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SEXTA PARTE

LA CAL A PARTIR DEL MOTU PROPRIO DECESSORES NOSTRI DESDE 1988 254 255

El año 1988 es importante en la historia de la Pontificia Comisión para América Latina. En ese año el Santo Padre Juan Pablo II, con el Motu Proprio Decessores Nostri del 18 de junio y con la Constitución Apostólica Pastor Bonus del 28 de junio, reorganizó y potenció la CAL, dándole una ubicación en el orgánico de la Curia Romana y precisando más su naturaleza y finalidad. Estos dos actos pontificios son el punto de partida de una nueva etapa en la vida de este Organismo de la Curia Romana, cuya importancia era cada vez más evidente para la renovación y fortalecimiento del catolicismo latinoamericano. Después de 30 años de existencia, Su Santidad Juan Pablo II, consideró que había llegado el momento de reestructurar y potenciar la Comisión para América Latina de modo que fuera siempre en grado de responder a las expectativas que la Santa Sede había depositado en ella desde su constitución en 1958. El Santo Padre renovando y potenciando la CAL quiso dar un nuevo impulso a la obra evangelizadora de la Iglesia en América Latina y renovar el organismo de la Curia Romana especialmente llamado a animar la Nueva Evangelización del “Continente de la Esperanza”. En estos últimos 20 años la CAL ha tenido como Presidente los Eminentísimos Cardenales Bernardín Gantin (1984-1998), (1998-2000), (desde el año 2000). El Motu Proprio Decessores Nostri dispuso que el Presidente fuese ayudado por un Obispo Vice-Presidente, este cargo lo han ejercido: S.E. Cipriano Calderón (1988-2003), S. E. Luis Robles Díaz (2003-2007), S.E. José Octavio Ruiz Arenas (desde el 31 de mayo del 2007). 256

Capítulo XXI

El Motu Proprio Decessores nostri y la Constitución Apostólica Pastor Bonus

1. La reestructuración de la Pontificia Comisión para América Latina

Juan Pablo II, durante los 27 años de su pontificado, realizó 22 viajes apostólicos a América Latina, visitando 19 países. Desde su elección hasta la promulgación del Motu Proprio Decessores Nostri, visitó República Dominicana, México y Bahamas, en 1979; Brasil, en 1980; Argentina, en 1982; América Central, Bélice y Haití, en 1983; Santo Domingo y Puerto Rico, en 1984; Venezuela, Ecuador, Perú, Trinidad y Tobago, en 1985; Colombia, en 1986; Uruguay, Chile y Argentina, en 1987; Uruguay, Bolivia y Perú, en 1988. En su primer viaje, inauguró la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Puebla de los Ángeles; y en 1988 en Lima, clausuró el V Congreso Eucarístico y Mariano de los países bolivarianos. En varias oportunidades, con ocasión de estos viajes se reunió con el CELAM: Río de Janeiro, 1980; Port-au-Prince, 1983; Santo Domingo, 1984; Bogotá, 1986. Además, recibió a todos los episcopados de América Latina en visita Ad Limina Apostolorum. Todo lo anterior le permitió entrar en contacto con la realidad católica de América Latina, “una grey que dentro de poco constituirá casi la mitad de los católicos de todo el mundo”.290 El constatar, de una parte, el fervor religioso del pueblo latinoamericano y la fuerte raigambre de la fe cristiana en la cultura de esos pueblos y, de otra parte, la evidente presencia de peligros antiguos y nuevos para la fe en esas tierras, movieron al Papa a dar nuevo vigor a la solicitud de la Santa Sede por la Iglesia peregrina en América Latina. Así, en el marco de la novena de años de preparación al V Centenario del inicio de la Evangelización del Nuevo Mundo, apenas pasados los dos años de encuentro con los obispos latinoamericanos en visita Ad Limina, y en vísperas de su viaje a Colombia (1-7 de

290 JUAN PABLO II, Discurso a la Asamblea del CELAM, Port-au-Prince (Haití), 9 de marzo de 1983. 257 julio de 1986), el Papa presidió una reunión de los cardenales responsables de los Dicasterios de la Curia Romana, para hablar explícitamente de la Pontificia Comisión para América Latina. Juan Pablo II, con el deseo de centrar cada vez más la atención y la solicitud de la Santa Sede por esos pueblos, y de prestar un apoyo siempre más eficaz a la tarea de nueva evangelización a la que había exhortado a la Iglesia en América Latina, quiso reorganizar y potenciar la Comisión para América Latina. Esta reunión se celebró el 12 de junio de 1986 en la sala de las Congregaciones del Palacio Apostólico Vaticano. La reunión preveía una relación del Cardenal Bernardin Gantín, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina: naturaleza, actividad, prospectivas para una reestructuración de dicha Pontificia Comisión. La relación del Cardenal Gantin se articuló en 4 puntos: 1) Institución y naturaleza de la CAL y su composición; 2) Institución del COGECAL (Consejo General de la Pontificia Comisión para América Latina); 3) Actividad de la CAL y del COGECAL; y 4) Prospectivas para una reestructuración de la CAL. EL Cardenal Gantin subrayaba cómo las normas que han regulado la naturaleza y finalidad del CAL han sido siempre de carácter interno, solamente con la aprobación del Santo Padre, pero sin un documento pontificio, como por ejemplo un Motu Proprio. Hasta entonces ningún documento pontificio había mencionado esta Pontificia Comisión. La Constitución Apostólica Regimini Ecclesiae Universae, por la que Pablo VI reformó la Curia Romana en 1967, no menciona la CAL que existía ya desde 1958. Así, el Cardenal Gantin propuso que se le dieran nuevas normas a la mencionada Comisión y que tales normas tuviesen un carácter plenamente oficial, emanadas con un documento pontificio. A la exposición del Cardenal Gantin siguió la intervención de los eminentísimos Cardenales presentes. Todas las intervenciones reconocieron la importante labor desempeñada por la CAL en sus primeros treinta años y la necesidad de reforzar su estructura. Fruto de las sugerencias y propuestas hechas en aquella reunión es el Motu Proprio Decessores Nostri, promulgado por Juan Pablo II el 18 de junio de 1988, con el cual se reorganizó y potenció la Pontificia Comisión para América Latina. Diez días después fue promulgada la Constitución Apostólica Pastor Bonus, que disponía una reforma 258 general de la Curia Romana; este importante documento pontificio dedica dos artículos a la Pontificia Comisión para América Latina. A partir de este momento la CAL quedó plenamente incorporada en el cuadro de la Curia Romana.

2. La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana.291

2.1 El Motu Proprio Decessores Nostri en el cuadro de la Curia Romana

El Motu Proprio fue emanado 10 días antes de la promulgación de la Constitución Apostólica Pastor Bonus, que reformaba la Curia Romana. A decir de Mons. Giovanni Battista Re, Ya es importante y significativo que Juan Pablo II haya publicado una “Carta Apostólica” en forma de “Motu Proprio”, con el fin de reorganizar la Pontificia Comisión para América Latina, diez días antes de la promulgación de la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” sobre la Curia Romana. Quiere decir que el Papa ha querido dar un relieve particular a esta Comisión, mostrando un especial afecto eclesial al “Continente de la esperanza”. Hay que agradecer mucho al Santo Padre este fino y delicado gesto de su Ministerio Apostólico. El Motu Proprio Decessores Nostri tiene una introducción y ocho artículos, que constituyen las normas por las cuales se regirá en adelante la Pontificia Comisión para América Latina. En la introducción se manifiesta en primer lugar cómo, movidos por la “cotidiana solicitud hacia todas las Iglesias”, los Pontífices han dedicado gran parte de sus afanes y han puesto su firme esperanza en la situación y destino de la Iglesia en América Latina. Testimonio de esta solicitud pastoral es la “especial Pontificia Comisión para América Latina”, constituida por Pío XII en 1958, a la que Paolo VI

291 El título de este numeral así como las líneas generales de su contenido estan tomadas de: GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 259 añadió en 1963 el Consejo General de la Pontificia Comisión para América Latina.292 Juan Pablo II pone de relieve cómo los dos Organismos han prestado un importante servicio a la Iglesia y es justamente la importancia de su misión lo que motiva una ulterior potenciación: Los frutos y saludables efectos producidos por ambos Organismos estrechamente ligados entre sí, así como la importante y tan laudable labor que han realizado, durante los años pasados, aconsejan vivamente ahora que se les potencie ulteriormente y se les dé una estructura más sólida y más articulada.293 Con esta motivación procede primero a declarar la unificación de los dos Organismos en uno solo que se llamará Pontificia Comisión para América Latina; y a reconfirmar cuanto ya establecido en 1970 en relación a su dependencia de la Congregación para los Obispos. Luego enumera las normas por las cuales se regirá la Comisión. 2.1.1 Su vinculación a la Congregación para los Obispos El Motu Proprio declara que “Esta Comisión está estrechamente vinculada a la Congregación para los Obispos”. Mons. Re, en la relación que presentó durante la primera Reunión Plenaria de la CAL, se pregunta, qué quieren decir los términos “estrechamente vinculada”? Y responde: El artículo III del Motu Proprio establece que el Presidente de esta Pontificia Comisión sea “ex ufficio” el Prefecto de la Congregación para los Obispos. Sin duda que ésto ya vincula de manera estrecha la Comisión al citado Dicasterio; por el hecho de que en la misma introducción se habla de “vinculación estrecha” –arcte connectitur- parece indicar que la vinculación no puede reducirse sólo a este hecho, sino que exige, además, que el contacto, la intercomunicación y la ayuda mutua entre ambos organismos sean intensos y constantes.294

292 Cfr. Juan Pablo II, Motu Proprio Decessores Nostris, parte introductoria. 293 Cfr. Juan Pablo II, Motu Proprio Decessores Nostris, parte introductoria. 294 Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 260

2.1.2 Normas pontificias por las que se rige la Comisión El Motu Proprio Decessores Nostri consta de seis artículos que el documento llama “normas”, por las cuales se rige la Comisión. a) Artículo 1º. Tarea primordial de la Comisión El artículo primero o primera norma establece cuál es la tarea primordial de la CAL: “examinar de manera unitaria las cuestiones doctrinales y pastorales que conciernen a la vida y al desarrollo de la Iglesia en América Latina”. Se trata evidentemente de un encargo bien amplio y arduo, que el Papa asigna a esta Comisión y que sólo podrá realizar en sus reuniones plenarias, bien preparadas con la ayuda de peritos. De ahí la necesidad de que este Organismo cuente con algunos expertos, que pueden ser oficiales del mismo o colaboradores externos y cuyas funciones han de ser claramente determinadas en el Reglamento del que luego hablaremos. Del primer párrafo de este artículo se desprende que el Vicepresidente de la Comisión, bajo la dirección del Presidente, deberá estar en contacto frecuente con la Congregación para la Doctrina de la Fe, por lo que hace a los “problemas doctrinales” relacionados con América Latina, informándola de lo que se crea oportuno, prestándole los servicios que pida y recibiendo las orientaciones que juzgue conveniente dar dicho Dicasterio, único competente en el campo doctrinal. Es evidente por otro lado, que en este sector la Comisión no ha de hacer nada sin que lo sepa la Congregación para la Doctrina de la Fe, ni ha de tomar iniciativa alguna que ella no autorice (cf. Constitución Apostólica “Pastor Bonus”, art. 48). Teniendo ésto en cuenta, se ve la importancia que tiene el hecho de que el Cardenal Prefecto de la citada Congregación haya sido nombrado por el Santo Padre Consejero de la Comisión y el Secretario, Miembro. El estudio unitario de los “problemas pastorales” exige, a su vez, que la Comisión esté muy en contacto con los “dicasterios especialmente interesados” en los asuntos de América Latina, algunos de los cuales están representados en la Comisión por Consejeros o Miembros de la misma. Con informaciones, señalaciones y sugerencias oportunas a los diversos dicasterios del gobierno central de la Iglesia, así como con otras iniciativas y, en todo caso, atendiendo a cualquier servicio que sea requerido, la Comisión cumplirá la norma de “asistir y ayudar (adsistat et subveniat) a los organismos de la Curia Romana más interesados, por razón de su propia autoridad y competencia, en la solución de los problemas específicos (de América Latina)”. 261

Dice el último párrafo de este artículo I: “A través de su Presidente, la Comisión informa al Sumo Pontífice sobre cada uno de los asuntos, y le sugiere y propone las iniciativas o medidas de gobierno que considere convenientes u oportunas”. Teniendo presente que el Cardenal Presidente, en su calidad de Prefecto de la Congregación para los Obispos, tiene normalmente audiencia semanal con el Santo Padre, la Comisión puede cumplir fácilmente esta norma, cuya aplicación quedará naturalmente al juicio del mismo Cardenal Presidente. Lo que sí es claro es que se trata de una norma singular, importante y cargada de sus consecuencias, ya que de ella se desprende que la Comisión, “ex audiencia cum Sanctissimo”, puede, por lo que se refiere a los problemas de la Iglesia en América Latina, tomar “iniciativas y medidas de gobierno” . (Suum per Praesidentem certiorem facit Summum Pontificem singulis de causis, Eique res suadet et proponit, quae videntur suscipiendae aut ad regimen pertinere, quascumque congruas ipsa censuerit vel opportunas”).295 b) Artículo 2º. Labor de específica conexión La segunda norma o artículo II habla de la labor de “específica conexión” (munus coniunctionis) entre la Sede Apostólica y los diversos organismos supranacionales o nacionales “pro América Latina”, que la Comisión está llamada a prestar. a) Así, esta Comisión lleva las relaciones de la Santa Sede con el Consejo Epsicopal Latino Americano, sigue diligentemente sus tareas e iniciativas y se ocupa de examinar las resoluciones o propuestas formuladas por dicho Consejo en sus propias reuniones. Esto supone un contacto continuo entre la Presidencia de la Comisión y la Presidencia y el Secretariado General del CELAM, y que éste envíe con diligencia y prontitud a la Comisión las actas de todas sus sesiones, así como cualquier información que crea conveniente. b) Compete también a la Comisión para América Latina llevar las relaciones con los Organismos Episcopales Nacionales y con otras Instituciones de ayuda a América Latina. No resulta fácil concretar cómo se puede hacer esto, dada la independencia y sensibilidad de algunas de esas Instituciones. De ninguna manera se va a intentar controlar las ayudas

295 Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 262

económicas que dan otros Organismos. Pero habrá que mantener un contacto a nivel de información, de sugerencias y consultas. c) De especial importancia y delicadeza [...] son las relaciones que la Comisión ha de tener con la Confederación Latino-Americana de Religiosos - CLAR- “especialmente por lo que se refiere a la inserción y participación de los religiosos en la Pastoral de la Iglesia en América Latina y por lo tanto, a las relaciones de dicha Confederación con los Obispos Diocesanos, con las Conferencias Episcopales y con el mismo CELAM”. Aquí está por medio la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Es claro que la Comisión, para aplicar esta norma, necesita que la CLAR y el citado Dicasterio le tengan informada, enviándole la documentación oportuna, y que el contacto con una y con otro sea continuo. Luego, la experiencia dirá lo que se puede ir haciendo. Ayudará sin duda el hecho de que el Secretario del Dicasterio, bajo cuya competencia están los religiosos y religiosas, sea siempre Miembro de la Comisión. Es claro, por otra parte, que ésta no ha de hacer nada en el citado campo, sin consultar al Dicasterio competente, procediendo siempre de acuerdo con él. d) La Comisión está llamada también a realizar una “específica conexión” entre la Sede Apostólica y las Instituciones Católicas Internacionales y otras Asociaciones y Movimientos que operan en América Latina. La experiencia irá diciendo cómo se puede aplicar esta norma, escuchando - como dice el Motu Proprio- el parecer del Consejo para los Laicos.296 c) Artículo 3º. Presidente de esta Pontificia Comisión El artículo tercero determina que el Cardenal Prefecto de la Congregación para los Obispos es “ex ufficio” el Presidente de la Comisión: Él es el responsable de la Comisión, lleva la alta dirección de la misma, convoca las reuniones y las preside. El ha de aprobar, además, las decisiones de mayor importancia firmando los relativos documentos. Para ayudarle, el Motu Proprio crea el cargo de un Obispo Vicepresidente, Prelado Superior, que viene a ser en realidad el ejecutivo, con funciones, además, de Secretario, pues el Motu Proprio no dice nada de este cargo. Es claro que el Vicepresidente debe ser el “motor” de la Pontificia Comisión: el que organiza y programa, en el sector de competencia de la Comisión; el

296 Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 263

que implica e interesa a los Dicasterios de la Curia Romana en los problemas concernientes a la Iglesia en América Latina; el que sugiere y estimula. Este artículo III habla después de los Consejeros y reduce el ámbito en el cual pueden ser escogidos: la Curia Romana y el Episcopado de América Latina. No se consideran los Episcopados de otras naciones que tienen especial relación con dicho continente: el español, el alemán, el norteamericano, etc. Cuál es la función de los Cardenales u Obispos Consejeros?: el Motu Proprio sólo dice “asisten al Presidente y al Vicepresidente” (illis astant), evidentemente con el consejo, pues se les denomina Consejeros, es decir, forman una especie de Consejo de la Presidencia, y, por lo mismo, - como el Presidente y el Vicepresidente – son miembros “pleno iure” de la Comisión, con voz y voto, para todo. Así, pues, es claro que deben ser convocados a las Reuniones Plenarias de la Comisión y que colegial o individualmente pueden ser consultados sobre problemas que se plantean a la Presidencia y sobre las resoluciones que ella tome. Ellos mismos pueden dar sugerencias ahora de palabra, y en adelante con la praxis, sobre cuáles creen que pueden ser sus funciones específicas, teniendo presente que el Motu Proprio distingue claramente entre Consejeros y Miembros de la Comisión.297 d) Artículo 4º. Miembros de la Comisión Este artículo determina claramente quienes son los Miembros de la Comisión: los Secretarios de los Dicasterios de la Curia Romana especialmente interesados en la solución de los problemas doctrinales y pastorales de la Iglesia en América Latina; dos obispos, en representación del CELAM; tres obispos diocesanos de América Latina. e) Artículo 5º. Personal de la Comisión El artículo dispone que la Pontificia Comisión para América Latina, ha de tener sus Oficiales propios.

297 Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 264

Es importante que el mismo Motu Proprio diga que la Comisión ha de contar con “oficiales propios”, “suos habet administros”. Ya se ve que, dada la función y competencia asignadas a la Comisión, para que pueda realizar bien sus tareas respondiendo a los deseos del Papa y a las expectativas de la Iglesia de América Latina, necesita oficiales bien preparados, escogidos, si es posible, entre sacerdotes, religiosos, religiosas o seglares latinoamericanos. Estos oficiales, como el Vicepresidente, han de ser expertos en cuesitones eclesiales referentes a Améria Latina, y han de disponer en las oficinas con un banco de datos sobre la Iglesia de dicho continente.298 f) Artículo 6º. Reuniones de la Comisión El artículo sexto dispone: “La Comisión para América Latina se reunirá generalmente cada tres meses para el examen de todas las cuestiones ordinarias y extraordinarias referentes a la función y competencia propias de la Comisión. Es una norma que indica la importancia y el relieve que el Legislador – el Romano Pontífice- ha otorgado a esta Comisión; pero por todas las circunstancias y el trabajo eclesial, que pesa sobre todos nosotros, así como por la lejanía de algunos, va a resultar difícil de cumplir dicha norma. Digamos, ante todo, que el “pleno” de la Comisión – como hemos insinuado antes – le forman tanto los Consejeros como los Miembros con el Presidente y el Vicepresidente. Digamos también que si hubiera que someter algún asunto a votación, todos tienen voto. Observemos que, dado el carácter de la Comisión, sus reuniones pueden ser consideradas de alguna manera como una de esas reuniones “interdicasteriales”, de que habla el artículo 21 de la Constitución Apostólica “Pastor Bonus”, con la particularidad de que están integradas por algunos obispos diocesanos. Es evidente que nuestras reuniones van a tratar de forma conjunta “asuntos que tocan la competencia de varios

298 Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 265

Dicasterios... para confrontar diversos puntos de vista” (cfr. Pastor Bonus, art. 21, primer párrafo).299 Monseñor Giovanni Battista Re propone, en su relación, distinguir entre reuniones ordinarias y reuniones extraordinarias o plenarias, en equivalencia a las “cuestiones ordinarias y extraordinarias” de que habla el artículo en cuestión. - Reunión ordinaria. La reunión ordinaria sería de corta duración: una mañana o una tarde o, en casos especiales, una jornada. Se tratarán asuntos de trámite, de especial actualidad o de cierta urgencia, propuestos por la Presidencia o sugeridos por algunos de los Consejeros o Miembros. Se rogaría la asistencia a los Miembros residentes en Roma, pero se avisaría a todos sobre la celebración de la reunión, por si algún Consejero de Roma o fuera de Roma o algún Miembro residente fuera de la Urbe quiere asistir. Al señalar la fecha, se tendría en cuenta la presencia en Roma, por otros motivos, de algunos de los Consejeros o Miembros y, en todo caso se podría indicar a alguno que viniera expresamente, si se fuera a tratar determinado asunto en el que el indicado estuviera particularmente interesado o tuviera especial competencia sobre el mismo. Debería, sin embargo, tratarse de casos excepcionales. - Reunión extraordinaria o Plenaria. En la Reunión extraordinaria, es decir, Plenaria, se tratarían temas especiales, de particular envergadura y trascendencia, o asuntos importantes sobre las decisiones que hubiera que tomar para someterlas al Santo Padre. A ella deberían asistir, dentro de sus posibilidades o compromisos de trabajo, todos los Consejeros y Miembros. Las reuniones Plenarias serán presididas por el Cardenal Presidente de la Comisión o, en su ausencia, por el Cardenal más antiguo o Arzobispo más antiguo. El Presidente podrá, si lo cree oportuno, designar un Moderador de las sesiones. La dirección de las mismas la llevará el Vicepresidente con funciones de Secretario de la Asamblea y, en su ausencia, alguno de los Secretarios de Dicasterios Presentes. Con suficiente antelación a la fecha de la celebración de las reuniones, se enviará la Convocatoria, el programa con los temas a tratar y, para los

299 Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 266

Consejeros o Miembros que residen fuera de Roma, las indicaciones sobre hospedaje y viajes, que correrán por cuenta de la Comisión.300 g) Artículo 7º. La Sesión General anual El artículo VII del Motu Proprio dispone la celebración, al menos una vez al año, de la Sesión General, a la cual, además de los miembros de la Comisión, serán invitados: el Presidente del CELAM; los Presidentes y los Secretarios de los Organismos Episcopales locales o nacionales para la ayuda a la Iglesia en América Latina y de otras Instituciones, a juicio de la Santa Sede; los Presidentes de la Unión de Superiores Generales, de la Unión Internacional de las Superioras Generales y de la Confederación Latinoamericana de Religiosos. Esta Asamblea general resulta muy importante, porque proporciona un contacto de la Comisión con todas las personas que ocupan los citados cargos, y permite tratar con más amplitud de horizonte y con más aportación de ideas, sugerencias y propuestas “cuestiones generales de mayor importancia”: “universales causae maiori cuiusdam momenti”. Esta Asamblea puede hacerse coincidir con la Reunión Extraordinaria de la Comisión, de que antes hemos hablado. El pleno de la Comisión podría reunirse el día antes de la “sessio generalis”, para formular interrogaciones o fijar las pautas para la misma; y, después, para examinar las conclusiones. De todas formas, la Asamblea tiene sólo carácter consultivo, en orden a ayudar a la Presidencia y al Consejo de la Comisión.301

300 Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 301 Cfr. GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 267

h) Artículo 8º. El Reglamento de la Comisión El artículo octavo dispone que en un Reglamento, que se someterá a la aprobación del Papa, “se explicarán con precisión y se desarrollarán ampliamente las normas, según las cuales se regirá y funcionará esta Pontificia Comisión”. La Comisión, pues, ha de dar a sí misma un Reglamento que ha de ser aprobado por el Santo Padre, adquiriendo así fuerza de norma jurídica. [...] Este Reglamento, ante todo, ha de responder fielmente al contenido del Motu Proprio “Decessores Nostri” y a la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” sobre la Curia Romana, explicando y concretando las normas contenidas en dichos documentos pontificios. El Reglamento de la Pontificia Comisión para América Latina deberá estar en plena sintonía con el Reglamento General de la Curia Romana, que se encuentra ya prácticamente terminado, pero que todavía no ha sido aprobado por los Superiores; quedan aún por resolver algunas cuestiones que afectan a todos: las relativas a los dependientes de la Santa Sede. Además de aplicar las normas generales, válidas para todos los Organismos de la Curia Romana, el Reglamento de nuestra Comisión, delineando la fisonomía de la misma, en armonía con lo establecido en el Motu Proprio “Decessores Nostri”, precisará el campo de acción peculiar de la Pontificia Comisión, especificando sus relaciones con los Dicasterios de la Curia Romana, con las Iglesias de América Latina, y con los Organismos que se ocupan de dicho continente. Igualmente se deberán indicar cómo han de prepararse las reuniones ordinarias y extraordinarias, que promueve esta Pontificia Comisión. También habrá de precisar las normas para la administración del Fondo y la distribución de ayudas.302 2.2 La Constitución Apostólica Pastor Bonus

La Constitución Apostólica Pastor Bonus, en los artículos 83 y 84 asume la parte dispositiva del Motu Proprio Decessores Nostri:

302 GIOVANNI BATTISTA Re, La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana: estructura, finalidades y competencias de la misma según el motu proprio “Decessores nostri” y la Constitución Apostólica “Pastor Bonus” de Juan Pablo II (Indicaciones generales para la elaboración del reglamento). Esta es una ponencia que Mons. Giovanni Battista Re, Secretario de la Congregación para los Obispos y Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó el lunes 4 de diciembre de 1989 en el marco de la Primera Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina. El original en español en: Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I, 4-7. XII. 1989. 268

Artículo 83 §1. Es función de la Comisión aconsejar y ayudar a las Iglesias particulares en América Latina: además, estudiar las cuestiones que se refieren a la vida y progreso de dichas Iglesias, especialmente estando a disposición, tanto de los dicasterios de la Curia interesados por razón de su competencia, como de las mismas Iglesias para resolver dichas cuestiones. §2. También le corresponde favorecer las relaciones entre las instituciones eclesiástica internacionales y nacionales, que trabajan en favor de las regiones de América Latina. y los dicasterios de la Curia Romana. Artículo 84 §1. El Presidente de la Comisión es el Prefecto de la Congregación para los Obispos, al que le ayuda un obispo vicepresidente. Les asisten como consejeros algunos obispos elegidos, tanto de la Curia Romana, como de las Iglesias de América Latina. §2. Los miembros de la Comisión se escogen tanto de los dicasterios de la Curia Romana, como del Consejo Episcopal Latino Americano, y también entre los obispos de las regiones de América Latina, así como de las instituciones de las que habla el Artículo anterior. §3. La Comisión tiene sus propios oficiales. El Papa Juan Pablo II comentando estos dos actos pontificios y su significado para la Iglesia en América Latina, dice: La Santa Sede ha querido renovar y potenciar este Organismo (la CAL), para conferirle una nueva fisonomía y subrayar así la especial solicitud pastoral del Sucesor de Pedro hacia esas Iglesias que, en el Continente de la esperanza, peregrinan llenas de confianza hacia “los cielos nuevos y las tierras nuevas” de las que habla la Biblia (Is 65,17; 2P 3,13; Ap 21,1) y que nosotros todos creemos divisar en el inminente tercer milenio del cristianismo.303

Capítulo XXII

La actividad de la CAL

El Motu Proprio Decessores Nostri, en su primer artículo precisó las competencias y funciones propias de la CAL. A ella ha sido confiada

303 Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a la I Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina, 7 de diciembre de 1989. En: Arch.PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, 2. 269 como “tarea primordial examinar de manera unitaria las cuestiones doctrinales y pastorales que conciernen a la vida y al desarrollo de la Iglesia en América Latina; además, asistir y ayudar a los Dicasterios de la Curia Romana más interesados, por razón de su propia autoridad y competencia, en la solución de los problemas peculiares”.304

1. El estudio de las cuestiones doctrinales y pastorales

Ciertamente el Motu Proprio abrió a la Pontificia Comisión para América Latina un campo muy vasto y amplio. De aquí la dificultad de actuar esta específica y compleja tarea de “examinar de manera unitaria las cuestiones doctrinales y pastorales relativas a la vida y al desarrollo de la Iglesia en América Latina”. Sin embargo, durante estos últimos 20 años la CAL ha respondido al cumplimiento de esta tarea mediante la celebración de Reuniones Plenarias a las cuales participan los Consejeros y Miembros para examinar los temas prioritarios en la tarea evangelizadora del Continente. La CAL ha celebrado, desde 1988, las siguientes reuniones plenarias: I del 4-7 de diciembre de 1989; II, 10-14 de junio de 1991; III, 11-15 de octubre de 1993; IV, 19-23 de junio de 1995; V, 20-23 de marzo del 2001; VI, 24-27 de marzo del 2003; VII, 18-21 de enero del 2005; VIII, 17-20 de enero del 2007. Siempre en el cumplimiento de su “tarea primordial” la CAL ha promovido la celebración de dos simposios históricos de grandísima importancia. El primero, para conmemorar el V Centenario del inicio de la evangelización en América Latina y como prólogo a la IV Conferencia General del Episcopado; el segundo, para conmemorar los cien años del Concilio Plenario Latinoamericano.

1.1 Las reuniones Plenarias

Las reuniones plenarias de esta Pontificia Comisión han constituido momentos de profundización de los diversos problemas de índole doctrinal y pastoral, que en el momento de su celebración experimentaba la Iglesia en América Latina. Todas las reuniones plenarias hasta ahora celebradas han emanado unas “Proposiciones” finales, que sometidas al Santo Padre se han hecho llegar a los

304 Cfr. Juan Pablo II, Motu Proprio Decessores Nostri, art. 1. 270

Dicasterios de la Curia Romana, al CELAM y a todos los Organismos interesados en razón de su competencia. En esto radica la importancia de estas reuniones, que no son sólo momentos académicos sino auténticos momentos de reflexión pastoral, en los que los Consejeros y Miembros de la CAL ponen toda su capacidad intelectual y su experiencia pastoral al servicio de la vida católica en el Continente. 1.1.1 Primera Reunión Plenaria. 4-7 de diciembre de 1989305 La Pontificia Comisión para América Latina en su nueva etapa se reunió por primera vez, en Asamblea Plenaria, los días 4-7 de diciembre de 1989. Tema principal de esta primera reunión fue el estudio de “La estructura, finalidades y competencias de la Pontificia Comisión para América Latina a la luz del Motu Proprio Decessores Nostri y de la Constitución Apostólica Pastor Bonus”. El tema fue desarrollado por Mons. Giovanni Battista Re, Arzobispo Secretario de la Congregación para los Obispos, que presentó la ponencia “La Pontificia Comisión para América Latina en el cuadro de la Curia Romana”, cuyo contenido hemos presentado en el capítulo precedente. De esta ponencia y de la discusión sucesiva deberían salir las indicaciones para la eleboración del Reglamento particular de la Comisión, a tenor del artículo último del Motu Proprio. Estudiada la identidad de la Comisión se procedió a examinar atentamente la situación eclesial del momento en América Latina, para permitir a los Consejeros y Miembros una visión lo más clara y precisa posible de la vida de la Iglesia en el Continente. Punto de partida de este segundo tema fue la ponencia de Mons. Darío Castrillón Hoyos, Presidente del CELAM, que presentó una “Panorámica sobre las vicisitudes actuales de los pueblos latinoamericanos y la presencia de la Iglesia en los mismos”. A la relación de Mons. Castrillón siguieron las intervenciones de Mons. Alberto Bovone, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Mons. Vincenzo Fagiolo, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; Mons. José Saraiva Martins, Secretario de la

305 Sobre la primera reunión plenaria de la CAL cfr. Arch. PCAL, I Reunión Plenaria, Atti, I; I Reunión plenaria, Atti, II; I Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina 4,5,6,-7 Dic 1989; I Reunión Plenaria, Copias 1-7; I Reunión Plenaria, Copias; I Reunión Plenaria, Varios. 271

Congregación para la Educación Católica; Mons. José Sánchez, Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; Mons. Serafim Fernándes de Araújo, Arzobispo de Bello Horizonte; Mons. Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo; Mons. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa, Secretario General del CELAM; y Mons. Álvaro Leonel Ramazzini Imeri, Obispo de San Marcos (). Mons. Alberto Bovone, Secretario para la Doctrina de la Fe, subrayó los problemas doctrinales de América Latina que más preocupaban a la Santa Sede y a los Episcopados del Continente: la teología de la liberación, el aspecto doctrinal del proyecto “Palabra-Vida” de la CLAR, los Centros Ecuménicos de los que emanan ideas que tienen no poca influencia en algunos sectores de la Iglesia, las ideologías en general. Mons. Vincenzo Fagiolo, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, intervino presentado una relación sobre “La situación actual de los religiosos y las religiosas” mostrando los diversos aspectos positivos y negativos. En particular se refirió a la situación de la CLAR, a las preocupaciones que este Organismo suscitaba, a la reciente intervención de la Santa Sede designando un nuevo Secretario General y una Secretaria General Adjunta y al contenido y difusión del dossier publicado en el número extraordinario del Boletín CLAR de octubre de 1989. Mons. José Saraiva Martins, Secretario de la Congregación para la Educación Católica, tocó el tema de “Los seminarios y vocaciones en América Latina”, subrayando la situación doctrinal y disciplinar de los centros de formación sacerdotal y el riesgo de ideologización de ciertos Institutos teológicos, que algunos obispos ya habían denunciado. Mons. Serafim Fernándes de Araújo, Arzobispo de Bello Horizonte, habló sobre “La situación de los laicos en América Latina y su aporte a la tarea evangelizadora”, con especial énfasis en la repercusión que en el continente estaba teniendo la Exhortación Apostólica Postsinodal Christifideles Laici, del 30 de diciembre de 1988. Mons. José Sánchez, Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, presentó “La situación de los territorios de misión” dependientes de ese Dicasterio, con especial 272 atención a las cifras del aporte misionero que América Latina puede dar y da a otros Continentes. Mons. Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo, presentó una ponencia de carácter histórico sobre “El V Centenario del inicio de la Evangelización en América Latina” que concluyó con la presentación de las orientaciones Pontificias para la celebración conmemorativa de este acontecimiento y de las actividades programadas por las Conferencias Episcopales con este motivo. Mons. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa y Secretario General del CELAM, intervino con una ponencia sobre “La IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano”, que se debería celebrar en Santo Domingo en coincidencia con los actos conmemorativos del V Centenario. Mons. Alvaro Leonel Ramazzini Imeri, Obispo de San Marcos (Guatemala), presentó una ponencia introductoria sobre el grave problema de “Las sectas”. Su agresividad, su difusión y su impacto en la vida de la comuniad católica era algo que preocupaba al Santo Padre. Ya en 1986, el Cardenal Johannes Gerardus Maria Willebrands, entonces Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, refiriéndose a este argumento, hablaba del “pulular de la sectas en América Latina” y de la gravedad que significaba para la Iglesia el fenómeno de las sectas. Este pulular de las sectas había motivado ya un estudio sobre el fenómeno de las sectas especialmente en América, coordinado por el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, el Secretariado para los no cristianos, el Secretariado para los no creyentes y la Pontificia Comisión para la Cultura. Este argumento ocupará la atención de la Santa Sede y del Episcopado Latinoamericano en los años siguientes. 273

1.1.2 Segunda Reunión Plenaria. 10 al 14 de junio 1991306 Bajo la dirección del Cardenal , Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, se reunió el pleno de dicha Comisión: Presidente, Vicepresidente, Consejeros y Miembros. En total 6 cardenales (sólo faltó el Cardenal Mario Revollo Bravo, por problemas de salud), 18 arzobispos, 9 obispos, 2 sacerdotes y un religioso. 18 provenientes de América Latina, 1 de España, 1 de Estados Unidos y 1 de Alemania; los otros eran de la Curia Romana. Los dos últimos días se unieron a la Asamblea algunos invitados, representantes de las Comisiones Episcopales Nacionales y de los Organismos de ayuda a la Iglesia en América Latina; se celebró así la Primera Sesión General de la que trata el Motu Proprio Decessores Nostri en su artículo séptimo. Con la primera sesión, la tarde del 10 de junio, se inauguraron los nuevos locales, modernos, que la Secretaría de Estado y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica han puesto a disposición de la Comisión en el Palazzo San Paolo, en Via della Conciliazione n. 1. Los días 11-14 las sesiones se tuvieron en la Sala Vecchia del Sínodo de los Obispos, en el Palacio Apostólico Vaticano. Mons. Cipriano Calderón, Vicepresidente de la Comisión, presentó la Relación general en la que recordó el “objetivo central” indicado por el Papa para este renovado organismo de la Curia Romana: “promover y animar la Nueva Evangelización”. Se refirió, además, a la estructura y Reglamento de la Comisión, a sus nuevos locales y a la trayectoria seguida en el desarrollar las actividades más salientes realizadas desde cuando fue celebrada la primera Reunión Plenaria; hizó igualmente referencia a las prospectivas para el futuro y presentó el programa para la segunda Reunión Plenaria.

306 Sobre la segunda reunión plenaria de la CAL cfr. Arch.PCAL, II Reunión Plenaria, Preparación; II Reunión Plenaria, 13-14 de Junio de 1991, Convocatoria; II Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina, 10-14 de junio de 1991. Atti; II Reunión Plenaria, Copias n. 1-3; II Reunión Plenaria, Copias, n. 12-23; II Reunión Plenaria, Varia; II Reunión Plenaria, Votación de las proposiciones (Copias); II Reunión Plenaria, Votación de las proposiciones (Copias para estudio); II Reunión Plenaria, Votación de las proposiciones, Originales; II Reunión Plenaria, Relación-Memoria; II Reunión Plenaria, Ponencias, subsidios, intervenciones. Actas; Varios, Conclusiones de la II Reunión Plenaria: discurso del Santo Padre alla II Reunión Plenaria, Carta del 12.Dic/90. Carta del 29 de Jun/91. Tema IV Conf. General. III Conf./Puebla. II Conf./Medellin. Simposio Intern/92; II Reunión Plenaria, Cartas y aportes posteriores. El post-asamblea. Material vario. 274

El primer tema fundamental tratado por la asamblea plenaria fue el del “V Centenario del comienzo de la Evangelización del Nuevo Mundo: Perspectivas, problemas y sentido de las celebraciones según las indicaciones del Santo Padre y de los Episcopados, en el contexto de América Latina y en el contexto de España y ”. Las ponencias en relación con este tema estuvieron a cargo de Mons. Adolfo Suárez Rivera, Arzobispo de Monterrey y Presidente de la Conferencia Episcopal de México y de Mons. , Arzobispo de Sevilla y Presidente de la Comisión Episcopal Española para el V Centenario. El segundo tema tratado en esta Reunión Plenaria fue “La IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano”. Mons. Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo y Presidente del CELAM presentó la ponencia “La labor preparatoria del CELAM: propuestas y programa para la celebración”, que constituyó un preciso informe de todo cuanto hasta el momento ese organismo había realizado en orden a la celebración de la Conferencia. A la ponencia de Mons. Nicolás de Jesús López Rodríguez siguió la ponencia presentada por el Cardenal Eduardo MartÍnez Somalo, sobre las “Competencias de la Santa Sede y orientaciones para el desarrollo de la Conferencia”. Tercer tema de la Plenaria fue “El problema de las sectas”, que ya enunciado en la primera Reunión Plenaria volvió a ocupar la atención de la CAL. Sobre este argumento tuvo una relación el Cardenal José Freire Falçao, Arzobispo de Brasilia. La Plenaria abordó como cuarto tema el de “La familia en América Latina”. El Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, presentó una relación sobre la “Evangelización de la familia en América Latina”. Este tema apenas introducido en esta segunda Reunión Plenaria acompañará en los años sucesivos los trabajos de esta Pontificia Comisión. Como ya se dijo antes, los dos últimos días se tuvo la primera Sesión General de la Pontificia Comisión para América Latina. A la Sesión General intervinieron el Delegado Pontificio para la CLAR Mons. Héctor Julio López Hurtado, que presentó el tema: “Los religiosos y religiosas en el continente Latino Americano”; el Obispo Auxiliar de Bruxelles Mons. Jan De Bie, que ilustró a la Asamblea sobre la naturaleza y actividades de los Organismos de ayuda a la Iglesia en 275

América Latina con la ponencia: “Organismos episcopales Nacionales y Organismos Internacionales de ayuda eclesial en América Latina: presentación y actividades”. 1.1.3 Tercera Reunión Plenaria. 11 al 15 de octubre de 1993307 Celebrada en la Sala Bologna y en la Sala Vecchia del Sínodo, en el Palacio Apostólico Vaticano. Bajo la Presidencia del Cardenal Bernardin Gantín se reunieron, entre Consejeros y Miembros de la Comisión, 10 cardenales, 18 arzobispos, 6 obispos y 2 sacerdotes. De los 36 participantes 18 venían de América Latina, 1 de España, 1 de Estados Unidos, 1 de Alemania; los otros de la Curia Romana. En los dos últimos días participaron los representantes de las Comisiones Episcopales de Europa y de los Organismos para la ayuda eclesial a América Latina. Los dos eventos celebrados en 1992 marcaron el programa de esta tercera Reunión Plenaria: el V Centenario del inicio de la evangelización del Nuevo Mundo y la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Para hablar del V Centenario y de su significado en el camino de la Nueva Evangelización intervino el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo y Presidente del CELAM, con la ponencia “El V Centenario del comienzo de la evangelización de América: coordenadas, problemas y frutos de su celebración. El CELAM”. El segundo argumento, el relativo a la IV Conferencia, constituyó realmente el tema central de la Asamblea. Mons. Antonio Moreno Casamitjana, Arzobispo de Concepción, presentó la ponencia: “La IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y sus Conclusiones: el Documento de Santo Domingo”. Otros temas de la Plenaria fueron: “La Iglesia en América Latina: estructuras y acción pastoral de cara a una nueva ‘estrategia evangelizadora’, según las orientaciones del Santo Padre y las líneas pastorales trazadas por la Conferencia de Santo Domingo”, ponencia presentada por Mons. Serafim Fernandes de Araújo, Arzobispo de

307 Sobre la tercera Reunión Plenaria de la Cal cfr. Arch.PCAL, III Reunión Plenaria, Varie; III Reunión Plenaria, Saluto Cardinale Gantin. Relazione Vice-Presidente. Saludo S. Padre; III Reunión Plenaria, 11-15 de octubre de 1993, Preparación; III Reunión Plenaria, Varia; III Reunión Plenaria, Ponencias; III Reunión Plenaria, Intervenciones; III Reunión Plenaria, Relación- Mmeoria; III Reunión Plenaria, Votación (Originales); III Reunión Plenaria, Hojas de votación; III Reunión Plenaria, Varia; III Reunión Plenaria y Sesión General, 11-15 de Octubre de 1993; III Reunión Plenaria, Material entregado en la cartera; 276

Bello Horizonte y Vice-Presidente de la Conferencia Episcopal del Brasil. Otro tema de reflexión fue el siempre más preocupante “Problema de las sectas”. De gran importancia fue la intervención del Cardenal Edward Idris Cassidy, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que llamó la atención sobre las dimensiones que este problema asumía día a día en América Latina. La preocupación pastoral de la Iglesia por los pobres, los indígenas y los afroamericanos, fue abordada con la ponencia de Mons. Antonio González Zumárraga, Arzobispo de Quito, “El clamor de los pobres, de los indígenas y de los afroamericanos a la luz de las orientaciones del Papa y de las líneas pastorales de Santo Domingo”. Mons. Dieter Spelthahn, Director General de Adveniat, abordó el tema relativo a “Los evangelizadores y la ayuda eclesial a las Iglesias de América Latina”. En la mañana del 13 de octubre, el Cardenal Joseph Ratzinger, Consejero de la Comisión, presentó una ponencia sobre “El Catecismo de la Iglesia Católica en el marco de la Nueva Evangelización”, en la que aclaró el concepto de evangelización y catequesis en orden a la acción pastoral y puso de relieve la importancia del Catecismo de la Iglesia Católica en el proceso de Nueva Evangelización. 1.1.4 Cuarta Reunión Plenaria. 19 al 23 de junio de 1995308 Se llevó a cabo en la Sala Bologna del Palacio Apostólico Vaticano, los primeros tres días; y en la Sala Vecchia del Sínodo de los Obispos, los últimos dos días. Bajo la Presidencia del Cardenal Bernardin Gantín, se dieron cita 46 eclesiásticos, entre Consejeros y Miembros de la Comisión: 17 cardenales, 18 arzobispos, 7 obispos, 4 sacerdotes. De ellos 22 provenían de América Latina, 1 de España, 1 de los Estados Unidos y 1 de Alemania; los otros eran cardenales y prelados de la Curia Romana. En los dos últimos días participaron a la Sesión General algunos invitados, representantes de las Comisiones

308 Sobre la cuarta reunión plenaria de la CAL cfr. Arch.PCAL, IV Assemblea Plenaria. Sessione Generale, 19-23 de jumio de 1995; IV Reunión Plenaria y Sesión General, 19-13 de junio de 1995; IV R. Plenaria, Copias 1-4; IV Reunión Plenaria, Copias 5-7; IV R. Plenaria, Copias 8- 12; IV.R.PL. Proposiciones, Originali; IV Reunión Plenaria, 19-23 de junio 1995, Serie completa; IV R. PL. Discurso del Card. Gantin al Santo Padre. Discurso del Santo Padre. Invio del testo delle Proposizioni. Intervención Mons. Daily; IV Reunión Plenaria, Preparación. Convocatoria, Comunicaciones, Relaciones-Memoria I/II/III; Proposiciones, Copie. 277

Episcopales de Europa y delegados de los Organismos de ayuda a la Iglesia en América Latina. Tema central de la Asamblea constituyó la reflexión sobre “Los Evangelizadores: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos”. La Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente constituyó el faro iluminante de las intervenciones con las cuales se quiso ahondar en el estudio del tema general propuesto. En la mencionada Carta Apostólica Su Santidad Juan Pablo II invitaba la Iglesia a “preparar el Jubileo del Año 2000 fijando nuestra atención en Jesucristo, Salvador y Evangelizador” (cfr. TMA, 40). Las sesiones de la Asamblea comenzaron con una reflexión teológica – pastoral sobre “Jesucristo Evangelizador”, pues una reflexión doctrinal y pastoral sobre la evangelización y sobre los evangelizadores sólo puede desarrollarse a partir del Misterio de Cristo, de su acción evangelizadora y mesiánica de Redentor del hombre. El tema fue desarrollado por el Arzobispo de Paraná, Mons. Estanislao Esteban Karlic. A la intervención de Mons. Karlic siguió la ponencia sobre “Los Evangelizadores del tercer milenio en América Latina”, presentada por el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo de Guadalajara, que se propuso con esta intervención delinear quienes y cómo han de ser los protagonistas de la Evangelización en el tercer milenio, cuáles son los desafíos que la Iglesia enfrentará en los albores del próximo siglo y cómo enfrentarlos. En su intervención, el Cardenal Sandoval describió algunos de los principales desafíos de la Iglesia en América Latina en el futuro inmediato: el creciente secularismo; el relativismo ético; el éxodo de las poblaciones hacia las ciudades; la expansión y agresividad de las sectas; el clamor de los pobres, de los indígenas y de los afroamericanos; la defensa de la vida; la promoción de la familia; la situación de los niños y el destino de los jóvenes. Con una tercera relación sobre “La misión ad gentes”, la Asamblea afrontó el apremiante argumento de la exigencia misionera de América Latina: un continente evangelizado que debe evangelizar, dar desde su pobreza misioneros y misioneras para la Iglesia universal. Trató el tema el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Josef Tomko, que inició su ponencia recordando las palabras de Puebla: “Finalmente ha llegado la hora para América Latina. La hora de intensificar los servicios mutuos 278 entre Iglesias particulares y de proyectarse más allá de sus propias fronteras, ‘ad gentes’. Es verdad que nosotros mismos necesitamos misioneros. Pero debemos dar desde nuestra pobreza” (DP, n. 368). De las dos temáticas generales se pasó después a reflexionar sobre cada uno de los protagonistas de la evangelización, los evangelizadores: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. El Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal José Sánchez, presentó la ponencia relativa a los sacerdotes: el futuro de las vocaciones sacerdotales en América Latina, los seminarios, la distribución del clero, la formación permanente, entre otras cuestiones de vital importancia; El Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Cardenal Eduardo Martínez Somalo, presentó “El papel de los religiosos en la tarea de la Nueva Evangelización de América Latina de cara al tercer milenio”, recordando la Carta Apostólica “Los Caminos del Evangelio”, que Juan Pablo II dirigió a los Religiosos y Religiosas de América Latina con motivo del V Centenario de la Evangelización del Nuevo Mundo. El Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Cardenal Eduardo F. Pironio, trató el tema relativo a “El apostolado de los seglares”, como artífices de la evangelización en el tercer milenio, subrayando especialmente el protagonismo de los jóvenes. El Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, presentó el tema “El papel de la familia en la Nueva Evangelización de América Latina de cara al tercer milenio del cristianismo”. En la perspectiva de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América, el Cardenal Jan P. Schotte, Secretario General del Sínodo de los Obispos, informó a la Plenaria de la CAL sobre cuanto se estaba haciendo en vista de la celebración de esta importante Asamblea. Los días 22 y 23 la Reunión Plenaria de la CAL se transformó en Sesión General, a tenor del artículo VII del Motu Proprio Decessores Nostri, con la presencia de los Presidentes y Secretarios de los Organismos Episcopales locales y nacionales para la ayuda a las Iglesias de América Latina, los Presidentes de la Unión de Superiores Generales, de la Unión Internacional de las Superioras Generales y de la Confederación Latinoamericana de Religiosos. En el marco de la Sesión General, Mons. Oscar Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de 279

Tegucigalpa y presidente del CELAM presentó la ponencia: “El 40º aniversario de la I Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Río de Janeiro (25 de julio al 4 de agosto de 1955)”. Mons. Andrea Mugione, Obispo de Cassano all’Ionio y Secretario de la Comisión Episcopal Italiana para la cooperación misionera entre las Iglesias, expuso el tema: “Solidaridad y cooperación eclesial en orden a la Nueva Evangelización de América Latina”. 1.1.5 Quinta Reunión Plenaria. 20 al 23 de marzo del 2001309 Desde 1995 no se celebraba la Reunión Plenaria de la CAL. En 1997 tuvo lugar la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América. Así, ante este importante evento eclesial que tocaba directamente la Iglesia en América Latina, no se consideró oportuno organizar reuniones plenarias de esta Pontificia Comisión ni en el período preparatorio ni en el período inmediatamente posterior a la celebración de la Asamblea Sinodal, mientras se esperaba la Exhortación Apostólica Postsinodal. Este documento fue entregado por el Santo Padre a los Obispos de América el 22 de enero de 1999, en Ciudad de México. Pero la inminente apertura del año jubilar y con él la celebración de tantas peregrinaciones, reuniones y congresos desaconsejaron igualmente la convocación de una Reunión Plenaria durante esos dos años. Así, la quinta Reunión Plenaria fue celebrada del 20 al 23 de marzo del 2001. La Asamblea se reunió en la Sala Bologna del Palacio Apostólico Vaticano. El tema de la reunión fue: “Realidad, problemas, perspectivas o propuestas pastorales para la Nueva Evangelización, a la luz de la Exhortación Apostólica Ecclesia in America”. Se trató de un análisis de la situación eclesial de América Latina a la luz del citado documento y en la prospectiva trazada para toda la Iglesia en la Carta Apostólica Tertio Millennio ineunte. La Asamblea tuvo dos relaciones introductorias: la primera, del Cardenal Arzobispo de Santo Domingo, Nicolás de Jesús López Rodríguez, sobre “Los principales desafíos pastorales planteados por el Santo Padre en la Exhortación Apostólica Ecclesia in América”; la

309 Sobre la quinra reunión plenaria de la CAL cfr. Arch.PCAL, Reunión Plenaria Pontificia Comisión para América Latina. Marzo de 2001; Reunión Plenaria 20-23 marzo 2001, 7 Volúmenes. 280 segunda, del Cardenal Arzobispo de São Paulo, Claudio Hummes, sobre “A Igreja no Brasil perante a Ecclesia in America”. A las dos relaciones introductorias siguieron las intervenciones de los Consejeros y Miembros, a los cuales había sido asignado precedentemente un tema y una parte de la Exhortación Apostólica para su estudio y presentación. Esto permitió una rica profundización del documento, vista la experiencia pastoral y el rigor intelectual de quienes intervinieron: Cardenal Joseph Ratzinger: Jesucristo Evangelizador (cf. nn. 66-68) Cardenal Alfonso López Trujillo: Teología de la liberación (cf. nn. 58,67,73). Cardenal Miguel Obando y Bravo: El encuentro con Jesucristo vivo en el hoy de América (nn. 12-15). Cardenal Josef Tomko: La relación entre la Encíclica Redemptoris Missio y la Ecclesia in America (cf. n. 74). Cardenal Eduardo Martínez Somalo: Los religiosos y religiosas en América, con especial relación a la CLAR (cf. n. 43). Cardenal Jaime Ortega y Alamino: La deuda externa (cf. nn. 22,23,59) Cardenal Juan Sandoval Iñiguez: América Latina y la Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in America (cf. nn. 1-5). Cardenal Serafim Fernándes de Araújo: La evangelización de la cultura, los medios de comunicación social (cf. nn. 70-71). Cardenal : María primera evangelizadora de América (cf. nn. 11,70). Cardenal Antonio González Zumárraga: La evangelización de los indígenas y de los americanos de origen africano (cf. n. 64). Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa: La reconciliación y la esperanza (cf. nn. 32,75). Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga: El desafío de las sectas (cf. n. 73). Cardenal Ignacio Velasco García: Los jóvenes: esperanza del futuro (cf. n. 47). 281

Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne: La doctrina social de la Iglesia (cf. nn. 54, 56) Cardenal : Elementos de comunión con las otras Iglesias y comunidades eclesiales (cf. n. 49). Cardenal Jean Pieter Schotte: La Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América y la próxima Asamblea General Ordinaria (cf. nn. 6-7). Cardenal Estévez: El problema doctrinal en América Latina (cf. n. 53) Cardenal Darío Castrillón Hoyos: Los sacerdotes al servicio del Evangelio (cf. n. 39) Cardenal : Relaciones Ecclesiales entre Norteamerica y America Latina (cf. nn. 2, 5). S.E. Mons. : La solidaridad (cf. nn. 52, 55) S.E. Mons. Javier Lozano Barragán: La teología (cf. n. 16). S.E. Mons. Julián Herranz Casado: Comunión entre las Iglesias particulares. El CELAM. (cf. n. 37). S.E. Mons. : La identidad cristiana de América (cf. n. 14). S.E. Mons. Jean-Louis Tauran: Iglesia y Estado en los países latinoamericanos (cf. n. 19). S.E. Mons. Girolamo Prigione: Conversión y santidad (cf. nn. 26- 31). S.E. Mons. : Los Obispos, promotores de comunión eclesial. Los Obispos eméritos (cf. nn. 33-36). S.E. Mons. Giuseppe Pitau: La Iglesia en el campo de la educación, evangelizar los centros educativos (cf. nn. 16, 71). S.E. Mons. Stanislaw Rylko: Los fieles laicos y la renovación de la Iglesia (cf. n. 44). S.E. Mons. Michael Fitzgerald: Religiones no cristianas (cf. n. 51). S.E. Mons. Carlos Amigo Vallejo: La cooperación eclesial en América Latina (cf. n. 7). 282

S.E. Mons. Joaquim Zico: La inculturación de la evangelización (cf. nn. 16, 70). S.E. Mons. Fernando Sáenz Lacalle: La defensa de la vida y los derechos humanos (cf. nn. 19, 57, 63). S.E. Mons. Edmundo Abastoflor Montero: La pastoral vocacional, los seminarios (cf. n. 40). S.E. Mons. Nicolás Contugno Fanizzi: La dignidad de la mujer y los desafíos para la familia cristiana (cf. nn. 45-46). S.E. Mons. Hector Rubén Aguer: El fenómeno de la globalización (cf. 20, 55). S.E. Mons. José Dimas Cedeño Delgado: El amor preferencial por los pobres y marginados (cf. nn. 18, 58, 67). S.E. Mons. Serge Miot: Haití: una Iglesia en emergencia (cf. n. 52). S.E. Mons. Rodolfo Quezada Toruño: La piedad popular (cf. n. 16). S.E. Mons. Thomas V. Daily: Los inmigrantes de origen latinoamericano en Norteamérica (cf. n. 65). S.E. Mons. Robert Rivas: La parroquia (cf. n. 41). S.E. Mons. Franz Grave: La ayuda económica a las Iglesias locales de América Latina (cf. n. 7). La profundidad de las ponencias permitió un estudio de los graves problemas religiosos, sociales, económicos y políticos que agitaban la vida de los pueblos latinoamericanos y que no podían dejar indiferente a la Iglesia. De este modo la Pontificia Comisión para América Latina ayudaba a asimilar las enseñanzas pontificias contenidas en la Ecclesia in America y ofrecía a los Dicasterios de la Curia Romana, al CELAM, a las Conferencias Episcopales del Continente Americano y a las Comisiones Episcopales y Organismos eclesiales de ayuda a la Iglesia en Latinoamérica un valioso instrumento para la animación de la evangelización en el Continente. 283

1.1.6 Sexta Reunión Plenaria. 24-27 de marzo 2003310 La sexta Reunión Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina se llevó a cabo en la Sala Bologna del Palacio Apostólico Vaticano. Tema central de la reunión fue: “La Nueva Evangelización en América Latina”. Los trabajos de la Asamblea tuvieron como texto guía el libro Discursos del Santo Padre Juan Pablo II a los obispos latinoamericanos en Visita ad Limina Apostolorum Petri et Pauli 2001-2003, que contiene los discursos pronunciados por Juan Pablo II a los obispos latinoamericanos desde el 3 de marzo 2001 (a los obispos de Panamá) hasta el 7 de febrero del 2003 (discurso a los obispos del Brasil de la región centro-ovest y nord I). La asamblea se propuso hacer un balance de los frutos de las Visitas Ad Limina Apostolorum realizadas en el curso de los años 2001 - 2003, y analizar la realidad eclesial del continente, con el fin de buscar el modo de aplicar más eficazmente las orientaciones pontificias contenidas en los discursos a los obispos. Monseñor Leonardo Sandri, Sustituto de la Secretaria de Estado de Su Santidad, presentó la relación introductoria titulada “Orientaciones del Santo Padre en los discursos a los Obispos Latinoamericanos durante las Visitas Ad Limina Apostolorum 2001-2003”. Mons. Sandri, subrayó en su ponencia como Juan Pablo II, en sus encuentros con los Obispos de América Latina, enfatizó algunos temas prioritarios en el proyecto de Nueva Evangelización: anuncio de Jesucristo; comunión eclesial; los sacerdotes; las personas consagradas; los seminarios; la pastoral vocacional; los fieles laicos; la familia; la misa dominical y centralidad del domingo; la evangelización del mundo de la cultura; la situación social de América Latina, entre otros. La ponencia de Mons. Leonardo Sandri guió después toda la reflexión de la Reunión Plenaria, pues los temas que centraron la atención de la Asamblea estuvieron en gran sintonía con las preocupaciones pontificias recordadas por el Sustituto de la Secretaría de Estado. Las vocaciones, los seminarios y centros de estudio, el grave problema de las sectas y los desafíos que se presentan hoy a la

310 Sobre la sexta reunión plenaria de la CAL cfr. Arch.PCAL, Reunión Plenaria, II, 24-27 de marzo 2003, 5 Volúmenes; Reunión Plenaria, Actas. Edición; Pontificia Comisión para América Latina, 2003, R. Plenaria. R. Sette. Sinodo. 284 actividad evangelizadora de la Iglesia, fueron los temas que principalmente ocuparon la atención de los Consejeros y Miembros de la Comisión. El tema general “La Nueva Evangelización en América Latina”, fue desarrollado con las ponencias que presentaron Mons. Jorge Enrique Jiménez Carvajal, Presidente del CELAM, “Los desafíos de la Nueva Evangelización en América Latina y el Caribe en el contexto de la globalización mundial. Reflexiones del CELAM 1999-2003”; Cardenal Lucas Ortega y Alamino, Arzobispo de San Cristobal de la Habana, “La Evangelización en América Latina”; Mons. Rodolfo Quezada Toruño, Arzobispo de Guatemala, “Los Evangelizadores”; Mons. Vicente Joaquim Zico, Arzobispo de Belen do Pará, “Situações e realidades pastorais”; Mons. Julián Herranz, Presidente del Pontificio Consejo para los textos legislativos, “Estructuras eclesiales: Conferencias Episcopales, CELAM, organismos diocesanos”; Mons. Hector Rubén Aguer, Arzobispo de La Plata, “El problema de las sectas en América Latina”. Este argumento había adquirido con el paso de los años gran importancia en las reflexiones de la CAL, tanto que mereció la celebración de una especial reunión promovida por esta Comisión.311 Efectivamente, como preparación a la sexta Reunión Plenaria, la CAL, en colaboración con el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, el Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-Religioso y el CELAM, promovió una reunión de estudio y de reflexión pastoral sobre el fenómeno de las sectas en el Continente.312 En esa se trató de analizar el grave problema de la expansión de las sectas en América Latina, con la finalidad de tomar iniciativas pastorales que ayudaran a resolver el problema y proponer coordenadas para una estrategia evangelizadora en grado de contrastar eficazmente la expansión de las sectas. La reunión se celebró en Roma los dias 14 y 15 de enero del 2003 y contó con la calificada presencia del Cardenal Giovanni Battista Re,

311 La Pontificia Comisión para América Latina estaba siguiendo continuamente el problema de las sectas en el Continente. Entre las iniciativas precedentes a la reunión del 2003 sobresale el Congreso sobre “La acción evangelizadora de la familia ante el desafío de las sectas”, organizado en colaboración con el Pontificio Consejo para la Familia y el CELAM, en Petrópolis (Brasil), en 1997. También en la Reunión Plenaria de la CAL en marzo del 2001, el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga intervino con una ponencia sobre “El desafío de las sectas”. 312 Sobre la reunión de sobre las sectas cfr. Arch.PCAL, Reunión sobre las sectas en América Latina, 14-15 de enero de 2003. 285

Presidente de la CAL; de Mons. Cipriano Calderón, Vicepresidente de la CAL; del Cardenal , Presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos; del Arzobispo Michael Louis Fitzgerald, Presidente del Pontificio Consejo para el diálogo Inter-Religioso; del Arzobispo Pier Luigi Zelata, Secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-religioso; del Obispo Jorge Enrique Jiménez Carvajal, Presidente del CELAM; y del Obispo , Secretario General del CELAM. A la reunión fueron invitados expertos en el tema, que presentaron en modo preciso la dimensión del problema en América Latina. Los invitados y los temas tratados por cada uno de ellos nos dan la idea de la seriedad con la que fue asumido este reto pastoral: Padre Francisco Sampedro Nieto c.m (Chile). Tema: “El concepto de secta y su clasificación”; Padre Carlos Mario Alzate o.p. (Colombia). Tema: “Tipología de las sectas y nuevos movimientos religiosos”. Padre Gabriel Cipriani c.p. (Brasil). Tema: “Diversidad religiosa en Brasil: causas religiosas y sociales”. Dr. Giuseppe Ferrari (Italia). Tema: “La difusión de las sectas en América Latina”. Padre Juan Carlos Urrea Viera (Chile). Tema: “Qué desafíos nos presentan las sectas”. A la exposición de los expertos siguió la profundización del problema en clave pastoral con las ponencias de Mons. Michael Louis Fitzgerald, “Claves complementarias para responder al reto de las ‘Sectas’ en América Latina”; de Mons. Julio Cesar Terán Dutari, Obispo Auxiliar de Quito, “Las sectas en América Latina: aspectos pastorales del problema”; Mons. João Oneres Marchiori, Obispo de Lages (Brasil), “La tipología de las sectas en América Latina”; y de la Dra. Teresa Osório Gonçalves, Oficial del Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-Religioso, “América Latina: Estadísticas religiosas y tendencias”. 1.1.7 Séptima Reunión Plenaria. 18 al 21 de enero del 2005 Se celebró en la Sala Bologna del Palacio Apostólico Vaticano. Tema del encuentro: “La misa dominical, centro de la vida cristiana en América Latina”. Guiados por este tema general se profundizaron las 286 enseñanzas pontificias sobre la Eucaristía y la misa dominical y se estudiaron los medios más oportunos para recuperar la centralidad del domingo en la vida de los católicos de América Latina. En el desarrollo del tema general se estructuró en tres momentos: 1) estudio del magisterio pontificio; 2) estudio de la realidad de América Latina en cuanto a la centralidad del domingo; y 3) propuestas pastorales para recuperar la centralidad del domingo y su dimensión de Dies Domini y Dies hominis. El Cardenal Joseph Ratzinger, presentó la ponencia “Enseñanzas Pontificias sobre la Eucaristía y la Misa Dominical”, con una profunda presentación de la Carta Apostólica Dies Domnini, de la Encíclica Ecclesia de Eucaristia y de la Instrucción de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos Redemptionis Sacramentum. Mons. Andrés Stanovnik, Obispo de Reconquista y Secretario General del CELAM, presentó una extensa y profunda relación sobre el “Panorama de la celebración del domingo en América Latina: análisis de la situación”. Como explica el mismo relator en la introducción, su intervención tiene “tres perspectivas: la participación de los fieles en la Misa dominical, la celebración dominical en comunidades sin sacerdote y el papel de los catequistas”. El tema de fondo que une los tres momentos “es la asistencia a la Misa dominical”. Mons, Stanovnik concluye su relación observando que “ha disminuido el número de católicos en América Latina, son menos los que se acercan a los sacramentos y pocos asisten a la Misa dominical”. El panorama presentado por el Secretario General del CELAM introdujo así el tercer momento, el de las estrategias. En primer lugar es urgente redescubrir el significado del domingo en la vida de la Iglesia y las profundas razones que sostienen el precepto de la Misa dominical, fue lo que se propuso el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz con su ponencia “Significado e importancia de la observancia del precepto dominical”; el Cardenal Rodolfo Quezada Toruño, Arzobispo de Guatemala, presentó la dimensión comunitaria eclesial del día del Señor con la ponencia “El domingo: momento de encuentro con la comunidad y centro de la vida cristiana”. Sin lugar a dudas una de las causas de la pérdida de la centralidad del domingo está en la falta de preparación de la Misa por parte de los ministros del 287 altar y en el poco uso que se hace de los recursos pastorales. Estos puntos fueron tocados por los ponentes que completaron la exposición del tema general: Cardenal Norberto Rivera, “La preparación de la misa dominical”; Cardenal Jorge Mario Bergoglio, “La homilía dominical”; Cardenal Gerardo Majella Agnelo, “Recursos pastorales para la misa dominical”. La Reunión Plenaria concluyó con la intervención del Cardenal Francisco Javier Errázurriz, Arzobispo de de Chile y Presidente del CELAM, que presentó un “Informe sobre la preparación de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano”. 1.1.8 Octava Reunión Plenaria. 17 al 20 de enero del 2007 La octava reunión de la Pontificia Comisión para América Latina fue la primera celebrada bajo el pontificado de Su Santidad Benedicto XVI, Consejero de esta Pontificia Comisión desde su reestructuración en 1988, en cuanto Cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. “La familia y la educación cristiana en América Latina”, constituyó el tema general de la Asamblea. La octava Reunión Plenaria se puso así en la línea del V Encuentro Mundial de las Familias (Valencia, 1-9 de julio de 2006) y en la perspectiva de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano prevista para los días 13 al 31 de mayo del 2007. Se siguió en esta reunión el mismo esquema ya usado en la anterior: estudio de las enseñanzas pontificias sobre la familia, visión de la situación de la familia en América Latina y búsqueda de estrategias pastorales para consolidar la familia como célula fundamental de la sociedad y de la Iglesia. El Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, recordó y profundizó las “Enseñanzas Pontificias sobre la familia”, con una profunda presentación de lo que llamó un “tríptico” de las enseñanzas pontificias sobre la familia y la vida: la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, la Carta a las Familias Gratissimam sane y la Encíclica Evangelium Vitae. Mons. José Luis Lacunza, Obispo de David y Presidente del Departamento Familia, Vida y Cultura del CELAM, presentó el “Panorama de la familia cristiana en América Latina. Análisis de la 288 situación”. Mons. Lacunza puso en evidencia la constante presencia del tema de la familia y de la vida en las preocupaciones pastorales de la Iglesia en América Latina. Desde Río de Janerio hasta Santo Domingo, los desafíos que debe afrontar la familia han constituido un punto fundamental en la pastoral de la Iglesia; el Documento de Participación para la V Conferencia refleja igualmente la centralidad de dichos temas en el quehacer de la Iglesia en América Latina, cuando a los antiguos desafíos se han añadido otros nuevos: difusión del aborto, del infanticidio y de la mentalidad contraceptiva; la inestabilidad de la institución familiar, apoyada incluso por algunos parlamentos; las campañas antinatalistas. Para hacer frente a estos desafíos nuevos y antiguos es necesario consolidar la familia como “Iglesia Doméstica”, “Santuario de la Vida”, y “Escuela de Comunión”. Este objetivo se siguió con la presentación de los temas tocados por los ponentes que siguieron a las dos relaciones precedentes: Cardenal . Tema: La familia cristiana transmite la fe: Cuando los padres enseñan a los hijos a rezar. Mons. Fernando Saens Lacalle, Arzobispo de San Salvador. Tema: La familia cristiana transmite la fe: Cuando introducen los hijos en la vida de la Iglesia. Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Prefecto Emérito de la Congregación para el Clero. Tema: La familia cristiana transmite la fe: Cuando iluminan la vida cristiana con la luz de la fe mediante el catecismo de la Iglesia Católica, la lectura de la Sagrada Escritura, la Vida de los Santos. Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez. Tema: El testimonio de fe de los padres: importancia del ejemplo. Cardenal Claudio Hummes, Prefecto de la Congregación para el Clero. Tema: La educación cristiana como medio para la formación integral de la persona y para la construcción de un futuro con bases sólidas. Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires. Tema: Familia y parroquia. Cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica. Tema: Familia y Escuela. 289

Mons. Jonás Guerrero Corona, Obispo Auxiliar de México. Tema: Movimientos eclesiales en favor de la familia. Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo de Guadalajara. Tema: Familia cristiana, cuna de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. La octava Reunión Plenaria se concluyó con la relación informativa del Cardenal Francisco Javier Errázurriz Ossa, Presidente del CELAM, sobre “La preparación de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano”.

1.2 Los Simposios históricos

Con ocasión de dos grandes acontecimientos históricos que tocaron directamente la historia de la Iglesia en América Latina, la Pontificia Comisión organizó dos simposios históricos de gran valor científico. Uno en 1992, con ocasión del V Centenario del inicio de la evangelización del Nuevo Mundo, y otro en 1999, para conmemorar el Centenario del Concilio Plenario Latinoamericano. 1.2.1 Simposio internacional sobre la Historia de la Evangelización de América Se celebró en la Ciudad del Vaticano del 11 al 14 de mayo de 1992, como respuesta a la invitación del Papa expresada en la Carta Apostólica Los caminos del Evangelio del 29 de junio 1991, cuando dice: “La conmemoración del V Centenario de la Evangelización del Nuevo Mundo es ocasión propicia para un estudio histórico riguroso, enjuiciamiento ecuánime y balance objetivo de aquella empresa singular, que ha de ser vista en la perspectiva de su tiempo y con una clara conciencia eclesial”. Así, pues, el Simposio tuvo como contexto y propicia ocasión la conmemoración de los 500 años del comienzo de la evangelización de América y la cercana celebración de la Cuarta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Con el apoyo del Pontificio Consejo para la Cultura y del Pontificio Consejo de Ciencias Históricas, la Pontificia Comisión para América Latina se propuso examinar con claridad, objetividad y rigor científico la trayectoria que siguió la primera evangelización de América, a partir del descubrimiento. 290

El simposio se estructuró en seis bloques temáticos: La implantación de la Iglesia: los evangelizadores; Las órdenes religiosas en la primera evangelización de América; Métodos y destinatarios de la evangelización; Evangelización y promoción humana; Evangelio, cultura e inculturación; Luces y sombras en la evangelización del Nuevo Mundo. A conclusión de las relaciones se tuvo la mesa redonda sobre “La primera evangelización de América: balance histórico”. La calidad académica de los historiadores que participaron al Simposio permitió que éste fuera una valiosa contribución al estudio de la historia de la Iglesia en Ibero América, la cual es poco considerada en los Manuales de Historia de la Iglesia.313 1.2.2 Simposio histórico sobre los últimos cien años de la evangelización en América Latina La celebración de los cien años del Concilio Plenario Latinoamericano, ofreció la ocasión para este segundo simposio histórico promovido por la CAL. El Concilio Plenario Latinoamericano fue convocado por León XIII y celebrado en Roma, del 28 de mayo al 9 de julio de 1899. El Simposio se celebró en la Ciudad del Vaticano del 21 al 25 de junio de 1999, con la presencia de prestigiosos historiadores de Europa y de América. Asistieron varios de los Consejeros y Miembros de la CAL, además de varios Obispos latinoamericanos y de la Curia Romana. Los trabajos incluyeron 3 conferencias y 9 ponencias sobre diversos argumentos históricos, y cerca de 50 comunicaciones, que constituyen un profundo estudio de la historia de la evangelización de América en los cien años transcurridos desde la celebración del Concilio Plenario Latinoamericano. La reconocida trayectoria académica y la experiencia pastoral de quienes intervinieron con sus ponencias y comunicaciones aseguró a este simposio un importante lugar entre los esfuerzos académicos por examinar con rigor científico la vida de la Iglesia en América Latina durante los últimos cien años.

313 PONTIFICIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, Historia de la Evangelización de América, 891. 291

La CAL publicó las Actas de este simposio en un volumen al que se anexó en tomo separado las “Actas y Decretos del Concilio Plenario de la América Latina”, que fue presentado a los Dicasterios de la Curia Romana y a las Iglesias locales del Continente, como un valioso instrumento para el conocimiento de la historia eclesiástica de América Latina.314

2. La CAL y su función de conexión entre la Santa Sede y los Organismos Internacionales y nacionales para América Latina

En virtud del Motu Proprio Decessores Nostri, la CAL realiza una obra específica de conexión entre la Santa Sede y el CELAM, las Conferencias Episcopales de América Latina, las Comisiones Episcopales de Europa y de Norte América encargadas de apoyar la obra de la Iglesia en Latinoamérica y las Instituciones y Organismos de ayuda a la Iglesia en ese continente. Esta tarea, como ya lo indicaba Mons. Giovanni Battista Re, en su ponencia durante la primera Reunión Plenaria de la CAL, ha sido desarrollado con delicadeza y respetando la sensibilidad pastoral y espiritual que caracteriza cada Institución u Organismo. Con el CELAM la CAL ha mantenido relaciones constantes participando a través del Cardenal Presidente o del Obispo Vice- Presidente, en sus Asambleas Ordinarias y Extraordinarias. Además el CELAM ha enviado periódicamente la relación de sus actividades a la Comisión. De este modo la CAL sigue, acompaña y estimula la actividad de este Organismo, que en sus 50 años de vida ha prestado grandes servicios a la Iglesia en América Latina. La CAL también ha mantenido contacto constante con el Episcopado latinoamericano a través de las Conferencias Episcopales Nacionales así como con los Obispos singularmente, cuando ha habido ocasión. Las visitas Ad Limina han sido también un momento importante que la CAL ha aprovechado para encontrar los Obispos de América Latina. Expresión del interés por ayudar al Episcopado latinoamericano es el aporte que la CAL hace, a través del “Fondo CAL para la Nueva Evangelización”, al CELAM y a las Conferencias Episcopales para los

314 Cfr. PONTIFICIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, Los últimos cien años de la evangelización en América. Centenario del Concilio Plenario de América Latina, libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2000. 292 gastos de su funcionamiento y para la realización de los proyectos pastorales. Últimamente el contacto de la CAL con el Episcopado Latinoamericano se ha intensificado gracias a los viajes que por diversos motivos han cumplido el Presidente o el Vice-Presidente a las Naciones del Continente, que se han ido transformando en verdaderas expresiones de afecto colegial y de apoyo a las diócesis y a las obras de la Iglesia en América Latina. Con la CLAR mantiene igualmente contactos, recibiendo periódicamente el Boletín de la Confederación, encontrando la Presidencia de la misma cuando ésta visita la ciudad de Roma y mediante la correspondencia epistolar constante. En lo referente a los Organismos Episcopales Europeos de ayuda a la Iglesia en América Latina, la CAL ha participado a las reuniones que estos han programado para estudiar en manera conjunta el mejor modo de apoyar con medios económicos y personal la obra de la Iglesia en el Continente. Particular relación ha conservado con la Obra del Episcopado Alemán Adveniat y con la Asociación Kirche in Not, que periódicamente envían informaciones sobre las ayudas concedidas a América Latina.

3. La actividad ordinaria de la CAL

La CAL ha realizado una ingente labor cotidiana, que hemos dado en llamar actividad ordinaria. De este modo ha hecho presente la permanente solicitud de la Santa Sede hacia la Iglesia que peregrina en América Latina.

3.1 Encuentro con los Obispos Latinoamericanos

Múltiples han sido las ocasiones en las cuales la CAL para América Latina ha podido reunirse con los Obispos de América Latina. En estos últimos 20 años, se puede decir, que todos los Obispos del Continente han visitado la sede de esta Pontificia Comisión, ya individualmente ya en grupos con ocasión de la visita ad Limina Apostolorum. Desde 1990 hasta hoy todos los Episcopados de América Latina han celebrado la visita Ad Limina Apostolorum y en esa ocasión la CAL ha previsto siempre una reunión con ellos para 293 dialogar sobre la vida de sus diócesis y buscar soluciones a los problemas que más los afectan. Ya en 1990, los días 28 y 29 de septiembre, antes de la Asamblea General del Sínodo de los Obispos celebrada en el mes de octubre de 1990, la CAL celebró una reunión con los Obispos latinoamericanos delegados al Sínodo y durante todo el períoso de actividad de la Asamblea Sinodal, en la sede de la CAL funcionó una oficina al servicio de los mencionados obispos. En 1995 la CAL centró su actividad en la acogida de los Obispos latinoamericanos en visita Ad Limina Apostolorum: en febrero, el primer grupo de Obispos argentinos; en marzo, los obispos del Brasil de la región Sud I y de la región Est I y los obispos de Venezuela; en mayo, los Obispos del Brasil de la región Nort I; en junio, los Obispos del Brasil de la región Est II; en septiembre, los Obispos del Brasil de la región Nordest I y IV; en octubre los Obispos del Brasil de la region Nordest V, sud III y IV y Nord II; en noviembre, el segudo grupo de Obispos argentinos. En 1996, durante la visita Ad Limina de los Obispos de América Latina, la CAL dedicó su atención y su tiempo a la acogida y al diálogo con cada uno de los Presules; en enero, los Obispos del Brasil de la región Centro Ovest; en abril, los Obispos de Bolivia; desde finales de abril y hasta junio, distribuidos en cuatro grupos, los Obispos de Colombia; En 1999, el 9 de septiembre la CAL se reunió con los Obispos de Puerto Rico presentes en Roma para la visita Ad Limina Apostolorum, el 13 de diciembre tuvo un encuentro con los Obispos de República Dominicana llegados a Roma para la visita Ad Limina Apostolorum.315 En el 2001, con ocasión de la visita Ad Limina Apostolorum la CAL se reunió con los Obispos de Panamá, el 2 de marzo; el 3 de abril, el Episcopado de Paraguay; el 28 de mayo, los Obispos de Guatemala; el 7 de julio, los Obispos de Cuba; el 4 de septiembre, el Episcopado de Uruguay; el 13 de septiembre, los Obispos de Haiti; el 18 de septiembre, los Obispos de ; el 20 de noviembre, el Episcopado de El Salvador; el 30 de noviembre, los Obispos de Costa Rica; y el 4 de diciembre, los Obispos de .316

315 Attività della Santa Sede, 1999, 863 316 Attività della Santa Sede, 2001, 788 294

En el 2002 la CAL tuvo ocasión de reunirse con los Obispos argentinos llegados a Roma en tres grupos para la visita Ad Limina, el 8 de febrero, el 5 de marzo y 13 de septiembre; con los Obispos de Bolivia, el 12 de abril; de las Antillas, el 10 de mayo; de Ecuador, el 14 de mayo; de Venezuela, el 3 de junio; de Perú, el 22 de junio; de Chile, el 2 de octubre; con los Obispos del Brasil, el 29 de agosto con la region Sud; el 6 de septiembre con la región Est 1; el 10 de septiembre, región Nord 1; el 17 de septiembre, con la región Ovest 1 y 2; el 27 de septiembre, con la región Nort Est 2; el 15 de octubre, con la región Nort Est, 5; el 22 de octubre, región Nort Est 1 y 4; el 9 de noviembre, con la región Est 2; el 22 de noviembre, con la región Sud 4 y 3; el 10 de diciembre, con la región Nort Est 3.317 En el 2003 la CAL encontró los Obispos del Brasil de la región Sud 1, el 18 de enero, presentes en Roma en el marco de la visita Ad Limina; el 29 del mismo mes encontró los Obispos de la región Centro Ovest y Nord 2 de la CNBB.318 En el 2004 los Obispos de Colombia realizaron la Visita ad Limina Apostolorum. El primer grupo, del 7 al 19 de junio, el 8 se reunió con la CAL; el segundo grupo, del 20 al 30 de septiembre, el 24 se reunió con la CAL.319 En el 2005 el Episcopado Méxicano cumplió la Visita ad Limina, la CAL aprovechó de ésya ocasión para reunirse con ellos los días 5, 12, 21 y 26 de septiembre.320

3.2 Reunión en Santo Domingo con los Representantes Pontificios en América Latina

En el mes de noviembre el Vice-Presidente, Mons. Cipriano Calderón, tomó parte en la reunión de los Representantes Pontificios en América Latina, celebrada en Santo Domingo, sobre el tema “Santa Sede y problemas de América Latina”. La reunión fue promovida y organizada por la Secretaría de Estado.321

317 Attività della Santa Sede, 2002, 770-771 318 Attività della Santa Sede, 2003, 755 319 Attività della Santa Sede, 2004, 694 320 Attività della Santa Sede, 2005, 736 321 Attività della Santa Sede, 1990, 1111 295

3.3 Reunión en Santo Domingo con los Presidentes de las Conferencias Episcopales

La Pontificia Comisión para América Latina, en colaboración con el Pontificio Consejo para la Familia, organizó en Santo Domingo, República Dominicana, los días 16 al 18 de junio de 1994, una reunión con todos los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina para tratar algunos temas relativos a la situación eclesial del Continente, el posible Sínodo de América y la familia, en coincidencia con la Conferencia de El Cairo, programada para el mes de septiembre siguiente. La reunión fue presidida por el Cardenal Bernardin Gantin, que presentó una relación sobre “El servicio pastoral de los Obispos y la pastoral familiar”. El Vice-Presidente de la Comisión, Mons. Cipriano Calderón, intervino con una relación sobre “Los desafíos de la Nueva Evangelización en América Latina”.322 También en el 2002, del 1º al 4 de septiembre, el Presidente y el Vice-Presidente de la CAL participaron en el Encuentro con los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina sobre la “Situación y las prospectivas de la familia y de la vida en América”, organizado por la CAL, el CELAM y por el Pontificio Consejo para la Familia.323

3.4 Viajes del Cardenal Presidente y del Obispo Vice-Presidente

Movidos por el deseo de hacerse siempre más presente y eficaz la solicitud pastoral del Santo Padre hacia la Iglesia en América Latina, la CAL ha venido concediendo siempre mayor importancia a los viajes a América Latina y a los países que apoyan con personal y económicamente la obra de la Iglesia en el Continente. Estos viajes se han ido transformando en verdaderos momentos de comunión, de diálogo y de animación pastoral. Así, al año siguiente de la reorganización de la CAL, del 21 al 27 de septiembre de 1989, el Presidente Cardenal Bernardin Gantin y el Vicepresidente Mons. Cipriano Calderón Polo, viajaron a Bogotá (Colombia), para la inauguración de la sede del CELAM. En el curso de ésta visita el Cardenal Gantin hizo pública la carta del Papa Juan

322 Attività della Santa Sede, 1994, 1117 323 Attività della Santa Sede, 2002, 771 296

Pablo II, en la que se anunciaba la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. En noviembre del mismo año el Cardenal Bernardin Gantin y Mons. Cipriano Calderón hicieron un viaje pastoral a lo largo del “camino de los evangelizadores”, en Extremadura (España) y participaron a las celebraciones del VIII Centenario de la Diócesis de Plasencia, Diócesis de origen de Mons. Cipriano Calderón. Del 6 al 13 de mayo de 1990, el Cardenal Bernardin Gantin acompañó al Santo Padre durante su viaje apostólico a México. Por el mismo motivo el Obispo Vice-Presidente viajó a México durante esos días. En el mes de octubre el Presidente y el Vicepresidente visitaron la sede del Centro Unitario para la Cooperación entre las Iglesias, en Verona. Este centro funciona en las instalaciones del antiguo Seminario Latinoamericano Nuestra Señora de Guadalupe, obra impulsada y sostenida por la CAL. En febrero de 1990 el Vicepresidente viajó a Bogotá para participar a la reunión del CELAM. En septiembre Mons. Calderón participó en la reunión de los Organismos Episcopales de Ayuda ala Iglesia en América Latina, que se celebró en Schöenstatt (Alemania). Los días 10 al 21 de octubre de 1991, el Cardenal Presidente acompañó al Santo Padre durante su viaje apostólico en Brasil. El Obispo Vice-Presidente, por el mismo motivo, viajó durante esos días a Brasil. Mons. Cipriano Calderón participó, además, en la XXIII Asamblea Ordinaria del CELAM, celebrada en Buenos Aires (Argentina), del 22 al 27 de abril; El Cardenal Bernardin Gantin y Mons. Cipriano Calderón visitaron oficialmente en mayo de 1992 el pabellón de la Santa Sede en la Exposición “Colombiade” de Génova (Italia) y en septiembre el pabellón de la Santa Sede en la Exposición Universal de Sevilla, éste último pabellón fue dedicado a la evangelización de América y en su realización tomó parte importante la CAL. Los días 22 al 27 de marzo de 1993, Mons. Cipriano Calderón participó en la XXIV Asamblea General Ordinaria del CELAM, celebrada en Caracas (Venezuela). El 4 y el 5 de mayo de 1993 el Cardenal Bernardin Gantin y Mons. Cipriano Calderón visitaron Santiago de Compostela (España), donde con ocasión del “Año Santo Jacobeo”, visitaron la exposición “Santiago y América”. En junio, en 297 el marco de las celebraciones del V Centenario de la evangelización del Nuevo Mundo, el Santo Padre visitó Huelva, La Rábida y otros lugares ligados a la vida de Cristóbal Colón y al descubrimiento de América; después el Papa pasó a Madrid, donde se reunió con la Conferencia Episcopal Española, Mons. Calderón acompañó al Santo Padre en Madrid. Durante el viaje de Juan Pablo II en Jamaica (9 al 11 de agosto de 1993) en México (11 y 12 de agosto de 1993) y en Denver (12 al 16 de agosto de 1993), Monseñor Cipriano Calderón estuvo presente durante las celebraciones del Santo Padre en Mérida y participó en el encuentro del Papa con las comunidades indígenas en el Santuario de Nuestra Señora de Izamal; el Cardenal Bernardin Gantin acompañó al Papa durante la última etapa del viaje, Denver, en los Estados Unidos. Durante el mes de diciembre el Presidente y el Vice-Presidente viajon al Brasil visitando Río de Janeiro, São Paulo y Campinas. En la ciudad de Campinas, el Cardenal Bernardin Gantin, en cuanto Enviado Especial del Santo Padre, presidió la solemne concelebración eucarística con la que el 12 de diciembre se inauguró el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, construido gracias al empeño y entusiasmo pastoral del Cardenal Agnelo Rossi. Del 26 al 31 de diciembre, el Cardenal Bernardin Gantin, Mons. Cipriano Calderón y los Oficiales de la Comisión, P. Víctor Ochoa y P. Juan de Dios Olvera, efectuaron una peregrinación a Tierra Santa como acto de fe con ocasión de las celebraciones del V Centenario y para ofrecer los frutos de estas celebraciones a Jesucristo, en Belén, Nazaret y Jerusalén.324 En 1994, el Cardenal Presidente viajó a Brasil para un curso para Obispos, organizado por la CNBB en Río de Janeiro los días 21 al 26 de febrero. En el mes de mayo, Mons. Cipriano Calderón asistió al “I Congreso Continental de Vocaciones”, celebrado en Itaici (Brasil). En el mes de julio el Cardenal Presidente y el Obispo Vice-Presidente visitaron Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. En estas naciones visitaron varias diócesis, presidieron varias celebraciones eucarísticas, se reunieron con el Episcopado, tuvieron encuentros con el clero, los religiosos y religiosas, con laicos comprometidos en la acción eclesial, visitaron los seminarios, las autoridads civiles. En

324 Attività della Santa Sede, 1993, 1184-1186 298 todas las ocasiones animaron la Iglesia en el proceso de Nueva Evangelización.325 En 1995, del 9 al 23 de febrero, el Vice-Presidente cumplió una visita en Colombia, donde participó en la inauguración de la reunión de coordinación del CELAM y en a reunión de los Obispos Presidentes de las Comisiones para el Clero, de América Latina. Participó a la toma de posesión del nuevo Arzobispo de Boogotá, Mons. Pedro Rubiano Sáenz y visitó las Diócesis de Tunja, Medellín, Apartadó, Sonsón-Rionegro, Cartagena, Ibagué, Espinal, Girardot y fue en peregrinación hasta Santa María la Antigua del Darién, donde ha sido construido un santuario para recordar la creación, en ese lugar, de la primera Diócesis en tierra firme del Continente americano. Del 27 al 30 de abril, Mons. Cipriano Calderón, viajó a México, donde participó a la reunión del CELAM, visitó la Conferencia Episcopal y visitó la Arquidiócesis de Morelia, donde encontró los seminaristas, el clero y las poblaciones indígenas. Del 1º al 6 de mayo, el Presidente de la Pontificia Comisión y el Vice-Presidente, participaron en la Asamblea Ordinaria del CELAM, celebrada en Ciudad de México. El Cardenal Bernardin Gantin presidió la solemne concelebración eucarística conmemorativa de los 40 años del CELAM. Del 1º al 16 de julio, el Presidente y el Vice-Presidente visitaron Colombia, Cuba y Venezuela. En Colombia visitaron las Diócesis de Tunja, Cali, Palmira y Cartagena; tuvieron reuniones con la Conferencia Episcopal y con el Secretariado General del CELAM. En Cartagena bendijeron las nuevas instalaciones del seminario interdiocesano. En Cuba visitaron la Diócesis de Cienfuegos, se reunieron con la Conferencia Episcopal y en la Sede de la Nunciatura Apostólica se reunieron con el Presidente de la República. En Venezuela, visitaron el Presidente de la República, visitaron las Diócesis de Maracay y Guanare, donde peregrinaron al Santuario de la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela. Visitaron también la Diócesis de Coro, la primer Diócesis erigida en el país y finalmente en Caracas, el 14 de julio en la catedral asistieron en la toma de posesión del nuevo Arzobispo, Mons. Ignacio Antonio Velasco García. Del 16 al 24 de julio, Mons. Cipriano Calderón, acompañado por el sacerdote Javier Ferreira, Oficial de la Comisión, viajó a Brasil para participar en el V Congreso Misionero Latinoamericano, celebrado en Belo Horizonte, de allí pasó a México

325 Attività della Santa Sede, 1994, 1117-1118 299 donde encontró la Conferencia Episcopal y visitó las Diócesis de Taxco, Veracruz y Jalapa. En Ciudad de México, el 26 de julio, asistió a la toma de posesión del nuevo Arzobispo, Mons. Norberto Rivera Carrera. El 26 de agosto y hasta el 3 de septiembre estuvo nuevamente en Brasil, para participar al “Encuentro Latinoamericano sobre la Acción Evangelizadora de la Familia ante el desafío de las sectas”, celebrado en Petrópolis por iniciativa del Pontificio Consejo para la Familia.326 En 1996, a comienzos de febrero, el Vice-Presidente de la Comisión viajó a Guatemala, donde participó en la preparación inmediata de la visita del Santo Padre, que del 5 al 12 de febrero visitó Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Venezuela. Mons. Cipriano Calderón se desplazó después a Venezuela con el Santo Padre. El Cardenal Bernardin Gantin acompañó al Santo Padre durante todo el viaje a Centro América y Venezuela. Del 8 al 14 de julio, el Cardenal Presidente de la CAL, acompañado por Mons. Víctor Ochoa, Oficial de la CAL, viajó a Ecuador para reunirse con la Conferencia Episcopal y visitar las Diócesis de Quito, Ibarra, Tulcán, Esmeraldas y Portoviejo; de regreso de Ecuador, en la Nunciatura Apostólica de Bogotá, se reunió con algunos Obispos colombianos y con la Presidencia de la Conferencia Episcopal.327 En 1997, del 14 al 18 de junio, Mons. Cipriano Calderón participó en la reunión informal de los representantes de los Organismos nacionales que se celebró en Leuven (Bélgica). En julio y agosto, el Presidente y el Vice-Presidente visitaron el Paraguay, Perú, Ecuador, Colombia y en el mes de octubre el Brasil. En Paraguay, del 4 al 12 de julio, el Cardenal Presidente, acompañado por el Vice-Presidente, presidió la Santa Misa en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Caacupé, se reunió con el Episcopado y con los religiosos y religiosas del CONFEPAR, visitó la misión de Santa Teresita en el alto Paraguay encontrando los indígenas y la Diócesis de Encarnación. En Perú, del 12 al 22 de julio, el Presidente y el Vice-Presidente, veneraron las reliquias de Santo Toribio de Mongrovejo, de Santa Rosa de Lima y de San Martín de Porres y la tumba del difunto Cardenal Juan Landázuri Ricketts; visitaron también el Santuario del Señor de los Milagros y el Seminario de Santo Toribio de

326 Attività della Santa sede, 1995, 1054-1055 327 Attività della Santa sede, 1996, 1030 300

Mongrovejo; se reunieron con la Conferencia Episcopal y visitaron la sede del Ordinariato Militar, la Arquidiócesis de Arequipa y Trujillo y las Diócesis de Callao y Chimbote. El Cardenal Presidente viajó después a Colombia donde visitó la Arquidiócesis de Cartagena, la Arquidiócesis de Bogotá y la sede del CELAM. Del 22 de julio al 2 de agosto el Obispo Vice-Presidente visitó Ecuador, donde se reunió con la Conferencia Episcopal, visitó la diócesis de Ibarra y la diócesis de Tulcán. Del Ecuador pasó a Colombia, donde visitó la sede del CELAM. Con ocasión de la visita del Papa a Brasil (2-7 de octubre), el Cardenal Presidente y el Obispo Vice-Presidente viajaron al Brasil. El Obispo Vice-Presidente participó en la XXVI Asamblea Ordinaria del CELAM, celebrada en la abadía benedictina de Nuestra Señora de Monserrat del 29 de septiembre al 3 de octubre. Terminada la Asamblea del CELAM, el Presidente y el Vice-Presidente participaron al “II Encuentro Mundial de la Familia”, organizado por el Pontificio Consejo para la familia y que el Santo Padre clausuró el 5 de octubre.328 En 1998, el 18 de enero el Vice-Presidente de la CAL viajó a Cuba con ocasión del viaje apostólico del Santo Padre a esa nación. Antes de la llegada del Santo Padre, Mons. Cipriano Calderón se reunió con los Obispos cubanos y con la comisión preparatoria del viaje. El Cardenal Presidente viajó en el avión papal ya compañó al Santo Padre durante todo el viaje. Del 8 al 18 de marzo, el Vice-Presidente participó en un encuentro con la Conferencia Episcopal de Colombia sobre la pastoral de la paz, celebrado en la sede de la CEC. Del 4 al 16 de julio, Mons. Cipriano Calderón visitó Ciudad de México para participar al III Encuentro Internacional de Sacerdotes en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. Del 17 al 27 de julio, el Vice- Presidente, de México pasó a los Estados Unidos visitando la diócesis de Washington, Arlington, Newar y New York para tratar el grave problema de la asistencia pastoral a los hispanos; visitó el Secretariado para América Latina de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, se entrevistó con el Subsecretario de Estado, el director de la Organización Panamericana de la Salud, el Vice-Presidente del Banco Mundial, el Vice-Presidente de la Cruz Roja Norteamericana, el Secretario General de la OEA y un grupo de parlamentarios de origen latinoamericano. Del 22 de agosto al 1º de septiembre, Mons.

328 Attività della Santa Sede, 1997, 861-862 301

Calderón, acompañado del Sustituto de la Secretaría de Estado, Mons. Giovanni Battista Re, visitó nuevamente Colombia para la conmemoración del trigésimo aniversario del histórico viaje de Pablo VI a Bogotá. En el curso de las celebraciones conmemorativas fue entregada una estatua de Pablo VI, obra del escultor Enrico Manfrini y regalo de Mons. Pasquale Macchi. Mons. Cipriano Calderón participó al Encuentro Continental de Jóvenes, celebrado en Santiago de Chile del 6 al 11 de octubre.329 En 1999, del 22 al 25 de enero, Mons. Cipriano Calderón viajó a México con ocasión del viaje apostólico del Santo Padre a Ciudad de México, donde firmó y presentó oficialmente la Exhortación Apostólica postsinodal Ecclesia in America. El Cardenal Lucas Moreira Neves, Presidente de la CAL, participó a la reunión interamericana de Obispos organizada por el CELAM y celebrada en La Habana del 4 al de febrero, para estudiar la Exhortación Apostólica Ecclesia in America y para analizar la situación de la Iglesia en Cuba a un año de la histórica visita del Santo Padre a esta nación. El Cardenal Presidente se reunió privadamente con el Presidente de Cuba, visitó el santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y celebró la Santa Misa para el pueblo cubano en la catedral de La Habana. Del 10 al 14 de mayo, el Obispo Vice-Presidente de la CAL participó a la XXVII Asamblea Ordinaria del CELAM, celebrada en Quito. Del 12 al 17 de julio, el Obispo Vice-Presidente acompañó la peregrinación a Santiago de Compostela (España) de un grupo de 105 sacerdotes de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA), presidida por el Arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo Vallejo. Mons. Cipriano Calderón fue invitado a participar al “III Encuentro de Políticos y Legisladores de América”, que con el título de “Familia y vida a los 50 años de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre”, se celebró en Buenos Aires del 3 al 5 de agosto.330 En el 2000, del 24 de abril al 1º de mayo, Mons. Cipriano Calderón viajó a Porto Vermelho (Brasil), para participar a las celebraciones del V Centenario del inicio de la evangelización en esa nación. Durante su permanencia en Brasil, Mons. Cirpriano Calderón participó a la solemne concelebración eucarística presidida por el Cardenal Angelo

329 Attività della Santa Sede, 1998, 812-813 330 Attività della Santa Sede, 1999, 862-864 302

Sodano, Secretario de Estado y Enviado del Santo Padre para esta conmemoración; participó, igualmente a la sesión inaugural de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal del Brasil.331 En el 2001, el 14 de mayo, el Presidente de la CAL y el Vice- Presidente viajaron a Caracas (Venezuela) para participar en la XXVIII Asamblea Ordinaria del CELAM. El 16 del mismo mes el Cardenal Giovanni Battista Re viajó a la ciuad de Coro, para conmemorar los 500 años de la celebración de la primera misa en Venezuela. El 22 de julio, Mons. Cipriano Calderón viajó a Guatemala par asistir a la toma de posesión del nuevo Arzobispo de Managua, Mons. Rodolfo Quezada Toruño; visitó también las diócesis de Sololá-Chimaltenango y de Jalapa.332 En el 2002, del 2 al 4 de febrero, el Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la CAL y Mons. Cipriano Calderón, Vice-Presidente, visitaron la sede de Adveniat en Essen (Alemania), con motivo de los 40 años de fundación de este Organismo de Ayuda a la Iglesia en América Latina. El 3 de febrero, el Cardenal Presidente, presidió la solemne celebración eucarística en la catedral de Essen, con la participación de la Comisión Episcopal para Adveniat y del personal que colabora en ésta benemérita obra del Episcopado Alemán. Durante los tres días de la visita se tuvieron reuniones con los Obispos miembros de la Comisión Episcopal para Adveniat y con los directivos de la institución para tratar cuestiones relativas a la situación de la Iglesia en Latinoamérica y a la necesidad de recursos para sostener la acción pastoral de los Obispos del Continente. Del 7 al 10 de abril, con ocasión de los 50 años de la Conferencia Episcopal del Brasil (CNBB), el Cardenal Giovanni Battista Re y Mons. Cipriano Calderón viajaron a esa nación para participar en la sesión inaugural de la Asamblea de la CNBB. Llegados a Brasilia visitaron al Presidente del Brasil y en la Nunciatura Apostólica se reunieron con todos los Cardenales del Brasil y la Presidencia de la CNBB. El 9 de abril visitaron la ciudad de Campinas donde está sepultado el Cardenal Agnelo Rossi en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. De Campinas pasaron a Itaici donde se celebró la Asamblea de la CNBB, que inauguró el Cardenal Giovanni Battista Re. El 27 de julio, el Presidente y el Vice-Presidente de la CAL visitaron Guatemala para

331 Attività della Santa Sede, 2000, 816 332 Attività della Santa Sede, 2001, 788 303 asistir a las celebraciones de canonización del beato Hermano Pedro de San José de Betancur. El 29 asistieron a la bienvenida del Santo Padre y el 30 a la solemne celebración presidida por el Santo Padre. El 30 de julio, en el avión pontificio, partieron para México. En Ciudad de México participaron en la canonización del beato Juan Diego Cuauhtlatoatzin y a la beatificación de los mártires Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.333 En el 2003, el 13 de abril el Presidente y el Vice-Presidente de la CAL participaron en la XXIX Asamblea Ordinaria del CELAM celebrada en Tuparenda, Paraguay. Del 3 al 4 de mayo, el Vice- Presidente de la CAL acompañó al Santo Padre durante su viaje apostólico a España334 En el 2004, del 12 al 16 de febrero, Mons. Luis Robles, Vice- Presidente de la CAL, viajó a México para participar en las celebraciones conmemorativas de los 25 años de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Puebla de los Ángeles. En el mes de agosto, del 26 al 30, el Cardenal Presidente visitó Panamá donde se reunió con la Conferencia Episcopal y con representantes del Gobierno. En octubre, del 10 al 17, el Presidente y el Vice-Presidente tomaron parte en el 48º Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Guadalajara (México).335 En el 2005, el 16 de mayo, el Presidente y el Vice-Presidente viajaron a Perú para participar en la XXX Asamblea Ordinaria del CELAM, que se celebró en Lima del 17 al 20 de dicho mes. En esta ocasión se celebraron los 50 años del CELAM y el año dedicado a Santo Toribio de Mongrovejo. El 17 y el 18 de diciembre, el Cardenal Giovanni Battista Re y Mons. Luis Robles viajaron a la ciudad de Essen para visitar la sede de Adveniat, con motivo del inicio de la campaña de adviento en favor de la Iglesia en América Latina336 En el 2006, el Presidente de la CAL, viajó a Colombia para conferir la consagración episcopal de Mons. Víctor Ochoa, hasta entonces Oficial de la CAL. En esta ocasión visitó la sede del CELAM en Bogotá y la sede del Instituto de Teología Pastoral para América

333 Attività della Santa Sede, 2002, 769-770 334 Attività della Santa Sede, 2003, 755 335 Attività della Santa Sede, 2004, 698-699 336 Attività della Santa Sede, 2005, 735-736 304

Latina (ITEPAL) y del Centro Bíblico Pastoral para América Latina (CEBIPAL) en Medellín.337 En el 2007, el recién nombrado Vice-Presidente, Mons. Octavio Ruiz Arenas, el 10 de julio viajó a Cuba donde tomó parte en la XXXI Asamblea Ordinaria del CELAM celebrada en La Habana. En el 2008, del 28 de febrero al 2 de marzo, Mons. Ruiz participó en el “II Congreso de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades en América Latina y el Caribe”, organizado por la Sección de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades del Departamento de Comunión Eclesial y Diálogo del CELAM.

3.5 Reunión con los embajadores de los países latinoamericanos e Iberoamericanos

La CAL en sus últimos 20 años de existencia ha mostrado atención especial hacia los representantes diplomáticos de los países de América Latina acreditados ante la Santa Sede, esto se nota en las varias reuniones que ha celebrado con ellos en la sede de la Comisión. De los informes preparados para el volumen Attività della Santa Sede, resulta que con los embajadores la CAL se ha reunido el 1º de octubre de 1992, con los embajadores latinoamericanos;338 el 25 de febrero de 1993, con los embajadores de Iberoamérica, con el objetivo de presentarles y entregarles las Conclusiones de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano;339 El 5 de diciembre del 2000, con los embajadores latinoamericanos, en esta ocasión se les entregó el libro “Historia de la Evangelización en América”, que contiene las actas del simposio histórico celebrado en 1999 con ocasión del centenario del Concilio Plenario Latinoamericano;340 El 11 de octubre del 2002, con los embajadores de los países latinoamericanos, de España, de Portugal y de Filipinas, para la presentación y la entrega de la “Declaración de Santo Domingo sobre la familia y la vida”, documento conclusivo del Encuentro con los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina sobre la “Situación y las prospectivas de la familia y de la vida en América”, celebrado en Santo Domingo en septiembre

337 Attività della Santa Sede, 2006, 638 338 Attività della Santa Sede, 1992, 1019 339 Attività della Santa Sede, 1993, 1184 340 Attività della Santa Sede, 2000, 817 305 de ese mismo año. Al encuentro participaron también el Presidente y el Secretario del Pontificio Consejo para la Familia, el Secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado y el Presidente del CELAM.341

4. Publicaciones y obra de difusión del magisterio pontificio

La Pontificia Comisión ha asumido también como parte de su misión la difusión en América Latina de las enseñanzas y orientaciones del Santo Padre. Esta tarea la desarrolla a través de publicaciones de alto valor pastoral. Entre estas señalamos:

4.1 Publicaciones

Historia de la Evangelización de América. Trayectoria, identidad y esperanza de un Continente, Actas del Simposio Internacional sobre la Historia de la Evangelización de América, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1992. Los últimos cien años de la Evangelización en América Latina. Centenario del Concilio Plenario de América Latina, Actas del Simposio Histórico, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1999. Actas y Decretos del Concilio Plenario, edición facsímil de la edición oficial bilingüe latino - español de 1906. Editada para conmemorar el centenario del Concilio Plenario Latinoamericano. Pablo VI Profeta de la evangelización: testimonios de Obispos Latinoamericanos, Editorial Edibesa, Madrid 2003. Para celebrar los 25 años de la muerte del Papa Pablo VI.

4.2 Difusión del Magisterio pontificio

Alocuciones Dominicales del Papa, 1992. V Centenario de la Evangelización de América, Tipografía Políglota Vaticana, Ciudad del Vaticano 1993. Contiene las 25 alocuciones que el Papa dedicó, durante la hora del Angelus los domingos del año 1992, a hablar sobre la evangelización del Continente.

341 Attività della Santa Sede, 2002, 774. 306

Documentos del Santo Padre Juan Pablo II, 1ª Ed. Enero de 1994, 2ª Ed. Octubre de 1994, Tipografía Políglota Vaticana. Este volumen contiene una serie de documentos del Santo Padre relativos al Nuevo Mundo y a la Nueva Evangelización de América. Discursos del Santo Padre Juan Pablo II a los obispos latinoamericanos en Visita ad Limina Apostolorum Petri et Pauli 2001-2003. Contiene los discursos del 3 de marzo 2001 (a los obispos de Panamá) hasta el 7 de febrero del 2003 (discurso a los obispos del Brasil de la región centro-ovest y nord I).

4.3 Publicación de las Actas de las sesiones generales

Igualmente la CAL ha previsto la publicación de las Actas de las Reuniones Plenarias, a partir de la celebrada en el 2001: Iglesia en América al encuentro con Jesucristo vivo, Actas de la Reunión Plenaria del 2001, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2001. Nueva Evangelización en América Latina, Actas de la Reunión Plenaria del 2003, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2003. La Misa dominical centro de la vida cristiana en América Latina, Actas de la Reunión Plenaria del 2005, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2005. La familia y la educación cristiana en América Latina, Actas de la Reunión Plenaria del 2007, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2007. 307

Capítulo XXIII

La Iglesia en América Latina y el gran Jubileo de la Encarnación

1. La Iglesia en América Latina en camino hacia el año 2000

Juan Pablo II vivió su pontificado en tensión hacia el Gran Jubileo del año 2000. El mismo Santo Padre, en la Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente, lo expresa claramente cuando escribe: El pontificado actual, desde el primer documento, habla explícitamente del Gran Jubileo, invitando a vivir el período de espera como «un nuevo adviento». Sobre este tema he vuelto después muchas otras veces, deteniéndome ampliamente en la Encíclica Dominum et vivificantem. De hecho, la preparación del Año 2000 es casi una de sus claves hermenéutica. Ciertamente no se quiere inducir a un nuevo milenarismo, como se hizo por parte de algunos al final del primer milenio; sino que se pretende suscitar una particular sensibilidad a todo lo que el Espíritu dice a la Iglesia y a las Iglesias (cf. Ap 2, 7ss.), así como a los individuos por medio de los carismas al servicio de toda la comunidad. Se pretende subrayar aquello que el Espíritu sugiere a las distintas comunidades, desde las más pequeñas, como la familia, a las más grandes, como las naciones y las organizaciones internacionales, sin olvidar las culturas, las civilizaciones y las sanas tradiciones. La humanidad, a pesar de las apariencias, sigue esperando la revelación de los hijos de Dios y vive de esta esperanza, como se sufren los dolores del parto, según la imagen utilizada con tanta fuerza por san Pablo en la Carta a los Romanos (cf. 8, 19-22).342 Efectivamente ya en su primera Encíclica Redemptor homonis, del 4 de marzo de 1979, puso su pontificado y con él todo la Iglesia en la perspectiva del tercer milenio del cristianismo. El REDENTOR DEL HOMBRE, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia. A Él se vuelven mi pensamiento y mi corazón en esta hora solemne que está viviendo la Iglesia y la entera familia humana contemporánea. En efecto, este tiempo en el que, después del amado Predecesor Juan Pablo I, Dios me ha confiado por misterioso designio el servicio universal vinculado con la Cátedra de San Pedro en Roma, está ya muy cercano al año dos mil. Es difícil decir en estos momentos lo que ese año indicará en el cuadrante de la historia humana y cómo será para cada

342 JUAN PABLO II, Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente, n. 23. 308

uno de los pueblos, naciones, países y continentes, por más que ya desde ahora se trate de prever algunos acontecimientos. Para la Iglesia, para el Pueblo de Dios que se ha extendido —aunque de manera desigual— hasta los más lejanos confines de la tierra, aquel año será el año de un gran Jubileo. Nos estamos acercando ya a tal fecha que —aun respetando todas las correcciones debidas a la exactitud cronológica— nos hará recordar y renovar de manera particular la conciencia de la verdad-clave de la fe, expresada por San Juan al principio de su evangelio: «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros»,y en otro pasaje: «Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna». También nosotros estamos, en cierto modo, en el tiempo de un nuevo Adviento, que es tiempo de espera: «Muchas veces y en muchas maneras habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por ministerio de los profetas; últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo...», por medio del Hijo- Verbo, que se hizo hombre y nació de la Virgen María. En este acto redentor, la historia del hombre ha alcanzado su cumbre en el designio de amor de Dios. Dios ha entrado en la historia de la humanidad y en cuanto hombre se ha convertido en sujeto suyo, uno de los millones y millones, y al mismo tiempo Único. A través de la Encarnación, Dios ha dado a la vida humana la dimensión que quería dar al hombre desde sus comienzos y la ha dado de manera definitiva —de modo peculiar a él solo, según su eterno amor y su misericordia, con toda la libertad divina— y a la vez con una magnificencia que, frente al pecado original y a toda la historia de los pecados de la humanidad, frente a los errores del entendimiento, de la voluntad y del corazón humano, nos permite repetir con estupor las palabras de la Sagrada Liturgia: «¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!».343 La tensión espiritual hacia el Gran Jubileo del año 2000, que el Papa imprimió a su actividad pastoral, fue generosamente acogida por la Iglesia en América Latina. El Papa evangelizador, ya desde los albores de su pontificado contemplaba lo que escribió después en su Carta Encíclica Redemptoris Missio, del 7 de diciembre de 1990: La misión de Cristo Redentor, confiada a la Iglesia, está aún lejos de cumplirse. A finales del segundo milenio después de su venida, una mirada global a la humanidad demuestra que esta misión se halla todavía en los comienzos y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio. Es el Espíritu Santo quien impulsa a anunciar las grandes obras de Dios: « Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe: Y ¡ay de mi si no predicara el Evangelio! » (1 Cor 9, 16).

343 JUAN PABLO II, Carta Encíclica Redemptor hominis, 4 de marzo de 1979, 1 309

En nombre de toda la Iglesia, siento imperioso el deber de repetir este grito de san Pablo. Desde el comienzo de mi pontificado he tomado la decisión de viajar hasta los últimos confines de la tierra para poner de manifiesto la solicitud misionera; y precisamente el contacto directo con los pueblos que desconocen a Cristo me ha convencido aún más de la urgencia de tal actividad a la cual dedico la presente Encíclica.344 La contemplación y meditación de esta realidad lo llevó a proponer a toda la Iglesia el programa de una Nueva Evangelización. Propuesta que lanzó en 1983 en tierra americana, cuando durante su gira apostólica por América Central y Haití inauguró en Port-au-Prince la XIX asamblea general del CELAM. El hecho providencial de encontrarse en Haití, la isla del Caribe “a cuya parte oriental llegó Cristóbal Colón hace casi medio milenio, descubriendo el Nuevo Mundo, al que vino a la vez la luz del Evangelio”, le ofreció la ocasión para hablar del V Centenario de la evangelización de América y en esa prospectiva invitar a la Iglesia a una Nueva Evangelización: La conmemoración del medio milenio de evangelización tendrá su significación plena si es un compromiso vuestro como obispos, junto con vuestro presbiterio y fieles; compromiso, no de re-evangelización, pero sí de una evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión. A este propósito permitidme que os entregue, sintetizados en breves palabras, los aspectos que me parecen presupuestos fundamentales para la nueva evangelización. El primero se refiere a los ministros ordenados. Al terminar su medio milenio de existencia y a las puertas del tercer milenio cristiano, la Iglesia en América Latina necesitará tener una vitalidad, que será imposible si no cuenta con sacerdotes numerosos y bien preparados. Suscitar nuevas vocaciones y prepararlas convenientemente, en los aspectos espiritual, doctrinal y pastoral es, en un obispo, un gesto profético. Es como adelantar el futuro de la Iglesia. Os encomiendo, pues, esa tarea que costará desvelos y penas, pero traerá también alegría y esperanza. El segundo aspecto mira a los laicos. No solamente la carencia de sacerdotes, sino también y sobre todo la autocomprensión de la Iglesia en América Latina, a la luz del Vaticano II y de Puebla, hablan con fuerza sobre el lugar de los laicos en la Iglesia y en la sociedad. El aproximarse del 500 aniversario de vuestra evangelización debe encontrar a los obispos, juntamente con sus Iglesias, empeñados en formar un número creciente de laicos, prontos a colaborar eficazmente en la obra evangelizadora.

344 JUAN PABLO II, Redemptorsi missio, 1. 310

Una luz que podrá orientar la nueva evangelización –y es el tercer aspecto– deberá ser la del documento de Puebla, consagrado a ese tema, en cuanto impregnado de la enseñanza del Vaticano II y coherente con el Evangelio. En este sentido es necesario que se difunda y eventualmente se recupere la integridad del mensaje de Puebla, sin interpretaciones deformadas, sin reduccionismos deformantes ni indebidas aplicaciones de unas partes y eclipse de otras. Que estos próximos años que os acercan a hechos tan significativos, os encuentren, queridos hermanos, llenos de confianza en un nuevo esfuerzo evangelizador. 345 Este anuncio lo recuerda el Papa en su Exhortación Apostólica Ecclesia in America cuando expresa que fue su deseo de que tema de fondo de las asambleas sinodales para cada uno de los Contientes fuera el tema de la Nueva Evangelización. Por lo que en el caso de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos “esta preocupación era más obvia ya que yo mismo había formulado el primer programa de una nueva evangelización en suelo americano”.346 Durante su viaje apostólico a República Dominicana en 1984, al inaugurar la novena de años en preparación al V Centenario del inicio de la evangelización, el Papa propuso con renovado vigor su programa de Nueva Evangelización. En aquella ocasión Juan Pablo II indicaba: El próximo centenario del descubrimiento y de la primera evangelización nos convoca pues a una nueva evangelización de América Latina, que despliegue con más vigor —como la de los orígenes —un potencial de santidad, un gran impulso misionero, una vasta creatividad catequética, una manifestación fecunda de colegialidad y comunión, un combate evangélico de dignificación del hombre, para generar, desde el seno de América Latina, un gran futuro de esperanza.347 Es en esta línea de nueva evangelización en la que se inscriben los dos eventos con los cuales la Iglesia en América Latina se preparó para vivir el Gran Jubileo del Año 2000: la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos.

345 JUAN PABLO II, Discurso a la XIX asamblea general del CELAM, Port-au-Prince, 9 de marzo de 1983. 346 JUAN PABLO II, Ecclesia in America, 6 347 JUAN PABLO II, Homilía durante la celebración de la Palabra en el estadio Olímpico de Santo Domingo, Santo Domingo, 12 de octubre de 1984. 311

1.1 La Cuarta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano

Juan Pablo II en Haití en 1983 y en Santo Domingo en 1984 exhortó a la Iglesia latinoamericana a celebrar en modo especial el V Centenario del inicio de la Evangelización. En Haití, en su discurso al CELAM decía a los Obispos: Como latinoamericanos, habréis de celebrar esa fecha con una seria reflexión sobre los caminos históricos del Subcontinente, pero también con alegría y orgullo. Como cristianos y católicos es justo recordarla con una mirada hacia estos 500 años de trabajo para anunciar el Evangelio y edificar la Iglesia en estas tierras. Mirada de gratitud a Dios, por la vocación cristiana y católica de América Latina, y a cuantos fueron instrumentos vivos y activos de la evangelización. Mirada de fidelidad a vuestro pasado de fe. Mirada hacia los desafíos del presente y a los esfuerzos que se realizan. Mirada hacia el futuro, para ver cómo consolidar la obra iniciada.348 Desde entonces en seno al CELAM comenzó a pensarse sobre el mejor modo de celebrar este acontecimiento. Ya durante la Asamblea del CELAM en Port-au-Prince (Haití), se consideró que la celebración del V Centenario era una coyuntura histórica ideal para una posible Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Surgió así la idea de pedir al Papa la convocación de la IV Conferencia General349. Esta sería una ocasión propicia para evaluar las aplicaciones de Medellín y de Puebla, cuyos vigésimo y décimo aniversarios estaban por celebrarse. La futura Conferencia daría, igualmente, la ocasión a la Iglesia en América Latina para ponerse activamente en camino hacia el jubileo del año 2000, acogiendo la invitación del Papa de promover una “evangelización nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión”. En la XX Asamblea del CELAM celebrada en San José de Costa Rica en 1985 se trató del proyecto con los Presidentes de las Conferencias Episcopales y volvió a ser tema de reflexión en la XXI

348 JUAN PABLO II, Discurso a la XIX Asamblea del CELAM, Port-au-Prince, 9 de marzo de 1983. 349 Ya en 1982 la Conferencia del Epsicopado Dominicano había expresado la intención de celebrar en1992 la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Cfr. Carta de Mons. Hugo E. Polanco, Arzobispo-Obispo de Nuestra Señora de la Altagracia y Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, al Cardenal , Prefecto de la Congregación para los Obispos. Santo Domingo, 22 de abril de 1982. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. 312 asamblea celebrada en Ypacarai (Paraguay) en 1987 donde salió finalmente la sugerencia formal. Con las reflexiones de las reuniones de 1983, 1985 y 1987, la Presidencia del CELAM, en abril de 1987, presentó verbalmente al Santo Padre la sugerencia en el sentido de celebrar una Conferencia General del Episcopado Latinoamericano como centro de las celebraciones del V Centenario. El Santo Padre acogió con entusiasmo la idea y dio las primeras indicaciones en orden a la futura posible Conferencia. En mayo de 1987 el CELAM se dirigió por escrito a la Santa Sede presentando el proyecto de la IV Conferencia y sugiriendo la convocatoria de la misma.350 La respuesta afirmativa se produjo en el mes de julio, cuando el Cardenal Gantin contestó diciendo que el Santo Padre aceptaba el plan y pedía que se sugiriera el tema y el lugar de celebración.351 1.1.1 Preparación de la Conferencia a) Por parte del CELAM352 Con la respuesta positiva del Santo Padre comunicada verbalmente en la audiencia de abril y por escrito en la carta del Cardenal Bernardin Gantin en julio del mismo año, comenzó propiamente el proceso formal de preparación de la IV Conferencia, lo cual exigió la programación de diversas actividades que quedaron incorporadas en el Plan Global del CELAM para la gestión 1987-1991. El Plan Global asumió el proceso de preparación de la IV Conferencia General, que quedó consignado en el programa 2 que tenía por objetivo preciso preparar la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano a realizarse en Santo Domingo en 1992. En el mismo programa se indicaron las siguientes metas: realizar una consulta sobre la temática y metodología de la IV Conferencia; efectuar ocho reuniones regionales para la preparación de la misma,

350 Cfr. Carta del CELAM al Santo Padre Juan Pablo II. Bogotá, 13 de mayo de 1987. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. 351 Cfr. Carta del Cardenal Bernardin Gantin, Prefecto de la Congregación para los Obispos, a Mons. Eduardo Martínez Somalo, Sustituto de la Secretaría de Estado. Roma, 1 de julio de 1987. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. 352 Cfr. Preparación de la IV Conferencia General del Episcopado Latinnoamericano. Relación de Mons. Guillermo Melguizo Yepes, Secretario Adjunto de la IV Conferencia General. Bogotá, julio 15 de 1989. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. 313 hacer una evaluación de Medellín y Puebla; ejecutar la primera fase de preparación de la Conferencia, consistente en la elaboración de un Documento de Consulta” y un “Documento de Trabajo”; evaluar los subsidios teológicos, pastorales y técnicos para la realización de la IV Conferencia; celebrar los veinte años de la Conferencia de Medellín y los diez años de la Conferencia de Puebla. Reuniones Episcopales de Consulta Reunión de Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales. En la reunión de Secretarios Generales de Conferencias Episcopales de América Latina, realizada en Bogotá, en abril de 1988, se hizo una primera y todavía informal consulta sobre la temática de la IV Conferencia. Reuniones de Coordinación y Generales de Coordinación. Asi mismo se consultó ampliamente a los obispos participantes en las reuniones de Coordinación y Generales de Coordinación del CELAM, realizada en Bogotá en 1988 y en 1989 y en la Asamblea Ordinaria de Willemstad, Curaçao, en marzo de 1989. Reuniones regionales episcopales de Consulta. Entre mayo de 1988 y marzo de 1989 se realizó una primera ronda de reuniones regionales episcopales de consulta, con la participación de los obispos representantes de las Conferencias Episcopales de todo el continente. La secuencia fue la siguiente: En Lima, Perú, del 15 al 18 de mayo de 1988, con 22 participantes de los países así llamados bolivarianos; En Buenos Aires, Argentina, el 23 y el 24 de julio de 1988, con 24 participantes del así llamado “Cono sur”; En Guadalajara, México, el 18 de noviembre de 1988, con los Obispos mexicanos durante la asamblea general de la Conferencia Episcopal de ese país; En Santa Tecla, El Salvador, el 22 de noviembre de 1988, con 42 participantes de Centroamérica integrados en el Secretariado Episcopal de América Central-SEDAC; En Willemstad, Curaçao, del 2 al 5 de marzo de 1989, con 22 participantes de los países del Caribe. En cada una de estas reuniones se celebró un encuentro de la Presidencia del CELAM con los Presidentes y Delegados de las Conferencias Episcopales, los directivos y miembros de las Comisiones Episcopales del CELAM, a fin de realizar una primera consulta sobre la temática de la IV Conferencia y la metodología de su preparación y celebración. 314

El metodo seguido en dicha consulta fue el estudio personal y por países de la problemática social y eclesial tanto a nivel continental como regional y nacional; además se hizo un estudio personal y por países de las expectativas que despertaba la IV Conferencia y otros grandes puntos de reflexión; finalmente fueron recogidas las sugerencias en orden a su preparación y celebración. Dos grandes temas fueron propuestos en esas reuniones: Nueva evangelización y Nueva cultura, que serían recogidos luego de un largo debate en la formulación sugerida por los participantes en la reunión general de coordinación de febrero de 1990 a la que siguió inmediatamente después la XXII Asamblea Extraordinaria que discutió de manera prolija el mismo argumento: Una nueva evangelización para una nueva cultura. Elaboración del Documento de Consulta. Para la elaboración del importante instrumento llamado Documento de Consulta, en diciembre de 1988 el CELAM creó una Comisión Central y tres Comisiones especiales: una de Historia, una de Análisis de la Realidad y una de Reflexión Teológico – Pastoral. El equipo de reflexión del CELAM realizó varias reuniones regionales a fin de preparar sus aportes en ámbitos como cristología y eclesiología. A su vez las comisiones de historia y de análisis de la realidad elaboraron sendos documentos llamados Instrumentos de recolección de aportes, para suscitar la participación de diversos sectores de la Iglesia. El documento histórico estaba pensado en el contexto del Quinto Centenario de la Evangelización de América Latina y se orientaba a generar un análisis del proceso evangelizador del Continente, desde la primera hasta la nueva evangelización. Por otra parte el documento de análisis de la realidad titulado Primera aproximación a la realidad del continente latinoamericano, ofrecía una visión sobre el contexto social y eclesial de América Latina. Tanto el documento de historia como el de análisis de la realidad fueron estudiados en las reuniones regionales de Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales, así como en las reuniones regionales de expertos laicos, en los Secretariados de los Episcopados del continente y en los Departamentos especializados del CELAM. 315

Reuniones de Secretariados Generales El proceso de consulta supuso la realización de cuatro reuniones regionales de Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales del Continente. Estas se efectuaron de la siguiente manera: en la ciudad de México, del 24 al 28 de abril de 1989, con participante de México, Centroamérica y Panamá. En Buenos Aires, del 2 al 5 de mayo de 1989, con participantes del Cono Sur, incluido Brasil. En La Habana, del 23 al 25 de mayo de 1989 con participantes del Caribe. Finalmente en Quito, del 27 al 29 de junio de 1989, con participación de los países bolivarianos Reuniones de expertos laicos Con el fin de estudiar los documentos ya mencionados de historia y análisis de la realidad, tanto desde el enfoque político, como económico y social, se organizaron y realizaron cinco reuniones regionales con expertos laicos, de la siguiente manera: en la ciudad de México, los días 17 y 18 de junio de 1989, con participantes de ese país. En Guatemala los días 24 y 25 de junio de 1989, con participantes de Centroamérica. En Santo Domingo los días 8 y 9 de julio de 1989, con participantes del Caribe. En Quito, los días 15 y 16 de julio de 1989, con participantes de los países bolivarianos. Y en Santiago de Chile, los días 15 y 16 de julio de 1989, con participantes del Cono Sur. Consulta a los Departamentos del CELAM Cada uno de los departamentos especializados del CELAM, desde su propio campo pastoral, estudio los documentos mencionados y presentó sus aportes de acuerdo a su campo de competencia. Todos los aportes fueron posteriormente incorporados a la primera redacción del Documento de Consulta. Consulta a nivel de Secretariados de Episcopados Por su parte, los Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales del continente, luego de sus reuniones generales ya mencionadas, llevaron a sus respectivos países los documentos de historia y de análisis de la realidad, para ser estudiados por los expertos y asesores de las Conferencias Episcopales respectivas. Los aportes producidos en este proceso fueron luego incorporados a la primera redacción del Documento de Consulta. 316

Primera redacción del Documento de Consulta Del 14 al 19 de agosto de 1989 se realizó en Bogotá una reunión conjunta de los miembros de las diversas comisiones formadas para la elaboración del Documento de Consulta, así como otros expertos y miembros del Equipo de Reflexión del CELAM. De esta reunión surgió la Primera Redacción del Documento de Consulta, que inmediatamente fue objeto de estudio por parte de grupos de obispos en una nueva ronda de reuniones regionales. Segunda ronda de reuniones regionales de obispos Durante el año 1989 se realizaron cuatro reuniones regionales de Obispos con el fin de estudiar la Primera redacción del Documento de Consulta. Las reuniones para cada una de las cuatro regiones se realizaron en Brasilia, del 9 al 13 de octubre; en Santo Domingo, del 23 al 27 de octubre; en Guatemala, del 13 al 17 de noviembre; y en Bogotá, del 20 al 24 de noviembre. Seminario sobre cultura y evangelización Entre el 30 de octubre y el 4 de noviembre se realizó en Bogotá un Seminario de expertos latinoamericanos acerca del tema “Cultura y Nueva Evangelización”. Objetivo de dicho evento fue preparar un Instrumento de trabajo que pudiera ser utilizado por la Iglesia en América Latina, para unificar los conceptos relativos a la “cultura” y profundizar las características y alcances de la Nueva Evangelización. Segunda redacción del Documento de Consulta Del 4 al 7 de diciembre DE 1989 se realizó en la sede del CELAM en Bogotá, una reunión semejante a la de agosto con los miembros de las diversas comisiones y otros expertos y miembros del Equipo de Reflexión del CELAM para elaborar la Segunda y Definitiva Redacción del Documento de Consulta, basándose en los aportes y sugerencias obtenidas en las cuatro reuniones regionales de Obispos efectuadas en octubre y noviembre de 1989. Este definitivo Documento de Consulta fue presentado a los Presidentes de las 22 Conferencias Episcopales durante la XXII Asamblea extraordinaria del CELAM, celebrada en Bogotá los días 8 y 9 de febrero de 1990. Reunión a la que participó el Vice-Presidente de la CAL, S. E. Mons. Cipriano Calderón. 317

Este Documento de Consulta que se llamó Instrumento Preparatorio – Elementos para una reflexión pastoral en preparación de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Una Nueva Evangelización para una Nueva cultura, tenía carácter relativo y transitorio. Su finalidad era servir de instrumento de preparación, motivar otras investigaciones y estudios de la realidad social y eclesial de cada nación, provocar reflexiones teológico-pastorales en la línea de la Nueva Evangelización frente a la cultura de la modernidad. Estudio del Documento de Consulta Con el Documento de Consulta se realizó durante todo el año 1990 un intenso trabajo de reflexión y recolección de aportes en las Conferencias Episcopales de todo el Continente, en las diócesis, en los movimientos apostólicos, en los seminarios, en las universidades católicas, etc. Dichos aportes fueron enviados al CELAM a finales de ese año. Así, pues, todo el año 1990 fue un intenso año de consulta y de reflexión a través de todo el tejido social de América Latina. El estudio del Documento de Consulta fue tema de la XXIII asamblea ordinaria del CELAM, celebrada los días 22 al 27 de abril de 1991 en Buenos Aires, Argentina. Reunion en la que también tomó parte S. E. Mons. Cipriano Calderón. Documento de Trabajo Con los aportes obtenidos durante el año 1990, se elaboró un Instrumento llamado Documento de Trabajo, que fue enviado por el CELAM a las Conferencias Episcopales de todo el Continente, para su estudio. Los aportes que se hicieron al Documento de Trabajo fueron recogidos por la Conferencias Episcopales durante los primeros meses de 1992 y entregados a los respectivos Delegados a la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Este Documento de Trabajo tenía como marco doctrinal la Nueva Evangelización y el nuevo humanismo frente a la crisis cultural a la luz del magisterio del Papa Juan Pablo II, del Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes), de la Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi y del Sínodo de los Obispos de 1985. El hilo conductor era la evangelización de la cultura y más ampliamente la inculturación del evangelio. Se partía de la crisis de la modernidad para entender este fenómeno de la historia y reflexionar sobre la responsabilidad de la Iglesia en el mismo. En síntesis, frente a 318 la historia y a la realidad social y eclesial de América Latina, la Iglesia marcaba su línea de evangelización en continuidad con el proceso eclesial del Vaticano II, de Medellín y de Puebla, acompañado por el rico magisterio de Juan Pablo II. b) Por parte de la Pontificia Comisión para América Latina353 El proceso de preparación de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano inició cuando la CAL vivía los últimos años de su tercer período histórico (1969-1988). Ya desde entonces la Comisión seguía con atención el proceso iniciado por el CELAM. A partir de 1988, la CAL, reestructurada y potenciada por Juan Pablo II, continuó con mayor vigor su tarea de acompañamiento del proceso de preparación que estaba llevando adelante el CELAM. La preparación de la Conferencia correspondía por estatutos al CELAM, pero la CAL, como órgano de la Santa Sede para América Latina, prestó su invaluable obra de acompañamiento y animación. A través del Cardenal Presidente y del Obispo Vice-Presidente la CAL se hizo presente durante todos los momentos de preparación de la Conferencia que incluía el programa del CELAM. Ya del 21 al 27 de septiembre de 1989 el Cardenal Bernardin Gantin y S. E. Mons. Cipriano Calderón estuvieron en Bogotá para la inauguración de la nueva sede del CELAM. Durante la reunión que sostuvieron con los Obispos del CELAM, el Cardenal Bernardin Gantin hizo pública la carta que el Santo Padre Juan Pablo II le había dirigido el 14 de septiembre de ese año. En aquella ocasión el Santo Padre, recordando la proximidad del V Centenario, escribía: Por eso, entre las celebraciones conmemorativas de este V Centenario, deseo que tenga lugar, como un acontecimiento fundamental, la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en la ciudad de Santo Domingo, para poner así de relieve el papel que esa arquidiócesis tuvo en el inicio de la evangelización del continente recién descubierto. En su momento, yo mismo convocaré la Conferencia que ya se está preparando. En continuidad con las Conferencias de Río de Janeiro (1955), de Medellín (1968) y de Puebla (1979), y en sintonía con las enseñanzas y

353 Signo del importante papel de la CAL en la preparación y celebración de la IV Confrencia General del Episcopado Latinoamericano son los 66 volúmenes del Archivo de la Pontificia Comisión para América Latina que van desde el estudio de la súplica del CELAM al Santo Padre en 1987 hasta la publicación de las Conclusiones. En el archivo falta el volúmen 14. cfr. Arch.PCAL, IV Conferenza. Santo Domingo. 319

orientaciones que esta Sede Apostólica ha venido dando a los Episcopados y a todos los pueblos de Latinoamérica, la atención de la Asamblea de 1992 se centrará en la «Nueva Evangelización», proyectada principalmente sobre la presencia de la Iglesia en las diversas culturas de este Continente. Para esa Nueva Evangelización he convocado a todas las Iglesias que están en América Latina, teniendo presente el reto que nos ofrece el V Centenario de la evangelización y el tercer milenio del cristianismo, hacia el que caminamos llenos de fe y amor a Cristo, Redentor del mundo y Señor de la Historia.354 Durante los días 4 al 7 de diciembre de 1989 la CAL celebró su primera reunión plenaria, en la que se habló sobre la IV Conferencia, dedicando especial atención al estado de su preparación. Para seguir el intenso trabajo del CELAM en la preparación de la IV Conferencia el Santo Padre constituyó en la Curia Romana un “Grupo permanente” compuesto por los Cardenales Bernardin Gantin y Eduardo Martínez Somalo; por los Excelentísimos Mons. Alberto Bovone, Justin Francis Rigali, Jan P. Schotte y Cipriano Calderón y por Mons. Iván Marín López.355 Este grupo realizó diversos encuentros durante el año 1990, el primero de estos encuentros se realizó el 7 de abril de 1990, en la sede de la Congregación para los Obispos y afrontó el estudio de la carta que, con fecha 9 de marzo de 1990 Mons. Darío Castrillón Hoyos, Presidente del CELAM y Mons. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Secretario General, habían escrito al Papa solicitando la convocación oficial de la IV Conferencia. Examinando atentamente el asunto, todos los componentes del Grupo manifestaron unánimemente el parecer de que convenía acceder a la súplica del CELAM, pues, la convocatoria oficial daba mayor firmeza a los trabajos de preparación.356 El Santo Padre en la audiencia concedida al Cardenal Gantin el 10 de diciembre de 1990 aprobó el tema en estos términos: Nueva Evangelización, Promoción Humana, Cultura Cristiana. Jesucristo

354 Cfr. Carta del Santo Padre Juan Pablo II al Señor Cardenal Bernardin Gantin, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Vaticano, 14 de Septiembre de 1989. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. 355 Cfr. Carta de Mons. Giovanni Battista Re, Sustituto de la Secretaría de Estado, a Mons. Cipriano Calderón, Vice-Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Vaticano, 19 de enero de 1990. En: Arch.PCAL, IV Conferencia. Santo Domingo, vol. 41. 356 Cfr. Acta de la Reunión del “Grupo permanente” de la Curia Romana encargado de seguir la preparación de la Conferencia. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. En la misma reunión se estudio el tema de la IV Confrencia propuesto por el CELAM: “Una nueva evangelización para una Nueva Cultura”, acompañado del subtítulo “Cristo y su Evangelio en el hoy de América Latina”. 320 ayer, hoy y siempre (cfr. Heb 13,8). El tema fue hecho público el 12 de diciembre de 1990, mediante el siguiente comunicado emitido por la CAL: El Santo Padre ha fijado el tema de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que se celebrará en Santo Domingo en 1992, con motivo del V Centenario del inicio de la Evangelización del Nuevo Mundo. El tema es el siguiente: “Nueva Evangelización, Promoción Humana, Cultura Cristiana”. La enunciación del tema está acompañada por el siguiente lema: “Jesucristo ayer, hoy y siempre (cfr. Hebr. 13,8).357 Durante el año 1991 la Pontificia Comisión dedicó sus esfuerzos a la preparación del V Centenario del inicio de la Evangelización del Nuevo Mundo centrando su atención en la preparación de la IV Conferencia General, evento central de las celebraciones. En la audiencia que Juan Pablo II concedió al Presidente y al Vice- Presidente de la CAL, el 26 de junio de 1991, manifestó su voluntad de convocar la IV Conferencia y fijó incluso algunos puntos relativos a la organización y al desarrollo de la misma. Así, mediante la carta escrita “de mandato Summi Pontificis” a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y al Presidente del CELAM, el Cardenal Bernardin Gantin, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, comunicó la voluntad del Santo Padre, especificando: Que eran convocados a la Conferencia para participar en la misma con voz y voto: 1) todos los Cardenales de América Latina; 2) Los tres Presidentes y el Secretario General de la Conferencia, que el Santo Padre nombrará; 3) Los miembros de la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano-CELAM; 4) Los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina; 5) Los Presidentes de los Departamentos y los Responsables de las Secciones del CELAM; 6) Los Obispos o los equiparados a ellos, según el derecho, Delegados de las respectivas Conferencias Episcopales de América Latina y elegidos por las mismas según los siguientes criterios de carácter proporcional: las Conferencias Episcopales que cuenten hasta cien miembros elegirán uno cada cinco; las que superen los cien, elegirán uno por cada cinco de los primeros cien miembros y uno por cada diez de los restantes. Serán elegidos también los Sustitutos, para suplir a los Delegados en caso de necesidad; 7) Otros Obispos de América Latina nombrados por el Sumo Pontífice; 8) El Presidente y el Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina y los Consejeros y Miembros de la misma que designe Su Santidad entre los que no participarán en la Conferencia por no estar comprendidos

357 Attività della Santa Sede, 1990, 1112. 321

en los números precedentes; 9) Otros Prelados de la Curia Romana que el Papa nombre; 10) El Secretario General del Sínodo de los Obispos. El Santo Padre estableció también que fueran convocados a participar en la Conferencia, según las modalidades que estableciera el Reglamento, considerando que se trata de una Conferencia de Obispos: 1) 22 sacerdotes seculares, 4 diáconos permanentes, 16 religiosos y religiosas y 16 laicos, designados por Su Santidad entre los que presenten las Conferencias Episcopales de América Latina; 2) Algunos Superiores Mayores designados por Su Santidad; 3) El Delegado Pontificio para la Confederación Latinoamericana de Religiosos – CLAR -, el Presidente, los Vicepresidentes y el Secretario General de la misma. El Santo Padre ha establecido también que sean invitados a la Conferencia: 1) 4 Representantes Pontificios en América Latina, designados por la Secretaría de Estado de Su Santidad; 2) El Presidente y el Secretario General de las Conferencias Episcopales de los Estados Unidos, Canadá, España, Portugal y Filipinas; 3) Los Obispos Presidentes o los Obispos Secretarios Generales del Consilium Conferentiarum Europae, del Symposium de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar y de la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia; 4) Algunos representantes de los Organismos eclesiales nacionales de ayuda a América Latina. Podrán asistir también algunos observadores de otras Iglesias o Comunidades eclesiales. Además, la Santa Sede designará algunos peritos entre presbíteros, religiosos, religiosas y laicos propuestos por las Conferencias Episcopales y por el CELAM.358 Recibida la noticia de la convocación oficial de la IV Conferencia, el CELAM en sintonía con la CAL continuó la preparación de la Asamblea de Santo Domingo difundiendo el Documento de Consulta para la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que había sido entregado a los Presidentes de las Conferencias Episcopales durante la XXIII Asamblea Ordinaria del CELAM, celebrada en Buenos Aires, Argentina, del 22 al 27 de abril. Contemporáneamente en estrecho contacto con el Arzobispo de Santo Domingo, la CAL se ocupó de los aspectos logísticos y prácticos relativos a la preparación de la Conferencia. Del 10 al 14 de junio de 1991 se celebró la segunda Reunión Plenaria de la CAL, que dedicó parte de su tiempo al estudio de la IV

358 Cfr. Carta del Cardenal Berbardin Gantin, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, a los Presidentes de kas Conferencias Episcopales de América Latina. 29 de junio de 1991. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. 322

Conferencia. En aquella ocasión durante la audiencia pontificia concedida a la Plenaria de la CAL el Papa anunció su intención de inaugurar personalmente la Conferencia el 12 de octubre de 1992 en Santo Domingo.359 El 3 de febrero de 1992 se celebró en Vaticano una reunión conjunta de la CAL con el “Grupo permanente” de la Curia Romana designado por el Santo Padre para seguir la preparación de la IV Conferencia y con la Presidencia del CELAM. En esta reunión se trataron varios temas tales como la preparación del Instrumento de Trabajo, la financiación de la IV Conferencia y la redacción del Reglamento de la misma.360 La Pontificia Comisión se ocupó de preparar el reglamento de la Conferencia, que fue aprobado por el Papa y enviado a todos los que participarían en la Conferencia. El reglamento fue después completado con la dinámica de trabajo o metodología que elaboró y publicó el CELAM. El Santo Padre nombró Presidentes de la IV Conferencia el Cardenal , Secretario de Estado; Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo y Presidente del CELAM y el Arzobispo de Belo Horizonte (Brasil), Serafim Fernández de Araujo. Al mismo tiempo nombró Secretarios Generales S. E. Mons. , Obispo titular de Novapietra, Obispo Auxiliar de Brasilia y Secretario General del CELAM y S. E. Mons. Jorge Arturo Mejía Estévez, Obispo de Rancagua (Chile).361 Los días 11 al 14 de mayo de 1992 la CAL celebró el simposio histórico sobre la Historia de la Evangelización de América. Trayectoria, identidad y esperanza de un Continente, verdadero prólogo de la IV Conferencia y valioso aporte científico a la nueva evangelización. El 29 de junio de 1992, bajo la dirección del Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano, se celebró en el Vaticano una reunión de los

359 Attività della Santa Sede, 1991, 1207. 360 Cfr. Reunión conjunta. 3 de febrero de 1992. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. 361 Cfr. Carta del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, al Cardenal Bernardin Gantin, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Vaticano, 18 de mayo de 1992. En: Arch.PCAL, Santo Domingo, Preparación, II. 323

Presidentes y Secretarios Generales de la Conferencia con la Presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina. El Obispo Vice-Presidente concedió el 1º de octubre una Conferencia de Prensa, en la Sala de Prensa de la Santa Sede, para la presentación de la Conferencia de Santo Domingo a los periodistas acreditados ante el Vaticano. El 2 de octubre, se tuvo en la Oficina del Cardenal Secretario de Estado una reunión de los Cardenales y Obispos de la Curia Romana, miembros de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano 1.1.2 Desarrollo de la Conferencia Finalmente, después de la intensa y precisa preparación realizada por el CELAM y la CAL, se llegó al día de inauguración de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. La Conferencia fue inaugurada el 12 de octubre de 1992 por el Santo Padre Juan Pablo II a las 6 de la tarde. Estaban presentes los 354 participantes, de los cuales 307 eran miembros, 24 invitados (sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos, laicos). a) El discurso inaugural de Juan Pablo II El Santo Padre pronunció un importante discurso que iluminó después todo el camino de la Asamblea. Ante todo el Papa exhortó a los Obispos a fijar su mirada y su corazón en Jesucristo, “el mismo ayer, hoy y siempre. El Principio y el Fin, el Alfa y la Omega, el primero y más grande evangelizador”. Como expresión de su paterna solicitud por la Iglesia peregrina en América Latina, recordó a la IV Conferencia General su tarea fundamental: Esta Conferencia se reúne para celebrar a Jesucristo, para dar gracias a Dios por su presencia en estas tierras de América, donde hace ahora 500 años comenzó a difundirse el mensaje de la salvación; se reúne para celebrar la implantación de la Iglesia, que durante estos cinco siglos tan abundantes frutos de santidad y amor ha dado en el Nuevo Mundo. Jesucristo es la Verdad eterna que se manifestó en la plenitud de los tiempos. Y precisamente, para transmitir la Buena Nueva a todos los pueblos, fundó su Iglesia con la misión específica de evangelizar: «Id por todo el mundo y proclamad el evangelio a toda creatura». Se puede decir que en estas palabras está contenida la proclama solemne de la evangelización. Así, pues, desde el día en que los Apóstoles recibieron el Espíritu Santo, la Iglesia inició la gran tarea de la evangelización. San 324

Pablo lo expresa en una frase lapidaria y emblemática: «Evangelizare Iesum Christum», «anunciar a Jesucristo». Esto es lo que han hecho los discípulos del Señor, en todos los tiempos y en todas las latitudes del mundo. […] La presente Conferencia General se reúne para perfilar las líneas maestras de una acción evangelizadora que ponga a Cristo en el corazón y en los labios de todos los latinoamericanos. Esta es nuestra tarea: hacer que la verdad sobre Cristo y la verdad sobre el hombre penetren aún más profundamente en todos los estratos de la sociedad y la transformen. En sus deliberaciones y conclusiones, esta Conferencia ha de saber conjugar los tres elementos doctrinales y pastorales, que constituyen como las tres coordenadas de la nueva evangelización: Cristología, Eclesiología y Antropología. Contando con una profunda y sólida Cristología, basados en una sana antropología y con una clara y recta visión eclesiológica, hay que afrontar los retos que se plantean hoy a la acción evangelizadora de la Iglesia en América.362 A continuación compartió sus reflexiones siguiendo la pauta del enunciado de la Conferencia: nueva evangelización, promoción humana, cultura cristiana. Lo hacía con la intención, explicaba el mismo Santo Padre, de “presentar algunas prioridades doctrinales y pastorales desde la perspectiva de la nueva evangelización”. Nueva evangelización En relación con este aspecto al Santo Padre le interesaba hacer comprender la expresión misma de “nueva evangelización”. No se trataba de un nuevo evangelio: La novedad no afecta al contenido del mensaje evangélico, que es inmutable, pues Cristo es «el mismo ayer, hoy y siempre». Por esto, el evangelio ha de ser predicado en plena fidelidad y pureza, tal como ha sido custodiado y transmitido por la Tradición de la Iglesia. Evangelizar es anunciar a una persona, que es Cristo. En efecto, «no hay evangelización verdadera, mientras no se anuncie el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios». Por eso, las cristologías reductivas, de las que en diversas ocasiones he señalado sus desviaciones, no pueden aceptarse como instrumentos de la nueva evangelización. Al evangelizar, la unidad de la fe de la Iglesia tiene que resplandecer no sólo en el magisterio auténtico de los Obispos, sino

362 JUAN PABLO II, Discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Santo Domingo, 12 de octubre de 1992. En: CELAM, Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano. Rio de Janeiro. Medellín. Puebla. Santo Domingo, Bogotá 1994. 325

también en el servicio a la verdad por parte de los pastores de almas, de los teólogos, de los catequistas y de todos los que están comprometidos en la proclamación y predicación de la fe. En esta perspectiva el Santo Padre llamó la atención sobre los riesgos siempre presentes, sobre todo en el esfuerzo de reflexión teológica, en el campo de la catequesis y de la interpretación de la Escritura. En la teología: No podemos por menos de constatar que existen posiciones inaceptables sobre lo que es la verdad, la libertad, la conciencia. Se llega incluso a justificar el disenso con el recurso «al pluralismo teológico, llevado a veces hasta un relativismo que pone en peligro la integridad de la fe». No faltan quienes piensan que «los documentos del Magisterio no serían sino el reflejo de una teología opinable»; y «surge así una especie de "magisterio paralelo" de los teólogos, en oposición y rivalidad con el Magisterio auténtico». Por otra parte, no podemos soslayar el hecho de que las «actitudes de oposición sistemática a la Iglesia, que llegan incluso a constituirse en grupos organizados», la contestación y la discordia, al igual que «acarrean graves inconvenientes a la comunión de la Iglesia», son también un obstáculo para la evangelización. La confesión de fe « Jesucristo ayer, hoy y siempre » de la Carta a los Hebreos —que es como el telón de fondo del tema de esta IV Conferencia— nos lleva a recordar las palabras del versículo siguiente: «No os dejéis seducir por doctrinas varias y extrañas». Vosotros, amados Pastores, tenéis que velar sobre todo por la fe de la gente sencilla que, de lo contrario, se vería desorientada y confundida. En la catequesis: Todos los evangelizadores han de prestar también una atención especial a la catequesis. Al comienzo de mi Pontificado quise dar nuevo impulso a esta labor pastoral mediante la Exhortación Apostólica Catechesi tradendae y recientemente he aprobado el Catecismo de la Iglesia Católica, que presento como el mejor don que la Iglesia puede hacer a sus Obispos y a todo el Pueblo de Dios. Se trata de un valioso instrumento para la nueva evangelización, donde se compendia toda la doctrina que la Iglesia ha de enseñar. En la interpretación bíblica: Confío asimismo que el movimiento bíblico continúe desplegando su benéfica labor en América Latina y que las Sagradas Escrituras nutran cada vez más la vida de los fieles, para lo cual se hace imprescindible que los agentes de pastoral profundicen incansablemente en la Palabra de Dios, viviéndola y transmitiéndola a los demás con fidelidad, es decir, «teniendo 326

muy en cuenta la unidad de toda la Escritura, la Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe». En la liturgia: Igualmente, el movimiento litúrgico ha de dar renovado impulso a la vivencia íntima de los misterios de nuestra fe, llevando al encuentro con Cristo Resucitado en la liturgia de la Iglesia. Es en la celebración de la Palabra y de los Sacramentos, pero sobre todo en la Eucaristía, culmen y fuente de la vida de la Iglesia y de toda la evangelización, donde se realiza nuestro encuentro salvífico con Cristo, al que nos unimos místicamente formando su Iglesia. Por ello os exhorto a dar un nuevo impulso a la celebración digna, viva y participada de las asambleas litúrgicas, con ese profundo sentido de la fe y de la contemplación de los misterios de la salvación, tan arraigado en vuestros pueblos. El estilo de la nueva evangelización Ya en 1983, durante su discurso al CELAM, en Port-au-Prince, el Papa había indicado el estilo de la nueva evangelización a la que convocaba toda la Iglesia: nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión. Nueva en su ardor: Una evangelización nueva en su ardor supone una fe sólida, una caridad pastoral intensa y una recia fidelidad que, bajo la acción del Espíritu, generen una mística, un incontenible entusiasmo en la tarea de anunciar el Evangelio. En lenguaje neotestamentario es la «parresía» que inflama el corazón del apóstol. Esta «parresía» ha de ser también el sello de vuestro apostolado en América. Nada puede haceros callar, pues sois heraldos de la verdad. La verdad de Cristo ha de iluminar las mentes y los corazones con la activa, incansable y pública proclamación de los valores cristianos. Nueva en sus métodos y en su expresión: Por otra parte, los nuevos tiempos exigen que el mensaje cristiano llegue al hombre de hoy mediante nuevos métodos de apostolado, y que sea expresado en lenguaje y formas accesibles al hombre latinoamericano, necesitado de Cristo y sediento del Evangelio: ¿Cómo hacer accesible, penetrante, válida y profunda la respuesta al hombre de hoy, sin alterar o modificar en nada el contenido del mensaje evangélico?, ¿cómo llegar al corazón de la cultura que queremos evangelizar?, ¿cómo hablar de Dios en un mundo en el que está presente un proceso creciente de secularización? Promoción humana Para la Iglesia la promoción humana es la consecuencia lógica de la evangelización. Refiriéndose a este punto, que en América Latina ha suscitado tantos dolores a la Iglesia, el Santo Padre subrayó la 327 profunda unidad lógica entre anuncio del evangelio y promoción humana. Ante las dificultades de orden económico, político, cultural y social de América Latina, si la Iglesia deseaba prestar un servicio eficaz a la causa de la liberación del hombre debía ser fiel al evangelio para ser fiel al hombre. La preocupación por lo social «forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia» y es también «parte esencial del mensaje cristiano, ya que esta doctrina expone sus consecuencias directas en la vida de la sociedad y encuadra incluso el trabajo cotidiano y las luchas por la justicia en el testimonio de Cristo Salvador ». Como afirma el Concilio Vaticano II en la Constitución pastoral Gaudium et spes, el problema de la promoción humana no se puede considerar al margen de la relación del hombre con Dios. En efecto, contraponer la promoción auténticamente humana y el proyecto de Dios sobre la humanidad es una grave distorsión, fruto de una cierta mentalidad de inspiración secularista. La genuina promoción humana ha de respetar siempre la verdad sobre Dios y la verdad sobre el hombre, los derechos de Dios y los derechos del hombre. A partir de esta referencia a la cuestión social el Papa toca dos conceptos de Medellín y de Puebla, cuya errónea interpretación había distorsionado la acción social de la Iglesia: Opción por los pobres: En continuidad con las Conferencias de Medellín y Puebla, la Iglesia reafirma la opción preferencial en favor de los pobres. Una opción no exclusiva ni excluyente, pues el mensaje de la salvación está destinado a todos. «Una opción, además, basada esencialmente en la Palabra de Dios y no en criterios aportados por ciencias humanas o ideologías contrapuestas, que con frecuencia reducen a los pobres a categorías sociopolíticas económicas abstractas. Pero una opción firme e irrevocable». Teología de la liberación: La genuina praxis de liberación ha de estar siempre inspirada por la doctrina de la Iglesia según se expone en las dos Instrucciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que han de ser tenidas en cuenta cuando se aborda el tema de las teologías de la liberación. Por otra parte, la Iglesia no puede en modo alguno dejarse arrebatar por ninguna ideología o corriente política la bandera de la justicia, lo cual es una de las primeras exigencias del Evangelio y, a la vez, fruto de la venida del Reino de Dios. […] No existe auténtica promoción humana, verdadera liberación, ni opción preferencial por los pobres, si no se parte de los fundamentos mismos de la 328

dignidad de la persona y del ambiente en que tiene que desarrollarse, según el proyecto del Creador. Por eso entre los temas y opciones que requieren toda la atención de la Iglesia no puedo dejar de recordar el de la familia y el de la vida: dos realidades que van estrechamente unidas, pues la « familia es como el santuario de la vida ». En efecto, « el futuro de la humanidad se fragua en la familia; por consiguiente, es indispensable y urgente que todo hombre de buena voluntad se esfuerce por salvar y promover los valores y exigencias de la familia ». Cultura cristiana El evangelio no se identifica con ninguna cultura en particular, las inspira, las transforma desde el interno, las enriquece. En relación con este argumento el Papa subrayó que la evangelización de las culturas representa la forma más profunda y global de evangelizar a una sociedad, pues mediante ella el mensaje de Cristo penetra en las conciencias de las personas y se proyecta en el «ethos» de un pueblo, en sus actitudes vitales, en sus instituciones y en todas las estructuras. Este proceso de evangelización de las culturas exige a la Iglesia: Un esfuerzo y un tacto especial para inculturar el mensaje de Jesús, de tal manera que los valores cristianos puedan transformar los diversos núcleos culturales, purificándolos, si fuera necesario, y haciendo posible el afianzamiento de una cultura cristiana que renueve, amplíe y unifique los valores históricos pasados y presentes, para responder así en modo adecuado a los desafíos de nuestro tiempo. […] «La evangelización de la cultura es un esfuerzo por comprender las mentalidades y las actitudes del mundo actual e iluminarlas desde el Evangelio. Es la voluntad de llegar a todos los niveles de la vida humana para hacerla más digna». Pero este esfuerzo de comprensión e iluminación debe estar siempre acompañado del anuncio de la Buena Nueva, de tal manera que la penetración del Evangelio en las culturas no sea una simple adaptación externa, sino un « proceso profundo y global que abarque tanto el mensaje cristiano, como la reflexión y la praxis de la Iglesia», respetando siempre las características y la integridad de la fe. El Papa concluye su discurso lanzando una mirada esperanzadora hacia el futuro. Los desafíos que se presentan a la Iglesia en América Latina no le impiden fijar sus ojos en Jescristo y desde El y con EL lanzarse confiada hacia la nueva era bajo el signo de la esperanza. La exhortación final sintetiza su fe y su esperanza en el destino de América Latina: «Lo que te ha dicho el Señor se cumplirá». ¡Sé fiel a tu bautismo, reaviva en este Centenario la inmensa gracia recibida, vuelve tu corazón y tu 329

mirada al centro, al origen, a Aquel que es fundamento de toda dicha, plenitud de todo! ¡Ábrete a Cristo, acoge el Espíritu, para que en todas tus comunidades tenga lugar un nuevo Pentecostés! Y surgirá de ti una humanidad nueva, dichosa; y experimentarás de nuevo el brazo poderoso del Señor, y «lo que te ha dicho el Señor se cumplirá». Lo que te ha dicho, América, es su amor por ti, es su amor por tus hombres, por tus familias, por tus pueblos. Y ese amor se cumplirá en ti, y te hallarás de nuevo a ti misma, hallarás tu rostro, «te proclamarán bienaventurada todas las generaciones». b) Los trabajos de la Conferencia Durante el desarrollo de los trabajos la Conferencia organizó 30 comisiones de reflexión doctrinal y de análisis de la realidad eclesial, más las comisiones centrales de coordinación y de redacción. Se presentaron cuatro relaciones generales que desarrollaron el tema de la Conferencia: Jesucristo ayer, hoy y siempre, a cargo de S. E. Mons. Estanislao Esteban Karlic, Arzobispo de Paraná (Argentina); sobre La Nueva Evangelización, a cargo del Cardenal Lucas Moreira Neves; sobre la Promoción Humana, a cargo del P José Luís Alemán, sj. Decano de la Facultad de Ciencias y Economía de la Pontificia Universidad Católica “Madre y Maestra” de Santo Domingo; y sobre La cultura cristiana, a cargo del Dr. Juan de Dios Vial Correa, Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile. c) Documento final El intenso trabajo de las comisiones y de las reuniones plenarias de la Asamblea, en las cuales se dio un amplio diálogo, tuvo como resultado la elaboración de un documento final, Conclusiones, que fue aprobado prácticamente a unanimidad. El documento del título Nueva Evangelización, Promoción Humana, Cultura Cristiana. Jesucristo ayer, hoy y siempre, tiene tres partes: I. Jesucristo, Evangelio del Padre; II. Jesucristo evangelizador viviente en su Iglesia; III. Jesucristo, vida y esperanza de América Latina. El documento, asi como fue aprobado por la Asamblea, se entregó al Santo Padre. Su Santidad autorizó su publicación mediante carta dirigida a los Obispos diocesanos de América Latina con fecha 10 de noviembre de 1992. En dicha carta Juan Pablo II manifiesta su esperanza que el Documento de Santo Domingo pueda orientar la acción pastoral en las Iglesias particulares del Continente, para un renovado compromiso de Nueva Evangelización, Promoción Humana y Cultura Cristiana. El Santo Padre hacía notar, además, que dichas 330

Conclusiones deberán ser analizadas a la luz del magisterio de la Iglesia universal y debían ser actuadas en fidelidad a la disciplina canónica vigente. El Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano, manifestó al Cardenal Bernardin Gantin, con oficio del 12 de noviembre de 1992, que el Santo Padre autorizaba que el mencionado documento fuese transmitido a los Obispos diocesanos de América Latina. La CAL transmitió al Presidente del CELAM la carta del Papa y el documento encargándolo de ponerlo en conocimiento de los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y de disponer su publicación. 1.2 La Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos363 Esta Asamblea Sinodal se coloca en el camino de la Iglesia latinoamericana entre “el recuerdo de la reciente celebración de los quinientos años de la llegada del mensaje evangélico a América, esto es, del momento en que Cristo llamó a América a la fe, y el cercano Jubileo con que la Iglesia celebrará los 2000 años de la Encarnación del Hijo de Dios” dos ocasiones privilegiadas para meditar el don de la fe, dar una mirada al pasado y proyectarse con renovado entusiasmo hacia el futuro. En cuanto al nombre mismo de la Asamblea del Sínodo es importante subrayar la clara intención de unidad y comunión que el Papa quiso transmitir al Continente. En efecto: Se habla de Asamblea Especial para América y no de una Asamblea Panamericana o Intercontinental, no se pretende ignorar las evidentes diferencias culturales, sociales e históricas que caracterizan a América del Norte, América Central, América del Sur y el Caribe. Sin embargo, dado que la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos intenta tratar los problemas comunes a las partes mencionadas, se ha optado por hacer referencia a América como una única realidad geográfica, especificando en cada caso, cuando el contexto lo requiere, las respectivas diferencias.364 Ya en el proceso de preparación se había puesto el problema de cómo llamar esta Asamblea Especial del Sínodo: Sínodo Pan - Americano = expresión tal vez demasiado política (?) Sínodo para las Américas = ¿Qué quiere decir entonces sobre el Caribe?

363 Cfr. GARCÍA Javier, Historia del Sínodo de América, México 1999. 364 CARDENAL JAN PIETER SCHOTTE, Secretario General del Sínodo de los Obispos, Presentación de los Lineamenta de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano 1996. 331

Asamblea para el Continente Americano = existe un sólo continente, dos o tres continentes? Asamblea para América = Esta es la denominación que el Santo Padre ha adoptado, porque engloba todas las zonas geográficas y todas las acepciones políticas. Además, incluye todas las iglesias particulares del Norte, Centro, Sur y Caribe.365 1.2.1 Historia de la iniciativa Fue precisamente en el contexto de los quinientos años del inicio de la evangelización de América Latina, que Juan Pablo II lanzó la propuesta de realizar un encuentro de representantes de los episcopados de toda América. El 12 de octubre de 1992, en el discurso de inauguración de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano manifestó: En esta misma línea de solicitud pastoral por las categorías sociales más desprotegidas, esta Conferencia General podría valorar la oportunidad de que, en un futuro no lejano, pueda celebrarse un Encuentro de representantes de los Episcopados de todo el Continente americano, — que podría tener también carácter sinodal— en orden a incrementar la cooperación entre las diversas Iglesias particulares en los distintos campos de la acción pastoral y en el que, dentro del marco de la nueva evangelización y como expresión de comunión episcopal, se afronten también los problemas relativos a la justicia y la solidaridad entre todas las Naciones de América. La Iglesia, ya a las puertas del tercer milenio cristiano y en unos tiempos en que han caído muchas barreras y fronteras ideológicas, siente como un deber ineludible unir espiritualmente aún más a todos los pueblos que forman este gran Continente y, a la vez, desde la misión religiosa que le es propia, impulsar un espíritu solidario entre todos ellos, que permita, en modo particular, encontrar vías de solución a las dramáticas situaciones de amplios sectores de población que aspiran a un legítimo progreso integral y a condiciones de vida más justas y dignas.366 Este preciso momento histórico lo recuerda el Santo Padre en la Exhortación Apostólica Ecclesia in America: Precisamente el mismo día en que se cumplían los quinientos años del comienzo de la evangelización de América, el 12 de octubre de 1992, con el deseo de abrir nuevos horizontes y dar renovado impulso a la evangelización, en la alocución con la que inauguré los trabajos de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo,

365 CARDENAL JAN PIETER SCHOTTE, Secretario General del Sínodo de los Obispos, La Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos. En: Arch. PCAL, IV Reunión Plenaria de la PCAL, Ciudad del Vaticano, 19 al 23 de junio de 1995. 366 JUAN PABLO II, Discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Santo Domingo, 12 de octubre de 1992. En: AAS 85 (1993) 820-821. 332

hice la propuesta de un encuentro sinodal « en orden a incrementar la cooperación entre las diversas Iglesias particulares» para afrontar juntas, dentro del marco de la nueva evangelización y como expresión de comunión episcopal, « los problemas relativos a la justicia y la solidaridad entre todas las Naciones de América ». La acogida positiva que los Episcopados de América dieron a esta propuesta, me permitió anunciar en la Carta apostólica Tertio millennio adveniente el propósito de convocar una asamblea sinodal «sobre la problemática de la nueva evangelización en las dos partes del mismo Continente, tan diversas entre sí por su origen y su historia, y sobre la cuestión de la justicia y de las relaciones económicas internacionales, considerando la enorme desigualdad entre el Norte y el Sur ». Entonces se iniciaron los trabajos preparatorios propiamente dichos, hasta llegar a la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América, celebrada en el Vaticano del 16 de noviembre al 12 de diciembre de 1997.367 Como ya lo indica el texto apenas citado, los episcopados de América Latina acogieron con entusiasmo la idea, que en la mente del Papa era ya la de una Asamblea especial del Sínodo de los Obispos. El CELAM en su XXIV asamblea ordinaria, celebrada en Caracas, en marzo de 1993, inició el diálogo sobre la mencionada idea de Juan Pablo II y al final emanó la propuesta siguiente: Que el CELAM procure, en contacto con la Santa Sede, hacer las consultas previas a las Conferencias Episcopales sobre la preparación de una Conferencia Panamericana, secundando la propuesta del Santo Padre. La XXIII Reunión Interamericana de Obispos, celebrada en junio de 1993 en Toronto (Canadá) trató ampliamente sobre el tema e insistió en la necesidad de iniciar la consulta oficial a las Conferencias Episcopales de América Latina. Seguidamente la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano, en cumplimiento de la propuesta de las dos Asambleas anteriormente citadas, envió una carta, el 28 de julio de 1993, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina, en la que se pedían opiniones y sugerencias sobre el posible “Encuentro” de representantes de los Episcopados de todo el Continente americano. De las 22 Conferencias que conforman el Consejo Episcopal se recibieron 16 respuestas (febrero de 1994). En ellas se exponían las razones en pro de este “encuentro” de carácter sinodal y se señalaban algunas dificultades para su realización.

367 JUAN PABLO II, Ecclesia in America, n. 2. 333

La III Reunión Plenaria de la CAL (11-15 Octubre de 1993) debatió ampliamente la idea propuesta por el Santo Padre en el discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, relativa a la eventual Asamblea sinodal de toda América. Como fruto del diálogo, unánimemente se aprobó la conveniencia de celebrar una Asamblea especial del Sínodo de los Obispos en Roma.368 Como lo recuerda el Papa en el número 2 de la Exhortación Apostólica Ecclesia in America, en la Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente anunció la celebración de un sínodo para América. En el número 38 de la mencionada Carta Apostólica se lee: Una exigencia posterior señalada por los Cardenales y los Obispos es la de los Sínodos de carácter continental, en la línea de los ya celebrados para Europa y Africa. La última Conferencia General del Episcopado Latinoamericano ha acogido, en sintonía con el Episcopado norteamericano, la propuesta de un Sínodo panamericano sobre la problemática de la nueva evangelización en las dos partes del mismo continente, tan diversas entre sí por su origen y su historia, y sobre la cuestión de la justicia y de las relaciones económicas internacionales, considerando la enorme desigualdad entre el Norte y el Sur.369 El 12 de junio de 1995 el Papa nombró el Consejo presinodal de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos para la Asamblea Especial para América, encargado de ayudar al Secretario General del Sínodo de los Obispos en la preparación de la Asamblea. Dicho Consejo pre-sinodal estaba compuesto en su mayoría por Obispos de América. 1.2.2 Preparación La preparación de las Asambleas Sinodales es competencia del Sínodo de los Obispos, por esto la Secretaría General inmediatamente comenzó el proceso de preparación para esta asamblea sinodal especial enviando una carta de consulta a todos los interesados en el Continente americano, es decir a las Conferencias Episcopales y a los Arzobispos sui iuris de las Iglesias Orientales, así como también a la Curia Romana y a la Unión de Superiores Generales, con el objeto de definir un tema de relevancia contemporánea, de interés universal y de carácter urgente para ser tratado en esta asamblea sinodal especial.

368 Cfr. MONS. CIPRIANO CALDERON, Relación-Memoria de la III reunión plenaria de la CAL, VI. En: 369 JUAN PABLO II, Tertio Millennio Adveniente, 10 de noviembre de 1994, 38. 334

Los resultados de esta consulta, ulteriormente analizados y discutidos por el Consejo pre-Sinodal de la Asamblea Especial para América, así como una serie de recomendaciones elaboradas por el mismo consejo, fueron luego remitidos al Santo Padre. Tomando en consideración las propuestas del Consejo, el Santo Padre eligió el siguiente tema para esta Asamblea Especial: Encuentro con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América. La formulación del tema intenta responder al contexto de las circunstancias de la Iglesia en América y al mismo tiempo abarcar la realidad que afecta a tanta gente y tantas culturas del Continente americano. Iluminando el rol central de Jesucristo vivo, como camino de conversión, de comunión y de solidaridad, la Iglesia en América se preparará mejor a celebrar el Gran Jubileo del Año 2000 y cumplirá más eficazmente la nueva evangelización llevando a todos habitantes del Continente el mensaje de salvación. Para presentar en modo general este tema sinodal, la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, en cooperación con los miembros del mismo Consejo pre-Sinodal y teólogos del Continente americano, ha elaborado los Lineamenta, el primero de una serie de documentos en relación con la Asamblea Especial para América. Como su mismo nombre lo sugiere, este documento ofrece un primer esbozo sobre el tema. El único propósito de la elaboración de este texto es suministrar una base común de reflexión, así como también generar sugerencias y observaciones.370 Los Lineamenta, enviados a los Obispos de América para ser estudiados obtuvieron la misma buena acogida que había suscitado la idea de la celebración de la Asamblea Sinodal. El cuestionario que los acompañaba fue contestado por 23 de las 24 Conferencias Episcopales de América. Con las respuestas de las Conferencias Episcopales y de las otras partes interesadas, a las cuales por derecho competía responder, el Consejo pre-sinodal y la Secretaría General con la ayuda de expertos procedieron luego a la redacción del Documento de Trabajo, que fue objeto de la cuarta y quinta reuniones del Consejo pre-sinodal, celebradas en Roma respectivamente del 6 al 8 de mayo y del 2 al 4 de julio de 1997. En la primera de estas reuniones se estudió un proyecto

370 CARDENAL JAN PIETER SCHOTTE, Secreatrio General del Sínodo de los Obispos, Presentación de los Lineamenta de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano, 1996. 335 inicial del texto, que contenía una síntesis de las respuestas divididas según los grandes temas sugeridos por el cuestionario. La segunda reunión fue dedicada al estudio de un segundo proyecto, en el cual se habían integrado en un único texto las diversas partes del primer proyecto y las observaciones presentadas oportunamente por los Miembros del Consejo pre-sinodal. El Instrumentum laboris, presentado en los cuatro idiomas oficiales definidos para la Asamblea Especial (español, inglés, portugués y francés), conservaba, en sus grandes líneas, el esquema desarrollado por el Documento de Preparación, el cual, a su vez, seguía los aspectos propuestos por el tema de la asamblea sinodal: Encuentro con Jesucristo vivo - camino de conversión - camino de comunión - camino de solidaridad. De este modo, el Documento de Trabajo quedaba compuesto por una introducción, cuatro partes y una breve conclusión. En la introducción se centra la atención sobre el tema sinodal y sobre las tres características fundamentales que definen la identidad religiosa de América: la común raíz cristiana, la vitalidad de una Iglesia joven y el pluralismo cultural. En la primera parte, bajo el título "El Encuentro con Jesucristo vivo", se desarrollan los grandes principios que aseguran el anuncio de la verdad completa sobre el misterio de Cristo, así como también el tema de la relación entre Evangelio y cultura (las características dominantes de la cultura contemporánea, las culturas indígenas y afroamericanas, las culturas de los pueblos inmigrantes, la piedad popular, la educación y los medios de comunicación social). En la segunda parte, se desarrolla el tema de la conversión a Jesucristo y se plantean los aspectos positivos y negativos de la realidad eclesial y del mundo en el contexto americano. La tercera parte, desarrolla el tema de la comunión en Jesucristo como presupuesto y como finalidad de la evangelización, y además introduce en la temática de la eclesiología de la comunión en el Concilio Vaticano II, para luego exponer las dificultades para la comunión intraeclesial y la situación de la Iglesia Católica en el contexto religioso del Continente (relaciones ecuménicas, diálogo interreligioso y el problema de las sectas y otros movimientos religiosos). En la cuarta parte, se enfrenta el tema de la solidaridad, llamando la atención sobre la conciencia solidaria de la Iglesia en América y sobre el uso que Ella hace de la Doctrina Social para responder a los grandes desafíos de la sociedad contemporánea en el Continente (la pobreza, la deuda externa y la cultura de muerte, entre otros). El documento se cierra con una breve conclusión, en la cual se retoman las coordenadas del tema sinodal en relación a la nueva evangelización en los umbrales del tercer milenio, invocando la protección de la Virgen María, Nuestra Señora de Guadalupe, para 336

anunciar a Jesucristo vivo, camino de conversión, comunión y solidaridad en el Continente.371 1.2.3 Celebración de la Asamblea y la Exhortación Apostólica Postsinodal Ya con el Instrumento Laboris se llegó a la inauguración de la Asamblea Especial para América. El 16 de noviembre de 1997 fue inaugurada en la Ciudad del Vaticano con la solemne celebración eucarística presidida por Su Santidad Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro. Concluida la Asamblea Sinodal el fruto del diálogo y de la reflexión de los Padres Sinodales fue entregado al Santo Padre, que en enero de 1999 promulgó la Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in America. Juan Pablo II, en un gesto más de su solicitud por América quiso firmar la mencionada Exhortación y entregarla a los Episcopados de América en el Santuario Mariano de Nuestra Señora de Guadalupe, en México, el 22 de enero de 1999. El 23 de enero celebró en el mismo Santuario la misa conclusiva del Sínodo para América, colocando a los pies de la Virgen Mestiza del Tepeyac los frutos de la Asamblea Sinodal. La Exhortación Apostólica Postsinodal está estructura en una introducción, seis capítulos y la conclusión. Los Capítulos desarrollan el tema de la Asamblea Especial para América: capítulo I: El encuentro con Jesucristo vivo; capítulo II: El encuentro con Jesucristo en el hoy de América; capítulo III: Camino de conversión; capítulo IV: Camino para la comunión; capítulo V: Camino para la solidaridad; capítulo VI: la misión de la Iglesia en América: la Nueva Evangelización. 1.2.4 La Pontificia Comisión para América Latina y la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos. En el informe de la actividad de la Pontificia Comisión para América Latina durante el año 1997, en relación con la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos se sintetiza así el papel que en este evento eclesial tuvo la CAL:

371 Cardenal Jan Pieter Schotte, Secretario General del Sínodo de los Obispos, Presentación del Instrumento Laboris de la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano 1997. 337

La Pontificia Comisión para América Latina en su primer momento, en el ámbito de su propia competencia, sostuvo esta iniciativa lanzada por la primera vez por el Santo Padre en el discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo, en octubre de 1992 y hecha explícita en la Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente. La Comisión participó activamente en la preparación del Sínodo. Tanto el Presidente como el Vice-Presidente, por nombramiento pontificio, como algunos de los Consejeros y Miembros, formaron parte del Consejo Pre- sinodal de la Secretaría del Sínodo de los Obispos para la Asamblea Especial para América. Además, durante toda la fase preparatoria del Sínodo, hubo una constante comunicación entre la Comisión y la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, como también con un numeroso grupo de Obispos latinoamericanos. El 28 de enero de 1997, los Consejeros y Miembros presentes en Roma se reunieron para estudiar los Lineamenta preparados con ocasión de la Asamblea Sinodal. Fue elaborada una síntesis que se presentó luego a la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. Participaron como miembros de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para América, el Cardenal Presidente de la Comisión, como Miembro ex officio; el Obispo Vice Presidente, como Miembro ex nomina pontificia y casi todos los Consejeros y Miembros de la Comisión, por diversos motivos. Durante la realización de la Asamblea Sinodal, en colaboración con el Consejo Episcopal Latinoamericano, en las oficinas de la Comisión se estableció una secretaría al servicio de los Padres Sinodales latinoamericanos, que trabajó intensamente.372

2. La Iglesia en América Latina ante el nuevo milenio que se abre: la Quinta Conferencia General del Episcopado Latino- americano

Con la frescura que imprimió a la Iglesia la celebración del Gran Jubileo del año 2000, el Papa Juan Pablo II convocó a la Iglesia a proyectarse con entusiasmo hacia el futuro, a remar mar adentro en el mar de la historia para adentrarse en el nuevo milenio que se abre, duc in altum! En la Carta Apostólica Tertio Millennio Ineunte exhortaba a toda la Iglesia: Queridos hermanos y hermanas, es necesario pensar en el futuro que nos espera. Tantas veces, durante estos meses, hemos mirado hacia el nuevo

372 Attività della Santa Sede, 1997, 860-861. 338

milenio que se abre, viviendo el Jubileo no sólo como memoria del pasado, sino como profecía del futuro. Es preciso ahora aprovechar el tesoro de gracia recibida, traduciéndola en fervientes propósitos y en líneas de acción concretas. Es una tarea a la cual deseo invitar a todas las Iglesias locales. En cada una de ellas, congregada en torno al propio Obispo, en la escucha de la Palabra, en la comunión fraterna y en la « fracción del pan » (cf. Hch 2,42), está « verdaderamente presente y actúa la Iglesia de Cristo, una, santa, católica y apostólica ».1 Es especialmente en la realidad concreta de cada Iglesia donde el misterio del único Pueblo de Dios asume aquella especial configuración que lo hace adecuado a todos los contextos y culturas. 373 Esta exhortación del Juan Pablo II fue acogida con fervor por el Episcopado latinoamericano, que para responder a los deseos del Papa comenzó a pensar en una V Conferencia del Episcopado Latinoamericano como la mejor ocasión para asimilar las enseñanzas del Santo Padre en la Exhortación Apostólica Ecclesia in America, la riqueza de espiritualidad que había dejado el Gran Jubileo y proyectar así, con renovado entusiasmo, la Iglesia del Continente hacia el tercer milenio que llega.

2.1 Génesis de la idea y su maduración

La idea surgió durante la XXVIII asamblea ordinaria del CELAM, celebrada en Caracas (Venezuela) en el mes de mayo del 2001. En aquella ocasión, mientras se discutía de la celebración de los 50 años del CELAM, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, intervino diciendo que cabía pedirle al Santo Padre la convocación de una nueva Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. La propuesta fue acogida con entusiasmo por los participantes que dieron su voto favorable, sólo dos se abstuvieron. Asì, pues, el 12 de octubre del 2001 la Presidencia del CELAM escribió al Santo Padre pidiendo que “tuviera a bien” aprobar la idea de una V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, de modo que fuera posible iniciar su preparación remota.374 El 30 de noviembre del 2001 el CELAM recibió la primera respuesta por parte de la Santa Sede. Mediante carta de esa fecha, la CAL comunicaba:

373 JUAN PABLO II, Tertio Millennio Ineunte, 3 374 Cfr. Carta de la Presidencia del CELAM al Santo Padre. Roma, 12 de Octubre del 2001. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales. 339

El Santo Padre ha visto con atención el asunto, como lo han hecho también la Secretaría de Estado de Su Santidad y la Presidencia de esta Pontificia Comisión para América Latina. La propuesta ha sido considerada favorablemente, pero no resulta fácil poder dar ahora una respuesta relativa a una iniciativa que ha de realizarse dentro de 5 años. Siendo difícil asumir actualmente un compromiso real para el 2005, parece conveniente que el Consejo de Presidencia del CELAM siga profundizando la cuestión y presente el problema de nuevo después de un año.375 El 21 de marzo del 2003 la Presidencia del CELAM volvió a escribir al Santo Padre renovando la petición hecha en el 2001. En esta segunda carta el CELAM afirma: Durante el tiempo transcurrido desde entonces hemos consultado, en diferentes instancias de la IglesialLatinoamericana y hemos constatado no sólo la general aceptación, sino también la conveniente oportunidad de su celebración. El parecer es pues, de entusiasmo y esperanza para dar un nuevo impulso a la pastoral del Continente. En cuanto a los temas aparece con mayor insistencia y consenso responder al llamado de la NMI, 3 “para pensar en el futuro que nos espera”, (analizar el fervor y recuperar un nuevo impulso para el compromiso espiritual y pastoral y propiciar así el encarnarse de la Iglesia en el tiempo y en el espacio.376 La Presidencia del CELAM deseaba poder transmitir la decisión del Santo Padre a los Obispos reunidos en la XXIX Asamblea Ordinaria, en mayo del 2003. En esa Asamblea del CELAM el Cardenal Giovanni Battista Re propuso reflexionar sobre el tema de la V Conferencia General, sobre su fecha de celebración y sobre el lugar más adecuado, propuso además que no se celebrara en octubre o noviembre del 2005 para no coincidir con la Asamblea del Sínodo de los Obispos sino que se trasladara para unos meses después y que como lugar de celebración se considerara la posibilidad de la Ciudad de Roma. La Asamblea no trató toda la temática relativa a la V Conferencia, pero manifestó el deseo de que la Conferencia fuera celebrada en América Latina, mas deseando contar con la presencia del Papa se expresó también la disponibilidad de que fuera celebrada en Roma.

375 Carta del Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la CAL, a Mons. Jorge Enrique Jiménez Carvajal, Presidente del CELAM. Vaticano, 30 de noviembre de 2001. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales. 376 Carta de la Presidencia del CELAM al Santo Padre. Bogotá, 21 de marzo de 2003. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales. 340

Finalmente la Asamblea, constatando la favorable acogida que el Santo Padre daba a la petición, decidió renovar unánimemente la solicitud de la V Conferencia. El CELAM inició desde entonces una preparación más intensa recibiendo observaciones de parte de los Cardenales de la Santa Sede y de colaboradores del Santo Padre y de tantos otros interesados en razón de su oficio en la celebración de la V Conferencia. Al CELAM llegaron observaciones de diverso tipo: las primeras recogían las experiencias difíciles de la Conferencia de Santo Domingo, las segundas señalaban los inconvenientes de elaborar en la misma Conferencia un documento conclusivo y por último las que indicaban que no era conveniente tratar un tema demasiado denso.

2.2 La reunión de Puebla, febrero del 2004

La Presidencia del CELAM, el 17 de octubre del año 2003, informó del estado de la cuestión a todos los Presidentes de las Conferencias Episcopales y a los Cardenales latinoamericanos que participaron en la celebración del 25º aniversario del pontificado del Santo Padre. La información que allí se comunicó preparó el encuentro de Puebla de los Ángeles, los días 12 y 13 de febrero del 2004, programado para esbozar la preparación de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano. Este encuentro precedió la jornada académica del 14 de febrero con la que se celebraron los 25 años de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y de la primera peregrinación del Santo Padre a Santo Domingo y a México. El encuentro de Puebla, a la cual asistieron casi todos los Presidentes de las Conferencias Episcopales, fue un primer paso en el largo camino de preparación. Aún no se sabía cuál sería la modalidad de la Asamblea, pero la Santa Sede apoyaba su trabajo preparatorio. Durante estos dos días, los representantes de las Conferencias Episcopales de América Latina reflexionaron sobre la magnitud de los cambios ocurridos recientemente en nuestros pueblos y en la Iglesia de nuestro continente. Los impresionó la extensa lista de transformaciones profundas que se habían producido y que seguían modelando y desafiando la acción pastoral de la Iglesia. Los Obispos reunidos en Puebla consideraron también atentamente todas las objeciones que se habían presentado en relación con la 341

Conferencia general. Sobre las objeciones los Obispos presentes fueron del parecer: 1) que el número de participantes podía reducirse a un máximo de 200 miembros; 2) que era posible tomar decisiones durante la asamblea, que fuesen la base para elaborar posteriormente un documento final; y 3) concentrar el temario en una materia específica. Los Obispos consideraron también la posibilidad de no concluir la V Conferencia con un documento, sino de programar una Gran Misión Continental. Se examinó igualmente la fecha prevista para la V Conferencia y se pensó que podía ser celebrada en septiembre del 2006. Sobre la fecha se tuvo siempre presente la celebración del Sínodo de los Obispos del 2005 y la relativa Exhortación Apostólica Postsinodal, de todos modos la intención del CELAM era poder celebrar la Conferencia antes de mayo del 2007, cuando se elegiría la nueva presidencia del CELAM.377

2.3 Desafíos y signos de esperanzas que motivaron la V Conferencia

Los Obispos reunidos en Puebla en febrero del 2004 examinaron las razones por las cuales era conveniente celebrar la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. En modo particular las dos ponencias presentadas por Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal y por el Cardenal Cláudio Hummes, los convencieron que eran tantos los desafíos que la Iglesia en Latinoamérica debía afrontar al inicio del tercer milenio, que se hacía siempre más necesario que los Obispos del Continente se reunieran en Conferencia General para buscar juntos las estrategias pastorales adecuadas para transmitir con fidelidad el evangelio en la cambiante cultura latinoamericana. Monseñor Jorge Jiménez Carvajal trazó el itinerario histórico de las Conferencias anteriores, desde Río de Janeiro hasta Santo Domingo, cada una celebrada en un momento particularmente importante en el camino evangelizador de la Iglesia en América Latina. La Conferencia del Cardenal Claudio Hummes sobre la nueva situación que afronta la Iglesia en el Subcontinente, mostró los profundos cambios religiosos, políticos económicos y culturales a los que se debe enfrentar la

377 Sobre esta reunión de Puebla cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 2. Aniversario XXV de Puebla realizado en febrero del 2004, 2) Aniversario de Puebla y la V Conferencia, c) Carta Card. Errázurriz al Card. Re donde le informa sobre los puntos tratados en Puebla con relación a la V Conferencia. 10 de Marzo del 2004. 342

Iglesia. Era claro que a la Iglesia en América Latina el tiempo actual presenta grandes desafíos pero también extraordinarios signos de esperanza. Entre los desafíos que debe afrontar la Iglesia, el Cardenal Hummes evidenciaba principalmente el descenso del número de los católicos; el desconcierto ante el pluralismo religioso; la agresividad contra la Iglesia; la pérdida de credibilidad de la Iglesia a causa de los graves escándalos, con razón o sin razón, suscitados; la globalización asimétrica de los valores; la secularización; el desconocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia; la inestabilidad política y la corrupción; la pobreza y el desempleo; la educación de la juventud según modelos que la alejan de la Iglesia; y el débil proceso de integración latinoamericana. En medio a estos desafíos brillan con fuerza los signos de esperanza, entre los que el Cardenal Hummes señala la fe en Dios; la religiosidad popular; el amor a la Santísima Virgen; la devoción al Santo Padre; el significativo número de laicos comprometidos; el fuerte proceso de Nueva Evangelización que anima a los fieles al encuentro con Jesucristo vivo; los esfuerzos educativo de la Iglesia Ante este panorama, los Obispos se afianzaron en su convicción de sugerir al Papa la convocación de la Conferencia General. Los Obispos percibieron que Latinoamérica y el Caribe necesitaban un impulso nuevo, sabio y vigoroso, si querían mantener y profundizar el sustrato católico de su cultura. A la luz de los desafíos y las esperanzas de la Iglesia en América Latina, en el encuentro de Puebla se examinaron los temas que habían sido propuestos como el tema central e integrador de la V Conferencia, como fruto de las reflexiones se coincidió en centrar todas las reflexiones, las oraciones y los trabajos de la V Conferencia en el mismo tema: Discípulos de Jesucristo en la Iglesia Católica para la Nueva Evangelización en el tercer milenio.

2.4 El carácter canónico de la Conferencia General

Un interrogante que tocaba más profundamente la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano estaba relacionado con su identidad según las normas canónicas vigentes. Este interrogante lo 343 planteó claramente el Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado de Su Santidad, en carta enviada al CELAM: Hay que reflexionar sobre si todavía es oportuno o no el recurso a la fórmula de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano, tal como se hicieron en el pasado. Como es sabido, este tipo de reuniones son una fórmula preter-canónica no prevista por la actual legislación eclesiástica. A esto, hay que añadir la reflexión sobre si no es más conveniente recurrir a algunos de los recursos canónicos existentes, como podía ser una Asamblea general del CELAM o una Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos.378 En relación con este problema apenas expuesto, el Cardenal Errázurriz, de acuerdo con el Cardenal Secretario de Estado, promovió una consulta entre los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe y los Cardenales latinoamericanos.379 De los 24 Cardenales respondieron 23 y de los 22 Presidentes de Conferencias Episcopales que componen el CELAM, respondieron 21. El resultado de la consulta fue favorable a que la Asamblea prevista fuese una Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. De la consulta resultó también que los Obispos consultados deseaban que fuera celebrada no antes de noviembre 2006 y no después de febrero 2007, con el deseo de tener listas las conclusiones para mayo del 2007, cuando se instalaría la nueva Presidencia del CELAM.

2.5 La audiencia pontificia del 27 de mayo 2004

En mayo del 2004, su Santidad Juan Pablo II quiso encontrar al Presidente y al Secretario General del CELAM para conocer más de cerca la historia de la iniciativa y lo que se había realizado desde la Asamblea del CELAM en el 2001. El Cardenal Francisco Javier Errázurriz Ossa, Presidente del CELAM, a propósito de esta audencia escribe: Fuimos invitados a almorzar con él el día jueves recién pasado. Compartían la mesa con el Santo Padre, junto a sus dos secretarios personales, Mons. Leonardo Sandri, Sustituto de la Secretaría de Estado, y

378 Carta del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, al Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Presidente del CELAM. Vaticano, 20 de abril de 2004. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I. Preparación, 3. Abril-Diciembre de 2004. 379 Cfr. Carta del Cardenal Francisco Javier Errázuris Ossa, Presidente del CELAM, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe. Santiago, 21 de abril de 2004. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Abril-Diciembre de 2004. 344

nosotros dos, en representación del CELAM. La comida sería un almuerzo de trabajo. Le relatamos al Santo Padre toda la historia de esta iniciativa, comenzando con la proposición del Cardenal Oscar Andrés Rodríguez en la Asamblea de Caracas, en mayo del 2001, hasta la consulta reciente. [...] El Santo Padre había recibido la documentación que le había sido preparada para la audiencia y conocía la materia. Cuando llegamos a la pregunta clave, que estaba sometida a la resolución del Santo Padre - si el encuentro sería una Va Conferencia General del Episcopado Latinoamericano o una Asamblea especial del Sínodo de los Obispos - consideró las respuestas a la consulta reciente y no se hizo esperar su decisión favorable a una Va. Conferencia General. La comunicó con estas palabras: “Mantenete la vostra forma!”. [...] Con el Santo Padre hablamos también de la fecha de la celebración. En atención a todas las circunstancias y a las opiniones que ustedes enviaron, la celebración será, Dios mediante, en enero o febrero del año 2007.380 El Cardenal Errázurriz dejó en las manos del Santo Padre una carta en la que solicitaba la aprobación de la V Conferencia. Escribía el Cardenal Errázuriz “Con nuestros trabajos preparatorios no podemos seguir adelante, mientras Vuestra Santidad no tenga a bien manifestarnos si aprueba la celebración de una V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y defina la fecha aproximada de su eventual realización”.381 Con fecha 31 de mayo de 2004 el Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, escribía al Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina: El Santo Padre, a la luz de cuanto el Cardenal Presidente del CELAM le ha expuesto, con su carta del pasado día 27 de mayo, ha aceptado la petición de convocar una Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, disponiendo además que tenga lugar en Roma en el mes de febrero del año 2007.382

380 Carta del Cardenal Francisco Javier Errázuris Ossa, Presidente del CELAM, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe. Santiago, 31 de mayo de 2004. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Abril-Diciembre 2004. 381 Cfr. Carta del Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Presidente del CELAM, al Santo Padre. Roma, 27 de mayo de 2004. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Abril- Diciembre de 2004. 382 Carta del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado, al Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Vaticano, 31 de mayo de 2004. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Abril-Diciembre de 2004. 345

2.6 Consulta a las Conferencias Episcopales de América Latina

Durante el 2004 y hasta abril del 2005, se hicieron las consultas necesarias a las Conferencias Episcopales, siguiendo la metodología ya empleada en las anteriores ocasiones a través de las reuniones episcopales regionales. Las reflexiones tenidas durante estas reuniones confirmaron el deseo de que el tema que se presentara al Papa versara sobre la identidad, la formación y la comunión de los discípulos de Jesucristo, como también su envío misionero y su misión como constructores de la comunión en la Iglesia y en la sociedad. El tema desde el principio apareció centrado en el ser Discípulos de Jesucristo. Con los aportes de las Conferencias se preparo el tema que fue propuesto al Papa para su aprobación

2.7 La aprobación del tema por parte del Papa

El CELAM deseaba que el Santo Padre pudiera entregarle el tema como él lo aprobara a comienzos de mayo. Pues así, con ocasión de la asamblea del CELAM, en Lima a partir del dia 17 de mayo del 2005, se podía comunicar a todas las Conferencias Episcopales de América Latina. Por eso apenas se pudo recoger de todas las Conferencias Episcopales las proposiciones, el CELAM propuso al Santo Padre el siguiente temario: “Por el encuentro con Jesucristo, discípulos y misioneros en la comunión de la Iglesia Católica, al inicio del tercer milenio, para que nuestros pueblos tengan vida”. El 28 de abril, pocos días después de la elección, el Santo Padre Benedicto XVI recibió en audiencia a la Presidencia del CELAM para tratar asuntos relacionados con la V Conferencia.383 El CELAM solicitó esa audiencia para dejar en manos del Santo Padre el tema, la fecha, el lugar y la convocación de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que había sido ya aprobada por el Santo Padre Juan Pablo II y por él prevista para febrero del 2007.384

383 Cfr. L'america Latina sull'agenda del Papa. En: Avvenire, Venerdì 29 aprile 2005, 3. 384 Cfr. Carta de la Presidencia del CELAM al Santo Padre Benedicto XVI. Roma, 27 de abril de 2005. En: Arch.PCAL, V Confrencia, I-Preparación, 4. Marzo-Junio de 2005. 346

Ya en esa ocasión Su Santidad se mostró plenamente de acuerdo con la celebración de la misma, manifestando su deseo de aprobar el tema antes de la Asamblea del CELAM programada para mayo del 2005 en Lima. Sin embargo, la cantidad de asuntos a los cuales el Santo Padre debió atender durante los primeros meses de su pontificado le impidieron proceder rápidamente y dar la respuesta al CELAM en el tiempo deseado. El 7 de julio del 2005, durante la audiencia concedida al Presidente del CELAM, le entregó el tema definitivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que el Cardenal Errázuriz comunicó a los Presidentes de las Conferencias Episcopales: El día 7 de este mes, en la audiencia que tuve con el Santo Padre en el Vaticano, me comunicó el tema que aprobaba para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano: Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida. - “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6) – De esta manera el Santo Padre acogió las conclusiones acerca de la formulación del temario que aprotaron las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe que componen nuestro Consejo Episcopal, y las de nuestra Asamblea Ordinaria, celebrada en Lima.385 El Santo Padre enriqueció la enunciación del tema, pues suya es la expresión “en Él” y la cita evangélica.386

2.8 Documento de Participación ( o Consulta)

Una vez aprobado el tema por parte del Santo Padre, se iniciaron las actividades para la elaboración del Documento de Participación (o Consulta). Con la ayuda de algunos expertos, la Comisión Central Preparatoria de la V Conferencia se dedicó a la tarea de preparar el Documento que presentara el tema y suscitara la participación de las Comunidades en todas las diócesis del Continente.387 El Documento llamado justamente de Participación fue publicado en septiembre del

385 Carta del Cardenal Francisco Javier Errázurriz Ossa, Presidente del CELAM, a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe. Santiago, 11 de julio de 2005. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 5. Julio-Diciembre del 2005. 386 Cfr. CARDENAL FRANCISCO JAVIER ERRÁZURRIZ OSSA, Nota de presentación del Documento de Participación. Santiago, 8 de septiembre de 2005. 387 Con fecha del 3 de septiembre la CAL hizo llegar al CELAM algunas notas sobre el “Documento de participación”. Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 5. Julio-Diciembre del 2005. 347

2005. Inmediatamente se hizo llegar a las Conferencias Episcopales para iniciar el período de estudio y participación. A partir de noviembre del 2005 se empezaron a recibir en la sede del CELAM los aportes de las Conferencias Episcopales. Durante el mes de diciembre fueron clasificadas, según los diversos temas. Respondieron 21 de las 22 Conferencias Episcopales. Sus respuestas sumaron 1.421 páginas. En los Estados Unidos de América se trabajó con el Documento de participación en 50 diócesis. También ellas enviaron el fruto de sus reflexiones

2.9 El Documento de síntesis

Así fue llamado el Documento preparatorio final, y no “Documento de Trabajo”, porque este último término se ha prestado a interpretaciones erróneas, como si fuera el esbozo del documento conclusivo. Con todo el material recibido, durante el mes de enero del 2007 un grupo de obispos y de teólogos trabajó en la sede del CELAM resumiendo los aportes recibidos y escribiendo el Documento de Síntesis. Este instrumento se entregó a todos los convocados a la Conferencia para que tuvieran el tiempo de prepararse en vista de una mejor participación en la Conferencia.

2.10 Lugar y fecha de celebración

El 14 de octubre del 2005, en el marco del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía, Su Santidad Benedicto XVI recibió en audiencia los Cardenales Pedro Rubiano, Cláudio Hummes, Jorge Mario Bergoglio y Javier Errázurriz Ossa. El Santo Padre quería convenir sobre el lugar y la fecha de celebración de la V Conferencia. Para los Obispos latinoamericanos la presencia del nuevo Papa en América Latina era de suma importancia. La experiencia de los numerosos viajes de Juan Pablo II en el Continente demostraban cómo la presencia del sucesor de Pedro lograba despertar la fe de tantos que vivían alejados de la Iglesia y animar a los que se esforzaban por vivir en la fidelidad al evangelio y a la Iglesia. Además, su voz de Padre y Pastor de la Iglesia llegaría más directamente al corazón de los fieles. A estas razones pastorales los Cardenales añadieron una razón simbólica importante, era oportuno demostrar prácticamente la diferencia entre una Conferencia General del Episcopado y una Asamblea del Sínodo de los Obispos. En el caso de la Conferencia 348

General del Episcopado Latinoamericano, la iniciativa surgía en el seno mismo de los Obispos de América Latina, la primera proposición del tema era obra de los mismos obispos, el documento final es una expresión del magisterio del episcopado en comunión con el Santo Padre que autoriza su publicación. Con todas estas motivaciones, los Cardenales manifestaron su parecer en el sentido de que era conveniente que la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano se celebrara en el lugar de América Latina que el Santo Padre tuviera a bien establecer; y que el Episcopado y el pueblo latinoamericano anhelaban contar con la presencia de Pedro, que confirma en la fe a sus hermanos. Después de escuchar las proposiciones el Santo Padre decidió: “será junto al Santuario mariano de Aparecida. Dios que me ha dado este encargo, me dará las fuerzas para cumplirlo”. Como fecha aprobó que tuviera lugar desde el 13 al 31 de mayo del año 2007.388 El mismo día 14 de octubre, en la tarde, la Oficina de Prensa del CELAM emanó el siguiente comunicado de Prensa: EL viernes 14 de octubre, el Santo Padre Benedicto XVI recibió en audiencia al Presidente del CELAM, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, en compañía de los Cardenales Pedro Rubiano de Colombia, Claudio Hummes de Brasil y Jorge Mario Bergoglio de Argentina. El Santo Padre deseaba informarse del avance del trabajo preparatorio de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Con gusto le fue entregado el primer ejemplar impreso del Documento de Participación. Después de escuchar con mucho interés los motivos que llevaron a los Presidentes de las Conferencias Episcopales a desear que la V Conferencia General fuera celebrada en Latinoamérica, con la gracia que alienta su ministerio de Pastor de la Iglesia Universal, manifestó a los cardenales presentes que le parecía bien celebrar la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe junto al Santuario Mariano de Aparecida en Brasil, e inaugurar allí la gran Asamblea durante el mes de mayo del año 2007. Recordamos que el tema de esta V Conferencia General fue entregado en julio pasado por el mismo Papa Benedicto XVI: “Discípulos y misioneros

388 Cfr. Carta de agradecimiento del Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Presidente del CELAM, al Santo Padre. Ciudad del Vaticano, 14 de octubre de 2005; Carta del Cardenal Francisco Javier Errázuris Ossa, Presidente del CELAM, al Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Ciudad del Vaticano, 15 de octubre de 2005. En: Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 5. Julio-Diciembre del 2005. 349

de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida. Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6)”.3892.11 La convocación oficial

El día 20 de abril del 2006, el Cardenal Giovanni Battista Re comunicó al Presidente del CELAM, Cardenal Francisco Javier Errázurriz Ossa, que el Santo Padre convocaba oficialmente para los días 13 al 31 de mayo del año 2007 la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Aquí el texto de la carta de convocación: Vaticano, 20 Abril de 2006 Prot. N. 645/03 Eminencia Reverendísima: El Santo Padre Benedicto XVI, acogiendo el deseo manifestado por el CELAM y teniendo en cuenta el bien de la Iglesia en los Países de América Latina ha convocado formalmente para los días del 13 al 31 de mayo del año 2007 la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, cuya sede será la ciudad de Aparecida en Brasil. El tema de la Conferencia será: “Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida” (“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, Jn. 14,6). Por encargo de Su Santidad le comunico también que el Sumo Pontífice ha aprobado el adjunto Reglamento (anexo), que deberá seguirse para la preparación, designación de participantes y el desarrollo de dicha Quinta Conferencia. Ruego, por tanto, a Vuestra Eminencia que informe a las Conferencias Episcopales sobre la convocación del Santo Padre, pidiéndoles que procedan a la elección de sus representantes y oportunamente notifiquen el resultado de dichas elecciones a la Pontificia Comisión para América Latina. Así mismo, tenga a bien solicitar a las Conferencias Episcopales que presenten, de acuerdo con las disposiciones del Reglamento, las personas que pudieren participar como invitados u observadores en la Quinta Conferencia. Me es grato participarle que el Santo Padre agradece de corazón la labor de preparación de la Quinta Conferencia que ha ya realizado el CELAM y las Conferencias Episcopales, extendiendo también su gratitud a quienes colaboran en dicha preparación. Invocando la intercesión de María Madre de la Iglesia para el feliz éxito de este importante acontecimiento eclesial, el Santo Padre envía su especial bendición apostólica.390

389 Oficina de Prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano, Boletin del 14 de octubre de 2006. 350

El 12 de diciembre, día de Nuestra Señora de Guadalupe, a las 12 del mediodía de Roma, se hizo público el nombramiento de los tres Presidentes, del Secretario General y del Secretario Adjunto de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. El comunicado de prensa emanado por la Sala de Prensa de la Santa Sede y publicado en L’Osservatore Romano es el siguiente: El Santo Padre, acogiendo el deseo expresado por el CELAM, ha convocado la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que tendrá lugar en Aparecida (Brasil) del 13 al 31 de mayo del 2007 y que tendrá como tema: "Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida" ("Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida", Jn 14,6). El Papa ha nombrado Presidentes de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano: - al Eminentísimo Cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina; - al Eminentísimo Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Arzobispo de Santiago de Chile y Presidente del CELAM; - al Eminentísimo Cardenal Geraldo Majella Agnelo, Arzobispo de San Salvador de Bahía y Presidente de la Conferencia Episcopal Brasileña. El Santo Padre también ha nombrado Secretario General de la mencionada Conferencia General a S.E. Mons. Andrés Stanovnik, O.F.M. Cap., Obispo de Reconquista y Secretario General del CELAM; y Secretario Adjunto a S.E. Mons. , Obispo Auxiliar de Sao Paulo Y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Brasil.391 2.12 Celebración. Discurso inaugural de S. S. Benedicto XVI

La V Conferencia del Episcopado Latinoamericano fue inaugurada por el Santo Padre Benedicto XVI la tarde del 13 de mayo del 2007, con un discurso que trazó las líneas fundamentales de la Conferencia misma. En su discurso el Papa agradece a Dios por el don de la fe que ha animado a los pueblos de América Latina durante más de cinco siglos; subraya la continuidad de la V Conferencia con las Conferencias precedentes celebradas en Río de Janerio (1955), Medellín (1968), Puebla de los Ángeles (1979) y Santo Domingo

390 Cfr. Carta del Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, al Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Presidente del CELAM. Vaticano, 20 de abril de 2006. En: Arch.PCAL, I-Preparación, 6. Marzo-Junio del 2006. 391 L'Osservatore Romano, 12 de Octubre de 2006. 351

(1992), reconociendo que desde la última Conferencia muchas cosas han cambiado y nuevos desafíos se presentan a la acción evangelizadora de la Iglesia. El Papa indicó los principales desafíos y signos de esperanza que brillan en el horizonte de la Iglesia latinoamerica y que constituirían materia de reflexión de la V Conferencia, en el tentativo de ayudar a los fieles a vivir en fidelidad al Evangelio en el hoy de América Latina. 2.12.1 Desafíos y signos de esperanza a) Desafíos El resurgir de las religiones precolombinas, que, viendo la Iglesia como parte del proceso de colonización y de opresión, pretenden separarse de Cristo y de la Iglesia; el fenómeno de la globalización; formas de gobierno autoritarias o inspiradas en ideologías que se pensaban ya superadas; aumento de la pobreza; debilitamiento de la vida cristiana y de su influjo en la sociedad; debilitamiento del sentido de pertenencia a la Iglesia; el secularismo; el hedonismo; el indiferentismo religioso; el proselitismo de numerosas sectas, de religiones animistas y de nuevas expresiones seudorreligiosas. b) Signos de esperanza La evolución hacia la democracia, que se nota en casi todos los países del Continente; la madurez de las comunidades eclesiales; la juventud de la Iglesia latinoamericana; la presencia de nuevos movimientos eclesiales y de nuevos institutos de vida consagrada; la rica y profunda religiosidad popular; la profunda devoción a la Virgen María; la devoción a los santos; el amor al Papa y a los demás Pastores. 2.12.2 Discípulos y misioneros El Santo Padre pasó luego a iluminar con su palabra de Supremo Pastor de la Iglesia, cada uno de los puntos a los que hacía mención el tema central de la Conferencia: Discípulos y Misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Desarrollando la primera parte, Discípulos y misioneros, el Santo Padre recordó la vocación bautismal de los fieles a ser discípulos y misioneros de Jesucristo. La Iglesia tiene la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del Pueblo de Dios, y recordar también a los fieles de este Continente que, en virtud de su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo. 352

Esto conlleva seguirlo, vivir en intimidad con Él, imitar su ejemplo y dar testimonio. Todo bautizado recibe de Cristo, como los Apóstoles, el mandato de la misión: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará” (Mc 16,15). Pues ser discípulos y misioneros de Jesucristo y buscar la vida “en Él” supone estar profundamente enraizados en Él. 2.12.3 “Para que en Él tengan vida” Los pueblos de América Latina y del Caribe han de ser llevados al encuentro con Jesucristo para que en Él tengan vida. El anhelo profundo de plenitud de vida humana y cristiana es, sobre todo, anhelo de “la plenitud de vida que Cristo nos ha traído: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10). Con esta vida divina se desarrolla también en plenitud la existencia humana, en su dimensión personal, familiar, social y cultural. Este encuentro con Cristo vivo que dona la plenitud de la vida se da en modo particular en la Eucaristía. De aquí la necesidad de dar prioridad pastoral a la valorización de la Misa dominical. Cada domingo y cada Eucaristía es un encuentro personal con Cristo. Al escuchar la Palabra divina, el corazón arde porque es Él quien la explica y proclama. Cuando en la Eucaristía se parte el pan, es a Él a quien se recibe personalmente. La Eucaristía es el alimento indispensable para la vida del discípulo y misionero de Cristo. Del encuentro con Jesucristo vivo surgen luego las estructuras justas de la sociedad que permitirán un orden social justo. Las estructuras justas son, como he dicho, una condición indispensable para una sociedad justa, pero no nacen ni funcionan sin un consenso moral de la sociedad sobre los valores fundamentales y sobre la necesidad de vivir estos valores con las necesarias renuncias, incluso contra el interés personal. Donde Dios está ausente – el Dios del rostro humano de Jesucristo – estos valores no se muestran con toda su fuerza, ni se produce un consenso sobre ellos. No quiero decir que los no creyentes no puedan vivir una moralidad elevada y ejemplar; digo solamente que una sociedad en la que Dios está ausente no encuentra el consenso necesario sobre los valores morales y la fuerza para vivir según la pauta de estos valores, aun contra los propios intereses. Ser auténticos discípulos y misioneros de Jesucristo para que los pueblos de América Latina y el Caribe en Él tengan vida, es el mejor servicio que la Iglesia presta en el propósito de afrontar y solucionar los graves problemas sociales y políticos 353

2.12.4 Otros campos prioritarios Concluyendo su discurso el Santo Padre continúa diciendo: “para llevar a cabo la renovación de la Iglesia a vosotros confiada en estas tierras, quisiera fijar la atención con vosotros sobre algunos campos que considero prioritarios en esta nueva etapa”. E indica así: a) La familia La familia, “patrimonio de la humanidad”, constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos. b) Los sacerdotes Los primeros promotores del discipulado y de la misión son aquellos que fueron llamados “para estar con Jesús y ser enviados a predicar» (cf. Mc 3,14), o sea, los sacerdotes. c) Religiosos, religiosas y consagrados En un mundo que tantas veces busca, sobre todo, el bienestar, la riqueza y el placer como finalidad de la vida, y que exalta la libertad prescindiendo de la verdad del hombre creado por Dios, vosotros dais testimonio de que existe otra forma de vivir con sentido; recordad a vuestros hermanos y hermanas que el Reino de Dios ha llegado; que la justicia y la verdad son posibles si nos abrimos a la presencia amorosa de Dios nuestro Padre, de Cristo nuestro Señor, del Espíritu Santo nuestro Consolador. d) Los laicos Todos los hombres y mujeres bautizados deben tomar conciencia de que fueron configurados con Cristo Sacerdote, Profeta y Pastor, a través del sacerdocio común del Pueblo de Dios. Deben sentirse corresponsales en la construcción de la sociedad según los criterios del Evangelio, con entusiasmo y audacia, en comunión con sus Pastores. e) Los Jóvenes y la pastoral vocacional En América Latina la mayoría de la población está formada por jóvenes. A este respecto debemos recordarles que su vocación es ser amigos de Cristo, discípulos, centinelas de la mañana. Iluminados con la palabra del Santo Padre la Conferencia inició sus actividades. Fueron días de intensa oración, reflexión y estudio. El 29 de mayo los miembros de la Conferencia enviaron su mensaje final a los pueblos de América Latina y del Caribe donde se convoca a todos 354 los fieles del Continente a realizar con entusiasmo la Gran Misión Continental, como un nuevo Pentecostés para la Iglesia en Latinoamérica. En el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, el 31 de mayo el Cardenal Javier Errazurriz Ossa celebró la eucaristía conclusiva. El Documento final fue dejado en manos de la Presidencia de la V Conferencia General para ser presentado al Santo Padre, en orden a su futura publicación.

2.13 El Documento final

El lunes 11 de junio, los tres presidentes de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe fueron recibidos por el Papa Benedicto XVI en audiencia privada en donde consignaron el Documento de Conclusiones de la recién finalizada Conferencia General, documento que lleva el nombre de Aparecida. Los Cardenales Francisco Javier Errázuriz, Giovanni Battista Re y Geraldo Magella Agnelo, se reunieron con el Santo Padre para presentarle el fruto de los 18 días de trabajo concretados en el Documento de Aparecida y compartir con el Santo Padre las bondades del ambiente en que se realizó la conferencia, no sólo por el ambiente físico del Santuario, sino por el clima de comunión y de presencia del Espíritu Santo que todos los asistentes experimentaron. El Documento de Aparecida, presentado al Papa, tiene tres grandes partes que siguen el método de reflexión teológico-pastoral “ver, juzgar y actuar”. Propone mirar la realidad con ojos iluminados por la fe y un corazón lleno de amor, proclama con alegría el Evangelio de Jesucristo para iluminar la meta y el camino de la vida humana, y busca, mediante un discernimiento comunitario abierto al soplo del Espíritu Santo, líneas comunes de una acción realmente misionera, que ponga a todo el Pueblo de Dios en un estado permanente de misión. Ese esquema tripartito está hilvanado por un hilo conductor en torno a la vida, en especial la Vida en Cristo, y está recorrido transversalmente por las palabras de Jesús, el Buen Pastor: “Yo he venido para que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10). El 29 de junio del 2007, el Papa Benedicto XVI con carta dirigida a los obispos de América Latina y el Caribe, autorizó la publicación del Documento de Aparecida. 355

Al mismo tiempo que expreso mi reconocimiento por el amor a Cristo y a la Iglesia, y por el espíritu de comunión que ha caracterizado dicha Conferencia General, autorizo la publicación del Documento Conclusivo, pidiendo al Señor que, en comunión con la Santa Sede y con el debido respeto por la responsabilidad de cada Obispo en su propia Iglesia particular, sea luz y aliento para una fecunda labor pastoral y evangelizadora en los años venideros. En este Documento hay numerosas y oportunas indicaciones pastorales, motivadas con ricas reflexiones a la luz de la fe y del contexto social actual. Entre otras, he leido con particular aprecio las palabras que exhortan a dar prioridad a la Eucaristía y a la santificación del Día del Señor en los programas pastorales (cf. nn. 251-252), así como las que expresan el anhelo de reforzar la formación cristiana de los fieles en general y de los agentes de pastoral en particular. En este sentido, ha sido para mí motivo de alegría conocer el deseo de realizar una "Misión Continental" que las Conferencias Episcopales y cada diócesis están llamadas a estudiar y llevar a cabo, convocando para ello a todas las fuerzas vivas, de modo que caminando desde Cristo se busque su rostro (cf. Novo millennio ineunte, 29).392 2.14. La CAL y la Va Conferencia General

Ya en cuanto hemos dicho hasta aquí aparece evidente la importante participación que tuvo la CAL en el proceso de preparación de la V Conferencia General. En este último numeral queremos resaltar en modo particular el interés que la CAL, a través del Cardenal Presidente y del Obispo Vice-Presidente, dedicó a la preparación de la Conferencia y está dedicando al post-Aparecida. a) En el proceso de preparación La CAL tuvo una importante participación durante todo el proceso de preparación de la V Conferencia General desde el momento mismo en que el CELAM consideró la posibilidad de su realización hasta el día de su inauguración el 13 de mayo en Aparecida. - Apoyo a la iniciativa del CELAM A partir del momento en que surgió la idea de celebrar la Va Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, el Cardenal Giovanni Battista Re y S.E. Mons. Cipriano Calderón hasta el 2003 y

392 Benedicto XVI, Carta de S. S. Benedicto XVI a los Hermanos en el Episcopado de América Latina y el Caribe, Vaticano, 29 de junio de 1007. En: CELAM, Documento de Aparecida. 356

S.E. Mons. Luis Robles hasta el 2007, acompañaron constantemente el camino de la Conferencia. A la propuesta del CELAM presentada al Santo Padre el 12 de octubre del 2001,393 el Cardenal Re escribió al CELAM, en nombre del Santo Padre, animando al Episcopado latinoamericano con la noticia que la propuesta del CELAM “había sido acogida favorablemente”.394 En el 2003 la CAL acompañó el trabajo del CELAM, que en colaboración con todas las Confrencias Episcopales de América Latina trabajaba en la preparación de la Va Conferencia. En ese año, como previsto en la carta del 2001, el CELAM presentó nuevamente al Santo Padre la solicitud de la celebración de dicha Conferencia General. La documentación presentada por el CELAM fue estudiada por la CAL por parte de su Vice-Presidente, Mons. Cipriano Calderón, quien presentó al Cardenal Secretario de Estado, Angelo Sodano, una relación detallada sobre cuanto había adelantado el CELAM desde el 2001. Mons. Calderón anexaba a su relación algunas consideraciones respecto a la oportunidad de celebrar una V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, teniendo presente la gran movilización de personal que implicaba su realización, el larguísimo trabajo de preparación y los inmensos gastos económicos.395

393 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales, 1) Propuesta del CELAM al Santo Padre realización de la V Conferencia. 12 de Octubre de 2001. 394 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales, 4) Carta del Card. Re al Presidente del CELAM, comunicando que la propuesta ha sido considerada favorablemente, pero en el 2003 se tomará la decisión. 30 de noviembre de 2001. 395 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 1. Pasos iniciales, 6) Carta de Mons. Cipriano Calderón al Card. Sodano con informe de la eventual V Conferencia. 11 de abril de 2003. En el Informe, Mons. Cipriano Calderón escribía: “Consideraciones. Según la praxis, seguida en la realización de las anteriores Conferencias, es el Santo Padre quien: - Decide sobre la oportunidad de realizar la Asamblea (Aprobación); - Anuncia la Conferencia; - Convoca la Conferencia; - Señala el tema y sus contenidos; - Establece la estructura y un “Reglamento”, dada la particular condición canónica de dicha Asamblea, sobre la cual no hay ninguna referencia en la legislación eclesiástica; - Fija el lugar de la celebración; - Hace los nombramientos para la Conferencia (Presidentes, Participantes por designación Pontificia: escogidos entre los Cardenales, Obispos, párrocos, religiosos y religiosas y los peritos); - Establece el número de participantes por elección y aprueba el elenco de los elegidos por cada Conferencia Episcopal. (En la anterior Conferencia los Miembros fueron unos 250 en total a los que hay que añadir los peritos y ayudantes). Se trata pues de una gran movilización eclesial. Todo el iter preparatorio comporta un gran trabajo, larguísimo, dada la necesidad de realizar en Roma varias etapas del proceso de la Conferencia: - Consulta a las Conferencias Episcopales sobre el tema; - Consulta a los Emmos. Señores Cardenales Latinoamericanos y a los sobre las propuestas presentadas; - Solicitud de parecer a diversos Dicasterios de la Curia Romana; - Elaboración de un primer documento “Lineamenta”; - Consultas y reflexiones de las 357

El 4 de octubre del 2003 fue nombrado Vice-Presidente de la CAL Mons. Luis Robles, Arzobispo mexicano hasta entonces Apostólico en Cuba. Mons. Robles acompañó desde entonces el proceso de preparación de la Conferencia que el CELAM venía adelantando. Por parte de la CAL tomó parte en la reunión de Puebla celebrada en febrero del 2004 para celebrar los 25 años de la Tercera Conferencia General y como ocasión para reflexionar sobre la V Conferencia. Por invitación de Mons. Leonardo Sandri, Sustituto de la Secretaría de Estado, Mons. Robles preparó una reseña de lo acontecido en Puebla en la perspectiva de la V Conferencia; este artículo revela el decidido apoyo de Mons. Robles y de la CAL al proyecto de la Conferencia como respuesta a los graves desafíos que la acción pastoral encuentra en América Latina y que fueron seriamente analizados en la reunión de Puebla.396 A partir de la reunión de Puebla la Presidencia del CELAM y la CAL mantuvieron una nutrida comunicación epistolar en la que la CAL manifestaba su apoyo en todo lo relativo a la preparación de ese gran evento eclesial.397 Mons. Robles, de regreso de Puebla, además de preparar la relación solicitada por el Sustituto de la Secretaría de Estado, estudió la documentación producida durante la reunión de Puebla y que el

Conferencias Episcopales; - Redacción de un Documento de Trabajo, base para la reflexión de los Obispos; - Consulta de los Dicasterios de la Curia Romana sobre los aportes o indicaciones relativos al tema y que, en cierta manera, desean presentar a la Conferencia; - Después de la Conferencia, la Santa Sede examina los textos aprobados por la Asamblea y decide sobre su valor. Todo el trabajo de preparación de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano (Medellín, Puebla, Santo Domingo) se ha realizado por medio de la Pontificia Comisión para América Latina, que ha dirigido las tareas organizativas (arriba indicadas). Al CELAM le corresponde por estatutos la preparación logística y material de la misma [Cf. Estatutos del CELAM, Art. 4 &7]. Los gastos totales de la Conferencia son inmensos. Para la Conferencia de Santo Domingo, el dinero empeñado ascendió a más de USA $ 1.500.000 La Pontificia Comisión para América Latina entregó al CELAM 300.000 dólares, pero además, cubrió numerosas facturas y gastos laterales. De forma que el aporte de la Comisión fue de más de USA $ 500.000. Incluido el déficit de USA $ 170.000 que el CELAM dejó en Santo Domingo y que abonó la Comisión”. 396 El artículo fue publicado en la edición española del Osservatore Romano el 12 de marzo del 2004. 397 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Comuicación Abril-Diciembre de 1004; 4. Comuicación marzo-junio de 2005; 5. Comunicación julio-diciembre del 2005; 6. Comunicación marzo-junio del 2006; 7. Comunicación julio-diciembre del 2006; 8. Comuicación febrero-abril del 2007. 358

Presidente del CELAM hizo llegar al Presidente de la CAL, Cardenal Re.398 - La CAL y la forma canónica de la V Conferencia General En el debate que se dio durante el proceso de preparación sobre el carácter canónico de la reunión episcopal que el CELAM solicitaba, la CAL tuvo también una importante actuación en la decisión pontificia de “conservar la forma” de Conferencia General. Pues, aunque si se había dado la luz verde para preparar la Asamblea que solicitaba el CELAM, no era claro si sería una V Conferencia General, una Asamblea Extraordinaria del CELAM o una Asamblea Especial para América Latina y el Caribe del Sínodo de los Obispos.399 De la consulta, promovida por la Secretaría de Estado, a los Cardenales latinoamericanos y a los Presidentes de las Conferencias Episcopales del Continente resultó claro que el Episcopado latinoamericano valoraba la forma de Conferencia General, como venía celebrándose ya desde 1955. En este proceso de consulta y de estudio de las conclusiones el CELAM encontró en la CAL un válido apoyo, que se concretizó luego en la decisión del Santo Padre en el sentido de que la reunión fuera una V Conferencia del Episcopado Latinoamericano. - La CAL y la fecha de la V Conferencia General La CAL, a través del Cardenal Re y de S.E. Mons. Cipriano Calderón, en un primer momento, y de S. E. Mons. Luis Robles, posteriormente, intervino también en cuanto tuvo que ver con la fecha de celebración de la V Conferencia. En el 2001 el CELAM pensó la mencionada Conferencia como momento central de la celebración de sus 50 años en el 2005, pero ya allí la CAL sugirió que se pensara para los primeros meses del 2006, para no coincidir con la celebración de la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía, ya en programa para el 2005. Luego, deseando recoger los frutos de dicha Asamblea del Sínodo, la CAL sugirió esperar la promulgación de la Exhortación Apostólica post-sinodal, de modo que la V Conferencia

398 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 2. Aniversario XXV de Puebla realizado en febrero del 2004, 3) El CELAM y la V Conferencia, b) Razones por las cuales desde la perspectiva del CELAM conviene se realice una V Conferencia, enviada al Card. Re por el Presidente del CELAM, ahora con comentarios de Mons. Robles. 05 de abril de 2004. 399 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 3. Comunicación abril-diciembre de 2004. 359 fuera enriquecida con los frutos del Sínodo. El Santo Padre, de acuerdo con el CELAM, dispuso que la Conferencia se celebrara en febrero del 2007, después de la promulgación de la Exhortación Apostólica y antes de la Asamblea Ordinaria del CELAM, en programa para mayo del 2007. Con la muerte de S.S. Juan Pablo Il, el 2 de abril de 2005, y con la elección de S.S. Benedicto XVI, el 19 de abril sucesivo, la fecha de celebración tuvo que ser necesariamente cambiada, para dar tiempo al nuevo Papa de organizar su programa y evacuar los compromisos que el inicio del ministerio petrino implica. Así, la Asamblea se celebró finalmente en mayo del 2007. - La CAL y la sede de la V Conferencia General En cuanto tiene que ver con el lugar de la celebración, el CELAM deseaba celebrar la V Conferencia en América Latina y contar con la presencia del Santo Padre al menos en la sesión inaugural. La CAL, sin embargo, sugirió desde el principio la oportunidad de celebrar la V Conferencia en Roma, teniendo presente sobre todo la salud del Papa Juan Pablo II, para quien un viaje a América Latina resultaría supremamente fatigoso. En la XIX Asamblea Ordinaria del CELAM celebrada en Tuparendá, Paraguay, se buscó un sitio adecuado en Latinoamérica para celebrar allí la V Conferencia, si el Santo Padre no tomaba la decisión de celebrarla en Roma. Se optó entonces por el ofrecimiento de la Conferencia Episcopal de Ecuador que ponía a disposición un lugar cercano a Quito apto como albergue y como lugar de trabajo para todos los miembros de dicha Conferencia, con la sobriedad que la misma exigía. Después de la Asamblea de Tuparendá, la Presidencia del CELAM sostuvo varias reuniones en Roma con los Cardenales Latinoamericanos y con algunos Prefectos de los Dicasterios de la Curia Romana y en estas reuniones se fue viendo que la decisión aprobada en Paraguay tenía el gran inconveniente de la altura. Con seguridad muchos de los miembros de la mencionada Conferencia, sobre todo por la edad, tendrían dificultad con la altura de Quito. También se hizo notar que en Quito se temían manifestaciones de grupos indigenistas con ocasión de una Conferencia General, debido a la presencia de tantos Obispos, Arzobispos y Cardenales, y del mismo Santo Padre, que constituía una ocasión propicia para quienes quieren así aparecer en la pantalla mundial. 360

En el 2004 el Cardenal Secretario de Estado comunicó a la presidencia del CELAM que el Santo Padre Juan Pablo II había decidido que la V Conferencia General tendría lugar en Roma. Con la elección del Papa Benedicto XVI, el deseo del CELAM de poder celebrar la Conferencia en tierra latinoamericana y de contar con la presencia del Papa, volvió a aparecer. Así, con la intención de contar con una alternativa a la ciudad de Roma y visto que Quito no despertaba mucho entusiasmo entre los que participarían en la Conferencia, el CELAM buscó otra alternativa en Latinoamérica. Durante la XXX Asamblea Ordinaria del CELAM celebrada en Lima los obispos ecuatorianos presentaron la opción de Guayaquil, sin embargo durante dicha Asamblea del CELAM aparecieron otras posibles sedes para la V Conferencia, Chile y Argentina. Se optó entonces por presentarle al Papa los siguientes lugares en este orden: Argentina (cerca de Buenos Aires o de Córdoba), Santiago y Guayaquil. A favor de la presentación de Argentina y Chile como primeras opciones por delante de Guayaquil pesó el hecho de que las Conferencias anteriores habían tenido lugar en cuatro de las cinco regiones geográficas en las que está dividido el CELAM, faltaba solo el Cono Sur de habla castellana.400 Sin embargo, después el Santo Padre Benedicto XVI, cuando tomó la decisión de que la Conferencia se realizara en América Latina, dispuso que la Conferencia se celebraría en Aparecida y con la confianza puesta en Dios haría el viaje a Brasil para inaugurarla. La CAL se interesó igualmente en la elaboración y aprobación del Reglamento,401 en la redacción del Documento de Participación,402 en la elaboración de la lista de las personas participantes en la V Conferencia403 y en el financiamiento de la misma.404

400 Cfr. Arch. PCAL, V Conferencia, I-Preparación, 4. Correspondencia Marzo-Junio 2005. 401 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I- Preparación, 9. Reglamento. 402 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I- Preparación, 10. Documento de Participación. 403 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I- Preparación, 11. Proceso de elaboración de listas personas participantes en la V Conferencia; 12. Notificación de invitación a los participantes de la V Conferencia; 13. Fichas de inscripción. 404 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, I- Preparación, 14. Financiamiento. 361

b) En el post-Aparecida Una vez concluida la Conferencia la CAL se interesó en el seguimiento de la redacción definitiva del Documento conclusivo,405 en el proceso de aprobación del mismo por parte de la Santa Sede406 y en su divulgación La CAL ha seguido igualmente las reacciones que el estudio del Documento ha ido suscitando en los ambientes eclesiales de América Latina, sobre todo en cuanto tiene que ver con las Comunidades Eclesiales de Base407 y con las reacciones suscitadas por los cambios efecutados al Documento conclusivo.408 Sigue igualmente con interés la acogida que en la sociedad civil ha ido teniendo las voz del Episcopado latinoamericano sobre temas como la justicia social, la dignidad humana, la solidaridad, la justicia internacional, los migrantes, los enfermos, los adictos dependientes, los detenidos en cárceles, el matrimonio y la familia, los niños, los adolescentes y los jóvenes, los ancianos, la dignidad y participación de la mujer en la vida de los pueblos, la cultura de la vida, el cuidado del medio ambiente, la educación como bien público, la integración de los indígenas y de los afroamericanos en la sociedad latinoamericana, entre otros. Con el fin de estudiar el Documento de Aparecida La CAL ha promovido encuentros con los Embajadores de los países latinoamericanos ante la Santa Sede,409 con los Responsables de los Dicasterios de la Curia Romana410 y con los Rectores de los Colegios latinoamericanos e Internacionales con sede en Roma.411

405 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 1) La 3a y 4 redacciones: la última fue enviada al Santo Padre para su aprobación. 406 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 2) Proceso de aprobación del Documento conclusivo, carta de aprobación, modificaciones. 407 Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 4) Comunidades Eclesiales de Base (C.E.B.) y otros retoques. 408 Cfr. Arch. PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 5) Reacciones a los cambios efectuados al Documento conclusivo. 409 Reunión celebrada el 9 de noviembre del 2007. Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, III- Después de Aparecida, 9) Actividades programadas por la CAL para el estudio del Documento conclusivo. 410 La reunión se llevó a cabo el 15 de noviembre del 2007. Cfr. Arch.PCAL, V- Conferencia, 9) Actividades programadas para el estudio del Documento conclusivo. 411 La reunión se celebró el 30 de noviembre del 2007. Cfr. Arch.PCAL, V Conferencia, 9) Actividades programadas para el estudio del Documento conclusivo. 362

En las actividades programadas por la CAL para el estudio del Documento reviste gran importancia el libro que sobre la V Conferencia ha preparado la Comisión en colaboración con algunos miembros del Episcopado latinoamericano y de los Dicasterios de la Curia Romana. Será un instrumento útil para profundizar en el análisis de las Conclusiones de Aparecida de modo que la V Conferencia sea “una ocasión propicia para repensar la pastoral de tal modo que se refuerce la transmisión de la Fe en América Latina”.

Capítulo XXIV

Breve perfil biográfico de los Presidentes y Vice-Presidentes de la CAL

1. Cardenales Presidentes

Durante los últimos veinte años han presidido la Pontificia Comisión para América Latina los Eminentísimos Señores Cardenales Bernardin Gantin, Lucas Moreira Neves y Giovanni Battista Re. De Su Eminencia el Cardenal Bernardin Gantin, ya hemos presentado su perfil biográfico en la parte precedente, por tanto omitiremos hacerlo en esta.

1.1 Em.mo Sr. Cardenal Moreira Neves

Lucas Moreira Neves nació el 16 de septiembre de 1925 en São João del Rei (Brasil). El 7 de marzo de 1945 hizo su profesión solemne en la Orden de Predicadores y el 9 de julio de 1950 fue ordenado sacerdote. El 9 de junio de 1967 fue nombrado Obispo auxiliar de Sao Paolo y el 24 de agosto fue consagrado por el Cardenal Agnelo Rossi. El 7 de marzo de 1974 fue nombrado Vice Presidente del Pontificio Consejo de Laicos y el 15 de octubre 1979 Secretario de la Congregación para los Obispos. El 9 de julio de 1987 fue elegido Arzobispo de Sao Salvador da Bahía, regresando así a su natal Brasil. El 28 de junio de 1988 fue creado Cardenal por Su Santidad Juan Pablo II. El 25 de junio de 1998 fue nombrado Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la CAL, cargos en los 363 que permaneció hasta el 16 de septiembre del 2000, cuando cumplió exactamente 75 años. Murió el 8 de septiembre del 2002. Ha sido, hasta ahora, el único latinoamericano Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.

1.2 Em.mo Sr. Cardenal Giovanni Battista Re

Giovanni Battista Re nació el 30 de enero de 1934 en Borno, Italia. Ordenado sacerdote a los 23 años de edad, el 3 de marzo de 1957, para la diócesis de Brescia en Italia. El 9 de octubre de 1987 fue nombrado Arzobispo de Forum Novum y Secretario de la Congregación para los Obispos. Recibió la consagración episcopal el 7 de noviembre de 1987, de manos de Su Santidad Juan Pablo II. El 12 de diciembre de 1989 fue nombrado Oficial de la Secretaría de Estado, cargo en el que permaneció hasta el 16 de septiembre del 2000, cuando fue nombrado Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. El 21 de febrero del 2001 fue elevado a la dignidad cardenalicia. Su Santidad Benedicto XVI lo confirmó Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la CAL, el 21 de abril del 2005.

2. Obispos Vice-Presidentes

Tres Excelentísimos Señores Obispos han ocupado el cargo de Vice- Presidente de la CAL, desde que éste fue instituido por el Papa Juan Pablo II en el Motu Proprio Decessores Nostri.

2.1 S. E. R. Cipriano Calderón

Cipriano Calderón Polo nació el 1º de diciembre de 1927 en Plasencia, España. El 19 de marzo de 1953 fue ordenado sacerdote para la diócesis de Plasencia. Miembro de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Trabajó en Roma como periodista y profesor en el Pontificio Colegio Español. Desde 1968 fue nombrado responsable de la edición en lengua española del Osservatore Romano. El 3 de diciembre de 1988, fue elegido Obispo titular de Thagora y Vice-Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, fue consagrado Obispo el 6 de enero de 1989 por Su Santidad Juan Pablo II. 364

Se desempeñó como Vice-Presidente de la CAL hasta el 4 de octubre del 2003.

2.2 S. E. R. Luis Robles

Luís Robles Díaz nació el 6 de marzo de 1938 en El Grullo, México. El 14 de abril de 1963 fue ordenado sacerdote para la diócesis de Autlán. El 16 de febrero de 1985 fue nombrado Arzobispo titular de Stephaniacum y Nuncio Apostólico en Sudán. Fue consagrado Obispo el 9 de abril de 1985 por el Cardenal Ernesto Corripio y Ahumada. El 13 de marzo de 1990 fue designado Pro-Nuncio Apostólico en Uganda y el 6 de marzo de 1999 fue trasladado a Cuba como Nuncio Apostólico. El 4 de octubre del 2003 fue designado Vice-Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, cargo que desempeñó hasta el 7 de abril del 2007, día de su fallecimiento.

2.3 S. E. R. Octavio Ruiz Arenas

Octavio Ruiz Arenas nació el 21 de diciembre de 1944 en Bogotá, Colombia. Ordenado sacerdote del clero de la Arquidiócesis de Bogotá, el 29 de noviembre de 1969. Durante 11 años prestó sus servicios como Oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El 8 de marzo de 1996 fue nombrado Obispo titular de Troina y Obispo auxiliar de Bogotá. Recibió la ordenación episcopal el 13 de abril de 1996 por imposición de manos del Cardenal Pedro Rubiano Sáenz. El 16 de julio del 2002 fue nombrado Obispo de Villavicencio y el 3 de julio del 2004, al ser elevada la diócesis de Villavicencio a Arquidiócesis Metropolitana, fue nombrado por S.S. Juan Pablo II primer Arzobispo Metropolitano de dicha sede. Recibió el palio arzobispal de manos del papa Benedicto XVI el 29 de junio de 2005. El 31 de mayo del 2007, durante la sesión de clausura de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizada en Aparecida (Brasil), S.S. Benedicto XVI lo nombró Vice-Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.

3. Los Oficiales de la CAL

Desde su restructuración en 1988 la CAL ha tenido los siguientes oficiales: 365

En 1991 la CAL asumió como Oficiales: al P. Víctor Manuel Ochoa Cadavid, del clero de la Arquidiócesis de Medellín; al P. Juan de Dios Olvera Delgadillo, del clero de la Arquidiócesis de México; a la Hermana Rosa Idalia Mejía Molina, religiosa de El Salvador y perteneciente a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción; y a la señora Lina Tentori Montalvo, italiana, quien hacía ya parte del orgánico de la CAL desde 1986, como escritora. En 1995 el P. Juan de Dios Olvera Delgadillo regresó a la Arquidiócesis de México y en su lugar fue asumido el P. Jair Ferreira Pena, de la Diócesis de São João da Boa Vista, Brasil. En 1997 terminó su servicio como Oficial el P. Jair Ferreira Pena y regresó a la actividad pastoral en su diócesis. En su lugar fue asumido el P. Luis Ferroggiaro Dentone, sacerdote diocesano de la Arquidiócesis de Lima y miembro de la Sociedad de Vida Apostólica Sodalitium Christianae Vitae. El P. Ferroggiaro prestó sus servicios durante siete años, hasta el 2004. Lo sustituyó el P. José Ignacio Tola Claux, sacerdote peruano miembro de la misma Sociedad de Vida Apostólica. El 4 de enero del 2006, Mons. Víctor Ochoa Cadavid fue nombrado Obispo auxiliar de Medellín, Colombia. Recibió la consagración episcopal el 1º de abril de manos de Su Eminencia el Cardenal Giovanni Battista Re. En su lugar fue asumido el Padre Humberto González Franco, del clero de la Arquidiócesis de Manizales, Colombia. A la Hermana Rosa Idalia la sustituyó la Hermana Minerva Serna, de la misma congregación de Hermanas Franciscanas dela Inmaculada Concepción, en septiembre de 2002. 366 367

APÉNDICE 368 369

Nota autógrafa de Mons. Samoré sobre la última página del acta de la primera reunión de la CAL. ARCH. PCAL, IA. 33, Adunanza I/X 370 371

372 373

374 375

376 377

Carta de Mons. Domenico Tardini al Cardenal Marcello Mimmi. Arch. PCAL, IA, CONSTITUZIONE DELLA PONTIFICIA COMISIONE PER L’AMERICA LATINA. 378 379

./.

Carta de S.S. Pablo VI al Cardenal Antonio Samoré. Vaticano, 12 de julio de 1969. Arch.PCAL, IA, vol. 38, Nuova CAL II, Annuncio. 380

381

382 383

BIBLIOGRAFÌA

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- PONTIFICIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, Los últimos cien años de la evangelización en América Latina. Centenario del Concilio Plenario de América Latina, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2000. - PONTIFIIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, Iglesia en América al encuentro de Jesucristo vivo, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2001. - PONTIFIIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, Nueva evangelización en América Latina, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano, 2003. - PONTIFIIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, La misa dominical centro de la vida Cristiana en América Latina, Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2005. - PONTIFIIA COMMISSIO PRO AMERICA LATINA, Actas. La familia y la educación cristiana en América Latina, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2007. - RESTREPO Javier Darío, CELAM, 40 años sirviendo e Integrando. Datos para una historia, Colección Autores 10. Bogotá 1995. - Rossi Agnelo, Il Collegio Cardinalizio, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 1990. - SARANYANA Joseph-Ignasi, Cien años de teología en América Latina (1899-2001), Colección Quinta Conferencia. Historia, Bogotá 2005. - SCARAFONI Paolo-GONZÁLEZ Fidel, Guadalupe. Evangelización e historia de América, Librería Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2004. 385

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ...... 5 PRIMERA PARTE...... 9 SITUACIÓN SOCIO-RELIGIOSA DE AMÉRICA LATINA DURANTE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX...... 9 CAPÍTULO I...... 12 AMÉRICA LATINA UN CONTINENTE EN CONTINUA EVOLUCIÓN ...... 12 1. EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA...... 12 2. EVOLUCIÓN TÉCNICA ...... 13 3. EVOLUCIÓN SOCIAL...... 14 4. EVOLUCIÓN RELIGIOSA...... 14 CAPÍTULO II...... 15 SITUACIÓN RELIGIOSA...... 15 1. ACTIVIDAD DE LAS SECTAS PROTESTANTES ...... 15 1.1 El informe de Ligutti y Morino...... 15 1.2. La ponencia de Monseñor Rossi en 1958...... 17 1.2.1 Infiltración protestante en América Latina:...... 17 1.2.2 Población protestante en América Latina: ...... 17 1.2.3 El Congreso de Madras ...... 18 1.2.4 Justificaciones protestantes para la evangelización de América Latina...... 19 1.2.5 Estrategia de la campaña protestante...... 19 2. LA REAPARICIÓN DEL CULTO PAGANO Y DEL ESPIRITISMO...... 21 3. EL INFLUJO DE LA MASONERÍA...... 21 CAPÍTULO III ...... 22 LA FUERTE PENETRACIÓN DEL COMUNISMO...... 22 1. PANORÁMICA DEL COMUNISMO PARA 1959...... 23 1.1 Argentina...... 24 1.2 Bolivia...... 24 1.3 Brasil...... 24 1.4 Chile...... 25 1.5 Colombia...... 25 1.6 Costa Rica...... 25 1.7 Cuba...... 25 1.8 Ecuador...... 26 1.9 El Salvador...... 26 1.10 Guatemala...... 26 1.11 Haití...... 26 1.12 Honduras...... 26 1.13 México...... 27 1.14 Nicaragua...... 27 1.15 Panamá ...... 27 1.16 Paraguay...... 27 1.17 Perú...... 28 1.18 República Dominicana ...... 28 1.19 Uruguay...... 28 1.20 Venezuela ...... 28 386

2. LA ESTRATEGIA DE LA EXPANSIÓN COMUNISTA ...... 29 2.1 La propaganda marxista...... 29 2.2 La Oficina regional de la F.S.M (Federación Sindical Mundial)...... 29 2.3 La prensa...... 29 2.4 Radio Praga ...... 29 2.5 Centros Culturales...... 29 2.6 La Universidad de la Amistad...... 30 CAPÍTULO IV ...... 30 LOS PUNTOS DÉBILES DEL CATOLICISMO LATINOAMERICANO ...... 30 1. ESCASEZ DE CLERO...... 31 2. FALTA DE VOCACIONES ...... 32 3. INSUFICIENTE PREPARACIÓN DEL LAICADO CATÓLICO...... 32 4. FALTA DE UNA ADECUADA COORDINACIÓN Y ORGANIZACIÓN PASTORAL...... 33 SEGUNDA PARTE...... 35 LA SOLICITUD DE LA SANTA SEDE POR LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA ...... 35 CAPÍTULO V...... 41 LA PRIMERA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO: RÍO DE JANEIRO, 1955 ...... 41 1. PRECEDENTES ...... 41 2. CONFORMACIÓN DE LA COMISIÓN CENTRAL ...... 43 3. LA CARTA APOSTÓLICA AD ECCLESIAM CHRISTI DE S. S. PÍO XII CON MOTIVO DE LA CONFERENCIA...... 49 3.1 La escasez de clero...... 49 3.2 Colaboración de eclesiásticos procedentes de otros países...... 51 3.3 Los Auxiliares del clero ...... 51 3.4 Necesidad de una cordial y ordenada colaboración...... 51 3.5 Las asechanzas de los astutos enemigos...... 52 3.6 Atención en el campo social...... 52 3.7 Llamado a la colaboración...... 52 4. DESARROLLO DE LA CONFERENCIA ...... 53 5. EL DOCUMENTO FINAL ...... 55 6. LA CONFERENCIA DE RÍO DE JANEIRO Y LA SOLUCIÓN DEL PROBLEMA DE LA ESCASEZ DE CLERO ....56 6.1 Solución a largo plazo...... 56 6.2 Solución inmediata ...... 57 7. LA CONFERENCIA DE RÍO DE JANIERO Y LA RESPONSABILIDAD DEL CRISTIANO EN LA VIDA CÍVICO-POLÍTICA...... 58 CAPÍTULO VI ...... 59 EL CONSEJO EPISCOPAL LATINO-AMERICANO. CELAM ...... 59 1. PRECEDENTES ...... 59 2. EL PROYECTO DE LA CONFERENCIA DE RÍO DE JANIERO ...... 61 3. LA APROBACIÓN PONTIFICIA...... 62 4. PRIMERA REUNIÓN ...... 64 5. EL SECRETARIADO GENERAL DEL CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO...... 66 6. EL CELAM Y LA COORDINACIÓN DE LAS FUERZAS CATÓLICAS DE AMÉRICA LATINA...... 67 7. EL CELAM Y LA COORDINACIÓN DE LAS FUERZAS CATÓLICAS EXTERNAS ...... 68 7.1 Con los Episcopados de Estados Unidos, Canadá, España y Portugal...... 68 7.2 Con las organizaciones católicas internacionales...... 68 CAPÍTULO VII...... 70 LA PONTIFÍCIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA...... 70 387

1. LA NECESIDAD DE UN ORGANISMO PERMANENTE PARA AMÉRICA LATINA ...... 70 1.1. La reunión del 1º de abril de 1958 ...... 72 1.2 El Cardenal Marcello Mimmi y la idea de la Pontificia Comisión para América Latina...... 74 2. LA DECISIÓN PONTIFICIA...... 75 3. INSTALACIÓN Y PRIMERA REUNIÓN DE LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA...... 76 TERCERA PARTE...... 79 LOS PRIMEROS AÑOS DE LA CAL DE 1958 A 1967 ...... 79 CAPÍTULO VIII...... 82 LA ACTIVIDAD DE LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA...... 82 1. ESFUERZOS CUMPLIDOS ANTES DE LA CREACIÓN DE LA CAL...... 83 1.1 La Obra de las diócesis vascongadas...... 84 1.2. La Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano - Americana (O.C.S.H.A.)...... 85 1.3 El “Collegium pro America Latina” di Lovaina...... 87 1.4 Obras y programas de los otros Episcopados europeos...... 89 1.5 Iniciativa del Episcopado de los Estados Unidos...... 90 1.6 La iniciativa del Episcopado canadiense ...... 91 2. LOS ESFUERZOS DE LA CAL EN FAVOR DE LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA. LOS ORGANISMOS DE AYUDA...... 92 2.1 Las Comunidades Religiosas y el problema de la escasez de clero...... 93 2.2 La Conferencia Episcopal Interamericana de Washington (2-4 noviembre de 1959)...... 97 2.2.1 Sus frutos en Estados Unidos...... 100 2.2.2 Sus frutos en Canadá...... 101 2.3 Animación y creación de organismos de ayuda en Europa...... 103 2.3.1 Belgica. Comisión Episcopal Belga para América Latina...... 104 2.3.2 España. Comisión Episcopal de Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana ...... 104 2.3.3 Alemania. Misereor y Adveniat ...... 106 2.3.4 Francia. Comité Episcopal Francés de Ayuda a América Latina...... 107 2.3.5 Italia. Comité Episcopal Italiano para América Latina ...... 108 2.3.6 Suiza. Representante de la Conferencia Episcopal Helvética para la ayuda a América Latina ...... 111 2.3.7 Austria...... 112 2.3.8 Irlanda...... 112 2. 3.9. Malta...... 112 2.3.10 Holanda. Campaña de Cuaresma del Episcopado Holandés (Bisschoppelijke Vastenactie Neerland)...... 112 3. LA CAL Y EL REFUERZO ORGÁNICO DE LAS ESTRUCTURAS FUNDAMENTALES DEL CATOLICISMO LATINOAMERICANO ...... 113 3.1 El Fondo CAL...... 114 3.2 La ayuda económica para el aumento y la formación del clero...... 115 3.3 La ayuda económica para la Instrucción religiosa...... 116 3.4 La ayuda económica para la acción social ...... 116 CAPÍTULO IX ...... 119 RELACIONES CAL – CELAM...... 119 1. LA REVITALIZACIÓN DE LAS FUERZAS CATÓLICAS DE AMÉRICA LATINA ...... 119 2. LA CAL Y EL CELAM POR LA AYUDA DE OTRAS NACIONES ...... 120 CAPÍTULO X...... 124 EL CONSEJO GENERAL DE LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA.....124 1. PRIMERA SESIÓN. 9 Y 23 DE OCTUBRE Y 19 DE NOVIEMBRE DE 1964...... 127 2. SEGUNDA SESIÓN. 22 Y 29 DE OCTUBRE Y 10 Y 19 DE NOVIEMBRE DE 1965...... 131 3. TERCERA SESIÓN. 29 DE NOVIEMBRE Y 1º DE DICIEMBRE DE 1966...... 132 CAPÍTULO XI ...... 134 388

BREVE PERFIL BIOGRÁFICO DE LOS PRESIDENTES DE LA CAL ...... 134 1. CARDENAL MARCELLO MIMMI ...... 134 2. CARDENAL ...... 135 CUARTA PARTE...... 139 LA CAL ENTE AUTÓNOMO DE 1967 A 1969 ...... 139 CAPÍTULO XII...... 142 LA ESTRUCTURACIÓN DE LA CAL ...... 142 1. COMPOSICIÓN DE LA CAL...... 142 2. PERSONAL...... 145 3. SEDE ...... 149 4. FUNCIONAMIENTO...... 152 5. ANTONIO SAMORÉ. PREFECTO DE LA SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS...... 154 CAPÍTULO XIII...... 157 LA SEGUNDA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO ...157 1. ANTECEDENTES...... 157 2. CONVOCACIÓN Y PREPARACIÓN ...... 159 3. DESARROLLO DE LA CONFERENCIA ...... 167 3.1 Participantes...... 168 3.2 Los trabajos de la Conferencia...... 169 3.3 Procedimiento ...... 169 3.4 El tema general de la conferencia...... 169 4. EXAMEN DEL DOCUMENTO FINAL...... 170 4.1 Las Comunidades de Base...... 171 4.2 Algunas ideas que no fueron aprobadas pero que circularon, defendidas por una minoría “bien organizada y agresiva”...... 171 5. LA CAL EN LA PREPARACIÓN DE MEDELLÍN...... 172 CAPÍTULO XIV...... 175 1. CUARTA SESIÓN. 12 – 15 DE FEBRERO DE 1968 ...... 175 2. QUINTA SESIÓN. 18 – 21 DE JUNIO DE 1969 ...... 179 CAPÍTULO XV...... 181 BREVE PERFIL BIOGRÁFICO DEL PRESIDENTE DE LA CAL: CARDENAL ANTONIO SAMORÉ ...... 181 QUINTA PARTE...... 185 LA CAL A PARTIR DE LA REFORMA DE PABLO VI DE 1969 A 1988 ...... 185 CAPITULO XVI...... 187 NUEVA CONFIGURACIÓN DE LA CAL Y DEL COGECAL...... 187 1. NUEVAS NORMAS DE LA CAL...... 188 2. NUEVA ESTRUCTURACIÓN DEL COGECAL...... 192 CAPÍTULO XVII ...... 195 ACTIVIDAD DE LA CAL ...... 195 1. UN RENOVADO ESPÍRITU DE SERVICIO...... 196 1.1 Con el CELAM...... 197 1.2 Con el Secretariado General del CELAM...... 197 1.3 Con los Organismos Episcopales...... 197 389

1.4 Con las Conferencias Episcopales...... 198 1.5 Con los Representantes Pontificios...... 198 2. LA ACTIVIDAD DE LA CAL A TENOR DE LAS “NORMAS” DE 1969...... 199 2.1 El seguimiento de las actividades del CELAM y de los Organismos de ayuda...... 199 2.1.1 El seguimiento de las actividades del CELAM ...... 199 2.1.2 El seguimiento de las actividades de los Organismos de ayuda...... 200 a) Canadá. Comisión Episcopal de Misiones- sección América Latina...... 200 b) Estados Unidos. Secretariado para Latino-América-NCCB ...... 200 c) Francia. Comité Episcopal Francés para América Latina...... 200 d) Italia. Centro Eclesial Italiano para América Latina (CEIAL) ...... 200 e) España. Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias- Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) ...... 201 f) Acción Adveniat y Misereor...... 201 g) Ayuda a la Iglesia que sufre (Kirche in Not)...... 202 2.2 LA CAL al servicio de las Conferencias Episcopales...... 202 2.3 El Fondo-CAL...... 203 3. LA PREOCUPACIÓN ESPECÍFICAMENTE PASTORAL DE LA CAL...... 203 3.1 El movimiento “cristianos por el socialismo”...... 203 3.2 Teología de la liberación...... 208 3.3 La ideología de la seguridad nacional...... 210 3.4 La pastoral de los medios de comunicación social...... 211 3.5 Las relaciones entre los Ordinarios locales y los religiosos en América Latina...... 211 3.6 Reunión de los Obispos y de los Superiores Religiosos de Centro América...... 215 CAPÍTULO XVIII...... 216 ACTIVIDAD DEL COGECAL...... 216 1. SEXTA SESIÓN. 27 – 29 DE SEPTIEMBRE DE 1971 ...... 217 2. SÉPTIMA SESIÓN. 2 -4 DE OCTUBRE DE 1973...... 220 3. OCTAVA SESIÓN. 20 – 22 DE OCTUBRE DE 1975...... 222 4. NOVENA SESIÓN. 27- 29 DE NOVIEMBRE DE 1980...... 223 5. DÉCIMA SESIÓN. 22 – 24 DE SEPTIEMBRE DE 1983...... 225 6. DÉCIMA PRIMERA SESIÓN. 28 – 30 DE ABRIL DE 1987...... 226 CAPÍTULO XIX...... 228 TERCERA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO...... 228 1. PREPARACIÓN ...... 228 2. DESARROLLO DE LA CONFERENCIA ...... 237 2.1 Ambiente que rodeó la Conferencia...... 237 2.2 El discurso de S. S. Juan Pablo II...... 239 2.2.1 Las tres convocaciones de la Conferencia...... 239 2.2.2 El tema de la Conferencia...... 240 2.2.3 El trípode de Puebla...... 240 a) Verdad sobre Jesucristo ...... 241 b) Verdad sobre la misión de la Iglesia ...... 242 c) La verdad sobre el hombre ...... 244 2.2.4 Los Obispos promotores y defensores de la dignidad...... 245 2.2.5 Otros temas del discurso...... 246 2.3 La metodología de trabajo...... 247 2.4 El Documento final...... 248 CAPÍTULO XX...... 249 BREVE PERFIL BIOGRÁFICO DE LOS PRESIDENTES Y DEL SECRETARIO DE LA CAL ...... 249 1. CARDENAL SEBASTIANO BAGGIO...... 249 2. CARDENAL BERNARDIN GANTIN...... 250 3. MONS. MICHELE BURO ...... 251 390

SEXTA PARTE ...... 253 LA CAL A PARTIR DEL MOTU PROPRIO DECESSORES NOSTRI DESDE 1988...... 253 CAPÍTULO XXI...... 256 EL MOTU PROPRIO DECESSORES NOSTRI Y LA CONSTITUCIÓN APOSTÓLICA PASTOR BONUS...... 256 1. LA REESTRUCTURACIÓN DE LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA...... 256 2. LA PONTIFICIA COMISIÓN PARA AMÉRICA LATINA EN EL CUADRO DE LA CURIA ROMANA...... 258 2.1 El Motu Proprio Decessores Nostri en el cuadro de la Curia Romana...... 258 2.1.1 Su vinculación a la Congregación para los Obispos ...... 259 2.1.2 Normas pontificias por las que se rige la Comisión...... 260 a) Artículo 1º. Tarea primordial de la Comisión...... 260 b) Artículo 2º. Labor de específica conexión...... 261 c) Artículo 3º. Presidente de esta Pontificia Comisión...... 262 d) Artículo 4º. Miembros de la Comisión...... 263 e) Artículo 5º. Personal de la Comisión ...... 263 f) Artículo 6º. Reuniones de la Comisión...... 264 g) Artículo 7º. La Sesión General anual...... 266 h) Artículo 8º. El Reglamento de la Comisión...... 267 2.2 La Constitución Apostólica Pastor Bonus...... 267 CAPÍTULO XXII ...... 268 LA ACTIVIDAD DE LA CAL ...... 268 1. EL ESTUDIO DE LAS CUESTIONES DOCTRINALES Y PASTORALES...... 269 1.1 Las reuniones Plenarias...... 269 1.1.1 Primera Reunión Plenaria. 4-7 de diciembre de 1989...... 270 1.1.2 Segunda Reunión Plenaria. 10 al 14 de junio 1991 ...... 273 1.1.3 Tercera Reunión Plenaria. 11 al 15 de octubre de 1993...... 275 1.1.4 Cuarta Reunión Plenaria. 19 al 23 de junio de 1995...... 276 1.1.5 Quinta Reunión Plenaria. 20 al 23 de marzo del 2001...... 279 1.1.6 Sexta Reunión Plenaria. 24-27 de marzo 2003...... 283 1.1.7 Séptima Reunión Plenaria. 18 al 21 de enero del 2005...... 285 1.1.8 Octava Reunión Plenaria. 17 al 20 de enero del 2007...... 287 1.2 Los Simposios históricos...... 289 1.2.1 Simposio internacional sobre la Historia de la Evangelización de América...... 289 1.2.2 Simposio histórico sobre los últimos cien años de la evangelización en América Latina..... 290 2. LA CAL Y SU FUNCIÓN DE CONEXIÓN ENTRE LA SANTA SEDE Y LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES Y NACIONALES PARA AMÉRICA LATINA...... 291 3. LA ACTIVIDAD ORDINARIA DE LA CAL...... 292 3.1 Encuentro con los Obispos Latinoamericanos...... 292 3.2 Reunión en Santo Domingo con los Representantes Pontificios en América Latina...... 294 3.3 Reunión en Santo Domingo con los Presidentes de las Conferencias Episcopales...... 295 3.4 Viajes del Cardenal Presidente y del Obispo Vice-Presidente...... 295 3.5 Reunión con los embajadores de los países latinoamericanos e Iberoamericanos...... 304 4. PUBLICACIONES Y OBRA DE DIFUSIÓN DEL MAGISTERIO PONTIFICIO...... 305 4.1 Publicaciones ...... 305 4.2 Difusión del Magisterio pontificio...... 305 4.3 Publicación de las Actas de las sesiones generales...... 306 CAPÍTULO XXIII...... 307 LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA Y EL GRAN JUBILEO DE LA ENCARNACIÓN...... 307 1. LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA EN CAMINO HACIA EL AÑO 2000...... 307 1.1 La Cuarta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano...... 311 1.1.1 Preparación de la Conferencia ...... 312 a) Por parte del CELAM ...... 312 b) Por parte de la Pontificia Comisión para América Latina...... 318 391

1.1.2 Desarrollo de la Conferencia...... 323 a) El discurso inaugural de Juan Pablo II ...... 323 b) Los trabajos de la Conferencia ...... 329 c) Documento final...... 329 1.2.1 Historia de la iniciativa...... 331 1.2.2 Preparación...... 333 1.2.3 Celebración de la Asamblea y la Exhortación Apostólica Postsinodal ...... 336 1.2.4 La Pontificia Comisión para América Latina y la Asamblea Especial para América del Sínodo de los Obispos...... 336 2. LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA ANTE EL NUEVO MILENIO QUE SE ABRE: LA QUINTA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINO-AMERICANO...... 337 2.1 Génesis de la idea y su maduración...... 338 2.2 La reunión de Puebla, febrero del 2004...... 340 2.3 Desafíos y signos de esperanzas que motivaron la V Conferencia...... 341 2.4 El carácter canónico de la Conferencia General...... 342 2.5 La audiencia pontificia del 27 de mayo 2004...... 343 2.6 Consulta a las Conferencias Episcopales de América Latina...... 345 2.7 La aprobación del tema por parte del Papa...... 345 2.8 Documento de Participación ( o Consulta)...... 346 2.9 El Documento de síntesis...... 347 2.10 Lugar y fecha de celebración...... 347 2.11 La convocación oficial...... 349 2.12 Celebración. Discurso inaugural de S. S. Benedicto XVI ...... 350 2.12.1 Desafíos y signos de esperanza ...... 351 a) Desafíos ...... 351 b) Signos de esperanza...... 351 2.12.2 Discípulos y misioneros...... 351 2.12.3 “Para que en Él tengan vida” ...... 352 2.12.4 Otros campos prioritarios...... 353 a) La familia...... 353 b) Los sacerdotes...... 353 c) Religiosos, religiosas y consagrados...... 353 d) Los laicos...... 353 e) Los Jóvenes y la pastoral vocacional ...... 353 2.13 El Documento final...... 354 2.14. La CAL y la Va Conferencia General...... 355 a) En el proceso de preparación...... 355 b) En el post-Aparecida ...... 361 CAPÍTULO XXIV...... 362 BREVE PERFIL BIOGRÁFICO DE LOS PRESIDENTES Y VICE-PRESIDENTES DE LA CAL ...... 362 1. CARDENALES PRESIDENTES...... 362 1.1 Em.mo Sr. Cardenal Moreira Neves...... 362 1.2 Em.mo Sr. Cardenal Giovanni Battista Re...... 363 2. OBISPOS VICE-PRESIDENTES ...... 363 2.1 S. E. R. Cipriano Calderón ...... 363 2.2 S. E. R. Luis Robles...... 364 2.3 S. E. R. Octavio Ruiz Arenas...... 364 3. LOS OFICIALES DE LA CAL ...... 364 APÉNDICE ...... 367 BIBLIOGRAFÌA ...... 383 ÍNDICE...... 385 392

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