Democracia Encadenada a Una Cultura Televisiva
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Ética y medios Asesor: Mtra. Eleonora Salinas Lazcano Democracia encadenada a una cultura televisiva Juan Manuel Rojas Domínguez (Manunohek 312350187) Si no hay ciudadanos libres, no puede haber democracia. Pero la parte central de esa libertad es la posibilidad de disponer del conocimiento, de la reflexión, del análisis, para poder entender el mundo y contribuir en su transformación. Es ese análisis, esa reflexión y esa información los que nos han sido negados sistemáticamente, durante más de 60 años, por el monopolio de la televisión. Virgilio Caballero Hoy en día, los jóvenes se encuentran expuestos ante la voracidad de la tecnología, que los bombardea de información e ideas que estructuran parte de sus acciones y sus pensamientos de forma prácticamente inconsciente; más aún cuando la información en los medios públicos tiene tendencias materialistas y banales, al poner como principales argumentos: la clase social, los estereotipos de la belleza, y la ignorancia. Esta exposición no es favorable para una sociedad que ha crecido en un entorno donde la violencia y la contracultura están a la orden del día, presentes en la televisión y el internet (sólo por mencionar los más importantes). La diversidad étnico cultural ha sido sepultada por la ambición de empresas como televisa y tv azteca; lo que ocasiona el desconocimiento y discriminación hacia estas capas sociales que representan los descendientes de las culturas prehispánicas, debido a que van en contra de la esencia globalizada que emana de este monopolio. En México, los medios de comunicación (principalmente televisivos) ejercen una gran influencia en la sociedad, que se refleja en la forma cómo se conciben los aspectos político-económicos y socio-culturales de nuestro país. Por eso es necesario que ante la falsa idea que nos implantan acerca de lo que es importante, se luche por una democratización de los medios. Crear una estructura 1 en la que pueda ser participe la ciudadanía, al trabajar en conjunto con las instituciones correspondientes, para que estas no sólo vean por mantener los intereses de los pocos magnates imperialistas que suponen la explotación y disponen de las grandes riquezas del país. Si los medios y la información no son democráticos y no tienen un afán socialista, nuestra democracia es sólo un espejismo de lo que nunca se obtuvo. Democratizar los medios sería una forma de exigir la libertad de expresión, de escoger el rumbo de la cultura venidera, de modificar el hecho que la participación ciudadana esté limitada al simple acto de ingresar un voto a una urna, de formar una generación orgullosa de su linaje y de su historia, capaz de exigir sus derechos; tomar en forma democrática las decisiones que ante todo beneficien a la sociedad. Ese es el objetivo a alcanzar, y por el que los jóvenes tenemos que crear conciencia para poder levantar la voz, porque es nuestro país y es nuestra democracia. Pero no existe sendero alguno que nos lleve a esta libertad democrática. El duopolio televisivo tiene custodiados todos los caminos al tener sujeto de manos y pies a un importante sector de la población, que se sumerge en la esencia banal, materialista y superficial de su programación. Entonces ¿Cómo podríamos llegar a esta utopía socio-cultural? la respuesta es sencilla, a través de la educación y la lectura. Dejar de lado la seducción, el morbo y el entretenimiento procedente de estas empresas a las que estamos expuestos cada día. No debemos olvidar que el dominio de estas empresas radica en que la mayor parte de la población sintoniza su programación. Pero, ¿Cuál es la oferta televisiva publica que existe? Dentro de la televisión pública mexicana también existen televisoras que tienen, como principal argumento, el fomento de la cultura y la educación: el canal 22, el canal 11 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el canal 34 y recientemente en señal digital, el canal 30 por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México; pero su difusión es muy limitada. Televisa, por el contrario, presume desde su origen, los dominios ejercidos sobre una enorme extensión de América Latina.1 1 Juan Brom, Esbozo de historia de México. 2 Actualmente, nos encontramos ante una reforma en telecomunicaciones que promete fortalecer a este monopolio, gracias al apoyo que recibe por parte del gobierno, como una muestra de un sistema político profundamente corrompido por la esencia neoliberalista y globalizada de nuestra era. Los gobiernos pretenden tener un mejor control de la población a través de la espectacularidad y el “doping” emanado de estas empresas. De esta forma logran ocultar la inconformidad, la pobreza, la desigualdad y la violencia que sacuden al país. La información es lo que nos permite tomar decisiones de una manera objetiva y consciente. El problema de la información, que proviene de los medios masivos, es que tiene la desventaja de ser modificada o completamente oculta, con la intención de mantener un supuesto “orden” para realizar transacciones muy lejos de nuestra muy reducida visión. Un claro ejemplo sería el fraude electoral. Se nos niega la posibilidad de formar una verdadera democracia, al imponer a un presidente que garantiza defender los intereses de sus promotores. Otra muestra, la violenta represión cometida por el estado en la matanza del 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas, donde miles de jóvenes universitarios, sindicatos y otros sectores sociales manifestaban su inconformidad ante la falta de libertad y democracia. El movimiento ocasionó una violenta respuesta por parte del gobierno, dejando un saldo aproximado de 1200 muertos; la cifra real nunca se supo. En estos sucesos las empresas, antes mencionadas, dejaron muy claro de qué lado estaban sus intereses, al ocultar estos hechos bajo el telón de sus espectáculos y el reporte del clima. La televisión pública no debe seguir funcionando con la estructura caduca con la que se articula hoy: como un distractor nocivo brindado por el estado, o una red de libre comercio, en donde la publicidad apuesta por el estereotipo como factor determinante para el aumento de sus capitales. Estas prácticas neoliberales dañan profundamente la esencia de la sociedad. Nos ven únicamente como consumidores de un sistema globalizado y nos hacen olvidar a través de sus estereotipos urbanistas, las civilizaciones autóctonas de las que nace nuestra cultura. Estas comunidades luchan todos los días por mantener sus costumbres, 3 tradiciones, formas de gobierno y creencias, al mismo tiempo que se enfrentan a una creciente discriminación y marginación. Como mencionó en una entrevista realizada por la Benemerita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el historiador Virgilio Caballero: “la televisión es la principal encargada de evitar que la gente se dé cuenta del daño que esta hace”.2 En esta misma entrevista hizo un llamado a la sociedad para crear conciencia: “la sociedad debe estar alertisima, porque el tema de las comunicaciones y de la televisión, afectan la vida de todas las personas, todo el tiempo, todos los días”. Entonces comprendemos que la televisión, no sólo en México, funciona como un medio para ejercer una gran influencia en la sociedad, al grado de ser una forma de “educación” para las masas. Es por eso que democratizar los medios televisivos masivos y públicos, no sólo se debe limitarse a una reforma en telecomunicaciones. Como mencionó el periodista Jenaro Villamil,3 eso sólo beneficiaría al duopolio televisa-tv azteca, al generar espacios de supuesta competencia donde las empresas, antes mencionadas, puedran ejercer un control absoluto en la televisión mexicana. La televisión pública debe ser un medio por el que se puedan expresar las enormes capas sociales y no las empresas. Debe ser un instrumento por el cual se fomente la cultura y la educación con información confiable y, sobre todo, ser un órgano socialista no representativo, completamente deslindado del Estado. 2 Álvaro Ramírez Velasco, Obstaculiza TV a la democracia en México: Virgilio Caballero. 3 Jenaro Villamil, La importancia de la reforma. 4 Bibliografía Brom, Juan, Esbozo de historia de México, Grijalbo, México. Chávez Escandón, Carlos, Golbalización, TLC y educación, UNAM, México, pp. 18-36. García Hernández, Arturo y Laura Poy Solano, “México: #YoSoy132 clama por democratizar los medios de comunicación”, en La Jornada, Jueves 24 de mayo de 2012. Consultado el jueves 11 de abril, 2013, en http://www.indig- nacion.org/mexico-yosoy132-clama-por-democratizar-los-medios-de- comunicacion/ Ramírez Velasco, Álvaro, “Obstaculiza TV a la democracia en México: Virgilio Caballero”, en Nación, Jueves 21 de marzo del 2013 . Consultado el 13 de abril, 2013, en: http://econsulta.com/2013/index.php/2012-06-13-18-40-00/nacion/item/obstaculiza- tv-a-la-democracia-en-mexico-virgilio-caballero Villamil, Jenaro, La importancia de la reforma. Consultado el 13 de abril, 2013, en http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2404/20.pdf 5 .