ste libro reúne los textos de nueve autores pertenecientes a cinco instituciones de tres países. Es el resultado de un tra- bajo conjunto realizado en el marco de un seminario des- tinado a propiciar la utilización en Historia y sobre un tema común el actor social y su participación en la construcción de las naciones hispanoamericanas de herramientas elaboradas en sociología y en antropolog ía. Los trabajos publrcados aqu í presentan avances en la generación del conocimiento histórico con base en la aplicación de conceptos tales como "poder", "configuración", "espacio de lo posi- ble", "conflictos" y "negociación". Estos conceptos están adaptados por cada uno de los autores a las necesidades de la disciplina his- tórica y a las exigencias de sus estudios Caballeroempíricos, formando un conjunto homogéneo y rico a lavez que demuestran que los cam- pos de aplicación de la microhistoria están lejos de estar agotados.

Dalla-Corte

Gabriela

ISBN: 978-607-7673-29-3

f 1 @tegio deTlaxcala,,,, llilitltltltilruilU[lilil rr\.-ri!.,(..r J.,rcnr:, \iln,rl.rJrüil Actores locales de Ia nación en América Latina. Estudios estratégicos

Evelyne Sanchez (Goordinadora)

Caballero

'- f\ Dalla-Corte /'?

{ Gabriela Benemérita Univercidad Autónoma de Puebla

Enrique Agüera lbañez Rector José Ramón Eguíbar Cuenca Secretorio General Pedro Hugo Hernández Tejeda Vicerrector de lnvesügación y Estudios de Posgrodo José Jaime Vázquez López Vicerrector de Docencio Caballero Alejandro Palma Castro Director de la Focultod de Filosofía y Letros

El Colegio de Tlaxcala, A. C.

Alfredo Cuecuecha Mendoza Presidente María de Lourdes Sánchez Gómez Secretorio Generol Dalla-Corte Daniel Hernández Hernández Di rector Ge ne ra I Acadé mico Ángel Mata Rasgado D¡ rector Ad m i n istrativo Gabriela Zamora Cordero Directora de Vinculación y Difusión Guillermo Aragón Loranca CoordinodorGabriela Editoriol Caballero Los actores locales de la nación

en la América Laüna.

Análisis estratégicos Dalla-Corte

Evelyne Sanchez Coordinadoro

Gabriela Benemérita Universidad Autónoma de Puebla El Colegio de Tlaxcala, A. C.

rvlÉxtco MMXt 352.34 Sánchez, Evelyne (coordinadora) A1888 Los actores locales de la nación en la América Latina: Análisis estratégicos/Evelyne 5ánchez.- Tlaxcala, México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, El Colegio de Tlaxcala, A. C.;2O71.

279 p. cuadros, esquemas, fotografias

ISBN : 978-607-7 67 3-29-3

L. Administración pública- América Latina 2. Planificación estratégica-Actores Locales 3. Actores sociales

Caballero

Primera edición: 2011 ISBN: 978-607-7 67 3-29-3 Diseño de portada: Alberto Saldaña Trujillo Fotografia de portada: FotografiaDalla-Corte de la hacienda de Raboso, 1921. Archivo Emilio Maurer Finance, Atlixco. Serie lll-6.

@ DR. Benemérita Universiadad Autónoma de Puebla Cuerpo Académico de Estudios Históricos 4 Sur 104, Puebla, Puebla C.P. 72000,Gabriela Teléfono 07(222l, 229 55OO O DR. El Colegio de Tlaxcala, A.C. Av. Melchor Ocampo 28, San Pablo Apetaütlán, Tlaxcala. C.P. 90600, Tel: 01(246) 46 4 58 74,46 477 25,46 477 26, etx. 202 Correo electrónico: [email protected] http ://www.coltlax.edu. mx

lmpreso en México / P ri nted i n Mexi co índice

Estudio introductorio Evelyne Sanchez 7

Del actor a la red: análisis de redes e interdisciplinariedad Michel Bertrand 23

Atrapados por el procedimiento. Un proceso inquisitorial como espacio para eljuego de estrategias Edgar lván Mondragón Aguilera 41.

Los pardos venezolanos, éheterodoxos o defensores del orden social? Una revisión necesaria en el contexto de las conmemo- raciones de la lndependencia Frédérique Langue Caballero 77

La conformación de los ayuntamientos consütucionales en los pueblos indios de la jurisdicción de San Juan de los Llanos, Puebla. 1765-L824 Lídia E. Gómez García 99

De la irracionalidad de la ley a la racionalidad del actor. Conflicto y negociación en la Asamblea Constituyente de 1856 Evelyne Sanchez I37

Expositores poblanosDalla-Corte en los escenarios internacionales en la segunda mitad del siglo XIX María de Lourdes Herrera Feria 163

Extranjeros en el de entreguerras. Actores y disputas en el proyecto nacional en el Chaco Boreal Gabriela Dalla Corte zOt

LaGabriela nación desde los actores locales: actores políücos en la evo- lución de la políüca agrarista de alcance nacional. L9I2-L938 Mariano Torres Bautista 237

Ni agua municipal ni agua nacional: actores y configuración del servicio de agua potable en la ciudad de Puebla, 1939-1999 Enrique Guillermo Muñoz 25t Extranjeros en el Paraguay de entreguerras.

Actores y disputas en el proyecto

nacional en el Chaco Boreall

Gobriela Dalla Corte2

lntroducción Caballero La política de tierras implementada en Paraguay en las úlümas décadas del siglo XIX ha sido uno de los temas centrales de los debates de la siguiente centuria y de lo que va del siglo XXl. Diversos autores han señalado que la privatización de las üerras fiscales y la generación de latifundios, dos fenómenos que fueran interpretados en su momento como sinónimo del progreso indefinido del nuevo Estado Nacional paraguayo,3 fue en reali- dad consecuencia de la postración económica y demográfica en que quedó sumido el país tras la guerra de la Triple Alianza.a La gran guerra contra Brasil, Argenüna y Uruguay de los años 1865 a L87O es relevada como el punto de inflexión entre Dalla-Corteun país que había mantenido con relaüvo éxito su autonomía en medio del aislamiento, y la construcción de uno de los más endebles y pobres de América Latina. Formulada y defendida desde perspecüvas dispares, aquella hipótesis parte de la idea de que la socie- dad paraguaya se caracterizó por un constante desequilibrio entre los sexos durante la posguerra al quedar constituida por mujeres, ancianos y niños que sobrevivieron con grandes penalidades los años de la organización del Estado Gabrielay de la Nación.s

1 Este trabajo ha sido posible gracias a una beca de estadía de invesügación fuera de Catalunya (BE- DGR) de la Agéncia de Gestió d'Ajuts Universitaris ide Recerca (AGAUR), Exp.2009 BE!,00t72. 2 TEIAA/Universitat de Barcelono 3 Monte Domecq, por ejemplo, fusionó los conceptos de progreso, civilización y capitales extranje- ros al defender la vitalidad del proyecto nacional de entreguerras; MONTE DOMECQ, 1911; también PILLADO, 1910, pp. II4-I2O; aÁtZ, tgZl. 4 KLETNPENNTNG, 1984; VÁZQUEZ, 2006. 5 Véase entre otros el ya clásico trabajo de POTTHAST-JUTKEII 1996.

20L La literatura resultante puntualiza que la dirigencia paraguaya enfrentó el contraste entre la preguerra y la primera posguerra, vendiendo territorios fiscales para reconstruir el arrasado país, política que a la larga generó ma- yor pobreza y desigualdad social.6 Especialmente esta estrategia benefició al sector empresarial conformado por inversionistas extranjeros, en su ma- yoría europeos residentes en Argentina, los cuales aprovecharon la presión ejercida por el sistema financiero británico y por los tenedores de bonos de los emprésütos concedidos a Paraguay entre 1871 y 1872, para apoderarse de las tierras.T De este modo, el Chaco Boreal sería el más afectado por un intenso proceso de privaüzación, como estrategia de recuperación econó- mica nacional. Durante el periodo de entreguerras que va desde I87O a L932, este espacio que fuera nacionalizado y converüdo definitivamente en Chaco paraguayo, después de la guerra contra Bolivia (L932-1935), fue escenario de un intenso proceso de ocupación y del aprovechamiento de sus recursos por parte de empresas tanineras de naturaleza extractiva. El laüfundista más importante del Chaco Boreal, el español Carlos Casado del Alisal, se convirtió en pocos meses en propietario de aproximadamente 2.879 leguas cuadradas ricas en madera de Caballeroquebracho y tanino para las curüembres, apareciendo en la documentación de finales del siglo XIX y principios del siglo XX como el "modelo" empresarial europeo en üerras de frontera.8 El español Carlos Casado del Alisal llegó a Argentina en 1857 y, tras amasar una cuanüosa fortuna al compás de empresas financieras, coloni- zadoras, ferroviarias y de la apropiación de üerras en la ciudad portuaria de Rosario, fundó la Compañía de Tierras Hispano-Paraguaya Limitada, con la que desembarcó en el Chaco Boreal, convirtiéndose en el latifundista más importante del ConoDalla-Corte Sur.e El recorrido del actor empresarial es objeto

5 PASTORE, I972;ÁRATE,1973. Sobre el estado financiero del país después de la gran guerra, véase el informe bancario del gobierno estadounidense: TRIFFIN, 1946. 7 B^Ez,1927; BARRETI, 1978; BENITES, i.901. 8 Véase el informe elaborado en Asunción por BOIX, Emilio (designado por Real Orden de Ministerio de Estado en Misión comercial en la Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil), 1920. 9 GabrielaDALLA CORTE, 2009b. Sobre la descripción de Casado respecto a sus acüvidades bancarias, véase Archivo de la Legislatura de la provincia de Santa Fe, Cámara de Diputados, Exped¡entes, Tomo 1L, 1866, Nota de Carlos Casado sobre el Banco Carlos Casado, Rosario, 1 de marzo de 1855; respuesta de Nicolás Oroño y Juan de Campillo, 16 de marzo de 1866. Cabe señalar que si bien la empresa cambió su nombre en el año 1909 por el de Carlos Casado Limitada Compañía de Tierras Sociedad Anónima, hoy en día conserya, con su antiguo nombre de Hispano-ParaBuaya, la posesión de 450 hectáreas en la zona costera del río Paraguay. Las mensuras actuales que lleva adelante el gobierno paraguayo detectan precisamente esta pequeña porción deüerra chaqueña en manos de La Hispa- no Paraguaya S.A. La empresa Carlos Casado, por su parte, conservó la designación "hispaguaya" para la correspondencia insütucionaly los telegramas, tal como puede verificarse en la documenta- ción recientemente conservada por el Museo Etnográfico Andrés Barbero en Asunción del Paraguay. Agradezco a Adelina Pusineri por este dato. de estudio, a parür del análisis del impacto que tuvo entre las poblaciones indígenas y el espacio chaqueño.10 Para comprender las facilidades otorga- das a la red articulada en torno a Casado en el despliegue de la ocupación del Chaco Boreal, estudiamos la incorporación de esta región a la nación paraguaya cuando el gobierno procedió a "reorganizar" el país durante la primera posguerra. En el primer apartado abordamos la defensa que pre- sentara el paraguayo Gregorio Benites ante el centro financiero de Londres y ante la Santa Sede en la década de l-870, con el objeüvo de rastrear la po- lémica originada a parür de los emprésütos asumidos por el gobierno y que han provocado hasta la actualidad intensos conflictos entre los propietarios de tierra, el estado paraguayo y los grupos indígenas que viven en el Chaco. En el segundo apartado nos acercamos a la descripción del Paraguay que hizo el explorador y científico francés Emmanuel de Bourgade la Dardye a parür de una estancia de dos años (L886-1888 circa) en el país, cuando estudiaba el trazado del ferrocarril Asunción-Costa del Atlánüco, periodo que coincide con la entrega de las tierras chaqueñas fiscales a laüfundistas, de explotación ausenüsta e indirecta, como Carlos Casado del Alisal. En el tercer apartado nos centramos en el papel cumplidoCaballero por los republicanos españoles Matías Alonso Criado y Casado durante la fundación de Nueva España en el marco de la ocupación de los territorios indígenas del Cha- co Boreal. Y en el cuarto y úlümo apartado, dedicamos la atención al rol cumplido por la Santa Sede y por la orden salesiana en la incorporación de los indígenas chaqueños al modelo económico extracüvo de las empresas tanineras. En todos los casos se trata de actores que conforman y/o parücipan de la nueva nación paraguaya que se abre paso en la posguerra de l-870 a 1932, proponiendo todosDalla-Corte ellos una concepción relaüvamente uniforme que era colonizar üerras supuestamente "vacuas" y "desérücas" a través de un modelo cultural y civilizatorio considerado superior, es decir, europeo. En general, nos encontramos ante actores británicos, franceses, españoles o italianos que con disímiles estrategias colaboraran en un ideal común: ocupar el Chaco Boreal para darle la categoría de Chaco paraguayo, pri- vatizar el territorio para salvar las mermadas arcas del estado, y destruir rápidamente las costumbres de las poblaciones indígenas que habitaban la zona paraGabriela convertir a sus miembros en instrumentos úüles a las empresas extractivas. Resulta llamaüvo el espacio de la acción social de esos acto- res que tomaron sus decisiones con información limitada (tanto por des- conocimiento de los pactos en el caso de los acuerdos secretos, como por desconocimiento del territorio y de sus habitantes en el caso del Chaco Bo- real) pero que crearon y recrearon recursos para elaborar estrategias y salir

L0 oLMEDO, 2006; CASACCTA y VÁZQUEZ, L986.

203 airosos en contextos ¡nciertos. La experiencia de esos actores, observada de manera transversal mediante el estudio de las impresiones que ellos mismos dejaron sobre su acción en un espacio que hasta 1880 había sido verdaderamente marginal en proyectos primero coloniales y luego republi- canos, consütuye eltelón de fondo de esta reflexión que otorga un rolcen- tral a las redes que aquellos conformarony/o actualizaron y acüvaron, para dar cuenta de la organización empresarial y espacial en el Chaco Boreal. Estos problemas son estudiados a través del seguimiento de indicios documentales procedentes de reservorios diversos. En primer término, los debates oficiales desarrollados en el seno del comité selecto designado ha- cia 1.875 por el parlamento británico para invesügar los emprésütos conce- didos en la década de 1870 a diversos países latinoamericanos, y editados en los Hansard's Parliamentary Debates. En segundo término, la documen- tación que sobre Paraguay y sobre la condición del clero nacional conserva el Archivio della Sacra Congregazione degli Affari Ecclesiasüci Straordinari {A.E.S.) del Archivio Segreto Vaücano (A.SV.). En tercer término, los oficios confidenciales (O.C.)y ordinarios (O.O.) enviados por la Legación de Chile en Paraguay (LChP) a la cancillería chilena (MRECH)l1Caballero durante las prime- ras décadas del siglo XX y que se conservan en su Archivo General Histó- rico (AGHRE) en Sanüago de Chile. En cuarto término, la biblioteca Carlos Pastore de la Academia Nacional de la Historia Paraguaya que incluye do- cumentación y bibliografia de la políüca de üerras del país desde el siglo XlX. Finalmente, aprovechamos las páginas del periódico español La Van- guordio correspondiente a los años 1886-1901, periodo en que se valorizó en la península, aunque de manera desigual, la experiencia americana de emigrantes hispanos exitosos como Carlos Casado. El contexto en que se mueven los actores comoDalla-Corte un espacio de oportunidades en el que de ma- nera exitosa implementan estrategias de movilización de recursos varios, consütuye el telón de fondo, y al mismo üempo, el campo metodológico que reconsütuye los vínculos tejidos y/o acüvados en el transcurso de la organización empresarial en territorios de frontera.

1. Gregorio Benites y los empréstitos británicos en la inmediata posguerraGabriela (1870-1876) En 187L, poco después de dar por concluida la guerra contra los aliados, el gobierno paraguayo se propuso impulsar la economía del país contratando en el mercado londinense un emprésüto por un millón de libras esterlinas

LL La sigla MRECH sintetiza las disüntas denominaciones del organismo: Ministerio de Relaciones Exteriores, Culto y Colonización (1888-1924), Ministerio de Relaciones Exter¡ores (192a-1930); Mi- nisterio de Relaciones Exteriores y Comercio (1930-19a1); Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Chile (desde 1941). a un interés anual del S%. Fue el primero solicitado por el Paraguay de pos- guerra que pretendía liquidar su deuda flotante, que por entonces ascendía a 2L3.000 libras esterlinas, construir caminos y la línea férrea de Asunción a Villa Rica, reparar edificios públicos destruidos durante el conflicto bélico, y lo más importante: garanüzar un fondo con el cual indemnizar a los países vencedores en el momento en que la comisión mixta nombrada al efecto fijara el monto definitivo. El convenio con los financistas británícos fue fir- mado el 21 de noviembre de L871 por el agente del gobierno paraguayo en la capital británica, el cónsul Máximo Terrero (que había acompañado en su exilio a Juan Manuel de Rosas y a su hija Manuela con quien contrajo ma- trimonio),1t y por la Waring Brothers, empresa especializada en estructu- ras ferroviarias que había sido fundada en 184L por los hermanos Charles, William y Henry Waring, responsables de diversos ensayos ferroviarios en lnglaterra (1858), Portugal, Pernambuco y Recife (1860), Honduras (1870) y Uruguay (1871). Charles Waring (L827-7887) había ingresado al Parlamento británico como representante liberal en un periodo significativoCaballero para la historia pa- raguaya, los años que van de 1865 a 1-868. Con la ayuda de la Waring Bro- thers y de la Victoria Chambers Westminster, que también se especializaba en la construcción de vías férreas, la coüzación del emprésüto asumido por el gobierno paraguayo fue aceptada por los financistas británicos, y la Ro- binson Fleming y Cia emitió los bonos en el mercado londinense. Los fon- dos del emprésüto fueron colocados en una enüdad bancaria de Londres a la orden de la Waring Brothers, y ésta tardó quince días en entregarlos a Máximo Terrero por cuenta del gobierno paraguayo que finalmente recibió 64 libras esterlinas (f ) por cada 100 f de los bonos suscritos, es decir, hasta alcanzar las 640.000 f delDalla-Corte primer millón. El artículo 6 del convenio habilitó a la Waring Brothers a retener en comisión los fondos resultantes de la dife- rencia entre bonos emiüdos y entregados al gobierno paraguayo, mientras el artículo 7 esüpulaba que los contraüstas podrían disponer durante un año de la porción de bonos del empréstito que no hubiesen sido colocados. La Waring Brothers retuvo además 570.500 €. Los financistas británicos se comprometieron a entregar a Terrero, por cuenta del gobierno, el importe de 73 f por cada cien bonos suscritos hasta llegar a 1.000.000 f, colocán- dolos alGabriela público al 85% del total. La diferencia entre 73 y 85 libras por cada bono era en realidad una primera comisión sobre el dinero concedido.13 Este sencillo trámite puso en jaque a Paraguay desde el preciso mo- mento en que se pusieron en venta los bonos en Londres. El precio bajó sistemáücamente en pocos meses. En octubre de 1872los bonos de 100 f

12 Con Manuela tuvo dos hijos, Manuel Máximo (1856) y Rodrigo Tomás (1858). 13 Véase el estudio de WARREN, 2009.

20s tenían un 20% de descuento, en julio de 1873 este descuento ascendía al 45%,y en julio de !874 se cotizaban sólo a L2 f-. Durante dos años el interés y la amorüzación del emprésüto se hicieron con el propio empréstito y du- rante los años 1873 y 1874 se uülizaron los fondos de un nuevo emprésüto por valor de L.640.000 f tomado por el gobierno paraguayo en mayo de L872 gracias a las gestiones de Terrero ante la Robinson Fleming & Cia y la London Banking Association. Una ley promulgada a inicios de 1872 asegu- raba que se uülizarían 1.500.000 pesos fuertes para pagar la deuda interna del país; 300.000 para amortizar el papel moneda en circulación; 700.000 para proteger la agricultura e impulsar la inmigración; 100.000 para reparar el ferrocarril; 50.000 para promocionar la instrucción pública como base de la civilización de la sociedad indígena; otros 50.000 para construir obras públicas; y 500.000 para fundar la insütución que permiüría sostener el proyecto de crear el Banco Nacional que no se llevó a efecto según el mo- delo original.la Los hermanos Waring, encargados de tramitar los contratos y emitir los bonos, formaron un sindicato con la Robinson Fleming y Cia, con el ba- rón Albert Grant, socio de la Grant Brothers &Caballero Cía, y con el parlamentario Samuel Laing.ls Durante la contratación de los emprésütos, Juan Bauüsta Gill García del Barrio se desempeñaba como ministro de Hacienda (1870- 18711y presidente del Senado ll872l. En esos años, ejerciendo la presi- dencia del país Guanes (187L-noviembre de L8741, el paraguayo Gregorio Benites asumió la misión diplomáüca que lo llevó como responsable de la Legación paraguaya ante las potencias europeas. En 1872 Benites llegó como ministro plenípotenciario del Paraguay en Gran Bretaña, Francia, Alemania, ltalia y la Santa Sede para gesüonar el segun- do empréstito solicitadoDalla-Corte por el gobierno. En la capital británica rompió de inmediato relaciones con Terrero, que se negaba a enviar los fondos a Pa- raguay, y lo desütuyó para nombrar en su lugar al abogado británico Leone Levi. Poco después la Waring Brothers comenzó a ser acusada de sobornar a diversos políücos y empresarios para obtener beneficios en las concesio- nes financieras y ferroviarias de Honduras, Costa Rica, República Domini- cana y Paraguay. El escándalo fue tan grande que Charles Waring resultó descalificadoGabriela para presentarse a las elecciones previstas para elaño L874.16

14 A inicios de la década de 1920 se intentó crear el Banco Central del Paraguay; Oficio Confidencial 3 de Legación de Chile en Paraguay (Gonzalo Montt Rivas, Encargado de Ne- gocios de Chile en Paraguay) a MRECH, 4 de abril de 1922, AGHRE, v. 909, de 06-01-1922 a 12-12-1922. 15 RIVAROLA, 7982, pp. 143-L60. 16 En L885 Charles Waring se presentó como candidato por los liberales, razón por la cual decidió publicar al año siguiente algunos artículos de referencia en Fortnightly Review que posteriormente, compiló en el libro State Purchase of Railways dedicado al sistema ferro- viario europeo, indicando que se trataba de uno de los principales servicios a la civilización

206 En diciembre de l-874 se tramitó el caso ante la cancillería para resarcir al menos una parte de los prestamistas privados. En julio de L875 la Cámara de los ComuneslT decidió invesügar a los parlamentarios que parüciparon en la concesión de empréstitos a los países laünoamericanos deudores. El Select Committee on Foreign Loans quedó formado con 17 miembros encabezados por el liberal Henry James (primer barón de Hereford, 1-828- 1"911). Los debates parlamentarios sostenidos por liberales y conservadores en el seno del Se/ect Committee on Foreign Loans muestran el temor por la suerte corrida por los capitales británicos ante el impago de la deuda asumida por el gobierno paraguayo, y los efectos de la interrupción de los trabajos ferroviarios, agrícolas y edilicios en el país laünoamericano.ls Ja- mes aludió a las dificultades paraguayas para cubrir su deuda con empre- sas privadas y con el gobierno británico, al tiempo que afirmaba no haber mantenido comunicación alguna con personas influyentes que estuvieran públicamente vinculadas al caso.le Charles Lewis calificó de escandaloso el hecho de que hubiese llegado al público sólo un tercio del total de los emprésütos, y argumentó que el gobierno paraguayo,Caballero en realidad, había ocultado la elevada deuda pública que ascendía a 47.200.000 f como con- secuencia de la guerra de la Triple Alianza. El conservador Lawrence Palk (primer barón Haldon, 1818-1883, representante por East Devonshire) so- licitó que se leyera una carta defensiva escrita por Charles Waring y argu- mentó que el gobierno paraguayo debía hacer frente a sus obligaciones contractuales con los particulares británicos.20 El representante por West-

que debían dejarse en manos deDalla-Corte las empresas, es decir, de poderes privados, en lugar de ejercer un control estatal; véase WARING,1887, pp. 113-115. 17 Entre sus miembros encontramos a Mr. Lowe (presidente), los vocales Stephen Cave, Mr. Ellice, Mr. Bourke, Mr. Solicitor General, Mr. Watkin Williams (member for the Denbigh Boroughs que funcionó entre 1832-1"918), Mr. Edward Stanhope, Mr. Walter, Sir. Charles Russell, Sir. Charles Mills, Mr. Euleston, y Sir. Henry James, Kirkman Hogdson, Russell Gur- ney, Withbread, William Shaw, Henry Holland. 18 Official Report of debates in U.K. Parliament, Hansard's Parliamentary Debates (3rd Series), Loans to Foreign States, Moüon for a select Committee, HC Deb 23 February 1875, vol222, pp.772-787Gabriela , pp.779-78O. 19 Official Report of debates in U.K. Parliament, Hansard's Parliamentary Debates (3rd Series), Committee on Foreign Loans, Sir Henry James, the Paraguayan Loan, HC Deb 09 April 1-875, vol223, pp. 607-609. Sir HenryJames se refirió a la queja de los representantes paraguayos en Londres, quienes afirmaban que de los dos millones de libras esterlinas habían recibido sólo 239.587; Official Report of debates in U.K. Parliament, Hansard's Parliamentary Debates (3rd Series), Loans to Foreign States, Motion for a select Committee, HC Deb 23 February 1875, vol 222,pp.772-787,pp.779-78O. 20 James se defendió diciendo "l have felt it was very necessary that every member of my profession should carefully guard against allowing his Parliamentary conduct to be in any way influenced by professional considerations", Official Report of debates in U.K. Parlia-

207 minster, Charles Russell, sostuvo que las invesügaciones por fraude eran consecuencia de las dudas generadas por los emprésütos y que estaba en juego la dignidad parlamentaria si se descubría que algunos de los rep.- resentantes habían comeüdo fraude "dentro de sus paredes". El también conservador Lord Claud Hamilton, que se asumiera como parlamentario desde 1874, manteniéndose hasta 1918, es deci¡ a punto de acabar la pri- mera guerra mundial, relacionó este caso con eljuicio que la Waring Broth- ers tenía con la empresa Cracroft & Ohlsen (del intermediarío Charles H. Ohlsen vinculado a los empréstitos paraguayos).21 Aquel difuso debate en el seno del parlamento británico salpicó di- rectamente a Gregorio Benites. Desplazado Jovellanos de la presidencia paraguaya por Juan Bautista Gill (L874-1877), Benites cayó en desgracia. Regresó a Paraguay donde fue acusado de apropiarse indebidamente de parte del emprésüto de 1872. El periódico oficialista La Reforma,lo calificó de 'tómplice de los explotadores del Paraguay", de sustraer los fondos del emprésüto para adquirir bienes personales como un palacio en Río de Ja- neiro, y de dejar al país en la completa miseria.22 El gobierno requisó los bienes de Benites en Villa Rica y lo mantuvo enCaballero prisión durante quince me- ses, además de someterlo a torturas constantes.23 Al ser liberado buscó ref- ugio en Uruguay donde intentó defender su inocencia publicando el folleto titulado Los imposturas de Juan Bauüsto Gill, y el informe del Comité del Parlamento de lnglaterra en la cuesüón emprésütos del Poraguoy, que in- cluso hizo llegar a la Santa Sede,2a y que fuera publicado en 1-876 por la im- prenta montevideana El Siglo.2s Benites esperaba que su informe fuese una Dalla-Corte ment, Hansard's Parliamentary Debates (3rd Seríes), Loans to Foreign States, Motion for a select Committee, HC Deb 08, April 1875, vol223, pp. 501-502. 21 Official Report of debates in U.K. Parliament, Hansard's Parliamentary Debates (3rd Series), personal explanation, HC Deb 12 April 1875, vol 223, pp.724-732. 22 Este hecho coincidió con una revuelta iniciada en Caacupé en diciembre de 1875 durante la cual el presidente Gill ordenó apresar al comandante José D. Molas yfusilar a los sublevados encabezados por el ex ministro del lnterior paraguayo, el general Serrano, además de apresar a Benites y enviar agentes a Londres para conocer la suerte de los emprésütos. Benites fue acusado de abonar arbitra- riamenteGabriela las cuentas pendientes del gobierno con J. y A. Blyth, Burrell y Valpy, Lees, du Graty y Abate París, y, según Benites, "de haber sacrificado al Paraguay en las negociaciones de sus emprésütos. De haber,.en fin, hecho grandes combinaciones políticas, con mi cuñado don Eduardo Aramburu, para las entonces próximas elecciones presidenciales a fin de obtener la presidencia del país". 23 ALBERDT-BEN|TES...20O6; la cita corresponde al tomo 2 (I87L-L876), pp.37L-378. 24 Archivio Segreto Vaticano (en adelante A.SV.), Archivio della Sacra Congregazione degli Affari Ecclesiasüci Straordinari (en adelante A.E.S.), Paraguay, 1876, Pos. 13, Fasc. 135. En este expediente se encuentra el "lnforme del Comité del Parlamento de lnglaterra sobre los empréstitos del Paraguay. Traducción empréstito del Paraguay de L87L", reproducido en BENITES, t876, pp.22-23. 25 Hizo referencia a la redacción de este informe en Epistolario inédito, G.B. a J.B.A., Mon- tevideo, 27 de junio de 1876, pp.428-433, y 12 de julio de L876, t. ll, pp. 439-445.

208 "oportunidad para recuperar mi libertad confiscada ignominiosamente por elgobíerno autómata del presidente don Juan Bauüsta Gill".26 El paraguayo escribió que el texto era "un poco más extenso de lo que habría deseado, pero me ha parecido conveniente no omiür nada de su contenido".?7 En general el informe conüene una multiplicidad de actores y escenarios de posguerra que desnudan la presión ejercida por los intereses financieros británicos sobre Paraguay y la respuesta que este país dio a su nueva sit- uación en el contexto internacional. En efecto, Benites reprodujo una mi- siva del abogado británico Leone Levi, y de Lewis Muns & Longden, sobre la que también hiciera referencia su amígo personal, el político argentino Juan Bauüsta Alberdi en L876,28 y una carta de este úlümo fechada en febrero de 1876 liberándolo de toda responsabilidad en las acusaciones formula- das por Juan Bautista Gill. Según Alberdi, los empréstitos sudamericanos se habían fundado en la retención fraudulenta del dinero en Londres para emplearlo en el pago de los intereses. En el caso paraguayo, la negociación no había sido obra de Benites sino de Terrero.2e Alberdi, que era especialmente críüco respecto a los acuerdos secretos a los que llegaron los aliados en 1865, defendió la Caballeroinocencia de Benites y afirmó que el propio gobierno paraguayo había aceptado en 1872la figura jurídica de la recompra impuesta "secretamente por los negociadores como condición esencial de la negociación" de la paz. Escribió que tras conocer la emisión de los empréstitos fue elgobierno el que raüficó y confirmó la rec- ompra en el Blue Book on Foreign Loans.3o Al mismo üempo, en la defensa personal y pública de Benites es fácil detectar el peso que por entonces tuvo la política de obtención de fondos por la vía de los recursos extraordinarios implementada y yerbales a través de Dalla-Cortela venta de tierras fiscales de consid-

26 Benites aprovechó el contacto previo mantenido con la Santa Sede para acordar con el Pontífice el nombramiento de un obispo para la diócesis de Asunción; A.Sy., A.E.S., Paraguay, 1876, Pos. 13, Fasc. 135, "Defensa que el señor Gregorio Benites hace contra las *&, graves acusaciones efectuadas contra su misión de contratar a nombre de la República deJ .# Paraguay unGabriela empréstito en lnglaterra". *; Sff 27 Epistolorio inédito, G.B. a J.B.A., 15 de noviembre de 1876, t. ll, pp. 509-510. .-'';*i- 28 Epistolor¡o inédito, G.B. a J.B.A., 2 de mayo de 1876, t. ll, pp. 385-390. 29 Epistolario inédito, J.B.A. a G.8., París, 8 de enero de 1876, pp. 340-341, y J.B.A. a G.B, París, 11 de febrero de 1876, pp.344-345. 30 La posición del intelectual puede verse en ALBERDI, 1962, que reproduce el texto y co- mentario del Tratado Secreto de la Triple Alianza contra el Paraguay firmado el 1 de mayo de 1865 según la traducción literal del texto publicado por el gobierno británico. El texto incluye tres escritos de Alberdi del año 1865: "Las dimensiones de las Repúblicas del Plata y las maquinaciones del Brasil"; "Los intereses argenünos en la guerra del Paraguay con el Brasil" y "Crisis permanente de las Repúblicas del Plata", que originariamente llevaron por título "El lmperio del Brasil ante la democracia de América".

209 erados 'tapital muerto e inmovilizado", así como la relación que Benites encontraba entre la políüca de Gilly la banca de Mauá y Cía.31 En el informe Benites hizo referencia a los crudos debates parlamentar- ios británicos sostenidos entre 1874y L875,y recordó que apenas llegado a la capital británica en!872 había observado con sorpresa que su gobierno no había hecho ninguna provisión de fondos alternaüvos para saüsfacer sus compromisos con los tenedores de bonos. De este modo, tanto la sociedad paraguaya, como los financistas británicos eran "víctimas de esa políüca desleal" de Gill que había dado "funestos resultados" al comprometer al pueblo "a pagar con el sudor de sus hijos esas obligaciones contraídas en su nombre y por su cuenta". Según Benites, Gill era responsable de "la em- presa de explotación del Paraguay", ya que en el momento de contratar los empréstitos se desempeñaba como ministro de Hacienda.32 En marzo de 1876 tuvo lugar en Londres la firma del convenio entre el comisionado especial Cándido Bareiro, la corporación de tenedores de bonos extranjeros que tenían preferencia en caso de pago del capital (Coun- cil of Foreing Bondholders)33 y el Banco Nacional del Paraguay Limitado.3a El convenio se aprobó en Asunción en junio de eseCaballero mismo año y las medidas implementadas llevaron a Benites a señalar que el valor de las tierras en cuesüón superaba por mucho, el monto que el gobierno paraguayo debía a los inversores británicos, pero que la estrategia de venta no aseguraba en realidad la recuperación económica del país. Denunció con claridad que las üerras fiscales habían comenzado a ser puestas a dísposición de los espe- culadores e inversores establecidos en su gran mayoría fuera de Paraguay:

"Los terrenos fiscales según la Memoria del Ministro de Hacienda presentada a las Cámaras se componen de 20.000 leguas cuadra- das, casi igualDalla-Corte a 115.000.000 de acres, de las cuales 14.000 leguas

31. Epistolorio inédito, 10 de junio de 1876, t. ll, pp. 419-422. 32 Según Benites, Gill había aprovechado los servicios de Sinforiano Alcorta, el cónsul argenüno establecido en Asunción en t874, así como de "Máximo Terrero, Robinson Fle- ming y Cía, Charles Waring, J. y A. Blyth, dr. [Leone] Levi, Lewis, Muns & Longden, en la recompraGabriela de bonos paraguayos y especulaciones con ellos"; BENITES, 1876. Decreto de 23 de junio de 1876, presidente Juan Bautista Gill y , y "Empréstitos de 187L y 7872, República del Paraguay, convenio de 23 de marzo de 7875", Registro Oficial de la República del Paraguay, 1.869-1885, Editores Fischer y Quell, Asun- ción, 1887, p. 94 y pp. 97 -LO2. 33 Los poseedores de bonos (boneholders) reciben en general un interés regular por los pagos como retorno del capital principal. 34 El Banco Nacional del Paraguay Limitado fue creado en 7874 con una duración inicial de medio siglo. Fue sustituido en 1878 por el Banco del Paraguay; en 1881 por el Banco Nacional del Paraguay S.A.; en 1883 por el Banco Nacional del Paraguay; en 1887 por el Banco Hipotecario; en L947 por el Banco del Paraguay, y en 1951 por el Banco Nacional de Fomento.

2LO están cubiertas con bosques de rica y variada especie de árboles, un sinnúmero de productos industriales y una vasta zona de terreno magnífico y fértil que contiene el mate (té de la lndia), y 6.000 le- guas son de propiedades privadas en que se culüvan eltabaco, caña de azúcar, arroz, algodón, café, maíz y otros productos agrícolas, y con magníficos campos criaderos. Estas propiedades son valoradas en 176.000.000 pesos fuertes, o sea, más de 35.000.000 libras es- terlinas".3s

Pese a la políüca de estado, la deuda con los tenedores de los bonos no se canceló. Se sumaba a esta situación otro hecho. Benites advirüó que la garantía de los emprésütos incorporada por el gobierno era verdadera- mente espúrea: se había jusüficado el pedido de fondos a Londres argu- mentando que el país disponía de üerras vírgenes en la zona de fronteras, y que estas fronteras estaban plenamente garanüzadas respecto a Bolivia y Brasil. Además, en el preciso momento en que Benites publicó su informe, elgobierno se sometió a la mediación estadounidenseCaballero en la llamada "cues- üón territorial del Paraguay" en la zona fronteriza del río Pilcomayo que permitió dejar a Argenüna en posesión del Chaco Central (Territorio Na- cíonal del Chaco, hoy provincia) y Austral (Territorio Nacional de Formosa, hoy provincia).36 En la década de 1890 Gregorio Benites volvió al poder de la mano de la Asociación Nacional Republicana, la facción política que aca- baría siendo conocida con el nombre más popular de Partido Colorado.3T Fue nombrado presidente del Superior Tribunal de iusücia y luego canciller durante la presidencia de Marcos Morínigo (1894). Fue Benites uno de los interesados en resolver el conflicto en el Chaco Boreal al parücipar en la redacción de los tratados Dalla-Cortede límites de noviembre de 1894 para conservar Fuerte Olimpo, sin lograr que Bolivia firmara el pacto sustentado por Telmo lchaso.38

2. Elfrancés Emmanuelde Bourgade la Dardye en elChaco Boreal (188s-188e) El gobiernoGabriela paraguayo intentó solucionar la carencia de recursos con empréstitos hasta que diez años después de la detención de Benites, en L885, el presidente Bernardino Caballero (4 de setiembre de 1880 al 25 de noviembre de L886) decidió incenüvar la venta de üerras para obtener fon- dos. Una ley promulgada en julio de 1885 dividió las üerras fiscales en cinco t

I ) 35 BENITES, t876, p.43 I 36 Epistolaiio inédito,Si. nn¿r¿, 3 de noviembre de 1876, t. ll, pp. 507-509. I 37 Benites volvió a ser apresado en 1904, esta vez por el partido Líberal. 38 SCAVONE, 2004, se basa en el informe de BENITES, 1895.

2L7 clases en función de su fertilidad, y calculó su valor en pesos paraguayos la legua cuadrada y en piastras (equivalentes al dólar) la hectárea.3e El decreto reglamentario de la ley de venta de los territorios del Chaco se sancionó en 1886 y afectó especialmente a las üerras reservadas sobre el río Paraguay entre Villa Concepción y San Salvador.ao José Segundo Decoud recibió la orden de resolver la deuda paraguaya en el mercado financíero británico mediante la puesta en venta de 500 leguas de üerras chaqueñas (equiva- lentes a2.177.344 acres), sobre las que el país alegaba jurisdicción. Decoud fue enviado a Londres para entrevistarse con los tenedores de bonos. El gobierno creía que la privaüzación de tierras chaqueñas permitiría valorizar el país y, al mismo tiempo, afrontar los compromisos asumidos quince años antes con el mercado londinense.al Ya en Londres, Decoud acordó reducir el capital a la mitad y cancelar los bonos en poder de los portadores. En pocos meses, entre 1885 y L886, se vendieron üerras chaqueñas de tercera, cuarta y quinta clase a muy bajo precio. Pero pese a la prisa de un modelo que propició la formación de grandes compañías (entre otras Société Paraguayo-Argentine;Caballero New York and Paraguay Co.; S.A. Quebrachales Fusionados; Paraguay Land & Co.; Sindicato Puerto Guarany; Banque Territoriale; lndustrial Paraguaya yerba mate Cruz de Malta; Thomas Larengeira o T.L.; Patri & Co.; la Hispano-Pa- raguaya conocida luego como Carlos Casado S.A.), la deuda del país no se saldó. No obstante, la actividad producüva jusüficó la aparición de obras como la de Alejandro Audibert que defendió el dominio paraguayo sobre el Chaco Boreal,a2 o de exploradores extranjeros que visitaron la región. Fue elcaso, por ejemplo, delfrancés Emmanuelde Bourgade la Dardye que llegó a Asunción hacia 1885 para analizar la situación económica, políüca y social de un país que creíaDalla-Corte incorporado al "progreso nacional".

39 Asf los precios por legua cuadrada fueron 51.200 en la primera clase (0,640 p¡astras la ha); 5800 en la segunda (0,426 piastras la ha); 5300 en la tercera (0,160 piastras la ha); 5200 en la cuarta (0,106 piastras la ha); y 5100 en la quinta (0,053 piastras la ha). 40 "Venta de las reservas de tierras en el Chacq 1 de seüembre de 1-886", Registro Oficial de laGabriela República del Poraguay, 7886, Editores Fischer y Quell, Asunción, pp. 92-93. 41 DE BOURGADE, 1889, pp. L78-179. Este libro fue reeditado en Asunción por la Editorial Arte Nuevo y Embajada de Francia en Paraguay en el año 2009, con la traducción al espa- ñol de Erich Fisbach que fuera agregado cultural adjunto entre 1984 y 1985. 42 AUDIBERI, 1892. Audibert nació en Acahay y estudió en el Colegio Nacional de Bartolo- mé Mitre obteniendo el grado de doctor en jurisprudencia en la UBA en 1883. A su regreso a Paraguay asumió la presidencia del Superior Tribunal de Justicia; posteriormente, se le acusó de censurar a la prensa paraguaya y fue destituido del Senado. Fue redactor de F/ lndependiente, Lo Opinión, La Democracio y El Pueblo. En 1892 se encontraba exiliado en la capital argentina. En 1895 ingresó como diputado al Congreso paraguayo, fue decano de la Facultad de Derecho, canciller y ministro plenipotenciario en Buenos Aires, además de presidir el Partído Liberal desde la oposición. El análisis de las interpretaciones de Emmanuel de Bourgade la Dardye mrrrece una atención especial ya que el explorador se presentó a sí mismo como:

"le premier á fournir des notions exactes sur l'intérieur du pays, dans lequel aucun Européen n'a encore pu pénétrer comme moi", y con- cluyó que "le gouvernement entra dans la voie pratique des réfor- mes, et qu'une grande idée financiére habilement développée vint mettre le pays dans la voie économique qu'il suit aujourd'hui".a3

De Bourgade la Dardye aprovechó el materialfotográfico que le cediera el cónsul general de Bélgica en Paraguay, M. Oostendorp, asícomo la infor- mación brindada por Louis Monier que se había apoyado en M. de Mall- mann y en los trabajos desarrollados por el barón alemán Justus Von Liebig (1-803-L873), especialista en química orgánica que, interesado por utilizar las riquezas ganaderas americanas para alimentar a la población europea, diera origen a la Liebig's Extract of Meat Company Limited (Lemco) en Fray Bentos (Uruguay) en el año 1865. Gracias a la colaboraciónCaballero de empresarios como Von Liebig,oo que se habían mostrado interesados en inverür en el Río de la Plata, o del propio presidente Bernardino Caballero a quien de Bourgade la Dardye dedicó su obra, el francés permaneció dos años en Asunción con el objeüvo de diseñar una vía férrea que uniese la ciudad con elAtlánüco. Después de más de tres años de observaciones y exploraciones a ambos lados del río Paraguay, de Bourgade la Dardye publicó una importante obra en la que afirmó que: "il n'existe plus une seule parcelle fiscale á vendre sur le territoire". Con inteligenciaDalla-Corte señaló que las dos medidas más impor- tantes de la época, es decir, la ley de 1885 y el envío de Decoud a Londres para resolver la deuda, debían ser observadas de manera absolutamente coodinada: "Ces deux mesures connexes étaient inümement liées l'une á l'autre, et le succés de la seconde dépendait du résultat de la premiére". [e Poraguay, título elegido para el libro, propone la unidad geográfica de un Gabriela 43 DE BOURGADE, 1889, p.9, pp. 775-L96. 44 Von Liebig empezó a criar ganado en diversas estancias paraguayas hasta que se decidió en L922 a hacerse cargo de la Compañía Paraguaya de Frigorífico y Carnes Conservadas que exportaba casi dos millones de kg de extracto de carne al mercado internacional. Desde 1903 funcionaba una sede en Colón, localidad de la provincia de Entre Ríos. En seüembre de 1923 abrió sus puertas la tercera sede en Zeballos-cué (distrito de Santísima Trinidad). Las praderas rioplatenses sirvieron así para disminuir la desnutríción europea gracias a su carne concentrada que llegó a todos los puertos del mundo. La Liebig's produjo el 'torned- beef" y mantuvo un servicio de embarcaciones hacia la Argenüna, lo que le ha permiüdo hasta la actualidad liderar las estadísticas de la producción frigorífica paraguaya. Es la empresa más famosa especializada en extracto de carne de la región.

2L3 país que en los hechos manüene marcadas diferencias entre el oriente y el occidente, y reconoce también el poder ejercido por el gobierno argenüno representado por Julio A. Roca sobre el país vecino en cuanto a la venta indiscriminada del patrimonio territorial a un escaso número de inversio- nistas de nuevo cuño.as En las páginas de Bourgade la Dardye se observa un concienzudo aná- lisis de las dos zonas, oriental y occidental, con interesantes observaciones sobre la naturaleza de los pobladores indígenas cercanos al río Apa y su potencialidad para incorporarse al mercado laboral.a6 También el puerto de Villa Concepción (antes Villa Real); los bosques que bordeaban el río Paraguay; la región chaqueña en la zona del Pilcomayo; las construcciones en Villa Encarnación y la situación de Bahía Negra en el Alto Paraguay. Las solitudes chaqueñas carecían de una delimitación natural para establecer la demarcación con Bolivia pero para el gobierno las üerras eran su úni- ca mercancía: "pour cela deux choses éta¡ent nécessaires: offrir dans des condiüons acceptables et süres la marchandise dont elle pouvait disposeri c'est-á-dire, ses terres, et, selon lieu, relever son crédit pour valoriser son offre". Ambos ejércitos intentaban desde 1888Caballero garanüzar sus posesiones en la zona desde el fortín de Bahía Negra hasta el río Apa. Puerto Chama- coco (así llamado en honor a los indígenas de la zona, bauüzado Puerto Pacheco por los bolivianos, renombrado Bahía Negra por los paraguayos) ya era la cabecera de un e5pacio donde los indígenas, algunos considerados belicosos frente a los que mostraban mayor docilidad, lentamente se iban incorporando a los centros tanineros:

bandes d'indiens, encore trés féroces. Sur la rive gauche, ces sauva- ges appartiennentDalla-Corte á la tribu des Cadjuevos; sur la rive droite et du nord au sud, á celles des Chamacocos, des Angaites et des Sanapa- nas. Les Sanapanas commencent á s'adoucir et á venir travailler dans les obrajes. Quant aux Chamacocos, ils ont conservé jusqu'á présent les insüncts les plus belliqueux et sont conünuellement en guerre avec leurs voisins.aT

Si el Chaco pareció superficialmente la solución para el país durante la posguerra,Gabriela elgobierno paraguayo se vio obligado a resolver un importante problema añadido a la venta y a la ocupación de las üerras. Nos referi-

45 "En 1885 la République Argentine, toute voisine du Paraguay, éta¡t entrainée, sous la présidence du général Roca, dans un grand mouvement de développement qui avait produit en trés peu de temps une valorisaüon immense de ces terrains", DE BOURGADE, 1889, pp. 170-180. 46 DE BOURGADE, 1889, pp. 15-15. 47 DE BOURGADE, 1889, referencias en pp. 63-71, pp. 107-108.

2L4 el mos a la reconstrucc¡ón de los archivos en los que se habían registrado to las mensuras y la distribución de la propiedad inmobiliaria. El gobierno ta desconocía la geografia chaqueña ya que faltaban los planos de los lotes. o- Según de Bourgade la Dardye, Paraguay debía seguir el camino argenüno: "ll s'agissait pour le gouvernement paraguayen de mettre á profit les for- a- ces qui développaient la République voisine et d'essayer d'en détourner 3S une parüe vers son territoire". Fueron agrónomos e ingenieros extranjeros, ;u muchos de ellos de origen argentino, los encargados de poner en marcha to una invesügación relaüvamente sencilla sobre la ubicación de los predios to en venta, después de comprobar que numerosas familias habían perecido 3S durante la guerra de la Triple Alianza, y que buena parte de las üerras antes ts privadas habían vuelto al control del estado. Sobre las tierras chaqueñas se 3r ubicaron centros tanineros calificados incorrectamente por de Bourgade la li- Dardye como "colonias" si pensamos que el territorio era verdaderamente 3S impropio para la colonización. Esos centros procuraban vencer importan- lft tes obstáculos: la enorme distancia respecto de la capital, la carencia de )n agua potable y la falta de pendiente de los terrenosCaballero inundables en época -rs de lluvias, entre otros. a- En aquel proceso de ocupación territorial aparece con fuerza la descrip- !o ción de la acüvidad industrial de los puertos Casado y Monte que estaban s) en manos de la compañía La Hispano-Paraguaya, el primero asídenomina- )s do por el español Carlos Casado y el segundo por el también español José tn Monte:

"il est donc aujourd'hui facile de s'y rendre et méme de s'y insta- a- ller pour les visiter. Au-dessous des falaises d'ltapucu-Guazu, est lu l'ancienne gardeDalla-Corte de Francia, en face la colonie Monte, et á deux t- lieues plus bas Puerto Casado, d'oü l'on apergoit les cimes des Cerros 'ts Morados, qui forment sur la rive gauche les derniers échelons de la 'lt sierra de las Quinze Puntas".a8 "e En el siguiente apartado observamos la actuación de los españoles como actores extranjeros, asícomo las acciones de uno de los colaborado- a res de Casado, el republicano Matías Alonso Criado. e Gabriela i- 3. Nueva España: Matías Alonso Criado en el Chaco Boreal (1886-1890)

La acüvidad empresarial de Carlos Casado en el Chaco Boreal fue valoriza- da por medios periodísticos hispanos como La Vonguardio que, por ejem- t5 plo, puntualizó en 1886 que el hecho de adquirir tierras fiscales chaqueñas it

48 DE BOURGADE, 1889, p.75.

215 le había permitido catapultarse como uno de los latifundistas más impor- tantes del continente. Después de desempeñar acüvidades financieras, o- lonizadoras y de construir un ferrocarril en Argentina, había saltado a lc "fronteras del Plata, Bolivia, Paraguay y Brasil", es decir, al Chaco Boreal:

"cuando se presentó en Londres ofreciendo una propiedad de 2.üI) leguas, los agentes le tuvieron por loco...poco después [fue] consi- derado como uno de los hombres más ricos del mundo", señaló Lo Vanguardia en 1886 para afirmar tres años después que "el señor Casado es el primer propietario territorial de esta república y acaso del mundo, pues ignoramos cuál otro poseerá tres mil leguas de üe' rra".49

Casado hizo uso de una extensa red formada por los representantes más destacados de la comunidad española en Argenüna; asícomo de una red de testaferros que le permiüó eludir las leyes de üerras paraguayas. En el primer caso, acompañaron a Casado en la ocupación del Chaco su concu- ñado, Manuel Castilla y Portugal,so vicepresidenteCaballero del Club Español; al abo' gado republicano J. Daniel lnfante;sl al abogado catalán Joaquín Fillol; al abogado Eugenio Pérez, miembro de la élite local rosarina y presidente del ferrocarril de Casado; alabogado republicano RafaelCalzada que represen- taba al empresario español en Buenos Aires; al ingeniero lgnacio Firmat; y especialmente al republicano Juan de Cominges y Prat. En el segundo caso, hallamos a españoles que conformaron una red de comisionistas y desembarcaron en Asunción para adquirir üerras chaqueñas. El testaferro José Monte compró diez lotes numerados del 70 al 79 que sirvieron para la fundación de PuertoDalla-Corte Casado. El contador Juan María Bigorday medió en la adquisición de dos lotes; el sobrino de Casado, Carlos María Palacios Sastre, compró diez lotes; Eloy Palacios un lote; Desiderio Marquardt y Fe- derico Henrich el lote 184; los hermanosJoséyJuan Dam diez lotesdel8l al 90y elL76; y Cecilio Rodríguez el lote 152. Un lugar especial lo ocupa la compañía de Fernando Larrucea y Gaztañazatorre (formada por Daniel Gabriela 49 La Vonguardia, lunes 20 de sepüembre de 1886; martes 23 de julio de 1889, p. 3. 50 Manuel Castilla y Portugal era hermano de Antonio, el esposo de Genara Sastre Aram- buru, hermana de Ramona Sastre Aramburu, a su vez casada con Carlos Casado del Alisal. 51 J. Daniel lnfante levantó el inventario de bienes de los Casado-Sastre en 1899, además de hacerse cargo de disponer de los mandatos post-mortem de Casado. Como hemos demostrado en otros trabajos, participó como vocal de la primera junta consultiva del par- tido políüco santafesino Liga del Sur -predecesor del Partido Demócrata Progresista (PDP), liderado por el abogado Lisandro de la Torre-, que fue fundado el 20 de noviembre de 1908. se desempeñó como intendente municipal de Rosario durante seis meses tras ser designado por el gobierno provincial santafesino, entonces controlado por la Unión Cívica Radical (UCR), y gracias a la reforma electoral de L9L2; DALLA, 2O07, pp. t55-2O7.

216 )r- Larrucea, Ladislao Monte, Higinio M. Alegre y Gabriel Castet) que adquirió o- 60 lotes contiguos, cuando la ley de üerras paraguaya prohibía esta prác- as tica.s2 En 1889, mientras de Bourgade la Dardye daba a conocer Paraguay al mundo, Casado visitó por primera vez sus posesiones en el Chaco Boreal. l0 Junto a Matías Alonso Criado, Casado remontó el río con una numerosa s¡- comiüva conducida por los vapores Bolivia, Doña Ramona (por su esposa) La y Eduardo l, que lucían sobre sus mástiles las banderas española, paragua- or ya, argenüna y boliviana. En la comitiva estaban de Cominges y el explora- so dor italiano Guido Boggiani.s3 También Eduardo, Genara y Casilda Casado e- Sastre, tres de los hijos e hijas de Casado; el esposo de Casilda, Manuel B. Goñi; el testaferro José Monte, su esposa Emiliana y Jesús Monte; el tes- taferro Higinio M. Alegre; el baqueano Pedro iuan Ferrer; los capitanes de -rs barcos Lorenzo Lezán y Francisco Vicente; los maquinistas José Studder y la John Keihor; el prácüco Pablo Dcblillo; o el comisario Enrique Lazzeri. lban in con ellos los políücos paraguayos encargados de la venta de las üerras fis- J- cales chaqueñas en Londres para negociar la deuda paraguaya de 1-871 y )- L872, es decir; José Segundo Decoud, Antonio QuijarroCaballero y Edmundo Reg- al nolds. Se hallaban presentes A. Cusmanioth, l. F. Cristophersen, Antonio el Farnicn, José Franco, Constancia Area, Eduardo José de Blasi, María Santa 'l- Fe, J. J. Terrera, Joaquín Muñoz, Manuel Fernández, y Antonio Texeira de t; Carbalho. Ramona Sastre y Adolfina Martínez de Alonso Criado actuaron lo de madrinas.sa v 'o 'a 52 Numerados2I,32,44,50,80,91, L02, I24,135, 151, L52,L70,L7I,179,783,189,222, n 223,225,226,227,228,229,230,23r,232,233,234,237,238,239,240,24r,242,243,Dalla-Corte ,s 244,245,246,247,248,249,25O,251,252,253,254,255,256,257,258,259,260,26L, -¡- 262,263,264,265,266,267 y 268; Memoria que el directorio provisorio del Banco Pro- T vincial de Santo Fe, representado por el secretario Eudoro Corrasco, presento a los señores Eudoro Carrasco. También a occionistos el 70 de seüembre de 7874. Rosario, lmprenta de el "Poder General de la Compañía Ferrocarril Oeste Santafesino (directorio de la sociedad _rl anónima represéntado por el presidente Eugenio Pérezy por el secretarío Juan Arrosaga- ray, según decreto del Poder Ejecuüvo provincial del 19 de diciembre de 188L) a Carlos Casado del Alisal, 12 de julio de 1886", escribano Javier Munuce, tesügos Pedro Mancera y Juan Arrosagaray,Gabriela en Archivo de Protocolos Notariales, Colegio de Escribanos de la Provin- cia de Santa Fe, Segunda Circunscripción (APN-R), tomo 2 (28 abril a 11 agosto), año 1886; l- véase DALLA, 2009a, pp. 13-54. t. 53 El pionero italiano Guido Boggiani elaboró las más significativas fotografias y análisis is etnográficos de los indígenas chaqueños. Fue asesinado en 1902. rs 54 Adhirieron al acta dé fundación, desde Asunción: Nicolás Ángulo, Ricardo Bragada, V. r- R. d'Oliveira, lsidoro Alvarez, Antonio Cardús, Joaquín Briones, Eduardo liriarte, Manuel ,), San Martín, Primo Fernandez, Laudilio Alió, José Fuster, Miguel Prats, Pedro Cabrera, José e M. Prado, Enrique Uriarte, lsidoro Monte, Victorino Abente, Marcelino Jorba, Ramón Zu- rr bizarreta, Fermín Guerrero, Vicente Zorazabal, Flobiano García Rubio, Antonio Guerrero, a Francisco Angulo, el doctor Fernández, José Urdulis, Emilio Prats, Benigno Barrena, Fran- cisco Villamil, Juan Oliver Millet, Andrés Luces, Victoriano Abente, Antonio Canadell, Beni-

2L7 Casado bautizó la zona a perpetuidad con el nombre de Nueva España. ( La Vanguordio hizo eco de la fiesta organizada en el Alto Paraguay durante I la cual se brindó por la fraternidad de raza hispanoamericana, y se redactó I un acta que refrendaba la fundación del 'tentro de progreso" chaqueño. La i elección del 2 de mayo de 1889 para fundar Nueva Españo respondía, en I realidad, al recuerdo histórico de la efeméride del año 1808'tomo acto de virilidad nacional y patriótica del pueblo de Madrid". Se trataba de conme- morar en las tierras "salvajes" del Alto Paraguay el levantamiento español contra Napoleón Bonaparte, asícomo expandir la causa española en terri- torios americanos no conquistados. Nueva España se extendía desde San Salvador hasta las inmediaciones de Fuerte Olimpo, entre los lotes 45 y 50 (23' a 40'frente a Villa Concep- ción) y consistía en nueve centros industriales llamados Puerto Palacios, por el cuñado de Ramona; Puerto Goñi por su yerno, Manuel B. Goñi; Peña Hermosa o Calera; San José, por el hermano de Casado, el pintor de la mo- narquía hispana José Casado del Alisal; Puerto IVlonte, por el testaferro José Monte; Puerto Sastre, por Ramona; Puerto Angel, por otro hermano de Casado; y, finalmente, la Colonia San Carlos, porCaballero el padre del empresario, y Puerto Casado, por su apellido, donde funcionaban dos importantes ase- rraderos.ss La zona representaba la reconciliación de "madre e hija" como un "eslabón civilizador para el progreso" comercial, agrícola e industrial del país. Estas poblaciones permanentes permiürían, según reza el acta, la "regeneración de la raza indígena" en las desiertas regiones chaqueñas. Casado simbolizaba entonces "el restablecimiento de las vías de comunica- ción recorridas por los españoles desde el siglo XVl".s6 La fundación de Nueva España, pese a la importancía simbólica que tuvo en Argentina y Paraguay,Dalla-Corte pasó desapercibida en la península. La Van- guardio sólo mencionó que Nueva España designaba "vastísimos territo- rios del Paraguay, ayer sólo ocupados por espléndida vegetación, habitados hoy por míllares de hombres, los cuales consütuyen crecido número de pueblos industriosos y trabajadores"; que la posesión estaba ubicada en el camino que conquistadores y jesuitas recorrían desde el siglo XVI para comunicarse con Perú; y que el progreso de la zona sólo era resultado de la iniciativaGabriela de empresarios como Casado o de intelectuales como Alonso to Martín, José Roa y Roa, Nonito Brugada, Agustín Gras, Francisco Turro, Manuel Beltrán, Francisco Tuva, lldefonso Roca, Ramón Abella, Fabián Ortiz, Manuel Pallares, Ramón Mo- noliens, Antonio Turró, Prudencio Blanco, Enrique Gastó, José G. Prim, José Torres, Joaquín Gastó, Francisco Sabater, Vicente Naden, Juan Cañáis, lgnacio, Blanch, José Gastó, Vicente Sarqujs, Jaime Abella, José Pujol, Ramón Roig, Francisco Dalmau. 55 Uno de ellos había conseguido contratar a finales de la centuria aproximadamente 600 trabajadores, un número ¡mportante para el Chaco pero relativamente pequeño para la población paraguaya. 56 La Vonguordio, martes 23 de julio de 1889, p. 3.

2L8 Criado, conocido en España por su acüvidad como delegado general hono- rario del Paraguay durante la Exposición Universal de 1888 y como miem- bro correspondiente de la RealAcademia de la Historia.sT Rafael Calzada, el ideólogo de la imagen de Casado como primer exportador de trigo a Euro- pa,s8 cuesüonó aquel silencio en las páginas de la Reyista de Legislación y Jurisprudencio y en El Correo Español.se No sorprende la facilidad con la que Casado, potenciando estrategias tradicionales y modernas que le habían servido para establecerse en Ar- gentina, acabara convirtiéndose en el primer exportador de trigo a Europa y, finalmente, saltara a Paraguay. En este país sumido en los debates en torno a las estrategias más idóneas para afrontar la deuda de los emprés- titos londinenses de 1871 y 1872 y, al mismo üempo, condicionado por el interés de controlar las tierras occidentales del río Paraguay, Carlos Casado encontró un ámbito idóneo para sus ambiciones empresariales. Allí em- prendió la empresa extracüva más importante y significaüva del país, tanto por el peso simbólico que otorgó al proyecto económico como al lustre que la posesión de las üerras le aseguró a su condición deCaballero latifundista y rentista. Dada su exitosa experiencia en ambos países rioplatenses, el español Car- los Casado del Alisal ha sido presentado como el inmigrante llegado en el marco de la migración temprana, un mode self man por antonomasia y un impulsor de los proyectos económicos más importantes de la zona durante el periodo de incorporación al capitalismo murrdial. Experiencias como las desplegadas por este actor económico han sido reseñadas con creciente interés por los investigadores preocupados por el proceso de concentra- ción de tierras como base del enriquecimiento personal en el contexto de la construcción de los Estados Nacionales laünoamericanos y de su inte- gración dispar al sistema capitalistaDalla-Corte mundial. Queda por estudiar la cola- boración con el Estado paraguayo para entender eltriunfo en la guerra del Chaco. A inicios de la década de 1-920 comenzó la construcción de la Escuela de Aviación en Campo Grande, distante pocos kilómetros de la capital. Tuvo lugar un primer ejercicio militar al que asisüeron el presidente del país y sus diversos ministros con la finalidad de comprobar el estado de las tropas y la efectividad de las armas recientemente adquiridas a Europa en el mar- co del proyectoGabriela bélico contra Bolivia. Consideraron que el ejército podía resistir al clima cálido, pero que el material de artillería era anücuado y reducido. Según uno de los tesügos más interesantes de la época, el repre- sentante chileno en Asunción Enrique Gallardo Nieto, "la falta de recursos y

57 Lo Vonguordi4 miércoles 17 de julio de 1889, p. 2; martes 23 de julio de 1889, p. 3; miércoles 20 de noviembre de 1889, p. 1. 58 Lo Vanguardia, sábado 19 de enero de 1901, p. 4. 59 Véase Rafael Colzada in memoriom.., 1930; CALZADA, 1900.

2L9 las luchas revolucionarias se han opuesto a que el país cuente siquiera con lo necesario para armar a unos 20.000 hombres".60 Malas Alonso Criado regresó a Paraguay en 1921.61 Hasta qué punto había fusión de intereses entre la empresa Carlos Casado S.A., el propio Matías Alonso o el ejército paraguayo lo comprobamos en agosto de ese año, cuando Gallardo Nieto recibió una comunicación del empresario chileno José Luis Larraín, esta- blecido en Palma Chica, quien le advirtió de las vinculaciones cada vez más estrechas con Brasil:

Le contaré que en Campo Grande situado a 45 km del Puerto de Mur- ünho, han establecido una guarnición militar de 15.000 hombres y aseguran algunos militares que en ese punto se creará una población definitiva y se aumentará el efectivo a 30.000. Los pobladores y co- merciantes de Murtinho estan mui contentos con la determinación del gobierno de unir Río de Janeiro a San Pablo con Campo Grande y el puerto de Murtinho en el río Alto Paraguay. Este ferrocarril seÉ de carácter netamente estratéjico pues ni su lonjitud ni los campos despoblados que recorrerá, pueden permiürCaballero la inversión de capitales para una línea comercial. Le advierto que existe correspondencia en- tre el adicto militar argenüno en Asunción y un teniente retirado del Ejército argentino que reside por estos lados, a quien ha anunciado una visita. El teniente reürado al cual aludo se llama Ramón Clavell y es administrador de la Estancia San Alberto de los señores Carlos Casado Ldt.52

En las primeras décadas del siglo XX Carlos Casado S.A. se convirüó en el modelo de ocupaciónDalla-Corte del Chaco y en el arqueüpo empresarial extracüvo de la época. Asílo referenció Natalicio González en su descripción puntual del estilo de vida de los trabajadores antes y después de la guerra del Cha- co en los puertos del Alto Paraguay dedicados al tanino y el quebracho.63 El publicista de , Natalicio Olmedo, se refirió también a las virtudes de la dictadora surgida después de la guerra del Chaco y a la Gabriela 60 Oficio Confidencial 8 de Legación de Chile en Paraguay (Enrique Gallardo Nieto), Asun- ción, a MRECH, Sanüago, "lnformaciones militares", 14 de febrero de 1920, AGHRE, v. 840, de 18-02-1919 a 30-L2-t920. 61 Oficio Confidencial 17 de Legación de Chile en Paraguay (Enrique Gallardo Nieto), Asun- ción, a MRECH, Sanüago, 18 de agosto de !921, AGHRE, vol. 860, de 07-01-1921a 3'1"L2- L927. 62 Oficio Confidencial 16 de Legación de Chile en Paraguay (Enrique Gallardo Nieto), Asun- ción, a MRECH, Santiago, 3 de agosto de L921, AGHRE, vol. 860, de 07-01-192L a 3L-L2- 1921, reproduce la carta de José Luis Larraín, Palma Chica, a Gallardo Nieto, Asunción, 16 de julio det92!. 63 GONZALEZ, L946.

220 colaboración brindada por la empresa Carlos Casado S.A. al país, al ejército y al proyecto estatal en el Chaco.6a Sobre el accionar empresarial específico de Casado observado como un actor económico, y sobre la gestión familiar hasta hoy día, contamos con estudios puntuales que hacen referencia a los conflictos suscitados entre la sociedad anónima y las poblaciones in- dígenas de Puerto Casado, o al tipo de acüvidad expoliadora desplegada en la región.6s El despliegue empresarial y la actuación de los actores que coadyuvaron al éxito del proyecto económico permiten idenüficar las di- versas redes de sociabilidad tejidas entre España, Paraguay y Argentina, las cuales sustentaron empresas de diversa índole que habilitaron el control de recursos naturales chaqueños. En este senüdo, no es objeto presen- tar una biografia particular sino rastrear a parür de indicios documentales múlüples la acüvación de vínculos en los años en que se produjo la pene- tración, privaüzación y ocupación del Chaco Boreal, un territorio que sólo tardíamente sería nacionalizado gracias a la guerra del Chaco, conflicto bé- lico que habilitó la consolidación de la zona como Chaco paraguayo.

4. La Santa Sede y los misioneros salesianos en NuevoCaballero Españo

Poco después de la fundación de Nueva España, Matías Alonso Criado se dirigió a Montevideo para responsabilizarse del Consulado paraguayo en la ciudad.66 Desde Uruguay se dirigió al Papa León Xlll solicitándole su me- diación ante el rector general de los salesianos, Michele Rua, y conseguir el envío de misioneros a la zona occidental del río Paraguay. El Archivo Vaüca- no conserva un interesante material documentaltanto en su sección Para- guay como en la de Ecuador sobre el papel de Alonso Criado en la llegada de misioneros salesianos Dalla-Corteal Chaco Boreal, con énfasis en las tierras poseí- das por la empresa del español Casado. La vida de las poblaciones indíge- nas que hasta entonces habían permanecido ajenas al modelo económico desplegado en Paraguay, muy especialmente en las zonas occidentales al río Paraguay que correspondían al Chaco Boreal, fue a partir de entonces particularmente condicionada por el nuevo modelo de organización eco- nómica y por el proyecto de ocupación espacial liderado por actores como Alonso GabrielaCriado.67

64 OLMEDO, 1955, pp. 151-156. 65 BORRtNt, 1997. 66 Una de las obras más importantes de Matías Alonso Criado fuela Colección Legisloüva de la Repúblico Oriental del Uruguay, Montevideo, lmprenta Rural, varios tomos con leyes desde el año t794. 67 Véase los clásicos trabajos de Branislava Susnik, especialmente el capítulo "Los Chaque- ños", en 1983, pp. 93-164.

22L Alonso Criado pretendía emular la obra de los discípulos italianos de Giovanni Bosco en la Patagonia y en el Brasil, pero también tenía otros objeüvos individuales. El distante y pobre Paraguay, alejado de la semilla de la fe a lo largo de todo el siglo XlX, invadido entonces por grupos de tradición religiosa protestante, según la visión interesada del cónsul, me- recía una atención mayor de la Santa Sede. Frente a una realidad percibida de manera concreta, su objetivo era frenar el contagio de las creencias de la misión de la iglesia anglicana representada por la Sociedad Misionera Sudamericana que comenzó la evangelización entre los pueblos enlhet en el Chaco Boreal precisamente en el año 1-889 de la mano de Barbrook Gru- bb.68 Por ello en 1892 el cardenal secretario de Estado, Mariano Rampolla del Tíndaro, se hizo eco del argumento de Alonso Criado de que la orden era la más capacitada para arrojar la semilla de la fe y de la civilización en las apartadas regiones chaqueñas. Sólo la fe crisüana y la civilización católica estaban legiümadas para esta empresa de inclusión del Chaco Bo- real a la nación paraguaya y de expansión de la nación paraguaya hacia el territorio chaqueño en un doble juego en el que los extranjeros de origen europeo tenían nuevos derechos de actuación.Caballero Alonso Criado recordó a Rampolla que el país había sido destruido y arrasado entre 1865 a 1870 durante la guerra sostenida por Brasil, Uruguay y la Confederación Argen- üna. La honrada y crisüana presidencia ejercida por Juan Gualberto Gon- zález (L890-1894) representaba el momento idóneo para levantar al país de su postración. La orden religiosa salesiana, según el cónsul, ayudaría a regularizar el culto, a educar a los jóvenes, a convertir a los indígenas en la 'tristiana propaganda e insütución" católica, a formar colonias agrícolas, y a establecer escuelas de artes y oficios. Matías Alonso actuó en nombre de varias familias propietarias del Chaco que le dieron suDalla-Corte autorización para ofrecer terrenos a los salesianos y fundar un centro religioso en el Paraguay. Como garantía el cónsul ofre- ció las tierras promeüdas por Carlos Casado del Alisal en la Nueva España recientemente fundada. Señaló además que "en la gran región del Chaco paraguayo no existe ninguna reducción religiosa, conservándose solamen- te las ruinas del siglo XVll y XVlll, con más de 80.000 indios sin bauüzar". El bauüsmo se convirtió así en el inicio de un momento de iniciación y de incorporaciónGabriela a la modernidad según la misiva enviada a Roma indicando que la orden salesiana solía instalarse en las regiones inhóspitas 'ton más economía y pronütud que ninguna otra" congregación religiosa. El interés puesto en los salesianos responde también a otro hecho: la posibilidad de

68 Sobre la presencia de los anglicanos véase STAHL, 2OO7, pp. L77-204. Especialmente sugerimos GRUBB, L9L4y 1925.

222 que los misioneros se hicieran cargo del "gran número de hijos de ltalia" establecidos en la zona. En la carta el cónsul deploró la falta de sacerdotes que habían asegu- rado hasta entonces la expansión de la fe católica en el país, y confirmó que el gobierno paraguayo apoyaba vivamente la instalación de órdenes religiosas que contrarrestaran el contagio protestante. Describió la dificil situación de los "fieles" de la región invadida funestamente por aquella propaganda protestante sin mencionar que en realidad hasta entonces ha- bían estado ajenos a la supuesta 'tívilización" católica:

En toda América el Paraguay es el país más desgraciado, vícüma de su alejamiento y de las grandes desgracias históricas que ha sufrido. La mayor parte de su territorio se halla ocupado por salvajes que carecen de toda idea religiosa. Desde la supresión de la Compañía de Jesús en 1876 (sic) no ha vuelto ninguna orden religiosa católica para cívilizar los indígenas. Sin embargo, la índole de estas es buena, y la üerra y las producciones del Paraguay, hacen de este un paraíso. La Sociedad Bíblica de Propaganda protestanteCaballero ha establecido en el Chaco un centro de catequística metodista para los indios y no hay centro alguno católico que detenga tan funesta escuela.6e

El intercambio epistolar entre Rampallo y Rua demuestra el interés de la Santa Sede por asegurar su presencia en el Chaco,7o y el de los misioneros salesianos por cubrir regiones hasta entonces marginadas de los proyectos de los Estados Nacionales laünoamericanos recientemente independiza- dos.71 La comparación con la orden jesuita, y la aceptación de esta alusión por los propios salesianos, Dalla-Corteubica a estos úlümos en el contexto de un ideal de acción ajeno, en lo posible, de actuaciones más controladas por el es- tado. La fundación de misiones salesianas en el Chaco debía formar parte de la expansión europea en un espacio calificado insistentemente de "de- sérüco" y "bárbaro", pero también de un ideal de libertad para la propia orden religiosa. Este es elsenüdo de la comunicación de Rampallo a Alonso Criado mencionando el interés personal del Papa sobre el "estado de los indígenasGabriela del Paraguav" y la recomendación aceptada por Michele Rua de

69 A.SV., A.E.S., Paraguay, Chaco, 1892-1893, pos. 34, fasc. 3., carta de Matías Alonso Criado, Cónsul General del Paraguay en Montevideo, a cardenal Mariano Rampolla del Tíndaro, Secretario de Estado, Santa Sede, Roma, 6 de noviembre de 1892. 70 A.S.V., A.E.S., Paraguay, Chaco, L892-L893, pos. 34, fasc. 3., carta del cardenal Mariano de Rampolla del Tíndaro, secretario de Estado, Santa Sede, Roma, a Michele Rua, rector general de los salesianos, Torino, L2 de diciembre de 1892. 71 A.Sy., A.E.S., Paraguay, Chaco, 1892-1893, pos. 34, fasc. 3., carta del cardenal Mariano de Rampolla del Tíndaro, secretario de Estado, Santa Sede, Roma, a Matías Alonso Criado, cónsul general de Paraguay en Montevideo, 15 de diciembre de 1892.

223 atender a "las necesidades espirituales de aquella República fundando una misión en el Chaco", es deci; en territorios "huérfanos de toda evangeliza- ción desde la expulsión de la Compañía de Jesús en el siglo XVlll".72 Pese a la escasez de misioneros que pudieran dirigírse a la lejana región chaqueña, se mantuvieron los contactos entre Alonso Criado y la Santa Sede a parür de 1893. A esto se sumó la falta de un obispo en Paraguay que lo convertía en el "único país católico en el mundo que carece hace dos años de obispo'f según consta en las comunicaciones enviadas por Alonso Criado desde Montevideo. El superior salesiano en Uruguay, Paraguay y Brasil, Luigi Lasagna, también escuchó el pedido de Alonso Criado y consi- deró que estaba en riesgo la población joven de Paraguay. Con "incansable celo apostólico", según reza la documentación, Lasagna visitó las misiones salesianas uruguayas y brasileras, y propuso al año siguiente, en 1894, rea- lizar un viaje a Paraguay en compañía de Alonso Criado para detectar los siüos más idóneos para el desembarco salesiano y comenzar la concentra- ción de población indígena no sedentarizada.T3 Luigi Lasagna mencionó a Matías Alonso Criado sobre los contactos personales que hiciera en Asunción con el administradorCaballero de la diócesis, el padre Julio Carlo Montagne (Montañe), así como con Narciso Palacios y Sinforiano Bogarín, este úlümo convertido posteriormente en obispo de Paraguay,Ta y puntualizó a Matías Alonso Criado que era necesario reorga- nizar al clero,Ts para llegar así de manera definiüva a las poblaciones indí- genas. En 1894 Lasagna visító el Paraguay en calidad de lnspector salesiano y obispo de Trípoli, y obtuvo del gobierno paraguayo un antiguo hospital y tres hectáreas cuadradas de terreno en la ciudad de Asunción para la construcción de las instalaciones que debía uülizar la orden en el futuro. La muerte de Lasagna Dalla-Cortedurante un viaje en Brasiljunto con varías hermanas

72 A.Sy., A.E.S., Paraguay, Chaco, 1892-1893, pos. 34, fasc. 3., carta de Michele Rua, Ora- torio di S. Francesco de Sales, Torino, a la Santa Sede, Roma, 26 de diciembre de 1892; sobre la naturaleza del asentamiento de la orden salesiana en Paraguay a parür de finales del siglo XlX, véase de la Colección Centenario Salesiano, Salesianos: L00 años en Para- guay, Editorial Don Bosco, Asunción, 1996, del autor Carlos Heyn: ne !: San Juan Bosco y el Poraguoy;Gabriela ne 2: Monseñor Luis Lasagna y el Poroguay; ne 3: Monseñor Juan Sinforiono Bogorín y los solesionos; ne 4: Lq venida de los sqlesianos al Paraguay; ne 5: Salesianos y comunidades del Paraguay, 1896-7996. 73 A.S.V., A.E.S., Paraguay, Chaco, 1892-1893, pos. 34, fasc. 3., carta de Matías Alonso Cria- do, cónsul general de Paraguay en Montevideo, a cardenal Mariano Rampolla del Tíndaro, secretario de Estado, Santa Sede, Roma, 6 de noviembre de L892 y 10 de junio de 1893. Véase también copia de la carta de monseñor Luigi Lasagna, Torino, 21 de setiembre de t892, a Matías Alonso Criado, Montevideo, en HEYN, 1996, pp. 49-50. 74 Carta de monseñor Luigi Lasagna, Asunción, 20 de mayo de 1892, a Matías Alonso Criado, Montevideo, en HEYN, 1995, pp. 58-60. 75 Carta de monseñor Luigi Lasagna, lsla de Flores, 1.7 de enero de 1892, a Matías Alonso Criado, Montevideo, en HEYN, L996, pp.75-76.

224 de María Auxiliadora y su secretario frenó momentáneamente el proyecto iníciado por Alonso Criado. Al año siguiente, en L895, Alonso Criado volvió a insistir ante la Santa Sede recordando que Paraguay había sido el emporio más floreciente de las misiones jesuíücas y ahora se hallaba "en el mayor atraso y abando- no en cuanto á su evangelización". El cónsul volvió a advertir que en L895 Lasagna había contactado con diversas tribus indígenas que conservaban "las tradiciones de los jesuitas del siglo XVlll" y que proyectó regresar para "prepararlos convenientemente y darles el sacramento del bautismo, de que carecen unos 100.000 lndios del Chaco, donde solo existe una misión protestante de la Sociedad Bíblica de Londres".Para el cónsul, la prolifera- ción de grupos protestantes era una paradoja cuando los habitantes del Chaco demostraban sistemáticamente que querían "permanecer dentro del seno de la iglesia católica". El país más desgraciado de América debi- do a su posición mediterránea, a sus tradiciones gubernamentales y a la total devastación que sufrió con la guerra, escribió insistentemente Alon- so Criado, merecía mayor atención del Papa comoCaballero máximo representante religioso.T6 El significado dado por la Santa Sede al papel cumplido por los sale- sianos en los territorios sudamericanos de reciente incorporación al Esta- do Nacional se verifica en el cruce de cartas con Michele Rua. En L895 el rector mayor de los salesianos remitió a Roma una relación de la primera exploracíón realizada por los salesianos liderados por Giacinto Pancheri en el Vicariato Apostólico de Méndez y Gualaquiza, justificando la interven- ción misional: "neldesiderio ditrarre dall'ignoranza e dalla barbarie queste numerose tribü selvaggie, che abitano le lontane ed immense foreste de- lle Amazzoni".77 Al año siguienteDalla-Corte monseñor Giácomo Costamagna escribió desde Buenos Aires recordándole al Papa el interés de Alonso Criado por la llegada de misioneros salesianos al Chaco Boreal.78 La presión de diversas

75 Matías Alonso Criado escribió: "el Paraguay ha perdido algo más que todo eso...una esperanza,Gabriela único consuelo que suele alentar en la desgracia, ha perdido acaso un porvenir de felicidad y regeneración moral. Pobre Paraguayl!l! No parece sino que un desüno fatal preside su historia, no reservándole otra gloria que la del heroismo en las desgracias, sin otra grandeza que la sublimidad de la resignación en el dolor"; A.S.V., A.E.S., Paraguay, Chaco, 1896, pos. 35, Fasc 6, documentación en A.E.S., Ecuador, 1894-1896, pos. 578, fasc. 130, Malas Alonso Criado, representante del Consulado General del Paraguay en Montevideo, a cardenal Mariano Rampallo, secretario de estado de la Santa Sede, Roma, Montevideo, 23 de noviembre de 1895. 77 A.SV., A.E.S., Ecuador, Méndez e Gualaquiza, 1894-1895, pos. 567, fasc. 119, incluye folleto de PANCHERI, 1894. En ese momento Giácomo Costamagna era aceptado por la Santa Sede como el nuevo obispo de Ecuador. 78 A.SV., A.E.S., Paraguay, Chaco, 1896, pos. 35, Fasc 6, documentación en A.E.S., Ecua- dor, 1894-1895, pos. 578, fasc. 130, monseñor Giácomo Costamagna, obispo titular de

225 ',$i 1i autoridades llegó a la Santa Sede que en lugar de enviar a Costamagna a Ecuador prefirió dirigir su misión a Paraguay:

non potendo recarsi al suo posto a causa della guerra, don Rua lo ha incaricato della fondazione di due nuove Case Salesiane nelle ciüá di La Paz e Sucre (Bolivia). Riferisce pure che il Console del Paraguay lo prega di andare al suo Paese per stabilirvi una Missione nel Chaco, dove era atteso Mons. Luigi Lasagna, ora morto in un incidente. Do- manda che gli venga comunicarta la decisione del S. Padre essendo pronto ad obbedire. Ricevutasi contemporaneamente una istanza del Console del Paraguay che raccomanda la Missione del Chaco, si res- ponde a Mons. Costamagna che é desiderio del S. Padre che, attese le condizioni dell'Equatore, differisca ad un altro anno la sua andata, ed intanto attenda alla Missione del Chaco, nel Paraguay.Te

Los salesianos acabarían llegando al Chaco Boreal compiüendo con la orden de los oblatos que hicieron lo propio desde Bolivia. Mientras tanto, la ley del 7 de sepüembre de 1909 y el decretoCaballero reglamentario del día 15 de ese mismo mes regularon la reducción de tribus indígenas habilitando al gobierno a disponer de unas 7.500 has. en las üerras fiscales, según la im- portancia de las "parcialidades indígenas", para radicar en ellas a los "infie- les". Según dicha normativa, un cuarto de esas hectáreas sería adjudicado a título gratuito "a la persona o sociedad que emprenda las reducciones" otorgándosele la exoneración del impuesto de contribución territorial. Los concesionarios debían controlar la instalación del personalencargado de la sujeción de los indios, tanto administradores como conversores, y tenían derecho a introducir lÍbrementeDalla-Corte en el país, sin pagar derechos fiscales, "muebles, enseres del servicio domésüco, semillas, maquinarias en general, instrumentos industriales o agrícolas, herramientas, úüles del arte u oficio, medicamentos, animales de raza, baraüjas, abalo- rios y géneros para vestidos y abrigos que serán facilitados a los in- dios, a precio de costo, o en compensación equitativa de trabajo".

GabrielaLas reducciones contarían con un comisario designado por el propieta- rio, que asumiría el servicio de policía y vigilancia costeado por el gobierno y de naturaleza similar al de las colonias nacionales, teniendo prohibida la

Colonia, nombrado vicario apostólico de Méndez y Gualaquiza, Colegio de Artes y Oficios, Buenos Aires, 3 de enero de 1896, a cardenal Mariano Rampallo, Roma. 79 A.SV., A.E.S., Paraguay, Chaco, 1896, pos, 35, Fasc 6, documentación en A.E.S., Ecuador, !894-L896, pos. 578, fasc. 130, Santa Sede sobre referencias de monseñor Giácomo Costa- magna, obispo titular de Colonia, nombrado vicario apostólico de Méndez y Gualaquiza.

226 entrada cualqu¡er "elemento que pueda obstar a la pacificación y someü- miento de los indios". En la escuela se debía imparür obligatoriamente la historia nacional en idioma castellano, así como doctrina religiosa en cuyo caso estaba permiüdo el uso de la lengua "indígena", en especial el guara- ní, durante la catequización. La incorporación de los indígenas chaqueños a la nación paraguaya estaba fundada en la valoración del castellano y el guaraní, pero no de las lenguas habladas por las poblaciones establecidas en el Chaco Boreal. AsL la ley y su decreto reglamentario del L5 de setiembre de 1909 mues- tran la falta de disposiciones sobre los indígenas frente al interés dedicado a la regulación de la privaüzación de las tierras. El encargado de controlar la reducción era el Ministerio de Relaciones Exteriores que debía gesüonar la entrega de tierras. Estas üerras eran divididas en solares urbanos y rurales, reservando el espacio suficiente para las escuelas, casas para el personal, templos, hospitales, cementerios, plazas y oficinas públicas. Se esperaba que los solares baldíos y las maderas existentes fuesen aprovechados en beneficio del común pero sólo para el consumo deCaballero la reducción o colonia indígena. Estaba prohibido traspasar, enajenar o hipotecar las concesiones a un Estado extranjero, ni dar a las tierras un desüno disünto al estableci- do. Cada familia recibiría un lote de manera provisoria durante cinco años, entendiéndose por núcleo familiar una variada gama de situaciones desde la pareja sola o con sus hijos, hasta dos hombres solteros aunque no fuesen parientes, pasando por padre o madre con sus descendientes, o los herma- nos que hubiese alcanzado al menos uno de ellos la mayoría de edad. De acuerdo al artículo 10 del decreto reglamentario, los "indios" podían con- servar sus nombres originarios salvo que, al ser traducidos al castellano, tuviesen connotaciones consideradas'bbscenas",Dalla-Corte mientras que los extran- jeros blancos que fuesen convocados por los concesionarios tenían plena libertad para entrar al territorio asegurándoseles un pasaje graüs.8o

Gabriela

80 "Reducción de tribus indígenas, ley sancionada por el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Paraguaya, Asunción, 7 de setiembre de 1909, presidente del Senado Figueredo, presidente de la Cámara de Diputados Ramón L. Castro", y "De- creto de 15 de setiembre de 1909 reglamentando la ley de Reducción de tribus indígenas, de 7 de seüembre de 1909, refrendado por Emiliano González Navero y ", en Anuario Pezzini, ,1928, pp. 60-61; Las colonias 14 de Mayo (Villarrica), Cosme (Mboca- yaty) y 25 de Noviembre obtuvieron sus títulos definitivos gracias a esta ley, "Ley 355, que autoriza al P.E. a otorgar gratuitamente títulos definitivos de dominio a los pobladores de varias colonias, Asunción, 22 de agosto de 1919, presidente del Senado Eduardo Schaere4 presidente de la Cámara de Diputados Rogelio lbarra", en Anuorio... 1928, p.64.

227 Conclusiones

En el caso paraguayo, la construcción del Estado Nación de nuevo cuño comenzó luego de la guerra de la Triple Alianza. Hasta entonces, el des- membramiento del imperio español se había resuelto de manera singular a través de un intenso proceso de negociación con los poderes radicados en Buenos Aires y en las regíones del interior de la Confederación. La guerra resolvió esta negociación hacia el lado argenüno y ubicó a Paraguay en un nuevo orden económico, social y demográfico. A parür de entonces, la pre- sencia de los extranjeros como actores fuertes fue la nueva contribución de los países vecinos y de Europa. Este contexto coincidió con la privatización del Chaco Boreal que benefició a familias que en su mayoría ni siquiera habitaron el territorio y que se beneficiaron de los nuevos modelos de ocu- pación territorial de la mano de Bernardino Caballero, primero, y a partir de noviembre de l-886 del Partido Colorado que gobernó ininterrumpida- mente el país hasta diciembre de 1904 cuando fue susütuido por el Partido Liberal.8l Una de aquellas familias, la familia Casado,Caballero consiguió sobrevivir en Pa- raguay a los cambios políticos del siglo XX. Durante su permanencia en el poder hasta 1940,82 los liberales tampoco pusieron prácücamente ninguna limitación a empresas como la Carlos Casado S.A. La mirada positiva sobre el proceso empresarial llegó de la mano de los publicistas y empresarios que se beneficiaron de la venta de üerras. En 1930, por ejemplo, el director de la Sección Políüca y Diplomáüca del Ministerio de Relaciones Exteriores paraguayo y secretario de la Legación del Paraguay en Washington, Silvano Mosqueira, publicó unos relatos sobre la acüvidad patriótica de los penin- sulares radicados en elDalla-Corte Cono Sur y reseñó la acüvidad colonizadora de Ca- sado, el "fundador de Puerto Casado en el Chaco Paraguayo".83 Mosqueira

81 Los partidos Liberal y Colorado, originados formalmente hacia 1887, tenían como precursóres diversos.clubes políücos fundados hacia 1858; véase LEWIS, 1-993; CARRÓN, MONTE, AYALA, GIMENEZ, 2001. 82 Fueron desplazados momentáneamente por el movimiento revolucionario liderado porGabriela en febrero que dio origen al nacimiento del Partido Revolucionario Fe- brerista. 83 Mosqueira escribió: ?caudalado hombre de negocios y gran corazón hispano {apaz de actos heroicos en que se juega la vida por un ideal-, que horadaba la tierra en las comarcas rioplatenses y era el pioneer del trabajo en esas regiones. Como uno de los ejemplos de energía de este hombre extraordinario -cuyo nombre figura entre los más progresistas colonizadores que han labrado la grandeza argenüna- suele citarse el hecho de que un año, destruidas sus sementeras por una larga y persistente sequía, y contem- plando su vasto campo de labor convertido en ruina de sus ilusiones, dijo a los colonos que lo escuchaban absortos: -Bien. Lucharemos y venceremos a la naturaleza; y el año próximo sembraremos el doble de lo que acaba de perderse. Y dicho y hecho. Una feliz co- secha del año siguiente, duplicando el área cultivada, recuperó las pérdidas del anterior y se une asía la construcc¡ón de la imagen positiva sobre la "modernización" propiciada por los actores europeos en el Paraguay de entreguerras. Esta impresión disiente plenamente de las impresiones que nos dejaran para- guayos como Gregorio Benites que señalaron que pese a la venta de las üe- rras fiscales paraguayas, el conflicto financiero con Gran Bretaña y con los tenedores de bonos no se resolvió. En 1895 elgobierno paraguayo negoció su situación financiera en Londres tras comprobar que, pese al despren- dimiento de sus tierras fiscales, continuaba debiendo el millón de libras esterlinas correspondientes al primer emprésüto solicitado en 1871.84 En la década de 1920 un tesügo destacado como Gonzalo Montt Rivas denunció la presión ejercida por los tenedores británicos de los bonos pa- raguayos que solicitaban la intervención del Foreign Office para cobrar los intereses atrasados.8s La categoría "dependencia" se repiüó a parür de en- tonces en una variada biblíografía representada especialmente por la obra de Domingo Laino para quien la actividad bancaria era el resultado directo del imperialismo ejercido sobre el Paraguay de posguerra. A partir de una concepción dependentista, Laino señaló que a partirCaballero de la aplicación de la ley del 19 de agosto de 1886 se aceleró el proceso de desnacionalización con el ingreso de capitales externos inverüdos en tierras públicas y yerba- les: "la constelación circular de fuerzas seguía actuando una sobre la otra y su resultado final era siempre e invariablemente el escandaloso despojo de la riqueza nacional". Laino parüó de la concepción de que el Chaco, cuando todavía no había sido incorporado formalmente a la soberanía paraguaya y se encontraba en disputa con Bolivia, había sido "desnacionalizado" por nuevos propietarios que fundaron "las primeras y más grandes industrias latifundistas que se instalaron en el nuevo Paraguay".86 El dominio ejercido porDalla-Corte empresarios como los Casado-Sastre a lo largo del siglo XX refrendó una dependencia de hecho que él Paraguay mantenía con la Argentina en virtud de que "respiraba por un solo pulmón", el río Paraguay. Asíse refería Figueroa Sánchez en el año 1935, en el contexto de la firma del tratado de paz entre Bolivia y Paraguay después de la guerra del Chaco.87 Tanto la exportacíón como la importación tenía a Argenüna como Gabriela permiüó que los progresos del maravilloso maestro de energía y de voluntad, no sufrieran interrupción"; MOSQUEIRA, 1930, pp. 107-111. 84 Volvió a refrendarse este acuerdo en 1910; véase WARREN, 2009. 85 Oficio Confidencial 2 de Legación de Chile en Paraguay (Gonzalo Montt Rivas, Encar- gado de Negocios de Chile en Paraguay), a MRECH, "Política exterior del Paraguay",27 de marzo de 1922, AGHRE, v. 909, de 06-01-1922a t2-L2-1922. 86 LAINO, 1989, especialmente los capítulos "Remate, hipoteca y emprésüto (1870-1875)", pp. 49-56; "Entrega y desnacionalización", pp.73-LO2; y "Desnacionalización de las üerras y de otros recursos naturales: sus nuevos propietarios", pp. 153-168. 87 Oficio Confidencial 339/LLL de Legación de Chile en Paraguay, 23 de octubre de 1935 "Salida del Paraguay por Brasil", AGHRE, v. t478, Oficio Confidencial de Legación de Chile mercado preferente (más de la mitad deltotal), incluyendo el intercambio en tránsito. Aproximadamente el SO% del comercio paraguayo se concen- traba en la aduana de Asunción, seguida por Concepción, Encarnación, Pi- lar; Ayolas, Humaitá, Villeta, Alberdi y Pedro Juan Caballero. Para muchos, era evidente que Paraguay estaba entregado a comerciantes y financistas extranjeros,88 con una mínima exportación a Alemania, Bélgica, España, Es- tados Unidos, Francia y Brasil. A diferencia de otros Estados Nacionales laünoamericanos en los que la modernidad en ciernes estaba basada en la idea y en el deseo de homoge- neidad (social, étnica, identitaria...),tt la presencia extranjera en Paraguay fue especialmente potenciada como la diversidad imprescindible para salir del marasmo demográfico de posguerra y ejecutar en territorios supues- tamente "vacuos" el proyecto económico nacional. La privatización de las üerras antecedió medio siglo la definiüva nacionalización bélica. La particu- laridad paraguaya es, por ello, una de las bases de configuración analíüca y metodológica que indaga sobre el campo de acción y la movilidad de actores extranjeros que a la larga han impactadoCaballero en la aparición o en la desaparición de actores de la sociedad paraguaya. En este caso detectamos la acüvación de vínculos y lazos en momentos puntuales de la consolida- ción del proyecto paraguayo, asícomo la resolución de conflictos surgidos en ese proceso a parür de la organización de redes enriquecidas por la extensa parücipación de extranjeros que, pese a su diversidad, no fueron observados como un elemento distorsionado; sino como un símbolo de la modernidad. Tanto actores latifundistas europeos como nacidos en el subcontinente han merecido estudios que perfilaron en las últimas décadas las similitu- des y diferencias de losDalla-Corte proyectos individuales implementados, gracias a la fragilidad insütucional, una densa red de relaciones y de sociabilidades, y la movilización de recursos potenciales en momentos puntuales. En todos los casos, nos referimos a extranjeros que incidieron de manera diversa en la dirección adoptada en el proyecto nacíonalizador chaqueño de en- treguerras, sin soslayar el hecho de que la nacionalización definiüva del territorio se abrió paso con la guerra de 1932-1935 permiüendo, gracias a la actuación del ejército, de los indígenas y de los capellanes, la extensión de Gabrielala soberanía, de la jurisdicción y de la nación paraguaya en la región. El proyecto empresarial fue definido a finales del siglo XIX como ex- presión de la tan ansiada modernidad paraguaya, la cual dependía ahora

en Paraguay (Figueroa Sánchez) al MRECH de 02-01-1935 a 18-12-1935. 88 Oficio Confidencial 190 de 14 de diciembre de 1934, AGHRE, v. L423, Oficio Confiden- cial de Legación de Chile en Paraguay (García de la Huerta) al MRECH (Cruchaga) de 07- 01-1934 a3I-12-7934. 89 BERTRAND y DE ROUX, 2009.

230 de la sagacidad de los actores y de su capacidad para negociar en diversas instancias de actuación la obtención de recursos y la conservación de los mismos. Este üpo de proyectos acabará por perfilar en Paraguay el Estado Nacional así como el conocim¡ento geográfico del país.eo De este modo, mediante una aproximación indiciaria hemos abordado el contexto en el que un actor impuso sus estrategias en un país vecino a Argenüna, y cuál fue la valoración que los contemporáneos tenían de esta presencia en el Chaco Boreal. Un actor como el políüco paraguayo José Segundo Decoud que se haría cargo de la definición en 1885 de la estrategia que se debía seguir en la región para poner a disposición de los inversores las üerras fiscales,sl y que a finales de la década acompañaría a Casado en su periplo integrador en la zona alfundar simbólicamente Nueva España al occidente del río Paraguay; otro actor como Malas Alonso, un español republicano que aprovecharía su red de diplomáticos e intelectuales para acercarse tan- to a la Santa Sede como a las órdenes religiosas para justificar en términos jurídicos y religiosos la posesión de las üerras y de los indígenas por parte de empresarios como Casado; o incluso, la actuaciónCaballero de los exploradores y geógrafos que dieron al mundo algunos elementos para conocer más de cerca un espacio periférico, "desérüco", "salvaje" como el Chaco... La pre- sión ejercida por estos actores sostenidos por una supuesta superioridad europea, acompaña irremediablemente el sometimiento de los pueblos indígenas en el marco de la colonización de la región, y el inicio de la nego- ciación de estos mismos pobladores, a través del diseño de relaciones de poder desiguales. Bibliografia. Dalla-Corte ALBERDI, Juan Bauüsta, L962. Historia de la guerro del Paraguoy, Ediciones de la Patria Grande, Buenos Aires. ALBERDIJuan Bautista y Gregorio BENITES, Epistolario inédito (1864-1883). 2006. Edición críüca de Elida Lois y Lucila Pagliai, estudios histó- ricos de Liliana Brezzo y Ricardo Scavone Yegros, FONDEC, Asun- ción, tres tomos, tomo L(L864-I871); tomo 20871-1876); tomo Gabriela3 (L877-1883). Anuorio Pezzini, Guía Anuario del Poraguoy 7927-1928, Guío de la Capitaly de 21.8 poblaciones. 1928. Asunción.

90 Véase la corta sección dedicada al país en Argenüna, poroguoy, lJruguoy, con 73 mqpas, 15 planos de ciudodes, 6 plantas de edificios, 20 escudos y 3 bonderas, Touring club ltaliano, Milán, 1932, obra dedicada "a los italianos e hijos de italianos que pueblan la América Laüna" con una presentación del presidente del TCl, G. Bognetti. 91 UGARTE,1983, pp. t09-L29.

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234

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