Catálogo Provisional De Los Macromicetos (Setas) De Asturias 1
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Catálogo provisional de los macromicetos (setas) de Asturias 1 CATÁLOGO PROVISIONAL DE LOS MACROMICETOS (SETAS) DE ASTURIAS por E. RUBIO, A. SUÁREZ, M. A. MIRANDA & J. LINDE OBJETIVOS DEL PRESENTE ESTUDIO Asturias, región húmeda, templada y provista de una notable cubierta vegetal, resulta verdaderamente capaz de albergar un gran número de los hongos denominados macromicetos, hongos generadores de fructificaciones o esporocarpos cuya volumetría permite, bien a simple vista o mediante el concurso de la lupa, su detección y posterior estudio. Sin embargo, y paradójicamente, apenas han existido estudios sistemáticos y serios sobre nuestra micoflora. Si exceptuamos los trabajos de DUEÑAS & TELLERÍA (1988) sobre los Corticiaciáceos y Polyporáceos de la Cordillera Cantábrica, poca cosa más hemos podido recoger de la literatura micológica consultada. Resulta penoso, incluso, ver que sólo muy pocos datos corológicos ofrece la región al inmenso proyecto Flora Mycologica Iberica puesto en marcha hace ya algunos años. Es nuestra intención tratar de corregir esta deuda ancestral que Asturias tiene para con la micología española, con la aportación de un censo que incluye, por el momento, 2.555 táxones de hongos recopilados tras más de veinte años de estudios y muestreos a lo largo y ancho de la región. Incluimos en el presente catálogo provisional los táxones de macromicetos censados en la provincia desde el año 1977 en adelante. En él no sólo figuran los que proceden de nuestras propias colecciones, sino aquellos que hemos extraído de las diferentes publicaciones micológicas consultadas y que han sido citados, por lo tanto, para la provincia. Obviamente, la única premisa que a estas últimas se ha exigido ha sido la de presentar los pertinentes datos de recolección y el testigo de herbario correspondiente. En la elaboración de dicho catálogo figura una única colección de referencia a pesar de que pueden existir varias, o incluso muchas más, que no citamos ya que no tratamos de hacer valoración alguna sobre la corología de los diferentes táxones, sino tan sólo dar una idea clara de la diversidad de los mismos. Únicamente hemos trabajado sobre macromicetos de los siguientes Phyla: Ascomycota, Basidiomycota, Glomeromycota, Myxomycota y Zygomycota. Se excluyen también del censo los hongos parásitos del hombre y otros mamíferos, los parásitos de los artrópodos (Laboulbeniales), así como la inmensidad que constituyen los denominados Fungi imperfecti. METODOLOGÍA El trabajo de prospección, fruto de la labor constante de más de veinte años, ha sido arduo y en numerosas ocasiones tedioso, porque la estacionalidad y las condiciones meteorológicas ambientales son determinantes para la fructificación de los hongos. Por ello, la búsqueda de sus fructificaciones, o setas, obliga a visitar, año tras año y de manera reiterada, los diferentes nichos ecológicos capaces de albergarlos a la espera de obtener los resultados apetecidos. Particularmente difícil resulta la búsqueda de los pequeños Ascomycetes, diminutos e inconspicuos en ocasiones, alojados en sustratos muy variados como hojas, tallos herbáceos y leñosos, excrementos de todo tipo, plumas de aves, porciones queratinizadas de los E. Rubio, A. Suárez, M.A. Miranda & J. Linde Catálogo provisional de los macromicetos (setas) de Asturias 2 mamíferos rumiantes, restos carbonizados, regiones aéreas de los briófitos y hepáticas, suelos removidos..., etc. Su búsqueda requiere muy elevadas dosis de paciencia y del examen, generalmente con el auxilio de la lupa, del sinfín de lugares en que éstos pudieran hallarse. No digamos nada si el objeto de nuestra búsqueda son los hongos hipogeos, ya que su detección, sin el auxilio de animales adiestrados, exige de la remoción escrupulosa de grandes cantidades de suelo que pongan al descubierto sus fructificaciones. Tras su recogida, los esporocarpos fúngicos o setas se depositan, para su traslado, en recipientes rígidos adecuados. Siempre que ello es posible se obtiene el depósito esporal y más tarde se intenta alcanzar su determinación mediante el análisis de los caracteres macro- microscópicos de los mismos, utilizando obras de carácter general y monográfico cuya relación más adelante transcribimos. Una vez lograda ésta, los ejemplares se someten a una desecación controlada en estufa durante algunas semanas, tras la cual se embalan y etiquetan en sobres apropiados y se someten a un proceso de refrigeración a una temperatura de -20 ºC durante quince días, con el objeto de destruir las posibles larvas de insectos que hubiesen sido capaces de soportar el proceso de deshidratación previo. En la ficha correspondiente a cada taxon censado, ordenada taxonómicamente por los siguientes campos: Phylum, Clase, Subclase, Orden, Familia, Género, Especie y campos infraespecíficos si los hubiere, citamos además los autores del mismo, la ubicación física de la publicación de dicho taxon, su basiónimo y el lugar de publicación del mismo, las sinonimias más corrientes precedidas del signo (=), la fecha, lugar, algunos datos de aproximación geográfica a dicho lugar, el concejo o división administrativa de la provincia a que dicho lugar pertenece, sus coordenadas UTM y altitud, el hábitat en el que la fructificación fúngica ha sido hallada, su recolector (leg.), el número de herbario asignado y su determinador (det.). Los acrónimos de los herbarios citados que contienen los especímenes censados son: herbario personal de E. Rubio (ERD), herbario personal de A. Suárez (AS) y herbario del Real Jardín Botánico de Madrid (MA-Fungi). La sistemática que hemos decidido seguir es la definida en Ainsworth and Bisby's Dictionary of the Fungi, 9th Edition (CABI Bioscience ed.). La obtención de la autoría de los epítetos específicos de los táxones tratados se hizo, mayoritariamente, desde la página web: www.indexfungorum.com. Asimismo, la ubicación física de dichos epítetos, de sus basiónimos y de los diferentes sinónimos publicados, se encuentra generalmente en dicha página web, auxiliada en diferentes ocasiones por otras como: http://nzfungi.landcareresearch.co.nz/html/search_hierarchy.asp (NZFUNGI - New Zealand Fungi (and Bacteria), http://pnwfungi.wsu.edu/programs/searchFungusPerspective.asp (Pacific Northwest Fungi Database), http://www.mtsn.tn.it/russulales- news/in_characteristics.asp. (Russulales News) y, adicionalmente, de la literatura micológica general. Las abreviaturas de los autores de dichos táxones se obtuvo desde la página web: Authors of Fungal Names (CABI Bioscience databases). Por último, las fotografías de microscopía electrónica de barrido (SEM), se obtuvieron mediante un microscopio JEOL JSM 6100, con dislaceración de las muestras desecadas y previa orificación mediante sputtering durante 300 s a 28-30 mA, obteniendo una capa de, aproximadamente, 20-30 nm de espesor sobre las muestras. RESULTADOS Tal y como cabría esperar, la mayor parte de los 2.555 táxones de macromicetos hasta hoy censados en nuestra Comunidad son los propios de las regiones Cántabro-atlántica y E. Rubio, A. Suárez, M.A. Miranda & J. Linde Catálogo provisional de los macromicetos (setas) de Asturias 3 Orocantábrica a las que ésta pertenece; zonas con un clima de tipo oceánico, húmedo y con un atenuado nivel de continentalidad. No hemos sido capaces de inventariar numerosos táxones propios de los bosques de coníferas, muy habituales por otra parte en regiones limítrofes, dada la relativa escasez de formaciones boscosas, limpias y fáciles de explorar, con este tipo de cubierta vegetal en la provincia. Sin embargo, en algunos enclaves de carácter submediterráneo, habitualmente con presencia de Quercus ilex, sobre suelos calizos, bien drenados y orientados al sur, hemos podido hallar macromicetos relativamente ajenos a nuestro ambiente como: Calycellina albida (Grelet & Croz.) R. Galán & G. Moreno, Cortinarius quercus-ilicis (Chevassut & Rob. Henry) Rob. Henry, Cortinarius caligatus Malençon, Cortinarius variiformis Malençon in Malençon & Bertault, Hexagonia nitida Durieu & Mont., Hygrophorus leucophaeo-ilicis Bon & Chevassut, los hipogeos Hymenogaster thwaitesii Berk. & Broome e Hysterangium stoloniferum Tul. & C. Tul., Lactarius mairei Malençon, Lepiota cystophoroides Joss. & Riousset, Lycoperdon marginatum Vittad. ex Moris & De Not., Peziza granularis Donadini, Ramaria curta (Fr.) Schild y Ramariopsis pulchella (Boud.) Corner. Ocasionalmente, y en maceteros de plantas exóticas, hemos podido sorprendernos con táxones tropicales o semi-tropicales como: Chlorophyllum molybdites (G. Mey.) Massee, Lepiota rubella Bres. in Henn. (= Lepiota bettinae Dörfelt), Lepiota xanthophylla P. D. Orton y Lepiota micropholis (Berk. & Broome) Sacc. Numerosas especies que siguen el área de distribución mundial de los Eucalyptus, también han sido censadas en la provincia: Chondrogaster pachysporus Maire, Densospora nuda Mc Gee, Descolea maculata Bougher in Bougher & Malajczuk, Descolea reophylla (Bertault & Malençon) Malençon, Descomyces albus (Klotzsch) Bougher & Castellano, Discinella terrestris (Berk. & Broome) Dennis, Harknessia spermatoidea R. Galán, G. Moreno & B. Sutton, Hydnangium carneum Wallr., Hyphoderma eucalypti M. Dueñas & Tellería, Hysterangium gardneri E. Fisch., Hysterangium inflatum Rodw., Laccaria fraterna (Cooke & Massee) Pegler, Reddellomyces donkii (Malençon) Trappe, Castellano & Malajczuk (=Labyrinthomyces donkii Malençon), Ruhlandiella berolinensis Henn., Scleroderma flavidum Ellis & Everh., Torrendiella eucalypti (Berk.) Spooner {=Zoellneria eucalypti (Berk.) Dennis}, Tricholoma eucalypticum A.