Alfonso Reyes en Repertorio Americano : modelando el alma150

$3HGUR*RQ]iOH]2OYHUD Alberto Enríquez Perea ,QYHVWLJDGRUVREUH$PpULFD/DWLQD&RQWHPSRUiQHD 81$00p[LFR

Resumen

'RQ-RDTXtQ*DUFtD0RQJHORJUyFRQVROLGDUFRQXQDHVWUXFWXUDEDVDGDHQODSDODEUD una serie de redes intelectuales que conformaron una de las revistas más importantes de nuestraamerica: Repertorio Americano. Alfonso Reyes fue uno de los grandes pensadores GHRULJHQPH[LFDQRTXHSXEOLFyVXVLGHDVHQWDQUHFRQRFLGDUHYLVWDXQDGHODVSULQFLSDOHV FDUDFWHUtVWLFDVGHODXWRUIXHVXGHVHPSHxRSROtWLFRHQWRGDQXHVWUDDPHULFDSXHVWRTXH participó activamente dentro de esta, lo cual le permitió conocer de manera más cercana ODKHUPDQGDGGHDOJXQRVGHQXHVWURVSDtVHVYHFLQRV\ODSUREOHPiWLFDTXHOD]RQDVXIUtD Este conocimiento le proporcionó escribir con una pulida prosa y un cuidadoso trabajo de fuentes archivísticas, poesías y ensayos que nos permiten conocer parte de ese momento histórico.

Palabras claves : cultura, nuestraamerica, poesía.

iempre generoso y magnánimo, un resultado de estas convivencias fue muy GtDGRQ-RDTXtQ*DUFtD0RQJHLQYL - satisfactorio para los dos. Para el escritor Stó a Alfonso Reyes a sus banquetes PH[LFDQR EDMR HO VHOOR GH (O &RQYLYLR intelectuales, que se llevaban a cabo en su salió una de sus obras más trascendentales $WHQDVFRVWDUULFHQVH(OHVFULWRUPH[LFDQR \WDPELpQSDUDODOHQJXDHVSDxROD Visión DFXGLyDODFLWDSXQWXDOPHQWH<FRQHVH de Anáhuac    3DUD HO %HQHPpULWR don de gentes que tenían estos dos hombres *DUFtD 0RQJH HO HQWRQFHV MRYHQ HVFUL - GH$PpULFDORVEDQTXHWHVORVWUDQVIRUPD - WRUPH[LFDQRTXHYLYtDHQ0DGULGIXHXQ URQ HQ DXWpQWLFRV IHVWLQHV FXOWXUDOHV (O SXHQWHXQPHGLDGRUXQDXWpQWLFRJHVWRU

150$JUDGH]FRXQDYH]PiVDODPDHVWUD$OLFLD5H\HVSRUSURSRUFLRQDUPHFRSLDVGHODFRUUHVSRQGHQFLDGHVXDEXHORGRQ $OIRQVRFRQGRQ-RDTXtQ*DUFtD0RQJH\DVXHÀFD]DUFKLYHUR(GXDUGR0HMtD$VLPLVPRD$QD/XLVD'RPtQJXH] 2OLYR-HIDGH6HUYLFLRVDO3~EOLFR&DSLOOD$OIRQVLQD%LEOLRWHFD8QLYHUVLWDULD8QLYHUVLGDG$XWyQRPDGH1XHYR /HyQSRUORVHQYtRVTXHPHKL]RGHDOJXQRVDUWtFXORVTXHSXEOLFy5H\HVHQ Repertorio Americano . Semanario de Cultura Hispánica .

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 249 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

FXOWXUDO HQ (VSDxD /R SXVR HQ FRQWDFWR -XOLR7RUUL Ensayos y fantasías   \ FRQLQWHOHFWXDOHVHVSDxROHV\DPHULFDQRV 3HGUR +HQUtTXH] 8UHxD Antología de la logró intercambiar sus publicaciones con YHUVLÀFDFLyQ UtWPLFD (1918). A tal grado UHYLVWDV \ OLEUHURV HVSDxROHV FRQVLJXLy YDORUDEDHVWDDSRUWDFLyQPH[LFDQDTXHHQ que algunos autores pusieran en sus ma- FLHUWDRFDVLyQGRQ-RDTXtQGLMRVL(O&RQ - nos los manuscritos de sus obras y buscó YLYLRWXYLHUDDOJ~QGtDVXKLVWRULDHOQRP - los libros que tanto deseaba tener. De esta EUHGH5H\HVLUtDKHUPDQDGRDpO &DUWD mediación se enriqueció aquella colección GH-RDTXtQ*DUFtD0RQJHD$OIRQVR5H - \DOVDOLUDODOX]DOJXQRVGHHVWRVYRO~ - \HV6DQ-RVpGH&RVWD5LFDGHDEULO PHQHVLEDQDFRPSDxDGRVGHQRWDVDOJXQD de 1920, en Archivo particular de Alfonso paginita o fragmento de una carta de Al- Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacio- fonso Reyes. Los nombres de algunos de QDOGH%HOODV$UWHV([SHGLHQWH estos autores nos dan fe de los gustos li- terarios de los dos humanistas americanos IXHXQDxRHVHQFLDO\IXQGDPHQWDOHQ e intereses compartidos: Eugenio d’Ors, ODYLGDGH*DUFtD0RQJH/DGLFWDGXUDOR Aprendizaje y heroísmo (1916), Federico obligó a salir de Costa Rica y su estancia de Onís, Disciplina y rebeldía (1917) 151, HQ1XHYD

250 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

QR FXDOTXLHUD QL HO ~QLFR TXH WHQGUtD estudiado su obra serena y provechosa- HQ HVWH DxR GH  SXHV VH KL]R FDUJR PHQWHSRUTXHVDEtDGHVREUDORTXHHVWD - el día tres del mismo mes de la Secreta- EDKDFLHQGRXQDODERUFUHDGRUDHGLÀFDQ - UtD GH ,QVWUXFFLyQ 3~EOLFD 153, y al mismo WHVLQJXODUHVWpWLFDPHQWHEHOOD3RUWRGR tiempo cuidaba las ediciones de Mi her- HOORGRQ-RDTXtQHVFULELy mano menor , De la amistad y del diálogo , Evangelina , de Longfellow, traducción de Usted, al margen de las luchas, da- 0HUFKiQW<HOLQFDQVDEOHPDHVWUR\DWH - ría en el Repertorio una nota clara, QtDSODQHVSDUDHOVLJXLHQWHDxRIXQGDUXQ serena. La índole de sus estudios quincenario “interesado en las cosas de las GXOFLÀFDUtD PXFKDV SiJLQDV GHO FXDWUR(VSDxDVµ Repertorio en donde a veces la SURWHVWD HVWi HQFHQGLGD

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 251 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

HVWXGLRVVREUHÀORVRItDVRFLRORJtDHKLV - ricano de las actividades y de las publica- toria, los trabajos helenistas y las sentidas FLRQHVGHVXDPLJRPH[LFDQR despedidas a sus amigos fallecidos. $VtSXHVODUHYLVWDGHGRQ-RDTXtQGLRD Para cada uno de estos temas o momentos conocer fragmentos de una de sus obras encontramos artículos y ensayos que Reyes SRpWLFDV PiV UHYHODGRUDV ,ÀJHQLD FUXHO , no siempre envió a Repertorio Americano (1923), así como una selección de su poe- VLQRTXHORVUHFRJLyGRQ-RDTXtQTXHQR sía, intitulada “Página lírica de Alfonso dejaba pasar las valiosas colaboraciones de Reyes”, aprovechando la aparición de su amigo que se publicaban en las más im- Pausa , edición parisina, 1925. De esta se- portantes revistas del continente americano. lección hay un poema que lleva como tí- Colaboraciones que se deberían conocer en WXOR´*ORVDGHPLWLHUUDµHVFULWRHQ su tierra y en los cercanos y más apartados Entre este poema e ,ÀJHQLDFUXHO hay una rincones de la gran patria americana. Las comunión, un estado de ánimo, revelacio- fuentes de donde tomaba estos trabajos los nes de su espíritu. Para entender y com- VHxDODED FHORVDPHQWH \ HOOR GD FXHQWD GH SUHQGHU PHMRU HVWD HWDSD GH OD SRpWLFD \ que su mirada estaba puesta en todos los ta- vida de don Alfonso falta “El descastado”, lleres e imprentas en donde resplandecía el HVFULWRHQHO*XDGDUUDPDHQ¢4Xp pensamiento americano. Este trabajo meti- le había sucedido a Reyes para escribir es- FXORVR\FUHDGRUGH*DUFtD0RQJHHVRWUR tos poemas? de sus rasgos esenciales. Era de los intelec- tuales más cuidadoso de nuestro continente El 13 de febrero de 1913, murió su padre, que estaba atento a todas las manifestacio- el general , al querer tomar QHVGHOHVStULWXDPHULFDQR<JUDFLDVDHVWH por asalto el Palacio Nacional. Meses des- FXLGDGR\DHVWDSDVLyQSRGHPRVXQDYH] SXpVREOLJDGRSRUODVFLUFXQVWDQFLDVVDOLy más valorar la obra de Alfonso Reyes en GH 0p[LFRD )UDQFLDFRPRWHUFHUVHFUH - Repertorio Americano . tario. Aquí se puso en contacto con inte- OHFWXDOHVGHODWDOODGHOJRQJRULVWD)RXOFKp I. La poesía Delbosc. Llegó el despido intempestivo porque otros revolucionarios se habían he- Como ha quedado dicho en estas páginas, cho de la situación y gobernaban ahora a ODVYLGDVGH-RDTXtQ*DUFtD0RQJH\GH 0p[LFR0DUFKyKDFLDHOVXUKDFLD(VSD - Alfonso Reyes, entre 1919 y 1920, toma- xD/OHJyDHVWHSDtVHQHORWRxRGHD ron nuevos rumbos. No se escribían como YLYLUSDUDODVOHWUDVHQSREUH]DSHURFRQ antes, pero crearon redes intelectuales que OLEHUWDG)XHURQDxRVGLItFLOHVPX\GXURV OHVSHUPLWtDVDEHUTXpKDFtDQ\GyQGHVH con momentos perturbadores, en donde al HQFRQWUDEDQTXpODERUHVHVWDEDQHPSUHQ - UHFRUGDUDODSDWULDORKL]RHVFULELU GLHQGR\TXp\FXiQGRSXEOLFDEDQ<GRQ -RDTXtQTXHHVWDEDLQWHUHVDGRTXHODREUD La Necesidad, maestro de los he- de Reyes se conociera más y difundiera rreros, mejor, daba cuenta en su Repertorio Ame- madre de las rejas carcelarias y de los barrotes de las puertas;

252 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

tan bestial como la coz del asno en entre un bosque, un templo y el la cara fresca de la mar 156. molinera, y tan majestuosa como el cielo 154. Por otra parte, en Repertorio Americano (Reyes, 1959: 71) encontraremos unas coplas de tipo políti- co intituladas “No puede ser”. Llamaron <VLQHPEDUJRPX\SURQWRHVFULELyHVWRV la atención en su tiempo y en el nuestro. versos sobre su ciudad natal, Monterrey, 0XFKRV SUHJXQWDURQ TXLpQ HUD HO DXWRU que nos dicen que no olvidaba su tierra pues el editor sólo dijo que de París se lo que lo vio nacer, crecer, jugar, amar, con- HQYLDURQ\QRVDEtDQTXLpQHUDHOTXHODV WHPSODUHOFLHOR\DGPLUDUODVÁRUHV7LHUUD escribió. Tampoco trajo título, el que lle- a la que siempre se querrá, a pesar de todo: va, los editores se lo pusieron. Se publicó el 26 de febrero de 1927. Los bien logra- Amapolita dorada dos versos de esta copla eran una protesta del valle donde nací: contra cierto intervencionismo en nuestra si no estás enamorada, $PpULFD enamórate de mí 155. (Reyes, 1959: 74) 4XH.HOORJJHO´SDFLÀVWDµ sea muy largo de vista, Faltaba la catarsis. La tragedia no se ol- ELHQSXGHVHU vidaba. Nunca lo olvidó. ¿Cómo la iba a PDVTXH$PpULFDQRHQWLHQGD olvidar? Cada 9 de febrero el recuerdo de TXHDTXHOODSD]HVFRQWLHQGD OD PXHUWH GHO SDGUH OR WXUEDED -RYHQ R no puede ser . viejo, presente o ausente, siempre recordó Que a Díaz, por ser infante, DOKRPEUHTXHIXHSDUDpOXQ$WODV3HUR le den tutor Almirante, ahora que estaba en Madrid, las lecturas bien puede ser; juveniles de sus clásicos griegos le despe- mas que Sacassa el adulto jaron el camino y entonces escribió: no lo tome como insulto, no puede ser . Porque un día, al despegar los pár- pados, &XDUHQWD\VHLVDxRVGHVSXpVGRQ(XJH - me eché a llorar, sintiendo que vi- QLR*DUFtD&DUULOORHQXQDUWtFXORSXEOLFD - vía, do en la revista Capilla Alfonsina e intitu- y comenzó este miedo largo, lado “Día de Reyes”, recordaba una carta este alentar de un animal ajeno que don Alfonso le envió a su padre, 2 GHVHSWLHPEUHGH\TXHOHKL]RHVWD 154 Obras completas de Alfonso Reyes . (1959) X Cons- FRQÀGHQFLD´3RUUHFLELyXVWHGGH tancia poética 0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD(FRQyPL - París, y las reprodujo en su Repertorio , FD>/HWUDVPH[LFDQDV@ 155 Obras completas de Alfonso Reyes. (1959) X Cons- FLHUWDVFRSODVSROtWLFDVTXHFRPHQ]DEDQ tancia poética FLWS\ Página Lírica de Alfonso Reyes , en Repertorio Americano. Semanario de Cul- WXUD+LVSiQLFD6DQ-RVp&RVWD5LFDWRPR;,,,Q~ - 156 Obras completas de Alfonso Reyes. (1959) X Cons- mero 13, sábado 2 de octubre, 1926: 204. tancia poética , cit: 317.

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 253 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

¶4XHGH0p[LFRODIUDJXD·\TXHWHQtDQ Así fue cómo pensó hacer “unos folletos por estribillo: ‘Bien puede ser - no puede lindos y elegantes, para esas cosas peque- ser’. Tengo la impresión de que las atri- xDVTXHXQRKDFHTXHHVWiQWDQHQHOJXVWR buyó a todos menos a su verdadero au- GHODpSRFDTXHXQRQRVHDWUHYHDSXEOL - tor que soy yo. Recordará usted que se FDU DLVODGDV SRU SHTXHxDV TXH WDPSRFR imprimieron en un plieguecito en París. quiere mandar al revoltijo de las revistas, Cuidó de la impresión el Abate de Men- y que se pudren en el cajón esperando el GR]Dµ 'RQ (XJHQLR SRU VX SDUWH DxD - libro misceláneo donde han de aparecer dió a esta información proporcionada por confundidas con otras cosas. Este folleto Reyes: por aquellos “días gobernaba en poema equivale a lo mejor de la revista”. (VWDGRV 8QLGRV &RROLGJH \ HQ 0p[LFR En los Cuadernos del Plata pensaba publi- &DOOHV(Q1LFDUDJXD$GROIR'tD]SHGtD FDUDDXWRUHVFRPR3HGUR+HQUtTXH]8UH - DJULWRVODLQWHUYHQFLyQDPHULFDQDµ *DU - xD9LFWRULD2FDPSR-RUJH/XLV%RUJHV cía, 1973: 4-5) LQpGLWRV GH 5LFDUGR *LUDOGHV 2OLYHULR *LURQGR-XOLR7RUUL*HQDUR(VWUDGDHQ - Pues bien, tuvieron que pasar algunos tre otros. No podía olvidar en su colección DxRV SDUD TXH OD SRHVtD GH$OIRQVR 5H - los pintores como Norah Borges, Diego yes apareciera nuevamente en Repertorio Rivera, Silvina Ocampo. Americano . Hay un poema que vale la pena reproducir aunque sea una parte y $Vt SXHV VH RUJDQL]y \ VH GLVWULEX\y HO GHFLUDOJREUHYHPHQWH$ÀQDOHVGH trabajo, quedando Reyes como respon- cuando se encontraba como Embajador de VDEOH HQ OR OLWHUDULR \ (YDU 0pQGH] HQ 0p[LFRHQ$UJHQWLQDWHQtDHQPHQWHFUHDU la cuestión editorial. El costo de las im- unos cuadernitos que se llamarían Cua- presiones correría a cargo de Francisco dernos del Plata . El origen de este proyec- $&RORPER(QHOFRPLWpHGLWRULDOGHOD to se debía a que la llamada muchachada FROHFFLyQÀJXUDEDQ0pQGH]%RUJHV;XO le pidió que hiciera una revista. Solar y Ricardo E. Molinari. En seguida Pero hacer una revista no le convenció por 5H\HV HPSH]y D FRUUHU ODV LQYLWDFLRQHV el trabajo que implicaba y por el puesto a pedir los permisos correspondientes y a GLSORPiWLFR TXH GHVHPSHxDED 6LQ HP - solicitar el apoyo de sus amigos escritores bargo, los jóvenes escritores le insistían para conseguir los materiales que deseaba \ OH UHFRUGDEDQ TXH HQ (VSDxD FRODERUy para su colección 157. en la revista España TXHIXQGyFRQ-XDQ 5DPyQ-LPpQH]ODUHYLVWD\ODELEOLRWHFD 'HDFXHUGRFRQHOFRORIyQGHOSULPHUQ~ - ÌQGLFHTXHHQFRPSDxtDGH-RVp0RUHQR mero de Cuadernos del Plata , Seis relatos , 9LOOD\(QULTXH'tH]&DQHGRHGLWDURQORV GH5LFDUGR*LUDOGHVFRQXQSRHPDGH$O - ´&XDGHUQRV/LWHUDULRVµGHOD/HFWXUDTXH fonso Reyes y una fotografía, apareció el FRPHQ]yOD&ROHFFLyQ8QLYHUVDOGH&DOSH 26 de julio de 1929. En la nota editorial se y que “colaboró mucho” en Clásicos Po- VHxDODTXHHOFXHQWR´'LiORJRV\SDODEUDVµ pulares de Calleja. Así pues, querían que en Argentina quedara su huella. 157 Cf., sobre todo el proceso de Cuadernos del Plata, Al- fonso Reyes, Diario, p. 234 y ss.

254 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

HUDLQpGLWR´(VWDQRFKHQRFKHEXHQD«µ Llegaste cuando yo no estaba y procede de los Cuentos de Navidad , in- cuando vine habías partido, pGLWRV GH HVFULWRUHV DUJHQWLQRV %XHQRV y nuestra alianza quedó encinta de $LUHV´5HVFROGR\7UHQ]DGRUµGH todo lo que pudo haber sido. los Cuentos de muerte y de sangre , Bue- nos Aires, 1915, en donde en “el primero Tal vez te recogieron, como en tu GHHOORVDSDUHFHSRUSULPHUDYH]'RQ6H - cuento al trenzador, gundo Sombra, y no en Politiquería , como arrugando con crispada mano la DOJXQDYH]VHKDGLFKRµ´3ROLWLTXHUtDµ\ carta en que te dije adiós. ´7HOpVIRUR $OWDPLUDµ GH ODV UHYLVWDV ER - naerenses, Plus Ultra y La Nota , 1916 y Hoy, tus ecos juntando, te alzo una UHVSHFWLYDPHQWH<VHGDEDQODVJUD - HVWDWXDGHUHÁHMRV cias a la esposa del poeta por el permiso y por la señal de tu planta te voy para publicar estos relatos 158 *LUDOGHV campeando desde lejos. www.cervatesvirtual.com) Cada uno me habla de ti con un elo- (O SRHPD GH 5H\HV TXH DFRPSDxD HVWD gio diferente: edición se llama, “A la memoria de Ricar- puedo pensar que, sólo contigo, se GR*LUDOGHVµTXHFRQVWDGHFXDWURSDU - me murió mucha gente tes, “I. Silencio en el campo. (Paradójica (Reyes, Repertorio Americano. herencia del Caballero de la Triste Figu- Tomo XXXIX, n. 689, 1934: s/p) UD µ´,,'RQ6HJXQGDGHOD3DPSD 6HQ - WLGRHVSLULWXDOGHHVWDKLVWRULD µ´,,,/D II. Labor diplomática WUDQTXHUD &LIUD GH OD WLHUUD DUJHQWLQD µ y, “IV. Ricardo Sombra. (Envío)”. Es muy (O JRELHUQR GH 0p[LFR SUHVLGLGR SRU HO probable que un ejemplar de Cuadernos general Plutarco Elías Calles (1924-1928), del Plata OHKD\DOOHJDGRDGRQ-RDTXtQ al elevar su representación diplomática al pues Reyes siempre lo tenía presente. Pero rango de Embajada y al enviar el primer de lo que no hay duda es que se reprodu- HPEDMDGRU H[SUHVDED VXV PiV VLQFHURV jo el poema en las páginas de Repertorio deseos de consolidar y fortalecer las cor- Americano XQOXVWURGHVSXpVWRPDGDGH diales y fructíferas relaciones diplomáti- ODHVSOpQGLGDHGLFLyQFDULRFDGHHMHP - cas que mantenía con el Estado Argentino. plares, hecho a mano, en papel off-set, ti- Se designó a Alfonso Reyes para ocupar UDGRHQODVRÀFLQDVJUiÀFDVGH/LWKRWLSR esa Embajada y para hacer realidad esos Fluminense, que se acabó de imprimir el GHVHRVGHOJRELHUQR\SXHEORPH[LFDQRV GHPDU]RGH 5H\HVVS  Reyes llegó a Buenos Aires el 26 de ju- De las cuatro partes del poema, un frag- nio de 1927. Unas semanas más tarde, PHQWRGHOD~OWLPD FXDQGRHOHPEDMDGRUGH0p[LFRSUHVHQWy sus cartas credenciales al presidente de la 158*LUDOGHV . Los Seis relatos . Publicados en la colec- 5HS~EOLFD $UJHQWLQD GLMR TXH HO (VWDGR ción Cuadernos del Plata, se pueden consultar en la no hacía más que “recoger y establecer Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, http://www. cervantesvirtual.com en institución y en cifra jurídica” lo que

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 255 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

era “entre nosotros el impulso espontáneo DUHFRJHUHOHFRGHQXHVWUD$PpULFD GHOD1DFLyQPH[LFDQDµ$VtSXHVOHHUD \(VSDxD 159. (Reyes, 1956: 435) posible asegurar que no sólo traía “un en- FDUJRGHFRUWHVtDRÀFLDOVLQRHOPHQVDMH 3XHV ELHQ *DUFtD 0RQJH FRQWLQXy FRQ cordial y sincero de la amistad de un pue- VX VDELDFRVWXPEUHGHSXEOLFDUORVWH[WRV EORµ$GHPiV DO JRELHUQR GH 0p[LFR OH de Reyes. Ahora, al divulgar los discursos cumplía la más alta satisfacción de ofrecer GHOHPEDMDGRUPH[LFDQRVHREVHUYDSRUXQ su nueva Embajada: ODGRODÀGHOLGDG\FXPSOLPLHQWRGHORVGH - VHRVH[SUHVDGRVSRUHOJRELHUQR\SXHEOR Ante el gobierno argentino con oca- PH[LFDQRV\SRUHORWURHOWDFWR\ODVEXH - sión de las rememoraciones cívicas nas maneras que hicieron posible tener una de julio, inaugurándola el día mis- HVFXHODGLSORPiWLFDPH[LFDQD0XHVWUDVGH mo que la conciencia de la Nación ello son las alocuciones del embajador Re- argentina parece reconcentrarse a yes que reprodujo Repertorio Americano FRQVLGHUDU ODV HQVHxDQ]DV GH XQ al colocar la primera piedra de la Casa del SDVDGR JORULRVR \ D ODQ]DU DWLVERV Teatro, el 16 de febrero de 1928 y al descu- sobre un porvenir que todos augura- brir la placa de bronce en la calle que lle- mos lleno de prosperidad y ventura. YDHOQRPEUHGH0p[LFRHOGHDEULOGHO (Robledo, 1998: 99) PLVPRDxR¢4XpGLMRHOHPEDMDGRUPH[L - cano en estas dos ocasiones? 'HVGH6DQ-RVp&RVWD5LFD*DUFtD0RQ - ge todo lo observaba. Veía cómo su amigo Primero, las obligadas palabras de corte- que no hacía mucho tiempo le envió Pau- sía para aquellas instituciones y personas sa y Simpatías y diferencias , estaba como que estaban haciendo posible la construc- (PEDMDGRUGH0p[LFRHQ$UJHQWLQD<HQ ción de la Casa del Teatro y, en especial, el volumen de Simpatías , correspondien- a la primera dama, a la esposa del pre- te a la quinta serie, Reloj de sol , vio una VLGHQWHGHOD5HS~EOLFD$FRQWLQXDFLyQ alusión a su persona, que le agradó y agra- KL]RXQEUHYHUHFRUULGRSRUODKLVWRULDGHO deció profundamente. Esto dijo Reyes de WHDWURHQ,EHURDPpULFDSDUDLUDOIRQGRGH su amigo: la cuestión. Para el embajador Reyes esta era una buena oportunidad para recordar 4XHSDUDORH[WUDRUGLQDULR\ORKH - TXHHOWHDWURHUDWDPELpQ URLFRQRVpSRUTXpVHPHÀJXUDTXH todos estamos un poco capacitados, Un camino franco de amistad y y más en esta brava tierra, donde so- acercamiento en nuestras dos na- mos mejores para pelear y morir que ciones hermanas. Nada mejor que para mantener la armonía con el ve- la escena, en efecto, para lograr cino durante quince días seguidos. En este orden de la política literaria, 159 Obras completas de Alfonso Reyes. (1956) IV. Simpa- PHFRPSODFHUHFRUGDUDOH[FHOHQWH tías y diferencias. Primera, segunda y tercera series. Cuarta serie . Los dos caminos. Quinta serie . Reloj de -RDTXtQ *DUFtD 0RQJH TXH GHVGH sol. Páginas adicionales 0p[LFR)RQGRGH&XOWXUD VXSHTXHxD&RVWD5LFDDFLHUWDVROR (FRQyPLFDS>/HWUDVPH[LFDQDV@

256 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

que un pueblo, no solamente com- OXMRGHVSXpVGHXQtQWLPREDXWL]Rµ<GL - prenda las concepciones generales ULJLpQGRVHDORVDVLVWHQWHVDHVWHDFWRHO que inspiran la vida de otro pueblo, embajador rememoró: VLQRVDERUHHWDPELpQ\SDOSHGHXQD manera objetiva, sus peculiaridades Con esa amena y minuciosa ciencia todas, sus modos de hablar, sus ade- GH %XHQRV$LUHV TXH SRVHpLV >«@ manes, sus menudos hábitos de vida y que hace de vuestra conversación cotidiana. Pudiera decirse que el lle- XQ YLDMH HQWUHWHQLGR D WUDYpV GH OD var a un pueblo la ciencia de otro KLVWRULDGHODUHJLyQSRUWHxD²FRQ - pueblo, equivale a transportar un versación en que las noticias pa- fragmento de una tierra a otra, pero cientemente espigadas por los do- XQIUDJPHQWRFDOLHQWHD~QDQLPDGR cumentos casan tan a punto con los y vivo, con su población a cuesta y recuerdos personales, y todo para hasta con su atmósfera inefable. HQXQDYLVLyQVLQWpWLFDGHODFLXGDG GHODFLXGDGHQPDUFKDDWUDYpVGHO Igualmente podía asegurar, y sólo para tiempo, que contentaría ciertamente FLWDU´ORV~OWLPRVHMHPSORV\ORVPiVSR - DORVSRHWDVXQDQLPLVWDVPHKDEpLV pulares y difundidos”, que cualquiera que hecho saber que esta calle aparece fuera “la consideración artística” que se FRQHOQRPEUHGH6DQ%DUWRORPpHQ OHFRQFHGLHUDD´WDOHVRFXDOHVÀJXUDVGH ORVSODQRVGHFRQHOGH$JH - nuestros respectivos escenarios, pocos UR HQ ORV SODQRV GH  \ ÀQDO - HVIXHU]RVµKDEUtDQ´VLGRPiVIHOLFHVSDUD PHQWHFRQHOQRPEUHGH0p[LFRHQ despertar a la Argentina la curiosidad por los de 1822. ODYLGDPH[LFDQDRHQ0p[LFRSRUODYLGD DUJHQWLQD TXH ODV JLUDV RUJDQL]DGDV QR 6LJQLÀFDEDVLQODPHQRUGXGD´TXHORVWX - KDFHPXFKRVDxRVSRUODV&RPSDxtDVGH tores de la ciudad de Buenos Aires madru- /XSH \ GH &DPLODµ< UHFRUGDED DO WHU - garan tanto como la misma independencia PLQDUVXGLVFXUVRTXHHQWUH0p[LFR\OD PH[LFDQD LQLFLDGDGHVGHSHURVROR $UJHQWLQDODQDWXUDOH]DSXVR´GLVWDQFLDV\ FRQTXLVWDGDGHÀQLWLYDPHQWHHQ SDUD DFXPXOyPRQWDxDV8QVRORMLQHWHFRQFD - consagrar” a su patria “un recuerdo, ins- balgadura y remonta ha sabido vencer dis- cribiendo su nombre en las piedras de una WDQFLDV\ERUUDUREVWiFXORVGHPRQWDxDV FDOOH \ GH XQD FDOOH FpQWULFD SRUTXH OR No se diga que puede menos la virtud de HUDHQDTXHOORVDxRVµ\HVWRWHQtDXQDDOWD un alto pensamiento” ( Repertorio Ameri- VLJQLÀFDFLyQ´<VLQGHFLUQDGDFRQWUDHO cano . Tomo XVI, n. 16, 1928: 243). monumento, que es la ofrenda desintere- sada del arte a la memoria de un hombre, Cuando se descubrió la placa de bronce de un hecho o de un pueblo”, dijo el em- HQODFDOOHTXHOOHYDHOQRPEUHGH0p[LFR bajador Reyes, que no valía “menos esta insistió en la vieja amistad de estos dos conmemoración –mucho más modesta en pueblos y en la “creciente simpatía que la apariencia, pero acaso más profunda en XQHQDQXHVWUDV5HS~EOLFDVµ/DGHYHOD - la esencia- que consiste en ofrecer al re- FLyQGHODSODFDHUDXQD´FRQÀUPDFLyQGH cuerdo el nombre de una calle”.

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 257 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

El embajador entró al asunto que había (OHQD *XDUQDFFLD $OWDPLUD QL WDPSRFR SHUÀODGRXQRVVHJXQGRVDQWHVSDUDGHFLU RWUDV ´UHÁH[LRQHV SURYHFKRVDVµ /RV UR - que el nombre de una calle se asociaba manos, “supersticiosos de genio”, los lla- “más que el monumento a la vida de los PyHOHPEDMDGRUGH0p[LFR´SRQtDQEDMR YHFLQRVµHQWUDED´HQORVKiELWRVFRWLGLD - DGYRFDFLyQGHSHTXHxDVGLYLQLGDGHVWXWH - nos de la gente” e iba “formando un nuevo ODUHVORPLVPRVXVYtDVS~EOLFDVTXHVXV relieve en la topografía moral de las po- PRUDGDVGRPpVWLFDV\WRGDYtDµOHSDUHFtD blaciones. En la geometría de Buenos Ai- muy bien que el hombre llevara “a todos res, esta línea, esta coordenada: la calle de los sitios que frecuenta, una sospecha de 0p[LFRVHUYLUiVLHPSUHSDUDÀMDUHOSXQWR su relación con lo eterno. Esta manera de y momento en que la Ciudad del Plata co- asociar lo inmediato con lo mediato y lo linda con la antigua Ciudad de los Pala- distante –cuando, como en el caso, se re- FLRVDOPHQRVHQOD]RQDGHODLQWHQFLyQ ÀHUHDXQVHQWLPLHQWRGHFRUGLDOLGDGHQWUH del ánimo, del espíritu”. dos pueblos- forma parte de la educación GHOFLXGDGDQRSXHVWRTXHORHQVHxDDVHQ - Los bonaerenses fueron “más solícitos” tir su convivencia con los demás hombres, TXHORVPH[LFDQRV/DVFDOOHV\SOD]DVTXH DXQTXHVHDFRQORVTXHKDELWDQDOWpUPLQR llevan el nombre de Argentina databan de de un penoso viaje”. hacía poco tiempo. Fue “menester, para EDXWL]DUODV \ RIUHFHUODV TXH XQD SURIXQ - (OHPEDMDGRUPH[LFDQRKL]RXQDEUHYtVL - da conmoción social, removiendo nuestra PDSDXVD/DVXÀFLHQWHSDUDH[SUHVDUVXV sensibilidad histórica, nos despertara – sentimientos de tal manera que nos recuer- GHVSXpVGHOPDUDVPRGHXQDODUJDSD]TXH da las páginas bien logradas de su Visión HPSH]ySRUVHUHIHFWRGHORUGHQ\DFDEy de Anáhuac . Cuando los argentinos pasen SRUVHUFDXVDGHXQDGDxLQDVRPQROHQFLD SRUODFDOOHTXHOOHYDHOQRPEUHGH0p[LFR al sentimiento de vinculación con las Re- DFDVRSLHQVHQXQRVLQVWDQWHVHQPLSDtV< S~EOLFDVKHUPDQDVµ<IXHHQWRQFHVGHV - a “su mente acudirán las noticias atrope- SXpVGHHVDJUDQVDFXGLGDTXHQDFLy´SRU OODGDVPDODV\EXHQDVTXHHOD]DURHOLQ - todas partes un vasto apetito de comunica- WHUpVGLIXQGHQDSURSyVLWRGH0p[LFRSRU ción y de entendimiento con las naciones el mundo. Pero sepa el viandante y tenga TXHHOGHVWLQRKL]RJHPHODV\HQHORUGHQ por cierto que, en la combatida y hermosa GH ODV FRVDV PXQLFLSDOHV FRPHQ]DURQ D ciudad del águila y de la serpiente –don- DSDUHFHUODVIXHQWHVS~EOLFDVODVHVWDWXDV GHHODLUHDIXHU]DGHWUDQVSDUHQFLDSDUH - las inscripciones consagradas a la amistad FHVLHPSUHUHFLpQEDxDGRHQORVODJRVGH argentina, aunque para ello fuera preciso $QiKXDFGRQGHHOJUDQLWRURMRGHODVFD - VDFULÀFDUWDOYH]DOJXQDOH\HQGDSLQWRUHV - VRQDVFRORQLDOHVKDFHÀHVWDVDOVROGRQGH ca en que se fundaba el nombre heredero ODDOHJUtDGHODVF~SXODVGHD]XOHMRV ODV de tal o cual rincón de la ciudad”. más bellas del mundo) se destaca sobre el KRUL]RQWHSODWHDGRGHFDGDWDUGHQLQJXQD En esta alocución no podía faltar el nom- GHODVHVWUHOODVGHOFLHORVHKDH[WLQJXLGR EUH GH OD HVFXOWRUD TXH KL]R SRVLEOH TXH SRU HO KHFKR GH TXH HO SXHEOR PH[LFDQR HQEURQFHTXHGDUDHOQRPEUHGH0p[LFR HVWpUHVXOWRDSURFXUDUTXHODYLGDKXPDQD

258 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

sea más digna de ser vivida, más justa y los lectores”, pues le “faltaría tiempo para más piadosas las instituciones, y que las DQDOL]DUODVHQWRGDIRUPDµ<TXHFRQVWH FDOOHV GH OD FLXGDG VyOR YHDQ GHVÀODU XQ que sólo citaba las que tenía “ a la mano” , día lo que yo deseo ahora para vuestra ca- sobre su mesa . OOHGH0p[LFRKRPEUHVOLEUHV\KRPEUHV FRQWHQWRVFRQVXSHTXHxDSRUFLyQGHODV 'LH]DXWRUHVIXHURQORVTXHPHQFLRQyHQ felicidades terrestres” ( Repertorio Ameri- HVWDRFDVLyQ<DXQTXHGLMRTXHQRWHQtD cano . Tomo XVI, n. 20, 1928: 308). WLHPSR SDUD DQDOL]DU OD REUD OLWHUDULD GH HVWRVHVFULWRUHVPH[LFDQRVYHDPRVSRUOR Los lectores de Repertorio Americano si- PHQRV TXp GLMR VREUH %HUQDUGR 2UWL] GH JXLHURQ IDPLOLDUL]iQGRVH FRQ ORV DUWtFX - Montellano, uno de los hombres más no- los y ensayos de Alfonso Reyes que tanta tables del grupo de Contemporáneos, que fama la dieron por su pulida prosa, por su publicó Red , bajo el sello de Contemporá- cuidadoso trabajo de fuentes archivísticas, QHRVHQFRQFLQFRGLEXMRVGH-XOLR por los serenos y ponderados juicios. Pero Castellanos. “Poemas en prosa (salvo el DOJXQD YH] WHQtD TXH KDFHU XQD TXH RWUD prólogo, Red , en verso). Puntería de pája- aclaración. Este es el caso de su “Segunda URDWRGRYXHORTXHQLDVt\HUUDHOSXQWD]R QRWDVREUHOLEURVGH0p[LFRµTXHHUDOD GHOSLFRVHJXULGDGÀQDGHODDUDxDFDVL repuesta a la primera que publicó Reper- VXVSHQVDVLHPSUHGHODLUH<VLORVQLxRV torio Americano HOGHPDU]RGH\ conocieran el estilo literario del hombre, TXHODSUHFHGtD´XQDHQWUHYLVWDTXHOHKL]R así escribirían: inventando las emociones, don Manuel María Oliver, y de que sólo GHVFXEULHQGR ODV GLPHQVLRQHV FD]DQGR VHSXEOLFyODSDUWHÀQDOµ$KRUDTXHUtDHO ODVSDODEUDVFRPRHOJDWRFD]DHOLQVHFWR HPEDMDGRUPH[LFDQRTXHVHFRQRFLHUDHO OHYDQWDQGRXQDPRQWDxDVLQGDUVHFXHQWD párrafo suprimido, y se entenderá y com- en la palma de la mano o doblándose llo- SUHQGHUiSRUTXpKL]RHOUHFODPR(QHVH URVDPHQWHEDMRHOSHVRGHXQDOHYHEUL] - SiUUDIRVHxDOy´6tODYLGDLQWHOHFWXDOGH na” (Repertorio Americano, tomo XVIII, 0p[LFRHVPX\LQWHQVD/DUHQRYDFLyQGH n. 23, 1929: 364). las artes cultas y populares es el mejor re- sultado de la nueva orientación espiritual 8QGtDVGHVSXpVGHSXEOLFDGRHVWHDUWtFXOR del país”. Se proponía traer a Buenos Ai- GRQ-RDTXtQOHHVFULELyD5H\HVSDUDGHFLU - UHVHOSUy[LPRLQYLHUQR´LQWHUHVDQWHVH[ - le que había “tenido la dicha de [recibir] posiciones” que darían “prueba de ello”. unas cuatro letritas nuevas de usted, con Le agradecía que le hubiera preguntado XQUHWUDWR£$KORQREOHÀVRQRPtDVX\D SRUHVWRVDVXQWRVHVSLULWXDOHVGHVSXpVGH FRPROHDJUDGH]FRTXHPHORKD\DHQYLD - KDEODU GH ORV ´SURGXFWRV QDWXUDOHVµ < GRµ'HVSXpVOHDVHJXUyTXHWDPELpQOOH - DGHPiV OH GHFtD TXH GXUDQWH HO ´DxR \ JDURQVXV´SDSHOHVSULYDGRVµ¢6REUHTXp meses” que llevaba en Argentina apare- PDWHULD" ¢4Xp OH LQWHUHVDED TXH VXSLHUD FLHURQREUDVPH[LFDQDV´ todas de primer GRQ-RDTXtQ"¢4XpTXHUtD5H\HVTXHKL - orden µ/RTXHVLJQLÀFDEDSDUDpO´XQSR - FLHUD*DUFtD0RQJHSRUpO"¢/RVDEUHPRV sitivo placer el tener ocasión de mencio- DOJ~Q GtD" (UD DVXQWR SULYDGR 1R GLMR narlas y llamar sobre ellas la atención de nada al respecto. Porque sobre los otros,

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 259 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

VREUHORV´SDSHOHVS~EOLFRVµTXHHUDQSDUD que conlleva como nombre, “El camino de HO S~EOLFR HVWDED GH ´SOiFHPHVµ /HWUDVPH[LFDQDV@ UHWUDWRGH1HUYRKHFKRSRUHOPH[LFDQR

260 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

*DUFtD&DEUDOSXEOLFDEDHOFLWDGRHQVD\R VLJXLHQWHV UHQJORQHV HVWi OD H[SOLFDFLyQ GH$OIRQVR5H\HVTXHDVtHPSLH]D´+R\ sin dejar de sorprender que el poeta mís- DORVGLH]DxRVHVGHFUHHUTXHODFRQVWH - tico, el poeta que había dicho de Kempis: ODFLyQTXHKDEtDGHEURWDUGHVXDOPDHVWp \DFHQWUDGD7RGRpOVHUi\DSXURHVStULWX Ha mucho años que busco el yermo Regalo de todos, como una fuente en una ha mucho años que vivo triste, SOD]D&HxLGRDOHVWLORGHOUHFXHUGR\DVH ha muchos años que estoy enfermo, despejó de los aditamentos y estorbos de ¡y es por el libro que tú escribiste! WRGRDTXHOORTXHVHPXHYH

Reyes recorrió el camino de Nervo, de Semanas más tarde, Repertorio America- Madrid a Montevideo, de las mujeres que no ofreció de Alfonso Reyes, “Un apunte amó el nayarita al delirio y sus desmayos, VREUH (oD GH 4XHLUR]µ 161. Apunte intere- pasando por su enfermedad, hasta llegar VDQWHSRUVXVDWLVERVDXWRELRJUiÀFRV(VWD DORV~OWLPRVGtDVGHVXH[LVWHQFLD(O colaboración se la pidieron con “cinco mi- de mayo de 1919 todavía escribe dicien- nutos de anticipación”. Era todo un reto, GRTXHWLHQHXQPpGLFR´VHQFLOOR\DIHF - aunque dijo: ¿cómo escribir un artículo en tuoso”, que lo visitó el 16 de mayo, y que tan poco tiempo, cuando mis lecturas da- estaba alarmado por el resultado de los WDEDQ GH WDQWRV DxRV \ FXDQGR QDYHJDED análisis que le mandó hacer. Tenía “mucha “por mares tan distantes”? Pero el reto lo DOE~PLQDµ/HGLRODGLHWD\OH´SUHGLFyµ ORTXHD~Q´SRGtDKDFHUHQHVWHPXQGRµ 1615H\HV OH HQYLy HVWH DSXQWH VREUH 4XHLUR] D *DUFtD Monge porque en Crítica salió “muy equivocada”. 6HORSURPHWLy4XHUtDYLYLU¢<VDEHQSRU Corregido se lo envió al director de Repertorio Ame- TXpTXHUtDYLYLU"SUHJXQWy5H\HV(QORV ricano (Alfonso Reyes, Diario, cit., p. 276).

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 261 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

aceptó porque le devolvía la “fresca emo- respiración más saludable, que Flaubert, y FLyQµ GH VXV DxRV GH SHULRGLVWD £&LQFR desde luego más ágil para mover la novela, minutos le bastaban para hacer un artí- aunque no más profundo para agitar ideas culo! En efecto, Reyes desde muy joven, HQODVFDUWDVHVWHKXPRULVWDTXHSXHGH GHVGHVXOOHJDGDDOD&LXGDGGH0p[LFR hombrearse con los mejores, cuando no SRUHPSH]yDHVFULELUHQORVGLDULRV acierta con la idea más vívida, acierta al PH[LFDQRVGHPD\RUFLUFXODFLyQ'HVSXpV menos con el ritmo, con el gesto, con la HQVXVDxRVPDGULOHxRVKL]RSHULRGLVPR tinta de la idea más vívida, y en su modo HQLQQRYyJpQHURVSHULRGtVWLFRV$OJUDGR GHODQ]DUODIUDVHKD\VLHPSUHXQIRQGR\ de reconocerlo como pionero de la crítica XQDSUHVWH]DGHWLUDGRUGHÁRUHWH/OHYD FLQHPDWRJUiÀFD 162. Más tarde, cuando in- por todos los pueblos, ese resabio de ca- gresó a la diplomacia, la pluma no la olvi- WDGRUGHIURQWHUDVpVDTXHOODPDUpPHODQ - Gy$OUDGLFDUGHÀQLWLYDPHQWHHQ0p[LFR colía consular, al modo de la que, con otro en 1939, volvió a hacer periodismo como JXVWR RIUHFH WDPELpQ 6WHQGKDO pVD TXH en su juventud. nos va haciendo sentir las puerilidades de los hábitos de un pueblo contrastados con Hacer este apunte le recordaba pues aque- los de otro pueblo, y de la vanidad de los OORVDxRVFXDQGRVDOWDEDGHOD´FDPDWR - TXHFUHDQEDQGRV\HMpUFLWRVHQFRQWUDGRV GRV ORV GtDV FRQ ORV P~VFXORV GHO DOPD VyORSRUTXHGLÀHUHQ²FRPRHQ6ZLIWVR - FRQWUDtGRV>«@+DEtDTXHHVWDUFRQWRGD bre la manera de romper el cascarón del la conciencia alerta para cualquier asun- huevo” ( Repertorio Americano. Tomo WRTXHHOD]DUGHORVGtDVSXGLHUDWUDHUD XIX, n. 9, 1929: 137). WHPSHUDWXUDGHDFWXDOLGDGKDEtDTXHWHQHU WRGDODPHPRULDPRYLOL]DGDWRGRVORVUH - 3DUD FHUUDU HVWH DxR  Repertorio FXHUGRVGHH[SHULHQFLD\FXOWXUDHQHOSUL - Americano reprodujo “Waldo Frank”, que PHUSODQRGHODOPDKDEtDTXHGDUVHWRGR apareció en Crítica , de Buenos Aires. Pe- FDGDGtD£$GPLUDEOH\YDURQLOJLPQDVLDµ TXHxDQRWDRDSXQWHFRQGDWRVH[DFWRVGH que envidiaba ahora a sus “camaradas de acontecimientos especiales de su vida. En ORVSHULyGLFRVµ<VLQHPEDUJRDSHVDUGH este apunte, por un lado, podemos para lo dicho, aceptó el reto. En cinco minutos apreciar y comprender la amistad que se KL]RHVWHDUWtFXOR estaba dando entre el escritor estadouni- GHQVH\HOPH[LFDQR3RUHORWURSDUDHQ - (ODSXQWHHVPDJQtÀFR8QDVOtQHDVIXHURQ WHQGHUSRUTXp5H\HVOHGDEDLPSRUWDQFLD VXÀFLHQWHV SDUD GHMDU VDWLVIHFKR DO OHFWRU a los asuntos de su vida, particularmente si PiVH[LJHQWH´'HWLPEUHPiVÀUPHTXH tenían algo misterioso. =ROD\GHVGHOXHJRGHVXVWDQFLDPiVOLWH - UDULDPXFKRPiVSHJDGRDODSDODEUDGH Su amistad con Waldo, escribió Reyes, te- nía cuatro actos y cada uno ocurrió en una 162&IORVWH[WRVGH5H\HVFRPRSLRQHURGHODFUtWLFD FLQHPDWRJUiÀFDHQ$OIRQVR5H\HV0DUWtQ/XLV*X] - ciudad distinta. El primero, entre 1923 y mán y Federico de Onís, Frente a la pantalla 0p[L - HQ0DGULGHOVHJXQGRHQHQ FR'LUHFFLyQ*HQHUDOGH'LIXVLyQ&XOWXUDO8QLYHUVL - GDG1DFLRQDO$XWyQRPDGH0p[LFRSS 1XHYD

262 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

de 1929, en Montevideo. En los tres pri- PH[LFDQR HVFULELy ´/D QHEXORVD SULPL - meros actos siempre hablaron unos ins- tiva se fue condensando en planetas y en tantes, en el cruce de las estaciones, “entre sistemas solares. Pero, en el orden de la maletas”. El cuarto fue completamente publicación literaria, parece que los pla- diferente. netas –los libros- fueron la primera fase del fenómeno. Luego, sin dejar de ser lo 5H\HV DFRPSDxDED DO SLORWR PH[LFDQR fundamental, los libros van irradiando coronel Pablo Sidar, que estaba en Bue- su nebulosa, su atmósfera atómica, cada nos Aires desde el 14 de septiembre. Por YH]PiVFDUJDGD\ÀQD3ULPHURVXUJHQ HOGHVHRGHDFRPSDxDUORHVWDEDHQ0RQ - las revistas, para llegar los intersticios WHYLGHR3HUR6LGDUVHIXHD%UDVLO\pOVH HQWUH ORV OLEURV GHVSXpV SDUD OOHQDU ORV quedó en la capital del Uruguay. “Al con- intersticios entre las revistas, aparecen los sultar los barcos para el regreso” a la ca- periódicos literarios, hoy tan en boga, que pital argentina cayó en la cuenta que este suelen ser quincenales o semanales, y que día 22 llegaba el vapor Voltaire y el mismo WLHQHQSRUDEXHORFRP~QDXQTXHROYLGD - GtDWHQtDTXH]DUSDU9HQtDDERUGR)UDQN GRDTXHOJHQWLOtVLPRKXpVSHGGHORVGR - A las cuatro de la tarde del domingo 22 mingos de Florencia, Il Marzocco , viejo salieron de Montevideo los dos amigos \DGHWUHLQWDDxRVµ que contemplaban “las aguas del Plata, haciendo recuerdos y augurios, y sacando En este “Propósito”, Reyes reconoció una el cómputo cabalístico de todas las coin- YH]PiVODLPSRUWDQFLDGHODREUDTXHHV - FLGHQFLDV \ VHxDOHV SURYLGHQFLDOHVµ TXH WDEDGHVDUUROODQGR*DUFtD0RQJH\FLHUWD ORVKDEtDDFRPSDxDGRHQVXDPLVWDG\TXH LQÁXHQFLD DO GLVHxDU VX SHUVRQDO &RUUHR ellos querían “ver como símbolo de amis- Por eso, a acerca de los periódicos litera- WDGHQWUHODVGRV$PpULFDVµ'RVKRUDV\ ULRVVHxDOyTXH´HVWHJpQHURGHSOLHJRVVH PHGLD GHVSXpV D ERUGR GHO YDSRU HVFUL - KDSRSXODUL]DGRFRPRXQYHUGDGHURVtQWR - bía estas líneas para Crítica 163 ( Repertorio ma del siglo”. Mas, “No todos saben que Americano , tomo XIX, n. 18, 1969: 287 uno de los primeros en esta senda ha sido y ss.). -RDTXtQ*DUFtD0RQJHEHQHPpULWRGHODV OHWUDVDPHULFDQDVTXLpQGHVGH6DQ-RVpGH En los primeros meses de 1930, Alfonso Costa Rica, hace mucho tiempo que sirve 5H\HVVDOLyGH%XHQRV$LUHVD5tRGH-D - de centro de reunión a los jóvenes escri- neiro, su nueva misión diplomática. En el tores de nuestra lengua, primero con sus transcurso de su traslado e instalación en colecciones Ariel y Convivio , y más tar- la antigua capital de Brasil, el diplomáti- de con su Repertorio Americano , donde FRPH[LFDQRFUHyXQDUHYLVWDWDQSHUVRQDO viene recogiendo cuanto artículo o noticia que la ligó a su ciudad natal: Monterrey. interesan a los destinos espirituales del Correo literario de Alfonso Reyes . En el Nuevo Mundo” ( Propósito , n. 1, 1930: 1) “Propósito” de este Correo el escritor

163 Alfonso Reyes, Diario. 1911-1930. Prólogo de Alicia 5H\HVQRWDGHO'U$OIRQVR5H\HV0RWD*XDQDMXDWR 8QLYHUVLGDGGH*XDQDMXDWRS\VV

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 263 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

III. Imagen y destino de América estarse 6 meses en cada una de estas pa- WULDVGHVXQLGDVGHQXHVWUD$PpULFDµ0LV - Como hemos mencionado en diversos mo- tral a cada uno le asignaba un “magisterio mentos, la correspondencia entre Reyes y DUTXHWLSRµ TXH MX]JDED ´PX\ VDOXGDEOH *DUFtD0RQJH\ODVFRODERUDFLRQHVGHOHV - para nuestros pueblos y del que debieran FULWRUPH[LFDQRHQ Repertorio Americano disfrutar los jóvenes siquiera unos meses”. VH IXHURQ H[WUDxDQGR$OJXLHQ WHQtD TXH $5H\HVOHVHxDODEDXQ´PDJLVWHULRODLFRµ romper el silencio. Reyes en este caso fue \D%UHQHV0HVpQ´XQRPtVWLFRGLJDPRV HOTXHORKL]RDOPDQGDUOHXQDFDUWDGHDxR ambos igualmente deseables y adaptables, QXHYR'RQ-RDTXtQOHUHVSRQGLy\ VHJ~QORVWHPSHUDPHQWRVµ le dio pormenores de los días que estuvo HQ6DQ-RVp*DEULHOD0LVWUDO\3DOPLWD /RVGtDVTXHHVWXYLHURQ0LVWUDO\*XLOOpQ *XLOOpQ TXH WDQWR OR TXHUtDQ < OH FR - en Costa Rica siempre fueron para recor- menta, que en esta ocasión no le disgustó GDU«D$OIRQVR5H\HV&XDQGRHOODVHVWX - la comparación que le hicieron sus invi- YLHUDQMXQWRDpOWDOYH]SXGLHUDQKDFHUOR tadas al decirle que cuánto se parecían PLVPRTXHVHKL]RHQVXWLHUUDUHFRUGDUOR *DUFtD 0RQJH \ 5H\HV (V SRVLEOH TXH $xDGLHQGRHVWDVVHQWLGDVSDODEUDV´

264 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

so Reyes. Capilla Alfonsina/ Instituto Nacional de Bellas $UWHV([SHGLHQWH 

El 26 de agosto de 1932, don -RDTXtQ OH YROYLy D HVFULELU SDUD DJUDGHFHUOH VXV GRV ~O - timos folletos que debería re- producir y que el tomo XXV de Repertorio Americano era su tomo. Efectivamente, el WRPR ;;9 Q~PHUR  GHO sábado 9 de julio, lleva en la página central el retrato que le envió Reyes y que tiene esta dedicatoria: Para Joaquín *DUFtD0RQJHVXÀUPH\YLH - jo camarada. /Alfonso Reyes /Bs. As. 9 de mayo de 1929 . Al abrir el pliego, un poema de Salomón de la Selva, “El elogio de Alfonso Reyes”, fe- FKDGR HQ 0p[LFR  TXH DVtHPSLH]D

Feliz Alfonso que cantando labras FRQÀQDPDQR\FRQEXULOVH - guro de Lope y de Quevedo el már- quisiera. Sí, mi querido amigo, digámonos mol puro, DOJR GH FXDQGR HQ FXDQGRµ< FRPSDUWH o crisoelefantino estas noticias: Salomón de la Selva se en- exornas tus palabras: contraba en Costa Rica y eran muy buenos £2UR\PDUÀOGH*yQJRUDGLYLQR amigos y Monterrey le llegaba con regula- Yo no –pobre de mí- que pastoreo ridad, “hoja literaria que revela muy bien” cabras . su “noble temperamento”. Las estaba JXDUGDQGR<KDVWDRWURGtD´PLTXHULGR <HQHVDPLVPDSiJLQDHOHQVD\RGH5H - Alfonso Reyes. Cuídese. Siempre suyo”, yes, tomado de su Monterrey  ´*XDUGLDV *DUFtD 0RQJH &DUWD GH -RDTXtQ *DUFtD GH OD SOXPD (O DVHR GH $PpULFDµ (O 0RQJHD$OIRQVR5H\HV6DQ-RVpIHEUHUR asunto que su autor plantea es el siguiente. 4 de 1932, en Archivo particular de Alfon- $PpULFD WLHQH VXV FOiVLFRV \ pVWRV HVWiQ

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 265 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

en la memoria de todos. Sin embargo, a Mínima como un deber cívico ineludible. su alrededor había muchos otros que no lo La B. M., sería nuestro pasaporte para el eran y ante el mundo se deberían mostrar mundo, sería nuestra moneda espiritual”. ORV´HGLÀFLRV\DFRQVWUXLGRVµ\QRODVFDQ - teras. Había el riesgo de que el aseo lo hi- 3HURQRWHQtD´IXHU]DVµSDUDHVWDHPSUHVD cieran otros, “los de allá”, que no eran los por lo que les pidió a sus amigos que lo más entendidos sino los mediocres. Debe- hicieran y que discutieran entre sus cole- PRVFXLGDUD$PpULFDDGYHUWtD/RVDPH - gas el índice de libros. El criterio debería ULFDQRVWLHQHQDELHUWRVORVRMRV

266 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

casualidad. Los momentos estelares son \DSXHEORVGHVFLYLOL]DGRVUHFDtGRVHQOD SRpWLFRV\GHHOORXQDYH]PiVGLRFXHQWD barbarie a consecuencia de la incomunica- Repertorio Americano . FLyQGHOGHVWUR]RRWHUFHUSHFDGRRULJLQDO Los grandes imperios americanos no son El poeta dijo un día de abril, en la sesión ya centros de cohesión, sino residencia GHORV5RWDULRVGH5tRGH-DQHLUR´3UpV - de un poder militar que sólo mantiene la tenos la imaginación su caballo con alas, XQLyQSRUODIXHU]DµVHxDOy5H\HV y recorramos la historia del mundo en tres minutos. La masa solar, plástica y blanda, Llegó la conquista y los sajones y los PiVD~QYDSRURVDVROLFLWDGDXQGtDSRU iberos se dividieron el Continente, y más OD YHFLQGDG GH DOJ~Q RWUR FXHUSR FHOHVWH tarde, cuando los pueblos aspiraron a que la atrae, levanta una inmensa cresta “bastarse por sí” mismos, se emancipa- de marea. Aquella cresta se rompe en los ron. “El proceso de fecundación europea espacios. Los fragmentos son los planetas, sólo” sirvió “como un recurso lateral, y nuestra tierra es uno de ellos. Desde ese SDUDQXWULUODVDUWLÀFLDOPHQWHSDUDGHYRO - remoto día, los planetas giran en torno a su verles la conciencia de su ser continen- primitivo centro como verdaderas ánimas WDOSDUDUHVWDXUDUHQWUHHOODVRWUDYH]HO en pena. Porque aquel arrancamiento con VXHxR GH XQD RUJDQL]DFLyQ FRKHUHQWH \ TXHKDFRPHQ]DGRVXDYHQWXUDHVHOSHFD - armónica”. No fue casual por ello que do original de los planetas, y si ellos pu- los padres de la independencia americana GLHUDQVHUHIXQGLUtDQRWUDYH]HQODXQLGDG cuando se emanciparon de las metrópo- VRODUGHTXHVyORVRQFRPRGHVWUR]RVµ lis se sintieran “animados de un espíritu continental. En sus proclamas de guerra” <DVtVLJXLyLPDJLQDQGRHOQDFLPLHQWRGH se dirigieron “siempre a los americanos, QXHVWUDWLHUUD<VLVRxDPRV´SDUDPHMRU de un modo general y sin distinción de HQWHQGHU OD UHDOLGDGµ VRxHPRV ´TXH XQ pueblos, y cada uno de ellos” imaginaba GtDQXHVWUD$PpULFDFRQVWLWX\yDVXYH] que luchaba por todo el Continente Ame- una gran comunidad humana, cuyas vin- ricano. “Naturalmente, este fenómeno culaciones salvaran mágicamente la in- sólo es apreciable en los países hispano- mensidad de los territorios, las murallas de DPHULFDQRV~QLFRVSDUDORVFXDOHVWLHQH PRQWDxDVODFHUUD]yQGHORVERVTXHVLP - sentido. Luminosa imagen del planeta SUDFWLFDEOHVµ<VLQHPEDUJRD´ODKRUDHQ que ronda en torno de un sol. Bolívar sue- que los primeros europeos” se asomaron a xDHQWRQFHVHQODDSDULFLyQGHOD*UDQGH “nuestro Continente, esta unidad se ha roto $PpULFDµ3HURDFDVRHOWLHPSRQRHVWDED \D4XHW]DOFyDWOHOFLYLOL]DGRUGH0p[LFR maduro y la independencia procedía “por ha huido hacia el Sur, precisamente empu- vía de fraccionamientos nacionales”. jado por las tribus sanguinarias que venían GHO1RUWH\KDGHMDGRDOOiSRU*XDWHPD - Si hacemos un recorrido por el tiempo ODODLPSURQWDGHVXVSODQWDVKDFLpQGRVH ORTXHYHPRVVRQ´WLMHUHWD]RVµOD´IUDJ - llamar Cuculcán. Semejante fenómeno mentación en partes y una de las partes en de disgregación se ha repetido en todos SHGD]RV\XQRGHORVSHGD]RVHQWUR]RV los focos del Nuevo Mundo. Acaso hay < OD LPDJLQDFLyQ ²FX\R FRQVHMR KHPRV

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 267 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

convenido a seguir para ver dónde nos lle- xDUHSXEOLFDQD(SLVRGLRTXHWDQWRKRQUDQ YDQRVHVWiGLFLHQGRHQYR]EDMDTXHDXQ - D0p[LFRFRPRDOHPEDMDGRU5H\HV 167 . TXHODXQLGDGSULPLWLYDQXQFDKD\DH[LVWL - GRHOKRPEUHVLHPSUHKDVRxDGRFRQHOOD 3RU HVR HUD PHQHVWHU UHFRUGDU GH YH] HQ \ OD KD VLWXDGR XQDV YHFHV FRPR IXHU]D FXDQGR ODV ÀJXUDV GH OD LQGHSHQGHQFLD LPSXOVRUD\RWUDVFRPRIXHU]DWUDFWRUDGH DPHULFDQD\XQDYH]PiVUHLWHUDUORVYDOR - ODKLVWRULDVLFRPRIXHU]DLPSXOVRUDHQ res morales que tuvieron. Era importante el pasado, y entonces se llama la Edad de hacerlo en esta hora, y en cualquier hora, 2URVLFRPRIXHU]DWUDFWRUDHQHOSRUYH - porque es tan fácil el olvido y la memoria nir, y entonces se llama la Tierra Prometi- para los que gobiernan. En un breve artí- GDµ<VLGHMDPRVDXQODGRODLPDJLQDFLyQ culo, “Loor a San Martín”, publicado ori- \ VRxDPRV GHFLPRV TXH TXHUHPRV XQD ginalmente en El Nacional PH[LFDQR ´$PpULFD FRKHUHQWH DUPRQLRVD GRQGH de noviembre de 1937, pero reproducido cada uno de los fragmentos, triángulos y en Repertorio Americano , Reyes escribió: trapecios encaje, sin frotamiento ni vio- “Un sentido sobrio de la vida, una gran lencia, en el hueco de los demás. Como en VHQFLOOH] GH DOPD XQD KXPLOGDG QDWXUDO MXHJRGHGDGRVGHORVQLxRVFXDQGRFDGD que lo ponía en el trance orgulloso de des- GDGRHVWpHQVXVLWLRWHQGUHPRVODYHUGD - GHxDU KRQRUHV PLOLWDUHV \ JUDGRV GH UH - GHUDLPDJHQGH$PpULFDµ¢<H[LVWHHVWD nunciar a la mitad de su sueldo en bien del LPDJHQGH$PpULFD"VtFRQWXQGHQWHUHV - VHUYLFLR S~EOLFR 168. Lo mismo preparaba SRQGLy 5H\HV (VWi ´HQ QXHVWURV FRUD]R - SODQRVHVWUDWpJLFRVTXHPDQGDEDFRPSUDU nes y por ella estamos viviendo” 166. las cuatro ollas que hacían falta para las FRFLQDVGHVXVHMpUFLWRVRHODFHLWHGHQXH] 2WUDYH]ODLQFRPXQLFDFLyQ\QXHYDPHQ - que un comerciante aprovechador tardaba WH5H\HVURPSLyHOPXWLVPR

166 Discurso de Alfonso Reyes. Imagen de América . di- 167 Cf., mi libro, Alfonso Reyes y el llanto de España en cho el 13 de abril de 1934, en la sesión con que los Buenos Aires, 1936 y 1937 . Compilación, introduc- - 5RWDULRVGH5tRGH-DQHLURFHOHEUDURQHO'tD3DQD FLyQ\QRWDVGH$OEHUWR(QUtTXH]3HUHD0p[LFR(O mericano”, en Repertorio Americano . Semanario de &ROHJLRGH0p[LFR6HFUHWDUtDGH5HODFLRQHV([WHULR - &XOWXUD +LVSiQLFD 6DQ -RVp DxR ;9Q~PHUR  res, 1999. WRPR;;9,,,Q~PHURViEDGRS 1683RUTXHWDPELpQHVWH6DQ0DUWtQSDUWLyVXFDSD>1RWD de Alfonso Reyes].

268 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

La misión de Reyes en Buenos Aires ter- FXORVTXHHQFRQWUDEDHQHOGLDULRPH[LFDQR PLQyDÀQDOHVGH\OD6HFUHWDUtDGH El Nacional lo mismo hacía. Por lo que le 5HODFLRQHV ([WHULRUHV OH RUGHQy UHJUHVDU podía que le enviara sus copias para que las D0p[LFR0LHQWUDVOOHJDEDHVHGtDOHHV - reprodujera, pues temía las erratas, cortes y FULELy D *DUFtD 0RQJH  GH QRYLHPEUH WLMHUHWD]RVTXHSXGLHUDQVXIULUVXVDUWtFXORV GH  GLFLpQGROH TXH H[WUDxDED VXV OtQHDV 3RU HVR OH SUHJXQWy ¢SRU TXp QR Estaba leyendo el libro que le envió, Las OHHVFULEtD"¢3RUTXpQROHKDFtDVHQWLUVX vísperas de España , cosa que se lo agrade- amistad? Le mandaba publicaciones y no FtD/HJXVWDURQPXFKRODVQRWDVTXHKL]R sabía si las recibía. Sólo el silencio como sobre Burgos. Por ahí pasó en octubre de UHVSXHVWD9ROYLyDSUHJXQWDUOH¢3RUTXp" 1935. Estuvo unos quince días. No vio casi ¿No andaban en la misma guerra? No po- nada, pero se le “quedó en el alma el pai- día creer que no le llegaran sus envíos por- saje” y luego se le creó “un amor inmenso TXHYHtDTXHUHFLEtDORVGH+HQUtTXH]8UH - por aquella tierra y su pueblo. Que dicha xDSDTXHWHVTXHpOPLVPRORVLEDDGHMDUDO VLDOJXQDYH]µVHHQFRQWUDUDQHQ(VSDxD correo, junto con su correspondencia. Sólo juntos. De Las vísperas de España tomaría TXHUtDTXHORWUDQTXLOL]DUDFRQXQDSDODEUD algo para la revista, ya lo vería, y de paso &DUWDGH$OIRQVR5H\HVD-RDTXtQ*DUFtD le haría propaganda al libro. Por otra parte, Monge. Buenos Aires, 9 de noviembre de se quedó pensando sobre los peligros que 1937, en Archivo particular de Alfonso decía correr al manifestar su adhesión a Reyes. Capilla Alfonsina/Instituto Nacio- (VSDxD3RUHVROHUHFRPHQGDEDTXHIXHUD QDOGH%HOODV$UWHV([SHGLHQWH  cauto y que siguiera luchando: “Que cabe- ]DFRUD]yQ\PDQRVWUDEDMHQGHDFXHUGR ([DFWDPHQWHXQPHVGHVSXpVGRQ-RDTXtQ <TXHDVtVLJDPRVOXFKDQGRFRQIHSRU OHGHFtDDVXDPLJRPH[LFDQRTXHFyPRVH (VSDxD SRU VX FXOWXUD SRU 0p[LFR SRU OHRFXUUtDTXHOHSHUGLHUDFDULxR(UDGHODV QXHVWUD$PpULFDGHVFXLGDGD(QXQDEUD - SRFDVMR\DVTXHTXHGDEDQHQHVWD$PpULFD ]RWRGRVPX\DSUHWDGRSDUDXVWHG6X\R nuestra y cada semana salía a su domicilio VLHPSUH *DUFtD 0RQJHµ &DUWD GH -RD - un paquetito con Repertorio Americano y TXtQ*DUFtD0RQJHD$OIRQVR5H\HV6DQ FDGDYH]TXHHQFRQWUDEDDOJRVX\RORUH - -RVp&RVWD5LFDGLFLHPEUH>GH@ producía en su revista. Tal fue el caso del en Archivo particular de Alfonso Reyes. DUWtFXOR´*HQDUR(VWUDGDµ 169 <FRQORVDUWt - Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de %HOODV$UWHV([SHGLHQWH  169(IHFWLYDPHQWH´*HQDUR(VWUDGDµVHSXEOLFyHQ5H - pertorio Americano. Semanario de Cultura Hispáni- desigualdades de los hombres, y les ayuda, en cam- FD6DQ-RVpDxR;,;Q~PHURWRPR;;;,9 ELRDDSURYHFKDUVXVYLUWXGHVHOIXHUWHVLQYLROHQFLD Q~PHURViEDGRGHQRYLHPEUHSS QLFyOHUDHOULVXHxRVLQFRPSODFHQFLDVHTXtYRFDVHO 291. Este ensayo Reyes lo escribió al enterarse de la SXQWXDOVLQH[LJHQFLDVLQFyPRGDVHOTXHHVWXGLDHO muerte de Estrada y es sin la menor duda uno de sus SDVDGRFRQSUHFLVLRQHVGHWpFQLFRYLYHHQHOSUHVHQ - grandes ensayos. Tan sólo trascribamos el inicio para te con agilidad y sin jactancia, y provoca la llegada FRPSUHQGHUTXLpQHUDHVWHDPLJRGHGRQ$OIRQVR´(O GHO SURYHQLU HQWUH SUHFDYLGR \ FRQÀDGR HO ~OWLPR que comprende a unos y a otros, y a todos puede con- TXHSLHUGHODFDEH]DHQHOQDXIUDJLRHOSULPHURHQ FLOLDUORV HO TXH WUDEDMD SRU PXFKRV \ SDUD PXFKRV RUJDQL]DUHOVDOYDPHQWR²WDOHUD*HQDUR(VWUDGDJUDQ VLQTXHVHOHVLHQWDHVIRU]DUVHHOTXHGDHOFRQVHMR PH[LFDQR GH QXHVWUR WLHPSR D TXLHQ WRGRV SRGtDQ RSRUWXQR HO TXH QR VH RIXVFD DQWHV ODV LQHYLWDEOHV DWUHYHUVHDOODPDU¶HO*RUGR·µ

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 269 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

(ODxRGHLQLFLDED\ Repertorio Ame- Repertorio Americano publicó asimismo ricano SXEOLFyGH$OIRQVR5H\HV´*LQHU HQ HVWH DxR GH  OD FDUWD TXH 5H\HV de los Ríos”, correspondiente al capítulo OHHQYLyD*DUFtD0RQJHGHHQHURGH XVII, de los Cartones de Madrid , y aho-  D SURSyVLWR GHO ´ÀQR DSXQWHµ GH ra incluido en Las vísperas de España , -RVp$WWROLQL´0DQXHO-RVp2WKyQ\VXVR - edición de Sur, Buenos Aires, 1937. ¿Por ledad”, así como la reproducción de par- TXp GRQ -RDTXtQ HVFRJLy HVWH DUWtFXOR" WHGHODUWtFXORGH-HV~V=DYDODVREUHHO 6LQOXJDUDGXGDVSRUORTXHVLJQLÀFDED Epistolario de Manuel José Othón VHJ~Q SDUD (VSDxD TXH HVWDED HQVDQJUHQWDGD consta en la revista, de 6 de noviembre Seguramente porque coincidía con su GHODxRDQWHULRU&DUWDHQGRQGHOHFRQ - propia vida y su labor educativa, laica, fesaba que desde su infancia mantenía un cívica. Seguramente porque quedó con- “culto literario” por Othón, “primero por vencido de lo que Reyes escribió: “Ni la íntima amistad que lo unió” a su pa- siquiera faltó sublevarse, como a un buen dre, “y luego por gusto y convencimiento VDQWRHVSDxRO'HVSXpVGHJDQDUXQDFi - propio”. Además, le aseguró, que el poeta tedra en la Universidad, renuncia a ella potosino era “uno de los más altos aun- SDUDXQLUVHDORVSHUVHJXLGRV(QHOp[L - que menos conocidos poetas de nuestra WRQRVHDGLHVWUDQORVKRPEUHVKD\TXH SUREDUDQWHVHOIUDFDVR<DVtGHXQRHQ ViEDGRGHHQHURGH7DPELpQGH/DVYtVSHUDV GH(VSDxD5HSHUWRULR$PHULFDQRSXEOLFyHVWDSDUWH RWUR HMHUFLFLR HVSLULWXDO SUXHED p[LWRV ´/D LQYDVLyQ QDSROHyQLFD TXH KL]R VDFDU D (VSDxD y fracasos, acatando plenamente el sa- HOSHFKROOHYDEDDWRGDVSDUWHVODH[SDQVLyQGHODV bor de la vida. Desde el sesenta y ocho, LGHDV QXHYDV< DXQ OR TXH WXYR GH PHUD YLROHQFLD PLOLWDUIXHIHFXQGRHQ*R\DSRUHMHPSORSURGXFLHQ - FRQ OD UHYROXFLyQ WULXQIDQWH LQÁX\H HQ do un alumbramiento acelerado de visiones terribles. ODHQVHxDQ]DS~EOLFD(UDVXGHVWLQRHUD Pronto las ideas nuevas hicieron presa en los espíritus selectos. La gran mayoría intelectual se inclinó hacia jardinero de almas. En setenta y cinco, Francia. Las nuevas ideas habían precedido, como con la restauración monárquica, vuelve una atmósfera, el avance de las águilas napoleónicas a unirse a los perseguidos, y salva –hu- \KDEtDQJDQDGRGHDxRVDWUiVDODVFODVHVFXOWXUDV de Europa. Unos pocos encontraron dentro de sí mis- \HQGRFRPR1RpHQVX$UFDODFXOWXUD PRVUHFXUVRVVXÀFLHQWHVSDUDGLVWLQJXLUHOSUREOHPD romántica. El ministro que lo perseguía nacional a una parte, y a otras las simpatías ideales. tiene un nombre medieval y eclesiástico: El vigor de un espíritu se mide por la capacidad para establecer entre las ideas la misma distancia que me- Orovio. Orovio hacer encarcelar en un dia entre los hechos a que tales ideas corresponden. FDVWLOORGH&iGL]D)UDQFLVFR*LQHUSUHVD No todos contaban con este poder ‘discriminativo’, que es uno de los más seductores privilegios de la GHODÀHEUH)UDQFLVFR*LQHUUHFKD]DHO LQWHOLJHQFLD 0XFKRV VH FRQIXQGLHURQ \ HQWUH ODV DX[LOLR TXH OH RIUHFH ,QJODWHUUD SRUTXH seducciones revolucionarias y la abominación del ¶HOJRELHUQRHVSDxROVDEHORTXHKDFH· absolutismo, acaso el sentido nacional sufrió ofus- FDFLRQHV2WURVÀQDOPHQWHDXQTXHGLVWLQJXtDQFRQ 2URYLRÁDTXHDHOVDQWRHVH[FDUFHODGR WRGD QLWLGH] OR XQR \ OR RWUR DUULHVJDURQ OD SDUWLGD pero se le destituye de su cátedra. Vuelve SROtWLFDTXHUtDQSDUD(VSDxDODVOLEHUWDGHVIUDQFH - el santo a Madrid: funda la Institución Li- VDV\FRQXQDYDJDFRQÀDQ]DHQODPHFiQLFDGHOD sociedad –que no siempre es compatible con la es- 170 EUHGH(QVHxDQ]Dµ . tricta prudencia- aceptaron la invasión a cambio de la emancipación” (Alfonso Reyes, “Equidistancia”, en 170 Alfonso Reyes. Giner de los Ríos . En Repertorio Repertorio Americano . Semanario de Cultura Hispá- Americano . Semanario de Cultura Hispánica, San QLFD6DQ-RVpDxR;,;Q~PHURWRPR;;;,9 -RVpDxR;,;Q~PHURWRPR;;;,Q~PHUR Q~PHURViEDGRS 

270 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

$PpULFDµ Repertorio Americano , tomo SURSLDGRHOGHPDU]RDODVFRPSDxtDV XIX, n. 835, tomo XXXV, n.3, 1938). H[WUDQMHUDV 6DOLy QXHYDPHQWH GHO SDtV FXPSOLyVXFRPHWLGR\UHJUHVyD0p[LFR El 18 de febrero de 1938 murió Leopoldo SDUDTXHGDUVHGHÀQLWLYDPHQWH6LQHPEDU - /XJRQHV/XLV&DUGR]D\$UDJyQJXDWH - JRDQWHVGHSLVDUVXHORPH[LFDQRVXFHGLy PDOWHFRUDGLFDGRHQ0p[LFRHUDHQFDUJD - lo siguiente. do de la página literaria del domingo, de El Nacional . Como supo que Reyes había El 24 de enero de 1939, a las 11:20 de la OOHJDGRGH$UJHQWLQDVHGLULJLyDpOSDUD noche, ocurrió en Chile uno de los movi- que “le diera una cuartilla, unas líneas”. PLHQWRV WHO~ULFRV PiV IXHUWHV GH ORV TXH Las quería para el martes 22, a más tar- hasta ese momento se hubiera registrado GDU &RUUHVSRQGHQFLDHQWUH/XLV&DUGR]D en la historia del mundo: 7.8 grados en la y Aragón y Alfonso Reyes. 1930-1958. escala de Richter y de 11 grados en la es- (2002) El mar en una nuez. compilación, cala de Mercalli. De las poblaciones más SUHVHQWDFLyQ\QRWDVGH$OEHUWR(QUtTXH] afectadas, Chillán casi desaparece. El res- 3HUHD 0p[LFR %UHYH )RQGR (GLWRULDO cate se complicó por la distancia y la hora. CONACULTA/FONCA: 33.) El artículo (OQ~PHURGHIDOOHFLGRVGLMHURQTXHOOHJy apareció el 27 de febrero y lo reprodujo DORVPLO(VWHKHFKRKL]RTXH5H\HV inmediatamente Repertorio Americano . UHÁH[LRQDUD\UHFRUGDUDTXHKDFtDPXFKR (QJDODQDODSiJLQDXQHVSOpQGLGRJUDEDGR WLHPSRHVWHSDtVVHVROLGDUL]yFRQ0p[LFR del escritor recientemente fallecido, he-

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 271 $OEHUWR(QUtTXH]3HUHD

OOHJDU D &KLOH< VH LPDJLQD 5H\HV TXH sentimientos de unidad americana. Esta ´7DOYH]DUUDQFDFRQHOSXxHWD]RLUDFXQGR solidaridad resucitaba “la inmensa som- HQODPHVDGHODWDEHUQDVHGHUUDPDHQODV bra de Bolívar” y abría “paso [a] la idea GLVFXVLRQHVHQWUDHQODVFDVDVGHIDPLOLD GHOD*UDQGH$PpULFDµTXHGHWDOPRGR \DFXQGHHQJULWRVSRUODFDOOHVHH[SOLFD VH DGXHxDED GH ODV ´YROXQWDGHV TXH HO HQGLVFXUVRVSRUORVWHDWURV\SDUODPHQWRV gobernador de Quillota, funda, al mar- DFXPXOD JUXSRV GH UHVLVWHQFLD SDWULyWLFD gen del Aconcagua, Puratinim, el pueblo funda sociedades –Las Uniones Ameri- que se ha de llamar Unión Americana ”. canas- ganglios neurálgicos de nuestras Así pues, “mientras por una parte la inva- UHS~EOLFDVKHULGDVFROHFWDIRQGRV\DX[L - VLyQGH0p[LFRVXVFLWDDTXt\DOOiIRFRV OLRVSDUDORVKRVSLWDOHVGHVDQJUHUHFOXWD GH LQGLJQDFLyQ SRU RWUD SDUWH DYDQ]D OD voluntarios que sienten, como en carne LGHDXQLRQLVWDTXHDSURYHFKD\RUJDQL]D SURSLDODDUWHUDSXxDODGDVREUHHOGRUVRGH HVDVH[FLWDFLRQHVGHOPRPHQWR0LHPEURV 0p[LFR<OOHJDXQPRPHQWRHQTXHWRGRV GHVWUR]DGRVHLQWHQWRVURWRVDORVSLHVGH los chilenos, jóvenes y ancianos, mujeres la Utopía, corre por ellos como cinta de \QLxRVPLOLWDUHV\FLYLOHVPpGLFRV\SRH - IXHJRHOHQWXVLDVPRSRUODGHIHQVDPH[L - tas, ricos y pobres parecen decirnos desde FDQDµ7RGRHVWHUHFXHQWRTXH5H\HVKL]R ODVOHMDQtDVGHO3DFtÀFRDXVWUDO(VWDPRV WLHQHXQIRQGRKXPDQR\SRUHOHVWDH[ - FRQ YRVRWURV YXHVWUR GRORU QRV GXHOH \ periencia chilena lo obligó a decir y a vuestra victoria será nuestra”. escribir: “Es hora de que se sepa, se diga y se repita. La catástrofe de Chile ha con- El movimiento de solidaridad surgió des- PRYLGRD0p[LFR1RKHPRVSHUPDQHFLGR GH ODV HQWUDxDV GHO SXHEOR GH &KLOH /D LQGLIHUHQWHVDQWHHOGHVDVWUHGHODUHS~EOLFD HQFDEH]y OD 6RFLHGDG GH OD 8QLyQ$PH - hermana, y en varias formas hemos acudi- ricana que animaba y concentraba “todos do a las víctimas del terremoto. La ocasión HVWRVPRYLPLHQWRVGHODRSLQLyQS~EOLFDµ parecía oportuna para recordar esta deuda /D LQVSLUDED HO SRHWD *XLOOHUPR 0DWWD \ histórica, que siempre nos unirá con Chile” ODSUHVLGHHOKpURHGH&RQFKD5D\DGDGH (Repertorio Americano , tomo XXXVI, n. &KDFDEXFR \ GH 0DLS~ \ VRVWHQHGRU GH 14, 1939: 211). OD LQGHSHQGHQFLD GHO 3HU~ JHQHUDO -XDQ *UHJRULR GH /DV+HUDV < 3HGUR *RGR\ (VWRVHUDQWDPELpQORVGtDVHQTXHORVGRV VDFULÀFy ´XQD SDUWH GH VXV FRPRGLGDGHV amigos seguían preocupados por la suer- en alivio de nuestro pueblo”. El “conta- WHGHOD(VSDxDUHSXEOLFDQD\FDGDXQRHQ JLRPH[LFDQLVWDµQRVUHODWD5H\HVLQYD - su trinchera hacía todo lo que estaba a su dió las grandes ciudades chilenas y llegó alcance para apoyar esa causa. En abril ´KDVWDORV~OWLPRVULQFRQHVGHODPRQWDxDµ de 1939 los amigos se escribieron. Reyes donde llovían “las ofertas de voluntarios o HVWDED DÁLJLGR SRU OR TXH VXFHGtD HQ HO las contribuciones para ayudar a la patria PXQGR*DUFtD0RQJHLQWHQWDEDFRQVRODU - PH[LFDQDDÁLJLGDµ lo. Aunque admitía: “en verdad, anda mal la humanidad”. Estaban viendo “cosas que Esta solidaridad chilena con la patria QR KXELpVHPRV TXHULGR 3HUR KDEtD TXH PH[LFDQD SURYRFDED XQD YH] PiV ORV hacerle frente a las nuevas situaciones.

272 5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH Alfonso Reyes en Repertorio Americano: modelando el alma

/RGH(VSDxDQRGHEHPRVGHVFXLGDUORXQ El sábado 7 de junio de 1939 se publicó en momento”. Había que seguir luchando por Repertorio Americano “El llanto de Espa- HOOD \ ´VHJXLU DJUXSDGRV ORV ÀHOHV DPL - xDµDUWtFXORTXHQRVHHQFXHQWUDHQORV JRV GH (VSDxD DPHULFDQRV \ HVSDxROHV tomos que conforman sus Obras comple- ponernos de acuerdo y en donde estemos tas ni tampoco en las antologías que tienen DO]DUORVQXHYRVHVWDQGDUWHV(QHVRHVWR\ TXHYHUFRQVXREUDHQ(VSDxD(O~OWLPR atento a lo que oigo y entiendo, por todos párrafo del artículo es admirable: “Espa- ORV KRUL]RQWHV &RPR GHFtD HO YLHMR 6DU - xD QR KD VLGR GHO WRGR DFRPSDxDGD HQ miento, debemos, al menos dar fe de que VXVOXFKDVSRUODVUHS~EOLFDVKHUPDQDVGH estamos en nuestro puesto”. $PpULFD¢/DFDXVD"/DPLVPDHOSDYRU de la revolución social. Que sea, al menos, Por eso le dolía que no le hubiera manda- DFRPSDxDGDHQVXGXHORSRUODUHYHUHQFLD GRHODUWtFXOR´(OOODQWRGH(VSDxDµ/RLED SDUDVXVKpURHV\DVXVYtFWLPDV¶(VTXH a reproducir tomándolo de la revista Fu- KD\YHQFHGRUHV·RLJRGHFLU£$\TXHHQ - turo , revista importantísima dirigida por WUHQ HQ VX FRUD]yQ ORV YHQFHGRUHV HQ OD Vicente Lombardo Toledano, líder indis- intimidad insobornable de su conciencia, cutible del movimiento obrero y fundador \GLJDQDOPXQGRVLpVWDHVODYLFWRULDTXH de una de las más grandes agrupaciones apetecían. Frente a sus ojos, en la devas- de trabajadores, la Confederación de Tra- WDFLyQGHDTXHOYHUJHOTXHHUD(VSDxDVH EDMDGRUHVGH0p[LFR &70 3HURHQVX H[WLHQGHQODOODQXUDV¶HQFDQHFLGDVGHKXH - carta le dijo que el artículo había sido sos’, como en la llorosa palabra de Queve- PXWLODGR\DVtQRORTXHUtDUHSURGXFLU GR\VHR\HQYHQLUDODHVSDOGDODVERWDV Por lo que le solicitaba una FRSLDÀHO y LPSODFDEOHV £2K YHQFHGRUHV GH VLQLHV - le aseguraba que saldría íntegro, tal como tros agüeros, devolvednos, devolvednos VHODPDQGDUD<SDUDWHUPLQDUFRQHVWH D(VSDxDµ Repertorio Americano , tomo DVXQWRGRQ-RDTXtQOHGLMRTXHKLFLHUDQ XXXVI, n. 15, 1939: 232). de Repertorio Americano “una verdadera WULEXQDGHOSHQVDPLHQWROLEUHHQ$PpUL - /D VXHUWH GH (VSDxD OHV LQWHUHVDED D HV - ca, mientras haya gobierno que nos deje tos dos americanos porque lo sabían muy imprimirlo”. Lo invitaba, pues, a man- bien, era la suerte del mundo y la suerte darle “la entendida copia. Vuelva a su ha- GH$PpULFD$PpULFDHUDVXYLGDSRUHVR ELWXDOVHUHQLGDG\VLJDHVFULELHQGRXVWHG vivían, por eso levantaban los estandartes, HVXQDGHODVYRFHVGH$PpULFDµ &DUWDGH para eso estaban en sus respectivos pues- -RDTXtQ*DUFtD0RQJHD$OIRQVR5H\HV tos, para seguir luchando por lo que ellos 6DQ-RVp&RVWD5LFDGHDEULOGH creían era una de las causas de su vida: la en Archivo particular de Alfonso Reyes. VXHUWHGH$PpULFD Capilla Alfonsina/Instituto Nacional de %HOODV$UWHV([SHGLHQWH  Ajusco, Coyoacán, 30 de agosto de 2009

5(3(5725,2$0(5,&$126HJXQGDQXHYDpSRFD1ƒ(GLFLyQ(VSHFLDO(QHUR'LFLHPEUH 273