Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales ISSN: 0186-0348 [email protected] Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora México

del Palacio Montiel, Celia ...EI vivir, mitad pueblerino, mitad ciudadano, en la urbe luminosa y sonriente... La vida cotidiana en en la década de 1930 Secuencia. Revista de historia y ciencias sociales, núm. 80, mayo-agosto, 2011, pp. 131-158 Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora Distrito Federal, México

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Doctora en H istoria por la UNAM. Miembro del SNI nivel 11. Miem bro de la Academia Mexicana de la Ciencia. Invesrigadora de tiempo completo en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comun icaciónde la Un iversidad Veracruzana, del cual es también coordinadora, Libros:, inde­ pendencia y repolnci án , t. 4, Cnltnra y sociedad emergenteduranteel proceso deindependencia en coord. con Arturo Camacho, El Colegio de Ja lisco, 20 10; coord., Los nneuos objetos mltllrales en Iberoantérica, Universidad Veracruzana, 2009; Índicehelllerográfico deJalisco, udeG/CoNAcYT, 2006; La dispsta por las conciencias. Los inicios dela prens« enGttadalajar« , udeG, 2001. Y dos novelas históricas: No me alcanzarála 'vida (200S), sobre la guerra de Reforma en Guadalajara; y Leona (2010), sobre la vida de Leona Vicario. Además de un libro de relatos sobre las mujeres de la independencia: Adictas a la insurgenc!« (2010) . Líneas de investigación: historia de la prensa en México, relaciones historia­ literatura,

Res umen

El objetivo del artículo es hacer un esbozo de la de Ob regón y gobierno de Calles-, e internacio­ vida cotidiana de la ciudad de Guadalajara-epi­ nales -crisis económica de 1929. Sin embargo, centro de diversosacontecimientos de importan­ la vida cotidiana se vio enriquecida por las nue­ cia nacional- al iniciar la tercera década del siglo vas diversiones pú blicas y la presencia en Gua­ )(''X, momento de transición cuando se puso en dalajara de un grupo de intelectuales que en los marcha el proceso de modernización acelerada años posteriores ganaría fama tanto a escala que no se detuvo ya en el transcurso del siglo naciona l como internacional. Para dibujar el xx. La vida cotidiana se vio afectada por diver­ cuadro de la cotid ianidad rapatfa, se urilizaron sos acontecimientos de la década anterior en el como fuente varios de los periódicos que ahí se ámbito local - repercusiones de la guerra crisre­ publicaban, así como algunas de las fuenres lite­ ra en la región-, así como nacionales -ascsinato rarias disponi bles.

Palabras clave: Historia regional, historia de la vida cotidiana, prensa regional, literatu ra reg ional.

Fec ha de recepción: Fec ha de ace ptación: septiembre de 2009 junio de 20 10 ...Living midway between a village and city in the luminous, smiling city... Everyday life in Guadalajara in the 1930s

Celia delPalacio Montiel

Ph . D. in H istory from UNAM . Member of che N acional Systern ofResearchers, level JI. Member of che Academ ia Mexicana de Ciencias. Full-time researcher at che Cenrer for Studies on Culture and Cornrnunica rion ofche Universidad Veracru zana, ofwhi ch she is also che coordinaror, Books: J alisco, independencia y reoolncián, t. 4, Cnltura y sociedad emergentednranteel proceso de independencia in conjunctio n with Arturo Cam acho, El Colegio de J alisco, 20 10; coord., Losnneoos objetos arlturales en Iberoatuéri ca, Universidad Veracruzan a, 20 09; Índice bemerogrdfico deJ alisco, u deGICONACYT, 2006 ;La disjlllta porlas conciencias. Los inicios dela prensa en Guadalajara, udec, 200 1. And two his­ tor ical novels: N olile alcanzará la vida (2008 ), sobre la g uerra de Reforma en Guadalajara; y Leona (20 10) , abour che life ofLeona Vicario. In addirion to a book ofshort stories among wom en dur­ ing che Ind ependence: Adictas a la Insurgencia (20 10) . Lines of research : hisrory of che press in , links berween history and lirerarure,

Abstraet

The purpose ofche article is to prov ide a sketch -che econom ic crisis of 1929 . Everyd ay life, ofeveryday life in che ciry of Guadalajara -che however, was enha nced by che new form s of epicenter of various events of nacional impor­ public en te r ra in menr and che presen ce in eance- in che early 19305, a mornent of transi­ Guadalajar a of a group of inrellec t ua ls th ar rion marking che start ofche rapid modern iza­ would su bse q uently become famous bo rh tion rhar conrinued uninterruptedly during che nati onally and inr ernarionally, This picrure of 20ch century. Everyday life was affecced by var­ every day life in Guadalaj ara was drawn from ious evenrs from che previou s decade at alllev­ several ofche newspapers publishecl there ar che els, local - repe rcussions of che Crisrero war in time as well as sorne of che available lirerary che region- , nacional-che murder ofObregón , sources. and Call es's govern me nt- and internacion al

Key words: Regi onal history, history of everyclay life, reg ional p ress, regional litera rure.

Final submission: Acceptance: Seprernber 2009 June 2010 ...EI vivir, mitad pueblerino, mitad ciudadano, en la urbe luminosa y sonriente... La vida cotidiana en Guadalajara en la década de 1930

Celia d~l PalacioMontiel

ocos estudios se han hecho en torno ciones. Por otro lado, la crisis económica p a la vida cotidiana de Guadalajara, de 1929 tuvo grandes efectos en distin­ y los que existen se refieren sobre tos ámbitos de la vida diaria; también re­ todo al siglo XIX' y al periodo revoluciona­ percutieron sobre la vida política local los rio,2así, este aspecto de la segunda ciudad acontecimientos políticos del ám bito en importancia de este país, sobre todo a nacional derivados del asesinato de Obre­ partir de los años treinta del siglo xx, se gón y del gobierno de Calles. A pesar de mantiene parcialmente en la penumbra. todo ello , la vida cotidiana no estuvo El objetivo del presente trabajo es ha­ exenta de placeres y de un peculiar colo­ cer un esbozode lo que fue la vida cotidia­ rido producto de las nuevas diversiones na de la ciudad de Guadalajara al iniciar públicas y la presencia en Guadalajara de la década de 1930, mome nto de transi­ un grupo de intelectuales que en los años ción cuando se puso en marcha el proceso posteriores ganaría fama tant o a escala de modernización acelerada que no se nacional como internacional. detuvo ya en el transcurso del siglo xx. Para dibujar el-cuadro de la cotidiani­ En esa década la capital del estado de dad rapatfa, se tomarán como fuente varios Jalisco fue el epicentro de diversos acon­ de los periódicos que ahí se publicaban, tecimientos de importancia nacional. así como algunas de las fuentes literarias Recién concluida la guerra cristera, las disponibles. reacciones a favor y en contra de la educa­ ción socialista en la región fueron tan fuer­ tes que condujeron a violentas confronta- I NTRODUCCIÓN

¿Por qué estudiar la vida cotidiana? ¿Para 1 Véanse el t . VIII de}alisco desde la reuolncidn; hacer un sabroso relato de lo que acon­ Latnras bistóricasde}alisco, desPllés dela independencia, y teció en tiempos idos? ¿Como contribu­ Capítlllos dehistoria deClle/dalajara, entre otros muchos. ción a la nostalgia, "a la ínti ma tristeza 2 Véase Torres, Revolllciól/, 2001. Este abarca algu­ nos años de la tercera década del siglo xx y podría reaccionaria"? No cabe duda de que hay acercarse a lo qu e int entamos hacer en el presente cierto goce en ello, sin embargo debería crabajo, sin embargo, las fuentes de este amo r son leerse también este intento "como con­ disrint as y Sll S objet ivos cliferenres. tribución al conocimiento de los cambios

Secuencia [133] núm. 80 , mayo-agosto 2011 acaecidos en los hábitos sociales de los En la introducción a esta obra, Gon­ pueblos"." zalbo define la vida cotidiana como aque­ La vida cotidiana ya ha sido estudiada lla que se refiere a la y teori zada por varios au tores, tanto en el ámbito internacional com o en el nacio­ evo luc ión de las formas culturales creadas nal." Si hasta hace algunas décadas se con­ por los hombres en soc iedad para sat isfacer side raba un tem a poco serio, en la fron­ sus necesidades m ateri ales, afectivas yespi ­ tera entre la historia y la literatura, esta rituales. Su objeto de estud io son los proce­ sit uació n ha ca m biado debid o princi­ sos de creación y desi ntegración de hábitos, palmente a los aportes de los estud iosos d e adaptación a circ unstancias cam biantes de la historia cultural, que deben mucho y de adecuación a práct icas y creencias." a la nomellebistoire fran cesa. Especialmente digna de m ención es Por otro lado , Agnes Heller define la la magna obra de cinco vo lúmenes en vida cot idiana tomando en cuenta cuatro seis tomos dedicad os a la vida cotidiana aspectos fundamentales: 1. "la vida coti­ en M éxico dirig id a por Pilar G onzal­ diana es la vida de todo hombre" -es decir, bo, en la que se hace un recorrido des­ cualquier persona- asim ismo, 2. "la vida de la antigüedad prehispánica hasta el cotidiana es la vida del hombre entero [oo.] siglo xx." el hombre participa en la vida cotidiana con todos los aspectos de su indi vidualidad , de

3 Elias y Dunni ng , Deporte, 1995, p. 36. su personalidad"; 3."la vida cot idiana es 4 En el ám bito internacional, los teóricos más heterogénea [oo .] Son partes orgánicas de la representa tivos de esre acercamiento han sido, ent re vida cotidiana la organización del trabajo otros, los hisroriadores cercanos a la corriente de los y de la vida privada , las distracciones y el iI /lI/riles: Phillipe Ariés y Georges Duby en su Historia descanso, la actividad social sistematizada, de la Videl Privada (publicada en español por Taurus, el tráfico y la purificación ", y finalmente, en 1992); el mismo Georges Du by con Mi chelle 4 ."la vida cotidian a es jer árquica [y] se Perror, en la famosa Historia de las mnjeres (también modifica de modo específico según las dife­ pub licada en españo l por Taurus en 1993); Michel rentes estructuras económ ico-sociales"." Foucault a través de su Historia dela sexualidad(publi­ cada por Siglo XXI en 1984) y a partir de entonces, En otro libro, Pilar Gonzalbo hace to­ una serie de acercamientos a la hisroria de los ali­ do un análisis y conceptualización precisa mentos, del consumo, de las lágrimas, del miedo... de este tipo de historia. Me parece espe­ En México, Pilar Gonzalbo emp rendi ó una gran cialm ente relevante para el presente ar­ Historia de la vida cotidiana en México, en cinco romos tículo la d istinción hecha en ese texto (2004 -20 06) y junto con Mílada Bazant , coordinó entre la historia de la vida cotidi ana y la una serie de acercamientos a lo largo de la hisroria historia de la vida privada."Lo privado se de México: Tradiciones, 2007 . Otros auto res, como limita espacialmente, a diferencia de lo Ricardo P érez Mon rfort , han cont inuado con este cotidiano, que se vive tanto en el medio pecul iar acercamie nro, privilegiando sobre roda el público como en la inrimidad.?" siglo xx, Cotidianidades, 2008. Desde las regiones de México, pueden citarse los rrabajos de Torres, Reoo­ IlIción, 2001; Garda, "Coti dianidad", 1997, ent re 6 lbid., L 1, p. 15. mucho s otros. 7 Heller, Historia, 1972, pp . 39-40. 5 Gonzalbo, Historia, 2004-2006 . H Gon zalbo, "Introducción", 2006, p. 13.

134 CELI A DEL PALACIO M ONTIEL Sin embargo, suscribimos particular­ que este es un esbozo de lo q ue fue el mente lo que Pérez Montfort afirma : transcurrir diario de las clases media y alta, particularmente. Aunque podría afir­ La histori a de lo cotidiano es ante todo una marse que todas las clases sociales se vie­ historia cultural que hace uso tanto del arte ron favorecidas por la modernización como del pensam iento, del lenguaje y la li­ urbana, no todos pudieron disfrutar de teratura, de las costumbres y las tradiciones, las nuevas diversiones, de la moda que se de las representaciones, las creencias y los transformó, de las tendencias literarias esrereotipos.? q ue fueron sentand o sus bases en los periódicos y en los libros publicados en En el presente trabajo intentaremos aquella época. N o todos pudieron tener dar cuenta de la vida cotidiana tanto en en casa un aparato de radio, ni siquiera lo que toca al espacio privado como al pú­ goza r de los espectácu los de las carpas, blico, en especial tomando en cuenta la por más que fueran dirigidos a un público parte de ella que se desarrolla en el tiempo más pop ular. libre'? en Guadalajara; sabemos que no podríamos, ni siquiera en un espacio más amplio, abarcar la totalidad : siguiendo la L AS FUENTES el efinición que tomamos ele Heller más arriba, tenemos que aclarar que hablare­ Consideramos que la prensa periódica mos de algunos aspectos referentes a las es una fuente de inapreciable valor para distracciones, al descanso, a la actividad el estudio de la vida cot idiana, ya que social sistematizada, al tráfico... pero muy en estos documentos aparecen registra­ poco de la vida privada, de la organización dos hechos y acontecimientos que no se del trabajo y de la purificación. Asimismo, encontrarán en otro tipo de fuentes. El tenemos que decir que si la vida cotidia­ periódico, a través de los anuncios publi­ na es jerárquica, tendremos que confesar citarios, de las secciones de chismes so­ ciales, de las columnas de modas , puede contribuir a pintar un cuadro de la vida

y Pérez, Cotidianidades, 2008, p. 10. diaria que no se encuentra en otra parte. 10 Utilizamos este concepto en vez del otro posi­ El valor de las fuentes hemerográficas es ble: Ocio,que tiene otra connotación, particularmente grande, siem pre y cuando se esté cons­ en este época, herencia del siglo XI X. "Así, un rérmi ­ ciente de las limitaciones de estos do­ no como ocio, que en sus orígenes había significado cumentos, como las de cualq uier otra descanso, a lo largo del tiempo adquiere la connota­ fuente. Se debe tener presente en todo ción execrable de indolencia, holgazanería, vagancia. momento que los periódicos son una Es decir qu e un rérmino cuya connotación era el representación de la realidad, mediada reposo y el esparcimiento pasó de ser una necesidad por una serie de factores que van desde consiclerada natural, a denotar vicios qu e se debían erradicar y sustituir por medio de coacciones legales los económicos de la empresa periodís­ y de la invocación morali sta y coercit iva al trabajo tica, los biog ráficos de sus directores y virruoso y p rod uct ivo, Así, el ocio había sido ven­ colaboradores, la ética y los valores perio­ ciclo por el neg-ocio", véase Lida y P érez, Tra bajo, dísti cos de sus escritores hasta el mo­ 200 1, p. 7. mento histórico en que se clan a la luz

LA VIDACOTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 135 estas publicaciones y su relación con los propiamente histórico lo es también, en poderes fácticos.1 1 el sentido de que finalmente, la historia Se han hecho estudios muy serios de es un relato), podremos tomarla como historia cultural con baseen fuentes heme­ fuente, con todas las restriccionesdel caso, rográficas que de otra manera no podrían para esta minihistoria de la vida cotidiana haberse realizado,'? particularmente de de Guadalajara.!? Anotamos que entre los historia de la vida cotidiana.' >además de trabajos que se han hecho tomando como los innumerables estudios de historia polí• fuente la literatura, se encuentran los de tica y económica basados en esas mismas Ricardo Pérez Montforr, de los cuales nos fuentes. hemos nutrido aquí. 18 U n caso distinto es el uso de fuentes En los años treinta circulaban en Gua­ literarias para recrear un momento histó­ dalajara los siguientes periódicos de infor­ rico. ¿Qué tan válido es tomar una novela mación general, aunque sobre todo con como la verdad?"Si la historia no reci­ fines políticos: El Informador, diario que biera el trabajo de la literatura, nunca sería había nacido desde 1917 y que continúa un hecho vivo", dice Alfonso Reyes.14 apareciendo hasta la actualidad;19 Restat> Desde el punto de vista de la historia, ración, periódico diario que nació en 1919 la literatura viene a complementar lagu­ nas o vacíosde información o de interpre­ 17 Para mayores referencias sobre las relaciones tación de un documento concreto, incluso enrre historia y literatu ra, véanse Collingwood, Idea, se puede decir que los novelistas contri­ 1979, pp. 271-272; Whire, Metahistoria, 1992; Ri­ buyen a la historia de dos maneras: retra­ coeur, "Tiemp o", 1996, pp. 901-917 , y "Relato", tando y pintando el cuadro histórico en 1999, pp. 157-182. cuestión y encarnando e interpretando las 1M Véase por ejemplo casi la totalidad de los ensa­ inquietudes de la época pasada. 15 yos comenidos en Pérez, Cotidianidades, 2008. Si logramos comprender que también 19 Se han hecho varios acercamienros al perió• la literatura, particularmente la novela, dico. Enrique Sánchez Rui z lo considera un órgano que es el documento del cual abrevare­ "conservador" en el sem ido de no plamear pumas de visra novedosos ni conrraven ir la polírica oficiala a~uí, mos es una representación de la rea­ siquiera variar su formara , sin embargo, esto no sig­ lidad ' (como cualquier otro documento nifica qu e estuviera cercano a la Iglesia carólica. El periódico inició en 1917, ligado a los imereses empre­ sariales de la enridad. Durame rada su vida, ha sido 1I Para mayor profundidad respecto a las relacio­ propi edad de la familia Álvarez del Castillo , de pro­ nes enrre histori a y prensa, véanse Cavo, "Prensa", funda raigambre raparía y liberal. En la época qu e 1993, YRoss, "H istoriador", 1965. nos ocupa, El lrfommdor sufrió varios reveses. Por sos­ 12 Véanse, por ejemp lo, Pérez, Picarro y Casrillo, pecharse que sus dueños eran cercanos a De la Hu erta, Hábitos, 1997; Pérez, Yerba, 1999; Miquel, Exaltados, Obregón ordenó la clausura del periódico, sin em­ 1992, y Panrallas, 1995, y Reyes, Odge1leJ, 1983, entre bargo, permirió qu e apareciera de nuevo al comp ro­ muchísimos orros. bar que no tenía lazos con la rebelión. Posteriormente, 13 Véanse Pérez, Cotidianidades , 2008; Collado, en la visira que hiciera Calles a Guadalajara en 1932, "Vida", 1992, y García, "Coridianidad", 1997. El lnfonuadorle manifesró su adhesión: "Puede esrar 14 Reyes, Deslinde, 1988, pp. 69-120. seguro el señor Calles que ha conquisrado la esrima­ 15 Ibid. ción del pueblo culto y consciem e de J alisco y qu e 16 Véase Charrier, MII//(Io, 1995. cuenta con su adhesión y cooperación" (El Iiformador,

136 CELI A DEL PALACIO MONTIEL y continuó publicándose hasta 1956;20 La Actltalidad, de 193126 YCosmópolis, de los también cotidianos Hoy21 y EllvIerCII­ 1932.27 rio,22ambos de 1930; otro diario: EIJalis­ Por esos años los materiales de circu­ ciense, de 1932;23 los semanarios Redención, lación periódica sufren también una trans­ desde 1921 ,24 La Verdad, cuya tercera formación. Comienzan a aparecer revistas época se comienza a publicar en 1929,25 con temáticas novedosas; es el caso de la revista de entretenimiento. Laprimera de ellas fue Serpentinas y Confeii de 1927, la 4 de abril de 1932). Véase Sánchez y Fregoso, Prensa, siguieron Carteles de 1928, Diana de 1929 1993, 1'. 30. Cinco años más carde, en 1937, en ven­ ganza po r la ind iscreción come rida por el diario y Vo z Libre del mismo año; todas ellas respecro a un préstamo de 8 000 000 de pesos qu e seguían apareciendo todavía en la década solici tó el go bierno esta ral por el que iba a paga r que aquí nos ocupa. Estas publicaciones 1 000 000 de comisión al intermediario, el goberna­ tenían como principal objetivo entretener, dor Everardo Topete provocó una huelga de los tres con mayor o menor calidad , a un público sind icaros de voceadores externos al periódi co. La lector mayoritariamente femenino. Con­ huelga duró un año y sólo pudo recuperarse de ella el tenían algunos artículos de moda, horós• periódico gracias al apoyo de sus empleados y de los copos, bromas, artículos sobre deportes, miemb ros de la Asociación de Edirores de los Estados. recetas de cocina, anuncios, ensayos sobre lbid., p. 31. política y adrninistraci ón.é" 20 ResfC/(fmcióll fue un diario de la tarde, "político social e independiente" de tendencias conservadoras. Otro tipo de publicación que tuvo un 2 1 Hoy, diario que se anunciaba como "raparfo". renacimiento en esta época fue la revista Salía como cotidiano vespe rti no y su director era satírica. Aunque ya había tenido una vida ) osué Reyes Casián. Circuló ent re ocrubre de 1930 fructífera más ligada a la política en las y diciembre de 1932 . En cuestiones políticas era últimas décadas del siglo XIX y la primera moderado aunque de tendencias ant iclericales. Pu­ del xx, la sátira se volvió apolítica, trans­ blicaba folletines, noticias de espectácu los tauri nos, formándose la revista en "humorística", nora coja, arrestos a clérigos y religiosas, noti cias de aunque la de caricatura políti ca no desa­ sociales, instantá neas de viajes, humor y avisos y pareció del todo. En 1930 circulaba en la anuncios. ciudad lvIamertolr. 0929-1931), que se 22 Este diario estaba dir igido por Miguel Romo y Alba , sig uió publicándose hasra 1950. Además de proclama "el único semanario humorís- la información general que publicaba, también saca­ ba a la luz una larga y bien nutri da sección domini­ Luis Bancalari y aunq ue se presenta como "semana­ cal con materiales literarios, infanti les, información rio político", publica más literatura. auromovi lística, deporti va, notas sociales, chistes y 26 Se trata de una revista ilustrada que aparece pasatiem pos. mensualm ent e bajo la dirección de Manu el Romo y 23 Dirigido por ) eSLIS Ibarra, se anunciaba como Alba. Sigu e apareciendo hasta 1933 y se dedica a "diario progresista". Sigu e apareciendo hasta 1938. publicar noticias de actu alidad sin color político. 2'1 Este curioso sema nario diri gido por Luis). 27 El subtítulo de esta revista mensual es "arre, Abit ia, se presenta como "semanario independiente de ciencias, letras y variedades" y fiel a él, publica ar­ nueva orientación" que renía tenden cias antico mu­ tíc ulos sobre rodos esros tem as, incluyend o ade ­ nistas, anticlericales y defensoras del naturismo. Sigu ió más, los de economía, educación, filosofía, medicina, aparecie ndo hasta 1933. moda, hasta relaros y poemas. Lo di rige Manuel G il 25 Est e semanario llega por esos años a su tercera Rodrígu ez. época. Sigue apareciendo hasta 1950. Su di rector es 2" Véase Palacio, "Lit eratura", 1988, 1'1'. 3 14-3 17.

LA VIDA COTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 137 tico de occidente", que "pega donde puede proponía iniciar una revolución naciona­ y hablará de lo que se le dé la gana porque lista del idioma, "romp iendo los eslabones donde quiera lava y en cualquier mecate de la esclav itud hispánica y darle faci­ tiende , si lo mandan en trimotor con re­ lidades al pueblo rrabajador'P! para que cuerdos familiares, volverá por la misma aprendiera a escribir tal y como se pronun­ vía trayendo la contesraci ón'V? Le siguen cia el idioma.V de cerca Pancracio(1931), "semanario poco Las revistas culturales - abocadas a dar serio y joco serio" que publica denunc ias a la estampa materiales literarios, artís ti­ y caricaturas; El Quijote(1933-1940), que cos y culturales en el sentido más amplio­ hace agudas críticas a los homb res públi­ también tuvieron un resurgi mie nto im­ cos d el estad o , El Perico (19 36) y El portante en el periodo de estudio . La más Trancazo (1938). prestigiosa publicada en la ciudad en esa En la década de los veinte nace la re­ época fue sin duda Bandera de Provincias; vista de espectáculos, que tuvo entre sus aunque denostada acremente por Salvador representantes las siguientes publicacio­ N ovo, quien escribió un soneto infamante nes: Respetable Ptiblico(1919), Cbanteclair en su contra,33 fue una de las más impor­ (920) y Thais (1928), mi entras que ya tantes de su género, a pesar del corto entrada la década de los treinta comienza periodo de su publicación (mayo de 1929 a pub licarse la primera revista de toros, a abri l de 1930). La revista nació como El Cronista, de 1936; así como Teatros y respuesta al grupo formado en la ciudad Deportes de 1937 y La Semana, de 1934, de México, donde se ha reunido siempre revista radio-social deportiva que también la elite lireraria y donde no había posibi­ se ocupaba de temas culturales. lidades de participación para los intelec­ Con la emergencia de la ed ucación tuales de provincia. socialista, comienzan a circular revistas Los autores que participaron en ella se pedagógicas -es decir, dirigidas a los pro­ rebelaron a roda sujeción tradicional. De­ fesores, con el claro ob jetivo de mejorar claraban no ser estridentis tas ni vanguar- la ed ucació n- , pa rticularmente con ese sesgo ideológico ; es el caso de Vanguardia 3 1 Orto-Gráfi ko, Gu adalajara, 193 1 a 1950 , núm . (1929-1937), cuyo sub título era precisa­ 1, marzo de 1931. mente "revista pedagógica y cultural", 32 Para una contextualización más complera del 0 dirigida por Ramón García Ruiz;3 y, para panorama periodísrico raparío de esta época, véase "ed ucar" a la pobl ación de una manera Palacio, "Prod igalidad" , 200 6. m uy peculiar, surgió también Orto-Grcfji­ 3.' "Plegad vuestra Band era provinciana / impri­ ko, "periódico propagador de la ortogra­ midl a en papel de clase fina, /que pueda aprovecharse fía rasional mejicana, órgano del grupo en la letrina / en premi o a vuest ra musa soberana. / sentral de ortógrafos rebolusionarios" ~ic] , Yáñez, Ull oa, Vidrio, Fran co, Arana / polluelos de cuyo director, Alberto M . Brambila, se parvada clandestina, / id a qu e condiment e Valent ina / vuestra cresra prolífica y remprana. / Salid, pero salid en quince días / gacera literal; váyanse lejos / vues­ eras inteligenc ias raparías . / Y no nos chin g uéis más, 29 lbid. niños pendejos / qu e son vuestras bucólicas poesías, / 30 El profesor llegar ía a ser secre rario de Edu­ reflejos de reflejos de reflejos", N ovo, Sátira, 1978, cación de J alisco décadas más rarde. p. 68.

138 CELIA DEL PALACIO MONTIEL distas, sino simplemente escritores, poetas ses lat inoamericanos, su entusiasmo por de su tiempo. Su manifiesto inicial fue fir­ el arte y por la pint ura mexicana contem­ mado por J osé Guadalupe Cardo na Vera, poránea, siendo la primera revista fuera Emmanuel Palacios, Alfonso Gutiérrez de la capital que valoró el muralismo me­ H erm osillo, Ag ustín Yáñez y Esteban A. xicano. Mostraron, por una parte, preo­ Cueva Brambila. Se declararon "Grupo cupación por los rezagos culturales de la sin número y sin nom bre", y estaba com­ provincia, particularmente los de Guada­ puesto, además de por los antedichos, por lajara, aunque, por otra, hicieron una valo­ J osé Guad alupe Zuno, J osé Cornejo ración de la cultura europea . Pu blicaron, Franco, Efraín González Luna,José Arriola por ejemplo, texto s de Kafka, así como Adame, Agustín Basave, Antonio Gómez traducciones originales de Claud el y de Robledo, Manuel Mart ínez Valadez, Saúl J oyce. Paralelamente, hicieron un recono­ Rodiles, Salvador N avarro Aceves, Ixca cimiento a los autores de provincia, parti­ Farías, J osé y María Luisa Rolón , Lola cularmente los de Guadalajara.P Vidrio, Vicente Echavarría del Prado, Luis A la muerte de Bandera de Provincias Barragán, Carlos Stahl, Pedro Castellanos, algunos de sus autores se refug iaron en la Enrique Mart ínez Ull oa, Tula Meyer de revista Campo, dirigida por Emmanuel Pa­ Schroeder, Salvador Landázuri , Salvador lacios (noviembre de 1930-abril de 1931) , Ascencio, León Mu ñiz, Aurelío H idalgo, C úspide (934) y A rte (934) . Mientras J osé de J esús Estrada, Guillerm o López que El lHundo(193 1-1940), últ ima revista Arana, SeveroDíaz, Enrique Gómez H aro, dirigida por Jesús Aguilar Villaseñor, con H écror D. Estrada, Gerardo Murillo - "Dr. un enfoque totalmente distinto al de las Atl"-, Ignacio D íaz Morales, J osé Ruiz anteriores , tomó la literatura como un Medrana , Arturo Chávez H ayhoe, G il­ compromiso social. berto Moreno Castañeda, Javier Vivanco y Estas son las fuentes hemerográficas J esús Valencia Barragán;34 todos ellos lus­ de las que tomamos los datos que van a tre de las letras, la música, la pintura, la presentarse en este trabajo. Muchos de cultura y la política locales y, en muchos ellos aparecen en las secciones literarias casos, nacionales. de los periódicos de información gene­ En los contenidos de la revista los jó­ ral, otros , en las columnas y crónicas de venes autores propusieron menos lirismo la vida social tapar ía de las revistas de y más ensayos serios de filosofía e histo­ entretenimie nto y, la mayor parte, en los ria, m ientras que en poesía volvieron al numerosos anuncios publicitarios, q ue romance, al soneto, a la silva. Retomaron el interés por los proble mas sociales, extendiéndose a todos los rumbos de lo .15 No es mareria de este art ículo el análisis pro­ popular, dando especial importa ncia a los fundo de la revista Bandera de Provincias ni de nin­ corridos, los retablos y las calaveras. Así, guna otra publicación del periodo de estudio. Para más información sobre Bandera ele Provincias, véase hicieron patente su preocupación por las María Palomar,"Sobre Bandera ele Provincias", La luchas de integración cultural de los paí- j omadc, Semanal, núm . 368, 24 de marzo de 200 2, en incernee:

LA VIDA COTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 139 son los amos y señores del espacio perio­ Vadillo (El campanario), de Raúl López dístico. Almaraz (Unafamilia y unaciudad deaqlte­ En cuanto a la literatura, no se encuen­ llos tiempos), de Guillermo González (La tran muchas novelas cuyo tema haya sido Guadalajara qlteyo ViVl), de Marcos Cár­ la Guadalajara de la época que nos ocupa. denas (Enfalllilia)37 y, más recientemente, Pueden ser varias las causas de lo anterior: de Juan Manuel N eg rete (Canltteros de plomo) . G uadalajara es una ciudad de provincia que Adicionalmente, nos hemos apoyado no tiene a Galdós o Carlos Fuentes que des­ en alguna bibliografía que está basada en criba su vida urbana. Las grandes figuras de fuentes de archivo, ya que es indiscutible la literatura mexicana que nacieron en el que estas fuentes muestran también otro occidente, sólo pasaron por Guadalajara, pero ángulo de la vida en la ciudad.38 no se quedaron ahí. Enrique Go nzález Mar­ tínez y Agu stín Yáñez nacieron en Gua­ dalajara, pero se fueron a vivir a la capital. EL ESCENARIO Mariano Azuela y Eduardo]. Correa nacie­ ron en pequeñas ciudades de provincia y Haremos un rapidísimo recorrido por los pasaron sólo sus años de estudiantes univer­ principales acontecimientos políticos yeco­ sita rios y algú n tiempo más en la ciudad. nómicos en el estado, ciado que esa no es la En sólo una pequeña part e de esta obra de materia principal de este artículo, sin em­ todos estos autores se refleja la vida tapa ría. bargo, el clima político de la época no sólo G uadalajara nunca se encuentra en el cen­ formó parte de la vida cotidiana sino que, tro de la obra de un autor mexicano. Con de mucho modos, la conformó también. respecto a los autores que tie nen residencia Bajo el gobierno de J osé G uadalupe definitiva en G uadalajara, hay que decir que Zuno (1923-1926)39 se agudizó el enfren­ su obra es peq ueña y no trasciende a nivel tami ento con la Iglesia en J alisco.40 En naciona l [...] también viven varios escrito­ 1925 comenzaron las insurrecciones reli- res en Guada lajara que no se preocupan de la ciudad porque no quieren escribi r nove­ 37 Los textos de estos autores están tomados de las las sobre Guadalajara.é" anto logías de Vogr, Gtladal{ljt:tra, 1993, y Gundala­ jara, 200 3. Sin embargo, sí" existen algunas refe­ 3H Nos referimos por ejemplo a los libros de rencias literarias de Guadalajara durante la Torres, Revoll/ción, 200 1; Uribe, "Transportes", 1992; tercera década del siglo xx. Ya sea en Marrínez, "Carpas", 2003; Aceves, "Irrupción", 1992, y obras de aquellos años, o de novelas escri­ "Consolid ación ", 199 1; Torres, Crónicas, 1992; tas posteriormente. Encontramos algunos Gómez, "Burguesía", 1988; Tamayo, "O breros", texto s de Agust ín Yáñez (Flor dejttegos 1988; Valles, "Derecha", 1988 , y González, I'''¡t:ttar, antiguos), de Luis Páez Brotchie (Flores y 200 1, ent re otros. 39 Para mayor información sobre el periodo, con­ abrojos), de Eduardo J. Correa (Las almas sultar Gómez, "Burguesía", 1988; Tamayo, "Obreros", D oI01 ~ solas y sabio maestro), de Basilio 1988; Valles, "Derecha", 1988, y González, lllatar, 200 1. ·10 Ya hab ían habid o enfrenramienros con el 36 Vogr, Gnadalajara , 1993, p. 17. obispo Orozco yJiménez desde la prim era década del

140 CELIA DEL PALACIO MONTIEL giosas en el estado. Parte de la molestia Topete (1935-1939) y, finalmente, el car­ del clero fue la fund ación de la Univer­ denista Silvano Barba 0939, después de sidad de Guadalajara en 1925, que en la tres go bernadores susti tu tos ese mi smo década que nos ocupa habría de cerrar sus año).42 A ellos tocaría hacer frente a los puertas por espacio de cuatro meses (entre disturbios derivados de la política edu­ octubre de 1933 y febrero de 1934) de­ cativa y la modernización, así como a las bido a disturbios por la defensa de la edu­ repercusiones de acontecimientos como cación socialista . Tras el asesin ato de la crisis económ ica de 1929 y la guerra Obregón en 1928, se desató una fuerte cristera que asoló a la región en los años crisis política nacional que sólo logró apa­ anteriores. ciguarse con la creación, al año siguiente, Ent re los años de 1934 y 1937 hu bo del Partido Nacional Revolucionario. El ex conflictos estudiantiles no sólo entre los presidente Plutarco Elías Calles y sus más un iversitarios que apoyaban la educación cercanos colaboradores quedarían a la socialista ysus opositores, sino incluso cabeza de dicho partido y de las decisiones entre estos últimos y los estudiantes de la que se tom arían en los años posteriores. Secund aria para Varones y la Normal de Este grupo se dio a la tarea de apoyar J alisco.4 3 Esto daría pie a la fundación un proyecto de industrialización y de mo­ de la Universidad Autónoma de Occiden­ dernización económica del país, consoli­ te, luego Autónom a de Guadalajara.t" dándose una nueva burguesía rural, indus­ Frente a la modernización de la capi­ trial y financiera.i! J alisco se incorporó a tal de Jalisco, existía un sector sumamente estos procesos por su propia conformación conservador que tenía su base social en el económica, demográfica y hasta geog rá­ campo jalisciense, aunque tenía tam bién fica. Guadalajara era ya la segunda ciudad gra n apoyo en la ciudad. Estos grupos se en importancia del país y la capital comer­ levantaron en contra de la educación socia­ cial de la región centro-occidente. Por ra­ lista y a favor de tomar para sí la tierra zones históricas tenía también una amplia que necesitaban. Muchos de estos campe­ clase media educada o en vías de educarse. sinos eran repatriados que había tenido Como se dijo más arriba, la creación de la que volver a su lugar de orige n ante el Un iversidad de Guadalajara en 1925 per­ creciente desempleo en Estados Unidos. mi tió que un amplio sector de la pobla­ Ante la escasez de tierra, no dudaban en ción tuviera accesoa la educación superior. apropiarse de ella. También por razones históricas, su burgue­ En el ámbito urbano, los sectores con­ sía era profundamente regionalista, y hubo servadores no dudaron en enar bolar las de enfrentarse en los años posteriores a las tendencias centralizadoras del callismo. Fueron gobernadores de la década de ·12 Para mayor información, consultar Romero, 1930 Juan de Dios Robledo ( 931), Se­ Jalisco, 1987 , t . Ill. .j 3 Una descri pción colorida de estos enfrenta­ bastián Allende Everardo 0932-1935), mientos es la que hace López Almaraz en su novela Familia, s. a., pp. 156-160 en Vogt, Glladalajal't1, siglo xx, en los cuales no nos adentraremos de nin­ 1993, pp. 169- 174. g una manera. .j -1 Para información a profundid ad sobre esros .j I Romero, "Introd ucción", 1988, p. 14. conflicros, véase Doranres, COlljliclO, 1993.

L A VIDA COTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 141 ideas fascistas en contra del socialismo y culturales de su tiempo, en un momento también, debido a las dificultades econó­ de transición en el qu e, por una parte, la micas que tuvieron que enfrentar ya que modern idad industrial permeaba la vida muchos de ellos se dedicaban al peq ueño cotidiana y los usos del tiempo libre y,por comercio, culparon de todo a comercian­ otra, la cultura trad icional, los LISOS y cos­ tes jud íos y libaneses que se avecindaro n tumbres, se negaban a desaparecer del en la ciudad , recurriendo al acendrado re­ todo. Es por ello que hemos tomado como gionalismo y a consignas ant isemi tas. Al­ título para este artículo una frase de la gunos llegaron a financiar grupos fascistas novela Las almas solas de Eduard o J. como los "Camisas Doradas":'15 Correa: "el vivir, m itad pueblerino, mitad El proyecto de modernización callista ciudadano en la urbe luminosa y sonrien­ tuvo su soporte en J alisco en el gobierno te",47 ya que nos parece que retrata con de Sebastián Allende, que propició el desa­ justeza el latir de la vida cotidiana de Gua­ rrollo de las pequeñas industrias y la do­ dalajara en la tercera década del siglo xx. m inación de los grupos de los sectores obrero y agra rio por parte del partido ofi­ cia l (se hab ían fundado ya en 1933 la CIUDAD DE CONTRASTES Confederació n Mexicana de Maestros y la Federación de Maestros de J alisco, a las En el año de 1930, en el perímetro urbano que se unió en 1936 una filial de la CTM de Guadalajara vivían 185 000 habitan­ en J alisco). tes y, según Agustín Yáñez, la ciudad "te­ De este modo, el grupo pudo impedir nía más cocos pe nsantes por kilómetro hasta 1939 la llegada al gobierno del car­ cuadrado que la ciudad de México, París, de nis ta Silvano Barba, prolongando el Nueva York, Berlín, Viena, Londres'l.?" y control de la elite allendista durante la sin embargo, "el noventa por ciento de los mayor parte de la década que nos ocupa.t" hombres y el cinco por ciento de las muje­ En este escenario complejo, donde nos res usaban pistola, ya en la cintura, en el encontramos con diferentes niveles de de­ bolso o en los vehículos que tripulaban'Y'" sarrollo económico y aún más profundos La ciudad que habitaban Yáñez, J osé desniveles en las tradiciones culturales y Arriola Adame, Luis Barragán, Efraín políticas, estaban teniendo lugar prác ti­ González Luna e Ixca Farías, era la mis ma cas culturales de diversa índole , de las que donde la gente conservaba vacas y gallinas intentaremos dar cue nta más abajo. En en el espacio doméstico y por las noches este m ismo escenario complejo, los dife­ de jaba abandonados los animales muer­ rentes grupos sociales desa rrollaban sus tos en plena calle, donde se pudrían delan­ vidas más o menos in fluidos por estos te de los transeúntes, llenando de olores acontec im ientos, más o menos jaloneados poco gratos la atmósfera .50 po r las di ferentes tendencias políticas y

·17 Correa, A lllláS , 1930, p. 275 en Vogt, GIIa- ,15 Romero, "Introducción", 1988, pp . 23-24, Y dalajara, 1993, p. 13I. Valles, "Derecha", 1988. 'IH Doñán, Oblatos, 2001, p. 18I. ,16 Para profundizar sobre este proceso, véase ,19 ¡bid. Regalado,"Agraristas", 1988. 511 Torres, Revol"ción, 200 1, pp . 208-215.

142 CELI A DEL PALACIO M ONTIEL Guadalajara, la "Fot ópolis", veía en los a caballo, tan columpiantes, de bandera tam­ años treinta extenderse su superficie en­ bién azul, que atrás, en la ciudad , mi ran cementada hacia el poniente : la colonia desde lejos los autos, con complejo de in­ Reforma, avenida Vallarta y avenida Lafa­ ferioridad y a cuyas posteridades se suelen yette, 51 y observaba la fundación, por el trepar los chicos sin que el eminente cochero rumbo de Oblatos, del parque Oro para se percate.5-1 los aficionados al futbol, y la inaugura­ ción de "la modalidad de correr los ve­ La calzada Independencia, antes paseo hículos por las calles en una sola direc­ Porfirio Díaz, se transforma en este mo­ ción",52 a la par de que era testigo de la mento también. De ser el paseo deci ­ instalación de nuevas industrias, particu­ monónico por excelencia donde se reu­ larmente la manufact urera, la de textiles nían todas las clases sociales y donde se y la del calzado. Por aquellos años, como encontraban los diferentes tipos de comer­ consecuencia de la modernización de la cios encargados de dar serviciosa los jine­ que hemos hablado más arriba, comenzó tes, como herreros y vendedores de pas­ a dársele mayot especialización a la agri­ turas, se convierte en los años treinta en cultura y se impulsó una institución fidu­ ciaria estatal: en 1930 se creó el Banco un verdadero lugar de recreo, con su pulido Refaccionario de Jalisco.53SalvadorNovo, pavimento, sus luminosos arbotan tes, sus en su visita a Guadalajara en 1928, des­ prados y sus fuentes, es a los ojos una fiesta cribe las Colonias de este modo: de color y luz, con aroma de flores y cant u­ rrear de aguas cristalinas en los artísticos Uno pu ede salirse en auto a visitar las Co­ vasos de sus fuentes [...] allí van floreciendo lonias. Consisten en casas q ue antes se los salones de cine, las carpas, las diversiones denominaban cbalcts y hoy se llaman blfllga­ populares y concentrándose a su vez las IOIUS, hay unas muy bellas que pueden adqu i­ corrientes vitales de la ciudad con sus mu l­ rirse en rar jeras postales y son coloniales. tiformes comercios en qu e la nota mod erna Hay otras japonesas y luego unas avenidas es la que destaca en e! american style de sus rom ánticas, flores de pape! secante, de un expendios de gasolina.P azul que ya sólo se encuent ra en organdí. Son flores de un día , tranquilas, se suicidan Sin embargo, seguía siendo una ciu­ po r la ta rde , dejándose caer como H ero, dad de cont rastes: por un lado los autos como Me!ibea, tap izan el empedrado. No corrían a gran velocidad por las avenidas, es adecuado aplastarlas con las obesas llantas según se relata en Las almassolas: del auto, se comprende que preferirían morir bajo la gastada herradura de esos coches de Don Salvador Berruecos" [...] rep enti­ namente vio que dos automóviles con velo­ cidad inusitada, venían co n direcciones 5 1 [bid, p. 250. opuestas po r la calle de Hidalgo y la ave- 52 Doñán, Oblatos, 200 1, p. 181. 53 Pam mayor información sobre el desarrollo eco­ nómico e industrial de Ja lisco en la época, véase Luna 54 Novo, Revista , 1928, p. 10. el nl., Crcchuieuto, 1988. Así como Mames de Oca, 55 Lm dázuri,"Calzada", 1934. } a/iJ((J , 1988. 56 Uno de los personajes de la novela.

L AVIDA COTIDIANA EN GUADALAJARA EN LADÉCADA DE 1930 143 nida Alcalde, al mi smo tiempo que una vie­ Existían varios hoteles: El Francés, El jecita claudicante se desprendió de la esquina Fénix y El García, así como casasde hués­ del antig uo Arzobi spado [...] Sin vacilar un pedes, como la de las hermanas Morales; insra nre, apreciando el peligro con en tera algunos hospitales privados, como la Clí• sang re fría y con la remota esperanza de que nica y Sanatorio de Occidente, con "servi­ al verlo lan zarse a la calle los trip ulames del cio de internado completo especial para ca rro que bajaba p or la ave ni da Alcalde maternidad",60 y ya habían sentado sus moderaran la loca carrera, se encome ndó a reales en la capital de J alisco almacenes Di os [...] se lan zó a salvar a la valerud inaria de capital transnacional como Sears y viejecill a. En el silencio de la noche se es­ Woolworth,61los cualesconvivían (y com­ cuchó el estrép ito de los auto móviles que petían) con las decimonónicas tiendas chocaron, y entre el hacinamiento de cris­ departamentales Las Fábricas de Francia, rales rotos, herrajes retorcidos, carrocerías El Nuevo París y El Nuevo Mundo , repre­ maltrechas y pasajeros que pedían auxi lio, sentantes de los intereses de los barcelonet­ q uedó casi deshecho el cuerpo del valeroso tes que se habían afincado en la ciudad Berruecos." desde la década de 1880 . Entre otro s establecim ientos comer­ Por otro lado, en el mismo momento ciales de la época, podemos hablar de los histórico, podían encontrarse por las calles siguientes: mayoristas de bebidas como de la urbe todo tipo de animales, según Casa Rubio, que sobrevivió hasta los años cuenta Dolor; sabio maestro : noventa del siglo xx, la cual ofrecía una gran variedad de bebidas alcohólicas, par­ Al ver [el pe rsonaje] que por las calles circu­ ticularmente la cerveza (XX, Superior, lab an acé mi las de di versas categorías, ya XXX y Sol),62 ópticas (como la Calpini, un cidas a los carruajes, ya sopo rtando jinete que todavía existe), zapaterías (La Casa o cargando mercancías, se le despertaron afi­ Colorada), también peluquerías y baños, ciones equinas, dispo niéndose po r la tarde (como El Edén, El Huerto, La Providencia a recorrer la ciudad mamado en un brioso y El Fresno); conviviendo con estos esta­ alazán.58 ble cimientos, uno podía encontrar es­ tablos en plenas calles del centro de la Ambos fragmentos corresponden a ciudad y, por ende, cruzarse con el paso obras de Eduardo J. Correa''? situadas en la Guadalajara de los años treinta. cionado de la política. Sus obras son de carácter cos­ tumbrista y tienen un cierto tinte moralista. Para los efecros de este trabajo, se han romado partes de sus 57 Correa,Almas, 1930, p. 288 en Vogt , Gl/ada­ novelasDolor; sabiomaestro (1948) y la más conocida, fajara, 1993 , p. 133. Lasalmasso/as (1930). Para conocer más de este escri­ 5" Correa, Dolor, 1948, p. 17 en Vogt , Gttada­ ror, véanse Vogt , Gl/ada/ajara, 1993, y Sandoval, fajara, 1993. "Eduardo", 2005 . 59 Eduardo J. Correa fue un periodista y nove­ 6ll Resista C/ísjJide, ocrubre de 1934. lista que aunque nació en Aguascalientes, vivió en 6 1 Torres, RellO/l/ciólI, 200 1, p. 281. Sin embargo, Guadalajaravariosañoscuando fueestudiante. Ligado no hemos encontrado pruebas de este aserto en los al Partido Cat ólico las primeras décadas del siglo XIX, periódicos de la época. se dedicóa escribiral retirarsea la vida privada,decep- 6 2 Revista ClÍsjJide, julio de 1934.

144 CELIA DEL PALACIO MONTIEL de las vacas en uno y otro sentidos por concurrida de la época era la carpa teatro dichas arterias.v' Obrero, donde se presentaba Lulú, "la Las clases altas podían comprar garra­ horrible, [que] atiza con cuernos y rabo fones de agua embotellada El Oso Polar, del diablo nuestras ansias y prende nues­ o refrescos como el Orange Crush que tros ojos con brasas de infierno",68 es ahí entonces se llamaba Orange La Favori­ donde se inició, en los años treinta, el ac­ ta (que era la fábrica de refrescos que tor cómico "Palillo", quien después gana­ sobrevivió hast a la década de 1990 fabri­ ría reconocimiento nacional. MIera, un cando y com ercializando otras marcas, anunciador con bocina hacía propaganda incluso Coca-Cola). a las tandas:"¡Ya hay derecho para esta y Al final de la segunda década del siglo la que sigue!";69 mientras que en otras XX y princip ios de la tercera circulaban carpas, como la de Rosete Aranda, se po­ en Guadalajara los tranvías eléctricos de dían presenciar corridas de toros , tercia­ pasajeros, "de cajas de acero y puertas das con espectáculos de cloums y otros autorn áticas't.P" mientras que en 1924 cómicos, o bien podían disfrutarse espec­ comenzaron a circular los cam iones urba­ táculos de autómatas y "charlotadas". "? nos. Debido a su mayor velocidad y menor Los salones de cine eran ya una diver­ precio, estos vehículos terminaron por des­ sión bastante común para los tapatíos de plazar a los tranvías. las tres primeras décadas del siglo xx. La En 1920 había en Guadalajara 320 linterna mágica llegó a Guadalajara en autorn óviles.f? Para la tercera década, 1878 y Jorge Stahl inició la producción "Guadalajara estaba comunicada por aire fílmica en Jalisco desde 1904. Para la dé­ con la ruta México-Mexicali-Los Angeles, cada de los treinta, funcionaban en la ciu­ con escalas en Guadal ajara, Mazatlán y dad las salas Lux y Cuauhrérnoc, además Hermosillo 't.P" de los cines Allende, Ópera, Rialto, Royal, Y sin embargo, en contraste podemos Montes, Zelayarán, Jalisco, Halley, París, apuntar las frecuentes quejas por maltrato Hidalgo , Reg is y María Teresa. A final inhumano hacia los animales de tiro en las del periodo, se estableció también el cine calles, y la persistencia de coches de mano.67 Colón. En el cine Lux, situado frente a catedral por la avenida 16 de Septiembre, se presentó en octubre de 1929 la auant L AS DIVERSIONES premi ére de cine sonoro: los tapatíos pudie­ ron escuchar cantar a The]azz Singer aque­ La carpa ya había hecho su entrada a la lla tarde por primera vez. Fue en el cine ciuda d desde un a década antes: la más Allende donde nació por estos mismos años la expresión "oícaro", a partir del

63 Torres, Revol"ción, 2001, p. 255. 6ó Uribe, "Transportes", 1992, p. 187. 6" Rivas, "Carpas", 1934 . 65 lbid., p. 193. Torres apunta que en 1930 había 69 González,Gltadalajartt, 1992 en Vogt , G"ada­ 826 vehículos particulares, 64 camiones de pasajeros lajar«, 2003 . y diez de catga. Torres, Reioludon, 200 1, p. 328 . 70 El MerCllrio, 1 de noviembre de 1931. Para 66 Uribe, "Transportes", 1992, p. 195. más información sobre las carpas en Guadalajara, véase 67 Torres, Revol"ción, 2001 , p. 319. Marrínez. "Carpas", 2003.

LA VIDA COTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 145 apodo del proyeccionista, picado de virue­ de 1932 nació la XED , propiedad de la, que llevaba aquel sobrenombre." O tras Radiofonográfica de Guadalajara, con el películas que podían disfrutarse en 1931: objeto de explota r una estación difusora La tierra del amor, Carne de cabaret, Cas­ de radio y vender aparatos radiorrecepto­ carrabias, Aventltras de carnaval, Esposos de res, ésta pertenecía a Elad io Sauza y a fin de semana, Galante bandolero, El fan­ Ramón y Lauro Aréstegui y estaba situada tasma de la casa, La cautiuadora y Antes de en el edificio Mos ler, uno de los más medianocbe.'? Tres años más tarde, en el modernos del centro de la ciudad (todavía cine Colón, ya uno podía disfrutar de "jo­ perdura en la avenida 16 de Septiembre, yas universales de la cinematografía" como aunque muy cambiado). En la primera Al estedeJava, Todos somos lino, La invasión transm isión participaron artis tas como el de Mongo, Mal)' B lt171S fllgitivo y ver a Peter dueto Martínez Gil, el pian ista Gonzalo Lorre en Crimeny castigo.73 Curiel, los tenores Pedro Vargas y Mario La radiodifusión se inició en Guada­ Talavera, la Banda de Música del Estado, lajara en 1924 en el hotel San Francisco, la Orquesta Sinfónica Jalisciense y el su dueño era Wendell Cox y transmitía Mariachi J alisciense. Todo ello aderezado sin horario fijo durante el día. 74 Fue tal con anu ncios comerciales del tequila Sau­ el impacto, que se publicó ese mismo año za, elaborado por el propio don Eladio.76 una revista llamada precisamente Radio. También fue al principio de los años trein­ La segunda estación se estableció en 1925 ta cuando se escuchó por primera vez en en el inmueble del ex seminario mayor, Guadalajara un programa de radio pro ­ entonces ocupado con el cuartel general ducido en México con motivo de las fes­ de la 18" jefatura de operaciones milita­ tividades de la Virgen de Guadalupe. El res (ahora alberga el Museo Regional en la programa especial lo produjo la XEB y esquina de H idalgo y Liceo); su primera fue retra nsmitido por la XEA local a tra­ transmisión fue un concierto el 26 de vés de una línea especial de la Ericsson; iunio .75 La moda era hacer transmisiones tuvo una duración de cinco minutos.?? radiofóni cas, así, los jóvenes de dinero Sin embargo no eran muchos los que adquirían transmisores en Estados Unidos podían gozar de las transmisiones, ya que y experimentaban con el nuevo medio de un radio receptor costaba, en 1935, 150 comunicación. Se estableció otra estación pesos, el equivalente a 195 días de sala­ por esas mismas fechas, en el teatro De­ rio mínimo.?" gollado, propiedad del gobierno del estado Otros espectácu los que atenuaban la y d irig ida po r los hermanos Alberto y rutina de los tapatíos eran las corridas de Ramón Palos Sauza. La primera estación toros, las luchas y las carreras de caballos, comercial, por otro lado, se estableció ya en los años treinta. El 11 de noviembre 76 ibicl., p. 98 . 77 Palacio, "Vida", 1988, p. 19. La consolida­ 7 1 Torres, Crónicas, 1992. ción de la radiodifu sión raparía se encuent ra en el 72 Torres, Revol"ción, 2001, p. 344. año 1938 con la fundación de la Radiodifusora de 7-' Revista C úspide, 1934. Occidente. Véase Aceves, "Consolidación", 1991 , 7·1 Aceves, "Irrupción", 1992 , p. 96. p. 41. 7 5 tu«, p. 97. 7M Aceves, "Consolidación", 1991 , p. 101.

146 CELIA DEL PALACIO MONTIEL de motos , de automóviles (ya funcionaba Zuno.SO La nueva carretera a Chapala se ahí el Club Automovilístico Jalisciense en inauguraría en 1931; hasta antes de ese 1925).79 año, se podía llegar por ferrocarril o en Los paseos favoritos de los tapatÍos en autobús por la carretera vieja. En auto­ las vísperas de la tercera década del siglo móvil se hacían entre cinco y doce horas, xx segu ían siendo (de la misma manera debido a los frecuentes atascones por el que lo habían sido desde el siglo XIX) Los mal estado de la carretera." Colamos, bosque entonces lejano , cuya Entre los lugares más accesibles para distancia se había acortado gracias al tren las clases bajas estab a la barranc a de eléctrico, dond e estaban los manantiales Huentitán, a donde se podía llegar en un que surtían de agua a la ciudad; el Agua camión que salía de la Plaza de Armas a Azul, parque donde también había baños; las seis de la mañana.F Y en cuanto a los la Alameda, hoy parque Morelos, situado centros de diversiones urbanas, el que to­ al final del paseo; las Colonias, ya descri­ mó fama en las primeras décadas del si­ tas por el satírico vate Salvador Novo; las glo XX fue el edificio Mosler, en una de Barranquitas, hoy zona habitacional; los las esquinas más céntricas de la ciudad: parques de San Rafael y San Andrés, ade­ Madero y 16 de Septiembre, el primero más de las poblaciones cercanas de San qu e hubo en la ciudad con más de tres Pedro Tlaquepaque, , la Expe­ pisos. En la planta baja se estableció la riencia, la barranca de Oblatos con sus SADA (Sociedad Artística de Aficionados) baños termales, Tonalá, el Salto de Juana­ y en el subterráneo el salón Majestic, de catlán y Chapala. billares y boliche. En 1927, en la planta Los últimos años de la década anterior, principal se encontraba el salón Im pe­ este último lugar se había convertido en el rio, primer cine de dos pantallas, divi­ destino de moda entre los políticos y la di das por una corti na negra. En el burguesía de la ciudad de México, qu e segundo piso se encontraba el Club Atlas hacía el largo viaje en ferrocarril para vaca­ y en el quinto, el Centro Bohem io.S3 cionar a la orilla del lago durante la Sema­ Tambi én ahí se encontraba el estudio de na Santa. Ahí, aquellos que no tenían casa, baile de las señoritas Am elia y Rosita podían hospedarse en el hotel Palmera y Bell.s4 disfrutar de las distracciones que se orga­ El futbol comenzó a jugarse en Gua­ nizaban para ocupar el tiempo, como des­ dalajara desde principios del siglo xx, pero files de modas, concursos diversos, cacerías hacia fines de los años veinte la afición y bailes. Durante esas temporadas vaca­ se divid ía entre el futb ol y el básquetbol. cionales tilla podía encontrar allí a los tore­ Los primeros encuentros se registraron ros de moda, como Rodolfo Gaona, a las en los campos Guadalajara y Atlas, en los señoras de sociedad como doña Esther Alva de Pani, a los presidentes de la repú­ HO Collado, "Vida", 1992, pp . 114-11 6. blica como Obregón y Calles o al enton­ HI Uribe,"Transpon es", 1992, p. 193. cesgobernador de Jalisco,José Guadalupe H2 Negrete, Cannteros, 2004. H3 Palacio, "Vida", 1988, 1'. 21, YDoñán, Oblatos, 2001, p. 184. 79 Uribe, "Transpon es", 1992, p. 190. H~ Revista /vauaiidades, julio de 1937.

LA VIDA COTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 147 campos del Agua Azul, Alameda, Algo­ del Estado sobre las "futuras industrias de donal y otros; mientras que los de bás­ la suerte".88 querbol se realizaron en el patio de la Nor­ Abundaban también las cantinas con mal de Señoritas, en la Federación Atlética nombres como El Mo ro Musa, Mi Delirio de Jalisco. Los principales equipos de fur­ y La Parreñi ra junto a otras más moder­ bol de fines de los veinte eran el Guada­ nas: La Imperial, el Bar Cué y Los Equi­ lajara, el Atlas, el Colón y el N acional. En pales que siguen ha ciendo, las últim as el año de 1930 se fund ó el Club Oro, tres , las deli cias de los bebedores hasta la como ya se dijo, por el rumbo de Oblatos. actualidad. Además, funcionaban cuatro equipos de Otra cosa distinta eran los "casinos", béisbol. establecimientos que tienen la finalidad Los prostíbulos abundaban en todos de reunir a sus socios pa ra el entreteni ­ los rumbos de la ciudad, siendo inútiles las m iento sano y, si se quiere, hasta cultural reglamentaciones en cua nto a dónde y y deportivo. En la época que nos ocupa, cóm o debían establecerse. Asimismo, existieron en Guadalajara los siguientes: mientras se perseguía los juegos de azar el Centro Turco (1918), casinos J alisciense (aunque no el box y los billares), exist ía ( 920) y Español (192 1), casino Tepati­ de hecho en 1934 una casa clandestina de tlense y Tototlense (927) y el casino Fe­ ruleta, dados y cartas. 85 Las prohibiciones rrocarrilero (1928),89 posteriormente, "con de los juegos de azar no son privativas de los mejores boliches y billares en el oc­ esta época ni de Guadalajara. Desde la cidente de la república" el Club J alisco, colonia existían diversas restricciones y "el centro recreat ivo de la juventud de­ leyes que los prohibían, sin qu e por ello se portista'l.?" dejaran de practicar. P? También aceptados eran los cabarets, donde la alta sociedad iba a cenar, beber, Tendrían que venir las juguetonas vanguar­ bailar y disfrutar una variedad. Aunque dias, para reivindi car al azar como celebra­ adquirieron sus momentos de mayor g lo­ ción profana y sagrada. Salvador N ovo ofre­ ria en los años cuarenta y cincuenta, ya ció en Defema delonsado(938), el disfrute existían desde décadas anteriores. El poeta de los nuevos juegos de la técnica como Elías N andino hace una descripción de alternativa de liberación: la radio, la disco­ esos lugares en 1927: grafía y el cine, sobre todo el cine, ese juego sin apuesra." Del centro del cielo raso cae un nudo lumi­ noso como un chorro de sol. Las columnas Sin embargo , no será sino hasta el car­ -en los ángulos- como guardias metálicas, den ismo cuando se encuentre la fórmu• se estiran con su pecho manchado por figu­ la para poner en práctica el monopoli o ras sicalípticas. Entre los arcos, las pantallas - paracaídas en incendio- deshacen una luz ramizada, casi piara... Desde una esquina X5 Torres, Reuoirai án, 2001, p. 370 . ::' HG Para un recorrido hisrórico serio y ameno de los juegos de azar en México, véase Serna, Rueda, 2000, xx Serna, "Azar", 2000, p. 163. que además es roda un disfrute pam la vista. X9 tu«, p. 38 l. X7 Dornínguez, "Pan ópt ico", 2000, p. 134. 90 Revista Senda, sepriembre de 1936.

148 C ELIA DEL PALACIO MONTIEL lacera el puñal de un reflector que esparce tes cercaban el jardín, predominando los de monedas de oro en su movimiento rotatorio. bebidas embriagantes y, entreverados, los de ¡Mil y una noches! juegos de azar: ruleta, tiro al blanco, mesas El jazz -cinco figurines negros en fuego para jugar albures con naipes; y el inque­ calisténico- destrenzan en el aire confeti de brantable rito de feria jalisciense: los cancio­ lujuria. Un danzón riega su perfume de áto­ neros y murgas con roda tipo de instrumen­ mos rojos -ruido afticano- y se anudan los tos en un pozole de canto, música, gritos , cuerpos temblorosos. ¡Fuga de pares colori­ euforia alegre pero pacífica, aunque muchos dos que entretejen risas! "veinte parejas dan­ iban empistolados. Gente con ansia de gozar zan con alucinación" .91 los gustos regionales. Un dato casi inverosí­ mil: el temible Remington, asiduo asistente en los juegos de azar de rodas los años, sin LAS r RAcrlc As RELIGIOSAS haber protagonizado ningu na mala novedad en la verbena del Santuario, de prosapia reli­ Es preciso abordar, aunque sea de manera giosa, fue asesinado.l" muy breve, la manera en que los tapatíos retomaron las prácticas religiosas que en la A esta minuciosa descripc ión se aña­ década anterior habían estado proscritas. den otros detalles de la fiesta del Santua­ En las fuentes hemerográficas es difícil rio, los juegos mecánicos, que ya en los encontrar alguna referencia a estos hechos, años treinta eran la diversión de niños y pero los novelistas sí hacen algunas alu­ adultos en esta feria: la rueda de la fortu­ siones al papel de la religión en la vida na, el pulpo, la casade Mamerto y las sillas cotidiana de los habitantes de Guadalajara. voladoras, mientras que

El calendario de la ciudad lo adornaban dos En la carpa de las serpientes, en el impro­ ver benas emociona ntes. La de l mes de visado foso, una joven vestida de odalisca diciembre en el jardín del Santuario, con el deja ba qu e en su cuerpo se enroscaran los novenario rezado en el templo y los diverti­ brillosos y escamosos ofidios, que la anilla­ mentos profanos de los fieles. En un mar de ban de pies a cabeza [...] las tiendas de tiro ingenio se tachaban las calles con festones al blanco y de "t írele al negro ", hacían su multicolores de papel de china y en la noche agosto en pleno diciembre.l" por toda la zona, miles de farolitos con vela encendida colgaban de ventanas y ventanas; La otra festividad religiosa muy impor­ en el jardín, nueve días de vuelta y vuelta tante en Guadalajara era el regreso de "La de viandantes, masticando y degustando el Generala", la Virgen de Zapopan, a su jugo de cañas criollas. En el jardín de Analco Santuario, entonces realizado el 5 de octu­ la verbena se iniciaba con las fiestas patri as bre (ahora se realiza el 12). Ahí: y se clausuraba el último día del año, en jol­ gorio permanente. Puestos adornados patrió­

ricamente con ilum inación eléctrica a torren- 92 González, Gltada/ajara, 1992, p. 66 en Vogr , Gttadalajara , 2003, pp . 22-23. 9.' López, Familia, s. a., pp. 53-54 en Vogt , Gua­ 9 1 Na ndino,"Noche", 1927. da/ajara, 1993, pp. 164-165.

LA VIDA COTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 149 El bullicio era atro z, interminable. Durante lajara. Esta, a principios de los años veinte, el día en tranv ías, coches, carretas, bu rros, come nzó a dejarse influenciar por las cos­ bicicleras y demás vehíc ulos, o a pie por tumbres estad un ide nses . Los hombres mandas prometidas, podía decirse que Gua­ empiezan a vestir como vaqueros te janos da laja ra se trasladaba a Zapopan. La villa a los que imitan después de verlos en el presentaba en esos días el aspecro pintoresco cine o en las revistas, aunq ue siguen exis­ de una feria m uy rum bosa. Por el lado de tiendo aquellos que se visten de charro, las carpas, en cada puesto, había un fonó­ como "el flamante charro de pie, Filemó n g rafo, o cilindro, o mariachi, o canradoras.f" Lep e. No escaseaban los hombres co n atuendo bohem io, chambergo y corbata Como p uede verse, las prácticas reli­ de artista.D e vez en cuando se presentaba g iosas son las que sig ue n normando el Pancho Car ricarte disfrazado de vaq uero calendario rapat ío, al igual que se hizo en tejano". 98 Mientras que las mujeres tam­ los sig los anteriores. Muchas de las fies­ bié n sufren una transform ación. tas y las ocasiones para el d isfrute estaban íntimamente ligadas a la religión. Ade­ Debido a la apremiante situación económica, más , no faltaban las visitas a los templos com enzaron a desplazar a los varones en las no tanto para rezar, sino para encontrarse oficinas y comercios, decayendo aquella ros­ con alg u na m u jer deseada.P? Tam bién rumbre de que ell as sólo servían para el abunda n las referencias a las invocaciones hogar y la crianza de los hijos. L'lS jóvenes religiosas en el ámbito de la vida privada, hicieron a un lado los remi lgos y comenza­ como cuando algú n personaje de las nove­ ron a vestir con mayor libertad [oo .] para los las reza "La Magnífica" en medi o del fra­ negocios y paseos, recargaron pinturas yafei­ go r de las torme ntas raparías de julio.96 tes y hacia 1924, se cortaron el pelo en forma Poco se menciona de otros religiones. Al de melena, lo q ue ocasionó un malestar parecer, en aquel momento sólo había un nacional, pues las primeras "pe lonas" fue­ templo masónico y otro protestante, situa­ ron objeto de burla y aun de agresiones calle­ dos respectivamente tilla en la calle de López jeras. El calzado comenzó a escotarse y a Cotilla y otro junto al jardín de San Joséy7 calarse y para comodidad femenina, ent ró en uso general el tacón cubano y el de piso. y a pesar de la chunga a través del one-step, LA MODA "las pelonas" y las prédicas en los pú lpitos, las mujeres se dieron a tomar actitudes hom­ No se puede dejar a la moda fuera de un bru nas, a pretender vivir su propia vida y a recorrido po r la vida cotidiana de G uada- inmiscui rse en la actividad de los negocios.?"

El poeta Reynald o Esparza Martínez 9 1 Páez, Flores, 1928, p. 48 en Vogr, GII(/{laICl)(II'tl, se expresa así de "la pelona", "la fletjJper" 1993, pp. 132. como luego se la llamaría: 95 Correa, Dolor, 1948, p. 18 en Vogr , Gnada­ 1(1)(/1'(/,1 993, p. 134. 96 López, Familia, s. a., p. 54 en Vogt, Gnnda­ 9" González, Glladala)ar(l, 1992 en Vogr, GIICldCl­ lnjara , 1993, p. 164. 1(1)(/1'(1, 2003. 97 [bid. 9') Palacio, "Vida", 1988, p. 23.

150 CELIA DEL PALACIO M ONTIEL Tiene ese injerro insustancial sin fruros L A COMIDA De varón y mu jer los atriburos Bebe, fuma y cabalga en cuacos bruros Ya era famoso en los años trei nta el pollo Ágiles muslos, desenvuelro talle de la Valentina, que tenía su local por la Es el ama imperiosa de la calle avenida Alcalde, mientras que por el rurn­ Yel "cocktail" adopta por el Lavalle. bo de San Juan de Dios, los birrieros Recia de carnes, masculino el porte Es más libre y feliz que su consorte con entusiasmo sin igual golpeaban sus cu­ y la aguja troc ópor el deporte. chillos en el madero donde trituraban los Peina como homb re y pantalones usa trozos de carne, unido al estentóreo griro de y es su existencia intrépida y abstrusa "[birria caliente y gorda!" y los triperos y Como una luz de brillantez difusa.I 00 pozoleras invitando amab lemente "¡pásele marchanriro!"I 0·1 Aunque junto a ella también estaba la otra, que aún usaba, para los paseos, "tra­ En la ya citada fiesta del Santuario tam­ jes llamativos y reb ozos o cha li nas de bién había gran profusión de antojitos: "Los todos los colores"."?' puestos de buñuelos, los puestos de cañas, El habitante de la G uadalajara de los de quequis, de tacos, de perros calientes y años trei nta podía encontrar todo lo que la carpa de Valentina, con su rico pollo frito, necesitaba en los almacenes que tenían ya alimentaban a la insaciable muchedumbre una larga tradición porfiriana como Las que ese día hacía allí sus tres com idas.v'" Fábricas de Francia, El Nuevo París, La Asimismo, el rapat ío podía adquirir Ciudad de México, El Nuevo Mundo, las su pan caliente en La Oaxaqueña, por la Fábricas de México, o bien en los moder­ calle de Mezquit án o bie n polvorones y nos como Sears y Woolwo rt h. También empanadas en el zaguán de la residencia podía acudir a la perfumería LaPrincesa, en de don Apolonio García. La panadería La la calle de Hidalgo, a comprar las últi mas Luz era la más famosa del barrio del San­ novedades en produccos de belleza,a la zapa­ tuario, y ahí los hermanos Estrada Aguiar tería I,a Casa Colorada a comprar tenis Faro po nían a la venta todos los días picones, de tacón muñeca, mientras que el varón ele­ galletas de yema, galletas de limón, naran­ gante acudiría a la sastrería de Rafael de la jas, trompadas, cuernos, chamacos, conchas Vega y se haría miembro sin duda del Gran y sernicas.'?? M ientras que La N acional, Club de Trajes Standard. O bien iría a La que todavía existe en su domicilio origi­ Popular, sombrerería y camisería, a comprar nal, ofrecía "pan integral, pan para sánd­ un Borsalino extra, por 24 pesos,102 y luego wiches , pan negro para enfermos, pan a la joyería de Luis Chávez, a adquirir ani­ blanco en distintas formas". 107 llos de oro con calograma por tres pesos.103

10·1 González, Gllac/ctl"jartl,199 2 en Vogr , Cna­ , tItI Esparza, "Flapper", 1934. dalajal'tl , 2003. 'ti' Páez, Flores, 1928 en Vogr, Glltlllttlajtll'tl, 105 López, Familia, s. a. en Vogr, Guadalajara, 1993. 1993. ' fl2 Rcuist« CIÍ.ljJic!e, septiembre de 1934. IO{, [bid. ' tl5 1?el'ishl Lascas, septiem bre de 1927. ' tl7 RelJisfrl CIí.ll'it!e, 1934.

L A VIDACOTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 151 Los Portales de Guadalajara alojaban M ientras que en Atemajac uno podía los famosos "cajones", que además de ex­ comprar en Las Quince Letras, "suculentos pender otro tipo de mercaderías, vendían chicharrones recién salidos del perol'I.!"' comi da y dulces: aguas frescas, tacos, tor­ Pero si el comensal quería algo más exclu­ tas, frutas y otros comestibles; sabrosos sivo, podía ir al Gran Salón Excélsior, café muéganos, deliciosas jericallas en tazas de y restaurante, frente a la estación de ferro­ china, espeso rompope, rojizo ponche carril, "único en su género" y que ofrecía 1 de granada salpicado de pedacitos de nuez; cabaret los sábados . 12 O bien al salón dulces de todos los tipos: cocadas, fru tas Parthenon [sic] , ya que "Doneraky y buen cubiertas, rollo de guayaba, bolitas de leche café, son placer y distinción y tan sólo el quemada, dulces de camote, jamoncillo, Parthenon los prepara en buena fe".11 3 magdalenas, botellitas de dulce, arrayá n Si sufría la ge nte algún trastorno, po­ cubierto, turrón de oblea; tacos de todos día buscar en las boticas los medicamen­ tipos: estilo México, al vapor, de picadillo, tos tradicionales como Em ulsión de Scotr, de papa y de frijoles, y las tortas de don Pomada de la Campana y Pomada 666, Emiliano, de lomo, de pata, de salchichón junto a m odernos med icam entos como y de queso de puerco, remojadas en salsa Cafido l, "el analgésico supremo ", N or­ (es decir, que ya existía la torta ahogada).l OS malgina "antigripal poderoso" y Finaros Sin em bargo, si se quería uno proveer "el remedio ideal para la tos". l!4 de la despensa completa, era necesario acu­ di r al mercado Corona, V IDA CULTURAL festival peren ne con frutas y flores, hort a­ lizas, carnice rías, minúsculos rastros para La vida cultural de Guadalajara en los años aves, hierberías olorosas a orégano, jarcie­ veinte y treinta fue fructífera. A pesar de rías, alpargatas y huaraches, fondas y menu­ que no abundaban ento nces los cafés para decías, tepache yagua fresca con nieve de que los intelectuales pudieran reun irse, lo zumo de limón.109 hacían en las librerías de la ciudad: la de Forti no J aime (llamada El Ár bol de Na­ Ahí estaba también la cre mería La vidad), la de Leopoldo Fonr, la de Carlos Vaquita, que M oya 11 5 y la de J osé Trinid ad O ch oa

ofrecíaa sus clientes crema y mantequilla de la Barca y de Poncitlán, queso fresco del ran­ I II Páez , Flores, 1928 en Vogr, Gtradalajara, cho El Plan y de Tlajomul co, ricas panelas 1993. de Tapalpa y de Ayuda, queso de Mocoriro, 112 Revista Ctispide,d iciembre de 1934. 1\ 3 Revista El Perico, mayo de 1936. queso de grano y de rajo de Mazamida y de I 114 Revista Cúspide, julio de 1934. Pueblo Nuevo y fruta en vinagre. 10 115 La lib rería de Forrino J aim e fue famosa d u­ rante varias décadas, sobre roda porque su du eño fue IO H [bid. tambi én ediror. Todavía los profesores como do n 10 9 González, Gnadalajara, 1992 en Vogr, Gua­ Adalberro Navarro Sánchez y Arturo Rivas Saiz hacían da/ajara, 2003. alusión a esre estab lecimiento en la década de 1980. 110 López,Familia,s. a en Vogt, Glladalajara, 1993. Tanto la librería y papelería Carlos Moya Scrs. como

152 CELIA DEL PALACIO MONTIEL Reyes que, al parecer, con excepción de la trarse con otros afamados intelectu ales y primera, no estaban muy bien surtidas. artistas de la época: Genaro Estrada, Diego El ávido lector tenía que recurrir en los Rivera, el "Doctor Arl", Rafael López, Ro­ años treinta al puesto de "don Pífano", berto Montenegro yJorge Enciso. También Epifanio Díaz, figura legendaria que com­ era ahí donde se reunía el grupo Ovoide, praba y vendía libros en el mercado de "llamado así por su afición a la charla y a la San Diego. med it ación rep osada, para lo cual eran imprescindibles los mullidos equipales, 1 La generación estudiantil de 1930, como las orientados al patio. 18 anteriores en sucesión continua desde 1880, seguía dejándole empe ñados o vendidos Entre los ilustres visitantes que tuvo en su puesto del mercado de San Diego la ciudad en la segunda década del siglo los Viroria, los Santibáñez, los Códigos y los XX se encuentran varios escritores, inte­ 1 Logaritmos. 16 lectuales y artistas : Blasco Ibáñez estuvo en Guadalajara en 1920, Valle Inclán en Entre los 60 intelectuales que Agustín 1921, D. H . Lawrence escribió la primera Yáñez cita como habitantes provectos de versión de la Serpienteemplumada en Cha­ la Perla Taparía, encontramos músicos: pala en 192 3, André Bretón, junto con José Rolón encabezando el elenco; histo­ León Trotsky, Diego Rivera y Frida Kahlo riadores: Luis Páez Brotchie, Alberto M. estuvieron ahí en 1938; en la misma épo­ Brambila, Ignacio Dávila Garibi, José ca estuvieron en la ciudad Pedro Garfias, Cornejo Franco y José Ramírez Flores, y Pablo Neruda y Porfirio Barba Jacob; cie ntíficos: Severo Díaz, José María también Salvador Novo, quien siempre Arreola y Alfonso Castañeda. Aunque en fue un tanto reacio a caer en los embrujos este recorrido ocupan un lugar privi­ de la Perla de Occidente, escribiéndole legiado los integrantes del "grupo sin algunas piezasdel ácido humor que le fue número y sin nombre" que redact aba característico, en las cuales pretende resal­ Bandera de Provincias. Además de los que tar el provincianismo y el conservadurismo ya se han mencionado, se encontraban de la ciudad que se considerabaa sí misma también en ese grupo: Enrique Díaz de muy moderna y progresista. León, uno de los fundadores de la Uni ­ versidad de Guadalajara, y el librero For­ tino Jaime.1 17 CONCLUSIONES

La catedral del Parnaso tapatío - sigue na­ La llamada "FlorenciaMexicana", la "Ate­ rra ndo Yáñez- era el Mu seo del Estado, nas de México", era, en la tercera década donde ensayaban la Orquesta Sinfónica y la del siglo XX, una ciudad en proceso de Banda del Estado. Ahí podía uno encon- moderni zación que buscaba dejar atrás su pasado rural y por tanto una urbe llena la Fonr (cuyo dueño también era editor), siguieron de contrastes. exisriendo hasta principios de 1990. ¡¡ {, Covarrubi as, "Don", 1932, p. 174 . 117 Doñán, Oblatos, 2001, p. 184. II H [bici., pp. 181-182.

LA VIDA COTIDIANA EN GUADALAJARA EN LA DÉCADA DE 1930 153 Consideramos que es precisamente en tradicionales, tales como las ferias religio­ la década de los años treinta cuando se sas, a través de la recnologfa.P ? puede apreciar mejor esta transición, ya Asimismo, en esta década, los depor­ que aunque algunos cambios se venían tes se transformaron también en espec­ dando lentamente desde la ocupación de táculo, consolidando un proceso lento que Guadalajara por las fuerzas constituciona­ venía dándose desde el porfiriaro' ?? y se listas en 1914, las décadas posteriores dan volvieron objeto de publicaciones espe­ cuenta de enormes adelantos en compa­ cializadas. Por otro lado, mientras el car­ ración con la pr imera. Sin em bargo, no denismo logró establecer el monopolio de sería sino hasta los años cuarenta cuando las loterías, la legislación sobre los juegos este desarrollo se vería de manera más de azar se volvió más persecutoria, tanto a clara. A fines de los treinta comenzaron escala nacional como 10cal l 2 1 y los nuevos a circular los camiones urbanos, dejando medios de comunicación se enseñorearon atrás para siempre los trenes eléctricos ; del espacio urbano.122 Todo esto también ta mbién fue en este momento cuando modificó el panorama del tiempo libre en se establecieron los negocios que siguen la ciudad. existiendo hasta la actualidad. Por otro Guadalajara reflejó la política callista lado, a mediados de la década de los cua­ de mod ern ización urbana y favoreció el renta se estableció el otro gran rotativo establecimiento de nuevos comerc ios y que, junto a EIInforJllador, sobrevive hasta pequeñas industrias manu factureras. La la act ualidad: El Occidental. Ambos, en aquel momento, entran de lleno a la eta­ 11 910s parques de diversiones, "espacios consagra­ pa del periodismo industrial. La genera­ dos por comp leto a formas de ocio que se tenían por ción de maestros que sobrevivió hasta los modernas por el carácter espectacular de las técnicas años ochenta en la Facultad de Filosofía y en ellas ut ilizadas se instalaron en Europa siguiendo Letras de la Universidad de Gu adalajara el modelo de creaciones americanas", Coney Island comenzó a publicar sus revistas cultu­ en 1877, el Prarer en Viena que estableció su enorme rales a finales de la década de los años rueda de la fortuna en 1897 y las más grandes mon­ tañas rusas de Euro pa en 1909, ent re otros . Véase treinta. Dugasr, Vida, 2003, p. 104. En México, el parque Nuevas formas de diversión, como por Nuevo Chapulrepec, con su montaña rusa, se inau­ ejemplo los juegos mecánicos de las ferias, guró hasta la década de 1960, y Guadalajara no cono­ aparecieron también en los años treinta ció nada parecido hasta el establecimient o de Selva en Guadalajara, a pesar de que en Europa Mágica, a finales del siglo xx . ya tenían varios decenios representando la 120 Para el estudio del nacim iento del deporte y modernidad. En 1880, en París, la mon­ su tra nsfo rmación en espec tác u lo, véase Elias y taña rusa hizo su aparición en ferias reli­ Dunning , Deporte, 1995. giosas tradicionales, transformando jue­ 121González, "Industrias", 2000, pp. 175, 179. 122 A finales de 1930 aparecieron nuevas esta­ gos como "la feria del trono", que databan ciones de radio: XELW en 1938; XEHK en 1939; de la edad media. La aparición de juegos XE DK en 1940 y, ese mi sm o año, la XEAD de mecánicos y las aplicaciones técnicas de Aguascalientes se asociaría con Refrescos Kisr en Gua­ la electricidad para estas nuevas "indus­ dalajara y formarían la Radio Anu nciadora Kist, la trias del ocio" es un elemento caracterís­ primera que se exploraría con fines netamente comer­ tico de la transformación de los espacios ciales. Aceves,"Consolidación", 1991, p. 102.

154 CELIA DEL PALACIO MONTIEL recuperación de la crisis económ ica fue Vaya este trabajo como un intento de lenta pero con paso firme. La sociedad plasmar en una fotografía color sepia, con taparía mostraba la comp lejidad de las muchas manch as oscuras, la vida tapar ía relaciones ent re la tradición y la moder­ de los años treinta. nidad , entre los rema nentes de una cul­ tura agra ria qu e se urb anizaba a grandes pasos y las nuevas corri entes literarias y F UENTES CONSULTADAS culturales, las nuevas prácticas --como las nuevas modas o la asistencia a los espec­ Hemerografta táculos novedosos- que encontraban adep­ tos y seg uidores en las di ferentes clases Orto-Gráfiko, Gu adalajara. sociales. Revista Cnspide, Gu adalajara. Asimi smo, fue Guadalajara el espacio Revista Carteles, Guadalajara. donde se dieron los enfrentamientos es­ El l\'Iermrio, Gu adalajara. tudiantiles entre las dos universidade s Revista Actllalidade.r, Guadalajara. de nueva creación: la favorecedora de la Revista Senda, Guadalajara. educación socia lista, la Universidad de Revistcl ÚlSCCIS, Gu adalajara. Guadalajara, y la practicante de las ideas Revista El Perico, Gu adalajara. pro fascistas, la Universidad Autónom a de Guadala jara. La ciudad fue teatro de los desacuerdos entre los come rciantes Bibliografía libaneses y judíos recién establecidos y los de profunda raigambre local; incluso fue -Aceves, Francisco, "Consolidación de la radio escenario de las luchas por el poder entre comercial en Guadalajara" en Francisco Aceves, la elite allendisra y los cardenistas. La urbe Pablo Arredond o y Carlos Luna, RadiodifllSíríll fue también hogar al mi smo tiem po de regional en México. Historias, /lrogrCIIllas ), attdten­ los cristeros y de los ateos y no creyentes. cias, udeG, G uadalajara, 1991, pp . 37-46. La vida cotidiana estuvo en todo momento _ _ ,"De la irrupción del sonido a la ex­ teñida por las relaciones entre los distin­ plosión de las imágenes: la radio y la televisión. tos grupos y perrneada por las luchas y las 1920-1 960 " en J osé María Mu ria, Misce!cfnecf desavenencias: de ningún modo fue un jalisciense, El Colegio de J alisco, G uaclalajara, mo mento idíli co de calma prov inciana y, 1992, pp. 93-114 . sin embargo, los taparíos suspiraron con -Ari és, Phillipe y Georges Du by, Historia de las películas, se emocionaron con la pro­ la vida privad«, Taurus, Madrid, 1992. gra mación de la radio, bailaron en el caba­ -Chartier, Roger, Ei mnndo COIIIO representa­ ret y se rieron en la carpa con "Palillo". ciÓII, Gedisa, Barcelona, 1995. El progreso material y cultu ral no se -Collado, María clel Carmen, "Viciay tiem­ ha detenido para la ciudad que, en efecto, po libre de la clase alta capitalina en los tem­ mucho tiene todavía de pretenciosa y con­ pranos años veinte", Reuist« Historias, núm. 28, servadora, como afirmaba Novo. Moderna septiembre-d iciem bre de 1992, México, pp . y progresista, sí, pero también católica y 101-126. t rad icion al , G uadalajara ha cambiado -Collingwood, R. G ., Ideadela historia, !'CE, y sin embargo es la misma. México, 1979.

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