Monografía Político Electoral DEPARTAMENTO DE HUILA
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Monografía Político Electoral DEPARTAMENTO DE HUILA 1997 a 2007 I. CONTEXTO DE VIOLENCIA Y CONFLICTO ARMADO Por, Magda Paola Nuñez, Investigadora Observatorio de Conflicto Armado, Corporación Nuevo Arco Iris II. ESTRUCTURAS DE PODER POLÍTICO Y ELECTORAL Por, Patricia Moreno, Investigadora Observatorio de Conflicto Armado, Corporación Nuevo Arco Iris III. HIPÓTESIS DE CAPTURA DEL ESTADO Con el apoyo metodológico de: Por, Patricia Moreno, Investigadora Observatorio de Conflicto Armado, Corporación Nuevo Arco Iris Coordinadora y Editora de la Investigación Los autores y la editora agradecen Claudia López Hernández, Directora los aportes de las y los académicos, Observatorio de Democracia de la Misión de Observación Electoral periodistas, dirigentes sociales, políticos y organizaciones de la sociedad civil que contribuyeron en Esta investigación y publicación fue financiada por: la elaboración de esta Monografía Con el apoyo de www.moe.org.co [email protected] Línea gratuita nacional 01800 112 101 Bogotá - Colombia Las opiniones y análisis aquí expresados no reflejan necesariamente las opiniones de las instituciones que financiaron y apoyan esta publicación MONOGRAFÍA DEL DEPARTAMENTO DE HUILA I. ANÁLISIS DEL CONFLICTO ARMADO EN HUILA Este documento tiene como principal objetivo presentar un análisis de la violencia asociada tanto al conflicto armado como a la violencia criminal en el Huila entre 1997-2007, mediante el uso de herramientas Gráficos. El departamento del Huila se ubica en el suroccidente del país, tiene una extensión de 19.890 km2, está conformado por 37 municipios: Neiva, Aipe, Algeciras, Baraya, Campoalegre, Colombia, Hobo, Iquira, Palermo, Rivera, Santa María, Tello, Teruel, Villavieja, Yaguará, La Argentina, La Plata, Nátaga, Paicol, Tesalia, Agrado, Altamira, Garzón, Gigante, Guadalupe, Pital, Suaza, Tarqui, Acevedo, Elías, Isnos, Oporapa, Palestina, Pitalito, Saladoblanco, San Agustín, Timaná. Limita al norte con Tolima y Cundinamarca (a través de este limite el Huila se constituye en vía directa a Bogotá), por el oriente con Meta y Caquetá, por el sur con Cauca y por el occidente con Cauca y Tolima. Está conformado por cuatro unidades morfológicas, el valle del Magdalena Medio, el Macizo Colombiano, la Cordillera Central y la Cordillera Oriental. La dinámica actual del conflicto armado en el departamento del Huila se caracteriza por la presencia predominante de las Farc y la disminución del territorio bajo su dominio como consecuencia de las acciones militares desarrolladas en el marco de la política de seguridad democrática. Las Farc tienen una presencia histórica en el departamento desde los años de 1950, cuando miembros de las guerrillas liberales provenientes del Tolima se asentaron en este departamento, luego de no acogerse a la amnistía aprobada por el general Rojas Pinilla. Esta guerrilla se alimentó igualmente de las autodefensas campesinas comunistas con presencia en la zona. Actualmente las Farc tienen presencia militar en Huila con el frente 17 en el norte, el frente 61 en los límites con Caquetá, el frente 3 en el sur, el 13 en el suroccidente, la columna Jacobo Arenas en el occidente, que tiene su asentamiento principal en Cauca y la columna Teófilo Forero en el oriente del departamento. La presencia prolongada de las Farc en este territorio se explica por ser un foco inicial de desarrollo de esta guerrilla en los años de 1960 y por ser el cruce de cuatro corredores estratégicos que comunican el sur y el Pacífico con el centro del país: el primer corredor es el del Sumapaz que permite la movilidad entre Meta, Huila y Cundinamarca; el corredor de la Amazonia norte que comunica al Huila, con Caquetá y Meta; el corredor de la Amazonia sur que conecta a Huila, Caquetá, Cauca y Putumayo; el corredor Pacífico que conecta a Huila, Tolima, Valle y la región Pacifica. La zona de distensión que fue delimitada por el Gobierno colombiano en el marco de las negociaciones de paz con las Farc, entre 1999 y 2002 estaba conformada por los municipios de San Vicente del Caguán en Caquetá; la Uribe, Mesetas, Vista Hermosa y La Macarena en el Meta, en limites con los municipios de 2 Algeciras, Rivera, Tello, Baraya y Colombia en el Huila. Durante la zona de distensión se da un posicionamiento de los diferentes actores armados en el territorio: "De esta manera en la región se dio inicio a un proceso de copamiento y posicionamiento de los diferentes actores armados: la guerrilla de las Farc, quien concentró un gran número de tropas en la zona de distensión y creó todo un cordón de seguridad alrededor de ésta; los grupos paramilitares, que en su avanzada buscaban asumir posiciones estratégicas alrededor de la zona; y la fuerza pública que, al tener que salir de esta región, buscó igualmente ejercer un control perimetral de la zona de distensión que copó la zona de distensión con un gran número de hombres y creó un cinturón de seguridad alrededor de la misma. Este escenario configuró una lucha para el dominio territorial, que repercutió en las poblaciones huilenses vecinas a esta zona, donde es innegable que la violencia en la actualidad tiende a estar vinculada a la pretensión de las Farc de expandir dicho dominio”1. El ELN hace presencia en el Huila con el frente de guerra suroccidental a través del frente Manuel Vásquez Castaño que nació en 1978 en el Huila y que en la actualidad tiene como centro de acción el Cauca; mantiene una presencia esporádica en el Huila en limites con la bota caucana en los municipios de Acevedo, Palestina y San Agustín. Desde los años de 1990, el frente urbano La Gaitana tiene presencia en Neiva y el frente José María Becerra, en Pitalito; sin embargo el accionar del ELN en la región ha disminuido desde el 2000, siendo casi nulo actualmente. En cuanto a la presencia de grupos paramilitares en el departamento, esta se remonta a los años de 1960 cuando surgen las autodefensas campesinas en los municipios de Colombia y Baraya en límites con el Meta, similares a las que surgieron en Ortega (Cauca), que tenían un accionar localizado sin pretensiones expansionistas; estos grupos de autodefensas tienen periodos que oscilan entre una actividad alta, la desactivación y la reactivación. En el 2001, se encontraban activas en los cascos urbanos de Baraya y Colombia, pero sin capacidad ofensiva, sin embargo generaron un escenario propicio para la incursión de otros grupos paramilitares en las zonas en las que ejercían influencia. No existe una versión única sobre la procedencia de los grupos que incursionaron. “Las versiones sobre la procedencia de estos grupos son variadas y mientras se afirma que desde el Putumayo hacia Pitalito entró a delinquir el bloque Central Bolívar, que pretendía copar la parte central y noroccidental de la Amazonía, el bloque Calima de las AUC también incursionó en el departamento por el sur y el occidente, mientras que en el norte habría habido alguna presencia de autodefensas oriundas del Meta. No se puede descartar tampoco el paso de autodefensas desde el Caquetá”2, lo que llevó a un aumento en la tasa de homicidios y en el número de violaciones de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario. 1 Diagnóstico departamental del Huila. Observatorio de Derechos Humanos. Programa Presidencial de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. 2007, p. 2. 2 Ibíd. p. 3. 3 La entrada de los grupos paramilitares al Huila es tardía si se compara con el paramilitarismo en la nación, que en el 2002 iniciaba su proceso de consolidación. Las operaciones desplegadas por la fuerza pública como consecuencia de la ruptura de los diálogos paz generan una disputa territorial con las Farc, que es vista por los grupos paramilitares como un escenario propicio para su expansión territorial. Sin embargo, los grupos paramilitares no lograron asentarse en el territorio, lo que se explica por el fuerte arraigo y dominio de las Farc en esta región. Es importante destacar que desde el 2007 se registra presencia de bandas emergentes como las Águilas Negras en el sur del Huila, en Pitalito y en la capital del departamento, Neiva3. Como consecuencia de la implementación de la política de Seguridad Democrática en el 2002 y del Plan Patriota en el 2004, particularmente la operación JM que se desarrolló en los departamentos vecinos de Caquetá, Guaviare y Meta, con el objetivo de recuperar los territorios que se encontraban bajo el dominio de las Farc en el sur del país, llevaron a un replanteamiento de la estrategia de esta organización. “Una vez consumada las operaciones militares programadas en el sur del país -que produjo un incremento de acciones violentas en los municipios huilenses limítrofes con Caquetá-, las operaciones se localizaron en el sur del Tolima, a través de la Operación Libertad, lo que determinó cambios en la estrategia de los insurgentes: el frente 17 se replegó hacia el departamento del Meta, con la finalidad de reforzar los grupos guerrilleros asediados por el Plan Patriota; los frentes 21 y 50 fortalecieron sus combatientes asentados en la Cordillera Central, y el frente 25 intercaló sus actividades de financiación (a través de la producción de base de coca y látex para el procesamiento de heroína) con acciones armadas, concentrando sus actividades en el suroriente del Tolima y el norte del Huila, especialmente en Colombia, Baraya, Tello y Villavieja. El escenario anterior ha incentivado la desmovilización individual de varios integrantes de los grupos armados irregulares, en particular de las Farc, al constituirse Huila en un departamento donde el accionar de este grupo ilegal es casi hegemónico”4. Naturaleza de la violencia En esta sección se presenta la naturaleza del conflicto en el Huila. Específicamente, se observan los tipos de afectación generados por la violencia asociada tanto al conflicto armado como a la violencia criminal. El análisis toma como variables5 el nivel de homicidios como una aproximación a la violencia 3 “Profesores incluidos en amenaza de Águilas Negras piden protección del gobierno”.