JAKE EBERTS &. TERRY ILLOT My Indecisión Is Final
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COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD Volumen IV • Núms. 1 y 2 • 1991 • 149-159 JAKE EBERTS &. TERRY ILLOT Y entonces vino la caída en pica• do. Quienes vivieron aquellos años My Indecisión is Final: The spectacu- dorados y posteriormente críticos, lar rise and fall of Goldcrest Films, the continúan aún aturdidos por el duro independent studio that challenged Hol• golpe. En la tradición de otras obras lywood. similares que analizan la desaparición The Atlantic Monthly Press, Nueva de grandes imperios del celuloide co• York 1990, 678 págs. mo Final Cut o Indecent Exposure, este libro describe la fulgurante trayectoria Para cualquier persona ajena al y colapso de la compañía que retó a Hollywood. mundo de la industria cinematográfi• ca, el nombre de Goldcrest puede no Pero hablar de Goldcrest es hablar significar nada en absoluto. Pero du• del hombre que la creó: un brillante rante diez años (de 1977 a 1987) esta hombre de negocios de origen cana• productora británica invirtió cerca de diense llamado Jake Eberts. Graduado 95 millones de dólares en largometra- por la Harvard Business School, se jes y otros 38 millones en telefilmes, introdujo en el mundo del cine de miniseries y documentales. Sus pelícu• manera casual. Su gran habilidad pa• las han recibido cientos de premios, ra tratar con inversores y reunir fon• entre los que destacan 40 nominacio• dos para financiar películas le llevó nes al Osear, de las cuales 19 cristali• en 1977 a crear Goldcrest Films, de zaron finalmente en la preciada esta• la que fue su máximo responsable tuilla. Bajo su emblema trabajaron hasta 1983, coincidiendo con los años cineastas de la talla de Richard At- dorados del estudio. Por aquel enton• tenborough, David Puttnam, Hugh ces se hablaba ya de la "filosofía Hudson, John Boorman, Roland Jof- Goldcrest", consistente en producir fé, Peter Yates o Bill Forsyth. Su fil- películas de calidad e interés humano; mografía incluye clásicos como Carros películas que ofrecieran algo más que de fuego, Ghandi, Los gritos del silen• el puro entretenimiento. Tras su mar• cio, La misión o Una habitación con cha, la compañía creció de manera vistas. Con el respaldo monetario de incontrolada y fue víctima de su pro• entidades financieras de primer or• pio éxito. Eberts volvió para evitar den, Goldcrest se convirtió en el es• el colapso, pero era ya demasiado tarde. tudio independiente más prestigioso de la década, en la bandera del cine Gran parte de este volumen está británico y en un sello inconfundible redactado directamente por el propio de películas de calidad. Eberts. Son páginas entrañables y RESEÑAS con cierto aire de recuerdos de fami• crest Films sentían pasión por el lia. Su descripción de los hechos in• mundo del cine. tenta ser tan objetiva como cabe es• Tras la crisis financiera de la que perar de una interpretación personal. no levantó cabeza, Goldcrest cambió Sin embargo, quizá por esto mismo de manos y de mente. Dejaba de ser resulte más reveladora. Es su histo• el buque insignia de la industria cine• ria la que domina la primera mitad matográfica británica y su estela de del libro. Luego, la crisis y derrum• películas de calidad se diluyó en las bamiento de Goldcrest corre a cargo aguas inmortales de los grandes del de la aguda pluma de Terry Illot, es• cine. critor, periodista y director de Screen Sin embargo, su espíritu sigue la• International durante la era Goldcrest, tente gracias al hombre que la vio quien como observador/no protago• nacer: Jalee Eberts. Su nueva compa• nista de los acontecimientos, ofrece ñía, Allied Filmmakers, pretende lle• el grado necesario de distanciamien- nar el hueco dejado por Goldcrest. to y objetividad. Por último, es de En muy pocos años su palmares ha nuevo la narrativa personal de Eberts sido tan brillante como lo fuera en su quien lleva el libro a su conclusión. primera aventura financiera: Grita li• bertad, El nombre de la rosa, Esperanza Ha sido intención de los autores y gloria, Paseando a Miss Daisy o Bai• que sus dos aportaciones se comple• lando con lobos son algunos de los úl• menten. Los recuerdos de Eberts se timos éxitos de Eberts. Alguien para equilibran con los testimonios recogi• quien el cine es sU vida. dos por lllot y la abundancia de do• cumentación que ofrece. El valor del ALEJANDRO PARDO libro radica precisamente en el grado de equilibrio conseguido. Desde un enfoque dirigido al lector no experto en el mundo audiovisual BRIAN McNAIR ___ y mucho menos en finanzas, este vo• Glasnost, Perestroika and the Soviet lumen resulta de lectura imprescindi• Media ble para quienes deseen conocer a Routledge, Londres, 1991, 231 págs. fondo el negocio de la industria cine• matográfica a nivel internacional. La Publicado en 1991, Glasnost, Peres• referencia abundante a escritos inter• troika and the Soviet Media ofrece una nos de gobierno (informes, balances, descripción de los medios de comuni• memoranda, etc.) ayuda a la com• cación en la extinguida Unión Sovié• prensión de los problemas vividos en tica desde Lenin hasta la época de la compañía y constituye un testimo• Gorbachev, así como un análisis de nio de primer orden. la ideología que sostenía todo el siste• En definitiva, My Indecisión is Final ma de los medios. —parte libro de historia y parte libro Brian McNair explica cómo la de texto— se decanta como un relato autoridad con la que el Partido Co• apasionante y apasionado, porque los munista ejercía un control casi total hombres que hicieron posible Gold• de los medios fue minada por una COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD combinación de varios factores: la ne• mantenerse al ritmo de los aconteci• cesidad de reforma económica, la in• mientos. En consecuencia el libro no novación tecnológica y los aconteci• incluye el resultado más significativo mientos internacionales. En efecto, la de la política de Gorbachev: el colap• llegada de la Edad de la Información so total del sistema soviético. garantizó la introducción del glasnost No obstante estas críticas, el libro y la perestroika porque, como comen• ta el autor, "una sociedad que no da• es indispensable para quien estudie la ba a sus ciudadanos acceso a las foto- antigua Unión Soviética y para todo copiadoras no podía esperar de ellos aquel que tenga interés en estudiar el desarrollo de la iniciativa personal como funcionaba un sistema de me• necesaria para salir del estancamiento dios de comunicación basado en pre• de los años de Brezhnev" (p. 52). supuestos marxistas. Para los demás, McNair demuestra que si la llegada el libro es como la primera mitad de de Gorbachev en 1985 fue un factor una fábula a la que solo falta la mo• fundamental para que se produjeran raleja. las reformas de los medios, el desastre de Chernobyl a finales de abril de KAREN SANDERS 1986 dio el golpe mortal al sistema. Gran parte del libro, pues, se centra en las reformas de la época de Gor• bachev y la elaboración de la que fue RICHARD COLLINS entonces la Nueva Ley de Prensa. Satellite Televisión in Western Europe La segunda parte del libro consiste París, John Libbey and Company Ltd., en el estudio de una serie de casos en Academia Research Monographs, los cuales el autor examina rasgos cla• 1990, 121 págs. ves de los medios soviéticos en su tratamiento de, por ejemplo, las noti• El cambiante panorama de la televi• cias extranjeras y la imagen de la sión en Europa, de su estructura tec• mujer. nológica, económica y política, resulta El libro ofrece al lector información por una parte un campo que requiere y análisis que son claros y completos. crecientemente de esfuerzos académi• Sin embargo, el estudio de la base cos de análisis y sistematización que teórica del sistema soviético supone cuajen en obras que permitan una con demasiada facilidad la existencia lectura contextualizada de los fenóme• de una semejanza esencial de éste con nos; pero, por otra parte, y debido el sistema occidental, según la premi• precisamente a la naturaleza de ese sa de que toda noticia es ideológica, objeto de estudio, parece escaparse de un supuesto en el mejor de los casos modo inevitable a los numerosos in• discutible. tentos de encerrarlo entre dos tapas. La segunda y más notable debili• Invariablemente las obras referidas dad del libro es el resultado inevita• al mapa audiovisual europeo comien• ble de haber escrito sobre la Unión zan o terminan con alguna indicación Soviética en los años 80: en ese mo• referida a la desactualización de los mento era sencillamente imposible datos, a la modificación de algunos RESEÑAS aspectos del paisaje trazado, o a su fuera de su estudio. En segundo lu• radical transformación con motivo de gar, el autor adopta una perspectiva una reciente decisión política o medi• decididamente británica con lo cual da legislativa. la lectura que realiza del fenómeno queda embargada por las peculiares El crecimiento vertiginoso, y en al• circunstancias de un mercado con• gunos sentidos caótico, que los avan• ces tecnológicos vienen imprimien• creto. do a este sector, a menudo dificultan Richard Collins, investigador en el o frustran los trabajos académicos Polytechnic Central Londres y en el Ro• orientados a describir su situación, al ya! Melboume lnstitute of Technology y tiempo que relativizan también- la fór• miembro del consejo editorial de Cri- mula adoptada como solución a este tical Studies in Mass Communication, es problema: la de las consabidas "ten• un reconocido especialista en el ámbi• dencias". to de la estructura de los sistemas audiovisuales, autor entre otras traba• Así las cosas, tal parece que desde jos de The Economics of Televisión: el ámbito universitario la indagación The UK Case (Londres, Sage, 1988) y acerca de la estructura del espacio Culture, Communication and National audiovisual acabe resultando una Identity: the Case of Canadian Televi• suerte de historia contemporánea del sión (Toronto, University of Toronto fenómeno, a menos que se aventuren Press, 1990).