Diagnóstico Regional De Michoacán Para Sustentar Un Ordenamiento 471
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
Diagnóstico regional de Michoacán para sustentar un ordenamiento 471 Diagnóstico regional de Michoacán para sustentar un ordenamiento territorial mediante parámetros de educación y vivienda Armando García de León Loza* Introducción Si se acepta el concepto planteado por Bengoetxea (2001) de que la ordenación del territorio “se refiere a dirigir y establecer un orden de prioridades en el uso correspondiente del territorio”, se podrá inferir la necesidad de determinar las condiciones sociales, económicas y ambientales de un lugar, identificando las pro- blemáticas locales que podrían calificarse como de mayor importancia. La búsqueda puede intentarse caracterizando la unidad territorial (o unida- des) de interés a partir de uno o más de los tres parámetros referidos antes. Pero en cualquier caso, se requerirá elaborar un primer diagnóstico de la situación general de las unidades en cuestión, para luego realizar estudios de algunas de ellas en particular, elegidas por presentar condiciones relativamente distantes del promedio general del conjunto considerado. En este sentido, el estado de Michoacán se presenta como un caso intere- sante debido a diversas circunstancias. Por ejemplo, si se consideran únicamen- te parámetros sociodemográficos es posible encontrar extremos significativos. * Departamento de Geografía Económica, Instituto de Geografía, Universidad Nacio- nal Autónoma de México, Ciudad de México, Distrito Federal, México. 471 472 Ordenamiento territorial, desarrollo económico y sustentabilidad Según los datos más recientes, a esta entidad federativa le correspondió un ín- dice de marginación de 0.45654, que la llevó a ocupar el décimo lugar nacional (Conapo, 2006:55). Por encontrarse en el tercio más adverso de entidades federativas en el índice referido, podría asumirse que buena parte de sus municipios enfrentan serios problemas de marginación. Sin embargo, al revisar con detalle la información oficial se puede notar que, de los 113 municipios que integran al estado, solo once estaban entre los 500 casos con mayor marginación del país. Esas unida- des territoriales solo contaban con 143 mil habitantes, escasamente 3.6% de la población estatal. Además, de los pocos casos mencionados antes, únicamente cinco de ellos calificaron en el grado más desfavorable, es decir, en la categoría de “Muy alta” marginación (Ibid., 177-179). Esta revisión superficial de las ci- fras planteadas en el párrafo anterior daría entrada a una lectura optimista de la realidad que se vive en Michoacán, obligando a cuestionar el por qué ocupa el décimo lugar nacional en marginación. A pesar de esta conclusión parcial, se conoce la existencia de circunstancias poco favorables en un número importan- te de municipios. Por ello, se hace explícita la necesidad de precisar de manera fundamentada las condiciones sociales presentes en los municipios. Hasta ahora, lo anterior se ha logrado con el empleo de un índice global, obtenido con técnicas multivariadas. Con este recurso numérico ha sido posible establecer cuáles son los municipios donde se presentan carencias sustanciales en el ámbito que se vaya a investigar o, por el contrario, aquéllos en condiciones favorables. Sin embargo, para elaborar un diagnóstico más preciso se requiere de una técnica de clasificación que, además de obtener la categorización municipal con un índice multivariado global, también permita identificar cuál (o cuáles) de los indicadores de un municipio en particular, cuyo índice promedio lo califica en condición de marginación poco preocupante, haya resultado con valores infe- riores al promedio estatal y más parecidos a los que predominan en un munici- pio de elevada marginación. Del mismo modo, será bienvenido que la técnica en cuestión sea capaz de precisar condiciones “favorables” en municipios donde su índice global los cataloga con marginación significativa. Para ese fin se propone un método de análisis multivariado, el Valor Índice Medio (García de León, 1989), adecuado a las necesidades de esta investigación por su capacidad para inducir las condiciones municipales definidas por dos Diagnóstico regional de Michoacán para sustentar un ordenamiento 473 parámetros sociales fundamentales: a) la educación y b) la vivienda. Con los antecedentes explicados en los párrafos anteriores es posible plantear objetivos específicos, como los que se señalan a continuación. Objetivos • Identificar indicadores de educación y vivienda aptos para reflejar las condi- ciones de vida de la población municipal del estado de Michoacán. • Calcular un índice de condiciones de educación y vivienda, equivalente al índice de marginación del Consejo Nacional de Población (Conapo), para permitir la clasificación de cada uno de los municipios analizados. • Precisar los patrones de distribución territorial que presentaron los munici- pios, a partir de su clasificación en cinco grandes grupos, basados en el pro- medio general obtenido con los municipios de siete entidades federativas. • Determinar casos municipales donde predominen valores desfavorables, aso- ciados con las mayores carencias sociales. • Identificar posibles regiones, formadas con los casos que compartieron con- diciones adversas según el índice global de educación y vivienda, y que den pauta para esbozar acciones concretas de ordenamiento territorial para muni- cipios particulares del estado de Michoacán de Ocampo. Marco teórico-conceptual La elección de parámetros sociales aptos para representar de manera indirecta las condiciones de vida de la población local, primer objetivo del presente estudio, demanda elegir o construir indicadores que respondan a esta necesidad. Al res- pecto, puede comentarse que conocer las condiciones de vida de la población ha sido una prioridad en las últimas décadas. Diversos organismos han propuesto parámetros y aplicado diversas metodologías para determinar características de bienestar o marginación. Para la República Mexicana destacan dos referentes: el Índice de Desarrollo Humano (IDH), diseñado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2005), y el de marginación (ya mencionado), elaborado por el Conapo (op. cit.). De ellos destaca el Índice de Marginación, pues se ha convertido en el mar- co de referencia del gobierno mexicano para otorgar apoyos económicos. Su 474 Ordenamiento territorial, desarrollo económico y sustentabilidad cálculo incluye nueve indicadores representativos de esta problemática. A ma- nera de sustento teórico, el índice mencionado propone a las condiciones de los inmuebles habitacionales como el parámetro protagónico para medir margi- nación, ya que cinco de los nueve indicadores que emplea están referidos a la vivienda (Ibid., 2007:15). La educación es otro tema sustancial dentro del índice de marginación ofi- cial, ya que es el otro único referente que participa con más de un indicador (presenta dos) en la formación del índice de marginación. Los dos indicadores restantes involucran dispersión poblacional (población en localidades con me- nos de 5 mil habitantes) e ingreso (población con ingresos hasta de 2 salarios mínimos). Por el peso sustancial que se les otorga dentro del índice de marginación puede aceptarse que la situación educativa de la población, así como las condi- ciones físicas y los servicios en las viviendas, son recomendables para tomarse en cuenta al estructurar un índice social de carácter funcional, como el que aquí se propone para Michoacán. En consecuencia, para este estudio se eligió determinar un índice de con- diciones educativas y de vivienda, tomando como referente los indicadores tra- bajados por Conapo. Se trata de indicadores que por su propia naturaleza son capaces de reflejar las circunstancias en que se desenvuelve la población de cual- quier unidad territorial. Se planteó que el índice buscado fuera “positivo”, tratando de que a mayor valor de los indicadores que lo forman, éstos reflejaran “mejores” condiciones con respecto a los parámetros estimados. De esa forma, los siete indicadores de Conapo concernientes a educación y vivienda (que atañen a condiciones adver- sas) fueron re-calculados para ese fin, mientras los dos restantes se dejaron de lado. En efecto, se consideró que el indicador de población urbana no aporta información sustancial que lleve a sugerir acciones específicas de ordenamiento, mientras que el de ingreso salarial puede ser poco confiable, ya que proviene de meras estimaciones estadísticas derivadas de la Encuesta Nacional de Ocupa- ción y Empleo. Fue necesario efectuar otra adecuación al marco conceptual del índice elaborado por Conapo, pues al revisar los indicadores que lo estructuran es notoria una distribución desigual, ya que cinco son de vivienda y solo dos de educación, asimetría que obliga a cuestionar el mayor peso que se da a la vivien- Diagnóstico regional de Michoacán para sustentar un ordenamiento 475 da. Para minimizar ese diferencial se incluyeron tres indicadores adicionales de educación que inducen asistencia escolar, disponibilidad de docentes y tamaño de escuelas, en el intento de ponderar de manera más equitativa los elementos que forman el índice a calcular. La incorporación de los indicadores 9 y 10 (docentes por alumno y por es- cuela) se explica por la necesidad de dimensionar la suficiencia de planteles y la disponibilidad de docentes, parámetros sustanciales para la valoración de la educación, tal y como lo consideran varios autores (Buzai y Baxendale, 2008:88), o instituciones gubernamentales de otros países (INECSE, 2004). Aparte del cambio anterior, conviene referir