El Barbero De Sevilla En La Biblioteca Pública Azorín Noviembre 2017
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El Barbero de Sevilla en la Biblioteca Pública Azorín Noviembre 2017 ■ INTRODUCCIÓN El barbero de Sevilla (título original en italinao, Il barbiere di Siviglia) es una ópera bufa en dos actos con música de Gioachino Rossini y libreto en italiano de Cesare Sterbini, basado en la comedia del mismo nombre (1775) de Pierre- Augustin de Beaumarchais. El estreno (bajo el título Almaviva, o la precaución inútil) tuvo lugar el 20 de febrero de 1816, en el Teatro Argentina de Roma. Fue una de las primeras óperas italianas que se representaron en los Estados Unidos de América, estrenándose allí en el Park Theater de Nueva York el 29 de noviembre de 1825. El barbero de Rossini ha demostrado ser una de las grandes obras maestras de la comedia dentro de la música, y ha sido descrita como la ópera bufa de todas las óperas bufas. Incluso después de doscientos años, su popularidad en la escena de la ópera moderna atestigua su grandeza. La trama relata las peripecias de una pareja de enamorados integrada por el conde de Almaviva y la joven huérfana Rosina. Bartolo, preceptor de la muchacha, también la pretende pese a la diferencia de edad. Para evitarlo, la pareja se vale de la ayuda del barbero Fígaro, quien mediante enredos engaña a Bartolo y consigue unir en matrimonio a los enamorados. En ella destacan dos arias: Una voce poco fa y Largo al factotum. HISTORIA Antecedentes Previamente se escribieron otras obras de la misma temática: El barbero de Paisiello triunfó por un tiempo sobre la de Rossini. También en 1796 Nicolas Isouard compuso otra. Al final, la versión posterior de Rossini es la que ha soportado mejor el paso del tiempo y es la única que se mantiene en el repertorio. Desde su estreno en 1883, se han llevado a cabo 820 representaciones solo en el Metropolitan Opera de Nueva York. La ópera de Rossini relata la primera de las obras de la trilogía de Fígaro, por el dramaturgo francés Pierre Beaumarchais, mientras que la ópera de Mozart Las bodas de Fígaro, compuesta 30 años antes en 1786, se basa en la segunda parte de la trilogía de Beaumarchais. La versión original de Beaumarchais fue estrenada en 1775 en París, en la Comédie-Française del Palacio de las Tullerías. Rossini era bien conocido por ser muy productivo, pues componía unas dos óperas por año a lo largo de 19 años, y en algunos años llegó a componer cuatro. Rossini se había comprometido a escribir dos óperas para el carnaval de Roma de 1816. La primera la acabó el 26 de diciembre de 1815 y el mismo día comenzó a componer la segunda, que tuvo lista el 20 de enero de 1816, sin ningún conocimiento de cuál sería el libreto. Sterbini le proporcionó la historia del barbero, y tan pronto como entregó los versos, Rossini empezó a escribir la música, que quedó terminada en menos de tres semanas. Su título original era Almaviva, o sea la precaución inútil para distinguirla del Barbero de Sevilla de Paisiello. La obertura original se perdió de alguna manera y fue reemplazada por la que había utilizado en su ópera previa Aureliano. En la escena debajo del balcón de Rosina, el tenor Manuel García introdujo un aria española de su propia autoría que resultó un fracaso, por lo que antes de la segunda representación Rossini escribió la bella cavatina Ecco ridente il cielo que la sustituyó, tomando la melodía del coro inicial de Aureliano y que a su vez era originalmente de su otra ópera Ciro en Babilonia. El tema de su efectivo trío Zitti, zitti fue tomado de Las Estaciones de Haydn, y el aria cantada por la sirvienta Berta (Il vecchiotto cerca moglie) de una melodía rusa que había oído cantar a una dama en Roma. Para la escena de la lección de música, Rossini escribió un trío que se ha perdido, y así se ha dado la oportunidad a las cantantes a cargo del rol de Rosina de interpretar lo que ellas prefieran. Representaciones La primera representación de El barbero se produjo el 20 de febrero de 1816 en el Teatro Argentina de Roma. Fue un estrepitoso fracaso: la audiencia silbó y abucheó, y ocurrieron varios accidentes en escena. Uno de los cantantes dio un paso en falso y cayó en medio del escenario causando la burla de todos. Por otra parte, a uno de los músicos en plena ejecución se le rompió una cuerda de su instrumento y por si fuera poco, de improviso un gato saltó en medio del escenario. Rossini prefirió retirarse y poco después afirmó: "Tuve que huir ante la actitud de un público desenfrenado. Creía que me iban a asesinar". Sin embargo, muchos entre el público eran partidarios de uno de los rivales de Rossini, Giovanni Paisiello, quien recurría a la "mentalidad del populacho" para provocar al resto de la audiencia y causar que la ópera les disgustara. Paisiello ya había compuesto El barberto de Sevilla y tomó la nueva versión de Rossini como una afrenta personal. En particular, Paisiello y sus seguidores se oponían al uso del bajo bufo, que es común en la ópera cómica. La segunda representación se encontró con una suerte bien distinta, convirtiéndose en un sonoro éxito. Es curioso señalar que la obra original en francés, Le barbier de Séville tuvo una historia similar, odiada en su estreno para convertirse en una obra favorita solo una semana después. La contralto Geltrude Righetti Giorgi fue la primera Rosina de la historia mientras que el papel de Almaviva fue asignado por el mismo Rossini al gran tenor español Manuel García. En España se estrenó en 1818, en el Teatro de la Santa Cruz de Barcelona y fue la primera ópera que se representó en Argentina, el 3 de octubre de 1825, por un grupo de cantantes que se estaban presentando en Brasil y fueron contratados por el presidente Bernardino Rivadavia. Figuró en la primera temporada del Teatro Colón en 1908, con un elenco liderado por Titta Ruffo y Fiódor Ivánovich Shaliapin, y representándose en 32 temporadas, lo que la convierte en la sexta ópera más popular en la historia del coliseo porteño. El barbero de Sevilla sigue siendo una de las óperas más populares; en las estadísticas de Operabase aparece la número 9 de las cien óperas más representadas en el período 2005-2010, siendo la 5ª en italiano la primera de Rossini. La muy popular obertura de esta ópera se toca con frecuencia como pieza de concierto. Su carácter alegre, chispeante y humorístico prepara al público para las divertidas circunstancias y enredos de la trama argumental. Su música había sido utilizada por el compositor como obertura de dos óperas anteriores. Sin embargo, ha quedado ligada de manera permanente a ésta, una de sus obras maestras. La obertura también fue utilizada como marcha de la banda de guerra del Ejército Mexicano en tiempos del general Santa Anna. También es ampliamente conocida el aria largo al factótum, interpretada por Fígaro y que da cuenta de la importancia que se atribuye a este personaje en la obra. El papel de Rosina, aunque escrita para una contralto de coloratura contralto y más frecuentemente cantada por una mezzosoprano de coloratura en el pasado y ocasionalmente, en épocas más recientes, en trasposición por sopranos de coloratura como Marcella Sembrich; Maria Callas, Roberta Peters, Gianna D'Angelo, Victoria de los Ángeles, Beverly Sills, Lily Pons, Diana Damray, Kathleen Battle, Luciana Serra e Isabel Leonard. Entre las famosas mezzosopranos que han cantado el rol de Rosina recientemente están Marilyn Home, Teresa Berganza, Lucia Valentini Terrani, Cecilia bartoli, Joyce DiDonato, Jennifer Larmore, Elïna Garanc y Vesselina Kasarova. Las contraltos más famosas que han cantado el papel de Rosina han sido Fanny Anitúa y Ewa Podlés. PERSONAJES Reparto el 20 de febrero de 1816 Personaje Tesitura Director: Gioachino Rossini Figaro (Barbero) barítono Luigi Zamboni Don Bartolo (tutor de Rosina) bajo Bartolomeo Botticelli Rosina (joven huérfana) contralto Geltrude Righetti Conde de Almaviva (noble) tenor Manuel García Fiorello (criado de Almaviva) bajo Paolo Biagelli Don Basilio (profesor de música) bajo Zenobio Vitarelli Berta (sirvienta de Don Bartolo) soprano Elisabetta Loiselet ARGUMENTO Lugar: Sevilla, España. Época: siglo XVII. Acto I Plaza enfrente de la casa del doctor Bartolo, en Sevilla En una plaza pública en las afueras de la casa del viejo doctor Bartolo, una banda de música y un pobre estudiante llamado Lindoro están dando una serenata, sin resultado, ante la ventana de Rosina (Ecco ridente in cielo - "Aquí, riendo en el cielo"). Rosina es una pupila del doctor y este quiere casarse con ella. Lindoro, quien en realidad es el joven Conde Almaviva disfrazado, espera conseguir que la bella Rosina le ame por sí mismo y no por sus títulos o su dinero. Almaviva paga a los músicos cuando se marchan, quedando él entristecido y solo. Fígaro, que presume de ser el barbero más famoso de Sevilla y de que eso le abre todas las puertas, se acerca cantando (Aria: Largo al factotum della città - "Abrid paso al factótum de la ciudad"). Aprovechando que Fígaro fue en el pasado sirviente del Conde, le pide ayuda para encontrarse con Rosina, ofreciéndole dinero en caso de que logre arreglarlo. (Duo: All'idea di quel metallo - "A la idea de aquel metal"). Fígaro aconseja al Conde que se disfrace de soldado borracho, para que le sirva de pretexto para que el doctor Bartolo le dé alojamiento en su casa amparándose en la obligación legal que recaía sobre los ciudadanos de acoger a las tropas cuando estas se desplazaban. Fígaro es generosamente recompensado por esta sugerencia. Casa del doctor Bartolo La escena comienza con la cavatina de Rosina: Una voce poco fa - "Una vocecita hace poco".