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Teodosio Lares y la instrucción pública en México, Siglo XIX José Luis Acevedo Hurtado Universidad Pedagógica Nacional. Unidad [email protected]

La historiografía mexicana ha abordado el periodo que va desde la Constitución de Cádiz hasta la implementación de la Segunda República. Sus personajes e instituciones han sido estudiados, principalmente a partir de su vida pública y de la consolidación de las instancias de los poderes de gobierno. Resaltan personajes como Benito Juárez e instituciones como la Suprema Corte de Justicia. Sin embargo, personajes con ideas distintas a las impuestas han sido marginados por la historiografía positivista e institucional. Los temas de relevancia han sido permeados de liberalismo y republicanismo, en ocasiones olvidando que éstos se construyeron a partir de la tensión con otros conceptos como orden y monarquía. Desde nuestra perspectiva, recobra importancia aportarle a la parte olvidada por la historia. En el presente ensayo se retoma parte de la obra de Teodosio Lares, algunas de las instituciones públicas y algunos elementos del tema educativo. Teodosio Lares nación en 1806 cuando las políticas monárquicas se encontraban en pleno auge, le tocó vivir una época de grandes transformaciones como fue el paso a las naciones republicanas, formó parte de las instituciones educativas y judiciales tanto en el poder ejecutivo, legislativo y judicial. Pero no sólo formó parte de estas instituciones, sino que las vivió, las estudió y realizó propuestas para su mejora en beneficio público. Aquí sólo nos limitaremos a seguir su trayectoria en el campo de la instrucción, aunque cabe anotar sus aportaciones al campo de la justicia y la administración, producción retomada veladamente por los liberales. “Teodosio Lares y la instrucción pública en México, Siglo XIX” es un ensayo que describe una parte de la trayectoria y los aportes que realizó este personaje con la clara intensión de instituir en la vida pública el aspecto educativo, que se pensaba podría transitar hacia al progreso a este país. Primero anotamos la formación de Lares, aunque no contamos con suficientes fuentes (Dosse, 2007), revisamos que la instrucción del periodo de basó en la Constitución de Cádiz y su reglamentación; en seguida anotamos, cómo Lares participó como director del Instituto Literario de Zacatecas en los exámenes de los niños y profesores de instrucción primaria de la capital; y como presidente de la Subdirección de Instrucción Primaria propuso un proyecto sobre la recaudación y distribución de los fondos de enseñanza pública. Como catedrático del Instituto participó prácticamente en todos los estudios secundarios, preparatorios y profesionales, impartiendo 2 gramática, filosofía y derecho. Fue autor y traductor de varias obras: Las principales reglas del estilo epistolar, Elementos de filosofía moral y Elementos de psicología, así como presidente de varios actos públicos de los estudiantes. A nivel nacional elaboró dos documentos que consideramos importantes: El plan general de estudios y Lecciones de derecho administrativo, que le valió para ser profesor en el Colegio de San Ildefonso. El único mérito que realizamos fue hacer el seguimiento cronológico de Lares mediante el concepto de instrucción pública. Hay mucho más sobre la vida y obra de este autor, que en parte ya ha sido abordadas por Vela Leatrice Lynn, Florence Tousaint Alcaraz, Francisco Wiechers Veloz y Jesús Antonio de la Torre Rangel1, pero nosotros no limitamos a la instrucción pública y a lo que las fuentes nos proporcionaron, esperando contribuir en el campo de la historiografía de la educación decimonónica en México.

1. Lares y su instrucción José Teodosio de Jesús Lares Macías, nació el día 26 de mayo de 1806 en Asientos de Ibarra, distrito minero que pertenecía entonces a la Subdelegación de de la Intendencia de Zacatecas. Cuando Teodosio tenía unos 6 años, edad propicia para cursar las primeras letras, la Constitución Política de la Monarquía Española decretó que era facultad de las Cortes, entre otras, establecer un plan general de enseñanza pública uniforme en todo el reino, además de instalar escuelas de primeras letras en todos los pueblos de la monarquía, en las que se enseñaría a leer, escribir, contar y el catecismo de la religión católica, que por primera vez comprendería una breve exposición de las obligaciones civiles. Dos años después, se conformó una comisión para la elaboración del Proyecto de Decreto para el Arreglo General de la Enseñanza Pública2, el cual estableció que toda enseñanza costeada por el Estado, sería pública y gratuita; se instalarían escuelas en cada pueblo que tuviera 100 vecinos; la enseñanza sería uniforme en método y libros. Los niños aprenderían a leer con sentido, escribir con claridad y buena ortografía, la aritmética y sus reglas elementales, el catecismo religioso y moral que comprendía los dogmas de la religión y las máximas principales de buena conducta y crianza. Cabe señalar que, a diferencia de la Constitución, este Proyecto planteó la posibilidad de que se enseñara en las escuelas públicas de primeras letras la aritmética completa, elementos sucintos de geometría, los principios del dibujo para las artes u oficios y un catecismo político en el que se expondrían los derechos y obligaciones civiles para la formación de los ciudadanos.

1 Se suman a estos autores, otros como Lucio Cabrera, Andrés Lira, José Luis Soberanes, Mario Melgar Aladid, Jorge Fernández Ruiz, Jesús Castañón y Rosalina Ríos Zúñiga. 2 Proyecto de Decreto para el arreglo general de la enseñanza pública, en Ruiz, 1970, pp. 161-393. 3

En estos años la política sobre instrucción prácticamente no varió, aunque las condiciones de cada pueblo sí tuvieron diferencias. España era aún una monarquía y Zacatecas era parte de ella. Aquí se señaló que la instrucción primaria tenía como propósito “formar ciudadanos religiosos, amantes de la patria, justos y benéficos… [que] les enseñen hablar, leer, escribir y contar”3, además se les exigió a maestros y alumnos el estudio del catecismo del padre Jerónimo Ripalda, que incluía contenidos sobre el nombre y señal del cristianismo, credo, padre nuestro, oraciones, mandamientos, sacramentos, indulgencias y misericordia. Teodosio realizó sus estudios de segundas letras en el Colegio de San Juan Bautista de , aproximadamente de 1818 a 1823. Las cátedras que tuvo que cursar en artes fueron matemáticas, física, gramática, geografía, cronología, latín, lógica, literatura, historia, moral, derecho natural, economía política y estadística. En la facultad de derecho de la Universidad de Guadalajara estudió hebreo, griego, historia, literatura, bibliografía, numismática, antigüedades, economía política y estadística, pero principalmente los principios de la legislación universal, historia del derecho civil, elementos de derecho romano, instituciones del derecho español, fórmulas y práctica forense. Se consideró básico el latín para la enseñanza del derecho romano, los demás cursos eran impartidos en castellano. La Constitución de 1824 fue la base para elaborar los documentos rectores de la educación. En el caso de , bajo el gobierno de Prisciliano Sánchez, se realizó el primer Plan de instrucción del estado en 1826. En este marco se cerró la Universidad de Guadalajara y en febrero de 1827 inició el nuevo Instituto, precisamente poco antes de que Teodosio terminara sus estudios de abogado, en septiembre del mismo año (Cárdenas, 1999: 189 y 219-220) Teodosio quedó como abogado para usar y ejercer su oficio, expidiéndole el auto del examen el Tribunal Superior de Justicia de Jalisco para que le sirviera de título el 6 de agosto de 1827. Lares juró fidelidad a la religión y luego a la Constitución4. Teodosio, una vez aprobado para ejercer en la abogacía por el Supremo Tribunal del Estado de Jalisco, se trasladó a la ciudad de Zacatecas, en donde el 27 de septiembre de 1827 se le expidió el despacho de incorporación en el Número de los Abogados del estado por el Supremo Tribunal de Justicia. En un principio sólo se dedicó al campo de la justicia, fungiendo como fiscal de imprenta, asesor en causas de oficio y juez de letras en Aguascalientes, pero a la brevedad se involucró en los asuntos de instrucción pública. Teodosio fue llamado por el gobierno de Zacatecas en 1836 para pasar a Jerez como catedrático y director de la Casa de Estudios. Un año después, ésta se trasladó a la capital como Instituto

3 ahez, fondo Ayuntamiento, serie Enseñanza, caja 1, exp. 27, Arreglo de las Escuelas de Primeras Letras, según la Constitución de 1812, Zacatecas. 4 bpej, Archivo de Exámenes de Abogados, caja 1, exp. 19, Guadalajara, 1827. 4

Literario y Teodosio fue nombrado juez primero de lo civil en la capital, pero por poco tiempo, ya que luego pasó a ser magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del estado de Zacatecas, manteniendo a la vez la dirección del Instituto.

2. Lares y la instrucción primaria en Zacatecas El Instituto Literario de Zacatecas, bajo la administración de Teodosio Lares, fue el responsable de examinar a los alumnos de las primarias de la capital. Al fin de cada periodo escolar los niños y niñas de las escuelas públicas a cargo de los preceptores Antonio González y José María Fernández asistían al Instituto con el objeto de que la junta de profesores realizara la evaluación sobre sus conocimientos en la doctrina cristiana, lectura, aritmética y las reglas de urbanidad. Las principales conclusiones a las que llegaron los catedráticos, fueron que los estudiantes de la instrucción primaria no sabían quién era Dios, desconocían los principios de buena crianza, “todos conocen apenas las letras, algunos mal las juntan, ninguno escribe ni hace cuentas”5. Los argumentos de los profesores de primaria por los bajos resultados fueron la falta de asistencia de los niños a la escuela debido principalmente a los oficios a los que eran destinados, a la ubicación distante de las escuelas y a la falta de libros. Sumado a esto, se consideró el atraso de los estudiantes debido a la falta de formación de los profesores y a la falta de supervisión a las escuelas por parte de los ayuntamientos. En México el 26 de octubre de 1842 Antonio López de Santa Anna, con el argumento de que “las masas son merecedoras de especial consideración en un gobierno paternal y libre”, decretó el establecimiento en la capital de la República de una dirección de instrucción primaria y subdirecciones en los departamentos. En Zacatecas se estableció la Subdirección, bajo la presidencia de Teodosio Lares (Pérez, 2003: 445-464). En México se centralizó la instrucción primaria bajo la administración de la Compañía Lancasteriana. Se anotó que se establecerían escuelas de niños, niñas y adultos “donde lo permitan las circunstancias”; se enseñaría a leer y a escribir, las cuatro primeras reglas de la aritmética y la doctrina cristiana (Dublán y Lozano, 2004: 310-312). Aunque en el artículo 9° declaró por fondos de instrucción los destinados hasta entonces en cada uno de los departamentos, en Zacatecas fue preciso clasificar el fondo común de enseñanza para saber la parte que correspondía a la primaria. Así se hizo, se estableció que pagado el presupuesto del Instituto Literario, el sobrante se destinaría a las escuelas primarias. El recurso era suficiente para el pago de la instrucción primaria, preparatoria y profesional.

5 ahez, fondo Jefatura Política, serie Instrucción Pública, subserie Generalidades, caja 3, Comunicados del gobierno del estado para el prefecto de Distrito, tratando asuntos relativos a las visitas a las escuelas, 4 de septiembre de 1838. 5

En 1843 con el Plan General de Estudios de la República Mexicana de Manuel Baranda se dio un golpe al presupuesto educativo, cuando se declaró que las pensiones sobre herencias impuestas para la instrucción pública debían quedar en el 6 %. De esta manera se criticó fuertemente al Instituto por acaparar el presupuesto y, aunque Teodosio destinó de su salario como director la cantidad de 300 pesos para la instrucción primaria, el fondo de ésta no alcanzó para el pago de preceptores y mantuvo en un estado miserable a estas escuelas. Teodosio elaboró un proyecto sobre recaudación y distribución de los fondos de enseñanza pública, con el cual se trató de regresar a un confederalismo en donde Zacatecas tuviera mayor autonomía y con ello mayor recaudación de recursos para la instrucción pública6. a) Se declaraban vigentes todos los impuestos que el Plan de 1831 estableció para los gastos de instrucción pública. b) Los ayuntamientos pagarían el 10 % sobre el total de sus fondos. c) Las escuelas de primeras letras serían pagadas por los ayuntamientos. d) Las escuelas serían vigiladas por los ayuntamientos, asociándose con personas honradas y celosas de la instrucción. e) Las escuelas de la capital serían vigiladas por la Junta Subdirectora de Instrucción Primaria. f) Los ayuntamientos procurarían los adelantos, perfección y mejora del sistema lancasteriano con el propósito de uniformar la enseñanza. g) El gobierno expediría el reglamento correspondiente para el ejercicio de las funciones de la Junta de la capital y para el mejor servicio de las escuelas.

Otro de los asuntos tratados por Teodosio, fue la venta de la finca que albergó la Casa de Estudios de Jerez al coronel Pedro Quintana, cuando el gobernador Fernando Franco le pidió que diera su opinión al respecto, Teodosio evadió una respuesta, señalando desafínate que la Subdirección “acordó en la sesión ordinaria de ayer, se devolviesen las expresadas copias, pues que no perteneciendo la Casa exclusivamente al fondo de instrucción primaria, único que está encomendado a la Junta, nada puede determinar sobre el particular”7. Teodosio hubiera pasado a la historia de Zacatecas como fiscal de imprenta, asesor de letras, juez de partido, así como magistrado del Tribunal, presidente de la Subdirección de Instrucción Pública y director del Instituto, pero la obra que consideramos más importante fue la de catedrático, ya que a través de sus escritos dejó testimonio histórico de la formación de bachilleres y abogados.

6 ahez, fondo Poder Legislativo, serie Comisión de Instrucción Pública, caja 1, exp. 18, Proyecto de la Subdirección de Instrucción Pública sobre una mejor distribución de los fondos dotales del ramo a beneficio de la enseñanza primaria, 27 de enero de 1845. 7 Ahez, fondo Poder Legislativo, comisión de Justicia, caja 7, Venta de una casa perteneciente al fondo de enseñanza pública al coronel Pedro Quintana, 22 de mayo de 1844. 6

3. Lares y los estudios preparatorios En el periodo de transición de la colonia al México independiente, el plan de estudios preparatorios sufrió algunas modificaciones con el propósito de que se adecuara al nuevo estado. El proyecto de educación preparatoria para el Colegio de San Luis Gonzaga de Zacatecas en 1829, propuso los contenidos de gramática (castellana, latina y francesa), matemáticas puras, lógica (retórica e ideología), física (y geografía), química (y botánica), moral (derecho natural y estadística) y mineralogía8. Zacateca cerró el Colegio y abrió las puertas de la Casa de Estudios de Jerez; la llamada facultad menor consistió en el estudio de gramática latina, filosofía, idioma francés y economía política. El 25 de junio de 1836, cuando se encontraba la Casa de Estudios en Jerez, Teodosio Lares fue nombrado director y catedrático de derecho canónico en sustitución del licenciado José Gerardo García Rojas9. Con el traslado de las cátedras de derecho de Jerez a Zacatecas en 1837 inició sus funciones el Instituto Literario bajo la dirección del mismo Lares10 y al poco tiempo obtuvo en propiedad una magistratura en el Tribunal Superior de Justicia. Desde ahí, tuvo comunicación con los tres poderes del estado, formó parte del judicial, debatió con el legislativo, negoció con el ejecutivo en turno: Santiago Villegas y Fernando Franco. A la llegada del gobernador Marcos Esparza se dio un auge con el incremento del presupuesto y la verificación de certámenes públicos. Aunque también Teodosio tuvo ataques, ya que se le culpó de monopolizar los conocimientos, regentear los establecimientos de educación, y no atender “el mérito ni servicios de los ciudadanos”, sino “ocupar todos los empleos en que influye con personas en quienes concurren las circunstancias de paisanaje, simpatía o sumisión”11. El Instituto logró su consolidación hasta 1843 con base en el Plan de Estudios de la República Mexicana, elaborado por el entonces ministro de instrucción Manuel Baranda. Este Plan sí uniformó la enseñanza de las gramáticas, las ciencias filosóficas y los derechos, ya que fue retomado por varios colegios nacionales como el de San Ildefonso, San Nicolás de Hidalgo de Morelia, Colegio de Guanajuato, el Guadalupano Josefino de San Luis Potosí, Instituto Literario de Aguascalientes y el de Zacatecas12.

8 ahez, fondo Poder Legislativo, serie Leyes y Decretos, caja 4, Plan General de Estudios para el estado de Zacatecas. 9 agn, Justicia, vol. 97, exp. 19/228-237, El juez de letras don Teodosio Lares solicitando licencia por seis meses. 10 ahez, fondo Jefatura Política, serie Instrucción Pública, subserie Generalidades, caja 3, Comunicados del gobierno del estado para la Junta Departamental de Zacatecas referentes a la enseñanza pública, 4 de octubre de 1837. 11 ahez, fondo Ayuntamiento de Zacatecas, serie Enseñanza, Proyecto de Antonio Gaytán sobre educación secundaria, 12 de agosto de 1844. 12 AGN, Instrucción Pública y Bellas Artes, vol. 48, exp. 47/1-12, 25 de agosto de 1854. 7

A partir de este Plan de Estudios se dejaron de utilizar el libro escrito por Teodosio Las principales reglas del estilo epistolar para reforzar la escritura y los catecismos de Akerman utilizados para los cursos propedéuticos de aritmética, geometría y geografía. Los autores utilizados en gramática para hablar, leer y escribir con analogía, sintaxis, prosodia y ortografía fueron Diego Narciso de Herranz y Quiroz, Manuel Núñez Taboada, Juan de Iriarte, Antonio Nebrija y Esteban de Orellana. Con base en ellos los gramáticos se ejercitaron en el castellano y el latín. En los estudios de filosofía, se impartían clases de moral, psicología, lógica, teodicea, física, matemáticas, cronología, cosmografía, geografía y economía política, a través de Destutt de Tracy, Altieri, Balmes, Heineccio, Neil Arnott, Bertrand, Jean Baptiste Biot, Pouillet, Desprestz, Mariano Vallejo, Letronne, Francois Louis Auguste Ferrier, Mariano Fernández Sansalvador y Teodosio Lares. Los becarios y pensionistas de estudios preparatorios deberían de acudir a las academias de francés, dibujo y música. Cuando terminaban los cinco años de estudios preparatorios, realizaban actos públicos y tenían exámenes de las materias y si resultaban aprobados recibían su título de bachiller en filosofía, requisito para ingresar a los estudios profesionales.

3.1. Elementos de filosofía moral Teodosio realizó la traducción y las adiciones a los Elementos de filosofía moral de Heineccio: “me encargué de dirigir la reimpresión de los ejemplares…, omitiendo varias remisiones y digresiones poco acomodadas a la capacidad de los jóvenes y traduciendo al latín varias voces que el autor uso en otro idioma”13. El propósito de Heineccio fue explicar la naturaleza del alma; costumbres y vicios, naturaleza del bien y conocimiento de sí mismo “y todos los demás medios que dicta la razón para conseguir la felicidad eterna”. Teodosio ilustró la doctrina de Heineccio con testimonios de escritores antiguos para hacer ver que la moral no fue desconocida por los filósofos paganos cuando hicieron uso de la recta razón, manifestando así la admirable conformidad de los hombres cuando no han cerrado los ojos a la luz de la verdad que los ilumina. Los principales autores que utilizó Heineccio fueron Platón, Tales de Mileto, Demóstenes, Epitecto, Pitágoras, Aristóteles, Diógenes, Cicerón, Epicuro, Varrón, Séneca, San Agustín y Clemente Alejandrino. Teodosio también ilustró la obra con escritores modernos previniendo las objeciones que los seguidores de Baruch Spinoza, John Toland y Thomas Hobbes pudieran hacer a la filosofía moral, quienes la acusaban de teológica, vulgar y supersticiosa. Trató de demostrar la singular armonía de

13 ahez, fondo Poder Legislativo, serie Comisión de Instrucción Pública, caja 1, exp. 9/9, Lista de los alumnos del Instituto Literario que recibieron premios y las calificaciones que obtuvieron, 1840. 8 la razón y de la revelación, citando textos de la Santa Escritura que patentizaban que la religión no inculcaba doctrina moral que fuera contraria a la razón, sólo mandaba lo que reconocía como santo, honesto y digno de Dios. Teodosio trató de facilitar la instrucción de la moral, así como hacer más adecuada la lectura de una obra, en cuya doctrina se creía encontrar la base de la felicidad y el principio de la armonía entre los seres inteligentes. Señaló: “Pero, sea cual fuere este trabajo, si con él puedo contribuir de alguna manera a la instrucción y adelantos de la juventud en la importante ciencia de las costumbres, habré conseguido a la vez el fin de mis desvelos y su recompensa” (Lares, 1841).

3.2. Elementos de psicología Teodosio también detectó la carencia de la enseñanza de la psicología en los estudios preparatorios. Según el Plan General de Estudios de Baranda, la psicología debía de preceder al estudio de las otras ciencias filosóficas. Sin embargo, en el Instituto sólo se veían algunas nociones de ideología, que se encontraban mezcladas con la lógica en los Elementos de Heineccio y en la Metafísica de Altieri. El progreso y perfección de los estudios filosóficos hicieron que la ideología, que trataba sobre las ideas y el análisis de los hechos del espíritu humano y natural, se sustituyera por la psicología, definida como “la ciencia que trata del alma humana, de su origen, de los fenómenos que ella presenta en su estado actual y de su destino” (Lares, 1849). En psicología se utilizó un texto conformado por el mismo Teodosio, Elementos de psicología. Los diversos artículos que le sirvieron para sus lecciones fueron escritos en francés por Joufroy, Foscati, Satur, Benjamín, Lafaye, Billot, Matter, Loyan D’ Amboise, Saige, Dugald Stevvart y principalmente los de Paffe. Tradujo los artículos, escogió de ellos lo que le pareció mejor, los explicó cuando no le parecían claros, los ilustró con algún ejemplo, los combinó y formó de todos ellos sus Elementos. Había otras obras que Teodosio no tomó en cuenta para su estudio, como las Instituciones filosóficas de Mateo Liberatore y el Curso de filosofía elemental de Balmes. Pero no existía una obra en particular de psicología, “en la que según los adelantos de la ciencia comprendía las materias ideológicas”14, afirmó su autor. El contenido principal de esta obra es la división, definición, naturaleza y relaciones con otras ciencias; la psicología experimental: teorías de la inteligencia, sensibilidad y actividad; y psicología racional: origen del conocimiento, pensamiento, materia y alma humana.

14 agn, Instrucción Pública y Bellas Artes, vol. 55, exp. 61, Lecciones de psicología, 1850. 9

Hay quienes le dan su lugar como una obra didáctica y uno de los primeros esfuerzos por organizar las dispersas ideas que había respecto de la psicología (Rovira, 2001: 73-93), ya que como sabemos la formación de Teodosio era más bien jurídica y no tanto psicológica, es por ello que fue criticado principalmente porque no poseyó ideas propias (Valverde, 1904). Independientemente del valor académico de la obra, lo que nos queda claro es que Teodosio desde su posición identificó la falta de un texto en la enseñanza de la filosofía, en particular de la ideología y, aunque posiblemente la confundió con la psicología o consideró que ésta abarcaba a aquélla, formó una obra que fue útil para sus alumnos. Y la propuso para su uso en otros institutos de la República ante la Junta Directiva de Estudios de México, la cual señaló que “esta corporación sabrá hacer el apreció debido del trabajo de usted y de su laudable empeño por los adelantos de la juventud”15. A partir de la propuesta de Lares se generalizó la enseñanza de la psicología. Por ejemplo, en el Establecimiento Literario de Linares, la metafísica incluía cursos de ontología, teodicea y psicología, en la que se estudiaba la naturaleza, origen e inmortalidad del alma humana, sus potencias y unión con el cuerpo, así como la “naturaleza del alma de los brutos”16.

4. Lares y los estudios para abogados En Zacatecas, en el marco del federalismo, se tienen al menos dos antecedentes en la formación de abogados, en 1829 y 1832. En el primero se propuso para el Colegio de San Luis Gonzaga, el estudio de derecho político, la Constitución General, la Constitución del Estado, Economía política y Jurisprudencia civil17. Luego, en la Casa se estudio sólo el derecho civil, el canónico y la academia de derecho patrio e historia eclesiástica. En 1843 en el marco del centralismo, se impuso a nivel nacional el Plan de estudios de la República Mexicana realizado por Manuel Baranda. Los estudios de abogado se cursaban en cuatro años.

4.1. Derecho natural y de gentes En la primera cátedra de derecho se utilizó a Vattel, Derecho de gentes; Silvestre Pinheiro Ferreira, Anotaciones a la obra de Vattel; Enrique Ahrens, Curso de derecho natural y a Henry Wheaton, Elementos de derecho internacional, pero el autor base fue Heineccio, Elementos de derecho natural y de gentes. Para Teodosio el derecho ayudaba a fijar de una manera permanente los fundamentos de la justicia, a establecer la realidad de las distinciones morales, a señalar los límites del bien y del mal,

15 agn, Instrucción Pública y Bellas Artes, vol. 55, exp. 61, Lecciones de psicología, 1850. 16 agn, Instrucción Pública y Bellas Artes, Vol. 58, exp. 27, Acto de filosofía, Linares, 10 de julio de 1854. 17 ahez, fondo Poder Legislativo, serie Leyes y Decretos, caja 4, Plan General de Estudios para el estado de Zacatecas. 10 a determinar el móvil de las acciones humanas y la ley a que debían ajustarse. El derecho natural era una ley independiente de los caprichos del hombre, preexistente a las leyes escritas y a la formación de las sociedades, eterna y absoluta, “ley primitiva, origen de nuestros deberes y principio de la justicia, es la voluntad de Dios, comunicada por la razón a nuestra naturaleza, que manda lo que debemos hacer y prohíbe lo que debemos omitir”18. Teodosio señaló que en el derecho de gentes estudiaban el estado natural y social de los hombres; los deberes de las sociedades conyugal, paternal y familiar; el origen, forma y modificaciones de la sociedad civil; el poder supremo y la manera de adquirirlo; los derechos de la majestad de las naciones y los deberes de los ciudadanos. Señaló que la ley natural obligaba al hombre a amar a su patria, auxiliarla con sus bienes, defenderla, sacrificando en caso necesario la propia vida.

4.2. Derecho público, principios de legislación y romano Para derecho público se utilizó el texto del consejero de estado y profesor agregado a la cátedra de derecho administrativo de París, Antonio Macarel. Se inculcó a los nuevos abogados que el Estado podía conseguir el desarrollo del derecho y de la justicia, a través del poder y de una buena organización de la administración; el asunto consistió en enseñar los principios que fundamentaban la organización, relación y división de los poderes (Macarel, 1838). En el caso de principios de legislación, Teodosio le pidió a Mariano Otero que le investigara cuáles eran los textos que se utilizaban en México para su estudio, a lo cual éste le respondió:

He averiguado si en los colegios de esta capital se había adoptado ya algún autor de legislación y he sabido que sobre esto como sobre el curso de historia no hay una regla general. En unos colegios quieren estudiar tomando por texto a Montesquieu, en otros a Comte y en los más a un compendio que Escriche hizo de los Tratados de legislación de Bentham. Sin duda alguna que yo no tengo la capacidad necesaria para formar sobre esto una opinión acertada y así únicamente por complacer a usted, me atrevo a decirle que en mi concepto este último extracto [Escriche] es el más apreciable y adecuado para servir de texto, tanto por su concisión como por su plan verdaderamente didáctico y la extensión de sus doctrinas, contando como se debe naturalmente suponer, con que el profesor rectificará y ampliará las ideas.

18 agn, Folletería, vol. 291/1-7, Acto estatuto de derecho natural y de gentes. 11

Respecto de Montesquieu, tal vez pensará usted como yo que, aunque es una obra clásica y admirable, no es propia para texto, tanto porque su plan es más general que lo que se requiere para un curso sucinto de legislación, como porque no es tal vez adecuado a la capacidad de los que cursan. Usted sin duda alguna sabe de esto mucho más que yo y no dudo que su elección será muy acertada19. Los principios de legislación de Jeremías Bentham iniciaban señalando que “La felicidad pública es el objeto del legislador, cuya ciencia consiste en conocer el bien del pueblo y hallar los medios de realizarlo, debiendo seguir al efecto la invariable regla de la utilidad general, que es el principio del raciocinio en legislación” (Bentham, 2005: 13). La obra del inglés fue utilizada por los legisladores, magistrados y jurisconsultos para la formación de los códigos, la decisión de los negocios y solidez de los raciocinios, respectivamente. Joaquín Escriche abogado de los tribunales del reino realizó algunas anotaciones para la juventud de la carrera de leyes, que regiría los destinos de la patria (Escriche, 1839). En la cátedra de derecho romano se utilizó el texto Derecho civil de Heineccio. Obra que fue publicada en varias ocasiones en París, Madrid, Venecia, Moscú y México durante el siglo XIX. El autor primero realizó una breve historia sobre la composición y autoridad del derecho romano, anotando sus principales coyunturas con los Reyes, las XII Tablas, Augusto, Constantino, Justiniano y el siglo XIX (Heineccio, 1888).

4.3. Derecho civil y criminal Teodosio utilizó el texto del doctor José María Álvarez: Instituciones del derecho real, que indistintamente se le denominó derecho real de España, Castilla e Indias. Éste imitó a Heneccio y aunque en ocasiones lo retomó literalmente, su mérito fue adecuarlo a Hispanoamérica, con lo que se granjeó la estima de los jurisconsultos españoles como americanos, quienes realizaron las correcciones que consideraron convenientes para su uso (Álvarez, 1982). La enseñanza del derecho civil se basó en el romano y en el español. Pero Teodosio sabía muy bien que deberían de incluir contenidos del derecho patrio o mexicano. En esta cátedra señaló: Para entender las leyes, lo principal que debe considerarse es la razón por qué se dieron; el derecho no depende de las palabras sino antes bien las palabras deben servir para explicar la voluntad e intención del legislador...

19 nlbl, Colección Genaro García, Teodosio Lares, exp. 86/117-120, Carta de Mariano Otero al licenciado Teodosio Lares, magistrado del Superior Tribunal de Zacatecas, México, 1 de mayo de 1844. 12

Imbuido en estos principios, jamás me he separado de ellos desde que ha sido a mi cuidado el honorífico encargo de enseñar la jurisprudencia. Mi constante empeño ha sido siempre, meditar las razones en que se apoyan las verdades y nunca comunicarlas a mis discípulos, sin explicar al mismo tiempo, con la debida claridad, los principios de que se deducen, inculcárselos una y más veces y repetirles que sin la verdadera inteligencia de ellos, es no solamente vano e inútil, sino perjudicial en el foro y dañosos a la sociedad el estudio de las leyes. ¡Qué grata satisfacción habrá de ser para mi, si por este método llego a conseguir que los jóvenes, cuya enseñanza se me ha encomendado, penetrados de los verdaderos principios de la ciencia del derecho, hagan de sus felices progresos las más halagüeñas esperanzas20. En 1847 Teodosio por primera vez en Zacatecas impartió el derecho criminal, para lo que utilizó las Instituciones del doctor José María Álvarez, en particular los títulos sobre delitos, penas y juicios criminales. El tomo cuatro contenía las obligaciones que nacían del delito, rapiña, daños hechos a otro, injurias, obligaciones que nacían de cuasi delito, de las acciones, procuradores, cauciones judiciales, excepciones, replicaciones, interdictos, de la pena de los litigantes temerarios, del oficio de juez y de los delitos públicos. Juan Sala también elaboró un texto intitulado Ilustración del derecho real de España que fue utilizado por Teodosio. Sala, como lo señala José Luis Soberanes, mantuvo el plan Gayo, consistente en ordenar el derecho en estudios de las personas, las cosas y acciones; la parte que se profundizó en su estudio fue la de los delitos, principalmente los de traición, homicidio, retos, lides, desafíos, hurtos, robos, fuerzas y asonadas, falsedades, adulterios y contra la castidad, usuras, juegos prohibidos, blasfemos, judíos, moros, herejes, adivinos e infamados. Pero como no podían caracterizarse delitos sin penas, también el español trató sobre las acusaciones y las penas, como los tormentos, cárceles, pendones, indultos y asilos (Sala, 1978). Aunque Salvador Cárdenas señala que la obra de Sala «fue de consulta obligada para la mayor parte de los jueces y abogados de la época» (Cárdenas, 2006: 151), la verdad es que se prefirió en la misma España al americano Álvarez. También utilizó el texto de José Marcos Gutiérrez: La primera parte de la práctica criminal.

4.4. Derecho canónico Para la enseñanza del derecho canónico Teodosio utilizó el texto de Selvagio Instituciones canónicas, principalmente su historia, los tratados de personas, cosas y jurisdicción. Su enseñanza

20 ahez, fondo Poder Ejecutivo, serie Gobernador, caja 4, Programa del acto de derecho civil, dedicado al gobernador por el Instituto Literario, Zacatecas, 31de julio de 1842. 13 consistió en el estudio de las reglas establecidas por la Iglesia sobre puntos de fe o de disciplina eclesiástica, con base en la Sagrada Escritura y en los cánones, la primera compuesta por los libros del Viejo y el Nuevo Testamento y, los segundos, por las resoluciones de los concilios, los decretos de los papas y las sentencias de los santos padres (Escrinche, 1851: 544). El derecho canónico consideraba al hombre en un orden más elevado y sujeto a una potestad espiritual, establecía los fundamentos de Dios, fijaba sus límites y daba reglas para el buen gobierno de una sociedad independiente de la sociedad temporal21. Fue importante que un abogado se instruyera en la jurisprudencia eclesiástica debido a las relaciones existentes entre la Iglesia y el Estado, el derecho que la Iglesia constituyó, afectó el orden exterior.

4.5. Academia de humanidades Se establecieron dos academias para los abogados, la una de humanidades y la otra de derecho. Teodosio señaló: “Se hacía notar en este Instituto la falta de una cátedra donde se diese a los alumnos lecciones de buen gusto y se les aficionase a la bella literatura. Yo me encargue de darlas por la noche, muchos de los alumnos de facultad mayor han concurrido voluntariamente a ellas”22. Una vez establecida la academia de humanidades en el Instituto los autores de cabecera para historia fueron José María de Heredia -Lecciones de historia universal-, Francisco Javier Clavijero - Historia antigua de México-, así como Segur, Mendivil y Lesage; para literatura fueron Hugo Blair -Lecciones de retórica-, Ignacio de Luzan, Bateaux y Hermosilla. Luis Gutiérrez Solana diputado del Congreso local, señaló que Teodosio "después de cumplir con sus obligaciones como director de aquel establecimiento y con las graves funciones de la magistratura, descansa de tales fatigas, instruyendo a los alumnos en el precioso arte de convencer a los hombres, persuadiendo al espíritu y moviendo al corazón”23. Agregaba que si los jóvenes aprovechaban estas lecciones de oratoria que fundaban los principios de virtud y libertad, Zacatecas presentaría oradores académicos y la tribuna nacional ofrecería elocuentes defensores de la patria y de los ciudadanos. Por su parte Teodosio afirmó:

Las sesiones de esta academia debían por turno ser presididas por todos los profesores según la Ley de su institución. Mas, por la afición que tengo a estos estudios y por llenar el deseo que me anima de contribuir con todas mis fuerzas al aprovechamiento de los alumnos, ha estado la academia en este año, lo mismo que en el anterior, a mi

21 agn, Folletería, Vol. 290, Acto bajo la presidencia de José Gerardo García Rojas, Zacatecas, 1846. 22 ahez, fondo Poder Legislativo, serie Comisión de Instrucción Pública, caja 1, exp. 7, Informe del director del Instituto Literario de Zacatecas, 30 de septiembre de 1839. 23 ahez, fondo Poder Legislativos, serie Comisión de Instrucción Pública, caja 1, exp. 6, El director del Instituto Literario de Zacatecas presenta los exámenes de medicina y jurisprudencia para su aprobación, Zacatecas, 23 de julio de 1839. 14

exclusivo cuidado; y ni la dirección general del Instituto, ni su economía y administración, ni los dos cursos de derecho [el de derechos civil, criminal y canónico y la academia de jurisprudencia] a que he estado dedicado, ni otras muchas ocupaciones [magistrado en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Zacatecas], han impedido mi constate asistencia a las sesiones diarias. Si este empeñoso afán con que me he consagrado a la enseñanza de la juventud, redundase por fin en bien de mi patria por la instrucción de mis discípulos, dulce será para mí el recuerdo de tantas fatigas, que ellos sabrán sin duda apreciar” (Lares, 1846: 25). Lares enseñaba a los futuros abogados los conocimientos necesarios de historia y literatura en cuatro cursos: el primero de historia universal y la historia de México; el segundo de lectura y análisis de clásicos antiguos y modernos; el tercero se ocupaba en composiciones críticas sobre los clásicos; y en el cuarto se trabajaban composiciones literarias sobre materias de la profesión de abogado.

4.6. Academia de derecho A la academia de derecho asistían los pasantes del Instituto, varios abogados de la capital y algunas otras personas. Teodosio afirmó: Me he ocupado de la exposición razonada de las leyes, de la organización de los tribunales y de la aclaración de los puntos más difíciles de la teórica y práctica. Entre éstos, el uso que en juicio puede hacerse de las cartas particulares, la naturaleza del contrato en las letras de cambio, la tutela de los menores casados, los testamentos comunes, la apelación de las diversas sentencias interlocutorias y definitivas, los secuestros y atentados, la suspensión de los jueces y empleados y las nulidades de los actos judiciales y extrajudiciales (Lares, 1846: 24). Teodosio utilizó las Lecciones de Práctica Forense Mexicana de Manuel de la Peña y Peña y Apuntamientos e instituciones prácticas de los juicios civiles de Juan Acedo Rico, Conde de la Cañada. En esta academia se explicaba puntos como la tutela, secuestros, atentados, apelaciones, testamentos, sentencias, suspensiones, nulidades, entre varios otros. La Casa de Estudios fue importante en el desarrollo de Zacatecas durante el periodo de 1832 hasta 1835. En 1836 Teodosio Lares fue llamado para dirigirla y su auge, ya como Instituto, fue de 1843 hasta 1849, cuando Lares obtuvo una Diputación Federal.

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5. Lares y su Plan General de Estudios Cuando Lares estuvo en la ciudad de México ocupó varios cargos, tanto en el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial, así también formó parte de grupos intelectuales. Por ejemplo, fue socio de número del Ateneo, en donde impartió sus Lecciones de derecho administrativo. Éste se estableció como academia en el Colegio de San Ildefonso, a cargo del mismo Lares24. Para 1853, Lares se había granjeado la estima de varios mexicanos. El Siglo XIX, periódico de la época fiel a las nuevas prácticas de hacer pública la elección de los ministros, presentó a sus candidatos para la formación del gabinete. Para ministro de justicia e instrucción pública señaló que

El señor Lares se ha distinguido siempre por su probidad y su prudencia. Y las relaciones que tiene en todo el país, lo hacen muy a propósito para resolver las difíciles cuestiones a que el estado de las cosas da lugar en el ramo de gobernación. Además la instrucción pública quedaría bajo su cuidado y él, que es notable como jurisconsulto y como literato y que ha consagrado su vida a la enseñanza, procuraría mejorar ese importante ramo de la administración. El señor Lares es notable por su buen juicio, por su prudencia, ocupa un lugar distinguido entre nuestros jurisconsultos, tiene idea de útiles reformas y durante muchos años se ha consagrado con ardor a la instrucción pública25. Lares siendo ministro de instrucción pública en el último periodo de gobierno de Santa Anna, realizó el Plan General de Estudios y su Reglamento con 306 artículos, relativos a la administración de los estudios, los profesores, alumnos y contenidos. Edmundo O´Gorman señaló que del análisis cuidadoso del Plan, se desprende que Lares estaba más expuesto a las luces del siglo que lo admitido por los liberales; mas a este grupo al legitimarse como el vencedor no le interesó el trabajo de Lares. Por su parte Anne Staples señala que Lares diseñó una enseñanza secundaria de seis años con el esquema tradicional de latín y humanidades, matemáticas, física, química, cosmografía y geografía (Staples, 2008: 111). El plan de Lares fue importante porque dio uniformidad nacional a la instrucción pública en un país inestable con leyes efímeras, aunque latinista fue “una nueva prueba del ardiente celo que anima al ilustrado ministro por los progresos de su patria y será una de las medidas que más honor harán a su nombre, después de las muchas que le debe la administración en los diferentes ramos que abraza su importante Secretaría”26.

24 agn, Instrucción Pública (2ª sección), vol. 38, exp. 19/1-8, Sobre el establecimiento de una cátedra de derecho internacional y administrativo en el Colegio de San Ildefonso. México, 1852. 25 “El nuevo gobierno y la revolución”, hagn, El Siglo Diez y Nueve, Tomo VII, No. 1474, México, 10 de enero de 1853; y “Ministerio y Consejo del General Santa Anna”, hndm, El Siglo Diez y Nueve, México, 10 de abril de 1853. 26 hndm, POE Yucatán- El Regenerador, Plan de estudios, Mérida, 1 y 29 de enero de 1855. 16

Este plan diferenció la instrucción pública en cuatro clases, a saber la primaria, la preparatoria, la superior y los estudios especiales. La instrucción primaria comprendería los ramos de doctrina cristiana, urbanidad, lectura, caligrafía, las cuatro primeras reglas de la aritmética, conocimientos generales del sistema de pesos y medidas usados comúnmente en la nación, gramática castellana y la novedosa enseñanza moral (Lares, 1854).

5.1. Instrucción preparatoria por Lares Para ingresar a la instrucción preparatoria el aspirante comprobaba haber cursado la primaria, así como presentar su fe de bautismo, acreditar buena conducta y moralidad, constar que no padeciera enfermedad contagiosa, epiléptica o defecto físico que lo imposibilitara para el estudio, contar con los libros y demás objetos necesarios, ser presentado por su padre, tutor o persona de quien dependiera. La instrucción preparatoria se cursaba en seis años divididos en dos niveles de tres años cada uno, el primero denominado de literatura y el segundo de filosofía. La mayoría de los institutos se apegaron a este Plan, aunque cabe reconocer que de manera irregular.

Tabla 1 Plan de estudios secundarios y preparatorios Estudios de literatura Estudios de filosofía Primer año Segundo Tercero Cuarto Quinto Sexto Latín Latín Latín Psicología Religión Física Castellano Cronología Literatura Lógica Filosofía Química Historia Historia Historia Metafísica Moral Cosmografía Francés Matemáticas Geografía

Francés Inglés Fuente: Teodosio Lares (1854), Plan General de Estudios, agn, Folletería, vol. 499, México, 1854.

Durante los seis años los alumnos realizaban sus estudios por la mañana y por la tarde; en los primeros tres años, en particular los miércoles y sábados, los dedicaban a complementar sus estudios literarios con repasos, ejercicios y academias. En primero tenían lecciones de memoria de la primera parte de la gramática latina, ejercicios sucesivos de declinaciones, concordancias, conjugaciones y oraciones sencillas; traducción continua de las selectas de la Sagrada Escritura, de las fábulas de Fedro y las cartas más fáciles de Cicerón; análisis de las partes traducidas. Además se dedicaban al repaso de la gramática castellana y a la historia del Antiguo Testamento. 17

En el segundo año tenían lecciones de memoria de la sintaxis y ortografía de la gramática latina; traducción y análisis de Cornelio, Nepote, Julio César, Terencio, Salustio y oraciones de Cicerón; versión del castellano al latín de los trozos de prosa de autores correctos de sana moral. Además estudiaban cronología, historia antigua e historia de la edad media. En tercero tenían lecciones de memoria de la prosodia latina; versión hispano-latina; traducción y análisis de los libros de Ponto, Ovidio, Horacio y Virgilio. Además estudiaban los principios de literatura, elementos de historia moderna y la historia de México. El estudio de los principios de literatura se limitaría a las partes preceptivas, siguiendo por texto el Arte de hablar de Hermosilla. Los estudiantes de más ingenio se ejercitaban en pequeños ensayos de análisis y composición. Al final de estos tres años de estudios literarios, se realizaba un examen a los gramáticos y en caso de aprobarlo pasaban a los estudios de filosofía. Para el cuarto año los filósofos estudiaban lecciones de psicología, lógica, metafísica y francés. En el quinto año tenían curso completo de religión, filosofía, moral y elementos de matemáticas, aritmética hasta las progresiones, álgebra hasta las ecuaciones de segundo grado; geometría hasta las secciones cónicas y trigonometría plana con la explicación de los logaritmos y francés. En el sexto y último año de estudios preparatorios se estudiaban sucesivamente lecciones de física experimental, comprendiendo propiedades generales de los cuerpos, mecánica experimental, catóptrica, dióptrica, polarización, difracción e interferencias, fluidos imponderables, meteorología, cosmografía, geografía, química e inglés. Los alumnos cursaban dibujo, en los primeros dos años natural y de paisaje, en los dos siguientes lineal. A partir de este plan, los estudios secundarios se cursaron en tres años, durante los cuales se estudiaban principalmente las lenguas, literatura e historia. Por su parte los estudios preparatorios, también a cursarse en tres años, no sufrieron grandes diferencias del plan de estudios anterior de 1843, sino acaso de la inclusión de química e inglés.

5.2. Estudios profesionales Lares propuso cuatro facultades: filosofía, medicina, jurisprudencia y teología, cada una con tres grados académicos, a saber: bachiller, licenciado y doctor.

Tabla 2 Plan de estudios profesionales Estudio Carreras Filosofo Literatura Ciencias físico-matemáticas 18

Ciencias naturales Médico Medicina Farmacia Abogado Jurisprudencia Teólogo Teología Agricultor Agricultura Minero Minas Fuente: Teodosio Lares (1854), Plan General de Estudios, agn, Folletería, vol. 499, México, 1854.

La facultad de filosofía la dividió en tres carreras: literatura, ciencias físico matemáticas y ciencias naturales. Para ser bachiller en literatura bastaban los estudios preparatorios; para licenciado dos años más con estudios sobre las literatura general, griega, latina, historia y filosofía; y para doctor un año con lengua mexicana, literatura moderna, historia de México e historia de la filosofía. Para ser bachiller en ciencias físico-matemáticas se estudiaban dos años más de matemáticas puras; para licenciado dos años más de estudios en mecánica racional e industrial, topografía y geodesia, física experimental, geografía y astronomía teórico-práctica; para doctor dos años más con práctica de topografía, geodesia y astronomía. Para ser bachiller en ciencias naturales también se cursaban dos años más de matemáticas puras; para licenciado dos años más con estudios de química y docimasia, botánica, zoología, mineralogía, geología y paleontología; para el grado de doctor dos años de análisis químico y práctica de las ciencias naturales. La facultad de medicina la dividió en dos carreras: medicina y farmacia. Para ser bachiller en medicina, se cursaban seis años con estudios de física, historia natural, química, anatomía, farmacia, fisiología, higiene, patología, clínica, medicina operatoria, materia médica y terapéutica, obstetricia, medicina legal e inglés; para ser licenciado se cursaría un año más de obstetricia, enfermedades puerperales y de niños recién nacidos, medicina legal y clínica interna, se presentaría un examen que se verificaría en la capital por el Colegio de Medicina; para ser doctor, se cursaban en un año estudios sobre moral médica, historia de las ciencias médicas, higiene pública y anatomía patológica. Para ser bachiller en farmacia, primero se cursaban los cinco de estudios preparatorios y luego otros cuatro con cursos de física, historia natural, química, farmacia, historia de drogas, práctica farmacéutica, materia médica e inglés; para ser licenciado un año más con estudios de toxicología y de práctica farmacéutica; para doctor un año más con cursos sobre moral, jurisprudencia, historia de la medicina y análisis químico. En la facultad de jurisprudencia, para ser bachiller se tenían que cursar cuatro años con el estudio del derecho natural, romano, patrio, canónico e inglés; para el grado de licenciado se 19 tendrían que cursar tres años más con cursos de derecho de gentes e internacional privado, literatura general, derecho público administrativo, elocuencia forense, derecho mercantil y economía política; para el grado de doctor en leyes en un año se estudiarían filosofía del derecho, legislación comparada e historia de los tratados. Simultáneamente, los estudiantes llevarían las lecciones de procedimientos judiciales en la academia del Colegio de Abogados de México en los términos que prevenían sus estatutos y en los departamentos en las academias de derecho que se establecerían en las universidades y colegios; de igual manera, se tendrían tres años completos de práctica, que se aprendería en el bufete de un abogado. En la facultad de teología para ser bachiller se tenían cuatro años de estudios, incluyendo fundamentos de la religión, lugares teológicos, instituciones teológicas, teología moral y oratoria sagrada; tres años más para optar por el grado de licenciado con los cursos de sagrada escritura, lengua griega, oratoria sagrada, historia eclesiástica, disciplina general de la iglesia y la particular de la iglesia mexicana; un año más para el grado de doctor con estudios sobre la historia literaria de las ciencias eclesiásticas, estudios apologéticos de la religión y hebreo. Las carreras de filósofo, médico, abogado y teólogo se concretaron principalmente en la Universidad de México, la de minero en el Colegio de Minería y la de agricultor en la Escuela de Agricultura en la ciudad de México. Pero varios estados no pudieron adaptarlo o implementarlo, debido a que no contaba con el personal suficiente ni con los recursos para su pago y para la adquisición de materiales elementales como libros, por lo que no pudieron establecer estudios profesionales, sino sólo preparatorios. Ma. del Refugio González señala que la vigencia del Plan Lares fue corta, ya que el 14 de noviembre de 1855 entró Juan Álvarez a la ciudad de México, Comonfort fue nombrado presidente sustituto, sujetándose los establecimientos literarios al Plan Baranda de 1843 (González, 1983: 298). Aunque en realidad coexistieron, dependió de las oscilaciones políticas27.

Conclusiones Como hemos podido observar la conformación de un sistema educativo público en la primera mitad del siglo XIX tuvo que pasar por varios problemas de orden administrativo. La Constitución de 1825 fue el documento que organizó a las instituciones republicanas en el estado, una vez promulgada, el Congreso se avocó a la elaboración de los planes de estudios para organizar la instrucción pública y la conformación de las juntas para su administración. Lares se involucró en la instrucción primaria debido a que formó parte de la Subdirección y porque le tocó evaluar a los niños al final de sus estudios y a su ingreso al Instituto. Por otra parte, como director y catedrático

27 agn, Segundo Imperio, vol. 24, exp. 26, Informe del prefecto superior político de Zacatecas, 22 de abril de 1864. 20 de éste, estuvo en contacto con los profesores y alumnos de las diferentes cátedras, así como con los niveles de gobierno local. Su formación fue permanente, conoció a varios los autores clásicos y modernos, teoría que pudo poner en práctica en las academias de humanidades y derecho, así como en los casos concretos que se ventilaron en los juicios, ya que al mismo tiempo fue magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del estado de Zacatecas. Teoría y práctica que supo combinar a tal grado que cuando se trasladó a la ciudad de México no le fue difícil integrarse a las comisiones que le confirieron en el legislativo, ejecutivo y judicial. La decisión que tomó de formar parte de los gobiernos de Santa Anna, Miguel Miramón y Maximiliano de Habsburgo, hizo que los posteriores gobiernos de Benito Juárez y Porfirio Diaz negaran su influencia en la historia de la instrucción pública mexicana. Seguramente este 26 de mayo de 2014, no habrá actos conmemorativos institucionales por el 208 aniversario de su natalicio.

Fuentes consultadas Archivos (siglas y acrónimos) Archivo Histórico del Estado de Zacatecas (ahez) Archivo General de la Nación (agn) Biblioteca Pública del Estado de Jalisco (bpej) Biblioteca Nettie Lee Benson de la Universidad de Texas (bnlb)

Hemerografía (periódicos) Hemeroteca Digital Nacional de México (hdnm) Hemeroteca del Archivo General de la Nación (hagn)

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