COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD Volumen IV • Núms. 1 y 2 • 1991 • 149-159

JAKE EBERTS &. TERRY ILLOT Y entonces vino la caída en pica• do. Quienes vivieron aquellos años My Indecisión is Final: The spectacu- dorados y posteriormente críticos, lar rise and fall of , the continúan aún aturdidos por el duro independent studio that challenged Hol• golpe. En la tradición de otras obras lywood. similares que analizan la desaparición The Atlantic Monthly Press, Nueva de grandes imperios del celuloide co• York 1990, 678 págs. mo Final Cut o Indecent Exposure, este libro describe la fulgurante trayectoria Para cualquier persona ajena al y colapso de la compañía que retó a Hollywood. mundo de la industria cinematográfi• ca, el nombre de Goldcrest puede no Pero hablar de Goldcrest es hablar significar nada en absoluto. Pero du• del hombre que la creó: un brillante rante diez años (de 1977 a 1987) esta hombre de negocios de origen cana• productora británica invirtió cerca de diense llamado Jake Eberts. Graduado 95 millones de dólares en largometra- por la Harvard Business School, se jes y otros 38 millones en telefilmes, introdujo en el mundo del cine de miniseries y documentales. Sus pelícu• manera casual. Su gran habilidad pa• las han recibido cientos de premios, ra tratar con inversores y reunir fon• entre los que destacan 40 nominacio• dos para financiar películas le llevó nes al Osear, de las cuales 19 cristali• en 1977 a crear Goldcrest Films, de zaron finalmente en la preciada esta• la que fue su máximo responsable tuilla. Bajo su emblema trabajaron hasta 1983, coincidiendo con los años cineastas de la talla de Richard At- dorados del estudio. Por aquel enton• tenborough, , Hugh ces se hablaba ya de la "filosofía Hudson, , Roland Jof- Goldcrest", consistente en producir fé, Peter Yates o Bill Forsyth. Su fil- películas de calidad e interés humano; mografía incluye clásicos como Carros películas que ofrecieran algo más que de fuego, Ghandi, Los gritos del silen• el puro entretenimiento. Tras su mar• cio, La misión o Una habitación con cha, la compañía creció de manera vistas. Con el respaldo monetario de incontrolada y fue víctima de su pro• entidades financieras de primer or• pio éxito. Eberts volvió para evitar den, Goldcrest se convirtió en el es• el colapso, pero era ya demasiado tarde. tudio independiente más prestigioso de la década, en la bandera del cine Gran parte de este volumen está británico y en un sello inconfundible redactado directamente por el propio de películas de calidad. Eberts. Son páginas entrañables y RESEÑAS

con cierto aire de recuerdos de fami• crest Films sentían pasión por el lia. Su descripción de los hechos in• mundo del cine. tenta ser tan objetiva como cabe es• Tras la crisis financiera de la que perar de una interpretación personal. no levantó cabeza, Goldcrest cambió Sin embargo, quizá por esto mismo de manos y de mente. Dejaba de ser resulte más reveladora. Es su histo• el buque insignia de la industria cine• ria la que domina la primera mitad matográfica británica y su estela de del libro. Luego, la crisis y derrum• películas de calidad se diluyó en las bamiento de Goldcrest corre a cargo aguas inmortales de los grandes del de la aguda pluma de Terry Illot, es• cine. critor, periodista y director de Screen Sin embargo, su espíritu sigue la• International durante la era Goldcrest, tente gracias al hombre que la vio quien como observador/no protago• nacer: Jalee Eberts. Su nueva compa• nista de los acontecimientos, ofrece ñía, Allied Filmmakers, pretende lle• el grado necesario de distanciamien- nar el hueco dejado por Goldcrest. to y objetividad. Por último, es de En muy pocos años su palmares ha nuevo la narrativa personal de Eberts sido tan brillante como lo fuera en su quien lleva el libro a su conclusión. primera aventura financiera: Grita li• bertad, El nombre de la rosa, Esperanza Ha sido intención de los autores y gloria, Paseando a Miss Daisy o Bai• que sus dos aportaciones se comple• lando con lobos son algunos de los úl• menten. Los recuerdos de Eberts se timos éxitos de Eberts. Alguien para equilibran con los testimonios recogi• quien el cine es sU vida. dos por lllot y la abundancia de do• cumentación que ofrece. El valor del ALEJANDRO PARDO libro radica precisamente en el grado de equilibrio conseguido.

Desde un enfoque dirigido al lector no experto en el mundo audiovisual BRIAN McNAIR ___ y mucho menos en finanzas, este vo• Glasnost, Perestroika and the Soviet lumen resulta de lectura imprescindi• Media ble para quienes deseen conocer a Routledge, Londres, 1991, 231 págs. fondo el negocio de la industria cine• matográfica a nivel internacional. La Publicado en 1991, Glasnost, Peres• referencia abundante a escritos inter• troika and the Soviet Media ofrece una nos de gobierno (informes, balances, descripción de los medios de comuni• memoranda, etc.) ayuda a la com• cación en la extinguida Unión Sovié• prensión de los problemas vividos en tica desde Lenin hasta la época de la compañía y constituye un testimo• Gorbachev, así como un análisis de nio de primer orden. la ideología que sostenía todo el siste• En definitiva, My Indecisión is Final ma de los medios. —parte libro de historia y parte libro Brian McNair explica cómo la de texto— se decanta como un relato autoridad con la que el Partido Co• apasionante y apasionado, porque los munista ejercía un control casi total hombres que hicieron posible Gold• de los medios fue minada por una COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD combinación de varios factores: la ne• mantenerse al ritmo de los aconteci• cesidad de reforma económica, la in• mientos. En consecuencia el libro no novación tecnológica y los aconteci• incluye el resultado más significativo mientos internacionales. En efecto, la de la política de Gorbachev: el colap• llegada de la Edad de la Información so total del sistema soviético. garantizó la introducción del glasnost No obstante estas críticas, el libro y la perestroika porque, como comen• ta el autor, "una sociedad que no da• es indispensable para quien estudie la ba a sus ciudadanos acceso a las foto- antigua Unión Soviética y para todo copiadoras no podía esperar de ellos aquel que tenga interés en estudiar el desarrollo de la iniciativa personal como funcionaba un sistema de me• necesaria para salir del estancamiento dios de comunicación basado en pre• de los años de Brezhnev" (p. 52). supuestos marxistas. Para los demás, McNair demuestra que si la llegada el libro es como la primera mitad de de Gorbachev en 1985 fue un factor una fábula a la que solo falta la mo• fundamental para que se produjeran raleja. las reformas de los medios, el desastre de Chernobyl a finales de abril de KAREN SANDERS 1986 dio el golpe mortal al sistema. Gran parte del libro, pues, se centra en las reformas de la época de Gor• bachev y la elaboración de la que fue RICHARD COLLINS entonces la Nueva Ley de Prensa. Satellite Televisión in Western Europe

La segunda parte del libro consiste París, John Libbey and Company Ltd., en el estudio de una serie de casos en Academia Research Monographs, los cuales el autor examina rasgos cla• 1990, 121 págs. ves de los medios soviéticos en su tratamiento de, por ejemplo, las noti• El cambiante panorama de la televi• cias extranjeras y la imagen de la sión en Europa, de su estructura tec• mujer. nológica, económica y política, resulta El libro ofrece al lector información por una parte un campo que requiere y análisis que son claros y completos. crecientemente de esfuerzos académi• Sin embargo, el estudio de la base cos de análisis y sistematización que teórica del sistema soviético supone cuajen en obras que permitan una con demasiada facilidad la existencia lectura contextualizada de los fenóme• de una semejanza esencial de éste con nos; pero, por otra parte, y debido el sistema occidental, según la premi• precisamente a la naturaleza de ese sa de que toda noticia es ideológica, objeto de estudio, parece escaparse de un supuesto en el mejor de los casos modo inevitable a los numerosos in• discutible. tentos de encerrarlo entre dos tapas.

La segunda y más notable debili• Invariablemente las obras referidas dad del libro es el resultado inevita• al mapa audiovisual europeo comien• ble de haber escrito sobre la Unión zan o terminan con alguna indicación Soviética en los años 80: en ese mo• referida a la desactualización de los mento era sencillamente imposible datos, a la modificación de algunos RESEÑAS

aspectos del paisaje trazado, o a su fuera de su estudio. En segundo lu• radical transformación con motivo de gar, el autor adopta una perspectiva una reciente decisión política o medi• decididamente británica con lo cual da legislativa. la lectura que realiza del fenómeno queda embargada por las peculiares El crecimiento vertiginoso, y en al• circunstancias de un mercado con• gunos sentidos caótico, que los avan• ces tecnológicos vienen imprimien• creto. do a este sector, a menudo dificultan Richard Collins, investigador en el o frustran los trabajos académicos Polytechnic Central Londres y en el Ro• orientados a describir su situación, al ya! Melboume lnstitute of Technology y tiempo que relativizan también- la fór• miembro del consejo editorial de Cri- mula adoptada como solución a este tical Studies in Mass Communication, es problema: la de las consabidas "ten• un reconocido especialista en el ámbi• dencias". to de la estructura de los sistemas audiovisuales, autor entre otras traba• Así las cosas, tal parece que desde jos de The Economics of Televisión: el ámbito universitario la indagación The UK Case (Londres, Sage, 1988) y acerca de la estructura del espacio Culture, Communication and National audiovisual acabe resultando una Identity: the Case of Canadian Televi• suerte de historia contemporánea del sión (Toronto, University of Toronto fenómeno, a menos que se aventuren Press, 1990). Esta obra entronca con nuevas líneas de investigación en las las mencionadas aportando una nue• cuales se resalte menos la dimensión va perspectiva, no la estrictamente descriptiva y se acentúe el intento económica, ni la cultural, sino la es• por dar razón de los cambios, expli• tructural o sistémica. car su significado y sus repercusiones sobre las personas. El trabajo se divide en seis capítu• La obra aquí reseñada se sitúa en los, está acompañado de numerosos una posición intermedia entre esas gráficos y tablas, y ofrece una biblio• dos alternativas. Collins, por una grafía bastante limitada, constituida parte describe la situación de la tele• fundamentalmente por artículos de visión por satélite en Europa, y en publicaciones especializadas e informes ese sentido incurre en las limitaciones gubernamentales y empresariales. apuntadas; pero, por otra parte, ofre• El primer capítulo aborda la histo• ce certeros análisis que permiten una ria de la televisión por satélite de for• comprensión fundada del funciona• ma sucinta. En cinco folios Collins miento del sistema audiovisual recuerda los comienzos literarios de la europeo. investigación espacial con el artículo Otras dos observaciones permitirán de Arthur Clarke publicado en 1945 situar correctamente este libro. En en el que anticipaba por primera vez primer lugar, debe tenerse en cuenta la posibilidad de utilizar satélites para que el original fue terminado de re• retransmitir televisión, llegando hasta dactar en marzo de 1989, con lo cual el satélite Astra lanzado en 1988 que toda la evolución de los satélites de constituye el primer satélite privado radiodifusión directa (DBS), llamados que ofrece servicios de televisión en también de tercera generación, queda Europa. COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD

El segundo capítulo se resuelve co• propio de los sistemas de satélites de mo una buena síntesis de la estructura segunda generación concebidos preci• técnica de la radiodifusión por satélite, samente para distribuir señales de te• de gran utilidad como introducción a levisión a cabeceras de redes de cable conceptos tales como cobertura, posi• o a estaciones de retransmisión terres• ción orbital, frecuencia, operadores de tres, pero que carece de validez, al me• satélites, retransmisión por cable, lanza• nos en esa formulación tan rotunda, dores espaciales, equipos de recepción, a partir del establecimiento de los sis• estándares de transmisión y sistemas de temas de satélites de distribución direc• codificación de señales. Conceptos to• ta de televisión. dos a los que se recurre con frecuencia Collins desmonta con certeros argu• a lo largo de la obra, y que quedan mentos el mito de una audiencia euro• aquí claramente explicados. pea, insistiendo en la necesidad de dis• El estudio de los sistemas de finan• criminar las audiencias por edades, ciación de la televisión por satélite países y canales, y remarca la compro• constituye uno de los capítulos mejor bación recurrente en los últimos tiem• logrados del trabajo, y refleja las ra• pos, referida a que el incremento de zones por las cuales el autor se mues• la oferta audiovisual no se ha traduci• tra tan escéptico sobre la viabilidad fi• do en un aumento del consumo de te• nanciera de un mercado saturado por levisión, que permanece estable o in• la oferta. Collins observa que los pre• cluso tiende a decrecer. supuestos públicos o el sistema de ca• El inventario de satélites y canales non no resultan significativos como europeos presentado en el capítulo fuente de financiación de la televisión quinto, es posiblemente la parte de la por satélite, tampoco la publicidad pa• obra que más afectada resulta por las rece ofrecer una alternativa real ante transformaciones operadas en estos úl• la inexistencia de un mercado europeo, timos años. Collins identifica 45 cana• y constata el autor que ningún canal les, cifra que en la actualidad se ha de televisión por satélite ha consegui• duplicado, y ello sin considerar además do generar un retorno económico su• el centenar de estaciones de radio que ficiente mediante los ingresos por pu• se distribuyen por satélite en Europa. blicidad. Collins ve el sistema de suscripción como la principal fuente al• Finalmente, el capítulo sexto abor• ternativa de financiación de la televi• da el futuro de la televisión por saté• sión por satélite en Europa, pero aún lite en Europa, y es aquí donde el es• así constata sus limitaciones y parece cepticismo de Collins queda reflejado resignarse a la creciente implantación de forma evidente. Para el autor, la te• de oligopolios mediante los cuales las levisión por satélite en Europa, que grandes empresas con intereses diver• había prometido mayor elección de sificados e integradas verticalmente en programas, competencia con los radio• el mercado pueden hacer frente a los difusores terrestres e internacionaliza- altos costos de estos sistemas. ción de la audiencia, ha fracasado ro• tundamente en esos tres intentos. En el cuarto capítulo, dedicado a la audiencia, se afirma que el cable es el En lo que se refiere a la proclama• principal canal de acceso a la televi• da amplitud de elección para el tele• sión por satélite, algo que resultaba vidente europeo, Collins matiza indi- RESEÑAS cando que en realidad se trata de una da de redes de cable cuyo acceso no ampliación del acceso de los telespec• está aún generalizado. tadores a los archivos cinematográficos Para el autor, la existencia de tal y televisivos del mundo, existiendo cantidad de canales de televisión por muy poca programación original, sal• satélite demuestra más el poder de vo el caso de las noticias y los depor• tes. lobby de la industria aeroespacial y electrónica europea, que la demanda En la misma línea, Collins sostiene de los televidentes de nuevos servicios que la televisión por satélite en Euro• de televisión. pa no ha aprovechado las ventajas competitivas que le caracterizan frente En un entorno cultural caracteriza• a los servicios terrestres (de cobertura do por la exaltación de la tecnología, geográficamente más limitada), y no ha resulta cuanto menos refrescante en• logrado desarrollar audiencias interna• contrar obras que no renuncien a una cionales para programación temática ni perspectiva sanamente crítica para para programación generalista de sufi• abordar los fenómenos del espacio ciente envergadura como para asegu• audiovisual, las causas que los generan rar la subsistencia económica de los y las repercusiones que pueden tener servicios. sobre el público.

La prometida internacionalización de JOSÉ LUIS ORIHUELA las audiencias, inicialmente concebida como la posibilidad de crear un mer• cado paneuropeo de televidentes, ha cristalizado en realidad de un modo di• WILLIAM ZINSSER ferente al originalmente previsto. Así, la internacionalización se ha produci• On Writing Well. An Informal Guide to do más bien por el hecho de que la Writing Nonfiction televisión por satélite ha conseguido es• Harper Perennial, Nueva York, 1990, tablecer servicios de radiodifusión di• 4a ed., 288 págs. rigidos a mercados nacionales o lin• güísticos desde fuera de los ámbitos de ^Oí^illiam Zinsser, durante 30 años jurisdicción gubernamental de esos editor y escritor del New York Herald mercados. Tribune, recoge en este libro su expe• El realismo crítico de Collins pone riencia docente en la universidad de al descubierto las numerosas incerti- Yale, y añade ejemplos y capítulos a dumbres que caracterizan a la televi• la obra publicada por primera vez en sión por satélite en Europa: las lanza• 1976 (Writing to Leam). Como tantos deras y los satélites no son plenamante otros manuales norteamericanos de pe• seguros, no pueden asegurarse audien• riodismo, On Writing Well, un clásico cias de suficientemente envergadura co• que ya va por su cuarta edición, se mo para amortizar el costo de los ser• centra en los principios de la escritu• vicios, de igual modo que resultan ra, las formas y técnicas de los textos insuficientes los ingresos por publicidad periodísticos, teniendo en cuenta las internacional; además, la distribución nuevas tecnologías informáticas dentro de las señales depende en gran medi• del proceso de redacción, que han su- COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD puesto cambios en las formas de escri• como las de Norman Mailer, Truman bir, reescribir y editar el material. Capote, Tom Wolfe, entre otros famo• sos autores para quienes la no ficción Justamente al procesador de palabras era algo más que periodismo. rinde homenaje el autor, cautivado por este medio que aumenta la producti• Para hacer más representativa la vidad del escritor, y permite escribir y muestra, Zinsser incluye en esta edi• reescribir los textos con facilidad pas• ción un capítulo de literatura periodís• mosa. Zinsser reconoce que para él la tica escrita por mujeres que, según él, tecnología ha sido "un regalo de Dios", demuestra un nuevo rango de sensibi• porque lo esencial de la escritura es la lidad y preocupaciones. Un merecido reescritura, y el ordenador facilita reconocimiento que, me da la impre• enormemente esta operación. "Yo he sión, responde a una actitud reivindi• gastado gran parte de mi vida reescri- catoría promovida desde los medios biendo a máquina, tanto como he gas• académicos norteamericanos, en vista tado mucho tiempo fregando los pla• del poco interés que se ha prestado al tos antes de que el lavaplatos fuera trabajo periodístico de las mujeres (En inventado. El procesador de palabras octubre de 1989 la revista Journalism es el lavaplatos del escritor: libera de Monographic dedicó un número al es• un trabajo rutinario que no es nada tudio de la casi inexistente presencia creativo y que desgasta las energías" femenina en los textos de periodismo (p. 225). publicados desde el siglo pasado en Es• tados Unidos). El autor se toma esta Con el criterio pragmático que licencia porque, como sostiene, cada acompaña siempre este tipo de publi• nueva edición de On Writing Well es caciones, el autor confronta sus teorías más subjetiva. con ejemplos tomados de su propio ar• chivo y de la prensa en general, y lo En la misma línea de colegas nor• hace con la convicción de que, en el teamericanos como Donald Murray, ámbito norteamericano, los mejores es• Zinsser aborda los problemas claves de critos se realizan actualmente en el la escritura: recolección y organización campo de la no ficción. Según él, el del material, estructura, actitud, tono periodismo escrito no debe considerar• y estilo, e insiste en la importancia del se como una especie inferior de la li• proceso de reescritura. Como tesis de teratura, porque la única distinción vá• fondo sostiene que escribir no es un lida se plantea en términos de calidad, arte sino un oficio y, por tanto, im• de buena o mala escritura. plica un trabajo duro: una vez que se adquiere dominio de las herramientas Esta literatura de no ficción, recuer• sobre principios sólidos, se puede avan• da Zinsser, empezó a tener un enor• zar en el proceso creativo. En este me éxito en Estados Unidos a partir aprendizaje resulta muy eficaz el estu• de la Segunda Guerra Mundial, des• dio de modelos, ya que al escuchar pués de que el ataque a Pearl Harbor otras voces se encuentra más fácil el abrió los ojos de los norteamericanos timbre personal. a la realidad. Junto a la televisión y su relato visual del día a día, comen• El estilo, para Zinsser, pasa por un zó el auge de las revistas literarias y estricto control de calidad en el que semanarios con firmas tan prestigiosas intervienen principios claves como la RESEÑAS economía de palabras y la claridad, mor, ese elemento sorpresa que puede tanto de forma como de contenido explotarse especialmente en el párrafo —un pensamiento claro deviene en es• de entrada o lead, en el climax y en critura clara—. Además, condena a el cierre, sin descuidar las primeras y muerte el lenguaje administrativo, ofi• las últimas frases de cada párrafo que cioso y burocrático, que denomina marcan las transiciones y garantizan la "Lenguaje del Pentágono" e invita a unidad del escrito. Todos los esfuerzos romper los clisés del lenguaje usados tendentes a romper la previsibilidad re• automáticamente y a construir párra• sultarán estimulantes para el lector. El fos de entrada y de cierre que estimu• consejo de Zinsser, que durante varios len y sorprendan al lector. Escritores- años escribió una columna de humor periodistas famosos como N. Mailer y en la vieja revista Life, es tratar de T. Wolfe han vuelto a la prosa exu• convertir el trabajo en algo entreteni• berante, con ese regusto por el orna• do, para que así lo perciba el lector. to que sentían los escritores victoria- Se puede echar mano de la ironía, pa• nos; sin embargo, señala Zinsser, hoy radojas, parodias, anécdotas, citas ines• en día la mayoría de escritores de no peradas, detalles estrafalarios, entre ficción tienden al relato claro, senci• otros recursos que sirven de levadura llo y breve. al estilo. Para él, uno de los mejores escritores con esta vena humorística es En todo caso aclara que no hay una Woody Alien, que combina lo intelec• tienda donde se pueda adquirir el es• tual y lo hilarante para explorar sus tilo, porque éste es orgánico, inheren• temas obsesivos. te a la persona. "Una parte de la per• sona, como lo es su pelo o, si se trata En esta nueva edición Zinsser intro• de un calvo, de su falta de pelo. Así duce un capítulo de interés en el que que usar un estilo ajeno o añadido es invita a los estudiantes a escribir so• como ponerse un tupé (p. 21)". Por bre su propia vida, el tema que mejor ello su credo de escritor comienza con conocen. Empieza por mencionar el el imperativo Sé tú mismo, una actitud aleccionante caso de los periodistas, que se refleja tanto en el estilo, des• que por estar hablando siempre sobre provisto de artificios, como en el pun• los otros desarrollan un mecanismo de to de vista elegido, primera persona ocultación de sus propias experiencias del singular. Cuando los periódicos, y sentimientos. Según él, esta falta de con su afán de objetividad, imponen autoestima reprime la creatividad y la moda de la primera persona del plu• puede conducir a la imposición de te• ral que se camufla en una voz "fuen- mas por parte de los editores. Propo• teovejuna" e impersonal, Zinsser insta ne en cambio una escritura que afian• a emplear el "yo", aunque se acuse al ce la individualidad y la propia pronombre de protagonismo: hay que experiencia del autor, considerando creer en las propias ideas y afirmar la que de los archivos de la memoria, identidad. Hay que luchar contra el "oro puro para el escritor", se pueden lenguaje de la impersonalidad que se tomar los detalles más vivos y revela• reproduce hoy día en todos los medios dores. No se trata tampoco de caer e instituciones, es la consigna del autor. en el extremo del "egotismo", pero se Un principio en el que Zinsser cifra echa en falta un reforzamiento del el éxito de un buen escrito es el hu• ego. COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD

Para demostrar la fuerza de estos lectores. Hoy en día, reconoce Zinsser, textos autobiográficos, y animar a los la crítica tiene muchos "primos herma• lectores a ser los editores de su pro• nos" en el periodismo, porque compar• pia vida, cita algunos de los libros que te fronteras con otros géneros como la más le han impresionado por su car• columna, el ensayo, el editorial, la en• ga de intimidad: Habla, memoria, de trevista. Pero todas estas formas tienen Nabokov, con la evocación de su ni• en común la opinión personal del crí• ñez en San Petersburgo; One Writer's tico, que se expresa en primera perso• Beginnings, de Eudora Welty; Hojas de na, sin titubeos. Precisamente el lector hierba, de Walt Whitman y los diarios quiere identificarse con los gustos y y cartas de Virginia Woolf, entre otras opiniones del crítico. obras entrañables para él, cifradas en el mecanismo sutil de la memoria: "La En el capítulo que sirve de conclu• memoria es el arte de inventar la ver• sión, "Write as Well as You Can", dad, y el secreto de este arte es el de• Zinsser se afianza en su creencia de talle", afirma. que los escritores deben adoptar los más altos estándares de calidad en su Otro de los capítulos que llaman la trabajo y defenderlos contra los edito• atención es el dedicado a la crítica. res que no tienen esa idea tan eleva• Zinsser comienza por decir que casi to• da. La obligación de los periodistas es dos los escritores quieren llegar a ser no rebajar jamás el nivel, aunque las críticos, y casi todos los reporteros jó• circunstancias puedan resultar adversas. venes quieren escribir una reseña so• Idealmente las relaciones entre el edi• bre la película, el libro, la obra de tea• tor y el escritor deben ser de negocios: tro o el programa de moda de la ambos se enfrentan juntos al original televisión. La crítica, dice Zinsser en para solucionar los problemas que buena lógica, es esa etapa del periodis• plantea el texto, dentro del respeto y mo en la cual es posible cultivar las la mutua comprensión. Pero nunca propias aficiones y de paso exhibirse hay que olvidar que el escritor es el un poco. Admite que, al estar basada único que sabe lo que quiere decir, en juicios de valor, la crítica se con• aunque sus formas de expresión sean vierte en un género altamente subjeti• más o menos discutibles. vo que refleja los conocimientos, la sensibilidad, la pasión y los prejuicios MARYLUZ VALLEJO del crítico, pero recomienda mantener una actitud abierta que le permita juz• gar las obras buenas y malas, las clá• sicas y las contemporáneas. Considera GAVIN F. FAIRBAIRN Y CHRIS- que el especialista tiene no sólo el de• TOPHER WINCH ber de formarse en las distintas escue• las y de conocer el medio, sino tam• Reading, Writing and Reasoning —A gui- bién de formar y orientar a los de for students—. lectores. Para ello sugiere unas reglas Buckingham, Open University Press, sencillas: no dar todo el argumento de 1991, 152 págs. la obra, usar tantos detalles como sea posible —evitando las generalidades y A estilo de los manuales america• los tópicos— y recrear la obra para los nos, los autores ofrecen los recientes RESEÑAS hallazgos de la escuela inglesa en téc• parten del principio de que un texto nicas de lectura, escritura y razona• persuasivo tiene éxito en la medida en miento, con el fin de que el lector de• que el autor se compromete con lo sarrolle habilidades para la lectura y la que dice y sostiene un punto de vista interpretación de los textos, adquiera particular. Para demostrar la validez de un estilo claro y efectivo y aprenda a sus argumentos recurre al contraste de identificar las exigencias de una argu• opiniones (estrategia dialéctica), a prue• mentación coherente. bas y evidencias sólidas; pero sólo .lo• gra ser convincente cuando ese razo• En la primera parte sobre la com• namiento va arropado por un estilo prensión de textos, Fairbairn y Winch vigoroso y personal. Es decir, el estilo insisten en la necesidad de un nivel de no es producto de la ornamentación, competencia lingüística y literaria por sino reflejo de un sistema crítico, de parte del lector, para que éste pueda un compromiso del escritor. captar las asociaciones de sentido y comprender el sistema de referencias En más de 30 páginas los autores se del texto; sobre todo cuando son de ocupan de la argumentación o desarro• tipo argumentativo. El lector debe es• llo coherente de las ideas, con un sis• tar atento a todas las señales que emi• tema de análisis útil tanto para la te el autor, y desarrollar habilidades construcción como para la interpreta• interpretativas de reorganización, infe• ción de argumentos. Y prestan parti• rencia y evaluación para deducir el cularmente atención a las formas legí• sentido del texto más allá de su signi• timas e ilegítimas de la persuasión, ficado literal. Y aunque los autores teniendo presente que un estilo bien abogan por una lectura sistemática y desarrollado puede ayudar a construir abierta para no caer en los juicios des• un texto persuasivo, pero también pue• tructivos, no hay que confundir este de servir de pantalla a un contenido acercamiento generoso con una actitud insubstancial y dañino. Para desvelar ingenua por parte del lector: no todo lo que se publica tiene valor, aunque los trucos y estrategias más frecuentes venga avalado por autoridades en su de la persuasión irracional, analizan campo. una serie de textos tomados de la prensa e identifican elementos como En cuanto al proceso de escritura, los llamados "persuasores", empleados las recomendaciones de los autores no para sugerir que un punto de vista es distan mucho de las de sus colegas tan obvio que no necesita apoyo ar- norteamericanos: pensar, planear, escri• gumental y debe aceptarse como ver• bir un primer borrador y reescribir; to• dad indiscutible (aquí caen los adver• do ello tratando de satisfacer las exi• bios terminados en -mente que tanto gencias básicas de claridad y abundan en los textos de opinión, y coherencia. todas las expresiones de tipo: "Estarán de acuerdo...", "De sobra conocido...", Pero el capítulo que más interesa "La verdad es que...", "Nadie puede realmente, no tanto por la novedad de negar que..."; o la apelación a "hechos sus planteamientos como por el análi• científicamente comprobados" y refe• sis de casos, es el relacionado con la rencia a autoridades en la materia, con argumentación: formas racionales y no la máxima pretensión de objetividad). racionales de persuasión. Los autores COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD

Entre otras estrategias evaluadas con el autor, en quien deposita su por los autores están la de borrar las confianza. fronteras entre los hechos y las opi• Por el contrario, la persuasión ra• niones, incurrir en confusiones termi• cional ofrece al lector la posibilidad nológicas y eufemismos, emplear un de verificar la validez de las premisas lenguaje emotivo, hacer generalizacio• —a través de las fuentes citadas, de nes irreflexivas y conectar hechos e las evidencias y los argumentos de ideas que guardan una aparente simi• autoridad—, y emplea formas deducti• litud. En todos estos casos el lector es vas e inductivas de argumentación carnaza fácil porque, como dicen los que resisten cualquier prueba de co• autores, antes de dar la impresión de herencia interna. ser un estrecho de miras, la mayoría de los lectores prefiere la complicidad MARYLUZ VALLEJO