El Plan Colombia Y La Geopolítica Del Imperio Estadounidense

EL PLAN COLOMBIA Y LA GEOPOLÍTICA DEL IMPERIO ESTADOUNIDENSE

J. J. Rodríguez-Núñez 14

RESUMEN

Este trabajo se dedica a estudiar el conflicto social y militar colombiano (Plan Colombia) como parte de los objetivos geopolíticos del imperio estadounidense en contra de la unión latinoamericana y mundial, con lo que persigue: 1) la expansión y consolidación de la visión neoliberal centrada en los grandes centros de poder económico y 2) la subordinación del capitalismo subdesarrollado y dependiente a esos planes de globalización comercial dominante. Todo este sistema de desigualdad conlleva a enormes conflictos sociales como es el caso colombiano tratado aquí.

Palabras clave: Plan Colombia, Geopolítica, Paramilitarismo, Venezuela.

PLAN COLOMBIA AND GEOPOLITCS OF THE AMERICAN EMPIRE

ABSTRACT

This work studies the social and military conflict in Colombia (Plan Colombia) as a part of the geopolitical objectives of the American empire against the Latin-American and the worldwide union. This pursues: 1) the expansion and consolidation of the neoliberal point of view of the great centers of economic power and 2) the bending of the underdeveloped and dependent capitalism to these plans of dominant commercial globalization. The analysis of such a situation permits to perceive that the whole system of inequality leads to huge social conflicts, just as the Colombian case regarded here.

Key words: Colombia Plan, Geopolitics, Paramilitarism, Venezuela.

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1. Introducción

El conflicto social y armado que vive la hermana Colombia desde hace mucho tiempo (como inicio podríamos citar la matanza de campesinos bananeros en la Ciénaga, en 1928, a manos del ejercito colombiano) ha venido escalando en intensidad hasta los días de hoy (Calvo Ospina, 2007).

Actualmente, lo más visible de dicho conflicto, que no dudamos en catalogar de Estado de Sitio, es la evolución del Plan Colombia firmado originalmente entre el gobierno del Presidente Pastrana y el gobierno estadounidense de Bill Clinton hacia el Plan Patriota y la concesión completa de la soberanía completa del territorio colombiano con las nuevas siete bases militares norteamericanas.

Para contextualizar dicho conflicto vamos a ahondar en sus raíces, pasando por el papel desempeñado por el asesinato del senador liberal Jorge Eliécer Gaitán Ayala en 1948, lo cual conllevó a la represión de la población campesina colombiana y la defensa de ésta con la formación de la estructura política - militar de las FARC - EP. Así mismo, dedicaremos espacio al período posterior al ‘‘Bogotazo’’ (venganza popular por el asesinato de Gaitán). El conflicto colombiano no está circunscrito sólo a Colombia, como se verá por el financiamiento de empresas estadounidenses a las actividades de los paramilitares en dicho país. Las fronteras colombianas no pueden contener la magnitud de su conflicto, lo cual se refleja en los desplazamientos ‘‘externos’’ hacia territorio venezolano, lo cual lo demostraremos con estadísticas.

Para desnudar aún más la peligrosidad de las siete bases militares estadounidenses adicionales y el ‘‘Acuerdo complementario para la cooperación y asistencia técnica en defensa y seguridad entre los gobiernos de la República de Colombia y de los Estados Unidos de América’’, firmado el 30 de octubre de 2009 (Presidencia de la República de Colombia, 2009), escudriñaremos en la totalidad de las bases estadounidenses en el mundo, haciendo una conexión con los recursos energéticos, acuíferos, minerales, biodiversidad, etc; que existen en el mundo.

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Los resultados de nuestro análisis, evidencian, una relación directa entre bases militares y recursos de todo tipo, lo cual señala que USA, como imperio, tiene como geopolítica la dominación y saqueo de dichos recursos, discutiendo en detalle los casos de Colombia, en Latinoamérica; e Irak, en el Medio Oriente. También las conclusiones muestran que la economía de dicho país, se basa en la producción de armamentos, por encima de la producción de bienes de consumo útiles para el ser humano.

Analizando el área rural de Colombia con respecto al área urbana y sus poblaciones, se observa que las zonas donde se mantiene la ‘‘calma de Uribe’’ son mucho menores que la zona en conflicto abierto, lo cual permite una alta movilidad a las columnas guerrilleras de las FARC - EP. Esto hace no viable, es decir, casi imposible, la eliminación total de la guerrilla por parte del gobierno colombiano.

A lo largo de este trabajo vamos a usar una serie de términos (conceptos). Los mismos se definen a continuación para que el lector concuerde o rechace el contenido que sigue:

1. Plan Colombia. Plan presentado por el Presidente Clinton al Congreso norteamericano en febrero de 2000, siendo presidente de Colombia Andrés Pastrana. Su primera versión, hecha pública en 1999, contenía los siguientes puntos: (1) Plan especial para zonas afectadas por el conflicto; (2) Plan de desarrollo alternativo; (3) Política de atención a la población desplazada; (4) Estrategia de lucha antinarcóticos. Después de ser aprobado en el Congreso norteamericano, se distinguen los siguientes rubros (US $ 860 millones):

(a) Ayuda militar: 56 %; (b) Ayuda a la Policía Nacional: 11 %; (c) Interdicción al narcotráfico: 13 %; (d) Desarrollo alternativo: 08 %: y (e) Derechos humanos y justicia: 12 %.

2. Terrorismo. Según la Profesora Jessica Stern el terrorismo se caracteriza por la ‘‘utilización de la violencia con objeto de generar pánico entre amplios sectores de la población. La intención es generar

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el miedo, en otras palabras se trata de un arma psicológica’’ (en Moreano Urigüen, 2005), cuyo fin último es chantajear a un gobierno enfrentándolo a una opinión pública dispuesta a ceder por el miedo.

3. Fuerzas militares en Colombia. En Colombia existen, a nivel estatal, cinco fuerzas militares represivas. Ellas son: (1) Ejército; (2) Aviación; (3) Fuerza Naval o Armada; (4) Policía Nacional; (5) Paramilitares. La Policía Nacional se considera militar pues sus mandos supremos están ocupados por militares activos de carrera. El quinto componente militar se define a continuación.

4. Paramilitares. Los paramilitares se definen como una fuerza entrenada por las fuerzas armadas colombianas, principalmente por el Ejército, y financiada por el dinero de los narco–traficantes, para hacer trabajos de limpieza social en Colombia. Por ejemplo, para hacer que un macro - proyecto se lleve a cabo en una región ocupada por campesinos, ellos entran en acción para desplazar a los campesinos, por intimidación psicológica o física, para que las futuras empresas florezcan sin problema alguno. Esta intimidación física o psicológica por parte de los paramilitares se denomina ‘‘Terrorismo de Estado’’, pues, la ejerce un agente represivo del Estado. Colombia es un Estado Terrorista según esta definición.

5. FARC - EP. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejercito del Pueblo, fueron creadas en 1966 por su líder histórico Manuel Marulanda Vélez o Tiro Fijo como una respuesta del campesinado a las masacres causadas por el ejercito colombiano, comandado por las élites gobernantes en Colombia, en diversos operativos como Marquetalia, Riochiquito, etc; que llevaron a la concepción de una guerra nacional de guerrillas, de ataque y repliegue, con el objetivo de realizar cambios profundos en la problemática social de dicho país, específicamente eliminando la pobreza y la miseria en las urbes y en el campo (Alape, 1998, 2008).

6. Estado Narco - paramilitar. Es un Estado controlado por las Paramilitares y los Narcotraficantes. Ello es lo que ocurre en Colombia, pues el Estado colombiano, en todos sus estamentos, políticos,

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gubernamentales y legislativos, están en manos de los paramilitares y los narcotraficantes, como han reconocido muchos de dichos actores en revelaciones publicas. Al mismo tiempo, una gran cantidad de los legisladores del congreso colombiano, de la bancada uribista, o están en prisión o están siendo procesados. Y en el Estado continúan como si nada (Azzellini, 2009).

7. Razones geopolíticas de USA. Dos razones geopolíticas son la causa para considerar a Venezuela y a su gobierno como objetivos políticos. Éstas son: (i) petróleo y (ii) modelo político (Izarra, 2009) 1.

2. El parlamentario Jorge Eliécer Gaitán Ayala

El parlamentario Jorge Eliécer Gaitán Ayala (23/01/1898 - 09/04/ 1948) sacudía con su oratoria encendida no solo el Congreso colombiano, denunciando a la oligarquía allí representada, sino en las plazas públicas. En ellas, las gentes del pueblo, liberales pero también conservadores, se congregaban masivamente para escucharlo, pues él les contaba que los enemigos del pueblo colombiano estaban en las dirigencias de ambos partidos. Gaitán sostenía: «el pueblo no tiene dos partidos sino que ha sido partido en dos». El hecho de que Gaitán militara en las filas liberales estaba lejos de tranquilizar a la burguesía. El líder popular había ingresado al partido a la manera del ‘‘Caballo de Troya’’. La burguesía conocía esta posición táctica.

En la Ciénaga, Colombia, se decretó una huelga el 11 de noviembre de 1928, contra la United Fruit Company por la intransigencia y el encarcelamiento de 400 trabajadores, la cual encontró amplia solidaridad en las regiones vecinas. El 5 de diciembre fueron convocados a la población de Ciénaga con el pretexto de recibir al gobernador, quien supuestamente iba a participar en la negociación. Al llegar allí se ordenó a la tropa disparar las ametralladoras emplazadas en los techos de las casas.

La matanza duró varios días, hasta que la noticia se expandió por todo el país, a pesar de la censura de la prensa gubernamental y comenzaran las movilizaciones de protesta. Algunos trabajadores se

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organizaron en especies de guerrillas y quemaron plantaciones, sabotearon el servicio telegráfico, eléctrico y cortaron las carrileras de la empresa. La zona estuvo militarizada casi un año. El 16 de enero de 1929 el diplomático estadounidense J. Caffery reportó al Departamento de Estado. ‘‘…tengo el honor de informar que la United Fruit Company dice que el número de huelguistas muertos por las fuerzas militares colombianas pasa de un mil...’’.

Gaitán en una enardecida denuncia ante el Congreso indicó con dedo acusador a la oligarquía como responsable de la masacre. Incluso señaló al Clero en estos términos: ‘‘aquellos misioneros de Cristo son fariseos que traicionan su doctrina, descuidan sus deberes para entrar en la palestra de las menesterosas luchas políticas, terrenas e interesadas’’ (Calvo Ospina, 2007). Para Gaitán se había aplicado a los huelguistas la política del ‘‘enemigo interno’’:

Para una huelga pacífica, se empleó toda la crueldad inútil y el crimen sin nombre... No es que yo niegue que una gran agitación social recorra de uno a otro extremo del país para todos los espíritus. Ella existe, pero no como fruto del comunismo sino como razón vital de un pueblo que quiere defenderse contra la casta de los políticos inescrupulosos... Naturalmente no hay pensar que el gobierno ejerció ninguna presión para que se reconociera la justicia de los obreros. ´ Estos eran colombianos y la compañía americana y dolorosamente lo sabemos que en este país el gobierno tiene para los colombianos la metralla homicida y una temblorosa rodilla en tierra ante el oro estadounidense.

En mayo de 1946 el embajador de USA en Bogotá, John C. Wiley, en un informe al Departamento de Estado decía lo siguiente (en Colectivo de autores, 1985):

...quienes lo conocen aseguran que él no quiere a USA. Gaitán se ha pronunciado a favor de la nacionalización de la banca, empresas de servicios públicos y otras formas de socialismo de Estado, lo cual con el tiempo, puede incluir

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la industria del petróleo... USA debe observarlo con cuidado y tacto. Puede ser que vuelva al camino correcto y sea de gran ayuda.... También puede convertirse en una gran amenaza, o al menos, en una espina clavada en nuestro costado...

El 29 de marzo de 1948 llega a Bogotá el general George Marshall encabezando la delegación estadounidense a la XI Conferencia Panamericana que se iniciaba el día siguiente. El 9 de abril, al medio día, es asesinado Jorge Eliezer Gaitán en una calle capitalina. Moría quien había sabido interpretar la inconformidad popular, destruyéndose con él toda expectativa de evolución social. Se sacaba del camino a quien de seguro se elegiría presidente al año siguiente. Gaitán pagaba con su vida el desafío al poder establecido, a la oligarquía, a la dirigencia bipartidista y la jerarquía eclesiástica. Se le cobraron las denuncias contra los abusos de las empresas estadounidenses a los trabajadores colombianos y a la nación.

El pueblo se levantó en rebelión; pero sin dirección política, aunque los hechos demostraron que entendían muy bien quiénes eran los responsables del crimen: el cadáver del pobre infeliz que acribilló a Gaitán fue arrastrado por las multitudes enardecidas hasta el palacio presidencial y allí lo dejaron tirado. La noticia se regó como pólvora y otras ciudades empezaron a vivir las mismas revueltas. Los informes oficiales hablan de casi 3.000 muertos durante los primeros tres días. Parecido a lo que ocurrió el 27 de febrero de 1989 en Caracas y Guarenas, Venezuela (Iturriza, 2007).

Este asesinato volvió a probar que, ante la defensa de sus intereses de clase, la oligarquía estaba por encima de los partidos: los líderes liberales de Gaitán, temerosos y acobardados por la reacción popular, no tardaron muchas horas en llegar al Palacio de Nariño, donde se encontraba el presidente Ospina Pérez, su ‘‘gran enemigo’’.Fueron a brindarle su total respaldo, en ‘‘gesto patriótico’’, para ayudar a poner fin a la insurrección que estaba tocando a la puerta de sus mansiones. De 12 ministerios, seis les fueron entregados. Ese era el precio que valía la vida de Gaitán. Véase cuan importante es tener conciencia de

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clase, para entender a qué clase social defiende un partido. Si no tenemos conciencia de clase defendemos a la clase a la cual no pertenecemos. Si no defendemos a nuestra clase y nos aliamos con la otra clase, antagónica, se dice que estamos ‘‘alienados’’.

Estas jornadas conocidas como el ‘‘Bogotazo’’, no han permitido conocer a los autores intelectuales de la muerte del candidato Gaitán. Extrañamente, el Departamento de Estado se ha negado a desclasificar la información que tiene al respecto, a pesar que han transcurrido casi siete décadas y a los 25años se desclalifican los documentos de seguridad nacional.

3. El período posterior al ‘‘Bogotazo’’

El período posterior al ‘‘Bogotazo’’ no ha sido de tranquilidad para el país hermano, tema que se ha mantenido oculto por mucho tiempo y que comenzamos a conocer con las recientes liberaciones de los retenidos por las FARC - EP donde nuestro Presidente Hugo Rafael Chávez Frías se ha involucrado a solicitud de la senadora Piedad Córdova y del gobierno colombiano. Las tablas siguientes muestran cifras escalofriantes de la problemática colombiana.

Tabla 1: Entes responsables de los asesinatos de la población civil colombiana

GRUPO AÑO 1994 AÑO 1997 FUERZAS ARMADAS 88,9 % 7,0 % PARAMILITARES 8,6 % 76,0 % FARC-EP 2,0 % 17,0 % TOTAL 100,0 % 100,0 %

Fuente: Calvo Ospina, 2007.

De la Tabla 1 se desprende que los principales responsables de las muertes civiles en el conflicto colombiano son las Fuerzas Armadas y los paramilitares. Los paramilitares, una fuerza paralela, creada por los hacendados colombianos y apoyada por el gobierno del hermano país,

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limpian la cara del ejército y de la policía nacional, también militarizada. Antes de la masificación del paramilitarismo, el Ejército y la Policía eran responsables de la gran mayoría de los crímenes contra los derechos humanos. Ya a finales de los 80’s el paramilitarismo era responsable del 70 % de los crímenes en contra de los derechos humanos. Eso dio al Ejército, otra vez, la posibilidad de acceder a ayuda militar internacional, que estaba anteriormente cuestionada.

Los paramilitares son el comodín para la imposición de los intereses de la oligarquía, militares, gobierno, narcotráfico, compañías transnacionales, que no existirían sin su protección. El jefe paramilitar Carlos Castaño dijo, el 4 de febrero de 2003, lo siguiente: ‘‘Nosotros respetamos la propiedad privada, respetamos las inversiones extranjeras, respetamos la economía nacional’’.

Los paramilitares evitan combate directo con la guerrilla. Sus ataques se enfocan directamente contra civiles desarmados, campesinos, sindicalistas, activistas de los derechos humanos, miembros de los partidos y organizaciones de izquierda, en fin, todas las iniciativas de auto - organización y bajo el concepto sintomático de ‘‘limpieza social’’ o, quizás mejor dicho, ‘‘quitarle el agua al pez’’, o sea diezmar la base de los movimientos sociales. También atacan a pequeños criminales, indigentes, niños de la calle, homosexuales, prostitutas y artistas callejeros, torturan a sus víctimas y muchas veces las descuartizan vivas con motosierras, etc. Todo con el objetivo de causar terror en la población. Por eso es necesario hacer hincapié en que el conflicto colombiano no es solo de tipo militar, entre bandos perfectamente definidos. La población civil colombiana también está envuelta en el conflicto y es la que mas sufre, pues la mayor cantidad de muertos es población civil. Los asesinados mostrados en la Tabla 1 son civiles (no combatientes) asesinados.

Por otra parte, la oficina de la ONU para el control de la droga y la prevención del crimen, estima que los narco empresarios han tomado para sí 44.000 km2 de tierras, casi 40 % de las áreas cultivables de Colombia.

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Generalmente, la población es expulsada de las regiones donde se planifican mega - proyectos. Ello facilita los trabajos; y las tierras robadas ofrecen enormes ganancias especulativas. La familia Castaño, supra- citado, es dueña de 1,2 hectáreas de tierras robadas. Los paramilitares se han apropiado simultáneamente de la mayor parte del negocio de la droga, controlan las rutas claves del narcotráfico y con ello el 70 % de las exportaciones.

Tabla 2: Asesinatos y desapariciones políticas en los países del Cono Sur, Colombia y Venezuela.

PAÍS AÑOS DE ASESINATOS Y/O DICTADURA DESAPARICIONES MILITAR POLÍTICAS Argentina 8 9.000 Brasil 15 125 Uruguay 16 220 Bolivia 17 2021 Chile 17 2.666 Venezuela 1959-1995 570 Colombia-Pdte. Barco, 1986-90 13.635 Colombia-Pdte. Gaviria, 1990-94 14.856 Colombia-Pdte. Samper, 1994-98 Colombia-Pdte. Pastrana, 1998-2002 Colombia-Pdte. Uribe, 2002-2006 11.292

Fuentes: Las estadísticas mostradas hasta el Presidente Gaviria provienen de Calvo Ospina (2007) y las del Presidente Uribe (primer mandato) han sido tomadas de Azzellini (2009), las cuales fueron reportadas en enero de 2007 por el Fiscal General del Colombia, Dr. Mario Iguarán. Los datos de Venezuela se han tomado de Álvarez y Battaglini (2008).

En la Tabla 2 se observa que en los períodos de ‘‘democracia’’ colombiana, más cortos en tiempo (4 años), se han desaparecido y asesinado a más colombianos que los muertos ocurridos en las más horrendas dictaduras militares del Cono Sur. Estos asesinatos en

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Colombia son responsabilidad mayoritaria de las fuerzas militares y paramilitares. Si Colombia no ha tenido dictaduras militares, entonces, el país ha vivido en los últimos 40 años casi de forma ininterrumpida bajo un Estado de Sitio. Las violaciones de los derechos humanos superan con creces las cometidas por las juntas militares señaladas en la Tabla 2. Podríamos preguntarnos sobre el tipo de democracia que existe en Colombia. Pero, dejemos que sea el periodista Antonio Caballero (1998) quien nos dé su apreciación al respecto:

Lo más grave de todo es que la prensa - por oficialista que sea, por militarista que sea - aplauda esa parodia de justicia como si se tratase de cosa seria. No puede ser que a un periodista en pleno uso de sus facultades morales y mentales le parezca adecuado y ejemplar la pena de un día de suspensión de sueldo por cada patada en los testículos, y otro día más por cada colgamiento, y todavía otro por cada ahogamiento en excrementos y así hasta veintinueve, y en total treinta si el torturado acaba de morirse a fuerza de patadas y ahogamiento. No puede ser. Debe de tratarse una vez más de un error tipográfico. Da un poco de risa. Da un poco de miedo. Da un poco de asco.

Colombia constituye desde hace 25 años un laboratorio para la conducción privada de la guerra. Política, ejercito, policía, narcotráfico, ganaderos, paramilitares, ejercito estadounidense, la agencia antidrogas (DEA), compañías transnacionales y corporaciones militares privadas (CMP) cooperan dinámicamente, en conjunto, para imponer intereses discriminatorios y comunes en contra de las organizaciones campesinas, sindicatos, movimientos sociales y especialmente los movimientos insurgentes armados (FARC - EP y ELN). La guerra tiene como blanco esencial a la población civil. Según las organizaciones para los derechos humanos (COHDES), 305.966 personas (85 mil más que en 2006) fueron desplazadas en dicho país en 2007. En total, se calculan más de tres (3) millones de colombianos desplazados internamente en el país hermano.

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3.1. Desbordamiento de la situación colombiana hacia Venezuela

Ese clima de agitación interna también se riega hacia los países vecinos. Según la ONG ‘‘Colombianos en Venezuela’’, que lidera Juan Carlos Tanus, existen en Venezuela 4,5 millones de colombianos que han abandonado su país por el conflicto existente allá. Veamos la Tabla 3, donde se presentan datos de colombianos en Venezuela durante los años 2002, 2003, 2008 y 2009.

Tabla 3: Colombianos desplazados hacia Venezuela

AÑO POR DÍA NUMERO DE PERSONAS 2002 —— 21.000 2003 —— 33.000 2008 254 93.000 2009 301 110.000

Fuente: Sosa (2009) [2].

En Colombia hay guerra desde hace más de cien años. Para una descripción de la formación de las FARC - EP, narrada por su líder histórico (Manuel Marulanda Vélez, ‘‘Tiro Fijo’’), consulte el libro de Arturo Alape (1998, 2008). Allí se detallan las operaciones de Marquetalia (1964), Riochiquito (1965), fundación de las FARC - EP (1966), donde se pasa de la visión de autodefensa de las zonas conquistadas a la visión de guerrilla del pueblo, es decir, alta movilidad, golpear y salir. Esta concepción de guerrilla tiene que ver con la nacionalización de la guerra contra las clases dominantes. La llegada del General Rojas Pinilla al poder (1953 - 1956) hizo más cruda la represión del aparato militar del Estado contra las masas campesinas.

Desde los años sesenta, esta guerra se disputa entre las guerrillas y las aparatos de poder de las élites y ha sido particularmente intensa en los últimos 15 años, en los cuales dicho conflicto ha sido internacionalizado. Esta estrategia ha sido aplicada por Colombia y los Estados Unidos a nivel militar, principalmente. Colombia deja sus fronteras descuidadas y hace operaciones militares para empujar a la

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guerrilla hacia territorio venezolano y ecuatoriano para, de esta manera, involucrarlos en el conflicto. En consecuencia, la presencia guerrillera en las fronteras también sirve de excusa para amenazar estos dos países fronterizos con Colombia.

En el período 2000 - 2006 se ejecutó el Plan Colombia con un volumen de US $ 13 mil millones, de los cuales 80 % se destinaron a programas militares, antinarcóticos y terrorismo y el resto en desarrollo social y alternativo. Estados Unidos aportó alrededor de US $ 5 mil millones y el resto proviene del gobierno colombiano y de Europa. En 2007 y 2008 el gobierno estadounidense financió el Plan Patriota con US $ 750 millones anuales. Recordemos nuevamente que el Plan Patriota es una continuación del Plan Colombia.

Simultáneamente, las fuerzas de combate de Estados Unidos se involucran cada vez más en las operaciones locales. Se tiene que los Exploradores AWACS (sistema aerotransportado de alerta y control temprano) de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y estaciones de radar de dicho país en Colombia transmiten informaciones sobre los movimientos de la guerrilla desde marzo de 1999. Una aplicación de esta tecnología se puso en práctica el 01 de Marzo de 2008 para invadir Ecuador y acabar con la vida de uno de los miembros del Directorio de las FARC - EP (Raúl Reyes) y otras 22 personas más. Supuestamente estos aviones deberían ser usados para combatir el narcotráfico. Debemos agregar que, más de 20 compañías comisionadas por el Pentágono y empresas privadas y las Compañías de Seguridad Privadas (CSP), están cada vez mas integradas y trabajando en conjunto con las fuerzas militares. En Colombia las CSP cuentan con un personal de 160 mil empleados, aproximadamente.

3.2. Las compañías privadas estadounidenses de seguridad en el conflicto colombiano

En 2007 el Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó un informe solicitado por el congreso estadounidense enumerando todas las empresas contratadas por dicho Departamento de Estado y el Ministerio de la Defensa para trabajos en Colombia durante el año 2006.

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A continuación, en la Tabla 4, mostramos cuáles fueron las compañías y cuáles los montos invertidos en financiar la guerra en Colombia, a través de los denominados ‘‘contratistas’’, que no son más que mercenarios pagados para realizar ‘‘trabajos’’ en contra de los derechos humanos en Colombia.

Tabla 4: Compañías con contratos en Colombia en el año 2006 (en US $)

COMPAÑÍA MONTO(M=MILLONES) LOCKEED-MARTIN 52,87 M ; 250,00 LOCKEED-MARTIN TECH. SERVICES 600,00 ; 3,4 M ; 207,00 LOCKHEED MARTIN MISSION SUPPORT 292,00 LMIS 2,35 M ; 2,75 M1,47 M LMIS/OPTEC 9,41 M ; 52,254 ; 822,559 ; 1,7 M DYNCORP INTERNATIONAL 146,26 M OLGOONIK 2,43 M

ARINC 7,88 M ; 52,254 M ; 20,95 M ; 356,00 OAKLEY NETWORKS 5,0 M NGITI 479,00 NGMS 2,85 M MANTECH 1,19 M ; 561,00 MANTECH INTERNATIONAL 2,95 M ITT 6,53 M TELFORD AVIATION 15,321 M

Fuente: Azzellini (2009) [El total invertido es de US $ 337,57 millones. Nuestras estadísticas y las de Azzellini (2009) muestran discrepancias en cuanto al monto total].

Como puede verse en la Tabla 4, el gobierno estadounidense se encuentra profundamente involucrado en la guerra civil y militar colombiana, que data desde mucho antes de la muerte de Gaitán Ayala,

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el líder liberal, que murió por oponerse a las políticas de terrorismo de Estado del gobierno de Colombia.

La guerra en Colombia no parece tener un final en lo inmediato. Ahora el gobierno de Uribe Vélez acaba de entregar la soberanía colombiana a las fuerzas armadas de los Estados Unidos al permitir el uso irrestricto de al menos siete bases militares colombianas, en adición a las tres bases operativas por estas fuerzas invasoras. Adicionalmente, se tiene que todo el espectro radioeléctrico colombiano se usará sin límite alguno por las fuerzas ocupantes y los militares extranjeros, los contratistas (extranjeros, paramilitares y sus derivados) y el personal doméstico de estas fuerzas gozarán de inmunidad diplomática. En otras palabras, Colombia no necesita gobierno en Santa Fe de Bogotá, pues el gobierno se encuentra en Washington. Los ciudadanos colombianos serán ciudadanos de segunda categoría en su propio territorio. Pero esto no termina aquí, pues, el ‘‘portaviones norteamericano de Colombia’’ (denominado así por el ex - Presidente Samper [Díaz Callejas, 2009]) es una pieza más del anillo de bases militares instaladas en América Latina por el imperio estadounidense para agredir a los gobiernos anti - estadounidenses. Diríamos gobiernos progresistas, que no son anti - estadounidenses, sino anti - imperialistas.

En la reunión de Presidentes de la UNASUR en Bariloche, Argentina, en 2009, el Presidente Correa de Ecuador, mostró cifras relevantes del grado armamentista del gobierno colombiano. Según las cifras mostradas Colombia tiene 450 mil hombres en armas, contando las fuerzas profesionales y la policía nacional, también militarizada. El Presidente Correa agrega, como comparación, que Brasil un país con 8,5 millones de kilómetros cuadrados, mucho mayor que el área de Colombia, tiene una fuerza militar que no llega a 400 mil hombres en armas. Más aún, la guerrilla de las FARC - EP, según el informe de Correa, cuenta con 10 mil miembros. Azzellini (2009) las contabiliza en 20 mil y al ELN colocan 8 mil combatientes.

La conclusión evidente de estos números es que Colombia está constituida en un país guerrerista, un enclave contra los gobiernos progresistas en América Latina, como Venezuela, Bolivia, Ecuador y

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Nicaragua. Desde nuestra perspectiva, Colombia es el Israel de la Patria Grande. Colombia quiere globalizar la guerra contra la guerrilla y el narcotráfico, cuando sus objetivos son otros. Resulta que sus objetivos verdaderos son servir de peón al imperio de los Estados Unidos para controlar los recursos petroleros, mineros, acuíferos, la Amazonia, etc., por un lado, y por el otro destruir los movimientos sociales representados por gobiernos progresistas. Cada vez está más vigente la sentencia del senador Paul Coverdale, defensor del Plan Colombia en el congreso estadounidense: ‘‘Para dominar a Venezuela hay que ocupar militarmente a Colombia’’ (Martínez, 2009).

4. El gobierno de Uribe Vélez, paramilitarismo y narcotráfico

Poco después de finalizadas las elecciones parlamentarias colombianas (marzo de 2002), Salvador Mancuso, jefe paramilitar de las ‘‘Autodefensas Unidas de Colombia’’ (AUC) declaró que las (AUC) habían obtenido su primer ‘‘éxito’’, que más del 35 % de los 268 diputados eran sus representantes. En abril de 2002 gana las elecciones presidenciales el candidato Álvaro Uribe Vélez, a quien las AUC ya habían reconocido previamente como ‘‘su candidato’’. En abril de 2008 Mancuso, respondiendo a una pregunta cuestionadora sobre la afirmación del año 2002, afirmó lo siguiente (Azzellini, 2009).

Lo que dije fue que el 35 % del Congreso fue elegido en zonas donde estaban las autodefensas. En esos Estados nosotros fuimos los que cobramos tributación, impartimos justicia (sic), teníamos el control territorial y militar de la región. Y todas estas personas que querrían hacer política en la región tenían que venir y concertar con los representantes políticos que teníamos allí... Quizás me quedé corto. Va a superar con creces el 50 % del Congreso de la República vinculados a esos fenómenos de actores locales ilegales.

Detallemos aún más esa relación de Uribe Vélez con las mafias de narcotraficantes y las Autodefensas Unidas de Colombia. Se conoce a partir de 1985 que Uribe Vélez tuvo contactos intensivos con

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narcotraficantes y paramilitares. Un informe de inteligencia militar de los Estados Unidos (DIA, por sus siglas en inglés) del año 1991 sobre los 104 narcotraficantes colombianos ranquea a Uribe Vélez en el puesto 82 de dicha lista. Veamos parte de dicho informe, como se presenta en el libro de Azzellini (2009).

Álvaro Uribe Vélez. Un político y senador colombiano dedicado a la colaboración con el Cartel de Medellín a altos niveles gubernamentales. Uribe ha estado conectado con un negocio incluyendo actividades de narcóticos en los Estados Unidos. Su padre fue asesinado en Colombia por sus conexiones con los narcotraficantes. Uribe ha trabajado para el Cartel de Medellín y es un amigo personal de Pablo Escobar Gaviria. Ha participado en la campaña de Escobar para ganar un curul de suplente al diputado Jorge Ortega. Uribe ha sido uno de los políticos del Senado que ha atacado todo tipo de tratado de extradición 3.

Uribe Vélez entró en el negocio de las drogas a partir de los años 80’s como Alcalde de Medellín, durante la época de Pablo Escobar Gaviria. A principios de los 90’s, como Director de la Administración de Aviación Civil, repartió licencias y autorizaciones de vuelos a colaboradores del Cartel de Medellín. En su período como senador de la República de Colombia pertenecía al bloque de congresistas leales a los grandes capos de la droga, que impedían cualquier ley en su contra.

En el período 1995 - 1997, como Gobernador del Departamento de Antioquia, cuya capital es Medellín, Uribe Vélez fomentó las ‘‘cooperativas’’ paramilitares denominadas ‘‘CONVIVIR’’, legales, fuertemente armadas, 9 semi - privadas, pero adiestradas por el servicio secreto de los militares. Durante el mandato de Uribe Vélez, como Gobernador, los paracos de Convivir desplazaron a más de 200 mil personas y asesinaron a miles. Cuando fueron prohibidas a finales de 1997, se fusionaron con las AUC. De forma cínica, Uribe Vélez se jacta hasta hoy de haber logrado la tranquilidad en su ‘‘región’’. Diríamos nosotros, claro, a costa de sangre, muerte y desplazamientos. Muerte para la población contestaría que resiste al desplazamiento y tranquilidad para los ocupantes de los territorios expropiados. 233

Uribe Vélez apuntó, desde un primer momento, a una intensificación de la guerra. Cinco días después de la toma de posesión decretó un Estado de Excepción que ha permanecido activo sin interrupción alguna. A través de dicho estado de excepción encomienda competencias civiles al Ejército y suprime derechos civiles, vigentes en la Constitución colombiana, de forma fáctica. El gobierno inició a lo largo de todo el país la construcción de una red de informantes que debe incluir a un millón de personas (inclusive con porte de armas de guerra) en las estructuras de información del Ejército. Colombia está ubicada entre los diez países del mundo con mayor gasto militar. Según estudios de Luis Jorge Garay, entre otros (en Contreras y Garavito, 2002), el gasto público en Defensa y Seguridad en el período 2000-2005 aumentó en un 78,4 %.

Los líderes paramilitares Salvatore Mancuso y Diego Murillo Bejarano ‘‘Don Berna’’ declararon lo siguiente: ‘‘Existimos bajo la responsabilidad del Estado y los gobiernos que nos han llevado a velar por la justicia y la seguridad con nuestros propios medios. Si hablan de cárcel por lo que hicimos, todos ellos deben ir con nosotros’’ (Azzellini, 2009).

Las declaraciones de algunos paramilitares e investigados por la Fiscalía General de la República, desataron a partir de 2007 el llamado escándalo de la para - política. Hasta mediados de junio de 2008 había 65 congresistas investigados por relaciones con las AUC, de los cuales 30 estaban presos. Casi todos son de la bancada de Uribe Vélez. Sin embargo, ni el Congreso se disolvió ni Uribe Vélez renunció. El 22 de abril de 2008 la Fiscalía ordenó la detención del senador Mario Uribe, primo y estrecho colaborador de Uribe Vélez, por concierto para delinquir. Y la lista es interminable...

La relación del Presidente Uribe Vélez con los paramilitares ha sido documentada por Iván Cepeda y Jorge Rojas (2009) en su libro A las puertas de la hacienda presidencial. Una historia de paramilitarismo en Colombia. Allí se detalla el origen del paramilitarismo en Colombia con el Pacto de Santa Fe de Ralito firmado el 23 de julio de 2001 en el Municipio de Tierralta, en el Departamento de Córdova. En Ralito se

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reunieron 32 jefes políticos y sociales con cuatro de los comandantes de la cúpula paramilitar para firmar un pacto que buscaba «refundar la Patria por medio de un nuevo contrato social.

Los participantes fueron convocados por Salvatore Mancuso que estuvo acompañado por otros jefes paramilitares del Estado Mayor de las AUC que también firmaron el pacto: ‘‘Don Berna’’, ‘‘Diego Vecino’’ y ‘‘Jorge 40’’. En Ralito se hicieron presentes esa mañana una docena de congresistas, dos gobernadores, tres alcaldes, varios concejales y funcionarios públicos. La mayor parte de ellos de Córdova: los compañeros de campaña electoral del candidato Álvaro Uribe Vélez y aspirantes al Congreso de la República. Es de hacer notar que la hacienda más importante de Uribe Vélez, ‘‘El Ubérrimo’’, se encuentra en Montería, la capital de Córdova, donde Mancuso y sus paramilitares campeaban a sus anchas. Esa finca nunca ha sido atacada ni amenazada por los paramilitares.

Dicho documento plasmaba el nivel de control territorial adquirido por las AUC en veinte departamentos del país, teniendo como su epicentro a Córdova. Buscaba traducir esa presencia en cuotas de representación política. Aunque el documento no lo explicitaba ‘‘se establecía una obligación recíproca’’: los políticos firmantes del acta de Mancuso se comprometieron a defender la tesis de las AUC y abogar por un proceso de negociación que les otorgara condición práctica; y por su parte los paramilitares se comprometieron a garantizar que el control militar y financiero en sus zonas de influencia se traduciría en votos. Como se comprobó ocho meses después en las elecciones para el Congreso de la República a todos los firmantes del Pacto les fue muy bien electoralmente hablando. O sea la política de votos por dinero funcionó bien.

La guerra de Uribe Vélez al narcotráfico, excusa para implantar el Plan Colombia y sus derivados, ha fallado. Según un informe de la ONU contra el Delito y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés), los cultivos de coca en Colombia crecieron 27 % y llegaron a 99 mil hectáreas durante el año 2007. Desde el punto de vista económico y especialmente desde la visión de la terrible sangría humana, la estrategia

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de Uribe Vélez a mediano plazo no es viable. De acuerdo a la Contraloría de la República colombiana presentamos las siguientes estadísticas en la Tabla 5.

Tabla 5: Porcentaje del presupuesto nacional colombiano destinado a la guerra (promedio/año)

PERÍODO MONTO GUERRA + DEUDA (GUERRA) 1950-1989 2,0% —— 1990-1998 2,8% —— 2007 —— 49% 2008 6,3% >> 49%

Fuente: Azzellini (2009).

De la Tabla 5 se concluye que el presupuesto de Defensa, llamado aquí de Guerra, ha tenido incrementos inter - anuales muy elevados, junto con el hecho de que el presupuesto combinado de Guerra y la Deuda Externa acaparan el 49 % del PIB, lo cual deja muy poco para educación, salud, etc. Es decir, los programas sociales se resienten sobremanera.

En la Figura 1 se presenta el presupuesto militar de Colombia y el de Venezuela desde el año 1991 hasta el año 2010. Como puede verse, el gasto militar colombiano triplica, anualmente, al gasto militar venezolano. Por lo tanto, es una mentira mediática que Venezuela gasta más, se está armando, etc; que se difunde en la prensa colombiana y mundial, controlada por los dueños de la SIP.

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Figura 1: Gasto militar de Colombia y de Venezuela en dólares.

CONSTANT (2005) US$MIL

YEAR

Fuente: Stockholm International Research Institute (s.f.) [Hemos graficado juntos los datos presentados originalmente por separado para los dos países de interés].

A continuación, en la Figura 2, mostramos los gastos militares de Colombia y Venezuela en porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB). Nuevamente, vemos que el porcentaje invertido por el gobierno colombiano es siempre superior al porcentaje del gasto militar venezolano y la brecha tiende a aumentar. Recordemos que aunque Colombia tiene una población de 46 millones y la de Venezuela es de 26 millones, el porcentaje invertido por el gobierno colombiano es siempre superior en el período considerado, 1991 - 2010 y tiende a crecer en el tiempo. Ello muestra la tendencia guerrerista de la política gubernamental colombiana y su notable diferencia con la de Venezuela, que se ha limitado a reponer el equipamiento militar anticuado. 237

Figura 2: Gasto militar de Colombia y de Venezuela relativo al Producto Interno Bruto (PIB).

%GDP

YEAR

Fuente: Stockholm International Research Institute (s.f.) [Hemos graficado j untos los datos presentados originalmente por separado para los dos países de interés].

Se dice que Colombia constituye una excepción notable en América Latina: sólo ha habido 5 golpes militares desde su independencia de la Corona española. En 1958 se depuso al General Rojas Pinilla y desde entonces el gobierno ha estado en manos de civiles. Rige cierto modelo democrático. Sin embargo, en sólo cuatro años fueron asesinados cuatro candidatos presidenciales: Jaime Pardo Leal (1987), Luis Carlos Galán (1989), Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo (1990). Con sus

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particularidades, todos reclamaban reformas. Extraña concepción de lo que es una democracia. Todos ellos fueron muertos por paramilitares, el quinto brazo armado del Estado colombiano, como se explicó en las definiciones al comienzo de nuestro trabajo. El asesinato de más de cuatro mil militantes de la Unión Patriótica (UP), brazo electoral de las FARC y otras organizaciones, fue realizado por los paramilitares.

4.1. Paramilitarismo internacional

El paramilitarismo no se concentra dentro de los límites de Colombia, pues sus tentáculos alcanzan a las organizaciones sociales colombianas que se han exilado en el exterior debido a persecución. Vamos a citar un ejemplo crucial que expone cuan largos son los garfios de este monstruo criminal del paramilitarismo. El periodista Dick Emanuelsson acusó al ex - diplomático Ernesto Yambure en Estocolmo por espiar a los miembros de grupos sociales contra la guerra en Colombia. Según la información que suministra Emanuelsson (en Carmona, 2008) el Sr. Yambure fue asesor político de Carlos Castaño, quien le pagó por su trabajo. Recordemos que Carlos Castaño fue uno de los líderes principales y creador de las AUC, quien después sería asesinado por un hermano en una de las disputas internas entre mafias paramilitares. La relación paramilitar - Uribe Vélez parece obvia, pues Yambure fue pagado por Castaño y es nombrado Diplomático de Colombia en Estocolmo por el Presidente colombiano (Uribe Vélez).

El paramilitarismo internacional ha llegado también a Venezuela. Es fácil hacer un esfuerzo de memoria para recordar el centenar de paramilitares colombianos apresados en la Finca Daktari en el Hatillo, Caracas, cuyo objetivo era la eliminación física de figuras importantes de la política nacional, tanto del gobierno como de la oposición, incluyendo al propio Presidente venezolano Hugo Rafael Chávez Frías. Estos paramilitares fueron desactivados antes de que pudieran llevar a cabo sus planes de magnicidio, lo cual habría causado una gran inestabilidad en el país. Las investigaciones que se hicieron con respecto al caso llevaron hacia la propia Casa de Nariño.

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La presencia de paramilitares en Venezuela se ha detectado en las regiones y/o sectores de la población venezolana (Azzellini, 2009) siguientes:

• CONTRABANDO, sobre todo en la frontera Táchira - Norte de Santander (Cúcuta).

• SITUACIÓN CARCELARIA. Ellos se encuentran en las cárceles venezolanas, reclutando jóvenes y controlando los negocios en las mismas.

• PENETRACIÓN CULTURAL. En las calles de la frontera se venden CD’s con músicas que hacen apología a los paramilitares. También los crímenes ocurridos en las cárceles son filmados y transmitidos a través de los celulares, como medio de crear la cultura de la violencia.

• PENETRACIÓN DE LOS CONSEJOS COMUNALES. Los asesinatos de activistas de base en los barrios de Caracas y otras zonas del país han aumentado de forma preocupante, ocurriendo que estos crímenes se achaquen a la delincuencia común.

El problema colombiano es de tal magnitud que está amenazando la paz latinoamericana. La instalación y cesión/adición de siete bases estadounidenses en suelo colombiano, donde las funciones de los militares y contratistas profesionales no están especificadas, augura un derramamiento de sangre del colectivo latinoamericano. Aquí no escaparán los pueblos irreverentes de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, etc., desde el punto de vista político. Otros países se sienten amenazados no sólo por su posición política, sino por los recursos, como es el caso de Brasil que mira con angustia la mirada de los estadounidenses sobre el espacio de la Amazonía y otros países con recursos hídricos importantes, como Uruguay, Argentina, Chile, etc.

Contreras y Garavito en su libro ‘‘Biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez’’ (2002) dicen que Uribe Vélez, en vez de plantear un proceso de paz con las FARC – EP, ha inventado un proceso de paz con

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los paramilitares; pero los paramilitares no son enemigos del gobierno, más bien ellos han manifestado públicamente que son parte del Estado colombiano. Entonces, qué proceso es ese, entre amigos. Es un simple juego de palabras para proteger a los paramilitares de los procesos judiciales emprendidos por la Fiscalía General de la República de Colombia. Debemos entender la falta de lógica de este proceso de paz, pues, un proceso tal se da entre bandos enfrentados, los cuales se ponen de acuerdo en un ‘‘mínimo’’ de condiciones a discutir para llegar a un acuerdo. Como se ha demostrado a través de todos los años de los dos períodos presidenciales de Uribe Vélez, éste no quiere la paz con las guerrillas, los verdaderos rivales, y se plantea un proceso de paz, bien extraño, entre amigos de ideología.

4.2. Incapacidad de Uribe Vélez de terminar con las FARC - EP

El conflicto interno colombiano, como lo hemos explicitado en las primeras secciones de este trabajo, es de larga data. Por lo tanto, es necesario elaborar razones por la durabilidad de este conflicto armado por tanto tiempo hacia atrás y hacia adelante, teniendo ahora 60 años. Pensamos que la primera causa de este conflicto descansa en la tozudez de la oligarquía colombiana de querer terminar con su aparente enemigo, las FARC - EP, cuando el enemigo verdadero de la paz en Colombia son las condiciones de desigualdad social que existen allá. Por otra parte, hay un elemento que se ha descartado en todos los argumentos que aparecen publicados, a juicio del autor. Mirando las estadísticas poblacionales de Colombia, vemos que su población es de 46 millones de colombianos, los cuales se encuentran distribuidos como se muestra en la Tabla 9.

Tabla 9: Clasificación y ubicación de la población colombiana

TIPO NÚMERO (MILLONES) % DEPARTAMENTOS URBANA 32 70 15 RURAL 16 30 18

Fuente: Mahecha (2009).

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De la Tabla 9 se desprende que la población urbana (Andes) es de 32 millones y está ubicada en 15 Departamentos (Atlántico, Antioquía, Bolívar, Risaralda, Caldas, Quindio, Valle del Cauca, Santander, Norte de Santander, Boyacá, Tolima, Cundinamarca, Bogotá, Magdalena y San Andrés) y la población rural (Amazonia y Orinoquia) es de 14 millones y está localizada en 18 Departamentos (Cauca, Cesar, Córdova, Chocó, Huila, Meta, Guajira, Nariño, Sucre, Amazonas, Guainía, Vaupés, Vichada, Guaviare, Caquetá, Putumayo, Casanare y Arauca). Dando una simple mirada al Mapa de Colombia presentado en la Figura 4 se observa que el área rural es mayor, en extensión que el área urbana. Cuando el gobierno de Uribe Vélez decide proteger las áreas urbanas a expensas de las rurales, por su incapacidad de controlar todo el país, entonces es factible de concluir que las FARC - EP tienen un mayor espacio para maniobrar. En consecuencia, la guerra total de exterminio a las FARC - EP es un eufemismo, es decir, no se puede llevar a cabo en la práctica, pues la ley en las regiones rurales es potestad básicamente de la guerrilla más antigua de Latinoamérica.

Cabe señalar que las zonas urbanas y rurales de Colombia contienen, a su vez, la presencia de paramilitares, los cuales se ubican en Córdova, Valle del Cauca, Norte de Santander, Putuyamo y Amazonas. La presencia de paramilitares ocurre por la existencia de recursos naturales importantes y no están ubicados, como se maneja mucho en el imaginario colectivo, en las áreas donde se encuentran los guerrilleros de las FARC - EP. Hemos dicho que los paramilitares han evolucionado como grupos que controlan zonas para el robo de territorio en manos de agricultores y para la eliminación de la base social de las guerrillas, pero no para combatir directamente a las FARC - EP (Serrano Zabala, 2009).

Regresemos al Mapa de la Figura 4. Allí, en el Departamento de Caquetá, una región completamente despoblada, junto a Amazonas, Putumayo, Guainía, Vichada, etc., hace poco el Gobernador de dicho departamento fue secuestrado y asesinado por fuerzas militares de las FARC - EP, quienes lo admitieron en un comunicado publicado en la cadena ANNCOL. Lo mas grave del caso es que en dicho Departamento existen, por lo menos, dos bases extranjeras, la de Larandia y la de Tres Esquinas. Poco sirvieron dichas bases extranjeras para atajar el problema

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de la violencia interna colombiana. Uno podría cuestionar la presencia de dichas bases en suelo colombiano por ser inoperantes. Otros propósitos parecen guiar la presencia de estas bases.

Esta configuración geográfica indica que es imposible controlar el territorio rural de Colombia, aún con fuerzas militares extra - territoriales. La idea de Uribe Vélez y de la oligarquía colombiana es mantener como una ‘‘acita de plata’’ las grandes ciudades, como muestra de la eficiencia de su política de SEGURIDAD DEMOCRÁTICA pidiendo mas recursos para combatir a las guerrillas o ‘‘bandidos’’ o ‘‘terroristas’’ como él los denomina. Recordemos que en el concepto mas enconado de terrorismo no se permite dialogar con la persona o grupo catalogado como tal. Lo único que cabe es exterminarlo(s).

Pero yendo a un plan mayor, pensamos que la idea detrás del conflicto colombiano no es la guerra contra la guerrilla, por lo menos no únicamente eso, sino un plan consciente de Colombia (su oligarquía) como representante del imperio en América Latina que quiere destruir el sueño de Bolívar y de todo lo que huela a humanismo, a solidaridad, a independencia, a soberanía, etc. Si lográsemos la soñada Patria de Bolívar, que dijo ‘‘la Patria es la América’’, lograríamos despegar como continente y no es por azar que Uribe Vélez haya escogido firmar el convenio con el gobierno estadounidense para instalar/ceder siete nuevas bases militares y el acceso total al espectro radioeléctrico colombiano. Es el retorno de Santander a la escena colombiana, como cuando el propio Santander se opuso a las ideas de Bolívar en el Congreso de Panamá, al invitar al representante de los Estados Unidos de Norteamérica, lo cual conllevó a la destrucción de la unidad latinoamericana en esa época.

Miguel Suárez (2010) ha declarado que ‘‘En Colombia hay una guerra en curso y no se ha declarado ninguna tregua’’. Esta declaración se hizo en la emisora colombiana Radio Café Stéreo, de la cual es Director. La misma se refiere al acto criminal perpetrado por las FARC - EP al Gobernador del Caquetá en diciembre de 2009. Él dice que el presidente Uribe Vélez acusa a los guerrilleros de criminales, sin sentimiento, pero hace pocos días un alto mando militar explicaba como las fuerzas

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armadas habían asesinado a varios miembros de la guerrilla. Para unos es normal el asesinato, pero cuando le asesinan a los miembros de su misma ideología entonces gritan desaforadamente los muertos de los suyos. Suárez recuerda, como lo hicieron las FARC - EP, que el Gobernador del Caquetá no era una persona santa, pues estaba incurso en ilícitos administrativos y tenía abiertas varias averiguaciones por relaciones con las AUC. Esto demuestra que el conflicto interno colombiano ha llegado a un extremo donde los límites no existen, se rompen cada vez mas, hasta llegar a las crueldades mas increíbles, inimaginables.

4.3. El desplazamiento interno de la población colombiana

Para concretar numéricamente el desplazamiento interno colombiano, veamos la Tabla 10, en la cual se observa que desde 1985 el desplazamiento ha sido un proceso constante y creciente, con algunas oscilaciones. Según esta fuente, el número total de desplazados internos en Colombia asciende a la suma de 3.125.000 o sea más de tres millones de desplazados. No es descabellado especular que el número de colombianos desplazados en su país podría ser de cuatro millones (Robles, 2010).

Tabla 10: Desplazados internos en Colombia (miles)

AÑO 85 86 87 88 89 90 91 92 93 NÚMERO 25 37,5 62,5 100 125 75,0 112,5 65 50

AÑO 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 NÚMERO 75 85 175 250 300 280 312,5 335 440 200

Fuente: Morales (2006).

4.4. Los denominados ‘‘alsos positivos’’

Otra distorsión que ha ocurrido en la situación colombiana es lo que se conoce como ‘‘falsos positivos’’. Esta es una figura que se ha creado

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en el país hermano y que consiste en ofrecer trabajo a jóvenes de la clase pobre y llevárselos a otros sitios de la República de Colombia y asesinarlos, vestirlos con uniformes de las guerrillas y colocarles armamento de combate. Se invita a la prensa a confirmar la muerte de estos insurgentes abatidos en combate con las fuerzas armadas, lo cual trae para las fuerzas militares (ejército, principalmente) beneficios, como ascensos y permisos por su efectividad confirmada.

El 18 de junio de 2008 el relator de la ONU Philip Alston (2009) presentó un informe preliminar sobre los falsos positivos donde, entre otras cosas, sugería al gobierno colombiano los siguientes puntos:

1. Que el nuevo Fiscal General de la República de Colombia sea una persona independiente, fuerte y de prestigio;

2. Que se redacte un proyecto de ley de victimas que reconozca tanto los actores estatales como los no estatales y que ambos sean tratados con igualdad.

La plasticidad de los falsos positivos y su aplicación en Venezuela ha sido denunciado por el Presidente venezolano Hugo Rafael Chávez Frías cuando acusó al gobierno colombiano de intentar aplicar esta técnica macabra en nuestro país, sembrando una cantidad de cadáveres traídos de Colombia. Inmediatamente después se desplegaría una campaña publicitaria donde el mensaje consistiría en acusar al gobierno venezolano de apoyar a la guerrilla colombiana (FARC - EP), ya que los muertos serían, según ellos, de miembros de la guerrilla muertos en Venezuela. El escándalo estaría garantizado y se acusaría a Venezuela de apoyar a la guerrilla y se ganaría el mérito de ser invadida por apoyar al terrorismo.

5. La significación del Plan Colombia en la geopolítica estadounidense

La implementación del Plan Colombia y sus derivados, así como la entrega de la soberanía colombiana mediante el nuevo convenio firmado con la administración Obama para el uso adicional de siete bases

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militares en Colombia, es producto del largo conflicto colombiano. Primero con la represión de las poblaciones campesinas y luego con la muerte del senador liberal Gaitán Ayala por las acusaciones que éste hizo al Estado colombiano por la masacre ocurrida en las bananeras (Ciénaga), en 1928.

La represión a la población rural, la muerte de Gaitán, la aparición de las guerrillas, la creación de las Autodefensas Unidas de Colombia, en fin la radicalización del conflicto social colombiano, ha conllevado un paso tras otro, como un Plan Colombia global, macro, a un Plan Colombia legalizado en el año 2000, con sus derivados, que intentan una vez mas frenar el proceso hacia el concepto de una sola Patria, la América, como la concibió el precursor Francisco de Miranda y la impulsó nuestro Libertador Simón Bolívar desde un principio hasta su muerte en Santa Marta.

Según William Izarra (2009) el Plan Colombia y sus derivados abarcan una zona de 3,5 millones de km2, involucrando a Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela y parte de Brasil (Amazonia). Su área de competencia es de 110 millones de personas, además, parte del Amazonas, pulmón del mundo y una de las regiones mas ricas en especies biológicas y poseedora de la mayor reserva de agua dulce existente en la vida. Por las acciones y su alcance, al plan también se le conoce como ‘‘Guerra del Sur’’, lo que permite comprobar, a través de los desplazados, que el Plan Colombia incrementa la miseria de los pueblos andinos.

Este Plan pretende desarrollar una guerra contra la producción de la droga, pero no evita ni la entrada de la droga en su territorio, ni combate el consumo de la misma en los Estados Unidos. Este consumo es de US $ 100 mil millones al año. USA sigue siendo el principal mercado de la droga mundial, comparable en extensión con el de Europa completa: 14 millones de estadounidenses consumen mensualmente droga ilegal. Mientras exista esta demanda tan alta cualquier campaña de eliminación de su oferta será inútil. También hay que atacar la demanda. El kilo de cocaína vale aproximadamente US $ 36 mil.

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Por ello resulta poco creíble que el propósito de los Estados Unidos con el Plan Colombia sea la eliminación de los cultivos. Su verdadera intención es el exterminio de los movimientos sociales en América Latina, que constituyen un obstáculo para sus intereses neoliberales. Estos intereses se consolidan a través de la implementación del modelo neoliberal que catapulta a los Estados latinoamericanos a un capitalismo subdesarrollado, dependiente y trabajando para los grandes centros foráneos de poder hegemónico, como lo explica Ludovico Silva (2009).

De la pluralidad de objetivos del Plan Colombia, mutante en sus diferentes versiones, se destacan tres:

• Erradicar la guerrilla; • Impedir que se consolide un proyecto nacionalista que afecte los intereses hegemónicos estadounidenses; • Dominar principalmente los yacimientos petroleros, entre otros recursos vitales del planeta.

Todos estos puntos han sido explicados con ayuda de mapas interactivos por Ana Esther Ceceña (2009). El Plan Colombia y sus derivados no es más que la punta del iceberg de un plan mas enmarcarte que se denomina Plan VC 2020 (Izarra, 2009), el cual es la guía doctrinaria y conceptual para el dominio global. Es un plan estadounidense para los inicios del Siglo XXI. Este Plan es la continuación de la política por otros medios: la Fuerza Armada y la guerra inteligente. Es una meta parcial del Nuevo Orden Mundial (NOI, por sus siglas en inglés) concebido para perpetuar la hegemonía de los Estados Unidos. El Plan VC 2020 tiene dos facetas:

1. Convencional, que significa imponer la fuerza militar como en Irak y ahora en Latinoamérica, con Colombia como la punta de lanza;

2. Global, que busca imponer el modelo político (democracia representativa, que es diametralmente opuesta a la democracia participativa y protagónica del proceso bolivariano). Se busca la garantía absoluta de que el imperio estadounidense consiga su abastecimiento de materias primas (principalmente petróleo), controlar los territorios

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vitales para su subsistencia (zonas estratégicas), coacción ideológica (a través de la CIA, de la NED, de la USAID, etc. (Allard y Golinger, 2009), supremacía cultural y determinación de patrones de consumo (alienación). En síntesis, desarrollar la nueva fase del imperialismo que consiste en:

• Expandir el mercado desde los grandes centros hacia la periferia (los TLC); • Acumulación infinita de capital por unos pocos; • Beneficio ilimitado de los grandes centros dominantes, como lo señalaban Silva (2009) y Marini (1977).

5.1. Las bases militares estadounidenses y los recursos naturales mundiales

Para ver la amenaza real de la presencia militar de los Estados Unidos en todo el globo veamos la Tabla 6.

Tabla 6: Bases militares de los Estados Unidos en el mundo.

PAÍS NÚMERO DE BASES USA 290 ALEMANIA 26 BAHARIN 1 BÉLGICA 2 COREA DEL SUR 8 CUBA 1 DIEGO GRACÍA 1 ESPAÑA 1 GRECIA 1 IRLANDA 1 ITALIA 7 JAPÓN 10 HOLANDA 1 PORTUGAL 1 REINO UNIDO 6 TURQUÍA 2

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SALVADOR 1 COSTA RICA 1 PANAMÁ 2 URUGUAY 1 PERÚ 2 COLOMBIA 10 ARUBA 1 CURACAO 1 TOTAL 379

Fuente: Izquierdo Canosa (2005).

En la Tabla 6 se observa que Colombia y Japón han quedado con diez bases militares cada una. Sin embargo, Japón es un país vencido durante la guerra inter - imperialista en el año 1945, por lo cual fue ocupada militarmente por los Estados Unidos. El número de bases militares estadounidenses en Italia es del mismo orden, es decir, 7 bases militares. También fue un país vencido durante la Segunda Guerra Mundial. El número de bases militares en Alemania es 26. Entonces, todos los países vencidos por las fuerzas imperialistas de los Estados Unidos fueron ocupadas militarmente, es decir, por bases militares. Ahora, mirando a los números presentados en la Tabla 6 Colombia está ocupada militarmente por las fuerzas militares de los Estados Unidos. Aquí vemos con impresionante sencillez la expresión del senador Paul Coverdale: ‘‘para controlar a Venezuela hay que ocupar militarmente a Colombia’’. Es la predicción hecha realidad. Colombia es un país dominado, ocupado, entregado a las fuerzas del imperio norteamericano. Estas bases no están repartidas en el mundo para propósitos filantrópicos. Para ello, veamos las reservas petroleras hasta el año 2001, como son reseñadas por Cassen y Dumenil (2007).

En un artículo reciente de Ignacio Ramonet (2010), denominado ‘‘Cercando a Venezuela’’, se expone la cantidad de instalaciones militares de tipos FOL (Sitio Operacional Preposicionado) y CSL (Sitio Compartido de Seguridad) es de 865 bases, desplegadas en 46 países. Jamás en la historia, una potencia multiplicó de tal modo sus puestos militares de control para implantarse a través del planeta 4. 249

Tabla 7: Reservas petroleras mundiales por regiones.

ÁREA % MIL MILLONES (TOTAL) (BARRILES) NORTEAMÉRICA 3 40 AMÉRICA LATINA 12 130 EUROPA ESTE 6 80 EUROPA OESTE 2 27 MEDIO ORIENTE 65 400 ÁFRICA 8,5 45 TOTAL 100 842

Fuente: Amín, S. et al. (2007: 75).

En la Tabla 7 puede verse que los países del Medio Oriente constituyen la región más rica en petróleo, sin contar con los nuevos descubrimientos certificados en 2009 en Venezuela y Brasil. Además Venezuela se ha convertido en el cuarto país con mayores recursos gasíferos a nivel del mundo y primero a nivel de petróleo. Esto lo hace codiciado por las potencias imperialistas encabezadas por los Estados Unidos y Europa. Demos una mirada a la Figura 3, donde se muestran los países del Medio Oriente. En esta región se encuentra la mayor reserva petrolera del planeta (hasta el año 2001) y se ubican los mayores conflictos bélicos mundiales. No parece lógico que las riquezas traigan las guerras, cuando en su lugar deberían aportar progreso. Pero Occidente, especialmente el Imperio de los Estados Unidos, sediento de energía fósil, prepara sus guerras para adueñarse de dichas riquezas. Por ello no es de extrañar que en esta región estén ocurriendo actualmente los mayores conflictos bélicos a nivel mundial.

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Figura 3: Mapa del Medio Oriente (Asia), donde se destacan los mayores productores de petróleo del mundo, como son Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Yemen, etc.

Fuente: Larousse (1992).

En Suramérica, Colombia comparte fronteras con Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú y Panamá, aparte de tener acceso al Océano Atlántico a través del Mar Caribe y al Océano Pacífico. Se entiende así que Colombia, al igual que Irak en el Medio Oriente (Figura 3), se haya convertido en un enclave importante del Imperio estadounidense para subvertir la estabilidad latinoamericana y, a través del país hermano, tener acceso a las riquezas petroleras y, en general, a todos los recursos naturales que tiene el continente suramericano.

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Cabe recordar que Panamá era parte de Colombia y se separó con la ayuda de Estados Unidos que favorecía la construcción del Canal de Panamá. Venezuela ha sido certificada recientemente con recursos petroleros y gasíferos importantes que lo hacen uno de los cinco países más ricos en recursos energéticos. El petróleo certificado lo convierte en fuente de energía segura por ciento cincuenta años. Por lo tanto, la ‘‘cuña’’ de Colombia, sirviendo a los intereses del imperio estadounidense, especie de Israel en la región latinoamericana, pone la vista en los recursos petroleros los cuales comienzan a escasear en el hemisferio norte. Recordemos nuevamente la expresión del senador republicano Paul Coverdale el 10 de abril de 2000, poco antes de morir: ‘‘Para dominar a Venezuela es necesario ocupar militarmente a Colombia’’ (Martínez, 2009).

Ahondando un poco mas en el origen de esta expresión, la misma se dio en el Senado estadounidense en la defensa del Plan Colombia en el año 2000, debido a los informes negativos que presentaron senadores demócratas, entre ellos John Kerry y Barack Obama, quienes desaconsejaban la no aprobación de los recursos económicos del Plan Colombia debido a los descuartizamientos de civiles colombianos por parte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El senador Coverdale prefería este tipo de violación de los derechos humanos en Colombia, pues le permitía al imperio estadounidense tener acceso a los recursos petroleros venezolanos. Vemos que los derechos humanos de los fascistas estadounidenses no tienen otro significado que simple retórica.

5.2. El peso del gasto militar en la economía estadounidense

Vamos a estudiar la marcha de la economía de los Estados Unidos durante un período de 60 años en la Tabla 8, donde se presenta el cociente (razón) ¢, definido mediante la siguiente relación:

Gastos Militares = Producción de Bienes

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que es un cociente entre los gastos invertidos en la producción de productos bélicos (armas de destrucción de todo tipo) y la producción de bienes de consumo para la población. Un valor de >1 (mayor que uno) indica que se invierte mas en gastos militares que en la producción de bienes de uso para la población y <1 (menor que uno) indica lo contrario.

Tabla 8: Cociente definido por la ecuación (1).

AÑO GUERRA 1950 7,0 1955 15,5 COREA 1968 11,0 VIETNAM 1988 7,5 GALAXIAS 2002 5,5 IRAK 2010 ?? AFGANISTÁN

Fuente: Amín, S. et al. (2007: 130).

En la Tabla 8 se aprecia que la economía de los Estados Unidos se ha manejado siempre con un cociente de (mayor que uno). Esto indica que se invierte más en productos bélicos que en productos de consumo para los seres humanos (comida, ropa, zapatos, etc.). Aunque no se muestran los datos completos (en realidad es una figura) de Cassen y Dumenil (2007), entre los años señalados en la Tabla 8 ha habido fluctuaciones, es decir, caídas, pues los datos que se muestran son los picos de la economía estadounidense. Otra conclusión que se puede obtener de las Tablas 6, 7 y 8 y de la Figura 3 es que, a pesar de toda esa inversión militar y de invasiones de los países ricos en petróleo, este imperio está en una etapa agonizante, pues, su demencia por controlar los recursos de la humanidad para su beneficio lo ha llevado a invertir recursos inmensos en gastos militares, relegando la producción de bienes e irrespetando los derechos humanos y a los verdaderos dueños de los recursos. Veamos que a pesar de toda su locura armamentista, el imperio norteamericano está perdiendo dos guerras grandes, la de Irak y la de Afganistán. Ahora se está concentrando en la ocupación militar de

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Colombia para dominar no sólo a Venezuela sino todo el hemisferio sur de América Latina.

6. Visiones del mundo posible: ¿unipolar o multipolar?

El eje a partir del cual se reorganiza el sistema capitalista mundial liderado por los Estados Unidos y que definirá las formas futuras de polarización, se constituyó en torno a lo que Samir Amín (2001) denomina los cinco nuevos monopolios, los cuales se indican a continuación:

1. Monopolio de la tecnología. 2. Monopolio financiero de envergadura mundial. 3. Monopolios que tienen acceso a los recursos naturales del planeta. 4.Los monopolios que operan en el campo de las telecomunicaciones y de los medios de comunicación, los cuales tienen la función de manipular políticamente a la población. 5. Los monopolios que operan en el campo de las armas de destrucción masiva.

El imperialismo, entendido como la expansión del capitalismo, es inherente a su lógica interna de funcionamiento. La conquista del planeta por los europeos y sus hijos, los estadounidenses, se despliega en varias etapas. Ellas son:

• La Primera Ola. El primer momento se da con la conquista de las Américas, dentro del esquema del sistema mercantilista de la Europa atlántica de la época. Se saldó con la destrucción de las civilizaciones indígenas y su hispanización y la cristianización. Esto se ha denominado el genocidio perfecto, del cual ha nacido, por ejemplo, los Estados Unidos de América.

• La Segunda Ola. Este momento se dio con la devastación imperialista de la revolución industrial y se manifestó con la sumisión colonial de Asia y áfrica. Abrir los mercados, hacerse con los recursos naturales del globo, constituyeron los motivos reales, lo cual ahora

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entendemos completamente. Esta fase de devastación imperialista contribuyó a que la humanidad haya pasado a la gran polarización o desigualdad heredada del sistema capitalista. La desigualdad era a lo máximo de 1:2, en los años 1800, para el 80 % de la población. En la actualidad la desigualdad es casi de 1:60, cuando los centros beneficiarios del sistema no agrupan más del 20 % de humanidad. Esto fue lo que condujo a las violentas confrontaciones militares entre las potencias capitalistas. • La Tercera Ola: ‘‘El deber de intervención’’. El discurso ideológico destinado a aglutinar las opiniones de los pueblos ha sido renovado y se basa a partir de ahora en un deber de intervención que legitimaría la defensa de: (1) la democracia, (2) los derechos de los pueblos y (3) lo humanitario. Como manifestación de esta nueva etapa se ha visto la intervención de Yugoslavia por la OTAN en el período 23 - 25 de abril de 1999, lo que se ha denominado como la ‘‘Doctrina Clinton’’. Esta doctrina se ha extendido a toda Asia y áfrica. En América, los Estados Unidos se reservan el derecho de intervención con la ‘‘Doctrina Monroe’’.

Por lo visto, frente a la concepción del Mundo Unipolar estadounidense se hace necesaria la respuesta de un Mundo Multipolar y Democrático. Vemos que el mundo unipolar está basado en la dictadura del capital estadounidense y el despliegue de su aparato militar. El mundo multipolar está basado en la paz, la democracia y el progreso social. Esta concepción multipolar es la única posibilidad de reducir los motivos de conflicto mundial y fomentar el desarrollo social en cada país. Estos objetivos, plasmados en el ideario del movimiento bolivariano venezolano, nos han puesto en la mira del imperialismo estadounidense que no concibe otro modelo que el de la dominación en solitario de todo el planeta.

En consecuencia, el territorio latinoamericano está sirviendo de campo de batalla del imperialismo estadounidense. Nos cabe ahora a nosotros continuar con el ideal inconcluso de Simón Bolívar de lograr la soberanía y la independencia económica. El imperialismo estadounidense está preocupado enormemente por el agotamiento de las 2/3 partes de sus reservas petroleras para el año 2020. Por ello debe

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reponer esas reservas energéticas a partir de hoy mismo. Y es lo que está haciendo.

Para no tener dudas sobre la visión unipolar del mundo recomendamos a los lectores leer el libro de Alejandro Castro Espín (2009) y el de William Blum (2006), este último ex - funcionario del Departamento de Estado estadounidense. En el libro de Castro Espín se muestra el Organigrama de la llamada ‘‘Oficina del Director de Inteligencia Nacional’’ de USA. En ese organigrama se tiene un Director de Misión para Cuba y Venezuela. Pero ello no es todo, los Estados Unidos de América tienen los siguientes Comandos Unificados:

1. Comando Septentrional. 2. Comando Meridional. 3. Comando de Europa. 4. Comando Central. 5. Comando del Pacífico. 6. Comando de África.

En fin, las élites gobernantes de los Estados Unidos se han arrogado el derecho de controlarnos a todos, de vigilarnos a todos, de someternos a todos, de ser el policía mundial. Esto se denomina visión global del mundo, bajo el dominio del imperio estadounidense. No puede ser de otra forma. El gasto de 4.735 mil millones de dólares en el período de 9 años (2001 - 2009) sólo tiene sentido por su obsesión de mantener el mundo bajo su dominio. Y para mantener la industria de armamentos en funcionamiento.

Debemos estar conscientes de la enorme responsabilidad que tenemos por delante: resistir ese coloso moribundo, sediento de energías, desarrollando toda su industria armamentista al servicio de sus intereses, que amenazan la paz latinoamericana. Esa es la tarea a resolver: resistir el embate del imperio estadounidense en su deseo de controlar el mundo y llevarlo a su destrucción. Nuestra tarea es resistir y destruir el sistema capitalista salvando a la humanidad (Giordani, 2009).

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(Footnotes)

14 J. J. Rodríguez-Núñez. Profesor Titular del Departamento de Física de la Facultad de Ciencia y Tecnología (FACYT) de la Universidad de Carabobo, Venezuela. Master en Ciencia y Doctor en Filosofía (Purdue University). Fundador del Laboratorio de Superconductividad Computacional SUPERCOMP. Correo electrónico: [email protected]

Notas

1 Este trabajo ha ganado en claridad, presentación y obtención de fuentes adicionales después de haber conversado con siguientes colegas, interesados en el Plan Colombia y sus efectos en el proceso revolucionario bolivariano que lidera el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Ellos son: Freddy Bello, Francisco Ardiles, Armando Contreras, Gustavo Fernández, Martha Santos y María Dolores García González. A todos ellos mis sinceras muestras de agradecimiento. Este trabajo ha seguido una evolución a partir de la bibliografía del senador liberal Jorge Eliécer Gaitán Ayala, escrita por mi persona para dar a conocer a este ilustre líder colombiano y al cual nuestras patrullas (PO 709060010 y PO 709060017) tuvieron el honor de llevar su nombre al crear la Base de la Paz ‘‘Jorge Eliécer Gaitán’’. Finalmente, mis agradecimientos a los integrantes de CEECOVAL (Centro de Estudios Estratégicos Comunales de Valencia), con los cuales he podido intercambiar opiniones sobre los grandes conflictos sociales que acechan al proceso bolivariano.

2 En adición a los datos presentados en la Tabla 3, vale la pena mencionar que los colombianos que emigran a Venezuela se sitúan de la forma siguiente: 57 % son mujeres; 58 % viven en cerros; 67 % vienen con su familia; 17 % tenían familia en Venezuela. Un bajo porcentaje está compuesto por políticos. Esto indica que el drama civil colombiano afecta mayoritariamente a los estratos más débiles de dicha población.

3 Es impresionante la hoja de vida de este Presidente. Ahora extradita a los narcotraficantes cuando éstos pueden involucrarlo con sus declaraciones.

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4 Información adicional puede encontrarse en: Deparment of Defense, Base Structure Report, Fiscal Year 2007 Baseline, (2007); Transnational Institute, Military Bases Google Earth File, disponible en: htpp:// www.tni.org/detail-page.phtm!?act-id=17252; véase también el libro de Chalmers Johnson (2007), Nemesis: The Last Days of the American Republic, New York Metropolitan Books.

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