Slst"". BlbIlotlKlrio de la Suprema Corte de Justicia dt 11 Hadón Cablogacl6ol PO A7fIJ ~ Veloz. Francisco W5321 Teodosio lares : tH\ jurista del siglo XIX I Francisco WJeChers VelQl. - ~ México: Suprema Corte de Justic:ia de la Nadón. 0ir9ctión General de 18 Coordinación de Compilación y Sistematización de Tesis, 2006. 138 p. -- (Episodios YJlO"OIl8i" del Poder Judi~a1 de la Feder.tCión : 6)

ISBN 970-112-w.1-X

1.larts. Teodosio. 1806-1870 - Biografías 2. Juristas mexicanos- Biografías 3. Poder Judicial óe 18 Fedtlradón. NeMeo !.l. n. ser .

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Primera edJeiOn: diciembre de 2006 O,R. O Suprema Corte de Justicia de la Nación Av. José Maria Pino SuM9t:. Núm. 2 C.P. 06065. Méxi

Impreso en México Printed ín

Esta obra es"'" • _ de la llirecciOO Gent

Su edición y disef¡o estuvieron al cuidado de la Oirecciól'l G.enefaI de la Coonimaci6n ." eom"'ación ySis __ de r... de Jo s..p..... con. de Justicia de Jo_. Suprema Corte de Justicia de la Nación

Teodosio Lares Un jurista del siglo XIX

Centro de Consulta de , .. Información Jurídica a . Biblioteca

Francisco Wtechers Veloz' .. Licenciado (:rt Q:t:~e('ho por 1;1 Un,wersidad P.w~riCaM y pmf~$ot adjun'(lj dt:: Hhw,ria dd dere"ho ":1\ la mism.a, Autor -de -vartOl ~rtÍt.:.uI{}s- y t_onfet~nd$ta especlf.1it.::«!-o en 'ti l~m.a d.el SegullOO Im~ perlo Mtxiun:o-. SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

Miní$lro Mariano Ame l. (¡¡¡itrón Prniden/e

Primera Sala Ministro José Ramón Cossío Díaz Preside1lle Ministro José de Jesú. Gudiño Pelayo Ministra OIga Sánchez Cordero de Gareía VílIegas Ministro Juan N. Silva Meza Ministro Sergio A. Valls Hemande:t

Ségllnda Sala Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos Presidenta Ministro Sergio Salvador Aguirre Angutano Ministro José Fernando Franco Gontález Salas Ministro G<:Wlro David Gángolll Pimentel Minislro Guillermo 1. Or1iz Mayagoitia Comité de Publieadones y Promoción Educativa Ministro Mariano Azuela Gúitrón Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos Ministra OIga Sánchez Cordero de Garda Villegas

Comité Editorial Dr, Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot SecrelQrio EjecutiYQ Jurídic(J Admi"istrativo Mtra. Cielito Bollvar Galindo Directora GeJJerol de 10 Coordinacion de Compilación y Sü(emalizQción de Tesis Lic. Laura Verónica Camacho Squivias Directora General de Difosión Mtro. César de Jesús Molina Suárez DirectQr General de Casas de la Cullura Juridica. y Esludio$ Históricas Dr. Salvador Cárdenas Gutíérrez Director de Análisis e Investigación Hislórico Documttnlal Contenido

Presentación ...... 9

Introducción ...... 13 l. Nota biográfica y contexto histórico .... 17 lI. Algunos aspectos de la obra laresiana...... 59 llI. De Lares y la Judicatura...... 79

7 8 Epis()di(JS y Pf!r10najes del Pode,. Judicí4/ de la Federacíó"

IV. Entre liberales y conservadores. Un epílogo ...... 95

Bibliografía...... 131 Presentación

Nuevamente, la Suprema Corte deJusticia de la Nación tiene el enorme placer de poner a disposición del público en general, un vo­ lumen más de la Colección uEpisodios y per­ sonajes del Poder Judicial de la Federadón~ para seguir divulgando sucesos que marcaron nuestra identidad jurisdiccional, así como vidas de hombres y mujeres que influyeron en la administración de justicia en México.

9 lO EpiJodio,] Perso.aj" del Poder Judiciald, la Fe,¡.,.aáó.l , Tal es el caso del jurista y hombre de letras Teodosio Lares, menos conocido que otros hombres de su tiempo pero no por eso menos importante. Lares se preocupó real­ mente por la profundización de los temas ju­ rídicos, poniendo a debate teorías del derecho comparado en nuestro país.

Su política fue incansable y se tradujo en importantes logros en la administración pública, en la legislatura y en la judicatura a las que sirvió con erudición y espíritu de pa­ triótico; aunque su filiación conservadorihizo que la historiografía no lo atendiera del todo.

Por lo anterior, la presente obra cons­ tituye un buen paso en el rescate de nuestra nodos;" úns ...

.historia y su difusión esperamos sea del mayor interés.

Comiti de PuhlicadoReJ y Promoción Educativa de la Suprema Corte de Justicía de la Nación Ministro Mariano Azuela Güitrón Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos Ministra OIga Sánchez Cordero de Garcfa Víllegas

Introducción

El jurista y político que da nombre a esta obra es uno de tantos hombres trascendentales para la historia de México, sobre todo por el papel que desempeñó en el difícil camino de la for­ mación y consolidación del Estado mexicano en el siglo XIX.

Nuestro propósito no es presentar a Teodosio Lares sólo como miembro de una

13 facción, sino rescatar la trascendencia que su persona y obra tuvieron en el peri()do en que vivió.

Definitivamente, su destino estuvo ligado a uno de los partidos en los que la polí• tica mexicana posterior a la Independencia se dividió, hace dos síglos: el Partido Conserva­ dor. Debemos recordar que la contraparte, el Partido !.íberal fue finalmente el gran vence­ dor y consecuentemente, su visión de la his­ toria es la que domina.

Al margen de las tendencias ideológicas y de los juristas de uno y otro bando, que con visiones diferentes procuraron ofrecer sus mejores esfuerzos para lograr una adecuada Of- '$ ganizacíón política, social, jurídica y econó• mica para México, es precisamente que pre­ sentamos estas breves páginas.

, Teodosio Lares no es de los juristas ! completamente olvidados, diversos autores han intentado rescatar aristas de su vida y obra, por ejemplo, Andrés Lira, Antonio Ca­ rrillo Flores y Florence Toussaínt Alcaraz.

No debemos olvidar, por otro lado, que por obvias razones los juristas más estudiados del siglo XIX estuvieron ligados a la concep­ ción liberal: BenitoJuárez,José María Iglesias, Ignacio L. Val1arta, León Guzmán, Manuel Crescencio Rejón, Mariano Otero y Melchor Ocampo, por mencionar algunos. 16 EpiJodioJ y Personajes dtl Poder Judidol de la Federación

Así pues, rescatemos la vida, pero sobre todo la obra de los juristas olvidados o muy poco recordados que fueron, en algunos casos, líderes sociales, promotores de cambios y con­ ductores de los destinos del país, al lado de políticos y militares. 1. Nota biográfica y contexto histórico

No existen datos que arrojen suficiente luz sobre la vida de Lares, menos aún del periodo anterior al inicio de su vida política. Nació el 29 de mayo de 1806 en el mineral de Nuestra Señora de los Ángeles, de los Asientos de Ibarra (actualmente estado de ). Emigró a la Ciudad de México para estudiar la abogacía en el afamado y antiguo Colegio de San Ildefonso, lugar en donde se destacó por su clara inteligencia. Concluidos sus 18 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federación estudios, se trasladó a , donde en 1827 recibió el título de abogado por e! Tribunal Superior de Justicia de dicho Estado. Más tar­ de fue a , en donde su actividad en e! foro le hizo ganar una reputación. Formó parte del Instituto Literario de Zacatecas, ins­ titución de enseñanza superior en la cual, además de impartir la cátedra de derecho canónico, fue director entre 1844 y 1847.

Aunque jurista de profesión, escribió versos y composiciones diversas en el periódi• co local El Despertador Literario. Fue fiscal de imprenta, asesor de causas de oficio, juez de le­ tras y magistrado suplente. En 1842 fue desig­ nado ministro propietario de la Segunda Sala de! Tribunal Superior deJusticia de Zacatecas. Teodos;o Lares ... '9

Su primer puesto político fue como diputado. Más tarde sería senador por Guerrero. En di­ chos cargos permanecería por tres periodos, de 1848 a 1853.

En 1850 fue elegido presidente del Se­ nado. Pa~ticipó ampliamente en la redacción de decretos sobre la compra de armas y el arre­ glo de la deuda con Inglaterra (más adelante volveremos sobre la relación entre ese país y México, cuando hablemos de Lares como En­ cargado del Despacho de Relaciones Exterio­ res, durante el gobierno de Miguel Miramón), así como dictámenes revisores respecto del otorgamiento de contratos con la administra­ ción pública y de la Ley de Bancarrota. Tam­ bién formó parte de las comisiones de Justicia, de Instrucción Pública y Negocios Eclesiásticos. 20 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Fe

Debemos recordar que en esa época era presidente Mariano Arista, quien llegó a ese cargo el 15 de enero de 1851. Tras la proclama­ ción y levantamiento del denominado Plan del Hospicio del 13 de septiembre de 1851 renunció a su cargo ante el Congreso, con fecha 6 de mayo de 1852_ El Plan, sobre la base del sistema federal (que estaba vigente junto con sus mar­ cos legales, a saber, la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos del 4 de octu­ bre de 1824 y el Acta de Refonnas del 18 de mayo de 1847) y con el apoyo de civiles y el clero, des­ conocía a las autoridades existentes, exigía la convocatoria a un Congreso Constituyente, de conformidad con la relegada del año 1842 e invitaba al regreso al pretendido salvador de la patria, Antonio López de Santa Anna, quien ZI ya había ocupado la presidencia de la Repú­ blica en diversas ocasiones y circunstancias. El Congreso, del cual Lares formó parte, desig­ nó como nuevo presidente al que lo em de la Suprema Corte de Justicia, Juan Bautista Ceballos.

El desempefio de Teodosio Lares como jurista y literato, su perfil político-ideológico, así como su cercana relación con Lucas Ala­ mán (a la sazón, líder moral del Partido Con­ servador) lo convirtieron en una de las cabezas del conservadurismo.

En el aspecto jurídico, el perfillaresiano ' se definió como administrativista, orientación por la cual Lares llegó a ser un respetado teó- 22 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federación rico, cuya reputación le valió ser miembro del prestigioso Ateneo Mexicano. En I85I dictó catorce lecciones o conferencias en dicho liceo, que son recogidas en una obra cumbre llamada Lecciones de derecho administrativo dadas en el Ateneo Alexicano. Inclusive dictó cátedra de Lecciones de derecho administrativo en el Cole­ gio de San Ildefonso.

En esta obra se encuentran las tesis más importantes de su pensamiento sobre l:¡.s bases de las que deben partir los ordenamientos le­ gales que organicen a lo contencioso-adminis­ trativo. Las Lecciones del aguascalentense fueron un esfuerzo muy importante en el pensamien­ to jurídico mexicano decimonónico, tendientes a dirigir las cuestiones administrativas por los Ttodosio Lares ... ZJ cauces de la vanguardia francesa de la época: Chaveau Adolphe y Laferriere (más adelante rebatidas por la tendencia norteamericana en el pensamiento de Ignacio L. Vallarta). En todo caso, es una obra medular y obligatoria para todo estudioso de la historia del derecho ad­ ministrativo en nuestro país, al margen de que algunas de sus tesis hayan perdido vigencia y que después hayan tomado relevancia, como es el caso de la organización que existe actual­ mente en México de la justicia contenciosa administrativa.

Durante el breve período en que Juan Bautista Ceballos ejerció su cargo, no faltaron problemas, sobre todo porque disolvió el Con­ greso cuando éste intentó un juicio en su contra 24 EpisOdiOJ y PenonajeJ Ikl Poder Judicial de la Federación debido a la proposición de que se tornara en convocan te de un constituyente extraordi­ nario. Al mes de su designación, renunció al Poder Ejecutivo, lo cual fue aceptado por la incipiente masa de militares que se sumaron al Plan del Hospicio. Los jefes de dicho mo­ vimiento se reunieron para elegir al sustituto, habiendo ganado Lombardini a Teodosio Lares por un voto.

Ante el caos existente, varios conser­ vadores consideraron que la única manera de instaurar el orden era una dictadura. Así, en respuesta al llamado de que fue objeto, Santa Anna regresó de su destierro en Turbaco, Co­ lombia (en donde tenía una posesión). Corno presidente interino, se le invistió del poder necesario para que durante un año gobernara TeoJo/io Laru ... 25 sin Constitución, en tanto tenía lugar la reu­ nión de un congreso extraordinario que la re­ dactara y expidiera. La dictadura estaba for­ malizada. Posteriormente procedió a conformar su gabinete con mayoría de conservadores, ya que a diferencia del pasado, cuando se apoyó en los liberales, consideró que en esta ocasión tendrían mayor influjo los conservadores. Fue incluido Lares, incluso por solicitud de los liberales, ya que era respetado su paso por el Senado y por ende, su supuesto prestigio como federalista, así como la oposición que en al­ guna ocasión manifestó a un decreto de im­ prenta. Sin embargo, lo más decisivo fue su vínculo con A1amán y sus ideas radicales sobre la libertad de expresión. Ocupó el cargo de Ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos. 26 Epúodios y Personajes del Poder Judidal de la Federación

Alamán, el hombre fuerte al lado de Santa Anna, trató de organizar el gobierno ¡ de tintes dictatoriales y para ello elaboró las Bases para laAdministración de la República hasta la Promulgación de la Constitución, promulgadas el 23 de abril de 1853.

De los ministros designados que re­ frendaron las Bases, Alamán murió en ese año y poco después, Torne!. Haro.y Tamariz re­ nunció el 5 de agosto y sólo Teodosio Lares continuó durante algún tiempo. De este modo, el contrapeso que implicaba el Partido Con­ servador decayó proporcionalmente al cre­ cimiento del poder personal del Presidente Santa Anna. El vacío que dejó el fallecimiento de Alamán fue ocupado de algún modo por Teodosio Lares ... 27

Lares. Santa Anna entonces se apoyó en él, en su intento de centralizar el poder y orientar a la opinión pública mediante una reforma radical a la prensa.

No obstante, Santa Anna pensó que los vientos eran fuertes para los conservadores, especialmente con el ala más radical: la monar­ quista. En ese sentido, José María Gutiérrez de Estrada apoyó aJosé Manuel Hidalgo para que ocupase un puesto en la legación mexicana en Madrid, a fin de implementar algún plan para implantar la monarquía en nuestro país. Pero el tiempo y las circunstancias le salieron al paso al partido mencionado, pues la Cons­ titución que debería expedirse según las Bases de Alamán para la posterior adopción del mo- 28 EpuodioI y PerfofttrP.r del Poder Judida! de!a Federaci6n

narquismo, nunca se hizo. De aquel fallido proyecto, sólo quedó el título de Alteza Sere­ nísima que el general Santa Anna se obsequió a sí mismo.

Ante la frustrada monarquía, 10 menos que pudo hacer Santa Anna para satisfacer al Partido Conservador fue derogar el régimen federal, obra llevada a cabo de manera discreta y progresiva mediante una serie de leyes, de­ cretos y formas externas tendientes al centra­ lismo: en las Bases se declararon en receso las Legislaturas de los Estados. Posteriormente expidió un decreto que reglamentaba las funciones de los gobernadores y los convertía en simples agentes del órgano central, ya que las órdenes de éste, así corno todas las demás, Teodosio ÚlreS ... Z9

quedaban sujetas a la resolución del supremo gobierno; después, se procede a centralizar el cobro y recaudación de rentas públicas. y fi­ nalmente, la puntilla: se ordena que se su­ primiera la denominación de los estados que fue utilizada bajo la vigencia de la Consti­ tución de 1824.

Vencido el plazo de un año .para reunir al Congreso Constituyente y redactar la Nor­ ma Suprema, nada se había intentado sobre el particular. Pero el martillazo necesario suce­ dió: a finales de 1854, mediante ·un plebiscito, a Santa Anna se le prorrogaron de manera in­ definida sus prerrogativas dictatoriales y se llegó al extremo de permitirle designar a su Sucesor. A mediados del año siguiente, el pre- )0 Episodio! y PerJonajeJ del Poder Judici4/ dI /~ Fuúrpci6" sidente sometió a la consideración del Conse­ jo de Estado (órgano previsto en la sección segunda de las Bases) determinar si ya era tiempo de establecer la Constitución, de­ biendo el último dar una respuesta de orden republicano, centralista y con garantías para los ciudadanos. Sin embargo, la Revolución y el Plan de Ayuda estaban por concluir con éxito.

Durante la gestión de Santa Anna, la participación de Lares se materializó, entre otras cosas, en la Ley de Imprenta de fecha 28 de abril de 1853.

También en este periodo, Lares fue de­ signado ministro propietario de la Suprema ITeodolio Lam ... JI

Corte de Justicia y de esta manera la Corte quedó al arbitrio de Santa Anna y de Lares, quien intervino en todos los asuntos administrativos de la misma, así como en los propiamente jurí• dicos, especialmente en materia de interpre­ tación de la ley.

Lares se dedicó a transformar la Supre­ ma Corte de Justicia en un auténtico Tribu­ nal Supremo de Justicia. Así, el 30 de mayo de 1853 dictó una Ley sobre Administración de Justi­ cia. Poco antes, el 25 de mayo de ese año, entró en vigor la Ley para el Arreglo de lo Contencioso Administrativo y su reglamento, ordenamiento que estaría de nueva cuenta en vigor años más tarde, durante la Regencia del Imperio, el 18 de enero de 1864. En. el nuevo Tribunal de )2 EpiJodiol J Perlonajt1 dtl Podn- JuJici.¡1 "e 14 FeJerllci6"

Justicia, Lares quedó también como Ministro propietario. En virtud de la primera ley, la Cor­ te quedó integrada por once Ministros, un Fis­ cal y cuatro Ministros supernumerarios, nom­ brados por el Presidente de la República. La misma ley establecía que la recepción de los abogados se haría en el Pleno y que las visitas de cárcel las llevaría a cabo la Primera Sala, que conocería también de los recursos de fuerza y nulidad.

El 16 de diciembre de 1853, Santa Anna expidió otro ordenamiento proyectado por Lares, la Ley para el Arreglo de la Administración de Justicia en los Tribunales y Juzgados del Fuero Común. Según ésta, los tribunales en el fuero co­ mún serían cuatro: los Jueces locales, los de reodos;o La,.,J ... JJ

partido, los Tribunales Superiores -de cada departamento- y el Tribunal Supremo, con el nombre de Supremo Tribunal de Justicia de la Nación, integrado conforme a la ley citada del !)0 de mayo del mismo año y sus ministros serian designados por el Presidente de la República. Un poco más adelante, el 27 de diciembre, se expidió la Ley para hacer efectiva la Responsa­ bilidad de los Jueces.

Este último periodo de Santa Anna, al no tener un límite constitucional, se caracte­ fizó por la emisión de Jeyes e intentos de co­ dificar el derecho con base en el principio de derecho francés de las leyes fundamentales, auspiciado por Lares, principio según el cual ex.istían leyes no escritas y en contra de las 34 Episodios y Perso1l4jes del Poder Judicial de la Fedmt.ión cuales se podían anular preceptos y decretos y hasta un código civil, con simples órdenes del Ejecutivo. Así, por ejemplo, Santa Anna, con el refrendo de Lares, anu1ó un decreto dado por la legislatura de Tamaulipas sobre tole­ rancia religiosa. Estos fueron auténticos gol­ pes de Estado. •

Durante su gestión co~o ministro de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública, no existieron los presupuestos indis­ pensables para instituir un Estado de derecho en el país, pues no había forma procesal de di­ rimir la constitucionalidad de los actos de la administración, ni una Constitución escrita, ni forma de defénder las garantías individuales. Teodosio Lare, ... 35

En el marco de la dictadura santanísta, Lares se distinguió por la expedición de una gran cantidad de leyes. Así por ejemplo: en 1853: la Ley de BancarrotllS del 31 de mayo, la Ley para el arreglo de lo Contencioso Administrativo y su Reglamento del 25 de mayo, la Ley sohre ex­ propiación por causa de utilidad pública de 7 de julio, la delz8 de octubre sobre requisitos para la validez de documentos en el extranjero fuera del punto de la República en la que se otorgan, la Ley para el Establecimiento de/Trihunal de Cuentas de z6 de noviembre y la Ley para el Arreglo de la Administración de Justicia' del 16 de diciembre. No omitimos la Ley Lares, de la que resalta­ remos algunas particularidades más adelante.

Durante 1854 se redactaron: la Ley sobre exhortos extranjeros delzo de enero, la Ley so- )6 Episodios J Perso1l4jes del Podu JlUlicí.J de 111 Fedullci6tt bre Causas del Almirantazgo del 25 de enero, la Ley sobre Extranjería y Nacionalidad de los Habitantes de la República y el Acta de Navega­ ción, ambas del 30 de enero, las Bases para el Arreglo de la Hacienda Pública del 11 de febrero, el Código de Comercio del 16 de mayo y la Ley para el arreglo de lo judicial, gubernativo y ad­ ministrativo en los negocios de minería del 31 de mayo. En 1855 se redactó la Ley sobre identi­ ficación de reos del 14 de marzo:

No sin razón se ha afirmado que en este breve lapso se expidieron más leyes que en los años existentes entre la Independencia y la dictadura santanista. Amén de esta gran can- ¡ tidad de dispositivos, hubo serios intentos de codificar el derecho, como el mencionado reoJosio uns 000 J7 de comercio con base en principios de dere­ cho francés de la época de la Restauración y del régimen más liberal de Luis Felipe de Orleáns, es decir, del periodo comprendido entre 1815 y 1848. Lares era, sin duda, un jurista muy instruido y conocía a fondo los principios de la vanguardia constitucional de su época.

Es menester hacer una pausa y señalar algunas notas breves y características de las leyes conservadoras para entender sus diferen­ cias con las liberales. Las primeras no fueron promulgadas por un Congreso, previo debate parlamentario. Así, esta manera de legislar con­ virtió a México en un país centralizado y con una división política en departamentos. La mayor influencia extranjera vino de Europa, 38 Episodios J Personlljes del Poder JMdicil1/ de /4 Fedtnlci6"

principalmente, del derecho español y francés de la época. La estadounidense fue rechazada por la tendencia conservadora. Las institucio­ nes judiciales, las del proceso ordinario civil y penal, el derecho privado y los principios ge­ nerales del derecho recibieron una mayor atención de los conservadores. Por contra­ parte, los liberales tuvieron mayor interés en las grandes ideas políticas, en el papel del Po­ der Judicial y sus relaciones- con los otros poderes, en el derecho público y constitu­ cional y, más que nada, en el problema de la revisión judicial de las leyes y el control de los actos del Ejecutivo.

Algunas leyes conservadoras -que fue­ ron retomadas en el Segundo Imperio- tu- Ttodosio uns ... 39

vieron influencia en ordenamientos de carác­ ter liberal. Tomemos como ejemplo la Ley de diciembre de 1853, aunque sustituida por la Ley sobre Administración de Justicia del 23 de no­ viembre de 1855 de Benito]uárez, influyó mu­ cho el ordenamiento liberal del 4 de mayo de 1857, es decir, la Ley que Arregla los Proce­ dimientos Judiciales en los negocios que se siguen en los Tribunales y Juzgados de Distrito y Territorios, mejor conocida como Ley Iglesias.

Inclusive, la misma Ley procesal de 1853 determinó en mucho la siguiente etapa del Partido Conservador en el poder. El 29 de noviembre de 1858, Félix Zuloaga expidió la Ley para elArreglo de laAdministración de Justicia en los Tribunales y Juzgados del Fuero Común, dis- 40 EpiJodios y Personaju del Poder Judicial de la Federtlción positivo que además de agregar nuevas dispo­ siciones, incorporaba casi todas las disposi­ ciones de la de Lares (varios artículos literal­ mente copiados).

Esta Ley de 1853 estuvo nuevamente en vigor durante la Regencia y el Imperio, desde el 15 de julio de 1863 hasta la Ley Imperial del 18 de diciembre de 1865. Se ha considerado que la Ley de Zuloaga de 1858 fue muy completa. Estuvo en vigor dos etapas: la primera, desde su expedición hasta el fin de la Guerra de Re­ forma en 1860; la segunda, a partir de los decretos de 15 y 31 de julio de 1863 hasta la promulgación de la Ley que organizó los Tri­ bunales y Juzgados del Imperio de 18 de diciembre de 1865. Pero es de advertirse que TtodoJio Ltr~s ... la Ley Lares sobre Administración de Justicia de diciembre de 1853 fue aplicada en la prác­ tica judicial, durante esta segunda etapa, corno supletoria del Código adjetivo de 1858.

A la caída de Santa Anna por el triunfo del Plan de Ayuda, Lares dejó la Ciudad de México y desapareció por algún tiempo de la actividad pública. Probablemente se retiró al ejercicio de la abogacía y, sobre todo, a la acti­ vidad literaria, hasta 1858, cuando volvió a ocupar un cargo judicial.

Recordemos que el 3 de enero de 1854 el general Juan Álvarez, el coronel Florencio VilIarreal e Ignacio Comonfort, se levantaron en contra de Santa Anna, lo desconocieron me- 42 Episodios, l'trsoftlljtS thl Podtr Judicidl Jt '" Fedmtcíón diante el Plan de Ayutla y pidieron un presi­ dente interino que convocase a un Congreso Constituyente. Nada nuevo en un siglo plaga­ do de planes y pronunciamientos en diversos sentidos. Santa Anna salió del país y dejó una especie de triunvirato a cargo del Ejecutivo formado por el Presidente del Tribunal Su­ premo de Justicia y los generales Salas y Carrera. No obstante, una comisión de dipu­ tados designó como Presidente interino aJuan Álvarez, quien se mantuvo por un breve periodo en el cargo, dejándoselo después a Ignacio Comonfort. Este gobierno cobró fama por la promulgación de la Ley Lerdo (de Tejad4, apellido de su autor, que era Ministro de Ha­ cienda del Gabinete de Comonfort), sobre desamortización de fincas rústicas y urbanas Teodouq LtrtJ ... 43

pertenecientes a corporaciones civiles y ecle­ , siásticas, excepción de las necesarias para los I fines de las corporaciones. Anteriormente, Benito Juárez había dictado una Ley que lleva su nombre sobre Administración de Justicia, su­ primiendo el fuero eclesiástico y el militar en materia civil, declarando renunciable el pri­ mero para delitos comunes y más tarde, la de­ nominada Ley Iglesias, que señalaba los aran­ celes parroquiales para el cobro de derechos y obvenciones (retribuciones). Estas leyes, que más tarde serian incluidas en la Constitución

I de z857, fueron materia de álgidas controver­ sias entre liberales y conservadores. / Como preámbulo al orden constitucio­ nal, Comonfort promulgó un Estotuto Orgáni- 44 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Fe1Úr4ci6" co Provisional de la República Mexicana y el 5 de febrero de 1857, como presidente interino, promulgó la Comtitución Política de la República Mexicana. Ya con este marco legal supremo, fue declarado presidente y Benito Juárez ocu­ pó e! más alto rango de la Suprema Corte de Justicia. La nueva Constitución no satisfizo a todos y así, el general Zuloaga se pronunció contra la misma con e! Plan de Tacubaya, con­ venciendo a Comonfort de que se adhiriese al Plan y repudiase a la nueva norma superior. Comonfort consideró que lo mejor era con­ vocar a un nuevo Congreso que redactase, en su concepto, una Constitución más apegada al país. Encarceló a Juárez. Posteriormente, Comonfort fue desconocido por Zuloaga. En la capital del país, militares como Migue! Mi- Ttodos;o ÚlrtS ... I ramón, apoyaron a Zuloaga. Comonfort, an­ tes de abandonar la República, excarceló aJuá­ rez, quien marchó al interior y reivindicó la vigencia de la Constitución liberal. Zuloaga fue nombrado Presidente provisional por el bando de los conservadores. Posteriormente, fue nombrado Presidente Miguel Miramón. Era la guerra de los tres años. Más adelante, desde Veracruz,Juárez promulgó las Leyes de Reforma (de Nacionalización de Bienes Eclesiás­ ticos, del Matrimonio Civil, Orgánica del Registro Civil, del Estado Civil de las Personas, sohre Lihertad de Cultos, entre otras).

Cuando Miguel Miramón subió a la presidencia, Lares reapareció en la escena po­ lítica y ocupó dos puestos: nuevamente, el Mi- 46 Episodios, Pmr)1JlljtJ del Poder JMdicitd it /., FtiÚr"úón nisterio de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública y quedó encargado, en ausencia de Juan Nepomuceno Almonte, del Ministerio de Relaciones Exteriores. Almonte se encontraba a cargo de la trascendental le­ gación del gobierno conservador en Francia, gestionando apoyo para el proyecto de monar­ quía. El hecho más destacado de Lares en Relaciones Exteriores, se suscitó cuando suc­ gió el conflicto con Inglaterra por la búsqueda de una intermediación de ese país (con la sa­ tisfacción de intereses subyacentes, claro está) entre el gobierno liberal y el conservador, así como el reconocimiento oficial extranjero. Lares procedió con firmeza y dignidad frente a la representación inglesa y utilizó argumen­ tos jurídicos impecables. Aun así, la legación Te

inglesa se retiró de la capital y rompió con el gobierno de Miramón.

Después de la campaña de Oriente que Miramón encabezó contra el ejército liberal : y la derrota sonada de San Miguel Calpulalpan por el general González Ortega, eln de enero de 1861 Juárez entró triunfante a la Capital de la República.

Al reinstalar la República]uárez se en­ Contró con una serie de obstáculos, sobre todo, de índole económica, al grado de suspender por un espacio de dos años el pago de la deuda externa. En Europa, por iniciativa de Napo­ león III, se firmó en octubre de 1861 una Convención entre Inglaterra, Francia y Espa- 48 Episodio} y Penollajer del Poder Judicial de /" Federllci611

ña, a efecto de exigir a México el pago de sus deudas y una adecuada protección de sus inte­ reses. Ya se hablaba con fuerza de la ins­ tauración de un régimen monárquico. Los tres países desembarcaron tropas en nuestro país. Sin embargo, Inglaterra y España retiraron al poco tiempo sus tropas, no así Francia. Mien­ tras tanto, en Europa, algunos mexicanos como Gutiérrez Estrada, Juan M. Almonte, José Manuel Hidalgo y José M. Gutiérrez Estrada, trabajaban a favor del proyecto monárquico. México venció a los franceses en la batalla de Puebla del 5 de mayo de r862. Sin embargo, Fran­ cia envío un número mayor de soldados. En el camino a la Capital, el ejército francés sitió Puebla y la tomó. Otros generales liberales fueron vencidos. Finalmente, a mediados de ufJdusio l.ares 0.0 49

1863, el ejército extranjero entró a la Ciudad ,de México. ]uárez huyó de la Capital y se ins­

I tauró una Comisión Superior de Gobierno de 35 miembros que designaron a un Poder Ejecu­ tivo provisional: la Regencia. Dicha Comisión también nombró a 215 personas con el título de Junta de Notables. Esta Junta adoptó la forma de gobierno monárquica, constitucional y hereditaria con un príncipe católico, que cuando gobierne se llamará emperador, ofre­ ciéndose la corona a Maximiliano de Habsburgo. La Regencia designó a una Comisión para ofrecer la corona personalmente a Maximi­ liano en Miramar. Éste la aceptó con el apoyo i del gobierno francés de Napoleón IIl.

Teodosio Lares reapareció en la escena política durante la Intervención Francesa y el $0 EpiJodioJ J PerJOniljeJ dtl Poder ]uJirilll de lo Federoción consiguiente Imperio. Además de las desig­ naciones de que fue objeto para ocupar car­ gos judiciales, asumió el cargo de presidente de la Junta de Notables que determinó para México la forma de gobierno monárquica. Tuvo un papel muy destacado, aliado de otros personajes notables, en la obtención de firmas para traer al archiduque austriaco y a su ofre­ cimiento para trabajar con la Regencia Im­ perial. Cuando Maximiliano asumió el trono, endeblemente apoyado por franceses y conser­ vadores mexicanos, el archiduque, de ideas liberales, relegó a los conservadores, incluyendo al propio Lares. Las tendencias de pensamien­ to del europeo no eran ninguna novedad para los miembros del ideario opuesto. La pérdida del apoyo francés hizo que Maximiliano acu- uodor;o Ltru ... diese nuevamente a los conservadores (pues varios liberales del gabinete real se percataron del frágil Imperio ante la ausencia del apoyo gálico). Entonces, a nuestro personaje se le otorgó de nueva cuenta la cartera de Justicia el15 de agosto de 1866. El 27 de agosto, en una , especie de carta-condición, el ministro recién designado envió un comunicado a Maximi­ liana, en donde establecía las líneas programá­ ticas para enfrentar las tropas del Presidente ]uárez. Aquéllas fueron aceptadas práctica­ mente sin reparos por el archiduque. Dicha carta se encuentra transcrita al final de este trabajo.

Creciendo en influencia, Lares quedó como Presidente del Consejo de Ministros. Éste 52 EpiJodioJ y Personajes del Poder Judicial de la Fedtradón sería su último cargo administrativo. Obró más como político que como jurista. Su tesón fue decisivo para que el emperador se abstu­ viese de abandonar el suelo mexicano y en­ frentase a las tropas republicanas, cuyo triunfo se perfilaba, al grado de amenazarle con la re­ nuncia a sus cargos imperiales. Siguiendo las recomendaciones de Lares, Maximiliano se estableció en Querétaro. Lares, mientras tan­ to se quedó en la Capital buscando obtener fondos y personas adictas al Imperio, esfuerzo que devino inútil por los resultados que todos conocemos. El desenlace, después del intento de Maximiliano de crear un Congreso Consti­ tuyente tal y como supuestamente se lo encar­ gó a Lares y a Leonardo Márquez, fue produc­ to de las falsas esperanzas y la imprudencia uodOJ;o LtrtJ ... 53 del Emperador. Pero, ¿hasta qué punto influ­ yeron los conservadores, especialmente Lares, para precipitar la caída del emperador? Es difícil saberlo. En todo caso, la aventura im­ perial terminó con la muerte de Maximiliano, Mejía y Miramón en el Cerro de las Campanas el 19 de junio de 1867. A nivel íntimo, Maxi­ miliano no tenía buena impresión de Lares, según se desprende de la anotación que sobre el particular tenía el archiduque en su deno­ minado Libro Secreto, ya que durante la etapa liberal, después del Plan de Ayuda, la Suprema Corte de Justicia le dictó formal prisión a Lares por disponer del sueldo que le corres­ pondía como Ministro judicial por dos años adelantados, dinero que tomó del fondo judi­ cial en la cantidad de nueve mil pesos. $4 Episodios y Personajes del Pode,. Judicial de la Federación

El triunfo del liberalismo republicano provocó el éxodo de los imperialistas. Lares no fue la excepción. Se dirigió a La Habana, Cuba, isla en donde residiría hasta poco an­ tes de su muerte, que ocurrió en la Capital de la República el 22 de enero de 1870, al regreso de su exilio. Teodosio Lares LECCIONES .a DERECHO !DlnNI~TRATIVO,

ATENEO MEXICtl.NO

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l1IIBIO DIL SOiDO

I iQdi.~duo de nrias academias cieutifiW ylilenrias.

lJIRUTA DB --IGIUCIO CUXl'LIDO, MEXICO.

IXPAL'T.l DI TICEl'fTE GARCIA TOllll¡''!. Lucas Alaman JI. Algunos aspectos de la obra laresiana

En este apartado destacaremos los principales ordenamientos legales obra del jurista Lares. La labor jurídica de Lares ha sido considerada como un proyecto apegado a la modernidad de ese entonces, la cual tuvo como ejes rectores:

. La Codificación del derecho y la pu­ blicidad de las disposiciones jurídicas más relevantes.

BIBLtOTECA DE LA 11 60 EpiJodioJ y PerJonajes del Poder Judicial de la Federación

· El establecimiento de un Consejo del Estado y la justicia contenciosa admi­ nistrativa, a la manera francesa. · Una detallada normatividad en mate­ ria de responsabilidades de los funcio­ narios públicos, especialmente para los Jueces. · Una adecuada reorganización del sis- · tema de administración de justicia. · La protección de la propiedad privada. ·Persecución a filibusteros y otros géneros de quebrantadores del orden público.

En primer lugar comentaremos de ma­ nera breve la Ley Lares. Siendo Santa Anna un Presidente de tendencias dictatoriales, con el Teodosio Lrres ... 6I

fin de uniformar la opinión social de manera favorable a sus intereses y por ende, de ani­ quilar todo intento de crítica a su régimen, promulgó una Ley de Imprenta, elaborada por Teodosio Lares, que era un documento repre­ sivo de dicho ejercicio. Esa ley fue publicada el 28 de abril de 1853 en el periódico El Siglo XIX.

En esta ley se establecía una serie de requisitos para los impresos: deberían ser re­ gistrados con su nombre y domicilio ante la primera autoridad política del lugar en el que radicaran; se debía colocar un letrero en ellu­ gar en donde estuviese ubicado el estable­ cimiento del impresor, con su nombre y el de su propietario; los impresos deberían incluir 62 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federación el nombre verdadero del impresor y su domi­ cilio, lugar y año de impresión. Cualquier tipo de texto debería pasar primero por una cen­ sura; a los expendedores, tanto los fijos como los ambulantes, se les exigía licencia escrita para vender los impresos y sólo podrían ha­ cerlo quienes satisficieran los requisitos de registro; en este conjunto normativo, se cla­ . sificaba a los escritos en obras, folletos, hojas sueltas y periódicos; en todos los casos, el asentamiento del editor responsable era in­ dispensable.

Una novedad muy curiosa era el hecho de que se precisaba constituir un depósito en efectivo (un verdadero depósito en garantía), para que en caso de incurrir en infracciones a TeodQs;Q LareJ .. _ la ley, se pudieran ir pagando las multas co­ rrespondientes con dicho depósito.

Como contrarios al texto de la Ley Lares, en términos generales, destacaban los impresos subversivos o contrarios a la religión católica, los que estuvieran en contra de las bases para la administración de la República y aquellos que atacaran al gobierno. Las san­ ciones iban desde multas, correcciones y sus­ pensión hasta la supresión.

Las reacciones no tardaron en venir, sobre todo, porque muchos periódicos no pu­ dieron pagar el monto del depósito exigido por ley, pues era muy alto. Otros diarios, tanto 64 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federació" de corte liberal como conservador, hicieron enérgicas protestas por las restricciones a la I libertad de imprenta.

Lo cierto fue que, aunque la vigencia de esta ley fue muy corta, pasó a la historia como el primer documento restrictivo serio a la libertad de imprenta en el México indepen­ diente, elaborado con técnica jurídica y cuya aplicación resultó eficiente.

Lares, como Ministro de Justicia, Ne­ gocios Eclesiásticos e Instrucción Pública produjo un ordenamiento que, junto con sus Lecciones de derecho administrativo, lo colocaron como un pionero en el ámbito de la adminis­ tración pública. Teodos;o Lares ' ..

En 1854 se promulgó el primer Código de Comercio mexicano, obra de Lares que pondría las bases para la siguiente ley mer­ cantil. Partió de la consideración de que era imperativo el establecimiento de una serie de medidas para regular y alentar el comercio na­ cional. Reguló tanto la materia de lo terres­ tre como la de lo marítimo. Se señaló el estable­ cimiento de Juntas de Fomento y Tribunales de Comercio, como autoridades únicas para conocer en el ámbito mercantil. Precisó la ca­ lidad para e! ejercicio de! comercio, la califi­ cación legal de lo que constituía a un comer­ ciante, así como las obligaciones que se de­ rivaban de su calidad. Reguló ampliamente los diversos contratos, las quiebras y los juicios y procedimientos. Este Código tuvo una buena 66 Episodios y PtrSOMjtS del Poder JMdicial de la Fedmtción recepción por el gremio de los comerciantes y los liberales.

La codificación aludida constituyó una labor muy detallada y extensa (más de mil ar­ tículos redactados de manera clara y precisa) y puso de relieve el indudable talento de Lares como legislador. En este periodo hubo inten­ ciones de hacer un código civil y se vio la ne­ cesidad de introducir mejoras en la adminis­ tración de justicia.

Las Lecciones de derecho administrativo son la obra cumbre de Teodosio Lares. El lema, ·de origen francés: menos política y más admi­ nistración, que años después se aplicó al ré­ gimen de Porfirio Díaz, fue intentado en su Teodosio Lares ... 67 realización más cabal por Lares en el breve lapso de la dictadura de Santa Anna.

Las Lecciones tuvieron capital impor­ tancia, no sólo teórica (al ser el primer jurista en nuestro país en escribir una obra de ese gé­ nero, más si se tiene en cuenta que el derecho administrativo era la vanguardia jurídica de la época) sino también práctica, ya que fue con­ siderada como toda una exposición de motivos a la ya mencionada ley del 25 de mayo de 1853 y su reglamento, en virtud de la cual se creó en México el Contencioso Administrativo. Se ha sostenido que Lares se ganó con creces el tí• tulo de Decano del derecho administrativo latinoamericano. 68 Episodios J Personajes mI Pomr Judjcial mla Ftdtraci6"

Estas Lecciones fueron escritas bajo la influencia de juristas franceses y la tradición franco-española, según estableció el autor a lo largo de sus catorce lecciones. Estudió las Constituciones francesas de la Asamblea Cons­ tituyente, del Consulado y de la Restauración de 1814. Sostenía que en 1830, a causa de la Revolución, había surgido el derecho admi­ nistrativo de Francia. La disidencia revolucio­ naria francesa afrrmaba, mediante la separación en lugar de la división, la idea heterodoxa de una libertad casi soberana del Ejecutivo con respecto de los otros poderes y específica• mente, respecto del Poder Judicial. Lares tomó el principio de separación de los con­ ceptos de administración y justicia civil. Esto Ttodosio Lans ... equivalió a una reivindicación de una función jurisdiccional para el Ejecutivo.

Antes de Teodosio Lares, llamó la aten­ ción la discusión entre Mariano Otero y Ma­ nuel de la Peña y Peña sobre el papel que debía desempeñar la Suprema Corte. Puso de mani­ fiesto que la discusión se centraba en 10 que pudiera ser más conveniente para la justicia republicana y para mejorar las actividades de la Corte. Coincidían en cuanto a la aplica­ ción de los principios rectores de la Consti­ tución Federal de 1824 y el Acta de Reformas de 1847. No estaban de acuerdo en el núme­ ro de Ministros que debía integrar la Corte y en las instancias que deberían existir. Ambos consideraban que la Corte era la autoridad 70 Episodios J Personajes del PotÚr Judicial de Lz Federaci611 judicial suprema de la República, el último intérprete del marco constitucional, labor que debería ser desarrollada por Ministros inde­ pendientes sin el influjo de los otros poderes y que resolvería cuestiones de competencia entre diversos órganos, así como sometería a su jurisdicción, en un plano de igualdad, la reso­ lución de las controversias que surgieran en­ tre cualquier poder y los ciudadanos. En todo caso, vale la pena tener en cuenta que el Acta de Reformas de 1847, en su artículo 25, abrogó la soberanía absoluta del Congreso e instauró mediante el juicio de amparo contra ley y con­ tra acto administrativo, tanto individual como general, la supremacía judicial, sobre los po­ deres Legislativo y Ejecutivo. Teodosio Lora ... 7'

En 1851, frente a las posturas citadas, :Lares propusó la creación del contencioso administrativo, basándose en el principio de la omnipotencia administrativa que la Consti­ tución de 1824 y el Acta de Reformas de 1847, vigentes, habían desechado. El presupuesto fundamental del que partió era, más que de la división, la separación de poderes, en la cual, el udicial no debía Intervenir en el Ejecutivo. De modo tajante expuso que al Estado no se le podían aplicar las normas del derecho civil (entendiéndolo en sentido amplio y como un todo opuesto a lo administrativo), ya que la apli­ cación de las tradicionales trabas y dilaciones de la jurisdicción ordinaria, iban en contra de la conservación de lo social. No obstante, in­ tentó hacer un balance entre la facultad eco- 72 Episodios J Personajes del Poder Judicial dt la Ftderaci6n nómico-coactiva de la administración, con el derecho de los afectados a acudir posterior­ mente en busca de protección a la jurisdicción ordinaria.

Las resoluciones administrativas, a las cuales Lares caracterizaba con definitividad, dejaban o podían dejar de serlo si surgía una controversia con el causante o se violaban ga­ rantías individuales. Afirmó que a la adminis­ tración pertenecía la ejecución de sus resolu­ ciones, especialmente si se trataba de un crédito estatal. Pero si aun en estos casos, a la hora de ejecutar, no se podían dejar de lado cues­ tiones que sólo podían ser resueltas por el derecho civil, entonces, habría que acudir a la jurisdicción ordinaria, vía a la que se tenía Teodosio Ltres ... 73 acceso una vez que el particular afectado pre­ sentaba ante la autoridad administrativa un acto de memoria (justificativo) o procedimien­ to de previo administrativo, cuya inobservancia conllevara la nulidad de las actuaciones judiciales.

Lo anterior se comprende si se entiende en su contexto histórico. El amparo como con­ trol de constitucionalidad fue depurado des­ pués de la muerte de Lares (aunque existente desde el Acta de Reformas, a menudo es con­ fundido con los Interdictos Posesorios tan utilizados debido a la inseguridad de los títulos de propiedad expedidos por una desordenada autoridad administrativa). Además, en esta época era bastante común señalar las desven- 74 Episodios y PersotUljes del Poder Judicial de la FederaciÓ1l tajas para que el PoderJudicial pudiera impe­ dir, al sentenciar a favor de los quejosos, la ejecución de órdenes del gobierno y la apli­ cación de leyes indispensables para poner en orden al país. Los primeros cincuenta afíos después de la Independencia fueron de gran inestabilidad para el Poder Ejecutivo, sea cual fuere la forma de gobierno adoptada, mas no tanto para la judicatura y mucho menos, para el Poder Legislativo. Los Jueces eran, al fin y al cabo, las autoridades que se hallaban en con­ diciones de presidir y resolver conflictos para los que no había, como contrapeso necesario, un orden político y administrativo. Por tanto, es entendible que Lares buscara fortalecer le­ galmente a la administración (hasta el extremo dictatorial, inclusive). Para él, cuando están uodosio Lores ... 75 confundidos los negocios contenciosos del orden administrativo con los del orden civil, se enerva la acción del gobierno, una autoridad extraña califica sus actos y los poderes se embarazan recíprocamente con el ejercicio de sus atribuciones. Y obró en con­ secuencia: como Ministro de Justicia de Santa Anna, operó el devenir constitucional en ad­ ministrativo, al dejar las facultades de anular las normas contrarias a las leyes supremas fundamentales (no existió una Constitución, como anotamos líneas arriba) en manos del Poder Ejecutivo.

Estableció claros lineamientos sobre los órganos que integraban la justicia contenciosa administrativa, cuyas primeras instancias esta­ ban a cargo de autoridades administrativas 5uprema Corte de Justicia de la Nació" I 76 EpiJodiol y Personajes del Poder Judicial de la Federación locales y la superior y última era el Consejo de ministros (Consejo de Estado). Los miem­ bros de la justicia administrativa no eran jueces inamovibles, sino que pertenecían al Ejecu­ tivo. Este Consejo sería prácticamente otra Su­ prema Corte; el primero, con competencia para la materia administrativa y el segundo, para la civil. Sin embargo, no se le dio solución de continuidad a qué autoridad sería la compe­ tente para resolver los conflictos de competencia entre las tareas contencioso administrativas del Consejo de Estado, como última instancia y la justicia civil de la Suprema Corte.

Años más tarde, Ignacio L. Vallarta, siendo Presidente de la Suprema Corte, refu­ taría la posición de Lares, con base en las Teodosio Lares ... 77 disposiciones a favor del Poder Judicial contenidas en la Constitución de 1857, exal­ tadas y defendidas a ultranza, en una sentencia dictada en 1879, en el juicio de amparo pro­ movido por el señor Álvarez Rul y otros, en contra del Ayuntamiento de la Ciudad de México, en la cual sostuvo que el Poder Judi­ cial siempre era competente cuando "hay que definir los hechos y aplicar el derecho me­ diante conocimiento de causa, cuando sobre uno u otro discrepan la autoridad administra­ tiva y los particulares". Sin embargo, el mismo VaIlarta llegó a proferir la afirmación de que "es bien difícil marcar el límite preciso en que termina lo administrativo (competencia del Ejecutivo) y en que comienza lo contencioso (competencia del Poder Judicial)".

111. De Lares y la Judicatura

La transformación que sufrió la Suprema Cor­ te y su conversión en Tribunal Supremo de Jus­ ticia con Santa Anna, fue obra de Teodosio Lares, Ministro en dicho periodo de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública. En 1853 fue nombrado Magistrado de la to­ davía llamada Corte, aunque sustituido por un interino durante todo el tiempo que ejerció su cargo de Ministro en la administración. Expidió las leyes de la transformación de la

79 80 Episodios y Personajes del Poder Judidal de la Federación

Suprema Corte en Supremo Tribunal, de fe­ chas 30 de mayo y 16 de diciembre de 1853. Más adelante, fue designado Magistrado del nuevo Supremo Tribunal de Justicia, a finales de 1853 y hasta 1855.

Con Santa Anna en el exilio, ocupó el cargo de Magistrado propietario de la Segunda Sala del Supremo Tribunal de Justicia entre 1858 y 1860. En 1863 la Regencia 10 designó sexto Magistrado del Supremo Tribunal de la Nación.

Volvió a ocupar un cargo judicial en el Segundo Imperio. Antes de comentarlo, expli­ caremos brevemente algunas características de la administración de justicia en este pe- TeodOJio LareJ ... 81 riodo. Estuvo dividida en cuatro áreas princi­ pales: la militar, la administrativa, la eclesiás­ tica y la ordinaria o civil (en sentido amplio). En esta última, encajaba el Tribunal Supremo, al cual perteneció Lares.

En la esfera militar, los órganos máxi­ mos fueron los consejos militares franceses y austriacos, sin injerencia alguna del Tribunal Supremo, por obvias razones. En la adminis­ trativa, varios ministerios y juntas tuvieron funciones judiciales, pero el de mayor rele­ vancia fue el Consejo de Estado, un organismo político y administrativo de múltiples atribu­ ciones. La eclesiástica no estuvo adecuada­ mente organizada. 82 Episodios y Personajes del Poder Judici,,1 de la Fedmzci,j"

La justicia civil u ordinaria estuvo en la esfera del Tribunal Supremo como órgano ju­ dicial de máxima jerarquía.

El Imperio tuvo una Constitución o Norma Suprema, el Estatuto del 10 de abril de 1865. Toda ley ordinaria y cualquier autoridad estaban sometidas al Estatuto. Sin embargo, no hubo un Congreso y no pudo ser planteada la cuestión de la constitucionalidad de las leyes y demás disposiciones secundarias.

Los Jueces y Magistrados fueron per­ sonas que tenían tradición en la judicatura y eran seleccionados, en la medida de lo posible, por sus conocimientos. Hubo la idea de formar­ los en una carrera judicial, sin embargo, pOI uodosio LaTes ... 83 las circunstancias políticas, los Jueces y los Ministros cambiaron con mucha frecuencia.

Algunas de las diferencias entre la Su­ prema Corte de Justicia Constitucional y e! Tribuna! Supremo de! Imperio, son las siguien­ tes: la Suprema Corte de Justicia llegó a ser e! Tribuna! Máximo de toda la nación, no así e! Tri­ bunal Supremo del Imperio que dirimía con­ flictos ordinarios o de orden civil y era una Corte de estricta legalidad. Por sus orígenes, sus raíces se remontan a! Tribunal Supremo de! Primer Imperio y al establecido por Teodosio Lares durante el último periodo santanista, que había existido en la Ciudad de México con e! gobierno conservador de la Guerra de Re- 84 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Fedm1d6n forma. El nombre le venía de la Constitución de Cádiz. Era el modelo de organización judi­ cial que predominaba en el continente europeo.

Al ser el Tribunal Supremo de estricta legalidad, el Imperio de Maximíliano no acep­ tó la palabra casación y conservó la de nulidad. Adoptó plenamente el sistema francés y recha­ zó el español. En un principio tuvo once ma­ gistrados distribuidos en tres Salas y funcio­ naba también en el Pleno.

Teodosio Lares fue su Presidente. Casi nunca estuvo presente, por lo que en realidad el Tribunal laboró hasta el 18 de marzo de 1867, poco antes de la caída del Imperio, sin Presi­ dente y con diez Magistrados. Teodosio Úlres ...

El Tribunal también desempeñó labores tradicionales, como visitas de cárcel. Durante sus últimos meses, por encargo del Emperador y ante la falta de un Congreso, se encargó de la redacción de reglamentos, llegando a sos­ tener que el que le debería ser aplicado sería el del año 1826 para la Suprema Corte de la República Federal. Se puso en vigor un orde­ namiento de un sistema constitucional distinto.

El Supremo Tribunal tuvo cierta acti­ vidad creadora para resolver dudas de compe­ tencia. Hay que tener en mente que la justicia del Imperio estuvo dispersa. Así, hubo órga• nos administrativos que tuvieron la facultad de resolver los conflictos de índole, por su naturaleza, propiamente judicial. 86 EpiJodios y Personajes del Poder Judicial de la Federación

El órgano administrativo de mayor jerarquía para resolver cuestiones contencio­ sas fue el Consejo de Estado, el cual, además de todas las facultades que tuvo conforme la Ley de lo Contencioso Administrativo y su re­ glamento (incluida la legislación de Lares), obtuvo, mediante decreto de 26 de febrero de 1865, otra más, muy delicada y de espt;cial relevancia: revisar todas las operaciones de desamortización y nacionalización de los bie­ nes del clero. En su seno se estableció una ofi­ cina especial llamada Administración de Bie­ nes Nacionalizados. El Tribunal Supremo de Justicia no estuvo involucrado en esta cuestión.

Del 15 de junio de 1863 hasta mediados de 1867 en que finaliza el Imperio, la justicia ordinaria fue administrada por la misma baja burocracia que existía con anterioridad, si Teodosio Lares ... bien con cambios radicales por la designación de nuevos Magistrados y Jueces.

Hubo tres periodos por los que atra­ vesaron la organización y el funcionamiento de la Suprema Corte y el Tribunal Supremo. En el primer periodo continuó vigente el nom­ bre de. Suprema Corte, sin laborar en forma alguna. Así se mencionaba en el decreto de 22 de junio de 1863, expedido por la Junta Supe­ rior de Gobierno instalada al entrar el ejército francés en la Ciudad de México, que dirigían su Presidente, Teodosio Lares y otros.

La Suprema Corte republicana de hecho no funcionó en la Ciudad de México pues partió con Juárez hacia San Luis. 88 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federaci6n

El segundo se inició con el decreto de 15 de julio de 1863 que cambió el nombre de Suprema Corte por el de Tribunal Supremo de la Nación o Supremo Tribunal de Justicia. Terminó con la expedición de la ley del 18 de diciembre de 1865.

El Supremo Tribunal estuvo integrado por once Ministros, un fiscal y dos Minis­ tros supernumerarios para cubrir las faltas de los titulares por enfermedad, impedimento o recusación. En la capital había cinco Jueces de lo civil y cinco de lo criminal.

Por orden de 20 de julio de 1863, la Re­ gencia hizo los nombramientos de los Magis­ trados que integraban el Supremo Tribunal de la Nación, el sexto de ellos fue Teodosio Lares. Teodosio Lares ...

En términos generales, fue deplorable para la administración de justicia la ocupación de la Capital por el ejército francés. Se necesi­ taron varios meses para que se pudieran re­ iniciar las labores cotidianas. Fue reorganizado el Tribunal Supremo del Imperio por decreto de la Regencia de 5 de enero de 1864, que buscó en su integración que los magistrados tuvieran lo que podría ser considerada una carrera ju­ dicial o un prestigio adquirido en el foro de México. Había la intención de escoger no solamente a personas de la capital del impe­ rio. Debido a los frecuentes cambios sólo algunos miembros perduraron hasta el fin del imperio.

El tercer periodo de esta época del Tri­ bunal Supremo de Justicia principió el 18 de 90 EpüodioJ y PersoTlilju del PodeT Judicial de la Federación diciembre de 1865, al entrar en vigor la Ley Orgánica de los Tribunales y Juzgados del Imperio. Las designaciones de sus miembros hechas por Maximiliano aparecieron en el Diario del Im­ perio con fecha 2 de enero de 1866. Entre ellas, quedaba como presidente de! Tribunal Teodo­ sio Lares. Llama la atención que no obstante e! alto cargo con que fue investido, no figuró casi nunca en e! Pleno firmando las actas res­ pectivas, debido a que tenía otras funciones de tipo administrativo. Sólo apareció en el acta de 28 de marzo de 1867. En ese día, se presentó en la sede de! Tribunal en donde dispuso que el secretario diese lectura a la car­ ta que e! emperador tuvo a bien dirigirle desde Querétaro. En ésta, e! archiduque le manifes­ taba que graves razones de política le obli- Teodosjo Lares ... 91 gaban a hacer un cambio en el personal del ministerio, por lo que había ordenado que Lares se reintegrara al Tribunal, ejerciendo el cargo de presidente del mismo y "a la vez, dándole las más expresivas gracias por sus distinguidos servicios en el desempeño de Ministro deJus­ ticia y Presidente del Consejo de Ministros".

El 5 de junio, el Tribunal del Imperio celebró la última sesión con actividades de escasa relevancia.

Al hacer un balance del Tribunal, el año de 1865 fue el mejor de su actividad y puede ser considerado como un periodo de relativa consolidación de la justicia ordinaria. Los otros años fueron caóticos, ya que el exceso 92 EpiJodioJ y PerJonajeJ del Poder Judicial de la Ftderad6n de legislación fue un factor que impidió una tarea estable, sobre todo si se advierte que el tribunal era de estricta legalidad y de aplica­ ción rigurosa de las normas que dictaba el emperador y ante la ausencia de un Congreso que legislase, el Tribunal fue cargado con esta alta responsabilidad. En esto tuvo mucho que ver Lares. Su interés y experiencia legislativa 10 llevaron a convertir al Tribunal Supremo en un cuerpo legislativo de hecho que elaboró varios reglamentos y ordenamientos, algunos de los cuales fueron tomados en cuenta en la Suprema Corte de la República Restaurada.

Los Magistrados que integraron el Tri­ bunal podían clasificarse en tres clases: a) Los conservadores intransigentes que no toleraron uodosio Larts ... 93 la secularización y expropiación de los bienes eclesiásticos habiendo sido destituidos y por sus ideas radicales, no volvieron a colaborar con el Imperio. Caso por ejemplo, de Juan Rodrí• guez de San Miguel. b) En segundo término, los conservadores transigentes que, dentro de sus ideas, toleraron la desamortización de los bienes de la iglesia y llegaron a ocupar posi­ ciones de gran importancia en e! Imperio. Tal es e! caso de Teodosio Lares. c) Hubo, por excep­ ción algún liberal como Manue! Dublán que fue cooptado para colaborar con e! Tribunal Supremo del Imperio.

rv. Entre liberales y conservadores. Un ePílogo

Aunque hablar sobre liberales y conservadores y lo que proponían unos Yotros, no es propia­ mente el objeto de este escrito, el comentarlo de manera sucinta reviste cierta importancia para poder entender las líneas de pensamiento de Teodosio Lares.

Mucho se ha comentado que la pro­ funda división entre conservadores no es tan radical como se piensa, más que nada porque

95 96 EpiJodioJ y Penonaju del Poder Judicial de la Federación se ha llegado a sostener que e! conservadu­ rismo hunde sus raíces en e! liberalismo.

El término conservador no empezó a utilizarse en México sino a partir de! primer tercio del siglo XIX. Sin embargo, no tomó tintes decididamente políticos y generalizados como partido hasta la primera mitad de ese siglo.

Una vez acabado e! respeto tradicional e irrestricto a la autoridad monárquica, existía e! temor a que se fuera a terminar de igual ma­ nera cualquier respeto a la autoridad que lo hubiera reemplazado. El temor de disolución social que devenía de este modo de pensar, una vez consumada la Independencia, impli- Ttodosio LartS ... 97 caba la pérdida de fuertes valores morales y religiosos, defendidos y sostenidos por la monarquía. Y estos valores constituían de al- . gún modo el principio conservador de las socie­ dades. De estos valores se derivaban otros, como el respeto al padre, a la autoridad, a la propiedad, a la buena educación y a las buenas maneras, valores que todos los hombres debían fomentar.

Por otro lado, ningún político de ten­ dencias conservadoras luchó por el retorno al sistema político novohispano, pero, por con­ traparte, muchos mestizos y criollos desearon mantener las estructuras sociales y los valores tradicionales morales y católicos de la época colonial. ,8 EpiJodios y Personajes dtl Poder Judicial de la FttÚr4ció1I

Hasta antes de la formación del Partido Conservador, los políticos tradicionalistas no rechazaban un proyecto de modernidad para el país, recientemente independizado, sino que las reformas propias del proceso que im­ plicaba tal proyecto fuesen implantadas de manera lenta y gradual, conservando los valo­ res citados, defendidos como indispensables para la conservación del orden. La religión ca­ tólica, como uno de los puntos medulares con­ tenidos en el Plan de Iguala, era un claro ejemplo de lo anterior.

Antes de la aparición de los partidos liberal y conservador a mediados del siglo XIX, en mayor o menor medida, las propues- Teodosio Lares '" 99 tas políticas que se propagaron buscaban el progreso, la modernidad y el bienestar eco­ nómico del México en formación. Evidente­ mente, con el paso del tiempo dichas proposi­ ciones tomaron matices diferentes. Por ejemplo, hubo quienes tendieron a exigir una reforma radical de las condiciones sociales y políticas del país y otros procuraron, por su lado, borrar, aunque no de un solo golpe, el legado his­ pánico, que a fin de cuentas era parte de la cosmovisión nacional. En todo caso, todas las propuestas que surgieron al comienzo de la Independencia se inspiraron en mayor o menor grado en principios que habían sido ya consig­ nados en las reformas borbónicas del siglo XVIII, de fundamento ilustrado y tendencias liberales. 100 Episodios y Ptrsonajts dtl Poder Judicial dt la Ftderaci6n

Una vez ensayadas en el México inde­ pendiente las formas de gobierno monárquica, República Federal y República Central, fue evi­ dente para un grupo de hombres el fracaso de tales intentos de organización, ya que no habían logrado crear prosperidad, orden y estabilidad para el país. Este grupo advertía, en la década de 1840, que los mexicanos no habían sido ca­ paces de gobernarse, que la economía era un caos y que los caminos estaban llenos de delin­ cuentes, aunado todo ello a la guerra de Texas y al expansionismo estadounidense. Uno de estos hombres fue José María Gutiérrez de Es­ trada, quien empezó a defender y propagar las bondades de la monarquía por las frustradas experiencias mexicanas anteriores. Aunque fueron pocos los, que lo secundaron en un TtolÚ1sio Lares ... 101 inicio, lo cierto es que el fracaso de las pro­ puestas políticas de los primeros años polarizó (y llegó a radicalizar) a las clases políticas. Así, una vez perdida la mitad del territorio na­ cional (atribuida a los liberales, por supuesto), como resultado de los Tratados de Guadalupe Hidalgo, Lucas Alamán organizó el Partido Conservador con su correspondiente proyecto político en 1849. El órgano difusor de las ideas conservadoras fue el periódico El Universal.

En este contexto llama la atención el pragmatismo, en el sentido de que era funda­ mental evitar rupturas drásticas con el pasado. Alamán atrajo a su círculo a hombres que eran conservadores porque tenían en común la idea de mantener ciertas tradiciones coloniales y 102 EpiJoJiOJ y PenonajeJ del Poder Judicial de 14 Federacitm

privilegios de la Iglesia ante facciones de claro signo antirreligioso. Tal fue el caso de Juan Ro­ dríguez de San Miguel y Joaquín Pesado. Tam­ bién procuró a otra cIase de hombres que . además de considerar que era necesario con­ servar dichos privilegios, sostenían que era menester defender esos valores tradicionales y, sobre todo, que un desarroIJo progresivo y eficaz de la economía mexicana sería posible si se atraía la inversión europea a nuestro país, lo que sólo se podría conseguir mediante la difusión de una imagen de orden y estabilidad propia de una monarquía. Algunos de los hom­ bres representativos de esta visión fueron An­ tonio Haro y Tamariz, Ignacio Aguilar y Marocha y, especialmente, Teodosio Lares. ñodosio U,tS 000 r03

En realidad fue la última postura la que triunfó, ya que el fracaso de la dictadura san­ tanista y el advenimiento de la Guerra de Re­ forma voltearon los ojos a Europa para buscar un monarca.

Una vez consolidado el Partido Conser­ vador, sus líneas de pensamiento se pueden resumir en las siguientes premisas:

a) El establecimiento de un sistema centralista e intervencionista con una eficiente burocracia civil y un ejército regular fuerte (para abolir las milicias provinciales y cívicas). b) Un indefectible apoyo a la Iglesia católica como única religión y sin tolerancia de cultos. 104 Epüodios y Personajes del Poder Judicial de id Federación

c) El fomento de una política econó• mica pragmática y flexible que sos­ tuviese un equilibrio entre el protec­ cionismo estatal y el libre cambio según las circunstancias (aunque se tendió más en favor de la primera). d) La conservación de los privilegios y corporaciones tradicionales, in­ cluidos los indígenas con sus tierras comunales. e) Un sistema representativo con un sufragio limitado a clases cultas.

Los planteamientos anotados no se pueden generalizar de modo tajante, ya que no todos los conservadores fueron centra­ listas, muchos tendieron al librecambismo, etcétera. Teodosio LaNS ... 10;

Sería el hecho de la polarización de la política mexicana que había empezado a dis­ tinguirse en la década de 1840 y que culminaría con la imposición de la Constitución de 1857, lo que forzaría a una generación de nuevos con­ servadores a levantarse en armas contra el go­ bierno de Comonfort y por ende, a tratar de unir las tendencias conservadoras.

La Guerra de Reforma consolidó la pos­ tura conservadora que defendía la necesidad de imponer una monarquía en territorio mexi­ cano. Sin embargo, el movimiento conserva­ dor siguió siendo esencialmente heterogéneo. La derrota del ejército conservador al final de la Guerra de Reforma y el radicalismo al inicio del Mandato del Presidente Juárez en 1861, .106 EpiJodios 1 Pm(J1l4ju del Pothr Judjcial de f4 Federad6" unieron tanto a liberales moderados como a conservadores con el propósito de establecer orden, estabilidad y progreso a través de una monarquía liberal. Posteriormente, el fracaso del Imperio de Maximiliano terminó con el proyecto monárquico conservador, mas no con el conservadurismo.

El gran prestigio de Lares fue sobre todo como jurista de altos niveles. Hemos re­ visado de manera somera diversas facetas de su obra. Su actividad estuvo encaminada a for­ talecer a un Ejecutivo debilitado, frente a un PoderJudicial incipiente y no suficientemente formado yun Legislativo cienamente estable. En este sentido fue un ius administrativista decidido. Pero es preciso entender su pro- Ttol/osio Lans ... 1°7 ceder con base en la visión expuesta de la decepción de los conservadores a la luz de los fracasos en los primeros intentos de gobierno en el México independiente. Juzgar a más de 150 años su apoyo decidido a Santa Anna y al Imperio, con planteamientos contemporáneos, es completamente ocioso y fuera de lugar.

Como político fue respetado por libe­ rales y conservadores. Los primero~, además de respetar su reputación como jurista (como se advierte por ejemplo, en la influencia de sus leyes), respetaban su paso por órganos demo­ cráticos, como la Cámara de Diputados y la de Senadores, así como por su paso y expe­ riencia por las instituciones judiciales. Ese mismo respeto inspiró a Maximiliano para Io8 EpisodioJ y PerJonajeJ del Poder Judicial de la Federaci6n incluirlo en su gobierno ante el abandono de los liberales. De los conservadores, ni qué decir. A la muerte de Lucas Alamán, Lares se convirtió en el líder moral del Partido Conser­ vador y en tal carácter permaneció hasta el final de su vida. Los mejores afios de su actua­ ción pública se dieron precisamente en el marco de la consolidación de ambos partidos.

Así como en materia de liberales se habla de puros y moderados, en materia de con­ servadurismo se dice otro tanto. En este sen­ tido, Lares fue un conservador moderado, sobre todo porque transigió con uno de los aspectos que más dividieron a liberales y con­ servadores en la Guerra de Reforma, a saber, la desamortización de los bienes de la Iglesia Teodosio Larts ... y esa fue quizá la razón más importante, junto con su reputación e influencia, por la que el archiduque liberal lo cooptó para su Imperio. y no sólo eso, su influencia sobre Maximiliano fue enorme, al grado de no huir del país y forti­ ficarse en Querétaro. En lo personal, el Empe­ rador no tenía buena impresión de él. De las evidencias encontradas, su reputación fue intachable, salvo el caso mencionado de la toma de su sueldo por dos años adelantados, motivo por el que fue procesado.

Una síntesis clara de su pensamiento se advierte en la carta fechada el 27 de agosto de 1866, en la que Teodosio Lares se dirigió a Maximiliano Emperador, cuando éste designa al primero como Ministro de su Gabinete y 110 Episodios y PtrSOtUljes tÚl Podtr Judicial tÚ la FtduaciÓ1f en la cual, de algún modo, condiciona el ejer­ cicio de su cargo a la aceptación de las líneas programáticas que sugiere y que transcribimos a continuación:

"CARTA MANIFIESTO DE TEO­ DOS 10 LARES A MAXIMILIANO Septiembre, 1866 Señor:

Cumpliendo con lo que V. M. ha tenido á bien ordenarme su respetable carta, fecha en Cuernavaca el cuatro de este mes, y después de haber considerado atentamente la situación actual, paso á exponer á V. M. Los principios que, en mi concepto, deben normar las con- uodosio LartS o ••

ductas del Ministerio, y la aplicación que debe hacerse, de ellos en la marcha política y administrativa del gobierno; aplicación y principios que formarán el plan bajo el cual convendrá, á mi jui­ cio, que en las actuales circunstancias, en verdad difíciles, en que se encuentra la nación, rija V. M. Sus destinos como el Soberano llamado al efecto por ella, á fin de que, si se digna aceptarlo, sea seguido y desarrollado por el Minis­ terio, secundado por los agentes admi­ nistrativos, y por la nación misma, luego que sepa la manera con que V. M. se propone responder á aquel lla­ mamiento. Me es demasiado conocida la resolución invariable de V. M. de H2 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federación

salvar la nacionalidad, uniéndose estrechamente con la nación é identi­ ficándose con ella para sostener su independencia y soberanía; y éste debe ser el fin principal de la política del gobierno, aun cuando un día, sin otro auxilio, haya de exclusivamente de apo­ yarse en sus propios esfuerzos.

Para la realización de esta política nacional, es ante todo, necesaria la for­ maci6n de un ministerio unido y compacto, que la facilite, y porlo mismo V. M. se dignará proceder desde luego al nom­ bramiento de los ministros que deban completar el Gabinete. El gobierno obrará de perfecto acuerdo en las opera- Ttodosio Larts ... Ir]

donel militarel con el Jefe de las fuerzas aliadas, dispensando á la generosa Fran­ cia, en las relaciones con ella deban cultivarse, todas las consideraciones que merece la nación con su sangre y sus recursos ha cooperado á constituir el país; más el gohierno del emperador y su administración, esencialmente nacionales, mantendrán el poder púhlico lihre y sohe­ rano en su ejercicio. Importando el sis­ tema político adoptado por la nación, no sólo convicciones, sino intereses sociales públicos y ptivados, el empeño del gobierno será mantenerlo como único medio de salvar al país de la anar­ quía y disolución que lo amenazan, por medio de una admil:1istración activa, 114 Episodios y Personajes tÚl Poder Judicial de la Federaci6n

vigorosa y enérgica, pero humana, prudente y JUHa; tolerando las opinio­ nes, pero castigando Con severidad las demostraciones hostiles; respetando y haciendo respetar las garantías indivi­ duales, especialmente la inviolabilidad de las propiedades, cuidando de que no sea ata­ cada por los agentes supremos, superiores ó inferiores de la administración, y cas­ tigando severamente cualquier infrac­ ción de las leyes que la aseguran.

A fin de procurar el acierto en la polí• tica, la unidad en la administración, y que sea ilustrada en todos sus ramos, el Consejo de Estado se organizará de manera que, tomando parte en una y en Teodosio Larts __ . "5

otra por medio de sus dictámenes se una á la opinión del gobierno en todos sus actos principales y negocios de gravedad, y los apoye con sus luces y con su justificación ante la nación. Para esto deberá formarse el Consejo de per­ sonas de los diversos departamentos,

que, estando instruidas en sus intereses~ ne­ cesidades y circumtl1ncil1s peculil1res de Cl1da uno, ilustren al gobierno en las medidas que hayan de dictarse. El número de Consejeros será el que baste para que, dividiéndose en tantas secciones cuan­ tos son los ministerios, puedan éstas componerse de los individuos que por sus conocimientos especiales en los

ramos respectivos á c~da ministerio, lo 116 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federación

auxilien en sus determinaciones. Y con el objeto de consultar al buen servicio y al estado que guarda hoy el Erario, solamente un número determinado de consejeros disfrutará sueldo, y las fun­ ciones de los otros serán puramente honoríficas.

La administración suprema seguirá exclusivamente á cargo de los ministros del gobierno, y el emperador deJignará la5 per50na5 á quien haya de dirigir.. 105 despachos, únicamente como 6rganos de trasmisión; y por medio de estas perso­ nas el emperador hará enviar sus acuer­ dos á los ministros, cuando por razón de la hora y lugar no pudiese hacerlo TeodOJio LareJ ... "7

directamente á ellos; pero no Ji dedicarán órdeneJ alguna, de adminútración por otro conducto, sino todas por los respectivos ministerios, que son los responsables.

Se colocarán al frente de cada una de las divisiones y subdivisiones del terri­ torio nacional, personas de lealtad pro­ bada y enteramente adicttlJ á las institu­ ciones imperiales, de honradez e integridad conocidas, que apoyen el trono y cuiden de que todos los habitantes, sean cuales fueran sus opiniones. gocen de las ga­ rantías que el Imperio les tiene otor­ gadas. Por medio del ejército nacional, que se situará en los departamentos del norte, el gobierno, procurará dar á 118 Epúodios y Personajes del Poder Judicial de la Federación

aquellos pueblos la protección especial que demandan las circunstancias pecu­ liares en que se encuentran, á fin de que la propiedad, e! comercio, la agri­ cultura é industria sea real y positiva­ mente garantizadas; y se dictarán en este sentido las medidas fiscales, las de administración y las que amparan la propiedad, haciendo cuantos esfuerzos sean posibles para favorecer e! aumen­ to de población en aquellos depar­ tamentos; y mientras esto no se logre, deberá tenerse presente la escasez de aquella en las leyes que se expidan en la formación de! ejército.

Se procurará con todo empeño reJt4- b/ecer la buena inteligencia J armonía tn- TtodOJ;O LartJ ...

fre la Iglesia y el Estado por medio del Concordato con la Santa Sede, en el que deberán convenirse las medidas indis­ pensables para cortar los abusos, á cuya introducción ha dado lugar la desmora­ lización general del país. Entre tanto las dÍJposiciontJ del gobierno tendrán por objeto allanar IIlJ dificultades exÍJtentes y las que puedan suscitarse. Siendo gravísi• mos los perjuicios que sufre el Estado, por la inseguridad en que se encuen­ tran las propiedades enajenadas du­ rante las adjudicaciones, lo cual hace que carezcan de la estimación que de­ berían tener, se tratará con la Santa Sede de este asunto importante, á fin de que en el Concordato se convenga 120 Episodios 1 Personajes del Poder Judicial de la Federación

la manera de dar tal firmeza á las ad­ quisiciones que facilite las transaccio­ nes mercantiles, ponga en movimien­ to esta especie de valores, y produzcan para el gobierno todos los beneficios de que se ha privado, por el actual es­ tancamiento de dichas propiedades. El derecho de adquirir, que la Iglesia tiene originalmente, se arreglará en cuanto a su ejercicio, conforme á las bases que se establezcan en el Concordato que próximamente se celebrará con la Santa Sede; así como se arreglará la manera con que de tiempo se enajenaran los bienes raíces que adquiera. En el mis­ mo convenio se determinarán las me­ didas que aseguren al clero una decente subsistencia. TeodQsio Lares __ ,

Siendo la pronta pacificación del país la primera de todas las necesidades, el gobierno se ocupará, ante todo, de que las leyes de organización del ejército sean ejecutadas con rapidez y energía. Para dar fijeza y estabilidad á la le­ gislación respectiva, se publicará cuan­ to antes el Código militar que se ha concluido.

El ramo de hacienda es en las actuales circunstancias al que preferentemente se debe atender, y el que, sin duda al­ guna, presenta mayores dificultades. El Ministerio deberá presentar un plan de Hacienda que, combinando las econo­ mías más absolutas con las distribu- 122 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federaci6n

dones más justas de las contribucio· nes, ponga en equilibrio los ingresos con los gastos.

Con el fin de promover la seguridad pública y asegurar la paz de los pue­ blos, es preciso fijar la atención sobre el estado que guardan las clases menes­ terosas. Mientras sus individuos no cuenten con intereses de defender y te· rreno en que ejercer su industria, no han de tener apego al suelo en que nacieron, ni tomar parte en sostener una adminis tración de la que no reci· ben beneficio alguno. Es, pues, indis­ pensable hacer propietarios á los indi­ viduos, concediéndoles terrenos en los TeodIJsio Larts ... 12)

que el gobierno pueda disponer; pero con tales condiciones, que impidan la dilapidación á que por experiencia se sabe son tan propensas estas clases. Los litigios entre los pueblos y con los particulares sobre tierras yaguas, han sido la causa constante de la ruina de aquellos. Es preciso, por lo mismo, poner de una vez término á tales liti­ gios, pero respetando siempre los dere­ chos de los propietarios; y bajo estos principios se podrá dar extensión y ampliar en lo posible, las concesiones otorgadas de la ley del fondo legal que se acaba de expedir. Tan importante como hacer propietarias á eStas clases, es procurar la co.lonización y las ffie- 124 EpisodioJ y PerJonajeJ del Poder Judicial de la Federación

joras materiales del país: á este fin se expedirán con toda meditación cuantas medidas sean necesarias para facilitar­ las, y más convenientes para proteger la industria, la agricultura y el comer­ cio, como las fuentes principales de la riqueza pública.

La necesidad imperiosa de los pueblos es la pronta y recta administración de la justicia: para lograr lo primero, se hace indispensable el Código de proce­ dimientos que actualmente se está formando; y para lo segundo, deben ponerse empleados de notoria ilustra­ ción y honradez, en quienes descanse la confianza pública. Mientras con­ cluye la formación de dicho Código, TeodOJ;O Laru ' .. 12)

es urgente tomar desde luego medidas que quiten los tropiezos y dificulta­ des, que actualmente se experimentan en un ramo de vital interés para la sociedad.

El arreglo de la instrucción pública en general exigirá tamhién algunas modifica­ ciones para que aquella sea sólida y que produzca los resultados á que se deba aspirar y no siendo menos urgente la necesidad de la educación del clero, proporcionará el gohierno á 10J dioceJanos 10J edificioJ que puedan servirles de Jemina­ río!; y en Caso de no haberlos, les facili­ tará los recursos necesarios para adquirirlos. 126 Episodios, Personajes del Poder Judicial de /a Federaci611

La libertad de la imprenta debe ser tan

amplia como tI preciso para la ilustración de los pueblos; pero sus abusos deben repri­ mirse de manera que se consulte eficazmente

tÍ la seguridad y tÍ la tranquilidad del Estado.

Tal es señor, el plan de común acuerdo con mis ilustrados colegas en el Minis­ terio, nos proponemos desarrollar en las actuales circunstancias: y que si, seguido con constancia, energía y fir­ meza, no obstante para salvar la difícil situación que atravesamos, acreditará siempre los esfuerzos con lo que la mayor sinceridad y buena fe hemos empleado, para corresponder á la con- TeodOJ;O LartJ ... IZ7

fianza con que Vuestra Majestad nos honra, llamándonos á tomar parte en su gobierno; y para satisfacer al mismo tiempo el deseo de la inmensa mayoría de la nación, que es ver consolidada el im­ perio por medio de una administración jus­ ta, que respetando los derechos de cada . uno, asegure la felicidad de todos". Miguel Lerdo de Tejada ~-~-.

Juan Nepomuceno Rodríguez Ignacio Aguilar y Marocho Bibliografía

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IJI 1)2 Episodios y Personajes del Poder Judicial de la Federación

Lares no puede continuar dando en San Ildefonso las Lecciones de Derecho Administrativo.

___, Asuntos Económicos siglo XIX, 1855-08-08/ caja 174 / expediente 17724, fojas 3, México: T. Lares como encargado del Ministerio de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública.

___, Asuntos Económicos siglo XIX, 1856-°9-15/ caja 192 / expediente 20059, fojas 2, México: Documento relativo a la causa que se sigue al Señor Don Teodosio Lares exigiéndole la responsabilidad por haber tomado nueve milpesos como sueldo de dos años adelantados.

___, Asuntos Económicos siglo XIX, 1857-08-27 I caja 195 I expediente 2°566, fojas Teodosio Lares ... '33

2, México: Documento relativo al voto para que elpreso Teodosio Lares permanezca en su casa.

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