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Constituciones y revoluciones en Chile (segunda parte) Constitutions and revolutions y la cultura in Chile (second part) omo vimos en el número anterior, en dores, los que las impugnaron por fraudulentas. 11 de septiembre, fecha recurrente en nuestra 1833 se promulgó una nueva carta Se atacó a medio mundo; al presidente se lo tildó historia, se produce el golpe de estado real y el Cfundamental para la República de Chile, de tirano, usurpador, y dictador y comenzó el establecimiento de la junta de gobierno, con los la que logró sortear en forma exitosa varias trabajo, por ambos bandos, de la oficialidad de generales Altamirano, Bennett y el almirante convulsiones, incluida la guerra civil de 1891 con las armas, entre cuyos jóvenes se encontraba uno Neff, seguido de la disolución del parlamento. sus miles de muertos y el suicidio del presidente que sería el siguiente protagonista de la política A poco andar, la junta militar dejó en claro su José Manuel Balmaceda. durante muchos años, Carlos Ibáñez del Campo. predisposición hacia los conservadores, lo que Sin embargo, nuevos nubarrones se acercaban Los ingredientes estaban: crisis económica, causó la progresiva irritación de los sectores rápidamente en el horizonte; la llamada cuestión descontento social, crisis política; sólo faltaba más progresistas los que comienzan a extrañar social con el inminente colapso de la industria la chispa, la que no tardó en llegar. al “León” y a preparar el camino para su regreso. salitrera donde para 1920 sólo quedaban poco En circunstancias que el erario se había dete- El problema era cómo; sin embargo, para los más de 25 mil obreros; en política ya no sólo riorado hasta la bancarrota, a los honorables no oficiales rebeldes Marmaduke Grove, Carlos estaban liberales y conservadores, habían irrum- se les ocurrió nada mejor que promulgar la ley Ibáñez y Oscar Fenner la solución era simple, pido los representantes de la clase obrera y de de la dieta parlamentaria, la cual les otorgaba la otro golpe militar. las capas medias, organizados en los partidos no despreciable cifra de 2.000 pesos para gastos El 23 de enero de 1925 un grupo de oficiales radical, demócrata y socialista. Sin embargo, las de representación mientras, una enorme cantidad ingresó y se apoderó del Palacio de La Moneda, decisiones importantes se seguían tomando en los de proyectos de mejoramiento social esperaban apresando a Altamirano y a los demás miembros salones del Club Hípico, del Club de la Unión, meses para su promulgación. de la junta. En su manifiesto expusieron que la o de la masonería, donde los representantes de Esto motivó que, en la sesión del 4 de intervención militar se hacía en favor del resta- estos partidos no podían ingresar. septiembre de 1924, un grupo de cincuenta ofi- blecimiento en el cargo del presidente Arturo Entonces irrumpió una de las figuras clave de ciales del ejército llegaran a la sede del congreso Alessandri Palma, y en el intertanto asumían la la vida política del siglo XX. El joven abogado y haciendo sonar ruidosamente sus sables y luego administración del Estado. Esta nueva junta esta- senador por Tarapacá Arturo Alessandri Palma se retiraran. Al día siguiente, se constituyó el ba presidida por el general Pedro Pablo Dartnell, quién, haciendo una campaña de orientación po- comité ejecutivo militar al mando del general reemplazado luego por el abogado Emilio Bello, pular y gala de una oratoria que seduce a las mul- Luis Altamirano, quién le entregó a Alessandri y la integraban además el general Emilio Ortiz y titudes, por lo que es conocido como el “León de un ultimátum con las peticiones más urgentes. el almirante Carlos Rodríguez, aunque el artífice Tarapacá”, gana las elecciones de 1920 haciendo Ante semejante presión, el parlamento aprobó en las sombras era Ibáñez, el que se reservó el una dura crítica a la clase que sostiene el régimen en dos días todas las leyes pendientes, en la cargo de ministro de guerra. parlamentario, a la que llama “la canalla dorada”. tramitación más rápida y nutrida que recuerda Tras el regreso de Alessandri a la presidencia, El presidente intentó implementar una serie la historia, nada menos que trece leyes, y por en marzo de 1925, éste impulsó la redacción de reformas con el objeto de responder a las supuesto la derogación de la dieta. de una nueva constitución, la que fue sometida demandas ciudadanas y de impedir un estallido Alessandri, sobrepasado por los aconteci- a plebiscito en agosto, y promulgada el 18 de social. Sin embargo, la clase política se negó a mientos decidió renunciar, conducta habitual en septiembre de ese mismo año. acceder a tales reformas, lo que provocó un agudo él pues volvería a hacer lo mismo meses después. Esta nueva carta sepultó definitivamente la clima de frustración. Sin embargo, su renuncia no fue aceptada y en república parlamentaria, fortaleció el papel del Entonces llegó el tormentoso año 1924, el que cambio se le otorgó un eufemismo como permiso ejecutivo, separó definitivamente la iglesia del se inició con las controvertidas elecciones parla- sin sueldo, con el cual parte a su exilio en Italia. Estado y proporcionó el marco de participación mentarias y la derrota aplastante de los conserva- Las cosas estaban lejos de calmarse y el ciudadana que predominó en el país hasta la crisis de 1973. Referencias bibliográficas 1.- La buena vida y la poca vergüenza, Hernán Millas, Ed. Planeta 2002, Santiago. 2.- Biblioteca del Congreso Nacional, Historia Política Constituciones políticas y Actas cons- titucionales https://www.bcn.cl/historiapolitica/ constituciones/detalle_constitucion. Fechas de acceso: 23 de diciembre de 2020. Ernesto Payá1 Caricatura de Alessandri y el 1Facultad de Medicina. Universidad de Chile. ruido de sables. De Bibliote- Hospital Exequiel González Cortés. Santiago, ca del Congreso Nacional, Chile. CC BY 3.0 cl https://com- mons.wikimedia.org/w/in- Correspondencia a: dex.php?curid=17914643 [email protected] Rev Chilena Infectol 2021; 38 (1): 101 www.revinf.cl 101.