Datos Para La Etnografía De Artajona
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Datos para la etnografía de Artajona GEOGRAFIA Y TOPONIMIA En el número 3 de la nueva revista de la Institución Príncipe de Viana, «Fontes linguae Vasconum~,ofrecemos a los investigadores un catá- logo de topónimos vascos de Artajona, con las variantes que hemos espi- gado a lo largo de nuestras investigaciones por diversos archivos. Dicha relación resulta incompleta, no sólo porque excluye los topónimos caste- llanos, sino sobre todo, porque, atendiendo solamente al aspecto lingüís- tico, los nombres de términos aparecen desencarnados, desenterrados, del, contexto geográfico-histórico al que fueron vinculados. La presente relación, aun con ser más completa, tampoco pretende ser exhaustiva. Nos consta que, al menos durante los siglos XVI al XVIII, los labradores conocían muchas de sus fincas nominalmente, igual que a sus caballerías. Hemos encontrado varios casos. Bastaría este dato para cerciorarnos de no recoger aquí sino una parte, más o menos amplia, de la gran riqueza toponímica del campo artajonés. Una investigación siste- mática de los fondos documentales del Archivo Notarial de Tafalla y del Ayuntamiento de Artajona, proporcionarán sin duda material que permita, no sólo la recogida de nuevos topónimos, sino analizar la génesis o desapa- rición de algunos conocidos. Con objeto de que el estudio y la interpretación de los topónimos pueda ser lo más objetiva posible, ofrecemos unas notas de carácter gene- ral, sobre la geografía, flora y fauna de la Villa (1), su red hidrográfica y las soluciones al problema del abastecimiento del agua (11), los caminos más usados como topónimos (111), la división del territorio en corralizas, con un breve recuento de corrales y prados (IV), los nombres de las Cendeas, calles y parajes en el casco urbano y sus inmediaciones (V), y los términos del campo, fijando su situación geográfica, en los que nos es posible, describiendo someramente sus características, cultivos y datos históricos (VI). Como ndestra intención primordial no se limita a lo estrictamente geográfico, sino que pretende aportar unos datos básicos para el estudio de la etnografía de Navarra y del Pueblo Vasco, anotamos también algu- rias prácticas, tradiciones y leyendas, más o menos relacionadas con los JosÉ MARÍAJ'IMENO JURÍO topónimos estudiados (VII), añadiendo como coinplemento gráfico unos mapas del término que sirvan de orientación. 1. EL TERMINO DE ARTAJONA Situación El territorio artajonés está enclavado en la llamada Zona Media de Navarra, comprendido entre los 42", 33', 29", y los 42", 37', 38", de lati- tud, y los lo, 52', 14" y lo, 59', 18" de longitud, a 32 kms. al sur de Pamplona y 11 de Tafalla. Tiene una extensión total de 73.986 robadas. Su altitud es desigual, variando entre los 330 ms. en la depresión SW. lindante con Larraga, y el alto de Sarrea, en el límite con Garínoain, que alcanza los 646 ms. La altitud del cerro en cuya falda se asienta la pobla- ción es de 466 ms. Limitada al Norte por los términos de Obanos y Añorbe, al Sur por los de Larraga y Tafalla, al Este por los de Añorbe, Rarásoain, Garínoain, Pueyo y Tafalla, y al Oeste por los de Mendigorría y Larraga. El contorno tiene forma de circunferencia irregular. Las distancias ra- diales desde el centro de la población son de 4,700 kms. a la muga de Mendigorría-Larraga ( W), 4,450 a la de Mendigoría-Obanos (NW), 4,250 a la cota 564 de la Mina de Farangortea, 5 kms. al punto de paso de la carretera de Pamplona, 6,200 kms. al límite más lejano del Monte, 6,900 a la muga de Añorbe-Barásoain, 5,100 a la de Barásoain-Garínoain, 5,600 a la de Garínoain-Pueyo, 6,300 a la de Tafalla en Praurrendondo, y 5,650 a la de Tafalla-Larraga. En la segunds? mitad del siglo XI el rey Sancho el de Peñalén ( 1054- 1076), había dado a los de Mendigorría el término de Santo Torcaz, cuya posesión discutían los artajoneses. Estos no renunciaron fácilmente al terre- no de que fueron desposeídos, a pesar de la confirmación de García Ra- mírez, hasta que Sancho el Sabio zanjó la cuestión donándolo a perpetuidad a Mendigorría (julio de 1158) l. En 1474 sufrió nueva merma el territorio que por la parte SW Ile- gaba hasta el río Arga, siendo desposeído por doña Leonor de Foix de los términos de Arzambrisqui, Eirlateguieta y otros, trazando la muga por «el camino que los de Artaxona ban e bienen al dicho molino», el ba- rranco llamado Cinaycea, el de Argongueta hasta Gastelazar y la muga de Obanos '. 1 JIMENO JURÍO, J. M.: Documentos medievales artajoneses (Pamplona, 1968). núm. 114. Remitiremos con frecuencia a esta obra, mencionada con las siglas DMA. 2 DMA, núm. 179. Mugas Hasta el siglo XVI señalaron las mugas rocas naturales (peñas) o grandes losas que se clavaban en el suelo. Junto a éstas se ponían dos testigos, también de piedra. Los mojones eran marcados con una cruz. Como dato curioso tenemos el de las piezas de las cabeceras de am- bos dólmenes artajoneses aprovechados como mojones, llevando grabadas en sus caras una «A» (Artajona, Añorbe). Al término lindante con Obanos y Mendigorría se le denominó Arrimugueta o Avvmugueta por estos indi- cadores pétreos. Tenemos constancia de ciertas prácticas relacionadas con las mugas por autos de amojonamiento del siglo XVI. De uno realizado en diciembre de 1543, entre Tafalla y Artajona, copiamos este fragmento: «... y a no- benta passos del mojon XXX(II1) reconocieron sobre una peña una cruz, y a CXXXX passos de la peña de la cruz reconocieron otro mojon biejo en la portillada, y a sesenta passos del mojon XXXIIII que esta en la portillada se puso una cruz sobre una peña, y de la peña que esta la cruz a ochenta passos, reconocieron otro mojon biejo en medio de un corralejo, y a CXXXX passos del mojon XXXV que esta en el dicho corralejo pu- sieron en la vertiente un mojon nuebo con una cruz y dos testigos, y a LXXX passos del mojon XXXVI reconocieron otro mojon biejo, y a cient passos del mojon XXXVII reconocieron una peña una cruz, y a LXXX passos de la peña donde esta la cruz pusieron un mojon nuebo, carasol deuaxo de unos corrales, con una cruz y dos testigos, y a cincuen- ta passos del mojon XXXIX reconocieron otro mojon biejo en la porti- llada .. » 3. Las actuales mugas corren al Norte por la cresta montañosa que se- para Artajona del barranco de las Nequeas, en Valdizarbe, donde los cerros tienen una altitud media entre los 550 y los 575 ms. Por el Este 10 limitan las cimas de la sierra determinante de la vertiente del Cidacos (Plano 1). Los montes orientales del término lindantes con Tafalla, Pueyo, Ga- rínoain, Barásoain y Añorbe, desde el camino viejo de Tafalla hasta la carretera del Carrascal, con conocidos en el siglo XVIII con el nombre de Monte Robled~l.Sus altitudes son de 640 ms. en el alto del Ginebral, y 646 en el de Sarrea, altura máxima del territorio. 3 Archivo Municipal de Artajona: Fajo 1 de Documefitos antiguos catalogados. Los archivos mencionados en abreviatura son: ARTAJ0NA.-Archivo Municipal: AMArt. Id. .-Archivo parroquial: APArt. MADRID.-Arch. de la Real Academia de la Historia: ARAH. R0NCESVALES.-Arch. de la Real Colegiata: ARCR. La frecuencia con que aludirembs a las Hojas Catastrales de 1891 nos obliga a adop- tar la sigla HC, debiéndose entender que siempre se refieren a las del año 1891. JosÉ MARÍAJIMENO JURÍO A medida que la muga va hacia el Sur, decrece la altura de los cerros, siendo de 585 en el alto de Pozanco el Pato, 553 en el de La Cadena, 565 en El Chaparral, y oscilando alrededor de los 500 en el límite Sur con Tafalla, descendiendo gradualmente la altura a medida que se acerca a la depresión de Sansoáin. Por el SW el término es más llano, con una altitud media de 350 metros. Algunos cerros desprovistos de vegetación no pasan de los 370 metros, rebasando ligeramente los 400 en los cabezos del límite surocci- dental con Larraga. Los montes tuvieron nombres vascos antes de que esta lengua diera paso al castellano. A través de la documentación nos han llegado los de Arozmendía, Osozmendía, Velatz mendia, Urcamendía, Aquermendia, Ca- talamendia, Mayrumendia. De ellos se conservan los tres últimos aplicados a términos rurales. Clima La situación geográfica del pueblo, más próxima al Valle del Ebro que al Pirineo, en la divisoria de la Montaña y la Ribera, hacen que el clima alcance temperaturas de los 36 grados en verano y algunos grados bajo cero en invierno. Los vientos predominantes son los del Norte (cierzo), que suele acarrear precipitaciones del Atlántico. «Cuando llueve de cierzo, llueve de cierto*, dicen los labradores. El viento de componente Sur (bochorno) es seco en verano y ocasiona tormentas. Soplan menos los vientos del W. (aire de astilla o castellano), causante de pedregadas, el del NW (aire de An- dta o andiano), y raras veces los del Este (aire de Barásoain). El verano es muy caluroso y seco, escaseando las aguas en fuentes y arroyos. Las precipitaciones de verano son temibles por los nublados acompañados de grande aparato eléctrico y pedregadas desoladoras. La falta de arbolado hace que en las grandes tormentas de agua se desborden los barrancos, produciéndose arrastres de tierras (jasar, jasa), en fincas de labor, balsas, caminos, etc., y haciendo crecer alarmanteinente el arroyo que baja junto a la población. El carácter imprevisto y repeatino de estas tormentas de verano constituyen un serio peligro para la vida de los labradores que trabajan en el campo. El 23 de agosto de 1804 fueron encontrados muertos, ahogados como consecuencia de un nublado, Martín de Echaide y Martín Ganuza, ambos casados 4.