IV. EL PATRIMONIO INDUSTRIAL COMO RECURSO TURÍSTICO EN EUSKADI

En este apartado se explican y describen los diferentes casos de patrimonio industrial que funcionan como reclamo turístico, con la excepción del proyecto Lenbur, el museo de la minería y la fábrica de boinas ‘La Encartada’, que cuentan con apartados propios al constituir los estudios de caso de esta investigación.

4.1. Zerain parque cultural Zerain es una comunidad que siempre ha estado ligada a la agricultura y a la explotación de recursos naturales. La iniciativa ‘Zerain parque cultural’ surge como estrategia para hacer frente al despoblamiento que se sufría, reforzar la conciencia social, mejorar la calidad de vida, y asegurar el porvenir económico del municipio. El proyecto ‘Zerain parque cultural’ se basa en la recuperación y exposición del patrimonio (minas, cárcel, ecomuseo, etc.), dentro del cual podemos ver el museo etnográfico, exponente de la evolución del modo de vida de Zerain; la cárcel de 1711, en la que pasaban la noche los presos que cumplían su condena trabajando en las minas de hierro de la localidad; el complejo minero de Aizpea, minas de las que se extraía el mineral de hierro y que actualmente permiten ver en directo el proceso completo de obtención de hierro y donde se puede encontrar restos de cada época en la que las minas han estado en activo; y la serrería hidráulica de Larraondo, que se puede ver en funcionamiento utilizando como energía motriz el agua. El proyecto de desarrollo de ‘Zerain parque cultural’, se basa en el fortalecimiento del patrimonio cultural y la gestión de los tres componentes que lo forman: la sociedad, los símbolos (patrimonio prehistórico, mitos, costumbres, religión...), y los aspectos técnicos, económicos y artísticos (adecuación del espacio, patrimonio, construcciones, agricultura, explotación de bosques, calzadas, cantera, arte religioso...) Se trata de asociar el tradicional con la modernidad en la economía, el turismo y la cultura. Zerain es un municipio de 250 habitantes, que por su escasa población parecía condenado a desaparecer, pero que a raíz del proyecto ‘Zerain parque cultural’ se ha recuperado y fortalecido de manera que ha pasado de ser un núcleo aislado a ser una comunidad concienciada en trabajar su futuro. Prácticamente toda la población trabaja para hacer frente al despoblamiento. A partir de haberse reforzado la conciencia social, se ha mejorado la calidad de vida y se ha asegurado el porvenir de Zerain y su economía. El proyecto ‘Zerain parque cultural’ se basa en la recuperación y exposición del amplio patrimonio del municipio y en la promoción de sus productos agrícolas.

4.1.1. El patrimonio cultural e industrial de Zerain El punto de partida que ofrece este pequeño municipio del Goierri gipuzkoano es una oficina de turismo en la que se puede encontrar información sobre los lugares más atractivos, se puede hacer reservas, contratar salidas guiadas, excursiones de un día, y conocer ofertas interesantes de los pueblos limítrofes y de . Dentro de las ofertas propias de Zerain encontramos las siguientes:

Las minas de Aizpea Son las minas de hierro de Zerain, donde además de la visita a las minas, se puede ver en directo el proceso completo para la obtención del hierro. Ya se ha comentado como se pueden encontrar restos de las diferentes épocas en las que las minas han estado en activo, como la casa del inglés, la casa del mecánico, los hornos de calcinación, las huellas de los presos traídos a las minas, etc. En el barrio de Aizpea en Zerain el aprovechamiento del hierro es una actividad que cuenta con una larga historia. Las primeras referencias del siglo XII demuestran que la explotación de hierro se llevaba a cabo al aire libre mediante pequeños hornos. En el siglo XIV se extraía el hierro que luego se trabajaba en las ferrerías del Alto Urola y del Alto Deba. En el año 1512 los reyes católicos entregaron a la familia Otalora, de , el derecho de explotación de las minas y desde ese año hasta 1826, la explotación estuvo en manos de dicha familia. Las referencias más recientes del siglo XIX y principios del XX, muestran como fue una compañía inglesa, The Cerain Iron Ore Company Limited la que se encargó de la explotación y a ella se deban muchas de las estructuras y edificaciones que hoy se pueden encontrar. En 1932 la explotación de las minas pasó a manos de una empresa alemana y en 1941 la fábrica de Patricio Echevarría de Legazpi se hizo cargo de ella hasta que en 1951 se cerró. Además de las minas, principal atractivo de Zerain, el municipio ofrece más lugares de visita.

La serrería de Larraondo El caserío de Larraondo en Zerain utilizaba el agua para llevar a cabo las labores de la serrería ya que ha sido tradición en Euskal Herria la utilización de la energía hidráulica para todo tipo de actividades. Construida en el año 1890, la serrería de Larraondo conserva las características de cuando se erigió. El trabajo de la serrería lo realizaban los habitantes del caserío como complemento a la labor propia del caserío. En 1960 cesó la actividad en la serrería pero aún se puede observar el funcionamiento de los viejos mecanismos, ya que se conservan dos sierras, torno, cepillo, esmeriles, piedra de afilar, taladro, molinillo y fragua.

La cárcel de Zerain Se construyó junto con el ayuntamiento en 1711. La característica principal de la cárcel es que las paredes están recubiertas con tablas de roble y aún se pueden contemplar los cepos y grilletes que se utilizaban para atar a los presos más peligrosos. La cárcel de Zerain conoció dos tipos de presos, por un lado los que debían cumplir una pena de pocos días por hurto o embriaguez, y por otro los que contaban con penas mayores por ser ladrones o contrabandistas. En el sigo XX fue perdiendo poco a poco su uso y en la actualidad es la única cárcel del siglo XVI que se conserva en toda Gipuzkoa.

El museo etnográfico Data del año 1993 y es fruto del trabajo voluntario realizado por un grupo de jóvenes del municipio con la ayuda de un etnólogo. Se realizó un inventario de las herramientas existentes en los caseríos de Zerain con el fin de organizar una exposición de 21 días de duración. El éxito de la exposición fue tal que se decidió organizar una exposición permanente, el museo. Para ello se realizó una selección entre las mil piezas existentes en el inventario para escoger las mejores. El museo expone la evolución del modo de vida y las costumbres de Zerain, desde la agricultura y el pastoreo de antaño, pasando por la época de la minería, hasta la actualidad. Este museo ha podido completarse gracias a la ayuda de los habitantes de Zerain que han sido los donantes de todas las piezas. El diaporama Se creó en 1996 como complemento del museo pero en la actualidad cuenta con identidad propia. Es una proyección audiovisual en la que se cuenta el pasado, el presente de Zerain, y lo que quiere ser en el futuro. Durante 14 minutos se visualizan un total de 500 diapositivas con la posibilidad de elegir el idioma a escuchar: euskera, castellano, francés, inglés o catalán.

Los caminos del hierro A partir del patrimonio industrial o cultural existente, el municipio de Zerain ha creado toda una red turística en la que se engloba el patrimonio más propiamente industrial junto con los elementos de la vida tradicional del municipio. Existe además una ruta denominada ‘Los caminos del hierro’ que realiza un recorrido por los tres municipios implicados en su elaboración: Zerain, y Legazpi. Es un recorrido que parte de la extracción del hierro, continua con las labores siguientes, manuales o industriales, y termina con su uso arquitectónico. El recorrido comienza en Zerain, en las minas de Aizpea donde se pueden encontrar galerías, ferrocarriles, etc., y la cadena con la cual se transportaba mediante teleféricos y túneles, el metal y el carbón de piedra que llegaba a Ormaiztegi. La siguiente parada es la ferrería situada en el parque de Mirandaola en Legazpi, que estuvo en marcha al menos desde el siglo XV hasta el XIX, y hoy en día está totalmente restaurada. Se puede ver en directo la recreación de cómo se trabajaba el hierro antiguamente. La Fundación Lenbur ofrece un amplio abanico de ofertas turísticas que analizaremos más adelante. De Legazpi se llega a Ormaiztegi donde se encuentra el monumental puente del ferrocarril de 289 metros de longitud y 18.000 toneladas de hierro. El puente fue construido por el ingeniero Alexander Lavalley (anterior a Eiffel), y es una obra maestra desde el punto de vista del cálculo de las fuerzas y por el uso que se le da al propio hierro. El hilo conductor de este itinerario es el trabajo del hierro, su extracción y transformación artesanal e industrial, y su aplicación como metal constructivo. Existe también en Ormaiztegi un museo dedicado al general carlista Zumalakarregi.

La ruta minera Se trata de otro recorrido. Son 23 kilómetros que se pueden realizar en dos o tres horas. El punto de partida es el caso urbano de Zerain desde donde se baja al municipio de Segura por una pista de monte. En Segura se toma el camino a y después de pasar una gran pendiente se llega a un cruce donde se toma la pista que conduce a Aztiria, para luego desviarse por una pista que va a Zegarra. De Zegarra, pasando por las minas de Aizpea se llega al punto de partida.

4.2. El museo del pescador Bermeo es uno de los puertos pesqueros más importantes de la geografía vasca y sede de importantes empresas conserveras. Además, cuenta con este museo que recoge una amplia información sobre las variedades de peces que habitan en el mar cantábrico, sobre el barco como espacio de trabajo, las técnicas de pesca, la historia de puertos importantes y sobre las formas de vida de los arrantzales o pescadores. El museo del pescador se encuentra en la histórica torre de Ercilla1, en el puerto viejo de Bermeo. El nacimiento del museo del pescador fue casi fortuito. En 1947 la Diputación Provincial de Bizkaia adquirió la torre de Ercilla para restaurarla como monumento histórico. Durante la rehabilitación del

1 Es una casa solar de la familia con ese nombre cuyo hijo más ilustre fue el poeta-guerrero Don Alonso de Ercilla, autor del poema épico La Araucana. edificio apareció una estructura interior de amplias plantas, jalonada la inferior por cuatro columnas góticas. A los responsables público de cultura les pareció un edificio adecuado para la instalación de un museo, y tratándose de Bermeo era lógico dedicarlo al mar y a la pesca. Se nombró conservador honorario al capitán Don Jesús Azkune, quien inició la labor de recolección de fondos por los puertos de Bizkaia junto con un equipo de colaboradores. El museo se inauguró en agosto de 1948, ocupando la planta baja y la primera planta del edificio. La segunda planta estaba destinada a albergar un museo dedicado a Don Alonso de Ercilla que no se llegó a cumplir, por lo que se ocupó este espacio en 1977 con la biblioteca municipal. El museo realizó una importante tarea de recolección, pero la inexistencia de criterios museológicos provocó que se perdieran algunos materiales sin ni siquiera pensar en su restauración. La falta de objetivos y la escasa divulgación hizo que el museo pasara inadvertido. En 1982 un número de una revista anunció su cierre y dispersión de fondos por falta de ayudas económicas. En las mismas fechas un grupo de personas de Bermeo ligadas al mar y preocupadas por la situación del museo propusieron a la ya Diputación Foral de Bizkaia y al ayuntamiento de Bermeo la creación de una comisión que estudiara la situación del museo y realizara una propuesta de remodelación del mismo. La comisión elaboró los criterios y directrices que servirían de base para la realización de un proyecto museológico- científico. La Diputación Foral de Bizkaia decidió acometer las obras de restauración de la torre de Ercilla para aprovechar al máximo los espacios disponibles y se comprometió a realizar los trabajos museográficos necesarios para diseñar la nueva exposición permanente. Las obras terminaron en 1986 y desde entonces el museo ocupa todo el edificio, contando con espacios como biblioteca, almacenes, talleres, salón de actos... En la actualidad el museo del pescador está cumpliendo sus objetivos. De 3.000 visitantes ha pasado a 30.000, la visita está recomendada por las revistas más prestigiosas sobre el mar y la pesca, ha sido incluido en varios medios de comunicación españoles entre las 50 joyas insólitas del patrimonio histórico-artístico español y forma parte de los diez museos únicos en su género del estado. Como objetivos ante el nuevo siglo, el museo del pescador dedicará sus esfuerzos a incorporar elementos del patrimonio etnográfico marino, como embarcaciones, viviendas populares, instalaciones de la industria pesquera tradicional, etc.

Respecto a su exposición, el museo se compone de cuatro plantas. En la planta baja se agrupan las salas relacionadas con la vida del arrantzale en tierra, y las salas dedicadas a la costa y puertos vascos, etnografía, tonelería, cordelería, cofradías de pescadores, y el punto de información. Las plantas restantes muestran aspectos de las organizaciones gremiales de los pescadores, las técnicas pesqueras hasta la actualidad, las embarcaciones y los instrumentos de navegación y detección de pesca. También hay una sala dedicada la historia de la torre y de las personas ilustres que la habitaron. Más concretamente, la primera planta está dedicada a la pesca, esto es, la pesca tradicional de la ballena, la pesca costera, la pesca litoral, la pesca de bonito, la recreación de una lonja de pescador, etc. En la segunda plata se pueden contemplar las labores de carpintería e instrumentos de navegación, la historia de la torre de Ercilla, el salón de actos y la recreación del camarote de un capitán. Por último en la planta baja se encuentran la biblioteca y una sala de exposiciones temporales. Junto con el museo del pescador, en Bermeo se pueden visitar la casa consistorial, la iglesia de Santa María, varias ermitas de estilo gótico, el arco de San Juan, del siglo XIV, que formaba parte de la muralla de la localidad, el conservatorio de música, el edificio del casino, la casa Kikumbera, la fuente principal del puerto y el monumento ‘Tarasca’, entre otros. En los alrededores de Bermeo se pueden visitar varios lugares, como el molino de Utxune Txomindone, el faro de Matxitxako, la peña de San Juan de Gaztelugatxe, la ermita de San Pelayo, la isla de Izaro, la iglesia de Almike, y el Sollube, que fue monte bocinero. Además del patrimonio que ofrece Bermeo, está rodeado de una gran infraestructura de restaurantes y lugares de alojamiento.

4.3. Las salinas de Añana La villa de Salinas de Añana está en la vera del valle salado y debe su nombre y ubicación a la explotación del agua salada de un manantial cercano. En Salinas de Añana, la sal ha sido utilizada por el hombre desde la antigüedad lo que ha configurado un original paisaje declarado Monumento Histórico Nacional. Desde la época neolítica, su economía e historia han estado ligadas a la explotación de sus manantiales de agua salada. Además de las salinas y el proceso de elaboración de la sal, en el entorno de Salinas de Añana se han encontrado restos arqueológicos del neolítico-bronce, de la edad de hierro y de la romanización. Se puede realizar también una ruta a lo largo de cuatro kilómetros por un antiguo camino salinero. Contemplando hermosas vistas del valle salado y del pueblo de Salinas de Añana, se llega al lago de Caicedo-Yuso que es un enclave con gran valor ecológico. 4.4. Salinas de Léniz y el museo de la sal En Salinas de Léniz, la fuente de la que brotaba el agua salada cuyo aprovechamiento se remonta a la edad de hierro, se situaba a los pies del antiguo castillo de Dorleta, donde más tarde se erigiría el santuario de la Virgen de Dorleta. En la época en la que la sal era un preciado bien económico, se construyeron junto a la fuente ocho edificios destinados a su producción. En 1834 tuvieron lugar unas grandes inundaciones que pusieron fin al trabajo manual de las salinas. En el museo de la sal se relata la historia del pueblo y se explica el proceso de producción de la sal, contemplándose una rueda de cántaros y una rueda de madera.

4.5. La Arena-Pobeña-Cobarón El área la Arena-Pobeña-Cobarón es uno de los paisajes más elocuentes de la época minera y de la industrialización de Bizkaia. En torno a 1860 surgen las primeras explotaciones mineras, desde Cobarón en Bizkaia hasta Ontón en Cantabria. El destino del mineral extraído era Durhan en Inglaterra, y se embarcaba en un cargadero construido en Punta Castillo, visible desde la playa de la Arena. El mineral llegaba al cargadero a través de una línea de vagonetas. En la colina de Pobeña se encuentran los restos de un enorme lavadero de mineral, vallados por Petronor, actual propietario. Hasta ellos llegaba un tranvía aéreo, desde las minas de Triano, por encima de la playa de la Arena. Actualmente desde Cobarón a Pobeña puede recorrerse todo el borde de la costa contemplando restos mineros y un paisaje de pradera que llega a través de un túnel en el acantilado hasta Ontón. Por otra parte, desde el barrio de la Cuesta en Zierbana se asciende por una camino al monte Punta Lucero, donde junto a restos de las baterías costeras y cuarteles del Cinturón de Hierro de la Guerra Civil, se pueden ver magníficas vistas sobre el Abra y hacia el interior las zonas mineras de Triano, Cobarón y los montes de Las Encartaciones.

4.6. La ferrería el Pobal En 1699 Simón de la Cuadra compró a la familia Salazar una vieja ferrería a orillas del río Barbadún y acometió los trabajos de reconstrucción y puesta en marcha. El edificio actual consta de un cuerpo estrecho dedicado al martinete de rueda hidráulica, adosado a otro edificio con dos carboneras, el taller de forja y una sala de administración y vivienda. Con la aparición de los altos hornos el Pobal dejó de fundir mineral y hasta su cierre en 1952 se dedicó a la forja de aperos de labranza. La ferrería está asociada a una casa torre, un puente medieval y un molino harinero. Es la ferrería que mejor se ha conservado de las 150 que existieron en Bizkaia. En la actualidad se está acometiendo la restauración de la ferrería, en su mayor parte por la Diputación Foral de Bizkaia, tratando de recuperar los edificios, la presa, el salto de agua, y los elementos como la rueda con aspas, el martinete, el horno, la fragua, etc. Cerca de la ferrería el Pobal se puede encontrar el castillo de Muñatones, único castillo medieval que existe en Bizkaia.