Una de las primeras películas que re- flejó la gran decepción del pueblo ame- ricano ante la guerra del Vietnam.

FICHA TÉCNICA:

Título original: Nacionalidad: EEUU Año: 1978 Dirección: Guión: Deric Washburn (basado en una historia de Michael Cimino, Deric Washburn, Louis Garfinkle y Quinn K. Redeker) Producción: , Michael Cimino, Ba- rry Spikings y John Peverall Dirección de Fotografía: Vilmos Zsigmond Montaje: Peter Zinner Dirección Artística: Kim Swados y Ron Hobbs Música: Stanley Myers y John Williams Diseño de Vestuario: Eric Seelig Efectos Especiales: Fred Cramer Reparto: Robert De Niro ( Michael ), John Cazale (Stan ), John Savage ( Steven ), Christopher Wal- ken ( Nick ), Meryl Streep ( Linda ), George Dzundza (John ), Chuck Aspegren ( Axel ), Shirley Stoler (Madre de Steven ), Rutanya Alda ( Angela ), Pierre Segui ( Julien ) Duración: 183 min.

Oscar 1978 (51ª ed.):

 Mejor Película (Barry Spikings, Michael Deeley, Michael Cimino, John Peverall, productores )  Mejor Director (Michael Cimino )  Mejor Actor Secundario ( )  Mejor Montaje (Peter Zinner )  Mejor Sonido (, William McCaughey, SINOPSIS: Aaron Rochin, )

Cinco amigos inseparables trabajan en los altos hornos de Pennsylvania ent re metal fundido y altas temperaturas. En sus días libres cazan ciervos en el monte Allegheny. Transcurre el año 1968 y la guerra de Vietnam llega a su etapa más trágica y sanguinaria. Tres de los hombres del grupo: Michael , Steven y Nick , se alistan. Dos años más tarde se vuelven a encontrar en Vietnam, cuando se produce la invasión del Vietcong. Cuando son capturados, los vietnamitas les obligan a participar en un juego suicida, la ruleta rusa, en el que sólo puede haber un ven- cedor. Aunque consiguen escapar, esta experiencia les deja marcados toda la vida.

HOJA INFORMATIVA

Nº 26

Mayo 2004

COMENTARIOS:

En el cine bélico, aparte de que cada conflicto importante crea su propio subgénero, también se pueden ordenar las producciones según las fun- ciones que pretenden, en cuyos extremos encontramos, las de ensalza- miento patriótico como propaganda política y aquellas otra s que tratan de dar una visión más cruda y real de la guerra y sus horrores como denun- cia social. El Cazador pertenece a esta segunda categoría de películas. Definida por Ángel Comas como una “crónica del desencanto ”, narra la historia de tres amigos residentes en Clairton, Pennsylvania, quienes en 1968 deciden enrolarse en el ejército para luchar en la Guerra del Viet- nam, y defender a una patria que sienten como propia, aunque pertenez- can a una comunidad de antiguos inmigrantes eslavos que aún conservan sus costumbres. La historia se desarrolla en tres partes claramente dife- renciadas: La primera de ellas expone la vida en este pueblo, mostrán- donos los últimos acontecimientos que estos tres hombres viven antes de partir hacia la guerra: el último día de trabajo, la partida de billar, la boda de uno de ellos, la última cacería que organizarán. La segunda parte de la pelí- cula se desarrolla en Vietnam, donde los tres vivirán una atroz experiencia como prisioneros de guerra. Tras su huí- da y separación, y aquí empezará la tercera parte, cada uno de los tres vivirá diferentes destinos, todos ellos mar- cados por unas irremediables secuelas que el conflicto dejará en ellos. El cazador, pese a ser una de las primeras películas en reflejar una de las consecuencias más oscuras del conflicto del Vietnam, la d e la gran decepción del pueblo americano ante una guerra absurda e inexplicable (¿existe algún otro tipo de guerra?), fue duramente criti- cada por algunos, por su visión concreta de la contienda y por la imagen desdibujada y partidista que ofrecía de los nordvietnamitas, efectivamente retratados como salvajes sin cerebro que disfrutaban con el sufrimiento y aniquila- ción de sus prisioneros. Comas , en su estudio ya citado, comenta la injusta y errónea equiparación de una imagen perteneciente al legado periodístico mundial, la del soldado ejecutado a sangre fría de un tiro en la cabeza, con la actitud de los soldados del Vietcong hacia sus prisioneros. Esta inversión de los papeles (en la escena periodística original, la víctima era un nordvietnamita) es del to do lamentable y deforma históricamente los hechos, aunque no debería tratarse de atribuir ninguna atrocidad a un bando o a otro, sino más bien de constatar que en una situación bélica las actitudes salvajes y despiadadas son la norma del día, aunque sea cierto que en la película la visión es del todo parcial y partidista. No obstante, lo importante del film de Cimino no radica en el fragmento central de la gue- rrarra, al que se le dedica muy poco metraje en relación a las otras dos partes, sino en el profundo cambio que ésta produce en la psicología de los jóvenes que la han sufrido di- El Cazador pertenece rectamente, así como en la gente del pueblo, que sentirá asimismo la decepción e incom- a la categoría de pelí- prensión ante un país que ha masacrado y humillado a sus hijos y amigos a los que una culas que tratan de vez vieron partir como héroes. El mensaje de la película queda resumido en las dos esce- nas de la cacería, desarrolladas antes y después del viaje a la guerra. En la primera de dar una visión más ellas, Mike abate a un ciervo de un disparo certero, erigiéndose en poderoso vencedor en cruda y real de la la persecución de su presa. Las armas constituyen el símbolo (americano, por exce lencia) guerra y sus horrores del poder del hombre ante la naturaleza y su superioridad ante el resto de especies. La cazacaza, a este respecto, es el ritual más ancestral de la primacía del hombre sobre la naturaleza . Este orgullo, tiene que ver con el orgullo patriótico que anima a estos hombres a luchar, y se verá aniquilado tras el fracaso de la guerra y las amargas experiencias vividas. En la segunda escena de caza, Mike , ahora solo, se da cuenta de que su propia expe- riencia le impide disparar a sangre fría al ciervo, sabiéndose para siempre marcado por la identifi cación con la víctima. Esta empatía hacia su presa es el punto central del cambio que en Mike ha producido la guerra. En la otra cara de la moneda, Nick no consigue salir del pozo en que la guerra lo ha sumido. Completamente incapaz de enfrentarse al humillante regreso como vencido, opta por dejarse llevar en una espiral de abandono y locura al actuar como púgil en las apuestas de los bajos fondos de Saigón, como queriendo demostrar con ello su valentía y frialdad perdidas durante la guerra. El Cazador es una película dura y amarga, como Apocalypse Now (1979) o la posterior Platoon (1982), que trataron de reflejar desde diferentes perspectivas la dura realidad de una guerra sin sentido, que consiguió abatir la conciencia de los más patrióticos. No obstante, hay que destacar que la Guerra del Vietnam fue una guerra perdida, la primera gran derrota de los americanos ante un enemigo infravalorado y del todo desconocido. También fue la primera guerra televisada y retransmitida por los massmedia , por lo que se hizo muy difícil apaciguar los ánimos de una pobla- ción que asistía impotente a la muerte y mutilación de sus soldados. Es por ello más lógico que las lecturas negativas de tan vergonzosa y humillante situación se hayan repetido con mayor frecuencia que las de otros conflictos mejor resueltos para los estadounidenses. En una situación como la actual, en la que de nuevo contemplamos avergonzados cómo el ejército anglo-estadounidense se erige en dueño y salvador del mundo, no debe- mos olvidar que las guerras, perdidas o ganadas, suponen siempre una derrota para los que las viven, convertido s en cazadores a la búsqueda de presas humanas, y quienes en el mejor de los casos conseguirán un destino como el de Mike , tri stes y abatidos ante una guerra guerra que no han elegido vivir. Pero sobretodo no hay que olvidarse de la gente, de la población que muere víc- tima de estas guerras.