La Avalancha
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Año XXVI Pamplona 24 de noviembre de 1920 Núm. 704 roa BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA ADMINISTRACIÓN, ESLAVA, 3 Tejeria, 4O, 2.° DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 23, 2.» Nos volvemos a casa mohínos y cabizbajos, y reflexio- PANORAMA MODERNISTA nando en lo dicho por el encargado de la imprenta, vemos* y palpamos que esto es una escala sin fin, mientras los vendedores de periódicos gritan como obedeciendo a una NTRAMOS en una tienda para proveernos de consigna: ¡Graves sucesos en Barcelona! ¡Graves suce- algunos utensilios necesarios en el trabajo sos en Zaragoza! ¡Graves sucesos en Sevilla!, gritos y diario, elegimos lo que nos hace falta, pedimos noticias que mantienen otra agitación que resulta mayor precios, y previa la consulta del dependiente cuando más se aleja del lugar de los sucesos. Hagan de al dueño, nos dicen que lo que hace unos meses costaba ello la prueba los lectores, o pregunten, si no pueden ha- quince ahora cuesta cincuenta. cerla, a los amigos, compañeros o viajeros que, estando —¡Qué escándalo! en una de las ciudades o capitales donde ocurren los gra- De allí nos encaminamos a una antigua imprenta a ver ves sucesos, se han enterado de ellos, dos o tres días des- si es posible dar cima y refliate al propósito que acari- pués, por la lectura de un diario de Madrid que le ha con- ciamos de cierta propa- tado loque élignorabaaun- que vivía en aquel lugar. ganda católica para las SEGUNDO CONGRESO DE ESTUDIOS VASCOS próximas Pascuas de Na- De modo que no hay pro- vidad. Pedimos presu- pósito de extirpar el mal puesto, echamos cuentas, ni siquiera de aminorarle sumamos y restamos, y el poco a poco para ir redu- resultado del cálculo es ciéndole. De modo que, suspender el aguinaldo, en entre el derecho a la huel- vista de que lo que ha- ga y la libertad y licencia ce un año o menos podía de la mala prensa gritan- ascenderá setenta pese- do contra la tranquilidad tas hoy no puede hacerse pública y el bienestar de por menos de cuatrocien- la patria y blasfemando de tas cincuenta y cinco. Al la verdad, estamos que no retirarnos del estableci- se puede vivir. De modo miento, el'regente o en- que el liberalismo engen- cargado nos dice: dró al socialismo, y entre —¡Y con tendencia al los dos nos quieren dejar alza! porque usted y yo sin Dios, y nos van dejan- PAMPLONA.— El Rey D. Alfonso XIII con distinguidas personalidades do sin pan y sin camisa. sabemos que el aumento en ia Exposición de Arte retrospectivo del 40 por 100 acabado de Foto. José Guerra Sanx logran no apagará la sed Mientras esto ocurre, de peticiones, y que dentro de unas semanas o de unos los encargados del orden y de la tranquilidad públicas se meses volverán a pedir que se suban las tarifas y jornales. forjan la ilusión de restablecer el turno de los partidos Y ahora una cosa difícil, mañana otra más difícil, si no liberales, desgastado y maltrecho con el uso, y digno de imposible, esta agitación continua no cesa, y al final de abominación porque con su juego nos ha traído hasta el ello parece como que surgen visiones apocalípticas. ¡Y extremo. Como si esto que vemos y palpamos, es decir, todo por el maldito derecho a la huelga que nos regaló el la angustia de tantas gentes que no pueden vivir; la rebe- señor Maura! lión encendida de los que hace años vivían contentos o '¿'./""•..•-AT" •*•'".?'• íV>:v -7"*- ~.'.:'t- .'> - °-" i"'1" .• '- •'""' 250 LA- AVALANCHA por lo menos resignados con su condición y suerte; las enseñaba la doctrina a loa moros y a los esclavo?, apaci- codicias de los de arriba y las protestas y anarquías de gnnb-i eus quersi-aa y componía BUS diferencias. Llegado a Goa, después de larga navegación, dirigióse en seguida los de abajo; las Casas del pueblo vomitando odios y al hospital para convertirse en criado de los enfermos; y mentiras; la prensa liberal y socialista amenazando a las asistiendo a los moribundos, cuidando a loe contagiosos gentes; los demonios sentados en las cátedras de los ins- y durmiendo til pie de la cama de aque loa que podían titutos y de las universidades, y bien colocados en tea- necesitar BU auxilio, aun le qnedadau fuerzas para pasar tros y cines, en mitins y reuniones Gomo si todo ello el día pidiendo limosua para los presos, confesando, pre- dicando y eneefHndo a loa nifios la doctrina cristiana. fuese cosa indiferente, o pecado pequeño, o pequenez Cuando Goa, que era uua eentina de vicio-, estuvo sin pecado, los caporales y encargados se dedican, mien- transfcrin-ida, quiao Francisco extender su apostolado, y tras la cosa arde, a colocar a los amigos y paniaguados fo dirigió aConmoriu. En esta tierra, H la que lltgó des- en el encasillado con quinientas pesetas mensuales para pués de increíbles fatigas, recorrió más de treinta villas, gastos de correos, ¡y con tendencia al alza! v bautizó por su in-mo más de cuarenta mil personas. Para adelantar mucho en poco tiempo, se valla de se- Porque quien hizo un cesto hará ciento, y los legisla- glares, a quienes instruía para que instruyesen a otros. dores que, cediendo al primer impulso se adjudicaron una A los enfermos, cuantió él mismo no podía visitarlo?, les cantidad en concepto de gajes y ayuda de costa, confor- enviaba niños inocentes que los curaban impcniéudolee me vaya creciendo la ola del alza escandalosa de tas sub- su relicario; sua milagros eran repetidieimos. Puesta la sistencias y se encarezca la vida, se votarán un aumento. pesquería de Contnorín en el mpjor orden posib'e, paBÓ al reino de Travancor, y habiéndose ganado la voluntad. ¿Para qué, si no, son legisladores y liberales y socia- dol rey, comenzó allí también a convertir idólatras Des- listas? pués pbsó a Malipur, de Malipur a Malaca y de Malaca -- .-'• <*. • v •'-•••. <•- •. • • ESTANISLAO. a Macflcar. Mas tarde, dijóronle que había una isla lla- mada del Moro, habitaia por gente extraordinariamente feroz y bárbara, y sin oír las suplicas de loa que querían detenerle, ee fuó allá, arrojando antes al mar un fraaqui- to de medicina que le habfau dado por ei loa salvajes le envenenaban. ¿['ara qué quería tomar precauciones el que a cada LA AMBICIÓN DE UN JESUÍTA momento se entregaba a la muerte? Cuando ¡os caribea vieron llegar a sus inhospitalarias playas a aquel hombre negro, como un fantaema, solo y ee ese hombre flaco que ca- desafiaado todos loa peligros, quedaron Henos de asom- mina a pie, deecalzo, con nn pom- bro. San Francisco se dirigió en seguida a ellos, y les brero viejo y la camisa rota? habló con tal du'zura qu-i llegó a amansarlos, Sin em- —Es un estudiante que ha barco, *uu le resistieren, y estuvo a punto de morir ape- concluido la carrera, y marcha a dread >; mas logró al fia ¡otro lucir entre elioB el Evan- emprender una gran conquista. ge!io, y, después de muchas fatiga?, volver a Goa para —¡Conquií-tal Buenas las hará prenarar otra expedición. quien DO ha sabido aun conquis- ^Hhbía oído hablar de unas islas descubiertas dos arlos tarse unos zapatos. antfs p^r los portugueses, que se llamaban ha islas del —Sin embargo, trata de ha- Japón. Trescientas leguas de mar tempestuoso, sembra- cerla, y ei es posible, dominar al do ne eecoltoa y peligros, donde los vientos y los pira- mundo. tas diezmaban laa embarcaciones, no eriu obstáculos pa- —Pero, ¿de qué manera? ¿Aca- ra él. Tenía ambición; la ambición de! Sol, que de^ea ex- so ea algún brujo? tender su luz por toda la tierra. Metido ea un janeo chi- —Ea un jesuíta. no, a falta de otra nave, lanzóse a aquei mar, lo que caBÍ —]Aht... comprendido. eqnivfilía H lanzarse a la muerte; y si la muerte hubiese —¿Con que ya no os extrafla? aceptado el reto, allí hubiese acabado BU vida: tales fue- —Hombre, como dicen que los jesuítas son tan ambi- ro i las angustias y peligros que corrió en aquei terrible C1OBOB. viaje que duró muchos meBes. Tras larguísima navega- —En efecto, sa ambición no tiene líraitps; y si oíi a ción llegó por fia a Congoxima, primer puerto del Japón, ciertos papanatas, eon taa fieros que hasta se comea loa e inmediatamente comenzó a predicar. L-ja gentiles ee hombres crudo?; pero, ¿queréis saber en qué conBiste su quedaron tan admirados como se habían quedado loa ¡ ambición? Pues escuchad la historia de ese estudiante salve jes. ; . .. • flaco y roto cuyo retrato acabo de mostraros, y que no ¿Quién ea eete hombre? decían todos. es otro que San Francisco Javier. >_ ..- ¿Quién es este ser misterioso que no busca oro, y sin —¡El Apóstol de las Indiael embargo atraviesa el mundo? —El mismo. ' Él contestaba con su dulzura, con su doctrina, con —San Francisco Javier, hijo de una distinguida fami- sus milagros, y I09 corazones se abrían ai amor y las iu- lia de Navarra, nació a principios del siglo XVI; su pa- teligencias a la luz. dre se-llamaba Juan de Jaso; su madre, María de Azpit- De Congoxima pasó a Firando, y predicó Umbién. cueta. A edad conveniente, enviáronle a la universidad Después paió a Auanguiche, ciudad grande y populosa, de París, y habiendo conocido allí a su compatriota Igna- y Be entró por laa plazas, atrayéndose la admiración de cio de Loyola, reunido con él y otroB ocho compañeros unos y las burlas de otros. Para él no había descanso. formaron la célebre Compafiía que tanto nombre habla Habieudo sabido ea seguida que la capital del territorio de alcanzar.