Elementos carnavalescos en la zona su r de Av-¡ la

Carmen Padilla Montoy

Una de las fiestas pop ulares de mayor arraigo en la de España. la celebración del Carnaval después de la cultura occidental es el Carnava l. Aunque su origen for­ Guerra Civil. perd ió el esplendor y la brillantez de anta­ mal puede situarse en las «Saturnalias» romanas, en in­ ño; y aunque actualmente se hacen intentos de recupe­ dudable que se inscribe en un transfondo común a va­ ración de ant iguas costumbres. hay ritos que inexora­ rios pueblos y civ ilizac iones dentro de los ritos relacio­ blemente ya se han perdido y otros se han mod ificado nados con la period icidad anual de la Nat uraleza. proba ­ por dist intas circunstancias. Por otro lado, es indudable blemente en los ciclos relati vos a la prod ucción agrar ia, que buena parte del ritual pagano ha sido a lo largo de com o señala Frazer en su libro «La Roma Dorada», en siglos, dulcificado, reinventado, o, a menudo. simp le­ un origen destinado a provocar mágicamente la revita ­ mente proh ibido por la Iglesia, atenta a cons iderac iones lización de los espíritus de la cosecha. La «urban iza­ propias de la moral cristiana. Sin embargo, se continuan ción » de esta fiesta en las «Saturnalias» y su posterior observando en estos pueblos dependientes del sistema cristalización como pórtico de la Cuaresma (las «Car­ agrar io, mucho de lo que prim itivamente daba vida má­ nestolendas ») han hecho que pierda en buena parte. en­ gica a la renova ción de la Naturaleza. vue lta en un brillante fomalismo de disfraces , desfiles...• su sent ido orig inal. Hoy en día es difícil desvelar qué Así. el Martes de Carnaval se ha celebrado trad icio­ parte de una fiesta concreta t iene raíces autóctonas, y nalmente trE/ Maqui/andrónJl en Piedra/aves. persona qué parte responde a una simple im it ación. que representa el rey del Carnaval que debe ser sacrifi­ En la zona sur de Av ila, al igual que en otros puntos cado. Con semejante sent ido primitivo tenemos las trCa-

34 rreras de Gallos», que se corrían a caballo genera lmente al General. Seguimos así asist iendo a una intrincada su­ el Miércoles de Ceniza; hoy por respeto casi siempre a perposición de ritos paganos y crist ianos, de sign if ica­ herir la sensibil idad de los forasteros, se ha perd ido o se dos anim istas profundos cub iertos por la religios idad de han convertido en «carreras de cintas»; eran típicas en la Iglesia. La aparición de las animas en esta ocasión Fresnedilla, , ... Los sacrificios re­ hace que al verla aprec iamos su pos ible sentido primit i­ presentados en ambos casos, ya sea de dorma simbo­ vo en relación con su co rrespondencia cristiana en la lica o en forma real, tienen un sentido ritual dentro del Fiesta de Todos los Santos y Difun tos , en cuyas fechas mencionado ciclo natural agrario. La muerte del «espíri­ la decadencia de la Naturaleza es evidente. Es pues lógi­ tu de la cosecha» personificado en hombres o animale s, co su conexión con las fechas de Carnava l, en que debe está ampliamente documentado en todas las tradicio­ comenzar el renac im iento anual. Desde el punto de vis­ nes populares primitivas. No significa más que la reno­ ta crist iano, nos encontramos al comienzo de la Cuares­ vación, el renacimiento necesario de la naturaleza. ma; por lo que, la devoción popular asocia el período de Como men cion ábamos ant eriormente, sobre el rit o pri­ penitencia, que culminará con la Semana Santa , con la mitivo existe una evidente cristianización. As í, el «Ma­ oración por las almas del Purgatorio. Recordemos que quilandrón» se constituye en la escenificación danzada después de su crucifixión , el dogma nos indica que Je­ del gigante Goliath, muerto por David en combate"cele­ sucristo descendió a los infiernos a liberar a las almas brado por todos. De esta forma el pagan ismo inicial. de los justos, reivindicadas por su Redención. Por lo queda perfectamente justificado con una visión ecle­ tanto, siendo el Carnaval período de abso luta liberaliza­ siástica. Igualmente los «Gallos » sacr ificados pasan a ción, es natu ral su asoc iac ión con las almas del Purga­ simbolizar la lujuria, que debe ser eliminada al dar co­ torio. mienzo la Cuaresma; de ahí el día de su celebración. Como decíamos al pr inc ipio, el antecedente fo rmal in­ No menor mezcla de paganismo y crist ianism o, en med iato del Carnava l son las «Saturnalias» romanas. En forma incluso más grotesca y crítica, se observa en el ellas jugaba un pape l fundamental la inversión de pape­ «Entierro de la Sardina», que todavía se realiza ese mis­ les; el esc lavo, por unos días, se tra nsformaba en señor, mo Miércoles de Ceniza en Mombeltrán. Se simu la un y viceversa. No pod ía cast igarse a nad ie por los suce­ entierro, en el que participan hombres y mujeres , reali­ sos derivados de dicha inversión, de carácter evidente­ zando una serie de ritos comunes a otros lugares. Así, mente rit ual. Es una característica hab itual de los rit os ent re los asistentes habrá un reparto de papeles, de los de tránsito esta inversión de papeles para entra r en otro que destaca el cura y el mayor número estará formado . tiempo. Su materialización más evidente, y gene ral en por el cortejo fúnebre; se desfila por el pueb lo llorando y estas fiestas, es el disfraz; ot ras expres ion es también bebiendo mientras que se transporta a una sard ina bien prese ntes en ellas son tanto la crít ica, como las peleas o la liberación sexual. En estos pueb los de Av ila, pode­ arropada sobr e"unas angarillas . Es el últ imo intento por alargar el Carnava l. como pretexto se utiliza a una sardi­ mos destacar las «Canteas» (canciones irónicas con ré­ na -típica representación de la Cuaresma-, además ge­ plica) que sostenían los de Fresnedilla con los del veci­ neralmente arenque lo que provoca una tentación para no pueblo de Higuera de las Dueñas; al igual las conoci­ beber vino dada su salazón; t odo ello camuflado con das «Copleras» de Cabreros. a las que haremos referen­ una pantomima religiosa. cia más amplia; las «Comparsas», que reco rrían las ca­ lles de Piedralaves. cantando canc iones de diversos es­ tilos y con doble sentido, crit icando la situación del mo­ El recuerdo a los difuntos, también está presente en mento (1). Entre la inmensa variedad de disfraces, des­ el Carnava l. de ahí el protagonismo de la Cofradia o Her­ tacamos la «Vaquilla» que salía el Martes Gordo en San mandad de las Animas. En muchos lugares desapareci­ Esteban del Valle estaba formada por dos hombres y su da, como en Piedralaves; y en otros de nueva reestruc­ misión era perseguir a la gente; también en Piedralaves turada, como en Fresnedilla. En dicho pueb lo, durante aparece descrita por Pedro Anta (2): «...con su coma­ los cuatro dom ing os anteriores al Dom ingo Gordo el menta y piel auténtica, la vaqu illa va emb ist iendo a las General de la Hermandad de las An imas salía a pedir embobadas gentes que presencian sus genuinos y alo­ por el pueblo y lo que obtenía era luego subastado para cados derrotes; otros mozos vestidos de la misma gui­ las Animas Bendit as del Purgatorio. El Lunes de Carna­ sa, con pellejos, pero sin cuernos, recog ida la cintura val los miembros de la Hermandad iban «a responder», con ataduras de cuero, figu ran como cabestros; del cin­ y en esa ocas ión se bailaba la bandera al son de un to penden grandes cencerros o zumbas; uno de los fo r­ tambor. Este acto se repet ía el Martes de Carnaval, día nidos mozos aparece como de amo de la vacada y va en que el General de la Hermandad of recía pastas y bo­ revestido con un saco dob lado puesto sob re la cabeza; llos a las personalidades del pueb lo, también se prepa­ a éste se le llama (da abuela»; en bandolera, lleva una raban tostones y almendras para quienes iban a felicitar talega llena de salvado y va arro jándolo de un lado para

35 otro como actitud de sembrar; en la plaza se lidia la res; tualidad; existen sin embargo personajes típicos: el dia­ ...al terminar la lidia por muerte violent a de la vaca, la blo, el dragó n, la mue rte...; abundan las máscaras gro­ sangre corría abundantemente en figura de generoso tescas y las indumentarias est rafalarias. Pero hay que vino que caía en derechura a través del gaznate de los des taca r, que la mayoría de la gente se viste con trajes mozos protagonistas...»: es evidente el simbolismo pro ­ regionales. Las carrozas desfilan por todo el pueblo, piciatorio de fert ilidad y fecundidad de estos persona­ yendo preced idas de la banda de mús ica e invitando a jes. Ot ro persona je típico en Piedra/aves eran el ((O S O» , la gente al baile. co n su acompañante o domado r que en un principio saldría só lo como tal oso salvaje; su aparición dentro Por la tarde, y en la Plaza Mayor, se va reuniendo de del Carnaval se asoc ia con el renac im iento de la Natura­ nuevo la gente. Muchos han cambiado su disfraz por ~I leza, ya que el oso ha dado por terminado su período de traje regional , el cual a veces es simplemente en las mu­ invernación. jeres un mantón sobre los hombros. La banda de mús i­ ca se sit ua en el balcón del Ayuntamiento, comenzando Dentro del mismo contexto de licen cias y cambios a tocar la «Jota Cebrereña» y a continuación «El Ron­ respecto a la habitua l forma de comportamiento, se ins­ dón », todo el mundo lo baila formando una rueda alre­ criben las bromas, efectuadas a menudo con animales , dedor de la plaza. Dentro de esta rueda, la gente en pa­ como la de atar calabazas o latas con piedras en su in­ rejas va bailando la jota cebrereña . Conforme van bai­ terior, a las colas de los perros... en M ijares, San Este­ lando, habrá momentos en que los músicos paren y es ban de/ Val/e, Fresnedil/a... entonces cuando las «Copleras» en círculos cantan al son de palmadas las «coplas» de Carnava l. También suelen realizarse en la misma época , por Estos grupos están formados sólo por mujeres, las afortunada coincidenci a de fec has, las fiestas de «Ouin­ cuales aseguran que estas coplas se cantan exclus iva­ tos». Los mozos sortea dos en el año recogen así anti­ mente en los días de Carnava l. Aunque tam bién algún guas tradiciones de tipo bien diferente, es uno de los hombre part icipa, serán las mujeres las autén ticas pro­ «ritos de tr ánsit o» más importantes en la vida cotidiana, tagonistas, ya que muchas coplas atacan al sexo con­ por lo que los quintos serán protagonistas en muchas trario. de las fiest as del ciclo anual. A menud o financiados por el Ayuntamiento, com o en , do nde les regalan Las coplas emp iezan a ser cantadas ya en la mañana tr es pin os de la propiedad comunal. cuya subasta les del Domingo, cont inuando de nuevo por la tarde. Gene­ pro porciona el dinero para la org anización de las fiestas, ralmente en estos grupos , hay un solista y el resto hace en general una comida; en dicho pueb lo el Martes de de coro. Las cantan por lo general mujeres de edad ma­ Carnaval por la tarde salen junto co n las mozas, monta­ dura, a las que se les llama «Copleras». Se pueden div i­ dos en caballos enjaezados y adorn ados, dando un pa­ dir las coplas en dos tipos: seo por el pueblo. De esta forma, rnitiqan el dolor de su 1) Coplas trad iciona les.- cuyo origen viene unído a la incorporación a filas con al fiest a que supe rponen a las fiest a del Carnava l. traspasadas de madres a hijas. Sólo pro pias de la época . junto al orgullo de mejorar la de los se cantan en esos días y son de carácter picaresco y quintos del año anterior. obsceno, en su mayoría. El número de coplas son infini­ tas, los temas más usuales son : «A labanzas a Cebreos », Para finalizar haremos una referencia descriptuva «Contra la Autoridad», «Picarescas»... más amplia del carnaval de . dada su importan­ cia y popu laridad . 2 ) Coplas modernas.- las realizan las mujeres o los hombres durante el a ño., El tema esta inspirado por he­ CEBREROS chos del mom ento, o ded icadas a personajes determi­ nados. Estas fiestas que hasta hace poco eran llamadas de inviern o duran tres días, hasta el Miércoles de Ceniza. Durante toda la tarde continúan bailando el «Ron­ dón », alrededor del pueb lo, hasta que la gente se va re­ dando paso a la Cuaresma. El Domingo de Carnaval. es tirando. El lunes se repiten estos bailes y el martes se el día de mayor animación, pero la gen te cebrereña re­ com ienda el Lunes, pues en ese día s610 se reúnen los orga nizan co ncursos . vecinos del pueblo. NOTAS En el desf ile que se realiza el doming o, part icipan nu­ merosas carrozas y grupos de comparsas, que forman 1. Anta temández, Pedro. «H istoria y nostalgia de un pue­ parte del concurso del carnaval. Los disfrazes cada año blo de Castilla.. Madrid 1977. pág . 244. varían, dependiendo gene ralmente de los temas de ac- 2. Ob. cit. , pág . 243.

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