra de 38.000 que 50.000 los pescadores de la cuenca. Final- (Oreochromis niloticus), el híbrido de tilapia luaciones previas, establecieron la poten- permanente o temporalmente dependían mente Robles (2008) sin detallar su com- roja (Oreochromis spp) y las carpas (Cyprinus cialidad del área en cuanto a los recursos socioeconómicamente de la actividad, con posición por cuencas -Magdalena, Cauca, carpio, C. carpio var specularis), que figuran pesqueros entre 80.000 y 120.000 t.año-1. una población indirectamente beneficia- Orinoquia y Amazonia- reporta que el en los registros de captura de los pescado- Estimando que la cifra ideal de extracción da de 200.000 personas. Arias y Anzola número de pescadores registrados ante la res y de las empresas pesqueras. Además, debiera ser 65.000 t.año-1. A esa fecha, el (1989) estimaron en 35.000 los pescado- autoridad pesquera nacional son 150.000. entidades estatales o no, han procedido a 58% de las capturas procedían de los ríos res y en 180.000 personas que alimenta- Todas las cifras pueden parecer algo disí- efectuar repoblación con estas especies sin y el 42% de las ciénagas (Escobar y Chap- riamente dependían de la pesca. Gutié- miles y las diferencias pueden ser explica- el menor acerbo técnico, ni científico, es- man 1977 a, b). rrez (1997a) reportó 83.300 pescadores das en una no muy exacta clasificación de timándose en 16x106 el número de indivi- artesanales, de los cuales 56.500 eran de los pescadores (permanentes - ocasionales duos con los que se ha repoblado las cuencas Zárate (1986, 1989, 1991) con el fin de te- aguas continentales y de estos, 46.000 en - temporales - inactivos). continentales, sin contabilizar los que por ner conocimiento sobre la evolución y ten- la cuenca del Magdalena. Gualdrón (2000) efecto de las inundaciones han pasado de la dencias de los potenciales pesquero, ana- consigna que la población de pescadores A la fecha y frente a la reducción de los acuicultura al medio natural. lizó la producción desde 1977, estimando artesanales de la cuenca Magdalénica es- desembarcos el número de pescadores con que la captura anual se podía situar en taba estimada entre 30.000 y 50.000 to- actividades centradas en lo comercial debe Potencial de los recursos 48.877 t.año-1, que se convierte en la últi- dos económicamente dependientes de la haber disminuido, pero es posible que pesqueros ma cifra de referencia para toda la cuenca. pesca. Cormagdalena (2002) estableció en haya aumentado el número de personas Sin embargo, y teniendo en cuenta la crisis El estudio sistemático del recurso pesque- de la pesquería, recomendó aprovecha- Tabla 3. Número de pescadores en la cuenca del Magdalena-Cauca a 2011. Contreras (2011, datos no -1 ro y de la actividad extractiva se inició en miento de 45.000 t.año . Para ese año las publicados). la cuenca a partir de las investigaciones de capturas fueron 31.664 t.año-1. la Corporación Autónoma Regional de los Sector y puertos de desembarcos No. pescadores Valles del Magdalena y Sinú (CVS) en la Número de pescadores y flota Magangué 21.150 década de los años sesenta. Los trabajos de pesquera Dahl (1958, 1971) y de Miles (1971) sobre El Banco – Zapatosa 15.780 los peces del río Magdalena, son los prime- Entendiendo la dificultad de realizar un Gamarra 2.350 ros documentos que analizan los recursos censo de pescadores a nivel nacional, han Barrancabermeja 1.600 pesqueros con visión regional e inclusive sido varios los esfuerzos para estimarlos Plato 950 hacen previsiones y recomendaciones so- adecuadamente. La primera se efectuó con bre la necesidad de aprovecharlos sosteni- base en las unidades económicas de pesca San Pablo - Puerto Wilches – Cantagallo 900 blemente. -UEP- que están constituidas a efecto del Canal del Dique 450 análisis por el (los) pescador (es), la em- Betania 490 La segunda etapa se desarrolla en la déca- barcación, el (las) artes y el mecanismo de Puerto Berrío - Puerto Nare 400 da de los setenta, con la ejecución del Pro- movilización -remo, vela o motor-, lo cual yecto para el Desarrollo de la Pesca Conti- permitió a Kapetsky (1977) concluir que Caucasia – Nechí 340 nental (Inderena-FAO 1977). Entre 1975 y el número de pescadores eran 30.000. La Guájaro 300 1980, este proyecto evaluó la producción Asociación Nacional de Pescadores Arte- Zambrano 300 pesquera y valoró los aspectos ecológicos sanales - ANPAC (1985) compilando infor- Puerto Boyacá – Puerto Servíez 250 y socioeconómicos de la actividad en la mación a lo largo de las comunidades de cuenca. Desde 1976, mediante evaluacio- pescadores de aguas continentales y para Sector Neiva 230 nes pesqueras, estudios de selectividad de todo el país, los estimó en 150.000, deter- La Dorada – Guarinocito 220 artes, y colecta de información biológica- minando que aproximadamente 85.000 lo Prado 180 pesquera, se empezaron a determinar las hacían en época de “subienda” en la cuen- Honda – Puerto Bogotá 40 bases que permitirían un aprovechamiento ca Magdalena-Cauca. Inderena (1985 b, adecuado de los diferentes recursos ícticos. c) reportó 35.000, mientras que Zárate Total aproximado 45.930

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que buscan en la pesca un soporte alimen- Artes y métodos de pesca También se operan artes denominados gica. Utiliza como carnada: maíz, carne, tario y sobre cuya representación nada como barreras, cercotes, encañizadas, co- o peces en descomposición, grasa de pez, sabemos. A 2011, la mejor aproximación Las artes y métodos pesqueros no han va- rrales etc., que son estructuras o corrales hueso, o cebo de bovino y otros elementos. del número de pescadores de la cuenca se riado sustancialmente e históricamente de diferentes dimensiones, construidas de Finalmente el copón o cóngolo, que es un consigna en la tabla 3. siguen siendo los mismos descritos por bambú o madera y unidas por medio de be- arte en forma de coladera con diámetro Arias (1988) y Arias y Anzola (1989), pero jucos u otras fibras vegetales. Tienen una o aproximado de 1,2 a 1,5 m de alto; cons- Si tenemos en cuenta que los pescadores con algunas modificaciones en diseños y más puertas de caída tipo trampa, sosteni- truido en pita o nylon, se usa generalmen- en promedio tienen una embarcación por tamaños, que han ocurrido ante la necesi- das por cuerdas cuando se maniobran. Se te a orillas de aguas corrientosas. cada dos pescadores, de forma muy pre- dad cada vez más mayor de mejores captu- opera sin embarcación, en orillas y reman- liminar se pueden estimar en 23.000 las ras dado que los recursos tienen marcada sos de los ríos, bocas de antiguos cauces En general, entre las prohibiciones respec- embarcaciones; así mismo, se puede esti- tendencia a la disminución. Siguen ope- del río, en cualquier estación hidrológica. to a la utilización de artes y métodos pes- mar que Magangué debería disponer de rándose artes “agalleras” como las atarra- Utiliza como cebo maíz, cebo o grasa de queros, está el uso del trasmallo deslizado las más amplia cantidad, aproximadamen- yas (altura máxima deberá ser de 4 m, ojo carne, carne, peces muertos. o liso en las cuencas de los ríos Magdalena, te de 11.000. Cifra que puede parecer des- de malla no inferior a 4 cm). Que tiene dos Cauca y San Jorge. A su vez, está totalmen- bordada pero que puede tener justificación versiones o modificaciones: (1) “huequera”, La barredera o red tijera, que consiste en te prohibida la pesca en todas sus formas en que el bajo Magdalena posee le mayor que posee ojo de malla más grande que la acomodar un paño de red sobre dos largas en los caños y canales naturales que co- espejo en plano inundable y en consecuen- atarraya tradicional y con nylon de mayor varas cruzadas entre sí en forma de tije- muniquen una ciénaga con otra o con los cia un alto aprovechamiento pesquero. calibre y (2) ralera o atarraya tradicional ra. El copón puede tener forma de bolso ríos; pescar en las desembocaduras de los Magangué que siempre ha sido en el bajo o rastrera, que no se usa al voleo sino que o cono, con diferentes tamaños. Se ope- caños y canales y a una distancia menor de Magdalena importante puerto pesquero se sujeta por un extremo desde el borde la ra desde una pequeña embarcación tipo los 200 m (de las ciénagas y ríos) y utilizar aportando en términos de desembarcos lancha y se va arrastrando en profundida- canoa o cayuco, algunas veces se usa sin tóxicos (barbasco - químicos), el zangarreo el 46%, seguido por El Banco-Zapatosa des de 6 a 7 m. Tiene altura de 8 m y ojo canoa. y la dinamita. En las ciénagas está autori- (34%); el resto de las regiones tiene un de malla mínimo de 14 cm. El mallón, con zado el uso de anzuelos, atarrayas, flechas porcentaje muy bajo que no supera el 5%. longitud máxima de 70 m y altura de 3 m En cuanto a artes operados con anzuelos, y nasas. La mejor información sobre la actividad de y ojo mínimo de malla 20 cm. El chincho- tenemos el calandrio (línea de anzuelos) las UEP -Unidades Económicas de Pesca- rro, que es una red de arrastre de 60 a 100 cuya línea madre no debe tener más de 70 Las artes pesqueras poseen una pertinen- en la ciénaga procede de cuando se traba- m de largo, por 1,5 a 1,8 m de ancho con m. No debe utilizarse en áreas en donde se cia de uso dependiendo del cuerpo de agua jaba en el proyecto Inderena-FAO, ya que ojo de malla de 5 cm. La chinchorra menu- hacen lances con chinchorro. También es- y de la temporada, pero históricamente en se efectuaban conteos aéreos y terrestres da, que es una red de arrastre de arrastre tán los palangres de media agua, que es un los ríos el 70% de los pescadores utiliza- de la actividad. con bolso. Es una variación del chincho- arte constituido por una línea madre con ban el chinchorro, el 20% la atarraya y el rro autorizado con longitud máxima 100 flotadores y una segunda línea de altura 10% otros artes como la nasa, la línea de Tabla 4. Total de canoas operando en la cuenca m, altura máxima 4,5 m, ojo mínimo de media y adecuada a la profundidad del mano, la flecha, la barredera y el cóngolo. del Magdalena (ríos y ciénagas). Fuente: Zárate malla del cuerpo 10 cm y ojo de malla del ecosistema de donde se cuelgan anzuelos Mientras que en las ciénagas predomina- (1986). seno hasta 7 cm. La chinchorra ojona que de diversos tamaños a través de líneas au- ba la atarraya con el 85%, el 10% la nasa, tiene autorizada una longitud máxima de xiliares. Para que permanezca fijo, de los la línea, la flecha y la barredera, y el 5% el Año Canoas operando 100 m, altura máxima 4,5 m, ojo mínimo extremos de la línea madre hasta el fondo chinchorro. Lo que se sabe es que ante el 1977 25.376 de malla del cuerpo 22 cm y ojo de malla se colocan lastres (plomos - canecas con descenso de los “stocks”, y sin contar con 1978 31.589 del seno hasta 18 cm. Los trasmallos que arena o estructuras de cemento) que lo cifras ciertas, el chinchorro, la barredera están formados por tres paños superpues- sostengan a la altura deseada. Otra moda- y otros artes están predominando en las 20.602 1979 tos que se arman juntos. Los dos paños lidad es el palangre de fondo. faenas pesqueras impactando de manera 1980 16.914 exteriores tienen un mallero mayor que el negativa los recursos (Gutiérrez 1997 a, b). 1981 15.971 central, y este último tiene uno mayor que Finalmente se tienen las nasas, trampas o 1982 17.172 los laterales, provocando embolsamiento cobos que son operados con o sin cayuco, Las artes por parte de los pescadores tie- de los peces. Puede tener entre 200 y 400 en remansos del río, embalses, lagunas y nen diversos métodos de operación, sien- 18.346 1983 m de largo por 2 a 3 m de ancho. ciénagas y en cualquier estación hidroló- do uno de ellos el denominado “corral”

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que consiste en que varios pescadores potencia de 15 a 40 HP. En Puerto Boya- con sus respectivas UEP y operando con cá, atracan embarcaciones de madera y de atarraya, se sitúan bien en el río o en la madera revestidas en fibra de vidrio con ciénaga, creando un círculo y proceden a longitud entre 6 y 12 m de eslora, impulsa- lanzar secuencialmente el arte, generando dos con motores fuera de borda de 40, 25 y mayor probabilidad de captura, dado que 15 HP, algunas utilizan los remos o cana- las poblaciones de peces al ser advertidas lete. En Puerto Berrío, las embarcaciones por el arte se desplazan engallándose en que llegan son de madera y fibra de vidrio alguna de las atarrayas. Un método ilegal, con eslora de 2 a 5 m y manga aproxima- pero frecuente es el zangarreo que consis- damente de 40 cm a 1 m en su parte media te en agitar el agua generando que el sedi- con propulsión en base a motores fuera de mento se incorpore a la columna de agua y Figura 3. Desembarcos pesqueros en la cuenca del Magdalena Periodo: 1974-2009. Fuente: Informa- borda de 15 - 20 - 25 - 30 - 40 HP. También ción estadística pesquera INDERENA - INPA - INCODER – MADR-CCI. los peces suban haciendo fácil su captura se usan canoas entre 4 y 6 m de eslora y bien con atarraya o con el cóngolo. Igual hasta 1,5 m de manga en su parte media, ocurre con la reiterada costumbre de ta- construidas en madera y lamina de acero ponar la entrada o salida de los caños con o zinc (para incrementar la resistencia), se redes. En el sector del salto de Honda, se utilizan frecuentemente en épocas de su- utiliza lo que se denomina “cama” que es bienda para el transporte de pescado des- una estructura hecha de piedra y cemen- de los sitios de pesca. En Barrancaberme- to ubicados en las orillas del río y en serie; ja, los botes son construidos en madera, tienen entre 5 y 7 m con altura variable a con manga de 0,4-0,6 ms, eslora de 5 a 7 medida que se prolongan hacia el centro m, con remos y palancas de madera, tam- del cauce, distanciadas cada 4 m. Se con- bién se presentan botes metálicos y de ma- forman receptáculos a los cuales los peces, dera con manga de 1,2 m y eslora de 12 m. durante la migración aguas arriba, entran Y en Gamarra, son comunes los botes de a descansar y son capturados con atarraya madera y metálicos con manga de 1,2 - 1,8 o cóngolo. m y eslora entre 12 y - 18 m, con motores fuera de borda entre 25 y 40 HP. La más reciente descripción de las embar- caciones pesqueras, las reporta el MADR- CCI (2010) y cita que en los Municipios de Producción y manejo pesquero Yaguará y Hobo situados sobre la represa histórico y actual Figura 4. Participación en porcentaje de la cuenca del Magdalena en la producción pesquera nacio- de Betania, se encuentran los puertos de nal. Periodo: 1975 - 2009. Fuente: Información estadística pesquera INDERENA - INPA - INCODER – MADR-CCI. Yaguará y de Momico, donde se operan ca- Históricamente la cuenca era la mayor noas en madera de 5 y 6 m de eslora, im- aportante a los desembarcos pesqueros a pulsadas por canaletes y motores fuera de nivel nacional. En el período donde la in- Quienes conocían el recurso y sabían de su contaminación de aguas y las grandes os- borda de 2 y 2.5 HP. formación es consistente, respecto a los dinámica como Dahl (1971) hace 40 años, cilaciones en el nivel de las aguas favore- totales nacionales, pasó del 64,98% en expresó: “por otra parte, es notorio que cidas por la deforestación. Urge por tanto, En el municipio de Honda, se operan ca- 1983, al 14,9% en 2002, datos que deben durante los últimos años la productividad con el fin no sólo de salvar éstos recursos, noas de madera, con manga de 0,4-0,6 m ser vistos frente al aumento de los desem- pesquera de los sistemas del Magdalena y sino de incrementar su utilización, prose- y eslora de 3 a 6 m movidas a remo. En la barcos de otros “stocks” como los atunes del Sinú ha disminuido en forma acusada, guir los estudios de la fauna de estos siste- Dorada botes de madera, con manga de en el océano Pacífico, pero la tendencia de- debido al uso de métodos de captura irra- mas hidrográficos”. Y la situación paulati- 0,4 - 0,6 m, eslora de 6 a 12 m, con remos muestra la declinación de la oferta, cuan- cionales (p.e. uso de barbasco, dinamita o namente llegó a convertirse en realidad, y de madera, también se observan botes de do de manera separada se mira su evolu- aparejos inapropiados), así como, el dete- entre 1982 y 1986, los “stocks” pesqueros madera con motores fuera de borda con ción (Figuras 3, 4). rioro ambiental producido por la erosión, parecían haber adquirido un segundo ni-

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vel de equilibrio con un valor promedio En participación porcentual y para aguas cercano a las 40.000 t.año-1, que difiere continentales, la cuenca representaba el de los años 1972-1980, donde el promedio 85% de los desembarcos nacionales, la oscilaba alrededor de las 65.000 t.año-1. Amazónica el 9,4%, la Orinoquia el 2,3% Otro fenómeno observable en los análisis y Catatumbo el 2,5%. A 1995, la situación de la estadísticas es que a partir de 1981, por cuencas fue: Magdalena 43,60%, Ama- la producción de las mitacas superó la zonia 35,40%, y Orinoquia 21,0%. A 2009, producción de la bajanza, hecho que era la contribución fue: Magdalena 52,46%, totalmente inverso y anormal respecto al Amazonia 33,54% y Orinoco 4,59%. Ci- comportamiento normal de la cuenca, y fras que denotan la crisis de la pesca con- explicable porque al disminuir la subienda tinental, pues sí recursos que están en alto y al existir menor número de poblaciones riesgo como los de la cuenca del Magdale- Figura 5. Modelo bioeconómico de Thompson y Bell para el bagre rayado (Pseudoplatystoma magdale- de peces o menores “stocks”, el recurso no na y siguen haciendo tan altos aportes, lo niatum) en la cuenca del Magdalena. Fuente: Incoder (2010). alcanza a recuperarse durante la bajanza que estamos haciendo es eludiendo lo que y la aparición de nuevas artes y métodos arrojan los modelos poblacionales, que pesqueros como la chinchorra, los tras- dan señales de sobreaprovechamiento. mallos y chinchorros de gran tamaño, se favoreció la extracción de mayor biomasa Aplicados los modelos bioeconómicos de en épocas de aguas altas. Thompson y Bell para las cuatro principa- les especies, la conclusión general es que La disminución de la producción entre las poblaciones están en nivel de sobrea- 1974, que fue de 78.847 t.año-1 (Zárate provechamiento. El bagre y el bocachico 1989) a 1995 con sus 10.259 t.año-1 repre- (Figuras 5, 6) están por encima del PRO senta 68.588 t.año-1 menos, es decir, en (punto de referencia objetivo), mientras veintiún años la reducción del recurso es que el capaz y el nicuro están por encima del 85% y a 2009 permanece igual (67.182 del 60% (Figuras 7, 8). t menos), lo que denota el grado de ame- naza en que se encuentran las poblaciones En general y para bocachico, los bagres, el Figura 6. Modelo bioeconómico de Thompson y Bell para el bocachico (Prochilodus magdalenae) en la (Figura 3). capaz y el nicuro la aplicación del modelo cuenca del Magdalena. Fuente: Incoder (2010). bioeconómico de Thompson y Bell, arrojan Respecto a la participación de las especies como resultado, que estas poblaciones es- en las capturas y como principal recur- tán sobreaprovechadas, siendo necesario so el bocachico aportó en 1970 17.945,8 resaltar que la reglamentación existente no t.año-1, que correspondía al 63,64% del está aportando verdaderas soluciones, y de total aprovechado en la cuenca, en años continuar la pesca excesiva en caños y cié- posteriores llegó a ser el 85,71%. Sigue en nagas, la inadecuada utilización de artes y importancia, el nicuro que en 1970, llegó métodos de pesca, el aprovechamiento por a ser el 30,03%, los bagres con el 12,03% debajo de las tallas medias de captura y de y el capaz con el 3,40%. A 2009, las espe- madurez sexual y los procesos antrópicos, cies representadas en las capturas siguen los recursos entrarán en niveles más altos siendo las mismas, pero sus volúmenes de de riesgo. captura han descendido: 37,8% bocachico, bagres en general 26,11%, nicuro 8,3% y En la cuenca del Magdalena en una mues- capaz con el 1,75% (Barreto y Borda 2009, tra de 17 puertos pesqueros del río, en 12 Figura 7. Modelo bioeconómico de Thompson y Bell para el capaz (Pimelodus grosskopfii) en la cuenca Incoder 2010). de ellos más del 40% de los desembarcos del Magdalena. Fuente: Incoder (2010).

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t.año-1) la pérdida de biomasa en la cuen- históricas (Tabla 5). Los resultados, me- ca es superior al 50%. Pérdida debida a diante la ecuación múltiple, arrojaron una la afectación antrópica, al mal uso de los producción decreciente con el siguiente métodos y artes de pesca y a capturas que modelo de estimación: en nada tienen en corespondencia con las tallas medias de captura y medias de ma- Producción = 506,49 -7,31 Cs + 2,11 Cm durez sexual establecidas en la reglamen- tación. La evaluación del sistema arrojó un nivel de seguridad en la predicción de la mode- A su vez, y con el fin de proyectar el com- lación del 98% y un coeficiente de deter- Figura 8. Modelo bioeconómico de Thompson y Bell para el nicuro (Pimelodus blochii) en la cuenca del portamiento de la pesquería, se aplicó al minación r2 = 0,99 por lo tanto la compa- Magdalena. Fuente: Incoder (2010). bocachico el modelo de Lepold, teniendo ración entre el valor real y la predicción, le como información básica las producciones otorgan certeza al cálculo (Tabla 6).

del bocachico estuvieron por debajo de la lena la población de bocachico ha dismi- talla mínima legal (MADR-CCI 2008). En nuido de forma marcada, representando Tabla 5. Datos de producción de la cuenca del Magdalena. Cs (meses de máxima producción), Cm (mes general en los ecosistemas naturales del solamente el 1% de la biomasa relativa de producción en el mes de desove). Fuente: Inderena (1975-1989), Inpa-Ica-Incoder (1990-2008). país, el bocachico es capturado principal- en el embalse de Betania y menos del 1% -1 -1 -1 mente en estado joven o preadulto, lo cual también en las capturas del alto Magdale- Año Producción t.año Cs t.año Cm t.año es un primer indicador de alerta para el na y Suaza (Fundación Humedales 2008). 1975 36.158 2.291,50 24.724,55 manejo de esta especie. El estado de sobreexplotación de la especie 1976 32.692 2.071,84 22.354,52 esta evidentemente demostrado en el país. 1977 24.569 1.557,05 16.800,08 En el río La Miel, un porcentaje importan- Desde la década de los años 80 ya se había 1978 38.256 2.424,46 26.159,14 te es pescado por debajo de la talla mínima establecido que la población de bocachico de captura, reportándose febrero (subien- estaba cercana a los límites de su aprove- 1979 24.956 1.581,58 17.064,71 da) y abril-mayo (bajanza), como los me- chamiento sostenible (estado de explota- 1980 28.630 1.814,42 19.576,96 ses en los que más se capturan individuos ción E = 41%) (Valderrama et al. 2003), y 1981 26.793 1.698,00 18.320,84 por debajo de la talla (Reinoso-Florez et al. ya en el año 2009 su estado de explotación 1982 19.076 1.208,94 13.044,01 2010). También en el sector de la Isla de es un claro indicador de sobrepesca (E= 1983 16.908 1.071,54 11.561,55 Mompox (bajo Magdalena), la Fundación 0,68%) (Barreto et al. 2009). Humedales (2010) determinó que el 65% 1984 29.063 1.841,86 19.873,04 de los ejemplares de bocachico que fueron Con el fin de obtener una estima de la bio- 1985 24.628 1.560,79 16.840,43 capturados, eran preadultos con una talla masa del río Magdalena, se aplicó el mo- 1986 28.501 1.806,24 19.488,75 media de captura (TMC = 23,4 cm LE), me- delo de Lagler y Huet, que se fundamenta 1987 28.880 1.830,26 19.747,91 nor a su talla mínima legal (TML=25 cm en la composición biológica y en la estruc- 1988 31.611 2.003,34 21.615,35 LE). tura ecológica poblacional, asumiendo que para sistemas parecidos a la cuenca del 1989 17.700 1.121,73 12.103,12 Como los ejemplares capturados represen- Magdalena el valor Bo del modelo son 122 1990 19.507 1.236,25 13.338,73 tan individuos entre 1 a 2 años de edad y kg.ha-1.año-1 (Welcomme 1980). El modelo 1991 14.666 929,45 10.028,49 no existen muchos ejemplares adultos de arrojó una biomasa de la fauna bentónica 1992 15.700 994,98 10.735,53 edades mayores, se infiere que esta especie de 2,22 kg.ha-1.año-1, y con esta informa- 1993 18.900 1.197,78 12.923,67 está siendo plenamente explotada, lo que ción la ictiomasa fue de 42.000 t.año-1. Si indicaría condiciones en límite de un apro- se compara este resultado con lo que se 1994 19.486 1.234,92 13.324,33 vechamiento adecuado. En el alto Magda- aprovechaba hace 20 años (60.000-80.000 1995 10.259 650,14 7.014,75

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Tabla 5. Continuación. rios, y desde de 1977 hasta 1984 presentó cialización de los productos pesqueros en las siguientes cifras: 24,9 kg; 12,7 kg; 27,1 el país, se caracterizaba por la presencia de Año Producción t.año-1 Cs t.año-1 Cm t.año-1 kg; 11,0 kg; 17,7 kg; 16,6 kg y 16,5 kg para canales inadecuados, falta de instalacio- 1996 8.919 565,22 6.098,50 1984 (Gutiérrez 1997a). Con sujeción a co- nes apropiadas a nivel de puertos, acopio 1997 7.450 472,12 5.093,99 meter errores por la impresión de los datos deficiente, problemas en la distribución 1998 7.582 480,53 5.184,76 de desembarcos y del número de pescadores mayorista y minorista, escaso transporte 1999 8.629 182,23 2.976,57 un cálculo de la CPUE Captura por unidad refrigerado, altos precios y baja calidad de de esfuerzo- por pescador podría estimarse los productos”. Además, se concluyó que 2000 11.609 689,77 7.888,65 para el 2010 en 350 kg año-1 cifra irrisoria “la carencia de información sobre merca- 2001 12.682 800,00 8.871,70 sí se le comparada con una en auge de la dos y la deficiencia de las estadísticas han 2002 4.940 600,00 3.662,92 producción que podría estar entre los 3.430 limitado enormemente la expansión coor- 2003 5.927 485,60 5.099,20 kg año-1/pescador y los 2.300 kg año-1/pes- dinada del sistema de comercialización 2004 6.655 419,82 4.655,59 cador. Esto se sujeta de manera lógica a la del subsector pesquero”. Posteriormente en 1985, se llevó a cabo un estudio de mer- 2005 2.754 294,20 2.459,60 tendencia de las poblaciones objeto de apro- vechamiento ya otras que siendo de menor cadeo de productos pesqueros en aguas 1.887 29,67 1.399,50 2006 valor comercial y biomasa individual han continentales (Polo 1986), para ese año la 2007 4.865 221,01 2.727,82 surgido como una opción. cuenca Magdalénica tuvo una producción 2008 7.182 399,82 4.430,95 registrada de 40.660 t.año-1 que corres- Comercialización pondía al 86% de la producción nacional de aguas continentales y cuyo destino se Tabla 6. Comparación entre la producción real establecieron cuotas globales anuales de Históricamente la producción de la cuenca presenta en la tabla 7. (Pr) y la producción proyectada (Ppre) para el bo- aprovechamiento con argumentos que ha tenido como destino el consumo nacio- cachico en la cuenca del Magdalena. científica y técnicamente no son válidos y nal y con centros de distribución en Arme- Tabla 7. Porcentaje de oferta pesquera compa- rativa para cinco ciudades de productos prove- no asumen la aplicación de los resultados nia, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, nientes de la cuenca del Magdalena. Fuente: Año Pr t.año-1 Ppre t.año-1 de los análisis biológicos y pesqueros na- Cali, Cartagena, Cúcuta, Florencia, Iba- Polo (1986). 2000 11.609 12.109,23 cionalmente evidentes y aceptados. gué, Manizales, Medellín, Montería, Nei- va, Pereira, San Andrés Isla, Santa Marta, 2001 12.682 13.377,63 Ciudad 1975 1985 El declive de la producción pesquera en la Sincelejo, Valledupar y Villavicencio. 2002 4.940 3.848,49 cuenca tiene su claro reflejo en la captura Bogotá 31,6 19,0 2003 5.927 7.715,92 por unidad de esfuerzo -CPUE-, que en la Desde 1970 el gobierno nacional mostró Medellín 5,2 2,9 2004 6.655 7.260,87 década de los 70 y 80 tuvo seguimiento interés en conocer el comportamiento del Cali 4,8 16.1 cuando existía un programa nacional de mercadeo en el subsector pesquero, pero 2005 2.754 3.545,42 Barranquilla 2,7 9,7 colecta de datos biológicos, pesqueros y lamentablemente los estudios no tuvieron 1.887 3.242,76 2006 de esfuerzo. Con la actual incertidumbre la continuidad requerida y las conclusio- Bucaramanga 4,7 1,2 2007 4.865 4.646,60 sobre las cifras es posible resaltar que res- nes y recomendaciones a que se llegó, en Otras 51,0 51,1 pecto a las citadas décadas existen menos su mayoría, no tuvieron aplicación alguna. pescadores haciendo esfuerzo pesquero con Hacia 1974, primero el Inderena y luego la En cuanto a los canales de comercializa- fines comerciales y sobre poblaciones cada oficina de OPSA (Oficina de Planeación del ción hoy en día se siguen caracterizando Todos los análisis poblacionales aplicados vez menores, ante lo cual han surgido ma- Sector Agropecuario) del Ministerio de por su complejidad, hay dos característi- en la cuenca desde hace no menos de 20 yor variedad de artes más efectivas, me- Agricultura, con la colaboración de la FAO cas de este proceso que son: (1) los diferen- años, han mostrado una situación de so- nos selectivas y en períodos donde la pesca adelantaron actividades con el proyecto tes pasos acumulativos hasta que llega el breaprovechamiento, que en la práctica empezaba a reducirse. En los 70’s y los 80’s “Estudio de mercadeo de pescado, Fases producto al consumidor final y (2) los altos no se utiliza como medida de manejo y por ejemplo el aprovechamiento en mitaca I y II” para formular la organización de costos. Estos dos factores concurren para ordenación, al punto que en aguas con- subió en un gran porcentaje y los efectos un sistema adecuado de comercialización. que el precio del pescado sea alto y que su tinentales para el 2010 y el 2011, no se de esa presión pesquera se hicieron noto- Para esa época se identificó que “la comer- calidad no sea la adecuada.

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A 2011, no existe seguimiento como antes porcentual de los desembarques 2008- se hacía de los diferentes canales de la co- 2009 se presentan en la figura 9. mercialización de los productos pesqueros provenientes de la cuenca del Magdalena, Es evidente que por la capacidad de cap- pero los principales mercados reporta- turas -mayor áreas de ciénagas- y de co- dos por el MADR-CCI para el 2009, están mercialización el bajo Magdalena es el de concentrados en Barranquilla (14%), Car- mayor impacto dentro de este sistema, y el tagena (11%), Barrancabermeja (10,9%), alto Magdalena es el de menor capacidad Montería (6,4%), Bogotá (5,9%) y Mede- entre otras porque el volumen de aguas en llín (4,3%) como los principales centros de esta región es mucho menor que los otros comercialización. A 2009, la distribución dos (Figura 10).

Figura 11. Distribución porcentual de los desembarcos pesqueros en la cuenca del Magdalena por puertos pesqueros del Magdalena medio. Periodo: 2008-2009. Fuente: MADR-CCI (2010).

Figura 9. Distribución porcentual de los desembarcos de recursos pesqueros en la cuenca del Magdale- na (partes alta.- media-baja). Periodo: 2008-2009. Fuente: MADR-CCI (2010).

Figura 12. Distribución porcentual de los desembarcos pesqueros en la cuenca del Magdalena por puertos pesqueros del bajo Magdalena. Periodo: 2008-2009. Fuente: MADR-CCI (2010).

En el Magdalena medio el municipio más tividad pesquera de la zona y por lo tanto representativo es el de Barrancabermeja debe ser el lugar de mayor atención en el (44,7%) que es el de mayor potencial pro- direccionamiento de las políticas de desa- ductivo (Figura 11). rrollo económico del subsector pesquero. Así como en el Magdalena medio Barran- Por puertos de desembarco y comerciali- cabermeja es el mayor productor; Ma- zación tenemos: Puerto Berrio (23,1%), La gangué (62,9%) es el mayor productor de Dorada (12,7%), y Gamarra (10,3%) son la zona baja, los demás municipios están los que le siguen en producción; siendo muy lejos de esta producción como Zam- Puerto Boyacá (6,1%) y Honda (3,1%) los brano (8,2%), el Banco (6,6%), el Plato Figura 10. Distribución porcentual de los desembarcos de recursos pesqueros en la represa de Betania, de menor valor. Por lo detectado, Barran- (5,9%), Chimichagua (5,4%), Ayapel (5%) y parte alta de la cuenca del Magdalena. Periodo: 2008-2009. Fuente: MADR-CCI (2010). cabermeja es el puerto que concentra la ac- Caucasia (3,9%) (Figura 12).

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Valor de la producción Respecto a la generación de empleo no hay gación de Recursos Biológicos “Alexander Latina. COPESCAL Documento Ocasio- cifras registradas, pero sí se calcula que von Humboldt” encargado a nivel nacional nal (4): 178 pp. Tomando como referencia precios del pes- hay aproximadamente 35 mil pescadores de la investigación básica y aplicada de los • Arias, P. y E. Anzola. 1989. La pesca cado a nivel de comerciante en algunos en las épocas de abundancia de pescado y recursos hidrobiológicos continentales y a artesanal en Colombia. Instituto Nacio- lugares de la cuenca correspondientes al que se generan ocho empleos indirectos, Cormagdalena (Ley 161 de 1994) que sin nal los Recursos Naturales Renovables mes de septiembre de 2000, se calculó que incluyendo intermediarios, transportado- tener el carácter de Autoridad Ambiental, y del Ambiente -Inderena-. Bogotá, D. el valor de la producción total para la cuen- res, acopiadores primarios y secundarios sí tiene funciones en materia de recursos C. 62 pp. ca en 1999 fue de $15.034.721.000 para y comerciantes de los centros mayoristas naturales renovables, incluidos los ictio- • Asociación Nacional de Pescadores Ar- 8.252 toneladas aportadas por las siete de consumo, se llega a la cifra de 280.000 lógicos y pesqueros. Las entidades terri- tesanales de Colombia -ANPAC. 1985. principales especies; de ellas se destacan el personas que reciben o recibían reingresos toriales con las que hay que interactuar Manual de inducción para la pesca ar- tesanal. Asociación Nacional de Pesca- bocachico y el nicuro, que para ese año su por concepto de la producción y comercia- para acordar mecanismos que permitan dores Artesanales de Colombia. Bogotá, participación porcentual en la captura fue lización. una acción integral en la cuenca, involucra D. C. 171 pp. del 72% y 16%, respectivamente. A 2010 a 20 Departamentos, a 728 municipios, a • Barreto, C. y C. A. Borda. 2009. Evalua- el valor de la producción puede estimar- Cualquiera que sea el análisis, la pesca ar- las Secretarías de Planeación o de Medio ción de recursos pesqueros colombia- se a precios comerciales y no a nivel del tesanal como se ha afirmado y constatado Ambiente y a la Unidad Administrativa nos. Instituto Colombiano Agropecua- productor primario puede tener una cifra siempre, aporta una fuente importante de Especial de Parques Nacionales Naturales, rio. Subgerencia de Pesca y Acuicultura. aproximada de $ 28.771 millones de pesos proteína a las comunidades locales pues en la cuenca confluyen 19 áreas pro- Bogotá, D. C. 131 pp. a valor presente. e ingresos extras, cuando la pesca es abun- tegidas. • Barreto, C., C. Borda, J. Otto, C. Sán- dante. chez, A. Sanabria y S. Muñoz. 2009. Pro- Contribución de la pesquería a la Se han producido alrededor de la cuenca puesta de cuotas de aprovechamiento alimentación y a la creación de La institucionalidad entre otros documentos Conpes -Consejo de los recursos pesqueros colombianos empleo e ingresos Nacional de Política Económica y Social- y ornamentales para la vigencia 2010. La institucionalidad alrededor de la el Nº 208 de marzo de 1969, el Nº 1313 Instituto Colombiano Agropecuario - El valor de la contribución que hace la pro- cuenca y sus recursos involucra al Minis- de septiembre de 1975, el Nº 1618 de di- ICA. 113 pp. ducción pesquera de la cuenca del Magda- terio de Agricultura y Desarrollo Rural ciembre de 1979, el Nº 1620 de diciembre • Boulenger, G. 1895. Descriptions of a lena tanto en la alimentación como en la (MADR), al Instituto Colombiano de De- de 1979, el Nº 1821 de 1981, el Nº 2119 new Characinoid fish of the genus Pa- generación de empleo e ingresos es evi- sarrollo Rural -Incoder- (Ley 13 de 1990. de 1984 y el Nº 2764 de 1992 (DNP 1992, rodon. Annals and Magazine of Natural dente, pues basta tomar como referencia Estatuto General de Pesca y Acuicultura. 1995). De sus desarrollos poco se puede de- History (Ser. 6) 16: 480 pp. • Brind, W. 1943. A new species of las cifras registradas de pescado que es co- Decreto reglamentario 2256 de 1991), al cir, máxime si se coteja lo planificado fren- Geophagus magdalenae. Brind, 1943.2 mercializado hacia los principales centros Ministerio de Ambiente Vivienda y Desa- te al diagnóstico consignado. “The Magdalena mouthbreeder”. All- de consumo cada año. rrollo Territorial (Ley 99 de 1993. Sistema Pets Magazine 14 (9): 42-43. Nacional Ambiental) a las Corporaciones Sin embargo, es necesario acotar que se • Cala, P. 2001. Occurrence of mercury in Autónomas Regionales o de Desarrollo han adelantado acciones puntuales de ma- Para los años (1997, 1998 y 1999) el pro- some commercial fish species from the nejo por Cormagdalena en Barrancaber- medio de la captura registrada fue de 7. Sostenible (Corpoguajira, Corpamag, Magdalena and Meta rivers in Colom- -1 meja y planes de ordenación en la Isla de 887,000 kg.año Con base en esta cifra y CRA, Cardique, Carsucre, Corporcesar, bia. Dahlia 4: 15-19. un estimativo de consumo de 3,5 kg al año Corpomojana, CVS, CSB, Corponor, CAS, Mompox y en río La Miel, todas producto • Cardeñosa, J., D. Kanasewich, R. Men- por persona, con pescado originario de la CDMB, Corantioquia, Cornare, Corpoura- de los diagnósticos biológico-pesqueros doza, L. E. Rodríguez, V. Rojas, F. Ga- cuenca, se estaría proporcionando anual- bá, Cornare, Corpoboyacá, Corpochivor, que denotan aprovechamiento inadecua- liano y L. P. De Cristancho. 1973. Eva- mente proteínas a cerca de 2 millones de Corpoguavio, Corpocaldas, CAR, CAM, do de los recursos pesqueros (ver biblio- luación de la contaminación actual en personas; lo anterior sin tener en cuenta la CRQ, CRC, Carder, Cortolima). A cinco au- grafía). la hoya hidrográfica del río Magdalena. pesca de subsistencia que se realiza en los toridades ambientales de los grandes cen- Proy. IIT/ Colciencias 30026-1-01-70. pueblos ribereños durante todo el año en tros urbanos (Bogotá, D. C., Barranquilla, Bibliografía Vol. 1 y 2. Bogotá D. E. Informe Final. mayor o menor proporción, cuyo cálculo es Cartagena, Medellín y Santa Marta). A 200 pp. de cerca del 30% del valor total registrado once departamentos y dentro de estos a • Arias, P. 1988. Artes y métodos de pes- • Colciencias. 1989. 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Diagnóstico de la pesquería en la cuencas 2. DEL SINÚ Y CANALETE Francisco de P. Gutiérrez Bonilla

Resumen Introducción

El río Sinú tiene 438 km de longitud, y el La cuenca del río Sinú era (las actuales es- Canalete 63 km. El Sinú tiene registradas tadísticas pesqueras no permiten seguir 148 especies, y en el río Canalete se han pensando que continúe siéndolo) fuente reportado ocho especies, todas comunes al importante de recursos pesqueros para Sinú y San Jorge. El Sinú posee ecosistemas una población que históricamente ha de- fragmentados por los desarrollos urbanos, pendido de estos, ya sea para el comercio agrícolas, industriales, mientras que el Ca- o para subsistencia. La actividad pesquera nalete posee buenas condiciones y pocos en esta zona, tiene una circunstancia que impactos antrópicos. En 1989, en el Sinú -1 ha acentuado el sobreaprovechamiento se desembarcaban 2.000 t.año , mientras como lo fue la entrada en operación del que el Canalete nunca ha hecho aportes proyecto hidroeléctrico Urrá que ocasionó significativos a la pesquería. Hasta cuan- modificaciones ecosistémicas a la cuenca. do se hizo seguimiento a la pesquería del Sinú (1997-2002), movilizaba en prome- dio 1.130 t.año-1, siendo el 13% pesca de En la parte superior de la hoya, o alto Sinú, subsistencia y el 87% pesca comercial; están localizados todos los principales tri- para el 2009 las cifras oficiales registran butarios y en esta zona se comporta como 242 t.año-1. Todas las poblaciones ícticas un río típico de montaña. La zona baja de del Sinú están sobreaprovechadas debido la hoya, o valle del Sinú, no recibe ningún a prácticas como el uso indiscriminado e tributario de importancia y, por el contra- ilegal de artes y aparejos de pesca y captu- rio, durante épocas de crecientes, alimenta ras por debajo de las tallas mínimas lega- un gran número de zonas bajas, ciénagas y les, además de los impactos generados por lagunas, que actúan como reguladoras del el proyecto hidroeléctrico Urrá I. caudal y amortiguadoras de los picos de las crecientes. Palabras clave. Cuenca del río Sinú. Canalete. Potencial pesquero. Recursos El río, poseía una extensión original de pesqueros. Pesca. Producción pesquera. libre recorrido de 430 km y una vez en

Río Magdalena, La Dorada. Foto: N. Reyes 75 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

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operación el proyecto hidroeléctrico en el son de gran magnitud, en particular si se see demasiadas alteraciones antrópicas: de a la parte septentrional o costera, con 2000, entre esta y la desembocadura, hay conjugan dos elementos: (1) el que las es- desecación de humedales para aumento precipitación no mayor de 800 mm.año-1 y un recorrido de 280 km, siendo inundados pecies sean intensamente explotadas y (2) de la frontera agrícola, contaminación por temperatura no inferior a 28 °C. La segun- 74 km2 para un volumen almacenado de que posean comportamientos migratorios residuos líquidos y sólidos, taponamiento da sección la definen los valles, con preci- 1.740 Mm3, en una presa de 74 m de altura. -reproductivos, tróficos, metabólicos- as- de caños y quebradas, sobrepesca y utili- pitación entre 1.000 y 2.000 mm.año-1; la pectos aplicables a la cuenca. zación de artes de pesca prohibidos y (7) tercera, corresponde a la parte sur del de- Una vez en operación el proyecto, existen antes de operar el proyecto se trasladaron partamento, con una precipitación anual dos ecosistemas bien definidos: la presa y Análisis sobre algunos de los 100.000 pro- al futuro sitio de presa 500.000 padrotes superior a 2.000 mm.año-1 y por último las el río, que posee a su vez, tres subsistemas: yectos hidroeléctricos establecidos a esca- en estado reproductivo, lo que sustancial- estribaciones de la cordillera con tempera- la ciénaga Grande de Lorica -CGL- 38.500 la global - 60.000 de ellos grandes presas-, mente mermó la población reproductiva turas de 18 a 24 °C y precipitación mayor a ha, las ciénagas de la Margen Izquierda han permitido establecer que cualquier re- aguas debajo de la presa y el reclutamiento. 3.000 mm.año-1 (CVS 2004). -CMI- 400 ha-, y la ciénaga de Betancí -CB- ducción y/o regulación del régimen hidro- con 3.800 ha (Gutiérrez 2006). lógico cuando entran a operar las centra- Las cuencas Los Zenúes lograron controlar las aguas les generadoras de energía, con referencia de las inundaciones que periódicamente Está demostrado que las comunidades de a los recursos hidrobiológicos y pesqueros, El Sinú (70 49´- 90´ 26´ N; 750 20´ - 760 les afectaban, gracias a la conformación aguas dulces son análogas a las de las islas indudablemente producen transforma- 29´O) nace en el nudo de Paramillo y des- de la mayor obra hidráulica prehispánica oceánicas, puesto que también ocupan há- ciones de las condiciones primigenias del emboca en la bahía de Cispatá en golfo de de América, construida en más de 500.000 bitats aislados como ríos, lagos, lagunas, área y aunque exista restitución de un Morrosquillo (Figura 1). Sus principales ha de tierras cenagosas. Este sistema es- presas, cuencas poco o nada conectadas, y caudal apropiado, éste va a ser dinámi- afluentes en la margen izquierda son los taba compuesto por canales artificiales y por consiguiente, el impacto de cualquier camente diferente, su naturaleza variará ríos Verde, Esmeralda y el Manso en la camellones -partes elevadas entre canal y infraestructura es muy relevante en tér- y por ende afectará aspectos como la de margen derecha, zonas ahora bajo la in- canal- que encauzaban las aguas facilitan- minos de ecosistemas, comunidades, po- productividad biológica, la disposición de fluencia del embalse Urrá I (CVS 2004). do su salida al mar (Plazas et al. 2003). blaciones y especies. La cuenca del Sinú nichos ecológicos, los hábitats y a muchas El Sinú ocupa el tercer lugar en importan- es biológicamente una isla que posee una especies, en particular a las que posean cia en la vertiente del Caribe después del A lo largo de los principales caños cons- barrera oceánica para las especies -el mar hábitos migratorios (World Commission Magdalena y el Cauca. Tiene una longitud truían canales y camellones perpendicu- Caribe-, que imposibilita una migración Dam 2000). Varias circunstancias, apare- de 438 km, área de 17.000 km2 siendo na- lares, con unos diez metros de separación completa -ante la entrada en operación de cieron como críticas para la ordenación y vegable en 200 km, hasta Montería, su entre sí y una longitud entre veinte metros la presa- y ausencia de aportes pesqueros manejo pesquero de la cuenca hidrográfica principal puerto. Una vez en operación el hasta cuatro kilómetros de longitud, aun- de otras cuencas, por lo que le toca literal- del Sinú: (1) es un ecosistema único, con proyecto hidroeléctrico en el 2000, entre que la mayoría eran de un kilómetro, para mente “sobrevivir y permanecer” con lo que muchas especies endémicas, en peligro, la presa y la desembocadura, hay un reco- evitar que los ríos cambiaran de curso y se posee. claves y amenazadas; (2) tenía especies in- rrido libre de 280 km. Se desliza entre las desbordaran incontrolablemente. Ahí las troducidas y/o traslocadas que estaban co- serranías de Abibe y San Jerónimo, hasta aguas se distribuían de manera unifor- Aplicable a lo que ocurrió en el Sinú, es cla- brando auge bioeconómico y normalmente desembocar en la llanura de la Boca de me, circulando más lentamente durante ro, que el represamiento de grandes ríos en los casos de: reducción del recurso pes- Tinajones. La cuenca es una rica región la época de inundaciones y, en época de tropicales para generación hidroeléctrica quero y puesta en marcha de proyectos hi- ganadera y una de las más fértiles de Co- sequía, permanecían humedeciendo los desencadena un conjunto muy diverso de droeléctricos, se recurre a reforzar la pes- lombia. camellones donde se ubicaban los cultivos. alteraciones ambientales que tienen re- quería con especies exóticas y/o nativas Los canales, a su vez, facilitaron las activi- percusión en todas las relaciones bióticas traslocadas, previamente seleccionadas Adicionalmente, Córdoba cuenta con un dades pesqueras en zonas alejadas de las y algunas abióticas de las áreas afectadas, como altamente productivas; (3) la cuen- amplio sistema de ciénagas, siendo las vías fluviales, al servir de criaderos de pe- siendo relevantes desde el punto de vista ca al comportase como una cuenca cerra- más importantes las de Ayapel, Grande de ces (Plazas et al. 2003). socioeconómico las que ocurren sobre las da, no posee aportes pesqueros de ningún Lorica (CGL), Betancí, Martinica, El Ar- poblaciones ícticas y su productividad. tributario en la parte baja; (4) en la parte cial, El Porro, Cintura y Corralito. Los canales encauzaban las aguas hacia Cuando estos represamientos se locali- baja, el río desemboca en el mar Caribe; (5) zonas más bajas, donde cavaron a su vez zan sobre el tronco principal del sistema las especies reofílicas verían interrumpida El clima del departamento puede dividirse otros canales y camellones más cortos y hidrográfico los efectos sobre la ictiofauna su migración ante la nueva presa; (6) po- en cuatro sectores, el primero correspon- entrecruzados. Áreas hasta de 2.000 ha,

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hoy cubiertas por ciénagas de baja profun- (38%), que ocupan, el 93,7% del territorio didad, fueron habilitadas por el cultivo ex- cordobés. El 6,30% restante corresponde a tensivo mediante la construcción de cana- la denominada zona costanera que involu- les y camellones cortos de 30 a 60 metros cra cuencas de menor extensión, las cuales de largo, organizados de distintas formas. drenan directamente al mar en la costa Al limpiar los canales los sedimentos se Caribe. El 43,7% de la zona costanera es colocaban sobre camellones, proporcio- ocupada por la cuenca del río Canalete. nándoles los nutrientes necesarios para De los veintiocho municipios que integran los cultivos de producción continua. El re- el departamento, cuatro tienen territorio gistro arqueológico y las crónicas del siglo dentro de la cuenca del río Canalete: Ca- XVI indican el predominio del cultivo de nalete, Los Córdobas, Puerto Escondido y tubérculos, raíces y frutales. Montería. La cuenca del Sinú, se encuen- tra subdividida en 29 subcuencas y 58 mi- Las técnicas prehispánicas de adecuación crocuencas, con dos ciénagas de gran im- de tierras (canales y camellones) fueron portancia sobre la margen derecha (CGL abandonadas hace unos 800 años. Las - Betancí) y ocho de mediana importancia causas no han sido establecidas, aunque sobre la margen izquierda (CVS 2004). es posible que factores ambientales como el advenimiento gradual de un período de El río Sinú, en su recorrido atraviesa te- sequía, fenómeno generalizado en todo el rritorios de los municipios de Ituango, continente americano, haya influido en el Tierralta, Valencia, Montería, Cereté, San desalojo de la zona. Pelayo, Cotorra, Lorica y San Bernardo del Viento. La pendiente promedio del cauce Tal como lo consignan distintos informes, es de 0,85% y es una corriente de orden en los últimos 50 años se han transforma- siete a escala 1:100.000 según el sistema do los ecosistemas de manera tan rápida de clasificación de Horton (CVS 2004). y extrema, que los disturbios e impactos ocasionados son casi irreversibles. En la El área de la cuenca son 13.700 km2, loca- ciénaga CGL, por ejemplo, se observa una lizándose en esta el 76,2% de la población. tendencia histórica a la pérdida del espejo Al departamento de Antioquia le pertene- de agua, debido a procesos antrópicos. En cen 1.500 km2 y a Córdoba 12.200 km2, 2011, la ciénaga ha recuperado temporal- con influencia en 18 municipios. Entre las mente su zona de anegamiento debido a la ciénagas que conforman su sistema figu- alta temporada de lluvias. ran: la CGL (municipios de Lorica, Coto- rra, Purísima, Momil, Chimá, San Pelayo De acuerdo con la información obtenida a y ciénaga de Oro), ciénaga de Betancí; sis- partir de la actualización cartográfica, rea- tema de Martinica (Caimanera, Montería- lizada en virtud de la gestión adelantada Corralito, Cereté), ciénagas de Bañó y los por la Corporación Autónoma Regional de Negros (municipio de Lorica), y ciénagas los Valles del Sinú y San Jorge (CVS 2004) del antiguo delta del río Sinú (municipios el departamento, posee un área territo- de San Antero, Lorica y San Bernardo del rial de 2.506.822 ha hidrográficamente, Viento). La CVS ha sectorizado la cuenca cuenta con dos grandes cuencas: la del río del Sinú teniendo en cuenta la ubicación, Sinú (55,7% del área departamental que las características físicas y bióticas en tres Figura 1. Cuencas Sinú y Canalete. es de 2.506.822 ha) y la del río San Jorge subregiones: alto, medio y bajo Sinú.

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El alto Sinú está conformado por los mu- 47,1 y la quebrada Aguas Blancas (margen mente el área del Parque Nacional Natural bienes y servicios ambientales como flora, nicipios de Tierralta y Valencia; el medio izquierda), la cual es receptora de sustan- -PNN- Paramillo, que sigue siendo el área fauna y paisajísticos, debido a que aún po- Sinú por Montería, San Carlos, Cereté, cias arrastradas desde el casco urbano de más representativa en biodiversidad y see gran área de bosque primario. Sin em- San Pelayo y ciénaga de Oro, y el bajo Sinú, Canalete y del botadero de basuras, des- oferta de recursos naturales, debido a su bargo, hay procesos de colonización que por el bajo Sinú sabanero, bajo Sinú costa- embocando en el km 53,2, en el sector del estatus jurídico (comunidades indígenas- han modificado el uso de la tierra. nero y bajo Sinú cienaguero; y el bajo Sinú Paso del Mono (CVS 2004). Cerca de la cota parque nacional natural) y a la inaccesibi- cienaguero conformado por los munici- 50 drenan las quebradas Armenia (km lidad. Aun así, se han identificados frentes En las partes baja y media de la cuenca, pios de Cotorra, Chimá, Momil, Purísima 55,1 margen derecha) y La Salada (km 58, de intervención localizados en distintos recursos como la flora y fauna han dismi- y Lorica; el bajo Sinú Sabanero por Chinú, margen izquierda). La quebrada el Ébano sectores que poco a poco avanzan destru- nuido considerablemente por el avance de San Andrés de Sotavento y Sahagún y el recoge las aguas de la microcuencas de las yendo uno de los ecosistemas más ricos de la frontera agrícola, pecuaria y por la in- bajo Sinú costanero por San Bernardo del quebradas Urango, Seca y Tigre y desem- la región Caribe. Dentro de estos frentes tervención con obras civiles sobre la red de Viento y San Antero. Los municipios que boca en el km 66, en la margen derecha. En se identifican los siguientes sectores (CVS drenaje, que intercomunicaba los humeda- integran los territorios de la cuenca en la margen izquierda las microcuencas que 2004): les con los caños, las ciénagas y el río (CVS el departamento de Córdoba son de sur a drenan en el río Canalete son las quebra- 2004). norte: Tierralta, Montelíbano, Valencia, das Buenavista (km 73,6) y El Arizal (km • Sector Manso-Tigre: corresponde al Planeta Rica, Montería, Canalete, Cereté, 74,4). Desde esta última hasta la desem- área bañada por los ríos Sinú, Manso Los últimos estudios adelantados (CVS San Carlos, Ciénaga de Oro, San Pelayo, bocadura, por la margen izquierda, el río y Tigre. Representaban antes del des- 2004, CVS-Universidad Nacional 2004, Cotorra, Sahagún, Chinú, San Andrés de recibe corrientes menores (CVS 2004). plazamiento forzado, unas 13 vere- Rangel 2010) identifican de manera sucin- Sotavento, Chimá, Momil, Purísima, Lori- das, distribuidas en tres corregimien- ta la problemática ambiental que se pre- tos. Culturalmente son dominantes ca, San Bernardo del Viento y San Antero. Por la margen derecha, el río capta las senta en los humedales del departamento los campesinos de origen costeño- Gran parte del territorio de la cuenca hi- aguas de la mayor área de drenaje en el ki- y consigna: “no es ajena a la realidad que sabanero. drográfica del río se localiza en los muni- lómetro 85,5 donde drena la quebrada Mo- se presenta a nivel nacional, la cual se en- • Sector Cruz Grande-Florida: se locali- cipios de Tierralta y Montería (CVS 2004). rindó la cual ha recogido el drenaje de las cuentra enmarcada en el uso inadecuado za en la parte norte-occidente del Par- quebradas El Guacho, Aguas Vivas 1 y 2 y que se le ha dado al medio natural, por que, en la jurisdicción del municipio El río Canalete y su cuenca nacen en el Bochinche. A 500 m (km 86) desemboca la parte de las poblaciones aledañas a estos de Tierralta, sobre las microcuencas municipio de Montería, cerca de la cota quebrada Sabalito 2, que ha recibido aguas ambientes, más allá de su capacidad de so- de las quebradas Cruz Grande e Igua- de las quebradas Sabalito 1, San Antonio, 300. Luego de 10,5 km de recorrido recibe, ná. Culturalmente dominan los cam- porte”. Bruno y Las Tinas; por último en el kiló- en su margen izquierda, las aguas prove- pesinos costeños-sabaneros. metro 90 el río recibe aguas de la quebrada nientes de la quebrada Sisevan, que poco • Sector Antazales y Galilea: correspon- Factor importante respecto al deterioro caño Viejo y desemboca directamente al antes toma las aguas de la quebrada Juan de a un enclave de campesinos antio- identificado es el crecimiento urbano no mar Caribe en la boca del Canalete (CVS Tauh. El recorrido del río continúa con queños localizados en la parte alta del planificado, que ha llevado a que la po- 2004). una pendiente muy baja recogiendo, en la río Esmeralda, en jurisdicción del mu- blación más vulnerable se desplace a zo- margen derecha aguas de las quebradas nicipio de Ituango. nas de inundación y zonas pantanosas, y Aguas Prietas (km 19,5) y El Brillante (km Los impactos ambientales • Sector Sinucito: es un enclave de en consecuencia el incremento de cargas 20,4). Discurre por un valle relativamente campesinos antioqueños localizados contaminantes como residuos sólidos y angosto a una altitud ligeramente inferior Dentro del territorio de las cuencas las sobre la parte alta del río Sinú, aguas líquidos, sobre las ciénagas, en las cabe- a la cota 100, en la margen izquierda y en áreas donde hay mayor intervención son arriba de la vereda Puerto Fuerte. ceras municipales y centros poblados en el kilómetro 23,3 recibe la quebrada El Ají, las subregiones del medio y bajo Sinú. Y • Sector Indígena: corresponde a las la cuenca media y baja del río Sinú. A esto es una microcuenca es importante para es allí donde se requieren proyectos de áreas que ocupan los resguardos Em- debe agregarse que todas las actividades el corregimiento de Payán. Poco después recuperación acordes con los impactos ge- bera- Katíos del alto Sinú y Yaberara- productivas contribuyen con cargas con- (km 25,4) la quebrada El Talento aporta nerados por el hombre y las necesidades dó Polines. Estos grupos pertenecen a taminantes. sus aguas al río por la margen derecha; actuales de los pobladores de estas zonas. las etnias Embera-Katíos. la microcuenca de la quebrada El Limón La ganadería extensiva y la agricultura co- drena en el km 35 (margen izquierda), El La zona relativamente menos interveni- El PNN Paramillo es a su vez, la despen- mercial son las actividades de alto impacto Guineo (margen derecha) drena en el km da de la cuenca es el alto Sinú, principal- sa hídrica del departamento y fuente de ambiental, no sólo por las técnicas inapro-

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piadas de producción que conllevan a un comercial se nota la casi total desaparición rrupción de flujos entre ciénagas el régimen de caudales del río Sinú, y por lo agotamiento del recurso suelo y contami- de los cauces pequeños; el drenaje está li- mar y los ríos. tanto en el caño Bugre, con caudales máxi- nación de las aguas, sino también por el mitado a los cauces mayores de los caños • La sedimentación de los ecosistemas mos significativamente menores y más acelerado avance de la frontera agrícola, la Bugre, Cotorra y Culebra (Universidad de de manglar, causada por el mal ma- estables y caudales mínimos muy estables cual cada vez incide mayormente sobre los Antioquia 1993, CVS 2004, CVS-Universi- nejo de las zonas altas de las cuencas CVS-Universidad Nacional (2004). Entre ecosistemas naturales aledaños a la cuen- dad Nacional 2004, Rangel 2010). hidrográficas. 2009 y 2011, las condiciones de inunda- cas del río Sinú. Avance que se ha dado, • La erosión de los ecosistemas de man- ción han vuelto a ser muy fuertes, dejando por un lado, a través de la tala del bosque Para el caso de la ZDERS (zona estuarina glar, especialmente producida por ver que el embalse parece no operar como natural existente en las zonas boscosas del río Sinú) según lo determinó el proyec- fuertes oleajes y corrientes marinas. sistema ideal para retención del agua, lo asociadas a las áreas de humedal, hasta to manglares, aproximadamente 40.000 • El inadecuado aprovechamiento de que favorece a los ecosistemas aguas abajo el punto que sólo quedan pequeños relic- hectáreas se encuentran en alto estado los árboles de mangle, ha generado del proyecto, al aumentar el flujo entre el tos del mismo, transformando, en casi su de degradación, que comprenden bosques sobreexplotación de los recursos, río, las ciénagas y los caños. totalidad, el medio terrestre aledaño a las alterados, con el arbolado afectado entre puesto que en muchos casos no se ciénagas. La agricultura, la ganadería y la el 20% y el 80% y áreas deterioradas, en considera la oferta y la capacidad de Respecto al recurso íctico, tanto los pes- expansión urbana impactan negativamen- las cuales más del 80% de sus árboles ha restauración. cadores de manera individual, como sus te adecuando áreas anegadas para cons- muerto. El resto de los bosques de este li- organizaciones y las entidades del Estado trucción de diques, canales de drenaje, sis- toral tiene una baja intervención, con sólo A su vez, el manejo de caudales realizado con responsabilidad sobre el recurso, co- temas de bombeo, puentes, box culverts1 en un 20% de sus árboles muertos (CVS 2004, por la hidroeléctrica Urrá I ha ocasionado nocen de tiempo atrás las variables que su mayoría construidos por terratenientes CVS-Universidad Nacional 2004, Rangel que en el río los niveles de conductividad los impactan, entre las que se resaltan el y por asociaciones de pescadores o campe- 2010). Los humedales, en grado sumo in- y salinidad de las ciénagas sean inferiores taponamiento de caños que impide la libre sinos en programas productivos, que cada tervenidos, alterados y con efectos antró- a los históricos en la época de aguas bajas migración de los peces, el envenenamien- día aumentan sin que para ello existan picos, lo son debido entre otras causas a: y superiores a los mismos en la época de to de aguas para facilitar la captura, la so- controles. Este proceso genera presión so- aguas altas. Además, se observa una dis- brepesca, la utilización indebida de artes bre el medio natural al competir, trayendo • La construcción de obras civiles: ca- minución en la carga de sedimentos, evi- y métodos de pesca y la contaminación de como consecuencia la disminución de la rreteras, muelles y algunas obras mal denciada por los registros antes y después ciénagas. Por ello, los estudios realizados capacidad amortiguadora de las ciénagas. concebidas para la construcción de de llenado del embalse (Invemar 2004, hasta la fecha coinciden en señalar como El pastoreo de ganado en playones gene- complejos para proyectos producti- 2005). Las concentraciones de algunas va- responsables de la drástica disminución ra conflictos en el uso de la tierra entre vos. riables fisicoquímicas como los nitratos, del recurso pesquero y de sus impactos so- medianos y grandes productores con los • La expansión de las fronteras urba- amonio, silicatos y fosfatos en varias cié- ciales a: habitantes ribereños carentes de tierra o nas, agrícola e industrial. nagas del delta del río Sinú, han mostrado pequeños propietarios, quienes en verano • La contaminación por hidrocarburos comportamiento estable, o ligeramente • Vertimiento de aguas residuales a realizan cultivos de sereno (maíz y arroz) y plásticos. superior a los registrados antes de la en- la CGL, principal complejo de creci- en los playones de los ríos y caños com- • La tala rasa del bosque de mangle, trada en operación de la represa (Invemar miento de larvas, alevinos y peces de pitiendo con los ganaderos. A su vez, las para luego rellenar los terrenos y 2004, 2005). Respecto al sitio de presa, la cuenca del Sinú. actividades agropecuarias en los playones construir infraestructura turística. que se convirtió en un nuevo ecosistema, • Uso indiscriminado de agroquímicos cambian la estructura de la cobertura ve- • La obstrucción de los flujos hídricos, no se ha reportado retención de nutrien- (plaguicidas-fungicidas-insecticidas) getal natural y por ende, los nichos repro- ya sea taponando los canales natura- tes y el modelo inicial de calidad de aguas alrededor de las ciénagas y dentro ductivos de la fauna silvestre (CVS 2004, les o colocando terraplenes que impi- funcionó según lo previsto, evitando la de ellas, durante la época de verano, CVS-Universidad Nacional 2004, Rangel den el libre curso de las aguas dulces posibilidad de contaminación y alteración cuando se realizan cultivos transito- 2010). En zonas dedicadas a la agricultura provenientes de varios ríos y la inte- en la presa y aguas abajo. rios. • Desecación de ciénagas para amplia- En el caso del complejo lagunar del bajo ción de la frontera agrícola, potreri- 1 Es una obra de drenaje o dispositivo utilizado para dar paso al agua, restituyendo la continuidad de la Sinú, en relación a los impactos genera- zación, y programas oficiales de titu- trayectoria de los cauces interceptados principalmente por las obras lineales: carreteras, ferrocarriles, dos por la hidroeléctrica Urrá I, se han lación de predios y urbanización. La etc. registrado cambios en la variabilidad del categoría legal del complejo lagunar

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es el de “bien de uso público”, lo cual trarresta el efecto que causan las altas oferta hídrica en el río Canalete está lejos Riqueza íctica y recursos significa que se trata de áreas inem- concentraciones de fósforo y materia de ser la adecuada para el bienestar y desa- pesqueros bargables, imprescriptibles e inalie- orgánica, manteniéndose estable su rrollo económico sostenible de las comuni- nables. No obstante, casi el 80% de la productividad. dades humanas asentadas en el área (CVS El río Sinú posee descritas 148 especies de CGL tiene propietarios con título, de • La variabilidad de la alcalinidad y la 2004). peces, más de la mitad con características acuerdo a estimaciones de la regional dureza en estos cuerpos se agua se estuarinas que ascienden por la parte baja del Incora en Montería. debe a las concentraciones de cloru- Simultáneamente con la destrucción de del río, con 53 y 38 especies comunes a las • Respecto a la ciénaga de Betancí, sus ros, nitratos y sulfatos. los bosques se ha realizado caza indiscri- de los ríos grande de la Magdalena y el condiciones fueron modificadas. His- • Los cuerpos de agua presentan altas minada de la fauna silvestre que habitaba Atrato respectivamente, siendo 35 ó 37 las tóricamente, frente al caño de Betan- concentraciones de contaminación los diferentes ecosistemas de la cuenca, especies comunes a ambas hoyas. La cuen- cí, el caudal promedio del río Sinú era bacteriana, por lo tanto son fuente unas veces para consumirlos, otras para ca presenta ocho especies endémicas (Dahl 3 usarlos como adornos (pieles, plumas) o de 375 m /s y los caudales promedio de vectores epidemiológicos para la 1955, 1958, Dahl y Medem 1964, Dahl mascotas y otras por presentar alguna regulados por Urrá, corresponderían población que las consume sin trata- 1965, 1971, Cala, 1990). al mismo valor, por lo que la ciénaga miento previo. Ambiotec (1997) re- “amenaza” a las actividades humanas. La intensidad de la caza y la destrucción del conservaría sus volúmenes normales portó presencia de coliformes fecales De las tres grandes cuencas del departa- hábitat conllevaron a la desaparición de de agua (Urrá e INPA 1998). Sin em- para la CGL, Betancí y los Limos, ci- mento de Córdoba no hay conocimiento especies, y la disminución drástica de las bargo, esta ciénaga en 2001, fue alte- tando que en: “la ciénaga de los Limos biológico completo de las poblaciones íc- poblaciones de otras. De esta manera, el rada por la construcción de un paso se presenta la mayor contaminación ticas. Las mejores referencias biológicas panorama ambiental del medio físico y de (70 m largo x 4 m ancho x 4 m alto) bacteriológica (20.000 NMP/100 ml). están para las denominadas “comerciales” los recursos naturales en la cuenca del río eliminando la comunicación río-cié- Esto hace que sus aguas no deban ser y con énfasis en los ríos Sinú y San Jorge, Canalete es bastante sombrío, y a ello debe naga, la migración de peces y larvas, utilizados, para consumo humano agregarse un alto nivel de necesidades y en el caso del primero debido a la im- dejando como especie más importan- directo, sin embargo, la falta de co- básicas insatisfechas de la población hu- plementación del proyecto hidroeléctrico te a la tilapia nilotica (Oreochromis bertura total de los acueductos obli- mana, que recurren a la oferta natural de Urrá I, lo que permitió identificar sus im- niloticus). ga a los habitantes a consumir esta manera incontrolada. Las consecuencias pactos, mitigaciones, compensaciones y • Extracción indebida de alevinos de to- agua”. Además, no menos del 80% de de este proceso de degradación del medio manejo de las poblaciones ícticas durante das las especies, con fines netamente las aguas servidas de Montería y los ambiente están representadas por entre no menos de seis años continuos. A nivel comerciales y sin los debidos permi- municipios aledaños se vierten direc- otras variables: las inundaciones, la pérdi- nacional, la información para todas las sos de las autoridades competentes. tamente a la cuenca. da de la fertilidad del suelo, el escaso con- cuencas y especies continentales ha sido trol a las actividades que generan impac- compilada por Maldonado et al. (2005) y Físicoquímicamente, la calidad de las Estudios anteriores a 1997 reportan hep- tos ambientales, los sistemas productivos las que se consideran recursos pesqueros aguas y sedimentos en la cuenca del río tacloro, P.P. D.D.E. y Dieldrín (Universi- inadecuados, el deterioro de la biodiversi- por Lasso et al. (2011). Sinú (CGL y Betancí) determinada por dad de Antioquia 1993). Estudios poste- dad, la disminución de los bienes y servi- Ambiotec (1997) y CVS (2004) permiten riores han corroborado los procesos de cios ambientales, la baja productividad, el El aprovechamiento de la riqueza ictioló- concluir que: contaminación descritos (CVS 2004). aumento de la pobreza y la baja calidad de gica a través de la actividad pesquera en el vida de la población (Negrete 1993, 1998, plano inundable de las cuencas radica en el • Las concentraciones de hierro en to- La cuenca del río Canalete estaba cubierta Rangel 2010). ciclo hidrológico, y en la dependencia que de dos los cuerpos de agua son altas, de bosques, pero los procesos de deforesta- éste tienen las poblaciones de peces, que se debido a los aportes naturales del río, ción para múltiples fines, ha generado que En coherencia con la situación descrita, se corresponde con cambios de nivel de agua, influyendo en el color, sabor de las existan muy pocos fragmentos de bosque evaluó la situación de las cuencas respec- de temperatura, de oferta alimenticia y a aguas, en los procesos fisicoquímicos natural (bh-t) en serio peligro de desapa- to a la metodología propuesta por el pro- su necesidad de migrar para reproducirse y biológicos de las ciénagas. recer por la alta presión a la que son some- grama Millenium Ecosystem Assessment -en el caso de algunas especies-. Histórica- • En las ciénagas, las concentraciones tidos. El estado deplorable de la cobertura (2005) determinándose que de los 24 ser- mente, estos comportamientos han estado de nitrógeno son bajas (1 mg/l), sien- vegetal afecta directa y negativamente el vicios ambientales que brindan los hume- divididos en cuatro períodos: la “subienda” do desde el punto de vista biológico el ciclo hidrológico y por tanto el más im- dales, 19 de estos se encontraban afecta- (diciembre a marzo); la “bajanza” (de abril nutriente limitante, que a su vez con- portante recurso natural: el agua. Así, la dos (Gutiérrez 2006). a junio); la “mitaca” (de julio a agosto) y la

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“bajanza de mitaca” (de septiembre a no- Producción pesquera viembre). Periodos que con los cambios climáticos y la reducción de las poblaciones Respecto a potenciales pesqueros, son va- ícticas se han modificado, al punto que hoy rios los estudios que sobre el tema se han es casi imposible hablar de “la subienda” tal realizado, pero con exclusividad para el y como se conocía. río Sinú, sobre el que se posee información con alguna representatividad histórica. En la cuenca del río Sinú se aprovechan En las restantes cuencas la información 39 especies de estas 12 son de hábitos es escasa y/o ausente (Canalete). Granados marino-estuarinos y las restantes neta- (1975) e Inderena (1989a), basándose en mente dulceacuícolas (Tabla 1) (Lasso et el conocimiento de la dinámica pesquera a. b. al. 2011). A esta lista hay que incluir a las (unidades económicas de pesca - pesca- especies introducidas que por mala mane- dores - artes - épocas de pesca - esfuerzo jo ya se encuentran en el medio natural y pesquero - rendimientos - datos de movi- son de importancia pesquera como la tila- lización y desembarcos), estimaron la pro- pia Oreochromis niloticus (introducida) y ducción para el río Sinú en 2.000 t.año-1. la cachama negra Colossoma macropomum (trasplantada).

Tabla 1. Lista de especies pesqueras continentales en la cuenca del Sinú. Hábitos: D (dulceacuícola), M-E (marino-estuarino). Fuente: Lasso et al. (2011).

Taxa Nombre común Hábito Rajifomes c. d. Dasyatidae Himantura schmardae (Werner 1904) Chupare M-E Pristiformes Pristidae Pristis pectinata Latham 1794 Pez peine, pejepeine, guacapá M-E Pristis pristis (Linnaeus 1758) Pez sierra M-E Elopiformes Megalopidae Megalops atlanticus Valenciennes 1847 Sábalo, tarpón M-E e. f. Characiformes Anostomidae a. Ciénaga de Ayapel. Foto: G. Sánchez-Garces Leporinus muyscorum (Steindachner 1900) Dentón, dientón, quatrojo D b. Ciénaga de Ayapel. Foto: G. Sánchez-Garces Leporinus striatus Kner 1858 Rayado, torpedo, tusa D c. Pescador con atarraya de la cuenca del Sinú. Foto: G. Urrea d. Pescadores en la cuenca del Sinú. Foto: G. Urrea Characidae e. Puerto de pescadores Bajo Sinú. Foto: M. Valderrama. Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) Sardina colirroja, cola amarilla D f. Venta pescado ciénaga Bajo. Sinú. Foto: M. Valderrama. Brycon sinuensis Dahl 1955 Dorada, charúa, mulata D

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Taxa Nombre común Hábito Taxa Nombre común Hábito Cynopotamus atratoensis (Eigenmann 1907) Boquiancha, carachana D Sternopygus aequilabiatus (Humboldt 1805) Viringo, veringo, mayupa D Salminus affinis Steindachner 1880 Picuda, rayada, rubia D Mugiliformes Triportheus magdalenae (Steindachner 1878) Arenca, arenga, sardina D Mugilidae Curimatidae Agonostomus monticola (Bancroft 1834) Rayado, lisa M-E Curimata mivartii (Steindachner 1878) Vizcaina, cachaca D Mugil curema Valenciennes 1836 Lisa blanca, lisa criolla M-E Cyphocharax magdalenae (Steindachner 1878) Yalua, campaniz, campaniza D Mugil incilis Hancock 1830 Lisa rayada M-E Erythrinidae Perciformes Hoplias malabaricus (Bloch 1794) Mocholo, dentón, dormilon D Centropomidae Prochilodontidae Centropomus undecimalis (Bloch 1792) Róbalo, róbalo blanco M-E Prochilodus magdalenae Steindachner 1879 Bocachico D Cichlidae Siluriformes Caquetaia kraussii (Steindachner 1878) Mojarra amarilla, mojarra an- Ariidae zuelera D Cathorops mapale Betancur-R. y Acero 2005 Chivo mpalé, mapalé M-E Caquetaia umbrifera (Meek y Hildebrand 1913) Mojarra negra, mojarra anzue- Auchenipteridae lera D Ageneiosus pardalis Lutken 1874 Doncella, señorita, niña D Gerreidae Heptapteridae Eugerres plumieri (Cuvier 1830) Mojarra rayada M-E Rhamdia quelen (Quoy y Gaimard 1824) Liso, barbudo, barbilla D Gobiidae Loricariidae Awaous banana (Valenciennes 1837) Lambearena, bocón D Chaetostoma fischeri Steindachner 1879 Guacuco, corroncho, cucha D Haemulidae Chaetostoma marginatum Regan 1904 Guacuco, corroncho, cucha D Pomadasys crocro (Cuvier 1830) Ronco blanco, corocoro M-E Chaetostoma thomsoni Regan 1904 Guacuco, corroncho, cucha D Lutjanidae Hemiancistrus wilsoni Eigenmann 1918 Guacuco, coroncoro amarillo D Lutjanus griseus (Linnaeus 1758) Pargo mulato, pargo prieto M-E Hypostomus hondae (Regan 1912) Coroncoro, cucho, cucha D Pterygoplichthys undecimalis (Steindachner 1878) Coroncoro negro, cucho, cucha D Dado que en las estadísticas pesqueras Finalmente, se puede decir que estimas de Pimelodidae nacionales muchas veces no aparecen producción pesqueras para las diferentes Pimelodus “blochii” Magdalena Valenciennes separada la producción por cuencas, el cuencas a 2011 no existen, para ninguna -1 1840 Nicuro, barbul, barbule D Sinú, aportaba 2.689 t.año y en 1992 tan de las cuencas del departamento, lo que -1 Sorubim cuspicaudus Littmann, Burr y Nass sólo 811 t.año (Inderena 1989 a, b, CVS genera libre acceso al recuso, dado ade- 1995). más, que para 2010 y 2011 no se estable- 2000 Blanquillo, bagre blanco D cieron cuotas de aprovechamiento para Pseudopimelodidae Las cifras denotan como tendencia que las aguas continentales por parte de la auto- Pseudopimelodus cf. bufonius (Valenciennes Bagre sapo, peje sapo, siete cue- poblaciones ícticas del Sinú, así los regis- ridad pesquera nacional. 1840) ros D tros de captura no sean al 100% están so- Pseudopimelodus schultzi (Dahl 1955) Bagre sapo, bagre pintado D breaprovechadas debido a prácticas como Para el río Canalete, no ha existido evalua- el uso indiscriminado e ilegal de artes, ción de sus recursos, pero la CVS (2002, Gymnotiformes aparejos de pesca y capturas por debajo de 2004) consigna la presencia de: bocachi- Sternopygidae las tallas mínimas legales. co, cachama, cacucho, mojarra amarilla,

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moncholo, yalúa y tilapia. Especies todas De los diferentes documentos, es posible • Urrá e Inpa (1997) para el bajo y me- por unidad de esfuerzo es aún baja en el coincidentes con los reportes del Sinú. El consignar la siguiente información sobre dio Sinú reportaron 3.046 pescadores embalse (3,32 kg/UEP/día). La malla es el estudio es muy claro al identificar que la el número de pescadores de la cuenca del para el período marzo de 1997 y fe- arte de mayor rendimiento con 3,43 kg/ pesquería es esencialmente de subsisten- río Sinú. brero de 1998, y para el muestreo de UEP/día mientras que el anzuelo presentó cia. En cuanto a los recursos pesqueros 1998 un total 3.442. el menor con 1,43 kg/UEP/día. El arte de bien marinos o estuarinos, son pocas las • Inderena (1980) estimó en 8.890 los • Urrá e Inpa (1998) reportan que la cié- pesca más promisorio en el embalse es el referencias, pero se sabe por ejemplo que pescadores tanto comerciales como naga de Betancí tenía una población calandrio. El esfuerzo de pesca ejercido en en el área del Golfo de Morrosquillo, las de subsistencia y calculaba la po- de 3.383 habitantes de los cuales 292 el embalse mantiene su incremento his- capturas anuales eran 1.416 t.año-1 e in- blación dependiente de la pesca en son pescadores (187 permanentes y tórico, en el 2004 alcanzó un valor anual volucraba a 11 comunidades, que tenían 53.388 personas. 105 temporales). Siendo 90.000 el de 22.867 faenas de pesca, de las cuales el 1.600 pescadores y lo hacían sobre 36 es- • CVS (1984) e Inderena (1985) estima- número total de habitantes del sector 60% fueron faenas con malla, el 33% fue- pecies (Gutiérrez 2006). ron en 1.954 los pescadores en la CGL rural de los cuatro municipios que ro- ron de anzuelo y el 4% calandrio. La pobla- y Betancí. dean la CGL, estimando la población ción indígena no está ejerciendo un amplio Población de pescadores • CVS (1984) reportó 2.016 pescadores. de pescadores entre 2.016 y 3.046. esfuerzo de pesca en el embalse. La comer- • Inderena (1989 a, b) estableció en cialización de productos pesqueros en el 2.500 el número total de pescadores, En un nuevo escenario a partir de la en- embalse presenta un crecimiento conti- Las entidades encargadas del manejo y indicando que las personas depen- trada en operación de la hidroeléctrica de nuo. Su valor en el año 2004 ascendió a $ administración de los recursos hidrobio- dientes de la pesca por subsistencia Urrá I y a través de estudios efectuados 114 millones siendo aportados por espe- lógicos y pesqueros (CVS-Inderena-Inpa), eran 12.000 y otras 2.000 como afi- entre el 2001 y el 2004, es posible decir cies como el bocachico (51%), el moncholo organizaciones de pescadores, sectores nes a la pesca. que la población en el embalse deriva en (15,8%), el bagre blanco (12,6%) y la dora- académicos como la Universidad de Cór- • La Universidad de Córdoba, citando parte de la pesca un aporte alimentario, o da (11,3%). Existe un continuo incremen- doba, ONGs, e investigadores consignan a la Universidad de Antioquia (1993) una fuente alternativa de ingresos econó- to de unidades de pesca en el embalse pero en sus estudios cálculos sobre el número reporta que la estima del número de micos, siendo su población 965 personas. con fines de subsistencia. La población in- de pescadores y su dedicación a la activi- pescadores era de 1.500, para las lo- De ellas, cerca de un tercio son pescadores dígena que comercializa pescado es com- dad, que son dispares en su metodología y calidades de Lorica y Momil y calculó con dedicación permanente a la actividad. parativamente menor. Se considera que la resultados finales. en 150.000 los habitantes que depen- En el 2004, ejercían faena de pesqueras pesquería en el embalse inicia una nueva dían de una u otra manera de las cié- 174 UEP. La captura total en el embalse fase en su estado de desarrollo, pasando Técnicamente, la determinación y/o cla- nagas, siendo 4.070 los pescadores del de Urrá I mantuvo la tendencia de incre- de un acelerado crecimiento a uno mode- sificación de los productores primarios área de influencia de la CGL. mento a partir del año 2001 con 27 t.año-1 rado, acorde con la disponibilidad actual -pescadores-, debe estar siempre ligado • CVS (1995) como aporte al plan de hasta el año 2004 con 80 t.año-1 estando del recurso y de la intensidad de su uso. a la tenencia de Unidades Económicas de desarrollo departamental consigna representada por 24 especies. En el 2004, En general, la menor tasa de ingreso de Pesca -UEP constituida por el pescador que en el departamento entre perma- la especie más importante en la captura nuevas unidades de pesca y del crecimien- (es), embarcación, motor, remo, y artes nentes y ocasionales, considerados fue el moncholo (31,8%), seguida del boca- to del esfuerzo pesquero y la leve dismi- pesqueros-. Salvo muy pocas excepciones los marítimos y los continentales, su chico (16,8%), la mojarra amarilla (8,7%), nución de los rendimientos diarios de las -comunidades indígenas de la cuenca alta- número ascendía a 24.103. el bagre blanco (6,2%), la dorada (4,1%), la faenas de pesca estarían caracterizando , se puede hablar de actividad pesquera • La Universidad de Córdoba (1991 a, doncella (3,6%) y la yalúa (3,4%) (Urrá e esta nueva etapa de desarrollo. Basados en asociada tan sólo al uso del arte, es decir, b, 1993) estableció entre 868 y 1.051 Inpa 2004). Los datos más recientes esta- análisis de rendimiento por recluta, la mo- sin canoa y sin motor, pues es básicamen- los pescadores de las ciénagas CGL y blecen que en el embalse Urrá I, se regis- jarra amarilla no presenta signos de sobre- te una actividad de subsistencia y nunca Betancí respectivamente. tran 376 pescadores con una población pesca. Al contrario, el moncholo presenta asociada a un aprovechamiento con fines • DANE (1993) determinando la ocu- dependiente de 1.055 personas (Urrá y indicadores que muestran que su apro- comerciales. De hecho, la motorización pación por rama de actividad, estimó Fundación Bosques y Humedales 2009). vechamiento está alcanzado los niveles de la actividad pesquera en el río Sinú, es en 3.273 los pescadores del departa- óptimos de rendimiento sostenible (Urrá muy baja, dada la proximidad de las áreas mento de Córdoba, de los cuales 1.376 La captura de subsistencia o de seguridad e Inpa 1997, 1998, 2004, Valderrama et de pesca a los centros de comercialización estaban en la CGL (Chimá 119, Momil alimentaria presentó un consumo per cá- al. 2006). Lo anterior obligó al estableci- ó consumo. 346, Lorica 784, Purísima 127). pita de 59,8 kg/persona/año. La captura miento de medidas de manejo pesquero

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partir del año 2006. Las capturas reporta- la cercanía de las vías a las zonas de pesca, Tabla 2. Censo de Unidades Económicas de Pesca (UEP) en el río Sinú (2001-2002). Fuente: Urrá e das para 2009, fueron 170 t.año-1, de las lo que les permite una comercialización Inpa (2004). cuales derivan su seguridad alimentaria inmediata de la producción pesquera, de de la pesca, siendo el pescado la principal ahí que es escasa también la infraestruc- Estrato Nº de UEP % fuente proteínica alcanzando valores de tura de acopio, conservación y proceso. Ciénaga de Lorica 1527 60 consumo de 54,2 g. persona-1. año-1 (Urrá Esto no ocurre en el río San Jorge, en Río Sinú 576 23 y Fundación Bosques y Humedales 2009). donde la utilización del motor, es casi una Se puede afirmar y acorde con la literatu- constante en la mayoría de los pescadores. Ciénagas margen izquierda 187 7 ra universal sobre el tema y los resultados El último registro de UEP arrojó una cifra Ciénaga Betancí 104 4 de las actividades de repoblación que el de 2.558 para todo el sistema del río Sinú Caño Betancí 105 4 embalse Urrá I se encuentra en la fase de (Tabla 2). En el río Canalete, la actividad se Ciénagas bajeras 59 4 producción inicial. hace con artes muy simples y sin ninguna Total sistema 2558 100 motorización. En el río Canalete, todos los que acceden al recurso, lo hacen con fines de subsistencia Una UEP, típica de la zona para la pesca ar- y/o de trueque. Es de resaltar la actividad tesanal puede costar entre $ 385.000 y $ quera”, centrada en el desembarco de espe- ceacuícolas como Curimatidae, Cichlidae y cumplida a través de la pesca y comerciali- 700.000, dependiendo del material en que cies comerciales, y en algunos casos sin in- Characidae en la ciénaga de Ostional que zación del camarón de agua dulce (Macro- esté elaborada la canoa ($ 160.000 en ca- terpretación, sobre cómo se efectuaban las se mantiene a lo largo del año, lo cual pue- brachium sp.) que genera ingresos de hasta operaciones pesqueras, tallas mínimas de de estar relacionado con mayor entrada de $ 40.000/semana/pescador. racolí, $ 300.000 en carbonero); atarraya de 14 libras de plomo y 6 m entre $ 70.000 captura (TMC), tallas medias de madurez agua dulce a esta ciénaga a través de Caño sexual (TMM) y esfuerzo pesquero. Grande como consecuencia de las descar- En el golfo de Morrosquillo, la población y $ 100.000 y $ 150.000 la de ojo pequeño; lata o vara de arrastre $ 25.000 - $ 35.000; gas que realiza la represa Urrá I. de pescadores -como ya se mencionó- as- INPA/PNUD/FAO (1984) para los ríos trasmallo de 120 m $ 75.000 - $ 80.000; cendía a 1.600 pescadores que hacían par- Sinú y San Jorge, en 1984, registraron El último reporte de los estudios en el río y canalete $ 10.000. Aunque, es posible te de 11 comunidades, que accedían a 36 capturas de 2.689 t.año-1 y para 1992 de Sinú (Urrá e Inpa 2004), estableció que las encontrar UEP más costosas debido al ta- especies. 811 t.año-1, estableciendo que el descenso capturas para el período 1997-2002 tuvie- maño de las artes construidas (Gutiérrez de la producción alcanzó las 1.878 t.año-1 , ron un promedio de 1.613 t.año-1, siendo 2006). Unidades económicas de pesca lo que significa reducción del 69,84%. el último registro 1.130 t.año-1 (año 2002) (UEP) (Tabla 3). Tendencia histórica del En la zona estuarina y la bahía de Cispa- La UEP típica en el río Sinú y en general aprovechamiento de los tá se ha determinado que las capturas son Sí los datos de la tabla 10, se comparan con para la pesca artesanal del área, está cons- recursos pesqueros ilegales en un 85%, ya que se hacía sobre las capturas registradas por el MADR -CCI tituida por una canoa de 6,0-8,0 metros especies por debajo de las TMM (Inve- (2010) para los años 2006 a 2009 (Tabla de eslora y 0,80 metros de manga, movida La cuenca del río Sinú, posee desde 1974 mar 2004, 2005). Como resultado de los 4), el recurso se puede considerar en fran- por canaletes, con una capacidad de car- registros pesqueros parciales, tomados a muestreos con atarraya y red de enmalle ca crisis. En la cuenca no hay seguimiento ga entre los 300 y 350 kg y equipadas con partir de la movilización controlada que fija, realizados entre diciembre de 2000 y a las capturas como las que se efectuaron atarrayas, mantas, trasmallos, rastras, ba- implementó la Corporación Autónoma enero de 2004, se contaron 4.729 indivi- en años anteriores a la puesta en marcha rreras, anzuelos, calandrios, chuzos o fle- Regional de los Valles del Sinú y San Jorge duos que representaron en biomasa 275 del proyecto hidroeléctrico, pero existe la chas, arpón y una tripulación de dos pes- (CVS 1984). kg. Además, de los peces proporcionados clara posibilidad del sobreaprovechamien- cadores (Universidad de Córdoba 1991b, por los pescadores, se identificaron a 18 to y así lo demuestra la figura 2 al aplicar el Inderena 1989a, Urrá e Inpa 1997, 1998). Análisis de las capturas, en las cuencas del órdenes, 61 familias y 128 especies. El modelo bioeconómico de Thompson y Bell La motorización en la pesca artesanal del departamento de Córdoba, no son posibles uso de la atarraya como arte de pesca para para la principal especie de las capturas río Sinú no está registrada en ninguno de ante la falta de series históricas comple- evaluar los cambios espacio temporales de como lo es el bocachico (Prochilodus mag- los documentos técnicos y los pescadores tas. Otra característica de la información la comunidad, ha permitido determinar la dalenae), resultando que su rendimiento arguyen la no necesidad de estos, debido a es que está referida a “movilización pes- tendencia al aumento en las familias dul- máximo sostenible es de 431 t.año-1, con

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Tabla 3. Producción pesquera (t.año-1) en la cuenca del Sinú. Periodo: 1997-2001. Fuente: Urrá e Inpa (2004).

Capturas río Sinú (t) Ciénaga Ciénaga Ciénagas margen Ciénagas Periodo Río Sistemas Betancí Lorica izquierda bajeras 1997-1998 171 842 70 1083 1998-1999 246 2032 234 2512 1999-2000 126 1317 127 160 1729 2000-2001 129 1175 74 185 49 1612 2001-2002 45 856 60 157 12 1230 Promedio 144 1244 113 167 30 1613 % 8,9 77,1 7 10,4 1,9 100 Figura 2. Aplicación del modelo bioeconómico de Thompson y Bell para bocachico (Prochilodus magda- lenae). Fuente: Barreto y Borda (2009). 2001-2002 13% Subsistencia 87% Pesca comercial los mismos autores determinaron mor- (2002) fue de $ 3505.062,950 millones de Tabla 4. Desembarcos pesqueros en la cuenca del Sinú (t.año-1). Periodo: 2006 -2009. Fuente: Barreto talidades por pesca (F media anual = 1,9 pesos, para un ingreso anual de $ 685.118. -1 y Borda (2009), MADR-CCI (2010). año ) muy superiores al punto biológico De la captura total, registrada para el pe- de referencia PBR de mortalidad por pesca ríodo 1997-1998, el 21% (163,9 t.año-1) es a máximo rendimiento por recluta Fmax destinado al autoconsumo y el 79% (918,8 Especie 2006 2007 2008 2009 = 0,9 año-1, indicando altos niveles de so- t.año-1) comercializada. Es decir, la pesca Bocachico 30,20 37,10 38,20 28,86 breexplotación. cumple principalmente una función eco- Moncholo 22,20 30,50 18,40 59,09 nómica concentrada en las especies migra- Mojarra lora 19,80 17,40 22,70 27,09 Ingresos torias, que son aquellas a las cuales cultu- Yalúa 16,30 10,70 24,90 88,12 ralmente se les ha asignado un alto valor Los pescadores permanentes, y tempora- agregado (Tabla 5). Mojarra amarilla 7,40 6,70 5,40 16,63 les, generan fuente proteica, e ingresos Blanquillo 3,60 4,50 1,30 2,65 económicos, para su familia. Los primeros Los ingresos de los pescadores a 2010, de Incurro 2,70 2,50 0.20 0,31 todo el año y los segundos especialmente resultar ciertas las cifras reportadas por Liseta 1,50 1,90 5,60 17,58 en la época de “subienda” en los ríos Sinú el MADR-CCI (2010) (Tabla 4) significan y San Jorge. Los pescadores ocasionales y la crisis de la pesquería y de la actividad Otras especies 4,20 15,00 1,30 1,70 de subsistencia, como los del río Canalete, socioeconómica de la pesca, es más ya no TOTAL 107,90 126,30 118,00 242,03 raramente obtienen recursos económicos sería ni siquiera soporte alimentario y en directos a partir de su actividad, pues uti- esa vía lo que se espera es que aumente la lizan los productos para trueque. sobrepesca. un rendimiento máximo económico valo- En la cuenca del Sinú la captura se orien- rado en $ 1.900 millones. Según lo esta- ta hacia individuos jóvenes en más de La producción pesquera registrada por los Cultura pesquera blecen Barreto y Borda (2009) este punto un 50% y además se ha evidenciado una estudios Urrá e Inpa (2004) tuvo un valor según el modelo, ya fue sobrepasado y el disminución progresiva de su biomasa estimado de $ 2.121,20 millones de pesos, El análisis más completo sobre este tema, esfuerzo de pesca que a esa fecha se reali- desovante durante el periodo 1997-2002, lo que significaría $ 696.388 pesos/pesca- fue realizado a nivel nacional por la Aso- zaba está en el nivel de que sí se mantiene donde esta ha pasado de 279 t a 32 t (Val- dor/año y mensualmente de $ 58.032 pesos ciación Nacional de Pescadores Artesa- o sobrepasa, la pesquería colapsaría. derrama y Solano 2004). Por otro lado, y la del último año de monitoreo pesquero nales de Colombia -Anpac- (1986) dando

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lugar con ello a la implementación de la nada la faena, la pesca es procesada por las única estratégica y con exclusividad para mujeres y/o por procesadores del mismo % 7,20 0,06 0,21 5,39 0,80 0,28 2,51 14,14 14,05 30,62 12,62 la pesca artesanal que se ha realizado a ni- núcleo familiar. Cuando la pesca es abun- 12,08 100,00 vel nacional. La situación entre ese enton- dante como ocurre con los chinchorreros ces y la que se vive hoy en día alrededor del y trasmalleros, se generan oportunidades subsector, no ha cambiado y más bien está de empleo dado que se necesita procesar el en peores condiciones, como lo demues- producto de manera rápida. Cualquier la- 100,0 Sistema 9939,878 2208,621 tran la tendencia de los recursos pesque- bor desempeñada alrededor de las faenas, 7395,341 28774,392 87854,933 188952,766 252412,887 492462,264 423543,146 495790,313 442379,301 1073349,108 ros y la situación misma de los pescadores. se paga en especie (con pesca) y no con di- 3505062,950 nero en efectivo. En las faenas de pesca, la Gómez y Baquero (1984) analizando el repartición de los ingresos normalmente 0 medio sociológico en el río Sinú, en la cié- se hace en dos partes iguales y en otras 0 1,4 20,029 79,265 21,920 19,302

naga de Betancí y del Playón de Momil, ex- ocasiones en tres partes - los dos pescado- 756,241 2261,745 3255,407 2455,869 2874,383 38062,132 49806,293 presan: “la pesca es una cuestión familiar, res y el propietario de la UEP sino salió a C. Bajeras usualmente el padre pescador tiene hijos faenar-. que en forma aficionada también se dedi- can a la pesca. Los hijos y la mujer lo ayu- La pesca marina-costera, funciona con la Río 19,3 57,565 33,252

dan a preparar el producto y venderlo. La misma dinámica de la pesca continental y 441,865 3729,453 11667,061 11620,754 17238,793 19135,338 37484,572 14865,809 143760,076 416010,495 actividad pesquera ocupa la mano de obra al igual que ésta, se convierte en una tra- 676045,033 familiar en la cual participan el padre, la dición familiar. madre y los hijos”. Este es el mismo con- texto en que se mueve toda la pesca arte- Finalmente, se podría decir que una vez 0

sanal continental a nivel nacional. implementado el proyecto hidroeléctrico 5,1 0,000 C.M.I 26,640 48,601 38,369 594,515 2789,528

luego de invertir más de US$ 8 millones 22356,174 42432,190 13261,985 39925,958 56304,666 La Universidad de Córdoba (1991b) y la de dólares en acciones tendientes a la con- 177778,626 Fundación Caribe (1988) definieron clara- servación de los recursos pesqueros, en mente el papel y organización de la pesca estudios para demostrar la necesidad de dentro de la estructura social de las co- ello y en proyectos alternativos ($ 7.000 1,3 Caño 21,252 munidades, identificando que respecto a millones de pesos), la situación hasta don- 89,272 341,784 766,352 330,637 Betancí 1175,087 1029,607 1952,671 1208,954 7842,545 45577,116 11968,411 la tradición pesquera el 6.38% de los pes- de se puede ver parece estar peor, es decir, 18850,544 cadores manifiestan haber aprendido el los esfuerzos por una cultura de respeto oficio enseñados por los abuelos, el 61,2% hacia los recursos parece haber fracasa- Río Sinú. de Valor la captura [%PPV], 2001-2002 por el padre, el 32,3% por otros pescadores do. Muchas otras causas se pueden argüir, y el 48,9% manifestaron estar enseñando pero los esfuerzos realizados para evitar 73,0

el oficio a sus hijos. una mayor presión sobre los recursos pes- Lorica 1716,026 1642,078 4345,877 9061,204 69009,682 546047,746 461933,013 133800,758 111025,834 371361,973 397753,989 450822,531 queros, a través de vías alternativas -acui- 2558520,711 La pesca es fundamentalmente una acti- cultura, agricultura etc.-, no lograron su vidad familiar, de compadrazgo en donde cometido a pesar de los compromisos lar- la UEP es compartida, pero con una muy gamente discutidos, concertados y suscri- clara división del trabajo antes, durante y tos en el Plan de Ordenamiento Pesquero después de la faena pesquera. En la faena y Acuícola -POPA- que se concertó insti- existe un atarrayero que es siempre la per- tucionalmente y con las comunidades de Especie sona con más experiencia y quien coman- pescadores, se tuvo en cuenta los impactos da la canoa, el remero, es precisamente eso ambientales negativos, su compensación, Moncholo Tilapia Bocachico Mojarra amarilla Mojarra Yalúa Bagre blanco Barbul Róbalo Total Cachana Sábalo % Liseta Otros

remero, y acumulador de la pesca. Termi- corrección, mitigación y prevención, con- la de venta. primera Valor en el río Urrá la de (2004). $PPV: e Inpa capturas Sinú 2001 -2002. Fuente: 5. Valor Tabla

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siderando los dos nuevos ambientes: la • CVS-Universidad Nacional de Colombia. Colombiano de Antropología. Bogotá. bre 2000 a diciembre de 2004). Santa presa y aguas abajo de la misma. Es el úni- 2004. Caracterización de flora y fauna Colombia. (Sin publicar). Marta. 120 pp. co plan de ordenamiento a nivel nacional de los humedales de Córdoba. Corpora- • Granados, J. 1975. Estimaciones de la • Lasso, C. A., E. Agudelo, L. F. Jiménez- diseñado, planificado y concertado antes ción Autónoma Regional de los valles del captura, esfuerzo y población pesquera Segura, H. Ramírez-Gil, M. A. Morales- de la puesta en operación del proyecto. Sinú y San Jorge. Universidad Nacional en los ríos Magdalena, Cauca y San Jor- Betancourt, R. E. Ajiaco-Martínez, F. de Colombia, Instituto de Ciencias Natu- ge. Proyecto para el desarrollo de la pes- de P. Gutiérrez, J. S. Usma Oviedo, S. Bibliografía rales. Informe final. Montería. 204 pp. ca continental. Inderena-FAO. Public. E. Muñoz Torres y A. I. Sanabria Ochoa • Dahl G. 1965. La ictiofauna del río San No 18. FI:DP/COL/71/552/18. Bogotá, (Eds.). 2011. I. Catálogo de los recursos • Ambiotec. 1997. Diagnóstico ambiental Jorge. El “Bocachico” contribución al D. C. 13 pp. pesqueros continentales de Colombia. de las ciénagas de Lorica y Betancí. Urrá. estudio de su biología y de su ambiente. • Gutiérrez, F. 2006. Los recursos hidro- Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos Montería. 380 pp. Cartagena, Banco de la República. 7-54. biológicos en el departamento de Córdo- y Pesqueros Continentales de Colombia. • Anpac. 1986. La estrategia Cespa. Un • Dahl G. 1971. Los peces del norte de ba. Proyecto CVS-Conservación Inter- Instituto de Investigación de Recursos horizonte para la pesca artesanal. Aso- Colombia. Ministerio de Agricultura, nacional. Bogotá, D. C. 54 pp. Biológicos Alexander von Humboldt ciación Nacional de Pescadores Artesa- Instituto de desarrollo de los Recursos • Inderena. 1980. La pesca en la cuenca (IAvH). Bogotá, D. C., Colombia, 715 pp. nales. Bogotá, D. C. 30 pp. Naturales Renovables-Inderena. Talle- del Magdalena, Cauca y San Jorge. Ins- • Maldonado-Ocampo, J. A. y J. S. Usma- • Barreto, C. y C. Borda. 2009. Evaluación res Litografía Arco. Bogotá, Colombia. tituto Nacional para el Desarrollo de los Oviedo. 2005. Estado del conocimiento de recursos pesqueros colombianos. Ins- 391 pp. Recursos Naturales Renovables y Pro- sobre los peces dulceacuícolas en Colom- tituto Colombiano Agropecuario. Subge- • Dahl, G. 1955. An ichthyological recon- tección del Ambiente. Bogotá, D. C. 60 bia. Capítulo 4. Pp. 175-194. En: Informe rencia de Pesca y Acuicultura. Bogotá, D. naissance of the Sinú River. Revista Lin- pp. Nacional sobre el Avance en el Conoci- neana 1 (1): 11 - 19. miento y la Información de la Biodiver- C. 131 pp. • Inderena. 1985. Evaluación de la pesca • Dahl, G. 1958. Los peces del río Sinú. In- sidad 1998-2004. Instituto de Investi- • Cala, P. 1990. 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Naturales Renovables-Inderena. Talle- pp. res Litografía Arco. Bogotá, Colombia. Jorge. Instituto Nacional para el Desa- • Ministerio de Agricultura y Desarrollo Evaluación de la captura pesquera en la rrollo de los Recursos Naturales Renova- cuenca del río Sinú. Abril 1983 – marzo 391 pp. Rural-CCI. 2010. Estadísticas pesque- bles y Protección del Ambiente. Bogotá, de 1984. Corporación Autónoma Regio- • Dahl, G. y F. Medem, 1964. Informe so- ras. Corporación Colombiana Interna- D. C. 25 pp. nal de los Valles del Sinú y San Jorge. bre la fauna acuática del río Sinú. Parte I. cional. Bogotá, D. C. Boletín 7 pp. • Inderena. 1989b. La pesca artesanal en Montería. 27 pp. Los peces y la pesca del río Sinú. Corpo- • Negrete, V. 1993. En busca del desarro- Colombia. Instituto Nacional para la • CVS. 1995. Informe estadístico. Estadís- ración Autónoma Regional de los Valles llo. Memorias de la campaña: El reen- Protección de los Recursos Naturales ticas pesqueras. Corporación Autónoma del Magdalena y del Sinú-CVS. Departa- cuentro con el río Sinú. Montería. 64 pp. Regional de los Valles del Sinú y San Jor- mento de Investigaciones Ictiológicas y Renovables y Protección del Medio Am- • Negrete, V. 1998. Las fuentes de agua en ge. Montería. 17 pp. Faunísticas. Bogotá, Colombia. 109 pp. biente. Bucaramanga. 61 pp. Córdoba. Corporación Universitaria del • CVS. 2002. Plan de gestión ambiental • Dane. 1993. Censo. Departamento Na- • Inpa-PNUD-FAO. 1984. Características Alto Sinú. CVS. Montería. 94 pp. -PGAR- 2002-2010. Corporación Autó- cional de Estadísticas. Bogotá, D. C. 480 de la pesca y la acuicultura en Colombia. • Plazas, C., A. M. Falchetti, J. Sáenz y S. noma Regional de los Valles del Sinú y pp. Doc. Borrador. Bogotá, D. C. 190 pp. Archiva. 2003. La sociedad hidráulica San Jorge. Montería. 182 pp. • Fundación del Caribe. 1988. Impactos • Invemar. 2004. Plan de Seguimiento y Zinú, Colección bibliográfica, Banco de • CVS. 2004. 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Tres primeros años (diciem- de Ciencias Naturales. Corporación Au-

98 99 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

SINÚ Y CANALETE

tónoma Regional de los Valles del Sinú y quera de las principales especies ícticas San Jorge. Bogotá, D. C. 816 pp. en las áreas de Lorica, Betancí y Tierra • Universidad de Antioquia. 1993. Estu- Alta. Bogotá D. C. 97 pp. dio ecológico y ambiental de la Ciénaga • Urrá S.A. E.S.P. e Inpa. 2004. Monitoreo Grande de Lorica-Massi. Universidad de y estadística pesquera en la cuenca del Antioquia -Centro de Investigaciones río Sinú con participación comunitaria. Ambientales y de Ingeniería-. Medellín. Proyecto hidroeléctrico Urrá e Instituto Informe Final. 108 pp. Nacional de Pesca y Acuicultura -INPA- • Universidad de Córdoba. 1991a. Estudio . Informe del quinto año de monitoreo. de las especies migratorias del río Sinú. Montería. Colombia. 110 pp. Fase III. ISA. Proyecto hidroeléctrico • Urrá S.A. E.S.P. y Fundación Bosques y URRÁ. Montería. 88 pp. Humedales. 2009. Monitoreo pesquero • Universidad de Córdoba. 1991b. Produc- y evaluación de la efectividad del repo- ción pesquera en la ciénaga Grande de blamiento en el embalse de Urrá y el área Lorica y Betancí. Montería. 213 pp. del resguardo Embera Katío del Alto • Universidad de Córdoba. 1993. Inciden- Sinú. Informe técnico, Fundación Bos- cia del proyecto Urrá en las condiciones ques y Humedales, Montería. 124 pp. socioeconómicas de las comunidades • Valderrama, M. y D. Solano. 2004. Esta- pesqueras en la ciénaga Grande de Lori- do de la población de bocachico, Prochilo- ca y Betancí. Montería. 80 pp. dus magdalenae (Pisces: Characiformes), • Urrá S.A. E.S.P. e Inpa. 1997. Monitoreo y su manejo en la cuenca del río Sinú, pesquero del medio y bajo Sinú. Evalua- Colombia. Dahlia 7: 3-1 ción de la captura y esfuerzo y determi- • Valderrama, M., F. Salas y D. Solano. nación de información biológico-pes- 2006. Las pesquerías en el embalse de quera de las principales especies ícticas Urrá. Montería. 20 pp. en las áreas de Lorica, Betancí y Tierra • World Commission Dams. 2000. Dams Alta. Santafé de Bogotá. 80 pp. and development. A new framework • Urrá S.A. E.S.P. e Inpa. 1998. Monitoreo for decision making. Thee report of the pesquero del medio y bajo Sinú. Evalua- World Commission on Dams. Earthscan ción de la captura y esfuerzo y determi- publications Ltd. London. 356 pp. nación de información biológico-pes-

100 Bocana del río Sinú. Foto: C. Escallón C. Rincón-López

Diagnóstico de la pesquería en la 3. CUENCA del ATRATO Francisco de P. Gutiérrez Bonilla, Tulia S. Rivas-Lara y Camilo E. Rincón- López

Resumen estuarinas. Las más representativas son el bocachico (Prochilodus magdalenae) (88%), La cuenca del río Atrato posee una super- el dentón (Leporinus muyscorum) (6%) y el ficie de 38.000 km2, longitud de 750 km, quicharro (Hoplias malabaricus) (3%). En navegabilidad en 508 km y en esta habi- la zona media del río entre permanentes y tan 317.000 personas. Recibe más de 150 ocasionales hay 8.000 pescadores y en las ríos y numerosas quebradas. La cuenca ciénagas 1.243. Al igual que en otras cuen- no es ajena a los impactos ambientales y cas continentales, las aproximaciones al a fenómenos naturales, siendo afectado estado de los recursos pesqueros denota en la parte alta por la explotación de oro, que las poblaciones parecen haber llegado plata y platino. El vertimiento de desechos a su rendimiento máximo sostenible. municipales es común a toda la cuenca, al igual que la sedimentación, la desecación Palabras clave. Cuenca Caribe. Río Atra- de ciénagas y la deforestación. La produc- to. Potencial pesquero. Recursos pesque- ción pesquera es de carácter marcadamen- ros. Pesca. Producción pesquera. te estacional, siendo más productiva en los primeros meses del año, coincidiendo con las migraciones de algunas especies Introducción (subienda y bajanza). En 2001, la cuen- ca media registró una producción de casi Cerrado al tráfico durante varios siglos, 5.000 t.año-1. En ciénagas (65.000 ha) la bajo pena de muerte, por el celo de los re- producción es de 1.600 t.año-1 (30,8 kg/ yes de España, el río Atrato es uno de los ha año-1) con origen en las migraciones ríos más caudalosos del mundo (4.900 del bajo Atrato. Las especies aprovechadas m³/s) con 508 km navegables por vapores son 40, con diez como las comercialmente (hasta Quibdó). Corre en todos sus cursos, más importantes. De estas 27 son exclu- de sur a norte, hacia la costa del Pacífico sivamente dulceacuícolas y 13 marino- (Lobo-Guerrero 1993).

Asentamientos de pescadores. Caño Torrobón, medio Atrato. Foto: G. Ramírez 103 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ATRATO

J. Maldonado

El Atrato, es el río más ligado a la histo- la inadecuada infraestructura portuaria tural del río y la presión antrópica sobre Entre los principales se cuentan el Andá- ria del Chocó. Por allí entró la “conquista (Alcaldía Municipal del Atrato 2003). los recursos. gueda, Baté, Bojayá, Buchadó, Cabí, Ca- española” y llenó de pueblos sus orillas, carica, Capá, Domingodó, Napipí, Neguá, habitadas por hombres negros que susten- El departamento del Chocó, posee gran di- La cuenca Munguidó, Murrí, Opogodó, Puné, Quito, tan su supervivencia en la extracción de versidad biológica y por tanto importante Salaquí, Sucio, Tagachí y Truandó. En sus madera, la caza, la pesca y en menor escala fuente de recursos naturales renovables El departamento del Chocó tiene 46.000 orillas se encuentran las poblaciones de la minería, actividades de subsistencia que y no renovables que son valiosos en tér- ha, de las cuales 35.000 pertenecen a la Quibdó, Riosucio, Bojayá, Lloró y El Car- no han permitido mejorar las condiciones minos ambientales, sociales, culturales y cuenca del Atrato. De los 500.000 habitan- men. Su hoya hidrográfica está casi en su de vida de estas poblaciones, marcadas por económicos. La vida de las comunidades tes, 317.000 hacen parte de la cuenca. Es la totalidad deshabitada. Solamente en las la pobreza y la falta de servicios públicos, negras e indígenas de la región, está es- principal vía de comunicación del Chocó. riberas de algunos afluentes y en la parte sumado a las amenazas constantes de las trechamente ligada a su oferta natural y Este caudaloso río, (uno de los mayores del alta se encuentran pequeños cultivos, que inundaciones y la violencia (IGAC 1992, ambiental, alrededor de la cual giran sus mundo, en relación con su longitud), tiene en forma esporádica y como medio de sub- Ayala 2003, 2004, 2005). sistemas tradicionales de producción, in- una extensión de 750 km y navegabilidad sistencia atienden algunos colonos. En su tegrados por actividades como minería, en 508 km. Nace en el cerro Plateado, en la parte alta es notable la explotación de oro, El Atrato es la principal vía navegable del agricultura, pesca, caza, agro-forestería, cordillera Occidental, sigue un curso sur- plata y platino. La longitud de la cuenca Chocó gracias al gran caudal de sus aguas. piscicultura, avicultura y porcicultura en- norte entre esta cordillera y la serranía media es de 180 km; entre los municipios Tiene 150 ríos que le afluyen, algunos na- tre otras, todas desarrolladas dentro de del Baudó, a través de un valle demasiado de Quibdó y Bellavista, tiene profundidad húmedo, el cual lo ha favorecido grande- vegables y ocho puertos, el principal de los la categoría de economías de subsistencia media de 11 m y en promedio un ancho mente como vía de comunicación, para cuales es Quibdó. Es navegable durante (Ayala 2003, 2004, 2005). La relación de de 282 m. El área de drenaje son 806.477 desembocar finalmente en el golfo de Ura- ha, de las cuales 130.000 corresponden a todo el año en sus 508 km, para embarca- las comunidades (negros, mestizos e in- bá, en los límites entre Chocó y Antioquia llanura aluvial. Que la hoya del Atrato sea ciones de hasta 200 t. En su recorrido no dígenas) con el medio natural implica el (Figura 1). Su principal puerto es Quibdó. baja y de escaso declive explica la lentitud se encuentran saltos, rápidos o raudales, uso y aprovechamiento de los recursos, y La hoya del río Atrato, es rica en oro, ma- de su corriente, la formación de ciénagas por ello los tiempos de movilización aguas por tanto una inevitable modificación de deras y es también una región muy fértil. y pantanos y de los continuos desborda- abajo son menores que las de aguas arri- los ecosistemas de la región (Ayala 2003, Se forma de la confluencia de dos peque- mientos de las tierras que baña, hecho ba; siendo su proporción de poco menos 2004, Vargas et al. 2008). ñas quebradas al occidente en los altos de descrito por Alexander von Humboldt de la mitad. La cuenca del Atrato moviliza -1 la Concordia y los farallones de Citará -a como una larga laguna en movimiento en promedio 1,4 millones t.año de carga La pesca en el Atrato, ha sido histórica- 3.900 m s.n.m.- en el cerro de Caramanta; (IGAC 1992, Marín 1992). (Departamento Nacional de Planeación mente una de las actividades socioeconó- vertiendo sus aguas en el mar Caribe por 1995), aunque a 2011 la movilización ha micas relevante de las comunidades indí- 16 bocas diferentes, siendo la principal la El Atrato aumenta su caudal desde abril disminuido por efecto del conflicto arma- genas y afro-colombianas asentadas a lo denominada Tareña. Su hoya hidrográfi- hasta octubre. Un 15% del valle perma- -1 do en la zona a 1,0 millones de t.año . largo de este, además de proveer de proteí- ca tiene una extensión aproximada de 35 nece inundado durante todo el año y con na, es también una fuente comercializable km2. Al descender de la cordillera Occiden- caudales máximos se inunda un 55%, afec- El río ha permitido la integración regio- o intercambiable que genera excedentes tal el río va acrecentando su caudal y toma tando los diques naturales y las terrazas nal y cumple funciones de provisión de económicos y un regulador de las redes una dirección oeste que conserva hasta la bajas. Solo el 20% del área que correspon- sustentos y comercio para un número im- de comunicación, fortalecimiento social y población de Lloró, donde se enrumba ha- de a las partes altas, no se inunda. Aguas portante de municipios del Chocó. Sin em- cultural de las poblaciones ribereñas. cia el norte. Después de recibir las aguas debajo de la desembocadura del Bojayá, bargo, es evidente el deterioro continuo de del río Bojayá, se abre en dos brazos lla- el Atrato se abre en dos brazos, llamados las condiciones de navegación, debido a la La actividad pesquera de esta cuenca, no mados Murindó y Montaño, para formar Murindó y Montaño, que luego se unen irracional deforestación de las cabeceras debe considerarse únicamente desde la la isla Grande del Atrato, aparente huella para formar la isla grande del Atrato. de los ríos, los aportes de sólidos en sus- perspectiva de la captura y comercializa- de un antiguo delta (IGAC 1992, Marín pensión, el dragado insuficiente, la inexis- ción de algunas especies, sino como toda 1992). El complejo de humedales del río Atrato, tencia general de mantenimiento, señali- una construcción cultural y productiva según la clasificación por vertientes hi- zación y balizaje, el descuido general para transversalizada por un entorno ambien- A lo largo de su curso recibe el tributo de drográficas pertenece a la vertiente del mantener las condiciones de navegación y tal complejo, que incluye la dinámica na- más de 150 ríos y numerosas quebradas. Caribe. El Atrato al igual que la mayoría

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de las cuencas nacionales requiere con ur- al municipio de río Quito y los Consejos gencia medidas de conservación. Las cié- Comunitarios de Paimadó, Villa Conto y nagas son los ecosistemas predominantes San Isidro. Durante más de ocho años los en la cuenca y de vital importancia para dragones succionaron el río, lo que causó las comunidades locales, es por ello que entre otras el cambio de su curso, la con- son denominadas culturas anfibias. Estos taminación del agua con mercurio y una cuerpos de agua representan un patrimo- deforestación impactante (Giraldo y Gon- nio comunitario y cultural por lo que las zález 2003). Desafortunadamente la mi- comunidades negras están asumiendo una nería parece no detenerse y sus impactos serie de responsabilidades para su conser- tampoco. vación y manejo. Aunque la naturaleza de los humedales Los impactos ambientales es ser altamente dinámicos, sujetos a una amplia gama de factores naturales que El Atrato no es ajeno a los impactos ambien- determinan su modificación en el tiempo tales antrópicos y a fenómenos naturales. (como son sedimentación, desecación), las Gran cantidad de materia orgánica cae al ciénagas están sufriendo un deterioro que río y es arrastrada por sus aguas. El delta se puede considerar acelerado y que puede del río se tapona ante tal cantidad de de- ser consecuencia de diferentes factores de sechos, originando la inundación de mu- origen antrópico, como el sobre aprove- nicipios enteros como Riosucio y Bocas del chamiento de los recursos, el desarrollo de Atrato. La situación de sedimentación y prácticas inadecuadas de pesca, construc- desecación es un caso frecuente en todas ción de desagües, tapamiento de caños y las ciénagas: Panezo (en la Boba), Chica- cambio en la dirección de canales natu- ravia, La Redonda (en el Tigre), y Bella- rales. No se han realizado evaluaciones vista. La ciénaga de Chicaravia además de regionales de estos ecosistemas pero con las problemáticas mencionadas anterior- base en el trabajo desarrollado en el hu- mente, está la tasa de deforestación y la medal Los Platillos (Medio Atrato depar- minería que se realiza en la ciénaga o en tamentos Antioquia y Chocó) en los años cerca de ella (Alcaldía Municipal del Atra- 2001-2003 se pudo establecer la impor- to 2003, Ayala 2004, Palacios et al. 2008). tancia de iniciar acciones de conservación y mitigación de los problemas que enfren- La ciénaga de Vernal en la comunidad de tan (Alcaldía Municipal del Atrato 2003). San José de la Calle y la ciénaga de Tebada presentan un estado de desecación muy En el 2009 con una decisión sin prece- avanzado, la primera está casi cubierta en dentes la fiscalía con ayuda del ejército, un 80% de plantas acuáticas enraizadas decomisó las dragas y las dejó flotando y la segunda en un 90% por arracachales sobre el Atrato. El mazamorreo con las (Montrichardia arborescens), ocasionando bateas (técnica de la minería tradicional) la pérdida del tamaño de los espejos de retomó el protagonismo y los Consejos agua. En frente de Quibdó, sobre el río Comunitarios (máxima autoridad en los Atrato, están estacionadas hace más de territorios colectivos de comunidades ne- un año dragas mineras o como las llaman gras) aprendieron que tienen el derecho en el río, “dragones”. Situación que siendo de prelación para la exploración y explo- Figura 1. Cuenca del río Atrato. generalizada en el Chocó, puede citarse tación minera. Pero desafortunadamente

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acabar la fiebre del oro no es nada fácil y que esta planta es el hábitat del bocachico nuevamente en todo el departamento -in- (Prochilodus magdalenae). Además de servir cluidos territorios de comunidades negras de salacuna para muchas otras especies, y resguardos- han retornado las retroex- es una barrera viva contra la erosión por cavadoras para terminar de dañar las ori- el movimiento de la corriente del río. Ac- llas y erosionar el territorio. Y lo peor, las tualmente se pretende su explotación lo dragas están al acecho. Si bien los consejos que podría generar graves impactos am- comunitarios entienden ahora que tienen bientales. el derecho de prelación, necesitan varios millones para tramitarlo. Riqueza íctica y recursos a. b. pesqueros En otras esferas de la problemática, en repetidas ocasiones se ha denunciado a la Para esta cuenca se registran 134 espe- compañía Maderas del Darién para que se cies de peces netamente dulceacuícolas, responsabilice por los cinco mil árboles de agrupadas en siete órdenes y 30 familias Catíos, que taponaron una de las 16 sali- (Maldonado-Ocampo et al. 2006). Alre- das del Atrato al mar. dedor de 40 especies (incluyendo especies de hábitos marino-estuarinos) son consi- Desde el punto de vista pesquero, a los deradas objeto de pesca en la cuenca del pobladores del Chocó les preocupa la even- Atrato (Lasso et al. 2011) (Tabla 1), pero tual explotación del arracacho (M. arbo- fundamentalmente diez revisten impor- c. d. rescens) para hacer papel moneda, dado tancia comercial.

Tabla 1. Lista de especies pesqueras continentales en la cuenca del Atrato. Hábitos: D (dulceacuícola), M-E (marino-estuarino). Fuente: Lasso et al. (2011).

Taxa Nombre común Hábito Carchariniformes Carcharhinidae

Carcharhinus leucas (Müller y Henle 1839) Tiburón sarda, tiburón chapuchapu M-E e. f. Rajifomes Dasyatidae Dasyatis guttata (Bloch y Schneider 1801) Raya látigo, hocicona M-E a. Dragado del lecho del río Atrato. Foto: G. Ramírez Himantura schmardae (Werner 1904) Chupare M-E b. Entable minero río Samurindo-vertiente del Atrato. Dragado del lecho del río Atrato. Foto: G Ramírez c. Quedrada El Barbudo, Samurindó-vertiente Atrato. Dragado del lecho del río Atrato. Foto: G Ramírez Pristiformes d. Río Atrato, Las Mercedes, Quibdó. Dragado del lecho del río Atrato. Foto: G. Ramírez Pristidae e. Río Raspadura, vertiente del río Atrato. Foto: G. Ramírez Pristis pectinata Latham 1794 Pez peine, pejepeine, guacapá M-E f. Transporte de maquinaria para la mineria a traves del río Atrato. Foto: G Ramírez Pristis pristis (Linnaeus 1758) Pez sierra M-E Myliobatiformes Potamotrygonidae

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Taxa Nombre común Hábito Taxa Nombre común Hábito Raya del Magdalena, raya Potamotrygon magdalenae (Duméril 1865) D Batrochoglanis transmontanus (Regan 1913) Capitán, bagre sapo, photphot D barranquilla Pseudopimelodus cf. bufonius Bagre sapo, peje sapo, siete cueros D Elopiformes (Valenciennes 1840) Megalopidae Pseudopimelodus schultzi (Dahl 1955) Bagre sapo, bagre pintado D Megalops atlanticus Valenciennes 1847 Sábalo, tarpón M-E Gymnotiformes Characiformes Sternopygidae Anostomidae Sternopygus aequilabiatus (Humboldt 1805) Viringo, veringo, mayupa D Leporinus muyscorum (Steindachner 1900) Dentón, dientón, quatrojo D Mugiliformes Leporinus striatus Kner 1858 Rayado, torpedo, tusa D Mugilidae Characidae Mugil curema Valenciennes 1836 Lisa blanca, lisa criolla M-E Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) Sardina colirroja, cola amarilla D Mugil incilis Hancock 1830 Lisa rayada M-E Brycon meeki Eigenmann y Hildebrand 1918 Sábalo D Perciformes Brycon oligolepis Regan 1913 Sabaleta D Centropomidae Cynopotamus atratoensis (Eigenmann 1907) Boquiancha, carachana D Centropomus undecimalis (Bloch 1792) Róbalo, robalo blanco M-E Triportheus magdalenae (Steindachner 1878) Arenca, arenga, sardina D Cichlidae Curimatidae Mojarra amarilla, mojarra Caquetaia kraussii (Steindachner 1878) D Cyphocharax magdalenae (Steindachner 1878) Yalua, campaniz, campaniza D anzuelera Caquetaia umbrifera (Meek y Hildebrand 1913) Mojarra negra, mojarra anzuelera D Pseudocurimata lineopunctata (Boulenger 1911) Nayo de pozo, comebarro D Cichlasoma atromaculatum Regan 1912 Mojarra, macho, mojarra pemá D Erythrinidae Gerreidae Hoplias malabaricus (Bloch 1794) Mocholo, dentón, dormilon D Eugerres plumieri (Cuvier 1830) Mojarra rayada M-E Prochilodontidae Gobiidae Prochilodus magdalenae Steindachner 1879 Bocachico D Awaous banana (Valenciennes 1837) Lambearena, bocón D Siluriformes Haemulidae Ariidae Pomadasys crocro (Cuvier 1830) Ronco blanco, corocoro, crocro M-E Cathorops mapale Betancur-R. y Acero 2005 Chivo mpalé, mapalé M-E Lutjanidae Notarius bonillai (Miles 1945) Bagre de río, chivo cabezón D Lutjanus griseus (Linnaeus 1758) Pargo mulato, pargo prieto M-E Auchenipteridae Ageneiosus pardalis Lutken 1874 Doncella, señorita, niña D Heptapteridae Rhamdia quelen (Quoy y Gaimard 1824) Liso, barbudo, barbilla D Producción pesquera Loricariidae Se estima que en promedio unas 65.000 Se estima que la producción pesquera, Chaetostoma fischeri Steindachner 1879 Guacuco, corroncho, cucha D hectáreas de áreas inundadas son produc- de este sistema de ciénagas, son 1.600 Hemiancistrus wilsoni Eigenmann 1918 Guacuco, coroncoro amarillo D tivas para la pesca en la zona durante la t.año-1, es decir 30,8 kg/ha/año y se consi- Hypostomus hondae (Regan 1912) Coroncoro, cucho, cucha D mitad del año (Marín 1992). De hecho, las dera que el 30-50% de los peces provienen Pimelodidae ciénagas son muy importantes para la po- de migraciones del Bajo Atrato, por lo que Pimelodus punctatus (Meek y Hildebrand 1913) Charre, barbul D blación por su gran riqueza pesquera, así si se toma en forma aislada la producción como por ser el eje de un complejo mundo es de 18,5 kg/ha/año (Rincón y Rivas 2010 Pseudopimelodidae de relaciones entre sus pobladores. en prensa).

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Existen aproximadamente 1.243 pesca- ducción, representando más del 80% de dores (aproximadamente el 18% de la po- los desembarque en la ciudad de Quibdó blación de la región). Todas las aproxima- de 1997 a junio de 2010, seguido del den- ciones al estado de los recursos pesqueros tón (Leporinus muyscorum) y el quicharo denota al igual que en otras cuencas del (Hoplias malabaricus) (Figura 2) (Rincón y país que muchas poblaciones parecen ha- Rivas en prensa). ber llegado a su rendimiento máximo sos- tenible. En el río Atrato la captura de juveniles es mayor al 50% (Mosquera 2006). No obs- Los pescadores de algunas comunidades tante pareciera que esta situación esta han identificado un importante cambio en mejorando ya que en el 2007 solamente el volumen y talla de los peces y si se consi- en el 22% de las capturas se encontraron dera el hecho de que hoy no se encuentran ejemplares por debajo de la talla mínima respecto a las especies comerciales indivi- de captura reglamentaria (Jaramillo-Villa duos con tallas grandes y los volúmenes y Jimenez- Segura 2008). Igualmente, de años anteriores, hay inmersas causas los indicadores de explotación son meno- que lo explicaría: la pesca intensa que se res pero cercanos a un optimo sostenible da en las ciénagas y en el río que no per- (E=47%) (Barreto et al. 2009). Figura 3. Registros de producción pesquera (%) de Prochilodus magdalenae, Leporinus. muyscorum y Ho- plias malabaricus, en desembarcos de la ciudad de Quibdo. Periodo: 1997-2010. Fuente: Rincón y Rivas miten a los peces jóvenes llegar a adultos, (en prensa). la sedimentación que está sucediendo en La producción en la cuenca, es de carác- la mayoría de los cuerpos de agua esta di- ter marcadamente estacional, siendo los ficultando la producción de oxígeno nece- primero meses del año los más producti- miento es continuo y regido por los gran- embargo, es evidente la disminución de sario para la supervivencia de los peces y vos, coincidiendo con las migraciones de des volúmenes del bocachico (Figuras 2, 3) los volúmenes de desembarque en los tres en consecuencia fenómenos de mortandad algunas especies (subienda y bajanza). La (Rincón y Rivas en prensa). últimos años. A pesar de estos registros, masiva de juveniles. representatividad de las especies presenta la producción real puede estar siendo sub- poca variación en el tiempo; en algunos La producción pesquera en la cuenca me- estimada, debido a algunos factores como: Para el medio Atrato el bocachico (Prochi- años el quicharo supera los valores del dia ha sido oscilante, presentando algunas (1) la debilidad en las acciones de vigilan- lodus magadalenae) reporta la mayor pro- dentón, pero en general este comporta- recuperaciones, como la de 2001, en el cual cia, monitoreo y control de las entidades se reportó casi 5.000 t.año-1 (Figura 4), sin gubernamentales y comunidades locales

Figura 2. Producción pesquera por especie (%), en la ciudad de Quibdo. Periodo: 1997-2010. Fuente: Figura 4. Registro de la producción pesquera de la cuenca media del Atrato, en desembarcos de la ciu- Rincón y Rivas (en prensa). dad de Quibdo. Periodo: 1997-2010. Fuente: Rincón y Rivas (en prensa).

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y (2) el sistema tradicional de conserva- cipios de la cuenca y en cinco puertos de ción (seco- salado, salado-húmedo), que desembarque en la ciudad de Quibdó. A generalmente es realizado en los sitios de su vez estableció que el 73,4% de las em- captura por los mismos pescadores y sus barcaciones estaban motorizadas y que el familias, donde el pescado es llevado di- 26,6% utilizaban el remo como sistema de rectamente a los puntos de comercializa- propulsión. ción en el departamento, adoleciendo de algún tipo de control (Rincón y Rivas en Los botes de madera propulsados a remo prensa). tienen unas características y medidas en promedio de: 5,20 m de eslora, 0,80 m de Unidad Económica de Pesca manga y 0,70 m de puntal. Las caracterís- a. b. ticas y medidas promedio de los botes de A pesar de lo fluctuante de la pesca en el madera propulsados a motor son: de 8,40 Atrato, existe un número importante de m de eslora, 1,20 m de manga y 1,40 m de personas dedicadas a esta actividad. Ro- puntal. El espejo mide 1,0 m de largo y mán (1991) identificó 4.257 pescadores 0,45 m de alto y son propulsadas con mo- potenciales, de los cuales 1.015 se dedica- tores fuera de borda a gasolina de 5 a 40 ban a este oficio de manera permanente. HP (MADR-CCI 2007). Negrete y Santos (2005) reportaron alre- dedor de 8.000 pescadores permanentes y Los métodos, artes y aparejos tradiciona- ocasionales para la zona media. Los pes- les de pesca, son producto del sincretis- cadores ocasionales practican la actividad mo entre lo indígena y lo afro, a lo largo durante la subienda, periodo aproximado proceso histórico de ensayo-error y del de cinco meses en el año (diciembre - conocimiento empírico de los peces y de la abril). La pesca es realizada por todas las c. d. dinámica del río. Es así que durante mu- personas de la comunidad sin importar cho tiempo la pesca en la cuenca media del sexo ni edad. Las mujeres y los niños usan Atrato se practicaba con calandros, trin- más los anzuelos y otras artes de fácil ma- cheras, corrales, tolas, atarrayas, varas de nejo y pescan en cercanía a sus viviendas, para subsistencia; los hombres, jóvenes pescar, ahorros y catangas. y adultos usan artes más complejas como atarrayas, trasmallos y calandrios y de- A partir de la década de los 80´s, como pendiendo de los sitios de pesca, pueden resultado de los movimientos de la po- recorrer grandes distancias a ciénagas blación vulnerable del Golfo de Urabá o caños. La unidad económica de pesca y la zona baja de la cuenca, producto del -UEP- del medio Atrato está constituida conflicto armado y las pocas alternativas económicas, se implementó en la cuenca por un bote de madera, dos pescadores e. f. y alrededor de cuatro a cinco artes, de los media el uso de artes poco selectivas como cuales la mayoría son trasmallos (tres- el trasmallo deshilado (red pelusa). Ade- cinco) de 1- 1,5 m de profundidad por 100- más, la alta demanda del producto a nivel a. Pescador artesanal capturando un Sternopygus aequilabiatus. Medio Atrato. Foto: G. Ramírez departamental y de ciudades como Turbo 150 m de longitud con ojos de malla desde b. Arte de pesca, nasa. Foto: A. Castro los 2,5 a 5 cm (Mosquera 2006). Ministe- y Cartagena ha conllevado a la instaura- c. Pesca de subsistencia de (Potamotrygon magdalenae). Río Atrato. Foto: G. Ramírez rio de Agricultura y Desarrollo Rural-MA- ción de esta red que ha sustituido los artes d. Comunidades pesqueras del Atrato. Foto: C. Rincón-López DR y CCI (2007) determinaron que había tradicionales, lo cuales propendían por un e. Arte de pesca: catanga. Foto: C. Rincón-López 278 embarcaciones activas, en dos muni- aprovechamiento sostenible del recurso a f. Pescador artesanal en el cauce principal del río Atrato. Foto: J. García

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través de la subsistencia y comercializa- ner los recursos hidrobiológicos y por ende minería artesanal y en pequeña escala Hidrología, Meteorología y Adecuación ción de algunos excedentes. los pesqueros. (caso colombiano). Medellín: Instituto de Tierras -INAT-. Bogotá, D. C. 412 pp. de Estudios Regionales - INERU, Univer- • Marín, J. 2002. Mujeres en la pesca Comercialización Bibliografía sidad de Antioquia. XIJMA Ltda. Dispo- artesanal comunidades negras del Bajo nible en: http://www.idrc.ca/uploads/ Atrato, Departamento del Chocó, Co- user-S/1117648. • Alcaldía Municipal del Atrato. 2003. lombia. Artículo de la Separata “Acuicul- El transporte de los productos pesqueros • IGAC. 1992. Atlas de Colombia, 4ª edi- Esquema de Ordenamiento Territorial tura alternativa –experiencias locales-” se hace por el río Atrato. No es un siste- ción. Subdirección de Geografía. Edita- Municipio de Atrato, Chocó. 2004-2015. de la Revista Semillas Nº16/17. 24 pp. ma organizado, presenta problemas en do por el Instituto Geográfico Agustín Instituto de Investigaciones Ambienta- • Ministerio de Agricultura y Desarrollo la preservación del pescado al no contar Codazzi. Santafé de Bogotá. 32 pp. les del Pacífico. Convenio BID-Plan Pa- Rural - Corporación Colombia Interna- con equipos de refrigeración adecuados • Jaramillo-Villa, U. y L. F. Jiménez-Segu- cífico- MAVDT- Gobernación del Chocó- cional. 2007. Pesca y Acuicultura Co- y sólo disponiendo de canecas y bloques ra. 2008a. Algunos aspectos biológicos UTCh-IIAP. 137 pp. lombia 2007. Informe Técnico Regional de hielo. A pesar de estas condiciones los de la población de Prochilodus magda- • Ayala, H. 2003. La valoración ecológica Cuencas del Magdalena, Sinú y Atrato. lenae en las ciénagas de Tumaradó (río pescadores tienen la opción de movilizar y socio ambiental como soportes para la Corporación Colombia Internacional. gran parte de la producción a la ciudad de Atrato), Colombia. Actualidades Biológi- Bogotá, D. C. 12 pp. promoción de la minería responsable. cas 30 (88): 55-66. Quibdó. Área de Certificación Ecológica y Pro- • Mosquera, S. 2006. Evaluación del esta- • Jaramillo-Villa, U. y L. F. Jiménez-Se- do actual de las poblaciones de bocachi- moción de Mercados Verdes. Instituto gura. 2008b. La pesca en las ciénagas de En relación al acopio, tanto la captura de Investigaciones Ambientales del Pa- co (Prochilodus magdalenae) dentón (Le- Tumaradó, Bajo río Atrato, Colombia. porinus muyscorum) y quicharo (Hoplias como su comercialización se efectúan de cífico - IIAP. Miembro de la Red CYTED Dahlia 10: 3-16 manera inadecuada. Inicialmente el pro- por la Minería Responsable RESPOMIN. malabaricus) y el impacto de la red pelusa • Lasso, C. A, E. Agudelo Córdoba, L. F. sobre estas especies en la cuenca media ducto fresco se deposita en el fondo de las En: Pequeña minería artesanal en Ibe- Jiménez-Segura, H. Ramírez-Gil, M. del Atrato. Trabajo de grado. Programa embarcaciones, luego se procesa en la ori- roamérica. Edit. Corba. Editora Artes A. Morales-Betancourt, R. E. Ajiaco- de Biología. Universidad Tecnológica del Gráficas. Brasil. Vol 1: 153-160. Martínez, F. de P. Gutiérrez, J. S. Usma lla de los ríos, es decir, la evisceración se Chocó. Diego Luis Córdoba. • Ayala, H. 2004. La minería en pequeña Oviedo, S. E. Muñoz Torres y A. I. Sana- ejecuta sin las mínimas normas de higiene • Negrete, A. C. y P. L. Santos. 2005. Ac- escala como estrategia de sostenibilidad bria Ochoa (Eds.). 2011. I. Catálogo de y seguridad. Así mismo el procesamiento ción desde el Incoder en la cuenca media en territorios mineros de afrocolombia- los recursos pesqueros continentales de seco salado, realizado en las localidades de del río Atrato y el manejo de la estadís- nos en el Chocó Biogeográfico. Convenio Colombia. Serie Editorial Recursos Hi- pesca se hace de manera tradicional, ex- tica pesquera. Pp. 94-97. En: Memorias de Donación IDRC-IIAP, PROYECTO N° drobiológicos y Pesqueros Continentales puesto al sol, aire libre, en el suelo o sobre 050317-045. Quibdó. 100 pp. de Colombia. Instituto de Investigación VIII Simposio Colombiano de Ictiología. hojas de plátano. • Ayala, H. 2005. Estructuración del diag- de Recursos Biológicos Alexander von • Palacios-Mosquera, Y., A. Rodríguez- nóstico situacional de la minería artesa- Humboldt (IAvH). Bogotá, D. C., Colom- Bolaño y A. Jiménez-Ortega. 2008. Como se observa la pesca en el Atrato, es nal y en pequeña escala desarrollada por bia, 715 pp. Aprovechamiento de los recursos natu- una de las actividades socioeconómicas los afrocolombianos en los territorios • Lobo-Guerrero, A. 1993. Hidrología e rales por parte de la comunidad local en más relevante de las comunidades indí- colectivos de las comunidades negras del hidrogeología de la región Pacífica co- la cuenca media del río Atrato, Chocó, genas y afro-colombianas, su importan- Chocó Biogeográfico en el Pacífico co- lombiana. En: Leyva, P. (Ed.). Colombia Colombia. Revista Institucional Universi- cia radica no solo en proveer la fuente de lombiano. Instituto de Investigaciones – Pacífico, Tomo I, Fondo para la Protec- dad Tecnológica del Chocó: Investigación, Biodiversidad y Desarrollo 27 (2): 175-85 proteína sino que es también una fuente Ambientales del Pacífico - IIAP «John ción del Medio Ambiente “José Celestino Von Newman», Chocó, Colombia. Vol. 1: • Rincón, L. C. y T. L. Rivas. 2010. Una comercializable o intercambiable que ge- Mutis”, FEN Colombia, Bogotá, pp. 122- 104 pp. aproximación a la realidad de la pesca en nera excedentes económicos a nivel local. 134. • Departamento Nacional de Planeación- • Maldonado-Ocampo, J. A., F. A. Villa- la cuenca media del Atrato. Revista Ins- Ésta actividad está siendo afectada no por DPN. 1995. Plan de acción para el sec- Navarro y A. Ortega-Lara. 2006. Peces titucional Universidad Tecnológica del la sobre pesca sino en mayor medida por tor fluvial. Documento CONPES 2814. del río Atrato, zona hidrogeográfica del Chocó. En prensa. los problemas ambientales que los ecosis- Mintransporte-DNP: UINFE-DITRAN. Caribe, Colombia. Biota Colombiana 7 (1) • Román, C. 1991 Estudio de algunos as- temas acuáticos de la región presentan; es Santafé de Bogotá, 37 pp. 141-152. pectos sociales de la pesca en la cuenca por esto que es de suma urgencia generar • Giraldo, C. A. y J. D. González. 2003. • Marín, R. 1992. Estadísticas sobre el media del río Atrato, Chocó, Colombia. planes de manejo para la conservación de Proyecto de investigación en red sobre recurso agua en Colombia. Ministerio Revista de Ciencias, Facultad de Cien- estos ecosistemas para así poder mante- organización e institucionalidad en la de Agricultura. Instituto colombiano de cias, Universidad del Valle 5: 97-110.

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• Sánchez-Botero, J., D. Sequeira y J. Pala- • Vargas, L., Z. Quezada, G. Ramírez y Z. cio. 2002 Ictiofauna y actividad pesque- Valoyesa. 2010. Diagnóstico ambiental ra en la microcuenca del río Chajeradó, de las áreas degradadas por la actividad Atrato medio (Colombia). Actualidades minera en el municipio de Atrato, Cho- Biológicas 24 (77): 67-71. có. Publicación del Instituto de Investi- gaciones Ambientales del Pacífico. Bioet- nia 7 (1): 23-37.

118 Faena de pesca. Ciénaga Grande de Beté, medio Atrato. Foto: G. Ramírez G. Sanchez-Garces

Diagnóstico de la pesquería en la 4. VERTIENTE del PACÍFICO Francisco de P. Gutiérrez B., Armando Ortega-Lara, Gian Carlo Sánchez- Garcés y Carlos Barreto Reyes

Resumen ponde a unas 38 especies, 21 de agua dulce y 17 de origen marino que remontan los Los 1.300 km de costa Pacífica, generan cauces de los ríos o desarrollan gran parte una vertiente de 76.500 km2 formada por de su ciclo de vida en agua dulce. En tér- más de 200 ríos cortos y caudalosos debi- minos de producción no se cuenta con re- do a las precipitaciones (9000 mm.año-1). gistros de captura y la que pueda existir Se destacan las hoyas del Baudó (150 km), está tan dispersa como las comunidades la del San Juan (380 km), la del Mira (88 mismas, es por esto que se hace necesario km en Colombia) y la del Patía (400 km). desarrollar mecanismos de recopilación Las áreas costeras presentan alto grado de información de la pesca de subsisten- de contaminación (desechos domésticos, cia, para así evaluar el estado poblacional industriales, oleosos, agroquímicos, des- de las diferentes especies y facilitar el es- cargas de los ríos y basuras), y las áreas tablecimiento de mecanismos de control y continentales lo son por el uso del terri- protección. torio, los monocultivos, la potrerización, la minería y la extracción de madera que Palabras clave. Vertiente del Pacífico. modifica los cauces por represamiento, re- Potencial pesquero. Recursos pesqueros. ducción del caudal y acumulación de mate- Pesca. Producción pesquera. rial vegetal. Elevada escorrentía, drenajes rápidos, dilución de nutrientes, razones de Introducción orden geológico y biogeográfico, generan baja productividad y poblaciones ícticas En términos de ecosistemas, de diversidad igualmente reducidas, que explican la au- biológica y condiciones para su aprovecha- sencia de especies detritívoras del género miento, no son viables las miradas sepa- Prochilodus y de gran tamaño (familia Pi- radas de una región, sino que debe existir melodidae). La riqueza íctica pesquera de unicidad en los análisis, ante lo cual es acuerdo s los datos mas recientes corres- necesario tener un contexto regional que

Río Valle. Foto: G. Urrea 121 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

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incluya las relaciones marino-costeras tuto de Investigaciones Marinas y Coste- cies de agua dulce), amplias posibilidades normativo, acorde con sus características y no la mirada aislada de lo continental, ras -Invemar 2002). respecto a la zoocría, la acuicultura, la sil- especiales y necesidades (Departamento pues ello no ocurre en la realidad. En con- vicultura, el aprovechamiento forestal y Nacional de Planeación -DNP 2007). Las secuencia, los recursos pesqueros y la ac- El Pacífico en su integralidad aún perte- ahora las oportunidades biotecnológicas falencias se evidencian en la dispersión tividad pesquera no deben ser analizados nece a “esa otra Colombia” que después de derivadas de sus recursos genéticos ONIC de acciones y controles en aspectos clave por fuera de este contexto, pues se caería 1991, se expresó se acabaría, pero la reali- 2002, Usma et al. 2009). como la pesca marina, la pesca continen- en el error de no identificar efectos antró- dad supera los deseos, las intenciones y los tal, la acuicultura, la minería, el turismo, picos que los potencializan o los ponen en planteamientos impresos que han prome- En cuanto a minerales, la región es cono- el aprovechamiento forestal, los puertos, riesgo, evitando la clásica afirmación que tido superar la pobreza existente en medio cida por sus grandes yacimientos de oro y el transporte marítimo y la protección el sobreaprovechamiento tiene como raíz de la riqueza. platino (ONIC 2002). Otros minerales de ambiental entre otros (DNP 2007, Franco principal la actividad de los pescadores, potencial aprovechamiento son el cobre, el 2007). razón que no parece aplicable a la pesque- Su población se caracteriza por la diversi- manganeso, el cromo, el hierro, el carbón ría continental y costera del Pacífico. dad étnica: el 90% lo conforma el pueblo y la magnetita. Ecopetrol estima que se La vertiente del Pacífico afrocolombiano, el 6% los pueblos indíge- pueden encontrar 36 millones de barriles La superficie marítima colombiana son nas Embera-Dóbida, Embera-Chamí, Em- de petróleo y unos 45 millones de metros Los 1.300 km de costa Pacífica, generan 928.660 km² (aproximadamente el 45% bera-Katío, Epirara, Siapidara, Wounaan, cúbicos de gas (ONIC 2002). una vertiente con extensión de 76.500 del territorio nacional). Las regiones cos- Awa y Tule y el restante 4% las comunida- km2 formada por más de 200 ríos. Rique- teras Caribe y Pacífico enfrentan proble- des mestizas (Organización Nacional In- El Pacífico se encuentra en el nudo de los za hídrica que se debe fundamentalmente mas que representan amenazas para la in- dígena de Colombia- ONIC 2002, Agencia megaproyectos e inversiones continenta- a la presencia en su extremo oriental, de tegridad ecológica de los ecosistemas y de de las Naciones Unidas para los refugiados les que hacen parte del Plan Puebla-Pana- la cordillera Occidental y de las serranías los socio-ecosistemas asociados, muchas -ACNUR 2004). má (PPP), del canal Atrato-Truandó y de del Baudó y del Pacífico, las cuales le sir- de ellas relacionadas con las intervencio- la Iniciativa de Integración de la Infraes- ven como centros hidrográficos donde na- nes antrópicas (Comisión Andina de Na- Los impactos socioeconómicos con raí- tructura Regional de Sur América (IIRSA). cen los ríos, así como también de barreras ciones -CAN-BID 2002). Colombia cuenta ces en diversos factores han agudizado Estos complejos pretenden unir América naturales a los vientos oceánicos, que al con 47 municipios en estas regiones (31 en los conflictos sociales, aminorando la Latina con Estados Unidos, mediante la originar permanentes lluvias alimentan el Caribe y 16 en el Pacífico) que son el ho- posibilidad de una “rentabilidad para las interconexión de carreteras, vías fluvia- el caudal de los mismos. Esta vertiente gar del 10,1% de la población nacional. En comunidades nativas” derivada del apro- les y redes eléctricas. Por tanto, recursos se caracteriza por tener ríos de corta lon- la región Caribe está la mayor parte de la vechamiento de los recursos naturales como el petróleo, el gas, la electricidad, los gitud y bastante caudalosos por las altas población costera (83%), mientras que en renovables y no renovables. Son muestra recursos genéticos y las especies tropicales precipitaciones presentes en la zona, que el Pacífico se encuentra el 17%. Esta ocu- de esto que: (1) el 80% de la población vive podrían fluir con mayor facilidad hacia el alcanzan los 9.000 mm.año-1, pero con pación ha promovido intervenciones an- por debajo de la línea de pobreza absoluta; exterior (ACNUR 2004). poca capacidad de aprovechamiento de los trópicas de diversos tipos y en todos ámbi- (2) presenta el mayor coeficiente nacional mismos para la navegación, salvo en sec- tos espaciales, que se manifiestan regional de desigualdad de ingreso; (3) el 74% de Al igual de lo que ocurre en otros espacios tores reducidos en su parte baja. Entre los y localmente. la población recibe salarios por debajo del nacionales, en el Pacífico existen impe- más notables están: las hoyas del Baudó, mínimo legal; y (4) registra el índice de de- dimentos para manejar y ordenar de una la del río San Juan, la del Mira y la del Pa- La costa del Pacífico se ubica en la región sarrollo humano más bajo entre la pobla- manera coherente la región, pues la parte tía (Marín 1992, Instituto de Hidrología, occidental de Colombia, limitada al nor- ción colombiana: 0,66% (ACNUR 2004). continental costera, la marina y sus re- Meteorología y Estudios Ambientales de te por la frontera con Panamá (07º13’ N; cursos se enfrentan a la debilidad institu- Colombia-Ideam 1998, 2008) (Figura 1). 77º49’ O) y al sur por la desembocadura Aunque la gran riqueza natural del Pací- cional, que no permite acceder al manejo del río Mataje en la frontera con Ecua- fico, podría generar ingresos directos a la integrado y acorde con el “continuum” que La costa Pacífica abarca los departamentos dor (01º36’ N; 79º01’ O). Tiene una línea población, lo que ha ocurrido es que son representa la zona mar‐costa. De ahí que de Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño, de costa de 1.300 km, área terrestre de aprovechados y comercializados por ac- históricamente, haya sido imposible gene- desde las puntas de Ardita y Cocalito, has- 131.246 km2 y una zona económica de tores externos, que en nada benefician a rar un marco integrador que dé al manejo, ta la desembocadura del río Mataje (CAN- 367.823 km², que corresponde al 6,6% del los nativos. Son prueba de esto, la riqueza al aprovechamiento y a la relación espacios BID 2002). Su litoral en la parte norte es territorio nacional (Steer et al. 1997, Insti- ictiológica (aproximadamente 151 espe- continentales-marinos, un tratamiento alto y escarpado, mientras que en su parte

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sur es bajo y frecuentemente inundado. banda derecha, lo cual se explica por la an- Entre los accidentes costeros más desta- chura del valle por este lado y al fondo la cados se encuentra los cabos Corrientes Cordillera Occidental, da origen a grandes y Manglares, los golfos de Cupica y Tor- vertientes; en cambio en la banda izquier- tugas, las ensenadas de Utría y Tumaco y da la vecindad de la serranía del Baudó las bahías de Buenaventura, Humboldt, no le permite el tributo, sino de cortos y Málaga, Octavia y Solano. Como región, pequeños ríos. Entre los tributarios más el Pacífico es la confluencia crítica de las importantes está el Paimadó, navegable condiciones de desigualdad y exclusión en en parte de su curso; el Tamaná, con ribe- medio de un territorio reconocido por su ras pobladas y cultivadas a trechos; el Sipí significativa riqueza natural. con una cuenca de más de 3.400 km2; y el Calima desde el cual es viable la comunica- La hoya del río Baudó es de escasa longitud ción con el Puerto de Buenaventura. Otros (150 km) y navegable en 80 km. Nace en la afluentes importantes son los ríos Copo- serranía de su nombre, a la cual separa de má, Condoto, Cucurrupí y Munguidó. El la serranía del Pacífico o de la costa. Esta puerto principal del San Juan es Negría cuenca es rica en cultivos de arroz. Es la (Marín 1992, Ideam 1998, 2008). más pequeña de las hoyas hidrográficas del Chocó, con extensión de 375 km2. Des- La hoya del Patía, posee el río más exten- de su nacimiento a 1.810 m s.n.m. sigue so de la vertiente. Tiene 400 km de curso, un recorrido norte-sur hasta la desembo- 90 de los cuales son navegables debido a cadura del río Pepé, en donde gira hacia que es un río de montaña y llanura. Su el oeste para tributar sus aguas al océano recorrido lo realiza con dirección sur, en- Pacífico. Recibe en su recorrido las aguas tre las cordilleras Central y Occidental, y de unos 112 afluentes, entre los que se una vez en la llanura del Pacífico recibe su cuentan ríos, quebradas y arroyos. El valle principal afluente, el Telembí. Se destaca del Baudó tiene una vegetación vigorosa y económicamente por sus riquezas en oro, se caracteriza por su excesiva humedad y cacao y banano (Marín 1992, Ideam 1998, calor sofocante. Los ríos más importantes 2008). que desembocan directamente al océano Pacífico son Nuquí, Juradó y Valle (Marín La hoya del río Mira, tiene su origen en te- 1992, Ideam 1998, 2008). rritorio ecuatoriano, en el cual realiza la mayor parte de su recorrido. Marca los La hoya del río San Juan cuenta con una su- límites entre Colombia y Ecuador, corres- perficie de 15.000 km2 entre la Cordillera pondiéndole a Colombia 88 km del total Occidental y las colinas bajas del litoral y de su curso. Es navegable en toda su ex- desde el cerro Caramanta recorre 380 km, tensión. La hoya transcurre por regiones siendo navegable en 200 km. Esta cuen- selváticas, y muy poco pobladas, pero más ca está separada de la del río Atrato en la aptas a la vida humana que las selvas del parte norte, por una cadena de colinas que Chocó. Los cultivos más importantes en alcanzan elevaciones alrededor de 100 m esta área son el de banano y palma africa- s.n.m. Tiene un caudal de 1.300 m3/seg, na. que lo hace el río más caudaloso de los que drenan al Pacífico. Los afluentes princi- Según el informe de 2006 sobre calidad de Figura 1. Cuenca del Pacífico. pales y de mayor caudal los recibe por la vida en Colombia, el Pacífico posee las peo-

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res condiciones de vida del país, al estar 15 nos pasaron a ser hambrientos graves, es físico-químicas específicas como el pH, la identificadas a lo largo del Pacífico (Inde- puntos por debajo del promedio nacional decir, personas con terribles limitaciones salinidad, la demanda de oxígeno, la dure- rena 1987, Gutiérrez 1989, Escobar 2002). (62 frente a 77). En los últimos seis años, nutricionales por poco o nulo acceso a los za, etc. Los componentes de los desechos ha tenido una tasa negativa en el creci- alimentos. De manera particular, los de- son microorganismos patógenos, nutrien- Las áreas costeras de la región, presen- miento de condiciones de vida (-4,7%). En- partamentos de Nariño y Cauca poseen tes y carbono orgánico, que combinados tan alto grado de contaminación causado tre 1997 y 2003 cayeron todos los factores las tasas más altas de desnutrición crónica con aceites, grasas y productos químicos principalmente por desechos domésticos, que miden la calidad de vida; así, el 63% (24%), mientras que el promedio nacional derivados de las industrias, ingresan en industriales, oleosos, agroquímicos, des- de los hogares no tiene acceso a servicios es del 13,6%. Con respecto al país, la re- las corrientes de desechos domésticos a cargas de los ríos y basuras (Tabla 1). Los básicos como conexión a alcantarillado; el gión Pacífica presenta la tasa más alta de través de los sistemas de alcantarillado vertimientos domésticos no están sujetos 30% carece de abastecimiento de agua de desnutrición por baja estatura para la edad y de la escorrentía pluvial. Los desechos a tratamiento y son vertidos directamen- pila pública, carrotanque, aguatero o acue- en el rango de 10 a 17 años. La posibilidad industriales contienen además altas can- te en las aguas costeras o a través de los ducto; el 41% aún cocina con carbón, leña de que las mujeres embarazadas ingieran tidades de materia orgánica provenientes ríos. Las zonas más afectadas resultan ser o desechos; el 60% no tiene servicio de nutrientes como ácido fólico y otras vita- de las plantas procesadoras de alimentos las adyacentes a las ciudades o centros ur- recolección de residuos sólidos; el 46% de minas durante el periodo de embarazo es y bebidas y de las industrias madereras. banos más poblados y con mayor nivel de los hogares presenta hacinamiento. En la apenas del 38,7%, mientras que el prome- Otras actividades como los relaves mine- desarrollo como lo son Buenaventura y Tu- región los municipios con el estándar más dio nacional es de 51,3%, y con respecto a ros aumentan la descarga de sedimentos maco (Garay et al. 1992, Garzón Ferreira bajo de vida son: Carmen del Darién (47,8), la posibilidad de ingesta de calcio en este (Inderena 1987, Gutiérrez 1989, Escobar 1998) alto Baudó (49,4), Piamonte (49,4), Medio mismo periodo el promedio es de 36,9%, 2002). Las fuentes difusas más evidentes Atrato (49,8) y La Vega (50,1). A nivel de- mientras que el promedio nacional es de corresponden a la agricultura, por el uso Se ha puesto de manifiesto que el aumen- partamental, Chocó tiene el índice de ca- 49,3% (ACNUR 2004, ICBF 2005, DNP de pesticidas e insecticidas, así como el to de asentamientos humanos y el incre- lidad de vida (ICV) más bajo de la región 2006-2007). Situaciones que se han torna- aporte de residuos de insumos agrícolas mento de la explotación de los recursos y del país (58 puntos), aunado a esto, está do más complejas a partir de la década de y restos de vegetales y animales que oca- naturales, sin adecuados sistemas de tra- el alto grado de analfabetismo, con cifras los noventa, por circunstancias que no son sionan la contaminación de los acuíferos. tamiento, coinciden con el aumento de extremas como la del Medio Baudó con el objeto de este análisis, pero que han con- La actividad forestal comercial intensiva fuentes y tipos de contaminantes: físicos 66% frente al promedio nacional que es llevado al desarraigo y a la expropiación también es una fuente difusa de contami- (materiales sólidos, basuras, sedimentos del 17% (DNP y GTZ 2006). violenta del territorio; al confinamiento; a nantes y produce, al igual que la actividad y derrames de hidrocarburos); químicos los bloqueos a la libre movilización de ali- agrícola, cargas de nutrientes, pesticidas (sustancias orgánicas e inorgánicas tales La tasa de mortalidad infantil en el país mentos; al control sobre los procesos pro- y sedimentos. El principal efecto de estas como residuos de petróleo, productos quí- según la Encuesta Nacional de Demogra- ductivos y de subsistencia y a la violencia actividades es el incremento en la movili- micos, aguas residuales industriales y do- fía y Salud es de 19 por mil para el quin- (ACNUR 2004). zación de sedimentos, nutrientes y de ma- mésticas); tóxicos como plaguicidas y me- quenio 2000-2005, siendo de 17 por mil en terial particulado, situaciones comunes e tales pesados; y bacteriológicos (bacterias la zona urbana y de 24 por mil en la zona Los impactos ambientales rural. Teniendo en cuenta esta tasa por re- giones, la más alta (54 por mil) es la del De acuerdo con GESAMP (1980, 2001 litoral Pacífico, y en cuanto a departamen- a, b) las principales fuentes fijas de con- Tabla 1. Principales fuentes de contaminación que afectan las zonas marinas y costeras del Caribe y Pacífico colombiano. Fuente: Garzón-Ferreira (1998), Garay et al. (1992). tos, la más alta se encuentra en el Chocó taminación corresponden a las plantas (36 por mil nacidos vivos) (ACNUR 2004, industriales, a los desechos municipales Instituto Colombiano de Bienestar Fami- y a los sitios de extracción, explotación y Fuentes directas Fuentes indirectas Fuentes autóctonas liar -ICBF 2005). construcción como excavaciones (explota- - Descargas industriales -Demanda bentónica en -Materia orgánica muerta ción agrícola, aprovechamiento forestales, - Aguas servidas urbanas áreas contaminadas como (fitoplancton) en áreas minería, etc.). Los contaminantes pre- En contraste, la región padece una grave - Aportes de los ríos las bahías de Cartagena, eutrofizadas crisis alimentaria, situación que puede sentes en las fuentes industriales son por - Vertimientos de buques Buenaventura y Tumaco entenderse mejor con relación al contex- lo general nutrientes, metales pesados, to nacional. De 1996 a 2002, cada año, compuestos orgánicos específicos, radio- - Lixiviados de basuras (sedimentos) alrededor de 110.000 nuevos colombia- núcleidos y alteraciones a las propiedades - Residuos sólidos

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fecales, patógenos, protozoarios y virus) sos producto de las actividades maríti- vidades como el procesamiento de alimen- de los departamentos de Chocó y Valle del que involucran microorganismos prove- mas y portuarias, pues representan un tos (pescado y mariscos), la explotación Cauca (Garay 2001b). nientes esencialmente de aguas servidas gran problema para la región. Actividades y el tratamiento de la madera (Gutiérrez y de las aguas de lastre de los buques que como el transporte marítimo de cabotaje 1989, Garay 2001b, Escobar 2002). Al igual que en el Caribe, en el Pacífico, los arriban a los puertos (Ideam 1998, Garay generan una parte importante de residuos ríos son las principales vías de entrada de 2001a, Marín 2001, Invemar 2001, 2003, oleosos eliminados en las zonas costeras y En todo el territorio colombiano se es- residuos orgánicos tóxicos, metales pesa- 2004). marinas del Pacífico, especialmente aguas timan que han sido usados cerca de 600 dos, sedimentos, microorganismos y nu- de sentinas y residuos de aceites lubrican- plaguicidas diferentes que en promedio trientes a los ambientes marino-costeros Las aguas servidas han sido identificadas tes. Se calcula que aproximadamente unas representan alrededor de 33.000 t.año-1, (Tabla 3). como uno de los mayores contaminan- 3.000 t/mes de aguas de sentinas son ver- entre organofosforados, organoclorados, tes sobre el medio costero (Garay 2001b). tidas a las zonas costeras, incluyendo lo carbamatos y piretrinas (Garay 2001b). En total, los nueve principales ríos vierten Aproximadamente 87.211 m3/día de aguas generado por las embarcaciones de cabo- Los cultivos con mayor demanda de pla- al Pacífico colombiano en promedio 5.047 servidas urbanas sin ningún tipo de trata- taje y algunos buques de tránsito interna- guicidas, en su orden son: el arroz con el m3/s de aguas cargadas de sedimentos y miento son arrojadas a las zonas costeras cional antiguos que no disponen de equi- 21%, la papa con el 19%, los pastos con otros contaminantes. Los más importan- representadas en residuos líquidos pro- pos adecuados. Igualmente, la actividad 14%, el banano con el 7%, la caña de azú- tes por su caudal, carga de sedimentos e cedentes de cerca 374.631 habitantes de de exploración, explotación, refinación y car con el 6%, el café con el 5%, las hor- impactos, son el San Juan (Chocó) el cual las principales ciudades y asentamientos usos del petróleo, ha sido generadora en talizas con el 5%, el algodón con el 4%, inunda una gran cuenca hidrográfica que humanos costeros (Garay 2001b) (Tabla forma crónica de contaminación por hi- las flores con el 4%, el maíz con el 4%, el incluye parte de los departamentos del 2). El 91,5% los vertimientos domésticos drocarburos, principalmente en cercanías tomate con el 3% y los frutales con el 3% Chocó y Valle del Cauca y tiene una vas- lo aportan las ciudades costeras de los de Tumaco (Garay 1996). Los puertos ma- (Ministerio del Medio Ambiente- MMA ta zona de influencia en el Pacífico (Garay departamentos de Valle del Cauca y Nari- rítimos con mayor movimiento de buques 2003). Para el caso del Pacífico, el mayor 2001b). Su contribución al aporte en el Pa- ño, especialmente Buenaventura y Tuma- (Buenaventura y Tumaco) son fuente im- uso se da en los cultivos de papa en Nariño cífico es muy significativa, llegando a ser el co, cuya población sumada representa el portante de estos residuos (Garay y Ber- y en las zonas agrícolas de la cuenca del río 41% del caudal total (Figura 2) y el 22% del

86,6% del total de la población costera del múdez 1995). San Juan, con impactos negativos sobre aporte de carga en términos de DBO5 (de- Pacífico (Garay 2001b). la calidad de las aguas marinas y costeras manda bioquímica de oxígeno). Le siguen Las descargas de residuos líquidos de las Sin ser objeto de este documento vale la actividades industriales son relevantes en pena hacer referencia a los residuos oleo- Buenaventura y Tumaco, a través de acti- Tabla 3. Carga total que aportan los ríos de los departamentos costeros del Pacífico. Fuente: Invemar (2004). Parámetro Indicador Valor Tabla 2. Cargas aportadas por los vertimientos domésticos de asentamientos humanos costeros al CAUDAL m3/día 5047 Pacífico colombiano 2001. Fuente: Invemar (2004). 3 DBO5 m /día 438,9 Parámetro Indicador Valor SST t/día 25.801 Población Habitantes 374.631 NTT t/día 285,5 3 Caudal M /día 87.211 PO4 t/día 12,72 Demanda bioquímica de oxígeno t/día 16,52 OCT kg/día 1,07 Sólidos suspendidos totales t/día 10,7 HDD 2103,2 Aceites y grasas t/día 7,43 Cd kg/día 0,42 Nitrógeno total t/día 2,97 Pb g/día 7,36 Fosfatos t/día 0,59 Cr g/día 0,28 15 Detergentes t/día 0,21 CFS x10 NMP/día 2.988 15 Coliformes fecales NMP/día 6,35+18 CTT x10 NMP/día 10.652

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Figura 2. Aportes en términos de caudal de los principales ríos de la cuenca del Pacífico colombiano. Fuente: Invemar (2004).

en importancia los ríos del departamento La búsqueda de oro en el río Dagua, fue del Cauca, Guapi, Iscuandé y Micay, los hasta hace dos años una actividad even- cuales aportan el 36% del caudal total y el tual, que se caracterizaba por ser una prác-

50% de la carga de DBO5 que entra al Pa- tica de tipo artesanal e incluso ancestral, cífico colombiano (Garay 2001b, Invemar pero ahora se ha introducido maquinaria 2004). pesada para la extracción. Esta actividad c. d. significó cambios en las dinámicas socia- Respecto a otras fuentes de presión que les de la región, representadas en las mi- afectan los ambientes acuáticos y el apro- graciones y aumento significativo de la vechamiento pesquero en la región del Pa- población, en un pequeño tramo del río, cífico, son las que se relacionan con el uso situación que trajo consigo una interven- del territorio. Los monocultivos, la potre- ción desmedida que se refleja en la mo- rización y la extracción de madera, modifi- dificación casi total del cauce. Las conse- can los pequeños cauces por represamien- cuencias a pesar de no ser evaluadas hasta to para el sacado de las trozas, y reducen el momento, no dejan de ser visibles en el caudal por acumulación de material ve- cuanto a los efectos en el ecosistema acuá- getal abandonado producto del corte; ade- tico. La presencia de 234 retroexcavadoras más, involucrando la pérdida de cobertura y 50 dragas, así como el incremento de la vegetal marginal, que es la fuente princi- población en más de un 200% (de aproxi- e. f. pal de nutrientes en los ríos del Pacífico y madamente 2.100 habitantes en todo el de la cual dependen las especies acuáticas Consejo Comunitario a casi 4.800) en un (peces e invertebrados) por el aporte de tramo de sólo 6 km, significó el deterioro a. Mineria río Dagua. Foto: G. Sánchez-Garces b. Río San Cipriano - cuenca media del río Dagua. Foto: P. A. Obando material alóctono (hojas, frutos, insectos de las condiciones de calidad del agua, por c. Río San Cipriano - cuenca del Dagua. Foto: P. A. Obando etc.) que constituye uno de los principales el incremento de sólidos disueltos, conta- d. Río Valle - Chocó. Foto: G. Sánchez-Garces ítems alimenticios (Ortega-Lara y Usma minación por combustibles y la disposi- e. Río Valle - Chocó. Foto: G. Sánchez-Garces 2001). ción de aguas residuales sin tratamiento. f. Río Yurumanguí en la vereda San Antonio. Foto: G. Sánchez-Garces

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Además de lo anterior, la pérdida de micro quería, que cuando es ejercida sin un ade- Tabla 4. Listado de especies pesqueras continentales del Pacífico colombiano. Hábitos: D (dulceacuíco- hábitats por colmatación o por remoción cuado manejo, conlleva inmediatamente a la), M-E (marino-estuarino). Fuente: modificado de Lasso et al. (2011). Se excluye a Hypostomus hondae. del sustrato ha sido total, ha ocasionando una baja en su disponibilidad. En la cuenca cambios en el cauce natural con la consi- del pacífico se encuentran 151 especies de Taxa Nombre común Hábito guiente alteración de la dinámica hídrica peces dulceacuícolas agrupadas en 7 órde- Carchariniformes trayendo consigo no sólo transformación nes, 25 familias y 55 géneros (Mojica et al. Carcharhinidae del paisaje, sino de prácticas y usos que es- 2004, Maldonado et al. 2008). De estas 38 taban asociados al río. especies son pesqueras incluyendo las es- Carcharhinus leucas (Müller y Henle 1839) Tiburón sarda, tiburón chapu- pecies estuarinas (Tabla 4). chapu M-E Riqueza íctica y recursos Pristiformes pesqueros De las 38 especies pesqueras 21 son estric- Pristidae tamente de agua dulce, correspondiendo Pristis pectinata Latham 1794 Pez sierra, pez peine M-E al 11,26% de las 151 especies de peces de La elevada escorrentía producto de la alta Pristis pristis (Linnaeus 1758) Pez sierra M-E pluviosidad, genera ríos caudalosos con agua dulce registradas para toda la región drenajes rápidos, factores que inciden de del Pacífico (Maldonado-Ocampo et al. Characiformes manera negativa en la riqueza íctica debi- 2008). Las 17 especies de peces restantes Anostomidae do al incremento de la dilución de nutrien- son diádromas y de origen marino, que Leporinus striatus Kner 1858 Rayado, torpedo D remontan los cauces de los ríos o desarro- tes, generando baja productividad que no Caracidae permite que las poblaciones ícticas tengan llan gran parte de su ciclo de vida en agua Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) gran número de individuos (Galvis 1993). dulce. Estas últimas son capturadas prin- Sardina coliroja, cola amarilla D Estas características, sumadas al corto re- cipalmente en las cuencas bajas, aunque Brycon argenteus Meek y Hildebrand 1913 Sabaleta D corrido de los cauces y la ausencia en las en el caso del jojorro (Pomadasys bayanus), Brycon henni Eigenmann 1913 Sabaleta D el nayo (Agonostomus montícola), el lambe partes bajas de las cuencas de planos de Brycon meeki Eigenmann y Hildebrand 1918 Sábalo D inundación y ciénagas, así como otras ra- arena (Awous banana) y el bocón (Gobio- Brycon oligolepis Regan 1913 Sabaleta D zones de orden geológico y biogeográfico, morus maculatus) son capturadas aguas explican la ausencia de especies típica- arriba. Las especies típicamente estuari- Curimatidae mente detritívoras como los bocachicos nas icluyen a Mugil spp y Centropomus spp. Pseudocurimata lineopunctata (Boulenger 1911) Nayo de poso, comebarro D Dos especies de rayas (Pristis spp) y una de del género Prochilodus y de peces de gran Erythrinidae tamaño como los bagres de la familia Pi- tiburon (Carcharhinus leucas), han sido re- Hoplias malabaricus (Bloch 1794) Mocholo D melodidae, que comparativamente en las portadas para la región. Las especies diá- cuencas de los ríos Magdalena-Cauca, dromas incluyen a Agonostomus montícola, Hoplias microlepis (Günther 1864) Mocholo D Orinoco y Amazonas son la base de las Gobiomorus maculatus, Awaous banana y Siluriformes Sicydium spp. pesquerías (Ministerio de Agricultura y Ariidae Desarrollo Rural-MADR - Corporación Co- Ariopsis seemanni (Günther 1864) Ñato, tiburoncito, canchimalo M-E lombia Internacional-CCI 2009 a, b). Producción pesquera Heptapteridae La falta de especies de peces de mayor talla En términos de producción no se cuenta Rhamdia quelen (Quoy y Gaimard 1824) Barbudo, surum D y la baja abundancia de las poblaciones en con registros de los volúmenes de captura Loricariidae los ríos que drenan al Pacífico, hacen que por especie y la que pueda existir está tan Chaetostoma fischeri Steindachner 1879 Trompiliso, cucha D la región sea muy pobre respecto a recur- dispersa como las comunidades mismas. Chaetostoma marginatum Regan 1904 sos pesqueros continentales. Esta situa- Guacuco D ción es corroborada si tenemos en cuenta Para la región no se reconoce un desarrollo Chaetostoma niveum Fowler 1944 Guacuco D que existiendo alta diversidad íctica, hay pesquero que permita aprovechamiento Chaetostoma patiae Fowler 1945 Guacuco, corroncho D una baja biomasa que se refleja en la pes- del recurso con fines de comercialización Pimelodidae

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Taxa Nombre común Hábito a gran escala. Sólo en algunas cuencas se queñas quebradas métodos tradicionales practica un comercio local entre las comu- como el barbasco, aprovechando casi to- Pimelodus punctatus (Meek y Hildebrand 1913) Charre, barbul D nidades de las zonas baja y media-alta. Un das las especies capturadas, sin hacer dis- Trichomycteridae ejemplo se presenta en la cuenca del río tinciones entre las tallas; mientras que en Trichomycterus spilosoma (Regan 1913) Salí, baboso D Dagua donde existe un pequeño comercio los ríos grandes se utilizan los anzuelos, Trichomycterus taenia Kner 1863 Salí, baboso D de especies como el sábalo (Brycon meeki) arpones y ganchos para la captura de espe- y los nayos (Agnostomus montícola), que cies como los guacucos (Chaetostoma spp), Gymnotiformes son aprovechadas por pescadores de Lobo- mojarras (Cichlasoma spp), bocones (Gobio- Gymnotidae guerrero y Dagua cuando hay “subiendas” morus maculatus) y lambe arenas (Awaous Gymnotus henni Albert, Crampton y Maldonado ocasionales, pero estas prácticas cada vez banana). Las comunidades afro descen- 2003 Viringo pintado D se realizan con menos frecuencia debido al dientes asentadas en las cuencas medias Sternopygidae deterioro que viene sufriendo la cuenca. de los ríos, practican la pesca usando las catangas o canastos, que son trampas de Sternopygus aequilabiatus (Humboldt 1805) Viringo, matupa, caloche D En términos generales las pesquerías de cono construidas con varas de palma de Mugiliformes aguas continentales en los ríos del Pacífico chonta amarradas con bejucos; las espe- Mugilidae se encuentran zonificadas a lo largo de las cies que se capturan con este método de- Agonostomus monticola (Bancroft 1834) Nayo, lisa de río, lisa amarilla M-E cuencas. Las comunidades afrocolombia- penden del tamaño y el lugar de la cuenca nas son las que aprovechan los recursos donde se emplean las catangas. Estas son Mugil cephalus Linnaeus 1758 Pardete, lisa M-E pesqueros en las cuencas bajas, y las co- instaladas en la noches en quebradas y Mugil curema Valenciennes 1836 Lisa blanca, lisa criolla M-E munidades indígenas lo hacen en las cabe- orillas de los ríos, para la captura de cama- Perciformes ceras de los ríos. Esta distribución tiene su rones de agua dulce del género Macrobra- Centropomidae excepción en la cuenca del río San Juan, chium, y peces como los barbudos o culi- Centropomus armatus Gill 1863 Guajalo, machetajo, robalo en donde las comunidades indígenas tie- culis (Ramdia quelen), viringos manchados gualajo M-E nen territorios en la cuenca baja (Santos y (Gymnotus henni), bocones (G. maculatus), Cuesta 2008, Usma et al. 2009). Así mis- capitanes (Batrochoglanis transmontanus). Centropomus nigrescens Günther 1864 Róbalo redondo M-E mo, las especies aprovechadas y los méto- Adicionalmente, en las partes bajas de Centropomus unioensis Bocourt 1868 Robalito M-E dos empleados tienen sus especificidades los ríos las comunidades negras usan las Centropomus viridens Lockington 1877 Róbalo plateado M-E de acuerdo a las condiciones de la cuenca, catangas “liseras” que son más grandes, y Cichlidae la zona donde se realiza y el tipo de comu- tienen como objetivo la pesca de las lisas nidad que realiza el aprovechamiento. (Mugil spp) y canchimalos (A. seemani). Cichlasoma atromaculatum Regan 1912 Mojarra, macho, mojarra pemá D Cichlasoma ornatum Regan 1905 Mojarra, mojarra pemá D Artes de pesca Otros métodos empleados en la parte me- Eleotridae dia y alta de las cuencas son las atarrayas Gobiomorus maculatus (Günther 1859) Bocón, lagarto M-E En las partes bajas es común el uso de tras- y chinchorros para hacer “barridos” noc- mallos, cabos (cuerda con varios anzuelos turnos en las zonas de playas, con el fin de Gobiidae a manera de espinel) y anzuelos en una capturar guacucos (Chaetostoma spp); los Awaous banana (Valenciennes 1837) Lambe arena bocón M-E sola línea, con el fin de capturar especies corrales en las desembocaduras de las que- Sicydium hildebrandi Eigenmann 1918 Viuda, lambearena, saltón M-E marino-estuarinas como las lisas (Mugil bradas para la pesca de los sábalos (B. mee- Sicydium salvini Ogilvie-Grant 1884 Viuda, viudón M-E spp), róbalos (Centropomus spp), jojorros ki); anzuelos con una sola línea para las sa- o currucos (Pomadasys spp), canchimalos baletas (Brycon spp), nayos (A. montícola), Haemulidae (Ariopsis seemani) y algunas de agua dulce jojorros (P. bayanus), barbudos (R. quelen), Pomadasys bayanus Jordan y Evermann 1898 Jojorro, cubo M-E como las mojarras (Cichlasoma spp) y sába- viringos (G. henni, Sternopygus spp) y moja- Lutjanidae los (Brycon meeki). rras (Cichlasoma spp). El “envilado” o “lam- Lutjanus argentriventris (Peters 1869) Pargo amarillo, pargo alzan M-E pareo”, que consiste en recorrer las riberas En la cuenca media y alta de los ríos, las de los ríos y quebradas alumbrando con comunidades indígenas emplean en pe- linternas los peces y camarones que están

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en las orillas, los cuales son golpeados con (Pseudocurimata lineopunctata) en las vegas un machete o chuzados con ganchos o ar- del río y las barridas de guagucos (Chaetos- pones para ser capturados. Por último la toma marginatum) en las playas durante la pesca subacuática con careta o “lente” es época en que el río secaba. Pero todas las empleada en ríos y quebradas, donde las especies han disminuido por la contami- condiciones de trasparencia del agua per- nación del río, la modificación del cauce mite visualizar los peces facilitando el em- principal y de las desembocaduras de las pleo de arpones y chuzos artesanales. quebradas, la colmatación de los char- cos temporales y el deterioro de las áreas A pesar de esta diversidad de métodos lí- inundables de las vegas. citos de captura que son empleados en los ríos del Pacífico, de manera indiscrimi- Otra actividad pesquera es la captura de la a. b. nada y clandestina en algunas cuencas se viuda o chaupisa que consiste en la pesca emplean los tacos (explosivos) en los po- de alevinos de especies diádromas durante zos o remansos, que son sitios en donde se la primera puja de todos los meses; la pre- acumulan los peces de mayor tamaño. Vale sencia, composición de especies y cantidad la pena destacar, que en la actualidad la de organismos recolectados durante esta mayoría de los Consejos Comunitarios (de pesca es variable a lo largo del año. Este las Comunidades Negras del alto y medio tema es tratado de manera más detallada Dagua, río Cajambre, Yurumanguí), en sus en el capítulo de casos de estudio de este reglamentos internos prohíben y sancio- documento. nan este tipo de actividades, junto al uso de venenos como el barbasco, chirrinchao La falta de datos estadísticos en los regis- y barbasquillo. tros oficiales de pesca no permite esta- blecer la condición de las poblaciones de c. d. Adicional a la práctica de métodos ilícitos peces que están siendo objeto de aprove- de pesca, se están desarrollando activida- chamiento, sin embargo, según los pesca- des que ejercen fuertes presiones sobre los dores de la región, las especies del género recursos pesqueros. Es el caso de la mine- Chaetostoma de la familia Loricariidae ría de aluvión, que hace parte de un mo- (guacucos), están disminuyendo signi- delo económico netamente extractivo que ficativamente en la mayoría de los ríos a ha imperado en el Pacífico durante más de causa de la sobrepesca y al deterioro de los tres siglos, donde los centros de explota- hábitats. Es por esto que se hace necesario ción han sido los ríos San Juan, Timbiquí desarrollar mecanismos de recopilación y Telembí, mientras en la mayoría de los de información pesquera de subsistencia, tributarios menores, se ha realizado un para así evaluar el estado poblacional de aprovechamiento artesanal (Leal y Res- las diferentes especies y facilitar el esta- trepo 2003). blecimiento de mecanismos de control y e. f. protección. Además, se prevé que las per- En la cuenca del río Dagua la pesca se ha turbaciones mencionadas anteriormente Niño preparando la pesca con catanga. Foto: G. Sánchez-Garces visto afectada por la minería, donde ante- continúen en el futuro cercano, por lo que a. b. Pesca con catanga en afluente del río Cajambre. Foto: G. Sánchez-Garcés riormente las comunidades aprovechaban el estatus de la ictiofauna y de las pesque- c. Pesca con arpon, río Valle. Foto: G. Urrea la subienda de nayo (A. montícola), las en- rías artesanales puede empeorar, siendo d. Pesca con trasmallo, río Valle. Foto: G. Sánchez-Garcés tradas de sábalo (B. meeki) a las quebradas necesaria la protección y recuperación de e. Pesca con vara, cuenca río Cajambre. Foto: G. Sánchez-Garces tributarias, las capturas de come barro algunas cuencas donde el incremento de f. Pesca con vara, río Valle. Foto: G. Sánchez-Garces

136 137 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

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actividades extractivas, pueden afectar el en tierra que afectan las aguas costeras vados del petróleo en el litoral Caribe • Instituto de Investigaciones Marinas y recurso o inducir cambios en las dinámi- del Pacífico Nordeste- Informe de Con- colombiano, Cispata hacia Rioahacha. Costeras “José Benito Vives De Andréis” cas de aprovechamiento por parte de las sultaría a la División de Convenios Am- Boletín Científico CIOH, No 10. -Invemar. 2001. Informe del estado de comunidades de la región. bientales del Programa de las Naciones • Garzón-Ferreira, J. 1998. Problemática los ambientes marinos y costeros en Unidas sobre el Medioambiente PNU- ambiental en los mares colombianos. Colombia: 2000. Serie documentos ge- En conclusión, se puede afirmar que de las MA, Nairobi, Kenya. 120 pp. Colombia patria de tres mares - Expo- nerales · 3. Santa Marta. 138 pp. • Franco, L. 2007. Programa de Áreas lisboa 98: 214-220. • Invemar. 2002. Informe del estado de pesquerías en los ríos del Pacífico se cono- Marinas y Costeras Protegidas del Cari- • GESAMP. 2001a. A sea of troubles. los ambientes marinos y costeros en ce muy poco, pudiéndose tan sólo listar las be y Pacifico colombiano, Bases para su IMO/FAO/UNESCO-IOC/ WMO/WHO Colombia: 2000. Serie documentos ge- especies que están siendo objeto de apro- desarrollo. Patrimonio Natural- Fondo /IAEA /UN/UNEP Joint Group of Ex- nerales 3. Santa Marta. 292 pp. vechamiento pero sin datos de volúmenes para la Biodiversidad y Áreas Protegi- perts on the scientific Aspects of Ma- • Invemar. 2003. Diagnóstico de la Ca- de captura, épocas, tallas, y en general in- das. Informe. Bogotá D. C. 94 pp. rine Environmental Protection (GES- lidad Ambiental Marina en el Caribe y formación biológica y pesquera. • Galvis, G. 1993. Aspectos biogeográfi- AMP). Reports and Studies. No. 70. 35 Pacífico Colombiano. Red de Vigilancia cos del Chocó. Pp. 80-95. 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138 139 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

VERTIENTE DEL PACÍFICO

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140 Pescador llegando de faena. Río Valle. Foto: G. Urrea R. Polanco

Diagnóstico de la pesquería en la 5. CUENCA del AMAZONAS

Edwin Agudelo Córdoba, Claudia Liliana Sánchez Páez, Carlos Alberto Ro- dríguez Fernández, César Augusto Bonilla-Castillo y Guber Alfonso Gómez Hurtado

Resumen cos. Proceso que también requiere promo- ver al menos otras estrategias como: i) una En Amazonia los peces son una muy im- zona trinacional entre Colombia, Perú y portante fuente de alimento y de lucro. En Brasil para el manejo y aprovechamiento la pesca de subsistencia se utilizan más de de pimelódidos migratorios, carácidos y 100 especies diferentes y los ribereños in- osteoglósidos; ii) acuerdos comunitarios gieren entre 100 - 500 g diarios de pescado locales de pesca para manejo de peces de de acuerdo al lugar donde habiten. Mien- subsistencia y otras especies comerciales, tras en la pesca comercial, menos de 30 aplicados en los ejes longitudinales de los especies son las responsables por la diná- ríos de origen andino que cruzan la Ama- mica socioeconómica que incorpora zonas zonia. pesqueras colombianas y de países veci- nos, que se sustenta especialmente sobre Palabras clave. Amazonia. Bagres. Pes- bagres pimelódidos y algunos carácidos. querías. Manejo. La región pesquera más importante se ubi- ca en Leticia e influencia regiones fronte- Introducción rizas y nacionales de Colombia con Brasil y con Perú, y se estima un intercambio co- Aunque por tradición los peces en la Ama- mercial de primera compra de U$7 millo- zonia han tenido un uso continuo y mile- nes de dólares/año. En la Amazonia buena nario por parte de los moradores locales y parte de los peces utilizados son recursos los asentamientos de colonización, en Co- compartidos con otros países, por lo que se lombia se intensificó su uso toda vez que generan conflictos por su uso, por tanto, se fue fortaleciendo la presencia del Esta- es necesario posibilitar la estandarización do en las zonas de frontera, que coadyuva- de algunas normas pesqueras entre paí- ron a la creación de asentamientos fronte- ses, que permitan un provecho y manejo rizos en los que se entremezcló la cultura razonable de estos recursos hidrobiológi- local, la cultura occidental y la labor del

Pesca en el Amazonas, frontera colombo-peruana. Foto: F. Trujillo 143 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

AMAZONAS

F. Castro

Estado en pro de la consolidación de esas de especies tanto para fines de consumo moviliza por los municipios de Leticia, Triunfo. En sentido hidrográfico estricto fronteras, motivada por una colonización como para ornamento. Así, se consolida Puerto Leguízamo, La Pedrera, Araracua- el río Guaviare forma parte de la cuenca espontánea, militar o la urbanización de la pesca como una actividad que reem- ra, Puerto Inirida y San José del Guaviare. del Orinoco (Lasso et al. 2004), aunque territorios. plazó las caucherías y que se extendió en Pero desafortunadamente y luego de más comparte muchas especies con el Ama- los principales ríos de origen andino de de cinco décadas, no se conforman aún zonas. A partir de ahí, se va en dirección En este proceso de avance y colonización la cuenca amazónica, fortalecido con el estrategias de explotación que garanticen sur la divisoria de aguas de los ríos ama- se ha colocado a los diversos grupos nati- inicio de los vuelos de la compañía aérea la sostenibilidad del recurso y por ende la zónicos hasta la frontera con el Ecuador vos de la Amazonia en diferentes grados Satena en 1962 y los vuelos de aerolíneas sostenibilidad de la economía regional di- haciéndolo coincidir con las divisiones de contacto o de integración, siendo de- comerciales (Salinas et al. 1999). namizada por la pesca. Por el contrario, se políticas departamentales. El polígono se terminantes la frontera colonizadora (ex- fortalecieron los mercados de extracción, cierra siguiendo los límites internaciona- tractiva, esclavista, misional, ganadera), En la medida de su consolidación, el mer- se actualizaron artes y equipos más pro- les amazónicos con Ecuador, Perú, Brasil y la forma de organización sociopolítica ca- cado de productos pesqueros amazónicos ductivos, se incrementó el esfuerzo y se Venezuela, hasta encontrar la desemboca- racterística del grupo (cacicazgos, bandas, no sólo traspasó las fronteras locales, ampliaron las áreas de extracción, lo que dura del río Vichada en el Orinoco (Figura sociedades tribales) y la localización geo- regionales y nacionales, sino que llegó a ha conllevado la disminución en la cap- 1) (Sinchi 2001, Ideam et al. 2001, Murcia gráfica (Franco 1992). De tal suerte que la mercados internacionales con especies tura de algunas especies y, por tanto, el y Rendón 2006). región ha tenido un flujo colonizador in- ornamentales aprovechadas desde 1963 cambio en la dinámica pesquera, situación termitente, conectado a los grandes ciclos en Puerto Nariño (Mejía 1979) y que en que aún no genera reacciones en cuanto a En ese orden, le corresponde a Colombia de la economía extractiva dinamizados la actualidad ya superan 182 especies ícti- la toma de decisiones para el manejo sos- un área de 477.274 km2 que representa el por los procesos de oferta y demanda de cas amazónicas (Incoder 2007), mientras tenible ni en el plano institucional, ni en 41,8% del territorio nacional continental los recursos naturales que iniciaron con la que en el consumo al interior de Colombia la mayoría de los usuarios que aprovechan y la mayor zona de frontera del país con quina, pasaron por el caucho y las pieles y no se comercializan más de 30 especies. A estos recursos. una población que supera los 900 mil ha- desde las últimas tres décadas, se soporta la fecha se reportan al menos 88 especies bitantes, de los cuales el 9% pertenecen a en el comercio de maderas y de peces como utilizadas comúnmente en el consumo La Amazonia colombiana 56 grupos étnicos (Murcia et al. 2003, Gu- fuente principal de los mercados extracti- de pescado de los habitantes de la región tiérrez et al. 2004). En términos político vistas de la zona. amazónica colombiana (Lasso et al. 2011) La Amazonia colombiana hace parte de administrativos la Amazonia colombiana y por lo menos 55 especies desembarcadas la denominada Amazonia Norocciden- está conformada en la actualidad por seis Sobre la comercialización de los recursos en puertos amazónicos, según la autori- tal y sobrepasa en sentido amplio, desde departamentos en toda su extensión te- pesqueros, se puede decir que inicia su ex- dad pesquera nacional (Incoder 2010). una aproximación ecorregional terrestre rritorial: Amazonas, Caquetá, Guaviare, pansión mercantil hacia 1938 cuando se (Lasso et al. 2004) en un alto porcentaje Guainía, Putumayo y Vaupés, y por parte dieron procesos de colonización estatal y En tal sentido, buena parte del volumen la superficie de la cuenca hidrográfica del de los departamentos de Meta, Vichada, espontánea (Tabla 1), con la explotación de pescado comercializado, se extrae y río Amazonas en el país, cubriendo hacia Nariño y Cauca (Ideam et al. 2002). el norte un gran espacio orinoquense que Tabla 1. Recopilación histórica del comercio pesquero en la Amazonia colombiana (1950-1998). Fuen- llega hasta el río Vichada. La región se En el área amazónica el 41% del territo- te: Mejía (1979, 1980a, 1980b), Ruiz (1981), Gutiérrez (1987), Rodríguez (1991), Salinas (1994), Artea- delimita desde la desembocadura del río rio corresponde a resguardos indígenas, ga y Agudelo (1998), Salinas et al. (1999). Vichada en el Orinoco por su orilla sur y 11% se encuentran bajo régimen de pro- con rumbo suroccidente pasa por los na- tección mediante el sistema de Parques Marco histórico San José Araracuara Pedrera Leguízamo Leticia cimientos de los ríos Uvá, Iteviare y Siare Nacionales Naturales y Reservas Nacio- Inicio del comercio 1938 1938 - - 1956 hasta llegar a la boca del río Ariari en el nales Naturales, 26% como reserva fo- Primer carga comercial 1980 1967 1950 - 1956 Guayabero. Se sigue el río Ariari aguas restal, 10,58% sustracción de la reserva arriba hasta la boca del Guejar y por éste forestal para uso privado, 7,21% Distri- Primera cava 1978 1980 1984 1985 - último, aguas arriba hasta encontrar el tos de Manejo Integrado, áreas con doble Primer cuarto frío 1983 1973 1975 1987 1969 nacimiento del río Sanza. Desde ese punto asignación legal 3,62% (RNN/Resguardo Innovación malla flotante 1990 1980 1975 1985 - se va en línea recta en dirección occidente 2,29%, PNN/ Resguardo 1,2% y DMI/ Innovación malla hondera 1995 1985 1992 - 1990 hasta encontrar el río Guayabero, el cual Resguardo 0,13%), mientras que el 6,8% se sigue hasta su nacimiento en el cerro El restante corresponde a territorios que no

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se les estableció con claridad su estado le- do pobre especialmente para lo que tiene gal, pertenecientes a la zona sur occidente que ver con los peces ornamentales. La in- de la región en departamentos de Nariño, formación que se maneja continúa orien- Cauca y Putumayo; y al nororiente de los tada hacía algunas especies de consumo departamentos de Vichada y Meta (Mur- de tipo comercial, pero a veces el trabajo cia et al. 2003). se basa en los nombres comunes de las especies y no en los científicos, cometién- Hoy su potencial hídrico genera oportuni- dose errores en la identificación ya que los dades importantes para la pesca artesanal nombres vulgares pueden cambiar de un y la acuicultura, constituyéndose en el lugar a otro, o por el contrario, se le asig- 52% del producto económico regional, y en na el mismo nombre a diferentes especies red vial para sus pobladores. Mientras que (Salinas y Agudelo 2000). la cobertura boscosa representa el 3,7% de los bosques húmedos tropicales del mun- El número de especies registradas en la do, que suministran bienes y servicios am- zona ha variado con el transcurso del bientales como la producción de biomasa, tiempo desde que se iniciaron los trabajos productos no maderables del bosque como de descripción con Humboldt y Valencien- resinas, fibras, colorantes, plantas medici- nes (1821) y Steindachner (1876). Para el nales y frutales amazónicos (Sinchi 2003). caso, Mojica (1999) registró 264 especies a. que con ayuda de otros colaboradores Riqueza íctica y recursos incrementó a 364 (Mojica et al. 2005). pesqueros Igualmente Bogotá-Gregory y Maldona- do-Ocampo (2006), elevaron a 583 el nú- La diversidad y taxonomía de los peces mero de especies y en 2006, estos últimos amazónicos es un tema sumamente am- autores publicaron un nuevo listado con plio que tiene un largo proceso histórico 753 especies, lo que posiciona a la Amazo- y que actualmente es muy dinámico, pues nia como la región de Colombia más rica se ha avanzado en la utilización de técni- en peces, seguido por la Orinoquia con 619 cas genéticas y equipos de contraste para especies (Lasso et al. 2004). relacionar las especies con base en sus ca- racterísticas anatómicas y genéticas con En el río Amazonas colombiano se cuen- su fundamento evolutivo, lo que permite ta con la mayor riqueza específica con ajustar la nomenclatura y las especies. 510 especies lo que muestra una mayor Tristemente, la taxonomía de peces es un diversidad derivada de la alta concentra- asunto poco abordado en términos prácti- ción de minerales en el agua, mayor cau- cos, cuando los procesos de ordenación de dal y amplia llanura de inundación que las pesquerías deberían considerarla una representan mejores condiciones para la herramienta fundamental para la gestión productividad del ecosistema acuático y de los recursos de cualquier cuenca hidro- la producción pesquera. Le secunda el río gráfica. Caquetá con 356 especies, Putumayo con b. 297 especies, Apaporis con 128, Vaupés A pesar de la importancia y del gran po- 24 y Guainía – Negro con 22 especies, cifra Figura 1. a) Localización geográfica de la cuenca amazónica en Colombia; b) esquema gene- tencial que los peces representan para la que no refleja totalmente la realidad dado ral de la cuenca con los principales lugares de captura y comercio de pescado para el país. Base región, el conocimiento sobre la composi- el elevado desconocimiento de las sub- cartográfica mapa (b): Herbario Amazónico Colombiano. Instituto Sinchi (2011). ción de las especies explotadas sigue sien- cuencas del Apaporis, Vaupes y Guainía-

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Negro (Lasso com. pers.). Los órdenes con hábitos, son comercializadas vivas mayor representación específica son pe- con fines ornamentales. ces de escama del tipo Characiformes con • Especies con uso comercial: las cap- 49%, peces lisos o bagres Siluriformes con turadas con el objeto de ser comercia- 30%, los de escama con forma tipo perca lizadas para consumo humano en los o Perciformes con un 12% y los de forma mercados locales o externos. de cuchillo o Gymnotiformes con 4,5% (Figura 2). Del total de estas especies, 88 son captura- das con fines pesqueros incluyendo tanto La diversidad de peces de la Amazonia co- las de autoconsumo como para el comercio lombiana, tiene una importancia regional (Tabla 2) (Lasso et al. 2011). a. b. con base en los siguientes criterios (Agu- delo 2007): La pesca de subsistencia o auto consumo • Especies registradas para uso directo como alimento: las capturadas para el El habitante amazónico indígena o mes- consumo directo de los pescadores y tizo, obtiene la proteína animal de los re- sus familias, o para el autoconsumo cursos que el medio le brinda y dentro de de los pueblos ribereños. ellos la cacería y la pesca son sus princi- • Especies con uso ornamental: aque- pales fuentes. Al ser poblaciones de ribe- llas especies que por su vistosidad y ra y convivir diariamente con el recurso agua, la pesca es una actividad de todos c. d.

e. f.

a. Puerto de desembarco en Leticia. Aguas altas, río Amazonas. Foto: E Agudelo. Sinchi b. Puerto de desembarco en Leticia. Aguas bajas, río Amazonas. Foto: E. Agudelo. Sinchi c. Vivienda del río Amazonas. Foto: C. L. Sánchez-Garces d. Extracción de oro, río Putumayo. Foto: M. Morales-Betancourt e. Isla en el cauce principal del río putumayo. Foto: M. Morales-Betancourt Figura 2. Representación porcentual de los principales ordenes de peces registrados en la Amazonia f. Trasporte de madera en el río Putumayo. Foto: M. Morales-Betancourt colombiana. Fuente ilustraciones: Britski et al. (1999).

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Tabla 2. Lista de especies pesqueras en la cuenca del Amazonas. Fuente: Lasso et al. (2011). Taxa Nombre común Curimata vittata (Kner 1858) Chillón Taxa Nombre común Potamorhina altamazonica (Cope 1878) Bocachico chillón, branquihna Osteoglossiformes Potamorhina latior (Spix 1829) Vizcaino, chillón Arapaimidae Arapaima gigas (Schinz 1822) Pirarucú Cynodon gibbus Spix y Agassiz 1829 Perro Osteoglossidae (Jardine 1841) Osteoglossum bicirrhosum (Cuvier 1829) Arawana Hydrolycus scomberoides (Cuvier 1819) Payara, perro Clupeiformes Toledo-Piza, Menezes y Santos 1999 Payara, perro Pristigasteridae Hydrolycus wallacei Toledo-Piza, Menezes y Santos 1999 Payara, perro Pellona castelnaeana Valenciennes 1847 Sardinata, dorada, arenca Rhaphiodon vulpinus Spix y Agassiz 1829 Machete, payarín Pellona flavipinnis (Valenciennes 1837) Sardinata blanca, arenca Erythrinidae Characiformes Hoplerythrinus unitaeniatus (Spix y Agassiz 1829) Agua dulce, guajara Anostomidae Hoplias curupira Oyakawa y Mattox 2009 Dentón, dormilon Leporinus agassizi Steindachner 1876 Leporino, lisa, omina Hoplias macrophthalmus (Pellegrin 1907) Leporinus fasciatus (Bloch 1794) Leporino, lisa, omina Dentón, dormilon amarilla y negra Hoplias malabaricus (Bloch 1794) Dentón, dormilon Leporinus friderici (Bloch 1794) Leporino, omina Prochilodontidae Leporinus striatus Kner 1858 Rayado, torpedo, lisa Prochilodus nigricans Spix y Agassiz 1829 Bocahico Schizodon fasciatus Spix y Agassiz 1829 Lisa Semaprochilodus kneri (Pellegrin 1909) Yaraquí Characidae Siluriformes Astyanax fasciatus (Cuvier 1819) Sardina, coliroja Auchenipteridae Brycon amazonicus (Spix y Agassiz 1829) Sábalo, zingo, sabaleta Ageneiosus inermis (Linnaeus 1766) Bocón Brycon cephalus (Günther 1869) Sábalo, zingo, sabaleta Trachelyopterus galeatus (Linnaeus 1766) Novia, cunshinovia Brycon falcatus Müller y Troschel 1844 Sábalo, zingo, sabaleta Brycon melanopterus (Cope 1872) Sábalo, zingo, sabaleta (Hancock 1828) Curito, hoplo Colossoma macropomus (Cuvier 1816) Gamitana, cachama Doradidae Myloplus rubripinnis (Müller y Troschel 1844) Garopa, gancho rojo Megalodoras uranoscopus (Eigenmann y Eigenmann 1888) Sierra palmera, bagre hueso Mylossoma aureum (Spix 1829) Palometa, garopa Oxydoras niger (Valenciennes 1821) Mata caimán, bagre hueso Mylossoma duriventre (Cuvier 1818) Palometa, garopa Pterodoras granulosus (Valenciennes 1821) Bacu, armado Piaractus brachypomum (Cuvier 1818) Paco, cachama blanca Pterodoras rivasi (Fernández-Yepez 1950) Sierra cagona, sierra apureña Pygocentrus nattereri Kner 1858 Piraña, piraña roja Heptapteridae Salminus affinis Steindachner 1880 Picuda, rayada Rhamdia laukidi Bleeker 1858 Liso, barbudo Salminus hilarii Valenciennes 1850 Choja, pez lagartija Rhamdia muelleri (Günther 1860) Liso, barbudo rhombeus (Linnaeus 1766) Piraña, caribe Rhamdia quelen (Quoy y Gaimard 1824) Liso, barbudo Triportheus angulatus (Spix y Agassiz 1829) Sardina, arenca Loricariidae Curimatidae Hypostomus plecostomoides (Eigenmann 1922) Cucha

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Taxa Nombre común Taxa Nombre común Hypostomus pyrineusi (Miranda Ribeiro1920) Cucha Cichla monoculus Spix y Agassiz 1831 Tucunaré Hypostomus sculpodon Armbruster 2003 Cucha Cichla orinocensis Humboldt 1821 Tucunaré Pimelodidae Cichla temensis Humboldt 1821 Tucunaré, pavón Brachyplatystoma filamentosum (Lichtenstein 1819) Lechero Crenicichla anthurus Cope 1872 Yacunda Brachyplatystoma juruense (Boulenger 1898) Camiseto, zebra Crenicichla lenticulata Heckel 1840 Yacunda Brachyplatystoma platynemum Boulenger 1898 Baboso, flemoso Satanoperca daemon (Heckel 1840) Cara de caballo, viejo Brachyplatystoma rousseauxii (Castelnau 1855) Dorado, plateado Satanoperca jurupari (Heckel 1840) Cara de caballo, viejo Brachyplatystoma tigrinum Bristki 1981 Zebra, camiseta Sciaenidae Brachyplatystoma vaillanti (Valenciennes 1840) Pirabutón Plagioscion magdalenae (Steindachner 1878) Corvina Calophysus macropterus (Lichtenstein 1819) Mota, simí Plagioscion squamosissimus (Heckel 1840) Corvina Hemisorubim platyrhynchus (Valenciennes 1840) Doncella Hypophthalmus edentatus Spix y Agassiz 1829 Mapará los días, y una rutina muy importante de Cuando ésta es de autoconsumo el pesca- Leiarius marmoratus (Gill 1870) Barbudo los pueblos amazónicos, tanto que el pes- dor utiliza una parte del día para hacerlo Phractocephalus hemiliopterus (Bloch y Schneider 1801) Guacamayo, cajaro cado contribuye enormemente al patrón y consume con su familia o con su comu- Pimelodus “blochii” Amazonas Valenciennes 1840 Nicuro, cuatro líneas de autosuficiencia alimentaria de las co- nidad el producto colectado, razón por la Pinirampus pirinampu (Spix y Agassiz 1829) Barbachato, barbiplancho munidades (Agudelo et al. 2000, Agudelo cual no es prioritario establecer límites et al. 2006a). Para todos los casos, la pesca para esta actividad, mientras que para la Platynematichthys notatus (Jardine y Schomburgk 1841) Capaz se realiza de forma artesanal utilizando pesca comercial el tiempo utilizado es ge- Platysilurus mucosus (Vaillant 1880) Mandi, mala carnada artes de pesca simples (van der Hammen neralmente mayor, ya que implica el uso y Platystomatichthys sturio (Kner 1858) Doncella 1992, Rodríguez 1991, Rodríguez 2010a, cuidado de las artes de pesca, el transpor- Pseudoplatystoma punctifer (Castelnau 1855) Pintadillo rayado Muñoz 1993, Agudelo et al. 2000, 2006a). te y procesamiento para vender solamente las especies que por su valor económico Pseudoplatystoma tigrinum (Valenciennes 1840) Pintadillo tigre Cuando parte de los excedentes se pueden son más atractivas. El esfuerzo realizado Sorubim lima (Bloch y Schneider 1801) Cucharo comercializar cerca a centros nucleados o es mayor para lograr que el volumen de la Sorubimichthys planiceps (Spix y Agassiz 1829) Pejeleño se dan las temporadas de compra de pes- captura sea considerable y genere mejores Zungaro zungaro (Humboldt 1821) Pejenegro, amarillo cado por parte de terceros a lo largo de los ingresos. Otra diferencia entre la pesca de ríos, las comunidades hacen uso de su co- subsistencia y la comercial son las especies Pseudopimelodidae nocimiento para capturar y vender peces, objeto de captura, mientras en la primera Pseudopimelodus cf. bufonius (Valenciennes 1840) Peje sapo bien sea para el consumo extraregional, la preferencia es sobre las especies de esca- Gymnotiformes como los grandes bagres, o para ornamen- ma, por motivos culturales, condición que Sternopygidae tación, creando de esta forma una alterna- va ligada al uso de áreas de captura como tiva económica temporal para los habitan- quebradas, caños y lagunas cercanas a las Sternopygus macrurus (Bloch y Schneider 1801) Cuchillo tes de la región. comunidades, en la pesca comercial la pre- Perciformes sión se centra sobre los bagres, especies Cichlidae Es muy difícil desligar el fin último de la migratorias que se encuentran en el cauce Astronotus ocellatus (Agassiz 1831) Oscar actividad pesquera de subsistencia de la principal del río. parte comercial, pues ambas terminan Biotodoma cupido (Heckel 1840) Mojarra por desempeñar un papel importante en En tal sentido, cada habitante de la Ama- Biotodoma wavrini (Gosse 1963) Mojarra la economía regional, quizás la diferencia zonia es un pescador potencial en la activi- Bujurquina mariae (Eigenmann 1922) Mojarra pueda radicar en la dedicación a la pesca. dad de subsistencia y aunque generalmen-

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te una persona por familia se encarga de A pesar de creerse que la pesca de subsis- consumir 35 g de proteínas por día donde para entregarle alimentos ricos en proteí- esta responsabilidad, cualquier miembro tencia tiene un rendimiento adecuado, su- la mitad debe ser de origen animal; por lo na animal que satisfagan la demanda nu- de la misma con una edad superior a ocho fre también problemas por sobre esfuerzo tanto, un aporte medio del pescado ama- tricional que requiere el cuerpo humano años ya empieza a adquirir destreza en el en algunos sectores de la Amazonia. La zónico de 23 g de proteína por cada 100 g y que actualmente, son suplidos median- tema. Los niños son receptores de las ha- mala utilización de aparejos de pesca, la consumidos, da pie a pensar como ésta ac- te la pesca de subsistencia (Agudelo et al. bilidades y conocimientos de sus padres y incorporación de excedentes pesqueros tividad contribuye enormemente en la nu- 2009). mayores memorizando las zonas de pesca en los mercados de la pesca comercial y trición familiar de la población ribereña. más apropiadas, entrenándose en el uso por supuesto, la degradación de la calidad La pesca comercial de consumo de los diferentes artes y métodos de pesca, ambiental de los ecosistemas acuáticos A más de la disponibilidad de recursos, conociendo la maniobrabilidad de las em- que sustentan los recursos, derivan en la ingesta depende también del acceso a La pesca comercial de consumo es aquella barcaciones y adquiriendo un conocimien- menores cosechas, disminución de bio- otros productos como carne de res, cerdo captura de peces que preferiblemente no to muy práctico sobre los ciclos de vida y la diversidad y de los tamaños de los peces. y pollo. Igualmente, depende de la cer- se destina al consumo directo del pescador presencia estacional de los peces. Cuando Afortunadamente, las características bio- canía de centros nucleados pues cuanto y su familia, y que en cambio tiene una se alcanzan los 15 o 18 años, el cúmulo de lógicas de los peces utilizados en el consu- mayor es la densidad poblacional, menor alta importancia económica en la medida experiencia adquirida en la pesca de sub- mo regional, dan pie para pensar que bajo es la tasa de consumo diario de pescado. que se puede intercambiar el pescado por sistencia les permite incorporarse en la una estrategia de manejo comunitario el Bajo esa premisa, varios municipios ama- dinero en efectivo o por productos básicos pesca con fines comerciales y aprovechar autocontrol sobre la pesca contribuiría a zónicos localizados en la ribera de los ríos necesarios en el sustento familiar. La pes- el recurso íctico de una manera eficiente a la reposición de biomasa de los peces. Este sufren de desnutrición proteica en buena ca de tipo comercial, es efectuada sobre un lo largo de un ciclo hidrológico (Salazar et tipo de estrategias involucrará el trabajo parte de su población, motivado por la alta grupo de especies que por su abundancia, al. 2006, Agudelo 2007, Rodríguez 2010a). de la comunidad en cuanto a decisiones, competencia por el acceso a este recurso, demanda o preferencia cultural han man- seguimiento y registro sobre la actividad por la imposibilidad de pagar por el pes- tenido un mercado a lo largo del tiempo, Cuando la pesca se destina a la subsisten- pesquera local, insumos importantes en la cado o por la falta de zonas adecuadas que ya sea para el consumo o uso ornamental. cia el número de especies aprovechadas es concertación y ajuste de medidas que per- les permitan establecer chagras con culti- altísimo y la preferencia de consumo tiene mitan un aprovechamiento sostenible del vos que les ayuden a reponer la carencia que ver con las creencias locales, el gusto La pesca comercial es realizada con una recurso. de proteína. Por otro lado y a pesar de la al cocinarlo o su sabor al consumirlo, lo alta participación de pescadores indígenas gran cantidad de recurso hidrobiológico que explica la preeminencia por el pescado y colonos ribereños, para los cuales ésta es menudo o peces de escama, como es el caso Un vacío fundamental para la pesca de disponible, los ribereños viven períodos una actividad más dentro del sistema de de palometas (Mylossoma spp), bocachicos subsistencia es que no recibe por parte del de abundancia y de escasez supeditados al producción que desarrollan, asociado a la (Prochilodus sp.), yaraquis (Semaprochi- Estado colombiano la importancia que se régimen de nivel de las aguas que dispersa horticultura, la caza y la recolección de es- lodus spp), sábalos (Brycon spp), pirañas merece en términos sociales y/o econó- o concentra las poblaciones de peces en los pecies del bosque (Rodríguez 1991, Agu- (Serrasalmus spp), omimas (Anostomidae), micos, para que se planifique y definan ecosistemas (Agudelo 2007). delo et al. 2000, Rodríguez 2010b). dormilones (Erythrinidae), arencas (Tri- modelos de uso sostenible. En términos portheus spp), arawana (Osteoglossum bici- sociales, la pesca es la principal fuente de En términos económicos se puede afir- Las pesquerías comerciales en la Amazo- rrhosum), mojarras (Cichlidae), paco (Pia- proteína animal en la mesa del poblador ri- mar que el Estado no conoce los valores nia colombiana son de tipo artesanal, no ractus brachypomum), gamitana (Colossoma bereño amazónico, en cifras que van desde de transacción de este tipo de pesca y por se utilizan grandes embarcaciones para la macropomum), brazo de reina (Platystoma- los 170 g diarios del municipio de Puerto ende, no resalta lo importante que es la pesca y tampoco para el almacenamiento tichthys sp.), picalón (Pimelodus spp, Pime- Nariño pasando por los 246 g por persona pesca de autoconsumo en la región, ya que de pescado. Esta labor se encuentra dis- lodella spp) y llorones (Curimatidae). En al- al día registrados en las riberas fronteri- no se consideran en las cuentas naciona- tribuida a lo largo y ancho de la región, guna medida se utilizan en la subsistencia zas del río Putumayo, hasta los 500 g per- les los ingresos percibidos por la población pero especialmente se realiza en aquellos peces de objeto comercial como pirarucú sona por día establecidos en la frontera cuando ésta vende o intercambia parte ríos de origen andino, pues en ellos se (Arapaima gigas) y bagres como pintadillos de Colombia con Brasil en el río Caquetá del producto cosechado por bienes de la asienta gran parte de la población ama- (Pseudoplatystoma spp), barbudo (Leiarius (Fabré y Alonso 1998, Ochoa 2003, Agu- canasta familiar. En esa vía, el Estado no zónica y consecuente con las característi- marmoratus), bocón (Ageneiosus spp) y ba- delo et al. 2006a, Rodríguez 2010a). Según contabiliza el ahorro que hace en gasto cas fisicoquímicas de estas aguas, son las boso (Brachyplatystoma platynemum) (Agu- la Organización Mundial de la Salud, una social al no tener que asumir subsidios de mayor productividad pesquera para delo et al. 2006a). persona de 70 kg de peso corporal requiere alimentarios para toda la población pobre, especies como los bagres (familias Pime-

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lodidae y Ageneiosidae), la gamitana, el se refrigera con hielo en neveras de polies- Tabla 3. Las especies de peces de cuero y escama de mayor interés comercial en la región amazónica. paco, el bocachico, el pirarucú y los sába- tireno expandido – icopor - o se utilizan Fuente: Agudelo (2007). los. Igualmente son estos puntos geográ- cuartos fríos; b) en estado seco – salado, ficos los que han mostrado a lo largo del que es la forma típica de gran parte de Nombre común Nombre científico tiempo mejoras en infraestructura y vías las localidades dispersas en la Amazonia Colombia Brasil Perú de comunicación facilitando de esta forma quienes llevan a vender sus productos a el intercambio comercial del producto pes- otros lugares distantes o los intercambian Peces de cuero o bagres quero. por productos de primera necesidad entre Dorado, plateado Dourada Dorado Brachyplatystoma rousseauxii comerciantes colombianos denominados Lechero Piraíba/filhote Saltón, bagre Brachyplatystoma filamentosum La diversidad de artes utilizados en la re- “cacharreros”, que navegan por los ríos Baboso, flemoso Babão, melao, Barbatabla Brachyplatystoma platynemum gión para la captura de los peces es muy vendiendo alimentos, ropa entre otros y flemoso alta, y pueden contarse al menos 20 tipos comprando el pescado seco, que al final Camiseto, zebra Flamengo, zebra Siete babas Brachyplatystoma juruense distintos que indiferentemente pueden llegará al interior del país (Agudelo et al. aplicarse en la pesca de autoconsumo o 2006a). Pirabutón Piramutaba Manitoa Brachyplatystoma vaillantii comercial, éstos se agrupan en cuatro ca- Pintadillo rayado Surubim Doncella Pseudoplatystoma spp tegorías: 1) artes arrojadizos como arco y La pesca comercial se realiza durante todo Pintadillo tigre Caparari Zúngaro Pseudoplatystoma spp flecha, arpón, balista; 2) cordel y anzuelo el año, aunque sufre fluctuaciones en la Guacamayo, cajaro Pirarara Pejetorre Phractocephalus hemiliopterus como líneas de mano, volantín, calandrio captura debido a la expansión y retracción o espinel; 3) artes de malla como atarraya, del ambiente acuático, lo cual determina Capaz Cara de gato, coroatá Capitán Platynematichthys notatus red estacionaria, red flotante, red honde- la dispersión y concentración de los recur- Barbachato, barbiplancho Barba-chata Barbiplancho Pinirampus pirinampu ra, chinchorro; y 4) trampas como nasa, sos, de tal forma que el régimen hidroló- Zebra, camiseta Dourada zebra Alianza Brachyplatystoma tigrinum cornetilla y cerco (Rodríguez 1991, Agu- gico es el condicionante de los niveles de Mota, simí Piracatinga Mota Calophysus macropterus delo et al. 2000, Agudelo et al. 2006a). producción específicos de la región. Por otro lado, la relación de la pesca comer- Pejenegro, amarillo Jaú, pacamú Cunchimama Zungaro zungaro Aunque muchos pescadores trabajan in- cial con el mercado está caracterizada por Pejeleño Peixe-lenha Achacubo Sorubimichthys planiceps dividualmente, la tenencia de artes com- la presencia de intermediarios, como por Bocón Jurari Bocón Ageneiosus spp plejos como las redes de enmalle para la ejemplo el “cacharrero” o las balsas de aco- Barbudo Juñida Achara Leiarius marmoratus captura de bagres, los obliga a trabajar en pio en puerto, quienes determinan los pre- grupos de dos a tres individuos, dispues- cios de compra conforme a la dinámica de Cucharo Braço de moça Charuto Sorubim lima tos en un bote con propulsión de motor oferta y demanda. Mapará Mapará Maparate Hypophthalmus edentatus fuera de borda de potencia entre 4 – 15 HP. Peces de escama La captura de bagres obedece a una de- Pirarucú Pirarucú Paiche Arapaima gigas Estas pesquerías son multiespecíficas y manda extra regional, definida por la pre- por tanto se capturan muchas especies ferencia citadina de consumir pescado sin Arawana Aruanã Arawana Osteoglossum bicirrhosum que tradicionalmente se agrupan en dos espinas y de fácil preparación, por lo tanto Bocahico Curimatá Boquichico Prochilodus nigricans bloques: los peces de escama y los peces gran parte del consumo de esta pesca se Yaraquí Jaraquí Yaraquí Semaprochilodus spp de cuero o bagres, siendo estos últimos realiza por fuera de la región amazónica. Sábalo, zingo, sabaleta Matrinxã Sábalo, zingo Brycon spp los de mayor importancia económica. La Sin embargo, durante algunos periodos forma de comercializar el producto puede del año y concordante con las migraciones Gamitana Tambaquí Gambitana Colossoma macropomum ser: a) en estado fresco, cuando las áreas de los peces, algunas especies de escama Paco Pacú Paco Piaractus brachypomum de captura no están muy alejadas de los son también acopiadas y transportadas Palometa, garopa Pacú Palometa Mylossoma spp sitios de venta, por lo que el producto se fuera de la Amazonia (Tabla 3). Corvina Pelada Curvina Plagioscion spp lleva a puerto eviscerado y de acuerdo con su tamaño descabezado, con pocas horas Según las estadísticas del Instituto Colom- Oscar Carahuasú Carahuasú Astronotus ocellatus de haber sido cosechado o en su defecto, biano de Desarrollo Rural - Incoder, la mo- Omimas Omimas Omimas Familia Anostomidae

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vilización de pescado de consumo desde dad pesquera comercial sobre estas espe- toneladas anuales), supliendo este vacío mitir la sostenibilidad de las especies obje- Leticia hacía el interior del país refiere una cies se consolide como una de las princi- de producto con bagres de menor porte to de comercialización. utilización de al menos 20 especies de las pales ocupaciones lícitas desarrolladas por y con crecimientos menos lentos como el cuales 14 son bagres y el resto peces de es- los habitantes de la Amazonia (Figura 3 a, simí y el mapará (Figura 4 a, b y Tabla 4). Se refuerza la necesidad perentoria que los cama. De estos peces los diez más frecuen- b). De tal forma, que Leticia ha pasado a administradores de la pesca en Colombia, temente comercializados son pintadillos ser el principal centro de acopio de pesca- Igualmente y como sucede con la pesca de concerten con los diversos actores y los (Pseudoplatystoma spp), dorado (Brachy- do de cuero tanto en regiones del territo- subsistencia, la mala utilización de apare- países vecinos acuerdos a seguir para per- platystoma rousseauxii), simí (Calophysus rio peruano, desde la ciudad de Iquitos a jos, lugares de pesca y la degradación de mitir que se den los procesos naturales de macropterus), pirabutón (Brachyplatysto- 500 km de distancia de Leticia, como del la calidad ambiental de los ecosistemas génesis de las especies y se disminuya la ma vaillanti), amarillo (Zungaro zungaro), territorio brasileño desde Tabatinga hasta acuáticos donde los bagres desarrollan sus posibilidad de un colapso socioeconómi- baboso (Brachyplatystoma platynemum), Tefé a 1.000 kilómetros de distancia de Le- fases de vida, contribuye negativamente co en la región, que afectaría a poblados y mapará (Hypophthalmus spp), guacamayo ticia (Agudelo et al. 2006b). en las cosechas y en los tamaños de los municipios brasileños, colombianos y pe- (Phractocephalus hemiliopterus), camiseto peces objeto de captura comercial (Fabré ruanos. (Brachyplatystoma juruense) y lechero (Bra- Desafortunadamente, las estadísticas y Barthem 2005, Nuñez-Avellaneda et al. chyplatystoma filamentosum), los cuales en existentes sobre la pesca comercial mues- 2007, Agudelo 2007, Agudelo et al. 2009, El manejo pesquero el 2008 fueron responsables del 90% de la tran una disminución en los desembarcos, Rodríguez 2010b). Es de anotar que en la movilización total registrada por el puerto especialmente sobre grandes bagres debi- Amazonia, se están capturando diversas Ante el panorama anterior, debe decirse de Leticia en una cuantía de 5.400 tonela- do a las particularidades de sus ciclos de especies con tamaños menores a las longi- que Colombia no cuenta en la actualidad das de pescado, que cifradas en el valor de vida (especies grandes, migratorias, sin tudes reglamentadas, lo que afecta los pro- con una política definida de desarrollo primera compra equivalen por lo menos a cuidado parental, velocidad de crecimien- cesos de reproducción. Así, varias especies pesquero y acuícola, ni lineamientos deta- 6,8 millones de dólares anuales para una to lento, edad tardía de primera madurez) de bagres de los géneros Brachyplatystoma, llados para ordenar la pesca artesanal en región pesquera que integra aguas fronte- que frente a una explotación continua de Pseudoplatystoma, Zungaro, Sorubimichthys su territorio amazónico. rizas y nacionales de Colombia con Brasil los “stocks” pesqueros por parte de las flo- y Sorubim, se encuentran en algún nivel de y el Perú. tas de los países amazónicos, no han per- vulnerabilidad (Mojica et al. 2002, Lasso et Para la región el Estado sólo ha expedido mitido sostener los desembarques histó- al. 2011). Este tipo de situaciones además y divulgado medidas de reglamentación La preferencia por los bagres al interior de ricos de especies valiosas como el lechero de cambiar la dinámica pesquera, cuestio- dirigidas a vedas, regulación de artes de Colombia, ha contribuido a que la activi- (1.000 toneladas anuales) y dorado (2.000 na a los pobladores en el tipo de manejo pesca, tallas mínimas de captura y áreas pesquero que se debe establecer para per- de pesca; con estrategias de control de di-

a) b) a) b) Figura 4. Movilización de pescado amazónico en: a) río Caquetá (Araracuara y La Pedrera) y b) río Putu- Figura 3. a) Origen de la producción pesquera de Colombia (promedio entre 2006 - 2009); b) represen- mayo (Puerto Leguízamo), presentando las tendencias negativas del rendimiento pesquero. Elaborado tatividad del comercio de pescado de origen amazónico movilizado desde Leticia, frente a las principales a partir de: Valderrama y Franco (1989), Muñoz (1993), Corpoamazonia (1995), Sinchi (1999-2010), cuencas de Colombia (promedio 2006-2009). Elaborado a partir de: registros Incoder (2007), MADR- MADR-CCI (2009), Rodríguez (2010b). CCI (2009).

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Tabla 4. Movilización anual en kilogramos de pescado amazónico según especie, desde Leticia al in- pues la aplicación de las actuales medidas trategia de sostenibilidad de los recursos terior del país y promedio histórico. Adaptado a partir de registros del Inderena, Inpa¸ Ica e Incoder. pesqueras no alcanzan a surtir un proce- pesqueros amazónicos. Fuente: (Agudelo 2007). so de ordenamiento, ya que solo intentan controlar un impacto negativo mayor so- El éxito de este tipo de estrategias radicará Media histórica Especies 2005 2006 2007 2008 bre las pesquerías y no promueven el uso en la participación comunitaria como ele- 1990- 2008 racional de los recursos, la sostenibilidad mento base de los acuerdos, acompañado Camiseto 138.873 118.240 236.024 197.787 215.630 de las pesquerías y/o la recuperación de las de los monitoreos pesqueros y el conoci- Baboso 1.535.401 526.762 315.126 385.589 521.155 especies sobreexplotadas (Agudelo 2007, miento empírico con el que cuentan los Agudelo et al. 2009, Rodríguez 2010 a, b). pobladores, los cuales arrojan los insumos Bocón 15.043 9.933 68.347 66.378 82.370 necesarios para discutir y determinar ac- Guacamayo 719.415 511.550 369.118 282.185 278.207 Teniendo presente que gran parte de los ciones que pueden ir encaminadas al uso Dorado 1.322.457 1.195.727 1.013.725 816.591 1.750.667 recursos ícticosa que son objeto de aprove- de determinadas especies, áreas de cap- Mapará 285.411 292.325 329.012 303.799 194.763 chamiento comercial e incluso de subsis- tura, artes de pesca o épocas. Este tipo de tencia en la región amazónica colombiana manejo ya muestra resultados positivos Simí 1.103.462 1.085.814 904.380 816.131 578.665 son migratorias y por lo tanto son compar- para los acuerdos locales en algunas re- Amarillo 605.946 696.689 446.433 402.652 480.045 tidos con Perú, Ecuador y Brasil, se genera giones de Perú y Brasil y empieza también Paletón 51.130 19.050 80.950 41.567 75.136 una serie de conflictos alrededor de su uso a estructurarse por parte de la autoridad Pintadillos 2.172.209 1.361.874 964.875 985.287 1.421.241 en lo que se refiere a las tallas de captu- pesquera nacional como una estrategia de ra, épocas de veda, captura de juveniles, uso y manejo en la Amazonia colombiana, Pirabutón 671.566 929.093 744.198 563.446 550.614 captura de reproductores, uso de artes y el como actualmente ocurre en el bajo río Ca- Lechero 282.230 285.454 238.625 123.758 462.009 aprovechamiento de especies permitidas quetá (La Pedrera) y río Amazonas (Lagos Seco - - 100.284 299.747 452.313 en un país y prohibidas en otro. Se hace de Tarapoto en Puerto Nariño y Lagunas Otros 316.030 180.045 309.895 145.788 436.124 necesario después de muchos años de ex- de Yahuarcaca en Leticia) para el depar- plotación pesquera común en la región de tamento de Amazonas y en el río Inírida Total 9.219.173 7.212.556 6.120.991 5.430.704 7.181.096 frontera, alcanzar hasta donde la sobera- para el departamento de Guainía. nía lo consienta, una armonización de las fícil aplicación debido al bajo presupuesto no responde de manera adecuada a la di- normas que permita que los cuatro países Sin embargo, requiere no solo del com- asignado, la dimensión geográfica y la ca- námica social, económica y ambiental que hagan un uso y manejo razonable de los promiso de la comunidad sino de la par- rente disposición de personal técnico para han tenido las pesquerías de la región. La recursos pesqueros compartidos. ticipación activa de todos los actores in- atender una región tan amplia; fenómeno carencia de una política sectorial eficien- volucrados, para alcanzar resultados más que se presenta de igual forma en los sec- te y consensuada para el ordenamiento Esta armonización de la norma entre los contundentes en favor de la preservación tores fronterizos de Perú y Brasil (Agudelo pesquero, ha permitido una utilización países, debe acompañarse por lo menos de de la vida silvestre amazónica y de sus po- et al. 2009). Igualmente, el conocimiento descontrolada de los peces frente al incre- otras dos estrategias de manejo a imple- sibilidades de uso. sobre la composición de las especies explo- mento de la demanda y comercialización mentarse con premura, atendiendo las ca- tadas sigue siendo poco en cuanto a las di- de pescado, lo que ha llevado a la dismi- racterísticas biológicas y ecológicas de los Para finalizar, es importante mencionar námicas poblacionales de los peces de con- nución del rendimiento de los principales peces: tanto la creación de una zona trina- que el criterio científico es unánime en la sumo y en lo que tiene que ver con biología grupos utilizados en las pesquerías, que ya cional en los territorios de frontera entre opinión que las principales amenazas en y ecología de los peces utilizados en la sub- impactan las dinámicas socioeconómicas Colombia, Perú y Brasil para el uso de los la Amazonia sobre los ecosistemas acuá- sistencia y también en la ornamentación. de la población amazónica (Agudelo et al. bagres migratorios (Pimelodidae) y espe- ticos, los peces y la producción pesquera, 2009). cies sedentarias de alto interés comercial tienen que ver con la pérdida de hábitats En ese orden de ideas, a pesar de la enor- (arawana, pirarucú), como la implemen- y alteración de áreas inundables, la defo- me importancia socioeconómica de los Por lo tanto, es necesario implementar una tación de acuerdos comunitarios de pes- restación de bosques de ribera en las zonas recursos pesqueros y de los ecosistemas política genérica e incluyente que cobije no ca responsable para el uso de los peces de andino - amazónicas, la sobreexplotación acuáticos que los sustentan, el marco legal sólo el uso de los recursos, si no de los eco- subsistencia y de comercio, lo cual puede de algunas especies, la contaminación de aplicado en la Amazonía es insuficiente y sistemas que promueven la riqueza íctica, llegar a contribuir hacia una verdadera es- las aguas, la introducción de especies exó-

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ticas y la falta de información sistemática tura y comercialización de los bagres sobre el uso de los peces. Esto tiene mayor transfronterizos. Tesis MSc Ciencias relevancia si se tiene en cuenta que mu- Ambientales. Universidad Autónoma de chas especies de peces comerciales tiene Barcelona. Barcelona. 100 pp. distribución transamazónica, son migra- • Agudelo, E., Y. Salinas, C. L. Sánchez, torias y se desplazan de un país a otro du- D. L. Muñoz – Sosa, J. C. Alonso, M. E. rante su ciclo de vida, por lo que la promo- Arteaga, O. J. Rodríguez, N. R. Anzola, ción de su investigación y gestión para el L. E. Acosta, M. Núñez - Avellaneda y manejo debe ser compartida entre países y H. Valdés. 2000. Bagres de la Amazonia colombiana: un recurso sin fronteras. no solamente desde el esfuerzo del Estado Fabré, N., J. Donato y J. C. Alonso (Eds.). colombiano. a. b. Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi. Programa de Ecosis- La gestión sobre los recursos pesqueros temas Acuáticos. Bogotá. 252 pp. es a menudo obstaculizada por la falta de • Agudelo, E., C. L. Sánchez, L. E. Acosta, conocimiento de la capacidad productiva A. Mazorra, J. C. Alonso, L. A. Moya, y de cada región (estadísticas), además de L. A. Mori. 2006a. La pesca y la acuicul- la carencia de una legislación adecuada y tura en la frontera colombo – peruana eficaz que realmente regule la pesca. Por lo del río putumayo. Pp. 79 - 98. En: Agu- tanto, la formulación de planes de manejo delo, E., J. C. Alonso y L. A. Moya (Eds.). y de conservación requieren de una base Perspectivas para el ordenamiento de la científica y técnica sólida, que parta del co- pesca y la acuicultura en el área de inte- nocimiento de aspectos hidroclimáticos, gración fronteriza colombo-peruana del la productividad del medio sobre el cual se río Putumayo. Instituto Amazónico de c. d. realiza el aprovechamiento del recurso, las Investigaciones Científicas Sinchi, Ins- especies que se explotan, información bio- tituto Nacional de Desarrollo-INADE. ecológica, estadísticas de captura, esfuer- Bogotá. zo pesquero, comercialización y demanda • Agudelo, E., J. C. Alonso, C. L. Sánchez, del mercado. M. Núñez-Avellaneda y L. F. Ricaurte. 2006b. En busca de alternativas para la Afrontar esta realidad y modelar alterna- generación de empleo y renta en el tra- tivas frente a los escenarios de cambio de pecio amazónico colombiano: el fileteo de pescado. Revista Infopesca 25:19-26. la Amazonia motivados por las dinámicas • Agudelo, E., J. C. Alonso y C. L. Sánchez. antrópicas y los planes de desarrollo de los 2009. La utilización de los recursos ic- países, constituye un reto para la comuni- ticos en la Amazonia sur de Colombia: dad científica, la sociedad y las autorida- una estrategia de vida, de ocupación y des gubernamentales que representan al renta. Pp. 237 – 247. En: Bernal, H., C. sector ambiental y pesquero tanto en la Sierra y M. Angulo (Ed.). Amazonía y e. f. Amazonia colombiana como en los Esta- Agua: Desarrollo sostenible en el siglo dos vecinos. XXI. UNESCO. Servicio Editorial de la Unesco Etxea. Bilbao. a. Pescador con flecha en el río Caquetá. Foto: C. A. Rodríguez b. Pescador indígena utilizando flecha en el lago Tarapoto. Foto: M. Morales-Betancourt Bibliografía • Arteaga, M. y E. Agudelo. 1998. Infor- c. Pescadores con malla, río Amazonas. Foto: F. Trujillo me final (preliminar). Proyecto “Re- d. Pescadores recogiendo el trasmallo. C. A. Rodríguez • Agudelo, E. 2007. La actividad pesquera curso pesquero comercializable en los e. Trasporte de pescado en el Amazonas. en la zona suroriental de la Amazonia Ríos Amazonas, Putumayo y Caquetá”. f. Venta de pescado ahumado en Puerto Leguízamo. Foto: R. Polanco colombiana: una descripción de la cap- Instituto Amazónico de Investigaciones

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AMAZONAS

• Ruiz, F. 1981. Reconocimiento y eva- ríos Amazonas, Putumayo y Caquetá. luación de la actividad pesquera en el co- Informe Técnico. Inédito- Leticia. 60p. rregimiento de La Pedrera. Corporación • Sinchi. 2001. Agenda 21. Amazonia Co- Araracuara. Bogotá. 93 pp. lombiana, La Amazonia de Hoy. Institu- • Salazar, C. A., L. E. Acosta, E. Agude- to Amazónico de Investigaciones Cien- lo, A. Mazorra, J. C. Alonso, M. Nuñez tíficas Sinchi, Ministerio de Ambiente, - Avellaneda y L. A. Moya. 2006. El Vivienda y Desarrollo Territorial. Bogo- área de integración fronteriza colombo tá. – peruana sobre el río Putumayo. Pp. • Sinchi. 2003. Diseño de la línea base de 13 - 29. En: Agudelo, E., J. C. Alonso y información ambiental sobre los recur- L. A. Moya (Eds.). Perspectivas para el sos naturales y el medio ambiente en la ordenamiento de la pesca y la acuicul- Amazonia colombiana. Bases Concep- tura en el área de integración fronteri- tuales y metodológicas. Bogotá. za colombo-peruana del río Putumayo. • Sinchi. 2009. Proyecto binacional apro- Instituto Amazónico de Investigaciones vechamiento y manejo integral de la Científicas Sinchi, Instituto Nacional de pesca. Informe Técnico 2000 - 2009. Desarrollo- INADE. Bogotá. Inédito. Leticia. 36 pp. • Salinas, Y. 1994. Aspectos de la biología • Sinchi. 2010. Proyecto Investigación pesquera de las poblaciones de los gran- científica para la promoción de la gesti- des bagres (Ostariophysi: Siluriformes, ón compartida de los ecosistemas y re- Pimelodidae) en el sector colombiano cursos naturales de la Amazonia colom- del río Amazonas. Tesis Lic. Biología. biana. Informe Técnico. Leticia. 15 pp. Universidad Pedagógica Nacional. San- • Steindachner, F. 1876. Ichthyologi- tafé de Bogotá. 160 pp. sche Beiträge, IV. Sitzungsberichte der • Salinas, Y. y E. Agudelo. 2000. Peces de Kaiserlichen Akademie der Wissen- importancia económica en la cuenca schaften, Mathematisch - Naturwis- amazónica colombiana. Instituto ama- senschaftlichen Classe, Wien, Abt. 1, zónico de investigaciones científicas Botanik, Zoologie, Anatomie, Geologie Sinchi. Bogotá. 140 pp. und Paläontologie, 72: 551-616. • Salinas, Y., C. L. Sánchez, N. R. Anzo- • Valderrama, M. y R. Franco. 1989. Dia- la, M. E. Arteaga, E. Agudelo y O. J. Ro- gnóstico pesquero del bajo río Caquetá dríguez. 1999. Dinámica histórica de la colombiano y lineamientos para su or- íctiofauna destinada al comercio en la denamiento. Inderena. Bogotá. 81 pp. Amazonia colombiana. Instituto Ama- • Van der Hammen, M. C. 1992. El ma- zónico de Investigaciones Científicas nejo del mundo. Naturaleza y sociedad Sinchi. Documento inédito. Leticia. 17 entre los Yucuna de la Amazonia colom- pp. biana. Estudios de la Amazonia colom- • Sinchi-Instituto Amazónico de Inves- biana. Vol IV. Programa Tropenbos Co- tigaciones Científicas. 1999. Proyecto lombia. Bogotá, 376 pp. Recurso pesquero comercializable en los

166 Pescador indígena en el río Caucaya. Foto: M. Morales-Betancourt M. Merchán-Chelonia

Diagnóstico de la pesquería en la 6. CUENCA del ORINOCO Hernando Ramírez-Gil y Rosa Elena Ajiaco-Martínez

Resumen antrópicas en la región, considerando la pérdida de la cobertura boscosa, reempla- Se presenta información sobre la pesque- zada por cultivos para la ampliación de la ría de especies de consumo en la Orino- frontera agrícola, como la de mayor impac- quia colombiana, discriminando los prin- to negativo sobre las poblaciones de peces cipales cuerpos de agua donde se llevan a bajo aprovechamiento. cabo las faenas de pesca y sus condiciones físico-químicas. En la zona aproximada- Palabras clave. Captura por unidad de mente 2.458 personas ejercen la actividad esfuerzo. Centros de acopio. Desembar- pesquera, con estimaciones de captura por cos. Métodos de pesca. Peces de consumo. unidad de esfuerzo que varían entre los di- Río Orinoco. ferentes ríos, con cifras entre 60 kg/UEP/ día y 5,66 kg/UEP/día. En el período de Introducción 1995 a 2009, los registros indican que los desembarcos anuales variaron entre 7.742 La Orinoquia colombiana con extensión t y 1.024 t. Se comercializan 68 especies, de 434.168 km2 (IGAC 1983), es una de las de las cuales las de mayor abundancia regiones más ricas en recursos hídricos son Pseudoplatystoma orinocoense, Pseu- de Colombia. Su nombre hace referencia a doplatystoma metaense, Zungaro zungaro, la cuenca del río Orinoco, que cubre gran Brachyplatystoma rousseauxii, Calophysus parte del territorio colombo-venezolano macropterus, Phractocephalus hemiliopterus con importantes afluentes en territorio y Brachyplatystoma platynemum. Del grupo colombiano como son los ríos Arauca, de los Characiformes se tienen Prochilodus Meta, Vichada y Guaviare. La riqueza hí- marie, Mylossoma duriventre y Piaractus drica de la región se debe principalmente a brachypomus. El procesamiento que se rea- la influencia del piedemonte llanero, con- liza es el eviscerado, el 50% del producto siderada la tercera zona más húmeda de es conservado enhielado al momento de Colombia con precipitaciones que llegan a llegar al puerto. Se destacan las amenazas los 3.500 mm anuales. Estas lluvias, uni- a la biodiversidad, debido a las actividades das a la topografía de los terrenos, son las

Río llanero. Foto: F. Trujillo 169 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

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responsables de la formación de una va- forma un canal natural que comunica el riedad de ecosistemas (lóticos y lénticos), Orinoco con el sistema del río Amazo- que van desde pequeños esteros panta- nas, a través del río Negro (Ramírez-Gil y nosos hasta bosques inundables y desde Ajiaco-Martínez 2001). Los afluentes más pequeños morichales hasta grandes ríos importantes del Orinoco en territorio ve- caudalosos, que albergan una amplia va- nezolano son los ríos Apure, Caroní, Caura riedad de especies acuáticas y terrestres. y Aro, los cuales presentan las siguientes Esta riqueza hídrica ha favorecido una características hídricas según Silva-León alta biodiversidad acuática especialmente (2005): de peces, de las cuales están descritas 627 especies (Lasso et al. 2004). Alrededor de • El río Apure, tiene una longitud de esa gran diversidad íctica, las 12 etnias 1.500 km, con un área de drenaje de indígenas de la región y su población de 167.000 km2 (Novoa 2002), y caudal 59.331 habitantes (estimación basada en de 2300 m3.s-1, medidos a la altura de censo general 2005 DANE en DNP-DDTS San Fernando de Apure. 2010), han logrado suplir a través de la • El Caroní es considerado el segundo pesca sus requerimientos proteicos. Igual- río en importancia, tiene una longi- mente, la explotación del recurso pesque- tud de 925 km, con un área que cubre ro por más de 60 años, ha originado una 95.000 km2, un rendimiento hídrico fuente de ingresos con importancia social de 51 l/s/km2 y vierte un caudal pro- y económica que se irradia a otras regiones medio de 4.850 m3.s-1 al río Orinoco. del país a través de su comercio. En el pre- • El Caura, con una cuenca de 47.000 sente capítulo se busca dar una visión del km2, longitud de 723 km, rendimien- estado actual de la pesca de consumo en la to hídrico de 62 l/s/km2, y un caudal Orinoquia. promedio anual de 2.900 m3.s-1. • El Aro es el más corto, con 329 km de La cuenca longitud y caudal de 400 m3.s-1.

La cuenca del río Orinoco tiene una super- En territorio colombiano (Figura 1), los ficie de 991.587 km2, de los cuales 347.165 afluentes más importantes del Orinoco km2 están en territorio colombiano (Do- son los ríos Arauca, Meta, Guaviare y Vi- mínguez 1998). El río tiene 2.400 km y chada. un caudal medio de 30.955 m3.s-1 (Milli- mam y Meade 1983), con rendimiento Rio Guaviare. A este río se le considera hídrico para la cuenca estimado en 35 l/s/ el límite entre la Orinoquia y la Amazo- km2 (Silva-León 2005). Se le considera el nia. Se origina a partir de los ríos Ariari tercer río más caudaloso del mundo. Nace y Guayabero que nacen en la cordillera de en Venezuela en la Sierra Parima cerca a la los Andes y que al confluir toman el nom- frontera con Brasil y en su recorrido bor- bre de río Guaviare como se denomina dea el Escudo Guayanés. En la parte sur de hasta su desembocadura en el Orinoco; su la vertiente los principales ríos tributarios longitud es de 947 km, con una cuenca de provienen del Escudo; encontrándose en 166.168 km2 y rendimiento hídrico de 46 la margen derecha el Ocamo, Matacuni, l/s/km2 (Marín 1992). En su parte alta tie- 3 -1 Ventuari y el Parú, y en la margen izquier- ne un caudal de 1.908 m .s y en su parte Figura 1. Cuenca del Orinoco. da el Mavaca y el Casiquiare; este último más baja de 8.200 m3.s-1. El río Guaviare

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a nivel de la estrella fluvial de oriente es rio colombiano; a la altura del puente Pus- re es de 2.1x106 t.año1, y después de este de los años 1988 y 2000, con las cuales se más largo y caudaloso que el río Orinoco meo en Colombia alcanza un caudal pro- aumenta a 13,4x106 t.año-1. Sin embargo, pudo establecer que la expansión agrícola (Ramírez-Gil y Ajiaco-Martínez 2001). medio anual de 346 m3.s-1 (Marín 1992) y antes de Puerto Carreño la carga de se- toma dos direcciones, una principalmente Según Weibezahn (1987) el Orinoco des- en Elorza (Venezuela) de 485 m3.s-1 (Pérez dimentos disminuye a 12,4x106 t.año-1 en el eje Villavicencio-Yopal (piedemonte) carga un promedio de 2.998 m3.s-1 antes y López 1998, en Silva-León 2005). Su pero aumenta a 19,5x106 t.año-1al encon- y otra entre Villavicencio y Puerto Gaitán de confluir con el Guaviare, después su cuenca abarca 34.000 km2 (Silva-León trase con el río Meta (Weibezahn 1987). (Romero-Ruiz et al. 2010). Esto trae graves promedio es de 14.011 m3.s-1 a la altura de 2005), con rendimiento hídrico estima- Lo anterior demuestra el gran aporte en consecuencias al río Meta, pues se surte Monduapo (Venezuela), lo que indica que do en Colombia de 45,5 l/s/km2 (Marín sedimentos que hacen los ríos Guaviare y en gran medida de las aguas que provie- el río Guaviare es 3,4 veces más caudaloso. 1992). Meta a las aguas semitransparentes del río nen de este sector. Este fenómeno de defo- Sin embargo, estimaciones de Ramírez- Orinoco. restación que avanza en forma generaliza- Gil y Ajiaco-Martínez (2001) sugieren que Se considera que el caudal medio anual da en todo el país se debe principalmente dicho valor es de apenas 2,3 veces. Estas de la Orinoquia colombiana es de aproxi- Aspectos ambientales e impactos según el DANE (1996) e IAvH (1997), a la afirmaciones también son corroboradas madamente 21.399 m3.s-1, con amplia expansión de la frontera agropecuaria, a mediante un estudio de balance hídrico, el variación del rendimiento hídrico desde La riqueza hídrica de la Orinoquia colom- la colonización (73,3%), a la producción de reporta que el río Guaviare aporta el 44% 2 l/s/km2 a 70 l/s/km2 en las cuencas de biana y su biodiversidad están seriamente madera (11,7%), al consumo de leña (11%), de la escorrentía generada hasta Puerto los ríos Arauca y Casanare (Ojeda y Arias amenazadas como resultado de diferentes a los incendios forestales (2%), y a los culti- Ayacucho y el 19% del desagüe total al At- 2000). Cifra que es superior a la estimada actividades antrópicas. Aunque son múlti- vos ilícitos (2%). Sin embargo, no solamen- lántico (Silva-León 2005). por Silva-León (2005), quien reporta que ples los factores que la afectan, uno de los te la región del piedemonte está sufriendo la Orinoquia colombiana aporta a la cuen- más importantes está relacionado con la serias alteraciones, pues las imágenes de Río Vichada. Nace en la unión de los ríos ca un caudal de 13.375 m3.s-1. Este último pérdida de cobertura vegetal. Según Cor- MODIS, han permitido establecer que en- Planas y Tillavá con una longitud de 700 autor en su balance final estima que el porinoquia en el periodo de “1964 a 1991 tre el 2000 y 2009, aproximadamente 8,5 km y un área de drenaje de 25.235 km2, caudal de la cuenca en área venezolana es cerca de 36.630 ha de bosque de vega ha- millones de hectáreas que corresponden rendimiento de 79 l/s/km2 y caudal de de 21.450 m3.s-1 con un rendimiento hídri- bían sido reemplazadas por cultivos tran- al 50% de los Llanos colombianos se han 2.000 m3.s-1 (Marín 1992, Ramírez-Gil y co de 33 l/s/km2, inferior al rendimiento sitorios y 7.480 ha por cultivos perennes, quemado (Romero-Ruiz et al. 2010). Ex- Ajiaco-Martínez 2001). para la Orinoquia colombiana estimado siendo las actividades de tumba, roza y pandiendo el área de los pastizales sobre en 40 l/s/km2. Este rendimiento hídrico es quema comunes en toda la región, como los espacios selváticos. Rio Meta. Nace en el Páramo de Sumapaz inferior al estimado a nivel nacional de 58 parte del proceso de adecuación de tierras y se origina a partir de la confluencia de los l/s/km2, pero muy superior al de Suramé- para la agricultura o la ganadería” (Reso- Además de la ganadería y la agricultura, ríos Guamal y Humadea; en su parte alta rica 21 l/s/km2 y al del planeta 10 l/s/km2 lución 200.15.07-0702 del 31 de Julio de los cultivos ilícitos han contribuido y con- recibe el nombre de río Metica y a partir (Marín 1992). En resumen estas cifras de- 2007). Este mismo documento señala, con tinúan afectando la cobertura boscosa de de su encuentro con el río Humea se de- muestran que la Orinoquia es una de las respecto al piedemonte casanareño, que la Orinoquia. Según la Oficina de las Na- nomina río Meta. Su longitud es de 1.110 reservas hídricas más importantes de Sur- en la década de los 30, el 72,02% del área ciones Unidas contra la Droga y el Delito km desde su nacimiento hasta su desem- américa y del mundo. estaba cubierta por bosques, mientras que (UNODC 2010), el área total de cultivos bocadura en el Orinoco, con una cuenca de en la década de los 80 la cobertura bosco- ilícitos (coca) se redujo en Colombia de 103.052 km2 y rendimiento de 63 l/s/km2 Según Weibezahn (1987), la velocidad pro- sa fue de 33,08%; es decir, en 50 años se 81.000 ha a 68.000 ha (-16%) entre 2008 (Marín 1992). El caudal en su parte alta es medio de la corriente del Orinoco antes de perdieron aproximadamente 105,13 km2 y 2009. A pesar de la reducción a nivel na- de 442 m3.s-1, que se incrementa paulati- la confluencia con el Guaviare es de 0,71 (tasa de deforestación de 1,5% por año) y cional el único aumento se presentó en la namente al recibir varios afluentes, hasta m.s-1, después de recibir este río se incre- de seguir con dicha tasa, la cobertura bos- región Meta - Guaviare (+464 ha), de este llegar a los 5.200 m3.s-1 en su encuentro menta a 1.03 m.s-1, antes de la desembo- cosa para el año 2045 será de aproximada- incremento el 53% de los lotes nuevos en con el Orinoco (Ramírez-Gil y Ajiaco-Mar- cadura del río Meta ha disminuido a 0,85 mente el 10% en el piedemonte casanare- 2009 se originó por tala de bosques exis- tínez 2001). m.s-1 y después de la desembocadura de ño (Viña et. al. 1995, citado en Resolución tentes en 2008, especialmente en el Par- este río, se incrementa a 0,94 m.s-1. 200.15.07-0702 del 31 de Julio de 2007 que Nacional de Nukak en el departamen- Río Arauca. Nace en el Páramo Almorza- Corporinoquia). Resultados similares se to de Guaviare que llegó a 1.102 hectáreas dero a 3.860 m s.n.m. Este río tiene 1.250 La carga de sedimentos del río Orinoco están encontrando en un estudio reciente de coca (+7%) y el Parque Nacional Sierra km, de los cuales 278 km recorren territo- antes de la confluencia con el río Guavia- que compara imágenes Landsat y CBERS de la Macarena que llegó a 676 hectáreas

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(+16%), siendo este último el más interve- consigo contaminación de los cada vez me- nido por la colonización a tal punto que ha nores recursos hídricos. tenido que ser realinderado. Hidrología El creciente aumento de la ganadería y los monocultivos especialmente de arroz En términos generales las lluvias en la y palma africana, están generando tam- Orinoquia varían considerablemente de bién una fuerte presión sobre el recurso oriente a occidente; estas van de 2.174 mm hídrico, no sólo por la transformación y en Puerto Carreño a 3.500 mm por año destrucción de ecosistemas estratégicos en la región del piedemonte y de norte a debido a la deforestación y drenaje de sue- sur estas pasan de 1.300 mm en Arauca a. b. los, como también por la demanda que a 3.173 mm anuales en Inírida (Ojeda y estas actividades requieren del recurso Arias 2000). Este régimen de precipitación agua. Se estima que para producir un kilo es monomodal, con lluvias que van de abril de arroz se requiere 3.000 litros de agua, a diciembre y periodo seco de enero a mar- para un kilo de carne 16.000 litros (FAO- zo, e inciden directamente en el volumen IFAD 2006) y la palma africana en una de agua de los ríos, caños, lagos y rebalses. plantación típica, requiere el consumo de En especial los ríos Orinoco y Guaviare 364 litros diarios por palma. Teniendo en pueden variar de nivel entre nueve y doce cuenta que por hectárea se siembran 143 metros de verano a invierno (Figura 2), palmas (Ramírez 2008), entonces una mientras que la variación de los ríos Arau- hectárea consume 52.052 litros/día. En un ca y Meta, alcanza entre tres y seis metros, año, los departamento del Meta y Casa- debido a la pérdida de cauce, por efecto de c. d. nare que tiene sembradas 121.727 ha de las actividades antrópicas. palma africana (ENA 2008), habrán con- sumido 2,3 billones de litros. Esas variaciones periódicas de nivel de los ríos, desempeñan importante papel en la En el 2009, el Meta fue el departamento dinámica y estructura de los diferentes que mayor número de hectáreas desti- sistemas acuáticos de la Orinoquia e influ- nó a las actividades agrícolas y pecuarias yen directamente no sólo en la profundi- (313.105 y 4.748.549 ha, respectivamen- dad, velocidad del agua y área inundada, te), mientras que en bosque el área es ape- sino también en los parámetros físicos, nas de 221.183 ha (ENA 2009). químicos y bioecológicos de los sistemas.

Como consecuencia de esta pérdida de co- Pesquería de especies bertura boscosa, especialmente en el río comerciales de consumo e. f. Meta, se presenta disminución de caudal y creciente aumento de la sedimentación Número de pescadores que conduce a la pérdida de espacio vital A nivel de la pesca artesanal comercial, a. Río Atabapo. Foto: C. Lasso para las poblaciones de peces. Este pro- la cuantificación del número de personas b. Laguna Bolívar, río Orinoco. Foto: C. Lasso blema se agudiza sí se tiene en cuenta el dedicadas directamente a la extracción del c. Puerto de desembarco en Puerto Inírida. Foto: C. Lasso progresivo desarrollo agropecuario de la recurso pesquero ha sido siempre un pro- d. Río Guaviare, aguas bajas. Foto: C. Lasso región, el crecimiento urbano y última- blema de difícil solución en Colombia, al e. Laguna adyacente al río Dagua (Vichada). Foto: A. Castro cual no escapa la región de la Orinoquia. f. Río Vichada. Foto: A. Castro mente la explotación petrolera que traerá

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Tabla 1. Número de pescadores carnetizados por subcuencas en la Orinoquia colombiana. Fuente: esti- maciones basadas en registros del *ICA e **INCODER de los años 2009 y 2010.

Región Número de pescadores Alto Guaviare (San José del Guaviare) 621* Bajo Guaviare (Barrancominas, Inírida) 280** Río Vichada (Cumaribo y Santa Rita) 98** Alto Meta 843* Bajo Meta (Santa Rosalía, La Primavera, Puerto Carreño) 146** Río Orinoco (Puerto Nariño) 20** Río Arauca 450**

Figura 2. Niveles y períodos hidrológicos de los ríos Orinoco, Arauca, Meta y Guaviare-Inírida en al año 2006. Fuente: Ideam (2008 a, b, c, d). locarlos, revisarlos y retirarlos, una vez se tienen una longitud promedio de 50 m y termina la faena de pesca; dentro de este abertura de ojo superior a los 20 cm, que tipo se encuentran mallas o redes estacio- se emplean en el río Meta (Ramírez-Gil Los principales factores que impiden que ro de pescadores carnetizados por la auto- narias, rendales o rameros, calandrios, ca- y Ajiaco-Martínez 1988) para la pesca de se pueda tener una cifra precisa son: ridad pesquera, que contabiliza en reali- cures y nasas. A continuación se describe Zungaro zungaro; el chinchorro babosero, dad, la cantidad de personas que llegan a brevemente cada uno de ellos. para la pesca de B. platynemum, con aber- • La amplia dispersión de los pescado- las oficinas a solicitar dicho documento o tura de malla de 14 a 16 cm y el nicurero, res (colonos e indígenas), dado que la que son registradas en visitas esporádicas Atarraya. Es una red circular con ploma- para la captura de Pimelodus blochii, con región es muy amplia con pocas con- y puntuales de funcionarios de la entidad das en los extremos que se lanza sobre los abertura de 6 a 8 cm. centraciones urbanas y las personas a diferentes municipios o corregimientos peces y al cerrarse quedan atrapados den- que realizan la actividad, se encuen- alrededor de los cuales se adelanta la pes- tro de ella. Redes. Red agallera con la relinga supe- tran no sólo en los cauces principales quería. Siendo esta la única fuente vigente rior con boyas y la inferior sin plomadas; de los ríos sino también en afluentes, y actualizada de información, se estima Arpón. Vara de madera de aproxima- es usada de forma pasiva, denominada caños, lagunas y planos inundables de que hay aproximadamente 2.458 pescado- damente 1 m de longitud con una punta malla estacionaria, o de forma activa, de- difícil acceso, lo que genera subesti- res en la cuenca (Tabla 1). metálica en un extremo, que a su vez está jándola llevar de la corrien­te, llamándola maciones en los registros. unida a un cordel corto. malla rodada. En el río Meta, las redes • La estacionalidad de la pesca, con pe- Artes y métodos de pesca estacionarias tienen longitud promedio ríodos de abundancia, como son los Flecha. Vara de madera con punta metá- de 24 m, con abertura de malla de 18 cm de aguas descendentes, bajas y ascen- Los artes de pesca utilizados para la pesca lica, lanzada con arco fabricado con la cor- (Ramírez-Gil y Ajiaco-Martínez 1988). La dentes, en los que se incrementa el de especies de consumo en la Orinoquia se teza de árboles de la zona. longitud de las rodadas está entre 20 y 150 número de personas en la pesquería y pueden dividir en dos grandes clases, ar- m, con abertura de malla de 18 cm para la con épocas de bajas capturas, con muy tes activos y artes pasivos. Como activos Chinchorro. Red de arrastre que tiene pesca bagres medianos como Brachyplatys- pocos pescadores permanentes. se consideran aquellos en los que para su una relinga de flotación con boyas y otra toma platynemum (baboso) y de más de 20 operación se requiere la intervención di- de fondo con plomadas. Si bien este arte cm con la que se capturan Piaractus bra- Llevar un registro más preciso de la acti- recta de las personas, como son atarraya, de pesca está prohibido por la reglamenta- chypomum (cachama) y grandes bagres. En vidad requiere de alta inversión tanto de arpón, flecha, chinchorros y redes de de- ción su uso es generalizado, en especial en el sector de Inírida, estas redes tienen lon- personal como de transporte, por ello, la riva (mallas), los pasivos incluyen aquellos el río Meta. Hay varias versiones de este gitud promedio de 95 m y abertura de ma- información comúnmente utilizada para que son dejados en los cuerpos de agua y la chinchorro, dentro de las cuales se tiene lla de 15 cm (Pineda-Argüello et al. 2001). la cuantificación de pescadores es el núme- intervención del pescador consiste en co- el chinchorro amarillero o manta, que En el río Orinoco, la longitud promedio de

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estos aparejos es de 60 m y luz de malla de por donde pasa la corriente, de modo que Tabla 3. Aporte a las capturas (%) por arte de pesca en los ríos Meta y Guaviare en el año 2007. Fuente: 18 cm (Ajiaco-Martínez et al. 2001). esta arrastre los peces que quedan atra- MADR-CCI (2008), cálculos Ramírez-Gil (2010). pados en el aparejo, ya que no se pueden Guaral, rendal o ramero. Línea com- devolver. Río Meta Río Guaviare puesta por anzuelo, cordel y plomada, con Arte de pesca Alto Bajo Alto Bajo o sin boya. De acuerdo con la forma de uso Nasa. Canasta cónica elaborada con la Atarraya 13,2 1,5 - - reciben denominaciones diferentes. Si se corteza de algunas plantas, que funciona ata a ramas en las orillas se le conoce como como trampa. Arpón y careta - - - 27,4 rendal, si se deja a la deriva en el río con Flecha - - - 0,3 una boya, se llama boya suelta y si lo lanza Mano. En los últimos años se ha iniciado Chinchorro 17,7 2,9 0,5 - directamente el pescador se dice que es un la práctica de captura de mapurito Calo- Malla estacionaria 4,8 25,4 2,7 36,7 guaral. physus macropterus con vísceras de mamí- feros que se arrojan al cauce. Cuando los Malla rodada 52,0 30,3 80,5 6,1 Calandrio o espinel. Está conformado mapuritos se acercan a alimentarse de es- Anzuelo 12,3 8,1 8,2 22,9 por una cuerda larga sujeta a boyas o a tas, los pescadores aprovechan la concen- Calandrio - 16,3 5,2 - palos fijos en los extremos, formando una tración de ejemplares y los capturan con la Cacure - - - 1,1 línea de flotación a la que van unidos cor- mano. deles equidistantes con anzuelos en los ex- Nasa - - - 5,6 tremos. En el río Meta Ajiaco-Martínez et La frecuencia de uso de estos artes, repor- Mano - 15,4 2,8 - al. (2001), los describen con longitud de 26 tada por Ramírez et al. (1997), se presenta m y 14 anzuelos; para el área de influencia en la tabla 2. de Inírida el reporte es de calandrios con Captura por unidad de esfuerzo entre 7.742 t y 1.024 en el 2008 (Figura promedio de 240 m de largo y 70 anzuelos En cuanto al aporte en los desembarcos, (CPUE) 3). Es de tener en cuenta que la forma de (Pineda-Arguello et al. 2001). en el 2007, la malla rodada fue el arte de obtención de la información ha variado en pesca que más aportó a las capturas en los Al igual que la estimación de número de los últimos cuatro años. Hasta el 2005 los Cacure. Encierro en forma de corazón, ríos Meta y Guaviare, en tanto que en el pescadores, la captura por unidad econó- datos registrados correspondían a salvo- con una entrada pequeña, este aparejo es bajo Guaviare es la malla estacionaria (Ta- mica de pesca debe basarse en observacio- conductos de movilización de productos elaborado con varas delgadas unidas con bla 3). nes directas de campo, mediante investi- pesqueros; este era un documento que se bejucos. Se atraviesa en caños pequeños gaciones que cubran por lo menos un ciclo expedía a los comerciantes para transpor- anual y que conlleve acompañamiento de tar el producto por carreteras nacionales las faenas de pesca y adecuada caracteri- o por vía aérea. La información reportada zación de las diferentes unidades econó- por los comerciantes nunca se validaba. Tabla 2. Frecuencia de uso (%) de diferentes artes de pesca en la región de la Orinoquia colombiana. micas. De este parámetro pesquero sólo se Así, dados los problemas de comunicacio- tiene información de la década de los 90, nes en la región, los comerciantes al mo- Río Río Meta Río Guaviare Río Río ya que no hay evaluaciones recientes. La mento de pedir sus salvoconductos para Arte Arauca Alto Bajo Alto Bajo Inírida Orinoco mayor CPUE encontrada en la región se enviar a los sitios de acopio, reportaban Atarraya 100 62 50 70 33 33 57 reportó para el sector del Brazo Bayonero el peso máximo que pudieran transportar del río Arauca en el verano de 1984, la más los camiones o el avión, pero sin tener cer- Arpón 17 28 - - - - - baja se registró en la parte alta del río Gua- teza de las verdaderas cantidades acopia- Flechas - 24 - - - 25 - viare en el año 1979 (Tabla 4). das, lo que generó sobreestimación de las Chinchorro - 47 - - - - 14 cifras pesqueras regionales. Mallas 33 72 54 63 100 100 43 Desembarcos A partir del 2006, las cifras que se presen- Anzuelos 70 100 100 - - 100 - Los reportes de desembarcos en la Orino- tan corresponden a los registros de desem- Calandrio - 80 38 8 25 - - quia en los últimos 15 años han variado barcos tomados diariamente en los centros

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Tabla 4. Estimaciones de captura por unidad de esfuerzo en varios sitos de la Orinoquia colombiana. estabilidad en el nivel de los desembarcos aguas bajas (enero a marzo), dado que el *En la época de verano; **Sector del Brazo Bayonero; *** Aguas altas. regionales. bajo nivel de las aguas facilita las faenas de pesca, muchas de las especies realizan En la Orinoquia se observa una estaciona- migraciones laterales abandonando el pla- CPUE Subcuenca Año Fuente lidad marcada en los volúmenes desembar- no inundable para ingresar en los cauces (kg/UEP/día) cados (Figura 4). Así, las mayores cantida- principales de los ríos, donde se concen- 23,3 1990 des correspondan a los períodos de aguas tran facilitando la labor de los pescadores. Arauca* Ramirez-Gil et al. (1997) 60,2** 1984 descendentes (septiembre a diciembre) y Río Meta (parte alta) 14,27 1983/1984 Garzón y Valderrama (1988) Río Meta (parte baja) 27,7 1998/1999 Ajiaco-Martínez et al. (2001) Río Guaviare 10,22*** 1979 Garzón y Valderrama (1982) (parte alta) 5,66* 13,5 1998/1999 Pineda-Arguello et al. (2001) Río Guaviare Ramírez-Gil y Ajiaco- 27* 1990 (parte baja) Martínez (1990) 10,36 Garzón (1984 a)

Figura 4. Estacionalidad de los desembarcos en la cuenca del Orinoco. Periodo: 2007-2009. Fuente: MADR-CCI (2008, 2009, 2010).

Especies en cuanto a número de géneros (28) y de especies (33), seguido por los Characifor- En los desembarcos de toda la región se mes, a pesar de este último ser reconocido reportan aproximadamente 68 especies ampliamente como el de mayor diversidad comercializadas (Anexo 1), pertenecien- en la Orinoquia Colombiana (Lasso et al. tes a cuatro órdenes, 17 familias y 52 gé- 2004). Figura 3. Serie histórica de desembarcos de producto pesquero de consumo en la Orinoquia colom- neros (Tabla 5). En esta última se puede biana. Periodo: 1995-2009. Fuente: Boletín Estadístico INPA (1996, 1997, 1999, 2001), Incoder-CCI apreciar que la explotación pesquera en Un comportamiento semejante se puede (2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007), MADR-CCI (2008, 2009, 2010). la Orinoquia colombiana se fundamenta observan en las diferentes subcuencas principalmente en dos grandes ordenes, (Tabla 6), en los cuales priman el Orden los Characiformes y Siluriformes, que en Siluriformes, en cuanto a número de es- de acopio de Arauca, Puerto López, Puerto que operan estacionalmente, por lo que la conjunto representan el 83,8% de las es- pecies explotadas por las pesquerías (23), Carreño, San José del Guaviare e Inírida. cantidad desembarcada de la región pue- pecies comercialmente apetecidas para el seguida por los Characiformes (22), con Sin embargo, aquí no se tienen en cuenta de ser mayor. Es de notar que desde que consumo humano. Igualmente, se puede ligeras variaciones entre los ríos, más de- los desembarcos en centros de acopio me- se tienen reportes diarios, la cifra ha va- observar que de estos dos órdenes, los bido al sitio donde fueron recopilados los nores que no son cabeceras municipales y riado entre 1.024 t y 1.103 t, lo que indica Siluriformes son los más representativos registros, que por diferencias en cuanto

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Tabla 5. Principales órdenes, cantidad (número y porcentaje) de familias, géneros y especies de consu- la Orinoquia colombiana son 80 las espe- mayor seguimiento a la pesquería de espe- mo explotadas comercialmente en la Orinoquia colombiana. cies de interés pesquero (entre consumo de cies de consumo en la Orinoquia colom- subsistencia, local y comercial). biana. En el análisis de los desembarcos Orden Familias % Géneros % Especies % anuales se observan cambios en la com- Clupeiformes 1 5,88 1 1,92 2 2,94 Dentro de los Siluriformes, las especies posición de las capturas comercializadas, de mayor abundancia en los desembarcos así en los primeros años (1979), dentro de Characiformes 7 41,18 18 34,62 24 35,29 han sido Pseudoplatystoma orinocoense (= las especies que más biomasa aportaban a Perciformes 2 11,76 5 9,62 9 13,24 Pseudoplatystoma fasciatum) y P. metaense las capturas estaban B. rousseauxii, B. fila- Siluriformes 7 41,18 28 53,85 33 48,53 (= Pseudoplatystoma tigrinum) (bagre raya- mentosum, Colossoma macropomum, Sorubi- Total 17 52 68 do y bagre tigre) (antes Pseudoplatystoma michthys planiceps y B. juruense, que poste- orinocoense y P. metaense), Zungaro zungaro riormente disminuyeron su frecuencia de (amarillo), Brachyplatystoma rousseauxii aparición y fueron reemplazadas por espe- Tabla 6. Número de especies de consumo comercializadas por subcuenca en la Orinoquia colombiana. (dorado), Calophysus macropterus (mapuri- cies de menor tamaño y bajo valor comer- to), Phractocephalus hemiliopterus (cajaro) cial como Prochilodus mariae, Pimelodus y Brachyplatystoma platynemum (baboso). “blochii”, Hydrolycus armatus, Pterodoras Orden Arauca Meta Guaviare Inírida En el grupo de los Characiformes incluye a rivasi, Mylossoma duriventre y B. vaillantii. Clupeiformes 2 2 2 1 Prochilodus marie (bocachico), Mylossoma Se desconoce a ciencia cierta la causa de Characiformes 14 20 12 22 duriventre (palometa) y Piaractus brachypo- ésta rápida reducción en el río Meta, pero Perciformes 2 5 3 9 mus (cachama) (Figura 5). se presume que estas tengan un menor Siluriformes 16 22 23 23 tamaño poblacional y su estabilidad en el Esta representatividad en las capturas ha sistema se vea afectada por la explotación Total 34 49 40 55 venido cambiando con el tiempo, tal como pesquera o que los fenómenos ambientales ha sido observado por Ramírez-Gil y Ajia- generados por el avance agrícola, pecua- co-Martínez (2002) en la parte alta del río rio, industrial y de infraestructura tam- a la presencia de las especies a lo largo de Es importante resaltar que esta informa- Meta (Figura 6), en Puerto López, sitio de bién estén influyendo en su disminución. las subcuencas. Esto es, cuando los regis- ción está basada en los registros de des- tros se toman hacia las partes más altas embarco y por tanto el número de especies de ríos, como en el caso del río Guaviare, comercializadas puede ser mayor al regis- donde predominan las especies de Silu- trado aquí, pues los pescadores y recoge- riformes y en la medida que se desciende dores no acostumbran llevar especies de tiende a ser más equilibrada con la canti- poco valor comercial al centro de acopio y dad de especies de Characiformes explo- son utilizadas para consumo familiar, por tada por la pesca comercial. Sin embargo, tal razón no quedan registradas en las ba- el tipo de agua de las subcuencas, aparen- ses de datos estadísticos. Adicionalmente temente es el factor que más influye en la identificación plena de algunas de estas la distribución de las especies, ya que en especies aún no está claramente estable- los ríos de aguas blancas (Arauca, Meta y cida en los registros pesqueros, como por Guaviare) se captura primordialmente es- ejemplo Crenicichla spp, Cichla spp, Geopha- pecies de Siluriformes, mientras que en los gus spp. Históricamente se han registrado ríos de aguas más claras o negras (Orinoco diferentes especies y bajo el nombre de ca- e Inírida) abunda la captura de especies de charro se agrupan algunas especies de ba- Characiformes, tal como fue señalado por gres y diferentes especies de cáracidos con Ajiaco-Martínez et al. (2001), al comparar tallas inferiores a la mínima permitida. Figura 5. Composición por especie de las capturas desembarcadas en cinco puertos de la Orinoquia co- los desembarcos de los ríos Meta y Orino- Lo anterior explica en parte la afirmación lombiana (Arauca, Puerto López, Puerto Gaitán, Puerto Carreño, San José Guaviare e Inírida). Periodo: co a la altura de Puerto Carreño. de Lasso et al. (2011), que señala que en 2009. Fuente: MADR-CCI (2010).

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Figura 7. Desembarcos históricos (1979 a 2009) de nueve especies de importancia comercial en Puerto López, Meta. Años 1979-1986 de P. metaense y P. orinocoense, estimados a partir de desembarcos totales Figura 6. Variación en la composición por especie de las capturas desembarcadas en el municipio de de las dos especies con base en la proporción promedio de los demás años. Fuente: Valderrama-Barco y Puerto López. Periodo: 1979, 1989, 1999 y 2009. Barras verdes, especies que disminuyen aporte en Garzón-Franco (1982), Garzón-Franco (1984b), Paredes (1985), Ramírez-Gil (1987), Ajiaco-Martínez y desembarcos. Barras azules, especies ingresan a primeros lugares de desembarcos. Fuente: Ramírez-Gil Ramírez-Gil (1988a, 1988b, 1990, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, y Ajiaco-Martínez (2002), MADR-CCI (2010). 2006), Ajiaco-Martínez (1991a, 1991b, 1992), Incoder-CCI (2007), MADR-CCI (2008, 2009, 2010).

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Al observar los desembarcos por especie, metaense y Zungaro zungaro, las cuales en abandono de la actividad por parte de los barco no permite hacer inferencias sobre se aprecia el estado crítico de las especies el 2009 presentaron niveles de desembar- pescadores para ir a trabajar en las petrole- las tendencias en las capturas de estos B. filamentosum, B. rosseauxii, C. macropo- co similares a los alcanzados en los años ras ya que les genera mejores ingresos eco- puertos. mum, y S. planiceps, con una drástica dis- 1987-1988. Para B. vaillantii, histórica- nómicos. Es posible que adicionalmente el minución en los volúmenes comercializa- mente se han observado oscilaciones en incremento en los desembarcos de Puerto Comercialización del producto dos en Puerto López (Figura 7), sin que se las cantidades comercializadas con cua- López, responda a fenómenos meteoroló- evidencie ningún indicio de recuperación. tro registros máximos en los años 1983, gicos que han facilitado la recuperación En la Orinoquia, no se lleva a cabo nin- De estas, solo C. macropomum y S. planiceps 1987, 1997 y 1999, encontrando que en el de las poblaciones de algunas especies, tal guna clase de procesamiento al producto tienen el período reproductivo protegido año 2009 se reportó una cifra superior a como ha sido observado en Prochilodus ma- fuera del eviscerado o en caso de los bagres por una veda, sin embargo a pesar de esa las registradas en el período del 1995 al riae en la cuenca del Orinoco. de talla superior a 1 m longitud estándar medida, no se observa aumento en la po- 2002 (exceptuando los picos antes men- (LE), el descabezado, para facilitar su aco- blación que se refleje en los volúmenes co- cionados). En los demás sitios muestreados de la pio. El 50% del producto llega enhielado mercializados, es posible que la degrada- Orinoquia se registran oscilaciones en al puerto, el 33% en estado fresco, el 11% ción del bosque de galería haya impactado Las cantidades totales de pescado comer- las capturas atribuibles al riesgo e incer- seco-salado y el 6% congelado. El seco-sa- en C. macropomum, ya que por sus hábitos cializado anualmente en Puerto López tidumbre de la actividad pesquera (Tabla lado se observa durante los tres primeros alimenticios (hervíbora), depende de la presentan variaciones con el tiempo, ya 7). Sin embargo, el poco tiempo de segui- meses del año, y corresponde a producto vegetación circundante. En otro grupo de que después de 24 años y una profunda miento continuo a estos centros de desem- capturado en el último trimestre del año especies se visualiza una tendencia hacia crisis en las capturas, se ha vuelto a ob- la recuperación, alrededor del año 1997 y servar en los últimos años los volúmenes Tabla 7. Desembarcos anuales en centros pesqueros muestreados de la Orinoquia colombiana. posterior a la implementación de la veda de pesca similares a los alcanzados en los en la región (año 1995). Dentro de estas años 80 (Figura 8). Sin embargo, en Puerto Sitio Año Desembarcos (t) Fuente especies se reportan a B. juruense, B. pla- Gaitán se presenta un efecto contrario en 1995 724,7 tynemum, Pseudoplatystoma orinocoense, P. los desembarcos, debido principalmente al Ramírez-Gil et al. (1997) 1996 488,3 2006 550,4 Incoder-CCI (2007) Arauca 2007 398,7 MADR-CCI (2008) 2008 482,6 MADR-CCI (2009) 2009 371,5 MADR-CCI (2010) 1998 188,6 Ajiaco-Martínez et al. (2001) 2007 69 MADR-CCI (2008) Puerto Carreño 2008 85,7 MADR-CCI (2009) 2009 100,2 MADR-CCI (2010) 2006 146 Incoder-CCI (2007) San José del 2007 172,1 MADR-CCI (2008) Guaviare 2008 151,6 MADR-CCI (2009) 2009 99,4 MADR-CCI (2010) 1998 241 Pineda-Arguello et al. (2001) 2006 112 Incoder - CCI (2007) Bajo Guaviare e 2007 270,1 MADR-CCI (2008) Inírida Figura 8. Cantidad de pescado desembarcado en Puerto López y Puerto Gaitán, parte alta del río Meta. 2008 118,1 MADR-CCI (2009) Periodo: 1983-2009. Fuente: Ramírez-Gil y Ajiaco-Martínez (2002), Incoder-CCI (2007), MADR-CCI (2008, 2009, 2010). 2009 249 MADR-CCI (2010)

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anterior, que se conserva de esa manera PA-MADR-CCI 2009). Desde los dos sitios • Llevar a bordo o emplear aparejos de nima en 18 cm; para las mallas estaciona- para la venta en la temporada de cuares- es transportado congelado por vía aérea. especificaciones que no correspondan rias la longitud no debe superar los 100 m, ma, cuando es muy apreciado. a las permitidas. la altura los 8 m y la luz de malla debe ser Los desembarcos en San José del Guaviare • Desecar, taponar, variar o bajar el inferior a los 18 cm. Las mallas en ningún Rutas de comercialización tienen como principal destino el Munici- nivel de los ríos, lagunas, ciénagas momento pueden ocupar más de la mitad pio de Granada a donde se lleva el 48% del o cualquier otro cuerpo de agua, sin del ancho del cauce donde se utilicen. Se Las rutas de comercialización varían de total, el 31% se consume localmente, el permiso de la autoridad competente. prohíbe el uso del chinchorro como arte acuerdo con las zonas de pesca. De mane- 13% en Bogotá y el 8% restante en Villa- • Abandonar en las playas y riberas o de pesca en toda la Orinoquia colombiana. ra general en los puertos de desembarco vicencio (SIPA-MADR-CCI 2009). En esta arrojar al agua desperdicios, sustan- se tienen cuartos fríos donde se congela región el producto se transporta congela- cias contaminantes u otros objetos En la tabla 8, se presentan las tallas mí- el pescado que ha de ser transportado a do por vía terrestre. que constituyan peligro para la nave- nimas reglamentaria de las especies que los mercados fuera del área de pesca. Las gación, la circulación o la vida. fueron reguladas con esta disposición. especies que se destinan a estos mercados De la región del bajo Guaviare (Inírida y • Pescar, procesar y comercializar ejem- son los bagres como rayados, amarillo, Barrancominas), las capturas tienen como plares que no cumplan con las tallas El Acuerdo N° 0008 de 1997 del Inpa, es- dorado, baboso, apuy, valentón, nicuro, y principal destino la ciudad de Bogotá mínimas establecidas, salvo excepcio- tablece una veda de recursos pesqueros especies de escama como la cachama y el (49%), seguido del consumo local (35%) y nes que establezcan la ley o el regla- para el consumo humano en la Orinoquia bocachico. Para consumo local se destinan hacia Villavicencio el 16% (SIPA-MADR- mento. colombiana, que comprende los departa- la palometa, curvinata, payara, los cícli- CCI 2009). El pescado se transporta con- mentos de Arauca, Casanare, Meta, Vicha- dos, los serrasálmidos, en general peces de gelado por vía aérea. Parte del producto Particularmente, para la Orinoquia co- da, Guainía, Vaupés y Guaviare, entre el 1 escama y de pequeño porte. llevado a Villavicencio tiene como desti- lombiana, la Resolución de Inderena N° de mayo y el 30 de junio de cada año. En no final la ciudad de Bogotá, es producto 1087 de 1981, reglamenta los artes de pes- este período se prohíbe el acopio, trans- El 52% del producto capturado en el área procedente de Barrancominas que por el ca y establece las tallas mínimas de cap- porte y comercialización de productos de influencia de Arauca se vende princi- tipo de aeropuerto sólo llegan aviones tipo tura para las principales especies de con- pesqueros de consumo; solo los pescadores palmente en Bogotá, el 40% se consume DC3 que no están autorizados para ate- sumo. Esta norma fija la longitud máxima podrán vender el pescado obtenido en las en el municipio de Arauca y el 8% en Yopal rrizar en Bogotá, entonces descargan en de la malla estacionaria en 40 m, la altura faenas en las zonas de pesca. (SIPA-MADR-CCI 2009). Villavicencio y luego siguen en furgones máxima en 6 m y la abertura de malla mí- climatizados hacia Bogotá. El pescado procedente de la región del alto Meta (desde Bocas del Guayuriba a Oro- Reglamentación pesquera Tabla 8. Tallas mínimas de captura de especies reglamentadas en la Orinoquia. cué), se queda para la comercialización vigente local en un 61%, dado que la industria Talla mínima Nombre científico Nombre válido actual petrolera ha generado un aumento en la De manera general sobre la actividad pes- (cm LE) población y de este producto se surten los quera en la región de la Orinoquia, están Paulicea luetkeni Zungaro zungaro 80 casinos y restaurantes que atienen opera- vigentes las disposiciones de la Ley 13 de Brachyplatystoma juruense Brachyplatystoma juruense 50 rios de las empresas; el producto restante 1990 y su Decreto Reglamentario 2256 de se vende en Villavicencio (36%) y a Bogotá 1990 que prohíbe entre otros: Goslinia platynema Brachyplatystoma platynemum 62 solo se transporta el 3% (SIPA-MADR-CCI Pinirampus pinirampu Pinirampus pirirampu 40 2009). • Extraer recursos declarados en veda o Brachyplatystoma vaillantii Brachyplatystoma vaillantii 40 de áreas reservadas. Prochilodus mariae Prochilodus mariae 27 En la parte baja del río Meta, el pescado • La pesca con métodos ilícitos tales capturado en los municipios de La Pri- como el empleo de materiales tóxi- Piaractus brachypomum Piaractus brachypomum 51 mavera y Puerto Carreño en el Vichada se cos que entrañen peligro para la vida Phractocephalus hemiliopterus Phractocephalus hemiliopterus 65 comercializa de manera local (76%) hacia humana o los recursos pesqueros, así Ageneiosus brevifilis Ageneiosus inermis 35 Bogotá el 17% y en Villavicencio el 7% (SI- como llevar a bordo tales materiales. Colossoma macropomum Colossoma macropomum 60

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Talla mínima Nombre científico Nombre válido actual (cm LE) Brachyplatystoma flavicans Brachyplatystoma rousseauxii 85 Callophysus macropterus Calophysus macropterus 32 Plagioscion squamosissimus Plagioscion squamosissimus 32 Sorubimichthys planiceps Sorubimichthys planiceps 95 Mylossoma duriventre Mylossoma duriventre 24 Hydrolicus scomberoides Hydrolycus armatus 55 Pseudoplatystoma fasciatum Pseudoplatystoma spp 65 Pseudoplatystoma tigrinum a. b. Sachsdoras sp. Pterodoras rivasi 60 Oxidoras niger Oxidoras niger 55 Brachyplatystoma filamentosum Brachyplatystona filamentosum 100 Brycon sp. Brycon sp. 28 Leiarius marmoratus Leiarius marmoratus 44 Semaprochilodus laticeps Semaprochilodus laticeps 35

Consideraciones finales ha sido la cuota de sacrificio concertada que tanto el gremio de pescadores como de Si bien los desembarcos pesqueros de comerciantes han pagado para garantizar c. d. consumo en los puertos monitoreados de la estabilidad de las captura. Este esfuer- la Orinoquia colombiana han permane- zo a futuro puede ser en vano, sí continúa cido estables en los últimos cuatro años, el crecimiento desordenado de los centros la sostenibilidad de los mismos depende urbanos con un inadecuado manejo de las fundamentalmente de la conservación de aguas negras, el aumento de las industria, los ecosistemas de la cuenca. Esto impli- la actividades comerciales y de servicio ca un reto para la región ya que se deberá que poco respeto muestran con el ambien- armonizar el desarrollo económico con un te, el creciente desarrollo de la explotación adecuado manejo ambiental, el cual hasta petrolera sin las correspondientes medi- el momento no se ha dado, generando una das de manejo de descargas y de mitiga- seria amenaza sobre los recursos hidrobio- ción ante eventos de derrames y la conti- lógicos y consecuentemente los pesqueros. nua deforestación de los bosques para dar paso a la ganadería y a los cultivos lícitos e e. f. La medida adoptada por las autoridad ilícitos. Este panorama nos muestra que la pesquera en los años 1995 a 1997, de es- responsabilidad de la conservación de los a. Arte de pesca: cacure. Guanía. Foto: R. Ajiaco tablecer una veda a la comercialización, recursos hidrobiológicos y pesqueros, re- b. Pescador indígena en el río Vichada. Foto: F. Gómez acopio y transporte de los recursos pes- cae en gran medida sobre las autoridades c. Pesca artesanal bocón, río Inírida. Foto: C. Lasso queros de la Orinoquia, durante el período ambientales, que son las llamadas a ga- d. Pesca artesanal, Cichla temensis. Foto: C. Lasso reproductivo de la mayoría de las especies rantizar la restauración y/o conservación e. Pesca de subsistencia, río Guaviare. Foto: C. Lasso ícticas de interés comercial (mayo y junio), de los ambientes acuáticos y terrestres que f. Sartas de pescado Puerto Inírida. Foto: C. Lasso

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sustentan los recursos pesqueros actual- Meta) Orinoquia, 1990. Informe técni- pez (Meta), en 1996. Informe técnico • Departamento Nacional de Estadística- mente aprovechados. co inédito. Inpa, Puerto López. 20 pp. inédito. Inpa, Puerto López. 13 pp. DANE. 1996. Encuesta Nacional Agro- • Ajiaco-Martínez, R. E. 1992a. Análi- • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- pecuaria. Resultados 1995, Bogotá, Co- Como parte de los recursos de la Orino- sis de la captura comercial de peces de Gil. 1998. Análisis de la captura co- lombia. 187 pp quia, se comparten con Venezuela, es consumo en Puerto López, Meta (Ori- mercial de peces de consumo en Puerto • Departamento Nacional de Planeación- necesario que se concreten acciones de noquia), 1991. Informe técnico inédito. López (Meta), en 1997. Informe técnico DNP 2010. Aspectos básicos grupo ét- armonización del manejo pesquero de la Inpa, Puerto López. 14 pp. inédito. Inpa, Puerto López. 15 pp. nico indígenas. 81 pp. Disponible en: cuenca, tema que se viene discutiendo des- • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez-Gil. • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- http://www.dnp.gov.co/PORTALWEB/ 1988a. Monitoreo de peces de consumo Gil. 1999. Análisis de la captura co- LinkClick.aspx?fileticket=CpCS1dVTQ de 1990, sin que se hayan logrado avances. en Puerto López. Subsistema Meta alto mercial de peces de consumo en Puerto f4%3d&tabid=273 Son cuatro aspectos en especial los que re- (Orinoquia), 1986. Informe técnico in- López (Meta), en 1998. Informe técnico • Domínguez, C. 1998. La gran cuenca quieren de la atención binacional: estadís- édito. Inderena, Villavicencio. 39 pp. inédito. Inpa, Puerto López. 17 pp. del río Orinoco. Pp 39-67. En: Domín- ticas pesqueras, temporadas de veda, artes • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez-Gil. • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- guez, C. Colombia Orinoco. Fondo FEN, y métodos de pesca y tallas mínimas. En 1988b. Análisis de la captura comercial Gil. 2000. Análisis de la captura co- Instituto de Estudios Orinoquenses, ese sentido los estudios requeridos para en el municipio de Puerto López, parte mercial de peces de consumo en Puerto Bogotá, Colombia. sustentar las medidas se deben hacer en alta del río Meta (Orinoquia), 1987. In- López (Meta), en 1999. Informe técnico • Encuesta Nacional Agropecuaria-ENA. conjunto con base en información toma- forme técnico inédito. Inderena, Villa- inédito. Inpa, Puerto López. 17 pp. 2008. Ministerio de Agricultura y Desa- da en los dos países, en especial sobre las vicencio. 50 pp. • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- rrollo Rural. Corporación Colombia In- especies migratorias. Así será posible esta- • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- Gil. 2001. Análisis de la captura co- ternacional. Bogotá, Colombia. 187 pp. blecer parámetros para toda la cuenca y no Gil. 1990. Análisis de la captura comer- mercial de peces de consumo en Puerto • ENA. 2009. Ministerio de Agricultura y como se viene haciendo actualmente, don- cial en el municipio de Puerto López, López (Meta), en 2000. Informe técnico Desarrollo Rural. Corporación Colom- de cada nación toma decisiones a partir parte alta del río Meta (Orinoquia), inédito. Inpa, Puerto López. 19 pp. bia Internacional. Bogotá, Colombia. únicamente de los datos que recoge dentro 1988. Informe técnico inédito. Indere- • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- 193 pp. de sus fronteras. na, Villavicencio. 19 pp. Gil. 2002. Análisis de la captura co- • FAO-IFAD. 2006. Water for food agri- • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez-Gil. mercial de peces de consumo en Puerto cultura and rural livelihoods. Pp. 243- A futuro se debe construir un esquema 1993. Análisis de la captura comercial López (Meta), en 2001. Informe técnico 274. En: Water a shared responsibility, de seguimiento binacional a las pesque- de peces de consumo en Puerto López inédito. Inpa, Puerto López. 17 pp. capitulo 7. Disponible en: http://www. (Meta), 1992. Informe técnico inédito. • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- unesco.org/water/wwap/wwdr/wwdr2/ rías de consumo de la cuenca del Orinoco, Inpa, Puerto López. 14 pp. Gil. 2003. Análisis de la captura co- pdf/wwdr2_ch_7.pdf mediante un sistema compatible de toma • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- mercial de peces de consumo en Puerto • Garzón, F. 1984a. Diagnóstico de las de información, actualizando de manera Gil. 1994. Análisis de la captura comer- López (Meta), en 2002. Informe técnico pesquerías de los peces de consumo en permanente la normativa, de modo que se cial de peces de consumo en Puerto Ló- inédito. Inpa, Puerto López. 18 pp. la comisaría del Guainía. Informe téc- pueda proteger el recurso, con prioridad pez (Meta), en 1993. Informe técnico • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- nico inédito. Inderena, Villavicencio, 24 en las especies que muestran estado críti- inédito. Inpa, Puerto López. 12 pp. Gil. 2006. Monitoreo a la captura co- pp. co señaladas en este capitulo. • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- mercial de peces de consumo en la Ori- • Garzon, F. 1984b. Monitoreo de los pe- Gil. 1995. Análisis de la captura comer- noquia colombiana. Informe técnico. ces de consumo en Puerto López, (Sub- Bibliografía cial de peces de consumo en Puerto Ló- Incoder-Nakuani. Villavicencio. 25 pp. sistema Meta, 1983-1984). Informe pez (Meta), en 1994. Informe técnico • Ajiaco-Martínez, R. E, L. M. Carrillo- técnico inédito. Inderena, Villavicencio. • Ajiaco-Martínez, R. E. 1991a. Análi- inédito. Inpa, Puerto López. 12 pp. Villar y H. Ramírez-Gil. 2001. La pesca • Garzón, F. y M. Valderrama. 1982. sis de la captura comercial de peces de • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- de especies de consumo en el área de Consideraciones acerca del esfuerzo, consumo en el municipio de Puerto Ló- Gil. 1996. Análisis de la captura comer- influencia de Puerto Carreño. En: Ra- producción, composición de la captura, pez parte alta del río Meta (Orinoquia) cial de peces de consumo en Puerto Ló- mírez, H y R. Ajiaco (Eds.). La pesca en artes pesqueros utilizados y caracterís- 1989. Informe técnico inédito. Indere- pez (Meta), en 1995. Informe técnico la baja Orinoquia, una visión integral. ticas del componente humano de las na, Puerto López. 19 pp. inédito. Inpa, Puerto López. 15 pp. Inpa. 240 pp. pesquerías. Informe técnico inédito. • Ajiaco-Martínez, R. E. 1991b. Análi- • Ajiaco-Martínez, R. E. y H. Ramírez- • Corporación Autónoma Regional de la Inderena, Villavicencio. 83 pp. sis de la captura comercial de peces de Gil. 1997. Análisis de la captura comer- Orinoquia- Corporinoquia. Resolución • Garzón, F. y M. Valderrama. 1988. Eva- consumo en Puerto López (Subsistema cial de peces de consumo en Puerto Ló- 200.15.07-0702 del 31 de Julio de 2007. luación de la captura y el esfuerzo de

192 193 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ORINOCO

F. Rojas

las pesquerías de consumo del alto río • Inpa. 2001. Boletín estadístico pesque- (Orinoquia) Informe técnico inédito. mírez-Gil, H. y R. E. Ajiaco-Martínez Meta, en la Orinoquia colombiana. Tria- ro colombiano 1999-2000. Bogotá, D. Inderena, Villavicencio. 154 pp. (Eds.). La pesca en la baja Orinoquia: nea 1: 209-228. C. Colombia. 139 pp. • Pineda-Arguello, I. Z., R. E. Ajiaco- una visión integral. Inpa, Bogotá, D. C. • Instituto de Investigación de Recursos • Lasso, C. A., J. I. Mojica, J. S. Usma, J. Martínez y H. Ramírez-Gil. 2001. El Colombia. Biológicos Alexander von Humbolt - Maldonado-O, C. DoNascimiento, D. recurso pesquero de consumo en el área • Ramírez-Gil, H. y R. E. Ajiaco-Martí- IAvH. 1997. Informe Nacional Sobre el C. Taphorn, F. Provenzano, Ó. Lasso- de influencia de Inírida, Guainía. Pp. nez. 2002. La pesca en la Orinoquia Estado de la Biodiversidad en Colom- Alcalá, G. Galvis, L. Vásquez, M. Lugo, 39-56. En: Ramírez, H y R. Ajiaco. 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C. Colombia. • Ramírez-Gil, H. y R. E. Ajiaco-Martí- Archivo en Excel. tación Puente Internacional, municipio 94 pp. nez. 1990. Breve descripción de la pes- • UNODC- Colombia. 2010. Colombia mo- de Arauca. 1 pp. • MADR– CCI. 2009. Pesca y Acuicultura quería (consumo y ornamental), en la nitoreo de cultivos de coca 2009, junio de • Ideam. 2008c. Valores medios de nive- Colombia. 2008. Corporación Colombia Orinoquia Colombiana limítrofe con 2010. Disponible en: http://www.unodc. les del año 2006, corriente Meta, esta- Internacional. Bogotá, D. C. Colombia. Venezuela. Informe técnico presentado org/documents/crop-monitoring/Co- ción Puente Lleras, municipio de Puerto López. 1 pp. 75 pp. en el Primer Seminario Colombo-Vene- lombia/Colombia-Censo-2009-web.pdf • Ideam. 2008d. Valores medios de nive- • MADR– CCI. 2010. Pesca y Acuicultura zolano Sobre Pesca Fluvial en Puerto • Valderrama-Barco, M. y F. Garzón-Fran- les del año 2006, corriente Guaviare- Colombia. 2009. Corporación Colombia Ayacucho (Venezuela). Informe técnico co. 1982. Monitoreo pesquero de consu- Inírida, estación Guayare, municipio Internacional. Bogotá, D. C. Colombia. inédito. Inderena, Villavicencio. 18 pp. mo en Puerto López (Subsistema Meta), Inírida. 1 pp. 71 pp. • Ramírez-Gil, H., R. E. Ajiaco-Martínez 1979/1980. Inderena- Divulgación Pes- • Instituto Nacional de Pesca y Acuicul- • Novoa, D. 2002. Los recursos pesque- y M. Valderrama-Barco. 1997. Reseña quera 10: (5). tura – Inpa. 1996. Boletín estadístico ros del eje fluvial Orinoco – Apure: Pre- sobre la pesca de especies de consumo • Weibezahn, F. H. 1987. Sólidos sus- pesquero colombiano 1995. Bogotá, Co- sente y Futuro. Ministerio de Agricul- y ornamentales en la Orinoquia Colom- pendidos y disueltos en el alto y medio lombia. 104 pp. tura y Tierras. Caracas. 148 pp. biana. Boletín Científico INPA 5: 89-112. Orinoco (abril 1986 –marzo 1987): con- • Inpa. 1997. Boletín estadístico pesque- • Ojeda, O. y R. Arias. 2000. 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194 195 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ORINOCO

F. Rojas

Anexo 1. Listado de especies de consumo comercializadas por punto de desembarco en la Orinoquia colombiana. Fuente: Ramírez-Gil y Ajiaco-Martínez. * Especies no incluidas en Lasso et al. (2011).

Especie La Puerto Arauca Inírida Guaviare Carrreño Remolino Cabuyaru Primavera San MiguelSan San José del Puerto López Puerto Gaitan Barrancominas

Especie La Puerto Arauca Inírida Hoplias malabaricus X X Guaviare Carrreño Remolino Cabuyaru Primavera San MiguelSan San José del Puerto López Puerto Gaitan

Barrancominas Ctenoluciidae Clupeiformes Boulengerella sp.* X X X Pristigasteridae Prochilodontidae Pellona castelnaeana X X X X X X Prochilodus mariae X X X X X X X X X X Pellona flavipinnis X X X X X Semaprochilodus insignis X X Semaprochilodus kneri X X Characiformes Semaprochilodus laticeps X X X X X X X Anostomidae Siluriformes Leporinus agassizzi X X X X Auchenipteridae Leporinus fasciatus X Ageneiosus inermis X X X X X X X X X Leporinus friderici X X X X Trachycorystes sp.* X Leporinus sp.* X X X Callichthyidae Characidae Hoplosternum littorale X Brycon spp* X X X X X X X X Doradidae Colossoma macropomum X X X X X X X X Oxidoras niger X X X X X X X X X Metynnis hypsauchen* X Platydoras costatus* X Myloplus rubripinnis X Pterodoras rivasi X X X X X X Mylossoma duriventre X X X X X X X X Heptapteridae Piaractus brachypomum X X X X X X X X X X X Rhamdia sp. X X X X X X X X X Loricariidae Serrasalmus rhombeus X X X X X X Glyptoperichthys gibbiceps* X Serrasalmus sp.* X X X X X Panaque sp.* X Triportheus angulatus X X Pimelodidae Curimatidae Brachyplatystoma filamentosum X X X X X X X X X Potamorhina altamazonica X X X X X X Brachyplatystoma juruense X X X X X X X X Cynodontidae Brachyplatystoma rousseauxii X X X X X X X X Hydrolycus armatus X X X X X X X X X Brachyplatystoma vaillantii X X X X X X X X Raphiodon vulpinus X X X X X X X Calophysus macropterus X X X X X X X X Erythrinidae Brachyplatystoma platynemum X X X X X X X X X Hoplerythrinus unitaeniatus X Hemisorubim platyrhynchus X X X X X

196 197 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ORINOCO

Especie La Puerto Arauca Inírida Guaviare Carrreño Remolino Cabuyaru Primavera San MiguelSan San José del Puerto López Puerto Gaitan Barrancominas Hypophthalmus edentatus X X Leiarius marmoratus X X X X X X X Megalonema platycephalum* X X Phractocephalus hemioliopterus X X X X X X X X X Pimelodella sp.* X X Pimelodina flavipinnis* X X Pimelodus blochii X X X X X X X X X Pimelodus sp.* X X Pinirampus pinirampu X X X X X X X X Platynematichthys notatus X X X X X X Platysilurus mucosus X X Pseudoplatystoma tigrinum X X X X X X X X Pseudoplatystoma fasciatum X X X X X X X X X X Sorubim lima X X X X Sorubimichthys planiceps X X X X X X X X Zungaro zungaro X X X X X X X X X X X Pseudopimelodidae Pseudopimelodus cf. bufonius X X X X X X X X X Perciformes Cichlidae Biotodoma cupido X Cichla intermedia* X X X X Cichla monoculus X X Cichla orinocensis X X X X Cichla sp.* X X X X X X Cichla temensis X Crenicichla sp.* X Geophagus sp.* X Sciaenidae Plagioscion squamossisimus X X X X X X X X

198 7. CASOS DE ESTUDIO

Caño afluente del río Meta. Foto: J. Delgado M. Valderrama Especies INTRODUCIDAS y TRASPLANTADAS en las pesquerías, con énfasis en las tilapias (Oreochromis niloticus y Oreochromis spp) y las cachamas (Colossoma macropomum y 7.1 Piaractus brachypomum) Ricardo Álvarez-León, Francisco de Paula Gutiérrez-Bonilla, Tulia S. Rivas-Lara, Ginna González-Cañón y Camilo E. Rincón-López

Resumen Introducción

Se muestra un panorama del estado ac- En Colombia, las introducciones y/o los tual de los procesos de introducción de trasplantes con recursos hidrobiológicos las especies de las familias Centrarchidae y pesqueros han sido realizados por par- (lobinas), Cichlidae (tilapias), Cyprinidae ticulares y entidades gubernamentales, (carpas), Osphronemidae (gouramis), Pan- sin que para ello se hubiesen desarrollado gasiidae (bagres pangasios) y Salmonidae estudios biológicos previos, que estable- (truchas, salmones), y de las especies tras- ciesen la bondad o no de tales acciones. plantadas de las familias Arapaimidae (pi- Sin estos presupuestos, las especies han rarucus), Prochilodontidae (bocachicos), sido utilizadas para la acuicultura (de fo- Characidae (yamús), Cichlidae (mojarras mento, intensiva, extensiva), para la pes- amarillas, tucunares, pavones) y Serra- ca deportiva, como ornamentales y para salmidae (cachamas, pacús). Así mismo, a repoblación. Sus impactos pueden tener través de la información existente se pudo tres visiones: (1) su aporte a la pesquería comprobar que tanto las tilapias (plateada en aguas naturales; (2) el impulso de las y roja) como las cachamas (blanca y ne- actividades acuícolas y, (3) los impensados gra), ya hacen parte de las pesquerías en y poco evaluados impactos sobre las pobla- aguas naturales. Se analiza la situación de ciones nativas. su distribución, la incursión en las esta- dísticas pesqueras, el manejo, los impac- Shelton y Smitherman (1984) postulan tos, así como la situación general de éstas que las fugas de peces de cultivo son in- actividades ilícitas. evitables y Welcomme (1988) a través de sus estudios ha podido determinar que las Palabras clave. Introducciones. Tras- especies utilizadas en acuicultura even- plantes. Hibridaciones. Acuicultura. Pes- tualmente pasan al medio natural y por lo querías. Legislación. Colombia. tanto cualquier introducción con fines de

Venta de tilapia roja en el mercado de Paloquemao, Bogotá. Foto: M. Morales-Betancourt 201 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

P. R. Eslava

cultivo es una adición potencial a la fauna fugas desde los sitios de confinamiento a na de Bogotá en 1920 de la carpa común, A finales de la década de 1959, ocurre la silvestre. los ecosistemas acuáticos dulceacuícolas, Cyprinus carpio (Linnaeus 1758) originaria introducción de la tilapia negra Oreochro- estuarinos y marinos, y sus potenciales de China; posteriormente de la carpa es- mis mossambicus (Peters 1852) al Instituto Globalmente, se acepta que introducir impactos. Situación que está plenamente pejo o de Israel, Cyprinus carpio var. specu- de Piscicultura de Buga (Valle). La tilapia especies no se corresponde con la distri- probada a través de los diagnósticos na- laris (Lacépède 1803) a aguas confinadas herbívora africana (Tilapia melanopleura bución natural de las especies, ni con la cionales sobre la distribución de especies del Valle del Cauca. Procedente de los Esta- = T. rendalli Boulenger (1897) por la Uni- prevención que se debe tener respecto al introducidas, trasplantadas y las acciones dos Unidos se introdujo la trucha arco iris, versidad de Caldas para sus proyectos de cuidado de la diversidad biológica, más de repoblamiento. En este sentido el Inpa Onchorhynchus mykiss (Richardson 1836) a piscicultura en la Estación de Santágueda aún cuando tales acciones se den en eco- (Resolución 0461 del 8 de noviembre de la Laguna de Tota (Boyacá) y a la estación (Caldas) a finales de la década de los 60´s. sistemas acuáticos, de donde será extre- 1995), abrió definitivamente la posibili- de Las Cintas en 1938 por el ciudadano De la mojarra lora, plateada (Oreochromis madamente difícil o imposible su erradi- dad de su cultivo en aguas naturales y/o ecuatoriano Ubidia Betancur (Gutiérrez- niloticus Linneaeus 1758), y de la tilapia o cación o manejo. Las introducciones son artificiales, bajo el concepto de proyectos Bonilla 2005). Para ésta misma época, mojarra negra (O. mossambicus) en la dé- ya una práctica que ocurre a todos los ni- controlados. Lo que se sabe es que los me- ocurrió la introducción de otros salmóni- cada de los 80´s a las Estaciones de Gigan- veles de organización biológica: microor- canismos allí establecidos nunca se ejecu- dos como Salmo salar Linnaeus 1758, Sal- te (Huila) y de Repelón (Atlántico). A co- ganismos, plantas terrestres y acuáticas, taron y las especies se han incorporado al mo trutta Linnaeus 1758, Salmo fontinalis mienzos de los 80´s, ingresa la tilapia roja invertebrados, anfibios, aves, peces, repti- medio natural, inclusive el Estado proce- Mitchill 1814 (=Salvellinus fontinalis) y On- (Oreochromis spp) que siendo un trihíbrido les y mamíferos (Feinstein 2004). dió a hacer repoblaciones en aguas natu- chorhynchus kisutch Walbaum 1792, que no o tetrahíbrido, se introdujo con la finali- rales con estas y otras especies. han sido suficientemente documentados, dad expresa de aumentar la productividad La introducción de especies es un primer desconociéndose su situación actual en las de los cultivos, dado que era más apeteci- aguas confinadas y libres. Otra introduc- tema, pero un segundo es el del trasplan- El objetivo general de este caso de estudio da en los mercados internacionales y tenía ción no documentada es la de las lobinas o te (traslado de una especie nativa local de es dar a conocer la información primaria mejores rendimientos en biomasa que O. blackbass, Micropterus salmoides (Lacépè- una cuenca hidrográfica a otra en el mis- y secundaria existente sobre el estado niloticus. de 1802), que se ha utilizado como especie mo país). En Colombia, normativamente actual de los peces introducidos y trans- para la pesca deportiva en los embalses del el trasplante (Código de los Recursos Na- plantados, que han llegado a las aguas Identificada la problemática que podría departamento de Antioquia. turales y de Protección del Ambiente -De- continentales de la cuencas hidrográficas generar la introducción de especies, en la creto Ley 2811 de 1974; Decreto 1608 de colombianas, tanto en forma accidental década de los 80´s se hizo un estudio que De manera casi premonitoria y estudian- como en forma premeditada, por ejemplo 1978 -Reglamentario en Materia de Fauna do la fauna silvestre e íctica de Colombia, permitió registrar las especies y su distri- cuando se les ha usado en planes oficiales Silvestre) no se considera una introduc- Dahl (1958), hace 52 años expresó: “tene- bución, incluyendo medidas preventivas y de repoblación de humedales, quebradas y ción, pero biológicamente lo es y en oca- mos por fin las especies de tilapias, otros recomendaciones de manejo para su uso ríos. No obstante, se resalta la ausencia de siones su impacto puede llegar a ser igual forasteros fracasados en las aguas libres. (Rodríguez-Gómez 1984). Se registró la información sobre las cuencas del Amazo- o mayor (Gutiérrez-Bonilla 2005). Estos pececillos en aguas colombianas em- introducción de 35 especies de peces (29 nas y el Orinoco, al parecer porque en ellas piezan a reproducirse, como hemos visto, ornamentales, seis de consumo) de las la riqueza de especies nativas, ha desesti- La piscicultura en Colombia como activi- con mucha frecuencia cuando apenas al- cuales once estaban en cuerpos de aguas dad que intentaba ser un subsector econó- mulado las actividades de piscicultura in- canzan una longitud de unos 5 cm, y llenan naturales (seis de consumo y cinco orna- micamente próspero se inicia a principios tensiva y extensiva, y si se han realizado las aguas con peces miniaturas no comes- mentales). Copescal (1986) estableció que del siglo XX, basándose fundamental- proyectos aislados, estos se han desarro- tibles. En pozos aislados, se pueden utili- de 1940 a 1986, a Colombia se habían in- mente en especies foráneas. Las primeras llado con especies nativas. zar como peces de forraje para tucunaré y troducido respecto a especies hidrobioló- introducciones oficialmente registradas otros peces deportivos, pero por lo menos gicas continentales y estuarinas, 37 espe- tienen lugar con los ciprínidos (carpas y Las introducciones en las tierras calientes no hay razón para cies, y de estas 27 eran ornamentales. afines) y los salmónidos, todas efectuadas introducir especies exóticas, cuando los de manera inconsulta, y sin el respaldo Sin llegar a incluir los procesos de intro- ríos y las ciénagas de Colombia abundan Entre 1997 y 2002, se registraron entre es- técnico y científico necesario-; y obede- ducción que hubiesen podido ocurrir con precisamente en carácidos pequeños y ci- pecies, subespecies, variedades, híbridos y ciendo al deseo de replicar experiencias la llegada de los españoles a América, his- prinodóntos, excelentes peces de forraje”. formas de cultivo, 162 diferentes tipos de externas de relativo éxito, pero sin con- tóricamente los primeros registros oficia- Pero la situación de estas introducciones organismos. Los peces fueron 154 y de es- siderar los riesgos, como por ejemplo las les dan cuenta de la introducción a la Saba- ya estaban en marcha y continuaron. tos, 97 eran introducciones y 57 trasplan-

202 203 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

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tados, comprendidos en 31 familias de bién se ha introducido el bagre asiático o de ahí que muchas poblaciones o fueron 1878) al piedemonte de los Llanos Orien- peces y cinco de crustáceos. Las familias pangasio o basa, Pangasius hypophthalmus diezmadas o desaparecieron. A su vez, los tales. con mayor número de especies fueron: Cy- (Sauvage 1878) a Colombia. pesos, tallas y madurez sexual de los sal- prinidae con 37, Cichlidae con 35, Belon- mónidos con los cuales se repobló, no se Podrían citarse muchos casos de espe- tiidae con 12, Pimelodidae con 11, Cha- La introducción de una amplia gama de corresponden a lo registrado en ecosiste- cies trasplantadas, pero para citar uno racidae con diez, Salmonidae con ocho, especies o híbridos de cíclidos (tilapias) mas de donde son originarias (Alvarado- más y con probados impactos negativos, Poeciliidae y Serrasalmidae con siete. Res- tuvieron el propósito de efectuar mejoras Forero y Gutiérrez-Bonilla 2002). está lo ocurrido con la mojarra amarilla pecto a los peces introducidos, 93 especies genéticas, en los pies parentales inicial- (C. kraussii) que se llevó a la cuenca del se registraron en aguas artificiales y 32 en mente introducidos, para aumentar la pro- Los trasplantes Orinoco (Royero y Lasso 1992, Señaris y aguas naturales. De los trasplantados, 53 ductividad de los cultivos, pues el mercado Lasso 1993). Esta especie originaria de las especies estaban en aguas artificiales y 17 de estas especies a escala global y nacional Los trasplantes son también una conduc- cuencas del Magdalena (Colombia), Ma- en aguas naturales. Las cuencas hidrográ- era muy importante económicamente. Tal ta ampliamente aceptada a nivel nacional, racaibo y Caribe (Venezuela y Colombia), ficas con mayor número de especies ícticas es el caso de Oreochromis aurea (Steindach- e incluye entre otras especies al pirarucú fue introducida intencionalmente en los introducidas y traslocadas fueron: el Me- ner 1864), O. hornorum (Trewavas 1966), Arapaima gigas (Schinz 1822) originaria llanos inundables del Estado Portuguesa, dio Cauca con 90, el Alto Cauca con 89 y O. urolepis (Norman 1922) y O. urolepis de la cuenca amazónica que fue transplan- se incorporó a ambientes naturales tras el Medio Magdalena con 80 especies. La hornorum (Trewavas 1966), especialmente tada al Instituto de Piscicultura de Buga las crecientes del río (Mago 1978). En la vertiente con menor “contaminación bio- para producir variedades rojas. Especies, (Valle), y a los Departamentos de Antio- actualidad ha desplazado a los cíclidos na- lógica” fue la del Caribe, con ocho especies. híbridos y variedades todas que han pa- quia, Caldas, Córdoba, Tolima y Huila. El tivos de los llanos venezolanos, e incluso En aguas naturales y respecto a especies sado directamente a aguas naturales, bien tucunaré, Cichla monoculus (Spix y Agassiz a otras especies llaneras, aportando en introducidas, el Medio Magdalena poseía por accidentes o por acciones de repobla- 1831) también conocido erróneamente las lagunas inundables la mayor biomasa 15, el Alto Cauca 14 y el Alto Magdalena ción que las autoridades pesqueras o am- como Cichla ocellaris (Bloch y Schneider (Lasso com. pers.). 13. Por Departamentos y considerando bientales han realizado desde la década de 1801) y el Oscar, Astronotus ocellatus especies introducidas y trasplantadas, el los 90´s y aún antes, para aliviar el descen- (Agassiz 1831) de la cuenca del Amazonas, Aporte a las pesquerías Valle del Cauca poseía 91 de 27 familias, so de la productividad íctica de las cuencas para los estudios en la Estación de Pisci- Caldas 76 de 10 familias y Antioquia 72 hidrográficas, a partir de las producciones cultura del Santágueda (Caldas); la cacha- En Colombia, la biomasa que se desembar- especies de 12 familias (Alvarado-Forero y efectuadas en las estaciones piscícolas es- ma negra Colossoma macropomun (Cuvier ca de especies nativas en aguas continen- Gutiérrez-Bonilla 1999, 2002, Gutiérrez- tatales o privadas que distribuyen alevinos 1816), registrada en aguas naturales de tales desde hace 11 años, es inferior a la Bonilla 2005). Por ese mismo tiempo, se a los diferentes usuarios a escala nacional. las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca, producción acuícola, que en un 93% está registraron e hicieron estudios sobre hí- Sin embargo, vale la pena anotar que la San Jorge Sinú y Atrato; la cachama blan- bien soportada por especies nativas tras- bridos producidos en estaciones piscícolas, Resolución 0531 del 20 de diciembre de ca Piaractus brachypomum (Cuvier 1818) a plantadas o foráneas. a los que se les registraron introgresiones 1995, prohibió el repoblamiento en el te- las estaciones de Gigante (Huila) y Repe- genéticas, y de los mismos no se tiene cer- rritorio nacional, con cíclidos, ciprínidos y lón (Atlántico), después a varias fincas de Cuencas de los ríos Magdalena, teza que hayan sido colocados en el medio centrarquidos, como la lobina (Micropterus cultivo de la cuenca del río Magdalena y Cauca y San Jorge natural (Burbano y Usaquén 2003). salmoides), estableciendo también que en del Atrato; el pacú Piaractus mesopotami- las cuencas de la Orinoquia y Amazonia cus Devincenzi 1942, a la Estación Las Existen muchos casos debidamente do- Desde el 2002, se introdujo la tilapia chi- colombiana se vedaba el repoblamien- Terrazas (Meta), así como el yamú, Brycon cumentados de los aportes en biomasa de tralada (O. niloticus var. chitralada) como to con especies exóticas y endémicas de amazonicus (Spix y Agassiz 1829) (= B. sie- especies introducidas y/o trasplantadas propuesta conjunta del Instituto Nacional otras cuencas. Respecto a los salmónidos, benthalae Eigenmann 1912), a las cuencas en aguas continentales, pero sus regis- de Pesca y Acuicultura -INPA- y los acui- su repoblación si está permitida median- del ríos Magdalena, Cauca, San Jorge y tros son fraccionarios y en la mayoría de cultores, inicialmente para el Embalse de te la anterior norma expedida por el Inpa Atrato. De la cuenca del río Magdalena- los casos sin series históricas que no per- Betania (Huila) y el piedemonte llane- en 1995. Y aunque no se han cuantificado Cauca-San Jorge, el bocachico Prochilodus miten conclusiones sólidas. Un caso muy ro, sitios en donde la actividad acuícola sus impactos en aguas naturales, se sabe magdalenae Steindachner 1879, fue tras- notable es la aparición en las pesquerías de ha sido intensa. Se tuvo como referencia que su nivel trófico requiere de especies fo- plantado a los departamentos del Chocó y las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca y que la especie era utilizada en Brasil con rrajeras, que nunca fueron previstas, por Córdoba (cuenca del río Sinú), y la mojarra San Jorge y en la Ciénaga Grande de Santa buenos resultados. Recientemente, tam- lo que recurrieron a las especies nativas, amarilla Caquetaia kraussii (Steindachner Marta, del gourami piel de culebra, Tricho-

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gaster pectoralis (Regan 1910) (Osphrone- tan drástica, y aún menos con la perma- mis niloticus, Oreochromis spp). Al final, se resultados esperados en la piscicultura in- midae), que se introdujo desde Asia para nencia de tales impactos. Previsiones bio- implementó la acuicultura intensiva en tensiva, por lo que su cultivo cayó en desu- uso de la acuariología, cumpliendo con lógicas sobre lo que podría ocurrir con las jaulas basada en O. niloticus y Oreochromis so (Álvarez-León et al. 2002). una premisa establecida a nivel global, de obras de ingeniería hidráulica planificadas spp, con fines comerciales. La producción que el 90% de los casos las especies intro- nunca se hicieron. Tres escenarios podrían en 1995, fue 131,7 kg/ha/año-1 (Houghton Para el 2002 y el 2003, respecto a la pro- ducidas, son posteriormente registradas incidir en la proliferación de las especies y Calvo 1995). A 2008, el aporte de los cí- ducción pesquera nacional, la acuicultu- en ecosistemas naturales, y así lo confir- no nativas: (1) una mayor duración de los clidos en el embalse fue de 678 t/año, a lo ra representó el 23,08% y el 25,65%. En man los estudios de Santos-Martínez y períodos de salinidad baja; (2) la introduc- que debe sumarse la cifra de la producción el 2002, aportó 44.177 t y 50.238 t en el Acero-Pizarro (1991), Arenas-Granados ción de linajes más eurihalinos de O. nilo- en jaulas flotantes (12.000 t), para un total 2003, y dentro de estas cifras, las espe- y Acero-Pizarro (1992). Está presente, en ticus procedentes de cultivos en el área, y de 12.678 t, lo que representaría conside- cies introducidas y/o trasplantadas apor- las Ciénagas de Ayapel, Chilloa, la Mojana (3) la adaptación de los peces no-nativos rando el 50 % del área del embalse como taron a la producción de la acuicultura el y en el Embalse del Guájaro (Alvarado-Fo- a las condiciones cambiantes del estuario apta para las capturas, un rendimiento 93,19% y 93,18% respectivamente (41.172 rero y Gutiérrez-Bonilla 2002). (Leal-Flórez 2007, Leal-Florez y Rueda- de 181,5 kg/año-1. Al 2009, representaron t y 46.812 t). Para los años 2002 y 2003, Hernández 2008). el 97% de las capturas, registrándose tan la acuicultura superó a la pesca artesanal A través de análisis de regresión, al pare- sólo una especie nativa Pimelodus grossko- continental que lleva más de una déca- cer la presencia de O. niloticus ha impacta- Objetivamente hablando, son innegables e pfii (capaz). La acuicultura en jaulas mane- da en franco descenso con producciones do a las especies nativas, en las capturas inocultables, los impactos socioeconómi- ja aproximadamente 61,5 millones de in- anuales de 26.500 t. Para los últimos diez de Cathorops mapale y Tarpon atlanticus, cos positivos ocurridos en muchos países dividuos de O. niloticus, de Oreochromis spp años, la acuicultura ha tenido un prome- así como T. pectoralis lo ha hecho sobre frente a los desembarcos pesqueros bien y de O. niloticus var. chitralada (Gutiérrez- dio anual de producción de 51.631 t, de las nativas Ariopsis bonillae y Elops saurus. de aguas naturales, de la acuicultura (es- Bonilla 2009). los cuales el 28,7% es producción marina y Otros análisis de regresión mostraron que tanques o jaulas) y en embalses con es- 71,3% continental, sin haberse modifica- los cambios de salinidad y menor grado del pecies introducidas, especialmente con De las tilapias introducidas a Colombia, do la representación de especies introduci- pH, así como las descargas de aguas dul- cíclidos y ciprínidos. Basta con citar, lo dos han sido particularmente exitosas: la das y/o trasplantadas, que biológicamente ces, regulan la abundancia y distribución ocurrido en el Lago de Nicaragua (McKaye tilapia roja (Oreochromis spp), tri o tetra- debieran considerarse como “introduci- de todos los peces en la Ciénaga Grande de 1977, Mckaye et al. 1995) y en los embal- híbrido reversado hormonalmente y ge- das” aunque normativamente se traten Santa Marta, incluyendo O. niloticus y T. ses de Betania (Departamento del Huila) néticamente inestable, de excelente pro- de manera diferenciada (Robles 2008). A pectorales. En análisis sobre la dieta, varias y Prado (Departamento del Tolima) en ductividad y rendimiento económico en 2008, la producción pesquera y acuícola especies nativas y O. niloticus presentan Colombia, donde la tilapia roja (Oreochro- condiciones de cautiverio en jaulas flotan- alcanzó las 166.000 t y de estas 28.718 t una estrategia mixta, entre especialistas y mis spp) se ha convertido en la especie tes o estanques, e incluso en ecosistemas procedían de la pesca continental, por lo generalistas, y se ha detectado sobrelapa- más abundante (Alvarado-Forero 1998), estuarinos como la Ciénaga Grande Santa que la cifra sigue siendo inferior en 22.913 miento trófico entre Diapterus rhombeus y siendo objeto de una intensa actividad de Marta (Wedler 1994) en aguas costeras al t (Barreto y Borda 2008). Oreochromis spp O. niloticus. Aunque la tilapia, comercial- pesca artesanal y acuacultura, que al 2009 sur de Cartagena (Mercado-Silgado y Sie- está ampliamente diseminada a nivel na- mente tiene un bajo precio en los mercados, representaba junto con O. niloticus y O. ni- gert-García 1995) o en canales de marea cional a excepción del Departamento del la costumbre de su presencia, ha hecho que loticus var. chitralada las especies objeto de al sur de Buenaventura (Banguera y Muri- Guainía y de manera muy localizada en la los pescadores exijan repoblamientos y re- levante y cría en estos embalses. En Be- llo 1994, Valverde-Pretelt y Álvarez-León cuenca del Amazonas. clamen su presencia. Las capturas fueron tania, se sabía que la implementación del 2002) y la tilapia nilotica (O. niloticus) re- cinco veces mayores que todas las especies embalse, afectaría a las poblaciones nati- gistradas en aguas salobres de Caribe y de Las tilapias comenzaron a ser registradas nativas en el periodo 1999-2001, sólo la vas de peces (44 especies), ante lo cual se Pacífico (Valverde-Pretelt y Álvarez-León en las estadísticas de desembarco para nativa Mugil liza mantuvo abundancia y diseñaron estrategias para que pasara a 2002, Mercado-Silgado y Álvarez-León la cuenca del río Magdalena (Magangué) precio (Leal-Flórez 2007, Leal-Florez y depender su producción pesquera de espe- 2003), que ha sido utilizada en policulti- en 1992 con 58 t, en 1993 con 15 t, y las Rueda-Hernández 2008). Sin embargo, lo cies foráneas. Inicialmente se hicieron en- vos y, liberada masivamente en casi todas cachamas con 4,5 t. En 1994, las tilapias, negativo de la introducción estaría en el sayos con ciprínidos (Aristichthys nobilis, las cuencas. Otras especies como la tilapia se constituyeron en la cuarta especie con cambio de composición por especies, algo Ctenopharyngodon idella, Cyprinus carpio negra (O. mossambicus) y la tilapia herbí- 2.309 t, y las cachamas con sus 365 t en que antes de la apertura de los caños en var. carpio, Cyprinus carpio var. specularis) vora (T. rendalli) mostraron sus bondades la octava respecto a las 17 especies comer- la ciénaga nunca fue detectado de manera y posteriormente con cíclidos (Oreochro- en la piscicultura rural, pero no dieron los ciales aprovechadas. Para 1998, se regis-

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traron 70 t (Inpa 1995, 1996, 1997, 1998, del norte de Colombia, a qué se debía su mente al impensado proceso de la acuicul- impactos ecológicos en términos de dete- 1999; Alvarado-Forero y Gutiérrez-Boni- éxito poblacional, su grado de adaptación tura y al repoblamiento con salmónidos rioro de los ecosistemas acuáticos, salvo lla 2002). A 2009, el aprovechamiento de y capacidad colonizadora de nuevos hábi- (truchas y salmones), cíclidos (tilapias) y casos incidentales. Opiniones que a 2010, cíclidos en la cuenca fue de 1.113 t y de la tats. Con este fin Narváez-Barandica et al. el trasplante de carácidos (cachamas) que podrían ser revaluadas al demostrarse que es la principal especie en términos de (2005) y Narváez-Barandica (2006) a tra- poseen poblaciones de un relativo elevado que en por lo menos 52 de los 96 países, biomasa y número de individuos (Prochilo- vés de análisis morfométricos y genéticos, número de individuos en las cuencas de los a donde han sido introducidos estos cícli- dus magdalenae) es de 4.701 t. A 2009, O. concluyen que todo se debe a en gran par- ríos Atrato, Cauca, Cesar, Magdalena, Ori- dos, se han detectado impactos negativos niloticus en el Alto Magdalena, es la espe- te a una interacción entre las capacidades noco, San Jorge, Sinú, y principalmente en sobre ecosistemas, comunidades y pobla- cie de mayor desembarco en el Embalse de ecológicas (la tolerancia a condiciones am- los departamentos de Atlántico, Bolívar, ciones naturales de especies nativas. Por Betania (89,9%) seguido del capaz (Pimelo- bientales y poco exigentes en la alimenta- Boyacá, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, lo que siempre persistirán dos corrientes dus grosskopfii) y por Oreochromis spp. ción); biológicas (el tipo de reproducción, Magdalena, Nariño y Valle del Cauca (Ote- en el tratamiento del tema: los beneficios cuidado parental y machos poligámicos) y ro 1989, Díaz-Sarmiento y Álvarez-León económicos y la inconveniencia biológica, Oreochromis spp (reversado hormonalmen- genéticas (los altos valores de variabilidad 1998, Álvarez-León y Rodríguez-Forero demostrada en el hecho de que la introduc- te y genéticamente inestable), se encuen- genética y fenotípica). Y establece como lo 2000, Álvarez-León y Salazar-Saldarriaga ción de especies es responsable en un 40% tra distribuida por fugas y mal manejo de han hecho otros estudios que en Colom- 2000, Gutiérrez-Bonilla 2001, 2005). De de la pérdida de la diversidad biológica los cultivos, en los canales intermareales bia, al éxito de O. niloticus se le podría su- todas maneras hay opiniones contrasta- (McNeelly et al. 2001). del Océano Pacífico y lagunas estuarinas mar: (1) los programas de repoblamiento das, pues Erazo-Killer (1989), afirmó y lo del Mar Caribe, en donde se engorda en adelantados por el Estado a través de sus siguen haciendo muchos autores, que un En las figuras 1 a 4 (Anexos 1 a 12) se pue- estanques y en jaulas flotantes. Los téc- estaciones piscícolas, que utilizaban las di- adecuado control de las poblaciones exó- den ver las variaciones presentadas en nicos en sus informes y registros afirman ferentes especies de tilapias, o una mezcla ticas puede evitar efectos negativos so- las capturas de las especies introducidas que: “contrariamente a lo esperado, si hay de las mismas (progenies) de las cepas de bre las nativas. Opiniones similares han (Oreochromis niloticus y Oreochromis spp), reproducción del híbrido en agua sali- O. niloticus procedentes de diferentes paí- expresado De Iongh y Van Zon (1993), en las cuencas del Caribe, Magdalena y na” (Vásquez-Arango y Chaparro-Muñoz ses; y (2) la posibilidad de que la influen- que registran para el caso de Thailandia, Sinú, resaltándose como durante el perío- 1997). Como ambiente artificial su mayor cia del ambiente sobre las poblaciones de por lo menos nueve aspectos que han be- do 2007-2009, en los primeros meses del presencia ocurre en el Embalse de Betania tilapia hayan llevado como consecuencia neficiado al país desde el punto de vista año su captura se incrementa y alcanza (Huila), donde su producción ascendió a la presencia de fenotipos específicos para socio-económico, sin que el uso de espe- máximos entre 200.000 y 550.000 kg, 12.000 t (Gutiérrez-Bonilla 2009). cada ciénaga como un mecanismo de adap- cies introducidas haya provocado severos así mismo se presentan las formas de pre- tación, puesto que las condiciones físicas, Las poblaciones de O. niloticus, a escala químicas y edáficas son muy diferentes en nacional se encuentran en buenas condi- cada una ellas. Los factores fisicoquímicos ciones biológico-pesqueras, plenamente en las diferentes regiones de la CGSM han establecidas y estructuradas. Este es el sido ampliamente estudiados por Blanco- caso de la Ciénaga Grande Santa Marta, Racedo et al. (2006, 2007), así como la va- que ha sido invadida por el ingreso de los loración socio-económica de la pesca arte- “stocks” procedentes de los ríos, Magdale- sanal por parte de Zamora-Bornachera et na (256.000 km2), Cauca (63.300 km2) y al. (2007) y como comparte su abundancia San Jorge (14.800 km2), estimándose que y dominancia con la nativa (Mugil incilis) el número de individuos en las capturas en en las ciénagas de la reserva natural Vía la CGSM, entre 2000, 2001 y 2002 corres- Parque Isla de Salamanca (Zubiria-Rengi- pondieron a 18.600.096 x 103; 4.187.297 fo et al. 2008). x 103 y 882.843 x 103 individuos respec- tivamente (Invemar 2002). Establecida la Colombia tiene una distribución de es- O. niloticus, a escala nacional en las aguas pecies introducidas y trasplantadas, que continentales y con altas producciones parecen estar originando impactos bioló- Figura 1. Estacionalidad de los desembarcos (kg) de Oreochromis niloticus en la cuenca del Magdalena. pesqueras, se quiso saber en las ciénagas gicos aún no precisados, debidos especial- Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

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sentación con las que se comercializa los magdalenae), la sabaleta (Brycon henni), la productos. charúa (Brycon sinuensis), la arenca (Tri- portheus magdalenae), la mojarra negra El conocimiento de las especies exóticas (Caquetaia umbrifera), la mojarra amari- tales como las tilapias (O. hornorum, O. ni- lla (Caquetaia kraussii), el tucunaré (Cichla loticus, Tilapia rendalli) es extenso, gracias monoculus) y las cachamas (Colossoma ma- a las experiencias realizadas en el ámbito cropomum, Piaractus brachypomum). Sobre internacional, por lo que son preferente- estas últimas especies existen las mejores mente utilizadas a nivel nacional para la perspectivas y desde 1980 se desarrollan producción de carne en lugar de las espe- investigaciones y experiencias muy satis- cies nativas como el bocachico (Prochilodus factorias (Lovshin 1980, Martínez-Espi-

Figura 4. Distribución porcentual de la presentación para la comercialización de Oreochromis spp en la cuenca del Magdalena. Periodo 2007-2009. SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

nosa 1984), aunque también han pasado al cachama blanca (Piaractus brachypomum) medio natural al propiciarse el trasplante en la cuenca del Magdalena. Se resalta en ecosistemas de los ríos Atrato, Cauca, como durante el período 2007-2009, su Magdalena, San Jorge y Sinú. captura se incrementa y alcanza máximos entre 1.700 y 3.000 kg, en los últimos En las figuras 5 a 8 (Anexos 13 y 14) se pue- meses de año, así mismo se presentan las den ver las variaciones presentadas en las formas de presentación con las que se co- capturas de las especies transplantadas, mercializa los productos. cachama negra (Colossoma macropomum) y Figura 2. Distribución porcentual de la presentación de comercialización de Oreochromis niloticus en la cuenca del Magdalena. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

Figura 3. Estacionalidad de los desembarcos (kg) de Oreochromis spp, en la cuenca del Magdalena. Pe- Figura 5. Estacionalidad de los desembarcos (kg) de Colossoma macropomum, en la cuenca del Magdale- riodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). na. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

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Cuenca del Sinú estos son tilapias; en República Dominica- na entre el 70 y 90% de las pesquerías; en En el caso de la cuenca hidrográfica del Cuba, la producción media anual de tila- río Sinú, O. niloticus ha tomando una gran pias entre 1970 y 1974 fue de 14 t, de 1975 ventaja sobre las poblaciones naturales y a 1979 fue de 543 t y de 1980 a 1984 fue de sobre todo en las ciénagas de la margen 9.967 t (Díaz-Sarmiento y Álvarez-León izquierda (CMI) con 450 ha, pues Valde- 1998), lo que significa el 93% del total de rrama-Barco et al. (2002) registraron que las capturas (10.659 t) (Gutiérrez-Bonilla constituyó el 42,6% de las capturas en el 2005). A 2009, los desembarcos de cíclidos 2000 (predominando sobre P. magdale- fueron de 3, 061 t (Anexos 1 al 6). nae) y el 13% en la Ciénaga Grande Lori- Figura 6. Distribución porcentual de la presentación de comercialización de Colossoma macropomum en ca (CGL) con 38.000 ha, mientras que en En las figuras 9 y 10 (Anexos 7 a 12) se la cuenca del Magdalena. Periodo 2007-2009. Fuente SIPA-MADR-CCI (2007-2009). los años anteriores constituía el 3,3% y pueden ver las variaciones presentadas en el 2,2% de captura respectivamente (Val- las capturas de O. niloticus, resaltándose derrama-Barco y Ortiz 1998). Para el año como durante los el período 2007-2009, pesquero 2001-2002, Valderrama-Barco et su captura se ha ido incrementando paula- al. (2002), registraron que la CGL aportó tinamente, hasta alcanzar un máximo de el 17,3 %, las CMI el 43,1 % (31,80 t) y a 500 kg, así mismo se evalúan las formas nivel de la cuenca con el 14 % (251,1 t), lo de presentación con las que se comerciali- que significa una población desembarcada za el producto. de aproximadamente 900.000 individuos. Económicamente, entre marzo de 2001 y En los estudios pesqueros del río Sinú, de febrero de 2002, O. niloticus, aportó en las las 27 especies desembarcadas por los pes- CMI $ 42,5 millones de pesos y en la CGL $ cadores artesanales, y sobre un total para 450,8 millones de pesos. la cuenca de 1.800 t, las tilapias represen- taron el 54% (234 t), en la parte baja de La producción de O. niloticus en la cuenca la cuenca. En 1998, representaron el 24% Figura 7. Estacionalidad de los desembarcos (kg) de Piaractus brachypomum, en la cuenca del Magdale- sobre un total estimado de 2.512 t y en el na. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). hidrográfica del río Sinú (251,1 t) puede no ser comparable con algunos altos ren- 2005, se mantuvo estable. La pesquería en dimientos en otras áreas de América La- la cuenca ha decaído ostensiblemente y los tina, pero el que se haya estimado como registros actuales (Incoder 2010), repor- rendimiento poblacional estable el valor tan 241,8 t, cifra que de ser cierta denota de 2.158 t (Gutiérrez-Bonilla 2005), re- que las poblaciones ícticas están en extin- sulta comparable con lo establecido por ción. Para el caso de la ciénaga de Betancí Bonetto y Castello (1985) que listaron las (2.500 ha), que mediante una infraestruc- principales especies introducidas en Amé- tura en el 2000 fue aislada del río Sinú, la rica Tropical y encontraron que todas han captura de cíclidos introducidos ha llega- conllevado efectos negativos, estando en- do a ser del 80% de los aprovechamientos tre ellas las tilapias. En Brasil, por ejemplo pesqueros. contribuyen con el 30 % en los reservorios DNOCS; en México son el 65-72% de las Cuenca del Atrato capturas, y entre estos están, el Lago Cha- pala, en donde son el 70% de 26 kg/ha/ Los registros de movilización de la produc- Figura 8. Distribución porcentual de la presentación de comercialización de Piaractus brachypomum en año; en el reservorio Miguel Alemán, las ción pesquera de la cuenca media del río la cuenca del Magdalena. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). capturas son de 40 kg/ha/año, y 90% de Atrato, vienen evidenciando presencia de

212 213 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

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a. b. Figura 9. Estacionalidad de los desembarcos (kg) de Oreochromis niloticus en la cuenca del Sinú. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

c. d.

Figura 10. Distribución porcentual de la presentación para la comercialización de Oreochromis niloticus en la cuenca del Sinú. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

e. f. a. Mojarra negra (Oreochromis mossambicus). Foto: L. Mesa b. Mojarra lora (Tilapia nilotica). Foto: M. Morales-Betancourt c. Tilapia roja-híbrido. Foto: M. Morales-Betancourt d. Cachama blanca (Piaractus brachypomum), capturada en la ciénaga de Paredes (Magdalena). Foto: L. Pimiento e. Caquetaia kraussii. Especie trasplantada a la Isla de San Andrés. Foto: C. Lasso Figura 11. Producción pesquera de las especies introducidas en la cuenca media del río Atrato. Periodo f. Cachama (Colosoma macropomum) en el Plato, cuenca Magdalena. Foto: J. Pérez 1997-2007. Fuente: Incoder (2008), SDA (2008).

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ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

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las especies introducidas desde 1997. Es- a cerca de 93 piscicultores de los Munici- la disminución de especies nativas como la correlación R-LN (pi) = 0,42, muestra una tas especies fueron introducidas en 1987, pios de Tadó, Cantón de San Pablo y Atrato boquiancha (Cynopotamus atratoensis) y la moderada relación entre estas variables dentro del marco de un proyecto financia- quienes de acuerdo con ACUACH (Asocia- presencia de especies introducidas como (Figuras 12 y 13). do por el Departamento Administrativo ción de Acuicultores del Chocó) cuentan la cachama, sin embargo el coeficiente de de Ciencia, Tecnología e Innovación-Col- con una producción agregada de 32 t/mes ciencias con apoyo técnico y operativo de principalmente de tilapia roja (Oreochro- Corporación Autónoma Regional del To- mis spp). lima-Cortolima y Corporación Autónoma de Desarrollo Sostenible del Chocó-Code- Dicha actividad se hizo extensiva a co- choco como una alternativa de producción munidades a lo largo de la cuenca del río piscícola continental que tuvo entre sus Atrato, donde por las condiciones climáti- componentes la construcción de una Es- ca e hídricas, la poca asesoría técnica en la tación Piscícola en el Municipio de Tadó, elaboración, ubicación de los estanques y principalmente para las comunidades de el manejo del cultivo, ha conllevado al es- la región del San Juan, zona de tradición cape masivo de ejemplares, aprovechando minera, con escasez de recursos ícticos y la las constantes inundaciones de los cuer- de mayor mercadeo de la producción pes- pos de agua que soportan los sistemas de quera del medio Atrato. producción acuícola.

Esta estación se enfocó como el epicentro La SDA (2010) ha implementado prácticas Figura 12. Producción pesquera de la boquiancha (Cynopotamus atratoensis) y de cachama negra (Co- para la realización de los estudios de in- de piscicultura con cachama negra (Colos- lossoma macropomum) en la cuenca media de río Atrato. Periodo 1997-2007. Fuente: Incoder (2008), vestigación que aportaran conocimiento soma macropomun), tilapia roja (Oreochro- SDA (2008). básico y aplicado sobre los recursos hidro- mis spp), trucha arco iris (Oncorhynchus biológicos nativos y como la infraestruc- mykiss), tilapia negra (Oreochromis mos- Conclusiones imposibilidad para predecirlos. La intro- tura soporte al fomento de la actividad sambicus), y en menor escala con carpa ducción comercial al país de diferentes acuícola continental en el departamento. (Cyprinus carpio var. carpio), bocachico La acuicultura a escala global y a partir de híbridos y cepas de Oreochromis spp con En el departamento del Chocó la actividad (Prochilodus magdalenae) y yamú (Brycon la década de los años 80´s, identificó que características genéticas específicas, ge- piscícola con especies introducidas, se im- amazonicus) en todo el departamento, y existían impactos genéticos derivados de neran multiplicidad de arreglos entre las pulsó desde la década de los 80’s por el Mi- con ello, se aumentan la posibilidades de ésta actividad y se probó especialmente diferentes progenies en diversa cuencas, nisterio de Agricultura y Desarrollo Rural, invasión de estas especies en diferentes con salmónidos, pero luego se han elabo- los cuales no se conocen. Alvarado-Forero Codechocó y organizaciones campesinas, cuerpos de agua (Anexo 15). rado con otras especies. Colombia, ha esta- y Gutiérrez-Bonilla (2002) capturaron en no sólo con el objetivo de implementar una do ajena a estos planteamientos, pero debe diversas cuencas continentales individuos actividad económica, sino también como Aunque la producción de especies introdu- saberse que especial mención y atención con aletas dorsales y pectorales reducidas estrategia de seguridad alimentaria y po- cidas en el Atrato, representa menos del debe darse a los impactos genéticos que y ausencia de globo ocular, muestra de sible mitigación ó recuperación de zonas 1%, siendo muy inferior a las especies na- sobre las poblaciones nativas o naturaliza- afectaciones genéticas, características que perturbadas, especialmente teniendo en tivas, son significativos algunos registros das de especies foráneas, pueden ocurrir se repitieron en muestreos realizados en- cuenta la gran potencialidad de la activi- como el de 1997 donde la cachama negra por la introducción de híbridos o nuevas tre el 2003 y el 2005 (Burbano y Usaquén dad dada las condiciones hídricas y edáfi- presentó los mayores valores, alcanzando especies, máxime cuando existan especies 2003, Gutiérrez-Bonilla 2005). cas, pero muy a pesar de la gran diversidad los 1.257 kg. Por otra parte la tilapia mues- homólogas (Burbano y Usaquén 2003). íctica de la región. tra sus mayores picos en los años de 2003 Que el Gobierno Nacional haya fomentado y 2007 con un máximo de 903 kg (Figura Algunas investigaciones han intentado y mantenido un presupuesto más o menos Gracias al esfuerzo de estas entidades y 11). evaluar los impactos genéticos de los cí- creciente en el período 1984-1990, es un la vinculación de otros actores locales, se clidos y/o sus híbridos, pero el no tener índice alentador de lo que puede hacerse implementó la cadena piscícola en el de- De acuerdo a los datos desembarque no se información genética precisa sobre los dentro de la actividad, sin olvidar que los partamento, la cual benefició inicialmente pudo corroborar una relación directa entre pies parentales importados, ha generado principales productos de la acuicultura

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trata, lo que hace mucho tiempo se debió to y eficiencia de la alimentación, herencia hacer fue trabajar sobre la diversidad bio- estable, y resistencia a enfermedades. lógica que tanto ponderamos, pero que en la práctica poco valoramos. Sin embargo, frente a estos avances e in- vestigaciones, no se sabe casi nada sobre Las especies introducidas a Colombia, en el impacto que sobre las pesquerías de las un inventario preliminar ascienden a 92 diferentes cuencas hidrográficas han teni- (moluscos, crustáceos, peces), siendo des- do la fuga de peces introducidos y su esta- tinadas principalmente a la acuicultura y blecimiento en los ecosistemas que antes a la ornamentación, y provienen de un am- dominaban y ocupan las especies nativas. plio rango de distribución mundial. De es- Una excepción a esto, es la valoración eco- tas, 82 introducciones han sido encontra- nómica de los efectos de la tilapia plateada das en hábitat dulceacuícolas y estuarinos. sobre las especies de peces más valiosas Existe entre estos últimos varios casos para los pescadores y consumidores, en la de hibridación y trasplantes a diferentes Ciénaga Grande de Santa Marta. cuencas hidrográficas. Su presencia en las granjas de producción acuícola y desde Bibliografía hace algunos años en las pesquerías, agra- va aún más el futuro de las especies nati- • Alvarado-Forero, H. 1998. Plan de orde- vas (Courtenay y Robins 1979, Gutiérrez- namiento pesquero del Embalse de Be- Bonilla y Álvarez-León en evaluación). tania (Huila). Inpa. Santa Fe de Bogotá D. C. Informe Técnico. 38 pp. • Alvarado-Forero, H. y F. de P. Gutiérrez- Figura 13. Producción pesquera (kg) de la cachama negra (Colossoma macropomum) (PPC) vs. pro- La piscicultura en Colombia ha tenido Bonilla. 1999. Especies hidrobiológicas ducción pesquera de la boquiancha (Cynopotamus atratoensis) (PPB) en la cuenca media del río Atrato. un intenso trabajo genético, pues se han continentales introducidas - trasplan- Periodo 1997-2007. A) Datos crudos. B) Logaritmo natural (LN) de los datos. Fuente: Incoder (2008), introducido padrotes de diversas partes SDA (2008). tadas y su distribución en Colombia. del mundo y realizado diversos ensayos Ministerio del Medio Ambiente, Insti- de cruces en los laboratorios de las fincas tuto de Investigaciones de los Recursos colombiana son de origen exótico (trucha nales, a 2010, el Estado tuvo la intención piscícolas con el objeto de mejorar diver- Biológicos Alexander von Humboldt. y tilapia), o han sido trasplantados (cama- de formular una reglamentación que am- sos aspectos de los peces, presionados, en Santa Fe de Bogotá D. C. Informe Téc- rón, cachamas) y que en el 2000 la Unión pliaría el espectro de utilización de las ti- la mayoría de los casos por el creciente y nico. 134 pp. Internacional para la Conservación de la lapias a nivel nacional, estableciendo una exigente comercio mundial, regional y na- • Alvarado-Forero, H. y F. de P. Gutiérrez- Naturaleza UICN a través del grupo de reglamentación de bioseguridad, pero los cional. Bonilla. 2002. Especies hidrobiológicas especialistas en especies invasivas reco- impactos ya casi no tienen soluciones. Es- continentales introducidas - trasplan- tadas y su distribución en Colombia. noció a O. mossambicus entre las 100 más tas acciones, simplemente darán vía libre Poco se sabe sobre el tema a nivel nacional, Ministerio del Medio Ambiente, Insti- peligrosas especies invasoras (Lowe et al. a la utilización en todos los ecosistemas aunque es alentador que la FAO (1981) y Copescal (1986) hayan registrado precisa- tuto de Investigaciones de los Recursos 2002), y que otras especies o variedades (abiertos o cerrados) de especies que sola- Biológicos Alexander von Humboldt. mente que es sobre el listado de las espe- de tilapias en la conferencia sobre especies mente debieran ser utilizadas en estricto Santa Fe de Bogotá D. C., Colombia. 181 cies exóticas presentes por ejemplo en Co- invasoras para Centroamérica y el Caribe, confinamiento. Valga afirmar que según pp. las hayan identificado como invasoras O.( los promotores de las introducciones y los lombia, sobre las que se debe trabajar de • Álvarez-León, R. y A. Rodríguez-Fore- niloticus y Oreochromis spp) (Hernández et trasplantes, existen beneficios económi- manera intensa (Cyprinus carpio, Gambusia ro. 2000. La acuicultura en Colombia: al. 2002). cos derivados de tales acciones, biológi- affinis, Micropterus salmoides, O. mossambi- estado actual y perspectivas. INFOPES- camente no justifica su implementación, cus, O. niloticus, Oncorhynchus mykiss, Sal- CA Internacional 6: 40-47. En contravía a todo lo establecido en las pues sí de conservación, manejo, admi- mo trutta), con varios fines: resistencia al • Álvarez-León, R. y P. Salazar-Salda- investigaciones nacionales e internacio- nistración, y aplicación de la normativa se frío, mayor crecimiento, mayor crecimien- rriaga. 2000. Nuevos cíclidos (Pisces:

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ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

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ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

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ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

P. R. Eslava

Anexos Lugar 2007 2008 2009 Henchí 633 1.278 1.062 Peces introducidos Plato 36.371 35.887 58.848 Anexo 1. Producción (kg) de la tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en las cuencas Caribe, Magdalena Yaguará 121.903 201.389 192.633 y Sinú. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). Zambrano 5.737 12.560 6.640 Total 1.122.739 997.897 1.113.423 Cuenca 2007 2008 2009 Caribe 1.603.520 1.659.963 543 Anexo 5. Estacionalidad de los desembarcos (kg) de la tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en la Magdalena 1.122.739 997.897 1.113.423 cuenca del río Magdalena. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). Sinú 17.406 22.702 27.091 Total 2.743.665 2.680.562 1.141.057 Mes 2007 2008 2009 Enero 39.511 48.367 60.851 Anexo 2. Desembarcos (kg) de tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en las cuencas Caribe, Magdalena Febrero 548.461 260.866 151.806 y Sinú, durante 2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2009). Marzo 290.835 241.741 309.071 Lugar 2009 Total general Abril 51.365 145.886 82.159 Cartagena 480 480 Mayo 23.932 71.182 38.859 San Antero 63 63 Junio 19.022 31.868 47.238 Total 543 543 Julio 26.519 31.152 53.159 Agosto 26.155 31.460 88.079 Anexo 3. Comercialización de la tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en las cuencas del Mar Caribe según su presentación. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). Septiembre 19.161 31.408 75.795 Octubre 27.882 35.796 85.889 Presentación Porcentaje (%) Noviembre 22.863 34.648 52.126 Entero congelado 30 Diciembre 27.034 33.523 68.390 Entero fresco 70 Total 1.122.739 997.897 1.113.423 Total 100 Anexo 6. Comercialización de la tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en la cuenca del río Magdalena, Anexo 4. Desembarcos (kg) de tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en la cuenca del río Magdalena. según su presentación. Periodo: 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

Presentación Porcentaje (%) Lugar 2007 2008 2009 Entero enhielado 0,25 Ayapel 14.914 12.762 21.761 Entero congelado 10,07 Barrancabermeja 6.487 2.598 7.495 Eviscerado congelado 0,03 Caucasia 59 431 585 Eviscerado enhielado 21,86 Chimichagua 9.059 26.235 63.757 Eviscerado fresco 52,59 El Banco 7.022 4.134 21.353 Eviscerado sin escamas 0,03 Gamarra - - 28.421 Seco salado 0,01 Hobo 130.958 159.677 190.695 Entero fresco 15,17 Magangue 789.598 540.946 520.175 Total 100

224 225 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

P. R. Eslava

Anexo 7. Desembarcos (kg) de tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en la cuenca del río Sinú. Periodo Anexo 10. Desembarcos (kg) de la tilapia roja (Oreochromis spp) en la cuenca del río Magdalena. Perio- 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). do 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

Lugar 2007 2008 2009 Lugar 2007 2008 2009 Lorica 607 1.136 2.067 Hobo 11.695 11.774 19.506 Momil 268 248 994 Yaguará 3.218 19.644 10.994 Total 875 1.384 3.061 Total 14.913 31.418 30.500

Anexo 11. Estacionalidad de los desembarcos (kg) de la tilapia roja (Oreochromis spp) en la cuenca del Anexo 8. Estacionalidad de los desembarcos (kg) de tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en la cuenca río Magdalena. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). del río Sinú. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009).

Mes 2007 2008 2009 Mes 2007 2008 2009 Enero 962 4.543 1.468 Enero 250 227 184 Febrero 1.105 1.383 4.958 Febrero 212 245 145 Marzo 1.236 1.194 9.592 Marzo - 173 154 Abril 811 1.335 1.106 Abril - 139 90 Mayo 853 1.141 1.160 Mayo 11 68 70 Junio 631 1.330 1.231 Junio 69 55 164 Julio 594 1.519 1.597 Julio 97 90 224 Agosto 702 1.892 1.628 Agosto 82 105 303 Septiembre 708 12.192 1.885 Septiembre 33 68 336 Octubre 1.268 1.502 1.971 Noviembre 4.696 1.379 1.831 Octubre 29 59 418 Diciembre 1.349 2.011 2.075 Noviembre 55 67 490 Total 14.913 31.418 30.500 Diciembre 54 88 483 Total 892 1.384 3.061 Anexo 12. Comercialización de la tilapia roja (Oreochromis spp) en la cuenca del río Magdalena, según su presentación. Periodo 2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2009). Anexo 9. Comercialización de la tilapia plateada (Oreochromis niloticus) en la cuenca del río Sinú, según su presentación. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). Presentación Porcentaje (%) Entero enhielado 66,7 Presentación Porcentaje (%) Entero fresco 33,3 Entero enhielado 30,95 Total 100,0 Entero congelado 0,02 Eviscerado congelado 0,04 Eviscerado enhielado 10,96 Eviscerado fresco 0,24 Entero fresco 57,79 Total 100,0

226 227 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

P. R. Eslava

productores No. de de No. - - -

2 9

Peces transplantados 5 3 10 24 20 15 11 13 12

Anexo 13. Desembarcos (kg) por municipios, de cachama negra (Colossoma macropomum) en la cuenca (kg) cial

- Precio comer Precio - - del río Magdalena. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). -

7.000 7.000 6.000 6.000 6.500 8.000 4.000 6.000 6.800 4.900 4.000

Municipios 2007 2008 2009 Total (kg) Peso - Cosecha Cosecha - Peso - - - 595 Barrancabermeja 776 512 1.095 1.598 386 6.143 6.475 5.130 2.734 5.937 4.030 1.800 14.750 23.220

El Banco 867 115 135 267

Magangue 1.849 15.354 4.903 25 (Depto.) Destino - - - Plato 356 485 757 338 - Local Local Local Local Local Local Local Local Local Chocó,

Puerto Boyacá 23 123 121 134 Antioquia

(g) Zambrano 25 - - - individuo por

- - - Peso promedio promedio Peso 267 375 275 350 250 377 295 280 350 Gamarra - 126 212 27.965 365

La Dorada - 79 55 - 500/350

Total 3.895 16.793 7.277 - presentación Forma de de Forma - - - Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco, Eviscerado Anexo 14. Desembarcos (kg) por municipios, de cachama blanca (Piaractus brachypomum) en la cuenca deshuesada

-

del río Magdalena. Periodo 2007-2009. Fuente: SIPA-MADR-CCI (2007-2009). -

sembradas Especies Especies - - Municipios 2007 2008 2009 Total - negra pia roja cachama cachama cachama cachama Cachama Cachama

Caucasia - 20 364,5 384,5 Cachama, tilapia roja tilapia Tilapia roja Tilapia roja iris, tilapia, Trucha arco Tilapia roja, Tilapia roja, Tilapia roja, chama, tilapia tilapia chama, Cachama, tila Cachama,

El Banco 261,5 - - 261,5 Tilapia roja, ca

La Dorada 165,6 127,6 350,8 644 cosechados No. animales animales No. - - Magangue 238,7 1840 8 2086,7 - 7.200 1.700 9.950 1.380 23.100 23.190 10.800 11.000 18.500 64.600 34.000

Henchí 40 - 113,5 153,5

(m ) (total) )

Puerto Boyacá 60,5 - - 60,5 2 Espejo de agua agua de Espejo 240 Zambrano 175 - 35 210 144 1.794 5.952 1.320 3.315 2.200 1.500 3.500 6.000 4.000 2.548 14.400 11.935

Chimichagua 47 - - 47 producción

(m

Total 991,3 1987,6 871,8 3850,7 en

2)

- - - Espejo de agua agua de Espejo 240

912

3.310 9.650 2.232 2.058 2.200 2.400 1.500 6.000 10.440 No. estanques No. 6 5 3 4 10 32 52 11 55 13 20 40 46 30

Producción piscícola y otros datos sobre las introducciones y trasplantes de peces de en el Departamento (2008), Incoder Chocó. del y trasplantes Fuente: las introducciones datos sobre piscícola y otros Producción Municipios Juan Lloro Pablo Atrato Atrato Acandí Bagado Condoto Certegui Medio San Carmen de Alto Baudó Bajo Baudó Bajo Cantón San Bahía Solano Medio Baudó Medio Atrato SDA (2010). SDA Anexo 15. Anexo

228 229 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

ESPECIES INTRODUCIDAS Y TRASPLANTADAS

productores

No. de de No. 6 4 3 14

25 25 15 90 48 270 624

cial (kg) cial

- Precio comer Precio -

7.200 7.200 7.500 7.000 5.500 6.500 8.000 4.500 4.000 4.120

(kg) Peso - Cosecha Cosecha - Peso - 630 1.140 4.725 5.363 5.000 6.300

16.464 71.022 39.045

220.888

(Depto.) Destino -

Local Local Local Local Local Local Local Local Local

(g) por individuo individuo por

-

Peso promedio promedio Peso 375 325 375 350 420 350 283 500 483 222

presentación Forma de de Forma - Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco Fresco

Eviscerado

sembradas Especies Especies - Cachama Cachama cachama, cachama, Cachama, Cachama, Cachama, Cachama, Cachama, bocachico

tilapia roja tilapia tilapia roja tilapia Tilapia roja tilapia roja, tilapia roja,

Tilapia roja, tilapia negra tilapia tilapia negra tilapia carpa, yamú carpa, tilapia negra,

cosechados No. animales animales No. - 9.450 3.400 1.800

12.057 14.000 18.000 46.440

145.920 148.200 604.687

(m ) (total) )

2 Espejo de agua agua de Espejo 120 7.000

1.260 5.250 4.992 3.000 2.500 10.500 82.200 22.500

198.170

producción

(m en en

2)

- Espejo de agua agua de Espejo 60 560 2.750 7.500 2.250 3.960

29.000 23.200 18.000

128.222 No. estanques No. 7 6 12 35 42 40 48 411 100 150 1.178

- Municipios Sipi cana Tado Ungía Nuquí Unión Novita Río Iro Palmar Totales Quibdó Río Quito Panameri San Juan del

230 Embalse de Porce. Foto: L. F. Jiménez-Segura M. Valderrama

La pesca y los recursos pesqueros en los 7.2 EMBALSES COLOMBIANOS Luz F. Jiménez-Segura, Ricardo Álvarez-León, Francisco de Paula Gutiérrez-Bonilla, Sandra Hernández, Mauricio Valderrama Bar- co y Francisco Villa-Navarro

Resumen cuantificar el cambio pues no se cuenta con investigaciones de largo plazo (previas Los embalses en Colombia almacenan un y posteriores) en el área del embalse. poco más de 15 mm3 y generan cerca de 8987 MW. En su mayoría, se han construi- Palabras clave. Energía eléctrica. Em- do sobre los cauces de ríos de la cuenca de balses. Peces de agua dulce. Ríos tropicales. los ríos Magdalena-Cauca y entre los 9 y los 2.000 m s.n.m. En ellos se registran Introducción 77 especies de peces (nueve exóticas, tres trasplantadas). La asociación de especies Un embalse es la acumulación de agua producida por una obstrucción en el lecho es afectada por especies foráneas, la alti- de un río o quebrada que cierra parcial o tud y la edad del embalse. El rendimiento totalmente su cauce. La obstrucción de un pesquero se encuentra dentro del rango cauce puede ocurrir por causas naturales reportado en Suramérica. Las capturas como, por ejemplo, el derrumbe de una de los pescadores en los embalses cambia ladera en un tramo estrecho del cauce, las durante el tiempo y el espacio. En gene- construcciones hechas por algunos ani- ral, la abundancia relativa de las especies males o bien, por obras construidas por el migratorias en el área del embalse ha sido hombre para tal fin, como son las presas. afectada. La actividad pesquera es de sub- De estos ejemplos, los dos primeros son sistencia y la producción presenta tenden- represamientos naturales, mientras que el cias asociadas a la reducción en el nivel del tercero es artificial y generalmente tienen agua. Las especies capturadas son de pe- una o varias finalidades (p. e. riego, acue- queño porte y bajo valor económico. Cerca ductos, generación de energía eléctrica, del 64% de los embalses construidos afec- recreación). taron el sistema acuático y provocaron afectaciones a la población humana que Colombia cuenta con embalses que po- hacía uso de éstos ríos. Tampoco es fácil seen capacidades de almacenamiento su-

Pescador en el embalse de Urrá con un blanquillo (Sorubim cuspicaudus). Foto: M. Valderrama 233 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

periores a 15 Mm3 (54% para generación mm.año-1. El piso cálido con bosques Ecua- de energía, 13,5% suministro de agua y torial Ombrofilo y Deciduo Tropical que se 32,4% multipropósito), con un área super- localizan por debajo de los 1000 m s.n.m. ficial cercana a 64.000 hectáreas, un vo- y presenta temperaturas medias anuales lumen de agua embalsado de 11.518 Mm3 superiores a los 23 °C, con precipitaciones y con una producción de energía eléctrica superiores a 2000 mm.año-1 para el primer efectiva de 8.987 MW, donde cerca del biotopo e inferiores a 1500 mm.año-1 para 90% es producida por veinte centrales hi- el segundo. droeléctricas (Anexo 1). La información sobre la ictiofauna y acti- La mayoría de éstos embalses se han vidad pesquera en embalses colombianos construido sobre los cauces de ríos que es escasa, puntual y en la mayoría de los conforman la cuenca Magdalena-Cauca casos, reposa en informes técnicos de las (Magdalena-Cauca 84%, vertiente Pacífica empresas que administran los embalses. 8,1%, cuenca del Orinoco 5,4% y vertiente Este capítulo no pretende analizar los im- Caribe 2,5%) y en altitudes entre los 9 y los pactos a la pesquería del sistema ribereño 2000 m s.n.m. (0-1000: 32,4%; 1001-2000: cuando se construye un embalse, sólo se 32,4%; 2001-3000: 27,1%; >3001: 8,1%) concentrará en la actividad pesquera que (Anexo 1, Tabla 1, Figura 1). Pérez (1980) actualmente se desarrolla en los embalses define que con el gradiente altitudinal se colombianos. Para alimentar el texto, se observan diferentes pisos térmicos que se hizo el esfuerzo de recopilar información corresponden con tipos de vegetación y contenida en libros, artículos publicados precipitación. El piso térmico frío- biotopo en revistas científicas y en informes téc- de Bosque Andino, entre los 2000 a 3400 nicos que diferentes empresas del sector m s.m.m., que corresponde a tierras con eléctrico pusieron generosamente a dispo- temperaturas medias anuales entre los sición. A partir de esto se analiza la infor- 10-18 °C y precipitaciones entre 800–1000 mación disponible sobre la ictiofauna pre- mm.año-1. El piso térmico templado - bio- sente dentro de estos sistemas acuáticos topo de Bosque Sub-Andino, que va des- colombianos, se describen las caracterís- de los 1000 hasta los 2000 m s.n.m., con ticas de las pesquerías y su regulación en temperaturas medias anuales entre 18–24 sistemas localizados a diferentes altitudes °C y precipitaciones entre 1000 – 4000 en cauces de la cuenca del río Magdalena y

Tabla 1. Numero de embalses (volúmenes entre 15-2000 Mm3) en Colombia, de los cuales se obtuvo información sobre ictiofauna de acuerdo con la vertiente y la altitud.

Altitud (m s.n.m.) Cuenca <1000 1001-2000 2001-3000 >3001 Magdalena-Cauca 8 7 9 3 Caribe 1 - - - Pacífico 2 1 - - Orinoco - 2 - - Figura 1. Ubicación de los embalses en Colombia.

234 235 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

finalmente, identifica los principales con- La generación de energía eléctrica 50 Colombia 8000 flictos ambientales y discute las oportuni- El crecimiento de la población humana Mundial 40 dades para su gestión. incrementa la demanda de recursos natu- 6000 rales y servicios. La población mundial se 30 Los embalses ha triplicado en los últimos sesenta años 4000 y el crecimiento de la población colombia- llones 20 El control de las aguas de los ríos es una na no es ajeno a esta tendencia: entre los Mi 2000 práctica muy antigua dentro de la cultu- años 1950 y 2008 se ha incrementado a 10 ra humana. La primera presa construida una tasa de 0,6% año-1 (Figura 2a) y con para controlar las inundaciones fue cons- él, la demanda por energía (Figura 2b). En a. 0 0

truida hace 2.600 años A. C. en Egipto y respuesta a esto y luego de la crisis energé- 0 0 0 0 0 0 5 8 95 96 97 98 99 00 00 00

tenía 14 m de altura pero fue destruida en tica debido a condiciones de El Niño en el 1 1 1 1 1 2 2 2 una creciente. Los embalses más antiguos año 1992, se potenció la construcción de aún en uso se encuentran en China y da- nuevos embalses para elevar la capacidad 50000 16000 tan de 833 A. C. Posteriormente, la cultura instalada en el sistema eléctrico colombia- 40000 romana utilizó este control de aguas para no, la cual se ha mantenido constante en 12000 1

30000 MW

conformar grandes reservorios de agua los últimos cinco años y se sitúa cercano a a 8000 cuya finalidad primaria fue el suministro los 13.300 MW (0,0003% de la producción or

.h 20000 de ésta con sus novedosas redes de acue- mundial) (UPME 2008). Gw 4000 ductos a sus ciudades. A partir de esa épo- 10000 ca, los reservorios de agua se construyen La energía eléctrica de la población co- b. para una única finalidad o bien para varias lombiana es demandada por los sectores 0 0 3 8 7 3 0 6 9 2 5 1 4 0 6 de ellas (multipropósito) y, desde la defi- residencial (42,2%), industrial (31,8%), co- nición del proceso para obtener energía mercial (18%), oficial (3,8%) y otros (4,3%) 197 197 197 197 198 198 198 199 199 199 200 200 200 eléctrica a partir de la energía hidráulica (UPME 2008) y ésta se satisface a través Consumo (Gw.hora1) Capacidad Instalada (MW) en los años de 1880, los embalses se cons- de la oferta de fuentes hidráulicas, eóli- tituyeron en sistemas artificiales mul- cas y térmicas siendo la hidráulica la que Figura 2. Crecimiento de la población: a) en el mundo y colombiana en las últimas diez décadas y b) demanda de energía eléctrica en Colombia y capacidad instalada durante las últimas cuatro décadas. tifuncionales: control de inundaciones, reúne cerca del 67% del total de la capaci- Fuente: CEPAL (2009). generación de energía eléctrica, sistemas dad instalada en el país (Figura 3). de riego para cultivos, suministro de agua para acueductos y acuicultura. En nuestro país, el uso de las aguas super- ficiales continentales para generar energía 90% La distribución del uso dado a los embal- eléctrica tiene sus comienzos en el año ses a nivel mundial depende de las condi- 1927 con la construcción y operación de la Otros 60% ciones climáticas y particularidades de la central Guadalupe I en Antioquia. A partir Eólica economía. Mientras que en África, el 72% de ese momento, el desarrollo de proyec- Gas de sus embalses son utilizados exclusiva- tos dirigidos a la construcción de embal- Carbón mente para riego y suministro de agua, ses para generar energía se incrementó 30% Hidráulica un 2% para generar energía y un 25% son de manera importante, al igual que en el multipropósito, en Suramérica el 26% resto del mundo (Figura 4). Debido a que es utilizado para generar energía, el 17% el negocio de la venta de energía a otros 0% para control de inundaciones, el 15% para países es interesante para el incremento irrigación, el 13% para suministro de agua del PIB nacional, la capacidad instalada 2003 2004 2005 2006 2007 y el 29% como reservorios multipropósito actual de Colombia planea incrementarse Figura 3. Capacidad instalada (megavatios) de cada fuente de energía a la capacidad de energía eléctri- (WCD 2000). en 14.000 MW adicionales de acuerdo con ca total instalada en Colombia entre los años 2003 y 2007. Fuente: UPME (2008).

236 237 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

8000 40 35 6000 30 Co 25 lo

4000 20 mb

15 ia 2000 10 5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 199 199 191 192 193 194 195 196 197 198 199 a. b. < >

Asia Norte America Europa Africa Sur América Colombia Figura 4. Construcción de embalses a nivel global y en Colombia desde antes de 1990. Fuente: WDC (2000).

los proyectos registrados en el año 2008 el aporte de nutrientes desde el río y su para ser construidos en la próxima década cuenca aportante (y una eventual mezcla (UPME 2008). vertical) y, de la distribución unidireccio- nal de la velocidad del agua relativa a la El embalse como ecosistema morfometría (según su relación profundi- c. d. Con la obstrucción natural o artificial del dad-área-perímetro). Cuando se analicen cauce, se provoca la fragmentación del estos sistemas, Roldan y Ramírez (2008) continuo que significaba el río - un siste- recomiendan tener en consideración cua- ma de aguas corrientes, gran turbulencia tro aspectos fundamentales: su carácter y de flujo unidireccional- y se da origen a de cuenca artificial, su condición de híbri- un sistema acuático híbrido: un cuerpo do río-lago, de vaso reactor pues concen- de agua semi-léntico de características tra y digiere sustancias provenientes de la similares a las de un lago pero con algu- cuenca y de colector de eventos dado que nos sectores donde la influencia del río todos los procesos que se suceden en la se mantiene. El nuevo sistema se zonifi- cuenca tributaria se reflejarán en él. Den- ca longitudinalmente en cuatro sectores: tro de un embalse hay diferentes hábitats cauce del río aguas arriba del embalse, la que ofrecen alimento y protección a la bio- entrada del río principal al embalse, el em- ta acuática (p. e. región litoral, desembo- e. f. balse, confluencias de tributarios y aguas cadura de tributarios al embalse, cola del abajo de la presa. embalse) cuya dinámica depende de las ca- racterísticas antes mencionadas y de la va- a. Embalse de La Salvajina. Foto: A. Ortega b. Embalse San Francisco. Vereda La Esmeralda, Chinchina Caldas. Foto: N. Reyes Según Margalef (1974) la heterogeneidad riación climática temporal. Para conocer c. Embalse San Francisco. Vereda La Esmeralda, Chinchina Caldas. Foto: N. Reyes estructural de un embalse se organiza mayores detalles sobre las características d. Pescador Embalse de Urrá. Foto: M. Valderrama. de acuerdo con el flujo principal del río y, de embalses y dinámica físico-química de e. Puerto en el embalse de Urrá. Foto: M. Valderrama. sus principales tensores ambientales son embalses colombianos ver Roldán (1992), f. Río Cauca en la cola del Embalse de La Salvajina. Foto: A. Ortega

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Roldán y Ramírez (2008) y Márquez y Gui- taria modifica totalmente esta estructura detalle ver Gutiérrez 2009) han permitido 1982, Universidad Nacional 1986, La- llot (2001). original y construye una nueva asociación. que estas especies prosperen en los embal- rrahondo 1993, Vásquez et al. 1993, Do- ses colombianos y esto ha resultado en que rado-Longas 1994, Plazas 1995, Blanco y La formación de un embalse provoca fuer- Dadas sus condiciones lacustres, los em- buena parte de las asociaciones actuales Franco 1996, Florez-Brand 1999, Márquez tes cambios en el sistema fluvial original. balses no ofrecen hábitats apropiados de algunos embalses (84% de la muestra y Guillot 2001, Bayuelo-Espitia y Sanz- Para identificar y cuantificar los cambios para sostener poblaciones de especies tí- analizada en este capítulo) presenten en Ochotorena 2003, Andrade-López 2006, y su magnitud, es necesario tener en con- picas de ríos y luego de su formación, la este momento poblaciones abundantes de Hernández et al. 2008, PROAGUA y COR- sideración las características iniciales asociación inicial de especies es paulatina- especies exóticas y que, en algunos casos POCALDAS 2005, EMGESA-Fundación del sistema ribereño donde se formará el mente reemplazada por asociaciones más (p. e. Embalse de Betania, Prado, Guájaro), Humedales 2008, Caraballo 2009, URRA reservorio. Petrere (1996) afirma que la simples con bajas riquezas y diversidades sean la base de su producción pesquera. S.A. E.S.P.-Fundación Bosques y Humeda- construcción de varios embalses (embal- (Agostinho et al. 2007). Salvo excepciones les 2009, CHEC-Fundación Verdes 2010, ses en cascada) en ríos altamente conta- (p. e. río Paraná: Itaipu, río San Francis- Basados en la información disponible EMGESA-Fundación Humedales 2010), se minados, favorece la productividad bioló- co: Sobradinho) donde las características (Beltrán 1978, Beltrán y Beltrán 1978, registran 77 especies de peces que habitan gica y mejora las condiciones para la biota del cauce (p. e. pulso de inundación, lon- Valderrama 1984, Magallanes 1989, los embalses colombianos (Anexo 2, Figu- acuática en la zona de aguas abajo de las gitud, pendiente, plano inundable) arriba Bernier-Pacheco 1981, Cala y Sarmiento ra 5). De estas, nueve son exóticas y tres presas dado que cada uno de estos ríos-la- del embalse y dentro de él (p. e. oferta de gos atrapan sedimentos y contaminantes alimento, condiciones de hábitat –profun- y, al pasar la masa de agua por las turbi- didad, temperatura, velocidad del agua-) 40 nas, se incrementa el oxígeno disuelto. Por proveen condiciones apropiadas para el 31 otro lado, la inclusión de estos sistemas en es 30 sostenimiento de especies migratorias, ci 27 24 ríos bien conservados (cuenca protegida pe éstas tienden a desaparecer en la nueva 22 21

es 20

por bosques y buena calidad del agua) con asociación de especies. e 20 actividad pesquera importante y basada d 14 14 13 ro 10 10 en especies migratorias, tiene impactos En Colombia, la reducción en la poblacio- me 7 66 7 6 3 3 3 3 3 3 4 4 positivos como la alta productividad pes- nes de especies migratorias a causa de la Nú 2 2 11 1 2 2 1 1 quera en el embalse durante los primeros 0 a a a é a a a e a I a o o I o construcción de embalses y la inclusión de I é as ra co II na io ga I na ña in er ld ni ac s gu F s ap ar us uz rá e nz ad nd nc opa tu ayas caya caya hi av aj ma ci is de ra áj cinco años de su formación, pero esto no Si mi né at ad rc re da li la La ra Mu Pr C Pl Ur lv hi hi

especies exóticas que fue diagnosticada Ne Ch r one nc an Beta Gu B Ma Ch eg To Gu G Po ran Gu Lo Ca Sa La nc nc -T me a sme Pu Fr l- compensa las grandes modificaciones (en R G n yo A A ras L

desde estudios en la década de los noventa E n Ca o ñol La ño jo Sa to ed yo La Sa Ri

su mayoría negativas y a largo plazo) a la Pe Pe Al Ba Pi (Cala 1992), fue interpretada por el Estado Arro productividad de la biota localizada en la Colombiano como una amenaza a la segu- Arro zona del embalse y aguas abajo de este y ridad alimentaria y no como la afectación Figura 5. Número de especies de peces presentes en cada uno de los embalses colombianos donde se sobre la dinámica social que se relaciona de la diversidad y de las relaciones históri- reporta fauna íctica. con la extracción de peces. cas entre especies que se articulan dentro de una comunidad biológica. Dado que la Los peces en los embalses amenaza identificada era sobre la oferta trasplantadas desde otras cuencas colom- especies reducen la particularidad de las colombianos de alimento para la población colombiana, bianas. Sólo cinco de las especies listadas asociaciones de especies. En la figura 7a el Estado implementó políticas dirigidas tuvieron frecuencias de aparición entre se observan dos grupos conformados por La asociación de especies de peces presen- a incentivar la producción pecuaria basa- embalses mayores al 30%; de éstas, dos asociaciones en las que C. carpio estable- te en un embalse estará conformada por das en el aporte de individuos de especies son exóticas (Cyprinus carpio y Oreochromis ce alguna similaridad entre asociaciones. aquellas especies a las que, presentes en la exóticas (poblamiento) a las asociaciones niloticus) (Figura 6). Los subgrupos dentro del ramal superior, asociación del río previo al embalse, le fue- de peces nativos presentes en ciénagas y se definen por la presencia/ausencia de ron favorables las condiciones lénticas del embalses. Las estrategias de vida relacio- La asociación de especies es poco similar Brycon henni y Oreochromis spp. Dentro nuevo sistema. En algunos casos la inclu- nadas con el cuidado de la prole, sus pre- entre los embalses (Figura 7), sin embar- de este grupo se encuentra la asociación sión de ejemplares de especies exóticas en ferencias de hábitats con aguas quietas go, la presencia/ausencia de especies in- del embalse Urrá I, la cual aunque no pre- estos sistemas para sostenibilidad alimen- y, en algunos casos, su dieta (para mayor troducidas cambian esta similitud; estas senta especies no nativas, la presencia de

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50 Prochilodus magdalenae la incluye dentro El número de especies en los embalses se 40 del grupo. Los subgrupos del grupo infe- reduce con la altitud (Figura 8). Al menos rior, se separan por la presencia de On- el 50% de los embalses colombianos don- 30 chorhynchus mykiss. Cuando las especies de se reportan peces, albergan entre una % 20 exóticas y trasplantadas son retiradas del y tres especies y cerca del 20%, más de 20 10 análisis (Figura 7b), las asociaciones con- especies. A pesar de que las mayores rique- forman dos grandes grupos de embalses zas se encuentran en embalses debajo de 0 arriba de los 2.000 m s. n .m., el superior los 500 m s.n.m., ésta apenas representa definido por la presencia del capitán de la el 45% de la que se encuentra en ambien- sabana Eremophilus mutisii y cuyos subgru- tes cenagosos del río Magdalena. Por otro pos se definen por la presencia del géne- lado, es muy posible que la riqueza encon- ro Trichomycterus y el grupo inferior por trada en embalses localizados entre 1.000- especies del género Astyanax, el cual se 1.500 m s.n.m. este subestimada debido Figura 6. Porcentaje de embalses colombianos donde se observa la presencia de especies introducidas. sub-agrupa en asociaciones Brycon henni a la ausencia de inventarios recientes y a (embalses del ramal occidental andino, que buena parte de las especies listadas arriba de los 700 m s.n.m.) y asociaciones en este capítulo provienen de capturas Prochilodus magdalenae. de pescadores en las cuales, las especies de pequeño porte no son frecuentemente Las asociaciones definidas en estos gráfi- capturadas. cos provienen de estudios puntuales y, en la mayoría de los casos, de la década de los Históricamente, en el campo de las pesque- años noventa. En muchos de los embalses rías y de la acuicultura, se posee un legado hay especies que ya no se encuentran den- de cientos de años en donde las introduc- tro de su asociación, lo que convierte en ciones, las traslocaciones (=trasplantes) prioridad la definición de la composición y la repoblación, han sido esencialmente actual en los embalses y así determinar los percibidas como acciones económicamen- cambios sucedidos. te rentables. Entre 1940 y 1960, los inves- a.

20 2500

Especies 2000 15 es Altitud ls

ba 1500 em 10 d e Altitud ro 1000 me

Nú 5 500

0 0 b. 1-34 -7 8-12 1-31 -3 1-3> 24 Intervalo de Riqueza Figura 7. Agrupación de embalses de acuerdo con sus asociaciones de especies de peces. a) incluyendo exóticas y trasplantadas y b) excluyendo introducidas (exóticas y trasplantadas). Figura 8. Número de embalses y su altitud media por intervalo de riqueza (número de especies).

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tigadores asumieron que hábitats como hábitat en los embalses (Inpa et al. 1995). y posteriormente con tilapias (Oreochro- cada asociación en los embalses parecen los embalses y los reservorios requerían A la fecha podemos decir que seguimos a mis niloticus, Oreochromis spp). El éxito de ser determinantes en la presencia/ausen- nuevas especies y ello reforzó los procesos la deriva en materia de planificación. Y éste último grupo ha sido tal que en este cia de especies nativas (Figura 10 a, b, c) de introducción y de traslocación (Hall y esto queda reflejado cuando de manera año en las capturas representan el 97% y dentro de la asociación de peces en los Mills 2000, Font 2003). Los embalses co- azarosa se ha procedido a introducir otras sólo se reporta a Pimelodus grosskopfii (ca- embalses colombianos. Por el contrario, lombianos no fueron ajenos a este tipo de especies: Andinoacara pulcher, Arapaima paz) como especie acompañante. salvo el número de especies nativas, estos manejos y actualmente, aunque presentes gigas, Aristichthys nobilis, Caquetaia kraus- factores no parecen tener una influencia en el 85% de los embalses, se observa que sii, Caquetaia umbrifera, Cichla orinocensis, Factores como la edad del embalse, su alti- importante sobre la riqueza de especies en aquellos que se encuentran por debajo Colossoma macropomun, Ctenopharyngodon tud y el número de especies que componen introducidas presentes en estos sistemas. de los 1000 m s.n.m. (Anexo 1) el número idella, Cyprinus carpio var. carpio, Cyprinus 40 de especies exóticas dentro de cada asocia- carpio var. specularis, Micropterus salmoides, Nativas es

ción de especies no supera el 50% (Figura Oreochromis aureus, Oreochromis mossam- ci Introducidas 30

9). bicus, Oreochromis urolepis, Oreochromis pe es

hornorum, Oreochromis niloticus, Oreochro- e

d 20

El taller sobre aprovechamiento y orde- mis spp, Oncorhynchus mykiss, Piaractus ro

namiento pesquero y acuícola de embal- brachypomum, Salmo salar, Tilapia rendalli me 10

ses realizado en 1995, concluyó respecto y Trichogaster pectoralis. Muchas de estas Nú al manejo de los recursos pesqueros: 1) especies han resultado en beneficios so- 0 se carece de una verdadera planificación cioeconómicos, pero con impactos sobre a. 02 04 06 08 0 en la selección de las especies objeto de poblaciones nativas no evaluados. Edad (Años) aprovechamiento pesquero; 2) existe un 35 conocimiento incompleto de la biología El embalse de Betania (Huila) es un ejem- Nativas es 30 de especies promisorias; 3) las activida- plo de cómo la producción pesquera depen- ci Introducidas des de repoblamiento no han sido téc- de de especies foráneas. Inicialmente se pe 25 es nicamente dirigidas y 4) se evidencia la hicieron ensayos con ciprínidos C. carpio, e 20 d 15 carencia de acciones para el manejo del A. nobilis, C. idella, C. carpio var. (specularis) ro 10 me

Nú 5 32 0 40 28 05 00 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 5 Nativas 24 b. -5 es Introducidas 3 6 Altitud (m.s.n.m.) 30 20 22 21 16 7

especi 14 5 0 e 10 13 6 20 4 s d 7 1 1 7 ca 3 3 6 2 4 5 ro 3 3 2 6 4 6 3 2 2 1 2 3 2 3 2 1 3 4 3 xóti me 10 1 2 4 2 1 1 E 1 1 3 2 1 3 1 2 1 0 1 es Nú 0 1 0 0 3 ci 0 … pe s a a o é a a a o a I o o a I e 2 a é a I io ua na II da ña né in I ca ni sc er er a L F g sg ac Es ar nz uz ad e nd op hi al ayas caya ma caya aj av ci is de áj Si mi an ad atap yo rc La on da li Mu C Pr ra Urrá

er 1 Pl hi Ne us hi Ch an Bl Gu Beta ro an Ch To eg Tr G Gu Po Lore Ca La Gu s Salv nc me nc l- sm Punc Fr R l- n Ar Gr yo A A ra

E 0 n Ca ño o La ño Sa ro jo ed La Sa Ri

Pe 05 10 15 20 25 30 35 Pe Ar Alto Ba Pi c. Especies Nativas Figura 9. Número de especies de peces presentes en cada uno de los embalses colombianos. El número subrayado corresponde a las especies nativas presentes en el embalse y el que no se subraya a las intro- Figura 10. Relación entre el número de especies (nativas e introducidas) y a) la edad del embalse, b) ducidas. con la altitud y c) la relación número de especies nativas-introducidas.

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Agostinho et al. (2007) afirman que ca- biológicas son la base de su éxito y capaci- tropicales con grandes áreas inundables, daciones (Jackson y Marmulla 2001). Las racterísticas del sistema acuático como la dad de colonización: forman cardúmenes el rendimiento del cauce puede estar en- ciénagas del río Magdalena pueden tener riqueza de especies, la presencia de per- (mayor protección), tienen cuidado paren- tre 30-100 kg.ha-1.año-1 mientras que la rendimientos de hasta 250 kg.ha-1.año-1 turbaciones, la presencia de parásitos y tal, dieta omnívora y carnívora, alcanzan llanura de inundación presenta en media (Moreno y Fonseca 1987), rendimiento las condiciones abióticas también pueden rápidamente la talla de madurez sexual y entre 200 a 2.000 kg.ha-1.año-1 cuya pro- que se encuentra dentro del rango defini- ser limitantes para que las especies intro- desovan preferiblemente en hábitats pro- ductividad está directamente relacionada do por Jackson y Marmulla (2001) para ducidas prosperen pero resaltan que, en tegidos (Tabla 2). con la magnitud y la duración de las inun- sistemas acuáticos tropicales (Tabla 3). la mayoría de los casos, las características

Tabla 2. Algunas características biológicas de las tres principales especies introducidas en embalses Tabla 3. Producción anual estimada para diferentes sistemas acuáticos en el trópico. Fuente: Jackson colombianos. EPM: edad de primera maduración en años, CP: cuidado parental, ND: número de desoves y Marmulla (2001). al año. Tomado de: Agostinho et al. (2007). Cuerpo de agua Productividad anual (kg .ha-1) Especie Dieta Cardúmen EPM CP Nido ND Ovocitos Estanques de piscicultura 400-9300 Cyprinus carpio Omnívora - 0,5-1 - - >1 Adhesivos Planicies inundables 200-2000 Omnívora/ Oreochromis niloticus + 0,5-1 + + >4 Demersales Lagunas naturales someras 50-1000 planctófaga Lagos someros 50-200 Micropterus salmoides Carnívora - 3-4 + + >4 Demersales Embalses someros 30-150 Tilapia rendalli Omnívora + 0,5-1 + + >4 Demersales Grandes ríos 30-100 Lagos profundos 10-100 La pesquería en los embalses es una prioridad dentro de la planeación Embalses profundos 10-50 de éstos sistemas debido a que su forma- colombianos Ríos pequeños y quebradas 5-20 ción no se dirige a la cría de peces sino a la Pantanos 5 La potencialidad de que estos sistemas ri- producción de otros bienes y servicios (p. bereños modificados puedan ser utilizados e. control de inundaciones, energía eléc- para una pesquería sostenida, resulta de la trica, agua para acueducto y riego, recrea- interacción de características de la cuenca ción) por lo tanto la actividad pesquera y Varios son los enfoques que buscan prede- Marshall y Maes (1994) realizan estima- (p. e. topografía, geología, hidrología, cli- su ordenación estará sometida a otro tipo cir la capacidad de producción pesquera de tivos de producción de biomasa de peces ma), de las características particulares del de decisiones relacionados con la finalidad un embalse. En 1965, basado en la relación para diferentes ambientes tropicales (Ta- embalse, del programa para la producción inicial del reservorio de agua. Sin embar- entre la concentración de sólidos disueltos bla 4). Posteriormente, Quiros (1999) ana- de energía (en el caso de aquellos embal- go, independientemente de que la pesca y en la profundidad media del lago, Ryder liza diferentes reservorios de la Argentina ses utilizados para este fin) y de aspectos sea planeada o no en un embalse, esta se (1965) desarrolló el índice morfo-edáfico y vincula al análisis otras características fundamentales como son la oferta de con- convierte en una actividad y se constituye y estimó la producción pesquera en lagos del embalse como el perímetro (= comple- diciones de hábitat dentro del embalse en uno de los usos de los embalses. norteamericanos; luego Jenkins (1982) jidad del hábitat), producción primaria (= para el desove, la crianza, el crecimiento utilizando este índice calculó la produc- clorofila) y tiempo de retención. Entonces, y maduración de individuos de las pobla- Rendimiento pesquero ción para embalses de esta región. En tér- la identificación y cuantificación del po- ciones de peces y, en el caso de especies minos generales, este índice predice que a tencial pesquero de un embalse tropical migratorias, de vías de paso que permitan El rendimiento pesquero en sistemas dul- mayor aporte de nutrientes y menor pro- dependerá de diversos factores, entre es- la conexión a lo largo del continuo del río ceacuícolas naturales es extremadamente fundidad media, mayor será la oferta de tos se deberá tener en cuenta: a) la altitud, (Jackson y Marmulla 2001). variable debido a que depende de la geo- peces. Schlesinger y Regier (1982) incor- b) la asociación de especies que original- logía de la cuenca, de la longitud del río poraron a esta relación la temperatura del mente habitaba el sistema inicial, c) las ca- La utilización de los embalses como siste- arriba del embalse y del sector del conti- agua, permitiendo incorporar la variabili- racterísticas del agua (p. e. conductividad, mas productores de biomasa de peces no nuo del río donde se encuentra. En ríos dad global. Basados en esta modificación, sólidos totales disueltos y suspendidos,

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temperatura) y del vaso del embalse (p. e. lombia difiere de acuerdo a la altitud. En cadenas tróficas largas donde el fitoplanc- Es interesante observar que en el caso del profundidad media, perímetro, tiempo de altitudes mayores a 2.000 m s.n.m. no hay ton sea importante como base de la red. embalse Betania, el observado es seis ve- retención). un desarrollo importante y no tienen un El rendimiento pesquero en los embalses ces mayor que el esperado (Tabla 5). impacto importante en la economía re- suramericanos se encuentra dentro de un Tabla 4. Rendimiento pesquero (kg.ha-1.año-1) gional. Sin embargo, mencionan que la rango entre 0,08-113,7 kg.ha-1.año-1 (Tabla En América Latina, en embalses situados en diferentes áreas geográficas. Fuente: Jackson pesca deportiva de trucha (O. mikyss) es 5). Dentro de este rango, el mayor valor se en cuencas hidrográficas relativamente y Marmulla (2001). un potencial atractivo para el desarrollo reporta en el embalse de Betania y lo ubica pequeñas, los cíclidos presentan rendi- turístico. Por el contrario, consideran que como el rendimiento más importante a ni- mientos pesqueros entre 30-60 kg.ha-1. Rendimiento -1 Área embalses a menores altitudes (p. e. Prado vel suramericano. año (Quiros 1999). Las pesquerías con- (rango) y Betania) la producción es mayor pero que tinentales de México se basan en gran África 26-65 la pesquería sobre especies nativas ha sido Basados en la relación propuesta por medida en los numerosos embalses cuyo India 11,4-49,5 substituida por el desarrollo de cultivos en Schlesinger y Regier (1982) que vincula rendimiento es incrementado por medio jaulas de especies exóticas (p. e. Oreochro- el índice morfo-edáfico (profundidad me- de la repoblación con tilapias (57,4%) y las China 127-152 mis spp), actividad que aumenta el riesgo dia, sólidos disueltos) y la temperatura del carpas (14%), aunque desde los años 80 Sri Lanka 40-650 de eutroficación debido al aporte de nu- agua como factores predictivos, se estimó las capturas han disminuido de un 80% Cuba 125 trientes provenientes del alimento ofreci- el rendimiento pesquero esperado en al- de todos los peces capturados en 1992 a Rep. Dominicana 29-75 do a estos ejemplares y que, en parte, se gunos de los embalses colombianos con un 71% en 2007. En Cuba, en pequeños América del Norte 24 libera directamente o indirectamente (por los que se contó con la información nece- embalses, los rendimientos pesqueros excretas) al cuerpo de agua. saria. El embalse con el mayor rendimien- pueden variar entre 1500 a 5000, 30- Europa 21-76 to pesquero esperado es Guájaro, seguido 60 kg.ha-1.año-1 (Fonticiella et al. 1995). Quiros (1999), basado en el análisis de por Betania y Punchina. Los valores en- Mientras que en los embalses de mediano En nuestro país y hasta hace unos años, 700 embalses alrededor del mundo, afir- contrados permiten definir que, excepto tamaño del nordeste brasileño y de Cuba la planeación del Estado para la gestión ma que el tamaño y la profundidad están el embalse del Guájaro, los otros embalses presentan rendimientos relativamente y evaluación del recurso pesquero en los fuertemente relacionados con el rendi- se ubican dentro del rango esperado de altos, principalmente con especies exóti- sistemas dulceacuícolas y en particular miento pesquero. Los embalses pequeños oferta de biomasa de peces en la categoría cas, oscilando entre 30 y 900 kg.ha-1.año-1 de aquellos que han sido modificados para y poco profundos son más productivos “embalses profundos” según la categoría (Quiros 1998), con un promedio superior conformar embalses, había adolecido de que aquellos con áreas y profundidades de Jackson y Marmulla (2001) (Figura 11). a los 200 kg.ha-1.año-1 para los embalses políticas claras basadas en criterios téc- mayores. Embalses de las regiones de Asia nico-científicos con visión a largo plazo. y África presentan rendimientos entre 26 Afortunadamente, esta situación viene y 650 kg.ha-1.año-1 (Tabla 4); esta alta pro- cambiando y seguimientos detallados a embalses como el de Urrá I, son un ejem- ductividad es producto de la introducción plo y se espera, siga siendo en términos intensiva (repoblamiento) de ejemplares del seguimiento a la evolución del embal- para promover la captura. se. Como consecuencia de lineamientos pasados de la autoridad ambiental, la in- Los rendimientos pesqueros de embalses formación con la que se cuenta a la fecha ubicados en las cuencas de grandes ríos sobre la extracción pesquera previa y ac- de América Latina son, en general, con- tual de la mayoría de embalses es escasa y siderablemente menores a las reportados fragmentada en el tiempo lo que repercute en Cuba y China, aún en los casos en los en la imposibilidad de establecer compa- cuales se ha intentado la introducción de raciones, patrones y menos aún, definir especies. Gómez y Miranda (2001) resal- tendencias. tan que la baja productividad pesquera de los grandes embalses puede estar relacio- Márquez y Guillot (2001) afirman que la nada con la ausencia de especies adapta- producción pesquera de embalses en Co- das para explotar ambientes pelágicos y de Figura 11. Rendimiento pesquero esperado en algunos embalses colombianos.

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cubanos (Fonticiella et al. 1995, Quiros la fase inicial del embalse de Sobradinho 1999). De hecho, Cuba se ha empeñado en (Brasil), la captura en condiciones previas que a través de programas de repoblación al represamiento fue de 2.500 ton.año-1 y con tilapias se vuelvan altamente produc- dos años después de formado el embalse tivos (Quiros 1998). Sin embargo, la caída pasó a 24.000 ton.año-1, al cuarto año la en las capturas a partir de 1990 apunta captura cayó a 13.000 ton.año-1, al octavo a una falla de esta política ya sea por ra- año se había reducido a un poco menos de la mitad (10.000 ton.año-1) y a los catorce Fuente zones políticas, económicas o ecológicas (Quiros 1999). años de formación, la captura ya se había reducido en ocho veces el rendimiento China es el país líder en la repoblación de pesquero inicial (Agostinho et al. 2007). embalses con claros propósitos alimenta- rios, llegando a repoblar más de 1,4 mi- Una vez estabilizados (fase autotrófica), Novoa (1992, 1993) Agostinho et al. (2007) Sato y Osorio (1998) Agostinho et al. (2007) Petrere (1996) Urrá S.A.-Fundación Bosques y Humedales (2009) EMGESA S.A.-Fundación Humedales (2010) (1999) Florez-Brand Gomez (1995) Gomez Hiss et al. 1978, Villa-Navarro, 1999; García-Melo et al. 2010. Olaya et al. Larrahondo (1992), (1993), Pineda y Asmus (2003), EMGESA S.A.- Fundación Humedales (2005), EMGESA S.A.-Fundación Humedales (2009) Escobar y Navarro (2008) Valderrama (1986) UDEA-CORNARE (1993) llones de ha, con rendimientos medios de los embalses generalmente tienden a pre- 150 kg.ha-1, de los que un 75% se debe a sentar rendimientos pesqueros altamente la repoblación, estimándose que la repo- variables. En la figura 12, se observa la Años blación produce más de 157.500 t.año-1 captura reportada durante varios periodos 1994 1986 1987-1993 2001-2009 2009* 1988-1996 1994 1978, 1999, 2010 1991, 1992, 2003, 2007 1984-1985, 1988, 1994- 2000,1997, 2002-2003 1986 1992 (Kapetsky 1995). A 2006, es el país con la en cinco embalses colombianos. Excepto en el embalse Urrá I en el que se observa mayor producción de pescado a nivel mun- que se encuentra en la fase de producción dial con 51,5 millones de toneladas de pro- inicial, en los otros embalses no es posible ductos pesqueros. De esta contribución, establecer la tendencia pues no se cuenta , Cichla spp 17,1 millones de toneladas provienen de con información de al menos 15 años con- captura y 33,4 millones de acuacultura, lo tinuos luego de la formación del embalse. que permite distinguir que China contri- Agostinho et al. (2007) resaltan que para buye globalmente con 36,3 por ciento de un diagnóstico adecuado del rendimiento la producción por captura y 64,6 por cien- pesquero, son necesarias las estimaciones to, casi dos tercios, de la producción por de las capturas de los pescadores, del es- Especies importantes acuacultura en el planeta. La acuicultura fuerzo utilizado y de la representatividad integrada a la agricultura ha logrado pro- de la información respecto al universo -1 Prochilodus rubrotaeniatus, Plagioscion Prochilodus orinocensis Cichla squamosissimus, Pachyurus spp, Plagioscion sp. Leporinus spp, Plagioscion sp. Cichla monoculus,Cichla Hypophthalmus squamosissimus Plagioscion marginatus, Hypophtalmuls edentatus,Hypophtalmuls Plagioscion lineatus Prochilodus squamosissimus, Prochilodus magdalenae, Hoplias Hoplias magdalenae, Prochilodus malabaricus Onchorynchus mykiss Oreochromis spp Pseudopimelodus buffonius, Oreochromis spp Oreochromis niloticus Oreochromis niloticus,Oreochromis Triportheus magdalenae Cyprinus carpio, Tilapia rendalli ducciones superiores a los 13 mil kg.ha . muestral (espacio, tiempo). En Suramé- rica, las informaciones disponibles gene- Tendencia espacio-temporal ralmente son incompletas, intermitentes, obtenidas con métodos diversos y algunas 7 5 18 8,3* 7,10 3,40 0,08 13,7* 19,10 11,40 13,30 98,20 22,30 Una vez llenado el embalse, frecuentemen-

113,70 veces sin el rigor científico necesario y Co- te al segundo año de llenado, el rendimien- lombia, parece no ser la excepción. Rendimiento

(kg.ha-1.año-1) to pesquero se incrementa de manera im- portante debido a la alta disponibilidad de Las capturas en los embalses colombianos nutrientes producto de la descomposición se distribuyen espacio-temporalmente. del material vegetal inundado pero, unos

Cuenca De esto son ejemplo los embalses de Be- Tocantis, Uruguaia Paraná Caroní San Francisco Sinú Magdalena años después se reduce y la composición tania y Urrá I en los que la mayor captura de especies que sostiene la pesquería cam- se observa durante los menores niveles del bia. En algunos embalses brasileños (p. e. agua de los embalses y además en aquellos Balbina, Sobradinho, Itaipu) la tendencia sectores próximos a la cola del embalse o

Embalse de reducción se ha observado entre 8 y 15 en la desembocadura de tributarios al em- Tres Marias Tucurui Itaipu Venezuela Guri Brasil Sobradinho Salvajina Urra Prado Tomine Guajaro Peñol-Guatape Colombia Betania * Seis meses segundo del semestre Rendimiento pesquero en algunos pesquero embalses suramericanos. 5. Rendimiento Tabla años después de formados. Por ejemplo, en balse (Figuras 13 a, b, c, d).

250 251 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

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12 200

10 150 8 n n 6 100 To To

4 50 2

0 0 1988 19891 990 1991 19921 993 1994 19951 996 2001 2002 2003 2004 2005 2008 2009

(a) 25 años, 1100 m s.n.m. (b) 10 años, 70 m s.n.m. a)

1200 105

1000 100

800 95 n n 600 90 To To 400 85

200 80

0 75 1991 1992 2003 2007 2008* 2009* 1975 1977 1978 1998 2006 2010

(c) 23 años, 561 m s.n.m. (d) 37 años, 361 m s.n.m. b)

6000

5000

4000 n 3000 % To %

2000

1000

0 1984 1988 1994 1995 1996 1997 2000 2002 2003 1985

(e) 33 años, 10 m s.n.m. c) Año 2007 d) Año 2009

Figura 12. Distribución multianual de la captura en diferentes embalses colombianos: a) Salvajina, b) Figura 13. Distribución espacial y temporal (mensual y multianual) de la captura en los embalses de Urrá I, c) Betania, d) Prado y e) Guájaro. Cada figura se acompaña por la edad del embalse y su ubicación Betania (a, c) y Urrá I (b, d). Fuente: Urrá S.A.-Fundación Bosques y Humedales (2009), EMGESA- altitudinal. Fundación Humedales (2009, 2010).

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Especies (nativas e introducidas) con es- gura 14). Dentro de este grupo las pobla- a) b) trategias de vida propias de ambientes ciones de Prochilodus magdalenae, Brycon lacustres y que eran poco abundantes en moorei, Salminus affinis, Pimelodus blochii, la asociación de peces en el río antes de Leporinus muyscorum, Pseudoplatystoma la construcción del embalse, son las que magdalenae y Sorubim cuspicaudus han sido persisten y dominan en la asociación de las más afectadas por el aislamiento que especies presentes en el embalse y que genera la presa no sólo en sus rutas migra- son reclutadas en la pesca (Figura 14). El torias en búsqueda de áreas para el desove seguimiento a la captura que se conoce de sino también en la afectación de la sobre- Salvajina (Cauca), Prado (Tolima) y Urrá vivencia (p. e. depredación, parasitismo) I (Córdoba), permite observar esta ten- de los embriones y larvas que provienen dencia en el cambio de la asociación de de aquellos ejemplares que logran repro- especies. En Urrá I, desde la formación del ducirse arriba del embalse. Es importante embalse, la composición y abundancia de resaltar que Prochilodus magdalenae, una las especies importantes para los pescado- de las especies que tiende a desaparecer de res cambiaron y, especies migratorias (p. la asociación de los embalses, aún se con- e. Brycon moorei, Salminus affinis, Sorubim serva dentro de las capturas de los pesca- cuspicaudus) importantes durante los pri- dores como resultado de los repoblamien- meros años han sido reemplazadas por tos realizados en los últimos años dentro otras como Ageniosus pardalis, Cyphocharax del embalse Urrá I (Urrá S. A.-Fundación magdalenae y Pimelodus blochii (Figura 14a) Bosques y Humedales 2009). Es importan- y es probable que dentro de cinco años, te considerar que repoblamientos mal con- sean otras las especies dominantes (aun- cebidos y ejecutados pueden conllevar a la que los indicadores de diversidad de la aso- reducción en la variabilidad genética (p. e. ciación de especies han comenzado a esta- parentales envejecidos, cruzamiento entre c) bilizarse) (Urrá S. A.-Fundación Bosques padres-hijos), así como a la pérdida de la d) y Humedales 2009). Es de resaltar que en particularidad genética de la población (p. este embalse aún no se reportan especies e. parentales provenientes de poblaciones Figura 14. Distribución multianual de la abundancia relativa de las especies capturadas por pescadores introducidas pero si en la cuenca de drena- de otras cuencas o de otras especies del en: a) el embalse Urrá I, b) el embalse de Salvajina, c) el embalse de Prado y d) Guájaro. Fuente: Urrá je al embalse hay desarrollo piscícola ba- mismo género de otras cuencas) y, en con- S.A.-Fundación Bosques y Humedales (2010), Florez-Brand (1999), Hiss et al. (1978), Villa-Navarro sado en especies foráneas, probablemente secuencia, a la afectación de la especie que (1999), Centro de Productividad del Tolima (2006), García-Melo et al. (2010), Escobar y Navarro (2008). éstas harán parte de la futura asociación pretende ser manejada adecuadamente de especies. arriba del embalse. Tabla 6. Algunas características biológicas de especies nativas que han prosperado o mantenido en En el caso de los embalses de Salvajina (Fi- A pesar de que en aquellos embalses don- embalses colombianos. EPM: edad de primera maduración en años, CP: cuidado parental, ND: número gura 14b) y Prado (Figura 14c), la presen- de las especies exóticas han logrado esta- de desoves al año. Fuentes: EMGESA S. A.-Fundación Humedales (2008). cia de especies exóticas (p. e. Orechromis blecerse, poblaciones de especies nativas spp) desplazó a otras especies nativas en como las del género Caquetaia (C. kraussii, Especie Dieta Cardúmen EPM CP Nido ND Ovocitos su importancia para la pesquería que se C. umbrifera), Cyphocharax magdalenae y Carnívora- Caquetaia kraussii - 1,5 + + 2 Demersales desarrolla. Pimelodus grosskopfii, han logrado persistir ictiofaga y hacen parte de la población reclutada en Caquetaia umbrifera Omnívora - ? + - ? Demersales En general, la abundancia relativa de las la pesquería local. Incluso, hay especies ya Pimelodus grosskopfii Omnívoro + 1 - - 2 Pelágicos especies migratorias se ha reducido en los consideradas como “indeseables” tal como Cyphocharax embalses colombianos donde previo a este, C. kraussii, la cual debido a su habito de- Detritivoro + ? - - 2 Pelágicos eran importantes en la pesquería local (Fi- predador afecta no sólo la sobrevivencia magdalenae

254 255 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

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60 de ejemplares adultos de otras especies na- que en esta fase inicial, se desarrolle una Antes tivas de pequeño porte sino también la de pesquería desordenada e insostenible y 50 Después individuos que son aportados al cuerpo de además se generen falsas expectativas 40

agua en las actividades de repoblamiento. respecto a la oferta futura del recurso % 30 De acuerdo con las características biológi- pesquero en el embalse. Si bien es cierto 20 cas de las especies nativas exitosas, se ob- que los embalses son más productivos que serva que el cuidado parental de la camada los ríos que les originan (Agostinho et al. 10 y la edad de maduración sexual pueden ser 1999), las especies presentes en el embalse 0 factores determinantes, aunque se requie- son menos rentables dado que son especies Pesca Otros re mayor información (Tabla 6). de pequeño porte y poco atractivas para el Agricultura Pesca y otros consumidor, cuando son comparadas con Sin información Aspectos socio-económicos aquellas especies capturadas en el río. Así Pesca y agricultura Actividad económica que las falsas expectativas generadas por de la pesquería Figura 15. Distribución porcentual de las actividades económicas desarrolladas por la población ribe- un periodo de productividad máxima en el reña presente en el área donde se formó el embalse de Betania. Fuente: Valderrama et al. (1986). La construcción y operación de un em- embalse, sumadas a la falta de educación balse genera cambios importantes en las y de agremiación de los pescadores y la relaciones sociales y económicas de la po- explotación insostenible de los recursos, migratorias de buen porte (tallas entre los por excelencia en los embalses es la red es- blación humana presente en la región. El llevan a una fase de declive en las rentas 23 y los 120 cm LE), la pesca en los embal- tacionaria, le sigue en importancia el an- principal impacto social es la reubicación proveniente de la actividad pesquera y ses es permanente (aunque se observan zuelo (y sus modificaciones) y la atarraya de la población que habita aquel sector esto hace que aquellas personas que desde tendencias asociadas con la reducción en (Figura 17). En términos de diversidad de del río que se encuentra dentro del área antes del embalse eran consideradas como el nivel del agua) (Figura 13). Las especies métodos de pesca, el embalse de Betania del futuro embalse. A pesar de que es un grupos marginales, continúen siéndolo. capturadas son de porte pequeño y bajo es el más diverso, le sigue Prado y Urrá I. impacto generalmente manejado por las valor económico y, lo capturado casi en su entidades involucradas en la construcción En términos generales se puede afirmar totalidad, se dirige al consumo familiar y El uso del recurso pesquero es además del embalse, hay costos sociales que en al- que la dinámica social y económica de la a la comercialización. una importante fuente de actividad pro- gunos casos no son tenidos en cuenta. Uno región inundada donde la extracción de ductiva y de seguridad alimentaria para de ellos y que le compete al tema pesquero, recursos del río era importante, cambia. En los embalses colombianos se usan has- los habitantes de la zona de influencia de es el relacionado con el cambio de activi- La dinámica pesquera se modifica (p. e. ta seis tipos diferentes de aparejos de pes- los embalses. En especial en los embalse dad al que se ven enfrentados todos aque- diferentes aparejos de pesca, diferentes ca. Así como en otros embalses surameri- de pisos térmicos cálidos. Los ejemplos llos usuarios del río que no poseen tierras especies, menor rentabilidad, menor cap- canos (Agostinho et al. 2007), el método más significativos de esta realidad se evi- y, que por lo tanto, no son incluidos dentro tura) y se favorecen otras actividades (p. de los programas de compensación por no e. actividades agrícolas). En la figura 15, se tener derechos respaldados por un títu- puede observar el cambio de la actividad lo de propiedad. Dentro de este grupo se económica de la población presente en el encuentran los pescadores profesionales área de influencia del embalse Betania, an- y aquellas personas que ocasionalmente tes y después de su construcción. hacen uso de los peces que les provee el río. % La actividad pesquera reportada en los Durante la fase inicial de producción del embalses colombianos es principalmente embalse, la pesquería debe ser ordenada de subsistencia, seguida por pesca artesa- para hacerla sostenible. Agostinho et al. nal y deportiva; en el 15% de la muestra (2007) resaltan que en la mayoría de em- de embalses no se reporta algún tipo de balses brasileños esta fase ha sido caótica pesquería (Figura 16). Contrario a la pesca pues no han existido planes de ordenación artesanal en ríos en la que la captura es al- Tipo de pesquería a la actividad pesquera y esto ha llevado a tamente estacional y depende de especies Figura 16. Porcentaje de embalses colombianos en los que se reporta actividad pesquera.

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LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura Referencia EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 Cala y Bernal 1997

peces Dieta y algas liofago y peces y peces Detritos Insectos, Insectos y Omnívora sedimento crustáceos bentonicas bentonicas Zooplancton, Invertebrados, peces pequeños Invertebrados y Invertebrados insectos acuáticos plantas del y algas

anélidos, moluscos, Gusanos, moluscos, crustáceos, insectos Detritos, diatomeas Fitoplancton y algas y algas Fitoplancton Fitoplancton y algas y algas Fitoplancton Omnívora, insectos, macroinvertebrados macroinvertebrados

natural, natural, M M año -1

0.626

pesca pesca Z Z año-1

2.3 5.32 5.73 1.76 TMM cm LE cm TMM

22

20.5 26.9 32.4

Figura 17. Distribución porcentual de los aparejos de pesca utilizados en la actividad pesquera en reproductiva Temporada Temporada

embalses colombianos. dencian en el embalse de Betania donde poblaciones de especies presentes en tres fecundidad

la pesca genera una actividad económica embalses colombianos (Tominé, Betania 1500

para más de 413 pescadores, los cuales y Prado). Ninguna de las especies listadas prop. sex. prop.

contribuyen a la economía local con un va- es común a los tres embalses. En aquellas

lor del producto de $1.715 millones al año, que son comunes a los embalses de Prado

generando ingresos mensuales por cer- cm LE Rango Rango y Betania, algunas como Caquetaia kraus- TMC

23-47 20-29

ca de un salario mínimo legal ($466.000 12 - 44 16-28,5 22,5-26 19-22,5 15-22,5 sii, Geophagus steindachneri, Hoplias mala- 4,1-59,1 27,3-30,3 12,3-15,1 17,3-20,3 20,5-27,4 21,1-24,7 49,5 - 96,3

mes), siendo la pesca la principal actividad baricus, Pimelodus grosskopfii, Prochilodus TMC LE cm LE TMC

económica para la población más pobre de 17 22.1 31.4 30.3 22.4 14.3 18.6 62.8 24.8 23.3 22.7 26.5 29.6 magdalenae, Rhamdia quelen y Sternopygus 15.5

la región (EMGESA S. A.-Fundación Hu-

∞ L aequilabiatus, presentaron tallas de captu- LE cm

66 60 41.2 medales 2008). El otro caso ejemplarizan- ra mayores en el embalse de Prado; solo la 62.7

te es el aporte a la seguridad alimentaria. talla media de captura de Oreochromis nilo- k

En el embalse de Urrá, se registran 376 0.470 0.730 0.600 ticus fue mayor en Betania. 0.300

pescadores con una población dependien- a

te de 1.055 personas, las cuales derivan su 0.046 0.567 8.290 0.130 1.159 0.248 0.213 0.012 0.0425

seguridad alimentaria de la pesca, siendo Conflicto ambiental y 41.477 b

el pescado la principal fuente proteínica oportunidades para su gestión 2.670 2.157 0.960 2.550 2.487 2.330 2.410 3.080 2.840 0.261 alcanzando valores de consumo de 54,2 g. persona-1. año-1 (Valderrama et al. 2006). El Código de Conducta de Pesca Respon- Algunos parámetros biológicos de las es- sable (CCPR) definido por la FAO (1995), pecies de interés pesquero otorga el marco legal para el desarrollo de una actividad pesquera sostenible. El espejo Rhamdia quelen Oreochromis spp Oreochromis Aequidens pulcher CCPR es complementado por una serie de Caquetaia kraussii Nombre científico Nombre Pimelodus grosskopfii Las especies que sostienen la pesca en los niloticus Oreochromis Cyprinus carpio carpio Prochilodus magdalenae Prochilodus Geophagus steindachneri Cyphocharax magdalenae Sternopygus aequilabiatus Cyprinus carpio carpio var Potamotrygon magdalenae embalses colombianos son Cyprinus carpio, pautas técnicas entre las cuales se destaca Spatuloricaria gymnogaster Oreochromis niloticus, Oncorhynchus mykiss, el enfoque precautorio de la pesca y de la Brycon henni, Pimelodus blochii y Prochilo- introducción de especies (FAO 1997), la Algunas biológicas localizados características embalses colombianos en la río del cuenca en tres poblacionesespeciesMagdalena de presentes Raya Jacho Capaz pesca responsable (FAO 1995) y el enfoque Picuda dus magdalenae. En la tabla 7 se presentan Caloche Criollita Guabina Zapatero Bocachico Mojarra roja Carpa espejo Carpa común

Madrebocachico Nombre común Nombre

algunos valores de variables biológicas de ecosistémico (FAO 2003). Mojarra plateada

Embalse Betania en diferentes altitudes. en diferentes Tabla 7. Tabla

258 259 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura 2010 2010 2010 2010 2010 2010 2010 2010 2010 ICA, 2008 Referencia Referencia EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 EMGESA 2007 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo EEB-Emgesa 2009 EEB-Emgesa 2009 EEB-Emgesa 2009 EEB-Emgesa 2009 Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro

peces Dieta Dieta Ictiógafa Ictiógafa Perifiton Insectos, moluscos micrófaga Juveniles: Juveniles: bentónico Omnívora Omnívora Omnívora Omnívoro- Omnívoro- Omnívoro- insectívoro insectívoro Insectívora Insectívora invertivoro invertivoro invertívoro Insectívoro Insectívoro Insectivoro- Insectivoro- crustáceos e Detritus, larvas insectos y peces Omnívora (frutos,Omnívora

Omnívoro-ictiófaga flores, hojas flores, y peces Anélidos, insectos y macroinvertebrados Fito-zooplanctofaga Fito-zooplanctofaga insectos, de adultos: insectos, adultos: de

natural, natural, natural, M M M año año

-1 -1

pesca pesca pesca Z Z Z año-1 año-1

TMM cm LE cm TMM LE cm TMM

55 59 27 33 31 30 33 51 29 20 32 16 24 14

13.3 3.89 25.1 18.3

reproductiva reproductiva

Temporada Temporada Temporada Temporada

dic. dic. ago. nov. Nov. Nov.y Nov.y Mar.y Mar.y Oct. y Oct. y Jun. y Sept.y Sept. y Sept. y Sept. y

oct.-dic. feb.-abr. nov.-dic. Dic.-feb. abr.-jun.

feb.-mar. Dic.-mar. Mar.-may. Constante

fecundidad fecundidad

2380 2730 64300 39700 68400

prop. sex. prop. sex. prop.

1M 1M 1M 1M

1,83H: 0,45H: 0,75H: 0,87H: 1H: 3M 1H: 3M 1 H: 2M

1H:1,2M 0,2H: 1M 1H: 1,7M 2,5H: 1M 9,3H: 1M 4,8H: 1M 1H: 2,8M 1,6H: 1M 8,5H: 1M 1,9H: 1M 1,8H: 1M 0,5H: 1M 1,0H: 1M 2,0H: 1M 1.5H: 1M 1,2H: 1M 1H: 2,7 M 1,5 H:1 M

LE cm LE cm LE

Rango Rango Rango TMC TMC TMC 25 21-45 14-24 13-49 8 - 34 9 - 23 2 - 8,5

22- 42 37 - 85 14 - 24 20 - 28 24 - 36 22 - 55 25 - 43 25 - 70 22 - 50 26 - 60 14 - 26 10- 14 18 - 28 16 - 39 13 - 34 18 - 36 20 - 33 14 - 70 11 - 16 12 - 40 14 - 35 12 - 36 11-43,3 15-22,5

39 - 102 42 - 112 23,1-32,1 10,8-15,3

TMC LE cm LE TMC cm LE TMC

64 63 35 37 40 29 45 21 19 20 33 26 39 4.6

58.9 19.3 24.2 25.8 27.8 31.9 34.8 27.6 13.4 13.7 12.7 18.8 25.4 22.9 21.4 21.6

14.28 22.91

∞ ∞ L L cm LE cm LE cm

k k

0.000 0.002 0.449 0.018 0.018 0.004 0.000 0.012 0.057 0.048 0.043 0.042 0.038 0.041 0.018 0.040 0.042

a a

0.11 5.69 0.003 0.940 0.348 0.000 0.000 0.026 0.005 0.000 0.171 0.694 0.117 0.003 0.317 0.440 0.153 0.009 0.139 0.433 0.003 0.084 0.136 0.489 0.004

b b

2.828 0.954 1.896 2.419 2.745 2.850 3.237 2.520 2.623 1.366 2.481 2.536 2.400 2.632 2.270 2.125 2.560 1.992 2.563 1.390 2.634 2.683 2.532 2.213 2.583

Brycon moorei Rhamdia quelen Oreochromis sp. Oreochromis Pimelodus blochii Caquetaia kraussii Ageneiosus pardalis Eremophilus mutissiEremophilus Hoplias malabaricusHoplias Caquetaia umbrifera Caquetaia umbrifera Ancistrus centrolepis Nombre científico Nombre científico Nombre Pimelodus grosskopfii Oncorhynchus mykiss Oncorhynchus Oreochromis niloticus Oreochromis Cyprinus carpio carpio Neostrengeria macropa Neostrengeria Geophagus steindachneri Pseudopimelodus schultzi Pseudopimelodus Icthyoelephas longirostrisIcthyoelephas Pseudopimelodus bufonius Pseudopimelodus Sternopygus aequilabiatus Peje Capaz Pataló sabana Dorada Nicuro Dentón Viringo Guabina plateada Mojarra Mojarra Mojarra Doncella (mojarra Buchona Cangrejo anzuelera) Bagre sapo Capitán la de Carpa comun

Mojarra negra Cucha barbona

Trucha arco iris Trucha arco Mojarra amarilla Nombre común Nombre común Nombre

Embalse Betania Tomine Prado Embalse Prado Tabla 7. Continuación (2). Tabla 7. Continuación (3). Tabla

260 261 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

En Colombia, la gestión de la actividad el desarrollo de la pesca pero antes que pesquera es regida por el Estatuto General nada, se debe caracterizar el contexto am- .2010 2010 2010 (1995) al de Pesca (Ley 13 de 1990 y su Decreto Re- biental porque sólo así se podrá ordenar. Referencia García-Melo et García-Melo (1993); Gomez (1993); Gomez Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 Hiss et al . 1978 García-Melo et al . García-Melo García-Melo et al . García-Melo UDEA-CORNARE Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro Villa-Navarro 1999 Villa-Navarro glamentario 2256 de 1991). Dentro de este estatuto, se encuentra la normativa gene- Las características que enmarcan el con- ral establecida para, entre otras, los tipos texto ambiental en las que habitan los pe- ces se pueden agrupar en factores abióti-

de permisos, tiempo y zonas de veda a la Dieta Ictiógafa Ictiógafa cos y bióticos, los cuales interactúan y son bentónico bentónico bentónico Omnívora Omnívora

Limnófaga pesca, zonas de reserva, artes de pesca y Insectívoro Insectívoro Insectívoro Insectívoro Invertívora

Insectívoro Insectívoro interdependientes dentro de un sistema

Insectívora-escamas tallas mínimas, la carnetización de pesca-

natural, natural, M M

año dores, las tasas y derechos, lo relativo a las natural donde la actividad humana ejerce -1

asociaciones de pescadores y la concesión una fuerte influencia. Dentro del primer

pesca pesca

Z Z año-1 grupo, la altitud, el clima (p. e. régimen

de área de pesca, y lo concerniente a las in-

pluviométrico), la geomorfología (p. e. TMM cm LE cm TMM fracciones, prohibiciones y sanciones.

37,2 (M) 30,7 (H); 42 14 tipo de sustrato del cauce, amplitud del 37.3 48.2 30.2

lecho, pendiente longitudinal y lateral del

reproductiva Quiros (2003 a, b), FAO (2004) y Copescal Temporada Temporada

cauce, presencia de plano inundable) y la Dic.

Ene. (2009), establecieron directrices de orde- Nov. y Dic. Oct. y y Ene. y Ene. Ago. y Sept. y Ago.-Sep. Jul.-Sept. Jul. y Dic.

Jun.-Sept. nación para la pesca y la acuicultura, con- dinámica fluvial (p. e. frecuencia, magni- fecundidad tinental y marina, en ambientes naturales tud y duración del pulso de caudal, carga

373 3-4 8400 1420 1880 4066 7990 de sólidos totales, química del agua, car- 31800 331230 o artificiales que poca aplicación han teni-

do a escala global. En éste sentido son po- ga contaminante, cobertura boscosa de la prop. sex. prop.

cuenca aportante al embalse), son factores M 1M 1M cos los planes de ordenamiento pesquero 1,77H: 0,30H: 1H: 1M 1H: 5M 1H; 1,59 1,5H: 1M 1H: 1,8M 1H: 2,5 M 1H: 2,5 M 1H: 1,3 M definitivos en la definición de respuestas

que identifiquen, ejecuten estrategias y ac- LE cm LE probables de la ictiofauna y su alimento

ciones de ordenación y desarrollo sosteni- Rango Rango TMC TMC

(factor biótico). En la figura 18 se observan 6 - 10 7 - 11 12-20 6 - 10 31 - 50 20 - 38 48 - 64 21 - 44 23 - 27

16 - 50 ble de estas actividades en los embalses. El las principales condiciones ambientales a

desconocimiento de su potencialidad para TMC LE cm LE TMC tomar en consideración cuando se anali-

20 38 28 54 15 el desarrollo de proyectos acuícolas, o pes- 9.13 13.3

30.4 za la asociación de especies de peces y su

∞ queros, la carencia de información para

L cm LE cm entorno ambiental al insertar un embalse;

evaluar sus impactos ambientales (pre y no se toma en consideración el sector del k post embalse), la escasa disponibilidad de cauce aguas abajo de la presa.

0.001 0.003 0.002 0.002 0.053 paquetes tecnológicos de especies nativas

y de análisis económicos para su imple- a Estas características ambientales que pue-

mentación son limitantes para aplicar el 0.001 0.023 0.022 0.050 den ser de utilidad para predecir la res-

Código de Conducta de Pesca Responsable. b puesta de la asociación inicial (pre-embal-

2.687 3.102 3.133 1.979 se) de peces a las condiciones del embalse y Welcomme (2001) afirma que dependien- apoyar la formulación de las actividades a do de la economía de la región donde se desarrollar dentro de un plan de manejo a inserta el embalse, deberá ser el tipo de la ictiofauna y a la actividad pesquera tan- ordenamiento. Aquellos países más desa- to dentro del embalse, aguas arriba de éste rrollados económicamente, el enfoque se y aguas abajo de la presa. Estas respuestas, Astyanax fasciatus Hoplias malabaricusHoplias Nombre científico Nombre Eigenmania virencens Astyanax magdalenae Roeboides magdalenae deberá dirigir es hacia el desarrollo de me- dada la naturaleza del ecosistema, pueden Prochilodus magdalenae Prochilodus Cyphocharax magdalenae Potamotrygon magdalenae Cyprinus carpio Tilapia rendalli Oreochromis niloticus Oreochromis didas de conservación y en las economías ser altamente impredecibles por lo que menos desarrolladas, se deberán orientar el plan de manejo deberá ser una herra- a la oferta de alimento. Entonces, la orde- mienta que se pueda adaptar a cualquier Raya Yalua Tilapia Tilapia Dentón Sardina Sardina Chango Cuchillo nación de los embalses para la pesca exige respuesta no esperada, es decir, un plan de Bocachico Carpa común

Nombre común Nombre definir el objetivo con el cual se pretende manejo adaptativo.

Peñol-Guatapé Embalse Prado Tabla 7. Continuación (4). Tabla

262 263 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

Un plan de manejo efectivo se fundamen- consecutivos y cada dos años se deberán ta en dos aspectos: el conocimiento de hacer evaluaciones de la información ob- las partes del sistema y de cómo éstas se tenida en los monitoreos hidrobiológicos articulan. La figura 19 presenta algunas y pesqueros. Con base en estos resultados estrategias de manejo que pueden ser im- se definirá si los manejos planteados han plementadas para mejorar la calidad del sido eficientes para prevenir, compensar o hábitat para los peces y la oferta de peces mitigar los impactos previstos sobre la ic- para pescadores en la zona del embalse y tiofauna y la pesquería. Una vez el sistema aguas arriba de éste. Se considera que para embalsado se ha estabilizado, se deberá proponer acciones de manejo y regulación, hacer una evaluación final y replantear o se debe tener un conocimiento muy aproxi- no, un nuevo pan de manejo a la luz de los mado del sistema y sobre su respuesta a las resultados encontrados. actividades de manejo. Es por esto que se plantean monitoreos mensuales a la biota En Colombia, la gestión ambiental de los acuática, a su hábitat y a la actividad pes- embalses se ha concentrado prioritaria- quera por al menos cinco años consecuti- mente a la ordenación de la pesca respecto vos y previos a la construcción del embalse a la oferta de peces (independientemente y, luego durante los primeros quince años de que la especie sea nativa o no) dentro de vida del embalse. del cuerpo de agua embalsado más que a un manejo adecuado del sistema acuático Los cambios provocados por la regulación (que incluya la cuenca aportante) en pro- de un río son respuestas jerárquicas (Petts cura de un equilibrio entre conservación 1980). Los efectos de primer orden están de la diversidad, la producción de biomasa relacionados con el desvío del río, con el para la alimentación de la población hu- inicio del llenado del embalse y con la al- mana y el bienestar de la comunidad pes- teración en la transferencia de energía ha- cadora. En los últimos cinco años, el Esta- cía aguas abajo. De segundo orden, aque- do colombiano ha comenzado a vincular a llos resultantes (en una escala de tiempo mayor) de los cambios geomorfológicos la comunidad pescadora dentro de los Pla- del cauce y en la dinámica del plano de nes de Ordenación Pesquero y Ambiental inundación debajo de la presa. Y de tercer (POPA) y ha logrado implementar nuevas orden, sobre las comunidades de macroin- tácticas basadas en la concertación con la vertebrados y peces, resultante de la com- comunidad y en búsqueda de la mejor vía binación de los dos primeros así como de para obtener un desarrollo sostenible den- la interacción entre las poblaciones bioló- tro del área de influencia directa del em- gicas. balse. Aunque aún es pronto para observar resultados, la iniciativa de manejos con- De acuerdo con estas repuestas jerárquicas certados es ya una buena señal. En la tabla y los tiempos para que se observen, la in- 8 se presentan las afectaciones a los peces, formación previa al embalse servirá como a la pesca y a los hábitats identificadas en base para plantear un plan de manejo los embalses y las acciones de manejo co- apropiado y consecuente con las condicio- múnmente implementadas bien sea como nes del sistema y los cambios que traerá el mandato de las entidades del Estado o, embalse. El plan de manejo se deberá im- ahora en los POPA para mitigarlas, com-

Algunas características a considerar de las de 18. AlgunasasociacionesFigura especies de y posteriores previas a considerar características peces de y su en condiciones entorno ambiental río. del a la un embalse inclusión de dentro plementar al menos durante quince años pensarlas y prevenirlas en nuestro país.

264 265 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura Remoción fisica y biológica de macrófitos de biológica y fisica Remoción

Especificaciones para construcción de vivienda de construcción para Especificaciones

Normas para el desarrollo de la piscicultura la de desarrollo el para Normas

Recomendaciones para operación del embalse del operación para Recomendaciones

Turismo sostenible Turismo

embalse

Zonas de reserva privada en la periferia del del periferia la en privada reserva de Zonas

la cuenca la

Protección y manejo de cobertura boscosa en en boscosa cobertura de manejo y Protección

industriales

Tratamiento de residuos domésticos e e domésticos residuos de Tratamiento

Fortalecimiento de gremio pesquero gremio de Fortalecimiento

Educación ambiental Educación

Reglamentación de métodos de pesca de métodos de Reglamentación

manejo

Desestimular la pesca de especies objeto de de objeto especies de pesca la Desestimular

Vedas en tiempos en Vedas

Vedas en áreas (áreas de reserva) de (áreas áreas en Vedas

Veda a pesca de especie objeto de manejo de objeto especie de pesca a Veda

Pesca dirigida a una especie una a dirigida Pesca

Repoblamientos con especies introducidas* especies con Repoblamientos

Repoblamientos con especies nativas (adultos) nativas especies con Repoblamientos

Repoblamientos con especies nativas (juveniles) nativas especies con Repoblamientos

Repoblamientos con especies nativas (larvas) nativas especies con Repoblamientos

Hábitat Pesquería Fragmentación del río del Fragmentación arriba embalse del flotantes macrofitos de Sobreproducción Alta variabilidad embalse del en el nivel agua del Contaminación aportante en cuenca Sedimentación lastributarios de desembocaduras al embalse Sobrepesca Sobreoferta especie de deseada no Uso de métodos prohibidos en la ofertaReducción peces de objeto manejo de

Figura 19. TiposFigura vida de años manejo de quince los primeros un embalse de y susen una región actividad actividades previa. con pesquera durante (1996). Petrere de Modificado planesmanejo de embalses de Solo colombianos. manejo de al embalseimplementadas las y los diferentes en acciones afectaciones de 8. Listado Tabla y manejos las en la afectaciones zona embalse del y aguasse en consideración tienen arriba éste. de

266 267 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

Remoción fisica y biológica de macrófitos de biológica y fisica Remoción esto, en nuestro país cerca del 64% (de la

Consideraciones finales Especificaciones para construcción de vivienda de construcción para Especificaciones muestra analizada) de los embalses cons-

Normas para el desarrollo de la piscicultura la de desarrollo el para Normas Colombia tiene una rica y compleja red truidos y donde se reportan peces, afecta-

ron la dinámica del ecosistema así como la Recomendaciones para operación del embalse del operación para Recomendaciones fluvial de longitud mayor a 18.000 km,

conformada por cuatro de las 214 grandes de su biota y, provocaron afectaciones a la Turismo sostenible Turismo población humana que hacía uso de éstos

cuencas mundiales con más de 100.000

embalse km2 (ríos Magdalena, Caquetá, Guaviare ríos. Pero, ¿qué y cuanto se afectó? respon- Zonas de reserva privada en la periferia del del periferia la en privada reserva de Zonas der esta pregunta en nuestro país es difícil

y Meta), integrada con tres cuencas con

la cuenca la áreas de drenaje entre 50.000 y 100.000 porque no se cuentan con investigaciones Protección y manejo de cobertura boscosa en en boscosa cobertura de manejo y Protección 2 previas de largo plazo y monitoreos pos-

km , de los ríos Inírida, Cauca y Putumayo

industriales teriores a la construcción del embalse, y Tratamiento de residuos domésticos e e domésticos residuos de Tratamiento y más de 700.000 microcuencas con áreas 2 esto (la carencia de información sobre lo

menores de 10 km . Además es uno de los

Fortalecimiento de gremio pesquero gremio de Fortalecimiento mayores productores de agua en el mundo, que sucedió en nuestros ríos modificados

Educación ambiental Educación con un volumen de escorrentía anual en- y de la población humana que depende de

-1 -2 -1 ellos), es tal vez el principal impacto pro- Reglamentación de métodos de pesca de métodos de Reglamentación tre 1 l.s .km en la Guajira hasta 100 l.s .

-2 vocado pues las acciones definidas para manejo km en el Choco. Del volumen de preci-

prevenir, mitigar y compensar se quedan Desestimular la pesca de especies objeto de de objeto especies de pesca la Desestimular pitación anual, 61% se convierte en esco-

cortas en su efectividad ante la ausencia Vedas en tiempos en Vedas rrentía superficial, generando un caudal 3 -1 de información que permita predecir y

medio de 67.000 m .seg , equivalente a un Vedas en áreas (áreas de reserva) de (áreas áreas en Vedas 3 responder contingencias.

volumen anual de 2.084 km que fluye por Veda a pesca de especie objeto de manejo de objeto especie de pesca a Veda las cinco cuencas hidrográficas que carac-

La información de los embalses colombia- Pesca dirigida a una especie una a dirigida Pesca terizan el territorio nacional continental,

nos contenida en éste capítulo se basó en Repoblamientos con especies introducidas* especies con Repoblamientos de la siguiente forma: 23% en la vertiente informes provenientes de investigaciones

del Caribe; 10% por la vertiente del Pacífi- Repoblamientos con especies nativas (adultos) nativas especies con Repoblamientos aisladas, monitoreos puntuales y listados

co; 34% por la Amazonia; 32% por la Ori- Repoblamientos con especies nativas (juveniles) nativas especies con Repoblamientos disponibles en internet y lo que aquí se ha noquia y 1% por la cuenca del Catatumbo

presentado es una fotografía multitempo-

Repoblamientos con especies nativas (larvas) nativas especies con Repoblamientos (Ideam 2001). Según Ledec y Quintero ral y multiespacial que no permite definir,

(2003) de éste volumen de agua, apenas en muchos de los embalses, tendencias ha desarrollado el 10% de su potencial de históricas ni identificar cambios asocia- aprovechamiento hídrico para la genera- dos. Sólo en el caso del embalse de Urrá I ción de energía hidroeléctrica, es decir, y a partir del 2001, se cuentan con moni- su capacidad de embalsar agua en los ríos toreos constantes de la ictiofauna y de la presentes en sus cuencas fluviales. pesquería en el embalse. Estos programas de monitoreo en el embalse Urrá I han Basados en criterios expuestos por Le- permitido desarrollar un plan de ordena- dec y Quintero (2003) para categorizar miento pesquero tanto para la zona del los embalses a nivel mundial de acuerdo embalse, como para el sector del río Sinú Turismo con sus efectos sobre el sistema acuático,

Piscicultura localizado aguas abajo de la presa. Este socio-económico y cultural en las cuencas plan contó con cuatro años de concerta- modificadas, se considera que los embal- ción -comunidades de pescadores, indíge- ses que generan mayor cambio ambiental nas, colonos, investigadores, e institucio- son aquellos localizados en lo cauces prin- nes del Estado-y se tuvieron en cuenta los cipales de las cuencas y que se encuentran 137 impactos negativos identificados, que en los sectores medio y bajos dentro del incluían todas las situaciones biológico/ Poblamiento de la margen protectora del embalse protectora de la margen Poblamiento * Sólo en aquellos sistemas donde la pesquería donde sistemas * Sólo en aquellos se basa en estas especies ningunaalternativa. especie existe como y no otra nativa Contaminación visualContaminación Contaminación del agua del Contaminación Contaminación auditiva Contaminación Residuos sólidos dispuestos directamente al embalse Residuos directamente sólidos dispuestos Aguas servidas al embalse directamente Procesos erosivos de la de margen erosivos Procesos Aporte sólidos residuos de Aporte nutrientes de Conflicto por sobreposición con áreas de pesca áreas con por sobreposición Conflicto

Tabla 8. Continuación. Tabla perfil longitudinal del río. De acuerdo con pesqueras previsibles (Gutiérrez 2006).

268 269 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

La necesidad incuestionable de energía • Agostinho, A. A., Gomes, L. C. y F. M. • Caraballo, P. 2009. Efecto de la tilapia • Escobar, M. D. y D. Navarro. 2008. Plan eléctrica para el desarrollo de las naciones Pelicice. 2007. Ecologia e manejo de re- Oreochromis niloticus sobre la producción de ordenación de la pesca y la acuicultu- debería ir articulada necesariamente del cursos pesqueiros em reservatorios do pesquera del embalse del Guájaro, Atlán- ra del embalse del Guájaro (Atlántico). conocimiento del sistema acuático a inter- Brasil. Maringa, Universidad Estadual tico-Colombia. Revista MVZ Córdoba 14 Instituto Colombiano Agropecuario, venir y el desarrollo de estrategias adecua- de Maringa. 501 pp. (3):1796-1802. Subgerencia de pesca y acuicultura. 44 das para reducir, evitar o compensar los • Bayuelo-Espitia, V. S. y A. Sanz-Ocho- • Centro de Productividad del Tolima. pp. impactos producidos. torena. 2003. Morfología externa y ci- 2006. Repoblamiento Integral con espe- • Food and Agriculture Organization- clo ovárico del pez pacora (Plagioscion cies nativas e introducidas en la represa FAO. 1995. Code of Conduct for Respon- sible Fisheries. Rome. 41 pp. En nuestro país (y posiblemente en otros magdalenae) en el embalse del Guájaro, de Hidroprado en el departamento del Colombia. Universidad de La Habana- Tolima. Informe Técnico-Fianciero Fi- • Food and Agriculture Organization- países suramericanos), el poco conoci- FAO. 1997. Inland Fisheries. FAO Tech- miento sobre cómo funcionan los sistemas Revista de Biología 17 (1): 11 nal. Convenio de Cooperación Interins- • Beltrán, I. 1978. Aporte al estudio bio- titucional No. 355. Gobernación del To- nical Guidelines for Responsible Fishe- acuáticos dulceacuícolas, el bajo número lógico pesquero del embalse Troneras lima, Incoder, Centro de Productividad ries. No. 6. Roma. 36 pp de profesionales y técnicos capacitados en (Antioquia) y alternativas para su ma- del Tolima, Alcaldía de Prado, Alcaldía • Food and Agriculture Organization- el tema dentro del sistema administrativo nejo, Instituto Nacional de los recursos de Purificación. Ibagué, Colombia. 17 pp. FAO. 2003. La ordenación pesquera. 2. en la gestión ambiental del Estado Colom- naturales renovables y del Ambiente- • Centro Económico de América Latina El enfoque de ecosistemas en la pesca. biano, la ausencia de representantes de Inderena, Bogotá. 94 pp. y El Caribe-CEPAL. 2009. Boletines Orientaciones Técnicas para la Pesca Res- los pescadores e investigadores en las ins- • Beltrán, C. y I. Beltrán. 1978. Selectivi- estadísticos. www.eclac.org/estadis- ponsable. No. 4, Suplemento 2. Roma. tancias decisorias del Estado y la falta de dad de trasmallos como alternativa de ticas/ (fecha de consulta: noviembre 133 pp. • FAO. 2004. 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La repoblación como forma de ma- chomycteridae) en el río Cormechoque Tadeo Lozano, Santa Marta. 96 pp. • Dorado-Longas, M. 1994. Cultivo ex- nejo de pesquerías en la acuicultura de y embalse La Copa, Boyacá, Colombia. • Cala, P. 1992. Ictiofauna y bioecologia de perimental en jaulas de la mojarra lora Cuba. Copescal. Documento Ocasional. Dahlia 9: 13-20. las especies más abundantes en la pesca (Oreochromis niloticus Trewavas, 1981) No 10. Roma, FAO. 45 pp. • Agostinho, A. A., L. E. Miranda, L. M. del embalse de Betania y aguas proxima- en el Embalse del Guájaro. INPA-Boletín • García-Melo, L. J., P. G. Pardo, F. A. Vi- Bini, L. C. Gomes, S. M. Thomaz y H. I. les de sus tributarios. Informe técnico. Científico 2: 22-32. lla-Navarro, G. Reinoso-Florez y G. N. Suzuki. 1999. Patterns of colonization Universidad Nacional de Colombia, Bo- • EMGESA S. A.- Fundación Humedales. Briñez-Váquez. 2010. Aspectos Pesque- in neotropical reservoirs, and progno- gotá. 108 pp. 2008. 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270 271 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

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Lakes damentos de Limnología Tropical, 2da La pesca en la represa del Prado, Tolima. de grado, Universidad de Antioquia, Me- and reservoirs: research and management edición. Universidad de Antioquia, Uni- Bogotá, Publicación de los Cuerpos de dellín. 45 pp. 2: 111-133. versidad Católica de Oriente y Academia Paz. 107 pp. • Margalef, R. 1974. Ecología. Ediciones • Plazas, S. 1995. Estudio de algunos as- Colombiana de Ciencias Exactas Físicas • Ideam. 2001. Perfil del estado de los re- Omega, Barcelona. 971 pp. pectos ecológicos y reproductivos de y Naturales. Editorial Universidad de cursos naturales y del medio ambiente • Márquez, G. y G. Guillot. 2001. Ecología las especies icticas mas representativas Antioquia. 421 pp. en Colombia a 2001. Instituto de Es- y efecto ambiental de embalses, aproxi- en el embalse Peñol-Guatape. Tesis de • Ryder, R. A. 1965. A Method for Esti- tudios Ambientales. Sistema de Infor- mación con casos colombianos. 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FAO Fis- acuícola de embalses de agua dulce en reservoirs from tropical to temperate re- Continental, Universidad Nacional de heries Technical Paper No. 419. América Latina. Documento de Campo gions. Pp. 67-84. En: Tundisi, J. G. y M. Colombia.

272 273 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

• Urrá S.A. E.S.P.-Fundación Bosques y Trabajos presentados al Taller interna- Humedales. 2009. Monitoreo pesquero cional sobre ecología y manejo de peces y evaluación de la efectividad del repo- en lagos y embalses. FAO Documento CVC CVC CVC CAR CAR blamiento en el embalse de Urrá y el área Técnico Copescal N° 4.237 pp. CAR Regional CORNARE Autónoma Autónoma CARDIQUE CARDIQUE CARDIQUE CORTOLIMA del resguardo Embera Katio del Alto • Valderrama, M., G. Polo y A. Villaneda. Corporación CORPOGUAVIO CORPOCALDAS CORPOBOYACA Sinú. Informe técnico, Fundación Bos- 1986. Informe sobre algunos aspectos CORPOBOYACA ques y Humedales, Montería. 124 pp. de la problemática pesquera con referen- • Villa-Navarro, F. A. 1999. Estudio bio- cia al proyecto Hidroeléctrico de Beta- Huila Cund. Cauca Cauca Cauca Cund. Cund. Dpto. Caldas Boyacá Boyacá Boyacá Bolivar Bolivar Valle del del Valle Atlantico

lógico pesquero de la represa de Prado, nia. Inderena. Informe Técnico. Antioquia para la determinación de especies pro- • Vásquez, G., H. Zamora y G. Naundorf. misorias en acuicultura. Universidad 1993. Estudio biológico de especies ic- del Tolima, Corporación Autónoma Re- ticas dominantes en el río Cauca, Sec-

64 120 510 gional del Tolima, Instituto Nacional de tor embalse de La Salvajina-Puente El 345 1000 1000

Pesca y Acuicultura, Gobernación del Hormiguero, Departamento del Cauca. Capacidad

Tolima, Comité Departamental de Cafe- Revista de la Asociación Colombiana de Instalada (MW) donde se reporta fauna íctica. teros del Tolima. Ibagué, Colombia. 105 Ciencias Biológicas 7 (1-2): 16. 3 pp. • World Commission of Dams. 2000.

8 83 15 20 48 75 17 25 2.61 31.8 • Valderrama, M. 1984. Análisis de la si- Dams and development: a new fra- 31.8 (Km)

tuación actual y perspectivas de desa- mework for decision making. The re- Perímetro rrollo pesquero en embalses de Colom- port of the World Commission of Dams.

41 98 139 770 537 170 140 1260 1160 1980 7424 (Ha) 1240 1400 bia. Divulgación Pesquera 23 (3, 4 y 5): EarthScan Publications. Londres, Reino Área 14000 75-88. Unido. 356 pp. ) • Valderrama, M. 1986. Análisis de la • Welcomme, R. L. 2001. Inland Fisheries: 3

12 70 15 98 96 30 3.3 634 950 258 225 230 438 situación actual y perspectivas del de- Ecology and Management. FAO, Rome. 2000 (Mm sarrollo pesquero en los embalses de Fishing News Books. Blackwell Science. Volúmen Colombia. En: Vila, I. y E. Fagetti (Eds.) Oxford, Reino Unido. 353 pp.

8 13 76 99 160 786 110 71.7 Caudal

Z 31 30 94 27 98 91 53 226 232 132 36.5 max 9 9 9 561 198 655 3002 2175 1200 3670 1640 2999 2999 1408 1630 Altitud Meta Meta Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Pacífico Pacifico Pacifico Vertiente Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena-

riego energía energía energía Objeto acueductos acueductos acueductos acueductos acueductos multipropósito multipropósito multipropósito multipropósito Año 1938 1972 1976 1990 1993 1967 1947 1958 1983 1967 1987 1959 1967 1967 1974 La Alto Bajo La Fe Chuza Arroyo Guavio Grande Chisaca Betania Matuna Guajaro La Copa Calima I Embalse Arroyo LaArroyo Anchicaya Anchicaya Esmeralda Camedagua La Regadera Algunas características de los embalses colombianos con volúmenes entre 15 y 2.000 Mm entre 1. Algunas volúmenes Anexo con los embalses de colombianos características

274 275 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura Urra

1 1 1 1 Tominé

Sisga

CVS Lorenzo San CVC CAR CAR CAR CAR

1 1 1

Regional CORNARE CORNARE CORNARE CORNARE CORNARE CORNARE CORNARE CORNARE Autónoma Autónoma Francisco San CORTOLIMA Corporación

1

CORPOCALDAS CORANTIOQUIA Salvajina

1 1 1 1 1 1 Rio Grande II Grande Rio

1 Punchina Cauca Cund. Cund.

Cund. Cund. 1 1 1 Dpto. Caldas

Tolima

Córdoba Antioquia Antioquia Antioquia Antioquia Antioquia Antioquia Antioquia Antioquia Antioquia Prado

1 1 1 1 1 Porce II Porce

1 1 1 Playas

1

Blancas

.

55 10 36 3 340 170 270 325 392 200 242 560 190 1240 Piedras

1 1

Capacidad Troneras

Instalada (MW)

Peñol-

1 Peñol-Guatape

1 Neusa

19 42

17 22 47

102 127

44.5 84.7 18.2 (Km) Muña

Perímetro Perímetro

Miraflores

1

19 676 340 890 702 955 933 800 3693 Regadera La 7400 1070 2031 1100 3900 6400 6240 (Ha) Área Área

La Fe La

)

3

Esmeralda La 50 47 10 1.2 5.5 101 180 753 100 500 106

1890 1235 1240

690.6 149.37 (Mm Volúmen Volúmen Copa La

Guavio

1 50 26 18

1.5

700 350 143 115 201 126 4.16 2.71 40.9 49.4 1.97

Caudal Guajaro

Chuza

5

Z

73 57 59 65 90 65 12 20 43 11 63

148 118 19.1 14.9 max Chisaca

Camedagua

1 1 1

70

775 361 540 983 2580 2774 I Calima 1247 1100 1300 2270 2350 1776 3269 2565 2062

1887.5 Altitud

1 1 1 Betania

1 1 1 1 1 Bajo Anchicaya Bajo

1 Matuna

Sinu

Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca Cauca

Arroyo La La Arroyo

1 1

Vertiente Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Magdalena- Arroyo Grande Arroyo

1 1 1 Alto Anchicaya Alto

1

energía energía energía energía energía energía energía energía energía Objeto acueductos acueductos acueductos multipropósito multipropósito multipropósito multipropósito Año 1962 1951 2000 1987 1969 1985 1989 1984 1973 2001 1987 1958 1965 1971 1951 1944 1965 Especie spp spp II San Urra Sisga Prado Muña Neusa Playas Peñol - Peñol Peñol - Peñol Piedras Piedras Tominé Porce II Porce Blancas Guatapé Troneras Salvajina Embalse Punchina Francisco Miraflores Río Grande Río Grande San Lorenzo Astroblepus spp Astroblepus micrescens Astroblepus grixalvii Astroblepus frenatus Apteronotus rostratus Apteronotus Apareiodon spp Apareiodon Andinoacara pulcher Aequidens latifrons Ageneiosus pardalis Ancistrus Abramites eques Abramites Brycon sinuensis Brycon rubricauda Brycon moorei Astyanax microlepis Astyanax Brycon henni Astyanax magdalenae Astyanax fasciatus Astyanax caucanus Lista de especies y presencia en embalses colombianos con volúmenes de agua de 15-2000 Mm 2. Listavolúmenes especies de entre con en embalses colombianos Anexo y presencia

276 277 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

Urra Urra

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

Tominé Tominé

1 1

Sisga Sisga

1 1

San Lorenzo San Lorenzo San

1

San Francisco San Francisco San

Salvajina Salvajina

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

Rio Grande II Grande Rio II Grande Rio

Punchina Punchina

1 1 1 1 1 1 1

Prado Prado

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

Porce II Porce II Porce

1 1 1 1 1 1

Playas Playas

Blancas Blancas

Piedras Piedras

Piedras Piedras

1

Troneras Troneras

Peñol-

Peñol-

Peñol-Guatape Peñol-Guatape

1

Neusa Neusa

1 1

Muña Muña

1

Miraflores Miraflores

La Regadera La Regadera La

La Fe La Fe La

La Esmeralda La Esmeralda La

La Copa La Copa La

1

Guavio Guavio

Guajaro Guajaro

1 1 1 1

Chuza Chuza

Chisaca Chisaca

Camedagua Camedagua

1 1 1 1

Calima I Calima I Calima

1 1 1 1

Betania Betania

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

Bajo Anchicaya Bajo Anchicaya Bajo

Matuna Matuna

Arroyo La La Arroyo

Arroyo La La Arroyo

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

Arroyo Grande Arroyo Grande Arroyo

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

Alto Anchicaya Alto Anchicaya Alto

Especie Especie Pseudoplatystoma Pseudoplatystoma magdaleniatum Pterygoplichthys undecimalis Prochilodus magdalenae Prochilodus buffonius Pseudopimelodus schultzi Pseudopimelodus Potamotrygon magdalenae Plagioscion surinamensis caucana Poecilia reticulata Poecilia Pimelodus clarias Pimelodus grosskopfii Pimelodus nov. sp. Ctenoluccius hujeta Ctenoluccius magdalenaeCurimata Pimelodella chagresi Characidium caucanus malabaricusHoplias suborbitalis Parodon Chaetostoma thomsoni Hemiancistrus wilsoni Hemibrycon spp Mugil spp Chaetostoma sp. Chaetostoma Hemiancistrus spp Leporinus muyscorum Loricaria spp Chaetostoma leucomelas Chaetostoma Chaetostoma milesi Grundulus bogotensis Lasiancistrus caucanus Chaetostoma fischeri Chaetostoma Geophagus steindachneri Imparfinis nemacheir Caquetaia kraussii Caquetaia umbrifera magdalenae Cyrtocharax Eigenmannia virescens mutisiiEremophilus longirostrisIchthyoelephas Bryconamericus caucanus Cyphocharax magdalenae magdalenae Hoplosternum

278 279 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

LA PESCA Y LOS RECURSOS PESQUEROS EN EMBALSES COLOMBIANOS

L. F. Jimenez-Segura

Urra Urra

1 1 1 1 1

Tominé Tominé

1 1 1 1

Sisga Sisga

1 1

San Lorenzo San Lorenzo San

1 1 1

San Francisco San Francisco San

1 1 1

Salvajina Salvajina

1 1 1 1 1 1 1

Rio Grande II Grande Rio II Grande Rio

Punchina Punchina

1 1 1

Prado Prado

1 1 1 1 1 1 1

Porce II Porce II Porce

1 1 1 1 1

Playas Playas

Blancas Blancas

Piedras Piedras

Piedras Piedras

Troneras Troneras

Peñol-

Peñol-

1

Peñol-Guatape Peñol-Guatape

1 1 1 1

Neusa Neusa

1 1 1 1

Muña Muña

1 1

Miraflores Miraflores

1

La Regadera La Regadera La

1

La Fe La Fe La

1 1 1

La Esmeralda La Esmeralda La

1

La Copa La Copa La

Guavio Guavio

1 1

Guajaro Guajaro

1 1 1

Chuza Chuza

1 1

Chisaca Chisaca

1 1 1

Camedagua Camedagua

1 1 1

Calima I Calima I Calima

1 1 1 1 1 1 1

Betania Betania

1 1 1 1 1 1 1 1 1

Bajo Anchicaya Bajo Anchicaya Bajo

1 1

Matuna Matuna

Arroyo La La Arroyo

Arroyo La La Arroyo

1 1 1 1 1 1

Arroyo Grande Arroyo Grande Arroyo

1 1 1 1 1 1

Alto Anchicaya Alto Anchicaya Alto

1 1 Especie Especie Xiphophorus hellerii Tilapia rendalli Tilapia spp Salmo trutta Oreochromis spp Oreochromis Oreochromis mossambicus Oreochromis niloticus Oreochromis Exóticas Colossoma macropomum Colossoma Piaractus brachypomus Cichla occellaris Trichomycterus caliense Trichomycterus Trasplantadas Trichomycterus striatum Trichomycterus spp Trichomycterus bogotensis Trichomycterus Triportheus magdalenae Triportheus Tarpon atlanticus Tarpon badelli Trachyleopterus Sternopygus aequilabiatus Salminus affinis Sorubim cuspicaudus Spatuloricaria gymnogaster Roeboides dayi spp Saccodon Rhamdia sebae Rhamdia wagneri Cyprinus carpio salmoides Micropterus mykiss Oncorhynchus Rhamdia quelen Carassius auratus Reportada, las de capturas en la actualidad dentro pero la especie aparece no

280 281 E. Merik-Sánchez

Algunos aspectos relacionados con la pesca de

JUVENILES DE GÓBIDOS diádromos (Perciformes: Gobiidae) en ríos costeros 7.3 de la vertiente Pacífico de Colombia

Gian Carlo Sánchez-Garcés, Gustavo A. Castellanos-Galindo, Beatriz Susana Beltrán-León y Luis Alonso Zapata-Padilla

Resumen nas dedicadas a la extracción, volúmenes aproximados, esfuerzos de captura, así La pesquería de juveniles de góbidos es como la variabilidad en el tiempo. Infor- una actividad poco documentada en Co- mación que es determinante para estable- lombia a pesar de la importancia e intensi- cer la sostenibilidad de la actividad y el dad con que se realiza en algunas regiones. establecimiento de medidas orientadas al En el Pacífico colombiano, las post-larvas ordenamiento pesquero en las diferentes del género Sicydium soportan una explota- cuencas. ción pesquera importante al ser conside- radas una fuente de alimento, siendo esta Palabras clave. Diadromía. Pesquería. actividad variable según la región donde Gobiidae. Ríos costeros. Pacífico. se desarrolla. En el norte del Pacífico, la pesca se realiza en las desembocaduras Introducción de los principales ríos costeros (p. e. Va- lle, Juradó y Jurubirá) concentrándose la En algunos ríos costeros del Pacífico co- captura en los juveniles de Sicydium. Hacia lombiano las comunidades asentadas en el sur, las capturas se realizan no solo en las desembocaduras y orillas de las partes las partes bajas, sino también en lugares bajas de estos, aprovechan periódicamen- alejados de las desembocaduras, como te las migraciones que realizan especies de San Isidro en el río Calima, San Antonio peces y crustáceos como una fuente de ali- en Yurumanguí y San Isidro en Cajambre, mento adicional. Este recurso es conoci- donde comunidades indígenas y afrodes- do localmente como “viuda” en el Chocó y cendientes, aprovechan las migraciones “chaupisa” en los ríos del Pacífico del Valle de góbidos junto a las de camarones del del Cauca. A pesar de ser una actividad re- género Macrobrachium. Actualmente, no lativamente común al interior de estas co- se cuenta con registros de los ríos donde munidades, es poco el conocimiento que se se realiza la actividad, número de perso- tiene sobre la identidad de los organismos

Playa del Valle. Foto: G. Urrea 283 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

PESCA DE JUVENILES GÓBIDOS

E. Merik-Sánchez

que la componen, la regularidad con que es Melo y Acero 1990), islas Fiji (Ryan 1991) capturada y la intensidad de extracción de y Costa Rica (Bussing 1998), coinciden en este recurso. que son postlarvas de la familia Gobiidae (género Sicydium) que en algunas épocas A partir de información preliminar obte- del año se acumulan en las desembocadu- nida durante el 2010 y algunos registros ras de los ríos costeros y migran río arri- anecdóticos, se ha logrado identificar ba, para permanecer en las aguas dulces que tanto grupos afrocolombianos como (Figura 2). En muchos casos estas migra- indígenas, realizan el aprovechamien- ciones van acompañadas de otras espe- to de este recurso. Las localidades hasta cies, que particularmente para Costa Rica ahora conocidas donde se concentran las (Bussing 1998) y norte del Pacífico de Co- actividades son el Golfo de Tribugá (i.e. lombia (Castellanos-Galindo et al. 2010), Jurubirá, Nuquí), el municipio de Juradó está compuesta por camarones del género (cercano a la frontera con Panamá) y el Macrobrachium, y otros peces como Awaous corregimiento de El Valle (Bahía Solano), banana, Gobiomorus maculatus, Hemieleo- en las inmediaciones al Parque Nacional tris latifasciata (Gobiidae), Pseudophallus Natural Utría (Figura 1). Ya hacia el sur, elcapitanensis (Syngnathidae) y Gobiesox existe información de aprovechamiento sp. (Gobiesocidae). de la “chaupisa” en la parte baja de los ríos San Juan, Anchicayá, Cajambre y Yuru- El ciclo de vida de las especies de góbidos manguí. pertenecientes al género Sicydium ha sido documentado especialmente para Do- Aspectos bioecológicos de las minica en las Antillas Occidentales. Bell migraciones (1999), describe como los adultos desovan en los ríos, después de construir nidos En cuanto a las especies que componen debajo de las piedras. Posteriormente las este tipo de migraciones, los registros que larvas nacen en 24 horas y adoptan una existen para el Caribe colombiano (Silva- posición vertical que las mantiene en la co-

Figura 1. Mapa de ubicación Golfo de Tribugá. Figura 2. Larva de Sicydium salvini, conocida localmente como viuda.

284 285 II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

PESCA DE JUVENILES GÓBIDOS

E. Merik-Sánchez

lumna de agua permitiéndoles ser trans- a los días de luna llena). A pesar de cono- portadas por la corriente del río hacia el cer esta periodicidad, todavía no es claro mar, donde las postlarvas pueden perma- cómo operan muchos aspectos biológicos y necer entre 50 y 150 días (Bell et al. 1995), ecológicos de este evento de migración en para luego entrar nuevamente al río. distintas escalas espaciales y temporales. Así mismo, se desconoce si esta situación Se conoce muy poco respecto a la vida de corresponde a la misma que se denomina las postlarvas cuando están en el mar. Al chaupisa en el centro/sur del Pacífico co- momento de entrar al río, las larvas son lombiano, donde esta última es reconocida transparentes, pelágicas y andan en pe- por su ocurrencia y aprovechamiento en queños cardúmenes. Cuando alcanzan un ciertas épocas del año, principalmente en hábitat apropiado con algunas rocas, las la cuaresma. larvas se asientan y adquieren pigmen- tación. De igual manera, las postlarvas La pesca de la viuda en el corregimiento cuando inician su migración hacia el agua del El Valle en Bahía Solano, se realiza du- dulce, sufren transformaciones en la es- rante la primera puja de todos los meses, tructura de su boca, pasando de una posi- generalmente en zonas de playa a ambos Figura 4. Día de máxima actividad en la recolección de viuda en playa Cuevita, desembocadura del río ción terminal a una posición subterminal, lados de la desembocadura del río Valle Valle. transformación que ha sido documentada (playas Cuevita y El Respingue 06° 6,007’ también en larvas de Sicyopterus japonicus N; 77° 25,792’ W) y en menor frecuencia en Taiwan (Shen y Tzeng 2002). e intensidad en la parte baja del río, horas después de su aparición en la playa (Figura Descripción de la pesquería 3). La presencia, composición de especies y cantidad de organismos recolectados du- La recolección de la viuda en el norte del rante esta pesca es variable a lo largo del Pacífico colombiano se realiza mensual- año. mente durante las épocas de puja (cercanas

Figura 5. Pesca de la viuda empleando anjeos para realizar arrastres.

La captura se realiza durante tres días minares permitieron estimar durante un consecutivos, siendo el segundo día, el de día de máxima actividad en semana, has- a. b. mayor actividad. La cantidad de personas ta 95 personas (Castellanos-Galindo et al. que participan en la pesca, es variable 2010), mientras que para los fines de se- Figura 3. a) Pesca de chaupisa en San Antonio de Yurumanguí, Valle del Cauca; b) Pesca de viuda en la dependiendo de los días de la semana en mana los niños y jóvenes que asisten al co- desembocadura del río El Valle. que llega la viuda. Aproximaciones preli- legio, así como adultos que realizan otras

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PESCA DE JUVENILES GÓBIDOS

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actividades, pueden sumarse a la recolec- gión. Estas circunstancias han convertido ng y Camargo 2005). En el caso concreto Bibliografía ción, incrementando significativamente el a la “viuda” en una alternativa productiva de la viuda o de la “chaupisa”, se desconoce número de personas que realizan las cap- para los pobladores de El Valle, que hacen si la extracción que se hace en las partes • Bell, K. N. 1999. An overview of Goby- turas (Figura 4). uso de este recurso mensualmente y que bajas de los ríos o la degradación de los Fry Fisheries. Naga, The ICLARM Quar- ofrecen el producto principalmente en dos hábitats están afectando los “stocks” de terly 22 (4): 30-36. Las jornadas se realizan en horas de la presentaciones: tortas ahumadas o fresca adultos que se encuentran en las cabece- • Bell, K. N., P. Pepin y J. A. Brown. 1995. mañana, iniciando entre las 5:00 – 6:00 y para su preparación. ras de algunas cuencas. Es difícil estable- Seasonal, inverse cycling of length and finalizando alrededor de las 8:00 – 9:00. cer el grado en que estos factores podrían age at-recruitment in the diadromous El tiempo de permanencia en el sitio de Ya hacia el sur, el aprovechamiento de este ser responsables, ya que son pocos los gobies Sicydium punctatum and Sicydium pesca está relacionado con la capacidad evento migratorio tiene otras connotacio- datos sistemáticos existentes y se conoce antillarum (Pisces) in Dominica, West de almacenamiento del grupo de perso- nes y dinámicas que aún no han sido docu- muy poco acerca de la historia de vida y la Indies. Canadian Journal of Fisheries and Aquatic Sciences 52: 1535-1545. nas que realiza la actividad, supeditando mentadas o estudiadas. Solo algunos refe- ecología de los Sicydiines en general (Bell • Bussing, W. A. 1998. Peces de las aguas el tiempo de recolección a la capacidad de rentes permiten establecer que la chaupisa 1999). continentales de Costa Rica. Revista llenar los recipientes que se tienen dispo- o “chaupis” se captura en las partes bajas y de Biología Tropical 46 (Suplemento 2): medias de los ríos, en época de cuaresma. nibles. Las capturas se realizan con anjeos Adicional a los vacíos de información bio- 1-468 de dimensiones entre 3-4 metros de largo Habitantes de la región de Cajambre, afir- lógica relativos al evento migratorio, exis- • Castellanos-Galindo, G. A., G. C. Sán- y 1,20 – 2,0 metros de ancho, que son em- man que es una subienda de camarones de te otro aspecto no menos importante en chez - Garcés, B. S. Beltrán-León y L. A. pleados por dos personas, quienes después diferentes especies, que remontan el río lo concerniente a la actividad extractiva Zapata-Padilla. 2010. Aproximación al de ubicar la “mancha” de viuda en la resaca junto a pequeños peces, de este recurso. En la actualidad no exis- conocimiento de la “viuda” en el área de de la playa o en las orillas de la desemboca- que buscan ocupar las cabeceras de ríos y ten registros sobre el número de personas influencia del Parque Nacional Natural dura del río, proceden a realizar arrastres quebradas, evento que dura aproximada- dedicadas a la extracción, los volúmenes y Utria: un insumo para el Ordenamiento (Figura 5). mente tres días. esfuerzos de captura, así como su variabi- Pesquero de la Región. Informe técnico. lidad en el tiempo. Aunque para este tipo WWF Colombia, Cali. 15 pp. Referente a la asociación de la actividad Algunos testimonios de profesionales de pesquerías “ocasionales”, el levanta- • Leung, R. y A. F. Camargo. 2005. Mari- con un género especifico, los roles han que han trabajado en la región, reconocen miento de esta información es difícil, su ne influence on fish assamblage in cos- cambiado con el tiempo. Mientras en años que la migración y aprovechamiento de registro es determinante para establecer tal streams of Itanhaém River Basin, anteriores la actividad era realizada solo la “chaupisa”, alcanza lugares que se en- cuál sería la sostenibilidad de esta activi- Southeastern, Brazil. Acta Limnologica por las mujeres, ahora los hombres se han cuentran alejados de las desembocaduras, dad en el corto y largo plazo, lo cual per- Brasiliensia 17 (2): 219-232. ido sumado a las rutinas de recolección, como es el caso de San Isidro en Cajambre, mitiría establecer medidas orientadas al • Ryan, P. R. 1991. The success of the Gobiidae in tropical Pacific insular aunque vale la pena destacar que quienes San Antonio en Yurumanguí y San Isidro ordenamiento pesquero, en las diferentes streams. New Zealand Journal of Zoology comercializan y preparan el producto son en Calima; condición que ha sido docu- cuencas donde se realiza este tipo de apro- 18: 25-30. las mujeres. mentada para Dominica en el Caribe, don- vechamiento. de hay registros de migraciones hasta 14 • Shen, K. N. y W. N. Tzeng. 2002. For- mation of a metamorphosis check in km del mar a más de 300 m de altura (Bell En cuanto al consumo y comercializa- Es prioritario realizar estudios sobre la otoliths of the amphidromus goby Sic- 1999). ción, se reconoce que en el pasado la viu- biología y ecología básica de este grupo de yopterus japonicus. Marine Ecology Pro- da era capturada y consumida al interior peces (Gobiidae y Eleotrididae), así como gress Series 228: 205-211. de cada hogar, mientras que el excedente Conclusiones y recomendaciones de los crustáceos (camarones) del género • Silva-Melo, L. y A. Acero. 1990. Sistema- era repartido entre familiares y vecinos. Macrobrachium. tica, Biologia y Ecologia del Titi, Sicydium Actualmente la pesca, si bien guarda un La recurrencia de las migraciones de los antillarum Grant (Pisces: Gobiidae) en la carácter local y de subsistencia, se ha co- juveniles de góbidos (p. e. Awaous taijasi- région de Santa Marta, Colombia. Bole- menzado a comercializar dentro de la ca) desde el océano a los ríos costeros de tín del Instituto de Investigaciones y Coste- comunidad de El Valle e incluso en la ca- manera continua, renueva los “stocks” de ras (19-20): 153-172. becera municipal de Bahía Solano. Allí adultos que viven en las aguas dulces y algunos restaurantes ofrecen el producto provee de nuevos reclutas que ayudan a a los turistas como un plato típico de la re- restaurar las poblaciones en los ríos (Leu-

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Foto: A. Ortega-Lara II. PESQUERÍAS CONTINENTALES DE COLOMBIA

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