Nornamérlca ha sido la creadore de los rascacíelos ...tsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
casas productoras en reclu- Arriba. - MBriaAlba y Andrés de Segurola , A la tar artistas españoles y nor- derecha.-Aotonlo Moreno y Ram6n Pereda. De- bojo. - Ernesto Vilcbes en eEl (temo Don Juan •• teamericanos. Tedo QS;JañcI qU2 tanga facultades puede presentarse sin temor en cualquier casa cinematogréifica, eon la se- guridad de que, si demues- \lor- tra su aptltud, no hallarà dí- han ficultad para ingresar en los que estudios norteamerlcanos. -que Vilches, Rosarío Pina y su- otros artistas que antes tra- bajaban en nuestros escena- rios, ahora san estrellas de cine. Mona Maris, Maria Ca- sajuana, Don Alvarado, Hn- tonio Moreno, Raquel To- rres, Lupe V élez, Rosita Mo· reno, Conchita Montenegro, tez, Carlos· Villarías, Parera, Rosita Ballesteros, José Mojica, Tito H. Davi- Pereda, Segurola, Rey, Maria Calvo, Torena y Pa- lallÍÍl són, José Bohr y otros muo co Moreno, que prometen dar fama y brillo al :¡ca- chos artistas que hablan el nombre de España, 'gracias al hospttalarío Ho- castellano se han aszqurado llywood. a1p~ los contratos en las casas Y como prueba definitiva de que el eine excluye !\ac- productoras, el favoritismo en Norteamérica, ahí tenemos a s y Ademas, no cesan de surgi.r Charlot, el Idolo, el artista formidable, inglés, boy artistas nuevos, como José y al parísiense Maurice Chevalier, que son acaso Crespo, Elvira Morla, María los dos astros rnàs fulgurantes del dos F. Ladrón de Guevara, Ra- actuel firmamento hollywoodense. J. B. VIlLERO de fael Rivelles, Angelita Beni- Fi Dente de Catal
AleérezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA ~ P.lrcula ,PARAMOUNTzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
A compañía de mujer tan aplaudí- L teatro del em- da y popular como presarto Federico Magda resulta un del Val esta abo- p.oco pasado. De la cada al fracaso categoría d'z favo- después de una se- rito del Cp rano, rie de represanta- donde docenas de ciones que han si- mujeres herrnosas da verdaderos de- se disputaban to- sastres de taquilla. das las noches sus Pera don Fedaríco; miradas y sus son- que por lo vista es risas, ha pasado al hombre de empre- puesto rnug secun- sa en màs de un dario 9 mu!! poco
s en t í dc, antes se envidianle dz «-21 preocupa de en- marido de Magda .arnorar a Magda Martín,., Io cual Martín, la estrella, lastima a un -tíem- que de atander al po su dig~idad de buen éxíto pecunía- nombre 9 su vaní- rio de Ia emprzsa. dad de artista po- Los gaJanteos del pular. señor del Val de- Puesta en tan peli- •jan del todo indi- grosa pendíente, la ferente a Mag da, dicha del juveníl pero, en cambio, matrimonio IlO tar- acaban por enojar da en chocar eon- a la señora More I,' tra los escollos de que es la que faci- repetidos desacuer- lita el dinero. juz- dos y mutuas racrí- ga ésta que eon minaciones, que una estrella como acaban en el nau- Magda 9 con los fragio de una se- demàs elementos de paració-n. Raúl que se dispone el vuelve al Cyrano. resultado seria muy Magda busta tam- otro si el tenoríes- hién, en la embria- eo señor del Val guè.z de los aplau- se cuidara lUaS del sos, olvidar su des- neqocío y un po- i1usionado amor. quito menos de an- dar asedíando a la LOS ensagos preti- artista. ' rnínares para la Rosita Moreno en unai de las escenas de «Gente alegre». Magda, por su obra cuya presen- parte, sin atreverse taríón respalda la a desairar ebíertamente al que eada dia ésta que, casada Magda, lo que le inte- señora Morel se han cornenzado con to- Ja estracha eon màs apremiante ínsisten- _ resarà prímero que nada sera dedícarse da actividad. Don Federlco, preocupado cia, empieza a preguntarse hasta' cuando en cuerpo 9 alma al triunfo de la em- esta vez por que el espectàculo no' deje podrà prolongar la situación equívoca presa teatral que ha tenido tan descui- nada que desear, contrató, para que 10r- en que se encuentra. Dísguntiva cugos dada, - me parte del conjunto,a la par-eja Ti- dos tèrmínos parecen ser el-sacríñcío de ' La entrevista se efectúa en el cabaret 1611Y Tilín. Son éstos, especialrnente Ti- su carrerabaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAo el de su corazón al corres- de Cgranç, adende ha llevado a la se- lón, amigos de Magda; 9 como tales, 110 ponder a delVal. - ñora Morel el interés que siente por miraron nunca eon JTluy buenos ojos a Cierta noche en que don Federico la , Raú1 Roland, el tenor que, gracias 8 su Raŭl, a quien consideraban un obstàcu- ha llevado al cabaret de Cgràno, cono-'protección, ocupa ga puesto sobresalien- lo para que la artista hícíera carrera, ce allí a Raúl Roland; joven tenor de te en el programa de revista de la em- El que el matrimonio se haga separado apuestísíma figura, del cual se enamora presa. No se muestra la señora Morel tiénelos, pues, mug satisfechos. Satísfac- perdidamerrte, No pasa ínadvertída para mug dispuesta a complacer a don Fede- cíón que acaso contribupe a que Tüín, el eínpresaríc la fmpresíón 'QUe causa ríco, pero cuando éste promete dar el charlatàn de sugo, sea ga 'una especie _.Rmíl en la artista. Pera el desagrado primer papel de la nueva obra que quíe- .de demostración ambulante 'del movi- que esto le produce, y que no dísímu- re poner en escena al desconocido tenor miento perpetuo de la sinhueso, Tanto Ja, no Inrpide que el idilio se 'ínícíe y de quien ella, sin nombnírselo, le, hace habla el hombre 9 tan mareados tiene a cuímïne al po eo tíempo en matrtmonío.; grandes elogios, llegan ràpídamente a todos, que uno de los tramouístas, ha- El enamorado 9 desdeñado don' Fede- un acuerdo satísíactorío. eíéndose probablemente Interprete de Ia ríco aparenta resígnarse a Io Inevítable, desesperación qeneral, deja caer sobre la -aunque no sin el ulterior propósito de li felicidad de' Raúl Roland 9 Magda cabeza del incontenible parlante un sa- seguir asediando a Magda, a quien es- L Martín no conooe límites ... durante las co de arena, que no sólo silencia su ga- pera fracer suya al oabo a fuerza de es- primeras semanas de matrimonio. Pero rrulería, sino que, adernas, Io inhabilita tuda. cuando la nube color de rosa de la ílu- para seguir tomando parte en los cnsa- , Para Ilevar adelante sus planes, nece- sión se desvaneoe lo' bastante para que yos. Tal percance complace a las víctí- síta, ante todo, consequír que la señora las realidades de la vida no queden por mas de la verbosidad del maltrecho eon- Morel convenqa en seguir facilltàndole entero ocultas detràs de ella, Raúl em- versadór, y màs en especial a 'Serafín, (}inero. Y a fin, de Iograrlo, asegura a píeza a sentir que el papel de esposo 'de pues, gracias al percance, pasa, ae sirn-tsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA ple mozo encargado de agudar a la tramoga, a com- berto pañero de Tilón en la pareja que ya no es ,Tilón' Ro- li Tilin, sino Tilón y Serafin. " :odelzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAl\. todo esto la señora Morel acude a presencíar I; Ti- uno de los ensagos y maníñesta a don Federico que Hlín, el tenor de quien le hablara, y al cual convino él ~1o- en dar el prímer papel, es Raúl Roland. No' le sa- ~uez: l; Fe- be muy bien al empresarto la noticia. Y menos aún Sera- cuando el tenor, apogado por la señora Moret. de- clara rotundamente que no trabajarà en la compa- ñía a menos que eliminen de ella a Magda Martín. Niégase el enamorado don Federico a convenír en ello, alega que sin Magda seria un fracaso la Iun-baZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA ción. Mas la propia interesada resuelve elcaso al udi- encararse eon .Raúl y deeírle que, aun 'cuando le )mo roqaran que permanacíera en la compañía, esta un resueltaa retírarse. En seguida, pide al empresa- ela rio que Ja zacompañe a .su casa. iVO- l\.donde la .Ileva don Federico es a la suya propía. no, Una vez-allí, menudean las copas, y acabaría Mag- de da por sucumbir en el artero lazo 'que le tiende el isas empresario si el recuerdo de Raúl no la Impulsara ta- a aprovechar un momento en que su acompañante sus la deja sola para huir de allí después de escrlbír son- una carta en la cual le revela .que, pese a todo, o al sigue anamorada de su marido y no podrà amar' am- [amas a ningún otro hombre en la vida. ' 10CO Mientras ocurría lo que, hemos dejado relatado, "'-21 gda :ual em- de ani- po- teli- , la enil tar- :011- de uer- eri- que tau- se- aúl no. am- asesta un golpe a ria- don Federico, peto lau- con tan poco acíerto, les- que alcanza a Sera- fin, que es inocente. La noche del estre- eli- no halla a Raúl Ro- 1 laZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA land en 'tal estado .en- de nerviosa excita- la cíón, que todos los to- esfuerzos que se ha- ado cen para calmarlo, a lêje fin de que pueda sa- ¡or- lir a escena, resul- Ti- tan infructuosos. Ti- Grande es Ia eon- 110 trariedad de don Fz- ; a derico y de la saño- ICU- ra Morel ante este ~ra. contratiernpo, Ve el ido uno desvanecerse sus rac- esperanzas de empresario. Teme la otra Tilón y S.erafín, maliciando las íntencío- en su auto, sin revelarle las- sospeehas lin, que le hacen desear ver al empresario que lo que ocurre comprorneta seríamen- icíe nes de don Federico, llegaron a casa de te la briliante carrera artística que ha éste eon el propósíto de auxiliar a Mag- con tanta urgencia. rvi- soñado para su protegido. da si fuere preciso. La intervención de Tilón, que muestra nto O encontró el tenor a la que buscaba, Runque don Federico, que. aCU de a e IB. a Raúl la carta dejada por Magda en abrir la puerta, les asequra que Magda N pero sí tropezó, al registrar sin mi- ha- ramiento a1guno todas las habítaeíones, casa de don Federíco, cambia el curso la no esta allí, no lo creen, Y cuando el de los acontecimientos. RI leer eon sus empresarío cíerra, Serafín coloca disi- eon Tilón y Serafin, que sale todo eon- ~la fuso de la alacena donde había perma- propíos ojos que Magda lo ama, Raúl muíadamente en la cerradura una tar-, sale a escena y eanta. El público aplau- sa- jeta que les permite a él y a Tilón necido oculto.; ga- Convencido de su error, Raúl Roland , de. Rcaba por tributar .al tenor una vzr- abrir de nuevo y entrarse en la casa dadera ovacíón cuando él sube al pal- lita apenas se ha dirigido hacia las habíta- díspónese a presentar a don Federico Isa- toda clase de disculpas, pero en ese mo- eo donde esta Magda y entona a dúo ciones interiores el dueño de ella. eon ella una canción en que palpita la eti- Raúl, por su parte, acude a casa de mento tropiezan sus ojos eon el bolso on- de mano de Magda que ésta habla de- dicha que a entrambos enamorados em- ñn, -don Federico acompañado de la señora barga. Morel, a .quien ha roqado lo lleve alia jado.olvidado. LIeno de cólera, el tenor im-
CRÓNICAQPONMLKJIHGFEDCBA
EN LOSESTUDIOS D~
PATHÉZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBANATANzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA Dab, MorIa, os UDa francosita on· amorada de Espafia. T¡ello 00 senti· mIonto arlJslieo olovadll. Marcol Leve8' . qno enonta cuando fué II BarGélona •••
GABY Morlay es una muchachita muy guapa7 por clerto, artista. de cinema y gran enamorada de España. Su mayor alegría censista en ceñir a su cuerpecillo agitanado el mantoncillo de ñecos, ricillos en el cabello negrí- simo y el moño bajo de mujer chulona. Encuéntrase contentísíma Gaby Mor- lay por su último film: «Maison de- danses-, porqua era una einta que tra- taba de cosas de España. -Vo quisiera - me dice Gaby Mor- , lay can vehamencla - asístír en Espa- ña a una corrida de toros: que me brindase Ja -suerte- un toreador. ¡Oh! cios. ¿Tiene usted ¡algD interesante en 'Marcel Levesque, ínterrumpe repentína- iCuanto me entusíasma dícha fiesta! su vida privada? M.e perdonarà Gab!} mente nuestra eonversacíón. -Dígame usted, Gaby: ¿esta eontan- MorJay por esta íncorreccíón ... - M.e pregunta qué hora tengo, Me f~· ta de SI1' último film «MaisontsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAdO¿ dan- La actriz queda un momento pensatíva. licita por Ja tonalidad de mi corbata, ses»? Luego responde eon alguna tristeza: me da un dgarrillo !Jse queda eon ml -Encantada. Mi graa amor a Espa- -¿ Qué puedo decir !:lo de interesan- caja de fósforos. ña influyó poderosamante 'en que yo te? ... Me gusta mucho bordar, JUgu- -Bueno, adiós - se despíde Mareel pusíera en esta película toda mi alma nas mañanas v,oy·al museo del Louvre; Levesque, tendiéndome su mano -. No de artista. José Noguero, eS2 buen es- soy gran aficionada a la píntura, Toco me dejan tomar el sol. V ya ve usted 1>añol, ha sido para mi un fiel colabo- el piano de oído y.me gustan los tan- lo difícil que I2Sen Paris ver el -sol.- rador. gos extraordinariamente. -La curiosidad le retiene unos momen- -¿Qué producción -rucdan- actual- -Es usted una maravilla en aplíca- tos, mas para preguntarme: mente en los estudios? ción. Luego tan guapa y tan símpàtíca. -¿ Gustan nuestras películas en Es-: -«La bête errante.s «Metleur en scè- ¿Qué artista admira usted màs, Gaby? paña? - I ne-, Marcos de Gastang, eon Alice Co- -VeJazquez. - -Amigo Levesque, Su personalidad es cea y Marc<~l Levesque. Este sera un Medito un momento ante la ratíñca- !Ja muy definida, como la de Gaby' Mor- film de un intenso realismo dramàtíco. ción; .podría hacer plancha: lay. Tedos sus films resaltan interesan- Los muchachos de la figuración se tu- -¿Se refiere usted al pintor, seño- tísímos. Nosotros admiramos !J estudía- vieron que dejar la barba durante una rita? mos en el artista extranjero. semana. Hay unas escenas en la que fi- -..:..Naturalmente. Vo conozco tedas sus -La primera vez que yo fut a Barce- guran caravanas de traperos auténtícas, obras. Ademas, tienen ustedes otra ar- lona recuerdo mucho unos caracoles que l"iseria, vidas dzstrczadas. tista que no han sabido aprecíar en lo comí., ¿Dónde era? ... ' -Pobres muchachos. Imagínese como que vale: Raquel Meller ... En eso han .-it\baZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA-scène-I - gritan al actor. [os habran recibido sus novías. La vi- sido ustedes un poco ingratos.- V.otiemblo de verme comprometido en da del cinama requiere grandes sacríñ- El célebre actor cómíco de Pathé, el conflicto de una reclame, y.procuro distraer su pensamíento, -Sabe usted que. muchas señoritas, lectoras de FILMSSELECTOS,me escriben para que cuente detalles de su vida... t\demas, soíicitan su dirección. -¿V son guapas? ~Verdaderas praclosidades ...- No me daja terminar mi eJogio. Le han llamado nuevamente y se aleja éJ, malhumorado, eon sus andares grotes- cos de elefante .. -Pathé Natan» ha terminado su pe- lícula: «t\ tout cceur-, !:l actualmente fil- ma en Jos 'estudios de joinville «La bê- te errante»." Es un espactàculo triste y curíoso ver a los -cornparsas» de este film por join- viIle con su Indumentaria raída y cubier- ta la cara de pelos por la .ausencla de un aíeítado. Son exigencias del cínerna y también de la mísería que exíste en Pa- rís. El eine, traspuestos los estudios, píer- de su parte romàntica de encanto le- gendario. Se trabaja vulgarmente, inten- samente, a merced de la voluntad de un . hornbre, el «metteur en scene», y no slempre dotado del ampllo talento nece- sario para encauzar bíen a los artistas porestesende- . ro dificilísimo LUISSAlNzDEMORlILES del séptimo arte. Paris. mayo 1931 COMENTARIÒSDEUN ESPECTADOR [IN~MAlÓGnAFO·Y
N diversas ocasiones hemos podido conversar eon el E ilustre cantor de Castllla, don josé .Martínez Ruiz "Azorín», sobre temas relacíonados con la entraña del cine: matógrafo. «l\zorín .. es unadmirador fervoroso del eine como lo son C~istóbal de Cast,ro, Baroja, Valle. Inclàn y otro; gren- des escrítores, y del rnrsmo modo que no Io son Pérez de Ryala .y 10.5 hermanos Ouíntero. El primero de estos últimos escrítores mencionados, habla del cinematógrafo en un sen- tido fundamentalmente p:eyorativo, y, dada 'lacalidad íntelec- tuaI del autor de -Balarmlno y Rpolonio·,., sus razones en contra de este arte no pueden ser desdeñadas así de plano, sin prevío examan y compulsación. Pero no es el objeto del comentarista extenderse en eon- sideraciones acerca de los motivos \o concausa que indu- cen: a varios de nuestros grandes literatos a estímar o des- deñar el arte cínematoqràñco, sino exponer y.analizar una sugestiva teoríabaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAde «Rzorín.. acerca de las Imàqenes cine- matoqràñcas. Existe un libro a hacer, que es este de la posícíón de nuestros màs conspícuos hombres de letras frente al cine. Seria un libro altamente interesante. Nosotros apuntamos la idea, para que cualquíera cineasta de talento Ileva a ea- bo la obra.: La teoría azoriniana de las ímàqenes, ha sido denominada antína-zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBApor su autor -teoría de l~apolivalencla de las lmàgenes». Y esta exprasada con las síquíentas palabras, dichas por el ~e fe· ilustre esĉrítor a nosotros en el curso de una extensa eon- írbata, versación sostenída eon èl,- y en la que hablamos de diver- xm mi sos temas literarlos y artísticos. No hay que olvidar que el cinematógrafo es una de las muchas facetas Iiterarias, Mareel pues 'en todo- aquello que hay vida, hay literatura: . -. No -Creo que. el cinematógrafo tíene cierta suparioridad so- usted bre Iel teatro. Esta superiorldad censiste principalmente en so1.- Io rque yo llamo la pollvalencia de las Imaqenes. EI .clne- iomen- matógrafo permite expresar . varios estados espiritualês to- talmente distintos. Esta valoracíón de planos cònstituge in- n Es- dudablemente una superioridad sobre el teatro.' EI teatro se vale de los apartas para .expresar -los estados de concíen- Iad es cia -provocados por la íntespelaclón de los personajes, al ~.Mor- producírse en uno ,de ellos - si es humano -,:la reacción resan- que era de esperar. Los apartes son- un procedimiento an- .tudla- ticuado e íneñcaz. En carnbio, el cinematógrafo, 'pese a su mudez - esto ya no 'se reñere a nuestros días, de emema- Barce- tógrafo sonoro -, expresa eon toda plasticidad las emocio- !s que nes de todos y eada uno de los personajes que íntervíenen mos efectos. Véase una demostración: ¿Conocen ustedes una en la obra. Por ejemplo: supongamos que en una casa ,hay magnífica pieza teatral de '.Maurice .Maeterlinck, el famoso un enfermo. Este enfermo sufre una gran ñebra, y por eon- poeta belga, titulada «La intrusa ..?... El argumento es el do en secuencia . de ella, el termómetro, que, en otras ocasíones siquíente: . -ocuro es untsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAsimple instrumento médíco, adquiere ahora una. màxi- Una mujer ha dado .a luz... Su estado es de cuidado.:. E'n ma categoria... Todo en. la accíón gira en torno ar termó- el hogar se hallan el abuelo del recién nacldo, el .padre, el irítas, metro, que no es màs que el simbolo expresivo d-e una vi- tio y- las tres hijas... Pero se espera una vísita: la visita críben da en peligro... En todos los semblantes se refleja la emo- de un paríente, una Hermana de la Carídad, que ha .de ve- vida... ción... Todo esta pendíente de las alteraciones del termo- nír 'a ver a la enferma... Se Ja espera eon Ja màxima .ím- .metro... Véa'se, puas, que el termómetro es, en cierto modo, paciencia y emoción... En todos los semblantes se expresa el verdadaro protagonista. En el cinematógrafo esta valo- el anhelo, una ansíadad infinita... Se suceden varias escenas ración absoluta, egocéntrica. que adqu.ere vel termometro, Henas de pausas largas, esas pausas terribles, esos oeéanos o. Le por efecto de su representacíón y simbolismo - ya sabemos de sílencío, en las que se condensa toda la recóndita emo- ¡ ja él, que el símbolo no exíste sino en cuanto ttene una corres- ción de la tragedia, esas pausas que son de una elocuen- rotes- pondencia directa eon lo simbolízado -, alcanza toda su cia aterradora, sobre las cuaíes se cierne un halita extra- plenítud, toda la jerarquía que le pertenece... En el teatro humano .de inquietud; esas pausas que son como pulsacio- u pe- esto seria totalmente Inexpreseble.;» nes rítmícas de lo infinito, Henas de místerios, de terrores, te ñl- Esta teoria de «Rzoríl1» ofrece puntos de un íncalculable de gritos contenidos, de sollozos, de Iàgrtmas y de esperan- a bê- interés para profundizar en el estudio crítico de las carac- zas.•. Y llega la vísítante ... Pero ¿saben ustedes quién es terístícas emoclonales del cinematógrafo. El pensamiento del la visitante? :.. iEs la Intrusa!... iLa Muerte, que llega mis- o ver ilustre escritor se polarlza en el siguiente heroo concreto: teriosa, alada, inqràvida! ... join- la elocuencía, el graJismo, la expresividad que los obĵ etos l\hora bien; todos estos estados de ansiedad, de emoción, lbier- inanimados adquieren para representar, por sí mísmos, es- en el teatro son ezpresados por esas pausas, por esos apar- je· un tados de conciencia en los protagonistas de la tabula ... tes, por la expresíón de los semblantes, por los silencios na y ¿Quién no recuerda alguna película, en la que un persona- agobiadores... ¿Çómo seria expresado todo esto en el eine- je cualquiera tíane que. ejecutar tal o cual acción funesta matógrafo? ... No lo podemos decir a ciencia cíerta. Ignora- 1 Pa- pier- a una hora determinada? ... Cuando esto sucede, ¿qué es lo mos lo que el genio de un Eisensteín, de un Murnau o de o le- que Incídentalmente adquiere mayor relieve y capta por en- un Gance podrían hallar para darnos Ia sensación de todo tero toda la atención y emoclón del espeetador, sino el ob- este CÚJDulode emociones, de bergsonianos estados de in- nten- o le un jeto que determina el transcurso del tíempo, es decir, el tensidad psicológica, pero posíblemente se tendría que re- y no reloj? .•. ¡Con qué placer detendríamos las manecillas para currir a un simbolo, a una figura. aunque fuese sólo una nece- que la hora de consumarse la accíón fatal no llegase nunca! ... sombra, a alguna manifestación grMica ... Ustas . Sin embargo, esta teoria -'- 'pese a su weroslmilitud -, ¿Duda alguien de que sea mucho mas fina, màs sutil y como todas las teorías, no es absoluta, no \lena el émbíto més humana la expresíón teatral de «La íntrusa-, de Mae.ter- de todas las posíbilidades, no es rigurosarnente aplicable Iinck, que la ci- RALES atodos Ios casos, Fi en todos los casos surtíría 'Ios mis- nematogrMica?... FRANCISCOCi\Ri\VACA - En esta aünósíera crecló la iña, sien- do sus parientes predilèctos respe~- ble abuela, D.a Ev tie la PIaza, .na- tural de Bogota, f¡LSutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBArimo segundo, 'Lee De Forest, cuyo nombre se cuenta entre los de inventores conocidos. La primera ambíción de la pequeña fué ser cowgirl y escribir versos entre las galopadas. Fué educada en un eon- vento, sin perjuicio de tener profesoras partlculares, !J en sus días de colegiala se distinguió en la esgrima, llegando ill ser campeona de florete. Añadese que' aun sigue practícando este difícil depor-: te que es uno de sus favoritos. Después se añcionó a la píntura, de- dicàndose eon ahinco al manejo de là- pices y colores, no sin bastante aprove- chamiento, según la opinión de sus maes- tros. La hermosa estrella aun espera poder contlnuar sus estudios' !:I llegar a ser una pintora notable. La pequeña Bebe debutó en la parita- lla cuando tenia siete años, en la peli- cula «El enerniqo común-, Así continuó :¡epresentando papeles de níña hasta que «se subió» el pelo, y fué escogida como compañera (en la pantalla) por Harald Lloyd. Con el artista de las gafas repre- sentó unas doscientas comedías, y Jes- se Lasky, en vista de las condicíones de la muchacha, ofrccló a ésta un ven- tajoso eontrato para representar caracte- rísticas. La pobre Bebe rompió a llorar y en paco estuvo que se desmayara. ' Durante los intermedios en el traba- jo del screen la joven pisó la escena, adquiriendo el rango de estrella en «EI Pr!ncipe. Chap- . .Mas no -tardó per.der lo y rhab í a ido de nuevo 8 olrecerle su antiguo empleo y a provocarle can su belíeza espléndlda y sus des- verqonzadas insinuaciones. Ll- Iíom la reehazó eon energía y una vez solo eon Julia. pre- guntóle, ansíoso, cuél era el secreto que tenía para êl. Ju- Ita habló. Dentro dè' poco se- rla madre. L~ noticia predu- jo a Lílíom un júbilo loco. Corrlé -a la feria gritando a toda la gente eon quíen se tropezaba: ~¡ Julia va .a tener un hijo!- Y :le' sorprendía en gran ma- nera Ja indiferencia con que , era recíbída la buena nueva. ,¿N0 era .aease algo extraordínarío, algo ínaudíto, que Julia, fuese a dar a luz un hí]o y, que 'él, Lilíom, fuese su paçIfe? ' ¿Qué otra cosa més importante podia haberren 'él m:undo? ILIO ¿Con qué derecho aquellos transeúntes se paraban emboba- dos ante Ias grotescas atraccíones de' la feria?' ¿Cómo es que el carrousel :seguia dando, vueltas PRODUCCIQN FOX a los acordes de su música enerventev 'tsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA[Continuard.) había jugan-zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA esea- ¿MIPRIMERAMOR? No lo e ONFIDENCIAS de sí DEMARYBRIAN Ile. julia Lo que voy a reiatar sucedíó antes de lejado mi ingreso en la vida cinematogrà- quícío fica. Si algo interesante puade tener mi ero y biografia, hay que buscarlo en el parto- do de mi adolescencía, cuando, muy le- 10 era jos de sospechar que habla de llegar a ser estrella de cine, andaba por el mun- Ja -. do, en .cĉmpañía de mi madre, haciendo osa.- frente il. las exigendas de la vida. mado, .Formaba parte de una compañía de círco ambulante, en calidad de acróba- :'iliom ta ecuestre, Mi trabaĵ o era difícil y Dnién- arriesgado. Sin embargo, en los largos toca- meses de mi vida funambulesca no Ile- ~ di- gué a ganar lo que me produce un solo ss no- dia de mi actual trabajo. a por , En San Francisco de -California dejé obĵ eto la compañía , que captar en ellos las cualidades del alma s dia- para trasladarlas después al papel o al lienzo. rdame Terminada la seslón, me dió fervoro- stía a samente Jas gracias. Me aseguró que ja- lo de màs habla Iogrado tanto en tan poco ttíquo tiempo 9 me suplicó que volvíera, :on su -¿Cuando? - le pregunté. i des- -Cuando usted quiera - contestó -. zs. Li- No daré una pincelada- hasta que usted ierqía vuelva. I, pre- -Volveré mañana - dije entonces. !ra el Y volvi. D€ aqueIla segunda sesión me ~I.Ju- despedí, sin que él nada me pidiera, eon eo se- estas palabras: . irodu- -Hasta mafiana, loco. Y, desde entonces, ésta fué. mi diarla tdo a despedida. , en se Comenzarnos a amarnos en silencio. El, por respeto, nada me decia; go no ijol- creía prudente hablar. n ma- Un dia, cuando posaba sentada cerca de' él, dejĉ los pinceles !J vino hacia mi n que para corregir la posición de mi cabeza. iueva. Estaba muy lejos de su ànlmo lo que Julia. iba a suceder. Con un interés puraman- adie? . te artístíco, cogió mi cara con sus ma- mdo? nos. De pronto, le vi cambíar 'de expre- iboba- sión. Sus ojos se habían fijado en los 10 estsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBArníos, como fas- cina dos. SentíbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA(Çontinúa en la pagina 24) uarà.)ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA i.fe..io~ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAJe lI)eJillDocLf MzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAPELicULA RADIO PICTURES .t
Comedia dram¡Hica,dirigida• por George B. Seitz e tnterpretada por BeHy Compson, Hugh Trever, Lowell Shre- man, Rita La Roy, Ivan LobedeH, ete.
GREGORIO Sloane, joven, rlco y soltero, es el anfitrión de' una ñesta organizada en un viejo castillo de su propíedad, .situado en las costas de Maine. La noche err que se celebra la fiesta tiene .un aspecto sombrío e imponente ..El viento ba- te con furia de huracàn. El rugir del trueno y el vivo res- pIandor de los relàmpaqos tlurninan por momentos el espacio, destacando, en la obscuridad, el impresionante cuadro de los elementos desencadenados. Los invitados a la fiesta san: Sally Vayne, novia de Gre- gory, notable novelista y narradora de aventuras e historias místerlosas: Tom 1\usten, abogado criminalista, y su esposa, Madeline, la que coquetea de manera hastante índíscreta eon Mischa Hawelin, pianista ruso; Paul Ccoper, su esposa Har- ríet y Louíse Hallister, muchacha pízpíreta y alegre ... Mientras los invitados teman un refresco, xíespuês de air una de las interesantes narracíones de Sally; Madeline se Ileva a Mischa y le declara su amor ~in ;percatarse de que Tom, su esposo, acecha el idilio. Mientras tanto, Gregory y Sally riñen y ésta, le devuelve su anillo de pedida. . Para entretener el tedio de la velada, Gregory' y .M.ischa simulan una pelea, siendo separados por Paul y por 'Tom. Mischa sigue la broma y sale fuera del castillo, bajo la llu- via. Gregory Je sigue, tomando antes una pistola del armero. Dentro sigue la conversación sobre crímenes y asesinatos. Tom asegura -que todos los criminales confiesan 'en su hora postrera. POT lo menos así lo haría êl, según dice, si fuera criminal. Poca despuês regresa Gregory, agitado, enetende la luz y vuelve a apagarIa, sonando en la obscuridad 'el seco estam- pido de un dísparo. Gregory reaparece con una pistola hu- meando en sus manos, declarando que 'acaba de matar a Mischa, arrojando su cuerpo al agua desde un precipicio, Tedos corren a auxiliarle, viendo eon horror que el cuerpo del infortunada Mischa flota a impulso de la corriente. Gre- gory vuelve a sus habítacíones, aparentemente desesperado 11 arrepentido de su crimen. Sally es la prímera que entra en su cuarto y Gregory' le conñesa que todo es una broma para asustar a Tom. Lo que flotaba en el agua era un muñeco vestido eon las .ropas tie Mischa, el que no quiere dejarse ver, insistiendo en atemo- rizar a Tom. Por fin reaparece, pero Tom no se ínmuta. 1\.pro- vechando que las sospechas han de recaer sobre.. Gregory, dispara y mata a .Mischa para vengar sus oíensas, Después toma el inanimado cuerpo Y lo Ianza al mismo luqar donde lo habían visto todos los invitados. 1\. la mañana siguiente 'Gregory se levanta tranquilament'e, esperan do las consecuencias de su broma, cuando, ve, asom- brado, cómo dos bombres conducen el cuerpo inerte de M,is- cha, atravesado por un balaze. Greqorg hace protestas de inocencia, pera todo es ínútil. La confesión de la noche anteríor se vuelve contra éI. Ma- deline, no pudrendo ocultar sus afectos, abraza el cadàver de su amado. Sallg 'la separa y adviertè que entre las ma- nos crispadas del rnuerto hay un botón. Lo guarda y com- prueba que pertenece al cortinaje del dormitorio. Sally corre a su cuarto y mezcla en un vaso de whisky una extraña composición. Tom' entra poco después y le hace el' amor.: Ella le rechaza, amcnazàndole eon suicidarse. Tom apu- ra el vaso de whisky. 1I.l verlo, Sallq lanza un grito 11le advíerte que se ha envenenado ... Todos los de- la casaacuden a las Ilamadas de SaIl!:!,la que les informa que Tom se ha, tornado una disolución de estricnina preparada paraeIla. Es tal el terro-r' de Tom, que no queriendo llevar la eon- cíencía manchada a la tumba, confiesa ser el autor de la muerte de Mischa. Entonces Sally' deseubre, a su vez, su tri- quiñuela. Lo del veneno ha sido un truco para arrancar la eonfesión del erimen a Tom, de quien ella sospechaba, ya que el erimen tenía que haber sido cometido dentro de la casa, como lo indicaba el botón hallado por ella en.ila ma- nodelmuerto.. ' , Gregory y Sallg, después de tantas 11tan encontradas emo- ciones, hacen las paces de una vez para siempre ... -osQPONMLKJIHGFEDCBAASE.S-zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBASINT-E TIZAD05r
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CHARLOT. - El eterno abando- DOUGLAS. - El hombrelibé- GRETA GARBO. - El vampi- nado. lula. rismocientifico.
Buster KEATON. - lmpasible MENJOU. - El vencedor de las LILIAN GISH.-La victima de hasta en el día del[uicio Final. damas y deltiempo, lasociedad.
JANNINGS.-La victima de las BEBE DANIELS. -baZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAMas fuerte CHEVALIER. - El anti-Tan- malas mujeres que Douglas. ning«. Por las mujeres asciende. cluso la .sensacíón de qne son las mismas Àe' la iĉ lnta muda nfl"'~"G~quHF,u~P':~r""HII"IIJ,~,lItmI'lUn~ll~con laszyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA consíquíentes varlaciones .àccídéntaías para factlUat • L;ñlIIJJUJJlbal~t,JLlldf,Jbh:.dC::~1 UU~1Ufu111bll la impresión. del sonido. . ~ ( Jr" I :~Il::tr Y, por mas que se opusiera en o pOSI e nuestra .discre- ESURRECCIÓN, película de la «Universal», interpretada 'por ción, la fuerza del desacierto nos ha llevado irresistihle-, R Lupe Vélez y Luis }Honso. mente a recordar la vieja einta de «Artistas Asocíados-, ori- Lo prlmero que se nos ha ocurrido antes de entrar en 'el gimíndose así una Involuntaria comparacíón entre ambas pe- nuevo local de la Plaza de Urquinaona, ha sido preguntarnos Iiculas 'que pane rnés de relieve las deficiencias de la nueva si realmente ofrecía .algún interés excepcional el hacer ha- realización. La necesidad de dar el conveniente desarrollo blada en español la popular novela de Tolstoi. Y nos lo al dialogo - que implica síempre una inevitable lentitud hemos prcquntado porque - aun ñàndonos solamente del en la acèión - les ha obligado a recortar algunos episo- endeble archivo de nuestra memoria - recordamos que eon dios y a prescindir en absoluta de otros, .de modo que per- ~sta ya son tres las versíones cínematoqrañcas que se han judican sensiblemente la ilación lóqica de la obra tolstoia- hecho de -Resurrecclón-: la de María )acobini, la de Dolo- na. Porque conocemos pertectamente su dasarrollo, Ileqamos res del Río y la que íbamos a ver de Lupe Vélez. a disímular un tanto el malefecto de ver asi truncada la Y el esceptismo- que de antemano sentíamos por el inte- sucesión de los hechos: pero no cabe en buena técnica '- rés que pudizra encerrar esta realización del eine hablado, ¿quién lo duda? - el confiar en este anticipado conocí- fué quedando plenarnente justificada a medida que íbamos míento de la obra por parte del público para limitar el viendo el film. No vimos en él un solo motivo de suficien- proceso psicológico del drama a unos dialogos màs 'o menes te valor artlstíco que justifique su actual realizacíón, ni en explícitos. . el aspecto fotogrMico ni en el orden sonoro. Los héroes de la cinta - él .u ella ,- consiguen sacar La visión cinematogrMica de esta «Resurrección», de la buen partido da su papel; las segundas partes, en cambio, «Unlversal-, es esencialmente la misma de la -Resurreccíón- son tan deficlentes, que, sin querer, nos hacen recordar una que vímos, años atràs, a Dolores del Rio eon Rod la Roque, vez màs el conjunto harmónico de la antigua -Resurreccíón-. de «Artistas Asociados». Es mas, algunas escenas dan in- En un periodo, pues, como de prueba, err que 110 esta can- cretamente definido el porvenir del eine hablado, ¿ofrec2 un verdadero interés - volvemos a preguntarnos - la filma- cíón sonora de una película que ya hemos conocido . per- fecta en el cine mudo? - L. C. R. u UO~AR Y LAMODA REVISTADECENALPARALMUJER ¿MI PRIMER AMOR? LAREVISTADEMODAS (Continuació" CI e 1" pagina 2 1) MAs P,'PULAR DE-ESPAÑA que sus manos, temblaban sobre mis carrillos, y, de súbito, 1III/IIIIIIIIIIIIIIIIII/IIIlfiUlfflUmlllllllllll/lIRIflUIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!/lIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII/IIII/IIII/II rrn¡rmllflUllllr,mUrtll"'tlltll,tltI!tlU,"""UIIUttll!lnIllIUIIlUIUlllllllltllllU'U"l¡,liW.,.¡."., noté que mi eabaza era ràpidamente atraída sobre la, suya y que sus Iabios oprímían losmíos. '" En eada nŭmero, compuesto de m~s de• 40pàgínas, se pu- blican numerosos y elegantes figurines de Paris y Londrès, Dos sentimientos contrarios se apoderaran de mi alma. El modelos de preeiosas labores en cotores, rnultitud de ítus- traciones para toda clase de trabajos del hogar, folletines ,uno me ímpulsaba a rechazar, a huir, a defenderme; el otro de novelas y otros de interés general. Publica varios nŭ- era de placer ante la víya demostración de amor del ham- meros extraordinarios al alio, los cuales se reparten a los suscriptores sin aumento de precio; panoramas de figurines bre amado. de ternporada tirados a todo color; pàgínas en huecogra- bado con ínformacíones sobre la moda, vida eínematogrà- De momento, venció el primero y traté de huír, pero él fica, cocina, charlas sobre belleza, modisteria casera, no- hízo kacasar mis propósitos retenièndorñe por la cintura. vedades para el hogar, etcètera. . Me quedé y le devolví el, beso. Ademas, en eada numero se publica el suplemento infantil para niños En lastardes siguientes, el amor relego el arte a un se- gundo término, pero quíero decir bien alto que aquel ham- KI-·KI-RI-K í bre no dejó un momento de respetarme y que yo conservé y eonstantemente se proponan a los lectores incólumne la confianza en su cabalIerosidad.· INTERESANTESCONCURSOSCON VALlOSOS Meses enteros duró el idilio, hasta que un día su-propíò PREMIOS EN OaJETOS Y EN METALI~O talento puso una barrera entre los dos. Una sociedad artís- Ejemplar suelto, ,baZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAtiea le concedíó una beca para estudiar en Europa y la se- 4Océntlmos ·ELHOGARYLAMODA paración se impuso. Desde entonces, nuestros camínos en la vida ho cesaron Suscripeión mensual, DIPUTACIÓN, 211, BARCELONA I pesetatsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAVALVERuE, 30 !1 32, MADRID de separarnos y alejarnos màs. El es hoy un pintor famoso; Agradeceré me remitan gratis el núme- yo soy una estrella de eine. si desea recibir un nú- ro demuestra queofrecen.enFUms seIedus mero de muestra, recor- No he vuelto a verle, pero estoy segura de que cuando lea te y \Iene el Adjunto Nombre ••••...... mi en recordarà eon aque- cupón, y nombre los periódicos, nostalgia a Do";icilia •••••••••••••••••• ,'•••• Ila inocente modelo que endulzó los días més amargos de .su Se lo manda- Población n •••• lucha con el anónímo. Il remos gratis. Provinda ••• : ••••••••••••••••••.• I L phen Leokoch !J Donald Ogden Ste- Para terminar diremos que Ben Lyon li BEBEDANIELS-BENLYON wart. mide 1'80 metros de estatura y su pe- I Las opiniones polítícas del joven ma- so es de 79 kilogramos, y Bebe mide (Continuación. de la púgina 1.9) trimonio son moderadas, e intervienen 1'58 metros y su peso no excede de 58 en la polítíca local nada màs que Io ne- kilogramos. El tiene el cabello obscuro I ñera, ambos pasan jW1tOS una vida feli:- cesario para cuídar sus intereses y pro- y los ojos de un azul grisaceo; ella 12S II císíma, planeando reformas y mejoras en pieda des. rubia can ojos garzos. Los dos estan su magnífiéa: vívienda. ' Ni el marído ni .la mujer son añcíona- contratados por la casa Warner Bro- ~ La bililioteca es uno de [os aposentos dos a ruidosas fiestas popularas, ni a thers, y las últimas pe)ículas n que han E màs espacíosos y notabtes de la suntuo- colores chillones y menos aŭn a las in- tornado parte Bebe Daniels y Ben Lyon, sa morada, Ben gusta de leer Ias obras terviús y a la murmuración. han sido, ella, en «Mi pasado», .,Una E de Jack London, Joseph Conrad, De Bespecto a los autos, su marca favo- .mujer de mundo- y «El honor de la fa- 'I lt.\aupassant!J Robert Burns, En cambío , rita es la -Ford-, de la que tíenen en su milia» y: él en «Mi pasado .., «La he- los escritores preferidos de Bebe son garage partícular tres coches, mas tam- redera fogosa,. y «La enfermera noc- II Dickens, Anatole France y Oskar Wil- biên poseen un magnifico -Rolls-Rouce» turna». S de. 11como literatura màs ligera, Ste- para las ocasíones cxtraordinarias. (Fcts. Warner Bros y Vltaphone Pictures) 24 Iu .... GrMlcos de la S. G. de P., S. A., Dípatacíĉn, 211. Barceloaa ,.;, ~,: ~:.::.::s Córtese por aquí
132 c. y ·N.WILLIHM.SON 132 12'9 ¿QUIENESELLA? 129 ------tante: pero Miles encontró la ocasion cónsideraciones, deseo que no asistas mujer, Miles sintió un asco extraor- ahora tema a- ĵulíeta, era suya y no de estrechar a la joven en sus brazos a este espectàculo sin mi. dinario. Ella sacrificó siempre a los se resígnaría a perderla 'para corn- y besarla como si fuese por últimà --: No tendré ganas de. ver uada demàs en beneficio propio. Y ann placer el despecho celoso de aquella vez ensuvida.. . durante tu ausencia -- contestó Te- para satisfacer un ?equeño capricho mujer contra, el italiana. . -- ¡Por mi gusto no te soltaría! - . resa. de una hora, habría sido capaz de -- ¡Por Dios! ¡Si ella no quíere di- exclamó por fin. Sheridan volvió a besarla. [Oh, qué quítar la vida a su mejor amigo. vorciarse de mi, yo me divorciaré -¿Y no crees ... no crees que puede dulce era la joven! Si no hubíese te- Pero no lagratía hacerle desgraciado. de ella! - exclamó, enardecido. ocurrir algo que te impida regresar? nido un pasado inconfesable, Miles De ningún modo. Pero entonces, como 'antes, oyó la - preguntó ella rodeàndole el cuello habría sido feliz en absoluto, a pesar Antes, poco le importaba lo que vocecita de la dífunta ,anciana que. eon los brazos. de Isabel o de enanto pudiera hacer. tuviera que abandonar en beneficio le arnó como si fuese su propio hijo -- No, mil veces no - replicó Aunque si su amada no hubiese te- de Isabel, porque ningún interés te- y le decía: Sheridan tranqu ilizàndola. nido aquel pasado, él no la habría nía por cosa alguna. En cambio, «Recuerda tu promesa.) - ¿Y no podrías cambiar de idea llegado a conocer. Por otra parte, no y llevarme contigo? -- preguntó Te- estaba dispuesto a entristecer la vida resa, que no se resolvía a separarse de Julieta, ni la suya propia, por 10/ de él. que ya no era posible cambíar. La cApíTULO XXXIV -- [Ojalà pudiera! Pero estoy se- noche ariterior juró a la joven no guro de que no es conveniente - hacerlo, y cumpliría su palabra en contestó Miles. - Si al Ilegar a Ar- beneficio de ambos, .A lucha mental de Sheridan pués de las ocho se asomó al ba1cón. gel no es muy tarde, te telegrafiaré. Teresa bajó hasta el zaguàn tiel no terrninó con el día, pero Allí la encontró Sheridan y le dió Así tendràs noticias mías al desper- hotel para verle marchar, y cuando se calmó un tanto. a entender que la felícidad de la noche tar por la mafiana, A 10 sunio las él estaba ya lejos, se volvió para mi- Durante la noche retro- anterior no era ningún sueño. Y.tan recibíràs a mediodía. Tú también te- rarla por última vez y observó que . 'fi»'" eedió màs de cien veces an- sólo a causa de unas palabras de la legrafíame esta noche, ¿quieres? Mas agitaba su pañuelo en señal de des- ~ ti< te el abismo de la promesa joven, llegó a mencionar el telegrama no 10 hagas al yate, sino al Hotel pedida. Este últímo brillaba al 'aol hecha a la señora. Parmalee y que en recibído. . Cecil, pues me hospedaré alli. como blanca maríposa, y el astro la obscuridad le parecía equívaler a - [Desearía no regresar a Argel Se le ocurrió esta idea entonces y, teñía de rojo el cabello de la joven. la muerte de, todas sus esperanzas. hasta pasados muchos dias! - ex- como se ve, la aprovechó con rapidez. Una gacela mansa que se había eon- Mas se reanimaba una y otra vez al clamó 'ella -. ¿Tendremos gue ir? --Y ¿por qué no vas al San Jorge, vertido en animal doméstico del hotel pensar en la posibilidad de que el Este lugar nae pare ce ser el màs in- que tiene una terraza y un jardín se acercó a Teresa con la' esperanza telegrama 'no hubiese sido enviado dicado para nuestra Ielicidad. tan bonitos, puesto que no quieres de que le diese un dàt.il o un terrón por Yale. Y aun cuando 10 fuese, no - Eso mismo píenso yo -- 'dijo aloj arte en el yate? Me gustaría saber de azú car, y la delícada figura del era tan fàcil como parecía analizar Miles tras ligera vacilacíón -. Aun- que estas alH. animal se apoyaba en la de la joven, la mente de Isabel. Màs de un mo-. que siempre -hay un «pero», Ayer -- No. El San Jorge me resultaría a cuyo lado estaba, también, el perro tivo podría habèrla traído a Argel, .noche recibí un telegrama; era ya ahora demasiado lejos - contestó amarillo que Miles vió en el comedor .. Pero, en fin.. nada en el mundo sería demasiado tarde para decírtelo y excusàndose. aunque la verdadera ra- Teresa parecía una joven ninfa ro- bastante para obligarle a' abandonar por esta causa tal vez tendré que zón era que no quería ir a un lugar deada de sus animales preferidos, se- a Julieta Divina. Estaba seguro de volver a Argel para solventar un en donde viera a Pablo di Salva- gún se imaginó. Miles, mientras se aquella isla de paz en un mar tem- asunto importante. Sin embargo, creo no. alejaba en el automóvil y aquella vi- pestuoso; es decir , del amor de Julia que no sera necesario. Resultaría muy -- Sé tan fe1iz como puedas, por- sión se desvanecía, sintió un éxtasis 1. del que él sentía por la joven. Y. desagradable dejarte, mas si al fin que el tiempo pasaré de prisa. No especíal que nunca experimentara al smembargo... . . he de ir, emplearé muy pocas horas, vayas a pasear sola sin Harkness, a pensar en una mujer. Mas su emo ción Tomó todas las precaucíones po- de modo que sera mejor que me es- menos de que se trate de paseos hubiera sido menes agradable de sibles para cerciorarse de que fué ex- peres aquí y así no te veras obligada muy certos. No soy IDl tirano ... to- haber visto a los cuatro jóvenes que pedido su telegrama a Yale y q1!le 1 hacer, sin motivo, dos largos viajes. davía, Y ahora recuerdo, querida mía, estaban asomados a las persianas ver- dos horas màs tarde, a lo sumo, le Eso siempre que deseemos perma- que te hablé de las bailarinas OuledbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAdes semicerradas del comedor y que sería entregado. Luego ya no tuvo necer algún tiempo màs en Bousaada. Nail, de Bousaada. Entonces creí que se reían y bromeaban entre sí, o si nada rïiàs que hacer, a excepcíóri -de Si los dos nos fuésemos ahora a M- te interesarían sus bailes. Pero eso hubiese podido oír 10 que se decían. decidír eon la mayor firme za que gel, algo podría quizàs impedirnos era arrteayer noche. Ahora ya eres El capitàn Gilbert se apresuró a ocultaría las noticias, mejor dicho, el regreso, y estoy persuadido de que mía. Si aquí se celebra algún baile salir antes de que la joven pudiese el canard, tal vez, de la llegada de este 'Iugar no nos parecería el mismo y uu guía te ofrece acompañarte, pro- empezar a subir la escalera y utilizó Isabel, porque no había necesidad de la segunda vez. Por eso, si he de méteme que no iras. Aparte de otras su perro como excusa. alarmar a Julieta ni de darle a en- marcharme, deseo que te quedes aquí tender que él mismo estaba preocu- piua -volver a tu lado. pado. En las mejillas de Teresa desapa-.' Teresa tomó el café y unos pane- reció el tono rosado de la alegría .. cillos en su habitación y poco des- Parecíale insoportable que Miles- la Co eceeezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBApor'QPONMLKJIHGFEDCBAaquí
de Oatalunya
130zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAC.YN.WILLIA.M.SON 130 131 ¿OUIENESELLA? !fII
. dejase. Aquella mísma noche se des- actrices y ademris tenía una figura me marche, ant.es podré estar de guntó Teresa, míentras sus mèjíllas pertó víctima de una pesadi11a, 110- més bella. GJbert preguntó al amigo rando porque soñó que tenía que vuelta. El cluiujjeur ya sabe que ha s,e sonrojaban de un modo encan- que le 11evóal teatro y así pudo en- de estar dispuesto para salír en cual- tador y eon una lozanía de color que despedirse de.su amado. Bousaada le t.erarse de que se tra taba de una mu- parecía encantador y aquel blanco quier momento, de manera que no siempre había maravi11ado a Miles. chacha muy conodèa. Tenía un ara- tardarà. Si no me ocurre níngún per- Se quedó miran do a la joven eon poblado en el desierto .siempre sería do muy raro, un nom de guerre. «La cance en el camino, llegaré a .Argel los ojos Ilenos de amor. Aquella mi- para ella un lugar de ensueño y su Poupée du l\.1illion de Dollars» o algo nombre resonaría en sus oídcs como a las nueve de la noche. Es posihle rada casi asustó a Teresa, porque por el estilo. Sm duda, aquel monsieur que no tenga que errtretenerme rnàs hacía 'més .triste su separación y le la música secreta y. místeríosa del sería un rmllonarío, pues pudo invi- mar en el hueco de una concha. En deuna odoshoras. cansaba la impresión de que tamhién tar a cette folie pouptie para que le . Mientras pronunciaba estas pala- Miles la temía, aungue aseguraha que cambio, estaba persuadida de que acompafiase en su viaje. Algunos le resultarfa ,horrible quedarse allí bras eruzaba por su mente la idea de el motivo de su ausencia no era nruy hombres, n'est-ce pas?, tienen mucha soboruar a su nrujer con una buena ;importante. . sola o eon la única compañía de la suerte. señora Harkness. Ansiaba marcharse suma, ademàs de los aiimentos pro- -- ¿Te gustaría prepararme elma- A Teresa le interesaban aquellos metidos. letín? _ preguntó, sonriendo. eon Miles, aunque no debieran volver, oficíales franceses, y de vez en cuando y estaba convencida de que la lle-, -- De ser así - añadió - volveré '- Mucho - confesó la joven, més les dirigió algun.a mirada ino.cente. a emprender el camino ete regreso a avergonzada que orgullosa. _ Me varía consigo si ella se lo rogaba. - Eso _. murrnuró Gilbert a sus Mas luego ccmprendíó que su amado medianoche màs o menes. . complacería en gran manera hacer camaradas, que le envídiaban ..sus La habitación estaba caldeada por algo por ti. no se lo habría concedido eon gusto viajes y su conocimiento del inglés _ y por esto ni siquiera intentó pe- el sol de diciembre del desierto ar- - Por mí has hecholo més grande es 10 que en les Etats Umis Ilarn an la gelíno, mas de pronto Teresa sintió que se hízo nunca _ le dijo Sheri- dírselo. mirada de vampíresa infantil. Si este - Contaré las horas rnientras es- frío y se estremeció de píes il. cabeza. dan. ~ Pero si 10 deseas, puedes ocu- individuo, que se da tales aíres de Su ma.dre so1ía dec'r cuando le ocu- parte 'en eso. Ven conmigo. tés lejos de mí - dijo. prcpietario, se pusiera enfermo. o tu- - Yo viajaré durante toda la no- rría eso, que «un ratón acaba:ba de Cuando se -levantaban y lVlHesvol- viera un accidente, tal vez veríamos pasar por encima de sn tumba1).. vía a dejar la silla en sn sítio, un che para rvolver cuanto antes - le algo Interesante. contestó Miles -, si bien aun espero -. Pero te fatígaràs nrucho si rvia- gran perro amarillento, que estaba Mas aunque no ocurrió nada de ·jas en autornóvíl durarite tedo el día- echado a los del capitàn Gilbert, no tener necesidad de marcharme. píes aquello, pudieron ver alga; porque y luego por la noche - dijo, eonte- se levantó, y Teresa, al mirarle, vió Tamaron el dejeuner juntos, a las mientras los cuatro se entretenían doce y media, y Sherídan no había re- niendo las palabras cariñosas que pro- que el animal la cont emplaba tarn- comiendo dàtiles o almendras, to- nunciaba en su corazón. AIgún dia, bién y que meneaba la cola. A la cibido aún la contestadón a su te- mando café muy amargo o fumando legrama, Como en el hotel no había cuando ĵ ulieta le hubiese dado, per- joven le gustaban mucho los perros, cigarrillcs baratos, entregarcn un te- miso paia referir toda la historia, aunque nunca le dejaron tener nin- salas particulares ni comedores re- legramabaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBAà l'Arnericain, Este abrió el servados, tuvíeron que almorzar en como sin duda alguna haría así que guno, y por eso, al pasarpor su lado, pliego azul y para sí leyó eon rapídez -se enterase, errtonces aquel homhre exc1amó: el comedor, en dande estaban solos, el mensaje. Los francesss observaron a excepción de un desalentado via- adorado sabría que desde muchos - ¡Qué hermcso! que su rostro curtido se ponía en- años atràs era su «ptÍm:ipe».. El pen0 vol:vió amenear la cola y jante francés que «ha cía» las. plazas cendido. del desierto, y cuatro oficíales -sol- - ¿CansadG.?-l'eplicó Sheridan.- sonríó. No había duda nínguna de - Temo mucho, querida niña, que ¿Cómo quieres que me canse vol- ello, porque, en realida d, sonríó. Con teros de la pequeña guarníción, para no tendré màs rernedio que il' a Argel quienes el hotel venia a er una es- viendo a tu lado? Aun no me conoces. seguridad alguien que le quería mu- para arreglar este asunto - dijo Ya sabras quién soy yo cuando vuel- ehe le enseñó a hacerlo , Y Teresa pecie de club. Su vida en Bousaada Miles inclinàndcse sobre Ia mesa, no era muy alegre, porque por màs va ... a nuestra.casa. Y ésta es nuestra se quedó tan encarrtada, que por un Teresa casi esperaba que élle mos- casa, puesto que 0:1 estas en ella. momento olvidó sns tristes ideas. Se que hacían no podían accstumbrarse trase el telegrama, pero no 10 hizo. a las jóvenes Ouled N ails, y desde Día vendrà, sin embargo, en que detuve en el umbral Y' entonces vió Por espacio de un minuto se quedó tendremos nuestro prop io hagar, mu- que el dueño del perro .se había pues- la mesa a que el cuarteto se había can el ceño fruncido y como distraído, sentado, miraban can la mayor in- cho. mejor que éste y muy lejos del to en pie y que inclinaba la cabeza y luezo rompió el telegrama en tro- I mundo-fastidioso, aunque sólo sea el en drección a ella y a Miles, eon toda sistencia a la belle Arnéricaine, a: la zos diminutos. Los echó luego en un que tarnpoco quitaron el ojo durante que habita abordo de un yate. De to- la cortesía francesa. Ella saludó, en cenicero que llevaba el anuncio de dos modos no sera en el «Siluenuood», respuesta, eon un' movímiento de ea-o la noche anterior. En realidad, mi- .un Iicor prohibído desde mucho an- raban màs todavía, porque uno de porque ya hene muchos recuerdos beza y sonrió con amab ilídad. El ea- tes, y luego, como si aun siguiera desagradables para nosotros. Me arre- pitan Gilbert no quiso comprender ellos, el capitàn G:1bert, que vísító pensanĉo en otra cosa, prendíó fuego Nueva York en misión militar, du- glaré de manera para gue nunca màs que la sonrísa iba dirigida al peno a los papelitos eon el extremo de su tengamos q.ne ir a bordo. de él. En y noaél.· . rante 1917, estaba persuadído de cigarrillo encendièo. haber visto a la joven en el teatro. fin, ya veremos. Ahora he de mar- Harkness permanecíó en .la habi •. - Bueno - exclamó de pronto le- charme y encargar antes a la señora tación de su amo mientras Teresa Ella fué en una revue. El papel que vantando los ojos que, hasta enton- tema no era muy importante, pero .Harkness que me prepare un ma- preparaba el maletín, eon objeto de ces, Teresa contemplara eon m.rada Ietín. indicarle qué debía poner en él y era mucho màs benita que las demàs llena de adoración. - Cuanto antes - ¿No podría hacerlo yo? .,'; pre- evitar que se olvidase algo impor~ ozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA ~ il. o '"". ,g E.•ZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
ERNESTTORRENCE RAQUEL TORRES