CIENCIA Y SOCIEDAD VolumenXV[I, Número4 Octubre-Diciembre1993 QUISQUEYAEN EL HUDSON:LA COMUNIDAD DOMINICANA EN WASHINGTONHEIGHTS JorgeDuanY* Resumen: Hastala fecha,las investigaciones sobre la migraciónintemacional dela RepúblicaDominicana han subestimado la persistencia cultural,la identidadé¡rica, las relacionesinÚerétnicas y el mantenimientodel idioma entrelos migrantes.La mayoríade los académicosse ha concentradoen los orígencs,la composicióny la incorporaciónde los dominicanosal mercadolaboral de los Estados unidos y PuertoRico, Esteensayo enfoca su atenciónen la creaciónde una dentidad trasnacional cntrelos dominicanos en la ciudadde Nueva York, basado en el trabajo decampo en Washington Heigths, la mayorcomunidad dominicana en los EstarlosUnidos. Los objetivos del proyecto incluían la descripción delos valorcs y lasprácticas culturales dominantes entrelos inmigrantes dominicanos,así como el análisisde suidentidad é¡rica a travésde la culturapopular. El trabajode campo examinó la proposiciónbásica de que los inmigrantesdominicanos definen, afirman y expresanuna identidadétnica vigorosa mediante lacultura popular, especialmente el lenguajediario, la música,la religióny la comida.El problemade la idenüdadde los migrantes se abordó desde un punto de vista e[rográfico, apartir del estudio intensivo de una pequeña área geagráfrca utilizando laobservación partícipe y lasentrevistas personales. La comunidad bajo estudiofue unbloque de washington Heigths, escogido intencionalmente pararepresentar las principales caractelsticas de la poblacióndomini- * JorgeDuany,DepartamentodeCienciasSociales,Universid¿ddelSagradoCorazón, Santurce.Puerto Rico. JIJ canaen NuevaYork. Los resultadosdocumentaron el surgimientode una identidadtransnacional caracterizada pr un apegoambivalente haciala sociedadanfitriona y una orientaciónhacia la sociedadde origen. PalabrasClaves: Identidadcultural, migración dominicana, identidad étnica, cultura popular,identidad transnacional. El Problema En añosrecientes, los inmigrantes intemacionales han creado múl- tiples comunidadese identidadest¡ansnacionales. con la creciente facilidadde viajar a través de fronteras nacionales, lamigración circular y de retomose ha hechocadavez más común. El accesoa la transpor- taciónaérea ha permitido un contacto más frecuente entre los migrantes y susparientes y amigosen el pafsde origen. Lapenetración cultural de losmedios de comunicación masiva ha integrado hasta los pueblos más remotosde los pafsesemisores en una ampliared de información intemacional.como consecuenci a,amplios contingentes de trabaj ado- resmigrantes se mueven incesantemente entre sus territorios nacionales y ladiáspora. Como señala Elsa Chaney (1987:3; mi traducción)para el casocaribeño, "La vida caribeñaen la ciudadde Nuevayork es el productode los continuosmovimientos circulares de gente,dinero, bienesmateriales, cultura y estilosde vida e ideashacia y desdela ciudad de NuevaYork". Las comunidadestransnacionales se caracterizan por un flujo cons- tantede personas en ambas direcciones, un senüdode identidad dual, un apegoambivalente a dos nacionesy una extensared de lazos de parentescoy amistada travésde fronteraspolfticas. Muchos migrantes no escogenentre la lealtadhacia la comunidadde origen o el país receptor,sino que mantienen lazos en ambos lugares. Como apunta Leo Chavez(1993:8), el hechode vivir al otrolado de un bordepolítico no significanecesariamente que los migrantesdejen de pertenecera sus comunidadesde origen.Más bien,significa el desanollode lealtades divididasy la creciónde una comunidad imaginariaen la sociedad 374 receptora.Esta situacióncontradice las prediccionesde las teorfas antropológicasy sociológicasconvencionales sobre la asimilación cultural de los inmigrantesen los pafsesreceptores (Portes y Thou 1993).Cada vez es másdiffcil aceptarque el procesode migracióny asentamientoen un pafsextranjero conlleva la pérdidainevitable de la identidadéhica. El éxodode la RepúblicaDominicana a los EstadosUnidos ilustra losdilemas culturales de la migraciónintemacional contemporánea. Por un lado, los dominicanoshan hechoun esfuezo por incorporarseal mosaicoénrico de la sociedadnorteamericana; por otro lado, los inmigranteshan mantenido elementos importantes de sucultura nacio- nal,como el idiomaespaf,ol y la religióncatólica. Muchos observadores hanseñalado que los dominicanos en Nueva York -o dominican-yorks, comolos llaman sus compatriotas en la Isla-viven suspendidos entre dos mundos,dos islas, dos banderas, dos idiomas, dos estados nacionales (véaseThe New York Timesl99la: Grasmucky Pessar1991). Este ensayoexplorará el sentidode pertenecer a dos pafses al mismotiempo ---€neste caso, a la República Dominicana asf como los Estados Unidos- entrelos dominicanosen NuevaYork. Reseñade la literatura. Enjulio de 1992,un policlade la ciudadde NuevaYork matóa un jovendominicano en la calle162 de Washington Heigths. La muertede José"Kiko" Carcfa,un supuestonarcotraficante y adicto a la cocaína, provocótres días de disturbios violentos en la comunidaddominicana. Los mediosde comunicaciónlocales y nacionalescubrieron exúensa- mentelos motinescallejeros, ocunidos poco después de las revueltas racialesen Los Angelesy justo una semanaantes de la Convención Nacionaldel PartidoDemócrata en NuevaYork.l En septiembrede 1992,ungrupo xenófobo derechista asesinó a unadoméstica en Madrid España.En enero de 1993,un comunicado de prensa anónimo denunció "la plagadominicana" en SanJuan, Puerto Rico. l. Parauna muestra de la coberturalocal de losdisturbios v susconsecuencias, véase el Village Voice (1992a l9V2b,1992c). 375 Estoseventos aparentemente no relacionadosentre sf apuntanhacia unahostilidad común, ocasionalmente violenta, contra los inmigrantes dominicanosen varios pafses. A pesarde la atenciónpública generada por talesincidentes, y una considerablecantidad de investigaciones académicassobre el éxododominicano, la vidacotidiana de la comuni- daddominicana en Nueva York no se entiende bien. Porejemplo, se sabe poco sobrelas estrategiasde sobrevivenciay adaptaciónde los inmigrantesaun ambienteurbano dominado por las tensiones raciales y la competenciaétnica. Las relacionesentre los dominicanosy otras minofascomo los afro-americanos y los puertoniqueños en los Estados Unidosno sehan estudiado sistemáticamente.' Lasinvestigaciones sobre la migracióndominicana han eludido los problemasde asentarse en una sociedad, ajustarse a una cultura ajena y adaptarlacultura original. Hasta ahora, la agenda de investigación delos estudiosdominicanos en los EstadosUnidos se ha concentradoen la incorporaciónde los migrantes al mercado laboral de la ciudad de Nueva York(véase Hemández 1989c para una reseña de estas investigaciones). La persistenciacultural, la identidadétnica, las relaciones interétnicas y el mantenimientodel idiomase hanrelegado a un segundoplano, exceptopor algunosestudiosos que incorporantales asuntos tangencialmenteensus marcos de referencia teóricos o metodólogicos (véase,por ejemplo,Grasmuck y Pessarl99l; Georges1990, 1988, 1984;Pesar1985; Sasen-Koob 1979;Canison y Weiss 1979; Hendricks 1974).La literaturasobre la migracióndominicana se refiere frecuente- mentea la estructura de las unidades domésücas, la ideología del género, lasredes de parentesco, las asociaciones volunta¡ias, lapolítica migratoria y otrasvariables socioeconómicas, pero prestapoca atencióna la definicióny conservaciónde la culturapopular en la vidacotidiana. Mi propiainvestigación de campo ha descuidado el análisisde la identidad étnicaentre los dominicanosen PuertoRico (Duany 1990,1991, l9gz).3 2. Paraalgunos datos recientes sobre las relacionesentre los gruposlaúnos en Nueva York, véaseel informe del Insútute for Puerto Rican Policy (1992). 3. Sin embargo,la cultu¡ade otros migrantes caribeños, especialmente puertoriqueños, cubanosy haitianos,ha sidoestudiada intensamente desde el lenguajecotidiano y la músicapopular hasta la religiónfolklórica y los festivalescallejeros. Para muestra de 376 Hastala fecha,la literaturasobre la migraciónintemacional de la RepúblicaDominicana ha estadoprácticamente obsesionada con las caracterfsticassocioeconómicas de los migrantesdominicanos como trabajadoresde clasebaja. Como resultado,la evidenciadisponible sugiereque el éxododominicano está motivado económic¿Imente y deprivadoculturalmente. Los estudios usualmente retratan a los domi- nicanosen NuevaYork comoobreros desculturados, interesados sola- menteen mejorar sus condiciones materiales de vida. A pesardel éxito populardelmerengue y otras formas tradicionales de la culturadomini- cana,pocos académicos se han ocupado de la identidadétnica de los migrantes.' En sfntesis,la literaturaacadémica deja sin contestar varias pregun- tas fundamentalessobre la comunidaddominicana en NuevaYork: ¿Cómohan modificado los migrantes sus valores y prácticast¡adiciona- lesen respuesta a un ambiente ajeno? ¿Hasta qué punto han forjado una nuevaidentidad étnica a partirde sucultura nacional y supercepción públicacomo una minoía racialen los EstadosUnidos? ¿Cómo se relacionanlos dominicanoscon otrosgrupos étnicos y racialesen la ciudadde NuevaYork, particularmentelos afro-americanosy otros hispanos?Y finalmente,¿cuán lejos han avaruado los dominicanos en el caminohacia la asimilaciónlingüística y culturalen los Estados Unidos?Tales preguntas subrayan la necesidadde realizar más trabajo decampo con la mayorcomunidad dominicana en los Estados Unidos, WashingtonHeights.' tales estudios,véanse los ensayosetnográficos recopilados por Sutton y Chaney (1987). 4. Ironicamente.la
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