CIENCIA Y SOCIEDAD VolumenXV[I, Número4 Octubre-Diciembre1993

QUISQUEYAEN EL HUDSON:LA COMUNIDAD DOMINICANA EN WASHINGTONHEIGHTS

JorgeDuanY*

Resumen:

Hastala fecha,las investigaciones sobre la migraciónintemacional dela RepúblicaDominicana han subestimado la persistencia cultural,la identidadé¡rica, las relacionesinÚerétnicas y el mantenimientodel idioma entrelos migrantes.La mayoríade los académicosse ha concentradoen los orígencs,la composicióny la incorporaciónde los dominicanosal mercadolaboral de los Estados unidos y PuertoRico, Esteensayo enfoca su atenciónen la creaciónde una dentidad trasnacional cntrelos dominicanos en la ciudadde Nueva York, basado en el trabajo decampo en Washington Heigths, la mayorcomunidad dominicana en los EstarlosUnidos. Los objetivos del proyecto incluían la descripción delos valorcs y lasprácticas culturales dominantes entrelos inmigrantes dominicanos,así como el análisisde suidentidad é¡rica a travésde la culturapopular. El trabajode campo examinó la proposiciónbásica de que los inmigrantesdominicanos definen, afirman y expresanuna identidadétnica vigorosa mediante lacultura popular, especialmente el lenguajediario, la música,la religióny la comida.El problemade la idenüdadde los migrantes se abordó desde un punto de vista e[rográfico, apartir del estudio intensivo de una pequeña área geagráfrca utilizando laobservación partícipe y lasentrevistas personales. La comunidad bajo estudiofue unbloque de washington Heigths, escogido intencionalmente pararepresentar las principales caractelsticas de la poblacióndomini-

* JorgeDuany,DepartamentodeCienciasSociales,Universid¿ddelSagradoCorazón, Santurce.Puerto Rico.

JIJ canaen NuevaYork. Los resultadosdocumentaron el surgimientode una identidadtransnacional caracterizada pr un apegoambivalente haciala sociedadanfitriona y una orientaciónhacia la sociedadde origen.

PalabrasClaves:

Identidadcultural, migración dominicana, identidad étnica, cultura popular,identidad transnacional.

El Problema

En añosrecientes, los inmigrantes intemacionales han creado múl- tiples comunidadese identidadest¡ansnacionales. con la creciente facilidadde viajar a través de fronteras nacionales, lamigración circular y de retomose ha hechocadavez más común. El accesoa la transpor- taciónaérea ha permitido un contacto más frecuente entre los migrantes y susparientes y amigosen el pafsde origen. Lapenetración cultural de losmedios de comunicación masiva ha integrado hasta los pueblos más remotosde los pafsesemisores en una ampliared de información intemacional.como consecuenci a,amplios contingentes de trabaj ado- resmigrantes se mueven incesantemente entre sus territorios nacionales y ladiáspora. Como señala Elsa Chaney (1987:3; mi traducción)para el casocaribeño, "La vida caribeñaen la ciudadde Nuevayork es el productode los continuosmovimientos circulares de gente,dinero, bienesmateriales, cultura y estilosde vida e ideashacia y desdela ciudad de NuevaYork".

Las comunidadestransnacionales se caracterizan por un flujo cons- tantede personas en ambas direcciones, un senüdode identidad dual, un apegoambivalente a dos nacionesy una extensared de lazos de parentescoy amistada travésde fronteraspolfticas. Muchos migrantes no escogenentre la lealtadhacia la comunidadde origen o el país receptor,sino que mantienen lazos en ambos lugares. Como apunta Leo Chavez(1993:8), el hechode vivir al otrolado de un bordepolítico no significanecesariamente que los migrantesdejen de pertenecera sus comunidadesde origen.Más bien,significa el desanollode lealtades divididasy la creciónde una comunidad imaginariaen la sociedad 374 receptora.Esta situacióncontradice las prediccionesde las teorfas antropológicasy sociológicasconvencionales sobre la asimilación cultural de los inmigrantesen los pafsesreceptores (Portes y Thou 1993).Cada vez es másdiffcil aceptarque el procesode migracióny asentamientoen un pafsextranjero conlleva la pérdidainevitable de la identidadéhica.

El éxodode la RepúblicaDominicana a los EstadosUnidos ilustra losdilemas culturales de la migraciónintemacional contemporánea. Por un lado, los dominicanoshan hechoun esfuezo por incorporarseal mosaicoénrico de la sociedadnorteamericana; por otro lado, los inmigranteshan mantenido elementos importantes de sucultura nacio- nal,como el idiomaespaf,ol y la religióncatólica. Muchos observadores hanseñalado que los dominicanos en Nueva York -o dominican-yorks, comolos llaman sus compatriotas en la Isla-viven suspendidos entre dos mundos,dos islas, dos banderas, dos idiomas, dos estados nacionales (véaseThe Timesl99la: Grasmucky Pessar1991). Este ensayoexplorará el sentidode pertenecer a dos pafses al mismotiempo ---€neste caso, a la República Dominicana asf como los Estados Unidos- entrelos dominicanosen NuevaYork.

Reseñade la literatura.

Enjulio de 1992,un policlade la ciudadde NuevaYork matóa un jovendominicano en la calle162 de Washington Heigths. La muertede José"Kiko" Carcfa,un supuestonarcotraficante y adicto a la cocaína, provocótres días de disturbios violentos en la comunidaddominicana. Los mediosde comunicaciónlocales y nacionalescubrieron exúensa- mentelos motinescallejeros, ocunidos poco después de las revueltas racialesen Los Angelesy justo una semanaantes de la Convención Nacionaldel PartidoDemócrata en NuevaYork.l En septiembrede 1992,ungrupo xenófobo derechista asesinó a unadoméstica en Madrid España.En enero de 1993,un comunicado de prensa anónimo denunció "la plagadominicana" en SanJuan, Puerto Rico.

l. Parauna muestra de la coberturalocal de losdisturbios v susconsecuencias, véase el Village Voice (1992a l9V2b,1992c). 375 Estoseventos aparentemente no relacionadosentre sf apuntanhacia unahostilidad común, ocasionalmente violenta, contra los inmigrantes dominicanosen varios pafses. A pesarde la atenciónpública generada por talesincidentes, y una considerablecantidad de investigaciones académicassobre el éxododominicano, la vidacotidiana de la comuni- daddominicana en Nueva York no se entiende bien. Porejemplo, se sabe poco sobrelas estrategiasde sobrevivenciay adaptaciónde los inmigrantesaun ambienteurbano dominado por las tensiones raciales y la competenciaétnica. Las relacionesentre los dominicanosy otras minofascomo los afro-americanos y los puertoniqueños en los Estados Unidosno sehan estudiado sistemáticamente.'

Lasinvestigaciones sobre la migracióndominicana han eludido los problemasde asentarse en una sociedad, ajustarse a una cultura ajena y adaptarlacultura original. Hasta ahora, la agenda de investigación delos estudiosdominicanos en los EstadosUnidos se ha concentradoen la incorporaciónde los migrantes al mercado laboral de la ciudad de Nueva York(véase Hemández 1989c para una reseña de estas investigaciones). La persistenciacultural, la identidadétnica, las relaciones interétnicas y el mantenimientodel idiomase hanrelegado a un segundoplano, exceptopor algunosestudiosos que incorporantales asuntos tangencialmenteensus marcos de referencia teóricos o metodólogicos (véase,por ejemplo,Grasmuck y Pessarl99l; Georges1990, 1988, 1984;Pesar1985; Sasen-Koob 1979;Canison y Weiss 1979; Hendricks 1974).La literaturasobre la migracióndominicana se refiere frecuente- mentea la estructura de las unidades domésücas, la ideología del género, lasredes de parentesco, las asociaciones volunta¡ias, lapolítica migratoria y otrasvariables socioeconómicas, pero prestapoca atencióna la definicióny conservaciónde la culturapopular en la vidacotidiana. Mi propiainvestigación de campo ha descuidado el análisisde la identidad étnicaentre los dominicanosen PuertoRico (Duany 1990,1991, l9gz).3

2. Paraalgunos datos recientes sobre las relacionesentre los gruposlaúnos en Nueva York, véaseel informe del Insútute for Puerto Rican Policy (1992). 3. Sin embargo,la cultu¡ade otros migrantes caribeños, especialmente puertoriqueños, cubanosy haitianos,ha sidoestudiada intensamente desde el lenguajecotidiano y la músicapopular hasta la religiónfolklórica y los festivalescallejeros. Para muestra de 376 Hastala fecha,la literaturasobre la migraciónintemacional de la RepúblicaDominicana ha estadoprácticamente obsesionada con las caracterfsticassocioeconómicas de los migrantesdominicanos como trabajadoresde clasebaja. Como resultado,la evidenciadisponible sugiereque el éxododominicano está motivado económic¿Imente y deprivadoculturalmente. Los estudios usualmente retratan a los domi- nicanosen NuevaYork comoobreros desculturados, interesados sola- menteen mejorar sus condiciones materiales de vida. A pesardel éxito populardelmerengue y otras formas tradicionales de la culturadomini- cana,pocos académicos se han ocupado de la identidadétnica de los migrantes.'

En sfntesis,la literaturaacadémica deja sin contestar varias pregun- tas fundamentalessobre la comunidaddominicana en NuevaYork: ¿Cómohan modificado los migrantes sus valores y prácticast¡adiciona- lesen respuesta a un ambiente ajeno? ¿Hasta qué punto han forjado una nuevaidentidad étnica a partirde sucultura nacional y supercepción públicacomo una minoía racialen los EstadosUnidos? ¿Cómo se relacionanlos dominicanoscon otrosgrupos étnicos y racialesen la ciudadde NuevaYork, particularmentelos afro-americanosy otros hispanos?Y finalmente,¿cuán lejos han avaruado los dominicanos en el caminohacia la asimilaciónlingüística y culturalen los Estados Unidos?Tales preguntas subrayan la necesidadde realizar más trabajo decampo con la mayorcomunidad dominicana en los Estados Unidos, WashingtonHeights.'

tales estudios,véanse los ensayosetnográficos recopilados por Sutton y Chaney (1987). 4. Ironicamente.la ciudadde NuevaYork recientementese ha convertidoen el centro comercialde la industriamusical dominicana. Para una aproximaciónperiodística a la culturamusical de los migrantesdominicanos, véase Mclain ( 1991).El documen- tal de Sonia Fritz, Visa para un sueñoen Nueva York (en preparación),promete retratarla vida cotidianay la culturapopular de los dominicanosen Nueva York. 5. Domínguez(19'13,19'18), hendricks (1984), Georges (1984, 1988)y Mahler (1989) han realizadoinvestigaciones etnogrríficas con la comunidaddominicana en Wash- ingtonHeighs. Sinembargo, estos estudios han enfocado su atención en laclasihcación racial,las redes sociales, las asociaciones voluntarias y el procesode legalización,no en la identidadétnica, la culturapopular y la vida cotidianacomo tal. 3',t7 WashingtonHeights es un vecindario multié¡rico del alto Manhanan que actualmentealhrga a alrededorde unatercera parte de ¡odoslos dominicanosen la ciudadde Nuevayork (Necos1993). Los asentÍrmientosdominicanos se han aglomerado en el lado noroestede Manhattan,desde la Calle110 hasta la 190,al estede Broadway,con variasconcentraciones menores en el surdel Bronx,el ladosureste de Manhattany la secciónde Coronaen Queens.En la décadade 1960, WashinglonHeights se convirtió en un banio predominantemente hispanohablante,con unaproporción parecida de cubanos,puertorri- queñosy dominicanos(Domfngu ez 1973, I 978).Durante la décadade 1970,los dominicanosdesplazaron a muchos residentes antiguos del vecindario,especialmente judfos, irlandeses, griegos, puertorriqueños y cubanos.El predominionumérico de los dominicanos se acentuó en los añosochenta. Entre 1983y 1989,más de 40,000dominicanos se asentaronen WashingtonHeights y los vecindariosadyacentes de lnwood y HamiltonHeights (, Departmentof City Planning1992). No obstante,Washington Heights aún contiene mu- chosresidentes afro-americanos, asf como un númerosignificativo de ecuatorianos, salvadoreños, colombi anos y otroslatinoamericanos.

Hoy en dfa,Washington Heights es mayormente un enclavedomi- nicanodentro del centro de la ciudad,segregado de los blancos y negros no hispanos,y cadavez más de otros grupos hispanos establecidos en NuevaYork. La concentracióngeográfica, la especializacióneconómi- cay la solidaridadéurica han producido una gran cantidad y variedadde asociacionesdominicanas en Washington Heights (S ainz 1990:Georges 1988;Sassen-Koob 1979). En 1991,Washington Heighrs eligió a su primer representantedominicano al ConsejoMunicipal, el antiguo maestroGuillermo Linares,comenzando asf un procesode empoderamiento pollti co. Culturalment€,el veci ndario ha reproduc ido múltiplesaspectos del esülo de vida y lasinstituciones tradicionales de los dominicanos,tales como partidos pollticos y sindicatos.El vecin- dariose conoce actualmente como Quisqueya Heights, haciendo refe- renciaal nombreindígena de la Isla de la Española(Larancuet et al. 199r).

Algunosacadémicos creen que los dominicanoshan creadouna incipienteeconomía de enclave en washingtonHeights, caracterizada 378 por una prósperared de pequeñasempresas orientadas hacia los inmigrantes(Portes y Guamizol99l; Hemández1989a). Según AlejandroPortes y LuisGuamizo (1991), los dominicanos son dueños de más de 20,000negocios en NuevaYork, especialmentebodegas, agenciasde taxi, talleres de costura, agencias de viaje y restaurantes.Un estudioreciente encontró un promedio de l2 negociosdominicanos por bloqueent¡e las calles I 57 y I 81 del alto Manhattan (Mahler I 989). Sin embargo,la inmensamayorfa de los dominicanosen NuevaYork son trabajadoresde cuello azul y deservicios, empleados mayormente en la manufacturaliviana, especialmente la industriadel vesüdo(Pessar 1987). En suma,Washington Heights es predominantementeuna comunidadde clasetrabajadora, aunque con un elementoempresarial importante.Es dentrodel contextode la proletarizaciónde la mayoría delos inmigrantesdominicanos en Nueva York que debe analizarse su identidadétnica y especfficamentesucultura popular.

Enfoqueconceptual

La culturapopularconsisteenlos valores compartidos y las prácticas cotidianasde los grupossubordinados dentro de una sociedad estraüficada.La culturapopular bajo el capitalismorepresenta una adaptaciónde la clasetrabajadora al ordenestablecido, que estructura suscondiciones de trabajo, relaciones familiares y actividadesrecreati- vas(Garcfa Canclini 1982). La culturapopular le da un significado simbólicoa la vidacotidiana al comunicarle auno mismo y alos demás cómose insertaen el sistemasocial. El análisisde la culturapopular es, por lo tanto,esencial para interpretar las condicionesde vida de los trabajadoresmigrantes. Los estudiosde los migrantesdominicanos debenexaminarcómo éstos construyen su identidad émica al recrearsu culturapopular en el pafsreceptor.

La culturapopular refleja y acentúalas divisionesde clase,raza, etnia,género, edad y otrascategorfas. Pero la culturapopular también nuestraseñales de subvertirla subordinación, proponiendo una ideolo- gfaaltema a la delos grupos dominantes (Fiske I 989).En este contexto, el estudiode la culturapopular requiere entender cómo la genteusa los productosculturales del capitalismo, constantemente buscando sentido parasu vida cotidiana.Es importantedeterminar si los dominicanos 379 estánasimilándose rápidamente a la culturadominante en los Estados Unidos,o si seresisten a seguirel caminotrazado por otrosgrupos de inmigrantesprevios. La culturapopularde los inmigrantes dominicanos esproletaria porque la producey consumeuna población subordinada porclase dentro del sistema capitalista norteamericano; pero también es étnicaporque la practicaninmigrantes de otropaís. Esta intersección entrela clasey la etniacomo puntos de referencia para la culturapopular esdigna de mayorreflexión.

Desdeesta perspectiva, la culturapopular provee tereno fértil para estudiarla complejainteracción entre la conformidady la resistenciaa la ideologfadominante por lasclases subordinadas de la sociedad.A travésde prácticasculturales como las narrativasorales, los bailes popularesy lastradiciones religiosas, los sectores populares constante- menterehacen sus signos de identidad e impidensu absorción completa a la estructurade poder hegemónico (Rowe y Schelling199 I ). Deesta manera,el estudiode la culturapopular entre los dominicanos en Nueva York iluminael potencialde la vidacotidiana para desafiar y transfor- mar el ordenestablecido. La continuaafirmación de una identidad propiapuede proveerle un sentidode empoderamiento a la comunidad dominicanade Nueva York y promoverla acciónsocial y políticaa su favor.En suma, cualquierestudio que no incorpore la visiónde nlundo delos migrantes está incompleto. Como argumentó el fenecidohisto- riadorGordon K. Lewis(1982:21-22; mi traducción).hay un tipodc estudiode losmigrantes que ve la migraciónpe ro no al migrante,tal y comohay un tipode estudio de la esclavitudque ve la esclavitudpero no al esclavo.Tenemos que ver la personaindividual detrás de la máscarageneral [...] cada uno [de esos migrantes] viene con su propia visión del mundoque él o ella habita. Es nuestrodeber, como académicosprofesionales, descubrir ese cuadro y apreciarsu importan- cia.

Hipótesis

Esteensayo examinará las siguientes proposiciones:

l. Los valoresy lasprácticas culturales de los inmigrantesdomini-

380 canosen WashingtonHeights se orientanprimordialmente hacia la RepúbücaDominicana.

2. La comunidaddominicana de Washington Heights ha creado una identidadtranscultural como resultado de la migración y el asentamiento enun ambientehostil.

3. La culturapopular dominicana expresa una vigorosa identidad étnica,a travésdel lenguajediario, la música,lareligión y la comida.

4. Los inmigrantesdominicanos han elaborado los símbolosde su identidadnacional al margende la culturadominante en los Estados Unidos.

5. La mayoríade los dominicanos en Washington Heights se resiste a asimilanea la culturanorteamericana y se mantiene apegada a su Ienguay culturadc origcn. 6 Método

Muestra.La muestrapara este estudio consistió en un bloquede WashingtonHeigha, dcfinido como el Distritode Planificación 12 de Manhattan.El bloquese escogió por su alta concentración de residentes dominicanos,uso primordialmente residencial y seguridad. Debido a queel bloquese seleccionó intencionalmente, los resultados de esta invesügaciónno puedengeneralizarse más allá de la poblaciónbajo estudio.Sin embargo, pueden generarse conclusiones válidas sobre la identidadétnica, la culturapopular y lavida cotidiana de los dominica- nosen WashinglonHeights. La muestraincluyó todas las unidades de vivienday laspersonas residentes en cuatro edificios dentro del bloque desdeel 14de junio hastael 25 dejulio de 1993. El bloquecontenía 126 unidadesde vivienda y 352pe rsonas. La comunidad bajo estudio era un

6. Esta investigaciónsiguió las guíaspara una enumeraciónalterna preparadas por el Centro para la Investigaciónde Métodos de Encuest¿del Negociadodel Censo (Brownrigg 1990;Browning y Fansler1990). Nuestro nabajo del campoanterior con los dominicanosen PuertoRico sebasó en estaestrategia de investigación(Duany, HernándezAngueira y Rey 1993). 381 vecindariourbano, concentrado éuricamente, con una población predo- minantemente hispana, principalmente de ori gen dominicano.

El CuadroI resumelas caracterfsticasdemográficas de la muestra. La muestracontiene ligeramente más mujeres que hombres, una mayo- rfade personasjóvenes y una mayorproporción de personas casadas que solteras.Estos datos demográficos revelan una comunidad relativa- menteestable, a pesardel impacto continuo de la inmigración.Clasifi- camosa dos terceraspartes de los residentescomo mulatos, lo cual concuerdacon el predominiode la mezclaracial en la población dominicana.Cuatro de cada cinco residentes eran de origen dominica- no;más de la mitadhabfa nacido en la RepríblicaDominicana. Más de trescuartas partes habfannacido en ciudades grandes como Nueva York y SantoDomingo, confirmando el origenurbano de la mayoríadc los dominicanosen los Estados Unidos. Las mujeres encabezaban más de la mitadde loshogares, con o sinsus maridos presentes. En suma,las caractelsticasdemográficas de la muestrason semejantes a las de la poblacióndominicana en Nueva York.

382 CUADRO1 CARACTERISTICASDEMOGRAFICAS DE LA MUESTRA Caracterlstices Número Porciento

VARONES 169 48.0 HEMBRAS 183 52.0 EDAD 0-10 96 27.3 11-20 6T 19.0 21-30 58 16.5 31-40 41 1't.6 41-50 Jb 10.2 51-60 22 6.3 61-70 18 5.1 71 o más 14 4.O ESTADOCIVIL (Personas de 16 añoso más) Soltero 92 42.2 Casado ttó 40.4 Separado 't0 4.6 Divorciado 16 73 Viudo t¿ RAZA Blanca 76 26.2 Negra 21 LZ Mulata 184 63.5 Mestiza 9 J. l ORIGENNACIONAL Dominicano 275 792 Ecuatoriano 17 49 Puertorriqueño 10 2.9 Cubano 10 2.9 Mexicano 2.O OtrosHispanos 4.1 !,egro no Hi,spano 1.7 ótancono ñtspano e 23 PAISDE NACIMIENTO RepúblicaDominicana 194 57.2 EsladosUnidos 100 29.5 OtrosPaíses 45 13.3 LUGARDE NACIMIENTO CiudadGrande 219 76.6 PuebloPequeño Jó 133 AreaRural 29 10.1 SEXODEL JEFE DEL HOGAR Varón 50 48.1 Hembra 54 51.9 Nota:N=352. Falta información para 16 a 65 casos,dependiendo de la variable. 383 Un estudioreciente provee datos comparativos sobre la comunidad dominicanade WashingtonHeights, basados en el Cerso de 1990de la ciudad de Nueva York (Necos 1993). Este estudio encontró que aproximadamenteel 25 por ciento de la población de Washington Heightseran dominicanos, 19 por cientootros hispanos, 25 por ciento afro-americanos,26 por ciento blancos no hispanosy 3 por ciento asiáticos. De modo que nuestro bloque representaun vecindario predominantementedominicano, con pequeñasproporciones tanto de blancoscomo negrosno hispanos.Por lo demás,el bloquees típico de la poblacióndominicana de WashingtonHeights, compuesta principal- mentede inmigrantesrecientes, relativamente jóvenes, mayormente nacidosen el extranjero,primordialmente hispanohablantes, con un alto nivel de pobrczay muchoshogares encabezados por mujcres.

lnstrumentos.

El trabajo dc campo se basó en la observaciónpartícipe y las cntrevistaspcruonalcs. Nucstras observaciones se enfocaroncn las caracterfsticas socioculturales de los residcntes, así como dc sushogares y cl vccindario.Tomamos notas de campodetalladas sobre las crccn- cias,valores, prácticas y relacioncsde los donlinic¿Inos con otros grupos étnicos.En particular,concentramos nucstra atcnción cn las actitudes y conductasrelacionadas con el lcnguajediario, la nlúsica.la rcligióny la comi{a. Sieteinvestigadores realizaron observacioncs estructuradas sobreestos asuntos en múltiplesocasiones dur¿rnte scis semanasdc trabajo de campo en el vecindario. Todas las notas de canlpo sc integraronen unasola base de datos,produciendo nlás de 160páginas dc texto mecanografiadasa espaciosencillo.

Por otra parte,censamos a la mayorfade los hogaresde la muestra y recogimosdatos demográficos y socioeconómicos básicos sobre cada miembro. Estosdatos incluyeron el sexo,la edad'el estadocivil' la relacióncon el jet'e del hogar,la ocupacióny la rama económica. Además,detemrinamos el lugar de naciniento y el origen nacionalde los residentes.La raza,un asuntoparticularmente delicado entre los dominicanos,se observó en vez de preguntánelaa los informantes.Al igual que en el restodel Caribe,los conceptosraciales en la República

384 Dominicanaestablecen más distinciones sociales que en los Estados Unidos. Por lo tanto,clasificamos a la genteen cuatrocategorfas básicassegún su aparienciafísica: blanco, negro, mulato o mestizo. Aunqueeste sistema de clasificación no es cientlfico, provee un estima- do aproximadode la composiciónracial del vecindario, de acuerdo con estándareslocales.'

Por último,diseñamos dos formatosde entrevistaintensiva para indagarsobre los temasde interéscentral para esta investigación: la definicióny afirmaciónde ia identidadétnica, y lasprácticas culturales en la vida cotidiana.La primeraparte de la entrevistaconsistía en preguntasabiertas y cerradassobre cómo los dominicanos se veían a sí mismosy a otrosgrupos, y si seafiliaban o no a algunasasociaciones voluntariasen NuevaYork. La segundaparte de la entrevistase enfocabacn lasprácticas culturales de los hogares dominicanos, parti- cularmentcsu lenguaje diario, religión, música y comida.La entrevista tambiénincluía preguntas sobre la ocupaciónactual y anteriorde los inmigrantcs,asícomo el origen nacional de los patronos y empleados en sucentro de trabajo. En conjunto, estos instrumcntos arrojaron mucha luz sobrecómo los dominicanosarticulan su identidadmediante la culturapopular. Las entrevistas se efectuaron tanto en español como en inglés,deprendiendo delidioma de preferencia dc losinformantes. La mayoíadc lasentrevistas se completó en la entradao la salade los apartanrcntosdc los residcntes.

Procedimiento.Para empezar, recorrimos el árcade finida como WashingtonHeights por el Departamentode PlanificaciónUrbana de NucvaYork y seleccionamosunbloque dentro del área. Este bloque era representativode las característicassocioeconómicas del barrio,así comoaccesible anuestra investigación. Evitamos los bloques predomi- nantementecomerciales y los que sospechamos que tenían altas tasas de criminalidad.Decidimos enfocamos en cuatroedificios contiguos dentrodel bloquepara aumentar el contactodiario con los residentes.

7. En el censode 1990,sólo el 26 por cientode los dominicanosen la ciudadde Nueva York se clasificarona sí mismos como negros(New York 1993e).La mayoríade los dominicanosse considera a sí misma blancao mulata.

385 Posteriormente,dibujamos un mapadel bloque. Este mapa inclufa lascaracte rfsticas geográficas más prominentes asícomo la localización aproximadade todaslas unidades de viviendaen los cuatroedificios. Entoncesenumeramos todas las viviendas en la muestrae identificamos lasunidades vacantes. Al mismotiempo, revisamos la prensahispana deNueva York buscando referencias sobre la comunidad dominicana de WashingtonHeights y sus problemassocioeconómicos. Más aún, buscamosinformación sobre el t¡asfondohistórico de Washington Heightsy el éxododominicano en las bibliotecas de la Universidadde la Ciudadde NuevaYork v la Univenidadde Columbia.

El trabajode campo se dividió en tres equipos de investigación con dos miembroscada uno.o Cada equipo era responsable de observar alredcdorde 40 unidadesde viviendadentro del bloque. Dos dc los investigadoreseran cubanos residentes en PuertoRico y el restoeran estudiantesdominicanos enla Universidad de la Ciudad de Nueva York. dos de ellos residentesen WashingtonHeights. El personalestuvo compuestopor tres mujeres y cuatrohombres, entre los 22 y los36 años de edad.Tanto la composiciónétnica como la afiliacióninstitucional delequipo facilitó el accesoa losresidentes del bloque. Sin embargo, muchosresidentes rehusaron participar en el estudio;algunos desconfiabande los extrañosy otrosprotegfan fuentes de ingreso irregulareso ilfcitas,Fles como asistenciapública y trabajosno informadosal gobiemo.'

Inicialmenteestablecimos contacto visual con los residentes.sin hacerpreguntas personales. Visitamos el bloquea distintashoras y en diferentesdfas de la semanapara familiarizamos con el ritmode la vida diaria del barrio y entraren contactocon una mayor variedadde

8. Una de las asistentesde investigacióntuvo que retúarsedel estudio despuésdel primer mes y fue reemplazadapor otro estudiante. 9. Durantenuesúo trabajo de c¿urrpo,un juez de la ciudadde Nueva York sentencióa docenasde mujeresdominicanas por recibirasistencia pública fraudulentamente. La rnayoríade las mujeressupuestarnente eran jefas de familia solteras,desempleadas y con hijos pequeños.La advertenciadel juez de que trataríaa los dominicanosmiís dura¡nenteencasos futuros causó unapeq.ueñacorunoción en lacornunidaddominicana y entrelos activistasde losderechos civiles en Ia ciudad (New York Newsday1993e).

386 personas.Además, nos presentamos a los dueños y empleadosde los comerciosdel área y tratamosde obtener su cooperación. En esta etapa, anotamoslas caracterfsticas ffsicas de los residentes(tales como sexo, aparienciaffsica y edadaproximada) mientras entraban y salfande sus apart¿rmentosy caminaban porla acera. Cuando alguien nos miraba con curiosidado nospreguntaba qué estábamos haciendo allí, le explicába- mos que estábamoshaciendo un estudiopara la Universidadde la Ciudadde Nueva York sobre la comunidaddominicana de Washington Heightsy sucultura. También distribuimos una cartaoficial del Instituto de EstudiosDominicanos confirmando su endoso a nuestroproyecto. Despuésnos acercamos a los residentes para conversar informalmente y ganamossu confianza.

Tras dos semanasde trabajode campo,realizamos entrevistas intensivascon 37 residentesdominicanos dispuestos a cooperar con nosotros.Estas entrcvistas fomraban parte de conversaciones infbrma- lcscon nriembros adultos de hogares dominicanos. También entrevis- tarnosa portavocesde 59 hogaresdominicallos sobre sus creencias y costunrbresdiarias. Anotamos sus respuestas enun fomrulario separado paracada hogar. Entonces procesamos los datos. Finalmente, estába- moslistos para analizare interpretarlos resultados. La próximasección colocanuestros hallazgos en unaperspectiva geográfica e histórica.

El lugar dela investigación

El contextogeográfico. Washington Heights ocupa una de las localizacionesmás pintorescas en Manhattan. Al oestese encuentran el Parquedel Fuerte Tryon, el RíoHudson y el ParquePallisades en Nueva Jersey:al norteestán el Museode los Cloistersy el vecindariode lnwood;al este, el Parque Highbridge, el RíoHarlem y el Bronx;y al sur, Hamilton He ights y .La topografía accidentada y la local ización periféricadel área retrasaron su desarrollo urbano hasta entrado el siglo 20. El terrenoera mont¿ñoso, rodeado por íos en tresdirecciones, y estabarelativamente lejos del centro de la ciudad(Protestant Council of Churches1954; Lowenstein 1989).

WashingtonHeights fue el último enclaverural de Manhattanen urbanizarsea fines del siglo19. MientrasNueva York seexpandía en 387 otrasdirecciones, el nortede Manhanan se manfuvo como una comuni- dadaglcola relativamenteaislada. Originalmente un áreade extensas fincasy terrenos,Washinglon Heights se convirtió en un centrourbano parael comercioy el transporte,peroretuvo su carácter predominante- menteresidencial (Katznelson 198 I ; Abelesy WelnbergI 9ó8). Duran- te lasprimeras tres décadas de este siglo, la comunidadse convirtió en unejemplo notable de la marcada separación entre el lugar de residencia y el centrode trabajode la gente. No es exageradoafirmar que WashingtonHeights es uno de los primeros suburbios modemos de los EstadosUnidos.

Las fronterasprecisas del vecindariosiempre han sido flufdas. Aunquemuchos estudios concuerdan que el núcleode Washinglon Heightsestá situado entre las Calles 168 y l9l, difierenen cuanto sus márgenesal norte y alsur. La localización del vecindario está claramen- te marcadapor una súbita elevación del terreno al nortede la Calle125 en Harlem,llegando a suápice cerca de la Calle135 (Lendt 1960). En la décadade 1930,la Calle 135aún formabaparte de Washington Heights,pero el bordesureño posteriormente semovió al nortehasta la Calle155 y aúnla 168.Este movimiento coincidió con la percepción de los residentesde WashingtonHeights como una comunidad blanca de clasemedia, distinta del Harlemnegro y de clasebaja. Por varias décadas,lospropietarios de Washington Heights detuvieron la inmigra- ciónnegramediante prácticas de vivienda racialmente exclusivas (Elinson y Loewenstein1963: Henriques 1984).

Trasfondohistórico. Washington Heights fue uno de los principales escenariosde la RevoluciónAmericana y desempeñóun papel protagónicoen la historiamilitar de los perfodos colonial y republicano temprano.Entre los sucesoshistóricos más importantes del árease destacala Batalladel FuerteWashington en 1776.Varias estructuras ffsicasrecuerdan eventos del pasadoremoto y recientede la nación norteamericana.La casade retiro original de AlexanderHamilton y la CasaDyckman se han preservado como monumentos históricos. En l9ó5,el Salónde Baile Audubon fue el escenariodel asesinato del líder afro-americanoMalcolm X y seconvirtió en un lugarsimbólico para la comunidadde Harlem.De estamanera, el nortede Manhattan adquirió unvalormftico basado en su gran número de lugares de interés histórico 388 y arquitectónico(Bolton 1924; Henriques 1984).

En 1920,un grupode propietariosde WashingtonHeights publicó sus planespara desarrollarel área(Washington Heights Taxpayers Association1920). En esaépoca,la Calle 157era un centroresidencial de clasealta. La secciónnorte del distrito era todavfa"un bosque salvaje"con un teffenorocoso y árbolesabandonados. Varias familias distinguidashabían construido casas elegantes, rodeadas de jardines, patiosy árbolesfrondosos en los terrenosoriginales de la familia Audubon.Los visitantes viajaban en botes pequeños para bañarse en el ParquePallisade al otrolado del Rfo Hudson.Los residentesdel área propusieronque se completara la AvenidaRiverside al norte de la Calle 155para aumentar el valorcomercial de la propiedad.Los residentes posteriormenteperdieron el controldel desarrollo del vecindario como resultadode polfticas diseñadas porplanificadores de la ciudad(Henriques r984).

El vecindariosufrió cambios ffsicos y socialesabruptos durante las primerastres décadas de este siglo. El mayorfmpetu para el desarrollo urbanofue la aperturade nuevas vfas de transportación, especialmente el sistemadel subway, que hizo al áreamás accesible desde el centrode Manhattan.En 1904,la Autopistadel WestSide llegó a Washington Heights. En 1908,la línea del subwayIRT se extendióhasta el vecindarioy seconstruyó una estación importante en la esquinade la Calle l8l y la AvenidaSaint Nicholas. La lfneadel subwayIND se completóen 1932y el PuenteGeorge Washinglon se inauguró en I 935. Al integrarseal sistemade transportación urbano, Washington Heights seincorporó a la vertiginosaexpansión de NuevaYork.

El augede la construccióncome¡uó en la décadade 1910. La mayoríade los edificios de apartamentos seconstruyó en los años veinte y treinta. La estructuralpica del áreaera un edificiode cincoo seis pisos. Muchosapartamentos eran relativamente baratos y atractivos parainquilinos de clase media. Los proyectos públicos y otrasestruc- turasprivadas acompañ¿uon a la construcciónde viviendas.En 1923, comenzóla construcciónde la EscuelaGeorge Washington; el Centro Médicode Columbia-Presbyterian secompletó en1928. Para la década

389 de 1930,Washington Heighs era una pujante comunidad residencial en lasafueras de Manhattan.

Estratificaciónsocial y segregaciónresidencial. Durante la segunda mitaddel siglo 19,Washington Heights era un suburbioexclusivo de NuevaYork. A principiosdel siglo 20, la mayorparte de la población erablanca, anglosajona y protestant€. Pero olas migratorias subsiguien- tescambiaron la composiciónde la población.Después de la Segunda GuerraMundial, muchos americanos irlandeses de segunday t€rcera generaciónse mudaron al área. A finesde los añostreinta, miles de judfosllegaron huyendo de la persecuciónnazi en Alemania y Austria. Losjudfos se concentraron al oeste de la AvenidaBroadway, mientras losirlandeses predominaron al este, cerca de la AvenidaAmstcrdan. Dcspuésde la Segunda Guerra Mundial, muchos negros y puertorrique- ñosse mudaron a WashingtonHeights. La mayoríade estosúltimos inmigrantesse establecióen el surestedel vecindario,mientras que muchosresidentes antiguos se desplazaronhacia el nortey el oeste (Lendt1960; Katznelson l98l; Henriques1984).

Enlos años cuarenta, lacomunidad judía de Washington Heights era casitan numerosa como la deFrankfurt. Muchos negocios judíos. así comosinagogas, periódicos y asociaciones judías se establecieron cncl vccindario.Todavfa en los años cincuenta, los judíos alemanes eran cl grupomás grande en Washington Heights (Lowenstein 1989). Para esta época,Washington Heights tenfaporlo menos 20 sinagogas (Prote stant Councilof Churches1954). Hoy en día, muchas instituciones judías, comola UniversidadYeshlva y variasescuelas privadas, siguen funcio- nandoen el vecindario.La secciónnordeste del vecindano todavía se considera"territorio judfo".

El rápidoaumento de la poblaciónhispana y negraaceleró el éxodo de los residentesblancos, especialmente irlandeses y judíos,a los suburbios.Para 1960, los puertorriqueños eran el segundogrupo étnico másnumeroso después de los judfos. Desde1959, la Revolución Cubanallevó a milesde exiliados a WashingtonHeights. Después de 1965,los dominicanos llegaron en masa al banio,atraídos por sus bajos alquileres,apartamentos espaciosos y facilidades de transportación. De estamanera,los hispanos reemplazaron alos blancos no hispanos como 390 el mayorsector de la poblaciónen WashingtonHeights. Para 1970, WashingtonHeights tenla una de las proporciones más altas de residen- tesnacidos en el extranjero dentro de Manhattan, mayormente inmigrantes recientesdel Caribehispano (Alvelo et al. l98l). El barriose había convertidoen el puntoprincipal de entrada para los inmigrantes domi- nicanosy cubanosen la ciudad.

Al mismotiempo, Washington Heights se deterioró ffsica y social- mente. El valorde la propiedadse redujo sustancialmente. Muchos edificios,especialmente en la secciónsureste del vecindario,se dilapidaron.Durante los años sesenta, el vecindarioreforzó su carácter proletario;la mayorfade los residentestrabajaba como operarios, trabajadoresde servicio, artesanos y reparadores (Elison y Loewenstein l9ó3). Paralos añossetenta, Washington Heighs era considerada un áreade bajosingresos con unatasa alta de criminalidad(Columbia PresbyterianMedical Center 1983). Originalmente una comunidad de clasealta, luego de clase media, Washington Heights se había conver- tido en unacomunidad de clasetrabajadora.

A pesarde los cambios, la AvenidaBroadway siguió dividiendo al barriosocial y étnicamente.Al oestede Broadwayse encontraban las áreasmás prestigiosas, ocupadas principalmente por judfosde clase media,mientras las estructuras más deterioradas se situaban al estede Broadway.La mayorfade los blancos no hispanosvivía en el nortey el centrode Washington Heights; la mayoríade los afro-americanos y los puertorriqueñosvivía en el sur. A medidaque el áreaal surde la Calle 140se convertía en un "CinturónNegro" (Henriques 1984), el estese hacíamayormente hispano. Los dominicanos ocuparon muchos edifi- cios al estede Broadway,especialmente entre las Calles155 y 173, mientraslos cubanospredominaron al nortedel barrio,especialmente entrelas Calles 174 y 187(Alvelo et al. l98l). Asf,la segregaciónétnica aúncaracte rizaba al vecindario,sólo que ahora los cubanos sustituían a losjudíos y los dominicanosa los irlandeses.

Para1980, más de la mitadde la poblaciónde WashingtonHeights erade origenhispano (New York City, Departrnentof City Planning 1985).Los residentes judíos, junto con grupos más pequeños de blancos provenientesde Grecia,Rusia e lrlanda,se fueron aislando cada vez 391 más,a medidaque el barrfoadquirfa una atmósfera distintivamente hispana.ro

Muchosempresarios hispanohablantes establecieron negocios en WashingtonHeights, deplazando a los propieta¡iosde tiendasjudías, ofreciendonuevas oportunidades de empleo paralos inmigrantesy promoviendoel usodel idiomaespañol y la penistenciade la cultura hispana.

En los añoscincuenta, muchos puertorriqueños eran dueños de rr bodegas,barberfas y tiendasde dulcesen el área.

Más tarde,los cubanosy los dominicanosañadieron sus propias tiendasde discos, agencias de viaje, restaurantes, sastrerías y joyerías. La feligresfade la IglesiaCatólica se hizo predominantemente hispana, primeropuertorriqueña, luego cubana y despuésdominicana (Alvelo et al. l98l). Unaparroquia recibió el nombrede NuestraSeñora de la Altagracia,la santapatrona de la RepúblicaDominicana. Dos escuelas públicasse llamaronJuanPablo Duarte y SaloméUreña, en honorde dos ilustresfiguras de la historiadominicana. Indudablenlente, las olas recientesde inmigranteshispanos han transformado el paisajecultural de WashingtonHeighS.

La situaciónactual.

AunqueWashington Heights comienza oficialmente al nortede la Calle155, los dominicanos han penetradoel áreaentre las Calles 125

10. Tanto los blancoscomo los negrosno hispanosresintieron el influjo hispano.Un residentegriego se refirió a sus vecinos latinos como "porquería"(en español). mientras que una mujer afro-americanase quejó de la siguiente manera: "Desafortunadamentevivo aquí.Soy una minoría,no habloespañol, así que ellos (los latinos)no me hablan". I L Pa¡alos añosochent4 los dominicanoseran dueños de la mayorá de las bodegasdel alto Manhattan y de muchas al su¡ del Bronx. [¡s empresariosdominicanos han prosperado en el negocio de disribución de alimentos en Nueva York y Nueva Jersey,especialmente en los barrios urbanosdel centro de la ciudad abandonados por las grandescadenas de supermercadosnorteamericanas (véase Duany 1987; Hispanic Market News 1993). 392 y 134, tambiénconocida como Hamilton Heights y popularmente identificadacon Harlem. El surdelvecindario todavfa es predominan- tementeuna comunidadafro-americana. Los "bolsillos" negrosse concentranalrededor de la Calle 145. Peropocos negrcls y blancosno hispanosviven en el centroy el nortedel vecindario.

En un bloquetfpico de WashingtonHeights, los comerciantes ambulantesvenden chinas, mafz, flores, cintas musicales y bebidasde hielo (fío-frfo). En dfascalurosos de verano,docenas de carritosde maderavendiendo frío-flo sesitúan en las principales intersecciones. Los niñosabren los hidrantesde bomberosy juegancon el aguaen la calle.Los hombres usualmente hablan español, escuchan merengue, le dicenpiropos a las muchachas, juegan dominó, beben cerveza Presiden- te,juegan a la lotería,hablan de polftica dominicana y leenperiódicos dominicanoscomo El Nacional,El Sigloy ListínDiario. Lasmujeres paseanasus hijos en coche, van de compras ala bodegaoconversan con susvecinas frente a losedificios. Los muchachos caminan a la escuela pública,sc bañan en las piscinas del barrio o escuchanmúsica norteame- ricanaen inmensos tocacintas. Algunos peatones parecen mexicanos o centroamencanospor su acento,rasgos indígenas y pequeñaestatura. Perola mayorfadelos residentes del área son inmigrantes dominicanos.

Consu fácil acceso al PuenteGeorge Washington, la Callel8l esel centrodel comercioy el transportedel barrio. El viejo túnel y los elevadoresde la estacióndel subwayestán seriamente deteriorados y hansido objeto de protestas recientes por los residentesdel área."

Porlasmañanas,la mayoría de los residentes toma el subwaypara trabajaren el centrode Manhattan y regresa por las tardes a Washington Heights.Otros residentes cogen la guaguapara trabajar en las fábricas de NuevaJersey, al otro ladodel Hudson.Cerca de la estacióndel subway,varios negocios se especializan en enviar remesas ala Repúbli- caDominicana, tales como el BancoDominicano. Los taxis gitanos de

12.Durante nuesÍo trabajode campo en WashingtonHeights, los estudiantesde la Escuela Intermedia Salomé Ureña exigieron que la Autoridad de Tránsito Mehopolitano remodela¡ala estación.Algunos maestros,políticos y activistas comunitariosse unierona los estudiantes(El Dia¡io / La Prensa1993e). 393 la agenciadominicana Riverside, usualmente carros americanos, gran- desy negros,constantemente cruz an las calles buscando clientes poten- ciales. un puestode periódicosen la esquinade la calle lgl y saint Nicholasofrece diez periódicos dominicanos, que llegandiariamente de la Isla.

Numerosascafeterfas y restaurantesvenden comida fpica de la RepúblicaDominicana. La comidacriolla incluye platos fuertes como mangú,came guisada, salcocho, anoz con habichuelas, tostones, mon- dongo,cocido y cabezade cerdo; bebidas comojugo de caña y batidade fruta;y platosmenores como empanada de yuca, pastelillos de guayaba, yaniqueque,dulce de coco y pandulce relleno. Las bodegas importan viandasy frutastropicales desde plátanos hasta mamey. Un salónde bellezadel áreavende una gran variedad de productosdominicanos, comoLafier y Capilo. Los pequeñosnegocios para hacer llamadas telefónicasa la RepúblicaDominicana han proliferado en los últimos años.un empresariodominicano de San Francisco de Macorís es dueño de l2 deestos locales y piensaabrir 50 más en el futurocercano. Nuesrro bloquetiene seis teléfonos públicos "porque hacen dinero", según un instaladortelefónico con quien hablamos.

Aunqueprimordialmente residencial, nuestro bloque tiene drez negociosen el primerpiso de los edificios: dos bodegas, dos salones de belleza,dos barras, un restaurante,una panadería, una licorería y una ferreterfa.Siete de estosnegocios son propiedad de dominicanos.El vecindarioinmediato incluye otras bodegas, tiendas de ropa, botánicas, agenciasde viaje, talleresde mecánicay otrospequeños negocios. Varioscomerciantes se quejaron de la intensacompetencia económica enun espaciotan reducido. "La genteno estácomprando ahora porque no tienedinero", dijo unvendedor de frfo-frfo. Además, el aumentoen los alquileresamenaza con forzara muchoscomerciantes fuera del mercadoy a la bancarrota.En nuestro bloque, los comerciantes pagan entre$1,700 y 2,315al mespor alquilarsus pequeños locales. La mayorfade losempleados de los negocios dominicanos son dominica- nos,aunque muchas tiendas también emplean a otroshispanos, espe- cialmenteecuatorianos, mexicanos y salvadoreños.Muchos comer- ciantesdespliegan su origen nacional poniendo música muy altaen la

394 acerafTente a susnegocios, usualmente merengue y salsa,ocasional- mentebachata y bolero. Algunosnegocios son subsidiarias locales de empr€sasestablecidas en la RepúblicaDominicana, como Nitfn Bakery.Otros venden bebidas dominicanas como Cola Quisqueya, RefrescosNacionales v C-nwezaPresidente.

Losletreros comerciales conñrman la fuertepresencia de inmigrantes dela regióndel Cibao,tales como Acogedor Cibao Supermarket, Cibao Vision Center,Cibao Meat Productsy Hielo Cibao. Un inmigrante dominicanoque sembró mafzy frijoles negros en la AvenidaBroadway y la CalleI 53 añorabatener su "pequeño Cibao" en Washington Heights ( l99ld). Durantenuestro trabajo de campo, observamoscómo un muchacho caminaba por la aceracon dos gallos de pelea,una escena común en el campodominicano. Algunos dominica- nosincluso se refieren al vecindariocomo "El Cibao"o "La Platanera" (SepúlvedaCastillo 1982).

Losclubes privados de la RepúblicaDominicana abundan en Was- hingtonHeights. Un estudioreciente de l8 asociacionesvoluntarias encontróque servfan acasi 20,000 dominicanos en Washington Heights (SainzI 990).Docenas de asociaciones recreativas se basan en orfgenes regionales,e incluso en pueblos especfficos como Esperanza, Tamboril, Mocay Banf. Los miembrosde estos clubes bailan merengue, juegan dominóy pelota,ven novelasen español,intercambian información sobreempleo y vivienda,y levantanfondos para enviar a su paísde origen.Algunos clubes escogen a unareina de bellezay parlicipan activamenteen el DesfileDominicano de la ciudad.La mayorfade los clubesse orientaprimordialmente hacia la RepúblicaDominicana, aunqueúltimamente muchos se preocupanmás por la comunidad inmi granteen Nueva York. Losclubes ayudan a recibir a los inmigrantes reciénllegados y reafirmarlas rafces culturales de los más establecidos (TheNew York Times1991b).

A pesarde su gran población dominicana, Washington Heights es un vecindariomultiétnico, multinacial y multilingüístico.C¡rca de la Universidadde Yeshiva, en la Calle186, judfos de clasemedia ocupan edificiosrecién renovados. "Algunos de estosedificios son muy lujosos",dijo el dueñocubano de una barra local. Losjudfos hasídicos 395 ocasionalmentecaminan por el vecindariolos sábadospara asistir a la sinagoga."Hay un choquesocial entre judfos y dominicanos",comentó unaantigua residente dominicana del vecindario.

Mient¡aslas relacionesdomfnico-judfas han sido frecuentemente tensas,la mayorparte de los contactosdominicanos con otrosgrupos hispanosha sido cordial. En varios edificios del área estudiada colgaban banderaspuertorriqueñas de las ventanas, dfas antes del Desfilepuerto- rriqueñoen julio. Estegesto simbólico sugiere que algunos residentes eran puertorriqueñosy que los dominicanostambién celebraban el desfilecon susamigos y vecinospuertorriqueños. También quedan algunostrazos ffsicos de una numerosa inmigración cubana en el banio, especialmentenegocios con nombres cubanos, como Restaurante Cari- dad,Cafeterfa El Mambf,Havana Bar y RestauranteSagua. Además, nuestrobloque tenfa comerciantes e inquilinos griegos, chinos, italia- nos,nicaragüenses, peruanos, afro-americanos y miembros de otros gruposémicos.

Varios eventosnoticiosos ocurrieron durante nuestra estadía en WashingtonHeighs. Al comenzarnuestrotrabajo de campo, la policía confiscó 19 carroscon estereosdemasiado altos en las callesde WashingtonHeights (New York Daily News 1993). Dfas después. tres bodeguerosdominicanos fueron arrestados por sobomara la policíay venderapuestas en la loterfailegal ("la bolita"). La policfatambién sospechabaque los bodegueros estaban contrabandeando rondom iruca- no en los EstadosUnidos (El Diario/LaPrensa 19939: Noticias del Mundo1993c).

Porotra parte, un súperdominicano fue asesinadoen la Calle136 despuésde comprarcerveza y ciganillosen unabodega cercana (El Diario/LaPrensa I 993 a). Un adolescentedom inicano murió cerca de la Calle137 y la AvenidaAudubon. Amigos y parientesimprovisaron un altaren una esquina, con una foto del muchacho y un letreroque decfa "Vayacon Dios", junto con velas y flores.En ot¡o incidente, dosjóvenes hispanosfueron abaleados en una pelea callejera; uno de ellos fue herido de muerte6l Diario/LaPrensa 1993b). Finalmente, un adolescente tratóde violary asesinara su madrastrapuertorriqueña ensu apartamen- to,y tresjóvenes hispanos asaltaron sexualmente auna muchacha en una 396 piscinapública de WashingtonHeights 6l Diario&a Prcnsa1993i; New York Newsday1993a). En suma,los mediosde comunicación masivatienden a caracterizara la comunidaddominicana de Wastring- ton Heightscomo violenta y desordenada.Como señaló Manuel, uno de nuesEosinformantes, "Es unadiscriminación total lo quehay enlas noticiascontra los dominicanos".

Un añodespués de la muertede Kiko Garcfa,Washington Heights seconvirtió nuevamente en escenario de violencia callejera. himero la policíarealizó una redada en el mismoedificio donde mataron a Garcfa y arestóa I 3 personaspor posesión de drogas y armasde fuego ilegales (Noticiasdel Mundo 1993b). Más tarde,una patrullade la policfa accidentalmentechocó y mató a un muchachopuertoniqueño que trabajabaen una bodegadel vecindario.En señalde protesta,varias gangasde jóvenes dominicanos voltearon latones de basura, les echaron alcoholy losquemaron. Cuando un camiónde bomberosrespondió a unallamada de emergencia, dos dominicanos tiraron una bomba Molotov dentrodel camióne hirierona tresbomberos (New York Newsday 1993b,1993d). Al finalde nuestrotrabajo de campo, varios descono- cidoslanzaron botellas a dosoficiales de la policfadesde el mismo edificiodonde murió Garcfa. La policfarespondió cercando el bloque durantel2 horas,pe ro noencontró a losculpables (Noticias del Mundo 1993a).Como advirtió un activistacomunitario.

El ataquecontra los bomberos es solamente un indicio más de hasta dóndela frustracióny la alienaciónestánllevando a nuestros jóvenes[... I la colectividadde gente se siente abusada por un grupoque se supone losproteja. En Washington Heights, la mayorfa de la gente le ha perdido el respetoy confianzaala policfa; lo quele tiene es miedo y resentimien- to (El Diario/LaPrensa 1993i)."

13. Según una de mis asistentesde investigación,los inmigrantesdominicanos ha¡r desarrolladouna imagennegativa de la policíacomo resultadode susexperiencias en la RepúblicaDominicana. Muchos recuerdan los abusosde la policía secretade Trujillo y las tácticasrepesivas de Balaguer. Desafortunadamente,el contacto de muchos inmigrantescon los poücías norteamericanosen Nueva York ha refor¿ado su percepción despectiva.

397 Sorprendentemente,lasconstantes tensiones entre los residentesy la policfano alteraronel ritmo de la vida coüdianaen el bloquebajo estudio.Más bien, tal antagonismoforma parte del quehacerdiario de la comunidaddominicana.

El bloque.

Sólouno de los edificiosen la muestratenla acceso controlado, lo cual representabauna mayor seguridadpara los residentes.Como resultado,este edificio estaba en mejores condiciones que los otros tres, conpoco graffiti en las puertas y ventanas.Originalmente construido en la décadade 1910,el edificiotenfa una fachada de ladrillo, una puerta denogal en el elevador, ventanas de cristal ahumado, paredes de mármol blancoy un techoalto decorado. Tales caracterfsticas arquitectónicas sugierenque el edificiofue diseñado para inquilinos de clasemedia.

Losotros edificios estaban seriamente deteriorados porque, según algunosinquilinos, los dueños no los reparaban. Tres de los súpers eran dominicanos;uno era peruano. Variosinformantes creían que los dueñoseran judfos, puertorriqueños o irlandeses.Un comerciante cubanopensabaque unjudfoeradueño detodo el bloque. "¿Ustedes son losdueños del edificio?--nos preguntó una inquilina afro-amencana--. Yo nuncalos he visto". Las relaciones entre los dueños y losinquilinos de los apartamentostendfan a serdistantes y tensas.

Laspuertas de madera en la entradade uno de los edificios estaban rotas,asf como muchas ventanas de cristal en las escaleras. El techodel vestfbulonecesitaba pintarse y la azofeaestaba llena de grafñti. La puertadel elevador estaba rayada y tenlael cristalroto. CuandoSusan semudó al edificiohace cinco años, estaba en buenas condiciones, pero ahoralos vagabundosse orinabanconstantemente y ensuciabanlos pasillos.una mujerblanca no hispanale echóla culpaa losdominica- nosde vandalizarel vecindario.

La fachaday el pasillodel edificiose pintÓrecientemente para cubrirel graffiti y el Sucio.Durante !a úlüma semana de nuestro trabajo de campo,se instalaronrejas y panelesde plásticoen la puertade

398 entrada.Aunque el asistentedel súper limpiabalos pisosdurante la semana,estaban sucios de nuevo los lunes.Tres apartamentos estaban cerradospor ordenpolicial y susocupantes fueron desalojados porque no pagabanel alquiler. Unode estos apart¿rmentos estaba en proceso de renovacióny serfaalquilado por $650 al mes. Otro apartamento, aparentementevacfo, servfacomo punto de distribuciónde drogas. Personasajenas a la comunidadentraban y safan constant€mentede esteapartamento, después de realizarsus transacciones ilegales. Los residentesestaban al tantode la situaciónpero temfan denunciarla a la policfa.

La mayorfade los inquilinosmant€nla las puertas de sus apartamen- tos herméticamentecerradas. Pocossalfan a conversaral pasillo, exceptopor variosinmigrantes dominicanos recién llegados. Algunas personasse parabanfrente a susedificios a socializary ver la gente pasar.La estructuraffsica de los edificios no fomentabala interacción socialen los espacios públicos y abiertosalos que están acostumbrados losdominicanos en su pafs de origen. El bloquecarecfade un lugarde reunióncomún, salvo quizás las bodegas.La mayorparte de la vida cotidianade los inquilinos transcurrfa apuerta cerrada, en la privacíade susapartamentos, por miedoal crimeno la deportaciónpor lasautori- dadesde inmigración.to"Las relacionesde vecinosno existenaquf comoen Santo Domingo--dijo Freddy--. Los vecinos son anglosajones y encuatro años no hemoshablado". Sólo en una ocasión vimos niños jugandoen los pasillos.

Sinembargo, algunos vecinos han logrado crear una pequeña comu- nidad,marcada por un intercambiofrecuente de favores,ayuda mutua y apoyoemocional. Algunos inquilinos cuidaban a los niñosde sus vecinos,les llevaban la basuraal sótano,compartlan comidas étnicas o les trafan plátanosdel mercado. Cadaedificio tenfa varias redes principalesde interacciónsocial, dándole al lugar un ambientede pequeñopueblo auto-suficiente.

14. Algunos residentesdesconfiaban de nuest¡osmotivos y teníamiedo de abriri sus puertasporque varios ladroneshabía robado en el vecindario, haciéndosepasar por oficialesde la policía o empleadosde reparaciónele¡rica. Una mujer habíasido violada recientemenúeen el área.

399 La mayorfade los inmigrantesmantenla sus tradiciones culturales encasa. AlgUnos inquilinos ponfan letreros en español en las puertas de susapartamentos, como para anunciar su origen nacional' especialmen- te con mensajesreligiosos como "Jesúsúnica esperanza", "Cristo cambiarátu vida" y "Construyamosla p¿Izcon Cristo"' Dentrode sus hogares,muchos dominicanos colgaban litografías religiosas en las paredes,como el SagradoCorazón de Jesús y la UltimaCena. Mercedes tenfaun letrerocitando al Librode Génesis: "Este lugarno eS otra cosa quecasa de Diosy puertade cielo".

Algunasfamilias tenfan calendarios en españolcon una imagen de la virgenMarfa, adquirida en una de las bodegas locales. otras familias colgabanuna bandera o un escudode la RepúblicaDominicana en un lugarvisible de la sala.Muchos hogares dominicanos tenfan muebles cubiertosde plástico, manteles de plástico y floresde plástico como su decoraciónprincipal. Varioshogares desplegaban las muñecasde cerámicasin cara tfpicas de la RepúblicaDominicana, asf como platos pintadoscon coloresbrillantes con temasfolklóricos de su país, usualmenteun paisaje rural, una escena campesina, la Catedral de Santo Domingoo unaplaya tropical. Tales objetos mantenfan una presencia gráficadela RepúbticaDominicana en WashingtonHeights'

Muchoshogares y negociosdominicanos tenfan pequeños nichos conimágenes de santoscatólicos y la VirgenMarfa en una esquina del salónprincipal o un cuafoprivado. Estos humildes altares usualmente estabanrodeados de flores,velas prendidas, comida, vasos de agua fresca,vino y otrasbebidas. Aunque las figuras más populares eran la virgen de Altagraciay SanLázaro,los altares representaban una gran variedadde imágenesreligiosas: Santa Clara, San Antonio de Padua, santaBárbara, el santoNiño de Atocha, el Sagtadocorazón,la sagrada Familiay la Virgende Fáüma, entfe otras. Al igualque otros católicos hispanos,los dominicanoscreen que los santoslos protegende los infortuniosy los ayudana proglesareconómicamente. una mujer dominicanallevabaun collarconun medallón de la Virgende Altagracia porquesegún explicó, "cuando estás fuera de tu pafs,necesitas protec- ción. Y tambiéntu pafs".lncluso una norteamericana de origen irlandés habfaarreglado un altara la ma¡reradominicana con la ayudade una

400 arnigainmigrante. En suma,latradicional devoción a los santosy la Virgen siguesiendo muy fuerteentr€ los dominicanosde Washington Heights.

Resultados

Caractelsticassocioeconómicas. El Cuadro2 describelas principa- lescaracterfsticas socioeconómicas dela muestra.Primero, la mayorfa delos inmigrante sdominicanos nació en los grandes centros urbanos de la RepúblicaDominicana: Santo Domingo, Sanüago, San Pedro de Macorfs.La Romana.San Francisco de Macorfsv PuertoPlata. La ciudadde origen más comúnera San Francisco de üacorfs.t5 seguidade Santiagoy SantoDomingo. Segundo,la mayorfade las personas mayoresde 25 añostenfa porlo menosuna educación elemental; un 40 porciento tenfa entre 9 y 12años de escolaridad. Tercero, casi la mitad delos empleados eran trabajadores de senyicio no diestros, seguidos por operariosy obreros.Las ocupaciones más frecuentes eran limpiadores, conserjes,doméstic as, mozos, cocine ros. parqueadores, taxistas, guar- diasde seguridad, operarios de fábrica, costureras y mecánicos. Cuano, másde la mitadde los trabajadoresestaba empleada en la ramade los servicios,seguida del comercioy la manufactura.Finalmente, la muesfa tenfauna baja proporciónde parejascasadas y una alta proporciónde hogaresencabezados por mujeres,asf como familias extendidasy penonassolas.

Nuestrosdatos confirman varias tendencias observadas en estudios anterioresde la comunidaddominicana de WashingtonHeights, y tambiénsugieren nuevas tendencias. Como era de esperarse,la gran mayoríade los inmigrantesdominicanos nació en los principales centrosurbanos, se concentra en los sectoresintermedios del sistema educativoy seorigina en los estratosmedios de la sociedademisora. Además,el procesode migración y asentamientoen un paísextranjero representauna ruptura en la estructuratradicional de muchasfamilias

15. Como apuntó un informante, SanFrancisco de macorísse asociapopularmente con prósperosdominican-yorks, que han hecho su fortuna trafica¡rdodrogas (véaseThe New York Times 1991c).Sin embargo,la mayoía de los residentesen nuestro bloquetrabaja en ocupacioneslegales, aunque frecuentemente informales.

401 dominicanas.La separaciónmatrimonial,temporal o permanente,esun rasgocomún de loshogares migrantes.

CUADRO2

CARACTERISTICASOCIOECONOMICA OELA MUESTRA

Caracterlstica Número Porciento

ESTRUCTURAFAMILIAB PareiaCasada 30 27.3 Jefahe FamiliaSola 26 ¿3.O Jefede FamiliaSolo 2 1.8 FamiliaExtendida 24 21.8 PersonaSola 15 lJ o Personasno Relacionadas 13 119 EDUCACION(Personas de 25 añoso más) o-4 15 11.4 5-8 27.3 9-12 54 40.9 13-16 25 18.9 17o más z 15 OCUPACION Profesionalesy Técnicos ó 76 Gerentesy Administradores 1 10 Oficinistas 6 57 Vendedores 7 67 Artesanosy Reparadores IJ J Ooerariosv Obreros 18 171 Tiabaiadoresde Servicio 51 486 RAMAECONOMICA Construcción J 30 Transoortación 1 1.0 Manufactura 18 18.0 Comercio 19 19.0 AdministraciónPública 1 1.0 ServiciosProlesionales 12 12.0 ServiciosReparación y para Negocios 9 v.u ServiciosPersonales .t/.v

Nota:N=352. Falta Información para 13 a 66 casosdependiendo de lavariable

402 Por otro lado,la proporciónde jefas de familiasolas fue mucho menoren nuestramuestra que en otrosestudios. En muchoscasos, pudimosidentificar mujeres cuyos maridos estaban presentes en el hogarpero escondidos a las autoridades del gobiemo. Las observacio- nesrepetidas de muchas familias dominicanas confirmaron la presencia de un hombreadulto no informadoal principiodel estudio. Sin embargo,la mayoía de lasjefas de familiaera el principalsostén económicode sus hogares. En este contexto, la autoridadtradicional de los hombresen el hogarse reduce significativamente.

Quizásmás importante,los datossugieren que los inmigrantes dominicanosno se estánmoviendo masivamente hacia arriba en la escalaocupacional, convirtiéndose en empresarios o creando una eco- nomíade enclave diversificada. Por el contrario,muchos trabajadores donrinicanosse han desplazado de la manufactura liviana, especialmen- tela industria dcl vestido, hacia la rama de los servicios de bajos salarios. A grandesrasgos. estc movimiento dcntro del mercado laboral ha sido lateralo dcscendente.Algunos entrevistados han perdido empleos relativamentebien pagados como mecánicos, costureras o carpinteros comoresultado de la recesióneconómica de la ciudad.Otros apenan estánsobreviviendo, vendiendo comida en la calleo manejandotaxis gitanos.En suma,la reestructuracióneconómica de NuevaYork ha perjudicadoseriamente a los dominicanos de Washington Heights.

El Cr¡atlro3documenta aún más la condición marginal de la mayoía de los residentesen el mercadolaboral. Sólo una tercera parte estaba empleada,incluyendo a muchosen trabajosinestables e irregulares comoel cuidadoinformal de niños o lacocina desde el hogar.Alrededor del l5 por cientoestaba oficialmente desempleado; muchos recibían beneficiosdel gobiemo tales como asistencia pública y compensación pordesempleo.El restode los residentes seencontraba fuera de la fuerza laboral,incluyendo a las personasretiradas e incapacitadas.Pocas mujeresinformaron ser amas de casas como ocupación principal, pero la mayoríade los jóvenes eran estudiantes. La proporciónde residentes empleadosa no empleadosera de unoa tres.Por lo tanto,la identidad transnacionalde los dominicanos de Washington Heights debe exami- narseen el contextode una intensa deprivación socioeconómica.

403 CUADRO3

CONDICIONDE EMPLEO DE LOS RESIDENTES

Ocupaclón Número Porc¡ento

Empleado 105 37.4 Desempleado 43 15.3 Retirado 20 7.1 Incapacitado 4 1.4 Amade Casa 18 6.4 Estudiante 91 32.4

Total 281 100.0

En buscade una vidamejor.

Losdominicanos expresan sus valores y prácticasculturales desde susmotivos para emigrar. Nuestras entrevistas confirmaron que la mayorfade los dominicanos se mudó a losEstados Unidos "buscando mejorvida", como dicen típicamente. La concepciónde los migrantes deuna vidamejorse basabaen elprogreso material. reflejado en mejores salarios,mayores oportunidades deempleo y estándaresdevida supe- riores."Mis padres vinieron para tenermás dinero, para progresar", dijo Joannie."Vine porque estaba sola con mis dos hijos -dijo Ana Sofía- y lo que ganabaallá no nte alcanzabapara nada". "Vine por la cnsts económicaen la RepúblicaDominicana", señalÓ Freddy. "En Santo Domingoestaba pasando hambre y teníadeseos de progresar",añadiÓ otro residente.Un comerciantedel áreacomentó: "Quienes hemos venidoa este pafs casi siempre esperamos acumular algo de dinero para retiramos"en la RepúblicaDominicana. Y Antonioseñaló: "El dólarle gustaa cualquiera". Como argumentaré más adelante, los dominicanos articulanuna paradoja entre sus tradiciones culturales y el progreso material,entre el deseode mantener su identidad y ascendereconómi- camente.

Muchosinformantes mencionaron razones no económicaspara

4M emignu,tales como "Vine buscandouna mejor suerte para mis hijos", "Necesitabadescubrir nuevos horizontes", "Me gustaexplorar", "Para buscarmejor futuro" o "Tuvimosque venir paraevitar problemas familiares".Algunos entrevistados se mudaron a los EstadosUnidos paraescapar de la persecuciónpolítica después de la GuenaCivil de 19ó5en la RepúblicaDominicana. Un temarecurrente en nuestr¿rs entrevistasfue el dela migracióncomo una búsqueda constante, en que la gentebusca -y a vecesencuentra- experiencias recompensantes al final de una lucha dolorosapor sobreviviry mejorar. Aunquela migracióntiene una lógica económica inconfundible, los lazos sociales invariablementefacilitaron el asentamientode los dominicanosen WashingtonHeights.

Una imagencentral en el discursode los migranteses la familia, definidaampliamente para incluir a primos,tíos y hastacompadres y padnnos.Las redes de parentesco desempeñaron unpapel protagónico en la decisiónde mudarsea los EstadosUnidos. Muchos jóvenes, especialmentelasmujercs, vinieron porque "me trajeron" o "mepidie- ron".usualmente sus padres, esposos o hijos.pero a vecesparientes cercanos.'Toda mi familiaestaba aquf- explicÓ Rocfo--. Así que tuve quevenir". "He trafdo22familiares a estepaís en los últimos 25 años", señalóorgullosamente Daniel.

Losestudiosos han anotado lafortzlezade los lazos familiares entre los dominicanos,que üenden a visualizarel procesomigratorio como una"cadena" geográficamente dispersa de parientes (Ganison y Weiss 1979).Lo querequiere mayorénfasis es que los mismos orígenes de la experienciamigratoria, así como el asentamientoenel paísreceptor, se encuentranen la familiaextendida de los migrantes. Más aún, la fuerte ideologíafamiliar de los migrantes dominicanos significa que gran parte de su identidadétnica y su culturapopular se preservaen la esfera privadadel hogar.

La mayoríade los entrevistados dijo quehabía entrado legalmente a los EstadosUnidos. usualmente con una visa de residenteobtenida a travésde un parientecercano. Este hallazgo puede reflejar nuestra decisiónde entrevistar peaonas que se sintieran cómodas con nosotros,

405 y por lo tantomuchos inmigrantes indocumentados no participaranen las entrevistas.Aún asf, algunosdominicanos reconocieron haber llegadocon una visa de turista("de paseo")y quedanemás allá del tiempoestipulado en la visa. La mayorfade estosindividuos había regularizadosu situación legal en los Estados Unidos, a veces c:rsándose con un ciudadanoamericano. Sólo un entrevistadodijo que vino ilegalmente,usando los documentos de otrapersona. Un entrevistado dijo queestaba "poniendo sus papeles en orden" para hacerse residente.

El patrónmás común fue el queemigrara un miembrode la familia primero,usualmente el marido,que traerfa al restode la familiauna vez obtuvierala residenciapermanente en los EstadosUnidos. Antonio recuentasu experiencia:

Lleguésolo. Poco a poco fui trayendo amis hijos, de adultos. La cosa noes fácil para los niños acá. Vine con visa de paseo. La gran logia me ayudóa venir aquf. Después me casé con una puertoniqueña y me hice ciudadanoamericano.

Danieltambién fue el primerode su familiaen emigrar:

Lleguécomo marino mercante. No tenfavisa. Hicela residencia fácil. Busquéun abogadoque me cobró I,500 dóla¡es por resolverme la situación.Después de cincoaños me hiceciudadano y trajea la familia,primero a la esposa.

La historiade Esperanzaes tfpica de muchas mujeres dominicanas quesiguieron a susmaridos emigrantes:

Mi esposome pidió con los hijos. El vinoen 1963y reconocióa sus hijos. Vinecon seis muchachos por Puerto Rico. Vinedirectamente a NuevaYork, donde mi esposonos encontró. Pan American me atendió muy bien. Todostenlamos visas del consuladoamericano en Santo Domingo.

De maneraparecida, Joannie nos contó:

Primero vino mi mamá,después mi padrastrodesde Puerto 4ffi Rico.Después vinieron los hijos de SantoDomingo. Nuestros padres nospidieron.

El procesode reunificaciónfamiliar, sin embargo,puede durar décadaspor los obstáculos legales y financierosde auspiciarla migra- ciónde familia¡es de la RepúblicaDominicana. Debido a que la mitad de los dominicanosen nuestrcbloque inmigró a los EstadosUnidos despuésde 1979,1amayorfa aún tenfa parientes en supafs de origen. Algunosse quejaronde quelas regulacionesde visa en los Estados Unidosdificultan el traera todala familiade la Isla.

La familiay la patria.

¿Porqué se establecieron los dominicanos en Washington Heights? Denuevo, las razones familiares predominaron entre nuestros entrevis- tados. Varios dijeronque vinieronporque tenfan parientes en el vecindario,que les proveyeron albergue, comida y orientaciónal llegar a NuevaYork. La mayoríade los informantes -30 de 3ó- tenía parientes cercanosen WashingtonHeights, mayormente hijos, hermanos y pri- mos. El scgundodestino más popular para los inmigrantesrecién llegadosera el Bronx,donde la poblacióndominicana ha aumentado rápidamenteen la últimadécada (New York City,Department of City Planning1992).

Muchosinrnigrantes también tenfan amigos cercanos en Washing- ton Heights,frecuentemente del mismo barriode su puebloen la RepúblicaDominicana. "Conocía gente aquí que podla cuidar a mis hijos", explicóNoelia. "Querfaquedarme con mis gentes",afirmó Rosa. "Aquí puedorelacionarme con mi gente",reiteró Juana. La atmósferadominicana del banio, con sus comercios y oporrunidades de empleopara hispanos, fue una atracción clave para los inmigrantes. El deseode mantener su identidad cultural orientó a muchos dominicanos haciaWashington Heights"

Unoscuantos informantes mencionaron razones más pragmáticas pararelocalizane en WashingtonHeights, tales como "me quedatodo cerca"o "no puedopagar un alquiler más aho".'o Pero el principalimán

407 del vecindarioera su densacomunidad dominicana, con su amplia variedadde apoyos informales, instituciones sociales y servicios comer- ciales. En WashingtonHeights, los hombressolteros pueden comer comidacriolla en restaurantesbaratos y beberen compañía de mucha- chasdominicanas. Una señora mayor mencionó que se mudó al barrio porqueaquí podíaencontrar cualquier producto dominicano de su necesidad,en especialen las botánicas,porque yo soy una mujer enfermay tengoque hacer tés de rafcesde mi pafs. El maguel,por ejemplo,es muydiffcil de encontrarenotros lugaresque no sea aquí. Por esoyo me sientocomo si estuvieraen SantoDomingo.

Tambiénconocimos a un hombre que vendía "botellas", una medi- cinapopular hccha con raíces, tallos y hojasde varias plantas tropicalcs. La medicinasupuestamente ayuda a punficarla sangre,limpiar los riñonesy lbrlaleccrel apetitosexual. En las callcsy las casasde WashingtonHeights, el folkloredominicano se mantiene vivo.

El Cuadro4 muestraque los dominicanosestán moderadamente encapsuladosensu comunidad. La inmensamayorfa de los entrevista- dos tenfaparientes en la ciudadde NuevaYork, especialmcntccn WashingtonHeighs y elBronx. La mayoía enconfó su último emplco a travésde amigos y parientes.

Casila mitadde los entrevistados trabajaba con otros dominicanos. aunquepocos tenfan patronos dominicanos. Tres de cadacuatro entrevistadostenfan amigos no dominicanos,especialmente puertom- queñosy otroshispanos. Sin embargo, pocos tenfan amigos no hispa- nos,tales como afro-americanos y blancos no hispanos.Finalmente,la mayorfade los dominicanosno pertenecfaa asociaciones étnicas. En resumen,la comunidaddominicana de Washington Heights está relati- vamenteabierta a otrosgrupos étnicos, especialmente los hispanos,a pesarde sualto grado de segregaciónresidencial.

I 6. Los alquilereslocales va¡iaba¡r de $250por un apartamentode un cuartoa $650por un apartamentorenovado de dos cua¡tos.Estos precios era¡l relaúvamente bajos para Manhattan.

408 CUADRO4

RELACIONESSOCIALES DE LOS INMIGRANTES DOMINICANOS

RelaclónSoclal (N=37) Porclento

Tieneparientes en la ciudadde N.York 97.3 Tieneparientes en WashingrtonHeights 83.3 Tieneamigos hisPanos 74.1 Tieneamigos no dominicanos 73.0 Encontróúltinro empleo mediante amigos o parientes 63.3 Trabalacon otros dominicanos 45.7 Tieneparientes en el Bronx 38.9 Trabajapara un dominicano 18.2 Pertenecea una asociación dominicana 13.9

Aunquela mayoríade los inmigrantes no p€rtenecfa auna asociación voluntaria,los entrevistadosmencionaron varias razones para afiliarse a clubcsy otrasorganizaciones dominicanas. Joannie afirmó:

Me gustabacantar y bailar. Así queme hicemiembro de Aliarza Donlinicana.Después dejé de ir porqueera de nochey a mi mamáno le gustaba.

Dersisparticipaba activamente en variasorganizaciones dominica- nas,especialmente en Alianza, porque "estaba muy cercade la comuni- dad. Perolas dejéporque tenía tres hijos que atender".Otros entrevis- tados dijeron que pertenecíana clubes dominicanosporque queían ..tenermás relacionescon sus gentes"."Quela teneramigos de mt pueblo",dijo un miembrodel club Puertoplateño."Era sociodel club bregorio Luperónen PuertoPlata -señaló José- y como la mayoríade nosotrosestamos aquí, pues formamos el club". Algunos informantes pertenecíana institucionesreligiosas dominicanas, como una iglesia "el évangélicacercana, porque compartían "un interésen JesúsCristo" y sentidode camaradería".

409 La mayorfade los ent¡evist¿dos(31 de 37)se sentía dominicana, no norteamericanay ni siquieradomfnico-americana. Al describira zu pafsde origen, muchos inmigrantes usaban términos emocionales como "mi patria","mi tierra","mi pafs"y "la madretierra". L¡s informantes constantementesubrayaban el adjetivoposesivo ("mi") al referirsea la RepúblicaDominicana, pero no a los Estados Unidos, al que usualmente llamaban"este pafs". Tal diferenciasemántica tfpicamente denotaba una distanciaemocional y una actitudcrftica frente a la sociedad receptora.Segun un informante,"en estepafs la vida es máscorta porquehay mucho estrés". Antonio añadió: "Este es un pafscomercial y esmuy diffcil haceramigos aquf'.

Por otro lado, Estelaseñaló: "Nacf allá y me gustami tierra". Antonioreiteró el temaprincipal:

Esaes mi patria.Allf nacf.Tuve a mishijos allf. No puedoolvidar mi pedacitode tierra. Perole agradezcoa estepafs.

La mayorfade los inmigrantesdominicanos probablemente estarfa deacuerdo con la apreciaciónde Dersis: "uno se sigue sintiendo del país dondenació". Noelia explicó este fenómeno señalando: "a la patriauno le tieneamor como a la familia"."Eso se lleva en la sangre",afirmó un tercerinformante. Sólo dos inmigrantes se identificaron como ameri- canos:"Me sientocasi americana", dijo Paula."Me sientode aqufya porquellevo 14 añosaquf', dijo Marfa. Pero "es diffcil sentirse americano-según Daniel- porque hay mucha discriminación contra los hi spanos.En el trabajoni siquieranos dej an hablar españoI ". Finalmen- te,muchos residentes de largo üempo como Octavina están desarrollan- do unaidentidad ambivalente:

Mient¡asestoy aquf, me siento americana. Cuando voy a mi país,me sientodominicana, aunque no tengoderechos allá. Soy leal a esta bandera,pero quiero a mi pafs.

¿Cómose disünguenlos dominicanosde otros gruposétnicos en NuevaYork, talescomo los puertoniqueños y otros hispanos? Esta fue unade las preguntasmás diffciles de contestarparanuestrcs informan-

410 tes, quienesmostraroll-poco consenso sobre el núcleocomún de la identidaddominicana." La caractelsticacitada más frecuentemente fue el acentodominicam al hablarespañol, seguida de referencias estándaresala músicade merengue y la comidacriolla. "El queno come arrozni habichuelasni plátano,no esdominicano", declaró una mujer. otro informantedijo quepreferfa un platode mangucon salchichóna serrico.

Algunosinformantes señalaron características psicológicas distinü - vasde los dominicanos. octavina opinó: "da gustover a losdominica- nostrabajar"; pero otros pensaban que los dominicanosno eranmuy trabajadores.Algunas p€rsonas crefan que la comunidaddominicana eraunida y armoniosa,mientras que Denis opinóque los dominicanos ..sólose juntan pa'fiestar". Según Rafael, "los dominicanosno tienen compañerismo,Se matan entre ellos mismos". Las entrevistas genera- ronuna larga lista de adjetivos para describir a losdominicanos, algunos deellos incongruentes, tales como alegres, escandalosos, alborotados, sociables,orgullosos, ambiciosos, presumidos, difíciles, complicados, limpios,leales,decentes, respetuosos, patrióücos, agresivos y no con- formistas.A pesar de algunas imágenes negativas, el autorretratode los dominicanosera predom inantemente favorable.

La preocupaciónpor el narcotráficosurgiÓ espontáneamente du- rantelas entrevistas. Joannie señalÓ: "muchos dominicanos no piensan enayudar al pafs;vienen a venderdrogas y hacercosas malas"' " iQué vergüenzaser dominicanos!",confesó Mercedes, refiriéndose a los recientesdisturbios policiales en el vecindario:

Nosotrosno valemosnada. El muchachoque mataronera un delincuente.Uno saledel pafs a buscarmejorfa y lo queencuentra es vergüenza¡Ay, tantahambre que pasamos en SantoDomingo!

Otraentrevistada dramaüzóla situación: "los dominicanosse han echadoa perder;vienen como chivos sin ley"' "A mí me da hasta

17.AlosinformantesdominicanosdeSainz(1990)tambiénseleshizodifícilidentificar diferenciasy semejanzasentre hispanos, aunque la mayoríade ellos rechazóel té¡mino"hispano" para definú su propiaidentidad étnica' 4tr vergüenzaser dominicano -dijo otro informante- por la malareputación que tenemos". Segín Antonio,"la comunidaddominicana es un montónde garbage lbasural) y todala gentejoven o vendedrogas o mata ala gentepordinero". Muchos inmigranúes han intemalizado el estigma difundidopor los mediosde comunicaciónmasiva.

Cultura,nacionalidad y ciudadanfa. A pesarde todo, la mayoía de losentrevistados semantiene apegada asu cultura de origen. El Cuadro 5 muestracómo los hogares dominicanos se comportan en varios fndices depersistencia cultural. Los datos sugieren que los inmigrantes retienen un fuerteapego a suspatrones t¡adicionales de comida, idioma, consu- moy religión.Los hábitos de vertelevisión, escucharla radio y escuchar músicamostraban menos apego a la culturahispánica y dominicana. Másaún, la mayola delos miembros de los hogares no lefaprincipal- menteen español,ni celebrabaeventos públicos de ongen domiruca- no.'oLa mayorfade los inmigrantesconserva muchas creencias y costumbresdominicanas, aunque cada vez más mezcladas con la cultura norteamericana.En estesentido, los dominicanoshan creadouna identidadtransnacional en NuevaYork.

El procesode americanizaciónha avanzado especialmente entre los dominicanosde la segundageneración, los nacidosy criadosen los EstadosUnidos. Esteúltimo grupoconsriruye alrededor del 39 por cientode la poblacióndominicana de la muestra.Los adolescentes dominicanosfrecuentemente hablaban inglés entre ellos, veían progra- masde la televisiónnorte¿rmericana, escuchaban música rap, usaban mahonesgrandes y segufanlos estilos hip hopde suscontemporáneos afro-americanosy puertorriqueñosen Nueva York.le Segúnun

18. El principalevento comunita¡io, el DeshleDominicano de Nueva York haestado plagadode problemas organizativos causados por rivalidades personales y políúcas. estosproblemas han erosionado la participaciónpopular en el deshle(véase el Diario/ La hensa 1993c:Village Voice 1988).En 1990.alrededor de 250,ffi0 dominicanosparticiparon en el DesfileDominicano de Manhattan.en 1993,se esperabaque asistieran 50,000 a la ParadaDominicana en el Bronx(The New York Times1990: El Diario/ La Prensa1993c). 19.Según Juan Flores (1988), la culturahip hop tiene tres component€s esenciales: el rap,el breakdancingyelgrafñti. El hiphopsurgióenne losjóvenes afro-americanos 412 inmigrantedominicano de primerageneración, los jóvenes son los que se arraigany se quedanaquf, pero los quevinieron adultos nunca se adaptanpor completo.Aquf hay muchorush, un estilode vida muv acelerado.Allá la vidaes más tranquila.

CUADRO5

PRACTICASCULTURALES DE LOS HOGARES DOMINICANOS

Práctlca(N=59) Porclento

Cocinamayormente comida dominicana 94.9 Hablamayormente español en sucasa 88.1 Compramayormente en bodegasy supermercados 86.7 Pertenecea la retigióncatólica 78.0 Escuchamayormente música dominicana 65.5 Escuchamayormente la radiohispana 62.5 Ve mayormentela televisiónhispana 59.3 Leemayormenle en español 49.1 Celebramayormente eventos dominicanos 42.4

La mayorfade losinmigrantes dominicanos que entrevistamos -26 de 37- aúnno se hanhecho ciudadanos americanos.z, La razónmá.s comúnpara este patrón era un perfodo de estadía demasiado corto en los Estadosunidos. La faltade dominiodel inglésera una explicación secundaria.sin embargo,aún los residentesmás antiguos y aquellos familiarizadoscon el inglésse resistíana abandonarsu ciudádania

y puertonqueñosde los barrios más pobres del centro de la ciudad de Nueva york. especialmente en Harlem, El Barrio, el Bronx y . Ultimamente, los dominicanos han incorporadolos ritmos del merengueal rap, tantoen los Estados Unidos como en PuertoRico. 20' Según york un arículo del New rimes (1993b), sóro el lg por cienr,ode ros domi¡icanos admitidosa los Estadosunidos en 1977se habíanñecho ciudadanos americanos para1989. La tasade naturalización de losdominicanos era casi la mttad de la de todos los inmigrantesdu¡ante el mismo período. para aumenta¡ su representación en la política america¡ra,las asociacionesdominicanas en Nueva York y NuevaJersey, tales como ArianzaDominicana, consra¡rEmente promueven la naturalizaciónde los inmigrantesdominicanos.

413 .'No dominicana. meinteresa", "Me sientodominicano" y "No pienso vivir aqufpara siempre" fueron algunas expücaciones adicionales. Por otro laáo,muchos dominicanos se hacen ciudadanos americanos por motivosprácticos más que ideológicos. "Querfa traer a mi familiaacá"' dijeronvarios entrevistados. "Después de viejo no puedeuno estar biegandotodos los dfas en un tirijala cambiando tarjeta y haciendofila" .n.l u.ropuerto,dijo Rosa.Antonio se hizo ciudadano "buscando no "Lo tenerque renovar la residenciacada vez que regreso ami país"' hice dominicanodijo quese -habfapor conveniencia", contestó Daniel. Sóloun hechociudadano porque querfa "participaf en la vidacivil" delos Estadosunidos. La mayorfano percibfa ninguna ventaja material de ser ciudadanoamericano, más allá de "pedir" a susfamiliares a losEstados Unidos.

Nuestrasentrevistas confirmaron la fuer¿ade la ideologfadel retor- no entrelos inmigrantesdominicanos. Dos de cada tres entrevistados dijeronque les gustarfa regresar avivir ensu palszt . Tresde cada cuatro hanvuelto de visitaal menosdos veces en losúltimos cinco años. El casomás extremo fue el deDaniel, quien estimÓ que había regresado 50 vecesdesde que llegó a Nueva York en 1968.Habfa vuelto cuatro veces en el últimoaño. "Me encantair a pasear",dijo'

Cuandose les preguntópor qué querfanvivir en su país' los "aqui' "allá"'22 informantesestablecieron una clara dicotomfa entre y Aqufes donde pueden ganar y ahonardinero,progresareconómicamen-

2l.Encomparación,unestudiorecienteencontróquealrededordelamitaddelos colombianosenQueensplureabareglesalasupaís(InstituteforPuert,oRican Policy 1992). circularescomo 22. Estaoposición binaria es típica de la mentalidadde otros migrantes ''La puertofiqueñoLuis los puertoniqueños.En sucuent,o guaguaaérea.', el escritor Rafaelsánchez(1987:24)haretratadoa''Iospuertorriqueñosquequierenestarallá esta¡ allá pero no pero se trenen que quedar acá: los puerloniqueños que quieren pueoenqueoaneallá;lospuertoniqueñosquevivenalláperosueñanconestafacá; lospuertorriqueñoscuyasvidascue.lgandelossignosdeinterrogación¿allá?¿acá?' adverbios". Al igual disyuntiva.shamletianas que supuransu ssngrevital por ambos circula¡¡entre los Estados qué los puertoniqueños,lls dominicanosconstantemente Únidos'y la Reptiblica Dominicana' sunquesea solo t€mporalmente'

414 te, ayudara susfamilias y asegurarun futuromejor para sus hijos. pero "aquf uno vive con puertascerradas y sin patio",anotó Noeüá. coro explicóPepfn.

El sistemade vida es diferente aquf. Aquf la vidatiene más ajetreo. Allá esmás pacffica, más suave.

Allá está"mi pafs":un lugardonde uno pertenece, disfruta, descansa, vive conpaz y alegría."Allá unogoza de muchoplacer", dijo Rosa. Estelaexplicó:

Me fascinami pafs. Allá en mi tierra-en San pedro de Macorfs-no hacetanto calor como aquf, especialmente si vives cerca del mar. No estoyallá porque toda mi familiaestá aquf.

"Allá esque está lo bueno",resumió un informante.

La mayoíade los inmigrantes sesiente más a gusto en la República Dominicanaque en los Estados unidos. Aún después de vivir varias décadasen Nueva York,los dominicanos no abandonantotalmente su apegoemocional al pafsnatal. Muchos envejecientes planean retirarse en la Islaporque, como señaló Mercedes, "cuando uno está vieio es mejorestar en su pafs". otra Mercedesseñaló: "Si me enfermode muerte,que me lleven a morira mi pafs". Antonioduo: Me sientomejor allá. camino para todas partes. No me duele nada comoaquf. Si Diospermite, me regreso.

HastaHéctor, un joven dominicano criado en Nueva york quenunca haregresado a su pafs, sentía que no pertenecfaa la sociedadnorteame- ricana:"éste no esmi país",explicó. "Aquí mesiento arrimada", dijo unamujer. segun Dersis, "regresar es el sueñode todo extranjero. Así queestoy preparando el puentepara regresar algún día". Rosarecalcó: "uno siempresueña con volvera su madretierra". un bodeguerose lamentó:

Tengosiete meses que no he ido [a la RepúblicaDominicana] y la nostalgiade irmeme estámatando. ya estoycasi allá.

4t5 En sfntesis,losdominicanos comparten una imagen romántica de su patria,en contraste con su situación actual en los Estados Unidos. "¿Y quéserá lo quela gentele encuentraa estoaquf?" Se preguntó Ana Sofla retóricamente.Otro informante le contestó:"No haymejor lugar para vivir quemi pafs". Estedesdoblamiento entre un espacioinmediato y otroremoto, entre el presentey el pasado,entre la realidady lanostalgia, esun rasgocomún de la identidadtransnacional.

Discusión

Los hallazgosde esteestudio se discuúrán en ft¡nciónde lascinco hipótesisbásicas enumeradas alprincipio del ensayo. En conjunto. los reiultadosconfimran que los dominicanos han creado una comunidad transnacionalen WashingtonHeights que se resistea la disolución cultural.La identidad de los migrantes combina elementos culturales de la sociedademisora y la receptora,con un predominio de la emisora. La comunidaddominicana de washington Heights define, afirma y expre- sa su identidadhfbrida mediante la culturapopular, espccialmente a travésdel lenguaje diario' la comida,la músicay la religión'

Laorientación cultural hacia la República Donl inicana. Al igual que otr6sestudios previos, nuestros datos sugieren que los donlinicanos en NuevaYork frecuentementerecurren a las creenciasy costumbres tradicionalesde su pals natal. Este ape go continuo a la culturade ongen tienevarias explicaciones. Por un lado, el éxododominicano no sÓloes relativamentereciente, sino que aumentó en la décadade 1980como resultadodel deterioroen las condicionesde vida en la República Dominicanay la disponibilidadde empleos poco diestros en los Estados unidosy PuertoRico. El éxodoprobablemente continuará en la década de 1990,renovando la comunidaddominicana en el exterior.

Por otro lado,la concentracióngeográfica de los ifimigrantesen washingtonHeights ha creado un núcleopoblacional suficientemente grandepara reproducir muchas instituciones dominicanas. Más aún' las iacilidadesde transportaciÓn y comunicación entre la RepúblicaDomi- nicanay los EstadosUnidos permitenun flujo constantede ideas.

4t6 Docenasde asociaciones voluntarias hanmantenido vivo el recuerdode la patrialejana en Washinglon Heights. La segregaciónresidencial y el prejuicioracial han promovido la encapsulaciónde los inmigrantesy un contactolimitado con otros hispanos en NuevaYork. Finalmente,una incipienteeconomía de enclave ha fortalecidolos lazosde solidaridad étnicaenvez de la cooperacióninteré¡rica.

La creaciónde unaidentidad transnacional. La migraciónintema- cionaly el asentamientoen un ambientehosül han transformadola culturapopular de los dominicanos en Washinglon Heights. La mayoía de los inmigrantesno mantienesu cultura intacta sino que se acultura con el pasodel tiempoy un mayorintercambio con la comunidad receptora.Esta tendencia es especialmente evidente entre los jóvenes dominicanos.Por ejemplo, muchos adolescentes dominicanos usan el "espanglish",intcrcalando códigos lingüísticos del español y el inglés, conlosu modo printario dc comunicación.

Sin embargo,pocos inmigrantes han abandonado por completosu identidaddominicana, aún después de vivir muchotiempo en los EstadosUnidos. A la nuevageneración de dominican-yorks, nacida y criada en los EstgdosUnidos, le disgusta el término "domínicoamericano"."La mayoríade los inmigr¿ntesdominicanos aúnno sehan hecho ciudadanos americanos ni hanadquirido el inglés como su lenguamatema. La mayoríatiene intenciones de regresar eventuah¡entea la RepúblicaDominicana y visita regularmente la Isla. Losperiódicos étnicos cubren eventos importantestanto delaRepública Dominicanacomo de la comunidad dominicana de Nueva York y Nueva Jersey.Las actitudes ambivalentes hacia la sociedadanfitriona carac- terizana la comunidadinmigrante, dividida entre el deseode progresar económicamenteenlos Estados Unidos y el persistenteapego emocio- nal a la RepúblicaDominicana. Un sentidode dualidadpermea a la comunidaddominicana de Washington Heights, desde sus pref'erencias televisivashasta sus patrones de participaciónpolítica. En suma,la dicotomíaentre el aquíy el alláestructura la mentalidadde los domini- canosen NuevaYork.

23. Ent¡evistacon IdanysRodríguez, Coordinador de la Unión deJóvenes Dominicanos, Nueva York 23 de julio de 1993.

4t7 La culturapopular y la identidadétnic¿. A la mayoríade los inmigrantesdominicanos se les hacedifícil articularlas basesde su identidadcolectiva. Pero expresan esa identidad claramente através de la culturapopular. El fndicemás fuerte de su origennacional es la comidacriolla, seguida de la preferencia por hablar español, comprar en tiendasdel vecindario y practicarla religióncatólica. Los inmigrantes tambiénfavorecen la músicadominicana así como la radioy la televi- sión en español,aunque en menorgrado. Más aún,los residentes dominicanosde WashingtonHeights despliegan su identidad rindién- doleculto a los santos,poniendo banderas y mapasnacionales en las paredesy escuchandomerengues y bachatasa todashoras del día. Aunquemuchos inmigrantes no puedenexplicar exactamente qué distinguea la culturadominicana de otrasculturas, los signosde su identidadson visibles y audibles.

Unacultura en los márgenes. La mayoría de los dominicanos seha incorporadoa losniveles más bajos del mercado de trabajo y vivienda de NuevaYork. El prejuicioétnico y la discriminaciónracial los han exclufdosistemáticamente de la corrienteprincipal de la sociedad norteamericana.Los estereotipos negativos promovidos por los medios de comunicaciónhan estigmatizado a toda la comunidaddominicana como narcotraficantesy mafiosos. Las tersionesocasionales y la competenciaconstante con los puertorriqueñosy otros hispanos han dificultadolas alianzas políticas. Como consecuencia, losdominicanos ocupanuna posiciónniarginal dentro de la estructurade los grupos étnicosen NuevaYork. Bajotales circunstancias, "la asimilación' puedenoser a\osva\oresy \as expectativas de laculturadominante, sino a la posturaadversarial de los gruposempobrecidos, confinados a la parteinferior del reloj de arena econÓmico" (Portes y Zhou1993:12-13: mi traducción).

La resistenciaa la asimilación.Al igual queotros inmigrantes caribeñosen los EstadosUnidos, la comunidaddominicana de Was- hingtonHeights no se ha asimilado lingüfstica y culturalmente,sino que conservagran parte de su legado cultural. La concentraciÓndegrandes contingentesde extranjeros pobres y depiel oscura en barrios del centro

418 dela ciudadlos ha deprivado de la oportunidadde interactuar con otros gruposét¡ricos, aprender inglés y adquirirlas destrezas necesarias para incorporarsea la culturadominante en los EstadosUnidos. Muchos dominicanosmantienen una distancia emocional de la sociedadnorte- americanay sesienten ajenos a sucultura. Los viajes de iday vueltaa la RepúblicaDominicana refuerzan la mentalidadt¡anseúnte y la ideologfade retomo de losresidentes en el exterior.La mayorfade los dominicanosve la emigración como una etapa temporal en su ciclo vital, no comouna decisión irreversible que lleva a la completaabsorción en el crisolnorteamericano. La patriasigue siendo el puntode referencia clavepara entendcr la visiónde mundo de los migrantes.

Conclusión

Aunquelos contomos socioeconómicos dela migración dominicana sehan dibujado claramente, la vidacotidiana de los dominicanosen NuevaYork se mantiene fuera de los límites del discurso académico o, paracilar la aptafrase de Silvio Torres-Saillant ( l99l ), en"la periferia del niargen".Al concentrarseen los componentesestructurales del procesomigratorio, la mayoríade los académicos ha subestimadolas dimensionesculturales del éxodo dominicano. Con pocas excepciones (Tones-Saillant1989a; Rey Hemández 1992),los invcstigadores no hanpenetrado más allá de las estadísücas socioeconómicas para inter- pretarlos valores, las costumbres y la visiónde mundo de los migrante s dominicanos.Y sin embargoeste proceso de transportar,recrear y transformarun estilode vida siempre ha sido central en la experiencia migratoriaen NuevaYork. Comoresultado de los intcrcsesprevalc- cientesde los investigadoresacadémicos, los dominicanoshan sido ret¡atadoscomo obreros sin cultura propia, mezclándose imperce ptible- mentedentro del crisol de razas norteamericano (véase Tones-Saillant 1989apara una crítica de esta tendencia).

Estudiosrecientes han subrayadola erosiónde las distinciones étnicasentre los descendientes deinmigrantes europeos en los Estados Unidos(Alba 1990).La identidadétnica basada en un origeneuropeo paficularhaperdido importancia como modo de organizar las interacción social.En cambio,ha surgidoun nuevogrupo basado en el origenen

419 cualquierpafs europeo como sector dominante de la sociedadnorteame- ricana.Sin embargo, la formaciónde la idenüdaddifi eresustancialmente entre los norteamericanosblancos y otros gruposétnicos y raciales, especi almente los afro-americanosy loshispanos (Portes y Thou I 993). Por ejemplo, la mayoríade los inmigrantescaribeños en los Estados Unidosno quisieraabandonar su país natal definitivamente y su estadía en la sociedadanfitriona frecuentemente retiene un carácterprovisional (Chaney1987). A diferenciade la mayoladelosinmigranteseuropeos, los inmigrantescaribeños se mantienenen contactoconstante con sus culturas. La circulaciónpermanente de personasentre el Caribe y la ciudadde Nucva York ha generadomúltiples comunidades e identida- dcs transnacionalcs.

El presenteestudio documenLa el surgimientode una identidad transnacionalen la comunidaddominicana de WashingtonHeights. Esta idenúdadse caracterizapor un apegoambivalente a la sociedad anfitrionay unaoricntación persistente hacia el paísde origen. Aunque las rcdesde parentcscoy amistadcubren a ¿unbospaíses, Ias creencias y lascostumbres culturales se basan firmemente en la sociedademisora. El lugar dc origen,no el de destino,provee el principalmarco dc referenciapara la mayoríade los inntigrantes.

WashingtonHeights sirve como un punto intermedio dc ascnt¿rmicnto. un lugardonde los dominicanos pueden hablar español, conocer a otros compatriotas,asistir a misa en español,comprar en bodegas,comer comidacriolla, escuchar merengue y mantenerseencapsulados en una cultura hispana. Las asociacionesvoluntarias y la celebraciónde eventospúblicos no represcntanla expresiónprimana de la identidad érnicacn el barrio,sino las prácticas inlbmrales de la vidacotidiana. A travésde la culturapopular, especialmente el lenguajeoral, la música, la comiday la religión,los dominicanos celebran su sentido de pertene- cer a un grupo definido por su origen nacional,composición racial y pasadocompartido. En esencia,Washington Heights nutre el espíritude una comunidad moral entre los inmigrantesdominicanos en Nueva York. reinventandoasf a Quisqueyaen el Hudson.

420 Bibliografía

Abeles,Peter,y Robert C.Weinberg 1968 WashingtonHeights Community Study. Nueva York: Departmentof City Planning,City of NewYork. Alba.Richard D. 1990Ethnic ldentity: The Transformation of WhiteAmerica. New Haven:Yale University Press. Alvelo,Jainte et al. 198I Impactof NewImmigrants on theDelivery of SocialServices in WashingtonHeights. Working Paper, Doctoral Research Seminar, Schoolof SocialWork, Columbia University. Bol to tt, Re ginald P e I hont 1924Washington Heights, Manhattan: Its Even I Past.Nueva York: DyckmanInstitute. Brownrigg,Leslie A. 19901990 Guidelines for theAltemative Enumeration. Part One: Geographyand Physical Space. Center for SurveyMethods Research, Bureauof theCensus, Washington, D.C. Fotocopia. Brownrigg,Leslie A.,y ElaineFansler I 990 I 990Guidelines for the Altemati ve Enumeration. Part Three : BehavioralObservations. Center for Survey Methods Research, Bureau of theCensus, Washington, D. C. Fotocopia. Chaney,Elsa M. 1987The Contextof Caribbean Migratíon. En Constance R. Sutton y ElsaM. Chaney,eds., Caribbean Life in NewYork City: Sociocultural Dimensions,pp. 3-14. NuevaYork: C¡nter for MigrationStudies of NewYork. Chavez,Leo 1993The Powerof the ImaginedCommunity: The Settlementof UndocumentedMexicans and Central Americans in theUnited States. Manuscritoinédito. Coluntbia-P resbyterian M edicalC enter 1983Washinglon Heights-Inwood Community Pro ,file. Nueva York: Columbia-PresbyterianMedical Center.

421 Domfnguez,Virginia 1978Show Your Colors:Ethnic DivisivenessAmong Hispanic CaribbeanMigrans. M igration Todayó (I ) :5 -9. 1973Spanish-Speaking Caribbeans in New York: 'The Middle Race." Revista/Rev iew Interamericana3 (2) : 135- 142. Dunny,Jorge 1992Caribbean Migration to PuertoRico: A Comparisonof Cubans andDominicans. InternationalMigration Review 2ó (l ):46-66. l99l El sectorinformal y la migraciónintemacional: El casode los dominicanosen Puerto Rico. NuevaSociedad 113:16-21. Duany,Jorge, ed. l990Losdominicanos enPuerto Rico: Migración en la semi-pe nl'cn a. RfoPiedras: Huracán. Duany,Jorge, Luisa Hernández Angueira l CésarA. Rey 1993El BarrioGandul: Economía subterránea y migración indocumentado.Manuscrito inédito. Duany,Luis A. 1987Fostering Puerto Rican Small Busincsscs as a Dcviccfor EconomicDevelopment. Manuscrito inédito. New York Area UndergraduateResearch Program, Colunlbia University. ElDiariolLa Prensa 1993aAsesinan a dos "súpers" en el Alto Manhattan.2ti dc.¡unio. p.4. 1993bBalean a dosen Washington Heights. 22 de julio, p. 4. 1993cDespués de muchosaños de división:Acuerdo en desfile dominicano.2ldejulio, p. 8. 1993dDetectan fraude masivo en el sistema de bienestarpúblico. 24 dejunio, p. 3. 1993eEscolares presionan al MTA. l7 dejunio, p. 3. 1993fEste domingo: Gran Parada Dominicana de El Bronx.14 de julio,p. 8. 19939Mal negociocon la Policfa:Arrestan a trescomerciantes dominicanospor sobomo. l7 dejunio, p. 4. 1993hOtra muerte calienta los ánimos en el altoManhattan. l2 de julio,p. 3. 1993iUna pasión equivocada. 22 de julio, p. 3. 422 1993j WashingtonHeights, desde el "rufo". 30 dejulio, p. 19. Elinson,Jack, y ReginaLoewenstein 1963 CommunityFact Bookfor Washington Heights, New York Cit..V: I 960-6L Schoolof PublicHealth and Adm inistrative Medic ine, ColumbiaUniversity. Fiske,John 1989Understanding Popular Culture. Boston: Unwin Hyman. Flores,Juan 1988Rappin', Writin', & Breakin'.Boletfn del Centro de Estudios Puertorriqueños2 (3):34-4 l. GarcloCanclini, N éstor 1982Las culturaspopulares en el capitalismo.Ciudad México: NuevaImagen. Gorrison,Vivian, y Caroll. Weiss 1979Dominican Family Networks and United States Immigration Policy:A CaseStudy. IntenrationalMigration Review 12 (2):264-283. Geor.q,es,Eugetio 1990The Making of a TransnationalCommunity: Migration, Development, and Cultural Change in theDominican Republic. Nueva York:Columbia University Press. 1988Dominican Self-Help Associations in WashingtonHeights: Intcgrationof a NewPopulation in a MultiethnicNeighborhood. New Directionsfor LatinoPublic Policy Research, Working Paper No. l, Inter-University Program for LatinoResearch and the SocialScience ResearchCouncil. 1984New Immigrants and the Political Process: Dominicans in New York.Occasional PaperNo. 45, Center forLatin Anierican and Caribbean Studies,New York Univeruity. Grasntuck,Sherri 1985The Consequencesof DominicanUrban Outmigration for NationalDevelopment: The Caseof Santiago.En StevenSanderson, ed., The Americasin the New IntemationalDivision of labor,pp. 145-176.Nueva York: Holmes& Meier. 1984tmmigration, Ethnic Stratification, and Native Working-Class Discipline:Comparisons of Documentedand Undocumented Dominicans.lntemational Migration Review 18 (3):692-7 13.

423 Grasmuck,Sherri,y Patricia R. Pessar l99l BetweenTwo Islands:Dominican Intemational Mieration. Berkeley:University of CalifoniaPress Hendricks.Glenn 1974T\e DominicanDiaspora: From the DominicanRepublic to NewYork City-Villagers in Transition.Nueva York:Teachers College Press. Henriques,Beth I 984A HistoricalPl anning Study of WashingtonHei ghts, I 9m- I 935. Tesis de maestrla,Graduate School of Architectureand Planning. ColumbiaUniversity. Hernández,Ramona 1989aMercado de trabajo de los dominicanos en Nueva York. En JuanHemándezCruz, ed., Los inmigrantes indocumentados dominica- nosen PuertoRico: Realidad y mitos,pp.77 -96. SanGermán: Centro de Publicaciones,Universidad Interamericana de PuertoRico. 1989bNotes on theIncorporaüon of DominicanWorkers into the Labor Market of New York City. Punto7 Review:A Joumalof MarginalDiscourse 2 (I):65-90.1989c Trends in DominicanLabor MigrationResearch. Ponencia presentada en el XV CongresoIntema- cionalde la Asociación de Estudios Latinoamericanos, Miami, Florida, diciembre. HispanicMarket News 1993En ceremonia especial se instala nueva directiva de la Asocia- ciónNacional de Supermercados. Volumen 7, Números 6/7 ( unio-jul io ), p.2. Ittstüutefor PuertoRican Policy 1992Latino Intergroup Relations in the New York Area:October 1991.Datanote on thePuerto Rican Community Number 8 (enero). Katznelson.Ira 198I CityTrenches: Urban Politics and the Patteming of Classin the UnitedStates. Nueva York: Pantheon. Iarancuet,Wilfredo N., Luis Alvarez-López,y Miriam Mejía l99l Actitudde los votantesen WashingtonHeights. Manuscrito inédito,Center for DominicanStudies, New York. Lendt,Lee l9ó0 A SocialHistory of WashingtonHeights, New York City.

424 columbia-washinglonHeights community Mental Health Project, ColumbiaUniversity, Faculty of Medicine. Lewis.GordonK. 1982Migration and caribbean consciousness. En Migrationand carilbbean cultural Identity. occasionalPaper No. I, Caribbean MigrationProgram, Center for LatinAmerican Studies, Univenity of Florida.Gainesville. Lt¡wenstein,Steven M. 1989Frankfurt on theHudson: The German-Jewish Community of WashingtonHeights, I 933- I 983,lts Structure and Culture. Detroit: Wayne State University. Mahler,Sarah 1989 La dinámicade la legalizaciónen NuevaYork: Un enfoque hacialos dominicanos. EnEugenia Georges et al., Dominicanos ausentes.- cifras, polfticas, condicionessociales, pp. 139-181.Santo Domingo: Fondo para el Avancede lasCiencias Sociales/FundaciÓn Friedrich Ebert. Mclttitt,Doisott l99l uptown and Downhome:The IndestructibleBeat of Santo Domingo.Rock & Roll Quarterly(Winter):13-15' 19. Necos,Belkis 1993Profile of the DominicanCommunity in New York City' Informepreliminar presentado en la Conferenciasobre Asuntos de InvestigaciónDominicana, Institute for Dominica¡r Studies, city college of NewYort, 5 dejunio. New York city, Departrnentof city Planning 1992TheNewest New Yorkers:An Analysisof Immigrationfnto New York city Duringthe l98Os. NuevaYork: Departmentof city Planning. 1985 ManhattanCommunity District 12: Washington Heightsllnwood.Nueva York: Departmentof City Planning. NewYork Daily News 1993Washington Hgts. Cops Lower Boom' l3 dejunio' p' 24' NewYork Newsday lgg3aDirtyPool--Girl Assaulted at Washington Hts. Spa;3 Teens Held.l2 dejulio, P. 3. 199 3b Hoton Trial-- cops Name Suspected Firebomber. 12 dejulio, p.5. 425 1993cJudge Riles Dominicans--Ties Them to Fraud.24 de iunio. p.7. l993drensionsFlare--Firemen Hurt By Firebombin wash. Hts. I I dejulio, p. 3. 1993eTrying to MakeSense of Census.24 dejunio, p. g. Noticiasdel Mundo l993aAtacanapolicfas en WashingtonHeighrs. 30de julio, pp.l, 4. 1993bAutoridades decomisan armas y drogasen redadawashing- tonHeights.25 dejunio, p. 54. 1993c"Bolita" y sobomo:Se realizarondetenciones en el Alto Manhattan.l7 dejunio, pp. I A,44. Pessar,Patricia R. 1987The Dominicans: women in theHousehold and the Gamrenr Industry.En NancyFoner, ed., New Immigrantsin New york, pp. 103-129.Nueva York: Columbia University press. 1985The Roleof Genderin DominicanSettlement in theunited States.En June Nash y Helenl. Safa,eds., women and change in Latin America,pp.273-294. South Hadley, Mass.: Bergin & Garvcy. Portes,Alejandro, y LuisE. Guarnizo 1991capitalistas del trópico:La inmigraciónen los Estados unidosy el desanollode la pequeñaempresa en la RepúblicaDomini- cana.Santo Domingo: Facultad Latinoamericana decicncias Sociales. ProyectoRepública Dominicana. Portes, Alejandro,y Min Zhou 1993The New Second Generation: segmented Assimilation and its Variantsamong Post 1965 Immigrant youth,. Russell Sage Foundatron, WorkfngPaper #34. Protestantcouncilof churchesofthe city of Newyork, Department of ChurchPlanning and Research 1954upperManhatran: A community Srudyof washington Heights. NuevaYork: ProtestantCouncil of Churchesof theCity of New york. ReyHernández, Césor A. 1992Elreto de la identidadante la migración:un reconocerseen el otro. Ponenciapresentada en el XVII congresoIntemacional de la

426 Asociaciónde EstudiosLatinoamericanos, Los Angeles,califomia, septiembre. Rowe,William,Y VivianSchelling l99l Memoryand Modemity: Popular culture in LatinAmerica. Londres:Verso. Sainz,Rudy AnthonY 1990Dominican Ethnic Associations: classification and Service DeliveryRoles in washingtonHeights. Disertación doctoral, Columbia University. Sónchez,Luis Rafael 1987The Flying Bus. En Asela Rodrfguez de Laguna, eds', Images andIdentities: The PuertoRican in Two World Contexts,pp' l7-25' NewBrunswick, N.J.: Transaction. Sassen-Koob,Soskia 1979Formal and Infomral Associations: Dominicars and colombians in NewYork City. IntcmationalMigration Review 13 (2):314-332. Sepúlt'etiaCostillo, Rofael J. 1982Comnlunity Environment: Its Asscssment and Relationship to PsychologicalWellBeing Among Domlnicans and Puerto Ricans in NcwYork Ciry. Disertacióndoctoral, New York University' Suttott,Constance R.,y ElsaM' Chaney,eds. 1987Carlbbean Lifc in NewYork city: SocioculturalDimensions. NuevaYork: Center for MigrationStudies of NewYork' TheNcw YorkTimes 1993aFirc Truck is Bombed;3 Are Hurt--offrci¿rlsAct to calm WashingtonHeights. I I dejulio, Metro Report, p. 29' 1993bImmigrants Foregoing citizenship while Pursuing American Dream.25 de julio, PP. l, 33. 1991aBetween 2 Worlds:Dominicans in NewYork. l6 deseptiem- bre,pp. Al,86. l99lb Dominicanclub offersHome in a ForeignLand. 8 demayo. 1991cDominican Joumal: Filthy Rich with a New York cocaine Connection.8 de junio. l99ld FarmerUnearthed: He Plantedthe Com' l5 de agosto' l990TapDancers and Parade welcome Sun's Retum. I 3 deagosto. To r r es - SaiIlant. S i lvio 1991Laliteratura dominicana en los Estados Unidos y la peril-eria 421 delmargen. Punto y coma3 (l-2):139-149. 1989aDominicans as a Newyork Community:A SocialAppraisal. Punto7 Review.-A Journalo MarginalDiscourse Z (l):7-25. 1989bThe Constructionof the Other in Studiesof Dominican Migration.Ponencia presentada en el XV congresoIntemacional de la Asociaciónde Estudios Latinoamericanos, Miami, Florida, diciembre. VillageVoice 1992aAfter "Kiko: " The DominicanCommunity Emerges. 2l de julio,pp. 13-14. 1992bMarginal Notes. l8 deagosto , p. Zl. 1992cNews Before lt Happens.9 de septiembre, p. 17. 1988Desfile Dominicano: Getting Off on a Good Foot. g deagosto, pp.ll-12. washingtonHeights Taxpaycrs Association 1920 Riverside Driveand Audubon Park. Nueva York: Washington Heights Taxpayers Association.

428