Revista de Estudios Tarifeños

Año XIV. Núm. 55. Cuarto Trimestre. Diciembre 2004

Servicio de Publicaciones del Excmo. Ayuntamiento de

ALJARANDA SUMARIO

4 Editorial

5 Tarifa en la geografía medieval. Las fuentes cartográficas (y II) Año XIV. Número 55 - 4S Trimestre Diciembre 2004 Carlos Gozalbes Cravioto Revista de Estudios Tarifeños Edita: 11 La otra Tarifa Servicio de Publicaciones Andrés Andrades Gómez Excmo. Ayuntamiento de Tarifa Delegación de Cultura Director: 13 Toponimia costera tarifeña del Siglo de Jesús Terán Gil Oro. Los guardas de la costa en 1616 Consejo de Redacción: Angel J. Sáez Rodríguez Miguel Manella Guerrero Javier Mohedano Ruano 16 El convento franciscano de San Juan Manuel Liaño Rivera José Araújo Balongo de Prado. Más de cien años de la Manuel Reiné Jiménez Orden Seráfica en Tarifa (1714-1835) (y II) José Donda Cárdenas Juan A. Patrón Sandoval Sebastián Trujillo Martínez Rafael Sánchez Ruiz 25 Barcos que llevan o han llevado el Juan Navarro Cortecejo Pedro Herrera Márquez nombre "Tarifa" Juan A. Patrón Sandoval Manuel Quero Olivan Fotografía: Manuel Rojas Peinado 31 Donato Millón Contreras "Donato" Diseño y Maquetación: Media Factoring, S.L. Juan Navarro Cortecejo Distribución: Delegación de Cultura 33 Tarifeños de ayer y hoy: Dirección: Antonio Morales Lara ALJARANDA Casa de la Cultura 34 Quinta del cincuenta y siete (VIII) Amor de Dios, s/n 11380 TARIFA José Araújo Balongo Correo electrónico: [email protected] 37 índice general 7o tomo Imprime: Tipografía La Nueva, S.C. 39 Hace doscientos años Arapiles, 11. Tarifa Depósito Legal: 40 Cierros y Balcones de Tarifa: C A-157/91 ISSN: Sancho IV el Bravo, n° 11 1130-7986

ALJARANDA sólo se hace responsable de los trabajos sin origen expresamente indicado. ALJARANDA no comparte Nuestra Portada: necesariamente las opiniones expuestas en los artículos por ella Casa típica tarifeña en el casco anti­ publicados, no manteniendo correspondencia sobre los trabajos guo, concretamente en la calle Jerez. que nos envían. EDITORIAL ALJARANDA

Editorial

Mi abuelo Antonio Lara Márquez era todavía muchas. De vez en cuando espantábamos a los un zagal cuando a finales de la primera década del cerdos a pedradas, que para nuestra rabia eran los siglo XX ya acompañaba a su padre en el negocio. ocupantes legales del teatro. Eran cosarios; esto es, mercaderes ambulantes que Aunque nunca me he alejado de Tarifa, pue­ a caballo y con mulos recorrían cortijos y caseríos de decirse que tuve una segunda vuelta a ella años comprando las más diversas "cosas" que luego arri­ más tarde y ya en plan profesional y junto a Merce­ maban a los minoristas de la plaza de abastos de des, que además es oriunda de aquí. A través de Algeciras. Uno de los géneros "especialidad de la las conversaciones con mi suegro fui penetrando aun casa" eran los exquisitos quesos de cabra de más en el alma colectiva tarifeña. De él aprendí el , que llevaban a Marruecos, generalmente a texto de la placa de la puerta de Jerez, que recitaba Tetuán y Xauen, en cuyo camino aquellos pioneros como expresión de lo orgulloso que se sentía de su exportadores de productos con denominación de patria chica. origen Facinas-Tarifa vivieron numerosas aventuras. Algunas de nuestras actividades relacionadas Ya casado con mi abuela Ascensión Escobar con el folklore, la ONCE, el Enlace Fijo del Estrecho Quesada, se empadronaron en Algeciras y cambió y los contactos con asociaciones culturales, nos la itinerancia por un ranchito en Betis, al que en casa permite contar aquí con excelentes amigos. Difícil­ siempre oí denominar El Peñascá, quizás por estar mente puedo condensar en estas palabras tantas al pie de la peña de San Bartolomé, donde se dedi­ vivencias y sentimientos, pero si quiero decir que có a la ganadería de vacas y corderos. Mis primeros cuando un nuevo número de ALJARANDA llega a recuerdos infantiles de Tarifa datan de cuando él me mis manos, ante mí se despliega como un abanico llevaba a Betis, viaje que se completaba con la visi­ cuanto de mi vida se ha acrisolado en Tarifa. Me ta a la plaza de abastos y a los carniceros de la reconozco en todos y cada uno de sus artículos. Por localidad. Siempre volvía a Algeciras con unas eso nos felicitamos ante una ALJARANDA más que rosquillas que me gustaban mucho, aunque hoy pre­ sumar a la colección y os animo a seguir la tarea en fiero los "Tranvías" y las "Cajillas". provecho de cuantos encontramos en ella una oca­ Gracias a la afición de mi padre por los cami­ sión de revivir lo mucho de tarifeño que llevamos nos imposibles y a la resistencia con la que el "600" dentro. botaba por las piedras de la infernal pista militar, Ya han transcurrido casi catorce años desde aquellos domingos de verano de los años sesenta que mi amigo y colega el profesor Javier Criado Ata­ son imborrables. Era fabuloso correr por las playas laya me enseñara el boceto del que sería el primer entonces desiertas de Bolonia, Los Lances o número de esta publicación, me pareció una aven­ , e insuperables los deslizamientos en tura imposible, ahora me siento orgulloso de cuan­ cartón duna abajo con final en chapuzón. tos la habéis hecho posible. Sólo me resta agrade­ De Bolonia a hay un sólo paso cer a mi viejo amigo Jesús Terán que me haya brin­ pero de dos mil años. El día del Carmen de 1967 dado la oportunidad de expresaren público mis sen­ Luisito Blázquez y yo nos animamos a darlo. Deja­ timientos hacia Tarifa y su gente. Muchas Gracias. mos la playa y fuimos en busca del guarda de las ruinas, la fortuna quiso que Isidoro Otero nos salie­ Juan Ignacio de Vicente Lara se al encuentro. Pasamos una tarde estupenda re­ Consejero de número del I.E.C.G. corriendo el Monumento, a la que seguirían otras Presidente de Palestra.

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Tarifa en la geografía medieval. Las fuentes cartográficas (y II)

Carlos Gozalbes Cravioto

n las páginas del número anterior de esta re­ perdió, pero ha sido reconstruida por Müller. vista, analizábamos las fuentes textuales me­ Estos dos ejemplos de cartografía constitu­ E dievales que hacían referencia a la ciudad de Tarifa yen un intento de representar la realidad geográfica y a su contexto geográfico (1). Curiosamente veía­ frente a los mapas simbólico-religiosos. No obstan­ mos como los datos histórico-geográficos que nos te esta realidad siempre representaba al Mundo pueden aportar las fuentes medievales cristianas Antiguo. Se presentan las ciudades ya desapareci­ (casi exclusivamente los itinerarios de peregrinos), das o las que permanecen tienen el nombre anti­ han estado muy poco utilizadas por la historiografía, guo, perdurando los errores geográficos marcados que se ha centrado en una serie bastante corta de por las coordenadas dadas por Ptolomeo. viajeros y geógrafos arábigo-medievales, como Durante toda la Alta Edad Media, subsisten Idrlssi, Bekri, Saqundi, Mazuzi, etc. las dos tendencias cartográficas: la ptolomáica y la Pero una documentación mucho más olvida­ simbólica religiosa de los "beatos" y "padres" de la da por los historiadores es la representación geo­ Iglesia. gráfica marcada por la cartografía medieval, a pe­ Pero en el siglo XIII surge un tipo de carto­ sar de que es fundamental para comprender la vi­ grafía sobre el que aún se discute su origen, los sión de la realidad geográfica en ese momento de­ portulanos. El primero conocido es la Carta Pisana terminado. Una cartografía que en un primer mo­ de 1260-1270, que supone un avance enorme so­ mento pasó por su representación simbólica con los bre el cual todavía hoy se desconocen sus orígenes llamados mapas en "T". En estos planos, la Tierra inmediatos. Unos piensan que el origen es mallor­ se representaba como un círculo en el que la T re­ quín, otros italiano o árabe, sin que exista un acuer­ presentaba a los océanos y mares y a cada lado se do en los investigadores. A pesar de ello, es indiscu­ correspondía con un continente. En la parte central tible el paso intermedio que nos marca la Carta se colocaba Jerusalem y a los Santos Lu­ gares. Esta visión ideológica-religiosa, muy cu ropa bC De. ^tfiaKemepartibus Caín- frecuente en los mapas mundi de los "bea­ " " ~$ia «x note tos", tuvo su paralelo en el mundo islámico cumíela mu/ en algunos mapas en los que se represen­ herís eíb ap/ ta a Córdoba como el centro del universo, 'pellata- que apudanti/ en un momento en el que el califato cordo­ quos imprriu onentis tenuit. Hec m tercu or bés alcanzó el mayor poderío religioso y bie parte diípofita- ab político. Oriente ortu (¿lis a me Una herencia indiscutible del Mun­ ndie-ocráo-ab occiduo do Antiguo, tuvo que ser el mapa de noftru man ftnitur- a írptentrione mcorbide Ptolomeo o el del Itinerario de Antonio, lacu b¿ tanai flumo eer ambos hoy día perdidos. Del primero co­ minatur Habet aulem nocemos multitud de coplas realizadas en p rotundas multas et re el Renacimiento. Del segundo, lo conoce­ giones-quarujjreuicer nomina et finís expedramifiimpto mitio mos indirectamente por la copia realizada a paradifu íf Parad i(ús elb locus ín oricndá parubus coníbltu/ tuscuius vocabulum ex greco m iatinum oemtur ortus.Porro en el siglo XV, a la que se le ha dado el hebraiceedcndicieur-quod in noíbra Imgua delicie mrerpretaf- nombre de "Tabula Peutingeriana". La zona correspondiente a la Península Ibérica se El universo en T, según San Isidoro de Sevilla.

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sión de banderas o de viñetas de ciudades. En el siglo XVI, los portulanos van ganando en belleza, colorido y arte, pero paralelamente hay un menor interés científico. Al mismo tiempo, la eclo­ sión renacentista supuso en las cartas náuticas, un abandono definitivo de la tendencia teológico-reli- giosa anterior, pero surge una nueva pugna entre la cartografía empírica y práctica de los portulanos, destinada a los navegantes y comerciantes y la ten­ dencia meramente humanística y culta, de despa­ cho, que vuelve a la clásica representación ptolomáica. El mapa puramente ideológico subsiste residualmente hasta el siglo XVIII. En estos mapas tardíos, los continentes o islas adoptan la forma de personajes admirables (reyes, papas, leones, águi­ las, etc.) y en otros la forma de personajes negati­ vos o repudiados (musulmanes, serpientes, etc.). Por tanto se hace todavía una geografía represen­ tativa anclada en la simbología, el subjetivismo y el racismo religioso-geográfico propio de la Alta Edad Media. Con los portulanos se busca una imagen mucho más integradora, universalista, unificadora y tolerante. Es la primera manifestación cultural ge­ neralizada en donde se muestra la relatividad cultu­ ral y la aceptación del otro, aunque impulsada no por valores éticos ni morales, ni religiosos, sino por el incipiente liberalismo económico y comercial. Plano árabe que representa a Córdoba como centro del Uni verso. Los portulanos llegaron a ser no sólo un ele­ mento necesario, sino también obligatorio en todas las naves aragonesas. Ya en 1359, Pedro IV de Rogeriana, plano hecho por el ceutí Al Idrissi en el siglo XI. Lo cierto es que el portulano supo­ ne una representación muy ajustada de las costas mediterráneas, siendo la primera cartografía que representa los nombres de las verdaderas ciudades y villas de las cos­ tas en ese momento. A pesar de que debieron ser muy abundantes, apenas pasan del centenar los que han llegado a nuestros días anteriores al siglo XVI. Se trata en todos los casos de ejemplares únicos -anteriores al conoci­ miento de las técnicas de impresión- en los que siendo frecuente la copia, éstas se hacían siempre a mano. En algunos casos, los datos que nos aportan traspasan la mera información de la costa, incluyendo fronteras (caso de la frontera del Reino de Granada) o bien si­ tuaciones geográfico-políticas, con la inclu- Portulano de Jacobo Giroldis de 1422-1446 (A.V.).

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Aragón ordena que todas las naves de la corona, llevasen al menos dos cartas náuticas. Gracias a su proliferación y a que algunas de estas cartas, sólo estaban destinadas a las bibliote­ cas y despachos, contamos hoy día con algunas, pues su uso práctico y necesario, provocaba su cons­ tante deterioro y desaparición. En estos portulanos es en donde por pri­ mera vez se dibujan redes de vientos y rumbos que parten de los nudos situados sobre una co­ rona de vientos y en donde también se inicia el uso de las escalas gráficas. Los nombres de puer­ tos y accidentes geográficos se iban colocando - una vez conocidas sus distancias- sobre una red de líneas divergentes que seguían la dirección de los vientos y los puntos cardinales en circunferen­ cias tangentes entre sí y divididas en áreas de vien­ tos (2). De esta forma, el rumbo entre dos puntos siempre tenía próxima alguna de sus rectas de for­ ma paralela. Un derrotero textual que cita profusamente a Tarifa, pero que tuvo como base o complemento un documento gráfico hoy día perdido, es el de Parma- Magliabecchi, que nos indica: "Trafeghercum ixola de Tarifa quarta de siro­ co ver levante mia 25 e per questo chamino e uno

Atlas Catalán de Abraham Cresques de 1371.

colfo a nome val de Valterra e una fiumera a nome va mates e una villa a nome veger e a puesto colfo sono do seche per mezo la fumera. Tarifa e citade e una ixola largo dala cita mia 2 e da ponente del ixola e un scocieto per mezo la dita biancho e largo nexo mió e una secha a prono ixola e dala parte de levante e una altro secha et a la ditta ixola e bon sorzador e bon estatio. Dala cita de Tarifa al chavo ixacalder zoe a la ponta de charnero siroco e naestro mia 15". Como "Ixola de Tarifa", nos lo cita también el portulano-derrotero textual de Rizo (siglo XV). Los portulanos anteriores al siglo XV que ci­ tan a Tarifa, nos aportan cuatro formas toponímicas: Tarifa, Tariffa, Tarif y Tariffe. Resultan muy uniformes, frente a las numerosas formas toponímicas de Gi- braltar o de Marbella por ejemplo. Con el topónimo Tarifa, aparece en los siguien­ tes portulanos: - Carta Pisana de 1260-1270. Biblioteca Nacional de París (B.N.P.). Res.Ge.B.1118. - Portulano de Tammar-Luxoro del siglo XIV. Bi­ blioteca Cívica V. Berio de Génova (B.C.V.B).

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- Atlas Catalán de Abraham Cresques de 1375. B.N.P. Ms.Esp.30. - Portulano de Vesconte de 1320-1330. Archivo Vati­ cano (A.V.). Cod. Pal. 1362-1. - Portulano de Vesconte de 1311-1320. K.K. Biblioteca de Viena (K.K.B.V.). - Portulano de Vesconte de 1330. B.N.P. Ms. 27376. f.181 v. - Atlas de Andrea Bianco de 1435. A. V. - Atlas de Andrea Bianco de 1436. Biblioteca Marciana de Venecia (B.M.V.). - Atlas de Pinelli de 1388. Archivo del Museo Britá­ nico de Londres (A.M.B.). Add. 19510. - Carta del Archivo de Lucerna de finales del si­ - Carta del Museo de Meereskunde de 1453. glo XV. (A.L.). A.B.M. - Portulano de la Biblioteca Imperial, hoy en la - Portulano anónimo portugués del siglo XV. B.N. de París. Fin del siglo XV. Bayerische Armé Biliothek de Munich (B.A.B.M.). - Carta Catalana del siglo XV de la Biblioteca Na­ cional de Nápoles (B.N.P.). - Portulano de Francisco de Cesanis de 1321. (M.C.C.V.). Port.7. Con el topónimo Tariffa, aparece en los si­ guientes portulanos: -Atlas deGiroldi de 1422-1446. A.V. Cod.Ros. 676. Tav.ll. y Ross. 67.613. - Portulano de Bartolomé Pareto de 1455. Biblio­ teca Nazionale Vittorio Emmanuel II de Roma. - Portulano de Andrea Benlcasa de 1468. Archivo de la Fundación March de Palma de Mallorca (A.F.M.P.). - Portulano de Andrea Benicasa de 1468 del Ar­ chivo de la corona de Aragón (A.C.A.). - Portulano de Gracioso Benicasa de 1463. A.M.B. Add. 18451. - Portulano de Gracioso Benicasa de 1467. B.N.P. - Portulano de Gracioso Benicasa de 1469. A.F.M.P, - Portulano de Gracioso Benicasa de 1470. A.M.B. Add. 31318. - Portulano de Gracioso Benicasa de 1471. A.V. Cod. Pal.Vat. 906. - Portulano de Gracioso Benicasa de 1473. A.V. Sig.Cod. 280. - Atlas de Ortiz Valero (hacia 1501). Servicio Geo­ Portulano de Pedro Vesconte del Archivo Vaticano. gráfico del Ejército de Madrid.

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de Trafalgar, se dibujan dos grandes bahías. Una la bahía de Gibraltar que termina en la Punta de Tarifa y otra bahía que empieza en Tarifa y ter­ mina en Trafalgar. Se trata sin duda de una simplificación de la costa en las bahías de Algeciras-Getares y la de Bolonia. Igual simplificación se hace con la costa africana, exagerando las bahías de Beliunes y Tánger. En todos ellos, la rotu­ lación sigue una pauta "anticiclónica" por regla gene­ ral en sentido horario en el continente europeo y asiático, pero al revés en el continente Portulano de Gabriel Valseca de 1439 (M.M.B.). africano. En la mayor parte de los portulanos no se refleja de for­ Con el topónimo Tarif, aparece en los si­ ma diferenciada a la "isla" de Tarifa y en los que guientes: podría estar señalada, se añaden otros puntos o cru­ - Carta Magrebina del siglo XIV. Archivo de la Bi­ ces como islas inexistentes. blioteca Ambrosiana de Milán (A.B.A.M.). En la mayoría de los portulanos de los siglos - Carta de Ibrahim al Mursi de 1461. Archivo del XIII, XIV y XV, se produce una diferenciación en el Top Kapu Saraki Museum de Estambul (T.K.S.E.) color de la tinta con la que se escribe el topónimo, - Carta de Piri Reis. Del siglo XVI, pero con datos según haga referencia a una ciudad-población o a anteriores. T.K.S.E. un accidente geográfico o población poco impor­ Con el topónimo Tariffe, sólo aparece en el tante. A veces también los accidentes geográficos Portulano de Parma de 1430. Biblioteca Palatina de muy importantes están rotulados en rojo. En otras Parma. ocasiones, la distinción de colores se hace exclusi- En algunas cartas hay un gran interés por marcar exageradamente los posibles hitos de la navegación. Las is­ las se exageran y las zonas de escollos se representan con cruces que advierten a los pilotos de las cercanas y peli­ grosos rocas. Por ejemplo se dibujan en casi todos los portulanos, los escollos alre­ dedor de la isla de Cádiz y la isla de Tarifa y a veces hasta la isla Verde de Algeciras. La forma de la costa, exagera los accidentes geo­ gráficos, para marcar de una forma evidente el recorrido a los marineros. Así entre el monte de Gibraltar y el Cabo

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menor entre los dos topó­ nimos importantes de Gibrai- tar (o Algeciras en otros portulanos) y Cádiz. Otros to­ pónimos menores de la zona, son los de Trafalgar, Vaqueros y Getares, aunque no todos los portulanos los Incluyen. Los portulanos nos confirman, por tanto, las noti­ cias que nos aportan las otras fuentes escritas medievales. Tarifa era una pequeña ciu­ dad con un importante puer­ to -aunque de complicado ac­ ceso- que vivía de cara al mar y a su función de "puente" en­ tre Europa y África, pero al mismo tiempo "ahogada" por Carta del Archivo de Lucerna. su competencia funcional con la cercana Algeciras. vamente según la importancia de los distintos puertos. REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA En aquellos portulanos en los que una dife­ renciación de color en el texto de los topónimos in­ 0) .... dica una mayor o menor importancia del lugar, po­ (2) MOLLAT DU JOURDIN, M. Europa y el mar. Barcelo demos ver que se indica a Tarifa como un lugar na, 1002. p. 47. r NOTA DE REDACCIÓN

Debido a la limitación de espacio que contiene nuestra revista, este Consejo de Redacción se ve en la necesidad de solicitar de nuestros colaboradores, que los artículos que nos envíen no sobrepasen la extensión de 6 folios mecanografiados a doble espacio por una sola cara. En caso que por las características del artículo, su extensión sea mayor, el autor deberá indicar la forma para su publicación parcial. Por otra parte, les solicitamos también, que en la medida de lo posible, nos envíen las reproducciones que deseen que aparezcan, indicando el pie de foto que deban llevar. Asimismo, rogamos a todos nuestros colaboradores que junto con el artículo a publicar nos adjunten una pequeña sinopsis del mismo. v______J

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La otra Tarifa

Andrés Andrades Gómez

e todos son conocidas las distintas teorías so­ cortijos cercanos (2). Así surgen estos núcleos que, bre el origen del nombre de nuestra Tarifa: a base de los trabajadores de dichas tierras, se van D los hay que defienden que proviene como deriva­agrandando, incorporándoseles otras actividades ción del primer musulmán que pisó estas tierras (el que siempre aparecen cuando las poblaciones cre­ bereber Tarif ben Malluk), los hay que opinan que cen (tiendas, herrerías, comerciantes, colegios, pa­ dicha acepción nos viene del término árabe "tarf" rroquias, etc.). (punta o cabo) en clara referencia a la geografía También es importante conocer que la voz tarifeña. No vamos a entrar en discusiones, que ya Tarifa no sólo existe como lugar geográfico, sino que hay las suficientes, sobre el tema, y seguirán apare­ el paso de los años lo da también como apellido. A ciendo más. modo de ejemplos podemos ofrecer, entre otros, los El motivo que me trae de nuevo a estas pági­ expedientes siguientes (3): nas de ALJARANDA es otro: el de la existencia de a) Expediente para Indias de una serie de pasaje­ "otra Tarifa" en nuestra geografía española y, con­ ros, entre los que se encuentran María de Tarifa, cretamente, en Andalucía. Ana de Tarifa, Pedro de Tarifa, hijos del afincado en Antes de pasar a ella, entraremos a aclarar Indias Juan García de Tarifa (4). algunos apuntes fundamentales para conocer de b) Expediente para ir a Indias de Juan de Tarifa dónde proviene esta localidad que nos trae en el Godoy, natural de Alanís (5), Como vemos, este presente artículo. personaje no era de Tarifa sino de la provincia de Sabemos por la historia que el nombre de Sevilla. muchas ciudades han surgido como referencia a un c) El Auto del difunto sevillano Gaspar Jiménez de accidente geográfico; otras al ingenio de sus descu­ Tarifa difunto en Méjico, dejando como herederas a bridores; otras a que el fundador le puso el nombre su mujer Leonor Sánchez Riquel y a sus hijas del rey del momento; otras al nombre del dueño y Constanza y Catalina de Tarifa (6). señor (o de su familia) de esa población, cortijada, Este va ser el caso que nos ocupará a conti­ núcleo poblacional; etc. nuación con la "otra Tarifa". Nombre que no ha sur­ De este último caso podemos indicar que aquí, gido, como la nuestra, a raíz de un término geográ­ en el Campo de Gibraltar y aledaños, tenemos ejem­ fico o conquistador, sino debido a su propietario, plos muy elocuentes y próximos. Así, por ejemplo, como los casos que hemos visto anteriormente. vemos que los Larios compran, en el siglo XIX, 329 En la autovía A-92 en dirección Sevilla- fincas, en el triángulo formado por Los Barrios-Ca- Almería, se pasa, entre otros pueblos, cerca de sares-Gaucín, constituyendo tres colonias agrícolas, Cúllar (Granada). Al término municipal de ésta per­ dos de ellas en Jimena de la Frontera: la de Buceite tenece una pedanía, situada a la derecha de la au­ y la de Tesorillo, determinando que sean llamadas tovía, llamada Tarifa, muy cerca de Venta Quemada San Pablo y San Martin, respectivamente, en honor (3 km.). Investigando sobre la misma, lo poco que he a los dos hermanos, y la de San Luís de Sablnillas podido encontrar hasta la fecha es lo siguiente (7). (1). O, también, San Enrique de Guadiaro, de otro A finales del siglo XVI, los personajes impor­ descendiente (Enrique Crooke Larios, presidente de tantes e influyentes de Baza recibieron repartimien­ la Sociedad Industrial y Agrícola del Guadiaro), en to del territorio de su término, fundamentalmente los las cortijadas del dicho río, y a la sombra de los re­ montes comprendidos entre Cúllar, Chirivel y Oria. gadíos establecidos de antemano en las anteriores De esta forma surgieron las distintas cortijadas y poblaciones creadas y realizadas con jornaleros de ventas en el camino Real de Lorca (Vertientes, Ven­

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ta de Tarifa, Venta Quemada), que serían reconoci­ mente por Tesorillo se denominará SAN MARTÍN. Asig­ das por los nombres de sus dueños: Tarifa, Malagón, nan así los Larios estos dos nombres, tan repetidos en Santaolalla, Bravo, Barrionuevo, ... las distintas generaciones de la familia, a los dos princi­ El señor que nos ocupa, Pedro de Tarifa, fue pales núcleos de población que crearon en la zona". En REGUEIRA RAMOS, J. y REGUEIRA MAURIZ, E. "Medina un judeoconverso del que no se ha podido estable­ Sidonia, Larios, March, latifundistas en el Campo de Gi- cer su lugar de nacimiento, asentado en Baza a fi­ braltar". Almoraima, 4. pp. 99-107.I.E.C.G. Algeciras. Oc­ nes del XV (1489), de oficio mercader y recaudador tubre 1990. Agradecer la colaboración y gran disposición de rentas. Es en 1533 cuando recibe del Concejo en ofrecer la información mostrada por D. José Regueira de baza cien fanegas de terreno alrededor de una Ramos. venta que tenía arrendada de los bienes de propios (2) Véase al respecto para profundizar en estos temas: de la ciudad. En años sucesivos recibe más preben­ Europa Sur. "Jimena, hora cero". 27/8/2004; REGUEIRA das hasta alcanzar 300 fanegas de tierra. Sus tres RAMOS, J. "Frontera, agua y poder en el valle del descendientes también fueron comerciantes, ade­ Guadiaro". Almoraima, 13. pp. 473-483.1.E.C.G. Algeciras. Abril 1995: REGUEIRA RAMOS, J. "Los Larios en el Cam­ más de regidor de Baza, letrado del concejo y cura po de Gibraltar". Almoraima, 17. pp. 265-280. I.E.C.G de Cúllar, respectivamente. El último hizo fortuna en Algeciras. Abril 1997; REGUEIRA RAMOS. J. “Territorio y la localidad, seguramente en el trato con los moriscos doblamiento en Jimena y su término". Actas I Jornadas que habitaban el término o bien por la adquisición Seminario Permanente de Historia y Arqueología. Jimena. de los bienes de éstos. 1993. Este apellido Tarifa desaparece de la docu­ (3) Los otros localizados están pendientes de su estudio mentación escrita, según me cuenta el Sr. Castillo, y revisión, para un futuro trabajo. en el XVII. (4) Archivo General de Indias (en adelante A.G.I.). Año Tras la separación de Cúllar y Baza en el 1628, 1598. Signatura: Contratación, 5255. N. 2, R. 52. "Expe­ diente de información y licencia de pasajero a Indias de todos los términos aledaños a cada una pasan a Catalina de Nava, hija de Juan Ramos y Ana Gómez, con engrosar sus respectivos territorios, quedando Tari­ María de Tarifa, Ana de Tarifa, Pedro de Tarifa, Juan García, fa englobada en la primera. Bernardina García, Alba Gómez y Catalina Vázquez, to­ En el Catastro de Ensenada (XVIII) aparece dos hijos suyos y de su marido Juan García de Tarifa (es­ la entidad poblacional de Tarifa perteneciente a tante en Indias)". Cúllar, dividida en 7 cortijos correspondiendo a per­ (5) A.G.I. Año 1618. Signatura: Contratación, 5363, N. 36. sonajes de Granada, Baza y Loja. De esta última "Expediente de información y licencia de pasajero a In­ localidad se supone que es la heredera de Pedro de dias de Juan de Tarifa Godoy, natural de Alanís, hijo de Tarifa, doña Magdalena Dávalos, la cual posee 3 Alonso Martín y de María Rodríguez, con su mujer María de Vera, hija de Juan de la Vera y de Ana Hernández de la cortijadas. Peña, y sus hijos Juan, María, Ana y Juana, a Nueva Es­ Esperando encontrar más información para paña". seguir ofreciéndola y dando la posibilidad de (6) A.G.I. Año 1582. Signatura: Contratación, 220a, N. 1, hermanamiento de nombre de estas dos poblacio­ R. 3. "Autos sobre bienes de difuntos: Gaspar Jiménez de nes (Tarifa-Cádiz y Tarifa-Granada), dejo la puerta Tarifa, natural de Sevilla, difunto en Potosí. Herederas: abierta a posteriores estudios. Leonor Sánchez Riquel, esposa, y Constanza y Catalina de Tarifa, hijas". (7) Debo indicar la inestimable colaboración en la infor­ REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA mación del Sr. Feo. Javier Castillo Fernández, del Archivo (1) "La colonia nombrada de Buceite en la que se halla General de la Región de Murcia, estudioso de la historia enclavada el pueblo conocido vulgarmente por el mismo de Cúllar, así como del Ayuntamiento de Cúllar (Grana­ nombre se denominará SAN PABLO y el conocido vulgar­ da), al ponerme en contacto con él.

ALJARANDA en Internet En la dirección http://www.tarifaweb.com pueden consultar todos los ejemplares hasta ahora publicados de ALJARANDA, además de encontrar, entre otras, una sección referida a la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Tarifa.

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Toponimia costera tarifeña del Siglo de Oro. Los guardas de la costa en 1616

r Angel J. Sáez Rodríguez

INTRODUCCIÓN primero los datos más generales como aproxima­ En este trabajo aportamos un documento mi­ ción al tema. litar del siglo XVII relativo a la defensa costera es­ No se añadirá más información en este tra­ pañola, del que se extrae lo relativo al ámbito tarifeño. bajo sobre el contenido del documento, ya que se Se incluye en la serie de artículos sobre ingenieros trataría de abundar sobre la extensa bibliografía militares en Tarifa dado que, como en las aportacio­ publicada sobre el tema en la última década. Sim­ nes anteriores, se aborda en él el estado de su de­ plemente ha de llamarse la atención sobre la rique­ fensa, tanto en instalaciones materiales como en za de la toponimia en él contenida, que deberá ser dotación humana. abordada de manera específica. Asimismo, sobre El orden de publicación en ALJARANDA de aspectos de contenido social, como los referidos en este documento de 1616 y el de 1618. aparecido en la parte final del fragmento que se transcribe más el número anterior (1), no sigue a propósito la se­ adelante. cuencia cronológica de su producción. Esto es de­ bido a que la relación de 1616 que ahora aborda­ EL DOCUMENTO Y SUS CARACTERÍSTICAS mos entra en mucho mayor detalle en la descrip­ El documento responde a la siguiente ficha ción de la costa que el de 1618, por lo que bibliográfica: Archivo General de Simancas. Nego­ pedagógicamente consideramos preferible mostrar ciado de Mar y Tierra. Costa de Andalucía. Legajo 819. Relación de las torres que hay en la costa del mar del Andalucía desde la Torre del Pinoseco de la Canela en la barra de Ayamonte hasta la Torre de la Chullera, que par­ te término con el Reyno de Granada y las guardas y arti­ lleros y atajadores que son menester en cada Torre y Ca­ letas. que entran en tierra de la mar donde se ponen escu­ chas, por no poder las Torres descubrir estas Caletas, y el sueldo que se les ha de dar a cada uno en cada un año, conforme a las averiguacio­ nes, y distritos de las dichas Torres, que se han hecho por orden del consejo de Justicia, y lo que montan las ciudades que tienen situados para pa­ gar sus guardas, y lo que Diseño de una «torre de dos bóvedas» o dos estancias, del último tercio del siglo XVI. monta todo en esta manera.

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Granada. 4 de octubre de 1616. Existe una copia transcrita en 1847 en el Instituto de Historia y Cultu­ ra Militar de Madrid, dentro de la Colección de Do­ cumentos Copiados en el Archivo de Simancas como datos para escribir la historia del Cuerpo de Inge­ nieros, por el Coronel Don José Aparici García, en su Sección Primera. Vol. 1. Fortificaciones en gene­ ral. fols. 433 a 443 vto., respecto al que se indica la numeración de folios en las páginas que siguen. En la transcripción no se ha respetado la grafía de la copla del siglo XIX, que es la que manejamos, prácticamente coincidente con la actual salvo cier­ tas fluctuaciones en las normas de las mayúsculas, sino que se ha adecuado a la actualidad.

Transcripción parcial [Fol. 437] "En la ciudad de Tarifa demás de las guardas que se ponen en las torres, hay ocho atajadores y un requeridor con título de Su Majestad, que el dicho requeridor sirve de requerir las guardas y escuchas de las estancias y calas que se ponen y para hacer, que salgan los escucharos, atajadores de a caballo a requerir la costa a sus estancias y distritos cada uno, el cual tiene de sueldo 7 ducados cada mes y los dichos atajadores a 4 cada uno, que monta 429 reales. Asimismo se ponen guardas, que llaman es­ cuchas, además de las que hay en las torres, calas y surgideros, donde suelen acudir los moros

La torre de la isla de Tarifa, que en 1616 tenía un cañón, como [Fol. 437 vto.] la del cabo de Gracia. que por ser sierra áspera y quebrada no pueden alcanzar a verlas desde las torres, los cuales viven a 7 ducados el artillero montan 182 reales. de estar en las dichas caletas y surgideros y en sin­ tiendo algún navio del enemigo, dar aviso a las guar­ [Fol. 437 vto.] das de las torres para que hagan ahumadas para que En las calas que están cueva de? y cala Hon­ se sepa que hay moros en tierra y lo mismo se hace da, ha de tener 3 guardas, que a 35 reales cada uno en la ciudad de Gibraltar, en las cuales torres y estan­ al mes monta 105 reales. cias se ponen las guardas y atajadores siguientes. Cala de los Santos, en término de Tarifa, ha En la caleta del cabo de Plata dos guardas de tener dos guardas a 35 reales cada uno al mes, con sueldo, que conforme a las averiguaciones de monta 70 reales. la dicha ciudad ganan a 35 reales, y dicen los testi­ La cala de la cueva de las Palomas, término gos que es necesario se les dé a 4 ducados porque de la dicha ciudad de Tarifa, ha de tener dos guar­ por no ser el sueldo competente, no guardan como das a 35 reales cada uno al mes, monta 70 reales. conviene y se les permiten muchas faltas que ha­ En las caletas del cabo de las Paloma, otras cen por acudir entre días a trabajar, de que resultan dos guardas a 35 reales cada uno al mes, monta 70 muchos inconvenientes, y así lo que hoy se les da y reales. paga a razón de a los dichos 35 reales monta 70 A la cala de las Merquetillas, otras dos guar­ reales. das a 35 reates cada uno al mes, monta 70 reales. La torre del cabo de Enmedio (2), término de En la cala del Cosnocoso, otras dos guardas la dicha ciudad de Tarifa, artillada, ha de tener 3 a 35 reales cada uno al mes, monta 70 reales. guardas y un artillero, que a 35 reales las guardas y En la cala del Puntal del Anillo, otra guarda

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con el sueldo de 35 reales por mes, 35 reales. que se arrienda en 2.684 reales. En la torre del Barranco Hondo, otras dos guar­ La dehesa de la Tabla, que se arrienda en das a 35 reales cada uno al mes, monta 70 reales. 2.310 reales. La torre de la Isla de Tarifa, término de la mis­ La dehesa de los Cotillos del Egido, que se ma, artillada, arrienda en 1.000 reales. Que estas dos dehesas dicen los testigos que [Fol. 438] se arriendan con mucho daño y perjuicio de los ve­ que está en la boca del Estrecho, 3 guardas y un cinos pobres de la dicha ciudad, porque no tienen artillero, que a 35 reales las guardas y 7 ducados el donde echar sus ganados y la padecen por la nece­ artillero montan 182 reales. sidad que hay de las guardas; y las demás, que son La torre de Guadamegí, término de Tarifa, ha las de Quebrantanichos y Quebrantanichuelos y la de tener 3 guardas que, a 35 reales cada uno al de los Cotos, que han estado arrendadas en 8.049 mes, monta 105 reales. reales, se pueden quedar para la paga de las guar­ En las caletas del Arenilla y Juan Lozano, tér­ das y atajadores". mino de Tarifa, han de tener 3 guardas a 35 reales cada uno al mes monta 105 reales. [Fol. 443] En la cala de Quebrantabotijas, entre térmi­ "Con todo consta y aparece de las averigua­ nos de Tarifa y Gibraltar, que es la más peligrosa de ciones y demás autos, testimonios y diligencias he­ toda la costa y donde dicen era necesario hacer una chas en virtud de la real torre y que se han hecho muchos cautiverios, han de tener 3 guardas a 40 reales cada uno al mes, [Fol. 443 vto.] monta 120". comisión a que me refiero, que es hecha en Grana­ Después sigue la relación con otros lugares da, a 4 de octubre de 1616 años. Ante mí, Juan de la costa de ios antiguos términos de Algeciras, Gutiérrez de Cuvillas. Secretario de la Fábrica de concedidos a Gibraltar por Enrique IV, tras un largo las Torres". pleito en ei que también litigó el concejo de Tarifa. Más adelante vuelve a haber una relación a Tarifa: REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA (1) SÁEZ RODRÍGUEZ. Á.J. "Las costas de Tarifa en la [Fol. 441] descripción de Mesía Bocanegra". ALJARANDA ns 54. “Asimismo, parece conforme a las averigua­ Tarifa, 2004. pp. 20-23. ciones que en las ciudades de Gibraltar y Tarifa hay (2) Es la torre Vieja o del cabo do Gracia, ahora restaura­ un requeridor en cada partido, con título de Su Ma­ da y mal llamada faro de Camarinal. jestad, que requiere cada sema­ na las guardas y atajadores de las torres para ver si cumplen con su obligación y hacen la guarda como conviene y lo mismo como en la costa del Reino de Granada ? al de Gibralta r30.000 mara vedis por año y al de Tarifa 84 ducados por año".

[Fol. 442] "La ciudad de Tarifa tiene asimismo, por prevención de Su Majestad, para pagar a las guar­ das y atajadores de su termino la dehesa de Quebrantanichos, que se arrienda en 4.000 reales. La dehesa de Quebran- tanichuelos, que so arrienda en 2.365 reales. La dehesa de los Cotos, La torre de Guadalmesí, desde las aguas de la ensenada del Tolmo.

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El convento franciscano de San Juan de Prado ai Más de cien años de la Orden Seráfica en Tarifa (1714-1835) (y II)

Juan A. Patrón Sandoval

7. Las penurias económicas de la comunidad dad un nuevo memorial, esta vez del padre fray José franciscana de Tarifa. León de San Nicolás, por el que daba cuenta que el Con todo, por cuanto se refiere a los bienes y claustro alto del convento se encontraba en estado rentas de que disponían los religiosos franciscanos, ruinoso. Para impedir la amenaza del derrumbe y aquellos no debían ser tan abundantes y así, el 11 no teniendo el síndico del convento (4) caudal algu­ de septiembre de 1797, siendo nuevo gobernador no, los religiosos se habrían visto obligados "por si y de la plaza el entonces teniente coronel Pedro Lobo su breve renta"a pedir limosna, pero al no reunir lo y Arjona, se vio en el cabildo un memorial presenta­ suficiente para realizar la obra fue cuando acudie­ do por fray José Nogales de la Concepción, guar­ ron a la ciudad suplicándole se sirviera darle "lo que dián del "convento de San Juan de Prado de tuviera a bien"para el fin que se proponía. Con todo, Franciscos Descalzos" por el que pedía que la ciu­ enterada la ciudad, el cabildo acordó no dar canti­ dad se dignase asignarle algunas limosnas "con que dad alguna al interpretar que no se hallaba facultada poder sobrevivir a las urgencias en que se hallaba para poder hacer otro gasto más que los determi­ la comunidad por faltarle las cosas de primera ne­ nados por el Supremo Consejo de Castilla (5). cesidad", solicitado igualmente que, en lo sucesivo, Tras sorprenderle la negativa del cabildo, fray se contemplaran también otras que fueran estables José León de San Nicolás, en nombre de su comu­ al amparo de la obligación que la ciudad tenía con­ nidad solicitaba por segunda vez, el 10 de noviem­ traída con el convento por cuanto hacía tiempo se bre, que se le auxiliase con alguna limosna para la había comprometido a ayudar a la manutención, obra del claustro alto. En opinión de los francisca­ tanto del predicador cuaresmal como del maestro nos, la limosna que se solicitaba no iba en contra de de Gramática. Enterada la ciudad se acordó que los las supremas órdenes del Real Consejo de Castilla, caballeros diputados informasen sobre el contenido pues lo que se pedía no era sino la obligación que del memorial para determinar después lo más con­ tenía la ciudad contraída para con ellos, por cuanto veniente (2). al convenirse con la ciudad la fundación del conven­ Desconocemos cuál fue la resolución que to en 1727 se hizo a cambio de mantenerse en él un adoptó el cabildo a la petición que le hacían los frai­ predicador cuaresmal para el púlpito de la Iglesia les del convento, cuya dotación, efectivamente, se Parroquial de San Mateo "a cuyo trabajo atendería habría mantenido en los 22 religiosos, de los cuales siempre la ciudad para cuanto fuese del mayor au­ 13 eran sacerdotes, 3 coristas, 3 legos y 3 donados, mento de dicho convento", lo mismo que ofreció la según consta en las respuestas que la ciudad dio ciudad en 1754 cuando solicitó al Provincial de la en 1798 al nuevo Interrogatorio que, de cinco en Orden el establecimiento de un religioso que ense­ cinco años, cada pueblo debería enviar a los ñase Gramática. Por otro lado, argumentó el religio­ Intendentes de la provincia para que los encarga­ so que la limosna no iría en contra de las reales dos de la Dirección de Fomento pudiesen renovar órdenes del Consejo de Castilla puesto que: la li­ los estados de población (3). cencia municipal para la fundación del convento se Poco tiempo después, el 18 de septiembre de pidió por orden del Real Consejo, que la vio y apro­ 1802, ahora bajo la presidencia del alférez mayor bó en todas sus partes; que aún así, el mismo rey perpetuo y teniente corregidor interino, Juan Serra­ Carlos III, en una Cédula de 11 de febrero de 1787 no de Lara y Muñoz, se vio en el cabildo de la ciu­ mandó expresamente que los pueblos pagasen las

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vento para las obras que expresaban 1.000 reales de vellón de los gastos extraordinarios (7). Con todo, el 20 de abril de 1804, esta vez bajo ia interinidad del alférez mayor Juan Serrano el ca­ bildo trató de una nueva petición de fray José León de San Nicolás, en la que expresaba que su comu­ nidad se hallaba en la mayor escasez, careciendo de lo más necesario "para pasar pobremente la vida". Solicitaba por ello que, conociendo lo calamitoso del año, la crecida comunidad que constituía entonces dicho convento, así como los beneficios que recibía el público "con el pasto espiritual que daban en el púlpito, confesionario y otros servicios piadosos", se le franquease algún socorro o limosna para el re­ medio y la caridad. También entonces se acordó que de los gastos extraordinarios se le librasen 300 rea­ les de vellón por vía de limosna, sin que ello sirviera de ejemplo para lo sucesivo (8). Escudo franciscano que presidía uno de los retablos del con­ vento tarifeno y que actualmente se encuentra en la sacristía 8. La Guerra de la Independencia y el traslado de la Iglesia de San Mateo. (Foto Juan A. Patrón). de los franciscanos. Cuatro años más tarde, en 1808, las Estadís­ limosnas de los sermones al ordenar en su artículo ticas de la provincia franciscana de San Diego en que "no se impedirá a ios pueblos que den de su Andalucía, arrojaban como dotación del "Convento caudal de Propios a ios conventos de observantes del Reato Juan de Prado de Tarifa" un total de 16 descalzos de San Pedro de Alcántara y Capuchinos religiosos (9). A partir de entonces, tras ia ocupa­ la limosna que comúnmente ilaman 'situado' pues ción francesa de la Península, la comunidad sufriría procediendo ya por razón de patronato o ya por con­ los terribles avatares de la Guerra de la Indepen­ venio y ajuste recíproco entre el pueblo y el conven dencia, acuciados tras el avance arrollador del ejér­ to al tiempo de la fundación, permito que cumplien­ cito invasor francés por Andalucía, que ya en los do los conventos las cargas y obligaciones contraí­ días 13 y 14 de febrero de 1810 se habría acercado das en la fundación se les suministre la limosna es­ por primera vez a Tarifa. Poco después, el 21 de tipulada y también lo que según constituciones abril de aquel mismo año, al igual que lo fueron al­ sinodales deba percibir dicho convento en otro cual­ gunas casas del arrabal de San Sebastián, el con­ quier pueblo por los sermones de Cuaresma, Ad­ vento llegaría a ser incluso ocupado por ias tropas viento, Semana Santa, celebración de Misas que francesas en un primer intento por ocupar la plaza, estén a su cargo y otras festividades del año y en­ intento que fue rechazado por la guarnición británi­ cargo al concejo cuide do prevenir en io que regla­ ca destacada desde Gibraltar y que poco antes ha­ mento lo que corresponda al cumplimiento de lo que bía llegado a Tarifa. en esto artículo va declarado" (6). Sin embargo, para entonces los religiosos Finalmente, no sería hasta el 17 de noviem­ franciscanos se habrían visto obligacos a abando­ bre, al frente ya del gobierno de la ciudad el ahora nar el convento de extramuros, pasando a residir coronel Pedro Lobo, cuando se vio en el cabildo el nuevamente en su antigua Casa Hospicio, a resguar- segundo memorial del guardián del convento, resol­ do tras los muros de la plaza, y trasladando la Pa­ viéndose entonces que, advertida su obligación y la rroquia Castrense provisionalmente a la iglesia de necesidad de la obra del claustro, ante las reales Jesús, ai menos por cuanto se refiere a la celebra­ órdenes que se le habían hecho referencia y, más ción de enterramientos, el primero de los cuales se aún, por ser el único convento que subsistía en la verificó en la que se denominó “iglesia provisional ciudad para un crecido vecindario de dos mil o más castrense de Ntro. Padre Jesús por la invasión do vecinos que recibían el pasto espiritual de sus reli­ los franceses"el 24 de enero de 1811 (10). Por cuan­ giosos, "no solamente en las confesiones y auxilio to se refiere a la celebración de los bautismos, és­ de moribundos sino en la predicación cuaresma! y tos comenzaron a realizarse en la parroquial de San otros extraordinarios beneficios", se le dieran al con­ Mateo "por estar impedida la del convento por la

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invasión de ios franceses" desde casi los mismos muros, que tras servir de alojamiento a las tropas instantes en que se producía la ocupación de la aliadas y ser convertido, a finales de aquel mismo Comarca. Así, el primero de ellos se verifica el 21 año, en un fuerte avanzado mientras duró el largo de febrero de 1810, hasta el 12 de enero de ''811, asedio que las tropas francesas impusieron a la ciu­ fecha en que comienzan a celebrarse los bauti­ dad, finalizado aquél comenzó a ser parcialmente zos de la Castrense en la Diocesana de San Fran­ derruido junto al resto del cercano arrabal de San cisco, manteniéndose aquí hasta el 23 de febrero Sebastián. Con todo, la posterior inclusión del con­ de 1813 (11). vento dentro del proyecto de las nuevas obras de­ Por aquel entonces, marzo de 1811, era guar­ fensivas, que habrían de ejecutarse en la ciudad en dián del convento y párroco castrense fray José de previsión de un nuevo intento francés por ocuparla, la Fuente, quien muy pronto vería como el edificio evitó su total demolición. Al respecto, el brigadier del convento extramuros servía de alojamiento a Nazario de Eguía, en su informe de 7 de junio de parte de la brigada británica que en el mes de octu­ 18i2 sobre el Estado de Defensa de la plaza, esti­ bre fue enviada desde Cádiz para reforzar las ac­ pularía que "el convento de San Francisco, proyec­ tuaciones en este frente y que, compuesta por unos tado ya para reducto, ya para sólo ser aspillerado, 1.340 hombres, ocupó el convento de San Juan de debe irse desarmando de su techumbre, aprove­ Prado e incluso llegaría a destacar parte de sus tro­ chando todos sus materiales y poniéndolos a la pas a la ermita de la Virgen de la Luz para mano para las obras que se están ejecutando, de­ desahogarlos. jando por ahora el piso más a propósito, que consi­ l o cierto es que los religiosos no volverían a dero por tai el principal, para fuegos de fusilería, ocupar ya el enorme edificio conventual de extra- mientras no esté más consolidada la defensa del frente de Jerez y aún subsista ei reducto de Copons, pues construidos los baluartes proyectados, debe­ rían ser demolidos el convento y arruinado el reduc­ to de Copons" (12). Aunque no llegaron a concluirse aquellas obras defensivas, como hemos visto sí se había dado comienzo el derribo parcial del edificio del conven­ to, cuya ruina obligó a los religiosos franciscanos a trasladar definitivamente el "Convento de Nuestro Padre San Francisco de la Provincia de Fray Diego titulado de San Juan de Prados"a la Casa Hospicio, que aunque reincorporada al Mayorazgo que fun­ dara el Beneficiado Luis de Morales y Rivera, les habría sido cedida nuevamente por ser acorde a su testamento. Sin embargo, no fue posible entonces que los frailes ocuparan como iglesia conventual la inmediata ermita de Santa María, que aún perma­ necía ocupada, junto al cercano edificio del Pósito, primero como hospital durante el asedio y ahora como cuartel para alojamiento de la guarnición bri­ tánica que permanecía en la ciudad (13).

9. El Convento y Parroquia Castrense en la igle­ sia de Santa María. A fray José de la Fuente sucedió como guar­ dián y predicador general del convento fray Bartolomé Villarejo de San Agustín quien, una vez imagen anónima de San Antonio de Padua (siglo XVIII), pro­ fue desalojada la ermita de Santa María por las tro­ cedente del convento franciscano y actualmente en la capilla pas británicas a comienzos de 1813, habría trasla- del Sagrario de San Mateo. (Foto Juan A Patrón). Otra, casi dado la Parroquia Castrense desde la provisional idéntica, la hemos localizado en el retablo de la nave del Evan­ gelio de la Parroquia de Ntra. Sra. de las Nieves en La Algaba de Jesús a la de Santa María, sirviendo ésta desde (Sevilla). entonces como iglesia conventual de los padres fran-

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císcanos descalzos. Muy pronto, el 6 de marzo de 1813 se verificó el primer bautizo de la Castrense en Santa María, convertida ya entonces en la nueva iglesia parroquial de! convento (14). Sin embargo, no sería hasta el 6 de octubre que se oficiara el primer en­ tierro castrense en la misma, enterramientos que pasarían también a realizarse en el nuevo "comentario común o general" que, con el título del Santo Cristo de la Piedad, se­ ría inaugurado, con asistencia de la comunidad franciscana, el día 3 de enero de 1814 (15). Finalmente, el traslado Al fondo, detalle de la espadaña de la que fue antigua iglesia conventual de Santa María de la comunidad franciscana desde 1813 a 1835, después de que la comunidad franciscana se trasladara a su antigua a la Casa Flospicio y de la Casa-Hospicio, donde permaneció hasta la exclaustración. Fotografía tomada hacia 1930. Antigua postal Edición Ruffo. (Archivo Juan A. Patrón). Parroquia Castrense a la igle­ sia de Santa María obtuvo la aprobación del arzobispo de Laadicea y obispo de el día 25, por la que se aprobaba la disolución y Cádiz y Algeciras Juan Acisclo de Vera y Delgado, reforma de las órdenes religiosas, quedando supri­ quien así lo determinó en la Santa Visita que realizó midas las órdenes monacales, los canónigos regu­ a Tarifa el 20 de octubre de 1817 (16), cuando era lares, los hospitalarios y los freyres de las órdenes guardián del convento y cura castrense fray Antonio militares, sus miembros recibirían pensiones según Ortiz de la Concepción. su edad y sus bienes pasarían a ser propiedad del Estado. Igualmente serían cerrados los conventos 10. Los intentos de desamortización en el Trie­ que no tuviesen 12 religiosos y que fueran los úni­ nio Liberal. cos del pueblo, así como los que llegaran a 24, si Para entonces, las dificultades por las que había más de uno, prohibiéndose la admisión de había atravesado la comunidad franciscana de Tari­ novicios y facilitando la secularización. fa sería la causa por la que algunos de sus miem­ Como consecuencia de aquel primer proyec­ bros comenzaran a refugiarse en el vecino conven­ to desamortizador del nuevo gobierno liberal, sería to de Medina Sidonia, de forma que el número de a finales de 1821, justo cuando la comunidad religiosos que las Estadísticas de la provincia franciscana de Tarifa se encontraba reducida a tan franciscana de San Diego arrojan como dotación del sólo 10 miembros (19), que se proyectara la supre­ convento tarifeño para el año 1820 se habría visto sión del único convento de religiosos existente en la reducido a 14 (17). No quedando ahí la cosa, con el ciudad. En virtud de lo mandado por el gobierno, el inicio aquel mismo año del nuevo régimen liberal se obispo de la Diócesis, Francisco Javier Cienfuogos habría acentuado la línea constitucional en España. y Jovellanos, encargó al ahora guardián del conven­ Como consecuencia, las Cortes del Trienio, domi­ to, fray Nicolás Fernández del Señor San José, ia nadas por la masonería, acometerían nuevas refor­ elaboración de un informe sobre la situación del mas eclesiásticas encaminadas a proseguir el pro­ centro, que se completaría con las certificaciones ceso desamortizador interrumpido en 1814. Así, tras que, sobre las cuentas del mismo, realizó el síndico rehabilitar el Decreto de 17 de junio de 1812 -fe ­ eclesiástico de la ciudad y del acta notarial que ex­ chado durante la Guerra de ia Independencia y por pidió el notario eclesiástico Juan Lozano Mechicado, el que ya las Cortes de Cádiz dispusieron la enaje­ dando fe de la veracidad de cuentas y la lista de nación de bienes de las comunidades eclesiásticas clérigos componentes de la comunidad facilitada por extinguidas o reformadas- (18), se añadió la nueva el prior (20). ley de 1 de octubre de 1820, sancionada por el rey De la decena de religiosos tarifeños, dos eran

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predicadores generales, tres sexagenarios, uno de ellos el guardián o prior y los otros cinco todos ellos predicadores, entre los que se encontraba el maes­ tro de Gramática. De los diez, sólo uno pensaba en secularizarse en caso de suprimirse el convento, como habría hecho ya otro fraile franciscano que, aunque todavía conservaba su hábito, venía pernoc­ tando fuera del claustro por encontrarse en vías de secularización y "a quien se veía de noche por las calles de la ciudad, fuera de todo control de la auto­ ridad y de la Regia" (21). Según el informe de: guardián del convento, éste continuaba ubicado en la Casa Hospicio anexa a la iglesia de Santa María y contaba con quince celdas, refectorio y cocina, una despensa colindan­ te al refectorio, granero para trigo, zaina y otros gra­ nos, habitación para recoger las esteras de la igle­ sia, cabailerizas para tres bestias y cuarto para el cuidador de las mismas, un corral, aljibes de buena agua y lugar común (22). Sin embargo, concluía que ia comunidad carecía de cualquier orario del que beneficiarse la Hacienda Pública en caso de

proseguirse con la desamortización de sus bienes, Lienzo que representa al Buen Pastor Niño. Siglo XVIII. Pro­ razones por las que finalmente no se llevó a término cedente quizás del convento franciscano y actualmente (23). Inclusive, en aquellos momentos, debían al sín­ claveteado en la bóveda de la capilla del Sagrario de San dico eclesiástico una cantidad de 12.600 reales, algo Mateo. (Foto Juan A. Patrón). que ratificaría el notarlo eclesiástico. Sea como fuera, la comunidad franciscana de todos los conventos y monasterios. Tarifa subsistió a aquel impulso desamortizador del El hecho agravante de que un amplio sector Trienio Constitucional, retornando las cosas a la nor­ del clero secular y regular simpatizara con el infante malidad tras la nueva restitución del régimen abso­ Carlos María Isidro, pretendiente al trono tras la lutista de Fernando Vil. muerte de su hermano Fernando Vil, llevó en 1834 a que los liberales comenzaran las medidas contra 11. La supresión del Convento y la exclaustración los regulares que simpatizasen con los carlistas. Y de los religiosos. así, el 22 de abril, con el impulso de: presidente del Así las cosas, en marzo de 1827 aparece ya Consejo de Ministros Francisco Martínez de la Rosa, al frente del convento, como su guardián y párroco la regente establecía la Real Junta Eclesiástica, for­ castrense, fray Alonso Silva de ia Pasión, relevado mada por obispos de tendencia liberal que serían en 1831 por Hay Alonso Dueñas, quien, a la postre, los encargados de llevar a cabo la nueva reforma se convertiría en el último predicador general, guar­ del clero secular y regular. dián y cura castrense del convento tarifeño de San En esto, ei 18 de junio se decretaba el nom­ Juan de Prado (24). En efecto, los desórdenes polí­ bramiento como nuevo secretario de Hacienda del ticos, la degeneración de la piedad del pueblo, la conde de Torenc, José María Queipo de Llano Ruiz decadencia de la observancia religiosa en los claus­ de Saravia, con el que pronto llegarían las primeras tros y otras razones habn'an desembocado a la muer­ medidas conducentes a la desamortización de los te de Fernando Vil, ocurrida a finales de septiembre bienes de la Iglesia. Estas medidas habrían de ser de 1833, en un anticlericaiismo que, unido a la cri­ tomadas en función de la composición de la estruc­ sis económica que sufría la nación, daría origen a tura eclesiástica de España, cuyo conocimiento se que el nuevo gobierno de la regente María Cristina obtuvo a través de un real Decreto fechado en Ma­ de Borbón, asentado sobre la base de un liberalis­ drid el 5 de julio de 1834 por el que se ordenó a los mo político en progresiva implantación, tratara de superiores de cada Orden remitir a la Real Junta encontra:- una solución fácil a su bancarrota, apo­ Eclesiástica las Estadísticas de sus monasterios y derándose de los bienes de la Iglesia y suprimiendo conventos existentes en el país, con indicación del

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número de religiosos que había en cada uno de ellos civil de Cádiz en el Boletín Oficial de la Provincia del y sus clases. Poco después, el 15 de julio, Martínez día 22, por la que se exigía a los Ayuntamientos in­ de la Rosa decretaba la supresión de la Inquisición formación sobre "los bienes y reglamentos de las y sus bienes adjudicados a la extinción de la Deuda Hermandades y Cofradías". Aquel proceso, por Pública. cuanto se refiere a los bienes y rentas de las her­ Mientras tanto, los más progresistas, unidos mandades y cofradías tarifeñas, se habría conclui­ a los anticlericales y antirreligiosos, aprovecharon do un año más tarde y el producto de la venta de las circunstancias para soliviantar a las masas ig­ sus bienes, en principio destinado a la construcción norantes y descontentas en contra de la política de un nuevo cementerio, invertido en la mejora y moderada del Gobierno y de la Iglesia. Como con­ reformas del existente camposanto del Santo Cristo secuencia, aquel mismo mes de julio tenía lugar la de la Piedad o de San Sebastián (25). quema y saqueo de varios conventos de Madrid, Tras la dimisión de Martínez de la Rosa, el 7 matando a los religiosos, a los que se acusaba de de junio de 1835 fue designado jefe del Gobierno el haber envenenado las aguas y de que eran los cau­ conde de Toreno, quien nombraría para ocupar su santes de ia epidemia de cólera que se había de­ puesto al frente de la Cartera de Hacienda a Juan clarado en la capital. Intentando paliar la situación, Álvarez Mendizába!. Sin embargo, durante su man­ rruy pronto comenzarían a aparecer decretos por dato el descontento en ías ciudades ¡ría en aumen­ los cuales se daba poder a los gobernadores civiles to, repitiéndose en julio las escenas del año anterior de provincia para que pudieran suprimir conventos en Madrid, después de que la muerte de cinco o para hacer imposible la vida a los clérigos. Aque­ milicianos liberales por los carlistas provocara en llo supuso un nuevo impulso ai proceso de desamor­ Reus la nueva quema indiscriminada de conventos tización eclesiástica que afectaría directamente a las y la muerte de 20 religiosos a manos de milicianos propiedades de las cofradías y así, será en este progresistas y, poco después, una revuelta contexto donde se enmarca la circular del 21 de anticarlista en Barcelona terminara con la quema agosto de aquel año, publicada por ol gobernador do conventos y la muerte de 16 religiosos. En agos­ to, era la ciudad de Zaragoza la que sufría también el saqueo orquestado de varios conventos y el ase­ sinato de 11 de sus religiosos, reiterándose as: los sucesos que ya había padecido la ciudad el 3 de abril, aunque entonces con carácter más local. Como quiera que Mendizábal no se habría hecho cargo de la Cartera de Hacienda hasta el 6 de septiembre, correspondió al conde de Toreno, como presidente del Gobierno y secretario de Ha­ cienda interino hasta la llegada del titular, iniciar la verdadera reforma liberal que so le atribuye ai pri­ mero, para lo cual no dudó en proseguir la desamor­ tización de los bienes eclesiásticos como recurso insoslayable para hacer frente a !a penurias del Te­ soro, agravadas ahora por los enormes gastos de la Primera Guerra Carlista. Así, es entonces cuando el conde de Toreno, para congraciarse con los libe­ rales más progresistas, inició la trascendental refor­ ma económica que supondría de hecho la renova­ ción del Decreto de 1 de octubre de 1820, sobre desamortización de los bienes de la Iglesia. En efec­ to, el 30 de junio de 1835, la reina rubricaría un nue­ vo Decreto, expedido 4 días más tarde, por el que quedaría suprimida la Compañía de Jesús en todos los territorios de la Corona española "por convenir a Lienzo que representa a la Divina Pastora. Siglo XVIII. Proce­ ia prosperidad y bien del estado", adjudicando sus dente quizás del convento franciscano y actualmente claveteado en la bóveda de la capilla del Sagrario de San bienes a la extinción de la Deuda Pública. Poco des­ Mateo. (Foto Juan A Patrón) pués, el 25 de julio de aquel mismo año, se promul-

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gaba el Decreto por el que se serían suprimidos "ios cabida, institutos que profesaban sus individuos, nú­ monasterios y conventos de religiosos que no ten­ mero y clase de éstos, y noticia de los bienes o re­ gan doce individuos profesos, de los cuales las dos cursos para su sustento. terceras partes, al menos, sean de coro", cuyos bie­ Así, mientras aún se estarían redactando al­ nes y rentas serían incautados y aplicados también gunos informes, una orden Circular de 12 de agos­ para sufragar la Deuda. to, dirigida a los gobernadores de provincia, esta­ La lista existente de conventos que debían blecía las normas con arreglo a las cuales se debía suprimirse en razón a tener menos de 12 miembros realizar la toma de posesión y la formación de había sido elaborada en principio por la Real Junta inventarios de cuanto perteneciera a los conventos Eclesiástica a partir de los estados ya remitidos por que debían suprimirse. Dichas normas serían co­ los superiores de cada orden y en ella debía estar municadas al comisionado principal y contador de incluido el convento de Tarifa, donde la comunidad Arbitrios de cada provincia que, junto con los dele­ de religiosos, según los datos facilitados por la Pro­ gados de la autoridad civil y eclesiástica, serían los vincia franciscana de San Diego en 1834, la compo­ encargados de llevar a término las órdenes del go­ nían entonces 9 frailes (26), es decir, menos de 12 bierno, haciéndose cargo a partir de septiembre de y condenado, por tanto, a ser suprimido. los inventarios y los bienes cuya ocupación inicial En principio, con objeto de evitar daños y de­ se había encomendado a los alcaldes. terioros tanto en los edificios como en los restantes Por cuanto se refiere al convento de Tarifa, bienes, los religiosos debían permanecer y seguir todavía el 28 de agosto de 1835 -fecha del último administrando sus conventos hasta que se les or­ asiento que se realiza en el libro de bautismos de la denara lo contrario, como así debió ocurrir en el de Castrense, sita aún en "la parroquial del convento"- Tarifa. Mientras tanto, como consecuencia del De­ se verifica que la comunidad de religiosos francis­ creto de supresión de 25 de julio y de cierta descon­ canos se encontraba en la ciudad, carentes de bie­ fianza dei gobierno con respecto a la lista de con­ nes que desamortizar y a la espera de que el Go­ ventos a suprimir, unida a la voluntad de querer lle­ bierno Civil de la Provincia ordenara el inminente var a cabo un primer inventario de los bienes, se cierre del centro y la exclaustración de los frailes. ordenó a los gobernadores civiles de provincia que Finalmente, tras permanecer durante 120 solicitaran a los alcaldes de las cabeceras de los dis­ años entre nosotros, los franciscanos Descalzos de tritos judiciales, que le enviaran informes relativos a Tarifa se vieron expulsados de su convento y, como los conventos existentes en los diversos pueblos, su el resto, despojados de su iglesia, desposeídos de sus bienes e imposibilitados incluso de llevar el hábito de su orden. Para paliar en parte los problemas causados a los religiosos por la exclaustración se ordenó a los obispos que los curatos fuesen ocupados presentemente por exclaus­ trados, aún cuando las vacan­ tes eran insuficientes para tan­ tos. En Tarifa, correspondería al hasta ese momento padre Guardián del convento, fray Alonso Dueñas, ya secularizado, ocupar el cura­ to vacante de la parroquia cas­ trense, desvinculada desde entonces de la comunidad franciscana pero que continuó establecida en la iglesia de Busto de San Francisco de Asís (siglo XVIII). Corresponde a la imagen de candelero o de Santa María, por ser ésta pro­ vestir que, procedente del convento de San Juan de Prado, todavía se encontraba en 1919 en la Iglesia de Santa María. Actualmente es propiedad de la familia Labao Sarrias, (f oto piedad de la Diócesis. Desde Juan A. Patrón). entonces, el religioso firmaría

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en los libros como "Alonso Dueñas, cura párroco castren­ EVOLUCION DEL N° DE RELIGIOSOS se", tal y como se verifica el FRANCISCANOS DEL CONVENTO DE TARIFA 24 de octubre de 1835, fecha en la que se reanudaron los apuntes en el libro de bautis­ mos de la denominada ahora (/> como Iglesia parroquial cas­ V trense de Santa María (27). V) tn O ™ Lo cierto es que, de no V) O O 14 de septiem bre Álvarez c Mendizábal como nuevo jefe iñ del Gobierno, a la vista de los informes de todo el país y so­ bre todo habiendo observado "tantos monasterios y conven­ tos faltos del número de ca­ nónigos" tras la fuga masiva AÑO de los conventos de las gran­ Gráfica de evolución del número de religiosos en el convento tarifeño. des ciudades, ahora sí, el 11 de octubre de 1835 publicaba su primer real Decreto en relación con el tema. En procedente del Archivo del convento franciscano de Tari­ el mismo confirmaba la supresión, independiente­ fa, se encuentra entre los fondos del Archivo Histórico mente del número de profesos que tuviesen, de to­ Nacional, Sección Clero-Secular-Regular, y custodiada dos los monasterios y conventos de varones, a ex­ bajo la signatura del Legajo 2.098: "franciscanos meno­ cepción sólo de los de órdenes consagradas a la res descalzos", de aproximadamente 214 páginas. (2) A.M.T. Acta de cabildo de 11 de septiembre de 1797. asistencia de enfermos -Hermanos de San Juan de (3) Instrucción. De todas las preguntas que deben res­ Dios- y a la enseñanza de los niños pobres - ponder de cinco en cinco años a los Intendentes los pue­ Escolapios-, o de las que formaban misioneros para blos de la provincia para que los encargados de la direc­ las Filipinas, declarando los bienes de las comuni­ ción de fomento del reyno adquieran los conocimientos dades, afectos a la Caja de Amortización de la Deu­ necesarios para renovar los estados de población. Archi­ da. De los conventos que se hubieran mantenido vo Histórico Provincial de Cádiz. Gobierno Civil. Censos y tras el Decreto de 25 de julio sólo quedaría abierto Padrones. Caja 269. Citado por CORTES MELGAR, M.F., uno de la misma orden por localidad, o incluso nin­ en Tarifa en los Albores de la contemporaneidad. Servicio guno si así se decidiera a solicitud del Prelado local de Publicaciones Ayto. de Tarifa. Tarifa 2004. p. 39. (4) Otro instrumento para preservar el espíritu de pobre­ o del Ayuntamiento. Y con respecto a los que se en­ za, característico de la Orden franciscana era la figura del contraban ya cerrados, aunque no fueran de los que "Sindico Apostólico". Éste era una persona externa a la debían suprimirse, se dispuso que continuasen en orden, generalmente civil, y que se encargaba en cada tal estado hasta que se determinase lo contrario en convento de la administración económica, de tal manera Cortes. que los cobros y los pagos debían hacerse a través suyo, A la postre, ninguno de los conventos de la y él era quien representaba al Convento en cuantos asun­ antigua Provincia franciscana de San Diego sobre­ tos económicos había que resolver, ya sea en el cobro de vivió ni fue posteriormente reintegrado a la Orden, las deudas por las misas establecidas, como en las com­ todos sucumbieron (28). pras y ventas de propiedades, ejerciendo asimismo la re­ presentación en los tribunales para todos los asuntos eco­ nómicos. En 1786, según el Censo de Floridabianca, en REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA Tarifa habría hasta 3 "Síndicos de religiosos". (1) Para la redacción de este artículo no se ha podido (5) A.M.T. Actas de Cabildo, fecha de 18 de septiembre consultar la documentación de origen eclesiástico y que, de 1802.

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(6) A.M.T. Actas de Cabildo, fecha de 17 de noviembre de do el producto a amortizar la deuda del Estado. La restau­ 1802. ración del absolutismo en 1814 anuló los decretos y leyes (7) ídem. sobre esta materia, lo que significó la anulación de las (8) A.M.T. Actas de Cabildo, fecha de 20 de abril de 1804. exclaustraciones y la devolución de los bienes vendidos a (9) ORTEGA, P.Á. Opus Cit. Tomo VIII. 1917. "Estadísti­ los frailes. cas de los conventos de la Provincia de San Diego en (19) CRIADO ATALAYA, F.J. "Nuevos datos Opus Cit. Andalucía, en 1834". pp. 368-369. p. 22. (10) A.P.S.M. Libro 18 de finados Parroquia Castrense. Con (20) Ibídem. p. 21. todo, cabría reseñar que no todos se habrían celebrado (21) Ibídem. p. 22. en la iglesia de Jesús, pues el 16 de septiembre de 1811 (22) ídem. se verificó un entierro castrense en San Mateo. (23) Como sabemos, la comunidad no era propietaria del (11) A.P.S.M. Libro 1S de bautismos Parroquia Castrense. edificio que, en caso de suprimirse el convento, habría (12) EGUÍA, N. Estado de defensa de la plaza de Tarifa. 7 pasado de nuevo al poseedor del vínculo de Mayorazgo de junio de 1812. Servicio Geográfico del Ejército. Memo­ que fundara el Beneficiado Luis de Morales. Vínculo que, rias e Itinerarios militares. C-60.22. s/f. por otra parte, habría sido suprimido por la ley de 27 de (13) Ibídem. "Estado de la fuerza disponible de la guarni­ septiembre de 1820 por la que el gobierno liberal suprimi­ ción de la plaza de Tarifa inclusive la de los aliados". ría los mayorazgos y vinculaciones (bienes sujetos a vín­ (14) Uno anterior, de fecha 11 de noviembre de 1812, no culo para perpetuarlos en un empleo o una familia deter­ cita el lugar de bautizo, si bien ya era guardián fray minados; herencia). Bartolomé Villarejo. (24) A.P.S.M. Libro 18de bautismos Parroquia Castrense. (15) CRIADO ATALAYA, F.J. "Los cementerios de la ciu­ (25) Véase CRIADO ATALAYA, F.J. y DE VICENTE LARA, dad de Tarifa en los siglos XVIII y XIX". IV Jornadas de J.l. "Un ejemplo de desamortización eclesiástica en el Historia del Campo de Gibraltar. Almoraima, n9 17. 1997. Campo de Gibraltar: informe sobre las cofradías y her­ p. 204. El primer entierro castrense en el nuevo cemente­ mandades de la ciudad de Tarifa en 1834". 11 Jornadas de rio del Santo Cristo de la Piedad se verificó cuatro días Historia del Campo de Gibraltar. Almoraima, ne 9. 1993. más tarde de su inauguración, el 7 de enero de 1814. pp. 45 a 56. Véase A.P.S.M. Libro 18 de finados de la Parroquia Cas­ (26) ORTEGA, P.Á. Opus Cit. Tomo VIII. 1917. "Número trense. de religiosos de la Provincia de San Diego, con especifi­ (16) Noticias curiosas, s/f. Manuscrito del siglo XIX. Ar­ cación de clases, en cada uno de sus conventos". Ma­ chivo Particular de Jesús Terán Gil. nuscrito 2 hojas. Copia del original mandado a la Real (17) ORTEGA, P.Á. Opus Cit. Tomo VIII. 1917. p. 369. Junta eclesiástica, en virtud del Real Decreto, fecha Ma­ (18) Las medidas implantadas por José I suprimiendo, por drid 5 de julio 1834. p. 369. ley del 17 de agosto de 1809, las órdenes monásticas, (27) A.P.M.S.M. Libro 1fi de Bautismos Parroquia Castren­ mendicantes y de clérigos regulares, con la incautación se. Se trata de la fecha más temprana en la que se verifi­ consecuente de sus patrimonios, hallaron eco en las Cor­ ca un apunte sin anteponer en la firma a su nombre "fray", tes de Cádiz, donde un Decreto de 17 de junio de 1812 apuntes que no se reanudan tras la exclaustración en los dispuso la enajenación de bienes de las comunidades otros dos libros de la Castrense hasta el 21 de enero de eclesiásticas extinguidas o reformadas. Otras medidas 1836, en el de Matrimonios, o hasta el 14 de mayo de posteriores impusieron a las casas monásticas y conven­ 1836, en el de Enterramientos. tos la declaración de fincas y rentas que fueron gravadas (28) ORTEGA, P.Á. Opus Cit. Tomo XII. 1919. "1835-1896.- con una contribución extraordinaria de guerra, destinan­ La Exclaustración", p. 290.

Para mejor conservación de sus números de ALJARANDA, hemos puesto a disposición de nuestros lectores las tapas para su encuadernación. Hasta el número 55 se podrán preparar siete volúmenes. A un precio de 22 euros cada uno de ellos. Para su encuadernación podrán dejar sus ejemplares en la delegación municipal de Cultura.

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Barcos que llevan o han llevado el nombre "Tarifa"

Manuel Quero Oliván

n el comienzo de los tiempos, según cuenta de sus protagonistas (armadores, patrones y mari­ la Biblia, le fue dado al ser humano la potes­ neros), pues encontrará en muchísimos casos que E tad de designar con un nombre cada uno de los se­a la embarcación en estudio se la esté denominan­ res y cosas de la tierra. Para la mar, por extensión, do por el mote, apodo o alias de su patrón e incluso no había de ser diferente: Cada embarcación es por el de alguna cualidad de la embarcación, acci­ "bautizada" con un nombre. dente o incidente relacionado con ella. Legalmente, el nombre del barco o embarca­ En Tarifa podemos encontrar que, por ejem­ ción ha sido de siempre regulado por la ley, adap­ plo, el pesquero conocido como "El tumbao" en rea­ tando su normativa cada país o lugar a sus usos y lidad se llamaba oficialmente "Francisco e Isabel", costumbres. En la legislación española viene rela­ su mote le venía impuesto por navegar la embarca­ cionado con lo que se denomina "Matrícula del bu­ ción con cierta escora por la mala disposición de que1’. algún elemento de a bordo, lo cual hacía que la mis­ En las "Ordenanzas de Matrículas de Mar1' ma se "tumbase" (de ahí el mote); también tenemos de 1802 ya se reglamentaba la obligación de ins­ el caso de la embarcación denominada popularmen­ cripción en la "Matrícula" de todas aquellas embar­ te como "El Reparto" y cuyo nombre oficial era "Jo­ caciones que arbolaran el pabellón nacional y que ven Salvador"; el conocido como "El Burugato" era navegaran dentro o fuera del puerto. En el texto le­ en sí el "Reina del Pacífico"; el conocido como "La gislativo citado ya se disponía que dicha matricula- Pavea" era el "Francisco y Aurelio"; el "Te empicates" don (inscripción o registro) debería comprender el era el "Carmen de Tarifa"... y así un largo etc. nombre del dueño, medidas, aspecto y característi­ Lo anterior no tendría la menor importancia cas principales del buque, su tipo de construcción y, si no fuera porque en determinadas ocasiones, bien tan importante como todo lo anterior: "su nombre". por accidente o por cualquier otro motivo, el perio­ Todo buque tenía que ser reconocido por el dista, historiador o curioso de la historia marítima nombre y número que les fuera asignado en su res­ quiere enterarse de tal o cual detalle. Al haber trans­ pectivo asiento de inscripción, con dicho número se currido cierto número de años, si no se tiene en cuen­ marcaba el casco en la amura, cerca de la borda, o ta éste y otros detalles parecidos propios del mun­ bien en la popa; eso sí, las embarcaciones de pes­ do marinero, los datos recogidos pueden dar lugar ca, las dedicadas al cabotaje y las llamadas embar­ a confusiones importantes. Un detalle: he podido caciones menores lo habían de llevar visible tam­ comprobar que en documentos oficiales de hace bién en el velamen. doscientos e incluso trescientos años, cuando se Siempre han existido y existen reglas (unas citaba un determinado barco que presentaba esta escritas y otras no) para aceptar como válido el nom­ dualidad de nombre, se tenía la precaución de po­ bre de una embarcación. Dichas reglas por lo gene­ ner tras su nombre oficial el del mote o apodo pre­ ral vienen establecidas según los condicionantes de cedido de una "a" minúscula puesta entre parénte­ las costumbres sociales, políticas, religiosas o gre­ sis (a) que indicaba claramente que dicho barco era miales. No obstante, al menos en Tarifa, el gracejo conocido, además de con su nombre, con tal o cual popular gaditano y las costumbres marineras daban "apodo". más importancia (incluso preferencia) al "apodo o Un ejemplo de ello puede ser lo sucedido el 7 mote" de la embarcación que a su nombre legal. Así de julio de 1807, en esa fecha, el Capitán General pues, podemos encontrar curiosidades que pueden del Departamento Marítimo de Cádiz informó al Rey despistar al investigador metido en el mare mágnum sobre la necesidad que tenía de Patentes de Corso, de querer estudiar la historia marítima local de boca y exponía su parecer sobre las condiciones a pedir

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a quienes las solicitaran. Cita­ BARCOS CUYO NOMBRE ES 0 HA SIDO “TARIFA” ba a los vecinos de Tarifa D. TIPO DE Joaquín Martínez y D. Antonio NOMBRE LUGAR Y AÑO DE CONSTRUCCIÓN BUQUE Sotomayor, los cuales, habían Clíper a vela y solicitado a través del Ayudan­ Construido para la Cunard Line por J & SS Tarifa vapor te de Marina de Tarifa la co­ G Thomson, de Glasgow, (Escocia) en el año 1865. rrespondiente Patente de Cor­ Lancha Construido en el Arsenal de la Carraca so para el falucho "San Joa­ cañonera a en San Fernando (Cádiz) en el año quín y Santa Ana" (a) "El Al­ Tarifa vapor 1879. mirante", de porte de 250 (Lancha quintales y con 28 hombres de aduanera) tripulación. Pues bien, en otros Transporte de Construido por la Irving Shipbuilding & documentos de la época don­ Tarifa tropas Drydock Co. Ltd., de Hartlepool, Gran de se refleja la relación de los Bretaña, en el año 1912. buques de Tarifa, se encuen­ Carguero con Construido en Danzig (Noruega) en el M/S Tarifa tra reflejado el citado falucho pasaje año 1 936. con el único nombre de "el Al­ Ferry de Construido en los astilleros de la Unión Ciudad de mirante"; si consultamos los pasaje y Naval de Levante en Valencia en el año Tarifa documentos oficiales (inspec­ vehículos 1961. ción de la Matrícula Naval) Patrullero de Construido en los astilleros de donde aparecen relacionados Altura Construcciones Navales Paulino Freire Tarifa (P-64) los nombres de los barcos de la localidad pontevedresa de Vigo tarifeños, curiosamente, "el en el año 2003. Almirante" no aparecerá y sí Tabla 1. en cambio el de "San Joaquín y Santa Ana". Incluso sé de ca­ sos que, ignorantes de tales costumbres marineras, como función vigilar el litoral marítimo en aguas de hay quien ha contado algún barco varias veces, sa­ jurisdicción española. Este servicio sufrió muchísi­ cando conclusiones erróneas y publicando listados mos cambios organizativos, debidos en su mayor irreales. parte a la entonces inestable, revuelta e incluso vio­ Anécdotas aparte, han sido bastantes los pro­ lenta política dominante (1). pietarios que, puestos a ponerle un nombre a su Por unos motivos u otros, lo cierto es que el embarcación, han decidido ponerle el nombre de Resguardo de Rentas estaba conectado íntimamen­ una ciudad. Que se utilice el nombre de la propia te con la Armada. Sus barcos se armaban y repara­ ciudad es hasta cierto punto lógico, pero que se le ban en los arsenales de ésta o bien bajo contratas ponga el nombre de una ciudad lejana ya no es tan particulares en aquellos lugares donde no fuera frecuente. Pues bien, que el nombre de la ciudad de posible la reparación en dichos arsenales. Su fun­ Tarifa haya sido empleado con relativa frecuencia ción principal era evitar el contrabando, auxiliar a como nombre de una embarcación, es hasta cierto los buques mercantes para evitar que fuesen ataca­ punto motivo de orgullo para el tarifeño. Son bas­ dos y mantener la seguridad de las costas, pero, en tantes los barcos o embarcaciones que han prego­ este aspecto, llegaron a interferir en muchas oca­ nado por el mundo el nombre de la ciudad de TARI­ siones con los buques de guerra de los Departa­ FA. En la Tabla 1 podemos ver algunos de ellos. Sus mentos que se cruzaban con aquellas para mante­ historiales irán apareciendo en Aljaranda en el pre­ nerlas libres de los ataques de piratas y corsarios. sente y otros artículos. Aunque en la tabla están or­ Ya en la marina moderna (tomaremos como denados cronológicamente por su fecha de botadu­ "modernas" las embarcaciones cuyo medio de ra, en los artículos a publicar he optado por poner propulsión era el vapor) tenemos a uno de los bu­ primero los buques españoles. ques que nos ocupa en esta serie de artículos dedi­ cados a los barcos que han llevado el nombre de LANCHA CAÑONERA A VAPOR "TARIFA" nuestra ciudad: se trata de la lancha cañonera a Desde mediados del siglo XVIII se organizó vapor "Tarifa". el Resguardo de Rentas con buques guardacostas La clasificación según las características de que dependían del Ministerio de Hacienda. Tenía un barco es, en ocasiones, uno de los aspectos más

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controvertidos del estudio histórico marítimo. Algu­ ra "Tarifa" que se encontraba en ese momento en nos investigadores hacen la diferenciación por for­ perfecta disponibilidad, así que pasó su orden al mas y tamaños, tipo de propulsión e incluso para el comandante de la misma, eso sí, ordenando que el uso al que iban destinados. Además, dado que en contador de bajeles del Arsenal mandase reintegrar la vida normal de un buque se le pueden cambiar al habilitado de la División de Guardacostas el im­ determinadas características, puede darse el caso porte de las "raciones a plata" (3) de la tripulación. de verlo clasificado de varias formas. El buque que A los pocos días, le decía el Capitán General nos ocupa es precisamente uno de ellos. del Departamento de Cádiz al Ministro de Marina: Si consultamos los Estados Generales de los "...teniendo con quien relevarlo, podré dar entero y Buques de la Armada, a la embarcación "Tarifa", puntual cumplimiento a lo mandado; y para enton­ unas veces la encontraremos como "Lancha ca­ ces, si VE no se sirve ordenarme otra cosa, podrá ñonera" y otras como "Cañonero" e incluso hay al­ venirla Atrevida a retocar su nueva caldera ya próxi­ gún sitio donde la he visto reflejada como "escam­ ma a terminarse, regresando enseguida, para que pavía" (2). a su vez lo haga el Cocodrilo, que como VE sabe y Esta embarcación fue proyectada en princi­ tiene mandado, debe igualar sus hélices y después pio para prestar servicios como remolcador, pero el Somorrostro, que por sus malas condiciones ma­ por motivos de urgencia fue alistada para el Servi­ rineras, considero peligroso sostener allí durante el cio de Guardacostas. Es por ello que se da el curio­ invierno y cuyos servicios pueden ser muy útiles en so caso de ser la primera "lancha cañonera" guar­ el Guadalquivir donde se hace contrabando, según dacostas construida en España con casco de denuncia el jefe económico de aquella Provincia...". hierro, pues si bien sus coetáneas las lanchas ca­ Como puede verse, los problemas de calde­ ñoneras "Otálora", "Basco", "Gardoqui", y "Urdaneta" ras eran un mal generalizado, y la cañonera "Tarifa" también tenían casco de hierro, fueron importadas no iba a ser menos, no obstante, según se deduce de Hong-Kong. de un detenido estudio de su dilatado historial de Es botada en el Arsenal de La Carraca el 21 aprehensiones, era de una efectividad sorprenden­ de mayo de 1879 y como ya se ha dicho para pres­ te. Tuvo algunos problemas menores de máquinas tar servicios como remolcador, pero poco después pero los reparaba generalmente y con satisfacción. es adquirida por la Armada y destinada a la División No obstante, tanto la "Tarifa" como la "Atrevida" (algo de Guardacostas con base en Algeciras. Sus pro­ mayor que la "Tarifa") al no ser buques de vela, aún blemas con la caldera de vapor hacen que en octu­ tenían ciertos reparos en mandarlas a misiones noc­ bre de 1880 se encuentre reparando en La Carraca. turnas por peligro a que se quedara en la mar (tén­ Recién terminadas las reparaciones y cuando ya se gase en cuenta que estos buques no tenían velas disponía a zarpar con rumbo a su destino en que le ayudasen en el supuesto caso de quedar sin Algeciras, es comisionada por el Capitán General máquina, a diferencia de su compañero en el servi­ del Departamento de Cádiz para hacer unas inter­ cio el cañonero "Salamandra" que estaba venciones urgentes en Huelva. soberbiamente aparejado de velero). La razón de mandar la lancha cañonera "Ta­ De la falta de medios idóneos para reprimir el rifa" a Huelva no era otra que la de un famoso es­ contrabando procedente de Gibraltar se quejó el Co­ cándalo que hubo por aquella época conocido como mandante General del Campo de Gibraltar en carta "caso del Alfines" que amenazaba de nuevo con de fecha 19 de enero de 1886 dirigida al Ministro de pasar grandes alijos en aquella zona (propicia tam­ Marina; quejas que llegaron a la mismísima Reina bién para las actividades contrabandistas). Esto ge­ Regente y que, dado el escandaloso ridículo que neró las protestas del jefe de la División de Guarda­ decía se hacia ante Inglaterra, acordó que se trata­ costas de Algeciras a la que pertenecía y donde se ra tal asunto en Consejo de Ministros. En dicha car­ la estaba esperando con suma urgencia. El Capitán ta, el citado Comandante General del Campo de General del Departamento de Cádiz alegó que se Gibraltar se queja de lo mal que estaba la División había visto acuciado por las circunstancias, pues la de Guardacostas y, mencionando a la cañonera "Ta­ única escampavía que tenía disponible había teni­ rifa" dice lo siguiente: do que entrar en reparaciones por problemas en el "La División está compuesta de los cañone­ casco; tampoco podía disponer del Remolcador ns ros Salamandra, Atrevida, este recién incorporado; 2, ni de la Lancha "Tortosa" que solían auxiliar al de la Lancha cañonera Tarifa y un pontón además Servicio de Guardacostas; por lo tanto, se vio obli­ que surte de fuerza á seis Escampavías que de él gado a enviar provisionalmente a la lancha cañone­ dependen = Los dos primeros barcos, si bien pue­

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den practicar el servicio, no cuentan más que con y falta de tacto en todo su proceder. - La captura de un andar respectivo de 4 y 6 millas, insuficiente de los dos faluchos no había podido hacerse a la dis­ todo punto para dar caza y aprehender á los que tancia de 4 millas, sino a otra bastante menor, ni conducen el fraude; y el último de ellos, ó sease el debía haber transcurrido la media hora que afirma­ Tarifa por sus pequeñas dimensiones, y el mal esta­ ba su comandante había transcurrido entre la cap­ do de su máquina, no puede hacerse á la mar, sin tura y el primer disparo". La verdad es que aquel riesgo, á no ser en los días completamente comandante tenía fama de ir a coger los contraban­ bonancibles". distas casi a la salida de las mismísimas playas del Las averías, dependiendo de su importancia, peñón. podían ser reparadas tanto en el Arsenal de La Ca­ Además de las muchas aprehensiones que rraca como en Gibraltar (ya que Algeciras por aquel la hicieron famosa en la Bahía de Algeciras, por su entonces carecía tanto de técnicos especializados mayor velocidad frente a las otras cañoneras, las como de astilleros adecuados), unas de las mayo­ misiones de esta lancha no se ciñeron a lo pura­ res reparaciones que hizo en Gibraltar fue una va­ mente fiscal. Cabe citar entre algunas de sus accio­ rada que se dilató del 12 de abril al 10 de mayo de nes la llevada a cabo el día 21 de octubre de 1896; 1881. En el expediente de dicha varada se acompa­ ese día, desde la Comandancia de Marina de ña un sencillo plano donde vienen reflejadas las di­ Algeciras se divisó un incendio a la altura de Puente mensiones y formas básicas (cubierta y distribución Mayorga. El 2- comandante de la misma, con total interior) de la embarcación, documento valioso y diligencia, embarcó en la cañonera "Tarifa" zarpan­ único si exceptuamos una fotografía sobre vidrio, foto do rumbo al incendio a prestar los servicios que fue­ que fue sacada a su vez de una acuarela donde sen posibles. aparece junto a otra cañonera en su participación Con igual diligencia y presteza, el Comandan­ en la guerra de África, único documento gráfico que te del Arsenal de Gibraltar mandó un buque a vapor se ha encontrado hasta la fecha de la cañonera "Ta­ con ayuda, acudiendo el Alférez de Navio Mr. Harper rifa", Dicha fotografía, descubierta a última hora, es con los subalternos Bemza y Hubriren (4), al man­ la que se incluye en el presente trabajo. do de una sección de Marinería de los buques in­ Dado que era el barco oficial más prontamente gleses "Rupert" y "Gleaner" quienes con una poten­ dispuesto para el servicio, se empleaba con frecuen­ te bomba contra incendios a vapor se pusieron ma­ cia para llevar al Comandante General del Campo nos a la obra. de Gibraltar en sus visitas oficiales a Gibraltar. El oficial inglés y sus subalternos se distin­ Pese a su rimbombante nombre de "cañone­ guieron muy notablemente en los trabajos contra ra", en el momento de su botadura, según el expe­ incendios y lograron sofocar el foco principal del fue­ diente de construcción del Arsenal de La Carraca, go; fuego que duró todo el día, no siendo apagado llevaba como armamento un pequeño cañón Krupp hasta avanzada la tarde, retirándose el personal tras de 8 cm., que posteriormente le fue retirado y susti­ ser sofocado el incendio ya casi entrada la noche. tuido por una ametralladora de 25 milímetros más El fuego se había declarado en una gran fá­ manejable y acorde con los servicios que este bu­ brica de corcho situada en dicho lugar y se extendió que prestaba, armamento éste normalmente refle­ a dos casas contiguas que, casualmente, eran una jado en los Estados Anuales de Fuerza de la Arma­ la del Cabo de Mar de aquel punto y otra la que da donde se la relaciona. tenía el Ayudante de Marina como despacho y ofici­ na. Lo que a simple vista puede parecer un rasgo Hechos meritorios de altruismo y buena vecindad por parte de los in­ Como ya se ha dicho, por su enorme efectivi­ gleses no era tal, pues, analizado el asunto aparece dad era muy temida por los contrabandistas el gazapo: Buena parte del capital de dicha empre­ gibraltareños, apresándolos tan cerca de Gibraltar sa era inglés. que llegó a protagonizar más de un incidente diplo­ De la casa y el despacho del Ayudante de mático. En uno de estos incidentes llegaron incluso Marina y su subalterno sólo se pudieron salvar al­ a cañonearla desde el peñón para que soltara las gunos efectos de mobiliario y unos cuantos docu­ presas (dos faluchos contrabandistas). Posterior­ mentos de los allí depositados, pues debido a la ra­ mente, según el informe del Negociado de la Secre­ pidez con que se propagó el fuego fue imposible taría Militar de Marina, se llegó a la conclusión de salvar más. que "todo había sido debido a la imprudencia teme­ Según manifestó el 2- comandante de la Co­ raria del Oficial Comandante de la cañonera 'Tarifa' mandancia de Marina de Algeciras, tanto el coman-

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dante de la "Tarifa", el Alférez de Navio D. Antonio López Cerón, como el contramaes­ tre y dotación del buque riva­ lizaron en el cumplimiento de su deber, encontrándose siempre en los sitios de ma­ yor peligro y distinguiéndose por sus trabajos, creyendo en su informe el citado 2o coman­ dante era su deber no omitir lo satisfecho que había que­ dado de la conducta general observada y acertadas medi­ das tomadas. (Carta de D. José de Carranza al Excmo. Sr. Ministro de Marina de fe­ cha 27 octubre 1896). El 4 de diciembre de 1896, el Ministro de Marina Operaciones militares en el RIF.- La lancha de guerra "Tarifa" (a la izquierda) y el cañonero envió un escrito al Capitán "Cuervo". Museo Naval. Madrid. General del Departamento de Cádiz donde le transmitía: "El Rey, y en su nombre apoyo en uno u otro momento, las escampavías ‘In­ la Reina Regente del Reino, tuvo a bien disponerse sistente", "San Manuel", "Invencible", "Serpiente", dieran las gracias al Alférez de Navio, contramaes­ "Centella", "Chispa", "Trueno", “Cierva", "Gaditana" tre y dotación del Cañonero Tarifa' por los servicios y "Concha". prestados en ei incendio ocurrido en Puente Mayorga, así como al 2a Comandante de la Provin­ FUENTES DOCUMENTALES CONSULTADAS cia do Algeciras por la acertada disposición que - Archivo General de la Marina "Alvaro de Bazán” adoptó". (AGMAB). - AGMAB.- Sección: Matrículas. Legajo 1886. Características de la lancha cañonera "Tarifa" - AGMAB.- Sección: Historiales de Buques. Legajo 1176/ 703. Lugar año de construcción:.. Arsenal de la Carraca. - AGMAB.-Sección: Buques. Legajo 1176/31. Año de construcción:...... 1879. - AGMAB.- Sección: Estadísticas de Navegación. Legajo Año de baja en la Armada:...... 1898. 2356. Eslora:...... 17,6 metros. - AGMAB.- Sección: Guardacostas (Generalidad Cádiz). Manga:...... 3,50 metros. Legajo 1178. Puntal:...... 1,60 metros. - AGMAB.- Sección: Guardacostas (Asuntos Particuiares- Calado:...... 1,32 metros. Cádiz). Legajo 1186 Desplazamiento:...... 45,6 toneladas. - AGMAB.- Sección: Guardacostas (Asuntos Particulares). Potencia de máquina:. 12 CV. efect. (16 nominales). Legajo 1214. - AGMAB.- Sección: Arsenales (Asuntos Particulares). Le­ Combustible (carbón):...... 6Tm. gajo 4017. Velocidad:...... 8,5 nudos. - Museo Naval de Madrid. Servicio Fotográfico. Casco:...... en hierro. Dotación:...... 20 hombres. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA - LLEDÓ CALABUIG, J. 'Buques de vapor de la Armada Prestaron también sus servicios en ¡a Divi­ Española”. Del vapor de ruedas a la fragata acorazada, sión de Guardacostas de Algeciras, además de la 1834-1885. Agualarga Editores, S.L. Madrid, 1998. lancha cañonera "Tarifa", la lancha cañonera "Atre­ - Enciclopedia Generai del Mar. Ediciones Garriga, S.A. vida", el cañonero "Somorrostro" y el cañonero Barcelona, 1957. “Salamandra" (este último, un velero de mayor por­ te y con propulsión también a vapor), además del REFERENCIAS vapor de ruedas "General Liniers". Les sirvieron de (1) La Real Resolución de 22 de mayo de 1802 dispuso

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que todos los guardacostas se incorporasen a la Armada. enero de 1847. Por Real Decreto de 18 de enero de 1869 La Real Orden de 7 de abril de 1805 relevó a la Armada se organizaron las divisiones de guardacostas teniendo del servicio de guardacostas y puso de nuevo a cargo del en cuenta los límites de cada uno de los departamentos; Ministerio de Hacienda el Resguardo Marítimo. La Real y los Comandantes de Marina de las provincias tendrían Orden de 10 de septiembre de 1834 vino a dar una nueva no sólo el mando militar, sino la responsabilidad del servi­ organización al Servicio de Resguardo, siendo Oficiales cio. Volvieron a reorganizarse las divisiones de guarda­ de Marina quienes se escogían para su mando por el Mi­ costas el 3 de febrero de 1877. Hubo muchas disposicio­ nisterio de Hacienda, eso sí, recibiendo órdenes directas nes más regulando este servicio hasta que el 29 de di­ del Director General de Rentas Estancadas y Resguardo; ciembre de 1905 una Real Orden declaró anuladas las sin embargo, el 8 de enero de 1835, otra disposición vino Divisiones de Guardacostas. a manifestar que competía al Ministerio de Marina el nom­ (2) La "escampavía" es en sí una embarcación (por lo bramiento de los oficiales y tropa para el servicio de guar­ general a vela) de menor porte que el guardacostas, la dacostas. El 8 de abril de 1844 la Empresa General de cual solía navegar acompañándolos a fin de reconocer Tabacos se hizo cargo, mediante contrata, del servicio calas de poco fondo, hacer exploraciones y dar cazas, del resguardo y de sus buques; quedó rescindido el con­ para cuyos cometidos habían de ser unos veleros muy trato el 11 de julio del mismo año, restableciéndose el ligeros, veloces y manejables. En el apostadero de servicio con Marina y Hacienda. Con la misma fecha se Algeciras, afectas a la división de guardacostas a que resolvió la división del litoral de España e islas adyacen­ pertenecía la lancha cañonera “Tarifa", llegó a haber has­ tes en 5 divisiones de buques guardacostas mandados ta seis escampavías. por oficiales de la Armada, nombrados por Marina. El 15 (3) Ración es la asignación diaria para la comida de un de agosto de 1835 se remitió a Hacienda el Reglamento marinero en los buques, cuarteles y dependencias de la redactado por la Dirección general de la Armada para el Marina de Guerra, constituyendo lo que se denomina gobierno de los buques de resguardo; este reglamento ración de armada. Las raciones a plata es la cantidad fue aceptado por Hacienda. El 13 de febrero de 1845 se de la ración de armada que se entrega a los marineros dispuso que, en lo sucesivo, los buques del Resguardo cuando, autorizados para ello, no comen en su destino. mandados por pilotos o individuos particulares solamen­ Es sólo una parte del total, y el resto se dice que va al te debían llevar la Real Patente y una lista de los indivi­ caldero, o sea, a mejorar la comida de quienes la hacen a duos de la dotación, firmada por el jefe de la división co­ bordo. rrespondiente, y se les relevaba de la fianza que, hasta (4) Nombres estos recogidos en el expediente y que posi­ entonces, debían depositar. El 19 de diciembre de 1846 blemente sean erróneos por haber sido cogidos a oído y se remitió a los Departamentos la instrucción provisional que quizá fueran Benz y O’Brien, no obstante se está para el régimen de los buques guardacostas aprobada investigando el hecho a través de contactos en Gibraltar por la Reina disponiendo su observancia desde el 1 de y Londres. r ^ ALJARANDA está abierta y al mismo tiempo solicita colaboración a todos cuantos autores e investigadores tienen como objeto de estudio la Ciudad y Campo de Tarifa, en sus más diversas especialidades (Historia, Geografía, Ciencia, Patrimonio, Arte, Tradiciones), sin olvidarnos de la creación literaria.

Los artículos pueden ser remitidos a: Consejo de Redacción. Revista ALJARANDA. Excmo. Ayuntamiento de Tarifa. Amor de Dios, nQ 3 11380 Tarifa (Cádiz)

30 ALJARANDA BIOGRAFÍA

Donato Millán Contreras "Donato"

Juan Navarro Cortecejo

ace en T arifa el 20 de junio de 1904, en la ca­ dónimo de 1Donato’ en el Diario de Cádiz crónicas lle Batalla del Salado (donde estaba ubicado de magistral factura". N el Gobierno Militar de esta Plaza). Siendo bautizado Fn Cádiz se casaría el 17 de abril de 1939 en San Mateo un 11 de julio de 1904, actuando como con Ds Aurelia Martín de Pro en la Parroquia del ministro de la Iglesia Manuel de Fuentes Izquierdo Sagrario (Santa Cruz). y como padrinos sus familiares algecireños Enrique Por los años cuarenta y cincuenta colabora y María Millán Carrillo. en el Diario de Cádiz, junto a las firmas de nada Su padre, Lucas Millán Alfareche, era ayudan­ más y nada menos que de Pérez Clotet, Ramón te en esta Plaza del Primer Ministro (lo podemos Solís, Francisco Padín, autores todos de críticas tea­ ver en una guía del Campo de Gibraltar de 1900), trales y otros escritos de asuntos variados. era natural de Algeciras, mientras que su madre, Da En Cádiz participó activamente en su Ateneo F.udoria Contreras Martel, era natural de Tarifa. (directivo del Club de Prensa. 1954). Con cinco años se traslada a Algeciras, don­ En 1960 se traslada a Madrid y desde allí de residiría con sus muchos familiares aigecireños, la mayoría de ellos profesores y comerciantes. Du­ - rante su estancia en esta ciudad colabora activa­ mente en la vida de la misma. Escribe en varios periódicos locales, entre ellos el Lábaro Hispano con una columna que titulaba "COMENTARIOS", allá por los años 20 (poseo algún que otro ejemplar que lo confirma). En este mismo periódico escribirían Valdivia Cabrera o J. Infantes. El Noticiero, otro periódico de la vecina ciu­ dad, da la noticia, fechada en 1929, de que en el Círculo de la Unión Mercantil daría una conferencia el joven escritor y maestro Don Donato Millán Contreras, disertando sobre el tema "Paréntesis político". Como curiosidad os puedo decir que "Donato" figura en la relación que como subvencionista reco­ gía la Junta Organizadora de corridas de toros y otros espectáculos en la feria de 1934, con 10 pesetas. Sus simpatías comunistas le obligaron a tras­ ladarse a Cádiz tras la Guerra Civil. Pero su relación con Algeciras no se pierde y en 1970 obtuvo el se­ gundo premio en el concurso organizado por el Ayun­ tamiento de Algeciras con motivo del aniversario de la reconquista de la ciudad por Alfonso XI. El nom­ bre de este escritor y periodista se perpetúa en una de estas calles de Algeciras. decía Delgado Gómez en su libro Cosas de Algeciras: "Donato Milián Contreras firmó durante muchos años con el seu­ Donato Millán Contreras. BIOGRAFIA ALJARANDA

manda al Diario su columna "Visto y no visto". "Los árboles", donde dirigía una ácida crítica hacia El Diario de Cádiz con motivo de su falleci­ la residencia tarifeña de "El cuartón". miento, allá por 1994, escribió lo siguiente: "Donato En Internet me hablan de otro de sus ensa­ Millán Contreras, escritor y articulista falleció el miér­ yos, "El ateísmo como solución"; y entre otras mu­ coles en Cádiz a los 90 años". chas cosas dice: "El autor, con una larga vida de De su obra destaca la columna "Visto y no labores didácticas a sus espaldas habiendo publi­ visto" que fue publicada en el Diario de Cádiz, en su cado diversos ensayos literarios y trabajos periodís­ última página, diariamente durante treinta años. ticos es un declarado militante del ateísmo y asiduo Colaborador de otros medios como ABC, El lector de L.A.R. (La Alternativa Racionai)". País', cultivó también diversos géneros, como el en­ sayo, "El hombre y la mujer en Marañón", la poesía, BIBLIOGRAFÍA "El cesto de los papeles"; y el teatro, "Escuela de - Lábaro Hispano. Algeciras. 1926. gansters". Fue autor también de novelas y de un - El Noticiero. 1929. - DELGADO GÓMEZ (cronista oficial de Algeciras). Ayer diccionario de siglas. Llegó a escribir más de cinco y hoy y cosas de Algeciras. mil artículos en los que predominaba la agudeza, la - VALDÉS. Algeciras contemporánea. ironía y el humor, que los gaditanos seguirían con - Diario de Cádiz. gran atención. - Internet. Conservo su artículo ne 4.427, que titulaba - La Alternativa Racional.

A LOS COLABORADORES DE ALJARANDA Rogamos a aquellas personas que nos envíen trabajos para su Inserción en ALJARANDA, nos manden sus trabajos, además de escritos en papel, en un disquete de 3 1/2, indicando el procesador de texto utilizado.

ALJARANDA comunica a todos sus lectores que el Servicio de Publicaciones del Excmo. Ayuntamiento de Tarifa ha editado un Cd-Rom conteniendo los 56 números de esta revista publicados hasta la fecha. Todos aquellos interesados que quieran hacerse con el mismo pueden dirigirse a la dirección de nuestra revista:

Consejo de Redacción. Revista ALJARANDA. Excmo. Ayuntamiento de Tarifa. Amor de Dios, nQ 3 11380 Tarifa (Cádiz)

o bien llamando al Teléfono/Fax: 956 68 46 89 V ______J

32 ALJARANDA TARIFENOS DE AYER Y HOY

Antonio Morales Lara

l personaje que traemos a este numero de los Núñez y Manso". nuestra Revista fue gran tarifeño y alcalde. Era En ese año de 1927, dentro de los presupues­ E el séptimo hijo del matrimonio que formaba don Ra­tos, se ampliaron bastante los capítulos de limpieza fael Morales y Gutiérrez con doña Josefa Lara pública, obras y festejos aumentando para este últi­ Derqui. mo ocho mil pesetas más que el año anterior. Don Antonio Morales Lara fue alcalde de Su mayor satisfacción desde que era alcalde nuestra ciudad en dos ocasiones, la primera duran­ de T arifa fue, según sus palabras, el día que se en­ te el periodo del 31 de enero de 1924 al 16 de no­ tronizó en el Ayuntamiento el Sagrado Corazón de viembre de 1927. Luego tuvo un segundo mandato Jesús. de muy poco espacio de tiempo ya que estuvo en el Este don Antonio, gran alcalde de Tarifa, era sillón de la alcaldía desde el 24 de julio de 1936 al el dueño de lo que fue Silos y Oficina de Consumos 19 de agosto de ese mismo año. en la hoy Avda. Andalucía, donde actualmente se Durante su primera etapa se hicieron gran­ encuentra el restaurante El Torreón. Tuvo siete her­ des proyectos y reformas, entre ellas, las obras de manos como eran, Josefa, Rosalía, L uis, Sebastián, la pescadería y plaza de abastos. María Antonia, Rafael y Carmen. Su gran preocupación, y así lo confiesa en una entrevista concedida a don Francisco Terán, redactor por aquel entonces del semanario Unión de Tarifa, era poder pagar las deudas del Ayunta­ miento. De esta misma entrevista aparecida en el numero 115 de fecha 22 de enero de 1927 en el citado semanario, y al preguntarle el periodista por el asunto de los montes, el Sr. Morales Lara contes­ taba: "De eso estamos de enhorabuena puesto que como usted sabe, con fecha 15 del pasado diciem­ bre firmó S. M. el Hey la H. O. rescindiendo el contra - to que este Municipio tenía con la casa Larios, el que no cumplía hasta dentro de seis años, constitu­ yendo esto un gran beneficio tanto para los vecinos de nuestro campo como para el Ayuntamiento, toda ve/ que aunque se le cobra mucho menos a los ve ­ cinos el ingreso para las arcas Municipales ha de ser un 150 por ciento más que años anteriores. La anulación de este contrato creo que ha caído muy bien a los vecinos; pues aunque haya algunos se­ ñores que no vean con muy buenos ojos que los montes pasaran nuevamente al Municipio por razo­ nes que me reservo, la mayoría tiene que estar muy satisfecho de ello. Todas estas concesiones se le deben principalmente al actual Gobierno, aunque casi todo se le debe a nuestro ilustre hijo adoptivo don Redro Vives Vich y al no menos ilustre paisano .. el presidente de la Unión Patriótica local, don Car­ Antonio Morales Lara.

33 CREACIÓN LITERARIA ALJARANDA

Quinta del cincuenta y siete

José Araújo Balongo

l día siguiente de la amenaza del sargento rumor pasó a certeza y con lo que yo, como se verá Joaquinito por lo que él consideraba un acto en su momento, no estaba dispuesto a colaborar. A de indisciplina mi negativa a comprar el libro de teó­ El cabo Correa, más que sentado, estaba rica, temí que, de alguna manera, algo desagrada­ medio derrumbado sobre un par de sacos llenos de ble me esperaba. Aquella tarde, al entrar en clase, garbanzos, uno en horizontal que debería servir de me llamó el sargento Bermúdez, ayudante y hom­ asiento y otro en vertical como respaldo. Desde bre de confianza del teniente instructor jefe. aquella posición tan poco marcial hacía las pregun­ -Bueno está con el tarifeño -comenzó el sargen­ tas a cada uno y el que la sabía contestaba bien y el to Bermúdez-, Te he llamado para que me cuen­ que no la sabía contestaba mal o decidía callarse tes lo que sucedió ayer tarde entre el sargento poniendo cara de circunstancias. Reanudando la Joaquín y tú; él me ha dado su versión, pero yo clase interrumpida por mi llegada, el cabo preguntó quiero escuchar también la tuya. a un vasco de quien ya dije que hablaría cuando -Sí -le dije-. Gracias, mi sargento. tocara: Y le conté de pe a pa todo lo sucedido y la -A ver, tú -dijo señalándolo-; ¿cuál es el trata­ argumentación en que se basaban mis razonamien­ miento que corresponde a un coronel? tos. El sargento escuchó sin interrumpirme y hasta -Usía -contestó el vasco-. me pareció observar en su atenta mirada cierta com­ -Muy bien, Javier; muy bien. ¿Y a un general de prensión a lo que le dije, aunque por demás sabía brigada? yo que un mando no se iba a enfrentar con otro de -Usía, mi cabo. igual graduación en un caso como el mío. -¿Y a un sargento? -Bien -dijo tras una pausa-. El sargento Joaquín -Usía también, mi cabo. y yo hemos hablado de tu caso y por mi parte Una carcajada cruel, permitida y casi gene­ he tratado de mediar en el asunto. Dice él que ralizada de los compañeros acogieron las dos últi­ no te admite sin el libro; además, todos los otros mas respuestas de aquel pobre infeliz. Por lo visto sargentos instructores hacen causa común con era una "gracia" que el cabo se permitía de vez en él. A mí se me ha ocurrido que pases al grupo cuando a costa del ignorante analfabeto vasco, con de los analfabetos, que no precisan del libro. la desgraciada colaboración de muchos otros, casi, Ellos, los instructores, aceptan mi propuesta y tanto o más ignorantes que el propio Javier, una cria­ así zanjamos este desagradable incidente; ¿qué tura de tan pocas luces que, vuelvo a decir, sabien­ te parece? do que me repito, uno no se explica quién, cómo y Que sí, le dije, que yo estaba para lo que se porqué lo consideró en su día "soldado útil para todo me ordenase y que le agradecía su valiosa inter­ servicio". vención. Luego, aquella misma tarde, el sargento Cuando, atendiendo a un gesto del cabo, cesó Bermúdez me acompañó al "pelotón de los torpes", la rechifla, vino la segunda parte del episodio, la situado en un apartado rincón. Habló con el cabo certeza del rumor al que me referí más arriba. Des­ Correa, un cabo instructor con no sé cuántos de la indolente y fachendosa postura adoptada por reenganches y que casi (o sin casi) me doblaba en el instructor, ordenó al vasco que se sentara y al edad. De estatura achaparrada, tenía fama de ser recluta situado a la derecha de éste que se pusiera más flojo que un muelle de guita. Me ordenó, cuan­ en pie. do se marchó el sargento, que me sentase por allí -A ver, tú -le dijo el cabo-. Pégale un cogotazo a donde encontrara un sitio; me senté por detrás de Javier a ver si así se espabila. los últimos nuevos compañeros, no porque me die­ El muchacho, azorado, temeroso, tal vez aver­ ra vergüenza sino tratando de evitar algo que de gonzado, cumplió la orden, bien es verdad que con

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poca contundencia, provocando la indignación del Como era de esperar, el muchacho se hizo ordenante. tal lío que el cabo le dejaba hacer al tiempo que se -¿Eso es un cogotazo? Como yo tenga que le­ destornillaba a carcajadas incitando a los demás a vantarme te voy a enseñar a ti lo que es un que le acompañaran en su burlona crueldad. cogotazo de verdad. Venga; pégale otro, pero Debo decir que el mandato del instructor no que se escuche. era tan fácil como pudiera parecer. Además, la pre­ El obligado castigador, fortachón él y con más gunta estaba mal hecha porque no le indicó si el miedo que vergüenza, lanzó su mano derecha con supuesto edificio quedaba a su derecha o a su iz­ la palma abierta contra el cogote del vasco con una quierda. Voy a tratar de explicarlo. Suponiendo que violencia digna de mejor causa. Entonces sí que sonó la bandera quedara a la derecha del saludante, éste como el cabo quería, porque dijo "muy bien" y le debía calcular cinco pasos antes de llegar a su altu­ mandó sentarse. ra para llevarse la mano del mismo lado extendida a Presenciando aquel indignante y bochorno­ la sien en posición de saludo, caminar los cinco pa­ so espectáculo la sos como si estuvie­ rabia me reconco­ ra desfilando; parar­ mía. Me sentí culpa­ se al quinto paso ble por haber per­ con sonoro taco­ manecido callado y nazo; hacer un cuar­ sin protestar, como to de giro con el ta­ un cobarde, igual cón del pie derecho que todos. Yo nunca y la puntera del iz­ tuve madera de hé­ quierdo, producién­ roe, pero sí tenía dose un desplaza­ entonces 21 años, miento de ambos una edad en la que pies que se desha­ a uno le debe hervir cía con otro la sangre. No hay taconazo hasta que­ derecho -pensaba- dar de frente a la . No se debe con­ bandera, firme y sin sentir que nadie, por despegar la mano muy investido de de la sien; a conti­ autoridad que esté, nuación se inclinaba obligue, atemorizan­ la cabeza calculan­ do, a que un compañero de fatigas le pegue a otro, do tres segundos, luego se alzaba y, para recuperar y mucho menos aún en un grupo compuesto en su la posición inicial de marcha, había que repetir la mayoría por personas de escasa mentalidad, igno­ maniobra de puntera y tacón cambiando el orden, rantes y desdichados, fomentando en ellos el odio es decir, haciendo con los pies lo mismo pero lo del en lugar del compañerismo. izquierdo con el derecho y lo del derecho con el iz­ A la tarde siguiente ocurrió lo que temía que quierdo; recuperada la posición inicial, todavía sin tendría que ocurrir. El cabo instructor me hizo varias bajar la mano y con la misma marcialidad había que preguntas seguidas a las que fui contestando con caminar cinco pasos más; entonces se bajaba la desgana por lo facilotas y porque estaba mano, se normalizaba el paso, dando por termina­ utilizándome como ejemplo o modelo de buena apli­ da la escenificación del saludo a la bandera. cación. Mis nuevos compañeros miraban y escucha­ Cuando, a una indicación del cabo, cesó el ban entre admirados y avergonzados, comparando cachondeo, mandó sentar al canario y dirigiéndose quizá mi supuesta sabiduría con su desgraciada y a mí, dijo: humillante Ignorancia. Cuando acabó conmigo me -A ver, tú, el nuevo. ¿Cómo te llamas, que no me mandó sentar y, dirigiéndose a un canario de La acuerdo? -se lo dije-. Vale, Araújo; dale un gomera sentado a mi derecha, le dijo: cogotazo al gomerazo de los cojones para que -A ver, tú, gomerazo; suponte que vas por la calle se espabile. y ves izada la bandera española en un edificio; Me puse en pie, despacio, me mantuve en levántate y haz la demostración de cómo hay posición de firme de cara al cabo, sin moverse, sin que saludarla. hablar, sin negarme pero sin cumplir la orden. Fue­

35 CREACIÓN LITERARIA AUARANDA

ron unos segundos tensos, de esos en los que uno medida que hablaba elevaba la voz. Como a no sabe como acabará la cosa. El cabo me miraba unos veinte metros el sargento Bermúdez ob­ como diciendo: "¿a qué esperará?" servaba, acaso dudando si intervenir o no. A Le fue cambiando el semblante a peor y me deshacer la tensa situación colaboró la coinci­ espetó de nuevo: dencia del anuncio por parte del cuartelero de -Oiga; ¿es que no se ha enterado de lo que le he la llegada del teniente instructor jefe. Todos adop­ dicho? tamos la posición de firmes mientras el sargen­ -Sí, le he oído. to Bermúdez se acercaba al teniente para darle -¿Y qué es lo que pasa que no cumple mi orden? la novedad, un formulismo militar que, ocurriera -Ocurre que me niego a pegarle a un compañero. lo que ocurriera, comenzaba siempre con un "sin El cabo, descompuesto y con dificultad, se fue novedad". El teniente ordenó el consabido "des­ poniendo de pie y se acercó con premeditada lenti­ cansen" y la reanudación de las clases. Luego, tud al lugar que ocupábamos el gomerazo y yo. Se en compañía del sargento, fueron pasando de detuvo frente a mí y mirándome a los ojos como grupo en grupo. Al llegar al nuestro se quedó queriendo fulminarme, dijo: mirándome y pude observar un gesto de extra- -A ver; repita lo que acaba de decir. ñeza al que siguió una conversación entre el te­ -He dicho que me niego a pegarle a un compa­ niente y el sargento. Yo no podía oírles pero intuía ñero. que estaban hablando de mí. Cuando el tenien­ -¿Sabe a lo que se expone? te, poco después, decidió marcharse, el sargento -Lo supongo; pero no creo que en ninguna orde­ Bermúdez se acercó donde yo estaba y dirigién­ nanza militar ponga que un soldado le pueda dose al cabo instructor, le dijo: pegar a otro compañero. -Cabo Correa, me llevo a Araújo. Siga la clase sin -Usted se la da de muy listo, ¿verdad? Ha venido él porque desde este momento deja de perte­ a este grupo rebotado de otro por haber tenido necer a este grupo por orden del teniente. Us­ allí problemas con un sargento instructor; y en­ ted -se refería a mí-; sígame. cima viene aquí queriendo darme lecciones de -A sus órdenes, mi sargento. ordenanzas militares. Ya que se la da usted de Le seguí sin saber que nueva peripecia me saber tanto, ¿no ha leído ni le han contado nada esperaba. sobre la obediencia debida a un superior? Per­ manecí callado en posición de firme. El cabo, a (continuará) r Boletín de Suscripción

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36 ALJARANDA ÍNDICE

índice general EDITORIAL (37) Bando "Tarifeños". 48-27. (13) Editorial de Juan M. Diosdado Lo­ (38) La Guerra Civil en Tarifa. Juan 72 tomo zano. 48-4. Navarro Cortecejo, 48-28. (14) Editorial de Antonio Díaz Delga­ (39) El enterramiento del infante don (Los artículos se encuentran agru­ do. 49-4. Juan "el de Tarifa". Wenceslao Segu­ pados según la sección en la que (15) Editorial de Miguel Manella Gue­ ra González. 49-8. fueron publicados. El primer núme­ rrero. 50-4. (40) Tarifa y los Adelantados de An­ ro corresponde al ejemplar y el se­ (16) Editorial de María José Iglesias dalucía: De la creación del gundo al número de la página. Los Gallego. 52-4. Marquesado a la perdida del Señorío artículos se encuentran ordenados (17) Editorial de Shus Terán Gil. 53-4. (1478-1596). Juan A. Patrón cronológicamente, cuando esto ha (18) Editorial de José Ignacio De Vi­ Sandoval. 49-12. sido posible) cente Lara. 55-4. (41) La visita de Luis Bravo de Lagu­ nas a Tarifa en 1577. Ángel J. Sáez ASTRONOMÍA FACHADAS BLASONADAS Rodríguez. 49-20. (1) Eclipses totales de Sol observa­ TARIFEÑAS (42) El ostracismo de un alcalde. Ama­ bles desde Tarifa (2000-2200). (19) Pedro Cortés nB 6. 48-48. dor Mora Rojas en Ubrique. Antonio Wenceslao Segura González. 53-29. (20) Castelar ns 6. 49-44. Morales Benítez. 49-26. (21) Silos ns 13. 50-60. (43) Los horrores de la Guerra. Juan BIOGRAFÍA (22) Nuestra Señora de la Luz nB 10. Navarro Cortecejo. 49-34. (2) José Miranda de Sardi. Poeta, es­ 51-32. (44) Las edades de defunción en la critor y político. Manuel Liaño Rivera. (23) Sancho IV el Bravo ns 5. 53-39. antigüedad. Enrique Gozalbes 50- 31. Cravioto. 50-5. (3) D. Rafael Andreu y Guerrero, obis­ GEOGRAFÍA (45) La historia de Tarifa según dos po tarifeño en Bolivia en el siglo XIX. (24) Tarifa en la geografía medieval. autores del siglo XVI: Pedro de Pedro Jesús Rodríguez Gurrea. 51-8. Las fuentes textuales. Carlos Medina y Diego Pérez de Mesa. Ra­ (4) El obispo Vicente Calvo y Valero y Gozalbes Cravioto. 54-7. fael Sabio González. 50-9. su relación con Tarifa (1884-1898). (25) Tarifa en la geografía medieval. (46) El informe de Luis Bravo de Acu­ Andrés Andrades Gómez. 51-19. Las fuentes cartográficas. Carlos ña para Tarifa en 1627. Ángel J. Sáez (5) María Gamez. Juan Navarro Gozalbes Cravioto. 55-5. Rodríguez. 50-15. Cortecejo. 53-19. (47) Tarifa en 1847. Wenceslao Segu­ (6) Donato Millán Contreras "Donato". HACE DOSCIENTOS AÑOS ra González. 50-23. Juan Navarro Cortecejo. 55-31. (26) El Santo Cristo del Consuelo se (48) Bartolomé Bohórquez Gil: teólo­ queda en la parroquia de San Fran­ go y masón. Antonio Morales Benítez. CIERROS Y BALCONES cisco de Asís. 48-47. 50-24. DE TARIFA (27) Orden sobre comercio de la loza (49) El ingeniero Cristóbal de Rojas (7) Balcón de la vivienda sita en fina del Reino. 49-43. reconoce Tarifa en 1597. Ángel J. Sancho IV el Bravo ns 22. Año 1830. (28) Despedida del Gobernador. 50-59. Sáez Rodríguez. 51-4 y 52-12. 54-44. (29) Deneqación de aumento de suel­ (50) Desde el surgidero de Tarifa, el (8) Cierro de Sancho IV el Bravo n- do. 51-31. 24 de julio de 1843. Andrés Román 11. Año 1895. 55-40. (30) Arreglo de la Cárcel Real. Venta Lozano. 51-16. de pan. 52-51. (51) El movimiento obrero en Tarifa a COSTUMBRES POPULARES (31) Puente Chico, compostura y obra comienzos del siglo XX. La Sociedad (9) Aquellas ferias. Francisco Javier en él. 53-39. "Unión y Amor Fraternal". Antonio Mo­ Terán Reyes y Jesús Terán Gil. 50-48. (32) Memorial sobre abastecimiento rales Benítez. 52-31. de carnes. 54-43. (52) La Banda de la O.J.E. Francisco CREACIÓN LITERARIA (33) Petición de excepción del pago Ruiz Márquez. 52-38. (10) Quinta del cincuenta y siete. José del arbitrio. 55-39. (53) Andrés de Castillejos: un artista Araujo Balongo. 48-44, 49-40. 50-56, andaluz en Tarifa. Ángel J. Sáez 51- 28, 52-48, 53-36, 54-40, 55-34. HISTORIA Rodríguez. 53-13. (34) Sobre los orígenes históricos de (54) Una referencia antigua a la isla DEMOGRAFÍA Facinas. Juan José Álvarez Quintana. de Tarifa. Enrique Gozalbes Cravioto. (11) Nacimiento y muertes de los ex­ 48-6. 54-4. pósitos en Tarifa en la primera mitad (35) El ingeniero mayor Spannocchi (55) Las costas de Tarifa en la des­ del siglo XIX. Juan Antonio Criado Ata­ en Tarifa. El reconocimiento de 1603. cripción de Mesía Boca negra de 1618. laya. 51-10 y 52-15. Ángel J. Sáez Rodríguez. 48-11. Ángel J. Sáez Rodríguez. 54-20. (12) Tarifa en los albores de la con­ (36) El sello de 4 cuartos de Isabel II (56) El convento franciscano de San temporaneidad. María Francisca Cor­ en Tarifa (1856-1864). Andrés Juan de Prado. Más de cien años de tés Melgar. 53-16. Andrades Gómez. 48-19. la Orden Seráfica en Tarifa (1714-

37 ÍNDICE ALJARANDA

1835). Juan Antonio Patrón Sandoval. los Monteros Sánchez. 54-13. 54-24 y 55-16. SOCIEDAD (57) Algunos Cabildos curiosos e im­ PERSONAJE TARIFEÑO (95) Más de 25 años en la brecha. Je­ portantes. Francisco Javier Terán Re­ (73) Leonor Alba Lozano. 48-43. sús Terán Gil. 53-28. yes y Jesús Terán Gil. 54-35. (74) Juan Serrano Meléndez. 49-39. (58) La otra Tarifa. Andrés Andrades TARIFEÑOS DE AYER Y DE HOY Gómez. 55-11. PLANO (96) Antonino Ginel Iglesias. 50-55. (59) Toponimia costera tarífeña del Si­ (75) Tarifa y Algeciras. 49-2. (97) José Cazalla Sotomayor. 51-27. glo de Oro. Los guardas de la costa en (76) Del Estrecho de Gibraltar. 53-2. (98) Juan Cádiz Gil. 52-47. 1616. Ángel J. Sáez Rodríguez. 55-13. (99) Marcos Núñez de Reynoso. 53-35. POESÍA (100) Vicente Sáenz Galiana. 54-39. HISTORIA NAVAL (77) X Premio de Poesía LUZ 2003. (101) Antonio Morales Lara. 55-33. (60) Barcos que llevan o han llevado 49-36. el nombre de "Tarifa". Manuel Quero (78) XI Premio de Poesía Luz 2004. TURISMO Oliván. 55-25. 53-33. (102) Breve análisis de las consecuen­ cias del turismo en Tarifa. Francisco LÁPIDA PORTADA Javier Jiménez Perea. 51-23. (61) Lápida de Solís. 52-52. (79) Calle Amor de Dios con la iglesia de Santiago o Jesús. Manuel Reiné PATRIMONIO Jiménez. 48-1. índice onomástico (62) Datos sobre la Venerable Her­ (80) Muelle pesquero con el monu­ (Los números se refieren a los artícu­ mandad de Penitencia del Stmo. Cris­ mento al pescador y el castillo de San­ los anteriormente numerados) to de la Salud y Ntra. Sra. de los Do­ ta Catalina. M. Reiné Jiménez. 49-1. lores. Francisco Javier Criado Atala­ (81) Vista del Sagrado Corazón des­ Álvarez Quintana, Juan José. 34 ya. 48-33. de la carretera de la isla. M. Reiné Andrades Gómez, Andrés. 4, 36, 58. (63) La destrucción de Baelo Claudia. Jiménez. 50-1. Araújo Balongo, José. 10. Enrique Díaz Martínez. 49-6. (82) Fachada de la iglesia de San Fran­ Bueno Lozano, Martín. 64. (64) Por qué Calvo y Valero tiene una cisco de Asis. M. Reiné Jiménez. 51-1. Cortés Melgar, María Francisca. 12. calle en Tarifa. Martín Bueno Lozano. (83) Vista del Santo y la isla desde la Criado Atalaya, Francisco Javier. 62, 49-24. playa de la Caleta. M. Reiné Jiménez. 65. (65) Breves apuntes sobre la Venera­ 52-1. Criado Atalaya, Juan Antonio. 11. ble Hermandad de San Pedro de la (84) Perspectiva desde la Caleta. M. Díaz Martínez, Enrique. 63. ciudad de Tarifa. Francisco. Javier Reiné Jiménez. 53-1. Donda Cárdenas, José. 26 a 33. Criado Atalaya. 50-18. (85) Panorámica del Castillo visto des­ Espinosa de los Monteros Sánchez, (66) Un informe para la correcta re­ de el Oeste. M. Reiné Jiménez. 54-1. Francisco. 72. habilitación del escudo heráldico de (86) Casa típica en el casco antiguo, Gozalbes Cravioto, Carlos. 24, 25. Tarifa. Juan A. Patrón Sandoval. 50-36. calle Jerez. M. Reiné Jiménez. 55-1. Gozalbes Cravioto, Enrique. 44-54. (67) Reflexiones sobre la fundación Gurriarán Daza, Pedro. 67. del castillo de Tarifa y los constructo­ PREMIO DE INVESTIGACIÓN Jiménez Perea, Francisco Javier. 102. res del Califato de Córdoba. Pedro (87) Premio de investigación de temas Liaño Rivera, Manuel. 2. Gurriarán Daza. 52-5. tarifeños 2001-02. 48-41. López Fernández, Manuel. 69. (68) Nuestra Señora del Sol. Patrona Morales Benítez, Antonio. 42, 48, 51. de los Tratantes de las Aguas y del PRESENTACIÓN DE LIBRO Navarro Cortecejo, Juan. 5, 6, 38, 43. Mar: La gran desconocida. Francisco (88) Los Privilegios de Tarifa. Una po­ Patrón Sandoval, Juan Antonio. 40, Javier Terán Reyes y Jesús Terán Gil. blación en la encrucijada de la Edad 56, 66, 70, 71. 52- 40. Media. 48-42. Quero Oliván, Manuel. 60. (69) Los caminos y cañadas de Tarifa (89) Tahivilla. De la política de Coloni­ Reiné Jiménez, Manuel. 79 a 86. en los itinerarios del rey Alfonso XI zación española al desarrollo rural de Rodríguez Gurrea, Pedro Jesús. 3. de Castilla. Manuel López Fernández. la Unión europea. 49-38. Román Lozano, Andrés. 50. 53- 5. (90) Tarifa, llave y guarda de España. Ruiz Márquez, Francisco. 52. (70) Nuestra ermita de Santa Catali­ Fortificación y Urbanismo. 51-26. Sabio González, Rafael. 45. na, mártir de Alejandría. Juan A. Pa­ Sáez Rodríguez, Ángel J. 35, 41,46, trón Sandoval. 53-11. PROGRAMA 49, 53, 55, 59. (71) La Medalla de Oro de la Ciudad (91) Semana Santa en Tarifa de 1953. Segura González, Wenceslao. 1, 39. de Tarifa. Juan A. Patrón Sandoval. 48-2. 47. 53-22. (92) Feria y Fiestas de 1953. 50-2. Terán Gil, Jesús. 9, 57, 68, 95. (72) La faceta escultórica de Andrés (93) Semana Santa de 1942. 52-2 Terán Reyes, Francisco Javier. 9, 57. de Castillejos. Francisco Espinosa de (94) Feria y Fiestas de 1954. 54-2. 68.

38 HACE DOSCIENTOS AÑOS

Petición de excepción del pago del arbitrio

Caseta del Arbitrio Municipal en la Puerta de Jerez. Antigua postal de M. Ruffo. (Colección particular de Rafael Sánchez Ruiz).

En la ciudad de Tarifa en catorce que se le descompuso de modo que días del mes de diciembre de mil lo tiene inutilizado para su venta aún ochocientos quatro, el Consejo, Jus­ en la especie de vinagre y que se ticia y Regimiento de ella se juntaron mandó traer a este Ayuntamiento por a Cabildo según uso y costumbre bajo providencia del diez y nueve de di­ la presidencia del señor don Pedro ciembre del año próximo, para que de­ Lobo, Regidor Presidente, coronel de termínelo que le parezca de Justicia, los Reales Ejércitos y gobernador y en su vista determinó pase el expe­ militar y político de ella y se vio en diente al abogado de la Ciudad para este cabildo la justificación que ha que éste dé su dictamen en el parti­ hecho don Ambrosio Muñoz, de este cular y resuelva después lo que le pa­ vecindario, relativa a que se le exima rezca más conveniente. del pago de dos mil y mas reales per­ tenecientes al arbitrio de puentes que (Fuente: Libro de Cabildos. Tomo 41. se le piden y no debe satisfacer, por Folio 697. Archivo Municipal de Tarifa. una porción de vino que introdujo, la Trascripción de José Donda Cárdenas)

39 Cierros y Balcones de Tarifa

Cierro en C/ Sancho IV el Bravo, n° 11. Año 1895.