El Colegio de la Frontera Sur

Conocimiento local e introducción in vitro de útil en la producción del mimbre en la Reserva de la Biósfera Volcán Tacaná

TESIS presentada como requisito parcial para optar al grado de Maestra en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural Con orientación en Manejo y Conservación de Recursos Naturales

Por

Nancy Mariel Casanova Palomeque

2017

El Colegio de la Frontera Sur

Tapachula, Chiapas, ____ de ______de 2017.

Las personas abajo firmantes, miembros del jurado examinador de:______

hacemos constar que hemos revisado y aprobado la tesis titulada ______

______para obtener el grado de Maestro (a) en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural

Nombre Firma

Director/a Vincenzo Bertolini ______

Asesor /a Leobardo Iracheta Donjuan ______

Asesor /a Erín Ingrid Jane Estrada Lugo ______

Sinodal adicional Dulce María Infante Mata ______

Sinodal adicional Ailsa Margaret Anne Winton ______

Sinodal suplente Lislie Solís Montero ______

Con Amor

A mi familia por su apoyo incondicional, cariño y paciencia

A mis hermanos Cassandra y Jorge, quienes son mi principal motivación

A las comunidades mam del Soconusco

Agradecimientos

A los informantes y guías de las comunidades de estudio Guadalupe, Benito Juárez El Plan, Aguacaliente, Chiquihuites y Fracción Barrio Nuevo, por su confianza, colabora- ción, enseñanza y compromiso durante la realización del trabajo de campo.

Al Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Unidad Tapachula y San Cristóbal de las Ca- sas, por haberme abierto las puertas y otorgado esta gran oportunidad.

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT; No. De becario: 709898), por proporcionarme el apoyo financiero necesario durante estos últimos dos años que me permitieron culminar en buen término mi Maestría.

Al proyecto "Diseño, equipamiento y puesta en marcha de un Centro Estatal de Innova- ción y Transferencia Tecnológica para el Desarrollo de la Cafeticultura Chiapaneca" (FOMIX#249930) del Instituto del Café del estado de Chiapas, México y al proyecto "Multidisciplinario y Transversal Innovación Socio-ambiental en Zonas Cafetaleras para la Reducción de la Vulnerabilidad" (MT#1106311262) de El Colegio de la Frontera Sur, México."

Al Dr. Vincenzo Bertolini por brindarme la oportunidad de seguir estudiando y confiar en mí para llevar a cabo este proyecto de investigación, por su apoyo, sus conocimientos brindados y guía a lo largo del trabajo.

Al Dr Leobardo Iracheta Donjuan, por abrirme las puertas al laboratorio de biotecnología en CERI-INIFAP, por su cariño y apoyo incondicional, por ser un excelente maestro que guía y enseña con sus consejos y conocimientos.

A la Dra. Erín Estrada Lugo, por sus ideas, conocimientos y apoyo valioso, principal- mente en el análisis social, y por darme su confianza y compresión en todo momento.

Al Dr. Thomas B. Croat del Jardín Botánico Missouri, St. Louis., por su experiencia y aportación especial en la identificación taxonómica de las aráceas.

A M. en C. Mariana Teresa Vázquez Alonso por los conocimientos etnobotánicos otor- gados, guía y apoyo, a Fredy Archila por sus sugerencias y colaboración en la identifi- cación taxonómica.

Al M.E.Javier Francisco Valle Mora por su apoyo, paciencia y colaboración incondicio- nal en el análisis de los datos y sugerencias en la presentación de los resultados.

A todos mis compañeros y amigos de ECOSUR que me brindaron apoyo y cariño en todo momento. A mis compañeras de laboratorio Gaby, Fabiola y Ale por su colabora- ción, consejos y paciencia.

A mis compañeros del INIFAP-CERI, Bernardo, David, Alberto, Eliud, Pablo, Paul y Ro- berto, por su cariño, colaboración y apoyo incondicional durante mi estancia.

A mi familia, por su amor incondicional, comprensión, paciencia y admiración en todo momento, con quienes comparto este logro más.

INDICE

RESUMEN ...... 5 1. INTRODUCCIÓN ...... 6 2. MARCO TEÓRICO ...... 7 2.1. Araceae ...... 7 2.2. Fibras vegetales y sus usos ...... 9 2.3. El mimbre en el Soconusco ...... 12 2.4. Conservación del patrimonio biocultural ...... 14 2.4.1. La etnobotánica...... 15 2.5. Conservación biológica ...... 17 2.5.1. El cultivo in vitro ...... 18 2.5.1.1. Desinfección in vitro ...... 18 2.5.1.2. Organogénesis in vitro ...... 20 3. JUSTIFICACIÓN ...... 23 4. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ...... 25 5. HIPÓTESIS ...... 25 6. OBJETIVOS ...... 26 6.1. OBJETIVO GENERAL ...... 26 6.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS ...... 26 7. MATERIALES Y MÉTODOS ...... 26 7.1 Área de estudio ...... 26 7.2. Colecta del material biológico...... 29 7.3. Identificación taxonómica ...... 29 7.4. Estudios etnobotánicos ...... 30 7.4.1. Análisis cualitativo ...... 32 7.4.2. Análisis cuantitativo ...... 33 7.4.3 Entrevista abierta y recorrido al pueblo mágico del mimbre: Tapijulapa, Tabasco ...... 36 7.5. Cultivo in vitro de aráceas útiles para la elaboración del mimbre ...... 36

7.5.1. Inducción de respuesta morfogénica a partir del cultivo in vitro de hojas maduras ...... 37 7.5.1.1. Desinfección...... 37 7.5.1.2. Establecimiento in vitro ...... 39 7.5.1.3. Análisis estadístico ...... 41 7.5.2. Inducción de brotes y callo a partir del cultivo in vitro de discos de tallo ...... 41 7.5.2.1. Desinfección...... 42 7.5.2.2. Establecimiento in vitro ...... 43 7.5.2.3. Histología ...... 44 7.5.2.4. Análisis de los datos ...... 45 8. RESULTADOS ...... 45 8.1. Colecta del material biológico...... 45 8.2. Identificación taxonómica ...... 47 8.3. Estudios etnobotánicos ...... 51 8.3.1. Conocimiento local de las aráceas útiles para la producción del mimbre y de la práctica artesanal ...... 51 8.3.2. El comercio del mimbre: Factores limitantes (sociales y económicos), condiciones pasadas y estrategias de mercado ...... 53 8.3.3. Intereses y motivaciones para conservar la práctica y las aráceas útiles para la producción del mimbre ...... 54 8.3.4. Sistema de Uso de la Biodiversidad (SUBD) ...... 55 8.3.4.1. Conocimiento asociado a la diversidad cultural ...... 55 8.3.4.2. Conflictos de derecho de propiedad y uso ...... 56 8.3.4.3. Categorías y espacios de uso ...... 57 8.4. Cultivo in vitro ...... 58 8.4.1. Inducción de respuesta morfogénica a partir del cultivo in vitro de hojas maduras en acuminatum Koch y Liebm ...... 58 8.4.2. Inducción de brotes y callo a partir del cultivo in vitro de discos de tallo en Monstera acuminatum K. Koch ...... 67 9. DISCUSIÓN ...... 75 9.1. La taxonomía de las aráceas identificadas ...... 75 9.2. Uso, manejo y conocimiento local de las aráceas útiles para la elaboración del mimbre ...... 76

9.3. Limitantes para el comercio y la conservación cultural del mimbre ...... 78 9.4. La conservación del mimbre...... 80 9.5. Influencia de patrones morfológicos, genotipo y estado fenológico en la sobrevivencia y reactividad de los explantes ...... 82 9.6. Microorganismos endófitos y defensas químicas propician resistencia en los explantes de Monstera deliciosa L...... 83 9.7. Influencia de los componentes del medio de cultivo (reguladores de crecimiento, antioxidantes, fungicidas y otros compuestos) y las condiciones artificiales de luz y temperatura en la capacidad organogénica de los explantes ...... 84 9.8. La influencia del genotipo y la polaridad en la regeneración de brotes ...... 89 10. CONCLUSIONES GENERALES ...... 89 11. LITERATURA CITADA ...... 92 12. ANEXOS ...... 106 12.1 Formato de entrevista semiestructurada ...... 106

RESUMEN

El mimbre es un recurso fitogenético útil que forma parte de una práctica artesanal mi- lenaria. Diversos hechos históricos y sociales han propiciado la pérdida progresiva de la práctica y el desuso de este recurso. Actualmente, el mimbre puede ser una alternativa económica que impulse el desarrollo sustentable y la conservación del medio ambiente. Por ello, en el presente trabajo se busca identificar las aráceas nativas empleadas en la producción del mimbre, mediante la recopilación del conocimiento local sobre los usos y costumbres asociados al mimbre en cinco comunidades, y el establecimiento de un pro- tocolo de introducción in vitro de las especies nativas para su conservación. La recopi- lación del conocimiento local y la colecta del material vegetal se llevó mediante las he- rramientas de la etnobotánica y la técnica del cultivo in vitro para su conservación. Se identificaron taxonómicamente a dos especies de aráceas útiles: Monstera acuminatum K. y Monstera deliciosa L. La fibra vegetal más usada fue la de M. deliciosa L., donde aún el 40 % de los hombres y 21.42 % de las mujeres mayores de 50 años tienen co- nocimiento actual sobre su uso. La mayoría de los informantes de la comunidad Benito Juárez El Plan, Cacahoatán, Chiapas están interesados en producir el mimbre y apren- der a elaborar artesanías. A pesar de que el mimbre es un material útil con valor cultural para los informantes, existen limitantes para su comercio y producción debido a las res- tricciones de uso y políticas de conservación implementadas por la ANP. Así también, fue posible establecer las bases de un protocolo in vitro para el establecimiento de am- bas especies, y en el caso de M. acuminatum, un protocolo de propagación in vitro, los cuales proporcionan información valiosa para su conservación ex situ.

Palabras clave: Monstera deliciosa, Monstera acuminatum, conservación, cultivo in vitro, etnobotánica, comunidades mam, desarrollo sustentable.

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1. INTRODUCCIÓN

Desde tiempos prehispánicos en México, el uso y manejo de los recursos naturales han sido la base de la economía que compone el sector primario, es decir, todas las activi- dades productivas que sustentan la alimentación, la medicina, la construcción, la mine- ría, la elaboración de vestimentas, entre otras. El conocimiento tradicional de los proce- sos, usos, manejo y productos ha sido el primer eslabón de las cadenas productivas, y el estudio, mantenimiento y seguimiento del mismo es la clave del éxito para todo pro- yecto de desarrollo con fines sustentables y alternativas de conservación (Cuevas- Sánchez 1991).

En la actualidad, la necesidad de realizar proyectos encaminados al desarrollo susten- table y conservación de los recursos naturales es una realidad que se vive fuertemente en la región del Soconusco, Chiapas. La problemática de la inseguridad alimentaria en el sector cafetalero, afecta principalmente a los pequeños productores de las comuni- dades indígenas del volcán Tacaná, ya que los costos de producción son altos, la ren- tabilidad es baja y se requiere una alta inversión tecnológica, ocasionando que a veces dichas comunidades prefieran otras actividades económicas (Junghans et al. 2012).

Estas otras actividades económicas deben ser innovadas a través de un enfoque de desarrollo local, entendiendo las necesidades, fortalezas y debilidades que presentan las comunidades de la región del Soconusco, que aclaren la situación actual y visuali- cen los caminos viables para la conservación bajo el enfoque de “conservar con desa- rrollo”, es decir, mediante el fomento de actividades ambientales que generen benefi- cios económicos y permitan mejorar las condiciones de vida a nivel local (Junghans et al. 2012; Escobar-Hernández et al. 2015), la cual se aplica en el modelo de las Reser- vas de la Biosfera de la UNESCO, como lo es en el caso del volcán Tacaná.

La producción del mimbre a través de la diversificación en los cafetos, puede ser una oportunidad económica viable; sin embargo, primero es necesario sentar las bases científicas a través de estudios sociales que permitan que la gente reconozca y revalore su conocimiento etnobotánico local, los usos y manejo de las aráceas útiles, el valor

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potencial y cultural de la fibra y su práctica artesanal, así como las motivaciones y opor- tunidades de mercado.

Por ello, el presente estudio tuvo como objetivos principales:

 Identificar las aráceas aptas para la extracción de la fibra natural (mimbre) a tra- vés de herramientas etnobotánicas a partir del conocimiento local.  Establecer un protocolo de introducción in vitro de las mismas, con el fin de sen- tar las bases científicas de futuros proyectos de desarrollo sustentable y de con- servación.

El conocimiento generado en la presente investigación puede tener beneficios múltiples, desde promover estrategias de manejo y conservar las especies nativas, recalcar la importancia cultural del mimbre, incorporar el cultivo in vitro en la propagación del mate- rial genético, impulsar el comercio de las fibras vegetales para incrementar la economía local del sector cafetalero del sureste de México. Además de ser útil para futuros pro- yectos de desarrollo sustentable como la diversificación productiva en los cafetales y atractivos turísticos en rutas culturales.

2. MARCO TEÓRICO

2.1. Araceae

La familia Araceae incluye 105 géneros y aproximadamente 3,300 especies, amplia- mente distribuidas en las regiones tropicales, subtropicales de América, África y sureste de Asia (Croat y Carlsen 2003). En México se conocen alrededor de 16 géneros y 140 especies nativas, de las cuales 54 son endémicas (Villaseñor 2016) y ocho se encuen- tran bajo alguna categoría de riesgo de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT- 2010; seis especies amenazadas y dos sujetas a protección especial (SEMARNAT 2010).

En el país se han registrado recientemente especies endémicas como Anthurium coico- yanense Croat & de Ávila que se localizó a 2400 m s.n.m. en Oaxaca (Croat y de Ávila 2015) y Monstera florescanoana Croat, T. Krömer et A. Acebey en Veracruz (Croat et al. 2010; Pérez-Farrera 2005), mientras que otras se encuentran amenazadas según la NOM-059-SEMARNAT-2010 como Monstera tuberculata Lundell var. tuberculata de

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Tabasco (Díaz-Jiménez et al. 2015), Monstera adansonii Schott y Monstera punctulata (Schott) Schott ex Engl. (Robles-Valle et al. 2000; SEMARNAT 2010).

En el suroeste del país, sólo en Tabasco se han encontraron un total de 44 taxas nati- vos en nueve géneros, que corresponden al 40 % de las 110 especies registradas en México. Se documentaron nueve registros nuevos de especies y se encontraron siete endémicas del país en el año 2015. Los géneros con mayor número de especies fueron Philodendron con 17 y Anthurium con 11 (Díaz-Jiménez et al. 2015). En Chiapas, la di- versidad biológica de las aráceas es amplia, principalmente en los géneros Philoden- dron con 21 especies, Monstera con siete y Anthurium con 37 (Pérez-Farrera 2005). El género con mayor distribución geográfica es Philodendron, mientras que Monstera pre- senta el mayor número de endemismos (Villaseñor 2016).

Al respecto, Pérez-Farrera (2005) propone hacer estudios de conservación para ará- ceas en la región del Soconusco principalmente a 1,000 – 4,000 m s.n.m. en la Sierra Madre de Chiapas y a 800 - 2,000 m s.n.m. en la Zona Alta de Chiapas, ya que asegura que son zonas con alta probabilidad de especies endémicas debido a las condiciones geográficas y ambientales de alta humedad atmosférica y abundantes lluvias.

Esta familia vegetal es de las más extensas y poco conocidas. En particular, el género Monstera comprende aproximadamente 60 especies de amplia distribución en regiones tropicales, desde México y las Antillas Menores hasta América del Sur en Brasil y Boli- via (Croat y Carlsen 2003). Este género es conocido por su diversidad de hábitats, grandes ejemplares y la presencia de características peculiares como la heteroblastia, es decir, la peculiaridad de tener diferentes morfologías en las hojas según el estado fenológico de la planta (Mayo et al. 1997). Las láminas de las hojas de individuos adul- tos, por lo general, poseen perforaciones, las cuales rompen una capa de aire inmóvil adyacente a la hoja y evitan que la hoja se sobrecaliente cuando se expone a mucha incidencia solar. El peciolo engloba toda la hoja desde su articulación en el tallo hasta la base de la lámina (Madison 1977).

La floración es a través de espatas de diversos tamaños, formas y colores, las cuales son semejantes a las inflorescencias, y son polinizadas comúnmente por insectos atraí-

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dos por los colores de las espatas, olores y néctar. Las semillas poseen endospermo abundante hasta el crecimiento del embrión, por lo general estas se mantienen frescas durante 2 a 3 días dentro de la espata, después van perdiendo humedad y a su vez la viabilidad (Madison 1977).

Las aráceas hemiepífitas están adaptadas para crecer en los troncos de los arboles de- bajo del dosel, germinando en el suelo, para después trepar hasta la copa de los árbo- les a través de raíces de anclaje y conectándose nuevamente al suelo con raíces de alimentación (Mayo et al. 1997; Madison 1977). Las raíces de anclaje que sirven para fijar la planta al sustrato o tutor, son generalmente estrechas, agravitrópicas y tienen crecimiento limitado que depende del contacto con el sustrato. La raíz de alimentación que se extienden hasta el suelo, suministra agua y nutrientes sueltos, presentan elon- gación amplia de hasta 30 m, son gravitrópicas, no producen pelos radiculares y pue- den colgar libremente en el aire o estar adheridas al tronco (Mayo et al. 1997).

Las aráceas presentan diversos usos, ornamentales (Anthurium, Philodendron, Rhaphi- dophora, Schismatoglottis, Scindapsus, Spathiphyllum, Syngonium, Xanthosoma, Mons- tera y Zantedeschia); alimenticios (Monstera, Xanthosoma y Spathiphyllum), como por ejemplo Xanthosoma robustum S. que posee rizomas comestibles o Spathiphyllum frie- drichsthali S. de la cual se consumen las flores cocidas con alto contenido proteico, y Monstera deliciosa L. cuyos frutos maduros son dulces y apreciados; artesanales, como es el caso de Heteropsis spruceana S., de la cual se usa la fibra natural extraída a partir de la raíz para hacer tejidos de cestería en Brasil, o los tallos de Montrichardia linifera S. que proporcionan una fibra que es adecuada para la fabricación del papel (Mayo et al. 1997; Chávez-Quiñones et al. 2009).

2.2. Fibras vegetales y sus usos

Las fibras vegetales son elementos estructurales asociados al tejido vascular que for- man parte de la composición de las plantas. Las fibras provienen de los tallos, raíces y hojas, por lo general derivado del xilema y se clasifican en textiles, para elaborar cepi- llos o escobas, para tejidos trenzados y cestería. Desde hace milenios, las fibras vege- tales son parte del desarrollo histórico de la civilización y recursos como materia prima

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artesanal para la construcción de viviendas, elaboración de vestidos ó transporte de alimentos con múltiples usos para el desarrollo humano antes de la invención de los plásticos en la era globalizada (Linares et al. 2008; Bravo-Marentes 1999).

La tala indiscriminada, la minería, la explotación de las plantas productoras de fibras, las modernas dinámicas de mercado, los derechos del uso de la tierra, la rentabilidad económica, la certificación y legalidad de productos no forestales, entre otros no han permitido un manejo integral de estos recursos y con ello la eficiencia del mercado (Sa- bogal et al. 2013; Linares et al. 2008). Por ello, la conservación de las plantas producto- ras de fibras y el desarrollo de estrategias del mercado pueden vislumbrar la riqueza cultural y biológica del país, generar información útil para la tradición cultural en torno a las artesanías y los procesos económicos que implica (Linares et al. 2008).

Una de las alternativas para llevar a cabo la conservación y el desarrollo es el Manejo Múltiple Forestal (MFM), el cual consiste en que bosques y selvas tropicales pueden generar ingresos sin necesidad de ser cortados con el uso de productos forestales no maderables. Por ejemplo, Hoffman (2015) propone implementar un sistema MFM a la fibra natural nibbi proveniente de la arácea Heteropsis flexuosa, ya que es un producto de Guyana, Brasil con fuerte potencial comercial, generador de empleo y de demanda internacional, pero con la problemática de un rendimiento bajo por hectárea, es decir, la cantidad de fibras cosechadas es mínimo comparado con el total de raíces por planta.

En México, la aplicación del MFM podría ser exitoso para muchas especies vegetales con uso artesanal, ya que el país posee más de 541 plantas de uso artesanal, 11.3 % está registrado en la NOM-059-ECOL-1994 y/o en la CITES, bajo alguna categoría de riesgo. La mayoría de las plantas son vasculares (536) y provenientes de las familias vegetales Fabaceae, Poaceae, Arecaceae, Asteraceae, Orchidaceae y Araceae. (Lina- res et al. 2008; Bravo-Marentes 1999).

El mimbre es una fibra que procede del xilema de las raíces de aráceas hemiepifitas, que se utiliza principalmente para la cestería, una técnica artesanal milenaria que se está perdiendo progresivamente por los cambios de vida, hechos históricos y factores sociales y culturales (Acebey et al. 2007). Este recurso fitogenético es valioso tanto pa-

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ra las sociedades indígenas y rurales como para la sociedad, en general debido a la real utilidad de los utensilios que se fabrican, su alto nivel estético, además de ser un enlace entre la historia del hombre y su entorno natural, en particular las plantas.

El MFM es una alternativa de manejo para el mimbre, ya que permite conservar la inte- gridad cultural del material en su entorno natural. Así, el recurso proporciona beneficio económico, mientras se conserva sin requerir grandes inversiones (Sabogal et al. 2013; Tapia-Tapia y Reyes-Chilpa 2008).

Actualmente, se desconoce la identidad taxonómica, el posible manejo agronómico lo- cal, la diversidad de usos y el conocimiento local de las aráceas útiles para producir mimbre en la región del Soconusco. Así tambien se desconocen las características físi- cas y mecánicas que debe reunir la fibra, cómo y cuándo debe ser extraída, la demanda local, las oportunidades de mercado y el potencial de la práctica para fines comerciales.

Partir de la información que la comunidad local todavía conserva acerca del mimbre es un elemento fundamental para el diseño de proyectos productivos que promuevan el desarrollo sustentable de la región. Como el caso de Tapijulapa, conocido como “Pue- blo Mágico del Mimbre”, que basa su economía en la producción de artesanía de mim- bre y en el ecoturismo que esta actividad genera. Es una localidad del municipio de Ta- cotalpa, Tabasco, de clima cálido húmedo con lluvias todo el año, se encuentra rodeada de selva alta perennifolia y alberga alrededor de 112 especies de mamíferos, 44 de pe- ces, 78 de reptiles y 2,000 plantas (75 de bromelias) (Pueblos de México mágicos 2017; México desconocido 2017).

Los artesanos de Tapijulapa han logrado que el mercado del mimbre sea un éxito, ya que la actividad económica más importante es la artesanal, la cual ha trascendido gene- raciones y ha consolidado la venta de artesanías, muebles y bisutería con una amplia gama de diseños. La fibra del mimbre es conocida como mutusay [del zoque mutus (pequeño) - muj (remojar) - sai (bejuco)], que proviene de la arácea Philodendron radia- tum Schott var. Radiatum (México desconocido 2017; Díaz-Jiménez et al. 2015).

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2.3. El mimbre en el Soconusco

La región del Soconusco se localiza entre las coordenadas 15°19' N de longitud y los 92°44' O de latitud, es conocida como la frontera comercial y la zona cafetalera de Chiapas, colinda al norte con las regiones IX Istmo Costa y XI Sierra Mariscal, al este, sur y oeste con el Océano Pacífico, abarca los municipios de Acacoyagua, Acapetahua, Cacahoatán, Escuintla, Frontera Hidalgo, Huehuetán, Huixtla, Mazatán, Metapa, Su- chiate, Tapachula, Tuxtla Chico, Tuzantán, Unión Juárez y Villa Comaltitlán (S.H. 2012).

La región se caracteriza por las zonas tropicales y templadas como el Bosque Mesófilo de Montaña (BMM) y Selva Mediana Subperenifolia, los cuales son hábitat preferencial de las aráceas pertenecientes a los géneros Monstera y Philodendron entre las altitudes de los 900 a 2,220 m s.n.m. El área natural Reserva de la Biosfera Volcán Tacaná que se localiza a 15º 08’ 04’’ 56 N de latitud y 7º 01’ 42’’ 62 E de longitud, abarca más de 6, 378 ha de este tipo de vegetación que presenta alta diversidad florística y endemismos (SEMARNAT-CONANP 2013). Actualmente, el BMM es un área transformada por la deforestación y la ganadería intensiva que ponen en peligro de extinción a epífitas, he- miepífitas, trepadoras y lianas nativas que habitan en los árboles (CONABIO 2009).

La región se caracteriza por poseer la dinámica migratoria más importante de la frontera sur, una actividad comercial preponderante, riqueza natural e historia cosmopolita y emprendedora que se deriva de todas las interacciones de los fenómenos sociales, económicos y ambientales. Por ello, es una región con oportunidades únicas de desa- rrollo que demanda soluciones particulares encaminadas al beneficio de toda la socie- dad (Sánchez y Jarquín 2008).

Desde tiempos remotos, la región se denominó Zaklohpakap y su antigua capital mam, que significaba "lugar de los antepasados”. El principal grupo maya que se asentó en la región fue el grupo mame que significa “autóctonos”, su origen está relacionado con las huastecas que se desprendieron de los Valles del Missisippi y se unieron a los grupos toltecas iniciando las primeras grandes culturas de México, que después del siglo III - IV emigraron a Tabasco, Chiapas y Yucatán en búsqueda de mejores oportunidades de vida (De la Cerda 1940; Peña-Piña 2008). En 1930, habitaban cerca de 20,761 indíge- nas mam, de los cuales 177 hombres y 172 mujeres eran monobilingües en Cacahoa-

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tán; tres hombres y dos mujeres en Tapachula, y 54 hombres y 57 mujeres en Unión Juárez (De la Cerda 1940).

La historia de los mames en el Soconusco se enmarca en la principal actividad econó- mica del cultivo de café y la expropiación de las fincas cafetaleras. Durante el periodo colonial, fueron despojados de sus tierras agrícolas y de otros bienes para que trabaja- rán en fincas cafetaleras, prohibiéndoles el desempeño de otras actividades económi- cas, condenándolos a pagos injustos y a una violencia constante (Hernández-Castillo 1994). Después de 1882, la castellanización forzó la integración de los indígenas a la nación mexicana con la eliminación paulatina de su lengua, cosmovisión y tradiciones hasta de su identidad étnica (Quintana-Hernández y Luis-Rosales 2006; Bartra-Vergés 2011; Peña-Piña 2008).

Las actividades económicas del hombre mam eran los jornales en fincas cafetaleras, en haciendas o como pequeños productores, y las actividades de las mujeres eran la agri- cultura, el comercio a pequeña escala y la venta de artesanías (hamacas, canastas, tortilleros, entre otros) a los mercados de Tapachula, Cacahoatán y Tuxtla Chico (Quin- tana-Hernández y Luis-Rosales 2006).

Las comunidades mam asentadas en el Volcán Tacaná usaban diferentes tipos de fi- bras naturales: el petate para sus camas, el metate para sus instrumentos de cocina, el carrizo y el mimbre para hacer canastos de tapisca, así como para amarrar las vigas de las casas (De la Cerda 1940). Sin embargo, con el tiempo se propició el desuso de es- tas fibras naturales, y desde hace más de 20 años, el mimbre ha sido reemplazado por otros materiales más resistentes como el plástico, ocasionando su pérdida cultural en la región (Acebey et al. 2007; Castellanos-Camacho 2011).

El mimbre se comercializaba en el mercado fronterizo antes de la delimitación territorial en México, a través de los flujos migratorios para la compra y venta entre Guatemala y México (Peña-Piña 2008). El comercio del mimbre dependió de las condiciones econó- micas entre ambos países, a la calidad de las mercancías y a las preferencias del con- sumidor (Quintana-Hernández y Luis-Rosales 2006). Después, cuando se promulgó la ley agraria en la época carrancista, el mimbre fue catalogado como mercancía de con-

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trabando, ya que el comercio no estaba regulado y la demanda era creciente por los migrantes, además la mayoría de las tierras donde se extraía el material ya eran de propiedad privada, lo cual restringía su colecta y uso, entonces su comercio fue prohibi- do y penado (Peña-Piña 2008; Castillo 2008).

El Soconusco encara dificultades en las nuevas condiciones del mercado en la produc- ción del café, si bien se han logrado proyectos de desarrollo local sustentables con el café orgánico a través de las estrategias del valor agregado, reducción de los eslabo- nes de la cadena productora y producción a escala local (Orlando-Tejada 2008), aún las oportunidades económicas pueden ampliarse para los pequeños productores a través de la diversificación de los cafetos con otros cultivos, organismos nativos y sistemas que aún no se conocen, son poco evaluados o requieren manejos susceptibles a ser mejorados (Sánchez y Jarquín 2008), pero que claramente son una oportunidad de co- mercio local, como es el caso del mimbre.

La diversificación de los cafetos locales con el material nativo del mimbre no sólo repre- sentaría una alternativa económica para los pequeños productores de café en la región, sino que también significaría una revaloración de la cultura mam, que implicaría recupe- rar una práctica ancestral y aprovechar el recurso filogenético de manera sustentable, es decir, bajo un manejo que no comprometa a los recursos para las nuevas generacio- nes.

2.4. Conservación del patrimonio biocultural

La conservación cultural es el mantenimiento del patrimonio cultural que se hereda y trasciende generaciones, el cual identifica y representa una sociedad (Caraballo-Perichi 2011). El patrimonio biocultural es la diversidad de recursos bióticos en distintos gra- dientes del manejo y el uso de los recursos naturales, según los patrones culturales y recursos fitogenéticos adaptados localmente (Boege 2008). El patrimonio biocultural se plasma en las prácticas productivas (praxis) organizadas bajo un repertorio de conoci- mientos tradicionales (corpus) y relacionado con el sistema de creencias (cosmos) liga- dos a rituales y mitos de origen (Toledo et al. 2010).

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Por ello, la sociedad debe reconocer que la conservación de la biodiversidad implica la diversidad cultural de los pueblos indígenas. La importancia de llevar a cabo la conser- vación biológica bajo el enfoque biocultural se basa en el uso de conocimientos locales “tradicionales” como ejes estratégicos de conservación biológica, de acuerdo a las ne- cesidades particulares y culturales de cada región. Esta herramienta es estratégica para países megadiversos como México, siendo los pueblos indígenas los actores sociales centrales para la conservación y el desarrollo sustentable según el artículo 8 del Con- venio sobre Diversidad Biológica de la Organización de las Naciones Unidas (Boege 2008).

El conocimiento local acerca del mimbre y su uso artesanal son parte del patrimonio biocultural de la región del Soconusco que se está perdiendo progresivamente. Por ello, es importante y necesario rescatar el conocimiento local sobre el uso y manejo de la planta útil para la producción del mimbre, transmitirlo de generación en generación y reapropiarlo por la descendencia mam en beneficio de toda la sociedad, ya que le asig- na un valor cultural e histórico al recurso fitogenético (Álvarez y Londoño 1996; Mon- dragón y Villa-Guzmán 2008; Castellanos-Camacho 2011; Prado de Santayana y Gó- mez-Pellón 2003).

2.4.1. La etnobotánica

La etnobotánica es la ciencia que permite la recopilación del conocimiento local como actividad científica que busca la veracidad de los conocimientos tradicionales de las plantas a través de la observación y la experimentación desde la perspectiva biológica y antropológica. Los estudios etnobotánicos en conjunto con los estudios de conservación biológica dan información valiosa para generar políticas apropiadas de manejo y desa- rrollo sostenible mediante el conocimiento de sistemas y técnicas tradicionales y el im- pacto humano en los procesos de empobrecimiento y enriquecimiento biológico a través de distintas escalas de tiempo (Gómez-Pompa 2001).

La etnobotánica permite conocer, recopilar y valorar el conocimiento local de cada re- gión, el uso botánico y el análisis sociocultural (Friedberg 2013). El objetivo de la etno- botánica es recopilar la mayor información posible que permita reconocer las técnicas

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tradicionales, las formas en que los grupos étnicos socializan y practican el aprovecha- miento de las plantas, así también informan sobre la conservación de la identidad cultu- ral de cada región. Las herramientas etnobotánicas consisten en recorridos, entrevistas abiertas, semiabiertas o cerradas a personas locales, que pueden ser más completas con la observación participativa y la organización de talleres en las comunidades rurales (Lagos-Witte et al. 2011; Friedberg 2013).

Los estudios etnobotánicos tienen muchas aplicaciones, como la diversidad de usos ó desusos de especies nativas y el potencial de empleo (Álvarez y Londoño 1996). Al respecto, Acebey y colaboradores (2007) lograron registrar 42 especies nativas de ará- ceas y 51 de bromelias en los bosques montanos húmedos de Bolivia. Los principales usos actuales detectados fueron medicinal, ornamental, comestible y de material de construcción para especies de aráceas, y ornamentales y medicinales para bromeliá- ceas. El uso potencial de ambas familias vegetales fue el ornamental. Así también, Acebey y colaboradores (2010) encontraron que el potencial de uso de aráceas he- miepífitas en Bolivia es el uso artesanal, ya que son utilizadas para fabricar material de construcción y atadura por los pueblos indígenas.

Por otro lado, la etnobotánica ha permitido encontrar propiedades medicinales de algu- nas plantas, a través de la medicina tradicional de los pueblos y descubrir aplicaciones farmacológicas. Colares y colaboradores (1997) descubrieron un antioftálmico a partir de la arácea Pistia stratiotes L., también llamada “repollito de agua”. En plantas perte- necientes al género de Monstera se han encontrado infinidad de propiedades medicina- les y tóxicas, como es el caso de Monstera obliqua M., conocida como “huacapu” ó “iti- ningue” en la Amazonia, de la cual se usan sus hojas para el tratamiento de erisipelas, caspa, otitis, resfriado y reumas, y las raíces para el tratamiento de la artritis e hidrope- sía. Así también, se descubrió su aplicación farmacéutica como cicatrizante de úlceras y como antiinflamatorio debido al contenido de amidas (hidroxicinamil y aminas aromá- ticas) en hojas y raíces de la misma (Escalante-Quintana 2012).

De acuerdo a Gómez-Pompa (2001) la etnobotánica en México responde a un modelo positivista, que privilegia la cuantificación sobre la descripción, es decir, estudios etno- botánicos basados en métodos cualitativos y cuantitativos que enmarquen la conserva-

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ción de los recursos fitogenéticos y su mejoramiento través de la conservación in situ y ex situ, la clasificación y manejo de recursos naturales por un grupo humano.

Por ello, el uso de entrevistas semiestructuradas y de índices cuantitativos en los estu- dios etnobotánicos permiten profundizar más sobre la información local e interpretar los resultados de forma más certera y clara (Castellanos-Camacho 2011). La información que se puede obtener con este tipo de estudios, va más allá del conocimiento local de las plantas, sus usos, las amenazas de las mismas, sus propiedades medicinales y tó- xicas, ya que detallan información acerca de los usuarios, la frecuencia de uso, la ri- queza de uso por usuario y el valor cultural de las especies útiles.

Al respecto, Mondragón y Villa-Guzmán (2008) determinaron que los usuarios que te- nían un conocimiento local de las plantas útiles más amplio eran aquellos que desem- peñaban actividades relacionadas con la recolección y comercio de las mismas, los cuales se clasificaban entre los 20 y 30 años de edad, mientras que los de 60 años en adelante fueron los que menos reconocieron a las especies útiles.

Castellanos-Camacho (2011) menciona que el Sistema de Uso de Biodiversidad (SUBD), del Instituto Alexander von Humboldt, es un método cuantitativo útil en estu- dios etnobotánicos ya que permite el desarrollo de enfoques interdisciplinarios centra- dos en la gente, abre nuevas alternativas de manejo y oportunidades de conservación, que potencializa y protege los saberes locales.

2.5. Conservación biológica

La conservación biológica es la disciplina dedicada a preservar, rescatar, mantener, estudiar y utilizar la biodiversidad (Pezoa 2001). La conservación de las poblaciones locales de las aráceas útiles para la elaboración del mimbre es importante y necesaria porque se trata de especies nativas con valor comercial y cultural adaptadas a las con- diciones climáticas y edafológicas de la región (Linares et al. 2008).

La conservación de estas especies puede ser ex situ, ya que es posible almacenar y mantener el germoplasma de muestras genéticamente representativas, seleccionar ge- notipos con mayor capacidad regenerativa y reintroducir después el germoplasma a su

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hábitat natural (Pezoa 2001). Los métodos de conservación ex situ incluyen el almace- namiento de semillas, bancos de genes en campo, colecciones in vitro y jardines botá- nicos (Sánchez-Chiang y Jiménez 2010).

Las alternativas de conservación in vitro han permitido la preservación de recursos fito- genéticos para su uso futuro con fines de mejoramiento genético, investigación y pro- pagación (Sánchez-Chiang y Jiménez 2010). Una de estas, es el cultivo in vitro de par- tes vegetativas, el cual es ideal para el almacenamiento del germoplasma de especies con valor comercial o en peligro de extinción, durante un periodo prolongado, y útil para la multiplicación vegetal, el mejoramiento genético y el control de la estabilidad genética de los individuos (Plascencia et al. 2011; Reed et al. 2013).

2.5.1. El cultivo in vitro

El cultivo in vitro es el conjunto de técnicas que permiten el crecimiento y desarrollo de tejidos vegetales en un medio nutritivo bajo condiciones ambientales controladas y asépticas, que aplica el concepto de la totipotencia de las células vegetales (Daorden 2012). El cultivo in vitro puede llevarse a cabo a través de la organogénesis, la forma- ción de órganos (brotes, raíces, flores, tallos, etc.) a partir de cualquier parte vegetal que promueve la división celular, y da origen a meristemoides, es decir, regiones locali- zadas de células pequeñas, organizadas de citoplasma denso y núcleos prominentes que pueden tener conexiones vasculares (Gálvez-Pineda 2007; Litz y Jarret 1991).

La introducción in vitro de cualquier material vegetal requiere de protocolos de desin- fección eficientes que permitan la morfogénesis y la reactividad de los explantes. Para ello, se debe considerar el tipo de explante, genotipo, agentes químicos, concentracio- nes, tiempos de exposición y temperatura de desinfección, los cuales permitan la elimi- nación de los microorganismos y no dañe las células vegetales del explante (Mroginski y Roca 1991).

2.5.1.1. Desinfección in vitro

En general para la desinfección de cualquier material vegetal es recomendable el uso de los agentes desinfectantes: etanol al 70 % e hipoclorito de sodio (NaOCl) con ingre-

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diente activo de 5.35 % bajo concentraciones inferiores del 5 %, al cual se le puede adi- cionar un agente mojante (Tween 80 o Tween 20), que mejore el contacto superficial del explante con la solución desinfectante, y de esta manera erradicar los microorga- nismos sin provocar daños severos al tejido vegetal (Gantait y Mandal 2010; Roca y Mroginski 1991). Así también Roca y Mroginski (1991) recomienda lavar las hojas con agua y jabón líquido antes de la inmersión en estas soluciones desinfectantes, hacer dos lavados con agua esterilizada después de cada proceso y si el explante proviene de campo, hacer doble inmersión de hipoclorito de sodio (NaOCl).

Para determinar los tipos y dosis de los agentes desinfectantes y tiempos de exposición adecuados para el explante, es necesario hacer pruebas previas al proceso de desin- fección, como lo llevó a cabo Ruiz-Ruiz (2000) en hojas de Anturium andreanum L., quién determinó que es necesaria la inmersión en etanol al 70 % por 5 s, seguido de la inmersión en hipoclorito de sodio durante 15 min, en hojas jóvenes al 3% y en hojas maduras al 4.5 %, para asegurar más del 80 % de los explantes sin contaminación. Mientras que, Montes y colaboradores (2004) aplicaron un tratamiento de desinfección de doble inmersión de hipoclorito de sodio al 0.53 % + Tween 20 por 30 min y a 0.27 % + Tween 20 por 20 min, el cual resultó efectivo para asegurar el 96 % de los explantes.

Blanco y Valverde (2004) lograron un protocolo de desinfección en yemas apicales y laterales de Philodendron corcovadense K. provenientes de invernadero con el 90 % de sobrevivencia, usando una solución fungicida-bactericida (Benlate y Agrimicin a 2 g/ L) por 30 min, antes de las inmersiones en etanol y una doble inmersión en hipoclorito de sodio al 3.5 % por 10 min y al 1 % por 15 min.

El uso de antibióticos en los procesos de desinfección es recomendable para el material vegetal con microrganismos endófitos y en cultivos de corta duración, ya que la alta es- pecificidad de estos agentes previene la proliferación de todos los microorganismos y pueden modificar la composición de los medios de cultivo (Gantait y Mandal 2010; Mroginski y Roca 1991). En relación con lo anterior, en láminas foliares de Anturium andreanum L., Atak y Celik (2009) lograron un protocolo de desinfección eficiente pri- mero con una inmersión en etanol al 70 %, seguido de una inmersión en solución de gentamicina al 20 % por 30 min y después en NaOCl del 5 % (v/v) por 12 min.

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Ruiz-Ruiz (2000), Valle-Sandoval y colaboradores (2008) y Materán-Oviedo y colabora- dores (2008) mencionan que es útil realizar una última inmersión en solución antioxi- dante, principalmente en explantes de tejido joven. Esto porque el tejido joven libera con mayor rapidez polifenoles que provocan la oxidación. Al respecto, Valle-Sandoval y colaboradores (2008) desinfectaron tallos del crisantemo (Dendranthema X grandi- florum Kitam), primero con una solución de detergente al 3 % (p/v) por 3 min, etanol al 70 % por 1 min y solución de hipoclorito de sodio al 1.5 % + Tween 20 por 10 min. Ellos realizaron tres enjuagues con agua destilada estéril y fueron inmersos en una solución antioxidante. Las soluciones antioxidantes son compuestos de ácidos orgánicos como el ascórbico y cítrico, cisteína ó PVP, Materán-Oviedo y colaboradores (2008) reco- miendan una solución antioxidante de benomil + cisteina al 50 mg / L al final de la de- sinfección de microtallos de Pinus radiata D. Don.

2.5.1.2. Organogénesis in vitro

La organogénesis in vitro depende de la capacidad de regeneración de los explantes, la cual está asociada a las respuestas morfogénicas (hinchazón, alargamiento, doblamien- to, formación de callo ó brotes) y determinada por factores bióticos (genotipo y estado de desarrollo), abióticos (luz, pH, temperatura, nutrientes orgánicos e inorgánicos y re- guladores de crecimiento) y sus interacciones (Mroginski y Roca 1991; Gantait y Man- dal 2010; Ruiz-Ruiz 2000; Geier 1986).

La organogénesis directa es el desarrollo de yemas o meristemos radicales a partir del tejido vegetal que se cultivó, mientras que la organogénesis indirecta es la inducción de la formación de una masa amorfa de células indiferenciadas llamadas “callo”, el cual posteriormente puede inducir la formación de brotes (Litz y Jarret 1991; Gantait y Man- dal 2010). Los brotes pueden ser adventicios, si se derivan de tejido no meristemático, y axilares si se derivan de tejido meristemático preexistentes como las yemas (Gantait y Mandal 2010).

La variabilidad asociada al genotipo de la especie vegetal es un factor determinante en las respuestas del material vegetal en condiciones in vitro (Mroginski y Roca 1991). En el caso del cultivo in vitro de anturio, la variabilidad genética es alta, ya que se han ob-

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servado un gran número de diferencias genéticas en las plantas de la misma especie, encontrando una estrecha correlación entre la habilidad de formar callo y el crecimiento de los cultivos, por ello no es fácil y conveniente inducir brotes a partir de callo (Geier 1990).

Así mismo, el potencial organogénico de un explante es inversamente proporcional a su edad fisiológica, es decir, los tejidos juveniles poseen un mayor grado de actividad me- ristemática y tienden a tener mayor plasticidad in vitro ( Litz y Jarret 1991), como lo menciona Geier (1990) que para obtener un protocolo de regeneración in vitro exitoso de Anthurium andraeanum L, el explante debe provenir de tejido joven, ya que por ser planta monocotiledónea, el aumento de la dureza del tejido disminuye la capacidad de regeneración.

La respuesta que se desea inducir está asociada fuertemente con el tipo y tamaño del explante, por ejemplo para la mayoría de las plantas la inducción de callo se puede lle- var a cabo a partir de cualquier parte vegetativa, pero la formación de callo organogéni- co requiere de tejido con alta actividad meristemática, mientras que entre más grande sea el explante, mayores son las probabilidades de producción callosa debido al conte- nido hormonal interno, aunque esto implique mayores probabilidades de heterogenei- dad y contaminación (Mroginski y Roca 1991). Pierik (1990) menciona que las hojas tienen mayor capacidad de respuesta para la inducción de callo y las yemas axilares para la inducción directa de brotes.

La composición del medio de cultivo que consiste en la mezcla de sales minerales, vi- taminas, carbohidratos, agente gelificante, reguladores de crecimiento y otros antioxi- dantes ó agentes fungicidas, es el factor abiótico principal que influye en la división ce- lular y cambios bioquímicos de las células vegetales (Pierik 1990). La regeneración in vitro de anturios, es posible con la formulación de sales minerales Murashige y Skoog (1962), empleándose la mitad de los macroelementos, el total de los microelementos y sales de hierro, glucosa, glutamina y la adición de las fitohormonas BAP (citoquinina) y ácido 2,4-D (auxina) que permiten la inducción y diferenciación de callo organogénico (Geier 1990; Litz y Jarret 1991).

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La sinergia de los reguladores de crecimiento adicionados al medio de cultivo, las hor- monas vegetales y los componentes del medio de cultivo favorece la multiplicación di- recta de brotes a partir de yemas axilares (Gantait y Mandal 2010), como sucedió en la regeneración directa de brotes de A. andreanum L. al adicionar agua de coco (150 mg / L) en combinación con la vitamina B5 (0.5 mg/L), polivinilpirrolidona (PVP) (200 mg /L) y AIA (0.1 mg / L) (Mahanta y Paswan 2001).

En relación con lo anterior, Mroginski y Roca (1991) mencionan que la adición de otros componentes al medio de cultivo pueden provocar cambios fuertes en su composición, por ejemplo, el uso de precursores de aminoácidos como el ácido cítrico, malíco, succí- nico y pirúvico, o el uso de antioxidantes como el ácido ascórbico, L-cisteína, PVP y PPM pueden producir efectos inhibidores del crecimiento celular y de agentes contami- nantes, reducir los niveles de polifenoles o incluso efectos tóxicos al interaccionar con otros componentes.

Por otro lado, el pH influye significativamente en la eficiencia de la regeneración directa. Según Martin y colaboradores (2003), las hojas de los anturios bajo condiciones in vitro desarrollan un alto número de brotes a un pH de 5.5 y a un pH más bajo o alto se ob- servan altos porcentajes de oxidación que se presenta con el oscurecimiento del tejido.

Las condiciones de temperatura y luz deben ser diferentes y controladas para lograr la respuesta esperada (Mroginski y Roca 1991). Al respecto Gantait y Mandal (2010) en- contraron que la frecuencia de la inducción de callo fue alta en los explantes bajo con- diciones de oscuridad, y en los explantes en condiciones de luz no desarrollaron callo entre 25 y 28 °C, mientras que Murillo-Gómez y colaboradores (2014) observaron que la inducción de brotes es posible en un fotoperiodo de 16 / 8 h y a 23 ± 2 ºC en A. an- draeanum L.

En la organogénesis indirecta, Geier (1990) señala que la inducción de callo organogé- nico depende de la posición del explante, la interacción con los componentes del medio de cultivo, principalmente los fitorreguladores adicionados, el contenido hormonal endó- geno y el genotipo.

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Yu y colaboradores (2009) encontraron que los explantes de hoja de A. andreadrum L tienen totipotencia celular para inducir callo organogénico, respuesta que se logró con sales MS al 50 % suplementado con vitaminas y los fitorreguladores ácido 2,4-D y BA. Así también Ruiz-Ruiz (2000) identificó que la combinación de 2,4-D a 0.05 mg / L y BAP a 0.5 mg / L de 2,4-D en el medio de cultivo MS permite la mayor formación de callo y el menor promedio de explantes oxidados, mientras que Del Rivero-Bautista y colaboradores (2008) encontraron que la combinación de 2,4-D a 6.74 μM y kinetina a 2.32 μM es ideal para la formación de callo.

La organogénesis directa se puede llevar a cabo a partir de yemas axilares ó discos de tallo. Blanco y Valverde (2004) determinaron el medio MS suplementado con 7 mg / L de BA, 3 mg / L de KIN, 160 mg / L de sulfato de adenina, 170 mg / L de NaH2PO4.H2O y 8 g / L de agar como el tratamiento hormonal ideal para una tasa de multiplicación de tres brotes por yema axilar (explante) en Philodendron corcovadense K. a las cuatro semanas de cultivo. Al respecto, Murillo-Gómez y colaboradores (2014) lograron tasas de multiplicación de hasta 23.7 brotes por explante al mes en Anthurium antioquiense E., con el uso del medio MS al 50 % y la adición de BAP (1 mg / L).

Por otro lado, la inducción de brotes a partir de discos de tallo es posible con medio MS, 3 % de sacarosa y 0.6 % de agar, suplementado con las combinaciones de dos auxinas y una citoquinina (Ríos et al. 2005). Al respecto, Valle-Sandoval y colaboradores (2008) encontraron que la combinación de BAP (2 mg / L) y AIA (0.1 - 1.8 mg / L) dio los ma- yores porcentajes de explantes con brotes de crisantemo, mientras que Iracheta- Donjuan y colaboradores (2003) identificaron a la combinación de BAP (1.5 mg / L) y AIA (1.0 mg / L) ideal para la formación de brotes en maíz. En ambos estudios se res- petó la polaridad positiva de los tallos y fue posible la regeneración directa del material vegetal.

3. JUSTIFICACIÓN

En Chiapas, la producción de café es una de las principales actividades económicas, que actualmente se encuentra en crisis. Los rendimientos de los granos de café han disminuido fuertemente por enfermedades como la roya y plagas como la broca, ya que

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no se han logrado combatir por la resistencia de los agentes patógenos y los cambios climáticos actuales que aseveran la situación (Orlando-Tejada 2008). Por esta razón, es necesaria la búsqueda de alternativas económicas que contribuyan a la seguridad ali- mentaria, el desarrollo regional y el aprovechamiento sustentable de los recursos fito- genéticos.

Al respecto, la FAO y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) han propor- cionado el financiamiento para el desarrollo regional, con el fin de reducir la pobreza a través del uso de los conocimientos y habilidades locales que promuevan las formas tradicionales de ganarse el sustento y administrar sus recursos (CINU 2011, FAO 2009). Un recurso fitogenético local que promueve tradición es el mimbre, el cual puede ser viable como alternativa de desarrollo sustentable para la región del Soconusco.

El presente trabajo de investigación busca aportar las bases científicas de la biología, la taxonomía, el uso y el conocimiento local de las especies útiles en la elaboración del mimbre, que permita vislumbrar su potencial como un material comercial a través del uso de herramientas etnobotánicas y biotecnológicas. Así proporcionar no solo informa- ción acerca de su diversidad biológica, de su conservación, y de la diversidad de usos, sino también de la diversidad étnica y cultural que implica la práctica cultural y las opor- tunidades económicas de esta fibra natural.

Con el apoyo del grupo GIEZCA (Grupo de Investigación de ECOSUR en Zonas Cafe- taleras) encaminados a resolver esta problemática en la región y el grupo de Diversidad biológica y cultural del proyecto REDISA (Junghans et al. 2012), se espera desarrollar proyectos de conservación e investigación con el uso del cutlivo in vitro, y de manejo local del mimbre a mediano y largo plazo a tráves de un cultivo diversificado con los cafetos de los pequeños productores, que abran las posibilidades de un mercado local con redes de comercialización y aporte una alternativa económica sustentable para las comunidades chiapanecas.

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4. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

En el contexto que se justifica la investigación, el mimbre en el Soconusco es un recur- so fitogenético proveniente de aráceas nativas que tiene uso local y que se comerciali- zaba por las residentes comunidades mam en el volcán Tacaná. La fibra forma parte de una práctica artesanal milenaria, la cual se está perdiendo progresivamente por los he- chos históricos sociales, cambios en los modos de vida y la globalización, propiciando el desuso de esta materia prima por otros materiales más rentables como el plástico.

Debido a la falta de estudios sobre la diversidad florística de las aráceas en la región, el desconocimiento de los usos y el manejo agronómico de las aráceas útiles y la carencia de bases científicas que justifiquen el valor potencial del mimbre y las oportunidades de mercado es necesario investigar el conocimiento local del mimbre y la identificación ta- xonómica de las aráceas. Así también, debido a la necesidad de conservar y aprove- char de forma racional este recurso fitogenético es preciso plantear una propuesta de conservación in vitro que permita la propagación y almacenamiento del germoplasma, ya que no solo hablamos de una conservación biológica, sino también cultural.

Por lo anterior, en la presente investigación nos planteamos las siguientes preguntas, ¿Cuáles son las aráceas nativas útiles y el conocimiento local relacionado a ellas acer- ca del uso y manejo del mimbre? y ¿Cuáles son los protocolos de desinfección y trata- miento hormonal en condiciones in vitro que favorecen la supervivencia y reactividad morfogénica de estas aráceas?

5. HIPÓTESIS  Las plantas empleadas en la producción del mimbre son conocidas con mayor frecuencia por las personas mayores de 50 años.  En una comunidad existen el interés, las propuestas y las motivaciones para conservar la práctica artesanal.  Uno de los tratamientos in vitro presenta ≥ 80 % de supervivencia y de reactivi- dad, y ≤ 20 % de contaminación en al menos una especie.

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6. OBJETIVOS

6.1. OBJETIVO GENERAL

Identificar las aráceas nativas empleadas en la producción del mimbre, mediante la re- copilación del conocimiento local sobre los usos y costumbres del mimbre en cinco co- munidades de la región del volcán Tacaná, y el establecimiento de un protocolo de in- troducción in vitro de las especies nativas para su conservación y futuro desarrollo sos- tenible.

6.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Recopilar el conocimiento local sobre usos y costumbres acerca del mimbre a partir de comunidades rurales de la Reserva de la Biósfera Volcán Tacaná y del municipio de Tapachula.  Determinar taxonómicamente las aráceas útiles para la producción del mimbre.  Establecer protocolos de cultivo in vitro de hojas y discos de tallo en las aráceas identificadas mediante la evaluación de métodos de desinfección y tratamientos hormonales.

7. MATERIALES Y MÉTODOS

7.1 Área de estudio

La investigación de campo se llevó a cabo en cinco comunidades del Soconusco, cua- tro dentro de la Reserva de la Biósfera Volcán Tacaná: Aguacaliente y Benito Juárez El Plan en el municipio de Cacahoatán; Chiquihuites y Fracción Barrio Nuevo en el muni- cipio de Unión Juárez, y la comunidad Guadalupe en el municipio de Tapachula (Figura 1).

En las cinco comunidades se llevó a cabo el estudio etnobotánico y en Fracción Barrio Nuevo y Guadalupe se hizo la colecta del material biológico.

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Figura 1. Mapa georeferenciado de las localidades de estudio. Polígono de líneas azu- les corresponde al territorio con vínculo paisajístico comprendiendo la Reserva de la Biosfera Volcán Tacaná (Bertolini 2017).

Las comunidades de estudio se localizan geográficamente bajo condiciones ambienta- les distintas que permiten el desarrollo de diferentes actividades productivas, como se observa en el Cuadro 1.

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Cuadro 1. Características geo referenciales y demográficas de las localidades donde se llevó a cabo el estudio etnobotánico.

Comunidad Longitud Latitud Altitud P. % % Act. Prod. (Oeste) (Este) (m Hab Pob. Pob. s.n.m) Ind Hab. Aguacaliente -92.1571 15.1649 1503 345 51.5 24.6 Cultivo de ca- fé, milpa, hor- talizas y venta de comida

Chiquihuites -92.1005 15.0922 2052 331 35.9 8.1 Venta de flo- res, cultivo de frijol y milpa

Benito Juárez -92.1486 15.0865 1444 271 77.4 30.2 Cultivo de ca- El Plan fé, milpa, frijol y hortalizas, artesanías y venta de comi- da

*Fracción -92.1137 15.0676 1508 105 13.3 1.9 Cultivo de ca- Barrio nuevo fé, milpa, ajon- jolí, hortalizas y frutales

*Guadalupe -92.3058 14.9775 228 52 ------Cultivo de ca- fé, cacao, maíz, ajonjolí, ganadería y carpintería *= Indica las comunidades donde se colectaron las aráceas productoras de mimbre. P. Hab= Total de habitantes, % Pob. Ind= porcentaje de población indígena, % Pob. Hab= porcentaje de población que habla lengua indígena. Act. Prod= Actividades productivas. Datos de INEGI 2010 (SEDESOL 2013; PueblosAmerica.com 2016).

En la presente investigación se usó una metodología mixta. El método cualitativo para el análisis de las entrevistas etnobotánicas y los métodos cuantitativos para el análisis de los índices etnobotánicos con la aproximación de los Sistemas de Uso de la Biodi- versidad (SUBD) y para el análisis interpretativo de los resultados del cultivo in vitro.

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7.2. Colecta del material biológico

La colecta del material biológico en las diferentes comunidades se llevó a cabo durante el trimestre enero - marzo 2017, con el número de permiso SGPA/ DGVS/ 02740 para colecta autorizado por la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semar- nat), se colectaron cuatro genotipos con el mismo estado fenológico por arácea útil, y este material vegetal se utilizó para la identificación taxonómica y el establecimiento de los protocolos de cultivo in vitro.

La técnica de colecta consistió primero en identificar a los individuos accesibles, menos dañados y completos, es decir, con ápice, raíz y frutos. Después, a los ejemplares se les cortó el tallo adherido al tronco del árbol, se etiquetaron y colocaron en costales de plástico para trasladarlos. Al momento de realizar la colecta se llenó una ficha de colec- ta con datos relevantes como: el nombre del colector, fecha, hora, número de colección, ubicación geo referenciada, localización, tipo de planta, clima y vegetación, altura de la planta, forma, tamaño y color de las hojas, apariencia, entre otras.

7.3. Identificación taxonómica

La identificación taxonómica fue descriptiva, es decir, por las características morfológi- cas de las especies. Ejemplares de cada especie se prepararon para el proceso de prensado y secado por el método de convección con bombillas eléctricas, de acuerdo a las técnicas de campo utilizadas en el Jardín Botánico Missouri (compiladas por Ron Leisner con sugerencias del personal técnico, científico y colaboradores) (Leisner 1997).

La preparación de los ejemplares consistió en escoger los que presentarán hojas, tallo y raíz, ó incluso frutos. Los tejidos del tallo y fruto fueron reducidos, las hojas se doblaron hacia adentro sin tocar la nervadura principal, y se dejó una pequeña parte de la raíz, después la sección fue colocada en papel periódico, se etiquetó con la clave de colecta (iniciales del colector y número de ejemplar).

Luego, los ejemplares se apilaron entre cartones y prensaron con tablas de madera. Se introdujeron al horno para el proceso de secado. El secado fue de 3 a 5 días, durante 6

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h al día. Por último, los ejemplares se llevaron a una cámara de enfriamiento para evitar contaminación por 3 días y se metieron en un folder para su caracterización.

El proceso de clasificación y determinación taxonómica se llevó a cabo en el herbario de ECOSUR, unidad Tapachula con la asesoría de M.C. Mariana Teresa Vázquez Alonso y la revisión de fotografías de las muestras por el Dr. Thomas B. Croat, especia- lista en la taxonomía de aráceas del Jardín Botánico Missouri, St. Louis.

7.4. Estudios etnobotánicos

El estudio etnobotánico se llevó a cabo a través de entrevistas semiestructuradas a pro- fundidad (ESA), con las cuales fue posible registrar el conocimiento local del uso de las aráceas productoras del mimbre, analizar cualitativamente los usos actuales y pasados, modo de producción del mimbre, factores sociales y económicos que influyen en el co- mercio, estrategias de mercado, la conservación cultural y biológica, y analizar cuantita- tivamente la diversidad cultural, derechos de propiedad y uso, categorías y espacios de uso.

Se entrevistaron a 58 informantes residentes, 30 hombres y 28 mujeres. La cantidad de hombres y mujeres por comunidad fue diferente, como se observa en el Cuadro 2.

Cuadro 2. Número de informantes por comunidades de estudio

Comunidad Total de informantes Hombres Mujeres

Aguacaliente 12 8 4 Chiquihuites 12 3 9

Benito Juárez El Plan 10 8 2 Fracción Barrio Nuevo 14 5 9 Guadalupe 10 6 4

Las entrevistas se realizaron con ayuda de un informante clave, quién a su vez reco- mendó a otros hasta encontrar la saturación de la información. La recomendación de los informantes se basó en dos principales criterios:

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 Con conocimiento de los usos anteriores y actuales de las plantas, sobre todo aquellas de uso artesanal (Mondragón y Villa-Guzmán 2008).  Que sepan identificar las plantas usadas para la producción del mimbre y que tengan conocimiento de la situación actual y pasada de la práctica artesanal del mimbre.

Las entrevistas se aplicaron en dos visitas durante un periodo de dos meses y aborda- ron los temas: uso de las plantas utilizadas en los cafetos desde hace más de 20 años, características de la plantas de uso artesanal (principalmente relacionadas con la pro- ducción del mimbre), la antigüedad de la práctica, cómo se lleva a cabo y estado actual de la práctica artesanal del mimbre, limitantes (económicos, sociales y ecológicos) del comercio, intereses, motivaciones y propuestas para conservar el mimbre (Anexo 1).

Así también, se realizaron recorridos de campo con un guía, para conocer la planta productora del mimbre, y determinar si se trata de aráceas diferentes, con ayuda de fotografías y pláticas con las personas locales sobre las características de la planta (Fi- gura. 2). A A B

Figura 2. Recorridos en las comunidades de estudio. A) Entrevista en Benito Juárez El

B Plan, Cacahoatán. B) Entrevista en Guadalupe, Tapachula (Nancy Casanova 2017).

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7.4.1. Análisis cualitativo

El análisis cualitativo de los datos etnobotánicos se basó en la teoría fundamentada de Glaser y Strauss (1967) por el método de comparación constante, el cual consiste en la codificación de los datos a través de memorandos, la integración de las categorías y sus propiedades, la comparación de las categorías y subcategorías (teorías sustanti- vas), la delimitación de la teoría formal y la redacción teórica (saturación teórica).

Los datos se construyeron, codificaron y crearon las categorías de análisis en el softwa- re QSR Nvivo (2011), después se hizo un mapa de categorías de análisis que permitió la integración de las categorías primarias, secundarias y terciarias con sus propiedades de acuerdo a las hipótesis de trabajo (Figura 3).

Figura 3. Mapa conceptual de las categorías para el análisis cualitativo de los datos etnobotánicos (Nancy Casanova 2017).

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Luego se procedió a la construcción de las teorías sustantivas, es decir, enunciados que tienen relación entre las categorías y subcategorías, seguido de la construcción de la teoría formal, la cual es el desarrollo conceptual del conocimiento local que se genera a partir de las teorías sustantivas y es validada con otros estudios. La redacción teórica final se realizó bajo el enfoque de las condiciones actuales y pasadas, y en la postura de la conservación cultural y biológica.

7.4.2. Análisis cuantitativo

Con la información etnobotánica y el uso del Sistema de Uso de Biodiversidad (SUBD) (Castellanos-Camacho 2011) que conjuga los sistemas culturales y la biodiversidad, un producto directo de los procesos de transformación de la biodiversidad y de la diversi- dad cultural de una población, se calcularon los índices de riqueza (RQZ), de valor de uso (VUis) y de valor cultural (VCe) (Mondragón y Villa-Guzmán 2008; Castellanos- Camacho 2011), como se muestra en el Cuadro 3.

Cuadro 3. Criterios, subcriterios e indicadores para obtener los índices etnobotánicos

Criterio Subcriterio Indicador Usuarios Conocimiento Diversidad cultural -Índice de Riqueza asociado (Diversidad de (RQZ) conocimiento) -Índice de valor

cultural (VCe) Factores demográ- -Sexo y Edad ficos Conflictos Derechos de -Ubicación de los propiedad o uso espacios de uso -Prohibiciones existentes Categorías de uso Alimenticio -Demanda de re- Medicinal cursos por catego- Artesanal ría de usos Material

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Espacios de usos Accesibilidad Asentamientos -Ubicación de los humanos espacios de uso respecto a los predios -Normatividad del Área Natural Pro- tegida Usos asociados al Oferta de especies -Especies útiles espacio útiles presentes Recursos útiles Demanda Estimación de fre- -Índice de valor de

cuencia uso (VUis) -Frecuencia de uso por categoría de uso (Castellanos-Camacho 2011, Mondragón y Villa-Guzmán 2008).

El índice de valor de uso (VUis) hace referencia a la importancia de uso que tiene una especie determinada (is) de acuerdo a su frecuencia de reporte en el muestreo, se cal- cula con la siguiente formula:

VUis = _____Σ Frecuencia de la especie is_____ Valor Máximo de la especie más utilizada

Dónde:

Σ Frecuencia de la especie is = es la sumatoria de la frecuencia de la especie is con respecto a los demás recursos reportados de toda la zona.

Valor máximo de la especie más utilizada= es el número de informantes que reportó usar con mayor frecuencia una especie particular.

El VUis varía entre 0 y 1, siendo 1 la especie con mayor valor de uso.

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El índice de valor cultural (VCe) que determina la importancia cultural de una especie determinada (e) en la región, se calcula con la siguiente formula:

VCe = Uce*Ice* ΣIUce

Dónde:

Uce = es el número total de usos reportados para la especie e dividido entre todos los usos reportados para todas las especies.

Ice = es el número de participantes en el estudio que listaron la especie e como útil, di- vidido entre el número total de participantes.

ΣIUce = es la sumatoria del número de participantes que mencionaron usar la especie e para cada uso, dividido entre el número total de participantes.

El índice de riqueza (RQZ) indica la riqueza de conocimiento que tiene un usuario de las especies útiles, en relación con todas las especies útiles encontradas en la región. Se calcula con la siguiente fórmula:

RQZ= _____Σ EU______Valor EU Máximo

Dónde:

EU = es el número de especies útiles registradas por un usuario.

Valor EU Máximo = es el total de especies útiles reportadas en la región por todos los usuarios participantes del estudio.

El valor de este índice varía entre 0 y 1, siendo 1 el valor máximo de conocimiento de la biodiversidad útil de la región.

El análisis se llevó a cabo mediante la triangulación de la información recogida de acuerdo a los criterios e indicadores escogidos.

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7.4.3 Entrevista abierta y recorrido al pueblo mágico del mimbre: Tapi- julapa, Tabasco

Se llevó a cabo una visita al pueblo mágico del mimbre, con el fin de conocer la planta, el manejo agronómico, el proceso de elaboración del mimbre y el tipo de comercio local que se lleva a cabo en este lugar. Para ello, fue necesario hacer una entrevista abierta a profundidad a un artesano local, quién relató la historia de la práctica artesanal, acon- tecimientos sociales que dieron origen al actual mercado, actores sociales implicados, el manejo agronómico de las plantaciones, el comercio local, las estrategias de comer- cio, los modos de producción y las perspectivas de conservación. La investigación de campo se completo con los recorridos a una plantación de la especie útil y con la visita a la feria artesanal del mimbre que se celebra en Junio, donde los artesanos exhibieron una diversidad de diseños en artesanías, muebles, bisutería de mimbre y otros produc- tos orgánicos.

7.5. Cultivo in vitro de aráceas útiles para la elaboración del mimbre

Los experimentos de cultivo in vitro fueron realizados en el Laboratorio de Biotecnología Vegetal del Campo Experimental Rosario Izapa, INIFAP, a partir de enero hasta mayo 2017. Antes de llevar a cabo los experimentos, fue necesario mantener el material ve- getal colectado en condiciones de invernadero.

Los genotipos colectados de las dos aráceas del género Monstera, respectivamente de la comunidad Guadalupe (Monstera acuminatum K.) y de la comunidad Fracción Barrio Nuevo (Monstera deliciosa L.) fueron sembrados en macetas con fibra de coco y tierra negra (1:1) y fertilizados con 15 mL de nitrato de potasio. Se mantuvieron a 25 + 2 °C de temperatura y 77 % de humedad relativa hasta 80 días.

Los experimentos que se llevaron a cabo fueron establecidos con el fin de inducir algu- na respuesta morfogénica, ya sean células indiferenciadas (callo) o brotes a partir de hojas y discos de tallo.

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7.5.1. Inducción de respuesta morfogénica a partir del cultivo in vitro de hojas maduras

La colecta del material vegetal se realizó con una tijera de podar desinfectada. El mate- rial vegetal consistió en dos hojas en estado maduro por especie, cada hoja de Monste- ra acuminatum K. medía en promedio 80 X 35 cm y de Monstera deliciosa L. 45 X 36 cm. Las hojas fueron transportadas del invernadero hasta el laboratorio, después se lavaron con agua y jabón neutro (solución de 5 ml de jabón en 200 ml de agua) con una esponja o algodón (Castellano-Juárez 2007).

Luego, cada hoja se cortó en cuatro segmentos a lo largo de la vena central. Por cada especie se obtuvieron ocho segmentos, cuatro de ellos fueron aseptizados con un pro- tocolo de desinfección. Las hojas se enrollaron y colocaron en recipientes de plástico estériles, los cuales se cambiaron después de las inmersiones en solución antioxidante fungicida y en hipoclorito de sodio (NaOCl).

7.5.1.1. Desinfección

Se aplicaron dos protocolos de desinfección, cada protocolo de desinfección consistió primero en la inmersión a una solución fungicida, seguida de una alcohólica, luego de un desinfectante químico y por último de una solución antioxidante (Cuadro 4).

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Cuadro 4. Protocolos de desinfección Protocolo de Paso 1 Paso 2 Paso 3 Paso 4 desinfección Solución Solución de Solución de Solución antioxidante etanol (CH3- hipoclorito de antioxidante* fungicida CH2-OH)* sodio (NaOCl)*

Protocolo uno Inmersión en Inmersión en: Inmersión en: Inmersión en Solución A: Etanol al 70 % NaOCl al 3 % + Solución B: 30 g / L de sa- por 15 s. tres gotas de 30 g / L de sa- carosa + 100 Tween 20 por 20 carosa + 100 mg / L de ácido min en constante mg / L de ácido ascórbico + 150 agitación + tres ascórbico + mg / L de ácido enguajes con 150 mg / L de cítrico + 1. 5 g / agua destilada ácido cítrico. L de Amistar. esterilizada de 2 min cada uno. De 5- 10 min Durante 15 min, en agitación + dos enjuagues con agua esteri- lizada

Protocolo dos Inmersión en Inmersión en: Inmersión en: Inmersión en Solución A, y Etanol al 70 % Primero en Solución B sometido a tra- por 15 s. NaOCl al 1.5 % tamiento bomba + tres gotas de De 5- 10 min de vacío. Tween 20 por 15 min en constante Durante 3 min agitación + dos enguajes con agua destilada esterilizada de 2 min cada uno.

Después en NaOCl al 1 % + tres gotas de Tween 20 por 10 min+ tres engua- jes El asterisco (*) indica los procesos que se realizan en campana de flujo laminar, bajo condiciones asépticas. Amistar Syngenta, ácido ascórbico y ácido cítrico Meyer, etanol CTR al 96 %, hipoclorito de sodio CLORALEX al 6 % (Iracheta-Donjuan et al. 2015; Do- nini et al. 2005; Schumacker-Zanca y Roberto-Zaffari 2013; Castellano-Juárez 2007).

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7.5.1.2. Establecimiento in vitro

El medio de cultivo base que se utilizó para la siembra de los explantes fue MS (Mu- rashige y Skoog 1962) al 50 %, adicionado con vitaminas Gamborg (Gamborg et al. 1968), tiamina (0.4 mg / L), inositol (100 mg / L), sacarosa (30 g / L), Phytagel Sigma (3 g / L) y los fitorreguladores ácido 2, 4-diclorofenolacético (2,4-D) Sigma y bencila- minopurina (BAP) Sigma. Del medio de cultivo base se obtuvieron tres diferentes me- dios de cultivo; al primer medio se le adicionó el antioxidante Polivinilpirrolidona (PVP) Sigma y el fungicida Amistar Syngenta, al segundo medio se le adicionó Preservative for Tissue Culture (PPM TM) Plant Cell Technology. Inc, y el tercer medio fue el testigo es decir, no se le adicionó otro componente (Del Rivero-Bautista et al. 2008; Ruiz-Ruiz 2000; Castellano-Juárez 2007). Los medios de cultivo se esterilizaron a 120 °C y 1 atm de presión por 20 min en autoclaves, en campana de flujo laminar se vertie- ron 10 ml por placa Petri chicas de 60 X 15 mm. El medio de cultivo se utilizó al tercer día de su preparación.

Las hojas se disecaron en segmentos de 1 cm2 en cartones estériles. La unidad expe- rimental consistió en segmento de hoja con el envés hacia arriba. Por último, se sella- ron las placas Petri con parafilm y rotularon con el tratamiento, la repetición y fecha. Los explantes se incubaron durante 49 días en condiciones de oscuridad para inducir algu- na respuesta morfogénica.

Se evaluaron 12 tratamientos con 20 repeticiones cada uno, producto de la combina- ción de los factores especie, protocolo de desinfección y medios de cultivo (Cuadro 5).

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Cuadro 5. Descripción de los tratamientos

Factores Tratamientos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Especie M. acuminatum + + + + + +

M. deliciosa + + + + + +

Protocolo de desinfección SB + 3 % NaClO + + + + + +

CB + 1.5 % NaClO + + + + + + + 1 % NaClO

Medio de cultivo MS 50 % + BAP (1 mg / L) + 2,4-D (0.2 mg / L)

Testigo + + + +

Amistar (1 g / L )+ PVP + + + + (2 g / L)

PPM (1 ml / L) + + + + += Indica los niveles de cada factor que corresponden a cada tratamiento, NaClO= Hi- poclorito de sodio, SB= Desinfección sin proceso de bomba de vacío, CB= Desinfección con bomba de vacío, MS 50 %= Sales Murashige y Skoog (1962) al 50 %, BAP= Benci- laminopurina, 2,4-D= Ácido 2,4-diclorofenolacético, PPM= Preservative for Plant Tissue Culture, PVP= Polivinilpirrolidona, Amistar= Fungicida sistémico.

Las variables evaluadas fueron el porcentaje de sobrevivencia, contaminación, reactivi- dad y oxidación. Las variables sobrevivencia, contaminación y reactividad fueron medi- das con 1 (presencia) y 0 (ausencia), mientras que la variable oxidación fue medida por

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la proporción de la superficie del explante que presentó la respuesta, con porcentajes fijos de 20, 25, 30, 35, 40, 45, 50, 75 y 100 %. Las evaluaciones se llevaron a cabo ca- da 7 días hasta los 49 días después de la siembra. Las fotografías de las respuestas morfogénicas se hicieron en estereoscopio Zeiss (1.0 X FWD 81 mm).

7.5.1.3. Análisis estadístico

El experimento consistió en un diseño trifactorial 2 X 2 X 3, donde se evaluaron los fac- tores especie, protocolo de desinfección y medios de cultivo.

El análisis estadístico de las respuestas contaminación, reactivación y oxidación se hizo a través de un modelo lineal generalizado (GLM), empleándose la distribución binomial para las respuestas de contaminación y reactivación; y un modelo lineal con distribución normal para la oxidación. Las comparaciones múltiples entre tratamientos fueron reali- zadas empleándose contrastes ortogonales con corrección de Bonferroni con un nivel de significancia del 5 %. En la comparación múltiple entre tratamientos, para la variable contaminación no se incluyeron los tratamientos 7, 8 y 11 porque no presentaron esta respuesta y el tratamiento 10 porque tuvo una respuesta mínima.

Los datos de sobrevivencia fueron analizados a través de un modelo de sobrevivencia con censura por intervalo, aplicando la prueba de log rank ponderada asintótica con un nivel de significancia del 5 % (Fay y Shaw 2010; R Core Team 2017). El análisis se lle- vó a cabo en el programa estadístico R versión 2.3 para Windows.

7.5.2. Inducción de brotes y callo a partir del cultivo in vitro de discos de tallo

El material vegetal fueron brotes nuevos provenientes de plantas con 74 días en inver- nadero de la especie Monstera acuminatum K. colectada del ejido Guadalupe. Los bro- tes nuevos se colectaron con una tijera de podar, y fueron transportados en recipientes de plástico con superficie húmeda. El material fue introducido en el Laboratorio de Bio- tecnología Vegetal, CERI-INIFAP. Se midió el largo y diámetro de cada brote, y se utili- zó un brote para cada tratamiento.

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Los brotes se colocaron en recipientes de plástico estériles, los cuales se cambiaron después de la inmersión en solución de hipoclorito de sodio (NaOCl).

7.5.2.1. Desinfección

Se evaluaron dos protocolos de desinfección. Los protocolos de desinfección consistie- ron primero en una inmersión de solución jabonosa, seguido de una alcohólica, desin- fectante químico y solución antioxidante (Cuadro 6).

Cuadro 6. Descripción de los protocolos de desinfección

Protocolo de Paso 1 Paso 2 Solu- Paso 3 Solu- Paso 4 desinfección Solución ción de etanol ción de hipo- Solución anti- jabonosa (CH3-CH2-OH) * clorito de so- oxidante* dio (NaOCl)* Protocolo uno Inmersión Inmersión en: Inmersión en: Inmersión en: en: Jabón Etanol al 70 % NaOCl al 1.5 % 30 g / L de saca- quirúrgico por 1 min. + 0.5 ml de rosa + 100 mg / antibenzil al Tween 20, en L de ácido as- 3 %. constante agita- córbico + 150 ción por 10 min mg / L de ácido Durante 3 + tres enjua- cítrico min gues con agua destilada estéril De 5- 10 min por 3, 4 y 5 min.

Protocolo dos Inmersión Inmersión en: Inmersión en: Inmersión en: en: Agua de Etanol al 20 % NaOCl al 2.5 % benomil+cisteina grifo + 2 go- por 10 s + un + 2 gotas de (1:1) a 50 mg / L tas de enjuague con Tween 20, en Tween 20. agua estéril. constante por De 5- 10 min 20 min + tres Durante 5 enjuagues con min agua destilada estéril por 3, 4 y 5 min. El asterisco (*) indica los procesos que se realizan en campana de flujo laminar, bajo condiciones asépticas. Jabón quirúrgico antibenzil al 1 % Farmacéuticos Altamirano, etanol al 96 % CTR, hipoclorito de sodio al 6 % CLORALEX, benomil Promyl, cisteína Sigma (Valle-Sandoval et al. 2008, Materán-Oviedo et al. 2008).

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7.5.2.2. Establecimiento in vitro

El medio de cultivo base que se utilizó para la siembra de los explantes fue Murashige y Skoog (1962), adicionado con vitaminas Gamborg (Gamborg et al. 1968), tiamina (0.4 mg / L), inositol (100 mg / L), sacarosa (30 g / L) y Bacto TM Agar BD (6 g / L). Del cual se obtuvieron dos diferentes medios de cultivo a diferentes concentraciones de fitorre- guladores: bencilaminopurina (BAP) Sigma, ácido indolacético (AIA) Sigma y ácido naf- talenacético (ANA) Sigma. Los dos medios de cultivo se esterilizaron en autoclave a 120°C y 1 atm de presión por 20 min (Ríos et al. 2005). En campana de flujo laminar se vertieron 10 ml por placa Petri chicas de 60 X 15 mm. El medio de cultivo se utilizó al tercer día de su preparación.

Los brotes sin hojas envolventes se cortaron en discos de 1 mm de grosor con ayuda de un bisturí número 3 y bajo la óptica de un estereoscopio Reichert. Primero se desechó la parte basal más dañada. Los cortes fueron precisos y la siembra rápida para evitar la oxidación del tejido y se respetó la polaridad positiva de los discos al sembrar- los en secciones apical, media y basal del brote, con el fin de observar diferencias en la respuesta morfogénica (Valle-Sandoval et al. 2008).

La unidad experimental fue un disco del tallo de 1 mm de grosor por cada placa Petri, se obtuvieron cuatro tratamientos con diferentes repeticiones cada uno, producto de la combinación de los factores protocolo de desinfección y medio de cultivo (Cuadro 7).

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Cuadro 7. Descripción de los tratamientos

Trat Protocolo de desinfección Medio de cultivo

Antibenzil al 3 % + Tween 20 + Eta- MS + BAP (1 mg / MS + BAP (2 mg / Etanol al 70 % + nol al 20 % + L) + AIA (0.5 mg / L) + AIA (1 mg / NaOCl al 1.5 % NaOCl al 2.5 % L) + ANA (0.1 mg / L) + ANA (0.5 mg L) / L) 1 + + 2 + + 3 + + 4 + + += Indica los niveles de cada factor que corresponden a cada tratamiento, Trat= Trata- mientos, NaOCl= Hipoclorito de sodio, BAP= Bencilaminopurina, AIA= Ácido indolacéti- co, ANA= Ácido naftalenacético, MS= Sales del medio Murashige y Skoog (1962) (Va- lle-Sandoval et al. 2008, Iracheta-Donjuan et al. 2003).

Los cultivos se mantuvieron durante los primeros 14 días en condiciones de oscuridad a 24 - 32 °C, y luego en fotoperiodos de 16 horas (Valle-Sandoval et al. 2008, Ríos et al. 2005). Se realizó un subcultivo de los brotes nuevos a los 21 días de evaluación, la siembra de cada unidad experimental fue en frascos con 25 ml del medio de cultivo co- rrespondiente.

Las variables evaluadas fueron el porcentaje de sobrevivencia, contaminación, reactivi- dad y formación de callo que fueron medidas con 1 (presencia) y 0 (ausencia), la varia- ble oxidación con porcentajes fijos de 20, 25, 50, 75 y 100 %, de acuerdo a la propor- ción de la superficie del explante que presentará la respuesta y el número de brotes por explante. Las evaluaciones se llevaron a cabo cada 7 días hasta los 35 días después de la siembra. Las fotografías de las respuestas morfogénicas se hicieron en estereos- copio Zeiss (1.0 X FWD 81 mm).

7.5.2.3. Histología

Se hicieron cortes en fresco a mano alzada en el estereoscopio Zeiss (1.0 X FWD 81 mm), para conocer el origen histológico de los brotes de los discos de tallo. Los cortes fueron teñidos con dos gotas de fluoroglucinol al 0.05 % por 2 min, después se les aña- dió una gota de ácido clorhídrico (HCl) al 0.1 N por 2 min, se colocó el cubreobjetos y

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aplicó calor para eliminar burbujas y aclarar la muestra. Se hizo la observación en el microscopio de luz Velab al 4 X, 10 X y 40 X para la toma de fotografías. Luego para observar con mayor precisión las estructuras celulares, el tejido se tiñó con azul de me- tileno al 0.05 % por 1 min, se colocó cubreobjetos y se observó nuevamente en el mi- croscopio de luz Velab al 4 X y 10 X.

7.5.2.4. Análisis de los datos

Las unidades experimentales para cada tratamiento provinieron de un solo brote, debi- do a la sensibilidad del tejido. El análisis fue descriptivo para las variables respuesta. Se graficaron los porcentajes de oxidación, reactivación y formación de callo por cada sec- ción del brote (apical, medio y basal) a los 35 días en el programa estadístico R versión 2.3 (R Core Development Team 2017).

8. RESULTADOS

8.1. Colecta del material biológico

Se colectaron dos especies nativas, fuentes de la extracción de mimbre, una en la co- munidad Guadalupe y otra en comunidad Fracción Barrio Nuevo.

La primera especie se colectó el 12 de enero en la comunidad Guadalupe del municipio Tapachula (N 14° 58.13’’, O 92° 18.117’’) a 228 m s.n.m. El lugar presenta un clima cá- lido subhúmedo y vegetación principal a la selva mediana sub perennifolia.

La planta es conocida por los informantes como “arpón”, se encontró en árboles de más de 10 m de altura, con ubicación en estrato medio y alto. La planta presenta hojas ho- yadas de color verde oscuro en estado maduro (30 x 75 cm), las cuales presentan dife- rentes características morfológicas de acuerdo a su estado fenológico. Las característi- cas morfológicas de cada genotipo fueron diferentes, como se muestra en el Cuadro 8.

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Cuadro 8. Características de los genotipos colectados en Guadalupe, Tapachula, Chia- pas.

Genotipo Ubicación Altura Tamaño Forma de Apariencia (m) de hojas hojas (cm) 1 En árbol de 2 – 3 30 X 15 Acorazonada Sin daño (uno) 20 m, estra- verde oscuro mecánico to medio

2 En árbol de 1= 2 – 4 1= 35 X 20 Estacas 1= Daño por (dos) 10 m, estra- 2= 5 - 6 2= 60 X 35 1= Hojas ho- ácaro rojo y to medio yadas verde quemaduras oscuro de sol 2= Hojas ho- 2= Daño me- yadas verde cánico bandera

3 En un árbol 1= 5 – 6 1=80 X 35 Plantas con 1 y 2= Sin (dos) a 2 m del 2= 4 – 5 2= 70 X 30 raíz y tallo daño mecá- arroyo 1 y 2 = Hojas nico ó en- hoyadas ver- fermedad de oscuro

4 En árbol de 1 – 2 30 X 20 Estaca joven Daño mecá- (uno) cacao con con raíz y nico y que- moniliasis, tallo delgado. maduras del estrato me- Hojas verde sol. dio claro a oscu- Apariencia ro débil Coelcta de material biológico (Nancy Casanova 2017).

La segunda especie se colectó el 30 de enero en la comunidad Fracción Barrio Nuevo del municipio Unión Juárez (N 15° 04.112’’ O 92° 06.740’’) a 1508 m s.n.m. El lugar presentaba clima templado húmedo y vegetación principal BMM.

La planta es conocida por los informantes también como “arpón”, se encontró en árbo- les de más de 10 m de altura, con ubicación en estrato medio y alto. La planta presenta hojas laceradas por la nervadura principal de color verde oscuro en estado maduro (45 x 36 cm). Las características morfológicas de cada genotipo fueron diferentes (Cuadro 9).

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Cuadro 9. Características de los genotipos colectados en Fracción Barrio Nuevo Unión Juárez, Chiapas.

Genotipo Ubicación Altura Tamaño Forma de Apariencia (m) de hojas Hojas (cm) 1 (uno) En árbol alto 10-15 34 X 25 Esqueje con raíz, Daño por que- de la montaña ápice y hojas madura del sol jóvenes y madu- Apariencia en- ras con aberturas ferma

2 (dos) En árbol con 1= 1= Esquejes con 1= Daño por bromelias 8-10 33 X 28 raíz quemadura de 2= 2= 1= Hojas verde sol 9-12 39 X 35 bandera con 2= Daño por pla- aberturas y frutos ga de 11 X 5 cm 2= Hojas verde bandera picudas con aberturas

3 (uno) En árbol de 15 15 –20 45 X 36 Estaca con raíz, Daño mecánico y m, estrato ápice y tres fru- quemaduras de medio tos maduros de sol en las hojas 10 X 3 cm.

4 (dos) En árbol de la 1= 1= Estacas 1= Quemadura montaña, es- 12–15 44 X 36 1= Hojas verde del sol, 2= Daño trato medio 2= 2= bandera, raíz, mecánico 18–20 48 X 41 ápice y un fruto de10 X 3 cm 2= Hojas verde bandera y ápice Colecta de material biológico (Nancy Casanova 2017).

8.2. Identificación taxonómica

El género Monstera, al cual pertenecen las aráceas útiles para la elaboración del mim- bre en el presente estudio (Figura 4), se deriva de la subfamilia IV Monsteroideae En- gler de flores bisexuales y la tribu Monstereae Engler (Mayo et al. 1997).

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Figura 4. Ficha botánica de Monstera. A= hoja x 1/3. B = detalle de la venación de las hoja x 5 de M. oreophila (Grayum et al. 6395 (K). C= hoja x 1/3 (Santos y Souza 1667 (K). D y E= gineceo x 4 de M. subpinnata (Vásquez 1853 (K)). F= hoja x 1/3. G= infru- tescencia x 1/3 de M. andasonii var. Laniata (Gómez 19565; Whitmore 749). H= inflo- rescencia x 1/3. J= detalle de espádice mostrando emergencia de estambres x 2. K= flor x 4. I= gineceo, sección longitudinal x 4 de M. lechleriana (Cult. Mason, Kew spirit collecion 29047.113). M= semilla, tamaño visto x 3 (J. Arna RB. 57 (4): 185-201, pl. III, 40 (1976)). N= brotes en floración x 1/3 de M. tuberculata var. tuberculata (Mayo y Ma- dison 341, Kew spirit collection 29047.346 y Contr. Gray Herb. 207: 3-100, f.63 (1977). P= hábitat juvenil x 1/3. Fuente: (Mayo et al. 1997).

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Se lograron identificar dos especies de Monstera: Monstera acuminatum Koch y Mons- tera deliciosa Liemb. Las aráceas son hemiepifitas secundarias nativas y silvestres en los sitios de estudio. El mimbre que se extrae es originado por el xilema de las raíces, a través de un descortezamiento completo de la raíz que se lleva a cabo manualmente e in situ.

La especie de la comunidad Guadalupe fue identificada como Monstera acuminatum K. Koch (Figura 5) conocida como “arpón” en las comunidades de estudio, y en otros sitios se le denomina “bejuco de arpón”, “conté arpón”, “conté de mimbre” o “mimbre de tuza”.

A B C

Figura 5. Monstera acuminatum Koch. A) Individuo juvenil colectado para la identifia- ción taxonómica. B) Muestra taxonómica de hoja juvenil. C) Espécimen colectado en México del herbario Botanische Staatssammlung München (M), M0198876 por Württemberg, F.P.W en 1830 (Nancy Casanova 2017, JSTOR 2013).

M. acuminatum Koch presenta hojas juveniles sobrepuestas entre sí, entrenudos lisos, pecíolos verdes oscuros y láminas pendientes de los pecíolos con perforaciones oblon- go-elípticas. La inflorescencia se presenta por cada axila y la infrutescencia con pe- dúnculo hasta de 24 cm de largo (Croat y Carlsen 2003). Se distribuye desde el este de México hasta Nicaragua, en los estados de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Que- rétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco y Veracruz (Villaseñor 2016).

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La especie que se colecto en Fracción Barrio Nuevo fue identificada como Monstera deliciosa Liebm, conocida también como “arpón” en las comunidades de estudio (Figura 6). En Perú se le denomina “oreja de elefante”, “piñona”, “costilla de adán”, entre otros.

A B C

Figura 6. Monstera deliciosa Liebm. A) Individuo juvenil colectado con frutos para la caracterización taxonómica. B) Muestra taxonómica de hoja madura con fruto. C) Mues- tra taxonómica de la hoja juvenil. C) Espécimen colectado en Colombia del herbario Herbario Universidad de Antioquia (HUA), HUA0008359 por Roldan F. y Orozco C. en 2011 (Nancy Casanova 2017, JSTOR 2015).

M. deliciosa Liebm presenta hojas grandes cordadas de 20 a 90 cm de largo x 20 a 80 cm de ancho, frutos de 20 a 25 cm de largo, y de 5 a 7 cm de ancho parecidos a una mazorca cubiertos por escamas con pulpa cremosa y dulce (Escalante-Quintana 2012). Sus raíces poseen flexibilidad y crecen exponencialmente con un índice diario de 3 a 40 mm (Mayo et al. 1997; Escalante-Quintana 2012). Se distribuye en Campeche, Chia- pas, Colima, Hidalgo, Jalisco, Morelia, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán (Villaseñor 2016).

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8.3. Estudios etnobotánicos

8.3.1. Conocimiento local de las aráceas útiles para la producción del mimbre y de la práctica artesanal

Se encontraron cuatro categorías de uso para las plantas silvestres: uso alimenticio, medicinal, artesanal y maderable. El conocimiento local de las plantas útiles para la elaboración del mimbre está más relacionado con el uso que le dan las personas, que por sus características morfológicas. Solo dos personas describen la planta por sus ca- racterísticas morfológicas:

“Planta con raíces largas (15 a 20 m)” (Hombre de 45 años en Aguacaliente)

“Planta que sube al árbol donde tira raíz hasta la tierra” (Mujer de 39 años en Chiquihuites)

El mimbre significa:

“Bejuco útil (raíz) para canastos y sombreros” (Hombre de 61 años en Agua- caliente)

“Material fino para hacer muebles, sombreros, sillones y artesanías” (Mujer de 30 años en Chiquihuites)

“Producto que hay que cuidarlo que no se lo lleven porque es oro” (Hombre de 51 años en Barrio Nuevo)

En las comunidades de estudio, los informantes revelaron que la práctica artesanal tie- ne una antigüedad mayor de 50 años. En Benito Juárez El Plan, la antigüedad mencio- nada fue de 68 años y en Guadalupe fue de 70 años.

En la mayoría de las comunidades, los informantes indicaron que el conocimiento local actual de la práctica es escaso, y que el mimbre ya no se usa debido a las siguientes razones:

1.- Ya no se transmitió de generación en generación (36.20 %)

2.- Cambios en actividades económicas (24.13 %)

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3.- Interés de conservarlo según los lineamientos del área natural (18.96 %)

4.- Desinterés de los jóvenes por aprender (18.96 %)

El conocimiento sobre cómo se lleva a cabo la práctica artesanal se conserva más en Benito Juárez El Plan (80 %), seguido de Aguacaliente (75 %), Chiquihuites (66.66 %), Fracción Barrio Nuevo (78.57 %) y Guadalupe (50 %). Los informantes que hablan mam conocen la práctica y algunos todavía la llevan a cabo. A continuación la describen así:

“Se suben al árbol o jalan el bejuco de casi 15 m de largo, quitan la cáscara con la mano, o sino con una estaquita (palo rajado), lo enrollan. Cuando lo usan lo desenrollan, lo meten en agua un ratito para no quebrarlo y hacer los canastos” (Agricultor de 62 años en Aguacaliente)

“Se suben al árbol a dos cuartas de la mata, se corta la raíz para que la plan- ta la vuelva a producir, cae la raíz y con un palo de orqueta, se jala y se saca la tira (fibra), lo enrollamos en tanatitos, se seca un día en el sol, y para tra- bajarlo ellos lo remojan en agua, lo hacen, lo secan para que apriete el mate- rial y así cualquier artesanía queda lista” (Agricultor de 49 años en Barrio Nuevo)

“Lo jalaban del árbol, caía el bejuco, el palo no se mueve, lo pelaban en ca- sa a mano, lo enrollaban y ya lo usaban. Mi papá hacia canastos y barcos” (Hombre de 76 años en ejido Chiquihuites)

“Lo jalaban del árbol, el arpón mimbre se pela con gancho y el arpón sombre- ro se jala del árbol y pela a mano, porque es más duro” (Mujer de 51 años en ejido Chiquihuites)

El 22.41 % del total de los informantes mencionó que el mimbre tiene uso actual, como lo detallan uno de ellos:

“Hay dos tipos de arpón que se usaban el arpón pegado al árbol y el despe- gado que se colecta en la época de febrero o marzo, porque es época de se- ca lo que facilita y hace menos peligrosa la colecta. El arpón pegado al árbol

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se colectaba en un día hasta un costal y el arpón no pegado hasta 3 kilos, porque el pegado no rinde y es duro, mientras que el despegado si rinde y se usa para la base de la canasta” (Agricultor de 49 años que habla mam en Ba- rrio Nuevo)

En las comunidades de estudio no se registró un manejo agronómico de las ará- ceas útiles, por lo cual el uso de la fibra natural no ha sido evaluado y probable- mente no este asociado a su conservación.

8.3.2. El comercio del mimbre: Factores limitantes (sociales y econó- micos), condiciones pasadas y estrategias de mercado

Los informantes mencionaron como las principales limitantes sociales y económicas del comercio del mimbre en la región:

1.- A la restricción de comercializarlo debido a los lineamientos de conservación y pro- tección establecidos por el área natural Reserva de la Biosfera Volcán Tacaná, y la au- torización para colectarlo y venderlo (27.58 %).

2.- A la sustitución de artículos de mimbre por los de plástico, pita, alambre, entre otros; debido a la facilidad de uso y durabilidad (22.41 %).

3.- A la falta de manejo agronómico (15.51 %).

4.- A los cambios de las actividades económicas por la urbanización (13.79 %).

La mayoría de los informantes menciona que hace 20 años, el mimbre se comercializa- ba como materia prima y en canastos. Los canastos de mimbre eran vendidos a las fin- cas cafetaleras de Tapachula ó a comunidades aledañas como el Águila. El kilo de mimbre oscilaba entre $ 30- 50 M.N., $ 20-30 M.N. por canasto y $ 10 M.N. por docena de canastos pequeños. Como lo mencionan dos informantes:

“Se vendía en el Águila, platanar, antes la canasta de mimbre y carrizo se vendía a 25 pesos dependiendo del tamaño” (Mujer de 22 años en Agua- caliente)

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“Lo vendía con mi papá por kilo y él lo vendía como canasto, antes el kilo es- taba a $ 50 M.N. Ahora no se vende porque es prohibido y se paga multa” (Hombre de 49 años en Barrio Nuevo)

En todas las comunidades a excepción de Guadalupe, los informantes están interesa- dos en la planeación de estrategias comerciales. Sin embargo, las ideas planteadas no se han concretado, y se desconoce el mercado de esta fibra natural. Al respecto, los precios a los que desean vender sus canastos son mínimos, comparados a los que se vende en Tapijulapa, Tabasco. Como se observa a continuación:

“Me gustaría venderlo como mecedoras a $ 400 M.N., la vendería en zonas turísticas de Cacahoatán o Tapachula” (Mujer de 65 años en Barrio Nuevo).

8.3.3. Intereses y motivaciones para conservar la práctica y las aráceas útiles para la producción del mimbre

El interés de producir y conservar el mimbre bajo un manejo agronómico prevalece en los informantes, sin embargo, la mayoría desconoce el proceso de transformación, in- novar en los diseños de las artesanías y tramitar los permisos necesarios, por ello se requiere asesoría legal, capacitación agronómica y financiamiento. Como lo expresan:

“Si hay espacio grande y arboles altos, si lo haría, además de permiso para usarlo y hacerlo, ya que serviría para nosotros y venderlo” (Hombre de 76 años que habla mam en Chiquihuites)

Al respecto, el 92.85 % en Barrio Nuevo, el 75 % en Chiquihuites, el 66.6 % en Agua- caliente y el 60 % en Guadalupe están motivados en aprender y enseñar la práctica del mimbre. En Benito Juárez El Plan, todos los informantes están interesados, donde seis de ellos hablan mam y le dicen al “mimbre con cáscara” Xemón y al “mimbre pelado” Sak Xemón. Como se muestra a continuación:

“Me gustaría aprender y enseñarlo como hacer canastos, porque ya no compraría de plástico y no se perdería la costumbre” (Mujer de 43 años que no habla mam en Barrio Nuevo)

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Las motivaciones que mencionaron para conservar la práctica fueron:

1.- Hacer las artesanías para uso familiar y ahorrar económicamente.

2.- Hacer las artesanías para venderlas a nivel local.

3.- Hacer las artesanías para enseñar y transmitir la práctica a otras generaciones y no perder la tradición.

8.3.4. Sistema de Uso de la Biodiversidad (SUBD)

Las comunidades que presentaron el más amplio conocimiento local de especies útiles fueron Aguacaliente y Fracción Barrio Nuevo, en las cuales se documentó un total de 56 especies útiles, seguido de Benito Juárez El Plan (49), Chiquihuites (40) y Guadalu- pe (29).

8.3.4.1. Conocimiento asociado a la diversidad cultural

En la comunidad Aguacaliente se encontró la mayor riqueza del conocimiento local (RQZ) sobre las especies útiles por informante, aunque no todas las especies útiles te- nían valor cultural por informante (CVe), como se pudo observar en las comunidades Benito Juárez El Plan, Fracción Barrio Nuevo y Chiquihuites (Cuadro 10).

Los informantes mayores de 50 años tienen más amplio conocimiento local sobre el uso y elaboración del mimbre. Estos informantes fueron en total 36; 22 hombres y 14 muje- res. Al respecto, el 40 % de los hombres mayores de 50 años tienen conocimiento ac- tual y pasado sobre el uso del mimbre a diferencia de las mujeres con sólo el 21.42 % (Cuadro 10).

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Cuadro 10. Indicadores del conocimiento asociado a la diversidad cultural de especies útiles, y del uso actual del mimbre en las comunidades de estudio.

Comunidad Índice de Índice de Informantes que tienen riqueza (RQZ) valor cultural conocimiento del uso actual (CVe) del mimbre Hombres Mujeres Edad (años) Edad (años) >50 <50 >50 <50 Guadalupe 0.4130 0.1862 1 1

Benito Juárez 0.5652 0.2327 4 1 1 El Plan

Aguacaliente 0.8260 0.1939 4

Fracción Ba- 0.6739 0.2327 1 rrio Nuevo

Chiquihuites 0.8043 0.2327 1

La comunidad de Benito Juárez El Plan parece ser la de mayor potencial para recuperar la práctica artesanal, porque presenta el mayor número de informantes que tienen co- nocimiento actual sobre el uso del mimbre, los cuales en su mayoría hablan mam, y tres afirman que existen personas de su comunidad que pueden enseñar y transmitir el co- nocimiento.

8.3.4.2. Conflictos de derecho de propiedad y uso

Las principales dificultades que se presentan para el comercio del mimbre están ligadas a los derechos de propiedad y uso de la tierra que se tienen en las comunidades. Al respecto, los informantes mencionaron que para recolectar y vender el mimbre es ne- cesario sacar un permiso, ya que la recolección del material silvestre es peligrosa por- que las plantas que lo producen habitan a 20 m de altura y es restringida porque se en- cuentra en el área natural protegida (Reserva de la Biósfera del Volcán Tacaná).

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El uso actual del mimbre sólo es local y familiar, no para venta como artesanías, mue- bles, tortilleros o canastos. La venta local del mimbre no ha sido retomada debido a la falta de tierras propias y las restricciones de uso antes mencionadas, aunado al desco- nocimiento agronómico de las plantas productoras que dificultan las posibilidades de que un pequeño productor pueda empezar su plantación y emprender el comercio del mimbre, así como ocurre con los artesanos en Tapijulapa.

8.3.4.3. Categorías y espacios de uso

El mayor número de plantas catalogadas por su uso alimenticio se encontró en Agua- caliente, mientras que por su uso medicinal en Fracción Barrio Nuevo, por uso madera- ble en Guadalupe y por uso artesanal Benito Juárez El Plan y Aguacaliente; lo anterior estuvo relacionado con las actividades productivas y espacios de uso de cada comuni- dad de estudio, como se observa en el Cuadro 11.

Cuadro 11. Categorías de uso y espacios de uso de las especies útiles

Comunidad Número de especies por categoría de uso Espacio Alimenticio Medicinal Artesanal Maderable de uso Guadalupe 10 8 8 3 Terreno propio

Benito Juárez 15 20 12 2 Terreno El Plan propio Montaña Huerto

Aguacaliente 32 12 12 0 Terreno propio Huerto

Fracción 20 23 11 2 Montaña Barrio Huerto Nuevo

Chiquihuites 20 12 8 0 Terreno propio Montaña Huerto

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A pesar de que en Guadalupe, la mayoría de las personas tienen terreno propio, el nú- mero de especies útiles de uso medicinal y alimenticio es menor que en Chiquihuites, donde se dedican principalmente al cultivo de flores. Los espacios de uso y las condi- ciones ambientales y sociales determinan las actividades económicas en cada comuni- dad, y considerando un diágnostico local se puede diseñar una estrategia de conserva- ción.

Las comunidades que presentan las condiciones más favorables para llevar a cabo una conservación in situ de las plantas útiles son Benito Juárez El Plan y Aguacaliente, ya que no solo tienen mayor conocimiento de especies útiles artesanales sino porque tam- bién tienen como espacio de uso, los huertos.

Las comunidades que hacen uso más frecuente de las especies por usuario son Frac- ción Barrio Nuevo con el índice de valor de uso máximo de 1, Chiquihuites con 0.8571 y Benito Juárez El Plan con 0.7142. Mientras que la especie con el mayor índice de valor de uso artesanal fue Monstera deliciosa L. (0.1) llamada “arpón” en las comunidades de los altos, la cual es la más reconocida y útil, además que cumple con todos los requisi- tos para la elaboración del mimbre.

Esto indica que la especie Monstera deliciosa L. tiene más posibilidades de éxito para su conservación tradicional por el uso local en las comunidades Fracción Barrio Nuevo, Benito Juárez El Plan y Chiquihuites, ya que entre más alto es el índice de valor de uso en una comunidad, mayor es el potencial que tiene la especie para ser conservada de manera tradicional.

8.4. Cultivo in vitro

Se obtuvieron resultados para la obtención de un protocolo de introducción in vitro para ambas especies y de un protocolo de propagación in vitro de Monstera acuminatum K.

8.4.1. Inducción de respuesta morfogénica a partir del cultivo in vitro de hojas maduras en Monstera acuminatum Koch y Monstera deliciosa Liebm

En el análisis de sobrevivencia se encontraron diferencias significativas entre los trata- mientos (2= 77.6657, gl= 11, p-value= 4.165e-12). A los 49 días de cultivo, los trata-

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mientos del 1 - 6 que corresponde a Monstera acuminatum K. fueron diferentes signifi- cativamente respecto a los tratamientos del 7 – 12 de Monstera deliciosa L., ya que es- tos presentaron porcentajes de sobrevivencia superiores al 80 %. Los tratamientos 7, 8, 10 y 11 presentaron porcentajes mayores del 90 % y fueron diferentes significativamen- te con los tratamientos 9 y 12 que presentaron 85 % de sobrevivencia (Cuadro 12). Lo anterior indica que los explantes de Monstera deliciosa L., resultaron más resistentes que la otra especie.

Cuadro 12. Efecto de los diferentes tratamientos en los porcentajes de supervivencia a los 49 días después de la siembra de los segmentos de hoja madura. Mediana de 20 repeticiones por tratamiento.

Tratamiento Sobrevivencia (%) T1. M. acuminatum + 3 % NaOCl + MS (A + PVP) 43.30 b

T2. M. acuminatum + 3 % NaOCl + MS (PPM) 50.00 b

T3. M. acuminatum + 3 % NaOCl + MS 40.00 b

T4. M. acuminatum + 1.5 % + 1% NaOCl + MS (A + PVP) 45.00 b

T5. M. acuminatum + 1.5 % + 1% NaOCl + MS (PPM) 45.00 b

T6. M. acuminatum + 1.5 % + 1% NaOCl + MS 25.00 b

T7. M. deliciosa + 3 % NaOCl + MS (A + PVP) 95.00 a

T8. M. deliciosa + 3 % NaOCl + MS (PPM) 100.00 a

T9. M. deliciosa + 3 % NaOCl + MS 85.00 ab

T10. M. deliciosa + 1.5 % +1 % NaOCl + MS (A + PVP) 90.00 a

T11. M. deliciosa + 1.5 % + 1 % NaOCl + MS (PPM) 100.00 a

T12. M. deliciosa + 1.5 % + 1 % NaOCl + MS 85.00 ab Letras distintas indican diferencia significativa. NaOCl= hipoclorito de sodio, MS= Medio de cultivo Murashige y Skoog (1962), A= Amistar, PVP= Polivinilpirrolidona, PPM= Pre- servative for Plant Tissue Culture.

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El total de explantes sobrevivieron en los tratamientos 11 y 8, seguidos de los trata- mientos 7, 9, 10 y 12, mientras que a los 21 días el resto de los tratamientos disminuyó drásticamente los porcentajes de sobrevivencia, lo cual provocó que a los 49 días so- brevivieran menos de la mitad de los explantes pertenecientes a los tratamientos 1, 2, 3, 4, 5 y 6, en donde el tratamiento seis presentó el menor porcentaje de sobrevivencia por debajo del 30 %. (Figura 7).

Figura 7. Curvas de sobrevivencia de los tratamientos evaluados. Los números de sim- bología indica el tratamiento.

El análisis estadístico de la reactivación, indicó que la presencia de cualquier tipo de reactivación en los explantes, como el alargamiento o hinchazón del explante, tuvo in-

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teracción significativa entre los 12 tratamientos y el tiempo de evaluación. Lo que signi- fica que el comportamiento de la respuesta, es diferente entre tratamientos, y afectado simultáneamente por el tiempo, tal como se indica numéricamente en el Cuadro 13.

Cuadro 13. Análisis de devianza del modelo de regresión logístico de la reactivación.

Fuente gl Chi cuadrada Valor P Tiempo 1 330.84 0 Tratamiento 11 48.082 1.38E-06 Tiempo*Tratamiento 11 43.628 8.44E-06

A partir de los 42 días, los tratamientos 7, 8, 9, 10, 11 y 12 correspondientes de la es- pecie Monstera deliciosa Liebm, incrementaron la probabilidad de respuesta por arriba del 60 %, mientras que los demás tratamientos se mantuvieron por debajo de este por- centaje. Los tratamientos 9 y 12 presentaron explantes con reactividad desde los siete días, los tratamientos 7, 8 y 10 a los 14 días, y el 11 a los 21 días (Figura 8).

A los 49 días después de la siembra, sólo los tratamientos 8, 10, 11 y 12 presentaron porcentajes superiores al 80 % de reactividad, seguido del 9 y 7, mientras que los tra- tamientos 1, 2, 3 y 5 presentaron reactividad entre el 60 y 40 % de los explantes y en los tratamientos 4 y 6 menos del 40 % (Figura 8).

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Figura 8. Curvas de reactivación de los tratamientos evaluados. T= Tratamiento.

La reactividad de los explantes consistió en el doblamiento, alargamiento e hinchazón de los segmentos de la hoja hasta los 49 días de cultivo (Figura 9 A y B). Desde los 7 días después de la siembra, se presentó contaminación de hongo y bacteria en los ex- plantes, con mayor frecuencia de hongos (Figura 9 C y D).

B

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A B

D C

Figura 9. Explantes con respuestas morfogénicas. A) Doblamiento y precipitado blanco por fungicida en explante del T1 a los 14 días, barra = 2.5 mm. B) Doblamiento y alar- gamiento en explante del T9 a los 21 días, barra = 2.5 mm. C) Contaminación por bac- teria en explante del T6 a los 7 días, barra = 3 mm. D) Contaminación por hongo en ex- plante del T12 a los 49 días, barra = 2 mm. La flecha roja indica donde se presenta el doblamiento. (Nancy Casanova 2017).

En el análisis estadístico de la contaminación, se observó que el tiempo influyó en la respuesta de contaminación en los tratamientos, y entre tratamientos se presentaron diferencias estadísticas (Cuadro 14).

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Cuadro 14. Análisis de devianza del modelo de regresión logístico de la contaminación.

Fuente Gl Chi cuadrada Valor P Tiempo 1 80.089 0 I(tiempo^2) 1 31.169 2.37E-08 I(tiempo^3) 1 22.775 1.82E-06 Tratamiento 7 23.694 1.29E-03

Los tratamientos 7, 8 y 11 no presentaron contaminación y el tratamiento 10 tuvo una respuesta casi nula a los 49 días después de la siembra, mientras que los demás tra- tamientos si presentaron diferencias significativas. Los tratamientos 9 y 12 no presenta- ron porcentajes de contaminación superiores al 30 %, mientras que en los demás tra- tamientos, la mitad de los explantes se contamino, como se observa en el Cuadro 15.

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Cuadro 15. Efecto de los tratamientos en los porcentajes de contaminación a los 49 días después de la siembra de los segmentos de hoja madura. Promedio de veinte re- peticiones por tratamiento.

Tratamiento Media (%) T1. M. acuminatum + 3 % NaOCl + MS (A + PVP) 50 ab

T2. M. acuminatum + 3 % NaOCl + MS (PPM) 50 ab

T3. M. acuminatum + 3 % NaOCl + MS 55 ab

T4. M. acuminatum + 1.5 % + 1% NaOCl + MS (A + PVP) 55 a

T5. M. acuminatum + 1.5 % + 1% NaOCl + MS (PPM) 50 ab

T6. M. acuminatum + 1.5 % + 1% NaOCl + MS 75 a

T7. M. deliciosa + 3 % NaOCl + MS (A + PVP) 0

T8. M. deliciosa + 3 % NaOCl + MS (PPM) 0

T9. M. deliciosa + 3 % NaOCl + MS 15 b

T10. M. deliciosa + 1.5 % +1 % NaOCl + MS (A + PVP) 5

T11. M. deliciosa + 1.5 % + 1 % NaOCl + MS (PPM) 0

T12. M. deliciosa + 1.5 % + 1 % NaOCl + MS 25 b Letras distintas indican diferencia estadística, NaOCl= hipoclorito de sodio, MS= medio de cultivo Murashige y Skoog (1962) al 50 %, A= Amistar, PVP= Polivinilpirrolidona, PPM= Preservative for Plant Tissue Culture.

La oxidación se presentó en los explantes desde los tres días después de la siembra, es decir, la producción de fenoles fue rápida en los tejidos a pesar de que provenían de hojas en estado maduro. En el análisis estadístico de la respuesta de oxidación se ob- servó que existen efectos principales por factor, pero no interacciones significativas, es decir, los efectos de cada factor fueron independientes; en el factor especie y medio de cultivo la diferencia fue altamente significativa, mientras que en el protocolo de desin- fección fue solo significativa, como se muestra en Cuadro 16.

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Cuadro 16. Tabla de varianza del modelo de medidas repetidas de la oxidación

Efecto gl1 gl2 Valor F Valor P Poly (Día, 2) 2 1438 955.826 <.0001 E 1 228 363.971 <.0001 PD 1 228 5.460 0.0203 MC 2 228 16.540 <.0001 E:PD 1 228 0.493 0.4831 E:MC 2 228 0.237 0.7894 PD:MC 2 228 1.231 0.2938 E:PD:MC 2 228 0.452 0.6370 E= Especie, PD= Protocolo de desinfección, MC= Medio de cultivo

Los explantes que presentaron menores porcentajes de oxidación fueron los del trata- miento ocho, el cual hasta los 40 días presentó oxidación del 75 %; seguido del 11 que lo presentó a los 30 días y luego del siete a los 15 días. Mientras que los tratamientos con mayor oxidación fueron 2, 3, 5 y 6 que presentaron oxidación del 75 % desde los 7 días de cultivo (datos no mostrados).

La especie Monstera deliciosa Liebm tuvo mejor capacidad fisiológica para adaptarse a las condiciones in vitro, ya que presentó menos oxidación que Monstera acuminatum K. Koch. El protocolo de desinfección menos agresivo para los tejidos fue el primero, en el cual no se aplicó el pre tratamiento en bomba de vacío y se realizó una solo inmersión en hipoclorito de sodio al 3 %. Así también, el medio de cultivo que resultó más favora- ble para controlar la oxidación fue el adicionado con PPM, como se observa en el Cua- dro 17.

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Cuadro 17. Efectos de la especie, protocolo de desinfección y medio de cultivo, en los porcentajes de oxidación a los 49 días después de la siembra de segmentos de hoja madura. Promedio de veinte repeticiones por tratamiento.

Factor Oxidación (%) Especie

Monstera acuminatum K. Koch. 73.36 ± 26.78† a

Monstera deliciosa Liebm. 42.64 ± 18.54† b

Protocolo de desinfección

SB + 3 % NaClO 56.12 ± 26.59† a

CB + 1.5 % + 1 % NaClO 59.88 ± 28.62† b

Medio de cultivo

MS 50 % + BAP / 2,4-D 63.85 ± 25.02† a + Amistar / PVP

MS 50 % + BAP / 2,4-D 57.62 ± 29.86† b

MS 50 % + BAP / 2,4-D 52.53 ± 26.80† c + PPM † Desviación estándar, letras distintas indican diferencia estadística. SB= desinfección sin bomba de vacío, CB= desinfección con bomba de vacío, NaClO= hipoclorito de sodio, MS 50 %= medio de cultivo Murashige y Skoog (1962) al 50 %, BAP= Bencilaminopurina, 2,4-D= Ácido 2,4-diclorofenolacético, PPM= Preservative for Plant Tissue Culture, PVP= Polivinilpirrolidona, Amistar= Fungicida sistémico.

8.4.2. Inducción de brotes y callo a partir del cultivo in vitro de discos de tallo en Monstera acuminatum K. Koch

Los discos de tallo provenientes de brotes nuevos presentaron reactividad a partir de los tres días del establecimiento in vitro, el tratamiento tres fue el que presentó primero las respuestas morfogénicas: hinchazón y alargamiento de los explantes (Figura 10 A).

A los siete días, los demás tratamientos presentaron este tipo de reactividad, y en el tratamiento tres inició la formación de brotes (Figura 10 B), a los 14 días inicio la forma-

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ción de callo tipo friable cristalino en los tratamientos uno, dos y tres (Figura 11), y a los 21 días, el tratamiento cuatro respondió a la formación de callo.

A B

Figura 10. Explantes de tratamiento tres que presentan reactividad a los 7 días de la siembra. A) Explante que presenta hinchazón y alargamiento. B) Explante que presenta brote nuevo, barra = 1 mm. (Nancy Casanova 2017).

A B C

Figura 11. Explantes con formación de callo friable cristalino a los 14 días de la siem- bra. A) Explante de tratamiento uno, barra= 2.5 mm. B) Explante de tratamiento dos, barra= 2 mm. C) Explante de tratamiento tres, barra= 2.5 mm. (Nancy Casanova 2017).

A los 35 días, la sobrevivencia de los tratamientos 1 y 3 fue superior al 80 %, mientras que la sobrevivencia fue inferior en los tratamientos 2 y 4. La sobrevivencia de los ex- plantes no estuvo asociada a los porcentajes de oxidación y contaminación. El porcen-

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taje de oxidación en los discos de tallo fue mayor en el tratamiento cuatro, seguido de los tratamientos 2 y 3, y solo en el tratamiento uno fue inferior del 60 % (Cuadro 16).

La contaminación que se presentó en los discos de tallo fue bacteriana y tuvo mayor frecuencia en los explantes basales. Los tratamientos 3 y 4 presentaron porcentajes de contaminación inferiores del 10 %, mientras que los tratamientos 1 y 2 presentaron por- centajes superiores del 30 % a los 35 días, esto indicó que el segundo protocolo de de- sinfección fue más eficiente que el primero (Cuadro 16).

Los tratamientos 2 y 3 fueron los que presentaron porcentajes de reactividad superiores del 80 %. El tratamiento tres fue el que presentó mayor número de explantes con brotes nuevos, seguido de los tratamientos 1 y 4, mientras que los explantes del tratamiento dos solo formaron callo friable. El tratamiento dos presentó el mayor número de explan- tes con formación de callo friable en comparación con los demás tratamientos (Cuadro 16).

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Cuadro 16. Sobrevivencia, contaminación, reactivación, oxidación, formación de callo y número de brotes por explante de los discos de tallo en Monstera acuminatum K. a los 35 días después de la siembra en los diferentes tratamientos. Dato promedio de mínimo 15 repeticiones.

Tratamiento Super Cont React Oxi Callo NBT (%) (%) (%) (%) (%) 1. P1 + MS + BAP (1) + AIA 84.91 39.68 65.87 58.49 65.87 2 (0.5) + ANA (0.1)

2. P1 + MS + BAP (2) + AIA 68.88 42.22 81.11 73.44 75.55 0 (1) + ANA (0.5)

3. P2 + MS + BAP (1) + AIA 87.50 7.87 95.23 77.97 65.87 7 (0.5) + ANA (0.1)

4. P2 + MS + BAP (2) + AIA 69.83 4.76 78.30 82.30 34.52 2 (1) + ANA (0.5) P1= Antibenzil al 3 % + Etanol al 70 % + NaOCl al 1.5 %, P2= Tween 20 + Etanol al 20 % + NaOCl al 2.5 %, el número entre paréntesis= la concentración de cada fitorregula- dor en mg / L, Super= supervivencia, Cont= contaminación, React= reactivación, Oxi= oxidación, Callo = formación de callo, NBT= número de brotes por tratamiento.

De acuerdo a la sección del brote perteneciente de cada unidad experimental, se ob- servaron diferencias en los porcentajes de oxidación, reactividad y formación de callo entre los tratamientos a los 35 días después de la siembra. La oxidación de los discos de tallo de sección basal y media del brote es mayor en los tratamientos 1, 2 y 4 que en el tratamiento tres, donde la mayor oxidación se presentó en los discos de tallo de sec- ción apical, seguido de los de la sección basal y media (Figura 12).

Todos los explantes de la sección apical presentaron reactividad en los tratamientos 1, 2 y 4, mientras que en el tratamiento tres, fueron todos los explantes de sección basal y media los que presentaron reactividad, seguido de los de sección apical. La formación de callo se presentó de manera similar que la reactividad (Figura 12).

Todos los explantes de la sección apical de los tratamientos 1, 2, y la mayoría de los del tratamiento cuatro presentaron formación de callo friable, aunque los explantes de la

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sección media del tratamiento cuatro no presentaron este tipo de respuesta. En el tra- tamiento tres, todos los explantes de la sección basal presentaron formación de callo friable, seguido de los de sección media y apical (Figura 12).

Figura 12. Porcentajes de oxidación, reactividad y formación de callo por segmento del brote (basal, media y apical) en los tratamientos a los 35 días después de la siembra.

El tratamiento tres fue el que respondió más rápido y mantuvo por más tiempo la forma- ción de callo y brotes. La formación de callo fue del 100 % en explantes de sección ba- sal, 83.33 % de sección media y 14.29 % de sección apical, lo último probablemente a que la oxidación de los explantes de sección apical fue mayor con 96.43 % a los 35 días después de la siembra (datos no mostrados).

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Se observaron diferencias entre el callo friable que se originó en la parte central y el que se originó en la periferia del disco de tallo. El callo friable central estuvo conforma- do por células redondas, cristalinas y de alta actividad meristemática asociada a la or- ganogénesis, y el callo periférico por células alargadas, blancas y de baja actividad me- ristemática, como se observa en la Figura 13.

CFP

CFC

Figura 13. Diferencia entre el callo friable central (CFC) y el callo friable periférico (CFP) en un explante del tratamiento tres a los 21 días después de la siembra, barra= 1 mm. (Nancy Casanova 2017).

En la mayoría de los explantes, la formación de brotes se observó de la parte central del disco. Los brotes se pudieron originar de puntos meristemáticos de yemas axilares ó de células parénquimas centrales del disco, como se observa en la Figura 14.

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A B

Figura 14. Brotes de un explante del tratamiento tres. A) A los 21 días después de la D siembra, barra= 400 µm. B) A los 35 días después de la siembra, barra= 2 mm. (Nancy Casanova 2017).

Los brotes que se formaron de los discos de tallo en los tratamientos 1, 3 y 4 resultaron adventicios y axilares de acuerdo a los cortes histológicos. Los brotes axilares fueron originados de puntos meristemáticos probablemente de yemas axilares que tenía el ta- llo del brote. A los 45 días después de la siembra se logró observar la formación de bro- te axilar y brotes adventicios en un explante del tratamiento tres (Figura 15 A y B).

Los brotes adventicios fueron originados de células parénquimas con alta actividad me- ristemática de los discos de tallo. A los 35 días después de la siembra se observó la formación de un brote adventicio de casi 2 cm de alto en un explante del tratamiento tres (Figura 15 C y D).

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A B

BA

HV

C D CFH

CPD

Figura 15. Brotes y cortes histológicos en el tratamiento tres. A) Brote axilar y brotes adventicios a los 45 días después de la siembra, barra= 2 mm. B) Corte histológico del brote axilar principal, barra= 2 mm. C) Brote adventicio a los 35 días después de la siembra, barra= 2.5 mm. D) Corte histológico del brote adventicio, barra= 2.5 mm. HV= haces vasculares que se conectan del disco de tallo hasta la parte apical del brote, BA= brote adventicio, CPD= células parénquimas del disco del tallo que dan origen al brote, CFH= células fotosintéticas de hoja envolvente del brote adventicio. (Nancy Casanova 2017).

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9. DISCUSIÓN

9.1. La taxonomía de las aráceas identificadas

Las características particulares de las aráceas identificadas como el hábitat de creci- miento (hemiepifitas), la heteroblastia y las condiciones ambientales para su crecimien- to, entre otras; nos da una idea de la alta variabilidad genética que puedan presentar estas especies en una población y entre poblaciones.

Al respecto, Andrade y colaboradores (2008) encontraron que la forma del contorno de la hoja madura en M. adansonii es un marcador taxonómico eficaz y suficiente para agrupar las poblaciones de M. adansonii var. klotzschiana, M. adansonii var. laniata y M. praetermissa, y que las clases de tamaño más pequeño de las hojas son exitosas en la discriminación de los taxones. Por lo anterior, el tipo de hoja y las diferencias morfo- lógicas en su estado tierno, juvenil y maduro fueron claves para la identificación taxo- nómica de las especies de estudio.

Referente a lo anterior, Karney y Grayum (2012) menciona que M. deliciosa L. tiene ca- racteristicas morfológicas similares a M. maderaverde G & K., como el tipo de peciolo y láminas foliares imperforadas en estado juvenil, pero diferentes en el tamaño del espe- cimen y el tipo de hoja, ya que las hojas de M. deliciosa son cordadas en la base a dife- rencia de las de M. maderaverde G & K. que son pinnadas. Además de que la fibra de ambas especies proviene de raíces fibrosas de 2 a 10 m de largo y crecen cerca del dosel de los arboles tutores.

Por otro lado, la distribución geográfica de las especies a diferentes rangos de altitud es un factor que influye en la identificación taxonómica, ya que se observó que la localiza- ción de M. deliciosa fue por arriba de los 1400 m s.n.m, a diferencia de M. acuminatum que fue entre los 200 a 500 m s.n.m. Al respecto, Goncalves y Temponi (2004) encontró que Monstera praetermissa E. G. Gonq. &Temponi, presenta similitud taxonómica con M. xanthospatha, pero son especies que se localizan a distintos rangos de altitud en Brasil.

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9.2. Uso, manejo y conocimiento local de las aráceas útiles para la elabora- ción del mimbre

Las dos aráceas identificadas en la elaboración del mimbre sólo tienen uso artesanal. Monstera deliciosa L. obtuvo el índice del valor de uso máximo en las comunidades. El indicador valor de uso solo expreso la especie más utilizada por usuario, pero se limito a expresar el aprovechamiento de sus partes vegetativas, el número de usos, si el uso y manejo no amenaza sus poblaciones silvestres, y el grado de importancia que tiene en las diferentes comunidades (Marín-Corba et al. 2005). Es decir, M. deliciosa L. no pre- senta un aprovechamiento racional y una diversidad de uso.

Como lo menciona Feuillet-Hurtado y colaboradores (2011), que de 221 especies regis- tradas de uso artesanal en Colombia, Monstera deliciosa L. es una de las siete espe- cies de la familia Araceae que presenta un tipo de uso cestería, principalmente enfoca- do a bisutería. A diferencia de Brasil, donde el uso de esta especie es diversificado, ya que el fruto tambien es consumido por su aroma y sabor a piña (Mayo et al. 1997).

Por lo tanto, se requiere profundizar los estudios etnobotánicos para detectar especies con mayor aprovechamiento local y prioritario a conservar por su uso local. Esto a tra- vés de un análisis de correlación entre el valor de uso y el número de individuos, la in- clusión de la parte usada de las especies en los análisis estadísticos, y de estudios po- blacionales de las especies útiles para identificar aquellas prioritarias a conservación (Marín-Corba et al. 2005; Feuillet-Hurtado et al. 2011).

En nuestro análisis, el grupo de informantes mayores de 50 años fueron los que usan con mayor frecuencia las plantas útiles y señalaron que existe conocimiento actual de uso y de la práctica artesanal, pero que ya no se transmitió a las nuevas generaciones. Diferente a lo encontrado por Castellanos-Camacho (2011), donde el grupo de adultos mayores no fue el mayor conocedor de las plantas útiles, sino el grupo de informantes entre 21 a 50 años, ya que estos están más activos en las labores agrícolas, y los adul- tos mayores reflejaban cierta pérdida del conocimiento, debido a los cambios en las formas de producción.

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Al respecto, se encontró un conocimiento más amplio sobre el uso del mimbre y de la practica artesanal en Benito Juarez El Plan, donde la mayoría de los informantes habla- ban mam y eran mayores de 50 años, a diferencia del conocimiento encontrado en Guadalupe, donde los informantes no hablaban mam y eran más jóvenes. Lo anterior coincide con lo encontrado por Medina-Arias y colaboradores (2014), en un estudio et- nobotánico de hongos con fines alimenticios o medicinales en la Reserva de la Biósfera Volcán Tacaná, donde la mayoría de los informantes conocían a las especies con nom- bre mam.

En las comunidades de estudio no se logro identificar un tipo de manejo agrónomico para las aráceas útiles, es decir, el recurso local es extraído de las aráceas de manera silvestre. Lo anterior indica que existe un desconocimiento taxonómico y biológico de estas especies vegetales.

En Tapijulapa, Tabasco, los artesanos y productores de las artesanías de mimbre co- nocen las características fisiológicas y los requerimientos agronómicos de Philodendron radiatum S. (arácea útil para extraer la fibra mutusay). Por lo cual en los últimos 15 años, ellos han desarrollado un manejo agronómico para esta especie que permite ob- tener materia prima en menos de seis meses, y asegura una producción constante todo el año. Como lo describe un artesano:

“El manejo consiste en cortar segmentos de tallo con emisión de raíz de 5 cm, tirarlos en la tierra debajo de los árboles y esperar alrededor de unos 15 días para que germinen. Después, las plántulas se pasan a bolsas con sus- trato durante 1 mes en condiciones de vivero, para luego subirlas y asegurar- las en alguna rama en la copa de los árboles tutores. Luego, se espera que la estaca enraizada emita nuevas raíces que se adhieran al tronco del árbol y por último, pasado al menos 2 meses, las raíces aéreas presentan una longi- tud aceptable para cosechar el producto. La raíz cortada origina mediamente cinco nuevas raíces, y la planta usada se recupera en 6 meses” (Don Pedro, artesano con 35 años de antigüedad).

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Así también, el hecho de que exista un manejo agronómico para P. radiatum S., no quiere decir que sea el más adecuado. Al respecto, Hoffman (2015) en un estudio sobre la biología y uso de la fibra nibbi en Heteropsis flexuosa K. B. observó que el manejo que le dan los cosechadores indígenas a esta planta en la aldea Manawarin, Guyana no es el mejor, ya que el 97 % de los arboles colonizados poseen pocas raíces cosecha- bles y solo el 28 % de las raíces cortadas se regeneran. Esto ha traído consecuencias graves en la economía local, pues la recolección del nibbi es una fuente primaria de ingresos en efectivo y es importante en la subsistencia diaria.

Por lo anterior, es necesario hacer estudios sobre el rendimiento y calidad de la fibra en M. deliciosa L. y M. acuminatum K. para el diseño de un manejo agronómico bajo las condiciones ambientales, sociales y económicas correspondientes en su hábitat natural, es decir, un manejo de productos forestales no maderables (mimbre) en los bosques tropicales, el cual genere ingresos sin deforestación y fomente la conservación natural del recurso (Nepstad y Schwartzman 1992).

9.3. Limitantes para el comercio y la conservación cultural del mimbre

El conocimiento local de la práctica artesanal se ha perdido en las comunidades de es- tudio debido a los cambio en las actividades económicas, como lo afirma Castellanos- Camacho (2011), el cual encontró que la pérdida del conocimiento etnobotánico local está relacionada con los cambios en las estrategias de vida hacia formas más urbani- zadas.

Así también, Mejía-Roblero (2012) encontró que la pérdida progresiva del conocimiento tradicional de las actividades comerciales, culturales y la lengua mam ha sido influen- ciada por la globalización que se vive actualmente y la falta de codificación lingüística, por lo cual propone enseñar costumbres a las nuevas generaciones en las comunida- des mam y reivindicar la necesidad de desarrollar la codificación escrita y gramática unificada para conservar la memoria de la narrativa oral de la etnia mam.

Por otro lado, la globalización está ocasionando el fenómeno llamado “aculturación”, es decir, la incorporación de aspectos de otras culturas en su propia identidad cultural. Lo cual ha llevado a que la identidad mam adopte una identidad bicultural influenciada por

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los valores neoliberales, los patrones de consumo y el individualismo (Melluish 2014), que cambia las prácticas culturales locales y propicia el desuso del mimbre.

Por otro lado, el comercio del mimbre se limitó desde que se restringio el uso de la tie- rra, se intensificó la inversión extranjera y se modificaron los derechos de propiedad y espacios de uso en las comunidades locales (Hernández-Castillo 1994; Escobar- Hernández et al. 2015). De acuerdo a la información proporcionada por los informantes, cuando la tierra era de uso común, el mimbre se usaba y existía el comercio local y fronterizo con Guatemala, después cuando se limitó el territorio mexicano a través de la reforma agraria, la propiedad paso a ser privada, y entonces solo las personas que te- nían la planta útil en su propiedad podían usarla.

Luego con el paso del tiempo, el material dejó de ser valioso y útil para las comunida- des, ya que otros materiales como el plástico, la pita y el acero podían resultar más re- sistentes y duraderos. Como lo encontrado por Castellanos-Camacho (2011) donde el 52 % de los informantes reportaron que en tiempos pasados utilizaban alguna especie silvestre para la elaboración de algún objeto artesanal, pero que actualmente ya no la utilizan debido a que fueron reemplazados por utensilios plásticos y otros elementos disponibles en el mercado, propiciados por la globalización.

Por otro lado, recientemente con el decreto de la Reserva de la Biósfera Volcán Taca- ná, las áreas naturales con alta diversidad biológica y endemismo especialmente en los ecosistemas y paisajes de alta montaña, han sido restringidas en el uso de los recursos naturales y en la extracción de especies que se encuentran bajo alguna categoría de riesgo (SEMARNAT 2012). A pesar de que las aráceas productoras del mimbre no se encuentran bajo categoría de riesgo el BMM, su hábitat natural, es un ecosistema ame- nazado. Entonces, las políticas de manejo en el área natural protegida restringen la co- lecta y uso del mimbre en algunas zonas de Aguacaliente, Chiquihuites, Benito Juárez El Plan y Fracción Barrio Nuevo.

En los últimos 15 años, a diferencia de las limitantes antes mencionadas para el comer- cio del mimbre proveniente de M. deliciosa en la región, las principales limitantes del comercio de la fibra de M. maderaverde en Guyana, son la escasez del material biológi-

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co y la alta deforestación en las comunidades locales, debido a la extracción desmedida del material biológico, que generaba un poco más de 10,700 USD anuales y la produc- ción no ocupaba más del 5 % de fuerza de trabajo (Karney y Grayum 2012).

Los espacios de uso preferidos para la extracción de plantas útiles son los relacionados con el predio de los usuarios, lo que origina que el número de especies útiles que pue- dan mantener y manejar sea limitado (Castellanos-Camacho 2011). Estos espacios de uso por lo general mantienen interacciones biológicas con los espacios abiertos, como lo menciona Escobar-Hernández et al. (2015), que en huertos familiares de Chiquihuites existe una alta conectividad de especies con el espacio de uso montaña, lo cual indica que a pesar de que el espacio de uso sea reducido, es un sitio de conservación tradi- cional a través del cual es posible ahorrar recursos económicos, insumos y esfuerzo en el trabajo.

En la región del Soconusco existe una riqueza cercana a 490 especies vegetales en 53 huertos, sin embargo, solo en tres comunidades locales, donde el 40 % de las especies son nativas (Quique 2012). Lo anterior indica que estos espacios son invisibilizados, cuando hablamos de la conservación vista en términos de protección y aislamiento de la naturaleza que instruye el ANP de la Reserva Biosfera Volcán Tacaná. Esta perspec- tiva de conservar niega la posibilidad de un balance entre la producción y conservación (Toledo 2005), siendo la restricción de uso el principal problema para la conservación in situ del mimbre y con ello, el comercio local del mismo.

Lo anterior, puede ser diferente si se considera que el mimbre no requiere un espacio grande y particular por productor, sino más bien puede ser cosechado en un espacio de uso común, los cuales son ideales para usuarios de predios reducidos o de producción insuficiente (Castellanos-Camacho 2011).

9.4. La conservación del mimbre

En los estudios etnobotánicos se encontró el interés de conservar la práctica artesanal del mimbre, principalmente en Benito Juarez El Plan, donde todos los informantes no solo muestran interés de conservarla, sino tambien en enseñar y aprenderla a tráves de diferentes propuestas. Las principales motivaciones de conservar el mimbre son el uso

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familiar, transmitir la practica artesanal a las nuevas generaciones y tener ingresos eco- nómicos extras.

Por lo anterior, la conservación in situ del mimbre es una posibilidad viable en la región del Soconusco, sin embargo, aún son necesarias investigaciones sociales más profun- das que permitan a tráves de datos significativos determinar las estadisticas de éxito.

Actualmente, la sociedad no reconoce el papel activo que desempeñan y pueden desempeñar las comunidades campesinas y pueblos indígenas conservando y desarro- llando recursos fitogenéticos locales (Boege 2008). La acción que se deben tomar en cuenta para la conservación biológica del mimbre es la diversificación de su cultivo en los cafetales, ya que es una alternativa viable para mantener la producción de café y apoyar la economía de los cafeticultores en las comunidades cercanas al volcán Taca- ná (Suárez-Gutiérrez 2011).

Al respecto, Ramos-Rodríguez (2003) menciona que si se mantiene un manejo agro- nómico de los recursos fitogenéticos a través de la diversificación se puede aprovechar mejor la radiación solar, el espacio físico, aumentar los nutrientes del suelo y tener me- jor control de enfermedades y plagas, es decir, mayor estabilidad en la producción ante cambios desfavorables del ambiente físico, mejor garantía de satisfacción de las nece- sidades de auto subsistencia del núcleo familiar y mejor empleo de la fuerza de trabajo local.

La conservación del mimbre deberá entenderse como una conservación tradicional re- lacionada con el uso local y el cuidado comunitario (Escobar-Hernández et al. 2015), siendo el conocimiento etnobotánico la base de su identidad, cohesión social y la visua- lización de escenarios futuros de desarrollo local (Castellanos-Camacho 2011), así también aportando la conservación del patrimonio cultural mam, el cual se encuentra en peligro de extinción (Cuevas-Sánchez 1991).

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9.5. Influencia de patrones morfológicos, genotipo y estado fenológico en la sobrevivencia y reactividad de los explantes

El genotipo y el estado fenológico del material vegetal influyeron en la sobrevivencia y en el tiempo en que permaneció la capacidad de respuesta de los explantes estableci- dos. Los segmentos de hoja que provinieron de tejido post-juvenil, es decir, un estado intermedio entre el estado juvenil y maduro, presentaron diferentes morfologías. Las hojas seleccionadas de Monstera acuminatum K., tenían perforaciones, patrón morfoló- gico derivado de la heteroblastia que presentan las especies del género Monstera, mientras que en Monstera deliciosa L., las hojas eran cordeadas con aberturas horizon- tales que aún no presentaban perforaciones.

Al respecto Gunawardena y colaboradores (2005) encontraron que la formación de las perforaciones en las hojas de Monstera obliqua se originan del proceso de muerte celu- lar programada (PCD) temprana en el desarrollo foliar, es decir, en cada perforación, una discreta subpoblación de células se somete a la muerte celular simultáneamente, mientras que las células de protodermo y células de meristemo apical no se ven afecta- das. En Monstera acuminatum K., las hojas tiernas de algunos brotes nuevos ya pre- sentaban perforaciones en la lámina foliar en condiciones de invernadero, al igual que lo observado en M. obliqua. Es decir, en ambas especies, la muerte celular ocurre rápi- da y progresivamente a través de un posible proceso de señalización entre las células programadas para morir y las células vecinas con actividad meristemática, que se origi- na de los tejidos vasculares por la colocación equidistante de las perforaciones en las láminas foliares.

Este interesante comportamiento a nivel molecular en la morfología de las hojas que ocurre en diferentes estados fenológicos, es probablemente una de las razones por la cual, los segmentos de hojas de M. deliciosa sobrevivieron por más tiempo, presentaron menos porcentajes de oxidación y mayores porcentajes de reactivación que los de M. acuminatum, ya que las células de las hojas de esta última especie se encontraban a un paso de la muerte celular.

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El genotipo determinó los tratamientos in vitro que obtuvieron porcentajes superiores del 80 % en sobreviviencia y reactividad, y porcentajes menores de 20 % en contami- nación.

Por otro lado, los discos de tallo que se disectaron de brotes nuevos de M. acuminatum lograron inducir brotes y callo tipo friable, esto probablemente porque los brotes selec- cionados provinieron de yemas juveniles, y sus hojas eran tiernas sin perforaciones, a diferencia de las hojas seleccionadas en el primer experimento. Como lo menciona Geier (1986), el estado juvenil de cualquier parte vegetativa que provenga de plantas en condiciones de invernadero o campo es recomendado, ya que el crecimiento rápido del tejido juvenil no permite la colonización de agentes patógenos y responde más rápido que el tejido maduro.

La sobrevivencia de las hemiepifitas secundarias (M. deliciosa y M. acuminatum) en su hábitat natural está asociada a las condiciones ambientales, de niveles altos de hume- dad, niveles medios de agua y de luz, y temperaturas intermedias de 10 a 30 °C (Balcá- zar-Vargas et al. 2015). En condiciones artificiales del cultivo in vitro, los explantes pue- den generar mecanismos diferentes de adaptación que comprometan su sobrevivencia y reactividad.

La plasticidad fenotípica de ambas especies, le confieren diferentes mecanismos para sobrevivir. Por ejemplo, M. deliciosa L. posee tricomas en sus hojas, los cuales son es- tructuras de células secretoras que le proporcionan protección al tejido vegetal, a través de la regulación de las condiciones micro ambientales. Los tricomas proporcionan som- bra y protección contra los daños mecánicos, así como conservan la humedad en la superficie de la epidermis. Esto último se pudo observar con la presencia de pequeñas gotas de agua en la superficie de las láminas foliares pertenecientes a esta especie en condiciones in vitro (Andrade et al. 2008).

9.6. Microorganismos endófitos y defensas químicas propician resistencia en los explantes de Monstera deliciosa L.

Los resultados mostraron que existe en M. deliciosa cierta resistencia a patógenos y a los cambios en la adaptabilidad del tejido en condiciones in vitro. Al respecto, Kai y co-

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laboradores (2012) comprobaron que la proteína mda que se sintetiza por el gen de la aglutinina (mda) en las lectinas de M. deliciosa le confiere resistencia a las plantas de tabaco contra el áfido.

Así también, Donini y colaboradores (2005) encontró que M. deliciosa alberga bacterias endófitas latentes que persisten después de la desinfección del tejido, pero que a 1.5 % de cloro activo, los porcentajes de contaminación disminuyen considerablemente. Lo cual difiere de los porcentajes de contaminación en hojas y discos de tallo del presente estudio, ya que en las hojas se observó más eficiencia a una sola inmersión con 3 % de cloro activo que a 1.5 % y 1 %; mientras que en los discos de tallo, el segundo protoco- lo de desinfección con 2.5 % resulto más eficiente que con 1. 5 % de cloro activo.

En las hojas y discos de tallos de M. deliciosa se observaron porcentajes altos de oxi- dación en los tejidos desde los 7 días de cultivo y una producción excesiva de com- puesto fenólicos después de cada subcultivo. Esto sin duda, es un mecanismo de de- fensa bioquímica en las plantas contra posibles patógenos.

Así también, se observó la secreción de exudados vegetales en algunos explantes de esta especie. Los exudados vegetales pueden ser una mezcla de oxalato de calcio y otros componentes, que se liberan como defensa inducida contra posibles patógenos ó en respuesta a un tipo de estrés (Eskov et al. 2015). Al respecto, Gunawardena y cola- boradores (2005) mencionan que la acción y el tipo de cristal de oxalato de calcio en los idioblastos son específicos del tipo de estrés; por ejemplo el tipo drusas aumenta en número y tamaño cuando sufre estrés por exceso de calcio, pero cuando el estrés es por déficit de calcio, el número de estos disminuye drásticamente en hojas de Pistia stratiotes L.

9.7. Influencia de los componentes del medio de cultivo (reguladores de crecimiento, antioxidantes, fungicidas y otros compuestos) y las condiciones arti- ficiales de luz y temperatura en la capacidad organogénica de los explantes

La interacción de los componentes del medio de cultivo y condiciones artificiales de luz y temperatura son los principales factores que tienen un efecto sobre la respuesta de los explantes. En ambos experimentos in vitro, se observó que el medio de cultivo base

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de sales MS al 50 % adicionado con la combinación de los reguladores BAP y 2,4-D a bajas concentraciones de 1 mg / L y 0.2 mg / L, respectivamente fue ideal para el man- tenimiento de los explantes por mayor tiempo que el evaluado.

Esto puede estar asociado a las bajas concentraciones de sales en el medio de cultivo, ya que a menores concentraciones de sales, las condiciones osmóticas son bajas y existe mayor disponibilidad de nutrientes para que puedan ser asimilados por las célu- las vegetales. Como lo observado por Murillo-Gómez y colaboradores (2014) donde la concentración de 1 mg / L de BAP es necesaria e ideal para inducir las mejores tasas de multiplicación de brotes en especies de Anthurium y que en combinación con ANA ó AIA se pueden inducir mayor número de brotes.

La mayoría de los explantes de los tratamientos 2, 5, 8 y 11 que se cultivaron en medio adicionado con 1 ml / L del conservador Preservative for Plant Tissue Culture (PPM) presentaron reactividad y los porcentajes más bajos de oxidación, los cuales son dife- rentes significativamente con respecto a los explantes de los otros medios de cultivo. Esto se debe a que el reactivo PPM, es una composición molecular de antioxidantes y agentes desinfectantes que inactivan enzimas fundamentales del ciclo de Krebs y afec- ta el transporte de electrones de los patógenos, inhibe el crecimiento de agentes pató- genos y reduce los niveles de oxidación en los tejidos (Plant Cell Technology 2017).

Al respecto, Rihan y colaboradores (2012) determinaron que el PPM no solo parece te- ner un papel importante en el control de contaminación in vitro en explantes, sino tam- bién en el desarrollo y calidad de micro brotes en coliflor. Ellos recomiendan una con- centración baja de 0.5 ml / L de PPM añadido al medio de cultivo y de una relativamen- te alta de 1 ml / L en combinación con los otros componentes del medio de cultivo para el control de contaminación sin una reducción significativa en el desarrollo de los micro brotes. Esto porque mayores concentraciones de 1 ml / L de PPM resultan tóxicas para los tejidos. Por lo anterior, es posible que esta concentración de PPM no solo haya fa- vorecido al control de contaminación, como se observó en los segmentos de hoja, sino también haya contribuido en mantener la viabilidad celular de los explantes.

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Así también, Compton y Koch (2001) encontraron que la respuesta del tejido al PPM varía dependiendo de la especie y de su concentración en el medio. Ellos recomiendan dosis menores de 2 ml / L de PPM en medios de regeneración de brotes, ya que obser- varon una reducción en el número de brotes de 3 ± 6.9 veces por placa Petri en los ex- plantes foliares de melón. A diferencia de lo observado por Blanco y Valverde (2004), donde el PPM a una concentración de 2 ml / L impidió la aparición de patógenos, sin intervenir en los procesos de crecimiento y multiplicación de plantas de Philodendron corcovadense.

La combinación del antioxidante Polivinilpirrolidona (PVP) a 2 g / L y el fungicida Amis- tar a 1 g / L en el medio de cultivo base MS al 50 % presentó una reacción con los segmentos de hoja, la cual se apreció como un precipitado blanco alrededor del explan- te. Este comportamiento fue una respuesta visible del tejido contra los componentes del medio, ya que fue el medio de cultivo que propició los mayores porcentajes de oxida- ción, lo cual afectó la sobrevivencia de los explantes, y con ello su respuesta.

Esto debido a que las concentraciones del antioxidante y fungicida fueron muy elevadas y en combinación provocaron un efecto tóxico a los explantes. Al respecto, Shimelis (2015) reporta concentraciones de PVP menores a 1 g / L, la cual difirió en la respuesta de los genotipos (0.2 g / L y 0.3 g / L) y fue crucial para los porcentajes de sobreviven- cia y mortandad de los explantes (hojas de caña de azúcar). Al igual Mahanta y Paswan (2001) reportan que 0.2 g / L es la concentración ideal para la regeneración directa de brotes en A. andreanum L.

Los efectos de las hormonas vegetales en el desarrollo son particularmente complejos, ya que una determinada sustancia y su concentración, pueden afectar diversas caracte- rísticas que no dependen solamente del tejido o la célula involucrada, sino también de las condiciones ambientales, la edad y el estado de desarrollo de la planta. La sensibili- dad de las hormonas vegetales puede contribuir a generar diferentes patrones de res- puesta en las plantas, es decir, están asociadas a la capacidad organogénica de los explantes.

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En los discos de tallo, la capacidad organogénica dependió del genotipo. Al respecto, Iracheta-Donjuan y colaboradores (2003) encontraron que las diferencias en la capaci- dad organogénica en los discos de tallo de maíz estaban asociadas a la variación gené- tica en la concentración endógena de las hormonas en el tallo de maíz. Solo tres (L6, L13 y el híbrido L58×L69) de ocho genotipos presentaron la mayor capacidad de induc- ción de brotes en medio líquido con puente de papel filtro. Siendo la línea L6, una de las que obtuvo la mayor tasa organogénica con 8.5 brotes por brote inicial. Los brotes indu- cidos se originaron de yemas axilares preexistentes en los discos de tallo, como en los resultados obtenidos.

Así también, a diferencia de lo encontrado en el presente estudio, Valle-Sandoval y co- laboradores (2008) encontraron que la capacidad organogénica de los explantes proce- dentes de tallo no indujo brotes, sino que solo la formación de callo debido a la oxida- ción de los tejidos a diferencia de los procedentes de hojas.

Para inducir callo en las hojas maduras, solo se probó la combinación de BAP a 1 mg / L y 2,4-D a 0.2 mg / L, la cual probablemente no fue la más adecuada, ya que no se logró inducir callo. A diferencia de lo que encontró por Ruiz-Ruiz (2000) en hojas de an- turio, donde con las concentraciones intermedias (0.5 – 1 mg / L) de la auxina 2,4-D y BAP lograron inducir la mejor producción de callo. Mientras que Del Rivero-Bautista y colaboradores (2008) recomiendan el uso de la auxina 2,4-D a 6.79 µM con kinetina a 2.32 µM para la inducción y formación de callo en hojas de Anthurium andraeanum L. variedad Lambada.

Por otro lado, la mejor concentración de fitorreguladores que favoreció la formación de brotes a partir de los discos de tallo fue BAP a 1 mg / L + AIA a 0.5 mg / L + ANA a 0.1 mg / L, mientras que bajo las otras concentraciones se logró inducir alguna respuesta morfogénica. A diferencia de lo encontrado por Valle-Sandoval y colaboradores (2008), donde la concentración de los reguladores presentó diferentes tasas de inducción de brotes por variedad de crisantemo, ya que 2 mg / L de BAP + 1 mg / L de AIA indujo 2.4 brotes por explante en variedad indianopolis, y 3 mg / L de BAP + 1.8 mg / L de AIA in- dujo 4.1 brotes por explante en variedad Texana. Mientras que Blanco y Valverde

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(2004) recomiendan 0.8 mg / L de BA y 2 mg / L de AIA en medio MS para la inducción de brotes en Philodendron corcovadense.

Wen-Lii y colaboradores (2012) encontró que los niveles endógenos de las auxinas AIA y ANA están involucradas en la organogénesis de brotes, ya que el nivel de IAA aumen- tó prominentemente en el callo inducido bajo estrés osmótico o en presencia de ANA, mientras que los niveles de AIA disminuyeron constantemente después de la transfe- rencia de callos a los medios de regeneración.

En relación con la concentración de las citoquininas, Werbrouck y colaboradores (1996) mencionan que no siempre se puede inducir brotes en Spathiphyllum floribundum S., cuando se adicionan citoquininas como BA y /o en combinación con fungicidas IMA, ya que también el nivel endógeno de citoquininas debe ser el adecuado para ello. Mientras que Wang y colaboradores (2015) concluyen que las variaciones histológicas coinciden con el contenido hormonal endógeno de la planta durante la regeneración de los brotes a partir de hojas en fresa.

Carimi y colaboradores (2005) descubrieron que la citoquinina BA a concentraciones elevadas de 13 a 27 mM presenta un efecto en la síntesis de NO, y con ello la inducción de la muerte celular y senescencia espontánea en las células en suspensión de Arabi- dopsis, pero a concentraciones menores de 2 mg / L de BAP es posible inducir la mi- cropropagación de M. obliqua (Schumacker-Zanca y Roberto-Zaffari 2013). Por otro lado, Paz (2000) menciona que las citoquininas pueden inhibir la oxidación, hasta cierto punto, incluyendo la oxidación de las auxinas, a concentraciones intermedias de 0.5 y 1 mg / L, reduciendo así la cantidad de fenoles producidos.

Los discos de tallo se mantuvieron en condiciones de oscuridad hasta los 14 días, y después en condiciones de fotoperiodo de 16 h luz. A partir de los 14 días, se observó la formación de brotes en los tratamientos 1, 3 y 4. A diferencia de lo obtenido, Wang y colaboradores (2015) donde la mayor regeneración de brotes adventicios (94.67 %) fue después de los 14 días en condiciones de oscuridad, y observaron una baja en la tasa de regeneración de brotes a los 28 días. Lo cual demostró que la duración del cultivo en

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oscuridad es un factor clave para la regeneración de brotes adventicios en fresa al igual que la regeneración de brotes en M. acuminatum.

9.8. La influencia del genotipo y la polaridad en la regeneración de brotes

En el experimento del establecimiento de discos de tallo, la regeneración de brotes va- rió con la etapa de madurez del tallo y genotipo. Esto porque el mayor número de bro- tes se observó solo en el tratamiento tres y de explantes del segmento basal y medio del tallo a pesar de los porcentajes de oxidación, mientras que los del segmento apical no indujeron brotes. Resultados que coincidieron con Valle-Sandoval y colaboradores (2008), quienes obtuvieron el menor porcentaje de regeneración de brotes en la zona apical, pero mayor en la zona media del disco de tallo de 1 mm de grosor en crisante- mo. Lo cual pudo deberse a que los segmentos cercanos al ápice fueron más pequeños que se oxidaron fácilmente y los de la base aun cuando eran más grandes provenían de tejido más viejo y regeneraron pobremente.

Por otro lado, la inducción de brotes se observó con mayor frecuencia de punto meris- temáticos del centro del disco del tallo y con menos frecuencia de la periferia. En rela- ción con lo anterior, Wang y colaboradores (2015) encontraron que la regeneración de brotes adventicios a partir de hojas en fresa, provienen de diferentes polaridades. Los brotes adventicios se produjeron a partir de la vena principal de la hoja, pero hubo ma- yor producción en los cortes cerca de la base del peciolo que de las puntas de las ho- jas.

10. CONCLUSIONES GENERALES

 En el presente estudio fue posible encontrar dos especies de aráceas hemiepífi- tas secundarias pertenecientes del género Monstera útiles en la producción de la fibra vegetal "mimbre" en cinco comunidades del Soconusco.

 Las hipótesis fueron aceptadas, ya se que se logró identificar a los usuarios ma- yores de 50 años como los más conocedores del mimbre, se encontró a la co- munidad Benito Juárez El Plan como la más interesada en producir y comerciali-

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zar el mimbre, y se determinaron al menos cuatro tratamientos (7, 8, 10 y 11) con porcentajes de sobrevivencia y reactividad mayores de 80 %, y porcentajes de contaminación casi nulos de contaminación.

 El conocimiento local sobre el uso y costumbre recopilado del mimbre, a través de los estudios etnobotánicos realizados fue suficiente para identificar:

 Las limitantes locales que han llevado al desuso del mimbre.  La carencia del comercio local.  Los intereses y motivaciones locales que buscan impulsar la conservación biológica y cultural de la fibra natural.

 El mimbre es un recurso útil con valor cultural y potencial económico, ecológico y sustentable que aún no se puede cuantificar en las comunidades de estudio. La conservación del mimbre debe partir del conocimiento etnobotánico local y el aprovechamiento racional, cultivado en espacios de uso común o predios comu- nitarios (cafetales de sombra) bajo un manejo y uso sustentable.

 El establecimiento de las bases de un protocolo de introducción in vitro de ambas especie es útil para conocer su capacidad regenerativa, seleccionar genotipos y conservar su germoplasma. El protocolo de propagación in vitro a partir de discos de tallo en la especie M. acuminatum, proporcionan información valiosa para su conservación y propagación in vitro.

 El protocolo de desinfección menos agresivo para la introducción in vitro de los segmentos de hoja, fue el de una sola inmersión al 3 % de NaOCl, y tratamiento in vitro que mantuvo a los explantes con menos oxidación fue el de medio MS al 50 % adicionado con la combinación de los reguladores BAP (1 mg / L) + 2,4-D (0.2 mg / L) y PPM (1 ml / L). Los explantes de M. deliciosa sobrevivieron por más tiempo, presentaron nula contaminación y porcentajes menores de oxida- ción que los de M. acuminatum.

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 El mejor tratamiento in vitro para la propagación de brotes adventicios y axilares a partir de explantes de disco de tallo de M. acuminatum, fue el medio MS con la adición de los reguladores BAP (1 mg / L) + AIA (0.5 mg / L) y ANA (0.1 mg / L).

Es recomendable:

 Hacer estudios sociales más profundos que permitan localizar puntualmente las fortalezas, debilidades y oportunidades locales para el diseño de estrategias en el manejo y comercio del mimbre.

 Establecer talleres para la elaboración de artesanías y fomentar la enseñanza de esta práctica a las nuevas generaciones, a través de un programa de investiga- ción y desarrollo sociocultural, que permita con el tiempo impulsar el comercio del mimbre, incrementar la economía local y mejorar la calidad de vida de los po- bladores.

 Seleccionar hojas jóvenes sin presencia de perforaciones en la lámina foliar y proveniente de individuos juveniles, usar el medio MS al 50 % con la adición del conservador PPM a 1 ml / L, y probar diferentes concentraciones menores de 0.5 mg / L de 2,4-D con 1 mg / L de BAP, para la inducción de callo a partir de los segmentos de hoja en ambas especies.

 Seleccionar brotes jóvenes del segundo entrenudo y de individuos juveniles, que tengan diámetro y largo similar, y que provengan de un mismo genotipo para me- jorar el protocolo de propagación in vitro.

 Probar tratamientos con el medio MS al 50 %, y la adición de concentraciones menores de 1 ml / L de PPM, y de concentraciones diferentes de los reguladores BAP (1-2 mg / L) y AIA (0.8 – 0.2 mg / L) para la inducción de brotes a partir de discos de tallo.

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12. ANEXOS

12.1 Formato de entrevista semiestructurada

Fecha______Nombre de Persona entrevistada ______Se- xo______Edad______Locali- dad______Municipio______Casa______Ubicación______Clima:______Número de entre- vista______

Presentación de la entrevista: Cordial saludo, exponer quien soy y de dónde vengo, cuales son los objeti- vos de la entrevista y crear condiciones de confianza con las personas elegidas para la entrevista (carta expedida por director dirigida a comisariado o representante). Si es necesario grabar ó tomar fotos de evidencia, se debe autorizar por las personas y decretar que la información es confidencial. Foto por planta identificada.

Cultivo de café en la región

1.- ¿A qué se dedica usted? ¿Por qué es importante para usted y su familia?

2.- ¿Hay otras plantas que se encuentren en su cafetal y que sean importantes para usted y su familia? ¿Por qué?

Plantas de uso tradicional y actual en los cafetales (Desde hace más de 20 años)

3.- Podría mencionarme algunas de ellas que usen desde hace 20 años. (Uso actual *)

Uso Temporada del año Nombre común Parte usada Lugar Caracteristicas del lugar Caracteristicas de la planta medicinal artesanal textil colorante alimento cesteria otros crece usa

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Plantas de uso artesanal (hemiepifitas relacionadas con mimbre)

4.- ¿Qué otras plantas se usan como el mimbre? (X)

Nombre Fecha de colecta Tiempo de colecta Cantidad de colecta común Pasada Actual Pasada Actual Pasada Actual

Fecha de colecta: Verano, Primavera, Otoño o Invierno, Cantidad de colecta (Kg)

Práctica artesanal del mimbre en la región (antigüedad, estado actual, limitantes)

5.- ¿Qué significa el mimbre en la región? (Cultura y tradición)

6.-¿Cuánto tiempo considera que tiene la práctica artesanal del mimbre en la región?

7.- ¿Cómo se lleva a cabo la práctica artesanal del mimbre? ¿Cómo se organizaban u organizan para producir el mimbre? (Tiempo que le dedicaban) Descripción de la planta (¿cómo es?)

8.- Usted menciona que ya no se lleva a cabo ¿Por qué cree usted que ya no? (comercio, la gente, la tradición) Si se lleva a cabo ¿Por qué ya no se hace igual? ¿Qué ha cambiado?. Descripción pasada de la planta.

9.- ¿A dónde se vendía el mimbre? ¿Dónde se vende el mimbre?

10.- ¿Sabe en cuanto se vendía el kilo de mimbre? Y ahora ¿En cuánto se vende el kilo de mimbre?

11.- ¿Los jóvenes conocen o tienen el conocimiento de la práctica del mimbre?

Si la respuesta es sí, ¿Cómo se les enseña la práctica a los jóvenes? Si la respuesta es no ¿Por qué el conocimiento tradicional de esta práctica ya no se transmite a las nuevas generaciones?

12.- A usted, ¿Le gustaría enseñar esta práctica a los jóvenes? ¿Por qué?

Conservación de la práctica artesanal del mimbre (importancia y propuestas)

13.- ¿Le gustaría poder producir nuevamente el mimbre?, ¿Por qué?, ¿Para qué? (es importante)

14.- Usted, si tuviera la oportunidad de producirlo, ¿Cómo lo vendería? (canastos)

15.- ¿En dónde lo vendería?, ¿En cuánto podría venderlo?

16.- ¿Usted, habla mam? Si es así, ¿Sabe cómo se le dice al mimbre?

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