24 l Domingo 31 de mayo de 2020 l Heraldo de Aragón

la isla de Ellis (Nueva York), se Los pastores pudo documentar el éxodo desde el corazón de la sierra de Alba- rracín a los EE. UU. Jabaloyas te- nía en 1920, el año punta de la vascos, nexo emigración a Utah, 719 habitan- tes. Aunque las primeras salidas es- tuvieron marcadas por la tradi- de unión entre ción ganadera de Jabaloyas, la ma- yoría de los emigrados se dedica- ron finalmente a la minería en la gigantesca explotación de Bing- Utah y Jabaloyas ham Canyon, todavía activa y de- dicada, principalmente, a la pro- ducción de cobre. Pero la activi- dad minera era dura y peligrosa, lo que animó a parte del contin- REPORTAJE salario digno al otro lado del gente emigrado desde la sierra de Atlántico. El destino más habitual Albarracín a cambiar de oficio pa- La revista oficial de histo- fue el estado de Utah, con 61 ca- ra hacerse pastores, una actividad ria de Utah, en EE. UU., sos, seguido de Idaho, con 28. en la que su experiencia era muy dedica un reportaje a su Trabajaron como mineros, prin- bien valorada. En algunos casos, cipalmente, y también en el pas- el trabajo de pastoreo se desarro- «historia compartida» con toreo. llo en el estado vecino de Idaho. Jabaloyas, que a princi- El origen, evolución y balance El impacto económico, demo- pios del siglo XX aportó del proceso migratorio desde la gráfico y cultural de la experien- 61 obreros a sus minas provincia de Teruel y más con- cia americana fue importante en cretamente desde Jabaloyas a los Jabaloyas, con una población ac- Estados Unidos se refleja en un tual de 63 vecinos –tantos como os pastores vascos que extenso artículo publicado en el emigrantes terminaron en Utah desde el siglo XIX emigra- último número de la revista ofi- hace un siglo–. Los ahorros sir- L ron para trabajar en el oes- cial de historia de Utah, ‘Utah vieron para emprender una nue- te de los Estados Unidos propi- Historical Quarterly’ (UHQ). El va vida de vuelta a casa y con el ciaron las primeras salidas desde reportaje, escrito por el investi- regreso se extendieron costum- Jabaloyas y otras localidades de gador Raúl Ibáñez y traducido Francisco Gimenez, de Jabaloyas, en Utah. TEODORO Y EDUARDO PRADAS bres también importadas de los la sierra de Albarracín hacia el por Angélica Leal, cuenta como EE. UU. como el juego del poker codiciado destino americano du- las relaciones personales entre o la afición al boxeo. rante el primer tercio del siglo los ganaderos de la sierra de Al- «jabaloyano» cuya estancia se ha del entorno, como La Puebla de El Ayuntamiento de Jabaloyas XX. Este fenómeno migratorio, barracín –una comarca tradicio- documentado en Utah, Bruno Valverde, , , ha iniciado las gestiones para el que se centró en localidades del nalmente volcada en el sector pe- Monleón Domingo, partió del y Teruel capital. En to- «hermanamiento» con la ciudad sur de la provincia, tuvo como cuario– con pastores vascos esti- puerto francés de Le Havre el 24 tal, la provincia aportó un millar heredera de la desaparecida principal foco emisor a Jabaloyas, mularon las primeras salidas en de mayo de 1913 acompañado del de emigrantes en dirección a los Bingham Canyon –desalojada por que vio como en las tres prime- dirección al Nuevo Continente vasco Román Mendiguren, que EE. UU. en el primer tercio del si- el crecimiento de la mina–, que ras décadas del siglo pasado 125 en busca de una vida mejor. tenía «el mismo destino y perso- glo XX. La inmensa mayoría re- podría ser la vecina Ogden. El vecinos partían en busca de un Ibáñez relata como el primer na de contacto» en la ciudad de gresó a casa tras hacer unos aho- proceso, paralizado por la epide- destino, Ogden (Utah). Monleón, rros y la huella de aquel fenóme- mia del coronavirus, permitirá que acabaría casándose con una no prácticamente se había «per- los vecinos de Jabaloyas «recupe- vasca, fue el pionero de una lar- dido» hasta que una investiga- rar la conexión que sus padres y ga cadena que llevó a un cente- ción sobre el padrón de Jabaloyas abuelos tuvieron con Utah hace nar de paisanos de Jabaloyas a los de 1920 reveló la presencia de nu- un siglo», concluye Ibáñez en el Estados Unidos, la mitad de ellos merosos casos de emigrados a artículo de UHQ , que ha titula- a Utah. «Vinyan Canyon América del do «La historia compartida de Ja- Pero la corriente migratoria se Norte». Al tirar del hilo y tras baloyas y Utah». extendió por otras localidades consultar archivos de Utah y de LUIS RAJADEL El sueldo de un año para pagarse el billete a Estados Unidos en 1920

TERUEL. El historiador Raúl Ibá- –entre 2,20 y 3,90 dólares–, ade- te emigrado lo formaban jóvenes ñez cuenta que el largo periplo más de mejores condiciones de en edad del servicio militar y em- marítimo que un centenar de ve- vida. Ibáñez cuenta en el artícu- barcando en Francia evitaban la cinos de Jabaloyas hicieron a prin- lo publicado en ‘Utah Historical posibilidad de ser detenidos co- cipios del siglo XX hasta el puer- Quarterly’ que, además, la tierra mo fugitivos que eludían un posi- to de Nueva York partiendo de Le de la sierra de Albarracín estaba ble reclutamiento para la san- Havre (Francia) estuvo salpicado acaparada en muy pocas manos, grienta guerra de Marruecos. Las de dificultades, empezando por el lo que dejaba a su capricho el tra- salidas desde Jabaloyas se centra- coste del billete, 300 pesetas en bajo de la mayoría. ron en los hombres solteros de en- tercera clase. Con un sueldo dia- Los emigrantes de Jabaloyas tre 16 a 20 años (el 40% del total), rio de 1,40 pesetas, comprar el pa- preferían partir desde Le Havre aunque también hubo algunos ca- saje suponía «trabajar y ahorrar para atravesar los 6.000 kilóme- sados y un 5% de mujeres. durante cerca de un año», explica tros hasta Nueva York en lugar de El agotador viaje se tradujo en el investigador. Cuando el ahorro tomar el barco en el puerto de Va- mareos e indisposiciones de pa- no alcanzaba, los emigrantes re- lencia, mucho más cercano, por- sajeros que, en muchos casos, currían a prestamistas o a familia- que la duración de la travesía se nunca antes habían visto el mar. res para pagarse el pasaje. reducía a 11 días, frente a los 20 que Pero al llegar se enfrentaron a El empeño en cruzar el Atlán- duraba partiendo de la capital le- nuevas dificultades por la dureza tico se justifica por los mejores vantina. Además, Raúl Ibáñez del trabajo y ante un idioma total- salarios estadounidenses, que os- apunta otro motivo. Según expli- mente desconocido para ellos. cilaban entre 11,70 y 20,70 pesetas ca, la mayor parte del contingen- L. R.