México, 2011 Instituto Nacional De Antropología E Historia Alfonso De Maria Y Campos Castelló Dirección General Miguel Ángel Echegaray Zúñiga Secretaría Técnica
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MÉXICO, 2011 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Alfonso de Maria y Campos Castelló Dirección General Miguel Ángel Echegaray Zúñiga Secretaría Técnica ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Alejandro Villalobos Pérez Dirección María Cristina Rybertt Thennet Secretaría Académica Berna Leticia Valle Canales Subdirección de Investigación Margarita Warnholtz Locht Subdirección de Extensión Académica Gabriel Soto Cortés Departamento de Publicaciones Rebeca Ramírez Pérez Formación de interiores Itandehuitl Berenice Martínez Gómez Diseño de portada Oscar Arturo Cruz Félix Francisco Carlos Rodríguez Hernández Gilberto Mancilla Martínez Diseño de colección IDENTIDAD, PAISAJE Y PATRIMONIO Stanislaw Iwaniszewski Silvina Vigliani Coordinadores Primera edición: 2011 ISBN: 978-607-484-232-6 INAH-ENAH-DEH-DEA Proyecto realizado con financiamiento del Proyecto Eje Conservación del Patrimonio Cultural y Ecológico en los Volcanes, adscrito a la Escuela Nacional de Antropología e Historia y a la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2009. Esta publicación no podrá ser reproducida total o parcialmente, incluyendo el diseño de portada; tampoco podrá ser transmitida ni utilizada de manera alguna por algún medio, ya sea electrónico, mecánico, electrográfico o de otro tipo, sin autorización por escrito del editor. D.R. © 2011 Instituto Nacional de Antropología e Historia Córdoba 45, colonia Roma, 06700, México, D.F. [email protected] Escuela Nacional de Antropología e Historia Periférico Sur y Zapote s/n, col. Isidro Fabela, Tlalpan, D.F., C.P. 14030 Impreso y hecho en México CONTENIDO PRESENTACIÓN Stanislaw Iwaniszewski, Silvina Vigliani y Margarita Loera Chávez y Peniche 7 PARTE I PAISAJE: PROPUESTAS Y ABORDAJES CAPÍTULO 1 El paisaje como relación Stanislaw Iwaniszewski 23 CAPÍTULO 2 Paisaje como seguridad ontológica Silvina Vigliani 39 CAPÍTULO 3 Genius loci y los paisajes fundacionales. Etimologías de la pertenencia Irena Chytrá 57 CAPÍTULO 4 Perspectivas ecodinámicas de la arqueología del paisaje y procesos socio-ambientales en la transición a la Edad del Bronce en China Walburga Wiesheu 73 PARTE II PAISAJE Y ARQUEOASTRONOMÍA CAPÍTULO 5 El calendario agrícola en Socaire: categorías de espacio y tiempo en una comunidad indígena del norte de Chile Ricardo Moyano 99 CAPÍTULO 6 Implicaciones astronómicas y cosmovisionales de la zona arqueológica de Huamango, Estado de México Francisco Granados 117 CAPÍTULO 7 Espacio ritual y petrograbados en El Cóporo, Guanajuato Omar Cruces 135 CAPÍTULO 8 El Popocatépetl como marcador solsticial en Milpa Alta y Xochimilco: alineamiento de tres sitios prehispánicos el 21 o 22 de diciembre de cada año Juan Rafael Zimbrón 153 PARTE III PAISAJE: IDENTIDAD Y PATRIMONIO CAPÍTULO 9 La divulgación de la complejidad social mesoamericana como estrategia de protección del patrimonio: el caso de la laguna de Magdalena, Jalisco María Antonieta Jiménez 169 CAPÍTULO 10 Políticas culturales en vías de la protección de los paisajes culturales y su impacto en las transformaciones de las identidades culturales. El caso de Malinalco, Estado de México Eréndira Muñoz 187 CAPÍTULO 11 Una nueva propuesta para el paisaje y el problema del paisaje patrimonial en el sitio de Tajín, Veracruz Patricia Castillo Peña 203 CAPÍTULO 12 Paisaje cultural y natural, náutico y subacuático: un reto y un recurso de futuro Luis Abejez 219 CAPÍTULO 13 El explorador en la selva. Fotografía y paisaje en la construcción de una identidad académica Carlos Maltés 237 PARTE IV ANTROPOLOGÍA Y ARQUEOLOGÍA DEL PAISAJE EN MÉXICO CAPÍTULO 14 Pictografías y el culto al río Tlalamac en el extremo sureste de la región de Chalco-Amaquemecan Adán Meléndez García 251 CAPÍTULO 15 El agua, el cerro: construcción del paisaje político en el centro de México Rafael III Lambarén Galeana 271 CAPÍTULO 16 El arte rupestre y el simbolismo del paisaje en el noroeste de Sonora Julio Amador Bech 287 CAPÍTULO 17 Sobre el modo de vida de los grupos cazadores-recolectores de Nuevo León: impresiones del paisaje en la percepción de su mundo Araceli Rivera Estrada 321 CAPÍTULO 18 Construyendo, morando y pensando: los habitantes de las casas en acantilado de la Sierra Madre Occidental, en Durango José Luis Punzo Díaz 341 PRESENTACIÓN Stanislaw Iwaniszewski, Silvina Vigliani y Margarita Loera Chávez y Peniche La destrucción del medio ambiente natural, la contamina- ción del aire, del suelo y del agua, el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales, la escasez de agua y los desastres naturales son cada vez más frecuentes y se encuentran, por tanto, entre los factores que han motivado a muchos estudiosos a contemplar el fenómeno del paisaje. Por un lado, los estudios ambientales y ecológicos se enfocan en buscar un marco adecuado para reflexionar sobre la muy compleja relación entre el hombre y su entorno natural; por el otro, los antropólogos, sociólogos y geógrafos culturales comenzaron a indagar sobre la manera en que el hombre ha concebido su entorno natural y acerca de la forma en que sus conceptos sobre la naturaleza fueron cambiando a lo largo del tiempo. La investigación arqueológica había prestado poca atención a la manera en que las sociedades no occidentales conceptualizaban su relación con el medio ambiente, por lo que comúnmente se utilizaban enfoques materialistas (el STANISLAW IWANISZEWSKI • SILVINA VIGLIANI • MARGARITA LOERA CHÁVEZ Y PENICHE marxismo, la ecología cultural) con el fin de explicar el comportamiento humano, en tanto que los rasgos culturales específicos eran considerados como meras respuestas adaptadas a las limitaciones del medio ambiente. La relación hombre-naturaleza era definida así en términos eurocéntricos a partir de un lenguaje positivista. En la actualidad, muchos estudiosos concuerdan en que las concepciones de la naturaleza y del medio ambiente circundante son construidas socialmente y evolucionan y se transforman de acuerdo con los contextos culturales y determinaciones históricas. Es por ello que la visión dualista del mundo, que tiende a separar la naturaleza de la cultura y de la sociedad misma, debe ser considerada como un compo- nente característico de la sociedad occidental y moderna y no debería ser proyectada como un presupuesto teórico acerca de las sociedades tradicio- nales preindustriales. El reconocimiento de que el medio ambiente natural, como lo conocemos en el presente, resulta de su interacción con diferentes grupos humanos, creó las condiciones para idear un nuevo campo de la investigación arqueológica, denominado arqueología del paisaje. Si bien existen muchas maneras de es- tudiar los paisajes en la arqueología, todas ellas concuerdan en que el paisaje es un producto de la relación entre el hombre y su entorno ambiental y no una entidad aislada, sea espacial o conceptualmente, de la cultura humana. Mientras la arqueología tradicional (histórico-cultural, marxista o procesual) trata a la naturaleza como un espacio no humano, la arqueología del paisaje reconoce que la naturaleza es sólo un concepto que tipifica a las sociedades occidentales y, por tanto, debe ser siempre referenciado cultural y socialmen- te. De otra manera, la concepción de la naturaleza que se infiere del registro arqueológico estará cargada de los valores y las normas propias de nuestra sociedad. Mientras la arqueología del paisaje estudia la manera en que las socie- dades tradicionales no occidentales y las sociedades occidentales modernas han conceptualizado su entorno ambiental y su relación con él, las nociones de paisaje natural y cultural se han ido consolidando como aquellas áreas que albergan elementos específicos (naturales, arqueológicos, históricos, ar- tísticos…). Al reconocer el valor excepcional de estos elementos concretos incrustados en los paisajes, la UNESCO redactó, en 1972, la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, procurando crear un sistema eficien- 8 IDENTIDAD, PAISAJE Y PATRIMONIO PRESENTACIÓN te, capaz de salvar el patrimonio cultural y natural de la humanidad. A partir de ese momento se fueron desarrollando paulatinamente diversas normativas que condujeron a la creación de los conceptos de paisaje natural y paisaje cultural como categorías manejables desde el punto de vista del patrimonio de la humanidad. La revaloración del concepto de paisaje ofreció nuevas condiciones para iniciar procesos de reproducción de las identidades locales. De este modo, la promoción de los paisajes nacionales, étnicos, históricos o arqueológicos ha consistido en la revitalización, revaloración e institucionalización de lo que era considerado como tradicional y definitorio de poblaciones locales actuales que ocupan territorios particulares. La idea de los paisajes cultu- rales ha representado, de esta manera, una interpretación primordialista, la cual recalca la noción de continuidad natural y simbólica entre las poblacio- nes actuales y aquellas que habitaban estos mismos espacios en el pasado. Así concebido, el paisaje adquiere la capacidad de representar un conjunto de objetos e ideas a los cuales pueden adherirse los diferentes grupos socia- les. El paisaje se convierte, entonces, en un dispositivo que permite generar sentimientos de pertenencia y de representación del lugar propio y, al mismo tiempo, ofrece un marco para establecer las diferencias. En suma, el paisaje constituye una red de símbolos y signos que sirve como base para la cons- trucción de identidades individuales y colectivas. En la actualidad, estos pai- sajes convertidos en categoría