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El Centro de Coahuila Monclova durante la Revolución 1910-1920 Lucas Martínez Sánchez Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas Saltillo, Coahuila, 2011 Edición digital El Centro de Coahuila, Monclova durante la Revolución, 1910-1920 Contenido Presentación Introducción Del Porfiriato al Movimiento Maderista de 1910 El Gobierno Maderista La Revolución Constitucionalista La presencia de los villistas El triunfo de los carrancistas Veteranos de la Revolución Apéndice Documental Bibliografía Fuentes documentales 2 El Centro de Coahuila, Monclova durante la Revolución, 1910-1920 Presentación En el proceso de construcción de la Nación Mexicana, en la etapa del porfiriato, a finales del siglo XIX, se logra establecer un sistema estable y un gobierno federal con fuerte legitimidad, estabilidad que se prolongaba a las entidades federativas y a los municipios. No habían desaparecido de manera alguna los conflictos entre grupos de la élite económica y política; surgían situaciones de choque entre nacientes organismos de obreros, mineros, ferrocarrileros y textileros con sectores empresariales y había también motivos de ruptura con los gobiernos federal y estatales por cuestiones ideológicas y de principios. Los del porfiriato habían sido años de crecimiento económico y de modernización al impulso de capitales extranjeros. En Coahuila, el impulso a la minería del carbón, al “cultivo del algodón y a la ganadería” trajo aparejada la llegada del ferrocarril y la especulación con inmensas tierras, unas baldías y otras de las comunidades y corporaciones. Sectores medios de la sociedad pretendieron incorporarse a la vida política del momento, pidiendo la garantía del sufragio electoral, su efectividad y universalidad. Para ellos la verdad electoral era fundamental para lograr otras libertades. Las reivindicaciones sociales eran de índole distinta en cada región del país y en cada región de las entidades. La tierra, el derecho a tenerla, era un viejo agravio en La Laguna, en San Buenaventura y en donde comunidades indígenas tlaxcaltecas se habían sentido despojadas de ellas; los ferrocarrileros de Piedras Negras y de la estación Monclova; los mineros de la región carbonífera dieron forma a nuevos grupos estructurados para la defensa de sus intereses laborales. Dos maestros egresados de la Normal del Estado, diseminaron en los municipios el reclamo por la democracia del liberalismo y el antirreeleccionismo, y difundieron, discutieron y promovieron expresiones del magonismo. De estos temas circunscritos a la vida local, en el centro de Coahuila, deja testimonio esta obra de Lucas Martínez Sánchez, acucioso y puntual investigador de la historia de Monclova. Documentos del Archivo de esa ciudad que estuvo a su cargo, textos, documentos de archivos personales, le apoyan y dan perspectiva amplia de lo acontecido a fines del porfiriato y los primeros momentos del estallido de la Revolución Maderista. Da 3 El Centro de Coahuila, Monclova durante la Revolución, 1910-1920 cuenta de personajes protagónicos en uno y otro bando, de sus idas y vueltas al escenario político y del surgimiento de caudillos, en los muchos bandos en que se perfiló el reclamo político y la reivindicación de demandas sociales. Las notas a pie de página, apuntes genealógicos unos, biográficos otros, interesantes todos, complementan la exposición seguida por el autor y demuestran el cuidado que se tomó al organizar el material que le sirve de hilo conductor. Monclova es el eje político y económico de la región; la sociedad del centro de Coahuila había vivido intensamente, participado activamente en la causa republicana y enfrentada al autoritarismo de Díaz, es decidida partidaria del antirreeleccionismo primero, alienta la lucha armada e incorpora grupos de obreros ferrocarrileros y mineros, a los rancheros y clase media que hacen la lucha armada contra el orozquismo, contra el Ejército federal de Huerta después y finalmente contra los villistas de la Convención de Aguascalientes. Monclova fue el sitio donde los grupos de Sonora y Chihuahua, en la convención que ahí celebran, reconocen y apoyan a Carranza como el Primer Jefe del Constitucionalismo. Papel moneda, el primero de la Revolución, se emite en esta ciudad y también se estableció el primer hospital de sangre de la causa restauradora del orden constitucional. En la región años después, en 1920, la cabalgata de Francisco Villa, rendido ya, de paso a Durango y asesinado el presidente Carranza, abre una nueva etapa, de la que seguramente pronto nos dará cuenta el autor. Éste, enriquece y complementa la perspectiva que de tan compleja etapa han presentado otros autores; rescata valiosos testimonios de personajes que vivieron marginalmente propósitos y acciones, rescata textos de personajes que alentaron y participaron en decisiones y actos. Redescubre el apoyo que Monclova representó para Carranza en los difíciles días del inicio de la lucha contra Victoriano Huerta, en 1913, cuando el gobernador de Coahuila, aislado, encontró aliento en esta región. Profr. Jesús Alfonso Arreola Pérez Junio de 2010 4 El Centro de Coahuila, Monclova durante la Revolución, 1910-1920 Introducción MONCLOVA Y LAS COMUNIDADES a su alrededor, vivieron desde los días de la colonización y la dominación española, una constante lucha contra los indios hasta la segunda mitad del siglo XIX. Los hombres eran de armas tomar desde niños y la familia toda se habilitaba en la defensa de su vida y patrimonio. La práctica de guerra con tintes políticos y de mayores dimensiones, fue constante para los vecinos del viejo septentrión a partir del Plan de Ayutla, como afirmó Nemesio García Naranjo, cuando entraron, aunque tarde, en el escenario nacional. En la Reforma y la lucha contra la Intervención Francesa, los abuelos y los padres de los revolucionarios de 1910, reforzaron su presencia e identidad en el resto de la patria que se construía. La postura ante el antirreleccionismo y los movimientos de la Revolución, fue sin duda fruto de la semilla y la experiencia de aquellas batallas, en cada uno de los principales actores del maderismo y constitucionalismo, encontramos el hilo conductor a una pista genealógica de profunda raigambre liberal. Crecí escuchando los relatos de la Revolución de 1910 a 1920, de voces que estuvieron más cerca de aquellos acontecimientos, pero no la narración de las hazañas de quienes hoy forman parte de nuestra historia nacional, como piezas claves del rumbo que la Revolución empezó a dar al México de la década comprendida entre 1910 y 1920, sino de los que desde el ámbito local y cotidiano asimilaron la experiencia de días de combates, de tiempo de armas y de una constante lejanía de los parientes, unos optando por participar en la confrontación y otros en el refugio que ofrecía la frontera. Del centro de Coahuila salieron a los diversos movimientos de la Revolución, personajes que aportaron una contribución decisiva a la formación del Estado mexicano del siglo XX y de su legislación fundamental, el prototipo de ellos: Venustiano Carranza Garza, bajo cuyo liderazgo los hombres y las mujeres de esa generación se fueron a la guerra, desde el soldado de tropa hasta los que escalaron las más altas graduaciones del Ejército nacional en una década de balas y la vida en peligro, sus acciones fueron el recuerdo de quienes los trataron. El entorno que originó la respuesta de los ciudadanos a los diversos movimientos armados fue, en una idea general, la larga permanencia de Porfirio Díaz en el poder, aquel joven general que en mayo de 1876 5 El Centro de Coahuila, Monclova durante la Revolución, 1910-1920 durante el Plan de Tuxtepec tuvo su cuartel general en Monclova. Sumado a la aversión por la dictadura se planteó en diversos momentos la cuestión social como respuesta a los usos y leyes que promovían el progreso del país dejando en el pasado colonial las condiciones de vida de la mayoría de los habitantes y en lo que toca al Distrito de Monclova, que es el objeto de este trabajo, tres antiguas comunidades tlaxcaltecas: Candela, el pueblo de San Francisco y San Miguel y Nadadores, en donde sus originales pobladores eran dueños, en los albores del siglo XX, de apenas el veinte por ciento de los derechos de agua y tierra que fueron de ellos en la etapa de las fundaciones y en contraparte ocho familias controlaban la tierra, la política y en más de un caso las vidas en todo el centro de Coahuila. El lenguaje de medieros, tercieros, peones, préstamos con pacto de retroventa, acaparamiento de predios, ley de sirvientes y analfabetismo eran práctica y realidad ordinaria, todo ello pedía una respuesta. Agricultores, peones emigrados principalmente de San Luis Potosí, empleados del Ferrocarril Internacional Mexicano, amas de casa y pequeños propietarios, fueron los que en número menor, ya como precursores y luego como revolucionarios, legaron a las generaciones que les sucedieron la experiencia de una participación activa en la Revolución Maderista y posteriormente en las luchas del constitucionalismo que consolidaron, al menos por unos años, el proyecto político nacido en el norte y que se encumbró en su mejor momento en la Presidencia de la República con Carranza y la promulgación de la Constitución de 1917. Para ello se tuvo que transitar por el incipiente pero insistente movimiento antirreeleccionista, que acuñó figuras políticas y conquistó nuevas lealtades de los viejos porfiristas, triunfando al fin por el recurso tremendo de las armas. Venustiano Carranza, ya en la gubernatura de Coahuila, experimentado en la política comarcana y nacional, pero sobre todo conocedor de la influencia y efecto de tener gente armada, pasó por el derrocamiento de Victoriano Huerta a la muerte de Madero en año y medio de cruenta guerra civil, para luego proseguir con la fratricida lucha de los revolucionarios entre sí, en el desencuentro con los convencionistas donde otros dos coahuilenses, Eulalio Gutiérrez y Roque González, ocuparían momentáneamente, casi trashumantes, la silla presidencial, provocando esto último, en palabras del general Manuel W. González, nacido en Lamadrid, una situación en que “…hermanos luchaban contra hermanos, padres contra hijos”..