40 años de política exterior española: el modelo de la monarquía 1 democrática y su evolución Rosa Mª Pardo Sanz Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
[email protected] En diciembre de 2014, el gobierno de Mariano Rajoy aprobaba la Estrategia de Acción Exterior española, primer documento de este tipo desde 1975. En su introducción se lee: Durante las cuatro últimas décadas, desde la aprobación de la Constitución, España se ha proyectado hacia el mundo con confianza en sí misma y un claro propósito: reencontrarse con la Europa integrada y recuperar su lugar en la Comunidad Internacional. (…) Pocos ideales colectivos han conseguido movilizar a la sociedad española de forma tan unánime. (…) El objetivo se cumplió (...) La estrategia de reencuentro e integración llega entonces a su fin, se agota al cumplir sus objetivos. (…) La Unión Económica y Monetaria simbolizó hasta qué punto la aspiración se había realizado. Misión cumplida ¿Y ahora qué?2. Semanas antes, al presentar el documento en las Cortes, el ministro José Manuel García Margallo celebraba estos éxitos, pero también apuntaba carencias, como la ausencia de una estrategia explícita “que haga nuestra acción exterior y nuestra política exterior previsibles y conocidas por nuestros socios en el mundo”, que sea fruto del consenso político y que suponga la definitiva adaptación, en instrumentos y medios, de la acción exterior española al nuevo contexto de la globalización y a los cambios geoestratégicos de la última década. En teoría, el flamante documento de estrategia debía cubrir ese vacío3. Pero dos años después, en abril de 2106, el diario El Pais publicaba un editorial titulado “La nada exterior”, denunciando el desdibujamiento de la presencia de España en el mundo, su falta de perfil internacional.