Los Discursos Del Rey. España En El Mundo 1975-2018
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Los discursos del Rey España en el Mundo 1975 - 2018 Los discursos del Rey Los discursos del Rey España en el Mundo 1975 - 2018 Prólogo de Emilio Lamo de Espinosa Madrid, 2018 Los discursos del Rey España en el Mundo 1975 - 2018 Prólogo de Emilio Lamo de Espinosa Madrid, 2018 ÍNDICE PRÓLOGO 7 Emilio Lamo de Espinosa EL MEJOR EMBAJADOR, EL REY 9 Charles Powell JUAN CARLOS I 15 1975 - 2014 FELIPE VI 115 2014 - 2018 © Real Instituto Elcano, 2018 C/ Príncipe de Vergara, 51 28006 Madrid www.realinstitutoelcano.org Coordinación y diseño: Miguel de Avendaño y María Dolores de Azategui Agradecimiento: Virginia Crespi de Valldaura Maquetación e impresión: Quinteral Servicios Gráficos, S.L. ISBN: 978-84-92983-16-2 Depósito Legal: M-38547-2018 Todos los textos reproducidos provienen de: http://www.casareal.es/ES/ actividades/Paginas/actividades_discursos.aspx Imagen de cubierta: Atardecer en Palacio /Ángel. M., 2015 ÍNDICE PRÓLOGO 7 Emilio Lamo de Espinosa EL MEJOR EMBAJADOR, EL REY 9 Charles Powell JUAN CARLOS I 15 1975 - 2014 FELIPE VI 115 2014 - 2018 © Real Instituto Elcano, 2018 C/ Príncipe de Vergara, 51 28006 Madrid www.realinstitutoelcano.org Coordinación y diseño: Miguel de Avendaño y María Dolores de Azategui Agradecimiento: Virginia Crespi de Valldaura Maquetación e impresión: Quinteral Servicios Gráficos, S.L. ISBN: 978-84-92983-16-2 Depósito Legal: M-38547-2018 Todos los textos reproducidos provienen de: http://www.casareal.es/ES/ actividades/Paginas/actividades_discursos.aspx Imagen de cubierta: Atardecer en Palacio /Ángel. M., 2015 PRÓLOGO Cuarenta años de estabilidad democrática y constitucional no son algo menor ni en la historia española ni tampoco en la comparada. Efectivamente, no habría más de una docena de países en el mundo que puedan exhibir esa estabilidad. Y si acudimos a nuestra propia historia sólo el régimen constitucional (que no democrático) de 1876, que duró hasta 1923 (formalmente hasta 1931), es comparable. Dos constituciones de más de 40 años cada una, las dos correspondientes con dos restauraciones monárquicas, la de Don Alfonso XII y la de Don Juan Carlos I. Y las dos dando lugar a los dos mejores períodos de nuestra historia. Pues con la primera restauración España tuvo por vez primera sociedad burguesa, alternancia política, administración pública, justicia y prensa libre, industria, ateneos, ópera, e, incluso, ciencia (y recordemos a la Junta de Ampliación de Estudios, inicio de la ciencia moderna en España). Y la segunda restauración que ahora conmemoramos, en la figura de Don Juan Carlos I y en el marco de la Constitución de 1978, abriría el período más fecundo de nuestra historia. Lo hemos repetido todos hasta la saciedad pero no por ello deja de merecer otra mención: jamás España ha sido ni tan segura, ni tan libre, ni tan próspera, ni tan educada y culta, como durante estas últimas cuatro décadas. No es sólo una impresión personal pues las encuestas acreditan que nada menos que un 72% de los españoles aseguraban con rotundidad que la actual democracia constituye el período en que mejor ha estado nuestro país en su historia. Resultado de una sociedad madura, reflexiva, educada y dinámica, más bien conservadora, aunque se autodefina como de centro- izquierda. Incluso datos recientes muestran que más de dos de cada tres españoles (incluidos una mayoría de jóvenes) aseguran que la forma en que se llevó a cabo la Transición a la democracia en España constituye un motivo de orgullo. - 7 - PRÓLOGO Cuarenta años de estabilidad democrática y constitucional no son algo menor ni en la historia española ni tampoco en la comparada. Efectivamente, no habría más de una docena de países en el mundo que puedan exhibir esa estabilidad. Y si acudimos a nuestra propia historia sólo el régimen constitucional (que no democrático) de 1876, que duró hasta 1923 (formalmente hasta 1931), es comparable. Dos constituciones de más de 40 años cada una, las dos correspondientes con dos restauraciones monárquicas, la de Don Alfonso XII y la de Don Juan Carlos I. Y las dos dando lugar a los dos mejores períodos de nuestra historia. Pues con la primera restauración España tuvo por vez primera sociedad burguesa, alternancia política, administración pública, justicia y prensa libre, industria, ateneos, ópera, e, incluso, ciencia (y recordemos a la Junta de Ampliación de Estudios, inicio de la ciencia moderna en España). Y la segunda restauración que ahora conmemoramos, en la figura de Don Juan Carlos I y en el marco de la Constitución de 1978, abriría el período más fecundo de nuestra historia. Lo hemos repetido todos hasta la saciedad pero no por ello deja de merecer otra mención: jamás España ha sido ni tan segura, ni tan libre, ni tan próspera, ni tan educada y culta, como durante estas últimas cuatro décadas. No es sólo una impresión personal pues las encuestas acreditan que nada menos que un 72% de los españoles aseguraban con rotundidad que la actual democracia constituye el período en que mejor ha estado nuestro país en su historia. Resultado de una sociedad madura, reflexiva, educada y dinámica, más bien conservadora, aunque se autodefina como de centro- izquierda. Incluso datos recientes muestran que más de dos de cada tres españoles (incluidos una mayoría de jóvenes) aseguran que la forma en que se llevó a cabo la Transición a la democracia en España constituye un motivo de orgullo. - 7 - A ello ha contribuido, y mucho, la Jefatura del Estado. Tanto en sus inicios como en su consolidación. Pasar «de la ley a la ley» hubiera sido imposible sin el apoyo y la continuidad de la Corona. Y no es casualidad sino causalidad que algunas (muchas) de las mejores democracias del mundo sean Monarquías parlamentarias. Pero el impacto de la Corona es mucho más marcado en la política exterior. Se dice que el Rey es el mejor embajador que tenemos. Era cierto. Y sigue siéndolo. Por su capacidad para representar al país y por su capacidad para hacerlo en el largo plazo. Minusvalorar el capital social que acumula un rey es menospreciar un activo muy valioso que juega a favor del país. EL MEJOR EMBAJADOR, EL REY Con esta breve edición de algunos de los más importantes discursos de Charles Powell los dos Reyes, todos referidos a la política exterior, el Real Instituto Elcano quiere sumarse a la alegría de poder conmemorar, en paz, un tan largo Son muy numerosos los estudiosos que han coincidido a la hora de período de prosperidad. Sin antes advertir que nada está ganado, y la paz señalar la importancia del papel del Rey Don Juan Carlos (y de la monarquía y la libertad se gestionan día a día con pactos, acuerdos y entendimientos. como institución) en la normalización de la acción exterior de España que Constitución, democracia y restauración han ido de la mano en nuestra se produjo a partir de su proclamación, y en la proyección internacional que historia y son variables que juegan juntas. Perder cualquiera de ellas sería, me alcanzó nuestro país como resultado de ella. Sin embargo, y como ocurre con temo, perder las tres. tantas otras facetas de la labor desarrollada por el monarca durante su reinado (y con la propia institución monárquica), esta cuestión no ha recibido todavía la atención pausada y sistemática que sin duda merece. Por ello mismo, y en el contexto de la conmemoración del cuarenta aniversario de la Constitución de 1978 –y por lo tanto, de la monarquía parlamentaria que en ella se En Madrid, a 29 de noviembre de 2018 plasma–, hemos creído oportuno contribuir a un mejor conocimiento de este fenómeno mediante la compilación de esta breve antología de discursos del Emilio Lamo de Espinosa Rey Don Juan Carlos, que de una u otra forma han contribuido a redefinir el Presidente papel de España en el mundo durante este período. También hemos querido incorporar a la misma varios de los discursos pronunciados sobre la misma temática por su heredero, el Rey Felipe VI, precisamente para subrayar una de las características definitorias de la monarquía parlamentaria, como es su carácter hereditario. Esta antología pone de relieve la notable aportación de la Corona a la normalización de las relaciones exteriores de España tras décadas –cuando no siglos– de aislamiento y relativa irrelevancia. En alguna medida, esta ausencia española del tablero internacional se debió a la naturaleza no democrática del régimen anterior, pero también a factores más profundos y duraderos. De ahí que en ocasiones sorprenda constatar hasta qué punto Don Juan Carlos pudo hacer presente a España en latitudes en las que había estado total o parcialmente ausente. Obviamente, fue el primer rey español en visitar numerosos países de África y Asia, con los que España no había tenido apenas relación en el pasado. Pero fue también el primer monarca español - 8 - - 9 - A ello ha contribuido, y mucho, la Jefatura del Estado. Tanto en sus inicios como en su consolidación. Pasar «de la ley a la ley» hubiera sido imposible sin el apoyo y la continuidad de la Corona. Y no es casualidad sino causalidad que algunas (muchas) de las mejores democracias del mundo sean Monarquías parlamentarias. Pero el impacto de la Corona es mucho más marcado en la política exterior. Se dice que el Rey es el mejor embajador que tenemos. Era cierto. Y sigue siéndolo. Por su capacidad para representar al país y por su capacidad para hacerlo en el largo plazo. Minusvalorar el capital social que acumula un rey es menospreciar un activo muy valioso que juega a favor del país. EL MEJOR EMBAJADOR, EL REY Con esta breve edición de algunos de los más importantes discursos de Charles Powell los dos Reyes, todos referidos a la política exterior, el Real Instituto Elcano quiere sumarse a la alegría de poder conmemorar, en paz, un tan largo Son muy numerosos los estudiosos que han coincidido a la hora de período de prosperidad.