074 Relaciones38.Pdf
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Reseñas de Libros CALDERON QUIJANO, José Antonio, Americanismos en Sevilla (1900-1980). 1987, CXXXII + 375 pp. De don José Antonio Calderón Quijano ha aparecido un nuevo libro sobre historiografia hispanoamericana: Ame ricanismo en Sevilla 1900-1980. Prólogo de Antonio M uro Orejón. Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Sevilla, 1987, CXXXII + 375 pp. Se trata de una obra que ofrece al lector un panorama global de la historiografía que se ha publicado en Sevilla sobre tema americano, entre principios de este siglo y el año de 1980. El trabajo comienza con un substancioso prólogo de don Antonio Muro Orejón en donde nos introduce al tema y nos presenta al autor, bien conocido para quienes se interesan en la historia colonial americana. Aunque no se menciona en el prólogo, lo cierto es que José Antonio Cal derón Quijano es mexicano de nacimiento, concretamente poblano. Este hecho no resulta tan ajeno a la obra que ahora se reseña, según se apreciará más adelante. La obra se divide en cuatro rubros generales: a) Centros de estudios americanistas con sede en Sevilla. b) Publicaciones en donde dichos centros de estudios han dado a conocer los resultados de sus investigaciones. e) Los principales temas y regiones americanas que han sido abordados, presentándonos al autor de cada trabajo con un breve comentario sobre el mismo. d) Lista bibliográfica detallada de cada una de las obras reseñadas, agrupadas según la materia y la región geográfica a que se refieren. 89 REI.ACIONES 38 Debido a la importancia de esta obra como fuente de consulta indispensable para todo aquel interesado en la historia de México -para hablar concretamente de nuestro caso-, y tomando en cuenta lo difícil que resulta no ya adquirir -i a precios increíbles!- sino tan sólo tener la opor tunidad de consultar una obra de esta naturaleza en nuestro país, es que nos hemos decidido a reseñar, de la forma más completa posible, este excelente trabajo. 1 Para ello seguiremos el mismo orden de exposición del autor, sólo que ocupándonos exclusivamente de la historio grafia mexicana que, por otro lado, constituye el capítulo más extenso de la obra. Centros de estudios arnericanistas con sede en Sevilla. Para entrar en materia, Calderón destaca una serie de anteceden tes históricos que subrayan los fuertes vínculos que desde el comienzo mismo de la conquista unieron a Sevilla con las llamadas Indias Occidentales, entre ellos: - El hecho de haber sido designado el único puerto habilitado en la península para cargar y descargar pasaje y mercancías llegados o destinados al nuevo mundo. - Que en el afio de 1786, a iniciativa de Juan Bautista Mufioz, se fundara en la lonja de mercaderes el Archivo de Indias. - Que un siglo después, en 1886, y hasta la fecha, la Excelentísima Diputación de Sevilla venga publicando pe riódicamente el "Archivo Hispalense". Las Reales Academias Sevillanas de Buenas Letras y de Bellas Artes han venido publicando, a su vez, sendos "Boletines" (desde 1899 el primero y desde 1934 el segundo). -El interés que despertaron en 1892 los festejos conme morativos del cuarto centenario del descubrimiento de Amé rica; en 1913 la conmemoración del descubrimiento del océano Pacífico por Vasco Núfiez de Balboa y, finalmente, el gran acontecimiento que tuvo lugar en el afio de 1929, cuando la exposición universal de Sevilla congregó a la mayoría de los países americanos. 90 REsEÑAS A continuación, el autor nos ofrece en orden cronológico los mismos centros de estudios americanistas que en Sevilla fueron apareciendo a partir de la segunda década del pre sente siglo, así como las diversas publicaciones por las que dichos centros fueron dando a conocer los resultados de sus investigaciones: 1913: Instituto de Estudios Americanistas, luego Centro de Estudios Americanistas: Boletín (1913-1925); publicacio nes monográficas; catálogo del Archivo de Indias. 1927: Laboratorio de Arte de la Universidad Hispalense y la Cátedra de Historia del Arte Colonial, bajo la dirección de don Diego Angulo, publican Arte en América y Filipinas y Planos de monumentos arquitectónicos de América y Filipinas. 1932-1936: Centro de Estudios de Historia de América de la Universidad de Sevilla, en colaboración con el Instituto Hispano Cubano de Historia de América, ambos bajo la dirección de don José María Ots Capdequí, publican estu dios monográficos y fuentes documentales. Destacan la obra del alemán Ernesto Schaffer sobre el Consejo de Indias, los fondos del Archivo de Protocolos Notariales y los fondos cubanos del Archivo de Indias. 1938-67: Años de circulación de los Anales de la Universi dad Hispalense. 1940: El Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo de Historia de América, con sede en Madrid y dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, crea la Sec ción Sevillana de dicho Instituto, bajo la dirección de don Juan Manzano Manzano, publicando el resultado de sus investigaciones en la Revista de Indias ( 1942-1943). 1942: Dependiendo asimismo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se funda la Escuela de Estudios Hispano-Americanos, que desde el principio cuenta con un notable acervo bibliográfico gracias, en buena parte, a la donación de la biblioteca de don Diego Angulo, en donde destacan las obras relativas a México. Las publicaciones con que cuenta la Escuela son: Anuario de Estudios Americanos 91 RELACIONES 38 ( 1944); Revista de Estudios Americanos ( 1948); HistoriograJfa y BibliograJfa Americanistas ( 1954); además de la Colección Mar Adentro y de la Colección Dos Colores. 1943: Inauguración de los primeros Cursos de Verano de la Rábida. 1945: Se crea la sección de Historia de América de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla. 1947: Fundación de la Universidad Hispano Americana de Santa María de la Rábida. Al revisar la extensa lista de antecedentes históricos y de personajes que nos menciona el autor como más directa mente responsables del "americanismo en Sevilla", salta a la vista un gran ausente: don Rafael Altamira y Crevea. Si bien es cierto que lo que Calderón Quijano se propone en esta obra es pasar lista a los que desde la capital de Andalucía han trabajado con el propósito de elevar al "americanismo sevi llano" al nivel de prestigio internacional de que goza hoy en día, creemos, que pocas personas reúnen, al respecto, la cantidad de méritos del doctor Altamira y Crevea. Quizás bastara, para corroborar dicha aseveración, re cordar que algunas de las figuras señeras del americanismo sevillano -esto es, aquellos que sentaron las bases de exce lencia académica y de solidez institucional que tanto presti gio le han ganado dentro y fuera de España- salieron precisamente de la Cátedra de Historia de las Instituciones Políticas y Civiles de América, que desde su fundación en el año de 1914, en la Universidad Central de Madrid, hasta 1936, impartió Rafael Altamira. Entre algunas de estas per sonalidades cimeras del americanismo sevillano, que el pro pio Calderón destaca, y que a su vez fueron alumnos sobre salientes en la citada cátedra, tenemos a José María Ots Capdequí, Juan Manzano Manzano, Diego Angulo y Anto nio Muro Orejón. Pero no basta tan sólo con establecer el vínculo entre los pilares del americanismo sevillano y la Cátedra de Historia de las Instituciones Civiles y Políticas de América para pre- 92 REsEÑAS tender señalar a Altamira como uno de los responsables de la exitosa iniciativa llevada a cabo por sus alumnos. Para ello es necesario saber qué opinaba el maestro al respecto, tiem po antes de que sus alumnos comenzaran a trabajar sobre ello. Por fortuna se conserva el texto de la conferencia que en el año de 1917 pronunciara Altamira y Crevea en la ciudad de Sevilla sobre "El valor práctico de los estudios america nistas". 2 En aquella ocasión explicó que siempre había creído que la especialización regional y local de los estudios era una fuente fecundísima de cultura y adelanto.3 Las propuestas concretas que en aquella ocasión expuso al auditorio de especialistas que le escuchaban, y que luego desarrollaron algunos de sus discípulos, fueron especial mente en torno a la Universidad de Sevilla, al Archivo General de Indias y a la formación de los americanistas: l. Universidad de Sevilla: Del lugar privilegiado que necesariamente debía oc u par -y que no ocupaba- dentro del contexto de los estudios americanistas, Altamira explicó que: " . .la Universidad de Sevilla tiene derecho a que se le conceda cierta especialización de los estudios históricos; de una parte, hacia la historia sevillana, de otra, hacia la de América, para recoger así las inclinaciones que naturalmente produce el medio, orientarlas y formarlas mediante una severa discipli na crítica y mantener constantemente un grupo o escuela de historiógrafos y eruditos ligados a lo que más debe interesar aquí y en perpetua renovación y acrecimiento"... y, en seguida: "Quizá no existe otra Universidad en España que más lógicamente pueda pedir la recepción en sus cuadros de enseñanza de la materia americanista; y el hecho de que aun sin ello se hayan producido aquí especialistas que todos conocemos, es una buena y elocuente manifestación que no debe ser perdida. La futura autonomía universitaria puede ser el medio rápido para llegar a ese fin". 4 Volvemos a insistir en el impacto que sin duda debió producir en el auditorio este reclamo -por otra parte tan 93 RELACIONES 38 justo y natural- viniendo nada menos que del prestigiado profesor que era el titular de la cátedra encargada, en la Universidad Central de Madrid, de formar a los interesados en el americanismo, no sólo de entre los propios españoles, sino aun de los hispanoamericanos -recuérdese que el pro pio doctor Calderón Quijano tuvo que ir a Madrid para estudiar el doctorado. Como quien dice Altamira le estaba arrojando piedras a su capilla madrileña en favor de la universidad sevillana, audaz autocrítica que explica la alta estima y el respeto que por Altamira sentían los académicos de la época.